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Motricidad: ¿qué es?

La motricidad, la capacidad y habilidad motriz de una persona tiene una influencia evidente en la
mayoría de acciones que ésta realiza. Cada movimiento, por sencillo que sea, es posible gracias a una
interacción con precisión de ciertos músculos, que está controlada por procesos complejos en el cerebro.
Cada movimiento debe ser aprendido y practicado. Los componentes de las habilidades motoras son,
entre otros:

 constancia y resistencia
 fuerza y dosificación de la energía
 agilidad
 coordinación y control del cuerpo
 velocidad y capacidad de respuesta
 equilibrio

La motricidad también se puede dividir en dos tipos: motricidad fina y motricidad gruesa. Motricidad
gruesa es todo lo que tiene que ver con los grandes movimientos del cuerpo, como correr, saltar y correr,
mientras que las habilidades de motricidad fina se refieren a las tareas pequeñas y delicadas que se
ejecutan ejemplo de los dedos o los músculos faciales, tales como agarrar, hablar o pintar.
Desarrollo de la motricidad

La motricidad de los niños se desarrolla a través de los procesos de maduración, como la experiencia y el
aprendizaje. Durante la etapa de bebés se determina principalmente la maduración del desarrollo de esta
motricidad. Esto significa que en un momento dado pueden aprender las habilidades humanas tales como
sentarse o gatear. En ese sentido, pero, los niños tienen cada uno su propio ritmo. Es por ello que no
pueden determinarse fechas exactas para las distintas etapas del desarrollo de la motricidad de los niños,
no se puede determinar cuando un niño aprende a caminar o a estar de pie. Aún así en nuestro artículo
sobre el desarrollo psicomotor del bebé encontrarás una tabla según los meses de vida y las capacidades
y habilidades propias de su etapa de crecimiento, además de unas sencillas pruebas para
detectar problemas de desarrollo motriz.

Cuanto mayor sea el niño, más importante es la experiencia y los procesos de aprendizaje para el
desarrollo de las habilidades motoras. La evolución del niño en la guardería o en la escuela primaria en
motricidad depende de la oportunidad que tenga de hacer ejercicio y la diversidad de movimientos que
se le pidan. Sobre las distintas habilidades motoras según la edad pudes leer los artículos sobre
el desarrollo según meses y años de eadad.

Etapas en el desarrollo de la motricidad

En los niños, cuando nacen, la motricidad gruesa es la que se desarrolla en primer lugar, aprenden las
formas básicas de movimiento como gatear, correr, saltar, trepar, etc. El desarrollo de las habilidades
motoras finas se basa en el desarrollo de las gruesas. Esto significa que un niño puede aprender las
habilidades motoras finas sólo si previamente ha tenido un desarrollo adecuado de la motricidad gruesa.
Si un niño no ha asimilado suficientemente las actividades motrices gruesas, no puede permanecer, por
ejemplo, en equilibrio sobre una pierna, puede que tenga problemas con la motricidad fina. Los niños
cuyas habilidades motoras se desarrollaron con normalidad y no sufren de un trastorno de motricidad,
siguen estos pasos:

 Antes de nacer: El desarrollo de la motricidad de un niño comienza en el útero, donde se forma


como reflejos y movimientos espontáneos. El niño puede patear y bostezar.
 Cuatro semanas: A esta edad, los niños suelen aprender a levantar la barbilla y mirar a su alrededor
cuando están en la posición prona. Las rodillas y las piernas se hacen más fuertes.
 Dos meses: El niño aprende a levantar hombros y barriguita se está en posición prona, apoyándose
con los brazos.
 Cuatro meses: Los movimientos del bebé son más precisos. Aprende a girarse.
 Cinco meses: El niño puede sentarse con ayuda.
 Seis meses: El niño aprende a sentarse solo y a sostener el biberón con las dos manos.
 Siete meses: Los bebés de esta edad comienzan a moverse arrastrándose. El niño tira con los brazos y
las piernas las mueve detrás, arrastrándolas.
 Diez meses: La motricidad del bebé ha avanzado tanto que empieza a gatear.
 Once y doce meses: el niño puede dar los primeros pasos con ayuda.
 13 a 15 meses: La motricidad del niño continúa avanzando y aprende a aguantarse de pié solo y da
los primeros pasos.
 15 meses a tres años: el niño aprende a caminar erguido y practica una gran cantidad de otros
movimientos. El niño, gracias al desarrollo de su motricidad puede realizar movimientos mucho más
rápidos y más potentes. Aprende a correr.
 De tres a seis años: En la guardería, el niño aprende movimientos más complejos, tales como subir
escaleras con cambio de pie, aguantar de pie sobre una sola pierna, lanzar una pelota y cogerla y
mucho más.
 Seis a once años: Los niños de edad escolar desarrollan mucho la motricidad fina, como escribir y
dibujar. Ahora puede coordinar la percepción y el movimiento mucho mejor.
 12 a 18 años: En la adolescencia, la motricidad se ha desarrollado aún más, ya que el cuerpo aumenta
la fuerza muscular. Además, el control del cuerpo es cada vez mejor.

