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Casi todos los órganos del Estado ejercen función administrativa; de modo que se
hace necesario organizar la porción de función administrativa que cada órgano
puede desempeñar, y las relaciones que deben existir entre los distintos órganos y
entes administrativos.
Referencias
LECCIÓN 1 de 2
La organización de la función administrativa se erige sobre dos principios jurídicos básicos: la competencia
y la jerarquía.
Fundamentos de la Administración.pdf
1.1 MB
La competencia
La competencia significa el conjunto de atribuciones propias de la función administrativa, que la ley le otorga
a un órgano de la administración pública.
Dicho de otro modo, la competencia es la porción de función administrativa que las normas le permiten
ejercer a un órgano estatal.
A diferencia de lo que ocurre con los derechos consagrados a los habitantes, en los que prima el principio de
la libertad en virtud del cual todo lo que no está prohibido se encuentra permitido; la competencia se impone
con un criterio restrictivo según el cual, los órganos estatales sólo pueden realizar la función
administrativa exclusivamente asignada por las normas de competencia.
Es por ello que se dice que la incompetencia es la regla y la competencia es la excepción, en tanto los
órganos administrativos sólo son competentes para realizar la función específicamente asignada, y son
incompetentes para desempeñar todo el resto de la función administrativa.
La competencia tiene una importancia práctica fundamental en materia de actos administrativos. Toda vez
que, para la validez de un acto o contrato celebrado por el Estado, el órgano que lo formaliza debe ser
expresamente competente para dicha función.
Como veremos más adelante, la competencia puede estar centralizada en el órgano superior de un ente,
desconcentrada en órganos inferiores del mismo ente o descentralizada en entes diferenciados.
La jerarquía
Se llama jerarquía a esa vinculación de supremacía y subordinación que existe entre los distintos órganos
administrativos en un mismo ente.
Por cierto, la relación jerárquica implica supremacía del órgano superior respecto del inferior y subordinación
de éste respecto de aquél.
Principios rectores
Contenido
La jerarquía tiene asimismo un contenido amplísimo que generalmente agrupa las siguientes potestades del
órgano superior con relación a los inferiores:
De ordenar
–
A mérito de lo cual el órgano superior puede impartir directivas de qué tareas deben hacer los inferiores, y
cómo las deben hacer.
Lee la siguiente nota: https://legis.pe/cuales-cualidades-orden-policial-ser-acatada/
En la misma podemos apreciar de qué manera el superior jerárquico imparte diferentes órdenes a sus
subordinados y de qué manera deben cumplirse las mismas.
De controlar
–
Conforme a lo cual el superior jerárquico puede verificar que los inferiores realicen efectivamente la función
encomendada.
Lee la siguiente nota: https://misionesonline.net/2020/01/03/upcn-volvio-a-denunciar-al-responsable-de-
la-delegacion-de-vialidad-nacional-en-misiones/
En la misma se puede apreciar de qué manera, un funcionario público excedió el ámbito de actuación de
sus competencias y el superior jerárquico ejerció su facultad de control a través de la denuncia
correspondiente.
De delegar
–
Esto es transferir temporariamente al órgano inferior una función o competencia propia del superior.
En el siguiente artículo, podemos observar de qué manera se hace una delegación de facultades de un
superior jerárquico a un inferior: http://servicios.infoleg.gob.ar/infoleg Internet/anexos/60000-
64999/63312/norma.htm
De avocarse
–
Que implica lo contrario a la delegación, se da cuando el órgano superior toma para sí temporariamente
una función o competencia propia del inferior.
En la siguiente nota vemos un ejemplo de solicitud de avocación por parte del inferior jerárquico al superior:
https://www.diariojornada.com.ar/238650/provincia/luz_y_
fuerza_advierte_por_un_posible_conflicto_con_la_cooperativa_de_esquel/
De resolver conflictos
–
Que se aplica generalmente cuando dos o más órganos inferiores se cuestionan el deber de realizar una
función o competencia, entonces el superior soluciona la controversia asignando la función a quien
corresponde.
Lee la siguiente nota: https://www.infobae.com/politica/2020/01/14/las-causas-contra-alperovich-por-
abuso-sexual-se-tramitaran-en-tucuman-y-en-buenos-aires/
Este es un caso en donde se presenta un conflicto de competencias y donde se establece quien será el
órgano encargado de resolver dicho conflicto.
La obediencia
Como vimos, la jerarquía es una relación de supremacía y subordinación, en la cual el órgano superior tiene
principalmente la potestad de mando, y el inferior el deber de obediencia.
Al respecto nos podemos preguntar: ¿el órgano inferior debe obedecer siempre? O en algunos casos,
¿podría rechazar la orden por considerarla indebida?
De esta forma estamos refrescando un gran debate que desde hace tiempo se ha generado en torno al
alcance del deber de obediencia de los órganos superiores, frente a las órdenes impartidas por el superior.
Sobre el punto, se agrupan las teorías en tres grandes grupos. Los consideramos a continuación:
D E LA O BE D I E N C I A A BS O LU TA D E L D E RE C H O D E E XA M E N D E LA RE I T E RA C I Ó N
Que como su nombre lo indica, implica que el órgano inferior siempre debe obedecer una orden impartida
por el superior, sin importar si la considera irregular, indebida o fuera de las facultades de éste.
Conforme a este criterio, el órgano inferior es un mero brazo ejecutor de la orden impuesta, y dado que no
puede cuestionar ni rechazar su cumplimiento, toda la responsabilidad al respecto se encuentra a cargo del
órgano superior.
En la actualidad, este criterio se puede aplicar en determinados sectores de los ámbitos militares y
policiales, en los que se necesita fortalecer la potestad de mando e inhibir la posibilidad de desobediencias.
D E LA O BE D I E N C I A A BS O LU TA D E L D E RE C H O D E E XA M E N D E LA RE I T E RA C I Ó N
Que implica lo contrario del criterio anterior, permite al órgano inferior revisar plenamente la orden impartida,
y no cumplirla en caso que ésta sea irregular o esté fuera de las facultades o competencias del superior.
Dada la competencia de examen asignada al órgano inferior, y su posibilidad de rechazar el cumplimiento
de una orden considerada indebida, éste es plenamente responsable por sus consecuencias.
Este criterio se puede aplicar en los niveles directivos y de jefaturas de la administración pública, en los que
los órganos tienen mayor potestad de revisión de la función que se les encomienda.
D E LA O BE D I E N C I A A BS O LU TA D E L D E RE C H O D E E XA M E N D E LA RE I T E RA C I Ó N
Que implica una mixtura de los dos criterios anteriores conforme a la cual el órgano inferior tiene una
primera instancia de revisión de la orden impartida; y en caso que ésta sea reiterada por el superior, debe
cumplirla obligatoriamente.
