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ADMINISTRATIVO II ‐ CAT 2 – PROGRAMA NUEVO
PRIMERA PARTE.
UNIDAD 1: DOMINIO ESTATAL.
1.‐ Derechos reales administrativos. Concepto. Enumeración. Fuentes. Finalidad.
La teoría de los derechos reales administrativos tiende a establecer o determinar la naturaleza del derecho de uso
emergente de una concesión. Incide en los medios o forma de protección del expresado derecho.
De acuerda a dicha teoría, el titular de una concesión de uso sobre el dominio público tiene sobre éste un derecho
de goce de naturaleza real, no obstando ello el carácter inalienable de los bienes públicos.
La inalienabilidad tiene por objeto colocar el dominio público fuera del comercio y sustraerlo de las enajenaciones
y constituciones de derechos reales civiles; pero ella no obsta a un cierto comercio administrativo, ni a
enajenaciones o a la constitución de derechos reales regidos por principios administrativos. El carácter
especialmente administrativo de esos derechos reales consiste en la precariedad, es decir, en su naturaleza
temporaria y revocable.
Lo que tiene de particular el derecho real administrativo, que lo distingue del civil, es que se halla bajo un régimen
jurídico especial, de derecho público, esencialmente de derecho administrativo y principios propios del derecho
administrativo.
La teoría de los derechos reales administrativos, solo y únicamente se refiere a los usos “especiales” o “privativos”
adquiridos por los administrados, en particular mediante la concesión de uso. Este derecho del concesionario de
uso del dominio público es, de naturaleza real, es un derecho real administrativo que se ejerce sobre una cosa del
dominio público.
Esta teoría fue instituida por Otto Mayer, quien no llegó a exponerla como una noción jurídica especifica. Fue
Hauriou quien intento darle forma orgánica.
2.‐ Bienes del Estado. Clasificación.
Los bienes del estado se dividen en dos grandes masas: el dominio público y el dominio privado.
Código civil y comercial
Artículo 235: “Bienes pertenecientes al dominio público
Son bienes pertenecientes al dominio público, excepto lo dispuesto por leyes especiales:
a) el mar territorial hasta la distancia que determinen los tratados internacionales y la legislación especial, sin
perjuicio del poder jurisdiccional sobre la zona contigua, la zona económica exclusiva y la plataforma continental.
Se entiende por mar territorial el agua, el lecho y el subsuelo;
b) las aguas interiores, bahías, golfos, ensenadas, puertos, ancladeros y las playas marí timas; se entiende por
playas marítimas la porción de tierra que las mareas bañan y desocupan durante las más altas y más bajas mareas
normales, y su continuación hasta la distancia que corresponda de conformidad con la legislación especial de orden
nacional o local aplicable en cada caso;
c) los ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos y lagunas navegables, los
glaciares y el ambiente periglacial y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos de interés
general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio regular del derecho del propietario del
fundo de extraer las aguas subterráneas en la medida de su interés y con sujeción a las disposiciones locales. Se
entiende por río el agua, las playas y el lecho por donde corre, delimitado por la línea de ribera que fija el promedio
de las máximas crecidas ordinarias. Por lago o laguna se entiende el agua, sus playas y su lecho, respectivamente,
delimitado de la misma manera que los ríos;
d) las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona económica exclusiva, la plataforma continental o
en toda clase de ríos, estuarios, arroyos, o en los lagos o lagunas navegables, excepto las que pertenecen a
particulares;
e) el espacio aéreo suprayacente al territorio y a las aguas jurisdiccionales de la Nación Argentina, de conformidad
con los tratados internacionales y la legislación especial;
f) las calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construida para utilidad o comodidad
común;
g) los documentos oficiales del Estado;
h) las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos.”
Artículo 236:“Bienes del dominio privado del Estado
Pertenecen al Estado nacional, provincial o municipal, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales:
a) los inmuebles que carecen de dueño;
b) las minas de oro, plata, cobre, piedras preciosas, sustancias fósiles y toda otra de interés similar, según lo
normado por el Código de Minería;
c) los lagos no navegables que carecen de dueño;
d) las cosas muebles de dueño desconocido que no sean abandonadas, excepto los tesoros;
e) los bienes adquiridos por el Estado nacional, provincial o municipal por cualquier título.”
3.‐ Dominio público. Concepto.
Es un conjunto de bienes de propiedad del Estado (lato sensu), afectados al uso directo o indirecto de los
habitantes.
Elementos
Marienhoff define al dominio público a partir de cuatro elementos constitutivos de la dominicanidad.
Conjunto de bienes (elemento objetivo) que, de acuerdo al ordenamiento jurídico (elemento normativo‐legal),
pertenecen a la comunidad política pueblo (elemento subjetivo), hallándose destinados al uso público –directo o
indirecto‐ de los habitantes (elemento teleológico)
Elemento subjetivo: El elemento fundamental para que un bien pueda ser considerado como parte del dominio
público es el referente al sujeto titular del mismo. Los bienes del dominio público no son res nulis, el titular del
dominio público, tiene que ser una persona jurídica pública estatal, el Estado Lato sensu y se comprende no solo a
la Nación, sino también las provincias, municipios y entes autárquicos institucionales (universidades).
Elemento objetivo: El conjunto de bienes indeterminado, pero que puede ser determinable en un momento dado.
La condición jurídica de esos bienes depende de la voluntad del legislador si son naturales (art. 235 incisos a, b, c, d
y e ), y tratándose de bienes artificiales ( art 235 inc. F) dependen del acto declarativo de la administración pública.
Elemento teleológico: Tiene que ver con el fin al cual se encuentra destinado el bien, en este caso la afectación al
uso directo o indirecto de la colectividad.
Elemento normativo‐legal: No hay bienes de dominio público por naturaleza; solamente la ley puede servir de
fundamento para que un bien tenga el carácter dominical. El Congreso de la nación es el competente para
establecer cuales bienes forman parte del dominio público, es por ello que se encuentran enumerados en el código
civil y comercial.
Caracteres
Artículo 237.“Determinación y caracteres de las cosas del Estado. Uso y goce
Los bienes públicos del Estado son inajenables, inembargables e imprescriptibles. Las personas tienen su uso y
goce, sujeto a las disposiciones generales y locales. La Constitución Nacional, la legislación federal y el derecho
público local determinan el carácter nacional, provincial o municipal de los bienes enumerados en los dos artículos
235 y 236.”
La inalienabilidad e imprescriptibilidad, si bien constituyen atributos de los bienes de dominio público, no son
exclusivos de ellos. Son efecto y no causa de su dominicanidad.
Inalienabilidad:Los bienes de dominio público al estar destinados a la utilidad de toda la sociedad, se encuentran
fuera del comercio privado. Resulta de la afectación del dominio público al uso directo o indirecto de la
colectividad y la inalienabilidad durara mientras estos bienes se encuentren afectados, es decir, nace con la
afectación y dura mientras el bien se encuentre afectado al uso público. La venta de estos bienes resulta ser un
acto inexistente por falta de objeto lícito. La inalienabilidad no es absoluta, en razón de que pueden ser objeto de
un uso especial (a través de permisos o concesiones) que sea compatible con la naturaleza y el destino de uso
público del bien.
Inembargabilidad:Surge como consecuencia de la inalienabilidad de los bienes de dominio público, por el hecho de
encontrarse fuera del comercio en razón de su especial destino.
Imprescriptibilidad: Los bienes de dominio público no pueden adquirirse por prescripción. Ni siquiera podría un
particular alegar una “posesión inmemorial” (aquella que excede la memoria de los hombres) con el objeto de
adquirirlos por usucapión. La imprescriptibilidad subsiste mientras el bien se encuentre afectado. Tiene por objeto
conservar el dominio público en su integridad.
4.‐ Usos del dominio público
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Para que los particulares puedan hacer uso de los bienes del Estado es necesario que previamente se los haya
afectado al uso público.
La afectación es el hecho o la manifestación de la voluntad del poder público en cuya virtud el bien queda
incorporado al uso y goce de la comunidad; puede provenir de la ley, de un acto administrativo o de hechos.
Usos del dominio público: común y especial
La doctrina clasifica el uso de dominio público en
Uso común es aquel que se ejerce por el público colectivamente y en general en forma anónima. Por ejemplo, la
circulación de las calles, navegación por los ríos, etc.
Este uso se caracteriza por ser
Libre, porque no está sujeto a ninguna autorización administrativa previa.
Gratuito, aunque hay excepciones como el pago de peaje.
Igual, todos los particulares se encuentran en la misma situación y deben ser tratados sin preferencia ni
favor.
Sin limitación de término, existe mientras el bien público exista como tal (este AFECTADO)
Uso especial es aquel que solamente pueden realizar las personas que hayan adquirido la respectiva facultad,
conforme al ordenamiento jurídico vigente. No es un uso general de la colectividad, como el común, sino un uso
privativo, exclusivo, que ejercen personas determinadas.
Son elementos del uso privativo:
Individualización del usuario
Determinación precisa de la parte del bien dominical que se ocupa
Es a título privativo y por lo tanto excluye cualquier otro uso común o especial en la parte del bien
particularmente afectado a la ocupación.
Precariedad del uso preferencial, la autoridad puede ponerle fin.
Se caracteriza por ser:
Temporal
A título oneroso (paga tasa)
Carácter patrimonial
Se trata de utilización anormal y privativa, lo que implica la necesidad de una autorización administrativa y la
precepción de una tasa. Esta autorización puede revestir dos formas que dan lugar a dos instituciones. Cuando
resulte de un permiso administrativo unilateral habrá permiso de uso. Cuando resulte de un acuerdo convencional
concluido entre la administración y el ocupante habrá concesión de uso.
Permiso de uso: caracteres; situación del permisionario.
Es el acto administrativo que otorga un uso especial del dominio público. Este acto que otorga un permiso de uso
privativo es un acto jurídico unilateral dictado por la administración en el uso de sus funciones.
El derecho de ocupante nace a la vida del derecho con el acto administrativo que le otorgó el permiso. Se fija
condiciones en una especie de pliego.
Caracteres
Este permiso es precario y revocable. La administración actúa en ejercicio de su poder discrecional para otorgarlo
o revocarlo.
Situación del permisionario
Se trata de un acto administrativo unilateral por el cual se le atribuye al permisionario una determinada situación
jurídica.
El permiso crea una situación jurídica individual, condicionada al cumplimiento de la ley o a las condiciones
impuestas. Su incumplimiento determina la caducidad del permiso. Es de naturaleza precaria pudiendo ser
revocado sin derecho a resarcimiento. Es precario pues se trata de un mero acto de tolerancia revocable a
voluntad de quien lo ha concedido sin que genere derecho alguno al permisionario.
Concesión de uso: caracteres; situación del concesionario.
Concepto: es un acuerdo entre la administración y el particular, en vista de una ocupación anormal de porciones
del dominio afectado al público. Nace en virtud de un contrato administrativo.
Las concesiones constitutivas crean un derecho nuevo para el beneficiario, las traslativas son aquellas que
confieren poderes o derechos propios de la administración a los particulares.
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La concesión del uso de dominio público es constitutiva.
Puede establecerse a cargo del concesionario una obligación económica que habitualmente consiste en una suma
de dinero (canon).
La duración de la concesión puede ser temporaria o perpetua, aunque nada impide que pueda ser revocada en
razones de interés público.
Con motivo de la concesión surge para el concesionario una serie de obligaciones frente a la administración
concedente (mantener en buen estado la porción de dominio que utiliza y ponerla a disposición de la
administración si la concesión se extinguiese; pagar un tributo por el uso especial) y surge a su favor un derecho
real de naturaleza administrativa que lo protege tanto frente a la administración como frente a terceros.
Extinción:
Por expiración del término
Incumplimiento de las obligaciones del concesionario
Por motivos de interés público
Por ilegitimidad del acto de concesión.
Por desafectación del bien de dominio público objeto de la concesión.
Por renuncia
Por quiebra
Por muerte
PERMISO CONCESIÓN
Derecho Manifestación de Derecho subjetivo
tolerancia perfecto
de uso especial sobre
lo que pertenece al
dominio público
Carácter Precario X
Forma de otorgamiento Acto Administrativo Contrato Administrativo
(También se puede
otorgar por
disposición legislativa.
Por ej: Ordenanza
Municipal)
Plazo Puede o no tenerlo Está sujeta a plazos
Título En principio es En principio es onerosa
gratuito pero podría pero, excepcionalmente,
estar sujeta al pago de puede ser dispuesta en
un canon forma gratuita
Potestad de revocación La Administración La Administración puede
puede revocar revocar
Indemnización No corresponde Corresponde indemnizar
indemnizar (salvo el (salvo rescisión por
supuesto de culpa del concesionario)
ilegitimidad)
Uso adquirido por prescripción
La prescripción, como medio para incorporar al patrimonio un derecho de uso especial sobre un bien de dominio
público, raras veces tiene lugar en la práctica. Su verificación supone que el particular que la invoca haya usado de
manera privativa el bien en cuestión por un tiempo prolongado de una manera que resulte compatible con el
destino de la cosa, y que el ordenamiento jurídico vigente confiera a dicha circunstancia virtualidad para hacer
nacer ese derecho de uso especial.
5.‐ Tutela del dominio público y tutela de los usuarios.
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El deber estatal de velar por la conservación de los bienes de dominio público se traduce en la existencia de ciertas
potestades administrativa inherente al poder de policía sobre el dominio público (coacción directa).
La administración dispone la realización o el cumplimiento de sus actos por sí misma, sin intervención previa de los
órganos judiciales. De estas prerrogativas se desprende una posición jurídica singular de la administración pública
que la hace distinguirse de la que es propia de los particulares en lo que respecta a su posición con los tribunales.
Un sujeto de derecho privado debe someter su pretensión a un tribunal judicial, dándole fuerza ejecutoria. En
cambio, la administración no necesita someter sus pretensiones a la decisión de una autoridad judicial, dado que
sus decisiones son ejecutorias por su propia autoridad, es decir, imponen por si solas su cumplimiento.
La idea de autotutela (o ejecutoriedad de los actos administrativos) refleja una distinción entre la situación jurídica
de la administración y la de los sujetos privados que han de acudir a la tutela judicial.
6.‐ Dominio privado del Estado
El dominio privado del Estado está sometido, en general, a las reglas del derecho privado, mientras que el dominio
público está sometido a un régimen jurídico de derecho administrativo.
Los bienes de dominio privado pertenecen al Estado al mismo título y en las mismas condiciones que la mayor
parte de los bienes pertenecientes a los particulares y están regidos por las normas del derecho privado.
La distinción entre dominio público y privado del Estado, a pesar de estar consagrada legalmente, tiene hoy en día
la particularidad de encontrarse amenazada por la realidad, ya que la mayoría de los bienes del Estado encuadran
en la primera categoría, y muy pocos en la segunda.
Diferenciación con el dominio público. Crítica. Posibilidad de unificar el régimen de los bienes estatales.
Los de DOMINIO PÚBLICO son aquellos sometidos a un régimen jurídico de derecho administrativo, dominados por
los principios de inalienabilidad, imprescriptibilidad y existencia de un poder para su tutela; soportando reglas
diversas de delimitación, de protección penal, de utilización, desconocidas en el derecho privado. Dichos bienes
sirven para la satisfacción de fines públicos, por ello es que su régimen exorbitante se justifica por el uso o utilidad
común (en forma directa o indirecta) por parte del Pueblo (es un derecho colectivo o difuso); es decir, la finalidad
social de dichos bienes.
Los de DOMINIO PRIVADO son aquellos que, si bien apuntan al bienestar general, sólo son usados de manera
indirecta o mediata por medio de agentes de la administración.
Esta distinción no basta para diferenciar antológicamente ambas categorías, ya que se basa en la teoría de la doble
personalidad estatal y en realidad dichos bienes participan de una misma naturaleza jurídica: son bienes materiales
o inmateriales que, en calidad de derechos reales, integran el activo patrimonial de su dueño, el Estado. Hoy en día
no existen ni actos, ni contratos, ni bienes que sean en un cien por ciento ajenos al derecho público. Por ejemplo,
las tierras fiscales, siendo un bien privado, no pueden ser enajenadas conforme las reglas del derecho privado, ya
que se debe cumplir con la reglamentación estatal que regula dicho acto.
La CSJN ha dicho que lo que interesa no es el nombre sino el nivel de protección que el derecho positivo le otorgue,
a los fines de determinar la posibilidad de que los bienes puedan ser adquiridos por prescripción. Si, por ejemplo, el
inmueble a usucapir no satisface una necesidad comunitaria directa e inmediata nada impide que sea adquirido
por prescripción, por no ocasionarse demérito alguno al interés general.
Bienes colectivos.
Los bienes colectivos se corresponden con los derechos de incidencia colectiva incorporados en la reforma
constitucional de 1994.
Se trata de intereses indivisibles, resulta imposible dividir el derecho en cuotas atribuibles a miembros del
colectivo. Se presentan fundidos de modo tal que la satisfacción de uno de sus titulares no es posible sin la del
resto. El caso se configura con frecuencia, por ejemplo, en supuestos directamente relacionados con el dominio
público, dado que se presenta en materia de medio ambiente y de protección del patrimonio cultural o paisajístico.
Nos resulta interesante traer a la memoria ejemplos citados por Giannini. Así, el caso referente a una acción
inhibitoria destinada a evitar la demolición de un edificio que constituye un patrimonio arquitectónico de una
ciudad.
UNIDAD 2: LIMITACIONES A LA PROPIEDAD PRIVADAPOR RAZONES DE INTERÉS PÚBLICO.
1.‐ El artículo 1970 del Código Civil y Comercial.
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Limitaciones impuestas por el orden jurídico en atención al interés público de la colectividad. Estas limitaciones se
rigen por el derecho administrativo; así lo reconoce el citado art. 1970 del CCYCOM que expresa: “Las restricciones
impuestas al dominio privado sólo en el interés público, son regidas por el derecho administrativo”
ARTÍCULO 1970. Normas administrativas Las limitaciones impuestas al dominio privado en el interés público están
regidas por el derecho administrativo. El aprovechamiento y uso del dominio sobre inmuebles debe ejercerse de
conformidad con las normas administrativas aplicables en cada jurisdicción.
Los límites impuestos al dominio en este Capítulo en materia de relaciones de vecindad, rigen en subsidio de las
normas administrativas aplicables en cada jurisdicción.
Que el art. 17 CN garantice la propiedad no significa que ese derecho —como los demás reconocidos— no tenga
sino que ser gozado “conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio” (art. 14 CN). En este sentido, desde
antiguo, la Corte Federal ha señalado que ni el derecho de usar y disponer de la propiedad ni ningún otro derecho
reconocido por la Constitución tienen carácter absoluto. Por cierto, esas leyes reglamentarias no pueden alterar
los principios, garantías y derechos reconocidos en el art. 28 de la Carta Magna. Al respecto se ha señalado que,
cuando por razones de necesidad se sanciona una norma que no priva a los particulares de los beneficios
patrimoniales legítimamente reconocidos, ni les niega su propiedad, y solo limita temporalmente la percepción de
tales beneficios o restringe el uso que pueda hacerse de esa propiedad, no lesiona el derecho de propiedad. Este
tipo de decisiones, especialmente las dictadas con motivo de graves crisis económicas, no han venido sino a
remarcar la idea de que el dominio no está exento de límites. Por ello y sin dejar de ser un derecho real absoluto,
cabe remarcar que se encuentra condicionado por una gran cantidad de normas, no solo del Código sino también
de otros ordenamientos, incluso locales, que ponen un coto a las facultades de su titular.
De lo que se trata, en definitiva, es de adaptar la propiedad privada para que pueda cumplir sus fines individuales y
sociales, armonizando con los requerimientos del interés general. En pos de esa finalidad se la somete a una serie
de limitaciones en miras a la conveniencia y al interés superior de la sociedad. Las limitaciones al dominio pueden
imponerse teniendo en cuenta un fin o interés público o privado. Las primeras se fundan exclusivamente en
razones de interés público. En las segundas predomina el interés privado, pero también se halla presente el interés
público. De ahí que el artículo disponga que las limitaciones impuestas al dominio privado en el interés público
están regidas por el derecho administrativo y no por el derecho civil, lo que justifica que las restricciones que han
sido impuestas, teniendo en cuenta el interés público y el privado, sean regidas por el Código (art. 1973 CCyC y ss.).
ARTÍCULO 1971. Daño no indemnizable Los deberes impuestos por los límites al dominio no generan indemnización
de daños, a menos que por la actividad del hombre se agrave el perjuicio.
Siendo el derecho de propiedad concebido dentro de los “limites” a los que se refieren las normas administrativas
y la restricción que padece el titular no es indemnizable, en ese marco es que tiene su derecho.
Las limitaciones administrativas en principio pueden ser establecidas no sólo por la Nación sino también por las
provincias (en virtud de estar regidas por el derecho administrativo, que es local), e incluso en ciertos casos por las
entidades autárquicas. Las principales limitaciones administrativas a la propiedad privada son: a) Meras
restricciones; b) servidumbre; c) ocupación temporánea; d) expropiación.
2.‐ Restricciones administrativas. Concepto. Régimen jurídico.
Las restricciones administrativas son condiciones legales del ejercicio del derecho de propiedad. Se dice que es
meramente una tolerancia que el propietario debe soportar, que no existe un sacrificio particular o especial del
propietario, sino que esa restricción es general, es decir, que todos los propietarios la sufren en igual medida. No
hay en ella tampoco un desmembramiento de la propiedad. En cierto modo están ínsitas en la existencia misma del
derecho; las restricciones nacen con el nacimiento del derecho de propiedad, son pues de su naturaleza, de su
esencia, por lo mismo que no existen derechos absolutos.
Las restricciones administrativas son generales porque rigen para todos los propietarios en igualdad de
condiciones, para la comunidad o, al menos, para un sector de ella. Son además permanentes, imprescriptibles, no
susceptibles de caducidad y obligatorias, pues es el Estado el que impone al administrado el cumplimiento de una
determinada conducta negativa o positiva. Son ilimitadas y variadas en su número y clase, y no dan causa a
indemnización alguna en caso de resultar aplicables, salvo los daños que culposamente pueda ocasionar la
administración al ejecutar los trabajos en que se materializa la restricción. Debe comprenderse que, en lo
pertinente, estas limitaciones son aplicables a todos los derechos de propiedad que se ejercen por la posesión. Así
visto el asunto, pueden encontrarse normas impuestas en el interés de la comunidad, de las que se encarga el
derecho administrativo, siendo un ejemplo de ello los códigos de edificación. Estas normas administrativas pueden
tener carácter general o local.
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En cuanto a los límites, la restricción debe ser adecuadamente proporcional a la necesidad administrativa que con
ella se debe satisfacer; la proporcionalidad está dada en relación a la necesidad que se va a satisfacer, no es una
medida fija sino que varía según el caso. Se exige que no altere, desintegre o desmiembre la propiedad.
3.‐ Servidumbres administrativas: Concepto. Régimen jurídico. Servidumbres de acueducto, electroducto,
gasoducto y oleoducto.
La servidumbre administrativa, es un derecho público real constituido por una entidad estatal sobre un inmueble
ajeno, con el objeto de que éste sirva al uso público.
No priva al propietario del uso de la cosa, sino que le obliga a soportar el uso conjunto que la autoridad pública
efectúa, y a usarla él mismo de acuerdo a las condiciones impuestas por la ley. Si se quisiera establecer una
“servidumbre” que privara completamente al propietario del uso de la cosa, transfiriéndolo en su totalidad al uso
público, se trataría en realidad de una expropiación y no de una servidumbre.
Pueden ser constituidas directamente por ley, o autorizadas por la ley pero establecidas por la administración en
un acto administrativo concreto: también pueden ser constituidas por acuerdo de voluntad con el propietario
particular, por accesión y por usucapión.
Deben ser indemnizadas, porque no son una mera limitación a lo absoluto de la propiedad, como las restricciones
administrativas, sino que afectan lo exclusivo del dominio: El propietario pierde la exclusividad de su goce total,
produciéndose así una desmembración de su derecho, que la indemnización viene a reparar. El criterio que
permite distinguir las servidumbres de las meras restricciones es, en cuanto a las consecuencias, la indemnización.
La servidumbre administrativa puede extinguirse: Por disposición de la ley; por desafectación de la heredad
dominante; por la afectación al dominio público de la heredad sirviente, si con ello se produce una fusión de los
respectivos usos a que los bienes sirven, por destrucción de la heredad sirviente, o por deterioro o modificación
que la haga incompatible con el fin de la servidumbre.
Servidumbre de electroducto.
LEY 8398
Servidumbre administrativa de electroducto
ARTÍCULO 1.‐ Declárase de utilidad pública y sujeto a la servidumbre administrativa de electroducto que se crea
por esta ley, a todo inmueble del dominio privado situado dentro de los límites de la Provincia de Buenos Aires,
necesario para el cumplimiento de los planes de trabajo correspondientes a la prestación del servicio público de
electricidad, la que se constituirá en favor del Estado Provincial, municipios o concesionarios del mismo en
jurisdicción provincial.
ARTÍCULO 2.‐ La servidumbre administrativa de electroducto afecta al inmueble y comprende el conjunto de
limitaciones al dominio que conforme a esta ley, se impone a los propietarios y ocupantes de inmuebles del
dominio privado atravesados por electroductos o alcanzados por la zona de seguridad de los mismos, a fin de
posibilitar su construcción, explotación, vigilancia, mantenimiento y reparación.
ARTÍCULO 3.‐ Desígnase con el nombre de electroducto a todo sistema de instalaciones, aparatos o mecanismos
destinados a transportar, transformar y distribuir energía eléctrica.
ARTÍCULO 4.‐ Se denomina zona de seguridad o de electroducto a la franja de terreno a ambos lados de la línea de
energía eléctrica donde los propietarios y ocupantes del predio afectado están obligados a soportar las máximas
cargas derivadas de la servidumbre.
ARTÍCULO 5.‐ La aprobación por el organismo de aplicación del proyecto y de los planos de la obra a ejecutar,
importará la afectación de la zona de seguridad a la servidumbre administrativa de electroducto. El futuro titular de
la servidumbre deberá cursar comunicación al Registro de la Propiedad para pertinente anotación preventiva.
ARTÍCULO 6.‐ Los propietarios de los inmuebles deberán ser notificados de la afectación. En caso de ignorarse sus
nombres o domicilios, la notificación se efectuará por edictos que se publicarán por tres días en el “Boletín Oficial”
y en un diario de la zona.
ARTÍCULO 7.‐ La servidumbre administrativa de electroducto confiere a su titular los siguientes derechos:
a) Emplazar las estructuras de sostén para los cables conductores de energía eléctrica e instalar todos los
aparatos, mecanismos y demás elementos necesarios para el funcionamiento de la línea.
b) Cruzar el espacio aéreo con cables conductores e hilos de guardia.
c) Ocupar el subsuelo con cables conductores de energía eléctrica.
d) El acceso y paso al y por el predio afectado a fin de instalar, vigilar, mantener y reparar el electroducto.
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e) Ocupar temporariamente los terrenos necesarios con equipos y materiales afectados a las tareas del
inciso anterior.
f) Remover obstáculos que se opongan a la construcción de la línea o atenten contra la seguridad de la
misma.
g) Fijar una zona de electroducto de acuerdo a las características técnicas de la línea de energía eléctrica.
La presente enumeración es meramente enunciativa.
ARTÍCULO 8.‐ No podrán construirse electroductos, salvo casos de fuerza mayor debidamente justificados, sobre
edificios y sus patios, áreas parquizadas, centros educativos y campos deportivos. La reglamentación determinará
las condiciones y límites de esta prohibición.
ARTÍCULO 9.‐ El propietario y en su caso el ocupante del predio afectado, no podrá realizar actos, por sí o por
terceros, que impidan o turben al titular de la servidumbre el libre ejercicio de sus derechos o pongan en peligro la
seguridad de las instalaciones.
ARTÍCULO 10.‐ La constitución de la servidumbre administrativa de electroducto, no impide al propietario y al
ocupante del predio afectado, cercarlo o edificar en él, siempre que no obstaculice el ejercicio regular de los
derechos del titular de la servidumbre.
ARTÍCULO 11.‐ El propietario del predio afectado por la servidumbre tendrá derecho a una indemnización que se
determinará teniendo en cuenta:
a) El valor de la tierra de condiciones óptimas en la zona donde se encuentre el inmueble gravado a la fecha
de autorización de ingreso al predio.
b) La aplicación de los coeficientes de ajuste, previstos para la determinación de la valuación fiscal del
inmueble.
c) Aplicación de un coeficiente de restricción que atienda al grado de las limitaciones impuestas por la
servidumbre , el que deberá ser establecido teniendo en cuenta la escala de valores que fije el organismo
de aplicación al aprobar el proyecto a que alude el artículo 5° de esta ley.
d) Determinando el valor que surja de las pautas anteriores se lo aplicará al área comprendida por la zona
de electroducto.
ARTÍCULO 12.‐ En ningún caso se abonará indemnización por lucro cesante, valor efectivo, valor histórico ni
panorámico.
ARTÍCULO 13.‐ Afectado el predio en la forma establecida por el artículo 5°, el titular de la servidumbre promoverá
la constitución definitiva de la misma, mediante concertación directa con el propietario, por convenio gratuito u
oneroso. En estos casos la servidumbre quedará constituida a partir de la suscripción del convenio.
ARTÍCULO 14.‐ El titular de la servidumbre podrá requerir judicialmente la constitución de la misma en los
siguientes casos:
a) Si no dieran resultado las gestiones directas dentro de un plazo prudencial.
b) En caso de urgencia en la iniciación de las obras.
c) Cuando existiera controversia respecto de la titularidad del dominio o se ignore cuál es el propietario del
predio o su domicilio.
d) Cuando existieren títulos imperfectos o el propietario del predio se encuentra inhibido para disponer de
sus bienes.
e) Cuando el bien se encontrare gravado con un derecho real o embargo anterior a la afectación y siempre
que los acreedores no presten su conformidad.
ARTÍCULO 15.‐ La demandada se interpondrá ante el Juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial con
competencia territorial en el lugar de ubicación del bien y expresará:
a) La correcta individualización del bien afectado.
b) Nombre y apellido del demandado.
c) Indemnización ofrecida.
d) Pruebas de que ha de valerse.
e) Nombre y domicilio del perito propuesto, con constancia de haber aceptado el cargo y puntos sobre los
cuales versará la pericia.
Con la demanda se deberá acompañar copia autenticada de la resolución administrativa a que se refiere el artículo
5° de esta ley, un plano ilustrativo del paso de la línea sobre el bien afectado, certificado del Registro de la
Propiedad sobre condiciones del dominio, embargos, hipotecas u otros derechos reales, e inhibiciones y un
informe sobre la determinación de la indemnización que se ofrece abonar.
En este juicio es inadmisible la recusación sin causa.
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ARTÍCULO 16.‐ Los peritos que propongan las partes deberán ser profesionales universitarios habilitados al efecto.
ARTÍCULO 17.‐ El juez dará traslado de la demanda por quince (15) días improrrogables cualquiera fuere la
distancia. En la contestación, el demandado deberá acreditar la titularidad del dominio, indicar el monto de la
indemnización pretendida y observar las reglas establecidas en la primera parte del artículo 15°.
ARTÍCULO 18.‐ Contestada la demanda o vencido el término para hacerlo, el juez abrirá el juicio a prueba y
designará los peritos propuestos, a quien les notificará el auto respectivo. Las pruebas y dictámenes periciales
deberán producirse dentro del término de treinta (30) días del auto que lo decreta.
ARTÍCULO 19.‐ Cuando se ignore quién es el propietario del predio o su domicilio, los trámites del juicio se
entenderán con el Defensor de Pobres y Ausentes.
La designación del perito respectivo la efectuará el juez por sorteo, de igual forma que cuando se hubiese
declarado la rebeldía del propietario.
ARTÍCULO 20.‐ Vencido el término de la prueba, de inmediato se convocará a las partes a una audiencia para que
expongan lo que estimen conveniente y se oiga a los peritos las explicaciones que les soliciten el juez y las partes,
audiencia que se celebrará con los que concurran, labrándose acta. El perito que no concurra perderá los derechos
a percibir honorarios. El juez podrá también tener en cuenta para determinar el monto indemnizatorio, las pautas
fijadas por la Ley General de Expropiaciones y fallará dentro de los cinco (5) días subsiguientes pronunciándose
sobre las defensas invocadas y el fondo del asunto. La sentencia deberá ser notificada en el plazo de cuarenta y
ocho (48) horas y las partes podrán apelar dentro de los tres (3) días posteriores, recurso que se concederá en
relación.
ARTÍCULO 21.‐ La sentencia declarará constituida definitivamente la servidumbre administrativa de electroducto
sobre el predio afectado, ordenará su inscripción en el Registro de la Propiedad y el depósito de la indemnización
fijada en el plazo de cuarenta y cinco (45) días a contar de la fecha en que quede firme la liquidación que se
apruebe judicialmente.
ARTÍCULO 22.‐ Concedida la apelación, los autos se elevarán de oficio a la Cámara, que los pondrá en Secretaría a
disposición de las partes por tres (3) días. Dentro de dicho plazo las partes podrán presentar un memorial que se
agregará con simple nota de Secretaría, vencido el mismo la Cámara llamará autos para sentencia.
ARTÍCULO 23.‐ Las costas del juicio serán a cargo del Estado cuando la indemnización fijada por la sentencia
definitiva esté más cerca de la estimación formulada que del precio ofrecido; serán a cargo del propietario cuando
esa indemnización esté más cerca del precio ofrecido que de la estimación formulada; se impondrán en el orden
causado cuando actúe el Defensor de Pobres y Ausentes y cuando el propietario se allanare al contestar la
demanda, salvo que la indemnización ofrecida sea la misma sobre la cuál aquél cuyo caso las costas serán a su
cargo. Al efecto de las regulaciones hubiera manifestado disconformidad en sede administrativa y en de
honorarios, se tomará como monto del juicio la diferencia que resulte entre la oferta y la indemnización definitiva.
Para la distribución de las costas, se computará como estimación la que corresponda al valor preciso que el
propietario pretenda, para la época de la ocupación.
ARTÍCULO 24.‐ En caso de urgencia en la iniciación de las obras, el titular de la servidumbre podrá requerir del juez
en cualquier instancia del juicio, la autorización para penetrar en el predio afectado a fin de iniciar la ejecución de
los trabajos, previa consignación de la suma ofrecida en concepto de indemnización. Sin otro trámite el juez dentro
del tercer día librará el mandamiento pertinente.
ARTÍCULO 25.‐ En ningún caso el tercero que tenga un interés legítimo sobre el predio afectado, podrá oponerse a
la constitución de la servidumbre y sus derechos se considerarán transferidos a la indemnización que le
corresponda percibir al propietario. Podrá demandar judicialmente al propietario del predio, pro vía principal o de
incidencia de acuerdo al procedimiento establecido en la presente norma legal.
ARTÍCULO 26.‐ Las disposiciones de la presente ley se aplicarán a los juicios pendientes a la época de su sanción,
con excepción de los trámites, diligencias y plazos, que hayan tenido principio de ejecución o comenzado su curso,
los que se regirán por las disposiciones hasta entonces aplicables.
ARTÍCULO 27.‐ Será organismo de aplicación a los efectos de la presente ley, la Dirección de la Energía de la
Provincia de Buenos Aires.
ARTÍCULO 28.‐ Los municipios o concesionarios del servicio público de electricidad deberán requerir del organismo
de aplicación, la aprobación de proyecto y de los planos de la obra respectiva, a los efectos indicado en el artículo
5° de la presente ley.
ARTÍCULO 29.‐ Las entidades públicas o privadas y los particulares deberán suministrar sin cargo, toda información
que se les requiera a los fines establecidos en la presente ley.
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ARTÍCULO 30.‐ Todo propietario u ocupante del inmueble del dominio privado deberá permitir el acceso y paso del
personal debidamente autorizado por el organismo de aplicación y de los equipos necesarios para realizar estudios
previos de trazado y replanteo en los terrenos, pudiendo requerirse el auxilio de la fuerza pública en caso de
negativa.
ARTÍCULO 31.‐ En las zonas aledañas al electroducto no podrán erigirse instalaciones o efectuar plantaciones de
especies que en su caída puedan ocasionar daños al electroducto. Si en dichos fundos fuere necesario desarraigar
y/o remover obstáculos existentes con anterioridad a la construcción del electroducto, será a cargo del titular de la
servidumbre la reparación del daño ocasionado.
ARTÍCULO 32.‐ Cuando los electroductos deban atravesar inmuebles de propiedad del Estado o afectados por
disposiciones de derecho público, deberá requerirse previamente la autorización de la repartición respectiva.
ARTÍCULO 33.‐ La servidumbre caducará si no se hace uso de ella, mediante la ejecución de las obras previstas en
un plazo de cinco (5) años, computados desde su constitución. Vencido dicho plazo, el propietario del fundo podrá
solicitar la extinción de la servidumbre, devolviendo el importe de lo que hubiere recibido en concepto de
indemnización. Asimismo, transcurridos cinco (5) años desde la anotación preventiva en el Registro de la Propiedad
sin que hubiere constituido definitivamente la servidumbre, se extinguirá la afectación de pleno derecho.
ARTÍCULO 34.‐ El Registro de la Propiedad inscribirá con intervención de la Escribanía General de Gobierno y sin el
requisito de escritura pública, los convenios que suscriba el organismo de aplicación para la constitución de
servidumbres creadas por esta ley.
ARTÍCULO 35.‐ La Ley de Expropiaciones 5.708, sus ampliatorias y modificatorias y el Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Buenos Aires en dicho orden regirán supletoriamente en todos los aspectos no
contemplados en la presente ley.
ARTÍCULO 36.‐ Los actos y contratos que se formalicen por aplicación de la presente ley estarán exentos del
impuesto de sellos que fija el Código Fiscal de la provincia de Buenos Aires.
LEY 10540
ARTÍCULO 1.‐ Decláranse de utilidad pública y sujetas a expropiación o constitución de servidumbre, los inmuebles,
muebles, instalaciones, derechos y bienes en general, cualquiera sea su naturaleza jurídica, que fueren necesarios
para el cumplimiento de los planes de trabajo correspondientes a la prestación del servicio público de gas,
debiendo la Dirección de la Energía determinar, en cada caso, los bienes que serán sometidos a expropiación o
constitución de servidumbres.
ARTÍCULO 2.‐ Autorízase a la Dirección de la Energía a constituir las servidumbres de gasoducto que fueren
menester para el cumplimiento de los planes de trabajo mentados en el artículo precedente, observando las
disposiciones técnicas y de seguridad vigentes y aplicando en lo pertinente las normas de la Ley 8.398, en todo
aquello que no fuere incompatible con la naturaleza de la restricción al dominio antes aludida.
ACUEDUCTO
ARTICULO 2166: “Servidumbre forzosa. Nadie puede imponer la constitución de una servidumbre, excepto que la
ley prevea expresamente la necesidad jurídica de hacerlo, caso en el cual se denomina forzosa.
Son servidumbres forzosas y reales la servidumbre de tránsito a favor de un inmueble sin comunicación suficiente
con la vía pública, la de acueducto cuando resulta necesaria para la explotación económica establecida en el
inmueble dominante, o para la población, y la de recibir agua extraída o degradada artificialmente de la que no
resulta perjuicio grave para el fundo sirviente o, de existir, es canalizada subterráneamente o en cañerías.
Si el titular del fundo sirviente no conviene la indemnización con el del fundo dominante, o con la autoridad local si
está involucrada la población, se la debe fijar judicialmente.
La acción para reclamar una servidumbre forzosa es imprescriptible.”
4.‐ Requisición o requisa. Concepto.
La requisa de un bien es un acto por el cual el órgano administrativo impone a un particular, en base al interés
general, la obligación de transferir la propiedad del mismo o el uso de una cosa mediante una indemnización. Se
refiere a la disposición por vía coactiva de personas y cosas.
Clases.
La requisa puede ser de usoo en propiedad. Su aplicación no se refiere solamente a las épocas normales sino
también a las anormales: estados de guerra y de necesidad. En tiempos anormales, los medios de requisición son
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más simplificados y en principio no están sujetos a formalidades rigurosas que caracterizan el instituto
expropiatorio.
La requisa de propiedad implica la transferencia coactiva del derecho de propiedad.
La requisa de uso se refiere directamente al uso de bienes muebles, inmuebles y semovientes en forma temporal.
Régimen jurídico.
La constitución nacional en su art. 17 establece que “ningún cuerpo armado puede hacer requisas ni exigir auxilio
de ninguna especie”, queriendo asegurar en términos claros una garantía inherente al derecho de propiedad. De
todas formas, se refiere a las realizadas por cuerpos armados y no a las autorizadas por la ley.
La fuente principal de las requisas es la ley formal que autoriza a la administración a proceder de esta forma.
Para la requisa de propiedad es necesaria una ley formal, ya que implica la privación de dominio y la inviolavibilidad
de la propiedad está garantizada por la Constitución Nacional.
En cuanto a la requisa de uso, puede también ser autorizada por ley, pero en caso de calamidades públicas
(terremotos) cuando se producen estados de necesidad la administración puede requerir el uso de bienes muebles
sin necesidad de ley, aunque cuidando de dar a su propietario la oportuna indemnización por los perjuicios que
trae aparejados.
Acción de retrocesión: no se admite.
5.‐ Decomiso. Concepto.
Es la pérdida definitiva de una cosa mueble, sin indemnización alguna, por razones de seguridad, moralidad o
salubridad.
Es una medida de privación penal, considerada como sanción preventiva o represiva tiene su campo de aplicación
en el derecho penal, tributario y penal administrativo. Fundada en ley anterior al hecho del proceso e impuesto
por autoridad competente.
Régimen Jurídico
Como la CN establece que ningún habitante de la nación puede ser penado sin juicio previo por delitos anteriores
al hecho del proceso (18 cn), surge de ello que el decomiso como sanción debe tener su fuente en la ley.
6.‐ Ocupación temporánea: concepto; supuestos.
La ocupación temporánea es un desmembramiento de la propiedad en virtud del cual un ente estatal adquiere en
forma provisional el uso y goce de un inmueble de una persona no estatal.
Consiste en la privación del uso y goce transitorio de un bien o cosa determinados, muebles o inmuebles, o de una
universalidad jurídica determinada de ellos, dispuesta a favor de otro sujeto de derecho, que puede ser un
particular o la misma administración pública, por razones de utilidad pública y por un tiempo limitado.
Ley 21499 de expropiación Parte pertinente
De la ocupación temporánea
ARTICULO 57. “Cuando por razones de utilidad pública fuese necesario el uso transitorio de un bien o cosa
determinados, muebles o inmuebles, o de una universalidad determinada de ellos, podrá recurrirse a la ocupación
temporánea.”
ARTICULO 58. “La ocupación temporánea puede responder a una necesidad anormal, urgente, imperiosa, o súbita,
o a una necesidad normal no inminente.”
ARTICULO 59. “La ocupación temporánea anormal, puede ser dispuesta directamente por la autoridad
administrativa, y no dará lugar a indemnización alguna, salvo la reparación de los daños o deterioros que se
causaren a la cosa o el pago de daños y perjuicios debidos por el uso posterior de la cosa en menesteres ajenos a
los que estrictamente determinaron su ocupación.”
ARTICULO 60. “Ninguna ocupación temporánea anormal tendrá mayor duración que el lapso estrictamente
necesario para satisfacer la respectiva necesidad.”
ARTICULO 61. “La ocupación temporánea por razones normales, previa declaración legal de utilidad pública, podrá
establecerse por avenimiento; de lo contrario deberá ser dispuesta por la autoridad judicial, a requerimiento de la
Administración Pública.”
ARTICULO 62. “La ocupación temporánea normal apareja indemnización, siendo aplicables en subsidio las reglas
vigentes en materia de expropiación.
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La indemnización a que se refiere el presente artículo comprenderá el valor del uso y los daños y perjuicios
ocasionados al bien o cosa ocupados, como así también el valor de los materiales que hubiesen debido extraerse
necesaria e indispensablemente con motivo de la ocupación.”
ARTICULO 63. “El bien ocupado no podrá tener otro destino que el que motivó su ocupación.”
ARTICULO 64. “Ninguna ocupación temporánea normal puede durar más de dos años; vencido este lapso, el
propietario intimará fehacientemente la devolución del bien. Transcurridos treinta días desde dicha intimación sin
que el bien hubiere sido devuelto, el propietario podrá exigir la expropiación del mismo, promoviendo una acción
de expropiación irregular.”
ARTICULO 65. “El procedimiento judicial establecido para el juicio de expropiación es aplicable, en lo pertinente, al
juicio de ocupación temporánea normal.”
ARTICULO 66. “Sin conformidad del propietario, el ocupante temporáneo de un bien o cosa no puede alterar la
sustancia del mismo ni extraer o separar de éste elementos que lo integren, sin perjuicio del supuesto previsto en
el artículo 62, última parte.”
ARTICULO 67. “Si la ocupación temporánea afectase a terceros, los derechos de éstos se harán valer sobre el
importe de la indemnización.”
ARTICULO 68. “Las cuestiones judiciales que promoviese el propietario del bien ocupado están exentas de
reclamación administrativa previa.”
ARTICULO 69. “La acción del propietario del bien ocupado para exigir el pago de la indemnización prescribe a los
cinco años computados desde que el ocupante tomó posesión del bien.”
ARTICULO 70. “La acción del propietario del bien ocupado para requerir su devolución prescribe a los cinco años
computados desde que el ocupante debió devolver el bien.”
UNIDAD 3: LIMITACIONES A LA PROPIEDAD PRIVADA POR RAZONES DE INTERÉS PÚBLICO.
1.‐ Expropiación. Concepto.
La expropiación implica la pérdida de un derecho de propiedad sobre una cosa o un bien y su transformación en un
derecho personal a la indemnización.
Teorías sobre su fundamento
Aunque desde el punto de vista doctrinario se han sustentado distintas doctrinas acerca de su naturaleza,
considerando algunos autores por ejemplo que es en esencia una compraventa regida por el derecho privado;
otros que tiene un carácter mixto: de derecho público en cuanto al fundamento de su ejercicio por parte del
Estado, y de derecho privado en cuanto concierne al derecho de indemnización, y otros que es un instituto
totalmente regido por el derecho público, la jurisprudencia de la Corte Suprema se ha orientado recientemente
por este último criterio. En el caso Administración General de Obras Sanitarias de la Nación c/Tornquinst y Bernal
M. y otros / expropiación, el tribunal señaló que “el instituto expropiatorio pertenece totalmente al derecho
público, incluida la etapa concerniente al régimen de las indemnizaciones.”
Normativa nacional, convencional y provincial; constitucional y legal.
A nivel Nacional la expropiación se encuentra regulada en la Ley 21499, en la Provincia de Buenos Aires el régimen
de expropiaciones de halla establecido en la Ley 5708, en la CN en su art 17 “La propiedad es inviolable, y ningún
habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por
causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”y la de la Provincia de Bs.As. art 31
“La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Provincia puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia
fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente
indemnizada.”
En consecuencia, puede señalarse que las exigencias constitucionales para la procedencia de la expropiación son la
causa de utilidad pública, la sanción de una ley, y la previa y justa indemnización.
Sujeto expropiante y expropiado. Art 2 y 3 Ley 21499
Se distingue entre el sujeto pasivo y activo de la expropiación.
Sujeto pasivo es aquel a quien el bien le es expropiado, y de acuerdo a lo que hemos visto, puede ser a) una
entidad estatal, o b) una entidad no estatal.
