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DESARROLLO
2. LA GENÉTICA EN SU AMBIENTE
Excepto alguna característica somática muy concreta, por ejemplo, el color de los ojos,
fruto de genes dominantes, todo cuanto constituye y manifiesta el ser humano, sea
físico, sea psicológico, es consecuencia de la interacción entre factores genéticos y
factores ambientales. Unos y otros son importantes; su interacción es imprescindible
en la causación de la multifacética realidad humana; los procesos en ella implicados, su
83 conocimiento, permiten entender por qué somos como somos, por qué coincidimos
y nos parecemos en tantas cosas y por qué nos diferenciamos tanto. La influencia de la
genética en la aparición y desarrollo de los trastornos mentales ha sido sospechada
desde hace un par de centurias y empezada a comprobar desde los albores del siglo
pasado. La verificación de agregación familiar en distintos trastornos, es decir, la
propensión familiar a padecerlos, dio las primeras pistas. Los estudios de hijos
adoptivos permitieron observar que algunas de sus características eran más
compartidas con sus padres biológicos que con los adoptivos, los que les habían criado
y educado. Más han sido las investigaciones con gemelos las que han encarrilado
definitivamente la cuestión. Si las parejas de gemelos genéticamente idénticos,
homocigotos, concuerdan en presentar una característica o trastorno concretos más
frecuentemente que las parejas de gemelos genéticamente distintos, dicigotos, es
lógico inferir que tal característica o trastorno cuenta con una significativa explicación
genética. De estas investigaciones sobre concordancia gemelar nace el concepto de
heredabilidad. En una población, la Heredabilidad se define como la variación
fenotípica (de una característica, de un trastorno) entre individuos atribuible a la
variación genotípica. La variación fenotípica entre individuos puede deberse a factores
genéticos y ambientales. Los estudios de heredabilidad estiman las proporciones
relativas de herencia biológica y de ambiente que intervienen en la explicación de la
varianza fenotípica total en la población estudiada. En la figura 3.1 se resumen los
resultados de un importante estudio de heredabilidad de anorexia nerviosa realizado
en una población de más de 31.000 gemelos (Bulik et al 2006). La heredabilidad del
trastorno anoréxico se situó en 0,56; es decir, alrededor del 56% de la explicación de la
varianza del trastorno es genética. La influencia ambiental explica el 44% restante: 5%
corresponde al ambiente común o compartido (por las parejas de gemelos), y 38%, al
ambiente único o individual. Este modelo explicativo es bastante representativo de lo
que suele hallarse en la mayor parte de los trastornos psicopatológicos.