Así, luego de que el órgano superior emite la orden, el inferior la examina y puede obedecer ―bajo su
responsabilidad― o devolverla ―por considerarla indebida―, en este caso el superior puede retirarla
―coincidiendo con el examen realizado por el inferior― o reiterarla―por considerarla correcta―, en cuyo
caso el inferior debe obedecerla de modo absoluto ―bajo la responsabilidad del superior―.
Este criterio se puede aplicar en los niveles técnicos u operativos de la administración pública, en los que
los órganos tienen escasa potestad de revisión de la función encomendada.
LECCIÓN 2 de 2
Referencias
García Pulles, F. (2015). Lecciones de Derecho Administrativo. [Capítulo IV punto I]. Buenos Aires: Editorial
Abeledo Perrot.
Baez, C. (03 de enero de 2020). UPCN volvió a denunciar al responsable de la delegación de Vialidad
Nacional en Misiones. Misiones Online. Recuperado de https://misionesonline.net/2020/01/03/upcn-volvio-
a-denunciar-al-responsable-de-la-delegacion-de-vialidad-nacional-en-misiones/
Poma Zamudio, J. (s.f). ¿Cuáles son las cualidades que debe tener una orden policial para ser acatada?
Diario Pasión por el Derecho. Recuperado de https://legis.pe/cuales-cualidades-orden-policial-ser-acatada/
Infobae.com. (14 de enero de 2020). Las causas contra Alperovich por abuso sexual se tramitarán en
Tucumán y en Buenos Aires. Diario Infobae.com. Recuperado de:
https://www.infobae.com/politica/2020/01/14/las-causas-contra-alperovich-por-abuso-sexual-se-
tramitaran-en-tucuman-y-en-buenos-aires/
Redacción diario Jornada. (26 de septiembre de 2019). Luz y Fuerza advierte por un posible conflicto con la
Cooperativa de Esquel. Diario Jornada. Recuperado de:
https://www.diariojornada.com.ar/238650/provincia/luz_y_fuerza_advierte_por_un_posible_conflicto_con_la_
cooperativa_de_esquel/
Administración central
Clases de organización
Referencias
LECCIÓN 1 de 2
Clases de organización
Desde formas simples hacia evoluciones más complejas, la administración pública se fue organizando de
modo progresivo, poniendo principal atención en el modo en que se distribuyen las funciones y
competencias.
LA C E N T RA LI Z A C I Ó N LA D E S C O N C E N T RA C I Ó N LA D E S C E N T RA LI Z A C I Ó N
Esta forma de organización es la menos compleja, y por ende constituye el estadio más primitivo en la
evolución de la distribución de competencias administrativas.
La centralización implica que todo el conjunto de competencias administrativas se encuentra reunido en el
órgano superior del ente.
Podemos decir que la organización centralizada otorga al órgano superior un amplio margen de maniobra,
que le permitiría resolver con rapidez y eficacia los asuntos públicos, pero al mismo tiempo la excesiva
aglutinación de competencia de decisión en un solo funcionario, lo que produce en gran medida el desgaste
funcional y atenta contra los principios democráticos que proveen a la toma coordinada de decisiones.
Para mitigar los efectos perniciosos del sistema centralizado y proveer a una adecuada división de las
diferentes funciones administrativas, se avanzó hacia el sistema de organización desconcentrado.
La desconcentración supone que el órgano superior ya no aglutina todo el poder de decisión, sino que se
transfiere parte de su competencia hacia un órgano inferior del mismo ente administrativo.
Esta forma de organización es mucho más compleja, y representa un estadio más evolucionado en la
distribución de competencias administrativas.
La organización desconcentrada distribuye las competencias dentro de un mismo ente administrativo,
generalmente de acuerdo a un criterio funcional. Esto es, distribuyendo el poder de decisión por áreas, a
cargo de órganos especializados en la materia que se trata.
Por tal motivo, este sistema de organización posibilita la toma coordinada de decisiones, lo que implica que
todos los cargos intervinientes comparten la responsabilidad funcional.
En la desconcentración, al darse la transferencia dentro del mismo ente, persiste la vinculación jerárquica
entre el órgano superior y el desconcentrado, de modo que el primero conserva una amplia potestad de
control sobre todos los aspectos de los actos del otro.
En la misma podrás apreciar de qué manera una necesidad pública puede generar la creación de un ente
descentralizado.
Pero, ¿qué son los entes descentralizados? ¿Cuáles son sus características específicas?
Los referidos entes descentralizados, a veces llamadas entidades autárquicas, son parte de la
administración pública, esto es, una porción del Estado que ejerce función administrativa.
Ellos poseen características diferenciadas, que nos permiten identificarlos como tales:
1 Son personas jurídicas, significa que pueden actuar por sí mismos, adquirir derechos y
contraer obligaciones.
5 Persiguen una finalidad pública, por lo tanto desarrollan una actividad que tiende al bien común
o bienestar general.
LECCIÓN 2 de 2
Referencias
Almeida, F. (03 de enero, 2020). Obsoleto e insuficiente. Página 12. Recuperado de:
https://www.pagina12.com.ar/239832-obsoleto-e-insuficiente
La administración pública, esto es la parte del Estado que ejerce función administrativa,
desarrolla un sinnúmero de actividades, materiales e intelectuales.
En ese quehacer cotidiano se nos muestra a los habitantes como una gran variedad de actos
materiales, declaraciones, reglas y convenios, por medio de los cuales percibimos que el Estado
está haciendo y actuando. Veremos en esta lectura, las principales manifestaciones
de la administración pública.
Vídeo conceptual
El hecho administrativo
El contrato administrativo
El reglamento administrativo
El acto administrativo
Referencias
LECCIÓN 1 de 8
Dichos modos de exteriorización comprenden un abanico de posibilidades, que van desde las meras
actuaciones materiales hasta los contratos más complejos.
De tal modo, todo el conjunto de la actividad del Estado en uso de la función administrativa se materializa
mediante alguna de las llamadas formas jurídicas.
En la mayoría de los casos, dichas formas jurídicas producen efectos jurídicos en los habitantes
administrados, esto significa que les crean, modifican o extinguen sus derechos y obligaciones.
Veamos un caso, un día en la vida de Deborah en donde podremos apreciar de qué manera tomamos
contacto con estas formas jurídicas.
Vídeo conceptual
VIMEO
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El hecho administrativo
Muchas veces vemos al Estado desarrollar actividades materiales, que inciden en nuestro
desenvolvimiento cotidiano. Así, la administración pública coloca un nuevo semáforo, cierra una avenida
para permitir el desarrollo de un espectáculo público, retira un vehículo mal estacionado o repara el asfalto
de una calle.
