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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para La Educación Superior


Universidad Experimental “Rómulo Gallego”
Maturín Edo-Monagas
Especialidad-Fisioterapia
Sección 04

Profesora: Bachiller:
Olga Marcano C.I: 22.720.382
Crisanny Lares
Jeobanny Rodríguez

Maturín Mayo 2021

INTRODUCCIÓN

Las habilidades son el conjunto de destrezas que se van adquiriendo a lo largo de la vida,
desde el día en que naces. Habilidades que desde el inicio comienzan a proporcionar
autonomía, capacidades de manipulación pensamiento y relación social. Habilidades que
con el entrenamiento y práctica adquieren mayor complejidad y precisión.
HABILIDADES MOTORAS Y PSICOMOTORAS
HABILIDAD MOTORA FINA O
MOTRICIDAD FINA

Se refieren a pequeños movimientos


realizados con la lengua, labios, dedos,
manos, muñecas, dedos de los pies y los
pies.
Las habilidades motoras finas o motricidad fina son las acciones más pequeñas. Cuando su
bebé toma las cosas entre el dedo índice y el dedo pulgar, o  retuerce sus pies en la arena, el
pequeño está usando sus habilidades motoras finas. No se trata sólo de los dedos de manos
y pies, cuando su bebé utiliza sus labios y la lengua para saborear y sentir los objetos
también está utilizando habilidades de motricidad fina.

HABILIDAD MOTORA GRUESA O MOTRICIDAD GRUESA

Las habilidades motoras gruesas se refieren a los movimientos que utilizan grandes grupos
musculares, como caminar, saltar y escalar. Normalmente, ambas se desarrollan al mismo
tiempo ya que muchas actividades requieren la utilización conjunta de las dos.

Una habilidad motora o motricidad es simplemente una acción que involucra al bebé
usando sus músculos. Las habilidades motoras gruesas o motricidad gruesa son los
movimientos más grandes que el bebé hace con sus brazos, piernas, pies, o todo su cuerpo.
Así arrastrándose, corriendo y saltando son las habilidades motoras gruesas.

Motricidad En Recién Nacido

Cuando el bebé es recién nacido, su cerebro no está lo suficientemente maduro como para
controlar el movimiento. El desarrollo comienza en la cabeza, y luego pasa a su cuerpo.
El bebé aprende a controlar su cuello antes  que sus hombros, sus brazos antes que sus
manos y el control de las manos antes que el control de los dedos. En cualquier área del
cuerpo del bebé, sus habilidades motoras gruesas se desarrollan antes que sus
habilidades motoras finas. Así que su hijo va a ser capaz de llevar los brazos juntos antes
de que aprenda cómo pasar un juguete de mano en mano. Sin embargo, para que el bebé
realmente haga cosas por sí mismo, necesitará usar habilidades gruesas y finas juntas.

Cuando pueda sentarse bien sin apoyo, ponga su juguete favorito fuera de su alcance. De
esta manera, tendrá que equilibrarse para agarrar su juguete. Esté atento a cualquier cambio
en la forma en que usa sus piernas, brazos y dedos. Cuando su bebé se canse de un juego,
encuentre otro juguete o actividad con la que practicar nuevas habilidades. Trate de no
hacer las cosas demasiado difíciles para él y utilizar juguetes acordes a la edad de cada
niño. Cualquier cambio, habilidad o destreza que consiga su pequeño, debe animarlo y
posteriormente, hacer algo un poco más difícil. Retos pequeños, hechos a menudo, son los
mejores para el desarrollo de la motricidad fina y motricidad gruesa de su bebé.
IMPORTANCIA LAS HABILIDADES MOTORAS GRUESAS

Las habilidades motoras gruesas son importantes para permitir que los niños realicen
funciones cotidianas, como caminar, correr, saltar, así como habilidades de juego (por
ejemplo, escalada) y habilidades deportivas (por ejemplo, atrapar, lanzar y golpear una
pelota). También son cruciales para las habilidades cotidianas de autocuidado, como
vestirse (donde debe poder pararse sobre una pierna para colocar la otra pierna en la
pernera del pantalón sin caerse).
 
¿CÓMO SABER UN NIÑO TIENE PROBLEMAS CON LAS HABILIDADES
MOTORAS GRUESAS?

