Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tema 5
Introducción histórica
Con la expulsión de los hicsos y la nueva reunificación empieza la XVIII Dinastía. Se reinstaura el orden y la
realeza se impone como institución por encima del soberano como individuo. La victoria en el campo de ba-
talla de Ahmose introduce el concepto del monarca como jefe de una organización militar. Se llevó una amplia
política de expansión territorial mediante campañas bélicas y matrimonios diplomáticos. Egipto se convierte en
un verdadero imperio.
El esplendor económico propició la creación de monumentos y lujosas creaciones, con lo que a este periodo se
le considera la edad de oro de la cultura egipcia. La artes mantuvieron una unidad, a excepción del periodo de
Akhenatón (Amenofis IV), en el cual se introducen importantes cambios religiosos que repercutieron en el arte
al suprimir el culto de las deidades existentes e introducir el culto a Atón.
Las Dinastías XIX y XX son las conocidas como ramésidas. Seti I, inició una enérgica política expansionista
por Oriente tratando de recuperar la influencia en Siria y Palestina, y su hijo, Ramsés II, convirtió de nuevo a
Egipto en una gran potencia.
Bajo los último reyes y los conflictos políticos, los pueblos extranjeros volvieron a acosar las fronteras del país,
perdiendo el poder faraónico su autoridad en el extranjero y dando paso a la desaparición del estado unitario.
Gracias a la prosperidad se realizaron grandes proyectos constructivos, sobre todo templos, y se remodelaron
ciudades como Tebas y Menfis. También se construyeron edificios en nuevas ubicaciones y de planta ordenada.
El Palacio Sur era una plataforma rectangular de ladrillos de adobe, a cuya parte superior se accedía por un
largo tramo de escaleras, su función era la de torre vigía.
El palacio de Tell el-Dab, Avaris, es otro ejemplo de arquitectura palacial. Se han encontrado dos fases cons-
tructivas. La primera es de época tutmósida, se construyeron las estructuras palaciales F y G, que destacan
por la decoración de tipo minoica, con técnicas al fresco.
El palacio F es el más pequeño, parece ser un fuerte palacial, levantado sobre una alta plataforma en cuyo
centro hay un patio abierto. Es muy similar al palacio sur de Deir el-Ballas en cuanto a forma y proporciones.
Contaba con una rampa de acceso y una puerta monumental de granito.
El palacio G sigue la misma orientación que el F. Estaban separados por un enorme patio y rodeados por un
muro de cerramiento común. Junto al palacio se han encontrado varios edificios de gran tamaño, diseñados se-
gún una cuadrícula y similares a los complejos de Tell el Amarna.
Una avenida de esfinges une este muelle con el templo. Las esfin-
ges de Karnak son crioesfinges, es decir, tienen cabeza de carne-
ro, pues éste es uno de los animales con los que se identificaba el
dios Amón, y actuaban como protectoras de las vías procesionales.
Más allá del santuario de la barca, donde ahora sólo hay un yermo,
se levantó el centro neurálgico del templo: una sala en penumbra,
donde una capilla o naos tallada en un monolito de piedra al-
bergaba la estatua de Amón. Era el sancta sanctórum, la cima
de la colina primordial, morada y trono del dios, el lugar más
sagrado del templo, al que sólo el faraón o el sumo sacerdote y
sus ayudantes más cercanos podían entrar. Todas las puertas que
llevaban a este espacio eran cerradas y selladas cada día, pues nadie
debía molestar a Amón en su morada)”. FIN.
El templo de Amón es el lugar de culto principal, pero existen otros templos menores de distintas épocas
(Khonsu, Osiris, Ptah), así como templos reales como la “Sala de las Fiestas” de Tutmosis II o de Amenofis II.
También existen otros elementos necesarios para la celebración del culto como el lago sagrado, los almacenes y
las zonas residenciales de los sacerdotes.
Originalmente había ahí un templo de piedra caliza dedicado a Amón, edificado en tiempos de Sesostris I, del
cual no quedan restos. Posiblemente fueron demolidos por Tutmosis I (XVIII D) que comienza la gran polí-
tica constructiva en Karnak.
Es un templo complejo, con muchas fases y remodelaciones, que responden al deseo de cada faraón de dejar su
impronta en él.