En tales casos el Estado está desarrollando hechos administrativos, que son las actuaciones materiales en
ejercicio de la función administrativa, que producen efectos jurídicos en los habitantes.
En contraposición a los hechos, están los actos de la administración en sentido genérico, que
constituyen las manifestaciones de voluntad de la administración pública.
Existe una amplia gama de actos de la administración pública, cuyas principales formas veremos a
continuación.
LECCIÓN 4 de 8
Esta forma jurídica tiene la particularidad de que no impacta directamente en la esfera jurídica de los
administrados. El simple acto de la administración es la manifestación individual de la voluntad del
Estado en uso de la función administrativa, que produce efectos jurídicos indirectos o remotos en los
administrados. Se trata de actos que generalmente no tienen por sí solos la entidad de crear un derecho en
los habitantes, pero que preparan la voluntad administrativa de un modo claro y predecible.
Esta característica es única del simple acto de la administración, que lo diferencia del resto de las
formas jurídicas que analizamos en esta lectura, en las cuales se producen efectos jurídicos en forma
directa hacia los administrados.
El contrato administrativo
¿Qué tipo de forma jurídica podemos identificar? En este caso, ¿qué tipo de efectos tiene este tipo de
manifestación hacia los administrados?
De un modo ascendente, el Estado ha necesitado de la colaboración de los particulares para lograr sus
fines de bien común. Esto se logra principalmente mediante convenios, según los cuales el
particular provee un bien o realiza un servicio en favor del Estado, a cambio de un precio estipulado.
Entonces se forma el contrato administrativo, este es la manifestación común o bilateral de la voluntad
de la administración pública junto a un particular contratista, que produce efectos jurídicos directos
en los administrados.
Esta forma jurídica tiene la particularidad de que su formación es conjunta entre el Estado y un contratista,
a diferencia de las restantes que se generan por la voluntad unilateral del ente público.
Los ejemplos de contratos administrativos son variados, desde la locación de un inmueble para la
instalación de una oficina pública, hasta la construcción de una represa para el abastecimiento de
agua y la generación de electricidad a una región.
LECCIÓN 6 de 8
El reglamento administrativo
Figura 1. En la imagen se puede observar los elementos necesarios para poder circular en automóvil.
En numerosas ocasiones, el Estado precisa imponer reglas para la organización de una actividad
pública determinada. Dicha finalidad se consigue con el reglamento administrativo, que es la
manifestación unilateral de la voluntad del Estado en uso de la función administrativa, que
produce efectos jurídicos generales en los administrados.
Como nota distintiva, el reglamento se impone a toda la población o a un grupo indeterminado, en la
medida que se relacionen con la actividad o función reglamentada.
Constituyen ejemplos de reglamento administrativo, la regulación de una biblioteca pública ―en cuanto
al comportamiento y modo de préstamo de los libros―, o de los servicios de un hospital público ―con
relación a horarios de visita―.
LECCIÓN 7 de 8
El acto administrativo
En la mayoría de los supuestos se entabla una relación individual y directa entre la administración pública y
los habitantes, precisamente cuando alguno de ellos pretende el otorgamiento de un derecho o la
imposición de una obligación para el administrado.
Surge así el acto administrativo propiamente dicho, que es la manifestación unilateral de la voluntad de la
administración pública, que produce efectos jurídicos individuales y Directos en los administrados.
Generalmente los actos se dictan en el marco de un procedimiento administrativo, puede ser
cuando el administrado solicita la licencia de conducir y el Estado resuelve otorgársela; o en otros casos
cuando el Estado advierte que el particular ha violado una norma de tránsito y resuelve imponerle una
multa.
Luego de haber analizado las diferentes formas jurídicas en las que se puede manifestar la Administración
Pública, ¿qué diferencias puedes encontrar entre una y otra? ¿Puedes identificar la característica esencial
en cada una ellas?
LECCIÓN 8 de 8
Referencias
Ámbito.com. (27 de diciembre de 2019). Cómo tramitar y cuánto sale el nuevo DNI y el último modelo de
Pasaporte. Diario online ámbito.com. Recuperado de: https://www.ambito.com/politica/dni/como-tramitar-y-
cuanto-sale-el-nuevo-dni-y-el-ultimo-modelo-pasaporte-n5073463
[Imagen sin título sobre el kit que se necesita para poder circular en automóvil] (, 2017) Recuperado de,
http://www.esoslugares.com/2017/03/que-se-necesita-para-circular-en-auto-en-argentina-que-es-la-manta-
mortuoria/
Ley N° 24.449. Ley de Tránsito. (1995).El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina.
Recuperado de http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/818/texact.htm
Redacción La Voz. (23 de octubre de 2019). La Municipalidad anunció desvíos de tránsito y transporte para
este jueves. Diario online La Voz. Recuperado de: https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/municipalidad-
anuncio-desvios-de-transito-y-transporte-para-este-jueves
Elementos del acto administrativo
Elementos esenciales
Referencias
QUESTION B AN KS
LECCIÓN 1 de 3
Elementos esenciales
El acto administrativo posee requisitos esenciales para su formación y emisión, que significan el
cumplimiento de reglas fundamentales a las cuales debe someterse toda la actividad administrativa.
Podemos agrupar los elementos esenciales del acto administrativo en cuatro requisitos fundamentales:
competencia, voluntad, objeto y forma.
La falta de cumplimiento de alguno de los requisitos elementales del acto administrativo conlleva
necesariamente a que éste posea un vicio en su formación, defecto que a su vez acarrea una
consecuencia parcial o totalmente invalidante.
Según la naturaleza e importancia del vicio que pueda tener el acto administrativo por inobservancia
de alguno de sus elementos, éste recibirá una sanción jurídica de mayor o menor envergadura. Por lo
general, adquieren mayor importancia los vicios relacionados con el objeto y la competencia del acto;
y en segundo lugar los atinentes a la voluntad y la forma del mismo.
De acuerdo a la importancia apuntada en el vicio que pudiera tener el acto administrativo, las sanciones
varían en tres grandes categorías de consecuencias jurídicas:
Para los vicios más leves se aplica la anulabilidad del acto ―es decir, su nulidad relativa o subsanable―; los
vicios graves implican la nulidad del acto ―absoluta e insubsanable―; y los vicios gravísimos conllevan la
inexistencia del acto, ―es decir, se entiende que éste nunca nació―.
