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Código:FG032
Semana: 13
Tema: Los frenos y contrapesos
Catedrático: Lic. Sergio Salazar
Guatemala, Mayo 2023
Objetivo de la clase
Para prevenir que una rama del poder se convirtiera en suprema, y para
inducirlas a cooperar, los sistemas de gobierno que emplean la separación
de poderes se crean típicamente con un sistema de frenos y contrapesos.
No es posible colocar al Estado frente a sus órganos, porque, si se elimina a estos del Estado,
desaparece éste, al desaparecer su estructura jurídica.
Sabemos que los órganos forman la estructura del Estado a través de la cual se hace presente
el poder público. Por tanto, si tratáramos de separarlos del mismo lo reduciríamos a la nada. El
Estado no representa a sus órganos, sino que los lleva dentro de sí, constituyéndolo.
Cada órgano tiene su respectiva esfera de competencia y cuando uno invade
el terreno del otro, se suscitan conflictos que han de solucionarse por medio
del control jurisdiccional. Pero los órganos no son personas, únicamente el
Estado tiene personalidad jurídica.
Esta separación entre órganos del Estado y sus titulares, nos sirve también
para explicar la continuidad del Estado, que permanece siempre el mismo.
Derechos y obligaciones del titular
El orden jurídico se encarga de preservar la estructura de los órganos y definir los derechos y
obligaciones de las personas físicas a quienes atribuye la titularidad de sus funciones.
Para evitar las interferencias y para asegurar la uniformidad de dirección, es preciso que los
órganos del Estado sean coordinados y unificados, de acuerdo a las instituciones de la
competencia y de jerarquización.
En cuanto a las actuaciones del órgano y/o funcionario se puede decir, que el órgano físico
puede actuar como titular del órgano jurídico –caso en el cual su voluntad se considera como
voluntad estatal- o fuera de la función que se le ha asignado, como sujeto de derecho diferencia
del Estado.
Para establecer esa diferencia existen básicamente dos criterios: Un criterio subjetivo y un
criterio objetivo.
En una posición, se estima que el órgano físico ha actuado como órgano jurídico de la
institución siempre que haya actuado dentro del límite de sus atribuciones legales.
En la segunda posición, debe atender únicamente a la apariencia externa del acto o hecho, a su
reconocibilidad exterior como un hecho o acto propio de la función atriuida al órgano, haya sido
ella ejercida regular o irregularmente.
Actuación de los órganos y sus
límites
Territorial: Es decir el lugar físico donde se encuentran los sujetos y objetos de la controversia o
donde se produjo el hecho que motiva el juicio.
Por materia: Trata acerca de la naturaleza jurídica del asunto litigioso. Que puede ser civil,
mercantil, laboral, penal, constitucional etc.
Por grado: Se refiere a la instancia o grado jurisdiccional, atendida la estructura jerárquica de los
sistemas judiciales, en que puede ser conocidos un asunto. Puede ser en única, primera o
segunda instancia.
La jerarquía es una relación jurídica administrativa interna, que vincula entre sí a los órganos de
la administración mediante poderes de subordinación, para asegurar unidad en la acción. La
primera característica es de una relación entre órganos internos de un mismo ente; se distingue
así pues el poder jerárquico del control administrativo. El poder jerárquico, funciona cuando hay
centralización, desconcentración o delegación y el “control administrativo” únicamente cuando
existe descentralización.
Mientras que el poder jerárquico abarca la totalidad de la actividad del inferior, el control
administrativo del Poder Ejecutivo sobre los entes descentralizados solo abarca parte de su
actividad.
En la relación jerárquica existe la posibilidad de recurrir contra los actos del inferior ante el
superior mediante el llamado “recurso jerarquico”
Deber de obediencia y sus límites
Algunas legislaciones consideran (como Francia, Italia, Bélgica y otros países) que la orden
dada por el superior jerárquico obliga siempre a la obediencia del inferior a quien se dirige,
quedando éste excluido de responsabilidad, si el cumplimiento de esa orden de superior
jerárquico, entraña en realidad la comisión de un delito siempre y cuando las funciones de ese
órgano inferior que acata la orden sea de simple ejecución; siempre y cuando ese órgano
inferior esté constituido precisamente para llevar a la práctica las órdenes de un órgano
superior.
En cambio en Alemania, no se admite esa exclusión de responsabilidad, pues se
dice que el órgano ejecutivo tiene el deber de controlar la legitimidad de las órdenes
que se le dan, no estando obligado a obedecer los mandatos ilegítimos.