Influencia de la motricidad en el desarrollo infantil

La motricidad y su desarrollo tienen un impacto en muchas áreas de la vida y el desarrollo general del
niño. Un niño que tiene problemas con su motricidad, puede tener dificultades para definir una imagen
positiva de sím mimsmo, haciendo así más difícil su relación con los demás. Estas áreas de desarrollo
están directamente vinculadas a la motricidad:

 Desarrollo social: La interacción y las relaciones con las otras personas dependen también de la
motricidad. Si un niño no puede mantenerse a nivel de motricidad como sus compañeros,
rápidamente es descartado o evitará situaciones en las que necesite estar activo como en el deporte.
 Desarrollo físico: Los huesos, los músculos y el sistema nervioso puede desarrollarse con
normalidad sólo si se realiza ejercicio suficiente.
 Desarrollo cognitivo: la capacidad de aprendizaje y el rendimiento son mucho mayores cuando el
niño se mueve mucho y su motricidad se ha desarrollado bien. También la capacidad de respuesta
mejora significativamente.
 Desarrollo sensorial: La percepción sensorial también puede desarrollarse con normalidad si la
motricidad del niño está al día, si hace suficiente ejercicio. La percepción visual por ejemplo, mejora
con el hecho de que los niños necesitan orientarse en el espacio durante una carrera. Correr en
superficies diferentes mejora su percepción táctil.
 El desarrollo emocional y psicológico: los niños cuya motricidad está bien desarrollada, son
emocionalmente más estables que los niños con déficit motriz. Tienen una mejor imagen de sí
mismos, son más seguros y menos ansiosos.
 Desarrollo del lenguaje: El desarrollo del lenguaje es también dependiente de la motricidad. Si los
movimientos del habla no se puede ejecutar correctamente, el niño no puede aprender a hablar
correctamente. Además, los niños que se mueven mucho, se concentran mejor y son más receptivos.
Promover las motricidad

La motricidad de los niños puede favorecerse con la independencia de movimientos y la actividad física,
lo que les dal la oportunidad de mejorar su nivel de desarrollo. Esto significa que puedes ayudar a tu hijo
en el desarrollo de su motricidad favoreciendo su movimiento dándole espacio y tiempo para moverse.
Déjale probar las cosas y explorar tranquilo y nunca reprimas su impulso natural de explorar. Tampoco
vas a ayudarle si por ejemplo quitas absolutamente todos los obstáculos del camino para que el niño
gatee, así no aprenderá a superar los obstáculos.

No puedes forzar a tu bebé para que avance en el desarrollo de su motricidad. Cada niño se desarrolla a
su propio ritmo. Puedes estimular su motricidad por ejemplo facilitándole que se mueva. La excitación
por el hecho de jugar con adultos también motiva a los niños a moverse. También si tu practicas deporte
seguro que el niño querrá imitarlo. Deja que el niño intente distintos deportes, por ejemplo natación,
judo, gimnasia, atletismo y deportes con pelota.

Cuanto mayor sea el niño, mayor debe ser su movimiento. Tu hijo puede saltar a cuerda, jugar a
bádminton, hacer ciclismo o patinaje para aprender a mejorar sus habilidades motoras. Cuánto más
variadas sean las experiencias de movimiento del niño, en la guardería, el colegio, en las actividades
extraescolares, mejor será su motricidad. El potencir la motricidad debe ser algo como un juego y no un
entrenamiento duro y riguroso. Así le enseñas a tu hijo que el ejercicio es divertido.
Autor: Anna Marsal Riera

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