Veremos brevemente a continuación, los elementos apuntados:
Fuente: [Imagen sin título sobre Ejemplo de acto administrativo Licencia Nacional de
conducir], s.f., https://bit.ly/2RXEf61 https://bit.ly/316IkYT
La competencia
Como ya vimos, la competencia es el conjunto de facultades propias de la función administrativa que
un órgano puede ejercer legítimamente.
La competencia responde al interrogante de quién emite el acto administrativo, en torno a si tiene
facultades legales para hacerlo o no.
Las normas imparten competencia a los diferentes órganos administrativos, en razón de:
Cuando se le asigna a un
órgano una competencia
administrativa propia de su
En razón de la materia especialidad funcional. Por
ejemplo, de control
bromatológico o de
seguridad ambiental.
La competencia se
distribuye a los órganos
para ejercer la función en
un ámbito físico
En razón del territorio
determinado, que pueden
llamarse distritos o
circunscripciones, y
generalmente coinciden
Cuando se reparten las
competencias entre
órganos de diferentes
posiciones relativas en la
En razón del grado
misma escala jerárquica.
Por ejemplo, una parte le
otorgan al ministro, otra
parte al secretario y otra al
La voluntad
Cuando hablamos de voluntad como elemento del acto administrativo nos referimos al proceso volitivo
interno de su formación, que generalmente se emparenta con su finalidad.
De algún modo, la voluntad responde al interrogante de para qué se produce el acto administrativo.
Todo acto administrativo debe tener una adecuada finalidad, y su violación puede darse:
PO R D E S V I A C I Ó N D E PO R LA
PO R E L E RRO R PO R E L D O LO
PO D E R A RBI T RA RI E D A D
PO R D E S V I A C I Ó N D E PO R LA
PO R E L E RRO R PO R E L D O LO
PO D E R A RBI T RA RI E D A D
Cuando el funcionario no otorga una fundamentación razonada de por qué decide de ese modo.
PO R D E S V I A C I Ó N D E PO R LA
PO R E L E RRO R PO R E L D O LO
PO D E R A RBI T RA RI E D A D
PO R D E S V I A C I Ó N D E PO R LA
PO R E L E RRO R PO R E L D O LO
PO D E R A RBI T RA RI E D A D
Cuando el funcionario tiene la intención de perjudicar.
En síntesis, todo acto administrativo debe tener una adecuada finalidad, y su violación puede darse por
desviación de poder, por arbitrariedad, por error o por dolo.
El objeto
Todo acto administrativo tiene un contenido, algo que se decide, certifica u opina.
En tal sentido, un acto aprobatorio puede tener como objeto habilitar un establecimiento para ejercer
una industria u otorgar una licencia para conducir; en tanto que un acto sancionatorio tiene como objeto,
o fin, imponer una multa ante una infracción de tránsito; y un acto certificatorio puede tener como objeto
dar fe del avance de una obra pública a los fines de su pago al contratista.
El objeto de los actos administrativos no debe estar prohibido por las normas ni ser contrario a la moral: debe
ser determinado, de cumplimiento posible, razonable y proporcionado con relación a la causa que le da
origen.
El fin de los actos administrativos no debe ser prohibido: debe ser de terminado; posible; razonable y
proporcionado.
La forma
Como regla general, los actos administrativos se ciñen al principio de formalismo, conforme al cual deben
observar las reglas previstas para su dictado.
De tal modo, la forma responde al interrogante de cómo se debe dictar el acto administrativo, y dichas
reglas formales son impuestas por las normas, para evitar decisiones administrativas irreflexivas,
precipitadas o infundadas, y por tanto están concebidas como garantía de los ciudadanos y en resguardo de
la legalidad.
La notificación del acto, que implica hacer conocer su contenido al interesado, mediante
alguno de los modos de comunicación previstos.
Las formalidades de los actos administrativos están concebidas para evitar decisiones precipitadas o
infundadas, como garantía de los ciudadanos y en resguardo de la legalidad.
LECCIÓN 2 de 3
Referencias
[Imagen sin título sobre Ejemplo de acto administrativo Licencia Nacional de conducir] (s.f.) Recuperado de
https://www.argentina.gob.ar/seguridadvial/licencianacional/nuevo modelo
LECCIÓN 3 de 3
Organización administrativa
–
Casi todos los órganos del Estado ejercen función administrativa; de modo que se hace necesario
organizar la porción de función administrativa que cada órgano puede desempeñar, y las relaciones que
deben existir entre los distintos órganos y entes administrativos.
Administración central
–
La administración pública se organiza principalmente en numerosos entes, dentro de los cuales se ubican
los diferentes órganos o cargos públicos. Existe un gran ente principal en la órbita del Poder
Ejecutivo, llamado administración central ―que aglutina la mayor cantidad de competencia
administrativa―, y a su alrededor gravitan los diferentes entes descentralizados, con competencias
específicas de acuerdo a las funciones para las que fueron creados
Muchas veces, nos relacionamos con el Estado, sea cuando le solicitamos algún tipo de licencia o
habilitación para realizar una actividad o simplemente cuando le pagamos nuestros impuestos.
Pero existe una oportunidad en la que nos podemos vincular con el Estado en situación de mayor
paridad, en la cual intercambiamos con él prestaciones y recibimos su pago: esta es la relación
contractual.
Concepto y función
Referencias
LECCIÓN 1 de 2
Concepto y función
En general, el contrato se define como una declaración de voluntad común entre dos o más personas destinadas a
regir sus derechos. Cuando uno de los sujetos es el Estado en uso de la función administrativa, entonces esta
manifestación conjunta es un contrato administrativo.
El contrato administrativo es una importante herramienta que utiliza el Estado para solicitar la colaboración de los
particulares tendiente al cumplimiento de sus fines de bien común.
De tal modo, podemos pensar que, en un comienzo, el Estado satisfacía las finalidades públicas primarias con sus
propios recursos; que luego la ampliación de las funciones estatales en pos del bienestar general hicieron necesaria la
realización de obras y actividades cada vez más complejas, lo cual requirió la participación de los particulares y
empresas a cambio de una retribución dineraria.
El contrato administrativo es una declaración de voluntad común entre el Estado y una persona particular destinada a
regir sus derechos para la realización de una obra o servicio de bien común.
Los contratos administrativos tienen características particulares que los diferencian claramente de las convenciones
que celebran los particulares entre sí.
La diferencia fundamental radica en la principal participación del Estado en la contratación, quien actúa
propendiendo al bien común de los habitantes, en contraposición al contratista particular que, generalmente, persigue
una finalidad lucrativa propia.
Es por ello que las normas tienden a favorecer la posición del ente público en la relación negocial, concediéndole
mayores y mejores derechos frente al contratista.