Si un niño tiene dificultades con la motricidad gruesa, es posible que:

 Llegue tarde a los hitos del desarrollo (es decir, a sentarse, gatear, caminar, correr o
saltar).
 Se mueva rígidamente y carezca de movimientos corporales fluidos o,
alternativamente, esté incómodo y parezca torpe.
 Evite la actividad física.
 Participe en actividades físicas solo por períodos cortos (tenga baja resistencia).
 No pueda mantener una postura erguida cuando está sentado en una colchoneta o en
una mesa.
 No pueda realizar las mismas habilidades que sus compañeros.
 No pueda seguir instrucciones de varios pasos para completar una tarea física (por
ejemplo, una carrera de obstáculos).
 No pueda planificar y secuenciar correctamente los eventos o pasos en un proceso
(por ejemplo, dar un paso adelante antes de lanzar).
 No realice movimientos de forma segura (como por ejemplo en la escalada).
 Necesite poner más esfuerzo que sus compañeros para completar una tarea.
 Pierda la habilidad previamente dominada si no la sigue practicando.
 No sea capaz de transferir una habilidad, es decir, usar la misma habilidad de forma
diferente (por ejemplo, poder cambiar fácilmente entre lanzar una pelota grande o
pesada a una pelota pequeña o ligera).
 
¿QUÉ SE DEBE HACER SI UN NIÑO TIENE DIFICULTADES CON LA
MOTRICIDAD GRUESA?

La intervención terapéutica para ayudar a un niño con dificultades motoras gruesas es


importante para:

 Aumentar su confianza en las actividades que implican habilidades motoras gruesas


(como por ejemplo, jugando en el patio de recreo, corriendo, saltando).
 Mejorar su autoestima.
 Aumentar su habilidad deportiva y confianza para participar en diferentes deportes,
lo cual también permite que el niño enriquezca su vida y desarrolle nuevas
amistades.
 Ayudar a tu hijo a desarrollar la fuerza y la resistencia para manejar las necesidades
físicas de un día escolar completo.
 Brindar a tu hijo una base sólida de apoyo para que pueda usar mejor sus brazos y
manos para desarrollar habilidades motoras finas (como manipular objetos
pequeños, como lápices, tijeras, llaves, botones y cremalleras).

DESARROLLO DE LA PSICOMOTRICIDAD
Las habilidades motoras finas no son habilidades específicas del aprendizaje, como lo son
la lectura o las matemáticas. Pero tienen un impacto directo en la capacidad de aprender de
los niños y demostrar lo que saben

El Desarrollo psicomotor se refiere a esta adquisición de habilidades, es un proceso


continuo y dinámico que refleja que el sistema nervioso central del niño que está
madurando.

El desarrollo psicomotor sigue un ritmo marcado, en el que los diferentes progresos


correspondientes a cada edad quedan encadenados. Una vez que se adquiere una habilidad,
ésta se perfecciona y posteriormente se aprende una nueva.

Las diferentes habilidades se dividen en 4 grupos:

 Motor grueso o control de la postura.


 Motor fino o coordinado.
 Lenguaje. Los factores genéticos y ambientales influyen en su desarrollo. La
evolución del lenguaje depende también del carácter del niño. Es importante tener
en cuenta que cada niño tiene su ritmo.
 Habilidades sociales (Sociabilidad)

REFLEJOS NEONATALES

Un reflejo es una reacción muscular que sucede automáticamente en respuesta a la


estimulación. Ciertas sensaciones o movimientos producen respuestas musculares
específicas.

Muchos reflejos en los bebés desaparecen a medida que el niño crece, aunque algunos
permanecen a lo largo de la vida adulta. Un reflejo que todavía esté presente después de la
edad en la que normalmente desaparecería puede ser un signo de daño cerebral o daño al
sistema nervioso.

Los reflejos de los bebés son respuestas que son normales en ellos, pero anormales en otros
grupos de edades. Tales reflejos incluyen:

 REFLEJO TÓNICO DEL CUELLO


Este reflejo se presenta cuando se mueve hacia el lado la
cabeza de un niño que está relajado y acostado boca arriba.
El brazo en el lado hacia donde la cabeza está orientada se
extiende derecho lejos del cuerpo con la mano
parcialmente abierta, mientras que el brazo que queda lejos
de la cara se flexiona y el puño se aprieta fuertemente. Al girar la cara del bebé en la otra
dirección, se invierte la posición. La posición tónica del cuello a menudo se describe como
posición de esgrima, debido a que se asemejan a la pose de un esgrimista.

 INCURVACIÓN DEL TRONCO O REFLEJO DE


GALANT
Este reflejo se presenta cuando se acaricia o da golpecitos a lo largo del lado de la columna
mientras el bebé permanece boca abajo. El bebé girará sus caderas hacia donde lo tocan en
un movimiento "danzante".