En cuanto al sujeto activo se distingue en directo e indirecto. A) El sujeto activo directo se subdivide en I)
“originario:” a) Estado, b) provincias, y II) “derivado:” a) Entidades autárquicas “institucionales,” b) comuna
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I) Los primeros, sujetos “originarios,” son los que tienen verdaderamente la facultad de calificar la utilidad pública
resolviendo la expropiación; pero como también puede delegarse esta facultad expropiatoria, encontramos luego
II) los sujetos activos directos por delegación o “derivados,” que serían entonces las entidades autárquicas
“institucionales” y las comunas.
B) En cuanto a los sujetos activos “indirectos,” son en realidad los beneficiarios de la expropiación.
ARTICULO 2: “Podrá actuar como expropiante el Estado Nacional; también podrán actuar como tales la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, las entidades autárquicas nacionales y las empresas del Estado
Nacional, en tanto estén expresamente facultadas para ello por sus respectivas leyes orgánicas o por leyes
especiales. Los particulares, sean personas de existencia visible o jurídicas, podrán actuar como expropiantes
cuando estuvieren autorizados por la ley o por acto administrativo fundado en ley.”
ARTICULO 3º: “La acción expropiatoria podrá promoverse contra cualquier clase de personas, de carácter público o
privado.”
Objeto a expropiar.Art 4 a 9 Ley 21499
Como principio general se puede sostener que todo lo que puede ser objeto de un derecho de propiedad, puede
ser expropiado.
1º) En primer lugar y en general todos los bienes: a) inmuebles b) muebles c) universidades jurídicas, y d) derechos,
entre éstos el derecho de propiedad intelectual. Con todo, lo que se puede expropiar es el derecho patrimonial que
emerge de la propiedad intelectual (o sea el derecho a reproducirlo y a ganar con la reproducción) pero no se
puede expropiar la autoría misma, y no podrá pues decirse que la obra está hecha por otra persona, u omitir
mencionar el nombre del autor, etc.
2º) En particular puede expropiarse también aisladamente el subsuelo. (Art. 10.) Se ha dicho, en efecto, que
cuando se expropia el subsuelo no se trata de una expropiación “parcial” de las que justifiquen que el propietario
exija la expropiación de todo su inmueble.
3º) En tercer lugar, también se pueden expropiar los bienes del dominio público, provincial o municipal; esto está
expresamente dicho en la ley (art. 5º), pero además parte de la doctrina sostiene que incluso una provincia puede
llegar a expropiar un bien del dominio público nacional, cuando haya preeminencia del fin de utilidad pública
provincial.
4º) Pueden expropiarse asimismo los bienes que integran un servicio público (art. 9º), sea separadamente o como
universalidad jurídica; en realidad, el caso más típico es cuando se expropia toda la universalidad. 5º) De igual
modo pueden expropiarse los derechos emergentes de un contrato; uniendo este caso con el anterior se obtiene
una situación no demasiado infrecuente: una empresa concesionaria de un servicio público lo está prestando con
sus propios bienes, y el Estado le expropia: a) El derecho que emerge de la concesión a prestar el servicio, y b),
también los bienes con los cuales lo presta; esta es la temática de la expropiación de los servicios públicos en la
cual puede haber una doble expropiación, del derecho contractual y de los bienes que están afectados al servicio.
6º) Por último, la expropiación puede serlo no sólo de los bienes estrictamente imprescindible para la obra, sino
también de los bienes adyacentes en cuanto sean convenientes para el fin que se persigue. (Arts. 4 y 6.)
Objeto expropiable
ARTICULO 4º “Pueden ser objeto de expropiación todos los bienes convenientes o necesarios para la satisfacción
de la "utilidad pública", cualquiera sea su naturaleza jurídica, pertenezcan al dominio público o al dominio privado,
sean cosas o no.”
ARTICULO 5º “La expropiación se referirá específicamente a bienes determinados. También podrá referirse
genéricamente a los bienes que sean necesarios para la construcción de una obra o la ejecución de un plan o
proyecto; en tal caso la declaración de utilidad pública se hará en base a informes técnicos referidos a planos
descriptivos, análisis de costos u otros elementos que fundamenten los planes y programas a concretarse mediante
la expropiación de los bienes de que se trate, debiendo surgir la directa vinculación o conexión de los bienes a
expropiar con la obra, plan o proyecto a realizar. En caso de que la declaración genérica de utilidad pública se
refiriese a inmuebles, deberán determinarse, además, las distintas zonas, de modo que a falta de individualización
de cada propiedad queden especificadas las áreas afectadas por la expresada declaración.”
ARTICULO 6º “Es susceptible de expropiación el subsuelo con independencia de la propiedad del suelo.
Igualmente son susceptibles de expropiación los inmuebles sometidos al régimen de propiedad horizontal. “
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ARTICULO 7º: “La declaración de utilidad pública podrá comprender no solamente los bienes que sean necesarios
para lograr tal finalidad, sino también todos aquellos cuya razonable utilización en base a planos y proyectos
específicos convenga material o financieramente a ese efecto, de modo que se justifique que las ventajas
estimadas serán utilizadas concretamente en la ejecución del programa que motivó la declaración de utilidad
pública.”
ARTICULO 8º: “Si se tratase de la expropiación parcial de un inmueble y la parte que quedase sin expropiar fuere
inadecuada para un uso o explotación racional, el expropiado podrá exigir la expropiación de la totalidad del
inmueble. En los terrenos urbanos se considerarán sobrantes inadecuados los que por causa de la expropiación
quedaren con frente, fondo o superficie inferiores a lo autorizado para edificar por las ordenanzas o usos locales.
Tratándose de inmuebles rurales, en cada caso serán determinadas las superficies inadecuadas, teniendo en
cuenta la explotación efectuada por el expropiado. En el supuesto de avenimiento, las partes de común acuerdo
determinarán la superficie inadecuada, a efectos de incluirla en la transferencia de dominio; en el juicio de
expropiación dicha superficie será establecida por el juez.”
ARTICULO 9º : “Cuando la expropiación de un inmueble incida sobre otros con los que constituye una unidad
orgánica, el o los propietarios de estos últimos estarán habilitados para accionar por expropiación irregular si se
afectare su estructura arquitectónica, su aptitud funcional o de algún modo resultare lesionado el derecho de
propiedad en los términos del artículo 51, incisos b) y c).”
2.‐ Indemnización. Alcance. Art 10 a 17 Ley 21499
La indemnización es la suma dineraria que pretende resarcir el valor del bien expropiado, más los daños
provocados directa o indirectamente por la expropiación, para que el patrimonio del sujeto expropiado quede en
las mismas condiciones en las que se hallaba antes.
La indemnización expropiatoria debe ser: a) Previa (esto ya lo establece la misma Constitución), b) pagada en
dinero, c) integral, d) justa, e) única.
La CSJN ha afirmado que la indemnización en materia expropiatoria debe entenderse como el reconocimiento de
todo lo necesario para que el patrimonio del expropiado quede en la situación que tenía antes de la expropiación.
ARTICULO 10: “La indemnización sólo comprenderá el valor objetivo del bien y los daños que sean una
consecuencia directa e inmediata de la expropiación. No se tomarán en cuenta circunstancias de carácter personal,
valores afectivos, ganancias hipotéticas, ni el mayor valor que pueda conferir al bien la obra a ejecutarse. No se
pagará lucro cesante. Integrarán la indemnización el importe que correspondiere por depreciación de la moneda y
el de los respectivos intereses.”
ARTICULO 11: “No se indemnizarán las mejoras realizadas en el bien con posterioridad al acto que lo declaró
afectado a expropiación, salvo las mejoras necesarias.
ARTICULO 12: “La indemnización se pagará en dinero efectivo, salvo conformidad del expropiado para que dicho
pago se efectúe en otra especie de valor.”
ARTICULO 13: “Declarada la utilidad pública de un bien, el expropiante podrá adquirirlo directamente del
propietario dentro de los valores máximos que estimen a ese efecto el Tribunal de Tasaciones de la Nación para los
bienes inmuebles, o las oficinas técnicas competentes que en cada caso se designarán, para los bienes que no sean
inmuebles. Tratándose de inmuebles el valor máximo estimado será incrementado automáticamente y por todo
concepto en un diez por ciento.”
ARTICULO 14:“Si el titular del bien a expropiar fuere incapaz o tuviere algún impedimento para disponer de sus
bienes, la autoridad judicial podrá autorizar al representante del incapaz o impedido para la transferencia directa
del bien al expropiante.”
ARTICULO 15:“No habiendo avenimiento respecto del valor de los bienes inmuebles, la cuestión será decidida por
el juez quien, respecto a la indemnización prevista en el artículo 10 y sin perjuicio de otros medios probatorios,
requerirá dictamen del Tribunal de Tasaciones de la Nación, el que deberá pronunciarse dentro de los noventa
días. Las maquinarias instaladas o adheridas al inmueble que se expropiará, se tasarán conforme a lo establecido
para los bienes que no sean inmuebles.”
ARTICULO 16: “No se considerarán válidos, respecto al expropiante, los contratos celebrados por el propietario con
posterioridad a la vigencia de la ley que declaró afectado el bien a expropiación y que impliquen la constitución de
algún derecho relativo al bien.”
ARTICULO 17:“No habiendo avenimiento acerca del valor de los bienes que no sean inmuebles, sin perjuicio de la
intervención de las oficinas técnicas a que alude el artículo 13, deberá sustanciarse prueba pericial. Cada parte
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designará un perito y el juez un tercero, a no ser que los interesados se pusieren de acuerdo en el nombramiento
de uno solo.”
La denominada fuerza expansiva de la expropiación.
Marienhoff introdujo la idea de que los principios de la expropiación se extienden a todos los supuestos de
privación patrimonial por razones de interés público. Por lo tanto, en los casos de responsabilidad del Estado por
actos lícitos, no corresponde la indemnización por lucro cesante.
El art.10 de la Ley Nacional de Expropiaciones (21.499) reza: “La indemnización sólo comprenderá el valor objetivo
del bien y los daños que sean una consecuencia directa e inmediata de la expropiación. No se tomarán en cuenta
circunstancias de carácter personal, valores afectivos, ganancias hipotéticas, ni el mayor valor que pueda conferir al
bien la obra a ejecutarse. No se pagará lucro cesante. Integrarán la indemnización el importe que correspondiere
por depreciación de la moneda y el de los respectivos intereses”.
Al respecto, Marienhoff explica: “La expropiación tiene gran amplitud conceptual. Sus principios no sólo
comprenden y se aplican al específico acto por el cual el Estado, por causa de utilidad pública calificada por ley y
previa indemnización, obtiene que le sea transferido un bien o cosa de un particular, sino que tales principios se
extienden y aplican a todos los supuestos de privación de la propiedad privada, o de menoscabo patrimonial, por
razones de utilidad o interés público. Esto constituye lo que puede llamarse fuerza expansiva de la noción jurídica de
expropiación”
3.‐ Procedimiento administrativo expropiatorio.
El procedimiento expropiatorio: la expropiación se puede llevar por 2 vías diferentes:
1) Por avenimiento: cuando existe acuerdo entre expropiante y expropiado.
2) Por vía judicial: se produce cuando no hay acuerdo. El expropiante promueve la acción judicial de expropiación,
cuyo único fin es la fijación del monto indemnizatorio
Posibilidad de avenimiento
La expropiación, una vez promulgada la ley especial expropiatoria que determina el alcance del caso y la
calificación de utilidad pública, puede ejecutarse a través del procedimiento administrativo de avenimiento,
acuerdo entre el expropiante que ofrece una sumada de dinero según la tasación administrativa realizada y el
propietario expropiado.
El Art. 13, ley 21.499 establece que “declarada la utilidad publico del bien, el expropiante podrá adquirirlo
directamente del propietario dentro de los valores máximos que estime el Tribunal de Tasaciones de la Nación para
los bienes inmuebles, o las oficinas técnicas competentes que en cada caso se designarán, para los bienes que no
sean inmuebles.”
En este procedimiento las partes discuten el precio, se ponen de acuerdo y el expropiado transmite la propiedad.
Ello no significa compraventa, pues:
I. El propietario tendrá derecho a ejecutar al estado que no le paga el precio
II. El estado no podría ser demandado por evicción.
III. No se consideran válidos respecto del expropiante los contratos celebrados por el propietario con posterioridad
a la expropiación.
4.‐ Proceso expropiatorio. Competencia. Demanda y Contestación. Prueba. Tribunal de Tasaciones de la Nación.
Alegatos. Contenido y cumplimiento de la sentencia. Cuestionamiento de la ley declarativa de utilidad pública. Vías.
Competencia.
ARTICULO 21. — Tratándose de inmuebles, incluso por accesión, será competente el juez federal del lugar donde
se encuentre el bien a expropiar con jurisdicción en lo contencioso‐administrativo. Tratándose de bienes que no
sean inmuebles, será competente el juez del lugar en que se encuentren o el del domicilio del demandado, a
elección del actor. Los juicios en que la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires sea parte, tramitarán ante la
Justicia Nacional en lo Civil de la Capital Federal.
Demanda y Contestación. Prueba. Alegatos.
ARTICULO 19. — El proceso tramitará por juicio sumario, con las modificaciones establecidas por esta ley y no
estará sujeto al fuero de atracción de los juicios universales. Promovida la acción se dará traslado por quince días al
demandado. Si se ignorase su domicilio, se publicarán edictos durante cinco días en el diario de publicaciones
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legales de la Nación y en el de la Provincia correspondiente. Si existieren hechos controvertidos se abrirá la causa a
prueba por el plazo que el juez estime prudencial debiendo tener presente lo dispuesto en los artículos 15 y 17. Las
partes podrán alegar por escrito sobre la prueba dentro del plazo común de diez días, computados desde que el
Secretario certificare de oficio sobre la producción de la misma. Presentados los alegatos o vencido el plazo para
hacerlo, el juez llamará autos para sentencia, la que deberá pronunciarse dentro de los treinta días de quedar firme
aquella providencia. El cargo de las costas del juicio, como así su monto y el de los honorarios profesionales, se
regirán por las normas del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y por las respectivas leyes de aranceles.
Las partes podrán interponer todos los recursos admitidos por el mencionado Código.
Tribunal de Tasaciones de la Nación.
ARTICULO 13. — Declarada la utilidad pública de un bien, el expropiante podrá adquirirlo directamente del
propietario dentro de los valores máximos que estimen a ese efecto el Tribunal de Tasaciones de la Nación para los
bienes inmuebles, o las oficinas técnicas competentes que en cada caso se designarán, para los bienes que no sean
inmuebles. Tratándose de inmuebles el valor máximo estimado será incrementado automáticamente y por todo
concepto en un diez por ciento.
ARTICULO 15. — No habiendo avenimiento respecto del valor de los bienes inmuebles, la cuestión será decidida
por el juez quien, respecto a la indemnización prevista en el artículo 10 y sin perjuicio de otros medios probatorios,
requerirá dictamen del Tribunal de Tasaciones de la Nación, el que deberá pronunciarse dentro de los noventa
días. Las maquinarias instaladas o adheridas al inmueble que se expropiará, se tasarán conforme a lo establecido
para los bienes que no sean inmuebles.
ARTICULO 22. — Si se tratare de bienes inmuebles, el expropiante deberá consignar ante el juez respectivo el
importe de la valuación que al efecto hubiere practicado el Tribunal de Tasaciones de la Nación. Efectuada dicha
consignación, el juez le otorgará la posesión del bien.
Contenido y cumplimiento de la sentencia.
ARTICULO 20. — La sentencia fijará la indemnización teniendo en cuenta el valor del bien al tiempo de la
desposesión. Para establecer la depreciación monetaria, se descontará del valor fijado la suma consignada en el
juicio, conforme con lo previsto en el artículo 22, efectuándose la actualización sobre la diferencia resultante, hasta
el momento del efectivo pago. En tal caso, los intereses se liquidarán a la tasa del seis por ciento anual, desde el
momento de la desposesión hasta el del pago, sobre el total de la indemnización o sobre la diferencia, según
corresponda. Los rubros que compongan la indemnización no estarán sujetos al pago de impuesto o gravamen
alguno.
Cuestionamiento de la ley declarativa de utilidad pública.
ARTICULO 68. — Las cuestiones judiciales que promoviese el propietario del bien ocupado están exentas de
reclamación administrativa previa.
5.‐ Expropiación inversa. Pretensiones posibles. Prescripción.
En la expropiación inversa es el titular del bien quien intima al expropiante a que concrete la expropiación. Para
que esto ocurra, deben cumplirse las siguientes condiciones:
a) debe estar vigente la ley de "afectación" del congreso, que declara al bien afectado a utilidad pública.
b) Que el expropiante todavía no haya iniciado la acción expropiatoria.
c) Que no se haya pagado la indemnización.
d) Ocupación o perturbación por parte del expropiante en la propiedad del titular.
Lo que se busca con la "expropiación Inversa" es que el expropiante concrete la expropiación y pague la
indemnización: ya que hasta ese momento el titular del bien se ve perjudicado: sufre un menoscabo en su
propiedad sin recibir nada a cambio.
6.‐ Abandono de la expropiación. Prescripción.
Abandono de la expropiación: se tendrá por abandonada la expropiación cuando transcurra cierto tiempo, desde
que el congreso dicta la "ley de afectación", sin que el expropiante promueva el juicio de expropiación. Los plazos
son los siguientes:
a) si el bien fue específicamente determinado por la ley: 2 años.
b) Si se trata de un bien comprendido en una zona determinada: 5 años.
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c) Si el bien está comprendido en una enumeración genérica: 10 años.
Transcurridos esos plazos sin que se inicie el juicio de expropiación, se considerara que la expropiación fue
abandonada, y por lo tanto caduca la facultad para expropiar ese bien.
ARTICULO 56: “La acción de expropiación irregular prescribe a los cinco años, computados desde la fecha
en que tuvieron lugar los actos o comportamientos del Estado que tornan viable la referida acción.”
Retrocesión. Concepto. Casos.Art 35 a 50 Ley 21499
Retrocesión: la retrocesión es el reintegro del bien al patrimonio del expropiado. Por no haberse cumplido el fin de
utilidad pública al que dicho bien estaba afectado.
La retrocesión procede:
. Cuando se le da un fin diferente al establecido.
. Cuando luego de transcurridos 2 años desde la expropiación, no se le dio ningún fin.
Si la retrocesión procede y se le reintegra la propiedad al titular, este deberá devolver la indemnización percibida.
De la retrocesión
ARTICULO 35. — Procede la acción de retrocesión cuando al bien expropiado se le diere un destino diferente al
previsto en la ley expropiatoria, o cuando no se le diere destino alguno en un lapso de dos años computado desde
que la expropiación quedó perfeccionada en la forma prevista en el artículo 29.
ARTICULO 36. — Se entenderá que no hubo cambio de destino cuando el acordado al bien mantenga conexidad,
interdependencia o correlación con el específicamente previsto en la ley.
Tampoco se considerará que medió cambio de destino si a una parte del bien expropiado se le asignare uno
complementario o que tiende a integrar y facilitar el previsto por la ley.
ARTICULO 37. — La retrocesión también procede en los supuestos en que el bien hubiere salido del patrimonio de
su titular por el procedimiento de avenimiento.
ARTICULO 38. — La retrocesión no sólo podrá lograrse por acción judicial, sino también mediante avenimiento o
gestión administrativa.
ARTICULO 39. — Cuando al bien no se le hubiere dado destino alguno dentro del plazo mencionado en el artículo
35, a efectos de la acción de retrocesión el expropiado deberá intimar fehacientemente al expropiante para que le
asigne al bien el destino que motivó la expropiación; transcurridos seis meses desde esa intimación sin que el
expropiante le asignara al bien ese destino, o sin que hubiere iniciado los respectivos trabajos, los que deberá
mantener conforme a los planes de obra aprobados, la acción de retrocesión quedará expedita, sin necesidad de
reclamo administrativo previo. Si al bien se le hubiere dado un destino diferente al previsto en la ley expropiatoria,
deberá formularse el reclamo administrativo previo.
ARTICULO 40. — Si el bien expropiado hubiere cumplido la finalidad que motivó la expropiación, y por esa
circunstancia quedare desvinculado de aquella finalidad, la retrocesión será improcedente.
ARTICULO 41. — Es admisible la acción de retrocesión ejercida parcialmente sobre una parte del bien expropiado.
ARTICULO 42. — Para que la retrocesión sea procedente se requiere:
Que la expropiación que la motive haya quedado perfeccionada, en la forma prevista en el artículo 29. b) Que se de
alguno de los supuestos que prevé el artículo 35 y en su caso se cumpliese lo dispuesto en el artículo 39. c) Que el
accionante, dentro del plazo que fije la sentencia, reintegre al expropiante lo que percibió de éste en concepto de
precio o de indemnización, con la actualización que correspondiere. Si el bien hubiere disminuido de valor por
actos del expropiante, esa disminución será deducida de lo que debe ser reintegrado por el accionante. Si el bien
hubiere aumentado de valor por mejoras necesarias o útiles introducidas por el expropiante, el expropiado deberá
reintegrar el valor de las mismas. Si el bien hubiere aumentado de valor por causas naturales, el reintegro de dicho
valor no será exigido al accionante. Si el bien, por causas naturales hubiere disminuido de valor, el monto de esa
disminución no será deducido del valor a reintegrar por el accionante.
ARTICULO 43. — Cuando la expropiación se hubiere llevado a cabo mediante avenimiento, la acción de retrocesión
deberá promoverse ante el juez que debería haber entendido en el caso de que hubiere existido un juicio de
expropiación.
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ARTICULO 44. — Si la expropiación se hubiere efectuado mediante juicio, la demanda de retrocesión debe
radicarse ante el mismo juzgado que intervino en el juicio de expropiación.
ARTICULO 45. — La acción de retrocesión corresponde únicamente al propietario expropiado y a sus sucesores
universales.
ARTICULO 46. — La retrocesión podrá ser demandada contra el expropiante, o contra éste y los terceros a quienes
hubiere sido transferido el bien.
ARTICULO 47. — El procedimiento aplicable en el juicio de retrocesión, y la naturaleza de la litis, serán los
establecidos para el juicio de expropiación.
ARTICULO 48. — Si en la sentencia se hiciere lugar a la acción, deberá establecerse la suma que debe reintegrar el
accionante por retrocesión y el plazo en que ha de hacerlo; asimismo se establecerá el plazo en que el expropiante
debe devolver el bien expropiado.
ARTICULO 49. — La devolución del bien al expropiado deberá hacerse libre de todo ocupante, cargas, gravámenes
y servidumbre que hubieren tenido lugar después de la desposesión.
ARTICULO 50. — La acción por retrocesión prescribe a los tres años, computados desde que, habiendo quedado
perfeccionada la expropiación en la forma prevista en el artículo 29, al bien se le dio un destino ajeno al que la
determinó, o desde que no habiéndosele dado al bien destino alguno, hubieren transcurrido los plazos previstos en
los artículos 35 y 39. El trámite previsto en el artículo 39 suspende el curso de esta prescripción.
De la expropiación irregular
ARTICULO 51. — Procede la acción de expropiación irregular en los siguientes casos: a) Cuando existiendo una ley
que declara de utilidad pública un bien, el Estado lo toma sin haber cumplido con el pago de la respectiva
indemnización. b) Cuando, con motivo de la ley de declaración de utilidad pública, de hecho una cosa mueble o
inmueble resulte indisponible por evidente dificultad o impedimento para disponer de ella en condiciones
normales. c) Cuando el Estado imponga al derecho del titular de un bien o cosa una indebida restricción o
limitación, que importen una lesión a su derecho de propiedad.
ARTICULO 52. — No corresponde la acción de expropiación irregular cuando el Estado paraliza o no activa los
procedimientos después de haber obtenido la posesión judicial del bien. ARTICULO 53. — El que accione por
expropiación irregular está exento de la reclamación administrativa previa. ARTICULO 54. — En el juicio de
expropiación irregular los valores indemnizables serán fijados en la misma forma prevista para el juicio de
expropiación regular, contemplada en el artículo 10 y siguientes de la presente ley. ARTICULO 55. — Las normas
del procedimiento judicial establecidas para la expropiación regular, rigen también para la expropiación irregular,
en cuanto fueren aplicables.
ARTICULO 56. — La acción de expropiación irregular prescribe a los cinco años, computados desde la fecha en que
tuvieron lugar los actos o comportamientos del Estado que tornan viable la referida acción
.
Municipalidad de la Capital c/ de Elortondo, Isabel A.
Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación(CS)
Fecha: 14/04/1888
Partes: Municipalidad de la Capital c. de Elortondo, Isabel A.
SUMARIOS:
1. La teoría fundamental del derecho de expropiación por utilidad pública, tal como ha sido incorporada a la
Constitución Nacional, se extiende sólo a autorizar la ocupación de aquella parte de la propiedad privada que sea
indispensable a la ejecución de la obra o propósito público de que se trate, no pudiendo ir más allá de la misma, ni
cumplirse en consecuencia, respecto de bienes que no sean necesarios a aquellos fines.
2. El derecho de expropiación no puede verificarse con propósitos meramente de especulación o con el solo objeto
de aumentar la renta pública, pues ello lo desnaturaliza, haciendo de él, en oposición a los fines con que la
Constitución lo consagra, una fuente ordinaria de recursos y un medio financiero inusitado y anormal.
3. La ley 1585 de 31 de octubre de 1884 ( fijación de límites entre Capital y Pcia de Bs.As. debe reputarse contraria
a la Constitución, en cuanto declara de utilidad pública y sujetos a expropiación otros terrenos, en su totalidad o en
parte, de aquellos necesarios para la apertura de la vía pública a la que alude su texto.
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4. La calificación de utilidad pública de la expropiación de los terrenos que resulten afectados por la apertura de la
vía pública a que refiere la ley de 31 de octubre de 1884, se halla justificada por el beneficio que aquélla ha de
reportar a la población, y por resultar el medio que mejor consulta la equidad y la conveniencia pública (del voto en
disidencia del doctor Zavalía).
Zorrilla, Susana y otro c/ E.N. ‐ P.E.N. s/ expropiación ‐ servidumbre administrativa
En la causa “Zorrilla Susana c/ Estado Nacional”, la Corte Suprema al confirmar la sentencia de cámara que había
admitido la demanda de expropiación irregular promovida por los actores, resolvió que el inmueble conocido como
“La casa de Mansilla” se incorporase al patrimonio del Estado Nacional a los efectos de resguardar ese monumento
histórico artístico que se encontraba amenazado de destrucción.
En el voto de la mayoría, integrada por los Dres. Lorenzetti, Fayt, Maqueda, Zaffaroni y Argibay, se destacó que la
propiedad reviste un particular interés histórico ya que perteneció al escritor, político, periodista y militar Lucio V.
Mansilla y funcionó como Escuela Normal de Maestras N° 10, de 1915 hasta 1982. Además, se puso de resalto su
valor artístico originado en sus singulares características arquitectónicas. La propiedad de estilo neorenacentista
italiano construida entre los años 1870 y 1880, es uno de los últimos exponentes de ese estilo que queda en pie en
la Ciudad de Buenos Aires.
Por otra parte, se señaló que el inmueble, que había sido declarado monumento histórico‐artístico nacional por ley
25.317, sufría un alto grado de deterioro, advirtiéndose desprendimientos de una gran cantidad de ornatos y del
revoque en la fachada principal, presencia de humedad en cubierta, colonización de especies vegetales, falta o
roturas en casi la totalidad de las carpinterías incluyendo componentes y vidrios, y la imposibilidad de acceder a la
planta alta dada las condiciones de la escalera. Asimismo, se hizo hincapié en que sus dueños no lo podían
administrar ni proteger y que una comisión protectora promovía la conservación de la casona, evitando saqueos y
peticionando a las autoridades por más seguridad y limpieza.
En este contexto la Corte sostuvo que la expropiación era el único medio apto para proteger a un inmueble de
indudable valor cultural y, de esta forma, respetar las disposiciones del artículo 41 de la Constitución Nacional en el
que se impone a las autoridades el deber de preservar el patrimonio natural y cultural de la Nación
Corresponde confirmar la sentencia que admitió la demanda de expropiación irregular promovida contra el Estado
Nacional si, a pesar de que del esquema contemplado por la ley 12.665 y su decreto reglamentario no se sigue que
la declaración de "monumento histórico‐artístico" traiga aparejada, por sí sola, la obligación del Estado Nacional de
expropiar cada cosa que se declare comprendida en su régimen, los elementos adjuntados a la causa resultan
demostrativos de que la declaración contenida en la ley 25.317 y las circunstancias que siguieron a tal decisión, no
implicaron una simple restricción al derecho de propiedad de los actores sino un verdadero cercenamiento de ese
derecho pues operaron como un evidente obstáculo para que pudieran disponer libremente del inmueble y resulta
evidente que la expropiación resulta ser en el caso el único medio apto para garantizar el acabado cumplimiento de
la manda contenida en el art. 41 de la Constitución Nacional y las leyes, es decir, asegurar la preservación de un
inmueble cuyo valor cultural ha sido reconocido por todos los involucrados en el pleito.
UNIDAD 4: RESPONSABILIDAD DEL ESTADO
1.‐ Responsabilidad contractual del Estado. Normativa nacional y provincial.
En el ordenamiento jurídico argentino —tanto nacional como provincial—, en materia de responsabilidad
contractual sólo median previsiones normativas dispersas y específicas que se localizan en las normas que regulan
los aspectos generales de la contratación estatal, en las atinentes a ciertos contratos administrativos y en los
pliegos de bases y condiciones y demás documentos contractuales.
De ahí que, ante la falta de disposiciones que reglen en forma general y sistemática la responsabilidad estatal y a
fin de cubrir la laguna normativa existente en la materia es menester acudir a las soluciones consagradas en la
legislación civil, ya sea a fin de aplicar principios generales como la buena fe u otras soluciones allí consagradas, en
este último caso a través de una aplicación extensiva mediante la técnica de la interpretación analógica, tal como lo
hecho en numerosas ocasiones la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Es que, si bien no puede negarse que existen principios y elementos afines entre la responsabilidad patrimonial del
Estado y la de los sujetos privados, ciertamente median aspectos diferenciales no menores que no permiten un
tratamiento absolutamente homogéneo.
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Numerosos autores sostienen que el fundamento de la responsabilidad se encuentra en los principios que inspiran
y dan sustento al Estado de Derecho, recogidos en numerosas normas constitucionales, tales como las que
garantizan la inviolabilidad del derecho de propiedad (arts. 14 y 17), el art. 19 que prohíbe a los hombres perjudicar
los derechos de terceros, el art. 16 que consagra el principio de igualdad en las cargas públicas, el art. 28 que
consagra el principio de razonabilidad de los actos estatales y el art. 116 del que se deduce la posibilidad de
someter a juicio al Estado.
Para que proceda el deber de reparar del Estado deben concurrir los siguientes requisitos:
1) Existencia de un contrato administrativo válido;
2) daño resarcible;
3) nexo de causalidad y
4) un factor de atribución: El primero de los factores de atribución da lugar a la responsabilidad contractual por
actividad ilegítima del Estado, pues deriva de una actuación estatal contraria a derecho, consistente en la violación
de una obligación preexistente convenida, y el segundo a la responsabilidad estatal por su actuación legítima, ya
que presupone la existencia de un comportamiento del Estado válido, producto de sus poderes de intervención en
el contrato, fundado en razones de interés público.
La responsabilidad del Estado está regulada en la Ley Nacional 26944, establece que la responsabilidad contractual
del Estado se rige por normas específicas, y sólo ante ausencias de regulación se aplicará la ley en forma supletoria.
Sobre este tema la doctrina se pregunta qué se entiende por normas específicas. Se podría decir que el Código Civil
y Comercial es una norma específica, y sin embargo en el artículo primero se prohíbe expresamente la aplicación
del código de fondo.
Este año (2016) tiene media sanción en la legislatura provincias la adhesión a la ley.
ARTICULO 1: “Esta ley rige la responsabilidad del Estado por los daños que su actividad o inactividad les produzca a
los bienes o derechos de las personas.
La responsabilidad del Estado es objetiva y directa.
Las disposiciones del Código Civil no son aplicables a la responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria.
La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el Estado, sus agentes y funcionarios.”
ARTICULO 10: “La responsabilidad contractual del Estado se rige por lo dispuesto en las normas específicas. En
caso de ausencia de regulación, se aplica esta ley en forma supletoria.
Las disposiciones de la presente ley no serán aplicadas al Estado en su carácter de empleador.”
2.‐ Responsabilidad extracontractual del Estado. Fundamentos constitucionales y convencionales. Código Civil y
Comercial. Ley de Responsabilidad del Estado Nacional. Legislación provincial.
Fundamentos constitucionales y convencionales.
El régimen de responsabilidad del Estado argentino puede ubicarse dentro de los sistemas que se dan en el
Derecho Comparado y que se distinguen en dos grandes grupos:
a) por un lado, los sistemas de cobertura –por el Estado– de los daños causados por hechos, actos u omisiones
ilícitas de los funcionarios. Es un sistema éste con factor de atribución subjetivo, al que se le agrega la garantía del
Estado;
b) el otro, es el de los sistemas de responsabilidad patrimonial directa y objetiva del Estado, con un factor de
atribución objetivo.
a) El primero de ellos muestra la enorme influencia del Código Napoleón, que echó las bases del régimen de
responsabilidad civil extracontractual de tipo subjetivo, basada en la culpa, siguiendo el cauce del antiguo derecho.
“No hay responsabilidad sin culpa o sin falta”
En este sistema podemos incluir los regímenes de Alemania, de Italia, de Inglaterra y de Francia, así como también
los de Estados Unidos, Brasil y el nuestro.
b) El otro sistema del Derecho Comparado: el sistema de responsabilidad patrimonial directa, con factor de
atribución objetivo.
El sistema nacional argentino incluye un doble régimen: uno de responsabilidad del Estado con falta, fundado en la
aplicación analógica de normas del Código Civil y Comercial y con un factor de atribución subjetivo, basado en el
reproche de la conducta del autor del daño. El otro régimen de responsabilidad del Estado de nuestro país, sin
falta, sí tiene un factor de atribución objetivo y fundado plenamente en los principios constitucionales. Se trata,
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del efecto de la actividad del Estado sobre las personas: en el primer caso, el Estado no incurre en ninguna
responsabilidad, sea porque no ha podido prever ese hecho, sea por la forma en que se produjo, constituye un
hecho de fuerza mayor o un caso fortuito, que previsto no ha podido ser evitado. Pero, en el segundo caso, la
responsabilidad del Estado es evidente, sea porque no ha intervenido por la negligencia de sus agentes y debe por
lo tanto sufrir las consecuencias de esa omisión o sea que ha resuelto no intervenir porque ha creído que en
cualquier caso esa medida sería contraproducente para el fin que se persigue”.
No debemos perder de vista que el sometimiento de nuestro régimen a las fuentes supranacionales ha llevado a
ampliar los horizontes de la responsabilidad del Estado en materia internacional.
Concluyo: en un sistema como el nuestro, la labor de la jurisprudencia ha sido fundamental para lograr el
reconocimiento y el afianzamiento de la responsabilidad del Estado. En ese sentido, se equivocó Bielsa, que jugó
todas las suertes a que se dictara una ley de responsabilidad del Estado para fundarla. Todavía no se ha
sancionado. Pero si queremos estabilidad y desarrollo ordenado de ese sistema, debemos apostar a su
consagración legislativa o, mejor, constitucional.
Código Civil y Comercial.
ARTÍCULO 1764: “Inaplicabilidad de normas Las disposiciones del Capítulo 1 de este Título no son aplicables a la
responsabilidad del Estado de manera directa ni subsidiaria.”
ARTÍCULO 1765: “Responsabilidad del Estado La responsabilidad del Estado se rige por las normas y principios del
derecho administrativo nacional o local según corresponda. “
ARTÍCULO 1766: “Responsabilidad del funcionario y del empleado público Los hechos y las omisiones de los
funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una manera irregular las obligaciones
legales que les están impuestas se rigen por las normas y principios del derecho administrativo nacional o local,
según corresponda.”
Ley de Responsabilidad del Estado Nacional – Ley 26944
Ley 26944
ARTICULO 2° — Se exime de responsabilidad al Estado en los siguientes casos:
a) Por los daños y perjuicios que se deriven de casos fortuitos o fuerza mayor, salvo que sean asumidos por el
Estado expresamente por ley especial;
b) Cuando el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un tercero por quien el Estado no debe responder.
ARTICULO 7° — El plazo para demandar al Estado en los supuestos de responsabilidad extracontractual es de tres
(3) años computados a partir de la verificación del daño o desde que la acción de daños esté expedita.
ARTICULO 8° — El interesado puede deducir la acción indemnizatoria juntamente con la de nulidad de actos
administrativos de alcance individual o general o la de inconstitucionalidad, o después de finalizado el proceso de
anulación o de inconstitucionalidad que le sirve de fundamento.
ARTICULO 9° — La actividad o inactividad de los funcionarios y agentes públicos en el ejercicio de sus funciones por
no cumplir sino de una manera irregular, incurriendo en culpa o dolo, las obligaciones legales que les están
impuestas, los hace responsables de los daños que causen.
La pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres (3) años.
La acción de repetición del Estado contra los funcionarios o agentes causantes del daño prescribe a los tres (3)
años de la sentencia firme que estableció la indemnización.
Legislación provincial.
3.‐ Responsabilidad del Estado por acción y por omisión. Por actividad ilegítima y legítima. Requisitos de
procedencia. Alcance de la indemnización. Jurisprudencia.
Responsabilidad del Estado por acción y por omisión.
ARTICULO 6: “El Estado no debe responder, ni aun en forma subsidiaria, por los perjuicios ocasionados por los
concesionarios o contratistas de los servicios públicos a los cuales se les atribuya o encomiende un cometido
estatal, cuando la acción u omisión sea imputable a la función encomendada.”
Por actividad ilegítima y legítima. Requisitos de procedencia. Alcance de la indemnización
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ARTICULO 3: “Son requisitos de la responsabilidad del Estado por actividad e inactividad ilegítima:
a) Daño cierto debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;
b) Imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano estatal;
c) Relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad del órgano y el daño cuya reparación se
persigue;
d) Falta de servicio consistente en una actuación u omisión irregular de parte del Estado; la omisión sólo genera
responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de un deber normativo de actuación expreso y determinado.
ARTICULO 4: “ Son requisitos de la responsabilidad estatal por actividad legítima:
a) Daño cierto y actual, debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;
b) Imputabilidad material de la actividad a un órgano estatal;
c) Relación de causalidad directa, inmediata y exclusiva entre la actividad estatal y el daño;
d) Ausencia de deber jurídico de soportar el daño;
e) Sacrificio especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la comunidad, configurado por la
afectación de un derecho adquirido.”
ARTICULO 5: “La responsabilidad del Estado por actividad legítima es de carácter excepcional. En ningún caso
procede la reparación del lucro cesante.
La indemnización de la responsabilidad del Estado por actividad legítima comprende el valor objetivo del bien y los
daños que sean consecuencia directa e inmediata de la actividad desplegada por la autoridad pública, sin que se
tomen en cuenta circunstancias de carácter personal, valores afectivos ni ganancias hipotéticas.
Los daños causados por la actividad judicial legítima del Estado no generan derecho a indemnización.”
Jurisprudencia.
En el fallo Ferrugia, la CSJN ha sostenido con acierto que “la irresponsabilidad de la provincia por actos realizados
por sus representantes legales, más allá de sus atribuciones, no puede aceptarse en el caso de autos, por cuanto
estos representantes han obrado dentro de sus propias funciones”, sentando de tal modo el principio de que un
acto es imputable directamente al Estado y lo hace responsable, en su caso, cuando es ejecutado por el órgano
dentro de sus funciones o tareas, sin importar que haya sido hecho o no dentro de sus atribuciones o límites
legales. Es importante recordar al efecto la distinción entre “ejercicio de la función” y “ejercicio de la
competencia”. La segunda constituiría la actuación legítima, dentro del límite de las atribuciones del funcionario,
mientras que la primera constituirá simplemente la actuación del funcionario dentro de las tareas a él
encomendadas, sin interesar que su actuación sea legítima o ilegítima.
4.‐ Factores de atribución. Evolución jurisprudencial. Casos emblemáticos.
No basta la simple causación material de un daño para convertir al sujeto que lo ocasiona en responsable, pues
debe existir una circunstancia o título valorativo que determine y justifique quien se hará cargo de aquél, lo cual se
conoce con la denominación factor de atribución. Este elemento concierne al fundamento que se toma en
consideración para atribuir jurídicamente la obligación de indemnizar el daño causado.
Mediante esta figura se explica la razón por la cual un determinado sujeto deberá soportar los efectos del daño
producido. Vale decir, responde al interrogante acerca del porqué debe un agente reparar este daño.
En el derecho argentino los factores de atribución de la responsabilidad contractual del Estado son dos:
a) La falta contractual y
b) la existencia de un sacrificio o daño especial.
El primero de los factores de atribución mencionados da lugar a la responsabilidad contractual por actividad
ilegítima del Estado, pues deriva de una actuación estatal contraria a derecho, consistente en la violación de una
obligación preexistente convenida, y el segundo a la responsabilidad estatal por su actuación legítima, ya que
presupone la existencia de un comportamiento del Estado válido, producto de sus poderes de intervención en el
contrato, fundado en razones de interés público.
Evolución jurisprudencial.
El primero de los fallos indicados se dictó el 20/9/73 en la causa "Ingeniero Livio Dante Porta y Cía. SRL c. Empresa
Ferrocarriles Argentinos". Nuevamente el Máximo Tribunal se vio obligado a examinar la cuestión al decidir el
20/9/84 el caso "Eduardo Sánchez Granel Obras de Ingeniería S.A.C.I.F.I. v. Dirección Nacional de Vialidad" ,
originado por la extinción unilateral de un contrato administrativo de obra pública antes de que tuviera ejecución,
por motivos que fueron considerados como de oportunidad, mérito o conveniencia. También en esta ocasión la
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Corte —si bien por mayoría admitió la reparación del lucro cesante. Este criterio fue reiterado por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación veintiún años más tarde al sentenciar el 28/7/05 la causa "El Jacarandá S.A. c.
Estado Nacional". El caso se había originado a raíz de la decisión del Poder Ejecutivo Nacional de dejar sin efecto la
adjudicación a El Jacarandá S.A. de la explotación de la frecuencia correspondiente a LT. 14 Radio General Urquiza,
de la ciudad de Paraná, y disponer la remisión de las actuaciones administrativas, generadas por la interposición de
un recurso de reconsideración, a la Secretaría de Medios de Comunicación de la Presidencia de la Nación para la
determinación del resarcimiento por daño emergente que correspondería a la empresa El Jacarandá S.A., conforme
a las previsiones del art. 18 del decreto‐ley 19.549. La Corte, partiendo de la base de que la revocación de la
adjudicación de la licencia se había producido por razones de oportunidad, mérito o conveniencia, y después de
precisar "que la extensión del resarcimiento debe atender las características particulares de cada situación",
afirmó, con cita del fallo recaído in re "Eduardo Sánchez Granel", que "no hay, como principio, fundamento para
limitarlo al daño emergente con exclusión del lucro cesante, esto es, de las ventajas económicas esperadas de
acuerdo con probabilidades objetivas estrictamente comprobadas (Fallos 306:1409, consids. 4 y 5; 316:1335,
consid. 20)". Cuatro años más tarde, el 9 de junio de 2009, in re "Zonas Francas Santa Cruz S.A. c. Estado Nacional ‐
P.E.N. ‐ dec. 1583/96, s/daños y perjuicios" (93), el Alto Tribunal tuvo una nueva ocasión para pronunciarse acerca
de la extensión del resarcimiento en un supuesto de derogación de un régimen reglamentario por razones de
oportunidad mérito y conveniencia. El reclamo indemnizatorio que motivó la intervención del Superior Tribunal de
la República tuvo su causa en el dictado del decreto del Poder Ejecutivo Nacional 1583/96 por el cual se había
derogado el decreto 520/95 que autorizaba la venta al por menor de mercaderías de origen extranjero
provenientes de las Zonas Francas de Río Gallegos y Caleta Olivia, en diversas localidades de la provincia de Santa
Cruz. Según la actora, fue en consideración a lo previsto en ese decreto que había optado por celebrar con la
Provincia de Santa Cruz un contrato para el establecimiento y la explotación de las zonas francas de esas mismas
localidades. A su juicio, la modificación normativa ocasionada por la derogación del decreto 1583/96 alteró
sustancialmente las condiciones económicas y financieras que había tenido en cuenta al momento de presentarse
en la licitación y tornaba ruinoso el cumplimiento de las obligaciones convenidas, razón por la cual rescindió el
contrato que había celebrado con la provincia. A raíz de estos hechos, Zonas Francas Santa Cruz S.A. demandó al
Estado Nacional a fin de que se lo condene a pagar los daños y perjuicios derivados del dictado del decreto
1583/96, sobre la base de plantear su nulidad e inconstitucionalidad por carecer de causa y motivación suficientes
y por desconocer derechos adquiridos nacidos del régimen jurídico derogado. Subsidiariamente, demandó el pago
de una indemnización con sustento en la responsabilidad del estado por su actividad lícita. Tanto en primera como
en segunda instancia se entendió que el Estado tenía la obligación de compensar a la demandante por haberse
lesionado derechos adquiridos nacidos al amparo de la normativa que había sido derogada, razón por la cual se
condenó al Estado Nacional al pago de una indemnización comprensiva del daño emergente y del lucro cesante
reclamado, más intereses. Al conocer la Corte del recurso ordinario de apelación deducido por el Estado Nacional
contra la sentencia de la alzada, la mayoría del tribunal resolvió revocar parcialmente el fallo apelado y fijar la
indemnización en una suma significativamente menor a la establecida por la Cámara. El Alto Tribunal redujo el
monto correspondiente a la reparación del daño emergente por estimar improcedentes algunos rubros reclamados
en tal carácter. Respecto al lucro cesante, si bien reiteró el criterio favorable a su reconocimiento establecido en el
citado caso "El Jacarandá", rechazó en el caso su configuración por considerar insuficiente la prueba aportada a tal
efecto. No obstante, el claro criterio jurisprudencial de la Corte nacional, la postura restrictiva, que excluye el pago
del lucro cesante, ha sido plasmada en el orden nacional en el 12, inc. b), 2º párrafo, del Régimen de
Contrataciones de la Administración Pública Nacional previsto en el decreto 1023/2001 (95), cuyo ámbito de
aplicación es sumamente amplio ya que alcanza a la generalidad de los contratos que celebra la Administración.
(96)
5.‐ Responsabilidad del Estado por el ejercicio de sus funciones administrativa, legislativa y judicial. Jurisprudencia.
