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Un
ejemplo interesante de la interacción entre la crianza y la calidad de la experiencia y la
genética, es el gen de la violencia: MAOA. A este gen se le asignaba la agresividad en los
individuos. Se ha visto que está presente en muchas personas no violentas, por lo tanto hay un
factor en el entorno que determina su expresión. Hoy, la ciencia nos muestra que una persona
actúa violentamente producto de este gen, solo si antes de la pubertad ha estado expuesto a
un gran trauma o maltrato físico. ¿Qué nos indica? Pues bien, nos indica que la expresión de
un gen va a estar también definido por la interacción con el ambiente; uno puede tener el gen
pero no necesariamente expresarlo, y hay muchas enfermedades o muchas alteraciones
debidas a genes que van a depender de en qué momento se expresan, y a veces esa expresión
está asociada al entorno o al ambiente. ¿Qué tanto de tus intereses, habilidades y dificultades
son atribuidos a los genes y cuáles al medio ambiente? ¿Cómo es que tus características
genéticas interactúan con las experiencias de la vida para crear tu individualidad única?
• Se conoce que hay un proceso de neurodesarrollo que sigue un programa cuyas etapas son
características, como la sobreproducción de células nerviosas en la primera etapa de la vida
humana, acompañada de un proceso de mielinización, seguida de una selección mediante una
poda neuronal, con pérdida de neuronas y que tiene consecuencia en el comportamiento.
• El periodo más rápido de crecimiento del cerebro es en los primeros años, y que la
maduración continua hasta alcanzar la adultez.
• Otro aspecto importante es que producimos neuronas toda la vida, este proceso de
neurogénesis se da en la región del hipocampo, que tiene que ver con la administración de los
nuevos aprendizajes.
Como pueden haber deducido, el debate entre naturaleza y crianza que se mantuvo durante
siglos llega a un punto en el cual ninguno de los dos funciona por separado, o mejor dicho, ni la
naturaleza ni la crianza ofrecen respuestas por separado, sino que son complementarias.
Actualmente, los estudios buscan entender cómo la genética o la crianza interactúan durante
el curso del desarrollo, y saber a qué nivel tiene uno más impacto que el otro. Finalmente,
también se busca saber cómo las alteraciones funcionales afectan tanto al comportamiento
como a los genes. Hablamos de naturaleza cuando nos referirnos a lo instintivo, a lo
genéticamente programado; cuando hablamos de crianza, nos referimos al comportamiento
influenciado por el ambiente, el aprendizaje o la cultura. Recordemos que la genética tiene un
mapa de desarrollo al que el ambiente lo va modulando. En esto, la probabilidad es un aspecto
que explica la interacción entre el ambiente y la genética, y la influencia entre ambas. La
probabilidad también explica si el hijo será hombre o mujer, dependiendo de la expresión de
los cromosomas; e, igualmente, nos dice que es más probable la presencia de un síndrome de
Down en mujeres mayores que en jóvenes.
Experiencia adaptativa
Tal vez una de las estrategias o herramientas más importantes en el estudio de la relación e
interacción entre la genética y ambiente está en el estudio de los gemelos idénticos, aquellos
que son genéticamente idénticos. Es decir, permite comparar el grado de similitud en las
respuestas vinculadas a genes asociados a la personalidad, a los talentos, a los intereses, al
rendimiento escolar, el manejo de la ansiedad, a los estados de ánimo, a cómo enfrentan sus
problemas, etc. Comparar, por ejemplo, como los gemelos idénticos varían su comportamiento
cuando son criados en la misma familia, compartiendo un solo ambiente, padres y escuela, o
en familias y ambientes diferentes. Existen dos tipos de gemelos:
• Gemelos idénticos: (también llamados monocigóticos o MZ), son duplicados genéticos. Ellos
comparten el 100% de sus genes. Un gemelo idéntico, generalmente se produce a partir de
una doble división del cigote, por lo tanto, duplica el material genético
• Gemelos fraternos: (dicigóticos o DZ), comparten la misma cantidad de genes como dos
hermanos “regulares”: comparten 50% de sus genes; es como si se hubieran dado dos
embarazos en una sola gestación.
Para comprender la importancia del estudio de los gemelos, se analiza la posibilidad de sufrir
de esquizofrenia según la relación genética o grado de parentesco. Los diferentes grados de
parentesco desde aquellos que comparten el 100% de los genes, como son los gemelos
idénticos, y aquellos que no comparten ningún gen, es decir, individuos sin ninguna relación
parental. Al medir el riesgo encontramos que, en gemelos idénticos hay 48% de probabilidad
de sufrir esquizofrenia; mientras que, cuanto más alejados están genéticamente, esta
diferencia se va haciendo menor. Por lo tanto, lo que nos está indicando es que hay un riesgo
genético detrás de la esquizofrenia. Solamente como referencia, diremos que la esquizofrenia
es una enfermedad mental severa que se caracteriza por desórdenes en el pensamiento.