El templo de Amón, orientado según un doble eje este-oeste y norte-sur, está precedido por un dromos (1. ave-
nida que precede a los pilonos en el templo egipcio. 2. corredor o pasillo de acceso, generalmente a una tumba)
de esfinges con cabeza de carnero, animal simbólico de Amón, construidas por Ramsés II, que unen el templo
de Karnak con el de Luxor, y con un embarcadero que comunica el templo con el canal que llega del Nilo, para
las barcas sagradas durante las fiestas religiosas.
Dos pequeños obelisco, construidos por Seti I (XIX D.), preceden al primer pilono, de época tardía, y posible-
mente inacabado. Consiste en dos bloque trapezoidales de muros en talud en los que se colocaban banderolas y
con escaleras interiores.
Los pilonos son un elemento destacado en los templos. Funcionan como una barrera monumental. Se creía que
la silueta simboliza las cordilleras que encierran el valle de Nilo.
A continuación se encuentra un inmenso patio conocido como “Gran patio de Amón”. Tiene un pórtico al
norte con 18 columnas de capiteles papiriformes cerrados y otro al sur con 11 columnas y 4 pilares. El pórtico
sur está cortado por el templo de Ramsés II, el cual es una copia en miniatura del de Medinet Habu, y en ambos
lados del pórtico hay dos hileras de esfinges.
En el patio se encuentra un pabellón construido por Taharka y un pequeño templo de forma tripartita cons-
truida por Seti I, con capillas consagradas a Amón, Mut y Jonsu.
La parte oriental del primer patio está delimitada por un segundo pilono y su puerta está flanqueada por estatuas
de grandes dimensiones de Ramsés II, dando paso a la sala hipóstila, construida en varias fases que van desde
el reinado de Amenofis III al de Ramsés II. Es la parte más extraordinaria y extensa del templo.
Sala hipóstila. Compuesta por un bosque de 153 columnas de piedra monumentales con capiteles papiriformes,
las cuales sustentaban un techo, hoy desaparecido. Que cerraba un espacio caracterizado por la angostura y la
oscuridad.
Atravesando un tercer pilono, que representaba la entrada al templo hasta el reinado de Horemheb, se llega una
zona que marca el punto de encuentro con el eje norte-sur y sonde se haya el patio de Amenofis III. En él se
encuentra la Capilla Blanca para el festival heb-sed de Sesostris I, las capillas de Amenofis I y II, la capilla roja
de Hatshepsut, y la de Tutmosis IV, de quien es obra también el pórtico.
El cuarto pilono, construido por Tutmosis I, da paso a la parte más antigua del templo, edificada sobre los
restos de uno construido durante la Dinastía XII. Ahí hay una especie de vestíbulo adornado en origen con gran-
des columnas, donde Hatshepsut ordenó levantar dos obeliscos, de las cuales sólo que uno. Desde el vestíbulo
se accede al santuario de la barca sagrada, donde se colocaban las barcas de la tríada tebana (Mut, Amón y
Khonsu). A ambos lado de este santuario hay dos estancias construidas también por Hatshepsut.
Más al este hay otras zonas como el Akhmenu o templo festivo de Tutmosis III, siendo la ultima estancia de este
templo el santuario de Amon-Ra al que se accedía por un pasaje situado en el muro exterior.
Los ricos relieves que decoran profusamente los edificios de Karnak, muchos de temática bélica y ensalzando la
figura del faraón, contribuyen a la sensación de grandiosidad que en su época estaba acentuada por la policromía
que cubría el monumento.
Se dice que los relieves de piedra de Seti son algunos de los me-
jores y más detallados de cualquier templo egipcio encontrado”.
PROTECTOR DE SU PUEBLO
La fiebre constructiva de Ramsés podría parecer una forma de megalomanía o de egocentrismo; pero en
realidad respondía a motivaciones más profundas. Por un lado, el rey quería que sus súbditos supieran que
era el brazo fuerte y dominador, aquel al que no se podía vencer. Así se refleja en la decoración grabada en
el Ramesseum, tanto en los muros exteriores como en los interiores: abundan las escenas de batallas, con el
rey conduciendo victorioso a su ejército y venciendo a las fuerzas del mal, personificadas por sus enemigos.
Como en otros templos, Ramsés hizo grabar en el Ramesseum episodios de la batalla de Qadesh y de otros
enfrentamientos contra pueblos extranjeros. Igualmente, reprodujo el desfile de algunos de sus numerosos
hijos e hijas.