Responsabilidad del Estado Contractual
Legislativa
Extracontractual Judicial
Administrativa
Responsabilidad por acto judicial:
23
En lo que respecta a la posible responsabilidad del Estado por actos judiciales, ella se da, por ejemplo, en el
derecho comparado cuando una persona es condenada en primera instancia y absuelta en última instancia,9 o
procesada y detenida, siendo luego sobreseída definitivamente.10 En estos casos puede tratarse tanto de una
conducta judicial ilegítima (por ejemplo, una sentencia nula por vicios de forma, por incompetencia, etc.), como
legítima, culpable o no;11 en la generalidad de los casos el daño y la responsabilidad consecuente emergen de una
conducta legítima y no culpable, razón esta por la cual algunos juristas clásicos se resisten a aceptar la
responsabilidad estatal. En nuestro derecho nacional la jurisprudencia no ha aceptado que exista un derecho a
indemnización;12 algunas constituciones o leyes provinciales, en cambio, lo aceptan.13 La doctrina es uniforme en
admitirla.14
III. Responsabilidad por acto legislativo 6. La regla de la irresponsabilidad por actos legislativos La jurisprudencia,
partiendo del obvio principio de que el Estado no debe indemnización alguna por la privación de propiedad que
realiza a través del cobro de impuestos, siempre que éstos sean válidos, ha llegado a conclusiones a nuestro juicio
criticables. El error a que se ha llegado proviene inicialmente de dar una formulación demasiado amplia al citado
principio de irresponsabilidad por el cobro de impuestos legítimos; se ha dicho así, para expresar ese pensamiento,
que “el ejercicio de un poder legal, como es el de crear impuestos, o modificar los anteriores (en el caso no se ha
discutido la validez de la forma en que se lo ha puesto en práctica) puede ciertamente producir perjuicios en el
patrimonio de los particulares, sin que tal circunstancia sea óbice contra su legitimidad, so pena de detener la
actividad gubernativa, en consideración de una garantía, la de propiedad privada, que no puede interpretarse con
semejante extensión.”15 De allí la jurisprudencia pasa luego a decir que en realidad la garantía de la propiedad
“siempre se ha considerado alude al desapoderamiento directo, y no al consiguiente perjuicio resultante del
ejercicio de legítimos poderes. Nunca se ha supuesto que tenga algún efecto sobre o para inhibir leyes que
indirectamente produzcan daño o pérdida a los particulares,”16 lo cual es ya llevar la afirmación demasiado lejos.
También se expresa que el ejercicio de los “poderes de guerra” no puede dar lugar a responsabilidad del Estado,
cuando se lo ejerce “con fundamento en disposiciones legales expresas;”17 de allí a decir que tampoco será
responsable el Estado por las leyes que organicen o regulen un “servicio público,” aunque de ellas se desprendan
daños a terceros, no hay sino un paso, que la jurisprudencia también ha dado.18
No existe, pues, en principio y en el estado actual de la jurisprudencia, responsabilidad del Estado por leyes
legítimas, aunque ocasionen daños; pero no creemos que pueda categóricamente decirse que “en nuestro
derecho, el Estado no responde civilmente por los actos legislativos,”19 por lo que se verá a continuación. 7. Casos
en que se acepta la responsabilidad por acto legislativo La misma jurisprudencia, en efecto, ha señalado las
posibles excepciones a la regla general: 7.1. Perjuicio especial Ha dicho así la Corte Suprema en la causa Gratry,20
que “no reúne el perjuicio que se dice experimentado, la condición de especialidad necesaria para que pueda
encuadrarse en el caso de responsabilidad,” con lo cual parece aceptar, para el caso de la responsabilidad
legislativa, la doctrina alemana del “perjuicio especial.” Como dice en esta tesitura mayer, la actividad del Estado
“no ocurre sin que los individuos sufran algunos perjuicios, pero ellos entran en las condiciones de existencia del
Estado al cual los individuos pertenecen; por lo tanto, nada se puede cambiar. Pero a partir del momento en que
esos perjuicios afectan a un individuo de manera desigual y desproporcionada, empieza a actuar la equidad y
cuando el perjuicio se traduce en un daño material... habrá lo que se llama el sacrificio especial... que debe
indemnizarse.”21 7.2. Enriquecimiento sin causa En el caso de la Asociación Escuela Popular Germana Argentina
Belgrano se sostuvo que si bien la ley misma no generaba responsabilidad del Estado por el hecho de causar un
daño, existía de todos modos responsabilidad del Estado si a consecuencia de ella se producía un enriquecimiento
sin causa de la administración.22 En este sentido se puede recordar la opinión de haurIou, quien afirmaba: “El
principio de justicia sobre el cual debe fundarse aquí el derecho a indemnizaciones es aquel del enriquecimiento
sin causa y dos condiciones serán exigidas para que el daño dé lugar a reparación: 1°) Será necesario que el daño
sufrido por el administrado corresponda a un enriquecimiento administrativo...; 2°) será necesario que el
enriquecimiento del patrimonio administrativo sea sin causa, y lo será cuando resulte del ejercicio por la
administración de un derecho
exorbitante al derecho común, por ejemplo, el derecho de expropiación, el derecho de los trabajos públicos, el
derecho de legislación, etc.”
6.‐ Daños causados por el dictado de actos administrativos.
SEGUNDA PARTE
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UNIDAD 5: “PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO”
1.‐ Procedimiento administrativo. Concepto. Tipos de procedimiento. Los principios del procedimiento. Garantía
de defensa: artículos 8 de la CIDH, 18 de la Constitución Nacional y 15 de la Constitución de la Provincia de Buenos
Aires.
Concepto.
‐ Comadira: “Serie, secuencia o sucesión de actos a través de la cual se expresa, ordenada y sistemáticamente, la
voluntad administrativa.”
‐Ercola: “conjunto de formas que se cumple por la Administración y ante ella, con el fin de preparar la emisión de
actos dirigidos a la satisfacción directa e inmediata del interés público.”
Tipos de procedimiento.
Técnico: Es aquel que se propone principalmente el acopio por parte de la administración de los datos,
informaciones y elementos de juicio necesarios para tomar una decisión que no hace referencia a un derecho o
interés legítimo concreto, sino que por el contrario afecta exclusivamente al interés general, al fomento del
bienestar público. Ejemplo: obras públicas.
De gestión:Se propone obtener una decisión concreta de la administración que declare, reconozca o
proteja un derecho o interés jurídicamente protegible, cuya afirmación se pide por lo general por la misma persona
interesada.
Recursivo o de impugnación: iniciado por el particular ante el órgano que dictó una decisión o ante el
superior jerárquico con la finalidad que la revoque.
Sancionador:Que se lleva a cabo para ponderar las circunstancias que concurren en el caso de aplicar las
sanciones pertinentes, si correspondieren.
Los principios del procedimiento.
‐ La juridicidad.
El procedimiento administrativo deberá responder siempre al bloque genérico de la juridicidad estatal, el cual, en
cuanto tal, comprende no sólo la ley formal, sino, también, los principios generales del Derecho, la Constitución
Nacional, los tratados internacionales, los reglamentos, los precedentes administrativos en tanto en su seguimiento
esté comprometida la garantía de igualdad, y también ciertos contratos administrativos.
La Constitución Nacional, causa primaria de la juridicidad estatal, es, pues, el fundamento del principio en
consideración, a través de sus Artículos 31 (configurador de la jerarquía normativa del Estado); 75, inciso 22
(soporte de la jerarquía constitucional limitada en algunos casos y del rango supralegal, siempre, de los tratados
internacionales); 14 y 19 (bases de la exigibilidad de la ley formal para la reglamentación de derechos); 99, incisos
1, 2 y 3 (sustento de los reglamentos autónomos, ejecutivos y de necesidad y urgencia, respectivamente); 76
(habilitante de los reglamentos delegados) y 16 (consagratorio de la garantía de igualdad).
Los modos de aplicación del principio de juridicidad están sujetos a la índole reglada o discrecional de la actividad
administrativa; ello así, pues mientras en la actividad reglada la norma determina, concretamente, el quién
(competencia), por qué (causa), qué(objeto), cómo (forma) y para qué (fin) de la conducta administrativa debida;
en la discrecional, en cambio, la limitación de la entraña de la decisión, contenida en el por qué y/o en el qué, sólo
deviene de los principios generales del derecho, los cuales, normalmente, no pueden operar sino como “límites
negativos”.
Y en lo que se refiere a la consideración de la juridicidad únicamente como un presupuesto límite de la potestad, es
necesario valorar debidamente que la omisión administrativa en el cumplimiento de los deberes exigibles, es,
también, un modo particularmente grave de incumplir con la juridicidad
La juridicidad, entendida como presupuesto, límite y mandato positivo para el accionar de la Administración
Pública es, pues, un principio basilar del procedimiento administrativo en el Estado Social de Derecho y su vigencia
irrenunciable no es un valor negociable, ni siquiera en el altar de la eficacia.
‐ La verdad jurídica objetiva
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Es éste un principio que, como es sabido, radica en la obligación que pesa en el órgano administrativo de adecuar
sus decisiones a la realidad y sus circunstancias, tal como éstas son y con independencia del modo como hayan sido
presentadas por las partes en el procedimiento.
Es una exigencia que también se puede predicar respecto del procedimiento judicial; más aún, a su logro tienden
las más modernas tendencias procesales que propician el fortalecimiento de las facultades instructorias del Juez.
Es razonable que si el objetivo funcional de la Administración pública no radica en la resolución de conflictos, sino
en la gestión directa e inmediata del interés público –lo cual excluye, por definición, toda neutralidad a su
respecto– el principio informador de la relación interorgánica sea, precisamente, el de la jerarquía como
herramienta que asegura formalmente el cumplimiento de las políticas trazadas por el titular de la Administración
para la gestión de aquel interés. Es coherente derivación del significado institucional de la función administrativa,
que los órganos que la ejercen sí sean, en principio, dueños del proceso – a diferencia de lo que pasa en el proceso
judicial‐ y que actúen, en consecuencia, por medio de un procedimiento que, salvado el respeto del derecho al
debido proceso adjetivo, no está condicionado, como regla, por la actividad probatoria de las partes.
‐ Impulsión e instrucción de oficio
Si la búsqueda de la verdad material es un principio inexcusable del procedimiento administrativo, corolario lógico
de él es reconocer a la autoridad administrativa la potestad de conducir oficiosamente el procedimiento.
Quien tiene poder para realizar un cometido, debe contar con las facultades implícitas necesarias para llevar a
buen término la misión deferida, ha sostenido el Alto Tribunal de la Nación. No sería coherente, por ello, que la
verdad material expuesta como objetivo funcional pudiera estar, sin embargo, sujeta en su logro a la diligencia
procesal del administrado cuando el procedimiento en trámite trascendiera, por sus características, el mero interés
privado.
La exclusión de la caducidad del procedimiento administrativo por causa imputable al administrado cuando en
aquél está comprometido un interés público predeterminado por la norma.
‐ El particular como colaborador. El informalismo a favor del administrado
Si el particular es un colaborador de la Administración, aun cuando recurre en defensa de sus derechos, es
razonable, entonces, aceptar que el procedimientoadministrativo asuma una configuración adecuada a esa
circunstancia y que, por tanto, la exigibilidad de las formas que lo constituyen no asuma el mismo rigor que
caracteriza al procedimiento judicial civil.
Como todos los principios del procedimiento también éste se remite, en definitiva, a la Constitución. La eficacia y
eficiencia procuradas por la gestión administrativa es incompatible con el ritualismo estéril; empero, tampoco en
este caso esos valores pueden privar sobre las garantías constitucionales; de ahí que la igualdad será siempre el
límite insoslayable cuando haya contradictores en el procedimiento, e, incluso, cuando haya podido haberlos.
El informalismo, por ello, es aplicable incluso cuando haya contradicción si él es concebido igualitariamente.
‐ El debido procedimiento previo
La Ley Nacional de Procedimientos Administrativos enuncia como uno de los requisitos de las normas reguladoras
del procedimiento, el derecho de los interesados al debido proceso adjetivo, al cual estima configurado,
básicamente, por tres posibilidades: los derechos a ser oído, a ofrecer y producir prueba y a obtener una decisión
fundada.
La Administración Pública no debe iniciar ninguna actuación material que limite derechos de los particulares sin
que previamente haya sido adoptada la decisión que le sirva de fundamento jurídico.
El debido proceso adjetivo como requisito esencial del acto administrativo, expresa, pues, la instrumentación en el
plano jurídico formal de la función administrativa del derecho de defensa reconocido por la Constitución Nacional.
Ahora bien: no debería resultar discutible que la omisión del procedimiento administrativo cuando él es exigible
debe determinar la nulidad absoluta del acto emitido con esa deficiencia.
Garantía de defensa:
Artículos 8 de la CIDH: “Garantías Judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
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2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca
legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes
garantías mínimas:
a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o no habla
el idioma del juzgado o tribunal;
b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;
c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa;
d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de
comunicarse libre y privadamente con su defensor;
e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la
legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo
establecido por la ley;
f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como
testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos;
g) derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y
h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.
3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos.
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia.”
Art. 18 de la Constitución Nacional: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la
ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de
orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en
qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre
la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán
sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de
precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.”
Art 15 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires: “La Provincia asegura la tutela judicial continua y
efectiva, el acceso irrestricto a la justicia, la gratuidad de los trámites y la asistencia letrada a quienes carezcan de
recursos suficientes y la inviolabilidad de la defensa de la persona y de los derechos en todo procedimiento
administrativo o judicial.
Las causas deberán decidirse en tiempo razonable. El retardo en dictar sentencia y las dilaciones indebidas cuando
sean reiteradas, constituyen falta grave.”
2.‐ El debido procedimiento administrativo como medio de defensa de los derechos individuales y como medio de
protección de los intereses públicos. Diferencias con el proceso administrativo. Normativa Nacional, de la Provincia
de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Procedimiento administrativo municipal.
Diferencias con el proceso administrativo.
Procedimiento administrativo Proceso jurisdiccional administrativo
Basado en el INFORMALISMO Basado en el principio de PRECLUSIÓN.
No acontece lo mismo en el procedimiento (sin La cosa juzgada da a la sentencia una inmutabilidad
perjuicio de la estabilidad del acto), la decisión final casi absoluta.
puede ser revocada a favor o en contra.
Es dirigido y coordinado por la administración pública, Es dirigido por el juez o tribunal como órgano ajeno a
que es parte. No siempre hay conflicto con el las partes en controversia.
particular, pudiendo aparecer éste como “interesado”.
Normativa Nacional, Provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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‐ A nivel nacional el proceso y el procedimiento administrativos están regulados conjuntamente en la Ley
19549.
‐ A nivel Provincial el Procedimiento está reglado en el Decreto 7647/70 y el Proceso en la Ley 12008.
‐ En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el procedimiento está regulado en el Decreto 1510/97.
Procedimiento administrativo municipal.
En febrero de 1980, casi 10 años después de la sanción del Decreto 7467, se dictó la Ordenanza General 267 de
procedimiento administrativo municipal. De esta manera, se terminó con el caos imperante hasta el momento, ya
que existían tantos regímenes procedimentales como municipios.
La fundamentación de la Ordenanza General 267 destaca que su normativa similar a la ley 7647 permitirá “un
armónico ensamblaje con el aprovechamiento de la experiencia recogida a través del lapso de aplicación de la
misma. En definitiva, se admitió que no existían inconvenientes que impidieran su adaptación para normar el
procedimiento administrativo municipal, ya que se trata de una reglamentación que, con ciertas modalidades,
recepta las pautas básicas que componen la disciplina que específicamente refieren al aspecto adjetivo o formal
del desenvolvimiento administrativo.
3.‐ El Decreto ‐ Ley 7647/70. Ámbito de aplicación. Competencia. Reglas generales. Delegación, sustitución y
avocación. Conflictos de competencia. Sujetos de la relación procedimental.
Ámbito de aplicación.
ARTÍCULO 1°: “Se regulará por las normas de esta Ley el procedimiento para obtener una decisión o una prestación
de la Administración Pública de Buenos Aires y el de producción de sus actos administrativos. Será de aplicación
supletoria en las tramitaciones administrativas con regímenes especiales.”
Rige el procedimiento que se sustancia ante cualquier órgano del Poder Ejecutivo, los órganos descentralizados
tienen usualmente reglas de procedimiento en sus reglamentaciones, aunque de carácter limitado.
Se aplica a todo trámite que carezca de regulación especial, es decir, aquellos casos no contemplados en la
normativa especial.
Existen, sin embargo, algunas situaciones especiales que han generado reparos respecto de la aplicación directa de
la LPABA:
‐ Empresas públicas: las empresas del Estado y sociedades de economía mixta de propiedad total o parcial,
según el caso, de la provincia de Buenos Aires, deben acomodar sus trámites a las disposiciones de la Ley 7647.
La aplicación de sus cláusulas es directa, ya que “administrador” en el sentido del procedimiento administrativo
no son sólo los órganos administrativos strictu sensu de la Administración central, sino también de los entes
descentralizados, entes autárquicos, empresa del Estado y sociedades del Estado, en tanto emitan actos
administrativos.
‐ Sociedades del Estado: la ley que regula en forma específica su funcionamiento determina expresamente que
no serán aplicables a las sociedades del Estado las leyes de procedimientos administrativos.
Cassagne enseña que el sentido de esta exclusión no puede ser otro que la no aplicación de los requisitos
sustanciales y adjetivos de dicho ordenamiento en orden a los actos unilaterales y bilaterales que celebre la
entidad que, como es obvio, se regulan por el derecho comercial o civil. Por lo demás, el trámite de petición
para obtener decisiones de la sociedad y los recursos que eventualmente se interpongan contra las mismas
aparecen regidos por la ley general de procedimiento administrativo.
‐ Municipalidades:Antes del dictado de la Ordenanza General 267 se había intentado aplicar el Decreto – Ley
7647. La SCJBA se pronunció en sentido negativo, interpretando que el texto del art. 1 no permite otorgarle tal
alcance.
‐ Entidades públicas no estatales: se trata de entidades que no pertenecen a la Administración Publica y, por
ende, las disposiciones de la LPABA no se aplican a ellas.
Sin embargo, dado que actúan en el marco del Derecho Público cabe reclamarles un nivel de eficacia y un
respeto por los derechos individuales idéntico al que se exige a los organismos estatales. De allá que
entendamos que las normas procedimentales generales se les aplican en forma supletoria.
‐ Contratos administrativos: Nuestra ley, a diferencia de la nacional, nada dice respecto de su posible aplicación
en cuanto a elementos y caracteres de los contratos que celebra la administración. La LPABA regula sólo los
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requisitos esenciales y efectos de las decisiones unilaterales de la Administración. Por lo demás, los contratos
de la Administración no configuran actos administrativos.
Competencia.
ARTÍCULO 2°: “Las actuaciones cuya resolución corresponda a la Administración Pública, deberán ser iniciadas ante
el órgano administrativo competente.”
Concepto de competencia administrativa: toda la gestión del Estado (no sólo aquélla que hace a su actividad
administrativa) se lleva a cabo por órganos que constituyen nociones abstractas o instrumentales, lógicamente
integrados por persona físicas. Los hechos y decisiones de tales órganos se imputan a la nación, a las provincias y a
los municipios, ya que son éstos los sujetos de derecho público que actúan a través de aquéllos, para lograr sus
fines atinentes al interés general de la comunidad.
Entonces, la competencia administrativa es el conjunto de atribuciones que el bloque de legalidad confiere a un
órgano o ente estatal. Es la aptitud legal de un órgano o ente para ser titular de una potestad u ejercerla.
Reglas generales.
ARTÍCULO 3°: “La competencia de los órganos de la Administración Pública se determinará por la
Constitución de la Provincia, las leyes orgánicas administrativas y los reglamentos que dicten el Poder Ejecutivo y
las entidades autárquicas. La competencia es irrenunciable y se ejercerá precisamente por los órganos
administrativos que la tengan atribuida como propia, salvo los casos de delegación, sustitución o avocación
previstos por las leyes.”
Delegación, Sustitución y Avocación.
Son excepciones al principio de improrogabilidad.
‐ Delegación:es el acto jurídico a través del cual un órgano superior le transfiere a un inferior (o de igual
jerarquía) su competencia para realizar una actividad determinada. En este supuesto, no se delega la titularidad de
la competencia, sino el ejercicio de la misma.
La delegación puede ser: 1) interorgánica: consiste en la transferencia de facultades de un órgano superior a uno
inferior. 2) entre entes públicos: la doctrina española postula la posibilidad de delegación entre el Estado y los
entes locales reconociendo, no obstante, que tiene escasa aplicación. El derecho argentino no ha recogido
orgánicamente esta figura.
La delegación debe siempre estar autorizada expresamente por una norma.
‐ Sustitución:La sustitución se funda en las prerrogativas de control que tiene el órgano superior sobre el
inferior, y procede en supuestos de deficiente administración o abandono de funciones en que incurra el órgano
que es sustituido.
Es necesario que una norma autorice tal sustitución.
‐ Avocación: Aparece cuando un órgano superior ejerce facultades de un órgano inferior.
El órgano superior decide sustraer del conocimiento y decisión de un asunto a un órgano inferior. Se basa en la
potestad jerárquica y es manifestación extraordinaria y excepcional del control dentro de la administración. En
Provincia, la avocación será procedente a menos que una norma expresa disponga lo contrario. La responsabilidad
es del superior quien va a ejercer la competencia.
Cassagne la define como la asunción por parte del órgano superior de la competencia para conocer y decidir en un
acto o asunto que le corresponde al inferior por la competencia atribuida al último. El superior, por sí mismo, sin
pedido de parte, decide sustituir al inferior en el conocimiento y decisión de un asunto para el que éste era
competente.
Nación: La avocación procede siempre que no haya una ley que la prohíba. La delegación debe siempre estar
autorizada por la ley.
Provincia: Tanto la avocación como la delegación deben estar autorizadas por la ley.
Conflictos de Competencia.
ARTÍCULO 4°: “Cuando se produzca un conflicto interno de competencia entre autoridades u organismos
administrativos, será resuelto por el ministro de que dependan.
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Los conflictos de competencia interministeriales o entre las dependencias de los ministerios y las entidades
autárquicas o de éstas entre sí serán resueltos por el Poder Ejecutivo.”
ARTÍCULO 5°: “En los conflictos de competencia se observarán las siguientes reglas:
1.‐ Cuando dos autoridades se encuentren entendiendo en el mismo asunto, cualquiera de ellas de oficio o a
petición de partes, se dirigirá a la otra reclamando para si el conocimiento del asunto. Si la autoridad requerida
mantiene su competencia, elevará sin más trámite las actuaciones al órgano administrativo que corresponda
resolver quien decidirá la cuestión sin otra sustanciación, que dictamen de la Asesoría General de Gobierno.
2.‐ Cuando dos ministerios o entidades autárquicas rehusaren conocer en el asunto, el último que lo hubiere
recibido deberá elevarlo al Poder Ejecutivo, quien decidirá previo dictamen del Asesor General de Gobierno.”
Sujetos de la relación procedimental
Se discute en doctrina si realmente puede hablarse de “parte”, porque lo que la Administración busca es realizar el
interés público y el particular sería un colaborador en esa búsqueda, por ende sus intereses no podrían estar
contrapuestos.
No obstante, ello, Botassi entiende que las partes son:
1) la Administración Pública
2) el particular que inicia el procedimiento (persona física o jurídica, pública o privada).
La administración (en sentido lato): respecto del sujeto público de la relación, se ha dicho con acierto que no es
posible otorgarle calidad de parte pues si bien actúa con consecuencias sobre los administrados, lo hace en función
de obtener la mejor decisión posible, que puede o no coincidir con el interés del particular señala Gordillo que el
carácter de parte que se asigna al administrador en el procedimiento no es del todo igual al de los particulares u
otras entidades que impugnan o solicitan algo: el administrador que resuelve, aún como parte, se encuentra en
una situación diferente, pues tiene facultades frente a su contraparte de las que ésta carece.
El particular (parte): si bien puede admitirse que el particular frente a la Administración, por no ser litigante,
colabora con la misma para que ésta decida conforme a derecho, no cabe duda que persigue un interés personal
de obtener el reconocimiento de su derecho, el cese de una perturbación o la satisfacción de una determinada
prestación. Entendemos que el particular es parte en el procedimiento. En el campo del procedimiento
administrativo, lo que realmente interesa es la existencia o no de un interés particular en cabeza del administrado.
Interesado que no es parte:El artículo 10 de la LPABA niega la condición de parte a quien interviene en un
procedimiento bajo las siguientes circunstancias:
‐ que peticione con apoyo en un interés simple.
‐ cuando se trate de una cuestión vinculada a obras o servicios públicos, proyectados o en marcha, respecto de los
cuales el particular no posea más que un mero interés.
‐ que se trate de una cuestión potestativa para la Administración.
En estos casos, el administrado sólo ejercita su facultad de peticionar a las autoridades, de acuerdo a lo establecido
en los artículos 14 de la Constitución Nacional y 12 de la Constitución de la Provincia.
4.‐ Interesados, representantes y terceros. Legitimación. Representación. Acceso al expediente. Domicilios.
Legitimación.
ARTÍCULO 10: “La actuación administrativa puede iniciarse de oficio o a petición de cualquier persona o entidad
pública o privada, que tenga derecho o interés legitimo.
El que instare ante la Administración Pública un procedimiento relacionado con obras o servicios públicos, o el que
peticionare con el objeto de lograr una decisión de la Administración, comprendida en las facultades potestativas
no será tenido por parte en el procedimiento; lo que se le hará saber.”
Representación.
ARTÍCULO 13: “La persona que se presente en las actuaciones administrativas por un derecho o interés que no sea
propio, aunque le competa ejercerlo en virtud de representación legal, deberá acompañar con el primer escrito los
documentos que acrediten la calidad invocada.
Sin embargo, los padres que comparezcan en representación de sus hijos y el marido que lo haga en nombre de su
mujer, no tendrán obligación de presentar las partidas correspondientes, salvo que fundadamente les fueran
requeridas.”
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ARTÍCULO 14: “Los representantes o apoderados acreditarán su personería desde la primera intervención que
hagan a nombre de sus mandantes, con el instrumento público correspondiente, o con carta‐poder con firma
autenticada por la Justicia de Paz, o por escribano público.
En caso de encontrarse agregado a otro expediente que tramite la misma repartición bastará la certificación
correspondiente. “
ARTÍCULO 15: “El mandato también podrá otorgarse por acta ante la autoridad administrativa, la que contendrá
una simple relación de la identidad y domicilio del compareciente, designación de la persona del mandatario,
mención de la facultad de percibir sumas de dinero, u otro especial que se le confiera.
Cuando se faculte a percibir sumas mayores de quinientos pesos, se requerirá poder otorgado ante escribano
público.”
ARTÍCULO 16: “Cesará la representación en las actuaciones:
1. Por revocación del poder. La intervención del interesado en el procedimiento no importa revocación, si al
tomarla no lo declara expresamente.
2. Por renuncia, después de vencido el término del emplazamiento al poderdante o de la comparecencia del
mismo en el expediente.
Este emplazamiento deberá hacerse en el domicilio real del interesado bajo apercibimiento de continuar los
trámites sin su intervención.
3. Por muerte o inhabilidad del mandatario. Este hecho suspende el trámite administrativo hasta la
comparecencia del mandante, a quien se le intimará bajo apercibimiento de continuar el trámite sin su
intervención o disponerse el archivo del expediente, según corresponda.”
ARTÍCULO 17: “Desde el momento en que el poder se presenta a la autoridad administrativa y ésta admita la
personería, el representante asume todas las responsabilidades que las leyes le imponen y sus actos obligan al
mandante como si personalmente los practicare. Está obligado a continuar la gestión mientras no haya cesado
legalmente en su mandato, y con él se entenderán los emplazamientos, citaciones y notificaciones, incluso las de
las decisiones de carácter definitivo, salvo las actuaciones que la Ley disponga se notifique al mismo poderdante o
que tengan por objeto su comparendo personal.”
ARTÍCULO 18: “Cuando a criterio de la autoridad administrativa un mandatario entorpeciera el trámite
administrativo, formulare falsas denuncias, tergiversare hechos y procediera en el desempeño de su cometido con
manifiesta inconducta, podrá ser separado de las actuaciones intimándose por cédula al mandante que intervenga
directamente o por nuevo apoderado, bajo apercibimiento de continuarse el trámite sin su intervención. Durante
el emplazamiento para que el mandante instituya nuevo apoderado, se suspenderá el trámite administrativo.”
ARTÍCULO 19: “Cuando varias personas se presenten formulando un petitorio del que no surjan intereses
encontrados, la autoridad administrativa podrá exigir la unificación de la representación, dando para ello un plazo
de diez días, bajo apercibimiento de designar un apoderado común, de entre los peticionantes. La unificación de
representación también podrá pedirse por las partes en cualquier estado del trámite. Con el representante común
se entenderán los emplazamientos, citaciones y notificaciones, incluso las de la decisión definitiva, salvo las
actuaciones que la Ley disponga se notifiquen directamente al interesado o las que tengan por objeto su
comparendo personal.”
ARTÍCULO 20: “Una vez hecho por los peticionarios o por la autoridad administrativa el nombramiento del
mandatario común, podrá revocarse por acuerdo unánime de aquellos. Cualquiera de los interesados podrá
revocar su mandato cesando para él la representación común.”
ARTÍCULO 21: “Cuando se invoque el uso de una firma social deberá acreditarse la existencia de la sociedad
acompañándose el contrato respectivo, o copia certificada por escribano público o autoridad administrativa.
Cuando se tratare de sociedades irregulares o de hecho, la presentación deberán firmarla todos los socios a
nombre individual, indicando cuál de ellos continuará vinculado a su trámite.”
ARTÍCULO 22: “Cuando se actúe en nombre de una persona jurídica, que requiera autorización del Estado para
funcionar, se mencionará la disposición que acordó el reconocimiento, declarándose bajo juramento la vigencia del
mandato de las autoridades peticionantes. Podrá exigirse la presentación de la documentación pertinente, cuando
la autoridad administrativa lo considere necesario. Las asociaciones que fueren sujetos de derecho de acuerdo con
el artículo 46 del Código Civil (Ley 17711) ‐ actual 190 CCYC‐ , acreditarán su constitución y designación de
autoridades con la escritura pública o instrumento privado autenticado.”
ARTÍCULO 23: Cuando de la presentación del interesado o de los antecedentes agregados al expediente sugiera
que alguna persona o entidad, pudiera tener interés directo en la gestión, se le notificará de la existencia del
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expediente al solo efecto de que tome intervención en el estado en que se encuentren las actuaciones, sin
retrotraer el curso del procedimiento.
Acceso al expediente.
ARTÍCULO 11: La parte interesada, su apoderado o letrado patrocinante, tendrán acceso al expediente durante
todo su trámite, pudiendo, a su cargo, copiar o fotocopiar todas sus partes. El pedido de vista podrá hacerse
verbalmente y se concederá sin necesidad de resolución expresa al efecto, en la oficina en que se encuentre el
expediente, aunque no sea la mesa de entradas o receptoría.
El párrafo anterior del presente artículo será exhibido en todas las reparticiones de la Administracióncentralizada,
descentralizada y entes autárquicos al público.
Domicilios.
ARTÍCULO 24: Toda persona que comparezca ante la autoridad administrativa, sea por sí o en representación de
terceros, constituirá en el primer escrito o acto en que intervenga un domicilio dentro del radio urbano del asiento
de aquélla.
El interesado deberá además manifestar su domicilio real. Si no lo hiciere o no denunciare el cambio, las
resoluciones que deban notificarse en el domicilio real se notificarán en el domicilio constituido. El domicilio
constituido podrá ser el mismo que el real.
ARTÍCULO 25: La constitución del domicilio se hará en forma clara y precisa, indicando calle y número, o piso,
número o letra del escritorio o departamento. No podrá constituirse domicilio en las oficinas públicas.
ARTÍCULO 26: “Si el domicilio no se constituyera conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, o si el que se
constituyera no existiera o desapareciera el local o edificio elegido o la numeración del mismo, se intimará al
interesado en su domicilio real para que constituya nuevo domicilio, bajo apercibimiento de continuar el trámite
sin su intervención o disponer su archivo según corresponda.”
ARTÍCULO 27: “El domicilio constituido producirá todos su efectos, sin necesidad de resolución y se reputará
subsistente mientras no se designe otro.”
ARTÍCULO 28: “Los apoderados y representantes tienen la obligación de denunciar en el primer escrito o
presentación personal, el domicilio real de sus mandantes. Si no lo hicieren se les intimará para que subsanen la
omisión.”
5.‐ Formalidades de los escritos. Denuncia, reclamo y recurso. Ordenamiento de los expedientes. Vicios en el
procedimiento. Consecuencias. Subsanación.
Formalidades de los escritos.
ARTÍCULO 29: “Los escritos serán redactados a máquina o manuscritos en tinta en idioma nacional, y en forma
legible, salvándose toda testadura, enmienda o palabras interlineadas. Llevarán en la parte superior una suma o
resumen del petitorio.
Serán suscriptos por los interesados, representantes o apoderados. En el encabezamiento de todo escrito, sin más
excepción que el que iniciare una gestión, debe indicarse numeración y año del expediente a que corresponde y en
su caso, contendrá la indicación precisa de la presentación que se ejerza. Se empleará el sellado de ley cuando
corresponda o papel tipo oficio u otra similar, repuesto con estampillas fiscales. Podrá emplearse el medio
telegráfico para contestar traslados o vistas e interponer recursos.”
Consideraciones generales: si bien el procedimiento administrativo no es formal, descartándose solemnidades de
cualquier naturaleza, se requiere que las presentaciones de las partes sean claras, prolijas y que cumplan ciertos
requisitos mínimos vinculados al orden y buena marcha del trámite.
La identificación precisa de la representación ejercida permite identificar a la parte y otorgar legitimación al
representante legal o voluntario.
‐ Firma: en todos los casos debe aparecer la firma del compareciente como manifestación imprescindible de su
voluntad. La firma no es la simple escritura que una persona hace de su nombre y apellido: no es la simple
escritura que una persona hace de su particular, según el modo habitual seguido por la persona en diversos
actos sometidos a esta formalidad.
‐ Medio telegráfico:el artículo la autoriza para el sólo supuesto de contestar traslados o vistas a interponer
recursos administrativos.
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‐ Omisión: por aplicación del principio de informalismo, si el particular omitiera alguno de estos requisitos
formales en su presentación, la autoridad administrativa, antes de rechazarlo o dejar de darle curso, intimará al
interesado para que subsane la omisión.
ARTÍCULO 30: “Podrá acumularse en un solo escrito más de una petición, siempre que fueran asuntos conexos que
se puedan tramitar y resolver conjuntamente. Si a juicio de la autoridad administrativa no existe la conexión
implícita o explícitamente alegada por el interesado o trajere entorpecimiento a la tramitación de los asuntos, lo
emplazara para que presente las peticiones por separado, bajo apercibimiento de sustanciarse solamente aquélla
por la que opte la Administración si fuesen separables, o en su defecto disponerse el archivo.”
ARTÍCULO 31: “Cuando un escrito sea suscripto a ruego por no poder o no saber hacerlo el interesado la autoridad
administrativa lo hará constar, así como el nombre del firmante y también que fue autorizado en su presencia o se
ratificó ante él la autorización, exigiéndose la acreditación de la identidad personal de los que intervinieren.
Si no hubiere quien pueda firmar a ruego del interesado, el funcionario procederá a darle lectura y certificará que
éste conoce el texto del escrito y ha estampado la impresión digital en su presencia.”
ARTÍCULO 32: “En caso de duda sobre la autenticidad de una firma, podrá la autoridad administrativa llamar al
interesado para que en su presencia y previa justificación de su identidad, ratifique la firma o el contenido del
escrito.
Si el citado negare el escrito, se rehusare a contestar o citado personalmente por segunda vez no compareciere, se
tendrá al escrito por no presentado.”
ARTÍCULO 33: “Todo escrito por el cual se promueva la iniciación de una gestión ante la Administración
Pública deberá contener los siguientes recaudos:
a) Nombres, apellido indicación de identidad y domicilio real del interesado.
b) Domicilio constituido de acuerdo con el artículo 24.
c) Relación de los hechos, y si se considera pertinente indicará la norma en que funde su derecho.
d) La petición concretada en términos claros y precisos.
e) Ofrecimiento de toda la prueba de que ha de valerse, acompañando la documentación en que funde su
derecho el peticionante o en su defecto su mención con la individualización posible, expresando lo que de ella
resulte y designando el archivo, oficina pública o lugar donde se encuentren los originales.
f) Firma del interesado o apoderado.”
ARTÍCULO 34: “Todo escrito inicial deberá presentarse en Mesa de Entradas o receptorias o podrá remitirse por
correo. Los escritos posteriores podrán presentarse igualmente donde se encuentre el expediente. La autoridad
administrativa deberá dejar constancia en cada escrito de la fecha en que fuere presentado o recibido, poniendo al
efecto el cargo pertinente o sello fechador; debiendo darle el trámite que corresponda en el día de la recepción.
Si el escrito recibido por correo correspondiere a traslados, recursos, vistas o cualquier presentación sujeta a plazo,
se tendrá como válido el día de su despacho por la oficina de correos, a cuyos efectos se agregará el sobre sin
destruir un sello de expedición.
De toda actuación que se inicie en Mesa de Entradas se dará una constancia con la numeración del expediente que
se origine.”
ARTÍCULO 35: “Podrá la autoridad administrativa mandar testar las expresiones ofensivas de cualquier índole, que
se consignasen en los escritos, sin perjuicio de la aplicación de las demás medidas disciplinarias que correspondan”.
ARTÍCULO 36: “Los documentos que se acompañan a los escritos o aquéllos cuya agregación se solicite a titulo de
prueba, podrán presentarse en su original o en testimonio expedidos por oficial público o autoridad competente.
Podrá solicitarse la reserva de cualquier documento, libro o comprobante que se presente, en cuyo caso se
procederá a su guarda bajo constancia.”
ARTÍCULO 37: “Los documentos expedidos por autoridad extraña a la jurisdicción de la Provincia deberán
presentarse debidamente legalizados. Los redactados en idioma extranjero deberán acompañarse con su
correspondiente traducción hecha por traductor matriculado.”
ARTÍCULO 38: “Los documentos y planos que se presenten, excepto los croquis, deberán ser firmados por
profesionales inscriptos en la matrícula, cuando así lo exija la ley de reglamentación de las profesiones
correspondientes.“
ARTÍCULO 39: “Todo interesado que haga entrega de un documento o escrito, podrá solicitar verbalmente y en el
acto, que se le entregue una constancia de ello.
Podrá para tal fin entregar una copia de los mismos para que al pie o al dorso de ella se certifique la entrega. La
autoridad administrativa lo hará así, estableciendo en dicha constancia que el interesado ha hecho entrega en la
oficina de un documento o escrito bajo manifestación de ser el original de la copia suscripta.”
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Denuncia, reclamo y recurso.
Escrito inicial, distinción entre denuncia, reclamo y recurso:
‐ La denuncia puede deberse a omisiones,actos o hechos, pero se basa en un interés simple, por lo que su
sustanciación resulta facultativa para la repartición.
‐ El reclamo, generalmente, se origina ante una actitud pasiva u omisiva de la Administración y que el
reclamante actúa en apoyo de un derecho subjetivo o un interés legítimo. De allí que su tramitación resulte
obligatoria para aquél órgano que lo recibe.
‐ El recurso se dirige únicamente al cuestionamiento de actos administrativos, por estimarlos violatorios de
derechos subjetivos o intereseslegítimoso por no participar en el criterio de mérito de la decisión adoptada. Su
análisis es obligatorio.
Ordenamiento de los expedientes.
ARTÍCULO 40: El número con que se inicia un expediente será conservado a través de las actuaciones sucesivas,
cualesquiera sean los organismos que intervengan en su trámite. Queda prohibido el asentar en el expediente
ningún otro número o sistema de identificación que no sea el asignado por el organismo iniciador del expediente.
ARTÍCULO 41: Los expedientes serán compaginados en cuerpos que no excedan de doscientas fojas salvo los casos
en que tal límite obligara a dividir escritos o documentos que constituyan un solo texto.
ARTÍCULO 42: Todas las actuaciones deberán foliarse por orden correlativo, incluso cuando se integren con más de
un cuerpo de expediente. Las copias de notas, informes o disposiciones que se agreguen a un expediente
juntamente con su original, se foliarán por orden correlativo, dejándose constancia en cada una de ellas el número
de copia que le corresponde.
ARTÍCULO 43: Cuando los expedientes vayan acompañados de antecedentes que por su volumen no pueden ser
incorporados, se confeccionarán anexos.
ARTÍCULO 44: Cuando se reciba en Mesa de Entradas un escrito que se refiera a un expediente en trámite en
dependencias internas, debe registrarse como “Alcance”.
ARTÍCULO 45: Toda acumulación de expediente o alcances importa la incorporación a otro expediente. La
reglamentación fijará el procedimiento de foliación en estos casos. Los expedientes que se solicitan al solo efecto
informativo, deberán acumularse sin incorporar.
ARTÍCULO 46: Todo desglose se hará bajo constancia.
ARTÍCULO 47: Cuando se inicien expediente y trámites internos con fojas desglosadas, éstas serán precedidas de
una constancia con la mención de las actuaciones del cual proceden, de la cantidad de fojas con que se inicia el
nuevo y las razones que haya habido para hacerlo.
Vicios en el procedimiento. Consecuencias. Subsanación
La voluntad de la administración se concreta luego de un procedimiento que configura un requisito de validez del
acto final. Todo defecto esencial en el procedimiento incide en la voluntad administrativa, afectando la decisión.
Pero además los vicios de procedimiento acarrean la nulidad de la decisión cuando son de tal entidad que afectan
el ejercicio del derecho de defensa por parte del administrado, impiden la confrontación necesaria para adjudicar
un contrato o discernir un empleo en el marco de una licitación o un concurso, o ignoran los trámites de
actuación de los órganos colegiados (quórum, orden del día, funcionamiento de las sesiones). No debe soslayarse
en el análisis de esta delicada cuestión que las nulidades por vicios en el procedimiento procuran evitar que el
incumplimiento de las formas o trámites esenciales se traduzca en perjuicio para alguna de las partes o las
coloque en estado de indefensión.
El cuestionamiento de una resolución administrativa, fundado en los vicios evidenciados en el procedimiento, en
principio de halla excluido de su conocimiento, por cuanto en su acceso al tribunal el afectado puede ejercer su
defensa y probar las irregularidades incurridas por la entidad pública. No obstante, tal criterio cede paso cuando
la irregularidad en el trámite previo al acto administrativo configura un atentado irreparable al derecho de
defensa.
La Contaduría General de la Provincia.
ARTÍCULO 103: “Los actos administrativos se producirán por el órgano competente mediante el procedimiento
que en su caso estuviere establecido.
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El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico y será adecuado a los fines de
aquellos.”
6.‐ La Procuración del Tesoro de la Nación y la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires. La Asesoría
General de Gobierno. Intervención en el procedimiento. Distinción entre dictamen y vista.
La Procuración del Tesoro de la Nación
Es un organismo desconcentrado del Poder Ejecutivo de la República Argentina, cuya estructura administrativa y
presupuesto están contenidos en la estructura y presupuesto del Ministerio de Justicia de la Nación.
Es el órgano superior del Cuerpo de Abogados del Estado; los servicios jurídicos de cada Ministerio y ente de la
Administración Pública nacional (generalmente constituidos como Dirección General Legal y Técnica), si bien
responden jerárquicamente a la autoridad de la dependencia en cuestión (por ejemplo, al ministro), deben
observar y respetar las normas y criterios que emanan de la Procuración del Tesoro.
Su función es asimilable a la de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires.
Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires/ La Asesoría General de Gobierno. Intervención en el
Procedimiento.
ARTÍCULO 57: Sustanciadas las actuaciones, el órgano o ente que deba dictar resolución final o en su caso el
ministro correspondiente, solicitará dictamen del Asesor General de Gobierno y dará vista al Fiscal de Estado
cuando corresponda de acuerdo con su Ley Orgánica, luego de lo cual no se admitirán nuevas presentaciones
La función consultiva de tipo jurídico la lleva a cabo en la Provincia de Buenos Aires la Asesoría General de
Gobierno: en las municipalidades, el servicio jurídico que cada una haya organizado en función de potestades
propias (Asesoría Legal, Departamento de Asuntos Jurídicos, etc.).
El producto de esa función consultiva es el dictamen, que consiste en un acto de la Administración, anterior al acto
administrativo final, que ilustra y asesora respecto de cuestiones que requieren conocimientos específicos.
Función de contralor y vista del trámite: si bien la función de contralor dentro de la actividad administrativa
presupone, por lo general, la existencia de una dependencia jerárquica, existen supuestos en los que ciertos
órganos fiscalizan las realizaciones de otros sin revestir la condición apuntada.
La vista a la que hace mención el artículo 57 es la que toma la Fiscalía de Estado a fin de realizar el control de
legalidad de lo actuado y pronunciarse sobre la orientación que cabe dar al acto final próximo a emitirse.
ASESORÍA GENERAL DE GOBIERNO: Es un órgano de carácter legal, ya que a diferencia de la Fiscalía de Estado no
aparece establecido por la Constitución Provincial. Es por ello que su organización y facultades surgen
exclusivamente de su ley orgánica.
De acuerdo a ella, la Asesoría General de Gobierno tendrá a su cargo el asesoramiento jurídico del Poder Ejecutivo
y de todos los organismos que integran la Administración Pública, centralizada y descentralizada.
Procedimiento para la emisión de dictámenes: una vez que se han agregado al expediente los informes de las
reparticiones técnicas (Contaduría de la Provincia, Consejo de Obras Públicas, etc.) y antes del pase para la vista del
fiscal de Estado si correspondiera, se deberá solicitar el dictamen de la Asesoría General de Gobierno respecto de
las cuestiones jurídicas de su competencia. Al girarse las actuaciones deberá indicarse el o los puntos respecto de
los cuales debe expedirse.
FISCALÍA DE ESTADO:la Fiscalía de Estado es un organismo que posee naturaleza constitucional. Su titular es el
Fiscal de Estado, al cual la Constitución de la Provincia le otorga el carácter de inamovible y le encomienda la labor
de defender el patrimonio del fisco.
Su nombramiento se produce por voluntad del Gobernador, pero con el acuerdo del Senado.
En defensa del interés fiscal, este funcionario no solo evacua las vistas en los expedientes administrativos de
contenido patrimonial y defiende en juicio a la provincia, sino que puede demandar a esta última cuestionando
actos administrativos que estime contrarios a derecho. En este último caso, la defensa de la provincia será asumida
por la Asesoría General de Gobierno.
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Emisión de vistas: para evacuar la vista conferida al Fiscal de Estado podrá requerir de cualquier repartición de la
Administración que se practiquen las medidas y se le remitan los datos, informes, antecedentes o expedientes
administrativos que estime necesarios, debiendo darse cumplimiento al pedido dentro de los 5 días formulado.
Dictamen y vista
Carácter no vinculante: de acuerdo a lo establecido en el artículo 57 de LPABA, luego de producid la prueba y antes
del dictado del acto administrativo final, resulta obligatorio recibir en el expediente el dictamen de la Asesoría
General de Gobierno y la vista de la Fiscalía de Estado. Esta obligatoriedad en cuanto a la efectiva producción de
estos actos de asesoramiento y control no se extiende a su contenido, puesto que la Administración activa no está
obligada a decidir de la manera opinada en los mismos.
Al no ser vinculantes para la autoridad a cargo del trámite, los dictámenes jurídicos y las vistas de la Fiscalía de
Estado no constituyen resoluciones denegatorias ni actos que agravien al particular en caso de ser contrarios a su
postura. Por esa misma razón no son recurribles. Tampoco le acuerdan derecho alguno en caso de ser favorables a
su pretensión.
VISTA DICTAMEN
No interviene en todos los procedimientos Es obligatorio como acto administrativo anterior al
administrativos, sino en las cuestiones en que se acto final de todo procedimiento.
puedan ver afectadas los aspectos patrimoniales de la
Provincia.
Emana de la Fiscalía de Estado. Emana de la Asesoría General de Gobierno.