Las siguientes son las principales características diferenciadoras de los contratos públicos de la administración:
Desigualdad jurídica
–
De acuerdo a lo dicho, el Estado posee, en la relación, una mejor posición jurídica que el contratante particular, lo
que posibilita a aquel a conseguir mejor sus fines de bienestar general.
Cláusulas exorbitantes
–
Como una derivación de lo anterior, los contratos administrativos contienen disposiciones que otorgan al ente
público facultades extraordinarias, que pueden ser para modificar parcialmente las obligaciones del contratista
durante la contratación o para resolverla anticipadamente.
Dichas cláusulas salen de la órbita del derecho civil y, en general se entienden implícitamente insertas en las
convenciones públicas.
Intuito persona
–
La gran mayoría de los contratos administrativos se celebran en especial atención a la persona del contratista
particular, quien es particularmente seleccionado para contratar.
Como consecuencia de ello, la posición de contratista del Estado no puede ser cedida a terceros que no hayan sido
seleccionados por la administración.
Elementos
Los contratos administrativos, en general, pueden analizarse de acuerdo a los elementos que los componen.
El objeto de la contratación es la prestación que se requiere; responde a la pregunta: ¿Qué es lo que se contrata?
La prestación objeto del contrato puede ser de: dar, cuando consiste en la entrega de una cosa (por ejemplo, un
puente o una escultura pública); hacer, cuando implica una tarea de ejecución continuada (por ejemplo, la
recolección de residuos); o accesoriamente de no cuando significa la abstención de realizar una actividad (por
ejemplo, no revelar el secreto de las actuaciones públicas).
Durante el desarrollo de los contratos administrativos, priman dos principios fundamentales que los diferencian de
las convenciones civiles.
Continuidad
–
Dado que los contratos administrativos tienen una finalidad de bien común, que muchas veces implican obras o
servicios públicos que la población no puede dejar de percibir y usar, el contratista particular no puede suspender la
ejecución de la prestación contratada, aun frente a contingencias extraordinarias.
En este sentido, los contratos públicos no permiten la aplicación de los institutos de excepción de incumplimiento y
de la imprevisión que en el derecho civil otorgan a los contratistas la posibilidad de dilatar el cumplimiento de la
prestación frente a la falta de cumplimiento de la otra parte o frente a circunstancias extraordinarias,
respectivamente.
Mutabilidad
–
Por el mismo motivo apuntado anteriormente, la administración pública puede modificar parcialmente el alcance de
la prestación contratada, imponiendo al contratista particular cambios en cuanto a la medida o a las características
de su obligación.
Dichos cambios deben darse en especial atención a razones de bien público; no pueden exceder una determinada
proporción de la prestación a que se refieren y deben reconocer el adecuado resarcimiento al contratista por los
mayores costos que implique su ejecución.
Extinción
Los contratos administrativos nacen, se desarrollan y también se extinguen.
En cuanto a los modos de finalización, podemos distinguir los normales de los anormales.
La extinción normal de los contratos administrativos opera cuando se materializa la totalidad de las circunstancias
previstas por la convención para tal fin.
Son dos las principales razones de finalización normal:
El cumplimiento del objeto: cuando el contratista particular realiza satisfactoriamente la prestación objeto del
contrato, por ejemplo, la entrega de la obra pública construida. Este modo de finalización se da principalmente
en los contratos con prestaciones de dar.
El vencimiento del plazo: cuando se cumple el período de tiempo previsto para la ejecución de la prestación
objeto del contrato. Este modo de extinción es propio de los contratos con prestaciones de hacer que, al no
consumarse en un acto determinado, se realizan durante un lapso establecido.
Los contratos administrativos pueden extinguirse por razones ajenas al cumplimiento de la prestación convenida,
cuando obedecen a motivos extraordinarios, especialmente habilitados en función del bien común puesto en juego.
Distinguimos dos tipos principales de finalización anormal de los contratos públicos:
Resolución: también suele llamarse caducidad y se da cuando la administración pública decide unilateralmente la
finalización del contrato, con causa en el incumplimiento de las obligaciones a cargo del contratista particular.
Debido a la culpa del contratista, no se prevé que este reciba ningún tipo de resarcimiento o indemnización por la
ruptura de la convención.
Analiza el siguiente caso: https://www.elpatagonico.com/los-limites-que-plantea-la-emergencia-economica-chubut-
n5074376
Rescate: este modo se da cuando el Estado considera que la prestación contratada reviste una novedosa importancia
pública, por motivos de estrategia o seguridad estatal y, entonces, decide unilateralmente la finalización del
convenio.
A diferencia del modo anterior, dado que no existe responsabilidad alguna del contratista, este deberá ser
indemnizado por los daños ocasionados por el rescate y, eventualmente, por las ganancias dejadas de percibir.
LECCIÓN 2 de 2
Referencias
García Pulles, F. (2015). Lecciones de derecho administrativo. Buenos Aires, AR: Abeledo Perrot.
Sabsay, D. (2015). Manual de derecho constitucional. Buenos Aires, AR: La Ley.
Selección del contratista
En la actividad privada, el titular de una empresa puede elegir libremente con quién contratar la
provisión de todo lo que necesita para funcionar: maquinarias, insumos, materia prima y
productos elaborados.
En cambio, la actividad pública es gobernada por órganos que representan intereses que no
son propios, sino de toda la población, de modo que se precisa el seguimiento de mecanismos
de selección de los contratistas del Estado. Estos modos de selección se establecen, entonces,
para la protección de los intereses del pueblo y tienden a limitar el poder discrecional de los
órganos encargados de la selección, para evitar abusos y actos de corrupción.
Referencias
LECCIÓN 1 de 2
Existen diferentes mecanismos para seleccionar a los contratistas que mejor convienen a los intereses del
Estado, según las características del contrato que se trate.
Por lo general, los diferentes modos de selección se escalonan teniendo en cuenta la importancia
económica del contrato a que se refieren, empezando por la licitación pública cuando el monto es muy alto, y
finalizando en la contratación directa cuando la envergadura económica es escasa.
Pero, además, existen modos de selección que están previstos para ciertos tipos de contratos,
independientemente del valor económico que conlleven, como el caso del concurso público, que está
diseñado principalmente para la selección de los empleados y funcionarios del Estado.
La licitación pública
La licitación pública es el procedimiento más seguro para los intereses del pueblo, el más igualitario para los
aspirantes a contratar con el Estado, con mayores requisitos y circunstancias en su desarrollo y, por lo tanto,
el más complejo y costoso de transitar.
Es la madre de los procedimientos de selección de los contratistas del Estado. Se lo llama procedimiento
general, dado que cuando un contrato no tiene previsto un modo de selección específico, entonces el
contratista se debe elegir mediante la licitación pública.