 REFLEJO DE PRENSIÓN PALMAR


Este reflejo se presenta si usted pone un dedo en la palma de
la mano abierta del bebé. La mano se cerrará alrededor del
dedo. El intento de retirar el dedo hace que el agarre se
apriete. Los recién nacidos tienen mucha fuerza de prensión
y casi que se pueden levantar si ambas manos están
aferradas a los dedos.

 REFLEJO DE BÚSQUEDA U HOCIQUEO


Este reflejo se presenta cuando se acaricia la mejilla del
bebé. El bebé girará la cabeza hacia el lado acariciado y
comenzará a hacer movimientos de succión con la boca. Es
un reflejo relacionado con la alimentación, pues el bebé
busca el pecho de la madre. Usualmente desaparece a los dos
meses

 REFLEJO DEL PARACAÍDAS


Este reflejo se presenta en bebés un poco mayores cuando se
sostiene al bebé en posición erguida y luego se rota su
cuerpo rápidamente con la cara hacia adelante (como si
cayera). El bebé extenderá los brazos hacia adelante como
para interrumpir la caída, aunque este reflejo aparece mucho
tiempo antes de que el niño camine.

 REFLEJO DE PRESIÓN PLANTA


Similar al de presión palmar, este reflejo consiste en cerrar los
dedos de los pies cuando se estimula el pulgar del bebé al
presionarlo con un objeto. Desaparece a los nueve o diez meses.

 REFLEJO DE BABINSKI O DE KOCH


Al tocar o acariciar las plantas de los pies desde el talón hacia los
dedos, el bebé abrirá los dedos y girará su pie hacia dentro. Este
reflejo permanece hasta los 12 meses, pero va desapareciendo de
forma gradual de acuerdo al desarrollo y maduración neurológica
del bebé
 REFLEJO DE MORO O
SOBRESALTO
Cuando se cambia al bebé de posición de forma inesperada y
rápida, éste tiene la sensación de estar cayendo. Lo primero
que hace es abrir los brazos hacia los lados, para que los
padres le vean y con la esperanza de agarrarse de algo y
evitar caer. Luego vuelve a juntarlos y a continuación aprieta
los puños. Desaparece entre los cuatro y seis meses de vida.
 REFLEJO DE GALANT O INCURVACIÓN DEL TRONCO
Teniendo al bebé tumbado boca abajo, al pasar el dedo sobre los riñones, en paralelo a la
columna vertebral, el cuerpo de este se arquea ligeramente hacia el lado que fue estimulado.

 REFLEJO DE GATEO
Al tener al bebé tumbado boca abajo con las piernas flexionadas, si tocamos la planta del
pie, estira la pierna y empuja su cuerpo hacia delante.

 REFLEJO DE CAMINATA O MARCHA AUTOMÁTICA


Si mantenemos al bebé sujetado por debajo de los brazos, y lo posamos sobre una
superficie dura, en cuanto toque con el pie el suelo y lo impulsemos un poco, el bebé
levantará el pie, flexionando la rodilla y dando un paso hacia delante. Desaparece a los tres
meses.

 REFLEJO DE LA ESCALADA
Sujetando al bebé por debajo de los brazos y con las piernas colgando, lo acercamos hacia
el borde de una mesa hasta que el empeine de uno de los pies la toque, lo que hará que
flexione la rodilla y suba a la mesa. Desaparece a los tres meses.

En general, todos ellos deben presentarse en los bebés nacidos a término (en el caso de los
bebés prematuros el caso es diferente). Eventualmente van desapareciendo, pero como
podemos observar, algunos reflejos primarios son los precursores de importantes hitos en el
desarrollo del bebé, como los primeros pasos.

Los ejemplos de reflejos que duran hasta la adultez son:

o Reflejo de parpadeo: parpadear los ojos al contacto o cuando aparece súbitamente


una luz brillante
o Reflejo de la tos: toser cuando se estimula la vía respiratoria
o Reflejo nauseoso: hacer arcadas cuando se estimula la garganta o la parte posterior
de la boca
o Reflejo del estornudo: estornudar cuando las vías nasales se irritan
o Reflejo del bostezo: bostezar cuando el cuerpo necesita más oxígeno
CONCLUSION

Las situaciones de aprendizaje de las habilidades físicas básicas deben estar integradas con
elementos lúdicos, pues el juego es la forma más natural de aprender de los niños,
independientemente de su medio sociocultural.