La administración puede separarse de su contenido sin Al ser una opinión calificada, la administración no
fundamentación, pero con la advertencia de que puede apartarse infundadamente de su contenido.
podrían suscitarse objeciones posteriores.
Tiene carácter fiscalizador, sirve para preveer posibles Tiene carácter de asesoramiento.
acciones que pudieran surgir de la aplicación de la
medida propuesta.
UNIDAD 6: PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.
1.‐ Los plazos en el procedimiento. Concepto. Cómputo. Prórroga. Obligatoriedad de los plazos. Plazo de gracia.
Incumplimiento de los plazos por la Administración y denegatoria tácita. Queja. Amparo por mora.
Los plazos en el procedimiento. Concepto.
Plazos administrativos: tal como sucede en el proceso judicial, las partes del procedimiento administrativo deben
realizar determinados actos en ciertos lapsos fijados por la normativa vigente. Este espacio de tiempo útil para
realizar la actividad procedimental se denomina “plazo” o “término”.
Cómputo.
ARTÍCULO 68: “Todos los plazos administrativos se cuentan por días hábiles salvo expresa disposición legal o
habilitación y se computan a partir del día siguiente de la notificación.”
Como surge del artículo, los plazos se cuentan por días hábiles. Esta limitación es una consecuencia de la necesidad
de correlacionar la actividad del particular y de la propia Administración a las jornadas de trabajo de las oficinas
públicas ya que, en definitiva, toda presentación o actuación procedimental deberá concretarse ante las mismas.
Habilitación de días inhábiles: cuando las circunstancias así lo aconsejen, y mediando expresa notificación al
interesado, la autoridad a cargo del trámite podrá disponer diligencias
a realizar en días sábados, domingos e, incluso, feriados. Se trata de una facultad de la Administración que podrá
ejercer de oficio o a petición de parte.
Cómputo del plazo: para establecer si un plazo ha fenecido deben considerarse únicamente los días hábiles
administrativos que han transcurrido, contados a partir del día siguiente de la notificación al interesado.
Prórroga.
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ARTÍCULO 73: Si los interesados lo solicitan antes de su vencimiento, la autoridad administrativa interviniente
podrá conceder una prórroga de los plazos establecidos en esta Ley o en otras disposiciones administrativas,
siempre que con ello no se perjudiquen derechos de terceros.
Obligatoriedad de los plazos.
ARTÍCULO 71: Los plazos administrativos obligan por igual y sin necesidad de intimación alguna a las autoridades
administrativas, a los funcionarios públicos personalmente, y a los interesados en el procedimiento.
Plazo de gracia.
Plazo de gracia: la parte final del artículo 124 del CPCC dispone que “el escrito no presentado dentro del horario
judicial del día en que venciere un plazo, sólo podrá ser entregado válidamente en la secretaría que corresponda, el
día hábil inmediato posterior y dentro de las 2 primeras horas del despacho”.
El plazo de gracia ha sufrido una modificación en cuanto a su extensión, ya que, en concordancia con la normativa
vigente, este plazo hoy es de 4hs.
Incumplimiento de los plazos por la Administración y denegatoria tácita.
ARTÍCULO 79: Vencidos los plazos previstos por el artículo 77, inciso g), el interesado podrá solicitar pronto
despacho y, transcurridos treinta días desde esta reclamación, se presumirá la existencia de resoluciones
denegatoria.
Silencio administrativo:Tradicionalmente se admite en la doctrina que la Administración Pública, en cumplimiento
de su competencia irrenunciable y por la trascendencia de su actividad, tiene el deber de pronunciarse de manera
efectiva respecto de las cuestiones planteadas en todo procedimiento. Es por ello que en caso de que la
Administración no responda se tendrá por negatoria.
En este sentido, la ley 12008 prevé la figura del amparo por mora ante el silencio de la administración ante la falta
de respuesta del pronto despacho
ARTÍCULO 80: El incumplimiento injustificado de los términos o plazos previstos para el despacho de los asuntos
administrativos, genera responsabilidad, imputable a los agentes directamente a cargo del trámite o diligencia y a
los superiores jerárquicos obligados a su dirección y fiscalización. Según el caso, la gravedad o reiteración de la
anomalía, serán aplicables las sanciones previstas en los respectivos estatutos del personal de la Administración
Pública.
Queja. Amparo por mora.
‐ Comparación funcional:
El arma más fuerte que tiene la administración contra el administrado en el procedimiento administrativo es el
silencio, la demora, la inercia, la inexpresi vidad: Frente a las urgencias empresariales o privadas, el lento pero
inexorable transcurso del tiempo sin que se produzcan los necesarios pasos o etapas del procedimiento hacia una
resolución final, o sin que luego de ésta se resuelvan los recursos administrativos, produce un efecto
profundamente lesivo al derecho del administrado, para el cual no hay solución alguna verdaderamente efectiva. El
decretoley 19.549/723 y su reglamentación han establecido dos medios diferentes de defensa positiva del
particular frente a este tipo de irregularidad en el procedimiento administrativo: Una en vía administrativa, la
reclamación en quej4 y otra en vía judicial, el amparo por mora de la administración; la diferencia entre ambos es
abismal a favor del segundo. A ellos cabe agregar la institución del silencio, por medio de la cual el interesado
puede optar por considerar denegada su petición, transcurridos los plazos para la toma de decisión sobre el fondo
del asunto y proseguir con otras vías de impugnación. Uno de los inconvenientes del silencio es que en algunas
ocasiones el ordenamiento lo computa en forma tácita para producir la pérdida de derechos, como es el caso del
art. 31 del decreto‐ley 19.549/72 de acuerdo con su reforma por ley 25.344, que establece la aplicación del plazo
de caducidad para demandar al Estado desde el momento en que se tiene por configurada la denegatoria tácita
por silencio administrativo. En su momento consideramos que aquella disposición no guarda coherencia con la
función garantista del silencio. Mal podría entonces derivarse un perjuicio para el afectado por el silencio —el plazo
de caducidad en este caso— a favor de la conducta negligente de la administración. Por tal razón resulta evidente
que el art. 31 del decreto‐ley 19.549/72 es inconstitucional; así lo sostuvimos en su momento. La Sala III de la
CNFed. CA en el caso Biosystems S.A. declaró la inconstitucionalidad de la norma, en tanto que la Corte, adhiriendo
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al dictamen de la Procuradora Fiscal, revocó dicha declaración estableciendo una discutible interpretación según la
cual el art. 31 —al requerir la interposición de la demanda “en los plazos perentorios y bajo los efectos previstos en
el art. 25”— sólo alcanza a los casos en que el reclamo fue resuelto expresamente en contra del interesado, es
decir, cuando haya una resolución denegatoria formal y explícita, y no en los casos de silencio de la administración
por no haber resuelto el reclamo administrativo en el plazo pertinente. Por lo demás, la solución adoptada en la
sentencia culmina por establecer, como regla, la aplicación del plazo de caducidad del art. 25 a los casos en los
cuales el reclamo administrativo sea rechazado en forma expresa, lo cual no surge de ningún pasaje del texto del
decreto‐ley 19.549/72. Muy por el contrario, aquí no debe perderse de vista que el mentado plazo de caducidad no
debería aplicarse a ninguno de los supuestos relacionados con la vía reclamatoria, pues ésta tiene características
especiales que ameritan un tratamiento diferente al previsto en el régimen del procedimiento administrativo para
la vía impugnatoria.
El amparo por mora se desarrolla orgánicamente dentro del proceso, pues su tramitación y resolución es efectuada
por órganos jurisdiccionales stricto sensu; sin embargo, los efectos que produce se refieren al procedimiento
administrativo, ya que su finalidad es que se intime a la administración a dictar la resolución o realizar el trámite
omitido, por lo tanto apunta a que continúe un procedimiento administrativo atrasado o paralizado. Por ello,
funcional o teleológicamente, es posible también analizarlo dentro del procedimiento administrativo, sin perjuicio
de que sus normas sean principalmente de carácter procesal. No obstante pues que opera en el ámbito judicial, su
utilidad concreta es para el procedimiento administrativo y, como veremos luego, tiene incluso algunos principios
que también pertenecen al procedimiento administrativo más que al derecho procesal administrativo stricto sensu.
Por tales razones, y sobre todo porque funcionalmente desempeña un rol que sólo cabe ubicar dentro del trámite
ante la administración pública, incluimos en este cap. y vol. lo atinente al referido amparo por mora de la
administración.
‐ Carácter no excluyente: Conviene también advertir, desde el comienzo, que el particular puede utilizar
indistintamente tanto la reclamación en queja como el amparo por mora, sin que la articulación de uno perjudique
al otro o dependa de él; son independientes entre sí. En consecuencia, de ello:
‐ El reclamo administrativo en queja no es un requisito previo a la interposición del amparo por mora:
Este puede iniciarse directamente ante la justicia, sin necesidad de haber acudido previamente en
queja a la propia administración. Si bien se lo piensa, sería un despropósito exigir el agotamiento de la
vía administrativa, cuando la administración simplemente se niega a pronunciarse o se demora más
allá de los plazos legales o razonables.
‐ Nada impide articular simultáneamente la queja en sede administrativa y el amparo por mora en sede judicial.
Ello se deduce de varias circunstancias. En primer lugar, que los hechos que abren la procedencia de uno y otro
no son exactamente iguales, lo que permite discutir paralelamente situaciones distintas en sede administrativa
y judicial. En segundo lugar, que, dado que la administración ha de resolver no sólo sobre aspectos relativos a
la legitimidad de la conducta de la que se reclama, sino también referentes a su oportunidad o mérito, es
entonces también diferente el alcance de los motivos de impugnación y de los posibles fundamentos de la
decisión que se pueda adoptar. En tercer lugar, cabe apuntar que, por cierto, el amparo por mora no tiene
efecto suspensivo del deber de la administración de seguir impulsando de oficio y resolviendo las actuaciones.
Mal podría la propia administración argumentar que no resuelve una queja interpuesta ante ella porque el
particular ya ha buscado satisfacción a su derecho ante la justicia: El amparo por mora no implica pedir a la
justicia una resolución sobre el fondo, sino requerirle a ésta que le exija a la administración la producción de
una resolución definitiva o de mero trámite, un informe o dictamen. Y por lo demás, si estando el amparo por
mora en curso la administración resolviera hacer lugar a la queja, con ello se tornará abstracto el amparo y no
será necesario resolverlo; a la inversa, si estando el amparo pendiente de decisión la administración resuelve
una queja por la misma cuestión, denegándola, ello no hace sino ratificar los hechos denunciados por el
interesado al formular el amparo por mora y podrá alegarse como hecho nuevo en el proceso, a efectos de que
el juez tenga también en cuenta dicho elemento de juicio al pronunciarse sobre la mora y su solución.
‐ Interpuesta y resuelta la queja en sede administrativa, puede luego intentarse el amparo por mora; no es por
lo demás necesario formular reserva alguna, al formular la queja, del derecho a articular posteriormente el
amparo por mora.
‐ Lo mismo vale a la inversa: Si el particular intenta el amparo por mora y le es resuelto negativamente, tiene de
todos modos derecho a intentar la queja en sede administrativa.
‐ A fortiori, si el particular tiene en trámite una queja en la administración, puede desistirla e intentar el amparo
por mora en sede judicial.
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‐ Si el interesado tiene en curso un amparo por mora, puede desistirlo e intentar la queja en sede administrativa.
‐ A su vez, aun cuando una u otra vía hubiere sido resuelta negativamente, p. ej. por interpretarse que no han
transcurrido los plazos razonables o que estuvieren fijados a la administración para realizar la conducta
omitida, el nuevo transcurso del tiempo más allá de tales plazos habilita nuevamente a la apertura de una y
otra vía: No será en tal caso exactamente por los mismos hechos, pues la dimensión temporal habrá variado,
pero podrá sí ser por la misma conducta omitida por la cual se intentara antes el pertinente remedio procesal.
‐ Semejanzas generales: Sin perjuicio de otras particularidades que se irán viendo en el desarrollo del presente
capítulo, podemos hacer aquí una breve comparación de carácter general entre sus similitudes y diferencias.
En cuanto a las primeras podemos señalar lo siguiente: 3.1. Inacción administrativa: Silencio, queja, amparo
por mora Tienen en común que sirven para la defensa del particular frente a la inacción o la demora
administrativa. Guardan parecido con el silencio de la administración, figura destinada a permitirle al particular
considerar, si así lo desea, que su reclamo o petición ha sido denegado ante el transcurso de los términos para
dictar resolución sin que ella se haya producido. A su vez, se diferencian de él en que su objetivo es la
realización o corrección del trámite omitido o defectuosamente realizado, en tanto que el silencio o
denegación tácita no procura solucionar en cuanto al fondo la conducta omisiva (esto es, obligar a resolver)
sino sólo posibilitar la continuación del trámite en otras instancias, dando por fracasada la anterior. Por ello el
silencio supone admitir la irreversibilidad de la inacción administrativa en el caso concreto, mientras que la
queja y el amparo por mora suponen —al revés— la posibilidad o la esperanza de que ella sea corregida
todavía en tiempo útil. Por otra parte, nada impide la promoción de un amparo por mora antes y después de la
configuración del silencio previsto en el art. 31 del decreto‐ley 19.549/72, en virtud del derecho del
administrado a obtener una decisión fundada (art. 1º, inc. f), pues lo contrario implicaría otorgar al silencio de
la administración el carácter de una prerrogativa en la que pudiera ampararse para soslayar dicho deber.
2.‐ Notificaciones. Concepto, caracteres. Contenido. Medios. Notificación por edictos. Actos que deben notificarse.
Nulidad de la notificación.
Notificaciones. Concepto, caracteres.
Es el acto por el cual se pone en conocimiento de la parte una determinada decisión de la autoridad pública, desde
que la misma se concreta, comienza a correr el plazo legal para recurrir la medida o promover juicio administrativo.
Es el acto mediante el cual se pone en conocimiento fehaciente a los interesados de las resoluciones particulares
llevadas a cabo por la Administración, como condición de eficacia de las mismas.
Los actos administrativos de alcance general se ponen en conocimiento a través del B.O.
Contenido.
ARTÍCULO 62: Las notificaciones ordenadas en actuaciones administrativas deberán contener la pertinente
motivación del acto y el texto íntegro de su parte resolutiva, con la expresión de la carátula y numeración del
expediente correspondiente.
Contenido:
a) Motivación del acto: resulta fundamental para el particular conocer los fundamentos de la medida
que afecta su esfera jurídica, no sólo para permitirle fundar un eventual recurso administrativo,
sino para ponerlo en el cabal conocimiento de la voluntad de la Administración en el tema que lo
convoca.
b) Parte resolutiva: la parte resolutiva constituye el nudo del acto a notificar, pues configura la
concreta decisión administrativa. Si en el instrumento de notificación no se transcribe, en forma
íntegra y precisa, la parte resolutiva, ésta resulta ineficaz.
c) Carátula y número de expediente: se trata de la identificación material de las actuaciones a fin de
establecer cuál es el procedimiento en el que se ha adoptado la decisión que se notifica.
Medios.
ARTÍCULO 63: “Las notificaciones se realizarán personalmente en el expediente, firmando el interesado ante la
autoridad administrativa, previa justificación de identidad o mediante cédula, telegrama colacionado o certificado,
recomendado o cualquier otro medio que permita tener constancia de la recepción, de fecha y de identidad del
acto notificado y se dirigirá al domicilio constituido por el interesado o en su defecto, a su domicilio real.”
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El listado de medios de notificación no es taxativo, ya que la propia norma prevé la utilización de cualquier otro
medio fehaciente.
1) Personalmente en el expediente: en este supuesto, la notificación se concreta mediante al asentamiento
de una nota en ese sentido, suscripta por el administrado, al pie del instrumento que contiene el acto
comunicado. La notificación personal en el expediente, al igual que la realizada mediante cédula o
telegrama recibidos por el destinatario, configura medio de notificación de máxima certeza en cuanto al
efectivo conocimiento de la parte interesada.
2) Notificación por cédula: este medio de notificación no se concreta merced a la actividad de un agente
notificador que entrega al destinatario (o a quien comprometa que lo hará llegar a sus manos) un
duplicado del instrumento del cual se ha transcripto el acto a notificar. Las características de este medio de
notificación están detalladas en el artículo 65 LPABA.
3) Notificación por telegrama: existen ciertos telegramas que permiten contar con una copia del texto
recibido y una constancia de la fecha de entrega, es asimilable a la carta documento.
4) Otros medios: la ley autoriza la notificación por cualquier medio que permita tener una constancia de su
recepción, de su fecha y del texto comunicado. Pero para que este medio alternativo sea válido, del
expediente debe resultar en forma indubitable que el interesado ha tomado conocimiento del acto.
Notificación por edictos.
ARTÍCULO 66: “El emplazamiento o citación de personas inciertas o cuyo domicilio se ignore, se hará por edictos
publicados en el “Boletín Oficial” y por la radiodifusora oficial durante cinco días seguidos. El emplazamiento o
citación se tendrá por efectuado cinco días después y se proseguirá el trámite en el estado en que se hallen las
actuaciones.
La publicación del edicto y su radiodifusión se acreditarán con los comprobantes emanados de los organismos
respectivos.”
Actos que deben notificarse.
ARTÍCULO 64: “Se notificarán solamente las resoluciones de carácter definitivo, los emplazamientos, citaciones,
apertura a prueba y las providencias que confieran vista o traslado o decidan alguna cuestión planteada por el
interesado.”
Nulidad de la notificación.
ARTÍCULO 67: “Toda notificación que se hiciere en contravención de las normas prescriptas será nula y el empleado
notificador responderá por los perjuicios que cause al interesado o a la Administración. Sin embargo, si del
expediente resulta en forma indudable que el interesado ha tenido conocimiento de la providencia, la notificación
o citación surtirá desde entonces todos sus efectos.”
3.‐ Prueba. Medios. Apreciación. Alegatos. Formas normales y anormales de terminación del procedimiento.
Prueba
ARTÍCULO 55: “Los hechos relevantes para la decisión de un procedimiento podrán acreditarse por cualquier medio
de prueba.
Cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los interesados, o la naturaleza del
procedimiento lo exija, la autoridad administrativa, acordará la apertura de un periodo de prueba por un plazo no
superior a treinta días ni inferior a diez, a fin de que puedan practicarse cuantas juzgue pertinentes.”
La actividad probatoriaes aquella destinada a producir en el ánimo del juzgador una certeza, no lógica ni
matemática, sino psicológica sobre la existencia o inexistencia de los hechos afirmados. En concordancia con ello,
“probar” significa crear el convencimiento del juez sobre la existencia o inexistencia de hechos de importancia en el
proceso.
Medios
Constituyen medios de prueba los modos u operaciones que, referidos a cosas o personas, son susceptibles de
proporcionar un dato demostrativo de la existencia o inexistencia de uno o más hechos.
La LPABA no enumera cuáles son tales medios de prueba, limitándose a afirmar en su art. 55 que los hechos
relevantes para la decisión de un procedimiento podrán acreditarse por cualquier medio de prueba.
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DIFERENTES MEDIOS DE PRUEBA:
1) Prueba documental:si bien los escritos constituyen el “documento” por excelencia, también se interpretan como
tales otras representaciones materiales de pensamientos o intervenciones (marcas, señales, grabaciones, películas,
etc.). Generalmente, las leyes de fondo y las rituales señalan como documentos los instrumentos escritos privados
o públicos.
Valor probatorio: habrá que diferenciar entre documentos públicos y documentos privados:
‐ Los documentos o instrumentos públicos, existe respecto de ellos la presunción de autenticidad. Esta
presunción cae si existen vicios de forma o se acredita que ha sido falsificado.
‐ Los instrumentos privados son aquellos que aparecen firmados por particulares y carecen de valor probatorio
hasta tanto sean reconocidos por el firmante, sea o no parte en el procedimiento en que intenta hacerse valer
como prueba.
Presentación: conforme esta ley, la prueba documental que tenga en su poder el particular que da inicio al
procedimiento debe ser adjuntada en la primera presentación.
2) Prueba de informes: en el ámbito de la Administración, suelen denominarse “informes” a verdaderas pericias
técnicas requeridas entre reparticiones diversas o encargadas por un órgano o funcionario a un profesional dela
misma área.
Pedido de informes a oficinas públicas: las oficinas públicas proporcionan informes como consecuencia de la
colaboración permanente a que están obligadas.
Pedido de informes a particulares:la LPBA guarda silencio en lo que respecta a la prueba informativa dirigida a
particulares. Más allá de la falta de obligatoriedad de dar respuesta por parte del particular al que va dirigido, nada
obsta a que se requieran tales informes. El medio para hacerlo es el oficio, y a criterio de Botassi perfectamente
factible la posibilidad que el mismo sea suscripto por el letrado patrocinante del administrado, con transcripción de
la resolución administrativa que lo ordena.
3) Prueba de confesión:es la declaración emitida por cualquiera de las partes respecto de la verdad de hechos
pasados, relativos a su situación personal, desfavorables para ella y favorables para la otra parte.
Se trata de un medio de prueba del cual se prescinde en la práctica administrativa, ya que no se utiliza ni siquiera
en los procedimientos de faltas provincial y municipal.
4) Prueba testimonial: Es aquella que se incorpora al expediente merced a la declaración de personas de existencia
visible, respecto de hechos y circunstancias que obran en su conocimiento.
5) Prueba de peritos:Es aquella proveniente de la opinión o ilustración de terceras personas que poseen idoneidades
o profesiones específicas sobre una materia determinada.
El artículo 474 del CPCC establece que la fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el juez,
teniendo en consideración la competencia de los peritos, la uniformidad o disconformidad de sus opiniones, los
principios jurídicos en que se funden, la concordancia de su aplicación con las reglas de la sana crítica y demás
pruebas y elementos de convicción que la causa ofrezca.
Plazo para presentar la pericia: la LPBA dispone que el dictamen pericial debe ser presentado dentro d los 10 días
de requerido si se trata de un empleado de la Administración. Si se trata de un perito ajeno a ala misma, el plazo
para la presentación de toda la prueba en virtud del artículo 33.
6) Reconocimiento de lugares o cosas: Medio probatorio en virtud del cual el órgano administrativo a cargo del
procedimiento realiza una percepción directa sobre cosas, lugares o personas, con el objeto de verificar sus
cualidades, condiciones o características.
7) Presunciones: Existen 2 tipos:
a. Las presunciones no establecidas por ley constituirán prueba cuando se funden en hechos reales y
probados y cuando por su número, precisión, gravedad y concordancia, produjeren convicción
según la naturalezadel juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica.
b. Las presunciones establecidas por ley o presunciones.
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Apreciación
ARTÍCULO 58: “La prueba se apreciará con razonable criterio de libre convicción.”
Alegatos
ARTÍCULO 56: “Producida la prueba, se dará vista por el plazo de diez días al interesado, para que alegue sobre el
mérito de la misma. Vencido el plazo sin que el interesado haya hecho uso de su derecho, podrá dársele por
decaído prosiguiéndose el trámite.”
Formas normales y anormales de terminación del procedimiento.
En líneas generales, la doctrina diferencia entre terminación “normal” y “anormal” del procedimiento.
Se denomina normal a la situación en la cual el trámite alcanza el desenlace que lo explica y justifica: el dictado del
acto administrativo que causa estado. También se incluye en esta categoría el supuesto del silencio de la
administración, que permite presumir la existencia de una voluntad denegatoria respecto de la pretensión del
particular
La finalización anormal del procedimiento tiene lugar cuando el interesado desiste del mismo sin que se
encuentren involucrados intereses públicos, cuando renuncia al derecho y cuando deja de instar el trámite en
condiciones tales que la autoridad administrativa pueda declarar su caducidad.
DESISTIMIENTO: ARTÍCULO 60: “El desistimiento del interesado no obliga a la Administración.”
El desistimiento está regulado en el art. 60, es el acto por el cual el administrado manifiesta su decisión de no
continuar interviniendo como parte de un determinado trámite administrativo.
CADUCIDAD: ARTÍCULO 127: “Transcurridos seis meses desde que un procedimiento promovido por un interesado
se paralice por causa imputable al mismo, se producirá su caducidad procediéndose al archivo de las actuaciones;
se exceptúan los expedientes de Previsión Social.”
La caducidad es una forma de extinción de un procedimiento administrativo iniciado por un particular, sin
vinculación con el interés general, como consecuencia de una resolución administrativa que presume su abandono
de la instancia al cumplirse un determinado lapso de inactividad injustificada.
Si bien la declaración de caducidad es un acto administrativo, y como tal debe ser motivado y resulta recurrible,
constituye una reacción de la autoridad administrativa frente a un hecho administrativo: la actividad injustificada
del interesado y el transcurso del tiempo previsto en la norma.
4.‐Recursos administrativos. Concepto Efectos de su interposición. Trámite. Fundamentación. Recursos contra
actos generales. Denuncia de ilegitimidad.
Recursos administrativos. Concepto
Es una presentación escrita mediante la cual se impugna una decisión final o un acto de trámite de la
Administración, ante el mismo órgano que lo produjo o ante su superior jerárquico.
El recurso administrativo configura un medio de protección del administrado, que éste utiliza para alzarse contra
un acto que lo agravia.
Es un derecho del particular, en tanto resulta susceptible de intentarse frente a una resolución que afecta su esfera
jurídica.
Efectos de su interposición.
ARTÍCULO 98: “La interposición del recurso tiene por efecto:
1. Interrumpir el plazo del artículo 92° aunque haya sido deducido con defectos formales o ante órgano
incompetente.
2. Facultar a la Administración a suspender la ejecución del acto impugnado cuando el interés público lo
aconseje o la petición del interesado invoque fundadamente perjuicio irreparable.
3. Impulsar el procedimiento, haciendo nacer los plazos que los funcionarios públicos tienen para proveerlo y
tramitarlo.”
La mera interposición del recurso administrativo, cualesquiera sea la suerte final, posee consecuencias jurídicas
inmediatas, tanto en relación al procedimiento, respecto del acto impugnado, tanto en relación al procedimiento,
respecto del acto impugnado y también en lo referente al derecho de fondo que pueda poseer el recurrente.
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1) Interrupción del plazo para interponerlo: en este caso, se trata de una consecuencia obvia, que se concreta,
aunque el recurso posea falencias formales (incluida la falta de fundamentación) o se ingrese en una oficina
improcedente o vaya dirigido a un funcionario incompetente. Basta que sea clara la voluntad del administrado de
no conformarse con la decisión cuestionada. La interposición de un recurso administrativo imperfecto permite,
entonces, que las fallas sean corregidas posteriormente.
2) Suspensión de la ejecución del acto impugnado: la vinculación entre la interposición de un recurso
administrativo y la posibilidad de paralizar los efectos materiales del acto recurrido configura una cuestión de gran
trascendencia. En definitiva, se trata de dilucidar bajo qué condiciones, con qué alcance y de qué manera el recurso
puede, mientras se sustancia, paralizar el cumplimiento de lo decidido por la autoridad.
Para Botassi, la suspensión de la ejecutoriedad del acto recurrido debe actuar como regla general, cediendo sólo en
aquellos supuestos en que la materialización de lo decidido no admita postergación
3) Impulso del procedimiento: Como consecuencia de lo establecido en el artículo 98, se generan en el trámite
los siguientes efectos:
a. Queda interrumpido el plazo de caducidad previsto en el artículo 127.
b. Comienza acorrer el plazo para resolver el recurso interpuesto.
c. Si se ha ofrecido prueba con el recurso comienza a correr el plazo de 5 días para proveerla.
d. Determina el nacimiento del plazo cuyo vencimiento el interesado podrá solicitar la avocación del
órgano superior, de conformidad a lo establecido en el artículo 93.
4) Suspensión del curso de prescripción:toda petición del interesado tendiente al reconocimiento de sus
derechos debe asimilarse a la “constitución en mora” del Estado deudor de la prestación requerida, produciéndose
la suspensión del curso de la prescripción por el término de 1 año.
Trámite.
ARTÍCULO 99: Cuando el acto emane de un órgano inferior a director o equivalente, el recurso jerárquico será
resuelto por el superior.
ARTÍCULO 100: Emanando el acto de un funcionario de nivel de director o equivalente, el recurso jerárquico será
resuelto definitivamente por el Poder Ejecutivo.
Fundamentación.
Recursos contra actos generales.
e) Recursos contra actos generales.
ARTÍCULO 95: “En caso de que, por una medida de carácter general, la autoridad administrativa perjudicase
derechos privados o de otra administración pública, deberá acudirse individualmente a la misma autoridad que
dictó la medida general, reclamando de ella, y solicitando se deje sin efecto la disposición en cuanto al interés a
que perjudica o al derecho que vulnera dentro del plazo de 30 días a partir de la última publicación en el “Boletín
Oficial” o de su notificación.”
Si bien el artículo habla de “reclamo” ante la misma autoridad que dictó el acto, no cabe duda que se trata de un
verdadero recurso.
Al intentarse ante el mismo funcionario que dictó la medida general, se trata de un recurso de revocatoria,
aplicándose lo normado en el artículo 89 en cuanto a su fundamentación por escrito en el acto de interposición.
En caso de silencio, se presentará un supuesto de denegatoria tácita, habilitante de la vía judicial.
Si hubiera decisión por parte del órgano, está será susceptible de atacarse mediante recurso jerárquico o de
apelación.
En lo que se refiere a los motivos de la impugnación, este recurso puede interponerse por razones de ilegitimidad,
mérito u oportunidad del acto.
El mecanismo procedimental para atacar un acto general se considera directo pues se orienta a denunciar la
ilegitimidad de la medida o su desacierto político en cuanto a su mérito.
El acto que resuelve la impugnación podrá ratificar la medida general, derogarla total o parcialmente, y aún
modificarla.
Denuncia de ilegitimidad.
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ARTÍCULO 74: “(…) todo recurso interpuesto fuera de término será considerado por el órgano superior y si importa
una denuncia de ilegitimidad se sustanciará, pudiendo éste revocar o anular el acto impugnado.”
La segunda parte del artículo 74 otorga virtualidad a un recurso tardío, tanto en razón del propio interés estatal en
el respeto de la legalidad como en la necesidad de preservar los derechos del administrado de peticionar a las
autoridades para obtener el logro de la verdad material.
El artículo 74 obliga a la Administración a tratar aún el recurso interpuesto fuera de término, siempre que importe
una denuncia de ilegitimidad, y en el caso afirmativo, a sustanciarlo hasta decidir si el acto recurrido se ha apartado
o no de la normativa aplicable a la cuestión de fondo.
Caracteres:
‐ Ante la posibilidad de estar en presencia de una efectiva denuncia de ilegitimidad, todo recurso presentado
fuera de término debe ser remitido por el órgano que dictó el acto cuestionado a su superior jerárquico, sin
que le sea posible rechazar liminalmente el escrito ni devolverlo en el acto al interesado.
‐ Si el recurso tardío se alza contra la legitimidad del acto, el órgano superior que recibió las actuaciones debe
analizarlo y pronunciarse sobre su admisibilidad formal.
‐ La decisión que pone fin al trámite de denuncia de ilegitimidad no configura resolución definitiva que agote la
vía administrativa y habilite la judicial.
5.‐ Recursos administrativos en el ámbito nacional y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Recursos
Administrativos en la Provincia de Buenos Aires y en sus municipalidades.
Recursos administrativos en el ámbito nacional y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Recursos Administrativos en la Provincia de Buenos Aires y en sus municipalidades.
6.‐ Los actos administrativos en el Decreto Ley 7647/70.
a) Forma
ARTÍCULO 103: Los actos administrativos se producirán por el órgano competente mediante el procedimiento que
en su caso estuviere establecido.
El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico y será adecuado a los fines de
aquellos.
ARTÍCULO 104: Los actos administrativos se producirán o consignarán por escrito cuando su naturaleza o
circunstancias no exijan o permitan otra forma más adecuada de expresión y constancia.
En los casos en que los órganos administrativos ejerzan su competencia en forma verbal, y no se trate de
resoluciones, la constancia escrita del acto, cuando sea necesaria, se efectuará y firmará por el órgano inferior que
la reciba oralmente, expresando en la comunicación del mismo la autoridad de que procede, mediante la fórmula
“Por orden de ...”.
Si se tratara de resoluciones, el titular de la competencia deberá autorizar con su firma una relación de las que
haya dictado en forma verbal, con expresión de su contenido.
ARTÍCULO 105: Cuando deba dictarse una serie de actos administrativos de la misma naturaleza, tales como
nombramientos, concesiones, licencias, podrán redactarse en un único documento que especificará las personas u
otras circunstancias que individualicen cada uno de los actos.
ARTÍCULO 106: Los actos que emanen del Gobernador de la Provincia, adoptarán la forma de decreto, cuando
dispongan sobre situaciones particulares o se trate de reglamentos, que produzcan efectos jurídicos dentro y fuera
de la Administración.
Cuando su eficacia sea para la administración interna, podrán producirse en forma de resoluciones, disposiciones
circulares, instrucciones u órdenes.
ARTÍCULO 107: Los de organismos de la Constitución, los de la Administración centralizada y entes autárquicos, se
producirán en todos los casos, en la forma de resolución o disposición o la que la ley especial les haya fijado.
ARTÍCULO 108: Todo acto administrativo final deberá ser motivado y contendrá una relación de hechos y
fundamentos de derecho cuando:
a) Decida sobre derechos subjetivos.
b) Resuelva recursos.
c) Se separe del criterio seguido en actuaciones precedentes o del dictamen de órganos consultivos.
b) Ejecución
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ARTÍCULO 109: La Administración Pública no iniciará ninguna actuación material que limite derechos de los
particulares sin que previamente haya sido adoptada la decisión que le sirva de fundamento jurídico.
ARTÍCULO 110: Los actos administrativos tienen la eficacia obligatoria propia de su ejecutividad y acuerdan la
posibilidad de una acción directa coactiva como medio de asegurar su cumplimiento. Producirán efectos desde la
fecha en que se dicten, salvo que en ellos se disponga otra cosa.
La eficacia quedará demorada cuando así lo exija el contenido del acto o esté supeditada a su notificación,
publicación o aprobación superior.
c) Retroactividad.
ARTÍCULO 111: Excepcionalmente podrá otorgarse eficacia retroactiva a los actos cuando se dicten en sustitución
de actos anulados y produzcan efectos favorables al interesado, siempre que los supuestos de hecho necesarios
existieran ya en la fecha a que se retrotraiga la eficacia del acto y ésta no lesione derechos o intereses legítimos de
terceros.
d) Publicación.
ARTÍCULO 112: Los actos de la Administración se publicarán en los casos y con las modalidades establecidas por las
normas que les sean aplicables.
Los actos administrativos que tengan por destinatario una pluralidad indeterminada de sujetos, y aquellos para los
que no fuere exigible la notificación personal, no producirán efectos respecto de los mismos en tanto no sean
publicados legalmente.
La publicación se efectuará una vez terminado el procedimiento y será independiente de la que se hubiere
efectuado con anterioridad a los fines de información pública.
e) Revisión.
ARTÍCULO 113: La autoridad administrativa podrá anular, revocar, modificar o sustituir de oficio sus propias
resoluciones, antes de su notificación a los interesados. La anulación estará fundada en razones de legalidad, por
vicios que afectan el acto administrativo, y la revocación, en circunstancias de oportunidad basadas en el interés
público.
ARTÍCULO 114: La Administración no podrá revocar sus propias resoluciones notificadas a los interesados y que den
lugar a la acción contencioso administrativa, cuando el acto sea formalmente perfecto y no adolezca de vicios que
lo hagan anulable.
ARTÍCULO 115: En cualquier momento podrán rectificarse los errores materiales o de hecho y los
aritméticos.
ARTÍCULO 116: Dentro del plazo de cuarenta y ocho horas podrá pedirse aclaratoria cuando exista contradicción
entre la motivación del acto y sus partes dispositivas o para suplir cualquier omisión del mismo sobre algunas de las
peticiones o cuestiones planteadas.
ARTÍCULO 117: Las facultades de anulación y revocación no podrán ser ejercitadas cuando por prescripción de
acciones, por el tiempo transcurrido u otras circunstancias, su ejercicio resultase contrario a la equidad, al derecho
de los particulares o a las leyes.
ARTÍCULO 118: Podrá pedirse la revisión de las decisiones definitivas firmes, cuando:
a) Se hubiera incurrido en manifiesto error de hecho que resulte de las propias constancias del expediente
administrativo.
b) Se hubiera dictado el acto administrativo como consecuencia de prevaricato, cohecho, violencia o cualquier
otra maquinación fraudulenta, o graves irregularidades comprobadas administrativamente.
c) La parte interesada afectada por dicho acto, hallare o recobrare documentos decisivos ignorados, extraviados
o detenidos por fuerza mayor o por obra de un tercero.
f) Caducidad del acto.
ARTÍCULO 119: Se producirá la caducidad del acto administrativo, cuando habiendo sido impuestas por el mismo
determinadas condiciones que debe cumplir el beneficiario, éste no las satisface dentro del plazo fijado y previa
interpelación para que lo haga dentro del plazo adicional y perentorio de diez días.
UNIDAD 7: PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.
1.‐ Procedimientos administrativos especiales. Selección de contratistas. Ley de Obras Públicas y Reglamento de
Contrataciones del Estado provincial. Concursos para aspirantes a agentes públicos. Principios aplicables.
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Procedimientos administrativos especiales. Selección de contratistas. Ley de Obras Públicas y Reglamento de
Contrataciones del Estado provincial
LEY 13981 – Ley de Contrataciones Públicas
REGLAS GENERALES
ARTICULO 1°: “OBJETO. La presente Ley tiene por objeto regular el subsistema de Contrataciones del Estado e
incorporarlo al sistema de Administración Financiera del Sector Público de la Provincia de Buenos Aires.”
ARTICULO 2°:“ÁMBITO. Las disposiciones de la presente Ley alcanzan a todos los poderes, órganos, entes,
entidades y fondos fiduciarios previstos en el artículo 8 inciso a) y c) y artículo 11 de la Ley N° 13767, salvo que por
ley especial tengan otro régimen establecido.”
ARTICULO 3º: “PRINCIPIOS GENERALES. Los principios generales a los que deberá ajustarse la gestión de las
contrataciones de la totalidad del Sector Público Provincial y de los Poderes Legislativo y Judicial, teniendo en
cuenta las particularidades de cada una de ellas y los objetivos de la Ley N° 13.767 y modificatorias, serán los de
razonabilidad, publicidad, concurrencia, libre competencia, igualdad, economía y transparencia.
Los principios expuestos servirán también de criterio interpretativo para resolver las cuestiones que puedan
suscitarse.”
PROCEDIMIENTO
ARTICULO 13: “PROCEDIMIENTO. Toda contratación seguirá el procedimiento establecido por esta norma y su
reglamentación. Los pliegos deberán regular las condiciones generales y particulares de cada contratación, las
condiciones de selección y las pautas de evaluación de las ofertas. La inclusión de cláusulas particulares o
especificaciones técnicas dirigidas a favorecer situaciones particulares será causal de nulidad de los actos que
autorizaren el llamado o lo aprobaren.
Los Organismos de Asesoramiento y de Control intervendrán previo al dictado del acto administrativo, en forma
sucesiva o simultánea, y se expedirán en el plazo máximo de diez (10) días, sin perjuicio de lo establecido en el
artículo 78 del Decreto‐Ley 7.647/70.”
ARTICULO 14: “PLIEGOS GENERALES. Cada Poder determinará las condiciones generales y particulares para la
selección del cocontratante, de modo que favorezcan la concurrencia de la mayor cantidad de oferentes conforme
los principios establecidos en esta Ley.”
ARTICULO 15: “PUBLICIDAD. Los procesos de contratación y remate se publicarán en los medios tecnológicos que
adopte el Estado Provincial para dar publicidad y transparencia de sus actos. Las licitaciones, contrataciones
directas y remates que establezca la reglamentación se publicarán además en el Boletín Oficial.
La inobservancia de los requisitos relativos a la publicidad que se fijan en esta Ley y en la reglamentación producirá
la nulidad del procedimiento.”
SELECCIÓN DEL COCONTRATANTE
ARTICULO 17: SELECCIÓN DEL COCONTRATANTE. El procedimiento de selección del cocontratante para la
ejecución de los contratos contemplados en este régimen es por regla general mediante licitación o remate
público.
Cuando la erogación no supere los montos que fije la reglamentación, podrá la selección hacerse por licitación
privada o por contratación directa.(…)”
Licitación: a licitación es un proceso mediante el cual diferentes organismos responsables actúan para determinar
quién será el acreedor o responsable de algún tipo de obra, servicio o acción que tenga que ver con los fondos y las
instituciones de lo que se denomina como sector público.
Remate Público: Medio de que el estado suele valerse para realizar sus contrataciones; figura está que, si bien
tiene vigencia en derecho público (administrativo, en particular), tuvo más desarrolloen el derecho privado,
especialmente comercial.
Licitación Privada: Es aquella a la que sólo pueden presentarse como oferentes las personas o entidades
expresamente invitadas al efecto por la Administración pública.
La nota diferencial con la licitación pública consiste en que, en esta última, pueden ser oferentes o licitadores todas
las personas o entidades que, hallándose en condiciones legales o reglamentarias
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Contratación directa: Es aquella modalidad de selección de contratistas donde las entidades estatales conservan la
potestad de escoger libremente, sin la necesidad de realizar una convocatoria pública, a la persona natural o
jurídica que ejecutará el objeto del contrato
GARANTÍAS. ADJUDICACIÓN, PREFERENCIAS, PERFECCIONAMIENTODEL CONTRATO
ARTICULO 20: “OBSERVACIONES E IMPUGNACIONES. (…) Toda observación, impugnación, reclamo o presentación
similar no tendrá efectos suspensivos y se tramitarán por el mismo medio que el fijado para la contratación a las
que se refieran; con excepción de los recursos administrativos, los que, en su trámite, se articularán de
conformidad a los Capítulos VII y XIII del Decreto‐Ley 7.647/70.”
ARTICULO 21: “ADJUDICACIÓN. En todas las contrataciones la adjudicación deberá recaer sobre la oferta más
conveniente, en cuanto a precio, calidad y demás condiciones fijadas en los pliegos y en las ofertas. (…) El
Organismo contratante podrá rechazar la totalidad de las ofertas en todo o en parte, sin derecho a indemnización
alguna.”
ARTICULO 22: “PREFERENCIAS. En todos los procedimientos de contratación regirá el principio de prioridad de
contratación a favor de personas físicas o jurídicas argentinas, siempre que se trate de productos, servicios y bienes
producidos o elaborados en el ámbito del territorio nacional y se configuren similares condiciones en cuanto a
precio y calidad con respecto a ofertas realizadas por personas físicas y/o jurídicas extranjeras o nacionales, por
productos, bienes y servicios producidos o elaborados fuera del territorio argentino.
En principio, las contrataciones recaerán sobre las propuestas de menor precio. En el caso de que concurran
personas físicas o jurídicas, micro, pequeñas y medianas empresas y asociaciones de Pymes, beneficiarias del
principio de prioridad anteriormente citado y empresas oferentes de productos, bienes o servicios extranjeros, se
deberá adjudicar a la oferta formulada por el oferente de productos, bienes y servicios argentinos aunque supere
hasta en un cinco (5) por ciento las ofertas presentadas por sujetos no beneficiarios del principio referenciado.
En las licitaciones privadas, se invitará preferentemente a personas físicas y jurídicas con asiento principal de sus
actividades y/o establecimiento productivo radicado en la Provincia de Buenos Aires.(…)”.
DECRETO REGLAMETARIO 1300
ARTÍCULO 3°: PRINCIPIOS GENERALES.
Se entiende como contenido normal de los principios generales aplicables a las contrataciones:
Principio de Razonabilidad: Refiere a la estrecha vinculación entre el objeto de la contratación y el interés público
comprometido. El principio de razonabilidad implica, en lo sustancial la adecuación entre medios utilizados y fines
perseguidos.
Principio de Publicidad y Difusión: La publicidad de los llamados es el presupuesto necesario para asegurar la
libertad de concurrencia suscitando en cada caso la máxima competencia posible.
Principio de Concurrencia: La concurrencia a los procesos licitatorios del Estado Provincial es libre. Todo oferente
de bienes y/o servicios que cumpla con los requerimientos normativos y quiera contratar con las entidades y
jurisdicciones, debe poder hacerlo.
Principio de Igualdad: Todo oferente de bienes y/o servicios debe participar en los procesos de Compras y
Contrataciones públicos en las mismas condiciones que los demás, estando prohibida la existencia de privilegios,
ventajas o prerrogativas, salvo las excepciones previstas por las leyes.
Principio de Libre Competencia: Se asegura la más amplia, objetiva e imparcial concurrencia, debiendo las
regulaciones fomentar la pluralidad y la mayor participación de oferentes potenciales.
Principio de Economía: Son de aplicación en las etapas de los procesos de selección y en las resoluciones que en
ellos recaigan, los criterios de simplicidad, austeridad, concentración, eficiencia y ahorro en el uso de los recursos,
debiéndose evitar exigencias y formalidades costosas e innecesarias.
Principio de Transparencia: Todas las etapas de la contratación se desarrollarán en un contexto de transparencia,
basado en la publicidad y difusión de las actuaciones, en la utilización de tecnologías informáticas que permitan
facilitar el acceso de la sociedad a la información relativa a la gestión en materia de contrataciones y en la
participación real y efectiva de la comunidad.
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La instrumentación e implementación de los principios enumerados se basará en la armonía y equilibrio de sus
alcances, sin orden de prioridad entre ellos.
TÍTULO II: PROCEDIMIENTO
ARTÍCULO 13: PROCEDIMIENTO.
Apartado 1. Solicitud de adquisición.
Toda contratación se inicia a través del pedido generado por la repartición contratante a la dependencia que tenga
a su cargo la gestión de las Compras y Contrataciones según la Jurisdicción.
CARACTERÍSTICAS DE LA SOLICITUD El pedido debe contener como mínimo los siguientes requisitos:
a. Cantidades y características de los bienes o servicios a los que se refiera la prestación indicando, en su caso, si los
elementos deben ser nuevos, usados, reacondicionados o reciclados.
b. Cuando corresponda: calidad exigida, estándares normalizados de aplicación, tolerancias permitidas y criterios
de sustentabilidad, que deben cumplir los bienes o servicios o satisfacer los proveedores.
c. Exponer las razones que justifiquen la solicitud de bienes o servicios que difieran de los estándares comunes o
que signifiquen restringir la concurrencia de oferentes.
d. Estimar su costo de acuerdo con las cotizaciones de plaza.
e. Suministrar todo otro antecedente que se estime de interés para la mejor apreciación de lo solicitado.
AGRUPAMIENTO DE LOS ÍTEMS Los pedidos se agrupan por renglones afines o de un mismo rubro comercial, sin
incluir en un mismo renglón elementos o equipos que no configuren una unidad funcional indivisible, por razones
de funcionamiento, adaptación, ensamble, estilo y/o características similares que exija la inclusión.
SOLICITUD PREVENTIVA DEL GASTO Luego se realiza la reserva preventiva del gasto y se incorpora a los actuados.
CONFECCIÓN DE LOS PLIEGOS DE CONDICIONES PARTICULARES La modalidad y procedimiento de selección de
proveedores se determinan en función de las características de la contratación propiciada y se proyectan en
consecuencia los Pliegos de Cláusulas Particulares y de Especificaciones Técnicas, de corresponder.
Apartado 2.
Aprobación del proceso de selección APROBACIÓN DE LOS PLIEGOS Deberán ser dispuestas por los funcionarios
que resulten competentes de acuerdo con los niveles de decisión y cuadros de competencias del artículo 2° del
presente Decreto.
