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4) En esta práctica buscaremos ver a nuestro compañero con los demás sentidos
que no sea la vista. Es un entretenido ejercicio donde uno simplemente siente y
el otro recorre el cuerpo de las siguientes maneras:
Empezando por la cara, recorrerla con la punta de los dedos, haciéndonos una
imagen mental de lo que nuestros dedos nos transmiten, cuando nuestro cuerpo
nos lo pida es bueno también sentir su sabor con la lengua, tomémonos un instante
para guardar en nuestra memoria este sabor, sentirlo claramente, así ayudara a
nuestro próximo sentido el olfato.
Una vez efectuado un recorrido completo en el rostro, podemos cambiar roles, para
dedicar la atención a sentir las yemas de los dedos de nuestro compañero.
Obsérvese como todos estos ejercicios nos proponen un alto nivel de concentración, y
presencia en el acto presente. Liberamos la mente para solo sentir, bajamos al cuerpo.
Y por último con el sentido de la vista, mientras nuestro compañero vuelve a cerrar los
ojos nosotros lo observamos en todos sus detalles, disfrutamos del paseo por su piel,
la comisura de los labios, los detalles de los parpados, sus cejas, orejas, y así.
5) Como el yoga en pareja busca fortalecer los lazos de unión tanto como la
percepción y bienestar de cada individuo, un ejercicio que nos recuerda lo que
somos en los ojos de nuestra pareja es escuchar con ojos cerrados y todo el
cuerpo relajado y perfectamente cómodo para poder dedicarnos a solo asimilar
las sensaciones, las cosas bellas, admirables, que tenemos o somos. No tiene
que ser una lista de una atrás de otra. En un juego de caricias de parte de uno
de los dos, lo acompaña con las cosas lindas que se le van viniendo a la mente.