Este modo consiste en que la administración pública realiza una invitación a los habitantes en general, para
que estos presenten ofertas sobre una contratación específica, a fin de que aquella pueda elegir, dentro de
las ofertas recibidas, la más conveniente.
La licitación pública es el procedimiento general que se debe utilizar en los casos en que un contrato no
tiene previsto un modo específico de selección del contratista.
Llamado a licitación
–
En este paso, la administración realiza la publicidad de la invitación a ofertar para que toda la comunidad
pueda tomar noticia de ello y, eventualmente, participar de la competencia.
La publicidad es la que otorga a este modo de selección su característica esencial, esto es, permitir la
participación de todos los interesados.
La invitación se da a conocer necesariamente por el medio oficial de publicidad de los actos de gobierno
―el Boletín Oficial― y, en numerosas ocasiones, por medios privados de gran difusión ―diarios, radio y
televisión―.
Adquisición del pliego
–
Es el momento en que los interesados en competir obtienen el pliego para interiorizarse sobre los
pormenores de la licitación y el contrato en cuestión.
El pliego tiene un importante costo económico ―que tiene naturaleza de tasa retributiva del servicio de su
confección― y su adquisición es indispensable para poder presentar ofertas.
Presentación de ofertas
–
En esta etapa, los interesados presentan su oferta a la administración pública y pasan a tener calidad de
oferentes en el procedimiento licitatorio.
La oferta se debe presentar dentro del plazo, en el lugar y del modo que establece el pliego, bajo pena de
inadmisibilidad.
Apertura de ofertas
–
Constituye un acto solemne, en el cual la administración pública realiza la apertura y lectura de todas las
ofertas recibidas, con citación a todos los oferentes y en presencia de los que asistan, quienes pueden
incluso impugnar los incumplimientos formales de los competidores.
Valoración de ofertas
–
En esta etapa, la administración realiza una merituación de todas las ofertas recibidas, con base en las
pautas de calificación previstas en el pliego. Su realización se encuentra, generalmente, a cargo de un
órgano multidisciplinario creado para tal fin, quien debe emitir un dictamen en el cual se identifiquen las
ofertas inadmisibles, las admisibles y, dentro de estas, en un orden de mérito las ofertas que más puntaje
obtuvieron.
Adjudicación
–
Este es el momento cumbre del procedimiento licitatorio, en el cual el órgano competente resuelve
adjudicar la calidad de contratista al oferente que haya presentado la oferta más conveniente. La decisión
debe ser fundada y tiene que tomar en cuenta el dictamen previo de valoración de las ofertas.
Lee la siguiente nota en donde podrás ver de qué manera se hace un llamado a licitación pública:
http://ushuaianoticias.com/municipales/el-municipio-llamo-a-licitacion-para-la-obra-del-sobretecho-del-
microestadio-cochocho-vargas/
Y ahora lee la siguiente nota, en donde se muestra de qué manera se adjudicó una licitación pública:
https://www.pharmabiz.net/mega-licitacion-cus-con-ganadores/
La licitación privada
Este modo de selección de los contratistas consiste en un procedimiento similar a la licitación pública, con
la diferencia de que el llamado a licitación se realiza solamente a ciertas personas. Se utiliza para contratos
de menor envergadura económica o aquellos que, por sus características técnicas, solo podrían ser
ejecutados por las personas invitadas.
El concurso de precios
El concurso de precios consiste en pedir cotización o presupuesto a diferentes empresas determinadas con
la finalidad de adjudicar el contrato a la que presente la oferta más económica. Se utiliza para contratos de
escaso contenido económico y, generalmente, para la adquisición de bienes que pueden ser fácilmente
identificados en calidad y cantidad.
La contratación directa
La contratación directa implica, como su nombre lo dice, la elección inmediata del contratista del Estado, sin
la utilización de un procedimiento previo que garantice la conveniencia pública de la elección.
Dada la naturaleza de la selección, que permite al órgano competente el ejercicio de una facultad
absolutamente arbitraria, su aplicación se encuentra limitada naturalmente a los contratos de escaso
contenido económico.
Así, la norma de presupuesto anual suele indicar, para cada ente administrativo, el monto máximo de los
contratos que pueden llevarse a cabo por contratación directa.
Dado que la contratación directa permite la elección del contratista de un modo absolutamente arbitrario, su
aplicación se encuentra limitada naturalmente a los contratos de escaso contenido económico.
Existen, asimismo, dos situaciones de excepción, en las cuales, pese a tratarse de contratos de mayor
envergadura patrimonial, se permite la elección libre del contratista por el método de contratación directa.
E M E RG E N C I A S E G U RI D A D
En situaciones de necesidad y urgencia pública, como por ejemplo, una inundación en la cual se hace
necesario adquirir una gran cantidad de colchones y frazadas para los evacuados, la administración puede
realizar la contratación directamente, sin un proceso previo de selección.
El fundamento de esta excepción radica en que si se siguieran los pasos ordinarios del modo de selección
del contratista que corresponde, no se podría atender a la situación de emergencia.
E M E RG E N C I A S E G U RI D A D
El Estado, en determinadas situaciones estratégicas en las que necesita mantener el secreto de ciertos
programas por razones de seguridad pública, como por ejemplo, la adquisición de un nuevo sistema
informático para la persecución de delitos, puede realizar la contratación directamente, pues seguir los
pasos del modo de selección regular, implicaría poner en conocimiento de todos las características del
nuevo programa y frustrar la finalidad de seguridad pública que este persigue.
El concurso público
El concurso público es un procedimiento similar a la licitación pública, solo que se utiliza para elegir a los
candidatos no por su oferta económica, sino por sus especiales capacidades personales. Es el modo se
selección especialmente diseñado para designar a los empleados públicos de la administración.
El remate público
Este es un procedimiento poco utilizado y consiste en la venta en subasta pública, al mejor postor, de cosas
que se encuentran en poder de la administración, por ejemplo, las que hayan sido decomisadas por la
aduana.
Referencias
García Pulles, F. (2015). Lecciones de derecho administrativo. Buenos Aires, AR: Abeledo Perrot.
Sabsay, D. (2015). Manual de derecho constitucional. Buenos Aires, AR: La Ley.
La obra pública y los contratos de obra pública
La obra pública
Video conceptual
Referencias
LECCIÓN 1 de 4
La obra pública
La obra es el resultado de la acción humana, una construcción artificial, que se caracteriza como pública
cuando tiende a satisfacer el bien general.
De tal modo, son obras públicas todas las construcciones que realiza el Estado en cumplimiento de sus
fines de bien común.