AUTORIZACIÓN DEL LLAMADO El llamado podrá ser delegado en la Autoridad Administrativa o en la Autoridad de
Aplicación del Sistema de Compras y Contrataciones cuando el procedimiento de selección se haya instrumentado
de forma centralizada o realizado a solicitud del organismo comitente.
Apartado 3.
Comunicaciones COMUNICACIONES Toda comunicación efectuada entre la Autoridad Administrativa y los
oferentes y/o proveedores deberá efectuarse conforme lo previsto en el artículo 12 de la Ley y su reglamentación.
Apartado 4. Cómputo de plazos Todos los plazos deben computarse en días hábiles administrativos, salvo que se
establezca lo contrario.
Apartado 5: Intervención de los organismos de asesoramiento y control.
La intervención podrá ser simultánea y concomitante, debiendo los organismos expedirse en 10 (diez) días
corridos.
PREVIO A LA APROBACIÓN DEL PLIEGO Los organismos de asesoramiento y control intervendrán en todos los
pliegos cuya aprobación, según lo previsto en el cuadro de competencias, iguale o supere la competencia de los
ministros secretarios.
PREVIO AL ACTO ADMINISTRATIVO DE ADJUDICACIÓN Los organismos de asesoramiento y control intervendrán en
todos los proyectos de acto administrativo cuando el monto de la contratación iguale o supere las 600.000UC.
Además, la remisión del proyecto será obligatoria ante los siguientes supuestos:
a. Hubiere impugnaciones a la preadjudicación.
48
b. Hubiere rechazo de ofertas por causas formales, a partir de las 100.000UC. c. Si el proceso fuera encuadrado en
una licitación pública internacional.
En el resto de los casos tomarán la intervención de su competencia una vez finalizado el procedimiento.
ARTÍCULO 14: PLIEGOS GENERALES DE BASES Y CONDICIONES GENERALES.
La Autoridad de Aplicación elabora y aprueba el "Pliego de Bases y Condiciones Generales para la Contratación de
Bienes y Servicios" que será de uso obligatorio para todos los procesos de contratación, sin modificación alguna y
bajo pena de nulidad.
DE BASES Y CONDICIONES PARTICULARES:
Los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares deben contener los requisitos mínimos que indica el Pliego de
Bases y Condiciones Generales para la Contratación de Bienes y Servicios e incluirán, si la complejidad técnica lo
requiere, las especificaciones técnicas.
ARANCEL DE LOS PLIEGOS: Los Pliegos de Bases y Condiciones se suministrarán en forma gratuita, salvo en aquellos
casos en que fundadamente y por sus características el organismo contratante determine que, para ofertar, sea
requerido el pago de una suma que será establecida en el acto administrativo que autoriza el llamado y que no
podrá superar el medio por ciento (0,50%) del monto estimado de la contratación. La suma abonada en tal
concepto no será devuelta al adquirente en ningún caso.
ETAPA PREVIA A LA CONVOCATORIA PARA LA FORMULACIÓN DE SUGERENCIAS Y OBSERVACIONES AL PROYECTO
DE PLIEGO DE BASES Y CONDICIONES Esta etapa se rige por las siguientes pautas:
El acto administrativo que establece la apertura de la instancia a formular sugerencias y observaciones al proyecto
de Pliego de Bases y Condiciones debe contener mínimamente: la fundamentación del encuadre conforme algunos
de los supuestos previstos en la Ley, la autorización de la difusión del proyecto de pliego, indicación del organismo
licitante, medio de difusión, plazo, condiciones y modo de formulación de las observaciones.
El acto será suscripto por el funcionario de quien dependa funcionalmente la Autoridad Administrativa en materia
de compras y contrataciones.
La difusión del anteproyecto de pliego se efectúa mediante la publicación de un aviso en Internet, por un plazo
mínimo de cinco (5) días, pudiendo disponerse además la difusión por otro medio de publicidad.
El organismo licitante podrá convocar a reuniones, para recibir observaciones al proyecto de pliego, o promover el
debate entre los interesados acerca del contenido del mismo.
De los temas tratados en ellas, y con las propuestas recibidas, se labrará un acta que firman los funcionarios
intervinientes, y aquellos asistentes que quisieren hacerlo.
Finalizada la etapa de observaciones y sugerencias se elabora un informe donde conste el resultado de la misma.
No se realizará ninguna gestión, debate o intercambio de opiniones entre funcionarios de la jurisdicción o entidad
contratante e interesados en participar en la contratación, fuera de los mecanismos expresamente previstos, a los
que tendrán igual acceso todos los interesados. En los procedimientos en los que hubiera existido la instancia de
observaciones al proyecto de pliego, la Autoridad Administrativa confecciona el Pliego de Bases y Condiciones
Particulares definitivo, tomando en cuenta las opiniones vertidas por los interesados en la medida en que se
consideren pertinentes.
Apartado 1: Contenido mínimo de las Condiciones Particulares.
Los Pliegos de Condiciones Particulares deben establecer:
a) El lugar, día y hora donde se presentarán y abrirán las ofertas.
b) El plazo de mantenimiento de las ofertas cuando sea distinto al establecido en el presente reglamento.
c) Los términos para formular las impugnaciones.
d) El criterio de evaluación y selección de las ofertas y la determinación de los parámetros que se contemplarán
para dichos fines.
e) El lugar, forma de entrega y de recepción de lo adjudicado. La entrega se efectuará en el lugar de destino
indicado, corriendo el flete y descarga por cuenta del adjudicatario.
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En caso de que no se fije el lugar de entrega, se entiende que el mismo es en la sede de la Autoridad Administrativa
de la jurisdicción.
Para circunstancias donde se acredite la necesidad y conveniencia, se podrá requerir la estiba en los depósitos que
se le indique a través de la Autoridad Administrativa de la jurisdicción y será por cuenta del adjudicatario.
f) En caso de que los elementos que se adquieren requieran instalación deberá indicarse si ésta debe ser realizada
por el adjudicatario y el plazo para hacerlo.
g) El plazo de entrega. De no fijarse plazo de entrega, se entiende que el cumplimiento debe operar en un plazo de
diez (10) días corridos. Los plazos se computarán a partir del día siguiente de la recepción de la orden de compra o
de la suscripción del contrato, según corresponda.
h) El criterio de evaluación y selección de las ofertas, tomando en consideración el grado de complejidad, el monto
y el tipo de contratación a realizar.
i) La definición del objeto, consignando en forma clara, precisa e inconfundible las características y calidades
mínimas de los productos, procesos y servicios que se liciten, evitando la transcripción detallada de textos
extraídos de folletos, catálogos o presupuestos informativos.
j) Las especificaciones deben precisar las características y calidades mínimas esenciales.
Las tolerancias o la no aceptación de tolerancias debe ser consignada expresamente en las Cláusulas Particulares.
Para los artículos con tipificación y catalogación aprobadas, será indicación suficiente el número de código.
k) Salvo por razones científicas, técnicas o de probada conveniencia del servicio, no deberá pedirse marca
determinada, debiendo entenderse que tal mención es al efecto de señalar características del objeto, sin que ello
implique que no puedan proponerse artículos similares o de marcas diferentes. Aún cuando se requiera marca
determinada, pueden ofertarse productos de otras marcas. Pueden solicitarse insumos y repuestos denominados
originales para la adquisición y reparación de aparatos, máquinas o motores.
l) Cuando resulte dificultosa la determinación de ciertas características del elemento requerido, podrá solicitarse la
presentación de muestras por parte del oferente. Las muestras deben ser presentadas en el lugar indicado para
hacerlo y hasta el momento fijado que deberá ser previo a la preadjudicación. Se otorgará un recibo por su
entrega.
También podrá indicarse la consulta a una muestra patrón, señalando lugar, día y hora de visita, de la que se
entregará certificado.
m) Plazo de cumplimiento del contrato; las contrataciones para la provisión de bienes podrán estar sujetas a plazos
diversos y prever entregas parciales conforme lo demande la necesidad a satisfacer, debiendo fijarse en las
cláusulas particulares la modalidad del requerimiento y cada plazo de cumplimiento.
n) La jurisdicción, área, oficina, dependencia o instancia competente, responsable de actuar como contraparte para
la administración de la relación contractual.
o) Las consultas relacionadas con los distintos procesos licitatorios se realizan ante la Autoridad Administrativa de
la jurisdicción hasta tres (3) días previos a la fecha establecida para la apertura de ofertas. A los efectos del
cómputo del plazo no se tendrá en cuenta el día de la apertura de ofertas. El organismo licitante podrá elaborar
circulares aclaratorias o modificatorias al Pliego de Bases y Condiciones Particulares de oficio o como respuesta a
consultas.
DE LAS ESPECIFICACIONES TÉCNICAS: Deben consignar en forma clara, precisa e inconfundible las características de
los productos, procesos y servicios los cuales deben cumplir con los estándares definidos por las normas
correspondientes y contar con la certificación expedida por la entidad rectora en la materia.
No se deben formular especificaciones cuyo cumplimiento solo sea factible para determinadas empresas o
productos ni trascribirse detalladamente textos extraídos de folletos, catálogos o presupuestos informáticos.
PLIEGOS DE CONDICIONES PARTICULARES PARA VENTA: Los pliegos para la venta de bienes contendrán, como
mínimo, los siguientes datos:
a) Lugar, día y hora de recepción de las ofertas.
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b) Martillero u oficina interviniente y lugar y días de exhibición de los elementos a vender.
c) Importe de la base de los elementos, cuando la hubiere.
d) Tiempo y forma en que deberán pagarse los elementos rematados, como así también comisión y otros gastos a
cargo del comprador si los hubiere.
e) Plazo para retirar los elementos rematados, toma de posesión y/o transferencia de dominio según corresponda,
al igual que las penalidades por incumplimiento.
Cuando la venta se realice por remates públicos, estos datos se incluirán en la publicidad que se efectúe.
Apartado 2: Aprobación de los pliegos y documentación anexa.
La aprobación de los Pliegos de Condiciones Particulares y de Especificaciones Técnicas y la autorización del
llamado a selección del contratante son realizados por autoridad competente mediante acto administrativo, el que
debe contener en todos los casos:
a. Indicación del encuadre legal.
b. Descripción del objeto de la contratación.
c. Fundamentación de la modalidad y procedimiento de selección elegido.
d. Pliegos de Bases y Condiciones Particulares y de Especificaciones Técnicas y sitio web donde se pueden
consultar.
e. Fijación del lugar, día y hora de apertura o delegación para que sea fijada por el funcionario titular de la
Autoridad Administrativa del organismo licitante.
f. Monto estimado de la contratación.
g. Valor del pliego.
ARTÍCULO 15: PUBLICIDAD.
La publicidad de la convocatoria a contratación se efectúa mediante aviso que contenga, como mínimo, los
siguientes datos:
a. Identificación del organismo contratante;
b. Clase, tipo, número y objeto del procedimiento de selección;
c. Número del expediente;
d. Valor del pliego, lugar, plazo y horario donde puede consultarse, retirarse y/o adquirirse;
e. Lugar, día y hora del acto de apertura de ofertas;
f. Identificación del acto administrativo de autorización del llamado.
La Autoridad Administrativa instrumentará la difusión del llamado en el Boletín Oficial y en el sitio de internet de la
Provincia de Buenos Aires. Cuando se trate de llamados a contratación y remates internacionales deberá
disponerse además la publicación de avisos en el sitio Web de las Naciones Unidas denominado UN Development
Business, o en el que en el futuro lo reemplace o publicaciones en los países correspondientes en las condiciones
establecidas en la normativa vigente.
La cantidad de días de publicación y el plazo de antelación tendrán relación con el tipo de contratación y los
montos presupuestados.
Publicación del llamado en la Licitación o Remate Presupuesto oficial de la contratación Días mínimos de
publicación en Boletín Oficial y antelación A los efectos del cálculo, los días de publicación se consideran
comprendidos dentro de los días de antelación. Los plazos establecidos y los medios de publicidad deben ser
considerados como mínimos, pudiendo ampliarse de acuerdo con la complejidad, importancia u otras
características de la contratación.
Cuando se decida publicidad adicional en un medio gráfico y/o digital, éste debe ser de una entidad que garantice
una amplia difusión.
Excepcionalmente, los términos de anticipación podrán ser reducidos cuando la urgencia o interés del servicio así
lo requiera, debiendo constar los motivos en el acto administrativo del llamado.
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* A los efectos de la publicación de las modalidades de selección previstas en el artículo 18, inciso 1, puntos a) y b)
(Contratación Menor y Procedimiento abreviado) regirán los plazos mínimos de publicación allí establecidos.
ARTÍCULO 17: SELECCIÓN DEL COCONTRATANTE.
PROCEDIMIENTOS DE SELECCIÓN.
Apartado 1: Enumeración.
Los procedimientos de selección del contratante son la licitación pública, la licitación privada, el remate público y la
contratación directa.
LICITACIÓN PÚBLICA: Es el procedimiento de selección cuando el llamado se publicita principalmente de manera
general, dirigido a una cantidad indeterminada de posibles oferentes con capacidad para obligarse con base en el
cumplimiento de los requisitos que exija el Pliego de Bases y Condiciones.
LICITACIÓN PRIVADA: Es el procedimiento de selección en el cual la convocatoria está basada principalmente en la
invitación directa a oferentes acreditados en el rubro, sin perjuicio de considerarse todas las ofertas que se
presenten.
En la licitación privada el monto del presupuesto oficial no debe superar las 300.000UC.
REMATE PÚBLICO El remate público es un procedimiento de venta que se realiza con intervención de un martillero
público, con un precio base previamente establecido y en el cual la adjudicación recae en el mejor postor. Los
remates públicos serán realizados preferentemente por oficinas especializadas, sean nacionales, provinciales o
municipales y las condiciones en que actuarán serán convenidas y aprobadas por el titular de la repartición
contratante. En caso de realizarse por martilleros de la matrícula respectiva, deberán estar inscriptos en el Registro
de Proveedores y Licitadores y su designación se efectuará por sorteo. Si el Fisco debiera abonar comisión, ésta
será deducida del monto que tenga a percibir por la venta.
Apartado 2. Tipología Los procesos de selección pueden ser:
a) De etapa única o múltiple.
Las licitaciones pueden realizarse mediante etapa única o múltiple. Son de etapa única cuando la comparación de
las ofertas en sus aspectos económicos, de calidad o técnicos, se efectúa en un mismo acto y mediante la
presentación de un sobre único.
Son de etapa múltiple cuando la comparación y evaluación de antecedentes empresariales y técnicos, capacidad
económica financiera, garantías, características de la prestación y análisis de los componentes económicos de las
ofertas se realizan mediante preselecciones o precalificaciones sucesivas, por la presentación de más de un sobre.
En este caso, la recepción de los sobres debe ser simultánea para todas las propuestas, en la fecha y hora fijada
para la apertura del sobre número uno (1). El sobre correspondiente a la oferta económica sólo se abrirá si el
oferente fuere seleccionado en las etapas previas; caso contrario, se procederá a la devolución de los sobres sin
abrir.
b) Nacional, regional o internacional.
NACIONAL: Es nacional cuando, por las características del objeto o la complejidad de la prestación, la convocatoria
está dirigida a oferentes cuyo domicilio o sede principal de sus negocios se encuentran en el país o que tengan
sucursal en el país debidamente inscripta.
REGIONAL: Es regional cuando, por las características del objeto o la complejidad de la prestación, la convocatoria
se extiende a interesados y oferentes cuyo domicilio o sede principal de sus negocios se encuentra en los países
pertenecientes a América del Sur, preferentemente aquellos que conforman el MERCOSUR.
INTERNACIONAL: Es internacional cuando, por las características del objeto o la complejidad de la prestación, la
convocatoria se extiende a interesados y oferentes del exterior; revisten tal carácter aquellos cuya sede principal
de negocios se encuentra en el extranjero y no tienen sucursal en el país debidamente inscripta.
c) De proyectos integrales.
Puede realizarse el concurso de proyectos integrales cuando en función del objeto de la contratación el organismo
contratante requiera propuestas para obtener la solución más satisfactoria de sus necesidades.
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En tales casos, se debe cumplir con los siguientes requisitos:
d) Consignar previamente los factores que han de considerarse para la evaluación de las propuestas y determinar
el coeficiente de ponderación relativa que se asigna a cada factor y la manera de considerarlo.
‐ Efectuar la selección del contratante, tanto en función de la conveniencia técnica de la propuesta como de su
precio.
Apartado 3.
Modalidades Los procedimientos de selección se realizan de acuerdo a las siguientes modalidades o combinaciones
entre ellas:
a) Con orden de compra abierta: La contratación con orden de compra abierta procede en el caso que la cantidad
de bienes o servicios sólo se hubiera prefijado aproximadamente en el contrato, de manera tal que el organismo
contratante pueda realizar los requerimientos de acuerdo con sus necesidades durante el lapso de duración
previsto y al precio unitario adjudicado hasta el límite del monto fijado en el presupuesto correspondiente.
En este supuesto la selección del contratista deberá realizarse siempre por licitación pública excepto que los bienes
o servicios objeto del proceso licitatorio se encontrasen alcanzados por el artículo 18 inc. d) de la Ley.
APLICACIÓN: La contratación con orden de compra abierta es de aplicación a la contratación de bienes o servicios
homogéneos estandarizados o afines a un rubro o actividad y/o en los casos en que no se pueda determinar con
precisión la cantidad de unidades de los bienes y servicios a adquirir por el/los organismos interesados durante la
vigencia del contrato.
Asimismo podrá ser utilizada la modalidad de contratación con orden de compra abierta para las contrataciones
unificadas o centralizadas.
ORDEN DE COMPRA ABIERTA CON BLOQUEO DE ÍTEMS Durante el período de vigencia de la contratación
centralizada con orden de compra abierta efectuada por la Autoridad de Aplicación sólo se podrán adquirir los
bienes o servicios comprendidos en dicha orden de compra abierta no pudiendo contratar con terceros la provisión
de los mismos. La Autoridad de Aplicación podrá establecer un régimen de excepción a lo dispuesto en el presente
párrafo.
PLAZO Y CANTIDAD Cuando se utilice el procedimiento con orden de compra abierta, se podrá establecer la
cantidad máxima aproximada a requerirse durante la vigencia del contrato sin que exista obligación de asegurar
una cantidad mínima a contratar durante la vigencia del mismo.
El lapso de duración del contrato ejecutado con la modalidad de orden de compra abierta será de hasta
veinticuatro (24) meses. Los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares podrán contemplar la posibilidad de
prorrogar los contratos.
AFECTACIÓN PRESUPUESTARIA En oportunidad de iniciarse el expediente licitatorio por parte del órgano
requirente y/o licitante constará en informe incorporado en el actuado, suscripto por la Dirección Provincial de
Presupuesto Público que se dispone de los créditos necesarios para hacer frente a la respectiva erogación
presupuestaria.
La afectación preventiva del crédito y el compromiso definitivo se efectuarán en forma conjunta en el momento de
la emisión de cada solicitud de provisión y solamente por el monto de la misma.
ORDENES DE PROVISIÓN Los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares podrán establecer un límite a la cantidad
de solicitudes de provisión mensuales para cada una de las jurisdicciones, así como fijar el monto mínimo y el
monto máximo de cada solicitud de provisión.
La no emisión de solicitudes de provisión durante el lapso de vigencia del contrato o la emisión de solicitudes por
una cantidad inferior a la establecida como máxima en una orden de compra, no generará ninguna responsabilidad
para la entidad contratante y no dará lugar a reclamo ni a indemnización alguna a favor del o de los adjudicatarios.
La Autoridad de Aplicación podrá modificar el monto máximo y mínimo de las solicitudes de provisión que se
establezcan en cada caso, como también establecer excepciones a la cantidad de las mismas cuando situaciones de
necesidad, urgencia, mérito y/u oportunidad lo ameriten.
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b) Compra diferida: Se utiliza la compra diferida cuando, habiéndose fijado la cantidad de bienes o servicios en el
contrato, se desea establecer diferentes plazos de entrega. Los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares deben
explicar dichos plazos o la forma en que los mismos se deben comunicar al adjudicatario.
c) Compra unificada: Se utiliza la compra unificada cuando dos o más reparticiones requieren la adquisición de un
mismo tipo de bien o servicio y se presume que el costo total a pagar por la Administración será menor si se
tramitan en forma conjunta. La Autoridad de Aplicación puede tomar la decisión de agrupar contrataciones. La
compra unificada puede realizarse centralizadamente.
d) Con precio máximo: Las contrataciones son con precio máximo cuando el llamado a participar indique el precio
más alto que puede pagarse por los bienes o servicios requeridos.
Se debe dejar constancia en el expediente de la fuente utilizada para la determinación del precio máximo.
e) Llave en mano: Las contrataciones llave en mano se efectúan cuando se estime conveniente para el interés
público concentrar en un único proveedor la responsabilidad de la realización integral de un proyecto.
Se aplica esta modalidad cuando la contratación tiene por objeto la provisión de elementos o sistemas complejos a
entregar instalados o cuando comprenda, además de la provisión, la prestación de servicios vinculados con la
puesta en marcha, operación, capacitación, coordinación o funcionamiento de dichos bienes o sistemas entre sí o
con otros existentes, mediante el uso de tecnologías específicas.
Los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares deben prever que los oferentes acompañen la información acerca
del financiamiento del proyecto, se hagan cargo de la provisión de repuestos, ofrezcan garantía de calidad y
vigencia apropiadas, detallen los trabajos de mantenimiento a realizar y todo otro requisito que resulte conducente
al buen resultado de la contratación.
f) Convenio Marco de Compras: es una modalidad de contratación mediante la cual se selecciona a uno o más
proveedores para procurar el suministro directo de bienes y servicios, en la forma, plazo y demás condiciones
establecidas en dicho convenio.
Esta modalidad en la selección del cocontratante es prerrogativa exclusiva de la Autoridad de Aplicación.
Durante la vigencia del Convenio Marco sólo se podrán adquirir los bienes o servicios comprendidos en el mismo.
Previo expresa autorización de la Autoridad de Aplicación la jurisdicción contratante podrá instar procesos de
selección por bienes o servicios incluidos en un Convenio Marco en caso de condiciones más ventajosas que sean
objetivas, sustanciales y demostrables.
g) Subasta Inversa: es una modalidad de selección por la cual se adquieren bienes o se contratan servicios a través
de una licitación o concurso público o privado o contratación directa que se adjudica al precio más bajo o a la
oferta económica más ventajosa, luego de efectuada una compulsa interactiva de precios.
La Autoridad de Aplicación establecerá el procedimiento al que deberá ajustarse esta modalidad de selección.
h) La modalidad por defecto será la orden de compra cerrada.
Asimismo, la Autoridad de Aplicación podrá reglamentar la incorporación de otras modalidades de contratación
conforme con su naturaleza y objeto, las cuales deberán respetar los principios generales de la contratación
pública.
En todos los procedimientos de selección del contratante en que la invitación a participar se realizare a un
determinado número de personas humanas o jurídicas, se deben considerar y evaluar las ofertas presentadas por
quienes no fueron convocados, los cuales deben cumplir con todos los requisitos establecidos en la presente.
Apartado 4:
Ofertas PRESENTACIÓN Las ofertas se presentan en sobre común, con o sin membrete del oferente, o en cajas o
paquetes si son voluminosas, perfectamente cerrados y por duplicado o cantidad de copias adicionales que
establezcan las Cláusulas Particulares, debiendo contener en su frente o cubierta la indicación de:
Organismo contratante y domicilio;
Número de expediente;
Tipo y número que identifica la contratación.
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Las ofertas serán admitidas hasta el día y hora fijados para la apertura del acto.
La presentación de ofertas implica el conocimiento y aceptación del Pliego de Bases y Condiciones, el
sometimiento a todas sus disposiciones, a las de la Ley 13.981 y de este Reglamento.
Las propuestas se presentarán preferentemente en cualquiera forma impresa y cada hoja será firmada por el
proponente o su representante legal.
Las enmiendas y raspaduras en partes esenciales de la oferta, deben ser debidamente salvadas.
CONTENIDO La propuesta deberá contener:
La indicación de los domicilios real, legal que se fije en la Provincia de Buenos Aires y electrónico del oferente.
El número de inscripción en el Registro de Proveedores y Licitadores o la constancia de haber iniciado el trámite.
La oferta económica, la que debe especificar el precio unitario, el total por renglón y el total general, expresándose
éste último también en letras. Se debe consignar el precio neto, es decir, con sus descuentos e incluyendo
impuestos.
Si se trata de productos de producción nacional o extranjera; si no se indica, resulta inaplicable todo beneficio
relativo al origen del bien.
Si el producto tiene envase especial, si el precio cotizado lo incluye o si debe devolverse y en qué plazo; en este
último caso, el flete y acarreo corre por cuenta del adjudicatario.
Cuando se adquieran elementos a instalar y recibir en funcionamiento, el oferente debe consignar los plazos para
dar cumplimiento a estas obligaciones, si el pliego no los contempla.
En el caso en que el total de cada renglón no responda al precio unitario del mismo, se tomará como base este
último y la correcta suma de los renglones así calculados se utilizará para determinar el total de la propuesta, si
hubiere discordancia.
El error evidente puede ser corregido de oficio por la Comisión de Preadjudicación antes de notificar su dictamen y
por el oferente hasta el mismo momento.
Todo otro tipo de error en la cotización importa la desestimación de la oferta o la aplicación de las penalidades
previstas para la deserción, en su caso.
Los pliegos podrán establecer la posibilidad de efectuar ofertas por todos o algunos de los renglones objeto del
llamado. Excepcionalmente y ante razones debidamente fundadas se admitirán ofertas por parte de renglón.
No se puede ofertar el pago en moneda distinta de la establecida en el Pliego de Condiciones Particulares.
Salvo que las Condiciones Particulares dispongan otra cosa, las ofertas se formularán en pesos.
La facturación, las retenciones impositivas y los pagos se regirán por las reglas que establezca la Contaduría
General de la Provincia, teniendo en cuenta las restantes disposiciones nacionales y provinciales de aplicación.
ELEMENTOS A IMPORTAR Cuando se hubiere previsto la oferta de elementos a importar, la autorización a cotizar
en moneda extranjera puede referirse al país de origen de los bienes u otras monedas usuales en el comercio
internacional y según condición de INCOTERMS prevista en el pliego.
En caso de que el pliego nada diga en este último aspecto, se entiende que la oferta ha sido requerida en condición
C.I.F., Puerto de Buenos Aires.
Los seguros para las ofertas en condición C.I.F., deben siempre cotizarse separadamente del valor de la mercadería
Esta cláusula se toma en cuenta para la comparación de precios y cómputo de los beneficios por aplicación de los
principios de prioridad de contratación, incluyendo también aranceles y derechos de nacionalización y todo otro
gravamen que corresponda hasta la efectiva entrega.
La gestión para obtener la liberación de recargos, derechos aduaneros y otros gravámenes correspondientes al
elemento adjudicado, está a cargo de la Autoridad Administrativa y debe ser tramitada y obtenida antes de la
apertura de la carta de crédito, entendiéndose que si el beneficio previsto no pudiera obtenerse por aspectos no
considerados, el contrato puede ser rescindido sin responsabilidad alguna.
DOCUMENTOS A ACOMPAÑAR A cada oferta se acompañará:
El documento de garantía pertinente, cuando corresponda;
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Descripción del objeto o servicio ofertado y el catálogo en su caso;
El recibo de la muestra cuando se la presente por separado;
El comprobante de pago del pliego cuando así esté previsto;
La documentación que acredite los extremos legales, cuando se pretenda la aplicación de las preferencias previstas
por el artículo 22 de la Ley que se reglamenta.
La documentación legal y económico‐financiera requerida en las Cláusulas Particulares.
Las exigencias en relación a esta información se adecuarán al monto de la contratación.
SUBSANACIÓN DE DEFICIENCIAS El principio de concurrencia de ofertas no debe ser restringido por medio de
recaudos excesivos o mediante exclusiones no reparables:
En todos los casos serán subsanables:
a) La insuficiencia de la garantía de mantenimiento de oferta de hasta un diez por ciento (10%);
b) Las omisiones insustanciales, debiendo la Comisión de Preadjudicación requerir a los oferentes las aclaraciones
que sean necesarias a fin de subsanar deficiencias siempre que ello no contravenga los principios generales
establecidos en el artículo 3° de la Ley.
En ningún supuesto, será subsanable la omisión de presentar la cotización debidamente formulada y suscripta, ni la
falta de presentación de la garantía de mantenimiento de oferta.
MUESTRAS Las muestras de ofertas pueden ser presentadas hasta el momento fijado para la apertura de ofertas en
el lugar que indiquen las Cláusulas Particulares.
En caso de que las muestras no fueran agregadas a la propuesta, debe indicarse en parte visible, la contratación a
la cual corresponden y el día y hora establecidos para la apertura de las ofertas a las que se encuentran destinadas.
Debe otorgarse recibo de las muestras entregadas personalmente.
Las muestras serán devueltas a los oferentes no adjudicatarios, salvo que para su examen sean sometidas a un
proceso destructivo.
Las correspondientes a los artículos adjudicados quedarán en poder de la autoridad contratante para control de los
que sean provistos, a excepción de los casos en que por sus características o valor se haya previsto su devolución.
Las retenidas serán devueltas una vez cumplido el contrato, en el plazo que se comunicará junto con la puesta a
disposición.
Vencido ese plazo sin que se retire la muestra, la repartición contratante queda facultada para disponer su uso,
venta o destrucción.
PLAZO DE MANTENIMIENTO Y RENOVACIÓN Salvo disposición en contrario del Pliego de Condiciones Particulares,
la oferta formulada tiene un plazo de vigencia de veinte (20) días.
Si el oferente no manifestara en forma fehaciente su voluntad de no renovar la garantía de mantenimiento de
oferta con una antelación mínima de diez (10) días anteriores al vencimiento del plazo, aquélla se considera
tácitamente mantenida por un lapso igual al inicial, salvo que el Pliego en sus Condiciones Particulares disponga
algo distinto.
Manifestado el retiro de la oferta, ésta pierde vigencia al completarse el plazo que se encuentre corriendo.
El desistimiento en otras condiciones, se encuentra sujeto a las penalidades previstas en esta reglamentación.
Apartado 5. Apertura En el lugar, día y hora fijados para realizar el acto, se procede a abrir las propuestas en
presencia de las autoridades de la repartición contratante y de todos aquellos que deseen presenciarlo.
Los organismos de asesoramiento y control pueden destacar asistentes.
Se labra acta que debe contener:
a) Fecha, hora, e identificación de la contratación y de los presentes.
b) Número de orden asignado a cada oferta;
c) Monto de cada oferta y sus variantes y descuentos; d) Nombre del oferente y número de C.U.I.T.;
e) Monto y forma de la garantía cuando corresponda su presentación; f) Observaciones e impugnaciones que se
hicieran en el acto de apertura.
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El acta se firma por los funcionarios intervinientes y por los asistentes que deseen hacerlo y se e incorpora al
expediente.
Los originales de las ofertas foliados y rubricados por el funcionario que presida el acto, también se agregan al
expediente.
Los duplicados quedan reservados en el organismo licitante y están a disposición de los interesados que deseen
examinarlos, pudiendo tomarse notas, fotografías y fotocopias.
Ninguna oferta puede ser desestimada en el acto de la apertura. Las observaciones e impugnaciones se analizan
posteriormente.
ARTÍCULO 20: OBSERVACIONES E IMPUGNACIONES.
Apartado 1: Cuestiones previas a la preadjudicación.
Para el examen de las propuestas presentadas se confeccionará un cuadro comparativo de precios.
Cuando la cotización se efectúe en moneda extranjera, a los efectos de la comparación de precios, se convertirá en
base al tipo de cambio vendedor, vigente en el Banco de la Nación Argentina al día anterior al de la apertura de
sobres.
Apartado 2: Comisión de Preadjudicación.
La evaluación de las ofertas está a cargo de la Comisión de Preadjudicación, su integración es determinada por el
funcionario competente para emitir el acto administrativo de autorización del llamado. La misma está integrada
por tres (3) miembros como mínimo.
Cuando para la evaluación se requieran conocimientos especializados ajenos a todos los miembros de la Comisión,
la misma deberá solicitar a otros organismos estatales o privados competentes todos los informes que estime
necesario.
El dictamen de la Comisión de Preadjudicación debe proporcionar a la autoridad competente para adjudicar, los
fundamentos para el dictado del acto administrativo, pero no tiene carácter vinculante Incluirá el examen de
cumplimiento de los requisitos exigidos por la Ley, este Reglamento y los respectivos pliegos, la aptitud de los
oferentes para contratar, la evaluación de las ofertas y la recomendación sobre la resolución a adoptar para
concluir el procedimiento.
Al evaluar las ofertas indicará si las hay inadmisibles, explicando los motivos y disposiciones aplicables, siguiendo
igual procedimiento en caso de ofertas manifiestamente inconvenientes. Se dejará constancia de la evaluación de
las observaciones que se hayan efectuado y se consignarán los fundamentos normativos de la recomendación
aconsejada en el dictamen.
La preadjudicación puede hacerse por el total licitado o por renglón.
La preadjudicación por parte de renglón sólo corresponderá cuando se encuentre expresamente prevista en el
Pliego de Condiciones Particulares.
El dictamen adopta la forma de acta de la reunión de los miembros y puede incluir disidencias.
Debe emitirse dentro de los cinco (5) días hábiles contados desde la fecha de apertura de las propuestas o el que
se fije en el pliego en función de la complejidad de la contratación. El plazo se suspenderá por el requerimiento de
informes técnicos o por la intimación a subsanar defectos formales cursada a los oferentes. Si no se cumpliera el
plazo establecido, la Comisión deberá justificar en forma fundada los motivos de tal circunstancia.
La Comisión deberá intimar al oferente, bajo apercibimiento de desestimar la oferta, a subsanar deficiencias
insustanciales de su oferta dentro del término que se fije en la intimación.
Las propuestas de personas físicas o jurídicas que participen con más de una oferta dentro de una misma
contratación, serán eliminadas del concurso, ya sea que lo hagan por sí solas o como integrantes de un grupo,
asociación o persona jurídica.
Apartado 3: Empate de ofertas En caso de paridad de ofertas, la preadjudicación corresponde a la propuesta que
ofrezca mayor cantidad de elementos de origen nacional. De subsistir el empate se solicitará a los proponentes
que, por escrito y dentro de los tres (3) días, formulen una mejora de precios.
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Las nuevas propuestas que se presenten, son abiertas en el lugar, día y hora establecidos en el requerimiento,
labrándose el Acta pertinente.
El silencio del oferente invitado a desempatar, se entiende como mantenimiento de la propuesta sin modificación.
De mantenerse el empate, se analizará la posibilidad de adjudicar en base a otras ventajas como: mayor cantidad
de criterios sustentables incorporados a la oferta, mayor cantidad de elementos de mejor calidad o características
diferenciales similares.
Si ninguno de estos criterios resultara de aplicación, la Comisión de Preadjudicación procede al sorteo público de
las ofertas empatadas. Para ello debe fijarse día, hora y lugar del sorteo público y notificarse a los oferentes
llamados a desempatar.
Si el importe de los renglones igualados no exceden de 5UC, se procede directamente a preadjudicar por el sorteo
previsto en el párrafo anterior.
Apartado 4: Mejora de oferta.
Cuando se considere que el precio de la mejor oferta presentada resulta excesivo con relación al monto estimado
de la contratación, podrá solicitarse una mejora a los fines de conseguir la oferta más conveniente a los intereses
fiscales. Ante la negativa a mejorar el precio, la Comisión de Preadjudicación aconsejará proseguir con la
preadjudicación o declarar la inconveniencia de todas las propuestas, exponiendo los fundamentos de su dictamen.
Apartado 5: Notificación de la preadjudicación y trámite.
El dictamen de preadjudicación se notifica a los oferentes haciéndoles saber el derecho a tomar vista de las
actuaciones y a formular impugnaciones dentro del plazo de tres (3) días hábiles desde la notificación.
Cumplido ese plazo, la autoridad contratante dicta el acto administrativo de adjudicación, según lo dispuesto en el
artículo 21 de la Ley. Si se han formulado impugnaciones, éstas son resueltas en el mismo acto, previa vista y nuevo
dictamen de la Comisión de Preadjudicación, el que no se sustancia.
ARTÍCULO 21: ADJUDICACIÓN.
La adjudicación debe realizarse a favor de la oferta más conveniente, teniendo en cuenta para ello el precio, la
calidad, la idoneidad del oferente, los costos asociados de uso y mantenimiento presentes y futuros y demás
condiciones de la oferta.
Antes de resolver la adjudicación, la repartición debe acreditar la razonabilidad del precio a pagar.
Previa vista o intervención de los Organismos de Asesoramiento y Control, de acuerdo con lo previsto en la
reglamentación del artículo 13, se dictará la resolución de adjudicación que se notificará, con sus fundamentos,
dentro de los siete (7) días hábiles de emitida, al adjudicatario y a quienes hayan efectuado impugnaciones o
deducido pretensiones que se resuelvan en ese acto administrativo.
Puede adjudicarse aún cuando se haya presentado una sola oferta.
El organismo contratante puede dejar sin efecto el procedimiento de contratación en cualquier momento anterior
al perfeccionamiento del contrato, sin lugar a indemnización alguna en favor de los interesados u oferentes.
Obstará a la adjudicación toda distorsión significativa de la oferta en relación con precios de mercado del producto,
bien o servicio ofrecido.
Se consideran incluidos en esta previsión todos los ocultamientos, incorrecciones y modificaciones injustificadas de
los elementos y circunstancias que hacen a la aplicabilidad de las preferencias para contratación prioritaria,
contempladas por el artículo 22 de la Ley que se reglamenta.
Podrán habilitarse, en particular para cada llamado o cuando la naturaleza del objeto de la prestación así lo
justifique, métodos que posibiliten concluir la existencia de distorsiones significativas en las ofertas, que las hagan
desestimables por evidenciar la imposibilidad de cumplimiento contractual.
Concursos para aspirantes a agentes públicos. Principios aplicables.
Ley 10430 – Estatuto y escalafón para el personal de la administración pública
INGRESO
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ARTÍCULO 2.‐ ADMISIBILIDAD. Son requisitos para la admisibilidad:
a) Ser argentino nativo, por opción o naturalizado. Por excepción, podrán admitirse extranjeros que posean
vínculos de consanguinidad en primer grado o de matrimonio con argentinos, siempre que cuenten con CINCO (5)
años como mínimo de residencia en el país. Asimismo, se admitirán extranjeros cuando se tenga que cubrir
vacantes correspondientes a cargos indispensables de carácter profesional, técnico o especial.
La reglamentación preverá los plazos a otorgar a los extranjeros, para la obtención de la carta de ciudadanía.
b) Tener DIECIOCHO (18) años de edad como mínimo y CINCUENTA (50) años de edad como máximo.
Los aspirantes que por servicios prestados anteriormente tengan computables años a los efectos de la jubilación,
debidamente certificados, podrán ingresar hasta la edad que resulte de sumar a los CINCUENTA (50) años, los de
servicios prestados, pero en ningún caso la edad de los aspirantes puede exceder de los SESENTA (60) años.
Estos requisitos no regirán para los casos en que exigencias especificas de leyes de aplicación en la Provincia,
establezcan otros límites de edad, ni tampoco para el personal temporario.
a) No ser infractor a disposiciones vigentes sobre enrolamiento.
b) Poseer título de educación secundaria o el que lo reemplace en la estructura educativa vigente al tiempo del
ingreso, para el personal administrativo y para el resto del personal acreditar los requisitos del puesto a cubrir.
c) Acreditar buena salud y aptitud psicofísica adecuada al cargo, debiendo someterse a un examen
preocupacional obligatorio, que realizará la autoridad de aplicación que designe el Poder Ejecutivo, sin cuya
realización no podrá darse curso a designación alguna.
ARTÍCULO 3.‐“INGRESO. No podrán ingresar a la Administración:
a) El que hubiere sido exonerado o declarado cesante en la Administración Nacional, Provincial o Municipal, por
razones disciplinarias, mientras no esté rehabilitado en la forma que la reglamentación determine.
b) El que tenga proceso penal pendiente o haya sido condenado en causa criminal por hecho doloso de naturaleza
infame, salvo rehabilitación, y el que haya sido condenado en causa criminal por genocidio o crímenes de lesa
humanidad o favorecido por las Leyes de Obediencia Debida o Punto Final.
c) El que hubiere sido condenado por delito que requiera para su configuración la condición de agente de la
Administración Pública.
d) El fallido o concursado civilmente, mientras no obtenga su rehabilitación judicial.
e) El que esté alcanzado por disposiciones que le creen incompatibilidad o inhabilidad.
f) El que se hubiere acogido al régimen de retiro voluntario ‐Nacional, Provincial o Municipal‐ sino después de
transcurridos CINCO (5) años de operada la extinción de la relación de empleo por esta causal, o a cualquier otro
régimen de retiro que prevea la imposibilidad de ingreso en el ámbito provincial.”
ARTÍCULO 4.‐“El ingreso se hará siempre por el nivel inferior o cargo de menor jerarquía, correspondiente a la
función o tarea, debiendo cumplir los requisitos que para el desempeño del mismo se establezcan legal y
reglamentariamente.
La selección se realizará por la autoridad competente de la Administración Pública ‐que la reglamentación
determine‐ a través del sistema de concurso y oposición que garantice la igualdad de oportunidades y la
transparencia del proceso selectivo para quienes deseen acceder a los cargos públicos.”
ARTÍCULO 5.‐“El nombramiento del personal a que alude este sistema será efectuado por el Poder Ejecutivo a
propuesta de la jurisdicción interesada ‐previa intervención de los organismos competentes en el tema‐, los que
verificarán que se cumplan debidamente los requisitos exigidos.”
ARTÍCULO 6.‐“Todo nombramiento es provisional hasta tanto el agente adquiera estabilidad: este derecho se
adquiere a los SEIS (6) meses de servicio efectivo, siempre que se hayan cumplido en su totalidad los requisitos de
admisibilidad fijados en el artículo 2°, que no hubiere mediado previamente oposición fundada y debidamente
notificada por autoridad competente, en la forma que reglamentariamente se disponga.
Durante el período de prueba al agente ingresado podrá exigírsele la realización de acciones de capacitación y/o
formación cuyo resultado podrá condicionar su situación definitiva.”
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ARTÍCULO 10.‐“Los cargos vacantes que correspondan a unidades orgánicas aprobadas por estructura podrán ser
cubiertos, en forma interina y por un plazo que no podrá exceder los SEIS (6) meses, por un agente de igual nivel o
de nivel inferior; en este último caso el agente seleccionado ejercerá la función superior en carácter de
“subrogante” y percibirá mensualmente la diferencia salarial que exista con el nivel del cargo superior y los
aditamentos que pudiera corresponder en cada caso.
Si transcurridos los SEIS (6) meses no se produjera la cobertura por concurso, la subrogancia caducará, con
responsabilidad para los agentes responsables: solamente el Poder Ejecutivo podrá habilitar por acto
administrativo la vacante no cubierta.”
Concurso de oposición de antecedentes: es un procedimiento selectivo en el que varias personas concurren para
ocupar uno o más puestos en una empresa u organización. La oposición suele constar de varias pruebas (test,
psicotécnicas, desarrollo de temas, supuestos prácticos, idiomas, etc.) para evaluar la aptitud y capacidad de los
aspirantes (opositores). La igualdad es un principio que debe regir todo el desarrollo del proceso.
2.‐ Sumario disciplinario. Ley 10.430 y su reglamento. Órganos competentes y etapas del procedimiento.
REGIMEN DISCIPLINARIO
ARTÍCULO 80.“Los agentes de la Administración Pública de la Provincia no podrán ser objeto de sanciones
disciplinarias ni privados de su empleo, sino por las causas y procedimientos determinados en esta Ley y su
reglamentación.”
ARTÍCULO 81.“Se aplicarán, en los casos que corresponda, sanciones disciplinarias de orden correctivo o expulsivo,
las que a su vez respectivamente, podrán implicar apercibimiento o suspensión hasta SESENTA (60) días corridos y
cesantía o exoneración.”
ARTÍCULO 86. “Las causales enunciadas en los artículos precedentes y referidas a las sanciones al personal, no
excluyen otras que importen violación de los deberes del personal.”
ARTÍCULO 87.‐“El agente podrá ser sancionado disciplinariamente con suspensión de hasta DIEZ (10) días sin
necesidad de instrumentar el procedimiento sumarial por funcionario no inferior a Director. En estos casos previoa
la aplicación de la sanción se hará saber al agente la falta cometida, la norma transgredida y el derecho a presentar
descargo en el plazo de TRES (3) días.
Exceptúase de lo dispuesto en éste artículo los casos de abandono de cargo y reiteradas inasistencias sin justificar,
donde la sanción disciplinaria podrá extenderse hasta TREINTA (30) días en las condiciones que la reglamentación
determine.”
ARTÍCULO 88.“Toda sanción deberá aplicarse por resolución fundada que contenga la clara exposición de los
hechos y la indicación de las causas determinantes de la medida.
La reglamentación establecerá la incidencia de las sanciones en la calificación del agente.”
ARTÍCULO 95. “Cuando la falta imputada pueda dar lugar a la aplicación de sanción expulsiva, deberá darse
intervención a la ASESORÍA GENERAL DE GOBIERNO para que, dentro del plazo de DIEZ (10) días emita dictamen al
respecto. Solamente se requerirá la intervención de la FISCALÍA DE ESTADO cuando de modo directo existan
intereses fiscales afectados, la que deberá expedirse dentro del mismo plazo. Ambos organismos podrán recabar
medidas ampliatorias.”
ARTÍCULO 99.‐“Son competentes para aplicar las sanciones disciplinarias:
a) El Poder Ejecutivo, las expulsivas.
b) Los Ministros, Secretarios, Subsecretarios, Directores Generales o Provinciales, y demás funcionarios con
idéntico rango a los enumerados, las correctivas.
c) Los Directores, o sus equivalentes, las correctivas limitándose la suspensión hasta un máximo de DIEZ (10)
días.”
ARTÍCULO 100.‐“El acto administrativo final deberá ser dictado dentro de los CINCO (5) días de recibidas las
actuaciones y deberá resolver:
a) Sancionando al o a los imputados.
b) Absolviendo al o a los imputados.
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c) Sobreseyendo en el sumario al o a los imputados.
d) Declarando extinguida la potestad disciplinaria de la Administración por alguna de las causales previstas.
Previo al dictado del acto que resuelva el sumario, el órgano competente podrá disponer la ampliación del sumario,
haciendo clara referencia a los hechos y circunstancias sobre los que versare.”
ARTÍCULO 105.“En cualquier tiempo, el agente sancionado o de oficio, el Estado, podrá solicitar la revisión del
sumario administrativo del que resultara pena disciplinaria, cuando se aduzcan hechos nuevos o circunstancias
sobrevinientes susceptibles de justificar la inocencia del imputado. Cuando se trate de agentes fallecidos, la
revisión podrá ser requerida por el cónyuge, descendientes, ascendientes, hermanos o la persona que
comprobadamente hubiera convivido en calidad de cónyuge, o de oficio por la misma Administración.
En todos los casos deberán acompañarse los documentos y pruebas en que se funda la revisión: en su defecto, ésta
será desechada sin más trámite. No constituyen fundamento para la revisión las simples alegaciones de injusticia
de la sanción.”