Concordancia
Un concepto que aparece con el estudio de los gemelos es la llamada concordancia, que es una
medida de probabilidad que se utiliza con la idea de ver la coincidencia en la presencia de una
misma característica específica, exhibida en los gemelos monocigóticos (idénticos) comparados
con los dicigóticos (fraternos). Por ejemplo, el tipo de sangre tendría 100% de concordancia en
los gemelos monocigóticos, mientras que en los dicigóticos ésta sería menor. En ese sentido,
se esperaría que todos los gemelos compartan un mismo grupo sanguíneo cuando es de origen
monocigótico, mientras que esto no necesariamente se produce en el dicigótico. Una
diferencia en la concordancia entre gemelos monocigóticos y dicigóticos es un indicativo de
cuánto impacto tiene la genética en la expresión; por lo cual, se puede decir que, entre menor
sea la diferencia entre los gemelos monocigóticos y dicigóticos, habrá más intervención
genética; en cambio, cuanto mayor sea la diferencia entre ellos, habrá más impacto del
ambiente. A esta relación entre el impacto de la genética y el ambiente es lo que se conoce
como heredabilidad, que veremos a continuación.
Está claro que el grupo sanguíneo, el color de ojos, el retardo mental, el color de pelo, tienen
una concordancia y valor de concordancia altos entre el monocigótico y el dicigótico. Por lo
tanto, estaríamos esperando que haya una carga genética muy importante en la herencia para
estas características. Mientras que para el síndrome de Down y para el paladar partido,
encontraríamos que hay una gran diferencia entre el monocigótico y dicigótico para los valores
o porcentajes, por lo tanto, esta diferencia sería lo que marcaría el importante rol del
ambiente en su expresión. A esta relación entre el impacto genético en la expresión y el
ambiente se conoce como heredabilidad, y se refiere a la contribución que tienen los genes en
los diferentes individuos que tiene una población determinada en cuanto a un rasgo en
particular.
Heredabilidad
La hipótesis de la banda elástica de Shields, es otro estudio que nos permite comprender este
fenómeno de genética y ambiente. Shields asocia la banda elástica al potencial que está
genéticamente determinado, es decir, un ambiente propicia el desarrollo del potencial o no.
Por ejemplo, si el ambiente favorece a alguien con menor potencial este podría superar a otro
con mayor potencial pero con un ambiente menos propicio. En el caso del CI o coeficiente
intelectual, si una persona de alto potencial y una persona de bajo potencial son expuestos a
un mismo ambiente, el de alto potencial desarrollará un mayor CI que el de bajo potencial.
Hagamos unas reflexiones finales, queda claro que es un error separar lo genético de lo
ambiental y que ambos interactúan en el proceso de desarrollo a lo largo de la vida. El
neurodesarrollo por su parte es un programa genético de patrones que aporta instrucciones a
cada neurona. Este proceso a su vez está dirigido por la interacción entre neuronas, si se sigue
bajo un proceso en condiciones ambientales determinadas. La adaptación al medio es
producto de la modulación que hace el ambiente sobre la expresión genética. Los periodos
sensibles son el ejemplo de cómo el programa genético está expectante de la experiencia para
favorecer el desarrollo de determinadas funciones del cerebro.
Reflexiones.
1. Los factores genéticos como vimos, tienen el potencial de determinar los programas de
desarrollo y son responsables de las estructuras del cuerpo humano como son los ojos, las
orejas, los brazos y demás miembros, así como el potencial para desarrollar el lenguaje o la
dominancia interhemisférica o los sistemas de memoria. Pero el ambiente cumple la función
de modularlos para su adaptación al entorno. La epigenética, ciencia nueva, abre un campo
que nos permite entender como lo que hacemos, comemos o dejamos de hacer afectan a
nuestros genes.
3. Podemos afirmar que el rol de docentes es buscar las estrategias de aprendizaje más
adecuadas que consideren las diferencias individuales y las condiciones ambientales que
favorezcan el desarrollo del potencial de los estudiantes, es decir, al hablar de diferencias
individuales considerar que hay una genética detrás de cada individuo que determina las
habilidades tanto de comportamiento como de desarrollo cognitivo; y por otro lado, aportar
las condiciones ambientales significa respetar el ambiente y las condiciones mínimas
necesarias para que el desarrollo sea integral.