Si bien la mayoría de las obras públicas son aprovechadas por la comunidad, como por ejemplo, la
construcción de una carretera, de una plaza o de una represa hidroeléctrica, algunas de ellas pueden no ser
propiamente de uso común, como por ejemplo, la refacción del despacho de un funcionario público.
LECCIÓN 2 de 4
Video conceptual
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A medida que la tecnología aplicada a la vida social fue evolucionando, los recursos utilizados por las
personas se fueron haciendo cada vez más complejos y, por ende, más dependientes de grandes obras
públicas de infraestructuras, tales como autopistas, túneles, generadores de electricidad y antenas de
telecomunicaciones.
En este segundo estadio en la evolución de la obra pública, el Estado no cuenta con el conocimiento técnico,
las maquinarias y el personal necesario para la realización de las grandes construcciones y, por ello, solicita
la participación de las empresas particulares, quienes, por estar especializadas en dichas áreas, pueden
hacerlo de modo eficiente.
Nace así el contrato de obra pública, que es el acuerdo mediante el cual el Estado encarga a una empresa la
construcción y entrega de una obra pública determinada a cambio del pago de un precio cierto en dinero. En
este contrato, el precio que cobra el contratista es determinado, inicialmente, de acuerdo a tres sistemas:
D E A J U S T E A LZ A D O D E PRE C I O U N I TA RI O D E C O S T E Y C O S TA S
Conforme al cual se establece, al momento de la contratación, un precio único, global y definitivo para toda
la obra.
En la siguiente nota encontrarás un caso de obra pública con ajuste alzado:
https://www.eldiariodelarepublica.com/nota/2019-8-23-7-31-0-a-pesar-de-la-crisis-economica-san-luis-no-
frena-la-obra-publica
D E A J U S T E A LZ A D O D E PRE C I O U N I TA RI O D E C O S T E Y C O S TA S
Según el cual se fija el precio por cada unidad de medida de la obra ―por ejemplo, por metro cuadrado de
pavimento― y el precio final se determina de acuerdo a la cantidad de unidades de medida definitivamente
construidas.
D E A J U S T E A LZ A D O D E PRE C I O U N I TA RI O D E C O S T E Y C O S TA S
Conforme al cual se establece por una parte el valor de los materiales, recursos y gastos de la obra
―coste― y, por otro, la utilidad o ganancia del contratista ―costas―.
De tal manera, decimos que el contrato de obra pública es conmutativo, pues el valor de las prestaciones de
ambas partes ―construcción y entrega de la obra pública y pago de su precio― se encuentran claramente
determinadas desde el momento de la celebración.
El gran costo de construcción de ciertas obras públicas de gran magnitud, sumado a que su utilización por la
comunidad pueda ser directa e individualmente determinada en cada ocasión, ha llevado a que el Estado
adopte una nueva forma de contratación.
La conveniencia de este tipo de contrato surge de la utilización puntual de la obra pública por determinadas
personas en una región, de modo que pareciera ser injusto que el Estado afronte el pago de su construcción
con las rentas que recaude de toda la comunidad, y se tornaría más equitativo que la obra sea pagada por
las personas que puntualmente la utilicen y en la medida en que lo hagan.
Nace así un nuevo estadio en la evolución del modo de realización de las construcciones para la comunidad,
que es la celebración del contrato de concesión de obra pública, mediante el cual el Estado encomienda a
una empresa la construcción y entrega de una obra pública, a cambio del otorgamiento de un período de
administración de esta, durante el cual la empresa recibe el pago de parte de los usuarios de la obra.
De tal modo, en este contrato determinados terceros que no han intervenido en el acuerdo de voluntades,
pero que utilizan directamente los beneficios de la obra pública ―los usuarios―, son puntualmente
obligados al pago del precio de su construcción, mediante un peaje que se abona en oportunidad de cada
uso.
Como vemos, el contrato de concesión de obra pública tiene dos etapas bien diferenciadas: una primera de
realización de la obra pública, en la cual el contratista ejecuta la construcción y entrega de dicho resultado
artificial y, con posterioridad, otra de concesión de la obra pública, en la cual el contratista permanece
administrando la utilización de dicha construcción y percibe la tarifa o peaje de cada usuario durante el plazo
estipulado.
Mediante el contrato de concesión de obra pública, el Estado encomienda a una empresa la construcción y
entrega de una obra pública a cambio del otorgamiento de un período de administración durante el cual
aquella recibe el pago de parte de los usuarios de la obra.
Por las características propias del modo de percepción del precio del contrato, que requiere la
individualización concreta del usuario en cada oportunidad de utilización de la construcción, la concesión de
obra pública se aplica fundamentalmente a las obras viales, por ejemplo, carreteras y autopistas.
Dado que la empresa no puede conocer de antemano el valor de la contraprestación que percibirá por la
construcción y entrega de la obra pública, pues ello depende de circunstancias fortuitas relativas a cuántos
usuarios la utilizarán durante el período total de la concesión, este contrato posee la característica propia y
diferencial de ser aleatorio.
Lee la siguiente nota sobre concesión de obra pública: https://www.pagina12.com.ar/
243724-revisaran-las-concesiones-de-autopistas
LECCIÓN 4 de 4
Referencias
García Pulles, F. (2015). Lecciones de derecho administrativo. Buenos Aires, AR: Abeledo Perrot.
Sabsay, D. (2015). Manual de derecho constitucional. Buenos Aires, AR: La Ley.
El empleo público, el suministro y el empréstito
El empleo público
El suministro
El empréstito público
Referencias
QUESTION B AN KS
LECCIÓN 1 de 5
El empleo público
El primero de los contratos analizados es el de empleo público, que utiliza el Estado para incorporar agentes
de la administración.
La característica principal de este contrato es que, por consistir en la prestación de servicios personales
―físicos e intelectuales―, solo puede ser desarrollado por personas físicas.
Los agentes de la administración son comúnmente llamados empleados públicos y son incorporados al
escalafón de un ente administrativo mediante el contrato referido.
Así, el agente administrativo pasa a tener una especial competencia para desarrollar parte de la función
administrativa y se vincula con el resto de los agentes mediante la relación jerárquica.
Mediante el contrato de empleo público, el Estado incorpora agentes de la administración, a quienes requiere
la prestación de servicios personales ―físicos e intelectuales―, a cambio de una remuneración.
El contrato de empleo público se asemeja al contrato de trabajo del derecho privado, con la fundamental
diferencia de que el empleado de la administración goza de estabilidad absoluta ―es decir, solo puede ser
despedido por justa causa―, mientras que al empleado privado se le otorga una estabilidad relativa―en
virtud de la cual puede ser despedido sin causa, mediante el pago de una indemnización tarifada―.