En definitiva, es la primera actividad creadora del niño: la imaginación que nace y se


desarrolla en el juego y viene a desembocar en la creatividad. Su práctica contribuye al
desarrollo social y afectivo de la personalidad y fomenta la adquisición de actitudes, valores
y normas, a la vez que es el medio ideal para la adquisición de habilidades corporales,
como son la percepción auditiva, la orientación espacial, la percepción de formas
espaciales, la expresión corporal, la motricidad fina, etc.
El juego motor será el principal medio para el desarrollo de las habilidades motrices
básicas y poder alcanzar los logros motores evolutivos en la educación infantil, ya que en él
se concilian acción, pensamiento y lenguaje (Bruner, 1979), acción, símbolo y regla
(Piaget, 1936) e integración. Porque el juego permite construir de manera integral funciones
tan importantes como el tono, el equilibrio, la lateralidad y las conductas perceptivo-
motrices, a la vez que conocer y adaptarse al medio físico y social.

Desarrollo motor del niño

    El desarrollo motor del niño de los 0 a los 6 años no puede ser entendido como algo que
le condiciona, sino como algo que el niño va a ir produciendo a través de su deseo de actuar
sobre el entorno y de ser cada vez más competente (Justo Martínez, 2000). El fin del
desarrollo motor es conseguir el dominio y control del propio cuerpo, hasta obtener del
mismo todas sus posibilidades de acción. Dicho desarrollo se pone de manifiesto a través
de la acción motriz, la cual está constituida por movimientos orientados hacia las relaciones
con el mundo que circunda al niño y que juega un papel primordial en todo su progreso y
perfeccionamiento, desde los movimientos reflejos primarios hasta llegar a la coordinación
de los grandes grupos musculares que intervienen en los mecanismos de control postural,
equilibrios y desplazamientos. La mejora motriz está sujeta a las cuatro leyes del desarrollo:
Ley céfalo-caudal, Ley próximo-distal, Ley de lo general a lo específico y Ley del
desarrollo de flexores-extensores (Losada, 2009, pp. 37-38). Y el desarrollo, a su vez, tiene
una serie de características que lo singularizan, causales de que tanto él mismo como el
perfeccionamiento motriz dependan de la maduración y del aprendizaje, ya que para que se
produzca un aprendizaje en la coordinación de movimientos es preciso que el sistema
nervioso y el sistema muscular hayan conseguido un nivel idóneo de maduración.

    A los tres años el niño sabe correr, girar, montar en triciclo, echar el balón. A los cuatro
años salta a la pata coja, trepa, se puede vestir y desnudarse solo, atarse los zapatos,
abotonarse por delante...Los avances "manuales" también son destacables: uso de tijeras,
mayor habilidad en el dibujo... A los cinco años gana más aún en soltura: patina, escala,
salta desde alturas, salta a la comba... Entre los cinco y los seis años se puede decir que el
niño puede hacer físicamente lo que quiere, dentro siempre de sus fuerzas y posibilidades.
Hacia los seis años esa espontaneidad, de la que ha hecho gala el niño hasta esta edad, se
desvanece. Ahora lo que pretende es demostrar sus habilidades, medirse, hacerse valer, en
resumen, afirmarse. Se podría decir que en este punto el proceso de adquisición o
formación de las habilidades motrices básicas tocaría su fin pues como se ha dicho las
habilidades motrices básicas ponen las bases a los movimientos más complejos y
complementados, ahí estaríamos hablando ya de habilidades deportivas (Gil, Contreras y
Gómez, 2008).