ARTÍCULO 106. “Los términos establecidos en el presente Capítulo son perentorios y se computarán por días
hábiles laborales con carácter general para la Administración Provincial, salvo cuando se hubiere establecido un
tratamiento distinto.”
3.‐ Ejecución del contrato de obra pública. Régimen legal.
Ley 13981
DE LA EJECUCION.
ARTICULO 30º .Ley:“Una vez puesto en obra el equipo mínimo previsto por el Pliego de Bases y Condiciones y
aprobado por la inspección, éste no podrá ser retirado sin autorización de la misma, so pena de las multas que por
reglamentación se fijen.
El inspector de obra podrá recabar el auxilio de la fuerza pública para impedir el retiro del equipo.”
ARTICULO 31º .Ley:“La repartición encomendará la inspección de la obra a un profesional universitario, quien será
responsable del correcto cumplimiento del contrato y de las cláusulas de la presente ley a cuyos efectos la
reglamentación dictará las normas pertinentes.”
ARTICULO 32º .Ley: El contratista y su representante técnico son responsables de la correcta interpretación de los
planos y especificaciones para la realización de la obra.
ARTICULO 33º .Ley:“Las modificaciones del proyecto que produzcan aumentos o reducciones de ítem contratados
o creación de nuevos ítem, que no excedan en conjunto del veinte por ciento (20%) del monto total del contrato,
serán obligatorias para el contratista en las condiciones que establece el artículo 34°, abonándose en el primer
caso el importe del aumento sin que tenga derecho en el segundo a reclamar indemnización alguna por los
beneficios que hubiese dejado de percibir. Si el contratista justificase haber acopiado o contratado materiales o
equipos para las obras reducidas o suprimidas, se hará un justiprecio del perjuicio que haya sufrido por tal causa, el
que le será reconocido. (…)”
ARTICULO 35º .Ley:“No podrá el contratista por sí, hacer trabajo alguno sino con estricta sujeción al contrato. Los
materiales de mejor calidad o la mejor ejecución empleada por el contratista no le darán derecho a mejora de
precios.
En caso de fuerza mayor debidamente justificada, la repartición podrá autorizar el empleo de materiales de
distinta calidad previo reajuste del precio en la medida que corresponda.”
ARTICULO 37º .Ley:“Las demoras en la iniciación, ejecución y terminación de los trabajos, darán lugar a la
aplicación de multas o sanciones que fije el Pliego de Bases y Condiciones. Salvo que el contratista pruebe que se
debieron a causas justificadas. El contratista quedará constituído en mora por el solo hecho del transcurso del o de
los plazos estipulados en el contrato y obligado al pago de la multa correspondiente, sin necesidad de
requerimiento o interpelación alguna, debiéndose descontar el importe respectivo de los certificados a emitir o en
su defecto de las garantías constituidas.
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La aplicación de la multa será dispuesta por la Repartición. Cuando el total de las multas aplicadas alcance al quince
por ciento (15%) del monto del contrato, la Administración Pública podrá rescindirlo por culpa del contratista.”
ARTICULO 38º .Ley:“El contratista será indemnizado por daños consistentes en la destrucción, pérdida o avería de
materiales certificados o de obra ejecutada que tenga por causa directa hechos culposos de empleados de la
Administración en el desempeño de tareas inherentes al empleo, por hechos naturales o por actos de Poder
Público, que reúnan en todos los casos los caracteres de causa fortuita o de fuerza mayor. El contratista so pena de
pérdida del derecho a la indemnización deberá presentar la reclamación correspondiente en las condiciones y
plazo que fije la reglamentación.
La procedencia de la indemnización deberá ser resuelta dentro del plazo de noventa (90) días, previo dictamen del
Consejo respectivo.
La indemnización se fijará en cuanto ello sea posible de acuerdo con los precios del contrato.
Queda autorizado el Ministerio respectivo a abonar la indemnización con el crédito de la obra.”
DE LA RECEPCION Y CONSERVACION.
ARTICULO 49º .Ley:“Las obras podrán recibirse parcial o totalmente conforme con lo establecido en el contrato,
pero la recepción parcial también podrá hacerse cuando se considere conveniente por la Repartición respectiva.
La recepción total o parcial tendrá carácter provisional hasta tanto se haya cumplido el plazo de garantía o
conservación que fije el contrato.
Dentro de los treinta (30) días de solicitadas por el contratista, la Repartición procederá a efectuar las recepciones
pertinentes.”
ARTICULO 50º .Ley:“Si al procederse a la recepción provisional se encontrasen obras que no estuvieran ajustadas
con arreglo a las condiciones de contrato, se podrá suspender dicha operación hasta que el contratista las coloque
en la forma estipulada, a cuyos efectos la repartición fijará un plazo, transcurrido el cual si el contratista no diera
cumplimiento a las observaciones formuladas, podrá la Repartición ejecutarlas por sí o con intervención de
terceros, cargando los gastos al contratista, sin perjuicio de las sanciones que correspondiere.
Cuando se tratare de subsanar ligeras deficiencias o de completar detalles que no afecten a la habilitación de la
obra, podrá realizarse la recepción provisional, dejando constancia en el acta a los efectos de que se subsanen
estos inconvenientes durante el plazo de conservación o garantía.”
ARTICULO 51º .Ley: Toda vez que los Pliegos de Bases y Condiciones no ordenen otro procedimiento, la habilitación
total o parcial de una obra dispuesta por la Administración dará derecho al contratista a tener por recibida
provisionalmente la obra.
ARTICULO 51º .Reg.: En caso de habilitación parcial el contratista tendrá derecho a la recepción provisoria
exclusivamente de la parte habilitada, para lo cual se librará acta con orden de servicio, en la que constará la parte
libre al uso y estado de ejecución de la misma.
ARTICULO 52º .Ley:“La recepción definitiva se llevará a cabo al finalizar el plazo de conservación o garantía que se
hubiere fijado en el contrato.
El plazo mencionado se empezará a contar a partir de la fecha del acta de recepción provisional.
Si la recepción provisional se hubiese llevado a cabo sin observaciones y si durante el plazo de conservación o
garantía no hubiesen aparecido defectos como consecuencia de vicios ocultos y se hubieran realizado los trabajos
de conservación que previeran los Pliegos de Bases y Condiciones, la recepción definitiva se operará
automáticamente vencido dicho plazo.
Si el contratista, vencido el plazo de conservación o garantía no hubiere subsanado las deficiencias consignadas en
el acta de recepción provisional o las que pudieran aparecer durante el plazo mencionado, la Repartición lo
intimará para que lo haga en un lapso perentorio, transcurrido el cual y persistiendo el incumplimiento procederá a
recibir la obra de oficio y determinará la proporción en que se afecte la garantía y créditos pendientes sin perjuicio
de las sanciones que se apliquen en el Registro de Licitadores.”
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ARTICULO 53º .Ley:“La recepción provisional se llevará a cabo por los técnicos que designe la repartición
respectiva, quienes labrarán acta con intervención del contratista y de su representante técnico, la que será
aprobada en última instancia por el director de aquella, quien dispondrá la devolución de las retenciones
establecidas en el artículo 42°.
El mismo procedimiento se observará para la recepción definitiva, pero en este caso se elevarán las actuaciones
para que el Ministro respectivo apruebe lo actuado.”
DE LA RESCISION.
ARTICULO 58º .Ley:“La quiebra, la liquidación sin quiebra o el concurso de acreedores del contratista producirá de
pleno derecho la rescisión del contrato.
En los supuestos especiales contemplados por el artículo 48° de la Ley Nacional 24.522 y una vez abierto el
procedimiento etablecido en el mismo artículo, del cual resultre que un acreedor o un tercero, inscripto en el
registro de Licitadores del Estado, formulase oferta conforme al inciso tercero del artículo mencinado, podrá
realizar propuestas en la adquisición de las cuotas o acciones de la presunta fallida, ante la administración pública,
para que la misma preste su conformidad.
En un plazo de diez (10) días en que se hayan presentado las propuestas por el contratista., la administración
expedirá dictamen acerca de la conveniencia de otorgar o no su conformidad. La conformidad definitiva la otorgará
el órgano que en su oportunidad hubierre resuelto la contratación.
No se otorgará la conformidad definitiva, si concurriere otra causal de rescisión, si el contrato no reuniere iguales
condiciones legales, o no se den suficientes grantías de cumplimiento del contrato.
El otorgamiento de la conformidad a un proponente no es obstáculo para otorgarla al mismo tiempo a otro u otros
contratistas.”
ARTICULO 59º .Ley:“En caso de incapacidad o muerte del contratista, la Provincia podrá rescindir el contrato si
dentro del plazo de noventa (90) días, sus herederos o sus representantes legales, según corresponda, no lo
tomaren a su cargo ofreciendo las mismas garantías que las exigidas por el contrato, siempre que a juicio del
Ministerio respectivo tuvieren o suplieren las condiciones necesarias de capacidad técnico‐financiera para
cumplimiento del mismo.
También podrán, dentro de dicho término y en iguales condiciones, proponer a una de las firmas inscriptas en la
especialidad correspondiente del Registro de Licitadores, con la capacidad suficiente para el caso.
El mismo procedimiento podrá observarse cuando adjudicada la obra el adjudicatario falleciera o cayera en
incapacidad sin haberse firmado el contrato.”
ARTICULO 60º .Ley:“La Provincia tendrá derecho además a rescindir el contrato en los siguientes casos:
a) Cuando el contratista se haga culpable de fraude o grave negligencia o contravenga las obligaciones y
condiciones estipuladas en el contrato.
b) Cuando el contratista se exceda sin causa justificada del plazo fijado en las bases de licitación, para la iniciación
de las obras.
c) Cuando el contratista no llegare a justificar las demoras en la ejecución de la obra, en caso de que la parte
ejecutada no corresponda al tiempo previsto en los planes de trabajos y a juicio de la Repartición no puedan
terminarse en los plazos estipulados.
d) Cuando el contratista infrinja a las leyes del trabajo en forma reiterada.
e) Cuando se produzca el supuesto contemplado en el artículo 37° in‐fine.
Previamente, en los casos b) y c) deberá intimarse al contratista para que inicie o acelere los trabajos hasta
alcanzar el nivel contractual de ejecución, en el plazo que a tales efectos se le fije.”
ARTICULO 62º .Ley:“Resuelta la rescisión del contrato por las causales contempladas en el artículo 60°, la misma
tendrá las siguientes consecuencias:
a) El contratista responderá por los perjuicios que sufra la Administración a causa del nuevo contrato que celebre
para la continuación de las obras o por la ejecución de éstas por administración.
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b) La Administración dispondrá, si lo cree conveniente y previa valuación de los equipos y materiales que se
encuentran en obra necesarios para la continuación de la misma. El contratista podrá pedir reconsideración de
dicha valuación.
c) Los créditos que resulten por los materiales, equipos e implementos que la Administración reciba, en el caso de
inciso anterior, por la liquidación de partes de obras terminadas y obras inconclusas que sean de recibo, quedarán
retenidas a la resulta de la liquidación final de los trabajos ejecutados hasta el momento de la rescisión del
contrato.
d) Sin perjuicio de las sanciones dispuestas en esta ley, el contratista incurso en fraude o grave negligencia perderá
los depósitos de garantía. Asimismo, se lo eliminará o suspenderá en el Registro de Licitadores por el término que
fije la reglamentación y que no podrá ser menor de un año.
e) Cuando se opere la rescisión por imperio de lo dispuesto en el inciso b) del artículo 60°, el contratista perderá el
depósito de garantía de contrato.
f) En todos los casos en que la responsabilidad del contratista excediera el monto de los depósitos de garantía
podrá hacerse efectiva la misma sobre el equipo, el que se retendrá a este efecto pudiendo afectarse créditos de la
misma empresa con la Provincia.
g) En los casos en que surja responsabilidad técnica, el Consejo respectivo aplicará las sanciones que correspondan
al representante técnico.”
ARTICULO 63º .Ley:“El contratista tendrá derecho a rescindir el contrato en los siguientes casos:
a) Cuando por causas imputables a la Administración Pública se suspenda por más de tres (3) meses la ejecución de
las obras.
b) Cuando el contratista se vea obligado a reducir el ritmo previsto en más de un cincuenta por ciento (50%)
durante cuatro (4) meses, como consecuencia de la falta de cumplimiento de la Administración Pública en la
entrega de la documentación, elementos o materiales a que se hubiere comprometido, según contrato.
c) Cuando la Administración Pública no efectúe la entrega de terrenos ni realice el replanteo cuando éste
corresponda, dentro del plazo fijado en el contrato más una tolerancia de treinta (30) días, siempre que esta
circunstancia impida la iniciación de la obra.
d) Cuando la Administración Pública demore la emisión o pago de algún certificado por más de tres (3) meses
después del término señalado en los artículos 43° y 45°, sin perjuicio del reconocimiento de intereses, establecidos
en los artículos 45° y 46° excepto que mediara culpa o negligencia del contratista.
En todos los casos el contratista intimará al Ministerio respectivo por intermedio de la repartición correspondiente
la que en el término que fije la reglamentación, deberá normalizar la situación.”
ARTICULO 64º .Ley:“Producida la rescisión del contrato en virtud de las causales previstas en el artículo anterior, la
misma tendrá las siguientes consecuencias:
a) Liquidación a favor del contratista del importe de los materiales acopiados y los destinados a obra en viaje o en
elaboración que sean de recibo.
b) Transferencia, sin pérdida para el contratista de los contratos celebrados por el mismo para la ejecución de la
obra o indemnización.
c) Si hubiere trabajos ejecutados se efectuará la recepción provisional debiendo realizarse la definitiva una vez
vencido el plazo de conservación fijado cuando ésta corresponda.
d) Liquidación a favor del contratista de los trabajos realizados, a los precios de contrato reajustados. Este reajuste
en los casos de contratos por reajuste alzado, se hará aplicando el sistema establecido en el inciso b) del artículo
34°.
e) Liquidación a favor del contratista de los gastos generales comprobados y beneficios correspondientes al monto
de obra que ha dejado de ejecutar.
f) No se liquidará a favor del contratista suma alguna por otros conceptos que los especificados en este artículo.
ARTICULO 65º .Ley:“Será, asimismo, causa de rescisión el caso fortuito o fuerza mayor que imposibilite el
cumplimiento del contrato. En este caso se pagará al contratista la obra que hubiere ejecutado conforme a las
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estipulaciones del contrato y los materiales acopiados que fuera de recibo, reajustados los precios conforme a lo
establecido en el inciso d) del artículo anterior.”
4.‐ Procedimiento de Faltas Municipales. Trámite. Recursos. Juicios de cuentas y juicio de responsabilidad. La
Contaduría General y el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires.
Trámite. Recursos.
Artículo 116. “El funcionario o agente policial que comprobare la comisión de una falta, deberá proceder a la
detención del imputado y al secuestro de los efectos en infracción, si los hubiere, conduciéndolo inmediatamente a
la dependencia competente para la instrucción del sumario contravencional.
En el mismo acto procurará tomar los nombres y domicilios de los testigos, emplazándolos a concurrir ante el
instructor dentro de las veinticuatro horas, bajo apercibimiento de sanción por incomparecencia.”
Artículo 117. “Cuando se proceda por denuncia, no se detendrá al acusado, sino después de reunida prueba
suficiente de su responsabilidad.”
Artículo 120.‐ “Si el hecho ocurriere en lugar privado, el funcionario actuante tratará de hacer cesar la infracción y
emplazará al ocupante o responsable para que concurra a la dependencia competente dentro de las veinticuatro
(24) horas.
Inmediatamente, informará de la infracción al funcionario actuante que debe conocer del sumario contravencional,
mediante el procedimiento que se establece en el capítulo siguiente.”
Del Juicio Contravencional
Artículo 122. “La causa contravencional es de carácter sumario y deberá formarse con:
I.‐ El acta de constatación, que contendrá:
a.‐ Lugar, fecha y hora de la comisión de la falta;
b.‐ Naturaleza y circunstancias de ella;
c.‐ Nombre, documento y domicilio del imputado, y la mayor cantidad de datos que permitan su identificación
cuando careciere de documentos de identidad;
d.‐ Nombre, cargo y firma del funcionario que constató la infracción;
e.‐ Nombre, documento de identidad y domicilio de los testigos si
los hubiere.
II.‐ Declaración del imputado y ofrecimiento de las pruebas que intente hacer valer, previa notificación de la norma
típica cuya violación se le incrimina.
III.‐ Declaración de los testigos del hecho o los propuestos por el inculpado.
IV.‐ Elevación.”
Artículo 123.‐“Iniciada la instrucción del sumario, se comunicará telegráficamente al Juzgado de Faltas,
agregándose a la causa copia del despacho.”
Artículo 124.‐ “Aun cuando se acredite la identidad con documento habilitante, se procederá a tomar las
impresiones digitales del contraventor.
El instructor recibirá en el término de tres (3) días, la prueba de descargo que aquél ofrezca. En caso de
imposibilidad material, podrá ampliar el término por otro tanto, haciéndolo saber al Juzgado de Faltas, indicando
los motivos que le hubieren impuesto.”
Artículo 125.‐“El imputado deberá constituir domicilio en la Provincia donde le serán notificadas las resoluciones de
la causa.”
Artículo 126.“Deberá recibírsele declaración al presunto infractor dentro de las veinticuatro horas a contarse desde
el momento de su detención. En esa oportunidad, se le notificará del derecho que tiene para nombrar Defensor
que podrá asistirlo en la misma.
El plazo podrá prorrogarse por veinticuatro horas más, si el mismo lo pidiere para nombrar Defensor.
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En oportunidad de la declaración del inculpado, éste deberá ofrecer la prueba de que intente valerse.
El Instructor tendrá cuarenta y ocho horas para sustanciarla. Inmediatamente de producida y sin más trámite, se
procederá a la elevación de las actuaciones al Juzgado de Faltas, Organismo al que, en caso de imposibilidad
material en la obtención de la prueba, deberá solicitarse prórroga".
Artículo 127.“Recibida cada declaración, el oficial sumariante procederá a dar lectura al acta labrada pudiendo el
imputado o los testigos, según el caso, hacerlo personalmente en lo que se refiere a la propia declaración.
Cumplida la lectura, se dará por terminado el acto, firmando al pie todos los que intervengan aclarándose las
firmas.
Si alguno de los intervinientes, no supiere, se negare o no pudiere firmar será de aplicación lo normado en el art.
126 del Código de Procedimiento en lo Penal de la Provincia de Buenos Aires.
A la vista del inculpado, el instructor procederá a anular todos los espacios en blanco.”
Artículo 128.‐ “Sin perjuicio de instruir las actuaciones correspondientes, en los casos de infracciones cometidas
por menores de 18 años de edad, se observará el siguiente procedimiento:
a‐ Cuando se tratare de un menor de 18 años de edad, acreditada su falta de antecedentes, se procederá a citar a
sus padres, tutor o guardador, haciéndoles entrega del menor.
b.‐ Si el infractor fuere menor de 16 años de edad, inmediatamente de recibida su declaración, se observará lo
dispuesto en el inciso anterior.
En todos los casos y a los fines previstos en el último párrafo del art.24, se consignarán en las actuaciones los datos
personales y condiciones de vida de sus padres, tutores o guardadores.”
Artículo 129. “Los testigos serán atendidos con toda prontitud y se les dará preferencia en el trámite.”
Artículo 130. “Los efectos secuestrados serán inventariados y elevados con el sumario al Juzgado de Faltas, salvo
cuando se tratare de mercaderías o material perecedero, caso en que el instructor podrá, si el término de la
instrucción del sumario diera lugar a su descomposición, disponer en la forma indicada en el segundo párrafo del
art.13, consignándose la entrega mediante acta que se agregará a la causa.”
Artículo 131. “Cuando hubiere imputados prófugos y habiendo mérito suficiente el Juez de Faltas decretará su
captura e informará al Registro de Contraventores para que se registre la misma en el prontuario. Igual
procedimiento observará cuando el infractor eludiera la ejecución de la sentencia.”
Artículo132.“Los pedidos de captura quedarán automáticamente sin efecto al producirse la detención o la
prescripción de la acción o de la pena contravencional.
El funcionario que haya procedido a la detención de un contraventor, deberá verificar por intermedio del Registro
de Contraventores la existencia de causas con captura para su cumplimiento. “
Artículo133.‐ “No se admitirá en caso alguno la intervención de la víctima en el proceso contravencional como
querellante o particular damnificado.”
De los Medios de Prueba y su Mérito
Artículo 134.‐“El acta de constatación policial o la labrada por los funcionarios legalmente autorizados hará fe de
las afirmaciones en ella contenidas, y podrá invocarse por el juez como plena prueba, siempre que no se probare lo
contrario.”
Artículo 135.‐“En todos los casos en que sea necesaria o conveniente una pericia para acreditar la culpabilidad o la
inocencia del imputado, el instructor podrá designar a los profesionales o personas entendidas en la materia
pericial de que se trate.
Cuando se disponga una pericia, se hará saber al imputado el derecho que tiene de designar uno a sus costas, que
deberá pronunciarse por separado del perito oficial.
El perito designado de oficio se elegirá entre los empleados de la Policía o, en su defecto, de la Administración
Pública. Los que no desempeñaren empleos públicos, deberán ser mayores de edad.
Todos están obligados a cumplir con la diligencia encomendada, bajo la responsabilidad administrativa o prevista
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por este Código, según el caso.”
Artículo 136.‐“Para la apreciación de la prueba bastará la íntima convicción del juez de faltas, fundado en las reglas
de la sana crítica.”
De la Sentencia
Artículo 137. ”La sentencia podrá redactarse en formularios especiales que deberán expresar:
a.‐ Lugar y fecha en que se dicta.
b.‐ Nombres y apellidos de los imputados, documento de identidad, si lo hubiere, y domicilio constituido.
c.‐ Detalle sintético de la falta y pruebas aportadas.
d.‐ Disposiciones legales aplicables.
e.‐ El fallo, que deberá fundarse, condenando o absolviendo. En caso de condena se indicarán la o las penas
aplicadas y, en su caso, el lugar donde deberá cumplirse la sentencia.”
Artículo 138. “La sentencia deberá dictase en el término de diez (10) días a contarse desde la recepción de la
Planilla de Antecedentes del infractor, siempre que éste no se hallare detenido.
En los casos en que el imputado se encontrare detenido, el plazo para dictar sentencia será de cuatro (4) días
improrrogables a contarse desde la recepción de la Planilla de Antecedentes del infractor, en el Juzgado de Faltas.
Vencido ese término el imputado por sí o por intermedio de un tercero podrá interponer recurso por denegación o
retardo de justicia por ante el Juez en lo Penal que corresponda, el que resolverá en definitiva.”
Artículo 139.“Cuando se tratare de ebrio habitual podrán sustituirse las penas señaladas en el artículo 72 por la
internación asistencial adecuada, dando cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 482 del Código Civil. En tales
casos no será de aplicación el artículo 27 del presente Código.”
Artículo 140. “La ejecución de la sentencia corresponderá a la dependencia del domicilio constituido por el
infractor. Recibida la causa, procederá a notificársele la resolución recaída, en la forma prevista en este Código.”
Artículo 141.“El infractor que no abone la multa dentro del plazo de tres días hábiles, a contar de aquél en que
quede consentida, será arrestado y cumplirá el arresto equivalente en la forma prevista en el Título Primero de
este Código.”
Artículo 142.‐ Todo contraventor que, debiendo cumplir una pena de arresto, sea requerido por magistrado u otra
autoridad, será remitido especificándose en la nota respectiva la pena que tuviere pendiente de cumplimiento.
Artículo144.‐ “Contra la sentencia del Juez de Faltas podrá interponerse recurso de apelación por ante la Cámara
de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que se concederá en relación, rigiendo en lo pertinente, lo prescripto
en el Capítulo III del Libro IV, del Código de Procedimiento Penal (Texto Ordenado Decreto 1174/86).”
Del Recurso de Apelación
Artículo145.“Recibida la causa por la Cámara, podrá disponer medidas para mejor proveer, que deberán
sustanciarse en un plazo no mayor de cinco (5) días hábiles.
El recurso deberá resolverse dentro del plazo de tres (3) días hábiles a contar del siguiente a su recepción en la
Cámara o de vencido el término a que se refiere el párrafo anterior.”
Artículo146. “La interposición del recurso de apelación suspende la ejecución de la sentencia, salvo para el
infractor que se hallare detenido preventivamente, que proseguirá en esa situación.”
Juicios de cuentas y juicio de responsabilidad. Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires. La Contaduría
General de la Provincia.
El Tribunal de cuentas es un órgano de control administrativo con funciones jurisdiccionales:
1. Juicio de cuentas: está destinado a examinar las rendiciones de cuentas presentadas por los jefes de servicio
administrativo de cada jurisdicción que se llaman cuentadantes. Quienes están obligados a rendir cuenta de su
gestión documentada (alcanza a quienes manejan fondos públicos). Es decir que este organismo de contralor
realiza, a través de un procedimiento reglado, el control y examen de verificación de las cuentas de las inversiones
estatales.
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2. Juicio de responsabilidad: Está previsto para los agentes públicos (o estipendiarios), que por su labor habitual no
disponen de fondos públicos (y por ende no deben rendir cuentas) cuando por una acción u omisión ocasionan un
perjuicio a la hacienda pública, con el objeto de determinar el monto del perjuicio que debe ingresar a las arcas del
estado (responsabilidad administrativa.
Existe juicio de responsabilidad que se sustancia ante irregularidades en la gestión con el patrimonio estatal, y
también por los daños producidos por los agentes de la administración al patrimonio del Estado. Este proceso se
sigue contra los agentes estatales y no contra terceros ajenos a la administración pública, por deficiencia en la
administración de fondos, o por los daños que produzcan a los bienes del patrimonio fiscal.
Ambos pueden concluir con la aplicación de una sanción por parte del Tribunal de Cuentas.
El Tribunal de Cuentas estudia las rendiciones de cuentas de las administración pública (centralizada y
descentralizada), poder legislativo, poder judicial y municipalidades; es la única autoridad competente para
aprobar dichas cuentas, y está facultada para aplicar sanciones: 1) llamados de atención, amonestaciones, cargos
pecuniarios (hasta el monto del perjuicios); 2) Multa (2 a 20 sueldos mínimos del agente público provincial)
Antes del 15 de Abril de cada año debe remitir al Tribunal de Cuentas, la cuenta general del ejercicio vencido (se
hace una vez al año en cada organismo). Los estudios de las cuentas son revisados por los relatores, quienegs
pueden formular requerimientos u observaciones antes que el Tribunal de Cuentas emita su decisión.
Los agentes públicos pueden presentar su defensa y ofrecer prueba. Luego de producirse dicha prueba, o vencido
el plazo para su producción, el relator debe pronunciarse sobre su valor, con lo que la causa queda en condiciones
de dictar resolución.
La decisión del Tribunal de Cuentas puede ser objeto de recurso o de revisión, el cual debe interponerse en el plazo
de 15 días. Las resoluciones del Tribunal de Cuentas son revisables judicialmente.
5.‐ Procedimiento tributario en la Provincia de Buenos Aires. Su regulación en el Código Fiscal. Determinación de
las obligaciones fiscales. Determinación de oficio. Recursos.
Determinación de las obligaciones fiscales.
LEY 10397 – Código Fiscal de la Provincia de Buenos Aires.
DE LA DETERMINACIÓN DE LAS OBLIGACIONES FISCALES
ARTÍCULO 42. “La determinación de las obligaciones fiscales se efectuará sobre la base de declaraciones juradas
que los contribuyentes, responsables o terceros presenten a la Autoridad de Aplicación, o en base a datos que ésta
posea y que utilice para efectuar la determinación o liquidación administrativa, según lo establecido con carácter
general para el gravamen de que se trate.
Tanto la declaración jurada, como la información exigida con carácter general por la Autoridad de Aplicación, debe
contener todos los elementos y datos necesarios para la determinación y liquidación.”
ARTÍCULO 43. “La declaración jurada o la liquidación que efectúe la Autoridad de Aplicación en base a los datos
aportados por el contribuyente o responsable, estarán sujetos a verificación administrativa y hace responsable al
declarante del pago de la suma que resulte cuyo monto no podrá reducir por correcciones posteriores cualquiera
sea la forma de su instrumentación, salvo en los casos de errores de cálculo cometidos en la declaración o
liquidación misma.”
ARTÍCULO 44. “La Autoridad de Aplicación podrá verificar las declaraciones juradas y los datos que el contribuyente
o responsable hubiere aportado para las liquidaciones administrativas, a fin de comprobar su exactitud.
Cuando el contribuyente o responsable no hubiere presentado declaración jurada o la misma resultare inexacta,
por falsedad o error en los datos o errónea aplicación de las normas fiscales o en el caso de liquidación
administrativa mencionada en el artículo 42, la Autoridad de Aplicación determinará de oficio la obligación fiscal,
sobre base cierta o presunta.”
Cuando en la declaración jurada el contribuyente o responsable compute contra el impuesto determinado
conceptos o importes improcedentes, tales como retenciones o percepciones, pagos a cuenta, saldos a favor y/o
cuando aplique alícuotas que no se correspondan con las establecidas en la Ley Impositiva del período que se trate
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para la actividad declarada, la Autoridad de Aplicación procederá a intimar al pago del tributo que resulte
adeudado, sin necesidad de aplicar el procedimiento de determinación de oficio establecido en el presente Título.
Determinación de oficio.
ARTÍCULO 44 bis.“Cuando la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires entendiere configurada la
presunta comisión de los delitos tipificados en la Ley Nacional N° 24.769 y sus modificatorias, formulará denuncia
una vez dictada la determinación de oficio de la deuda tributaria, aun cuando se encontrare recurrido el acto
respectivo. En aquellos casos en que no corresponda la determinación administrativa de la deuda se formulará de
inmediato la pertinente denuncia, una vez formada la convicción administrativa de la presunta comisión del hecho
ilícito.
Cuando la denuncia penal fuere formulada por un tercero, el juez remitirá los antecedentes a la Agencia de
Recaudación a fin de que inmediatamente se dé comienzo al procedimiento
de verificación y determinación de la deuda. El organismo recaudador deberá emitir el acto administrativo a que se
refiere el primer párrafo en un plazo de ciento veinte (120) días hábiles administrativos, prorrogables a
requerimiento fundado de dicho organismo por igual plazo.”
ARTÍCULO 45. “La determinación de oficio se practicará sobre base cierta cuando el contribuyente o los
responsables suministren a la Autoridad de Aplicación todos los elementos comprobatorios de las operaciones o
situaciones que constituyen hechos imponibles o cuando las normas fiscales establezcan taxativamente los hechos
y circunstancias que la Autoridad de Aplicación debe tener en cuenta a los fines de la determinación.”
ARTÍCULO 46. “Cuando no se cumplan las condiciones establecidas en el artículo anterior, la Autoridad de
Aplicación practicará la determinación de oficio sobre base presunta, considerando todos los hechos y
circunstancias que, por su vinculación o conexión con las normas fiscales, se conceptúen como hecho imponible y
permitan inducir en el caso particular la procedencia y el monto del gravamen.
La determinación de oficio sobre base presunta se efectuará también cuando de hechos conocidos se presuma que
hubiera habido hechos imponibles y su posible magnitud, por los cuales se hubiere omitido el pago de los
impuestos.
Para efectuar la determinación de oficio sobre base presunta podrán servir como indicio:
el capital invertido en la explotación, las fluctuaciones patrimoniales, el volumen de las transacciones y/o ventas de
otros períodos fiscales, el monto de las compras, utilidades, la existencia de mercaderías, el rendimiento normal
del negocio o explotación o de empresas similares, los gastos generales de aquéllos, los salarios, el alquiler del
negocio y de la casa‐habitación, el nivel de vida del contribuyente y cualesquiera otros elementos de juicio que
obren en poder de la Autoridad de Aplicación o que deberán proporcionarle los agentes de retención, Cámaras de
Comercio o Industria, Bancos, Asociaciones Gremiales, Entidades Públicas o Privadas, o cualquier otra persona que
posea información útil al respecto, relacionada con el contribuyente y que resulte vinculada con la verificación de
los hechos imponibles.
En las estimaciones de oficio podrán aplicarse los promedios y coeficientes generales que a tal fin establezca la
Agencia de Recaudación con relación a explotaciones de un mismo género. Para la determinación de los mismos, la
Administración podrá valerse de los indicios establecidos en el presente y de la siguiente información: el consumo
de gas, de agua, de energía eléctrica u otros servicios públicos, la adquisición de materias primas o envases, el
monto de los servicios de transporte utilizados, el importe de las remuneraciones
abonadas al personal en relación de dependencia calculado en función de los aportes de la Seguridad Social
conforme dispone la Ley Nacional N° 26.063 y la que en futuro la reemplace, el monto de alquileres o el valor
locativo del inmueble cedido gratuitamente donde realiza la actividad, los seguros, seguridad y vigilancia,
publicidad, los gastos particulares (alimentación, vestimenta, combustible, educación, salud, servicio doméstico,
alquiler, etc.) acorde al nivel de vida de los propietarios o socios, el tipo de obra ejecutada, la superficie explotada y
nivel de tecnificación y, en general, el tiempo de ejecución y las características de la explotación o actividad, los
datos obtenidos por los software que contabilizan personas y vehículos a través de cámaras de video o filmaciones.
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Este detalle es meramente enunciativo y su empleo puede realizarse individualmente o utilizando diversos índices
en forma combinada.
A los efectos de este artículo podrá tomarse como presunción general, salvo prueba en contrario, que:
a) Para el impuesto sobre los Ingresos Brutos, las diferencias físicas del inventario de mercaderías comprobadas por
la Autoridad de Aplicación, cualitativamente representan:
1. Montos de ingreso gravado omitido, mediante la aplicación del siguiente procedimiento:
si el inventario constatado por la fiscalización fuera superior al declarado, la diferencia resultante se considerará
como utilidad bruta omitida del período fiscal cerrado inmediato anterior a aquel en que se verifiquen tales
diferencias y que se corresponden con ventas o ingresos omitidos del mismo período.
A fin de determinar las ventas o ingresos omitidos citados precedentemente, se multiplicará la suma que
representa la utilidad bruta omitida por el coeficiente que resulte de dividir las ventas declaradas por el obligado
sobre la utilidad bruta declarada, perteneciente al período fiscal cerrado inmediato anterior y que conste en sus
declaraciones juradas impositivas o que surjan de otros elementos de juicio, a falta de aquéllas.
b) Ante la comprobación de omisión de contabilizar, registrar o declarar:
1. Ventas o ingresos, el monto detectado se considerará para la base imponible en el impuesto sobre los Ingresos
Brutos.
2. Compras, determinado el monto de las mismas, se considerarán ventas omitidas el monto resultante de
adicionar a las compras omitidas el porcentaje de utilidad bruta sobre compras declaradas por el obligado en sus
declaraciones juradas impositivas y otros elementos de juicio a falta de aquéllas, del ejercicio.
3. Gastos. Se considerará que el monto omitido y comprobado, representa utilidad bruta omitida del período fiscal
al que pertenezcan los gastos y que se corresponden con ventas o ingresos omitidos del mismo período.
A fin de determinar las ventas o ingresos omitidos citados precedentemente, se aplicará el procedimiento
establecido en el segundo párrafo del apartado primero del inciso anterior.
c) Para el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, el resultado de promediar el total de ventas, de prestaciones de
servicios o de cualquier otra operación controlada por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires,
en no menos de cinco (5) días continuos o alternados, multiplicado por el total de días hábiles comerciales,
representan las ventas, prestaciones de servicios u operaciones presuntas del contribuyente o responsable bajo
control, durante ese período.
Si el mencionado control se efectuara en no menos de cuatro (4) meses continuos o alternados de un mismo
ejercicio comercial, el promedio de ventas, prestaciones de servicios
u operaciones se considerará suficientemente representativo y podrá también aplicarse a los demás meses no
controlados del mismo período, a condición de que se haya tenido debidamente en cuenta la estacionalidad de la
actividad o ramo de que se trate.
La diferencia de ventas, prestaciones de servicios u operaciones detectadas en ese período entre las declaradas o
registradas y las ajustadas impositivamente, se considerarán ventas, prestaciones de servicios u operaciones
gravadas o exentas en el impuesto en la misma proporción que tengan las que hubieran sido declaradas o
registradas en cada uno de los períodos del ejercicio comercial anterior.
d) El valor de la mercadería que se traslade o transporte dentro del territorio provincial sin la documentación
respaldatoria exigida por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires se considerará monto de
ingreso gravado omitido del mes en el que se haya detectado. En caso de reincidencia dentro de un plazo de
veinticuatro (24) meses se considerará que dicho ingreso también fue omitido en cada uno de los últimos seis (6)
meses incluido el de detección, y que se corresponden con ventas o ingresos omitidos durante el mismo lapso.
e) Por el ejercicio de la actividad específica de profesionales matriculados en la Provincia, que los importes netos
declarados en el Impuesto al Valor Agregado por los años no prescriptos, constituyen monto de ingreso gravado
del impuesto sobre los Ingresos Brutos, debiéndose considerar las declaraciones del referido impuesto nacional
que se correspondan con el anticipo del impuesto sobre los Ingresos Brutos objeto de determinación o en su
defecto, la anterior o posterior más próxima.
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Tratándose de contribuyentes inscriptos en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, que el importe
establecido como límite máximo de ingresos brutos anuales
de la categoría en la que se encuentra encuadrado el contribuyente en el último mes del lapso fiscalizado,
constituye monto de ingreso gravado del impuesto sobre los Ingresos Brutos de los últimos doce meses; como así
también, que dicho ingreso fue omitido en los períodos fiscales anteriores no prescriptos.
f) Los incrementos patrimoniales no justificados, más un diez por ciento (10%) en concepto de renta dispuesta o
consumida, representan montos de ventas omitidas.
g) El importe de las remuneraciones abonadas al personal en relación de dependencia no declarado, así como las
diferencias salariales no declaradas, representan montos de ventas omitidas determinadas por un monto
equivalente a las remuneraciones no declaradas en concepto de incremento patrimonial, más un diez por ciento
(10%) en concepto de renta dispuesta o consumida.
h) El ingreso bruto de un período fiscal se presume no podrá ser inferior a tres (3) veces las remuneraciones básicas
promedio del convenio colectivo de trabajo propio de la actividad, conforme a los Indicadores Mínimos de
Trabajadores (IMT) previsto en la Ley N° 26.063 y en la Res. 2927/10 AFIP o la que en el futuro la remplace, o el
alquiler que paguen o el que se comprometieran a pagar, el que fuera mayor correspondiente al mismo período.
Cuando los importes locativos de los inmuebles que figuren en los instrumentos sean notoriamente inferiores a los
vigentes en plaza, o cuando no figure valor locativo alguno, y ello no sea debidamente fundado y documentado por
los interesados, por las condiciones de pago, por las características peculiares del inmueble o por otras
circunstancias, la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires podrá impugnar dichos precios y fijar de
oficio un precio razonable de mercado, solicitar valuaciones e informes a entidades públicas o privadas.
i) Cuando los precios de inmuebles que figuren en los boletos de compraventa y/o escrituras sean notoriamente
inferiores a los vigentes en plaza al momento de su venta, y ello no sea debidamente fundado y documentado por
los interesados, por las condiciones de pago, por características peculiares del inmueble o por otras circunstancias
la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires podrá, a los fines de impugnar dichos precios y fijar de
oficio un precio razonable de mercado, solicitar valuaciones e informes a entidades públicas o privadas.
Asimismo, a los efectos de lo previsto en este artículo, la Autoridad de Aplicación podrá valerse de cualquiera de las
presunciones previstas en el artículo 47, aún con relación a contribuyentes o responsables que no revistan las
características mencionadas en el primer párrafo de dicho artículo.
Recursos.
ARTÍCULO 115. “Contra las resoluciones de la Autoridad de Aplicación, que determinen gravámenes, impongan
multas, liquiden intereses, rechacen repeticiones de impuestos o denieguen exenciones, el contribuyente o
responsable podrá interponer dentro de los quince (15) días de notificado, en forma excluyente, uno de los
siguientes recursos:
a) Reconsideración ante la Autoridad de Aplicación.
b) Apelación ante el Tribunal Fiscal, en aquellos casos en que el monto de la obligación fiscal determinada, de la
multa aplicada o el del gravamen intentado repetir, supere la cantidad de pesos cincuenta mil ($ 50.000).
En los supuestos que la resolución determine y sancione en forma conjunta, el monto a considerar para abrir la
competencia del Tribunal será el de la suma de ambos conceptos.
No serán computables, a los efectos de este artículo, los recargos e intereses previstos en este Código.
Cuando no haya determinación de monto subsistirá la opción del recurso de reconsideración ante la Autoridad de
Aplicación o el de apelación ante el Tribunal Fiscal.
De no manifestarse en forma expresa que se recurre por reconsideración, se entenderá que el contribuyente ha
optado por el recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal de darse las condiciones del monto mínimo establecido
en este inciso.”
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ARTÍCULO 116. “Elegido por el contribuyente el recurso que estime adecuado, el mismo deberá ser presentado
ante la Autoridad de Aplicación, en la dependencia y en el domicilio que a los efectos del procedimiento se
establezcan en la resolución impugnada.
En caso que la Autoridad de Aplicación no haya determinado domicilio, conforme lo dispuesto precedentemente,
el recurso deberá ser presentado ante la dependencia que dictó la resolución recurrida.
Con el recurso deberá acompañarse la prueba documental y ofrecerse todas las demás que el recurrente intentare
valerse. No podrán ofrecerse otros medios que los ofrecidos durante el procedimiento de determinación de oficio,
salvo que se refieran a hechos nuevos o estén vinculados con la legalidad del procedimiento determinativo o de la
resolución recurrida.”
ARTÍCULO 117. “La interposición de los recursos de reconsideración o de apelación, suspende la obligación de
pago, pero no interrumpe el curso de los intereses previstos en el artículo 96.
A tal efecto será requisito de admisión, de cualquiera de los recursos mencionados, que el contribuyente regularice
su situación fiscal en relación a los importes que se le reclaman y respecto de los cuales preste su conformidad.”
ARTÍCULO 118. “Interpuesto el recurso de reconsideración, las actuaciones deberán remitirse, en el término de
cinco (5) días contados desde su presentación, al superior jerárquico facultado para su sustanciación.
El recurso de reconsideración deberá ser resuelto en el término de sesenta (60) días de recibido, si no se ofreciese
una ampliación de la prueba producida en la etapa previa de determinación de oficio y eventual instrucción de
sumario y requerirá informe previo emanado de las áreas con competencia técnica legal de la Autoridad de
Aplicación.
De resultar pertinente la ampliación de prueba ofrecida, ella deberá producirse en el término de veinte (20) días de
notificada su admisión por el funcionario a cargo de la tramitación del recurso.”
ARTÍCULO 119. “La resolución dictada por la Autoridad de Aplicación en los recursos de reconsideración quedará
firme con la notificación de la misma, quedando a salvo tanto el derecho del contribuyente de acudir ante la
Justicia, como el derecho del Fiscal de Estado a manifestar oposición en idéntica forma.
Será requisito de admisibilidad de la demanda el previo pago del importe de la deuda en el concepto de los
impuestos cuestionados. No alcanza esta exigencia al importe adeudado por multas o sanciones.”
ARTÍCULO 120. “El recurso de apelación deberá interponerse por escrito, expresando punto por punto los agravios
que cause al apelante la resolución recurrida. El recurrente deberá constituir domicilio en la ciudad de La Plata y
ser representado o patrocinado por abogado o contador público matriculado en la provincia de Buenos Aires.”
ARTÍCULO 121. “Presentado el recurso de apelación ante la Autoridad de Aplicación, ésta lo remitirá al Tribunal
Fiscal de Apelación en el término de cinco (5) días contados desde la interposición del recurso, conjuntamente con
las actuaciones administrativas que se relacionen con él.
Recibidas las actuaciones por el citado Tribunal, el mismo verificará la existencia de defectos formales en la
presentación, intimando de corresponder al contribuyente, representante, apoderado o patrocinante a su
subsanación en el plazo de diez (10) días, bajo
apercibimiento de declarar firme la resolución recurrida.
Si se verificara el incumplimiento de lo intimado dentro del plazo indicado en el párrafo anterior, o se tratara de
defectos formales insubsanables, el Tribunal Fiscal de Apelación declarará firme la resolución recurrida dentro de
los siguientes veinte (20) días y remitirá las actuaciones a la Autoridad de Aplicación, para que la misma proceda de
corresponder, conforme a lo previsto en el inciso a) del artículo 104 del presente Código.”
ARTÍCULO 122. “Recibidas las actuaciones administrativas, con el recurso de apelación interpuesto, el Tribunal
Fiscal, dará traslado al funcionario que ejerza la representación del Fisco de la Provincia para que en el término de
quince (15) días conteste los agravios y, en su caso, oponga las excepciones que estime corresponder.”
6.‐ Audiencia pública.
Ley 13569
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ARTICULO 1.‐ OBJETO. La presente Ley establece el procedimiento que deberá observarse en la realización de las
Audiencias Públicas convocadas por el Poder Ejecutivo o el Poder Legislativo de la Provincia.
ARTICULO 2.‐ DEFINICION. Se entiende por Audiencia Pública a la instancia de participación de la ciudadanía en el
proceso de decisión administrativa o legislativa, destinada a conocer la opinión de los ciudadanos y/o asociaciones
intermedias que puedan verse afectados o tengan un interés particular sobre el asunto objeto de la convocatoria.
ARTICULO 3.‐ CONVOCATORIA. La convocatoria a Audiencia Pública podrá ser efectuada por el Poder Ejecutivo, o
por alguna de las Cámaras del Poder Legislativo, a cuyo fin bastará el voto favorable de las dos terceras partes de
los miembros del cuerpo convocante.
ARTICULO 4.‐ FINALIDAD. Podrá ser objeto de la Audiencia Pública todo asunto de interés general que a criterio de
la autoridad convocante amerite ser sometido a consideración de la ciudadanía, quedando expresamente excluidos
los referidos a reforma constitucional, aprobación de tratados y convenios, presupuesto, impuestos, recursos,
creación de municipios y de órganos jurisdiccionales.
ARTICULO 5.‐ AMBITO. El ámbito de la convocatoria puede involucrar a todo el territorio de la Provincia, o bien
circunscribirse a una región, cuando el tema sujeto a consideración se acote a una determinada zona.
ARTICULO 6.‐ FORMA. La convocatoria se efectuará con una antelación no inferior a los treinta (30) días corridos
respecto de la fecha fijada para su realización, contendrá el objeto del llamado, la fecha y lugar de realización y de
inscripción. Se publicará en el Boletín Oficial, en dos medios de mayor circulación y en un medio correspondiente a
la zona donde el proyecto pudiera tener sus efectos por el plazo de tres (3) días. Este plazo podrá reducirse sólo
cuando la autoridad convocante, mediante decisión fundada, considerara que la urgencia del asunto objeto de la
convocatoria así lo exige. La convocatoria deberá consignar:
a) Autoridad convocante.
b) Una relación de su objeto
c) Día lugar y hora de celebración de la audiencia.
d) Dependencia pública donde se podrá tomar vista del expediente inscribirse para ser participante de la
audiencia, presentar documentación y efectuar las consultas pertinentes.
e) Plazo para la inscripción de los participantes.
f) Autoridades de la Audiencia Pública.