En la relación de empleo público, el agente cuenta con fundamentales derechos, tales como percibir
remuneración, ascenso en el escalafón y estabilidad. Asimismo, tiene a su cargo importantes obligaciones,
tales como obedecer las órdenes de sus superiores, mantener una conducta acorde a su función y guardar
secreto de las actuaciones que conociere.
Ante a la falta de cumplimiento de las obligaciones impuestas, al empleado público se le pueden aplicar las
siguientes sanciones:
Apercibimiento
–
Consiste en un llamado de atención que queda como antecedente en el legajo, que se aplica frente a faltas
menores, como por ejemplo, no llevar el uniforme adecuado.
Suspensión
–
Implica la privación de trabajar durante un período determinado, sin el cobro de las remuneraciones
correspondientes. Se aplica frente a faltas mayores, como por ejemplo, las inasistencias injustificadas.
Cesantía
–
Constituye la finalización del contrato de empleo público ―similar al despido con causa del empleado
privado―, aunque con la posibilidad de que el agente se reincorpore a un nuevo cargo tras un período
determinado. Se aplica frente a faltas graves, como por ejemplo, la comisión de delitos.
Exoneración
–
También consiste en la extinción del vínculo de empleo público, pero con la inhabilitación absoluta para
reincorporarse a la función estatal. Se aplica ante faltas gravísimas, por ejemplo, la comisión de
determinados delitos contra la administración pública.
El suministro
La administración pública del Estado tiene un funcionamiento que requiere cotidianamente de bienes y
servicios, tales como papeles de oficina, insumos informáticos y combustible para vehículos.
Dichos bienes y servicios se deben proveer a los entes públicos, con una característica propia: no se conoce
de antemano qué cantidad se necesitarán en un período determinado; con lo cual se hace preciso
establecer un sistema de provisión continua y pago periódico.
Para ello, existe el contrato de suministro, mediante el cual la administración pública requiere la provisión
continua de bienes muebles y servicios necesarios para su desenvolvimiento cotidiano, a cambio del pago
de su precio por cada período determinado.
Este contrato es similar al de cuenta corriente mercantil en el sector privado que las empresas utilizan para
proveerse de materias primas e insumos.
En la dinámica del suministro, la empresa debe entregar continuamente al Estado los bienes muebles
requeridos según la necesidad pública y, al vencimiento de cada período ―generalmente mensual, ― debe
presentar la factura correspondiente al precio de lo efectivamente provisto, para percibir su pago.
Así, el contrato de suministro se utiliza para abastecer de combustible a los vehículos de la policía, o de
alimentos para preparar las comidas en las cárceles, escuelas y hospitales públicos.
LECCIÓN 3 de 5
El empréstito público
Normalmente, en una administración primaria, el Estado atiende con sus propios recursos al pago de las
obras y servicios que realiza, esto es, con la recaudación general de los impuestos y demás ingresos
públicos.
No obstante, determinadas obras públicas de gran envergadura exceden la capacidad de pago corriente de
los entes estatales y se hace necesario utilizar la asistencia financiera de terceros.
Nace así el contrato de empréstito público, mediante el cual el Estado obtiene financiamiento patrimonial
para el cumplimiento de sus fines de bien común.
Este contrato es similar al de mutuo o préstamo de dinero en la actividad privada que utilizan las empresas
para mejorar el giro comercial.
Dichos recursos financieros que utiliza el Estado pueden provenir del sector privado ―personas físicas,
jurídicas y bancos― o del propio sector público ―nación, provincias o municipios―, tanto interno como
internacional ―.En este último caso, se denomina comúnmente deuda externa―.
Lo regular es que el Estado utilice el empréstito público para realizar obras de gran provecho para la
comunidad ―carreteras, diques, redes de agua potable y cloacas―, y su aplicación se desvirtúa cuando, en
épocas de emergencia, se requiere para atender los gastos corrientes de la administración ―pago de
sueldos y proveedores―.
Así, para las obras de larga vida útil el empréstito público cumple con una finalidad de distribución equitativa
de las cargas públicas toda vez que la devolución del crédito ―y con ello, el pago de la construcción― se
distribuye durante todo el tiempo de su aprovechamiento por los habitantes.
Fuente: [Imagen sin título sobre bono español al portador de 1877]. (s. f.). Recuperada de
http://economiapuntes.blogspot.com/2015/06/la-deuda-publica-examen.html
Emisión
–
Luego, el Estado confecciona los títulos de deuda pública, también llamados bonos o letras.
Esta es una etapa interna de la administración pública, en la que se diseñan las características
fundamentales del contrato.
Colocación
–
En esta etapa, el Estado realiza la negociación de los títulos de deuda y los particulares o entes financieros
adquieren los bonos a cambio de la suma de dinero que prestan al ente público.
Aquí se produce esencialmente la contratación, pues, en este momento, las partes convienen vincularse
recíprocamente.
No obstante, en situaciones excepcionales de emergencia financiera del sector público, el Estado suele
imponer a los particulares la colocación de los títulos ―generalmente, para el pago de deudas a
proveedores y salarios de empleados públicos―, dando lugar a lo que se llama empréstito público forzoso.
Amortización
–
Aquí el Estado realiza el pago de los intereses del empréstito, también llamado
Servicio de la deuda.
La amortización puede ser periódica, durante el desarrollo del plazo del empréstito, o de pago único, al
finalizar dicho plazo.
Cancelación
–
En este momento, la administración pública materializa la devolución del capital tomado en préstamo, al
vencimiento del plazo estipulado.
Así se da fin al contrato de empréstito público, de modo normal por cumplimiento del objeto.
YOUTUBE
Fuente: Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=2kspzhINzNc
LECCIÓN 4 de 5
Referencias
García Pulles, F. (2015). Lecciones de derecho administrativo. Buenos Aires, AR: Abeledo Perrot.
Sabsay, D. (2015). Manual de derecho constitucional. Buenos Aires, AR: La Ley.
[Imagen sin título sobre bono español al portador de 1877]. (s. f.). Recuperada de
http://economiapuntes.blogspot.com/2015/06/la-deuda-publica-examen.html
LECCIÓN 5 de 5
Contratos administrativos
–
Muchas veces nos relacionamos con el Estado, sea cuando le solicitamos algún tipo de licencia o
habilitación para realizar una actividad, o simplemente cuando le pagamos nuestros impuestos.Pero
existe una oportunidad en la que nos podemos vincular con el Estado en situación de mayor paridad, en
la cual intercambiamos con él prestaciones y recibimos su pago: esta es la relación contractual.