EL REY EN LA ETERNIDAD
La estructura del santuario refleja la creencia egipcia en la rege-
neración del faraón después de la muerte. A partir de la entrada,
conectada con el Nilo por un embarcadero, los distintos espacios
del templo –dos patios sucesivos, la sala hipóstila y la cámara de
la barca– se orientaban en una dirección este-oeste, siguiendo,
por tanto, el curso de la salida y la puesta de Sol. De este modo,
el rey acompañaría al Sol en su curso diario por toda la eterni-
El Gran Palacio, orientado hacia el norte, incluye una zona privada para
la familia real, con diversas salas y patios decorados con pinturas de gran
colorido. Se organiza en torno a un gran patio articulador adornado con
estatuas colosales del rey. Alrededor del mismo se disponen salas, patios
menores y otros monumentos. Destaca la presencia de un puente de la-
drillo reforzado con madera, que une el Gran Palacio con la Casa del Rey
(como las casa de Diego y Frida :-)).
La Casa del Rey incluía un patio con árboles, zona residencial con pe-
queños apartamentos de diferente tamaño y área de almacenaje. Gran Templo de Amarna
Son dos templos tipo speo, término griego que significa cueva y
que alude a un templo rupestre.
Fachada
Cuatro colosos de Ramsés II, en su tiempo policromados, decoran
la fachada. Entre sus piernas se distribuyen pequeñas figuras de
familiares del rey. Los colosos representan a Ramsés II con dife-
rentes atributos reales: el nemes, la doble corona o la barba osiríaca
postiza.
Sala hipóstila
La fachada da paso a una gran sala hipóstila con 8 pilares osiríacos,
dispuestos 4 en cada lado en forma de estatuas colosales que mues-
tran a Osiris con el rostro de Ramsés II. A ambos lados hay una se-
rie de pequeñas cámaras laterales, 4 a la derecha y 2 a la izquierda,
que pudieron servir como almacenes o para fiesta heb-sed.
Santuario
Finalmente se llega al santuario, un ambiente en penumbra donde
se ubican cuatro estatuas talladas en la roca que representan a Ptah,
Amón-Ra, Ramsés II divinizado y Ra-Horajti. A los lados del san-
tuario hay dos pequeñas capillas.
Tutankhamón
Hatshepsut
Tutmosis III se casó con una mujer africana que no era de estirpe
real, la reina Tiye, cuyo papel en la corte dicen que sobrepasó sus
funciones. De ella se conservan dos pequeñas creaciones:
Sennemut y Neferure.
XVIII Dinastía.
TUTANKHAMÓN (XVIII D)
Las imágenes que más caracterizan su reinado son Estatua colosal de Seti I y
Estatua de Seti I como portaes-
Estatuas sedentes de Ramsés II, Templo Mayor de Abu-Simbel, tandarte, Museo Egipcio de El
Cairo. XIX Dinastía. Reino Nuevo
tallada in situ en la piedra arenisca de Nubia. El monarca está dis-
puesto sentado en la entrada del templo, ejecutándose con una
técnica más somera y unas proporciones menos esbeltas que otras
imágenes de su reinado.
Relieve y pintura
Relieves regios del Reino Nuevo
Detalles de las figuras femeninas, que en tiempos anteriores eran nobles y austeras, son ahora jóvenes, sensuales y
sofisticadas. Sus proporciones redondeadas se revelan a través de las trenzas de sus cabellos y los vestidos transpa-
rentes, además de la forma de almendra de sus ojos, son diferentes de épocas anteriores. Todas estas cosas indican
que la decoración se completó durante el reinado de Amenhotep III. Al igual que muchas de las tumbas de la ne-
crópolis tebana de este periodo, el corto reinado de Tutmosis IV significó que muchas de las tumbas se completaron
en realidad en el reinado de su sucesor, Amenhotep III.
Nakht, cuyo nombre significa “fuerte”, ocupó los cargos / títulos de “escribano” y “sacerdote que sirve”. La
escasa información que se puede obtener de él a partir de este complejo no se complementa en ninguna otra
parte. Todo lo que se puede obtener de aquí es que su esposa, Tawy, era una cantante de Amón, y que su hijo se
llamaba Amenemapet.
Las pinturas del primer nivel de la tumba muestran la momificación Pintura mural de la tumba de Nefertari. Tebas.
XIX Dinastía. Reino Nuevo
del cuerpo de Nefertari y cómo la reina es acogida por las diferentes
divinidades. Por ejemplo, en la pared sur de la antecámara, la reina