Desarrollo psicológico del niño


Llegado a este punto, hay que una breve referencia al desarrollo psicomotriz del niño. Los
estudios sobre el desarrollo humano nos muestran la gran importancia que adquiere el papel
de la motricidad en la construcción de la personalidad del niño. Los trabajos de Piaget
(1968, 1969), Wallon (1980), Gesell (1958), Freud (1968), Bruner (1979), Guilmain
(1981), Ajuriaguerra (1978), Le Boulch (1981), Vayer (1973), Da Fonseca (1984, 1988 y
1996), Cratty (1990), Gallahue y McClenaghan (1985), y Lapierre y Aucouturier (1995),
sobre los distintos ámbitos de la conducta infantil, han contribuido a la explicación de cómo
a través de la motricidad se van conformando la personalidad y los modos de conducta.
Ahora bien, estos mismos estudios ponen de manifiesto que la conducta humana está
constituida por una serie de ámbitos o dominios, ninguno de los cuales puede contemplarse
sin la interacción con los otros: El dominio afectivo, relativo a los afectos, sentimientos y
emociones. El dominio social, que considera el efecto de la sociedad, su relación con el
ambiente, con sus compañeros y el adulto, instituciones y grupos en el desarrollo de la
personalidad, proceso por el cual cada niño se va convirtiendo en adulto de su sociedad. El
dominio cognoscitivo, relacionado con el conocimiento, los procesos del pensamiento y el
lenguaje y el dominio psicomotor, que alude a los movimientos corporales, su
concienciación y control.
    Para concluir resaltar que, en este ámbito científico, Howard Gardner (1983) publica su
teoría sobre las inteligencias múltiples, para destacar el gran número de capacidades
humanas. Ocho son las inteligencias que Gardner identifica, una de las cuales es la
inteligencia kinésico-corporal, que tiene dos características fundamentales: el control de
los movimientos del propio cuerpo y la capacidad de manejar objetos muy hábilmente. En
el ser humano estas cualidades tienen una base genética y otra de entrenamiento, de
práctica.

. Por ejemplo, se necesitan habilidades motoras finas para encerrar en un círculo la


respuesta de un examen, escribir un ensayo o una respuesta.
Los niños necesitan usar las habilidades motoras finas para hacer muchas tareas
relacionadas con la escuela, que incluyen:
 Sostener un crayón o un lápiz
 Dibujar imágenes y escribir con claridad
 Apilar bloques y ensartar cuentas
 Usar tijeras, reglas y otros objetos
Los niños también necesitan habilidades motoras finas para realizar tareas cotidianas, como
vestirse y cepillarse los dientes. (Vea a una experta demostrar cómo enseñar rutinas de
cuidado personal a los niños que tienen dificultades con las habilidades motoras).
Problemas con las habilidades motoras finas
Los niños se desarrollan a diferentes velocidades, pero hay ciertos
hitos del desarrollo que generalmente se alcanzan a determinadas
edades. Esto incluye hitos en la motricidad fina. Por ejemplo,
entre los 5 y los 6 años los niños generalmente pueden copiar
formas y letras y dominar el uso del tenedor y la cuchara. A los 9
o 10 años usualmente pueden dibujar y usar herramientas como
una regla sin frustrarse demasiado.
Pero algunos tienen problemas con estas habilidades durante
mucho tiempo. Tener continuamente problemas con las
habilidades motoras podría ser un signo del trastorno del
desarrollo de la coordinación (DCD, por sus siglas en inglés), que
a veces las personas llaman dispraxia. Los niños que
tienen disgrafía, una dificultad del aprendizaje que afecta la
escritura, también podrían tener problemas de motricidad fina.
Las dificultades con las habilidades motoras finas a menudo no se
identifican hasta que el niño está en preescolar y los maestros
observan que está teniendo problemas. Sin embargo, hay cosas
que la escuela puede hacer para ayudar.
Los niños con una motricidad fina deficiente podrían
recibir terapia ocupacional (OT, por sus siglas en inglés) a
través de un IEP o un plan 504 . (Usted también puede pagar OT
privada o usar su seguro médico). Otra manera en que las
escuelas podrían ayudar es proporcionando adaptaciones , como
sujetadores de lápices y papel para escribir de líneas anchas.
Desarrollar las habilidades motoras finas en casa
Su hijo podría obtener ayuda en la escuela por tener problemas
con sus habilidades motoras finas. Pero también hay cosas que
usted puede hacer en casa para mejorarlas.
 Descubra técnicas multisensoriales que pueden ayudar.
 Descargue herramientas gratuitas para ayudar con la escritura a mano.
 Pruebe actividades divertidas que pueden ayudar a desarrollar habilidades
motoras finas.
Si le preocupa que su hijo pudiera tener dificultades con las
habilidades motoras finas, conozca los pasos que puede seguir.
Obtenga consejos para hablar con el maestro de su hijo acerca
de las dificultades con las habilidades motoras. Juntos pueden
idear un plan para que su hijo reciba la mejor ayuda posible.

PSICOMOTRICIDAD GRUESA Y DEPORTIVA

Normalmente se entienden la psicomotricidad gruesa, como aprender a andar, correr, coger


las cosas con la mano, desplazarse, andar en bici, patínar, esquiar… Más adelante vemos la
capacidad de desarrollar el cuerpo y los deportes, permitiendo un grado de destreza según
el entrenamiento y la práctica.

a) Utilidad: Lo primero que aporta la psicomotricidad es autonomía, primero para


coger, después para andar, más adelante para interactuar y jugar con otros. Es la
etapa del “yo lo hago” que tanta ilusión nos hace, y que exige tiempo y paciencia.
En segundo lugar nos permite tener una orientación espacial, organizar el mundo.

