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IGUALDAD DE GÉNERO

Carmen Teresa Duque Ordóñez

Corporación Universitaria Remington
Programa Contaduría Pública
Arauca, Arauca
Octubre, 2021.
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Ninguno de nosotros fuimos bendecidos con la capacidad de elegir si queríamos nacer hombre

o mujer, a ninguno se nos preguntó. Cada quien nació con una asignación biológica natural, ¿por

qué debería entonces suponer una desventaja en la sociedad el ser hombre o mujer en ciertos

aspectos y labores?

La declaración universal de los derechos humanos, la constitución y los tratados

internacionales establecen el principio de igualdad de género: los hombres y las mujeres somos

iguales en derechos y por tanto se debe desarrollar una convivencia, reglas que materialice esta

igualdad.

Muchas de nuestras características nos hacen diferentes: cómo nos comunicamos, el nivel

socioeconómico, la ocupación, la religión… sin embargo, ante la ley todos somos iguales,

estamos cobijados con equidad.

En tiempos remotos era aceptado el hecho de que los hombres eran quienes sostenían

económicamente el hogar, eran los que tenían derecho de trabajar y sustentar las necesidades

básicas de su familia; tenían derecho al voto, derecho a estudiar, a educarse y superarse mientras

las mujeres debían permanecer bajo el control de los hombres, en casa haciendo las veces de

sostén y dedicarse a los quehaceres del hogar, igualmente a las niñas desde pequeñas se les

enseñaba a cumplir estas tareas. Los niños no podían, por miedo a la sociedad, aprender a tejer,

coser, hacer deberes de hogar.

Con el paso del tiempo muchas mujeres han luchado en contra de estas costumbres para tener

derecho a alzar la voz, a tener voto, a estudiar y desempeñarse en puestos importantes en

cualquier ámbito donde solamente el hombre tenía gusto de hacerlo. Así mismo los hombres han

podido desarrollar cualquier actividad que anteriormente se les hacía casi imposible de acuerdo al

machismo existente y tan latente en la sociedad.

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Los niños actualmente están siendo criados, en su gran mayoría, con conciencia libre de

feminismo, machismo y alguna discriminación. A los niños se les enseña a no golpear a las niñas,

igualmente las niñas no golpear a los niños, que, si bien de adultos no es tan común saber que

existen estos comportamientos, es algo que sí sucede y que también crea traumas tanto en

hombres como en mujeres.

Con el paso del tiempo las mujeres hemos demostrado ser fuertes, inteligentes y capaces tanto

como lo pueden ser los hombres, logrando desenvolvernos en oficios que anteriormente sólo los

hombres desarrollaban, deportes y demás actividades. Sin embargo, se sigue viendo que las

mujeres son quienes mayormente se emplean para servicios domésticos y la minoría se

desenvuelven en la industria como tal. Aún queda mucho por hacer para lograr la igualdad y

poder construir una sociedad equitativa real.

A lo largo de los años se ha logrado derogar ciertas costumbres y culturas que obligan a las

mujeres a ser tratadas como objetos, a ser vendidas, obligadas a servir y privarlas de su

crecimiento personal, se ha hecho notable el que existen niños y hombres maltratados, con miedo

a alzar su voz por el qué dirán, por miedo a ser juzgados. Hoy en día es menos la cantidad de

niñas que se les obliga al matrimonio aún en su niñez, hay más mujeres con cargos políticos y

posiciones de liderazgo y las leyes se están reformando para fomentar la igualdad de género.

Si bien se ha logrado mucho, aún existen dificultades que discriminan y que continúa siendo

general. En muchos casos las mujeres aún son infrarrepresentadas a todos los niveles de liderazgo

político, mujeres y hombres que afirman haber sufrido o estar sufriendo violencia psicológica,

física, sexual, no solo a manos de familiares o parejas sino también de empleadores o jefes a

quienes deben rendir cuentas.

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La igualdad no significa que la mujer y los hombres sean idénticos, sino que sus derechos,

responsabilidades y oportunidades no dependan del sexo. La sociedad está hecha para funcionar

en base a ambos géneros. Los aportes tanto de hombre como de mujeres son importantes en todo

ámbito social.

El plan es ofrecer a todas las personas las mismas condiciones y oportunidades, superar las

condiciones de desigualdad social y vivir mejor como comunidad. La clave para vivir en igualdad

es la confianza, respeto, aprender a escuchar y quitar de la vida social esos roles sociales que

privan a las personas. Llevar a cabo la igualdad de género es poder tomarlo con la seriedad que

merece, sin llevarlo a la ligera y lograr aplicarlo con acciones que noten en la sociedad.

La igualdad de género además de ser un derecho fundamental, es un derecho esencial en el

mundo entero que al aplicarlo construye una sociedad sostenible, pacífica y sana.

No debemos confundir amor con abuso, no debemos confundir posición con abuso.

Los niños, niñas, hombres y mujeres pueden y deben gozar de los mismos derechos, recursos,

oportunidades y protecciones. Permite brindar las mismas condiciones y formas de trato, poder

dejar a un lado las particularidades básicas y biológicas de cada ser, es garantizar el acceso total a

los derechos que tenemos como personas y seres vivos.

La igualdad de género se debe a la erradicación de la discriminación entre individuos para

favorecer algún sexo sobre contextos sociales, es defender la equidad.