ARTICULO 7.‐ PRESIDENCIA. La presidencia de la Audiencia Pública será ejercida por el Gobernador, el responsable
del área respectiva, o un funcionario con atribuciones suficientes, o por el Presidente de la Cámara Legislativa
convocante, según el caso, o el legislador o legisladores designados al efecto. Previo al comienzo, el Presidente
deberá dar a conocer las reglas de procedimiento que regirán el funcionamiento de la Audiencia Pública, en las
cuales no podrán realizarse votaciones.
ARTICULO 8.‐ NORMAS DE FUNCIONAMIENTO. Las Audiencias Públicas son de asistencia libre. Los interesados en
hacer uso de la palabra deberán inscribirse con una antelación de cinco (5) días al fijado para la realización, y
aquellos que deseen formular preguntas en la Audiencia Pública deberán hacerlo por escrito y previa autorización
del Presidente. Podrán intervenir, a requerimiento de la autoridad convocante, investigadores y especialistas en el
asunto a tratar.
ARTICULO 9.‐ EFECTOS. Las opiniones vertidas tendrán carácter consultivo no vinculante y serán transcriptas
suscintamente en un acta que se levantará a ese efecto, donde podrán ser agregadas, previa autorización del
presidente, observaciones o informes escritos. La autoridad convocante consignará en los fundamentos de su
decisión de qué manera se han tomado en consideración las opiniones vertidas en la Audiencia Pública.
TERCERA PARTE.
UNIDAD 8: DEMANDAS CONTRA LA NACIÓN.
1.‐ La Nación Argentina ante el Poder judicial. El dogma de la indemandabilidad. Evolución histórica. La venia
legislativa. La Ley 3952 y sus reformas. Reclamo administrativo previo. Origen y situación actual.
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En 1853 se establece en la CN el sistema judicialista en los arts. 95 y 100 (hoy 109 y 116). El art. 95 prohíbe la
función judicial a la administración. El poder judicial no puede ejercer funciones judiciales y en el art 100 se fija la
competencia de la Corte.
Etapa 1 Indemandabilidad del Estado 1853 a 1860
Para que la demandabilidad de la Nación sea posible previamente debió reconocerse como sujeto de derecho. Tal
reconocimiento surge de la CN donde se otorga a la CSJN y a los tribunales inferiores el conocimiento de todos los
asuntos en que la Nación sea parte.
Indemandabilidad del estado por cuanto solo podía ser parte actora en un proceso judicial por ser soberano. No le
correspondía responsabilidad como demandado.
Etapa 2 Venia Legislativa 1860‐1900
La primera oportunidad en que se plantea un caso para resolver es el fallo “Vicente Sesto y Antonio Seguich”. Los
actores pretendían el pago de una indemnización por el mayor tiempo que habían servido durante la guerra entre
la Pcia de Bs. As. Y Entre Ríos lo que derivó en la batalla de Pavón.
La CSJN sostuvo que el PEN es soberano en su esfera, y uno de sus atributos de esa soberanía hace que no pueda
ser arrastrado ante los tribunales por particulares sin su consentimiento, a responder por sus actos y ningún
tribunal nacional puede someter al jefe de la Nación a la obediencia de los mandatos. Como consecuencia planteo
que el art 100 de la CN no puede ser interpretado sino como que la nación solo puede litigar como demandante y
para que pudiera serlo como demandado necesitaba autorización expresa. ¿De quién?
Fallo “Gómez c/ Estado Nacional” La autorización la debe dar el Congreso y es otorgada por ley.
Se autoriza a un particular para demandar a la Nación ante la justicia con previo consentimiento del congreso,
quien se instituye como órgano competente para otorgarlo. El propio estado acepto su demandabilidad, dejando
de ser forzada y pasando a ser consentida por el congreso que tenía la facultad de otorgar conformidad.
Etapa 3 Ley 3952 (1900)
En principio se creyó que se había producido un avance para los particulares damnificados por los actos del PEN,
sin embargo, al no articular plazos apra resolver las reclamaciones, en los hechos no hizo más que impedir o
bloquear el acceso a la justicia.
La ley 3952 conocida como Ley de Demandas contra la Nación, suprimió para los casos en que el Estado actuaba
como persona jurídica del derecho privado el sistema de venia legislativa y creo el sistema de reclamación
administrativa. La reclamación previa era una condición de procedibilidad para los juicios contra la Nación.
Quedando fuera del ámbito jurisdiccional aquellas causas donde el Estado actuaba como persona del derecho
público.
Etapa 4 Ley 11634 (1934)
Elimina definitivamente la venia legislativa e incorpora la reclamación administrativa previa para demandar al
estado en causa que actuase como persona de derecho público.
2.‐ Normas procesales del Decreto Ley 19549/72. Aplicación del Cód. Proc. Civil y Comercial.
En 1972 se sanciona la Ley Nacional de Procedimiento Administrativo. Se elimina cualquier tipo de conflicto de
demandabilidad del estado y se establece la doble vía para reclamar. Exige el agotamiento de la vía administrativa
para poder efectuar el reclamo judicial, tanto para actos de alcance particular como de alcance general. El
agotamiento de la vía es la regla, mientras que la demandabilidad directa es la excepción restringida a supuestos
muy limitados.
VIA IMPUGNATORIA: (Arts 23 y 24): contra los actos de alcance particular solo si son definitivos y se hubieren
agotado las instancias administrativas, asctos de alcance general si se efectuó el reclamo ante la autoridad y el
resultado fue adverso, que se haya configurado el “ silencio de la administración” o ante una vía de hecho
administrativa. Para interponerla ya tengo un acto administrativo dictado y lo que busco es impugnarlo por vía
judicial, pero debe siempre estar agotada la vía, es decir, debe ser un acto definitivo. El plazo para interponerla es
de 90 días a contar desde el momento en que prescribe el art 24, de 30 días si es por vía recursiva, y en cualquier
momento si se configura silencio.
VIA RECLAMATORIA (Arts 30, 31 y 32): resulta obligatorio por regla reclamar ante el estado cuando se enfrentan
hechos y omisiones del mismo. En este caso No hay acto administrativo y por lo tanto se reclama para poder ir por
la vía judicial impugnatoria. El plazo de la administración para contestar es de 90 días, cumplidos los cuales se
presenta pronto despacho y otros 45 días más. Cumplido el término queda expedita la vía impugnatoria. Asimismo,
en el art. 32 se exponen los supuestos ante los cuales no será necesario agotar la vía del reclamo administrativo.
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3.‐ La sentencia de condena. Interpretación jurisprudencial. Suspensión de su ejecución. Normativa nacional sobre
consolidación de deudas estatales. Jurisprudencia.
Hasta la sanción de la ley 3952 el estado podía ser demandado pero solo con venía legislativa del Congreso
Nacional. Luego, esta norma suprime la venia legislativa para reclamar judicialmente el estado solo cuando actúa
como persona del derecho privado. Y expresa en su art 7 que las decisiones que se produzcan en sus juicios,
cuando sean condenatorias contra la Nación, tendrán carácter meramente declarativo, limitándose al simple
reconocimiento del derecho que representan.
La ley 11634 habilita a los tribunales federales y jueces de la nación para conocer en las acciones civiles que
deduzcan contra la nación, sea en carácter de persona jurídica o de derecho público, sin necesidad de autorización
legislativa previa.
La CSJN en el fallo PIETRANERA DE 1966, sienta el principio general hasta que se promulgaron las leyes de
emergencia económica y consolidación de deudas.
Fallo Pietranera
Se decreta el desalojo del Gobierno nacional de un inmueble de propiedad de las actoras. Se resuelve intimar a la
Nación para que dentro del plazo perentorio de 10 días manifieste la fecha en que va a desalojar el inmueble en
cuestión. Esta resolución es la que motiva los agravios del Gobierno nacional, que sostiene que ella contraría lo
dispuesto por el art. 7° de la ley 3952, según el cual las condenas contra la Nación tienen efectos meramente
declarativos.
La CSJN entendió que el art 7 de la ley 3952 (que se mantuvo en la 11634) debía entenderse en su significado
cabal, pues su propósito no es otro que evitar que la administración pública pueda verse colapsada por el efecto de
un mandato judicial perentorio en situación de no poder satisfacer el requerimiento por no tener fondos previstos
en el presupuesto a tal fin, o en la de perturbar la normal marcha de la administración pública.
Pero en modo alguno significa una suerte de autorización al Estado para no cumplir las sentencias judiciales.
Resulta prudente la sentencia apelada que no fija plazo de cumplimiento, sino que requiere del Gobierno nacional
manifieste en qué fecha va a desalojar el inmueble, con lo que el intimado queda en condiciones para tomarse el
plazo razonable que corresponda; la advertencia final de que en caso de silencio, el plazo de desalojo será fijado
judicialmente no es sino el corolario lógico de la potestad de los jueces de hacer cumplir sus decisiones en defensa
del imperio del derecho.
Asi la CSJN sienta precedente que fue utilizado por los tribunales inferiores. Sin apartarse del principio declaratorio
de las sentencias contra el estado, se entiende que el mismo como garante del ordenamiento jurídico no puede
incumplir medidas judiciales.
Este procedimiento se utilizó hasta la ley 23696 (1989) la cual declara la emergencia económica y administrativa.
Se suspenden las sentencias y laudos arbitrales que condenen a pagar una suma de dinero, dictadas contra el
estado nacional por el plazo de 2 años a partir de la vigencia de la ley. Las sentencias seguían teniendo carácter
declarativo. Al transcurrir 2 años desde la suspensión de juicios, la ley 23982 (1991) consolido el pasivo del estado,
por lo cual las obligaciones del estado de pagar sumas de dinero quedaban consolidadas hasta el 01/04/1991. Las
deudas del estado hasta esa fecha permitían al acreedor optar por cobrarlas con un bono del estado a 10,12 o 16
años. La otra opción era el pago en pesos, sin bonos, en cuotas, pero siempre que el crédito pueda ser reconocido
en el Congreso y agregarse al presupuesto del año posterior. Las deudas posteriores al 01/04/1991 debían
comunicarse al Congreso para que se las trate y las incorpore al presupuesto del año siguiente.
Fallo IACHEMET 1966 falta
Ley 25344 (2000) Esta nueva ley vuelve a consolidar las deudas desde el 01/04/1991 al 01/01/2000 con igual plazo
de vencimiento y misma opción para los bonos otorgados.
Esta ley no suspende los juicios contra el estado como hizo la 23982, dejando liberado el proceso de ésta para las
deudas posteriores al 01/01/2000.
La ley 25561 del 2002 declara nuevamente la emergencia pública en materia social, económica, administrativa,
financiera y cambiaria hasta el 31/12/2004, delegando facultades al PEN. Esta ley fue prorrogada 6 veces y su
vigencia se mantuvo hasta el 31/12/2011.
4.‐ El Estado nacional en juicio. Procesos civiles, laborales y contenciosos administrativos.
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5.‐ Fuero Federal, Justicia Nacional y Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
6.‐ El arbitraje y la Administración Pública nacional.
Configurado como vía extrajudicial de resolución de controversias o conflicots de derecho administrativo, entre la
administración pública y un particular, mediante un laudo con fuerza de cosa juzgada emitido por un órgano
arbitral y por consiguiente, como un mecanismo alternativo a los recursos administrativos y / o contencioso
administrativos.
La propuesta no supone una exclusión del control judicial de determinados actos administrativos ni tampoco
conlleva una renuncia por parte de la administración al ejercicio de sus potestades
UNIDAD 9: Proceso Administrativo de la Provincia de Buenos Aires.
1.‐Orígenes de la justicia administrativa en la Provincia de Buenos Aires. Antecedentes constitucionales.
El antiguo Procedimiento Contencioso Administrativo de la Provincia de Buenos aires, de carácter restrictivo y de
previo agotamiento de la vía administrativa se regía por El Código Contencioso Administrativo Ley 2.961 de 1905.
Era sustanciado ante la Suprema Corte de Justicia Provincial conforme lo preceptuaba el artículo 149 inciso 3º de
la Constitución (anterior a la reforma del año 1994) que establecía lo siguiente: “La Suprema Corte de Justicia
tiene las siguientes atribuciones: ...inc. 3: decide las causas contencioso‐administrativas en única instancia y en
juicio pleno, previa denegación o retardación de la autoridad administrativa competente al reconocimiento de los
derechos que se gestionan por parte de la interesada. La ley determinará el plazo dentro del cual podrá deducirse
la acción ante la Suprema Corte de Justicia y los demás procedimientos de este juicio”
Antes de la entrada en vigencia del Fuero, la justicia en lo contencioso administrativo se estructuraba en base al
Código Varela y a esta Suprema Corte cómo único órgano judicial competente para conocer en la materia. Es
decir, cualquiera fuera el caso a discutir, solamente podía ser llevado al conocimiento de un órgano judicial con
asiento en la ciudad de La Plata.
Esto implicaba una contradicción con el art. 15 de la Const. Provincial, en cuanto establece como principios
primordiales a la tutela judicial continua y efectiva, el acceso irrestricto a la justicia, la gratuidad de los trámites y
la asistencia letrada a quienes carezcan de recursos suficientes, como asimismo la inviolabilidad de la defensa de
la persona y de los derechos en todo procedimiento administrativo o judicial.
2.‐ La reforma constitucional de 1994. El Fuero Contencioso Administrativo. La Ley 12.074 y sus modificatorias.
Hace ya casi seis años que la Constitución de la Provincia fue reformada y poco menos de tres que, según lo que
entonces se dispuso en la cláusula transitoria contenida en el art. 215, debería estar funcionando el nuevo fuero
contencioso administrativo.
Los hechos han demostrado la relativa intrascendencia de señalar plazos en las constituciones, sobre todo cuando
no prevén algún mecanismo que permita exigir la reglamentación de sus cláusulas ante la omisión de hacerlo por
parte del legislador (1). Con todo, puede pensarse que el vencimiento del término hizo patente, en este caso, la
necesidad de apurar la reglamentación del nuevo sistema y que, de no haber existido aquél, hoy no estaríamos a
un paso de la puesta en funcionamiento del nuevo fuero contencioso administrativo (2).
En efecto: la puesta en práctica de la reforma es inminente. El legislador ha dictado el nuevo código de la materia;
ha resuelto finalmente qué clase de órganos habrá de entender en estos juicios y también ya han sido designados
quiénes integrarán esos tribunales. En ellos radica, en gran parte, el éxito de la empresa que la Provincia de Buenos
Aires ha encarado con la profunda modificación introducida en el ámbito del contencioso administrativo (3).
El propósito de este breve trabajo es tratar de analizar las bases constitucionales de este instituto y efectuar, si es
posible, un análisis crítico de la cláusula general sobre la materia contenida en el art. 166 de nuestra Carta.
Para ello será necesario, primero, referirnos someramente a las disposiciones de rango constitucional que rigieron
antes en nuestro ámbito, paso que entendemos debe darse para poder comprender el verdadero alcance de la
modificación operada a ese nivel en 1994.
Pero, a modo de introducción, creemos que debe destacarse ante todo que el verdadero asiento de la justicia
administrativa en nuestra Provincia debe buscarse en los arts. 1 y 5 CN., en cuanto adopta para la Nación y manda
adoptar a las provincias, la forma republicana de gobierno que, como es sabido, entre otros principios esenciales se
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integra con el de división de poderes o separación de funciones, según el cual no es posible que los conflictos en
los que sea parte la Administración sean resueltos por órganos administrativos (4). Las demás normas
constitucionales que habitualmente se citan para justificar el sistema judicialista imperante en nuestro país (arts.
109, 116 y concs. CN.) no son más que una derivación del principio sentado en el art. 1, según lo entendieron
nuestros constituyentes (5).
II. LA CLÁUSULA CONSTITUCIONAL VIGENTE HASTA 1994
Dejando a un lado los antecedentes de la época colonial y de los primeros esbozos de lo que se ha llamado
"derecho patrio", es destacable que la Provincia de Buenos Aires, aún antes de su incorporación definitiva a la
Confederación, siempre plasmó en su Constitución normas referidas al contencioso administrativo y que, hasta la
reciente reforma constitucional y con la sola excepción de la Constitución de 1854 (ALJA 1853‐1958‐2‐3), siempre
confió la resolución de esos conflictos a la Suprema Corte de Justicia (6), adscribiendo claramente y sin hesitación a
lo que la doctrina llama "sistema judicialista".
La evolución institucional del proceso administrativo bonaerense y la del órgano encargado de entender en él ha
estado ligada, como no podría ser de otro modo, a los avatares de nuestra historia política, cuyos hitos más
relevantes fueron causa inmediata de las reformas constitucionales que acomodaron las instituciones locales al
juego de fuerzas resultante, moldeando así el instituto del "contencioso" que hoy conocemos, cuyo cuño definitivo
resultó fijado en la Constitución de 1889 (7).
La Constitución de 1854, que rigió hasta 1873, estableció un Poder Judicial cuyo órgano máximo era el Tribunal
Superior de Justicia ‐antecedente inmediato de la actual Suprema Corte‐ y cuyas atribuciones no estableció
expresamente, remitiéndose a las señaladas en las leyes existentes y a las que posteriormente se dicten. Pero esa
indeterminación no constituye un obstáculo para afirmar, como antes lo hicimos, que igualmente se estableció un
régimen "judicialista" a los fines de resolver los litigios en materia administrativa, por cuanto el art. 129 de esa
Carta, incluido en la sección correspondiente al Poder Judicial, estableció que "las causas contenciosas de hacienda
y las que nacen de contratos entre particulares y el Gobierno serán juzgadas por un tribunal especial, cuyas formas
y atribuciones las determinará la ley de la materia". Es cierto que, al reglamentarse indirectamente esa cláusula por
medio de la ley 166, de 1857, se operó un franco retroceso en cuanto se dispuso que, hasta tanto no se crease ese
"tribunal especial", el "Superior Tribunal Pleno" conocería "...de todo recurso de apelación que se interpusiese de
resoluciones del gobierno en asuntos particulares", lo que importaba el reconocimiento de atribuciones
jurisdiccionales a la administración en la medida en que al Poder Judicial se acudía "por apelación", pero
entendemos que ello no es bastante como para opacar la importancia institucional de la norma fundamental
transcripta, que claramente confió estos asuntos a un tribunal judicial, sin cortapisas (8).
Con la sanción de la Constitución de 1873 se despejó toda duda acerca del carácter puramente judicial del proceso
administrativo ‐al que igualmente llamó contencioso administrativo‐, que fue entonces delineado, con diferencias
de detalle, de la manera en que aún hoy lo conocemos. Esta Carta creó, por una parte, a la Suprema Corte de
Justicia como cabeza del Poder Judicial local y, por otra, dotó a este órgano ‐como vimos‐ de una serie de
atribuciones que hasta ese momento no eran conocidas tratándose de un tribunal de justicia (9).
Precisamente en la norma que definió la competencia (10) de la Corte se estableció que ésta "decide las causas
contencioso administrativas, en única instancia y juicio pleno, previa denegación de la autoridad administrativa
competente al reconocimiento de los derechos que se gestionan por parte interesada", disponiendo además que
"la ley determinará el plazo dentro del cual podrá deducirse la acción ante la Corte y los demás procedimientos de
este juicio" (art. 156 inc. 3). Como disposición transitoria, se previó que en las causas contencioso administrativas,
la acción debía deducirse ante la Corte en el perentorio término de un mes, contado desde la fecha en que la
autoridad administrativa hizo saber su resolución a la parte interesada (art. 218). Las razones por las cuales se
atribuyó esta competencia al Superior Tribunal fueron claramente explicadas por Luis V. Varela: "...Cuando la
Suprema Corte ha sido instituida como tribunal de lo contenciosoadministrativo, la Constitución ha sido
perfectamente lógica con los principios que sirvieron de base al gobierno que ella organizaba. No se buscó entregar
estas cuestiones al más alto tribunal ordinario, sino que comprendiendo que era una materia distinta de las
jurisdicciones ordinarias y que el derecho aplicable era distinto del derecho común, se buscó entregar las causas
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contencioso administrativas a un cuerpo cuya composición asegurase la mayor suma de ilustración y de equidad en
sus decisiones" (11).
Lo remarcable de esta norma constitucional, que fue reproducida en la constitución de un gran número de
provincias argentinas, es que claramente atribuye a estos conflictos la calidad de "causas judiciales" y que llama
"acción" al acto procesal que inicia lo que denomina "juicio", es decir, establece sin lugar a dudas un proceso
judicial de revisión de los actos administrativos. Por otra parte, su alcance y estructura moldea un tipo de proceso
vigente hasta hoy, esencialmente "revisor" de lo actuado por la administración, quien previamente debía ‐según la
manda constitucional‐ haber "denegado" el reconocimiento de un derecho gestionado por parte interesada. Por
último, debe ponerse de resalto también que esta norma, al no establecer qué casos deben reputarse contencioso
administrativos, dejó un amplio margen de maniobra al legislador, que determinó la materia en el código procesal
respectivo, que si bien en forma transitoria, aún rige en estos procesos (12).
El sistema se terminó de delinear, a la postre en forma definitiva (13), al sancionarse la Constitución de 1889, cuyo
art. 157 inc. 3 reprodujo íntegramente el texto del art. 156 inc. 3 de la Constitución de 1873, en el que intercaló la
frase "o retardación" luego del período "previa denegación", lo que significó una trascendente modificación en
cuanto importó dar nacimiento a lo que luego se conoció como "demanda por retardación", autorizando al
legislador a reglar en cierta forma el silencio o la inactividad de la administración. En una cláusula transitoria (art.
222) se ordenó que, hasta tanto se dictara el código de la materia, el "recurso por retardación" podría deducirse
después de seis meses de la fecha en que el asunto se encuentre en estado de resolución. Además, se incorporó
una norma trascendente: el art. 159 dispuso que en las causas contencioso administrativas la Suprema Corte tiene
la facultad de mandar cumplir directamente sus sentencias por las oficinas o empleados respectivos, si la autoridad
administrativa no lo hiciere dentro del plazo de sesenta días contados desde la fecha en que se le notifique la
sentencia y que los empleados a los que se alude en el artículo son responsables por la falta de cumplimiento de las
disposiciones de la Suprema Corte, sentando así las bases de un régimen de ejecución de sentencias contra el
estado todavía vigente (14).
III. LA REFORMA DE 1994
La Provincia de Buenos Aires encaró en 1994, al igual que la Nación, la reforma de su Constitución. La ley que
declaró la necesidad de la modificación de la Carta local (15), habilitó a la Convención Reformadora, para lo que
aquí nos interesa, a reformar los arts. 149 inc. 3, 151, 154 y 155 de la Constitución hasta entonces vigente y a
incorporar normas que reglen expresamente la acción de amparo y que consagren nuevos derechos (arts. 3 inc. a y
4 incs. 2 y 3 de la citada ley).
La reforma del sistema hasta ahora vigente era una sentida aspiración de la doctrina, que prácticamente en forma
unánime se había expedido por la necesidad de quitar a la Suprema Corte la atribución que le confería el art. 149
inc. 3 de la Constitución y por la creación de un fuero especializado y descentralizado para conocer y resolver en
esta materia como modo de asegurar una tutela judicial más efectiva (16).
Cuando en 1990 se pretendió modificar el Estatuto Fundamental de la Provincia por medio del mecanismo que
preveía su art. 192 inc. b ‐no a través de una convención reformadora sino sometiendo a plebiscito la enmienda
proyectada en una ley‐, se previó la modificación del sistema, quitando al Superior Tribunal la competencia para
resolver en forma originaria las causas contencioso administrativas y confiándola a tribunales especializados.
Merece resaltarse que el cambio abarcaba sólo al órgano competente (17) y que a la postre la intentona,
justamente criticada (18), no dejó de ser un mero proyecto, ya que el pueblo de la Provincia resolvió no aprobar las
modificaciones propuestas.
Finalmente la Convención Reformadora de 1994 cumplió su labor y resolvió cambiar íntegramente el sistema.
Como veremos a continuación, los tres elementos que integran lo que venimos llamando "sistema" ‐órgano
competente, materia y procedimiento, definidos o esbozados en la cláusula constitucional anterior‐ han sido objeto
de modificación.
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En líneas generales la reforma resulta plausible, sobre todo porque la especialización y la descentralización, que
son las dos notas distintivas de este nuevo "fuero contencioso administrativo", resultan hoy día en esta materia
una condición poco menos que indispensable para asegurar el acceso a la tutela judicial continua y efectiva que el
nuevo art. 15 Const. Prov. garantiza.
Nos parece evidente que dado el contexto en que la reforma se produjo y el texto expreso aprobado no pueden
existir dudas acerca de que esta materia debe ser resuelta por tribunales especializados con asiento en distintas
localidades bonaerenses. El art. 166 habla de "tribunales competentes en lo contencioso administrativo", en plural,
lo que supone que debe haber más de uno y si bien el texto permite abrigar alguna interpretación ‐que de hecho
se ha ensayado‐ en el sentido de que podría válidamente asignarse esta competencia a tribunales o juzgados ya
existentes, vgr., a los juzgados de primera instancia en lo civil y comercial, coincidimos con lo que al respecto ha
señalado Soria en punto a que semejante hermenéutica resultaría extraña al fin de la reforma y su sistemática e
importaría desconocer que en este tema prevaleció la idea central de la especialización (19), la que quedó
efectivamente plasmada en la norma transitoria del art. 215, que alude al establecimiento del "fuero contencioso
administrativo".
Como señala el autor citado en el párrafo anterior, la reforma consistió en la incorporación de una cláusula general
(art. 166 últ. párr.), que define la materia, atribuye competencia para resolver acerca de ella y sienta algún
principio de procedimiento y en la modificación de otras normas, a las que llama complementarias y que son
consecuencia directa de aquélla: la supresión de la competencia originaria de la Suprema Corte sobre la materia
(art. 161) y la extensión de la atribución de mandar ejecutar directamente las sentencias dictadas en los juicios
contencioso administrativos a los nuevos "tribunales competentes" (art. 163 párr. 1º parte 2ª). Cabe incluir
también en este capítulo a la ya citada disposición transitoria contenida en el art. 215, según la cual el fuero
contencioso administrativo y el código procesal respectivo debían entrar en vigencia en forma conjunta antes del
1/10/1997 y, hasta tanto ello ocurra, las causas que se inicien ‐hasta su finalización‐ tramitarán ante y serán
resueltas por la Suprema Corte en única instancia y juicio pleno (20).
Por último, deben mencionarse otras reglas que inciden o deberían incidir, de modo más general, en esta materia.
En particular, la norma fundamental que constitucionaliza el amparo, materia sobre la cual los nuevos tribunales
resultan competentes por estar englobados en la expresión "cualquier juez" que contiene el art. 20 (21); la que
garantiza la tutela judicial continua y efectiva y el acceso irrestricto a la justicia (art. 15) (22) y, por último, la norma
que confiere a los habitantes de la Provincia el goce de todos los derechos y garantías que establece la Constitución
Nacional y los que emanan en su consecuencia a través de los tratados celebrados por la Nación (art. 11).
IV. ANÁLISIS DE LA CLÁUSULA GENERAL CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 166 DE LA CONSTITUCIÓN DE LA PROVINCIA
El último párrafo del art. 166 Const. Prov. establece: "Los casos originados por la actuación u omisión de la
Provincia, los municipios, los entes descentralizados y otras personas, en el ejercicio de funciones administrativas,
serán juzgados por tribunales competentes en lo contencioso administrativo, de acuerdo a los procedimientos que
determine la ley, la que establecerá los supuestos en que resulte obligatorio agotar la vía administrativa".
Como hemos señalado, la norma transcripta, aún manteniendo el sistema judicialista imperante desde 1854,
implica un cambio fundamental, una verdadera transformación del proceso administrativo en la Provincia de
Buenos Aires.
En primer lugar, la sustitución del órgano competente, tal vez la modificación más importante desde el punto de
los justiciables ‐tanto los particulares como la propia administración‐, quienes deberán someter la decisión de sus
conflictos ante tribunales especializados, de composición plural y esparcidos por todo el territorio de la provincia
(23).
En segundo término, se ha cambiado radicalmente el criterio de determinación de la materia contencioso
administrativa. Como vimos, hasta ahora el elemento decisivo para su caracterización había sido la naturaleza del
derecho lesionado. No definido en la Constitución, así lo ideó el legislador al dictar el código de la materia y la
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jurisprudencia de la Suprema Corte que a lo largo de casi un siglo lo interpretó, sistemáticamente, en forma
restrictiva (24).
El núcleo de la nueva cláusula constitucional lo constituye el ejercicio de la "función administrativa" (25). Lo que
ahora se confía a la decisión de los tribunales especializados son todos los casos (26) originados por la actuación u
omisión de la administración ‐en sentido lato‐ u otras personas, en el ejercicio de funciones administrativas. Se
requiere, entonces, la existencia de un conflicto efectivo de derechos o intereses que reconozca su origen en el
ejercicio ‐acto, hecho, contrato, actuación material‐ o falta de ejercicio ‐omisión‐ de la función administrativa.
Resulta indudable que la nueva disposición constitucional confiere al contencioso bonaerense un espectro mucho
más amplio que el brindado por la cláusula anterior. Para que se comprenda, son innumerables los casos que hasta
ahora escapaban a la órbita del proceso administrativo y que a partir de la reforma deben reputarse incluidos en
ella (27).
La referencia a la "Provincia, los municipios, los entes descentralizados y otras personas" despeja toda duda acerca
de, por una parte, la inclusión en la materia de los casos originados en el ejercicio de funciones administrativas por
parte del Poder Judicial y del Poder Legislativo, como así también por parte de cualquier tribunal administrativo ‐
como el Tribunal de Cuentas‐, las personas públicas no estatales y aún los particulares que, en virtud de cualquier
título, puedan ejercer esas funciones. Como se advierte, el espectro de sujetos intervinientes en el proceso se
amplía notoriamente y también aumentará el número de casos como consecuencia del diferente rol que en el
juicio éstos pueden asumir. Hasta hoy no ha habido un juicio contencioso administrativo en el que el demandado
sea un particular, desde ahora estos supuestos son innumerables; actualmente es inconcebible un juicio de esta
clase entre particulares, desde ahora no. Por otra parte, al aludirse a la actuación u omisión de esos órganos, se
supera la limitación contenida en la expresión "previa denegación o retardación", se elimina la necesidad de que
exista un acto administrativo denegatorio expreso o presunto y se posibilita la demandabilidad directa de la
administración aún en supuestos de lo que la doctrina denomina "inactividad material".
Como con acierto destacó Milanta (28), la nueva cláusula constitucional supera las restricciones implícitas ‐
agregaríamos también las explícitas‐ en el criterio anterior y reduce la distancia entre la materia administrativa y la
materia contencioso administrativa, disminuyendo, a la vez, los riesgos de zonas no justiciables (29).
Sin embargo, creemos también que el concepto de "función administrativa" (30), erigido en la piedra de toque del
nuevo sistema, es lo suficientemente equívoco como para suscitar no pocas discusiones, ante los casos ocurrentes,
acerca de si será o no un asunto residenciable en el nuevo fuero. Es también opinable que las "otras personas" a las
que se refiere la norma, puedan ejercer tales funciones. A su vez, cabe decir que la caracterización de la nueva
materia, con toda su amplitud, peca por defecto, pues deja fuera de este ámbito a los litigios en los que se persigue
la reparación de los daños y perjuicios originados en ejercicio de la función jurisdiccional o legislativa, supuestos
que por su naturaleza deberían estar incluidos en la medida que se hallan sujetos a un régimen de derecho público,
pero que de ningún modo podrían incluirse en la materia contencioso administrativa sin forzar el texto
constitucional.
Por último, debemos poner de resalto que el aspecto más censurable de la reforma estriba en que, según lo que el
art. 166 in fine dispone, la ley que determine el procedimiento en estos juicios establecerá en qué supuestos
resultará obligatorio agotar la vía administrativa, rescatando del arca a la que la primera parte de la norma había
mandado los restos del viejo contencioso a un instituto (31) que no halla justificación seria y que ni siquiera se
sugería en la cláusula constitucional anterior (32), concebida hace más de cien años. Ante ello, es obvio destacar
que debe sostenerse como principio que el texto constitucional sólo admite que excepcionalmente se exija el
"agotamiento de la vía administrativa" y que la regla es su innecesariedad.
Para terminar, deseamos destacar que no obstante las críticas esbozadas coincidimos con la reforma en cuanto a
que la eliminación de la competencia originaria de la Suprema Corte era impostergable y su mantenimiento poco
menos que incompatible con algunos de los nuevos derechos y garantías. Hubiésemos preferido que la materia no
se definiese en la Constitución, porque no es necesario que se lo haga y al hacerlo, como se trata de una
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constitución rígida, se corre el riesgo de cristalizar principios o conceptos propios de un ámbito en permanente
transformación.
Deliberadamente hemos hecho la menor cantidad posible de referencias a las normas reglamentarias de la cláusula
constitucional que ya han sido dictadas, porque ello hubiera excedido el tema que tan gentilmente nos propuso
abordar en este suplemento especial el doctor Carlos A. Botassi, a quien agradecemos sinceramente la invitación.
Por su parte, ello nos permite despedirnos del lector convidándolo a comparar esas normas con nuestra
Constitución y formar así su propio juicio de compatibilidad entre ambas.
3.‐ El Código Procesal Administrativo de 1997 (Ley 12.008 y sus reformas).
4.‐ Normativa constitucional y legal de la materia contenciosa administrativa.
COMPETENCIA POR RAZÓN DE LA MATERIA
La Provincia de Buenos Aires es la única que ha definido la materia a nivel apical, en el texto del art. 166, quinto
párrafo, de su Constitución, que en su parte pertinente establece: Art. 166: “…Los casos originados por la actuación
u omisión de la Provincia, los municipios, los entes descentralizados y otras personas, en el ejercicio de funciones
administrativas, serán juzgados por tribunales competentes en lo contencioso administrativo”
SISTEMA DE LA LEY 12.008 Art. 1: Cláusula general de la materia contencioso administrativa 1.‐ Corresponde a los
tribunales contencioso administrativos el conocimiento y decisión de las pretensiones que se deduzcan en los casos
originados por la actuación u omisión, en el ejercicio de funciones administrativas, de los órganos de la Provincia,
los Municipios, los entes descentralizados y otras personas, con arreglo a las prescripciones del presente Código.
2.‐ La actividad de los órganos del Poder Ejecutivo, de los Municipios y de los demás entes provinciales o
municipales, se presume realizada en el ejercicio de funciones administrativas y regida por el derecho
administrativo. Procederá esta presunción aun cuando se aplicaren por analogía normas de derecho privado o
principios generales del derecho. Como se puede apreciar, el art. 1 inc. 1° del Código Contencioso Administrativo
bonaerense replica de forma casi literal el texto de la cláusula general establecida en el art. 166 de la Constitución,
a la vez que su inc. 2° crea unapresunción iuris tantum de que la actividad desplegada por la Provincia, los
municipios y sus entes descentralizados se realiza en el ejercicio de funciones administrativas y se rige por el
derecho administrativo. Bajo estos parámetros, el art. 2 que se comentará a continuación, despliega un método
“de lista”, no taxativo, tendiente a establecer con mayor precisión las controversias que deben ser ventiladas ante
el fuero especializado. Asimismo agrega, para algunos supuestos, el elemento normativo ausente hasta este punto,
al exigir que el caso originado en la acción u omisión de una autoridad pública, en el ejercicio de funciones
administrativas, se encuentre también gobernado por normas de derecho administrativo.
Y aun en aquellos casos en los que este elemento no está mencionado, el mismo no deja de constituir un recaudo
ineludible, pues la regla de exclusión fijada en el art. 4 del mismo cuerpo legal ralea del conocimiento del Fuero
aquellos regidos por el derecho privado o convenios laborales, como así también las acciones posesorias y
conflictos interadministrativos. Es posible afirmar, entonces, que el art. 166 de la Constitución provincial y los arts.
1, 2 y 4 mencionados se funden en un inseparable bloque destinado a determinar la materia contencioso
administrativa.
Casos incluidos y excluidos.
Texto
5.‐ Competencia en razón del territorio. Demandas contra el Estado provincial.
PRINCIPIO GENERAL.‐ A los efectos de fijar la competencia por razón del territorio, el art. 5 inc. 1° del código
establece, como regla general, que resultará competente el juzgado correspondiente al domicilio de las personas
cuya actuación u omisión diese lugar a la pretensión procesal. Una regla similar establece aún hoy el decretoley
7543/69 ‐Ley Orgánica de la Fiscalía de Estado‐, que en su art. 30 dispone que “los juicios en que la Provincia sea
parte demandada, deberán promoverse y tramitarse ante los jueces o tribunales letrados del Departamento
Judicial de La Plata, cualquiera fuera su monto o naturaleza”.
De esta manera, la jurisdicción a la que en principio se deberá ocurrir para demandar a la Provincia de Buenos Aires
serán los juzgados contencioso administrativos del Departamento Judicial de La Plata, pues en la ciudad capital
residen sus tres poderes. En el caso de los municipios, serán los juzgados del departamento judicial cuya
competencia se extienda sobre el respectivo partido. Para el supuesto de los entes descentralizados, los colegios
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profesionales y los prestadores de servicios públicos, el juez del lugar de su domicilio, salvo en los casos que se
enumeran en el art 5 inc.2
6.‐ Conflictos de competencia. Oportunidad de declarar la incompetencia.
ARTICULO 7°: “Conflictos de competencia.
1. Los conflictos de competencia entre los jueces contencioso administrativos serán tramitados por vía incidental y
resueltos por la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo con competencia territorial común,
causando ejecutoria su decisión. Los conflictos planteados entre un Juez Contencioso Administrativo o una Cámara
de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y un Tribunal de otro fuero, serán resueltos por la Suprema
Corte de Justicia, causando ejecutoria su decisión.
2. Durante el trámite del conflicto de competencia, se suspenderá el procedimiento sobre lo principal, salvo las
medidas cautelares o cualquier diligencia de cuya omisión pudiere resultar un perjuicio grave.
3. Cuando se declarase que el caso es contencioso administrativo, se dispondrá la prosecución de las actuaciones
en esta vía. En tal supuesto, para verificar el cumplimiento del plazo previsto en el artículo 18º, la pretensión se
considerará presentada en la fecha de interposición de la demanda aunque el juez sea incompetente.”
ARTICULO 8º: “Declaración de incompetencia.
El juez, antes de dar traslado de la demanda, procederá a declarar, si correspondiere, y por resolución motivada, su
incompetencia. En tal supuesto remitirá los autos al tribunal considerado competente, si perteneciere a la
jurisdicción provincial. En caso contrario, dispondrá su archivo.”
UNIDAD 10: Proceso Administrativo de la Provincia de Buenos Aires.
1.‐ Legitimación procesal. Coadyuvantes y terceros.
‐ Legitimación activa: Queda referida a aquellas personas que se encuentran en una determinada posición jurídica
en relación con la pretensión, de manera que ésta les sirva de fundamento para plantear un caso ante el juez.
En el CCA se incluyen como potenciales actores:
‐ Los particulares (personas de existencia visible, ideales o jurídicas).
‐ Las personas públicas no estatales.
‐ El estado en sentido lato.
‐ Cualquier sujeto de derecho con capacidad jurídica.
Si bien el que antecede es el innegable principio general, conviene analizar algunos casos:
1) Titulares de derechos subjetivos e intereses legítimos: La directa referencia a la invocación por la parte
accionante de toda forma de afectación de “derechos o intereses tutelados por el ordenamiento jurídico” permite
afirmar que quedan comprendidos no solo quienes detenten un derecho subjetivo (exclusivo, perfecto e
individualizado), sino también aquellos que compartan, en concurrencia con algunos o con muchos un interés
determinado que se apoye en una norma o principio jurídico que le otorgue sustento (interés legítimo).
2) Intereses simples. Derechos de incidencia colectiva: El denominado “interés simple”, en la medida en que
se lo define como la ambición de que el Estado respete la legalidad, constituye también un interés tutelado por el
ordenamiento jurídico. No puede concebirse un interés más intenso y trascendente en cabeza de todo ciudadano
que la vital aspiración de que quienes lo gobiernan (en lo personal y en lo institucional) se sometan a la Ley, de la
misma forma en que impulsan su propio sometimiento al orden jurídico.
La referencia del art. 13 CCA a quienes encuentren sus derechos o intereses “tutelados por el ordenamiento
jurídico” debe complementarse con las disposiciones de la CN reformada en 1994, en tanto configura un régimen
directamente operativo de protección a los denominados derechos de incidencia colectiva: derecho a la salud y a
un adecuado nivel de calidad de vida, al usufructo de los recursos ambientales (suelo, agua, aire), al
funcionamiento continuo y eficiente de los servicios públicos, al consumo en condiciones equitativas, a la
información veraz y otros.
3)Entes públicos estatales: El artículo 2 inciso 7 CCA señala que la competencia contencioso administrativa
comprende las controversias promovidas por “los entes públicos estatales previstos en el artículo 1”. Por su parte,
el art. 9 inc. 3 alude a la representación judicial de los entes estatales que comparezcan “como actores”. De esta
manera, aunque pueda parecer sobreabundante, el legislador ha criado conveniente aclarar que el Estado en
sentido amplio puede asumir el rol de actor en este tipo de proceso.
Un organismo estatal, en su condición de demandante, podrá orientar su pretensión contra otra repartición
pública o contra un particular.
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4) El Defensor del Pueblo y las organizaciones no gubernamentales: Con la consagración constitucional, tanto en
nación como en provincia, de los “derechos de incidencia colectiva” (art. 43 CN) o “derechos colectivos” (art. 20
Const. Prov. de Bs. As.), también llamados por alguna doctrina “derechos o intereses difusos”, por la dificultad de
identificar a sus titulares y caracterizados como aquellos que, sin perjuicio de constituir verdaderos “derechos “ de
las personas, se refieren a un bien jurídico esencialmente indivisible (ej: medio ambiente sano, no contaminado;
ecología y cuidado del hábitat, etc.) ha sido admitida la legitimación activa para interponer acción de amparo
contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares que en forma actual o inminente , lesiones,
restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por la
Constitución, un tratado o una ley, al afectado, al Defensor del Pueblo y a las Asociaciones protectoras d ciertos
bienes (medio ambiente y competencia, consumidores, etc.).
5)El Fiscal de Estado:
‐ Legitimación pasiva: La SCJBA entendió que la “autoridad administrativa” referida en aquellas disposiciones no
podía ser otra que el Poder Ejecutivo y las municipalidades bonaerenses. En consecuencia, negó la posibilidad de
examinar los actos administrativos de los Poderes Legislativo y Judicial.
A diferencia de lo que acontece con la legitimación activa descripta en su art. 13, la 12008 no contiene una norma
expresamente referida a la legitimación pasiva. Sin embargo, su articulado permite determinar con precisión
quienes son los sujetos que pueden ser legítimamente demandados:
1) El Estado Loca (en sentido lato) La Provincia de Buenos Aires, las municipalidades y los entes descentralizados
aparecen expresamente citados en el último párrafo del art. 166 de la Constitución y en el art. 1 del CCA. Podrán
ser demandados en los casos gestados por el desempeño de sus funciones administrativas, sea que se trate de su
conducta activa u omisiva.
No interesa que la acción u omisión generadora del litigio provenga del Poder Administrador o de otros Poderes del
Estado. Existirá legitimación pasiva cuando el órgano realice actividad administrativa, aunque estructuralmente
dependa del Poder Judicial o del Poder Legislativo.
Naturalmente que al referirnos al Estado local lo hacemos en sentido amplio, comprensivo de cualquier forma de
descentralización funcional, incluyendo a las empresas públicas y a las sociedades de economía mixta.
2) Los particulares: Las personas físicas y jurídicas pueden ser demandados en el proceso contencioso
administrativo. No aludimos aquí a aquellos sujetos a los que se le han discernido poderes o cometidos típicamente
estatales, sino a personas privadas cuya relación con las autoridades administrativas es circunstancial.
3) Las municipalidades: Se pueden impugnar directamente sus ordenanzas.
4) Las personas públicas no estatales: El art. 1 del nuevo Código describe la competencia contencioso
administrativa aludiendo al conocimiento y decisión de los casos o controversias originados por el “ejercicio de
funciones administrativas” de los órganos estatales “y otras personas”. Con esta última expresión se hace
referencia aquellos sujetos de derecho que llevan a cabo tareas vinculadas con el interés general, pero, por no
pertenecer a los cuadros oficiales, son considerados personas públicas no estatales. Ejemplo: colegios y cajas de
previsión social.
5) El caso especial de las empresas prestadoras de servicios públicos y constructoras de obras públicas:
Corresponde al juez de lo contencioso administrativo entender en los conflictos “que se susciten entre prestadores
de servicios públicos o concesionarios de obras públicas y usuarios, en cuanto se encuentren regidas por el
derecho administrativo”.
Al aludir a prestadores de servicios públicos se incluye a todas las empresas privadas que asuman esa tarea
cualquiera sea el título habilitante. En materia de obra públicas, en cambio, el Código contempla solamente el caso
del con cesionario que construyó6) el Tribunal de Cuentas y el Tribunal Fiscal de Apelación. la obra y percibe un
precio directamente del beneficiario, ya que este es el único supuesto en que puede generarse el conflicto,
controversia o “causa” que posibilite la intervención judicial.
‐ Legitimación de terceros: Las legitimaciones activa y pasiva pueden extenderse a los terceros de
intervención voluntaria u obligatoria, que se colocarán junto al actor si titularizan su mismo derecho sustancial o se
alinearán junto al demandado si la pretensión actora es también enderezada contra ellos. En cualquier caso, deben
encontrarse involucrados en la relación jurídica dentro de la cual se suscita el diferendo.
La posibilidad de que terceras personas sean convocadas o decidan libremente intervenir en el proceso
contencioso administrativo aparece tratada en los arts. 10 y 11 del CCA. Se contemplan dos situaciones cuya
solución, una vez más, depende del tipo de pretensión que dé lugar al pleito.
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1) Coadyuvantes: El inc. 1 art. 10 dispone que “los terceros directamente favorecidos por la actuación u omisión
que diera lugar a la pretensión, intervendrán como coadyuvantes en cualquier estado del proceso. Su intervención
no podrá hacer retrotraer, interrumpir o suspender el proceso cualquiera sea el estado en que intervengan”.
El coadyuvante posee los mismos derechos que la parte con la que coadyuva, y la sentencia recaída en el pleito
tendrá efectos y hará cosa juzgada respecto de él.
El único requisito exigido por el art. 10 CCA para configurar la legitimación del coadyuvante es que tenga un interés
directo favorable a la anulación o subsistencia de la pretensión.
2) Terceros en general: El CCA establece en el art. 11 que la intervención de los terceros “en los demás casos”, es
decir, cuando no intervengan como coadyuvantes, se regirá por las disposiciones contemplada en el CPCC.
Ello plantea algunos inconvenientes, teniendo en cuenta que la intervención de terceros en el proceso puede ser
tanto voluntaria como coactiva:
‐ Si es voluntaria, la actuación del tercero que alegue un interés propio (adhesión simple) se considera
accesoria y subordinada de la parte a quien apoyare; mientras que, si actúa con la misma legitimación que el actor
o el demandado y se adhiere a alguno de ellos, se consuma una intervención principal autónoma, de naturaleza
litisconsorcial.
‐ En la intervención obligada, el tercero asume, también, la calidad de parte, sólo que (al igual que en la
adhesión principal y autónoma), a diferencia de lo que ocurre con el interviniente voluntario, no se encuentra
constreñido a aceptar el proceso.
Representación estatal.
2.‐ Pretensión impugnatoria o anulatoria: objeto; fundamento; tramitación.