También nos aporta disciplina, perseverancia, tolerancia a la frustración, regulación


emocional y un largo etcétera según lo que se practique.

Finalmente provee de fuerza, salud psíquica y corporal. La gente que practica deportes o
ejercicios siente una mayor autoestima, vitalidad y fortaleza (como se ve en este video)

b) Cómo se desarrollan: mediante el juego, el entrenamiento, las competiciones


informales, el baile y otras actividades de ocio físico y que le llamen la atención a la
persona. Es importante que se ejerciten con personas de edad similar o destreza
similar, ya que pequeños desniveles producen el mayor aprendizaje. Actualmente el
yoga, tai-chi, pilates, etc, son prácticas de origen oriental que nos permiten
desarrollar la integración de nuestro cuerpo de forma global.

LA PSICOMOTRICIDAD FINA

Se entiende por Psicomotricidad fina, todo tipo de actividad que necesitan de una precisión
y un elevado nivel de coordinación. La coordinación de la vista y la mano facilita realizar
“la pinza” con el pulgar, lo que permite manipular cosas, herramientas más complejas.

La coordinación de la vista, el tacto, los movimientos, los gestos y la fonética sirven de


base para realizar actividades artísticas como modelar, pintar, esculpir, tocar instrumentos,
expresión teatral o el aprendizaje y desempeño de oficios como relojero, pintor o cirujano.

a) Utilidad: La coordinación entre lo que se ve, lo que quieres hacer y el órgano que lo
ejecuta, va desarrollando los sentidos y nuestra capacidad de coordinar diferentes
zonas de nuestra mente, las activa y las hace crecer. En resumen, se activa y crece
nuestra mente.

Todos los juegos de coordinación que se realizan en la infancia y juventud están haciendo
crecer el cerebro, ejercitando la mente, dándole plasticidad y aumentando la capacidad de
pensamiento.

También se desarrolla la capacidad expresiva, la motivación y la personalidad de cada uno.


Finalmente potencia un control sobre si mismos. Todo esto nos brinda mejores
posibilidades de auto dirigirse, ser independientes y utilizar los recursos propios.

b) Cómo se desarrollan: En la infancia se potencia con cualquier actividad que precise


la coordinación y precisión, por ejemplo: enhebrar agujas, collares de cuentas,
cortar con tijeras, punzones, usar pinturas, etc.

La escuela infantil es muy importante en esta etapa porque se dedica a estas habilidades y la
socialización.

También es el objetivo principal de los campamentos donde se utilizan juegos, canciones,


competiciones y bailes.

También al tocar instrumentos, estamos desarrollando grandes áreas de coordinación,


visual, auditiva, motriz, el ritmo, etc.

En esta web hay muchos ejercicios para bebes. Aquí para niños de 1 a 6 años. Más
ejercicios interesantes.

c) En los jóvenes y adultos: Todos los aprendizajes de oficios como dibujo, escultura,
pintura, mecánica, electrónica, los cursos de habilidades manuales, corte y
confección, tejer, etc. Incluyen múltiples desarrollos de habilidades psicomotrices
finas. Normalmente se eligen como hobbies o como vocación, pero tienen la
característica de ofrecer un desarrollo de una destreza manual, corporal y sensorial.

d) En los mayores: Con la edad se van perdiendo habilidades y es muy útil realizar
talleres que refuercen y estimulen la coordinación viso motriz como coser, tejer,
bisutería, trabajos manuales diversos. También el Baile, que permite recuperar la
coordinación y equilibrio corporal, expresión, ritmo, imagen corporal y autoestima.
Sin olvidarse nunca que el placer y la satisfacción serán el mejor motor para realizar
estas actividades. La coordinación psicomotriz también refuerza la memoria.

¿Qué son las habilidades motoras finas?


Usamos las habilidades motoras finas para hacer movimientos
pequeños. Estos movimientos son tan naturales para la mayoría
de las personas que por lo general no pensamos en ellos. Sin
embargo, las habilidades motoras finas son complejas. Involucran
esfuerzos coordinados del cerebro y los músculos, y se
desarrollan a partir de las habilidades motoras gruesas que nos
permiten realizar movimientos más grandes.

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