Pretensión impugnatoria o anulatoria:
‐ Objeto y fundamento: La pretensión impugnatoria es la típica del proceso contencioso administrativo y se
deduce cuando se solicita la anulación total o parcial de actos administrativos de alcance particular o general, así
como también de ordenanzas municipales.
Mediante esta pretensión se reclama al órgano judicial la invalidación de los actos antes referidos, por ser
contrarios al ordenamiento jurídico.
‐ Planteamiento y trámite: La pretensión impugnatoria puede articularse sola o acompañarse con otras,
como la indemnizatoria, o la de restablecimiento o reconocimiento de derechos tutelados.
Puede tramitar, a opción de quien la deduce, por vía del proceso ordinario o por el proceso sumario de
ilegitimidad, salvo cuando se impugnen las resoluciones de los colegios o consejos profesionales, en cuyo caso
tramitará bajo el procedimiento recursivo reglamentado en el art. 74.
3.‐ Pretensión de restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés tutelado; objeto; planteamiento.
Pretensión Indemnizatoria: objeto; fundamento; requisitos. La pretensión prestacional y la judicialización de los
derechos económicos, sociales y culturales.
Pretensión de restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés tutelado; objeto; planteamiento.
‐ Objeto: Mediante este remedio procesal se pretende el restablecimiento, la superación o reconstrucción
de un estado anterior al creado por un comportamiento administrativos ilegítimo que el actor no está obligado a
soportar.
‐ Planteamiento y función: La función de esta pretensión es disímil. Su papel es doble, pues además de
operar en forma accesoria o complementaria de otras pretensiones, puede también articularse en forma
autónoma.
Pretensión Indemnizatoria: objeto; fundamento; requisitos.
‐ Objeto y fundamento: Mediante la pretensión indemnizatoria se persigue la reparación de los daños y
perjuicios ocasionados por el obrar estatal.
Esta pretensión puede fundarse en el deber de reparar del estado debido a su obrar ilícito, contractual o
extracontractual.
‐ Planteamiento y requisitos: De acuerdo con el fundamento y tipo de reclamo indemnizatorio que se
plantee, aquél podrá ser articulado judicialmente junto con la pretensión de nulidad, o en forma autónoma
después de finalizado el proceso de anulación que le sirve de sustento.
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En cuanto al plazo de caducidad, la pretensión indemnizatoria sólo está sujeta al mismo si ha sido interpuesta en
forma conjunta con la anulatoria. En los demás supuestos, el único plazo a tener en cuenta es el de prescripción de
la acción.
La pretensión prestacional y la judicialización de los derechos económicos, sociales y culturales.
4.‐ Pretensión meramente declarativa: objeto; regulación.
‐ Objeto y regulación: El artículo 12 incluye en el listado de pretensiones aquella que se entabla a fin de obtener la
declaración de certeza sobre una determinada relación o situación jurídica regida por el derecho administrativo.
Mediante esta vía procesal se tiene a obtener un pronunciamiento que elimine la falta de certeza sobre la
existencia, eficacia, modalidad o interpretación de una relación o estado jurídico.
5.‐ Cesación de vía de hecho; objeto; tramitación.
‐ Noción de vía de hecho administrativa: Es sabido que, para fiscalizar el judicante las actuaciones materiales de la
Administración que no llegaban a configurar actos administrativos y que en forma ilegal lesionaban los derechos de
propiedad y libertad fundamentales de las personas, la vía de hecho fue una de las construcciones de que se sirvió
el Consejo de Estado Francés para hacer posible que el control de esos comportamientos irregulares se extendiera
a la jurisdicción civil.
Esta figura fue aceptada en la LNPA en su artículo 9, y en el art. 109 de la LPABA, el cual prescribe que “la
Administración Pública no iniciará ninguna actuación material que limite los derechos de los particulares sin que
previamente haya sido adoptada la decisión que le sirva de fundamento jurídico.
‐ Objeto de la pretensión: El objeto de la pretensión no es otro que el cese o eliminación de un comportamiento
material irregular por parte de los entes enumerados en el art, 1, que lesione derechos de los administrados y esté
desprovisto de todo sustento jurídico formal. Constituye el remedio específico que el ordenamiento otorga al
afectado, a fin de solicitar judicialmente la superación del estado de cosas generado por la situación administrativa
ilegítima controvertida.
‐ lo medios de protección de las vías de hecho: El único remedio específico que el anterior código (Varela) preveía
para la defensa en sede judicial de una vía de hecho, además de la posibilidad de presentar denuncias en sede
administrativa y de reclamar el resarcimiento de los daños irrogados, era la pretensión de amparo.
Sin embargo, esta garantía procesal era una vía de tutela casi inexistente debido a la jurisprudencia restrictiva de la
SCJBA.
La acción contencioso administrativa, si bien no era el medio procesal adecuado para la impugnación de las vías de
hecho, era susceptible de ser utilizada a tal fin en la medida en que el afectado, previo a la promoción del litigio,
dedujera un reclamo ante la autoridad administrativa solicitando el cese de su comportamiento ilegítimo y aquél
hubiera sido rechazado o se verificara el supuesto de silencio denegatorio.
En el régimen actual, el afectado por una vía de hecho administrativa cuenta, a su opción, con 3 medios para su
defensa:
3) la pretensión de amparo;
4) la pretensión de cese de la vía de hecho.
5) La pretensión anulatoria.
‐ Trámite: En lo atinente al trámite de esta pretensión, se aplicarán las normas relativas al proceso sumarísimo.
6.‐ Amparo por mora: objeto; regulación; jurisprudencia.
El nuevo ordenamiento procesal administrativo otorga a los ciudadanos un valioso instrumento jurídico para
combatir las dilaciones indebidas de la Administración, cuya fuente directa es el artículo 28 de la LPAN y el
artículo76 de la LPABA.
‐ Objeto: Esta pretensión procesal tiene por objeto el dictado de una orden judicial de pronto despacho de
las actuaciones administrativas. La finalidad de esta vía es obtener un emplazamiento judicial para que la autoridad
administrativa cumpla con su deber de resolver y dicte el acto administrativo que corresponda.
‐ Regulación:
‐ Requisitos de admisibilidad: Para que sea admisible esta pretensión debe existir un estado de
mora administrativa. El actor debe acreditar que la autoridad administrativa ha dejado vencer
los plazos fijados, en caso de no existir éstos, que ha transcurrido un plazo que excede de lo
razonable, sin resolver la cuestión de fondo o sin dictar al acto de trámite o preparatorio que
corresponde adoptar para continuar el procedimiento.
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La omisión administrativa que da lugar a esta pretensión puede originarse por no emitir: actos
administrativos definitivos o; actos interlocutorios de mero trámite o preparatorios que causen
estado.
Legitimación activa: Está legitimado, el que fuere parte en un procedimiento administrativo.
Trámite: De ser procedente el amparo por mora, el órgano judicial deberá dictar sentencia que
condene a la Administración, para que, dentro del plazo que fije (no mayor a 5 días) dicte el
acto pertinente demorado.
Esta clase de pretensión abre para el juzgador un limitado marco de cognición, pues conforme
a lo dicho, a que sólo puede emplazar a la autoridad demandada a decidir la cuestión que le ha
sido planteada, pero no puede pronunciarse obligando a la Administración a decidir en un
sentido determinado. Es una orden neutra en cuanto a su contenido, pues el juez no puede
sustituir el criterio de la Administración y fijar el contencioso del acto omitido.
Otras pretensiones.
UNIDAD 11: Proceso administrativo de la Provincia de Buenos Aires.
1.‐ Presupuestos procesales. El agotamiento de la vía administrativa. Plazo de caducidad. Pago previo.
Antecedentes. Normativa constitucional y legal.
El agotamiento de la vía administrativa.
El artículo 14 inciso 1 sólo habilita la demandabilidad directa cuando el acto de alcance general emane de la
autoridad jerárquica superior o del órgano con competencia delegada por aquélla. Si el acto lo dicta una autoridad
inferior, será precioso agotar la vía. El problema es que ni el Código Civil y Comercial y la LPABA han establecido la
vía procedimental para ello. Por ello, y ante el desacople existente entre estos dos cuerpos legales, corresponde
efectuar una interpretación que no limite, sino que facilite el acceso a la jurisdicción.
A su vez, cuando se controviertan actos generales por la vía indirecta, la exigencia de agotar la vía también
dependerá de la jerarquía de la autoridad que dictó el acto definitivo de ejecución de aquél. Si el acto emanó del
órgano superior con competencia decisoria final o de un órgano con competencia delegada, no será preciso
deducir recurso administrativo alguno. En cambio, si el acto de aplicación emanó de una autoridad
jerárquicamente inferior, será preciso deducir recurso jerárquico para dejar abierta la vía judicial .
Plazo de caducidad.
El artículo 18 establece que la pretensión de anulación, la resarcitoria vinculada con aquélla, la de restablecimiento
o reconocimiento de derechos o intereses tutelados y la de cese de una vía de hecho administrativa, deberán
promoverse dentro del plazo perentorio de noventa (90) días (..).
Pago previo.
El requisito del solve et repete, en su formulación más amplia, exige que la impugnación judicial o administrativa de
cualquier acto administrativo que contenga o implique la liquidación de un crédito a favor del Estado sólo es
posible si el particular se aviene previamente a realizar su pago.
El artículo 19 de la Ley 12008 tiene una regulación atenuada del instituto al limitar sustancialmente su aplicación
en los pleitos en los que se impugne un acto administrativo que imponga una obligación tributaria de dar sumas de
dinero, marginados los créditos de origen no tributario.
Además, expresamente precisa que el requisito en cuestión no es exigible respecto de las multas y los recargos, lo
cual se justifica ya que, debido a la naturaleza sancionatoria de ambos, no pueden ser considerados como
integrantes de la masa de recursos normales con los que se financia la actividad estatal.
ARTICULO 19°: “Pago previo en materia tributaria.
1. Será obligatorio el pago previo a la interposición de la demanda, cuando se promueva una pretensión contra un
acto administrativo que imponga una obligación tributaria de dar sumas de dinero.
2. Antes de correr traslado de la demanda, el Juez verificará el cumplimiento de este requisito procesal, a cuyo fin
procederá a intimar al demandante el pago de la suma determinada, con exclusión de las multas y recargos, dentro
del plazo de diez (10) días, bajo apercibimiento de desestimar por inadmisible la pretensión.
3. El pago previo no será exigible cuando:
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a) Su imposición configurase un supuesto de denegación de justicia.
b) Se deduzca una pretensión meramente declarativa. En este supuesto, la autoridad provincial o
municipal tendrá derecho a promover contra el demandante el correspondiente juicio de apremio.”
Antecedentes.
‐Régimen del agotamiento de la vía administrativa antes de la vigencia de la Ley 12008: Los textos constitucionales
provinciales de 1873, de 1889 y de 1934, si bien no establecían la deducción de recursos administrativos como
condición para acceder a la instancia judicial, sí exigían el tránsito previo para la vía administrativa. En efecto, en
ellos sólo se requería para dejar expedita la revisión judicial la previa denegatoria al reconocimiento de los
derechos que se gestionaban por la parte interesada.
En rigor, el presupuesto del agotamiento de la vía administrativa aparece en el viejo Código de Procedimiento en lo
Contencioso Administrativo de la Provincia de Buenos Aires disponía que la demanda procesal debía interponerse
respecto de resoluciones administrativas definitivas contra las cuales no hubiera recurso administrativo alguno.
De modo tal que sólo eran pasibles de impugnación judicial aquellas resoluciones que ponían fin a la vía
administrativa por haber sido dictadas por los órganos con la más alta competencia en materia, una vez agotados
todos los medios de impugnación previstos en el régimen de procedimiento administrativo.
En la práctica, la determinación de cuándo un acto causaba estado o agotaba la vía administrativa generó más de
un caso de denegación de justicia.
Uno de los grandes problemas se presentó en relación a la obligatoriedad de interponer el recurso de revocatoria
previsto en el régimen del procedimiento administrativo provincial y municipal a los fines de habilitar la instancia
judicial.
Respecto del tema, la SCJBA estableció distintos criterios:
‐ En un primer período, sostuvo que el acto administrativo dictado por la máxima autoridad administrativa,
habiendo mediado audiencia con el interesado, agotaba la vía, no siendo preciso, entonces interponer el
recurso de dictado de oficio.
‐ En 1974, al fallar en la causa “GIMENEZ”, se abandonó dicho criterio, otorgando carácter obligatorio a la
revocatoria en todos los casos, independientemente de que haya habido o no audiencia previa con el
interesado.
‐ Una tercera etapa en la SCJBA se inicia a mediados de 1979, a partir de los fallos “BRETAL”, “GUNAWARDANA”
y “PAICO SACI”. LSCJBA retoma su doctrina original, sosteniendo que a fin de agotar la vía administrativa, el
recurso de revocatoria sólo resultaba obligatorio respecto de los actos dictados de oficio por el órgano superior
o cuando se trataba de actos de alcance general.
‐ Finalmente, un nuevo viraje jurisprudencial se operó (y se mantiene vigente) con el fallo “LESIEUX”. La SCJBA
retoma el criterio restrictivo sentado en el fallo “Jiménez”, disponiendo que la interposición del recurso de
revocatoria constituye un requisito insoslayable para abrir la instancia judicial. Sin embargo, exceptúa su
deducción frente a los actos que desestimen un recurso jerárquico.
El criterio en cuestión fue desconocido por la CSJN en el caso “SACOAR”, del año 1998, por considerar que el
tribunal local incurrió en un injustificado rigorismo formal incompatible con el derecho de defensa, porque la
reducción del recurso de revocatoria en tales constituye un ritualismo inútil.
La reforma de 1994 y el agotamiento de la vía: El agotamiento de la vía ha tenido en los últimos tiempos una
expansión desmesurada, llevando su aplicación a supuestos en los que no se justifica, convirtiéndose en un trámite
inútil y dilatorio para el acceso a la revisión judicial.
Por tal motivo, en concordancia con el principio de tutela judicial efectiva consagrado en el art. 15 de la
Constitución de la Provincia, y con clara finalidad de deducir en el ámbito de aplicación de esta exigencia, el
constituyente bonaerense ha establecido que la ley establecerá los supuestos en que resulte obligatorio agotar la
vía administrativa.
Normativa constitucional y legal.
‐ Constitucionalidad del principio solve et repete:La CSJN, en forma inveterada, sostiene que la regla resulta
constitucional, ya que no restringe indebidamente el derecho de defensa en juicio (art 18 CN) ni contraría el art. 8
inc. 1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
También la SCJBA, en armonía con el criterio del más alto tribunal, ha rechazado los planteos de
inconstitucionalidad de este requisito.
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Sin embargo, esta exigencia ha sido morigerada en aquellos casos en los que su cumplimiento obstaculiza el real y
efectivo acceso a la justicia, lo cual acontece cuando se acredita que existe desproporcionada magnitud entre la
suma que debe pagar el contribuyente y su concreta capacidad económica.
2.‐ Proceso ordinario. 6.‐ Excepciones. Plazo. Efectos. Resolución.
‐ Proceso ordinario: Las características del proceso ordinario son similares a las que regulan este tipo de proceso en
el CPCC, con las particularidades propias del contencioso administrativo.
En tal sentido, el proceso ordinario es un proceso de plena cognición que se caracteriza por su amplitud residual y
subsidiariedad.
‐ Amplitud: en cuanto a las pretensiones susceptibles de tramitarse por esta vía; por las medidas de
prueba a producir; y por el marco de conocimiento del órgano judicial.
‐ Residual: porque es el cauce idóneo para la tramitación de las diversas pretensiones enumeradas en el
art. 12 CCA, salvo aquellas que tienen un trámite diferencial (lo cual acontece por las características de
su objeto o por decisión del legislador).
‐ Proceso subsidiario: porque las normas que lo gobiernan son de aplicación supletoria en los procesos
especiales.
Este proceso se divide en 3 etapas:
1) Introductoria.
2) Probatoria.
3) Decisoria.
‐ Traslado de la demanda:
ARTICULO 33º: “Notificación de la demanda. La demanda se notificará:
1. Al Fiscal de Estado, cuando la pretensión fuere dirigida contra la Provincia o un ente provincial cuya
representación legal le correspondiere.
2. Al Intendente Municipal, cuando la pretensión fuere dirigida contra una Municipalidad. Si se tratare de una
impugnación contra una ordenanza municipal, también deberá notificarse al Presidente del Concejo Deliberante.
3. A la autoridad superior del ente descentralizado provincial cuando la pretensión fuere dirigida contra aquél,
cuya representación procesal no estuviere a cargo del Fiscal de Estado.
4. A la autoridad superior del ente descentralizado municipal, cuando la pretensión fuere dirigida en su contra.”
5. A la autoridad superior de la persona pública no estatal, cuando la pretensión fuere dirigida en su contra.
6. Al particular demandado, con arreglo a las reglas del Código Procesal Civil y Comercial.
7. Al Asesor General de Gobierno, cuando se diere el supuesto del artículo 9° inciso 2) del presente Código.”
‐ Excepciones de previo y especial pronunciamiento: Todas las excepciones son de previo y especial
pronunciamiento, debiendo ser deducidas dentro de los primeros 15 días de plazo para contestar la demanda, a
excepción de las de falta delegitimación para obrar y de prescripción, que también podrán oponerse como defensa
de fondo al contestar la demanda.
ARTICULO 35º: “Excepciones admisibles.
1. Sólo se admitirán como previas las siguientes excepciones:
a) Incompetencia del juez.
b) Falta de personería en el demandante, en el demandado o en sus representantes.
c) Litispendencia.
d) Defecto legal en el modo de proponer la demanda, por no cumplir con los requisitos enumerados en el
artículo 27° del presente Código.
e) Cosa Juzgada.
f) Transacción, conciliación y desistimiento del derecho.
g) Falta de legitimación para obrar en el demandante o en el demandado cuando fuere manifiesta, sin
perjuicio, en caso de no ocurrir esta última circunstancia, de que el juez la considere en la sentencia
definitiva.
h) Prescripción.
i) Inadmisibilidad de la pretensión, por no cumplir con los requisitos previstos en los artículos 14°, 15°, 16°,
18° y 19° del presente Código, por demandarse la nulidad de un acto administrativo consentido o
impugnarse un acto que no revista la condición de definitivo o asimilable, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 14°.
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2. Las excepciones enumeradas en los apartados g) y h) podrán también oponerse como defensa de fondo al
contestar la demanda.”
‐ Planteamiento de excepciones no articuladas como previas: Además de las excepciones
contempladas en el artículo 35, existen 2 excepciones que pueden plantearse como defensa de fondo al contestar
la demanda: *) la de falta de legitimación para obrar; *) la de prescripción.
‐ Contestación de la demanda: El escrito de contestación de la demanda debe contener los mismos
requisitos que para interponerla, contemplados en el art. 27.
La contestación de la demanda, como acto procesal por el cual se solicita el rechazo de la pretensión del actor,
produce relevantes efectos sobre el proceso:
1) Culmina la etapa introductoria.
2) Fija la cuestión litigiosa.
3) Determina los hechos que deben ser probados.
4) Constituye la última oportunidad que tiene el demandado para oponer la defensa de prescripción y para
recusar el juez.
ARTICULO 37º: “Formalidades.
1. La contestación de la demanda se efectuará por escrito. Contendrá, en lo pertinente, los requisitos establecidos
en el artículo 27° del presente Código.
2. En ese escrito, el demandado deberá reconocer o negar en forma categórica cada uno de los hechos expuestos
en la demanda, así como pronunciarse en la misma forma sobre la autenticidad de los documentos que se le
atribuyen. El silencio o la ambigüedad en la contestación de tales extremos, podrá considerarse como
reconocimiento de los hechos, de la autenticidad de los documentos y de su recepción.
3. Podrán invocarse hechos que se opongan a los alegados por el actor o argumentos de derecho que no se
hubieran planteado en el procedimiento administrativo, siempre que se relacionen con el objeto de la pretensión.”
ARTICULO 38º: “Plazo para contestar la demanda.
1. El plazo para contestar la demanda será de cuarenta y cinco (45) días.
2. Si fueran dos o más los demandados, el plazo será común. Cuando procediere la suspensión o ampliación
respecto de uno, el plazo se suspenderá o ampliará respecto de todos.”
‐ Reconvención: El instituto de la reconvención, cuyo fundamento reside en el principio de economía
procesal y en la necesidad de evitar pronunciamientos contradictorios, fue tradicionalmente rechazado por la
SCJBA, por considerar que no estaba permitido en el viejo código procesal (código Varela) y no resultar congruente
con la forma en que estaba configurado el proceso contencioso‐administrativo vigente en ese momento.
Dicha situación se ha visto modificada, al punto que el artículo 39 del actual CCA la prevé expresamente.
El principal efecto que genera la deducción de la reconvención estriba en la incorporación al proceso de una nueva
pretensión autónoma, que debe sustanciarse y resolverse juntamente con la del actor. Se produce, pues, un
supuesto de acumulación objetiva de acciones, por lo que deben cumplirse los recaudos establecidos para esta
figura en el CPCC.
ARTICULO 39º: “Reconvención.
1. Al contestar la demanda, la demandada podrá deducir reconvención, siempre que las pretensiones planteadas
deriven de la misma relación jurídica o guarden conexidad con las invocadas con la demanda. Deberán
observarse las formalidades establecidas en el Capítulo V del Título I del presente Código.
2. De la reconvención se dará traslado a la demandante por un plazo de treinta (30) días y la contestación se
ajustará a lo dispuesto en el artículo 37°. Es de aplicación en lo pertinente, lo dispuesto en el Capítulo VI del
Título I del presente Código.”
Proceso sumario.
ARTICULO 71º: “Opción por el proceso sumario. Contra los actos administrativos que dispongan sanciones
disciplinarias a los agentes públicos provinciales o municipales, la parte actora, en el escrito inicial, podrá optar por
formular las pretensiones previstas en el artículo 12° del presente Código, por la vía del proceso ordinario, o por la
del sumario prevista en este Capítulo.”
3.‐ Silencio administrativo o denegatoria tácita. Configuración.
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La regulación del silencio administrativo en el CCA no ha sufrido grandes modificaciones respecto del régimen
antes vigente. En efecto, al igual que en el Código Varela, se distingue, en función de la etapa del procedimiento
administrativo en que la administración demora su respuesta, entre dos tipos de silencio:
‐ En la decisión definitiva, regulado en el art. 16 inc. 1 CCA, se configura cuando, sustanciado totalmente el
procedimiento y ostentando en condiciones de ser resuelto, el órgano competente omite dictar la resolución
correspondiente.
‐ En el trámite, regulado en el art. 16 inc. 2 CCA, se produce cuando la autoridad no dicta las providencias
necesarias para impulsar o urgir el procedimiento.
Ambos tipos de silencio generan la misma consecuencia: permiten al interesado iniciar el pleito contencioso‐
administrativo y habilitan al juez a pronunciarse sobre la cuestión de fondo que motivó el reclamo previo y la
consiguiente denegatoria ficta.
‐Requisitos de la denegatoria ficta:
1. Presentación de alguna petición administrativa: es el primer requisito que debe concurrir, la petición
puede ser reclamativa o declarativa, ante cualquiera de los entes mencionados por el CCA. El silencio denegatorio
no opera en los procedimientos iniciados de oficio.
2. Primer período de inactividad administrativa: el silencio administrativo es una consecuencia de la
obligación de resolver de la autoridad administrativa, el cual no se agota con el hecho de que el administrado
pueda pedir, sino que exige una respuesta. De ahí que para que se configure debe haber vencido el plazo que
alguno de los entes mencionados en el art. 1 CCA tuviese para resolver un recurso, reclamo o petición planteada en
sede administrativa, o cuando omitieran o retardaren el dictado de los actos de trámite o preparatorios.
3. Pedido de pronto despacho: el silencio administrativo no se produce automáticamente por el mero
vencimiento del plazo para resolver, sino que es menester que el reclamante o recurrente urja el procedimiento
mediante la presentación de una solicitud de pronto despacho, ya sea:
‐ Ante la dependencia donde se hallaren radicadas las actuaciones
‐ Ante el órgano responsable del procedimiento.
‐ Ante la autoridad jerárquica superior con competencia resolutoria final.
4. Segundo periodo de inactividad administrativa: después de efectuada la presentación antes
examinada, debe transcurrir un plazo de 30 días hábiles administrativos, no hábiles judiciales, sin que se dictare el
acto correspondiente.
4.‐ Escrito de demanda: contenido y formalidades.
La etapa introductiva comienza con la interposición de la demanda, con la cual se inicia el proceso. Ella puede tener
una o más pretensiones.
Junto con el escrito de demanda debe acompañarse toda la prueba documental que estuviere en poder del
demandante, ofreciéndose la restante, cuya producción se proponga en el proceso.
ARTICULO 27º: “Estructura y formalidades. La demanda será presentada por escrito y contendrá:
1. El nombre y apellido, domicilio real o legal según corresponda, domicilio especial constituido y demás
condiciones personales del demandante.
2. El nombre y apellido, domicilio y demás condiciones personales del demandado.
3. La individualización y contenido de la actuación u omisión administrativa que configura el caso, precisando los
motivos por los que se considera lesionado, afectado o desconocido el derecho o interés jurídicamente tutelado
del demandante.
4. La relación metódica y explicada de las circunstancias del caso, con especial referencia a los hechos en que se
funde la pretensión, expuestos en modo conciso y claro.
5. El derecho en que se funda la pretensión, expuesto sucintamente.
6. La justificación de la competencia del juzgado.
7. El ofrecimiento pormenorizado de toda la prueba cuya producción se propone en el proceso.
El objeto y alcance de la pretensión, expuestos con claridad y precisión. Deberá fijarse el monto reclamado, salvo
cuando a la actora no le fuere posible determinarlo al promover la demanda, por las circunstancias del caso o
porque la estimación dependiera de elementos no establecidos definitivamente al momento de la pretensión. En
tales supuestos no procederá la excepción de defecto legal. La sentencia determinará, en su caso, el monto que
resulte de las pruebas producidas.”
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Ampliación de la demanda.
ARTICULO 32º: “Ampliación o transformación de la demanda. Recibidos los expedientes administrativos en
Secretaría, la parte actora, dentro de los quince (15) días de notificada por cédula tal recepción, podrá ampliar o
transformar la demanda. Cumplido el referido trámite o vencido el plazo, el Juez dispondrá correr traslado de la
demanda, previo examen de admisibilidad conforme a lo dispuesto en el artículo 31 del presente Código.”
5.‐ Examen de admisibilidad. Subsanación de defectos.
ARTICULO 31º: “Examen de admisibilidad. Subsanación de defectos.
1. Antes de dar traslado de la demanda, el juez examinará si la pretensión reúne los requisitos de admisibilidad.
2. No habiéndose declarado incompetente el juez y declarada la admisibilidad de la pretensión, éste no podrá
volver sobre ello, salvo que se oponga alguna de las excepciones previstas en el artículo 35° del presente
Código.
3. Si la pretensión no cumpliere alguno de los requisitos de admisibilidad, y de ser ello posible, el juez, determinará
la subsanación de los defectos incurridos dentro del plazo que al efecto fije, el que no podrá ser inferior a cinco
(5) días, bajo apercibimiento de desestimar la pretensión. Si ello fuere improcedente, declarará inadmisible la
pretensión deducida.
4. En el supuesto del artículo 19° del presente Código, se aplicará el plazo establecido en el inciso 2) de la citada
norma.”
Notificación de la demanda.
ARTICULO 33º: “Notificación de la demanda. La demanda se notificará:
1. Al Fiscal de Estado, cuando la pretensión fuere dirigida contra la Provincia o un ente provincial cuya
representación legal le correspondiere.
2. Al Intendente Municipal, cuando la pretensión fuere dirigida contra una Municipalidad. Si se tratare de una
impugnación contra una ordenanza municipal, también deberá notificarse al Presidente del Concejo
Deliberante.
3. A la autoridad superior del ente descentralizado provincial cuando la pretensión fuere dirigida contra aquél, cuya
representación procesal no estuviere a cargo del Fiscal de Estado.
4. A la autoridad superior del ente descentralizado municipal, cuando la pretensión fuere dirigida en su contra.
5. A la autoridad superior de la persona pública no estatal, cuando la pretensión fuere dirigida en su contra.
6. Al particular demandado, con arreglo a las reglas del Código Procesal Civil y Comercial.
7. Al Asesor General de Gobierno, cuando se diere el supuesto del artículo 9° inciso 2) del presente Código.”
UNIDAD 12: Proceso administrativo de la Provincia de Buenos Aires.
1.‐ Contestación de la demanda. Plazo. Contenido.
El escrito de la demanda debe contener los mismo requisitos que para interponerla, contemplados en el art. 27
CCA.
La contestación de la demanda, como acto procesal por el cual se solicita el rechazo de la pretensión del actor,
produce relevantes efectos sobre el proceso:
1) culmina la etapa introductoria.
2) Fija la cuestión litigiosa.
3) Determina los hechos que deben ser probados.
4) Constituye la última oportunidad que tiene el demandad (administración) para oponer la defensa
de prescripción y para recusar al juez.
ARTICULO 37º: “Formalidades.
1. La contestación de la demanda se efectuará por escrito. Contendrá, en lo pertinente, los requisitos establecidos
en el artículo 27° del presente Código.
2. En ese escrito, el demandado deberá reconocer o negar en forma categórica cada uno de los hechos expuestos
en la demanda, así como pronunciarse en la misma forma sobre la autenticidad de los documentos que se le
atribuyen. El silencio o la ambigüedad en la contestación de tales extremos, podrá considerarse como
reconocimiento de los hechos, de la autenticidad de los documentos y de su recepción.
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3. Podrán invocarse hechos que se opongan a los alegados por el actor o argumentos de derecho que no se
hubieran planteado en el procedimiento administrativo, siempre que se relacionen con el objeto de la
pretensión.”
ARTICULO 38º: “Plazo para contestar la demanda.
1. El plazo para contestar la demanda será de cuarenta y cinco (45) días.
2. Si fueran dos o más los demandados, el plazo será común. Cuando procediere la suspensión o ampliación
respecto de uno, el plazo se suspenderá o ampliará respecto de todos.”
Reconvención. Diligencias ulteriores. Hechos nuevos.
El instituto de la reconvención, cuyo fundamento reside en el principio de economía procesal y en la necesidad de
evitar pronunciamientos contradictorios, fue tradicionalmente rechazado por la SCJBA, por considerar que no
estaba permitido en el viejo código procesal (Código Varela) y no resultar congruente con la forma en que estaba
configurado el proceso contencioso‐ administrativo vigente en ese momento.
Dicha situación se ha visto modificada, al punto que el art. 39 del actual CCA la prevé expresamente.
El principal efecto que genera la deducción de la reconvención estriba en la incorporación al proceso de una nueva
pretensión autónoma, que debe sustanciarse y resolverse juntamente con la del actor. Se produce, pues, un
supuesto de acumulación objetiva de acciones, por lo que deben cumplirse los recaudos establecidos para esta
figura en el CPCC.
ARTICULO 39º: “Reconvención.
1. Al contestar la demanda, la demandada podrá deducir reconvención, siempre que las pretensiones planteadas
deriven de la misma relación jurídica o guarden conexidad con las invocadas con la demanda. Deberán observarse
las formalidades establecidas en el Capítulo V del Título I del presente Código.
2. De la reconvención se dará traslado a la demandante por un plazo de treinta (30) días y la contestación se
ajustará a lo dispuesto en el artículo 37°. Es de aplicación en lo pertinente, lo dispuesto en el Capítulo VI del Título I
del presente Código.”
ARTICULO 40º: “Diligencias ulteriores.
1. Si al contestar la reconvención la parte reconvenida agregase nuevos documentos, se correrá traslado de
los mismos a la reconviniente, por el término de cinco (5) días, para que reconozca o desconozca su
autenticidad, lo que se notificará por cédula.
2. Contestado el traslado de la demanda o reconvención, en su caso, o vencidos los plazos para hacerlo,
resueltas las excepciones previas, y siempre que se hayan alegado hechos conducentes acerca de los
cuales no hubiese conformidad entre las partes, el Juez recibirá la causa a prueba, procediendo a tal fin
de acuerdo a lo previsto en el artículo 41.”
ARTICULO 41º: “Audiencia. Determinación de los hechos y de la prueba.
1. A los fines de lo establecido en el artículo 40 inciso 2) del presente Código, el Juez citará a las partes dentro
de los quince (15) días a una audiencia, que se celebrará con su presencia en la que:
a) Fijará por sí los hechos articulados que sean conducentes a la decisión del proceso, sobre los cuales
versará la prueba y desestimará los que considere inconducentes, de acuerdo con las constancias de la
causa.
b) Recibirá y resolverá en el mismo acto el pedido de oposición a la apertura a prueba de la causa,
para lo cual será necesario escuchar a la contraparte.
c) Recibirá y resolverá en el mismo acto las manifestaciones de las partes, si las tuvieren, con
referencia a lo prescrito en el artículo 42° del presente Código.
d) Declarará cuáles pruebas son procedentes para la continuación del juicio.
e) Declarará si la cuestión fuere de puro derecho, con lo que la causa quedará concluida para definitiva.
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2.‐ Prueba. Audiencia preliminar. Medios de prueba. Medidas para mejor proveer. Alegatos.
Si se hubieran alegado hechos conducentes acerca de los cuales no hubiese conformidad entre las partes, se
produce la apertura de la etapa probatoria.
El CCA contiene escasas normas sobre el régimen de la prueba. De allí que sea aplicable, supletoriamente, el CPCC.
ARTICULO 41º: “Audiencia. Determinación de los hechos y de la prueba.
1. A los fines de lo establecido en el artículo 40 inciso 2) del presente Código, el Juez citará a las partes
dentro de los quince (15) días a una audiencia, que se celebrará con su presencia en la que:
a) Fijará por sí los hechos articulados que sean conducentes a la decisión del proceso, sobre los cuales
versará la prueba y desestimará los que considere inconducentes, de acuerdo con las constancias de la causa.
b) Recibirá y resolverá en el mismo acto el pedido de oposición a la apertura a prueba de la causa,
para lo cual será necesario escuchar a la contraparte.
c) Recibirá y resolverá en el mismo acto las manifestaciones de las partes, si las tuvieren, con
referencia a lo prescrito en el artículo 42° del presente Código.
d) Declarará cuáles pruebas son procedentes para la continuación del juicio.
e) Declarará si la cuestión fuere de puro derecho, con lo que la causa quedará concluida para definitiva.
2. Si en la audiencia prevista en el inciso anterior, las partes manifestaren que no tienen ninguna
prueba a producir o que ésta consiste únicamente en las constancias del expediente o en la documental ya
agregada y no cuestionada, se dejará constancia de ello. El Juez correrá traslado por cinco (5) días comunes, para
que las partes expongan sus alegaciones sobre los hechos y el derecho controvertidos en la causa.”
‐ Medios de prueba: Los medios de prueba admisibles son los mismos que han sido receptados en el CPCC,
con excepción de la confesión de los funcionario púbicos, la cual, al igual que en código Varela, es reemplazada –
con razón‐ por la formulación de preguntas a los mismos. Estas preguntas se remitirán por oficio al funcionario
requerido, para ser por escrito y dentro del plazo de 20 días que tiene para hacerlo.
Respecto a la prueba pericial, el art. 44 establece que no es casual de recusación para los peritos la circunstancia
de que sean funcionarios o agentes públicos, la cual, al igual que el Código Varela, es reemplazada – con razón –
por la formulación de preguntas a los mismos. Estas preguntas se remitirán por oficio al funcionario requerido,
para ser por escrito y dentro del plazo de 20 días que tiene para hacerlo.
Respecto a la prueba pericial, el art. 44 establece que no es casual de recusación para los peritos la circunstancia
de que sean funcionarios o agentes públicos, salvo cuando se encontraren bajo la dependencia directa del órgano
cuya actuación u omisión haya dado lugar a la pretensión.
ARTICULO 46º: “Medidas para mejor proveer.El Juez podrá ordenar de oficio la producción o ampliación de toda
medida de prueba que considere conducente a la averiguación de la verdad de los hechos. Esta potestad podrá
ejercerse en cualquier estado del proceso, aún después del llamamiento de autos para sentencia. La decisión será
irrecurrible.”
ARTICULO 48º: “Alegatos.
1. Una vez que las pruebas recibidas a petición de las partes, o las mandadas producir de oficio por el Juez
estén reunidas, se pondrán los autos en la Secretaría por el término de diez (10) días comunes, dentro de los cuales
las partes podrán presentar el alegato sobre el mérito de la prueba producida.
2. Presentados los alegatos o vencido el plazo indicado en el artículo anterior o el establecido en el artículo 41
inciso 2), el Juez llamará autos para sentencia.”
3.‐ Sentencia. Plazo para su dictado. Contenido. Costas.
Producidas las etapas de iniciación y desarrollo del proceso, el órgano judicial debe proceder al dictado de la
sentencia definitiva, en el cual debe pronunciarse sobre la cuestión de fondo controvertida. Con este acto se
produce la terminación normal del proceso.
En lo que se refiere al plazo para el dictado de la sentencia, el mismo es de 60 días a contar desde que quede firme
la providencia de autos.
‐ Contenido: El pronunciamiento judicial que haga lugar a la pretensión podrá disponer:
1. el restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés jurídicamente tutelado y la adopción de las medidas
o actos necesarios a tales fines.
2. la anulación total o parcial del acto administrativo de alcance general o particular impugnado.
3. La cesación de la vía de hecho administrativa.
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4. La declaración de inconstitucionalidad de las normas o actos impugnados en el proceso.
5. La declaración de certeza sobre la relación o situación jurídica regida por el derecho administrativo, motivo de
controversia.
6. El resarcimiento de los daños y perjuicios reclamados. A tal efecto, fijará la cuantía de la indemnización o,
cuando por las características del caso ello fuera imposible, establecerá las bases para la liquidación del monto
indemnizable, cuya definitiva determinación quedará diferida a la etapa de ejecución de la sentencia.
‐ Costas: Las costas serán soportadas por las partes en el orden causado, aplicándose a la parte vencida cuando
hubiera actuado con notoria temeridad o malicia o se tratara de procesos de ejecución tributaria.
Excepciones al principio general:
1. En los procesos de ejecución tributaria en los cuales impera el principio de la derrota.
2. Cuando la parte vencida hubiera actuado con notoria temeridad o malicia.
4.‐ Recursos previstos en el Código Procesal Administrativo y en el Código Procesal Civil y Comercial.
El contenido del derecho a la tutela judicial efectiva es muy amplio, ya que sus efectos se despliegan no sólo al
momento de la promoción del litigio, sino también durante el desarrollo del proceso y al tiempo de ejecutarse la
sentencia. Y no termina ahí, ya que abarca también la posibilidad de recurrir los pronunciamientos judiciales.
Téngase presente que el recurso es siempre la depuración del resultado de un proceso para adecuarlo a la
legitimidad. En rigor, no continúa el proceso a que se vincula, sino que se configura un proceso distinto, centrado
en un objeto específico que la es la impugnación concreta de la providencia judicial que se pretende depurar.
‐ Recursos ordinarios:
ACLARATORIA: El recurso de aclaratoria es el remedio previsto para corregir o subsanar defectos o errores de
orden material o suplir las omisiones incurridas en el tratamiento y decisión de algunas pretensiones
oportunamente planteadas en el proceso.
De acuerdo con la redacción del CCA, 3 son los motivos por los que puede sustanciarse el recurso.
a) corrección de defectos materiales.
b) Aclaración de conceptos ambiguos o contradictorios.
c) Suplir las omisiones incurridas en el pronunciamiento acerca de cuestiones alegadas oportunamente en el
proceso.
El CCA, al igual que el CPCC y la mayoría de los códigos procesalesprovinciales, regula la aclaratoria respecto de la
sentencia definitiva. Sin embargo, y acertadamente, doctrina y jurisprudencia entienden que también es admisible,
respecto de cualquier clase de resoluciones judiciales, aún las providencias simples.
Cabe destacar que, en caso de que la aclaratoria sea procedente, la decisión que la acoja integra un todo
inescindible con la decisión aclarada, por lo que puede ser impugnada al igual que ésta. En cambio, la resolución
que repele la vía de aclaratoria no es susceptible de otros recursos.
REPOSICIÓN: El recurso de reposición es el medio de impugnación por el que se solicita ante el mismo órgano
judicial que dictó una resolución que la modifique o revoque por contrario imperio.
A diferencia del CPCC, que sólo autoriza el uso de esta vía para recurrir providencias simples (que son aquellas que
tienden, sin sustanciación, al desarrollo del proceso u ordenan actos de mera ejecución, el CCA permite también su
ejercicio respecto de las resoluciones interlocutorias, planteadas durante el curso del proceso.
APELACIÓN: Es el medio de impugnación más importante y de mayor uso, por el cual se requiere de un segundo
órgano judicial la revocación o modificación de una resolución judicial que padece vicios in iudicando.
Según lo dispone el artículo 55 inciso 1 y 2 CCA, son susceptibles de ser apeladas las siguientes resoluciones:
1) Sentencia definitivas, esto es, aquellas que ponen fin al proceso, en las que el órgano judicial se pronuncia
sobre el fondo de la cuestión planteada.
2) Resoluciones interlocutorias:
a. Que declaren la inadmisibilidad de la pretensión procesal administrativa.
b. Que decidan sobre medidas cautelares.
c. Que, aún recayendo sobre una cuestión incidental, terminen el litigio, hagan imposible su
continuación, afecten el cumplimiento de la sentencia, o generen un gravamen que no pueda ser reparado por la
sentencia definitiva.
3) Providencias simples que causen gravamen irreparable.
En lo que refiere el plazo para la interposición del recurso:
‐ 10 días cuando se impugnen sentencias definitivas.
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‐ 5 días en los demás supuestos.
En todos los casos el plazo se computa a partir del día siguiente al de la notificación del acto recurrido.
El recurso debe presentarse por escrito fundado ante el mismo juez que dictó la resolución apelada. En este
aspecto, el CCA se diferencia del régimen del CPCC, donde el procedimiento de apelación se lleva a cabo en 2 fases:
la de interposición del recuro y la de fundamentación del mismo.
La fundamentación del escrito deberá consistir en la crítica concreta y razonada de las partes del fallo que se
consideren equivocadas; no cumple con esta exigencia la mera remisión a presentaciones anteriores. La ausencia o
carencia en la fundamentación del recurso acarrea la deserción del mismo.
ARTICULO 56° :“Plazo, forma de interposición y efectos
1. El recurso de apelación contra las sentencias definitivas deberá ser interpuesto dentro de los diez (10) días
contados a partir del día siguiente al de su notificación. En los demás supuestos, el plazo para apelar será de
cinco (5) días.
2. La apelación se interpondrá por escrito fundado, ante el juez cuya sentencia es impugnada.
3. El escrito de apelación deberá contener la crítica concreta y razonada de las partes del fallo que el apelante
considere equivocadas. No bastará con la mera remisión a presentaciones anteriores.
4. Cuando la Cámara que haya de conocer del recurso de apelación tuviere su asiento en distinta ciudad, en el
escrito de interposición y en su contestación, las partes deberán constituir domicilio en aquélla. La parte que no
hubiese cumplido este requisito será notificada por ministerio de la ley.
5. El recurso de apelación tendrá efectos suspensivos. Exceptúase el supuesto de los recursos interpuestos contra
las providencias que dispongan medidas cautelares, en las que el juez resolverá conforme lo señalado en el
artículo 26.”
ARTICULO 57°: “Diligencias procesales procedentes en el recurso de apelación contra las sentencias definitivas.
1. En escrito de interposición de los recursos de apelación articulados contra sentencias definitivas en procesos
ordinarios, las partes podrán:
a) Indicar las pruebas denegadas o que no hubiesen podido producirse antes de la sentencia, y que tuvieren
interés en practicar en razón de su importancia actual para la solución del litigio.
b) Articular hechos nuevos, acaecidos después de dictada la sentencia de mérito, o conocidos con posterioridad a
la misma. Serán sustanciados juntamente con el recurso.
c) En lo pertinente, el trámite probatorio y la articulación de hechos nuevos en instancia de apelación se regirá por
las normas previstas en el Libro I, Título IV, Capítulo IV, Sección 3ª Código Procesal Civil y Comercial para el
trámite de los recursos de apelación concedidos libremente.
2. En los restantes supuestos de apelación, las partes no podrán ofrecer pruebas ni alegar hechos nuevos.
ARTICULO 58: “Examen de admisibilidad y concesión del recurso de apelación
1. Del recurso de apelación, el juez correrá traslado a la otra parte por igual plazo al señalado para su
interposición, el que se notificará personalmente o por cédula. Contestado el traslado o vencido el plazo para
hacerlo, dentro de los cinco (5) días siguientes, se remitirán a la Cámara de Apelaciones los autos principales y
los incidentes vinculados al recurso planteado.
2. Recibidas las actuaciones, la Cámara examinará si el recurso reúne los requisitos de admisibilidad y mediante
resolución fundada se expedirá al respecto. En caso de declararlo inadmisible, se dispondrá la devolución del
expediente al juzgado de origen. En caso de considerarlo admisible, no habiéndose articulado las diligencias
procesales previstas en el artículo 57 inciso 1) o siendo éstas desestimadas, se dictará la providencia de "autos"
con el alcance previsto en el inciso 4) del presente artículo. En ambos supuestos, la decisión correspondiente se
notificará personalmente o por cédula.
3. En la providencia que decida la concesión del recurso, se resolverá lo relativo a las diligencias procesales que se
hubieran peticionado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 inciso 1) del presente Código.
4. En el caso de admitirse las diligencias a que se refiere el artículo 57 inciso 1) del presente Código, una vez
cumplidas o vencidos los plazos correspondientes, se dictará la providencia de "autos" y, consentida que fuera,
el expediente pasará al acuerdo sin más trámite.
5. La caducidad de la instancia se regirá por las reglas del Código Procesal Civil y Comercial.”
ARTICULO 59°: “Sentencia dictada en recurso de apelación
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1. El orden de estudio y votación de las causas para pronunciar la sentencia, será determinado por sorteo, el que
se realizará por lo menos dos veces en cada mes.
2. La sentencia de la Cámara de Apelaciones deberá dictarse dentro del plazo de treinta (30) días.
3. En el caso de recursos de apelación contra resoluciones sobre medidas cautelares la resolución del Tribunal de
Alzada sobre la admisibilidad y procedencia de la medida cautelar deberá dictarse dentro del plazo de cinco (5)
días.
4. Sin perjuicio de la aplicación de las normas de la Ley 12.074, en cuanto a las formas y contenidos de la sentencia
de Cámara regirán en lo pertinente las disposiciones previstas en el Libro I, Título IV, Capítulo IV, Sección 3ª del
Código Procesal Civil y Comercial.”
Recurso extraordinario federal de la Ley 48.
Por medio de este recurso, las sentencias definitivas de los tribunales (locales o federales) que sean contrarias a la
Constitución Nacional, podrán ser llevadas en grado de apelación y en última instancias ante la CSJN, para ella
revise dichas sentencias.
Art. 14: “Una vez radicado un juicio ante los Tribunales de Provincia, será sentenciado y fenecido en la jurisdicción
provincial, y sólo podrá apelarse a la Corte Suprema de las sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales
superiores de provincia en los casos siguientes:
1° Cuando en el pleito se haya puesto en cuestión la validez de un Tratado, de una ley del Congreso, o de una
autoridad ejercida en nombre de la Nación y la decisión haya sido contra su validez.
2° Cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de Provincia se haya puesto en cuestión bajo la pretensión de
ser repugnante a la Constitución Nacional, a los Tratados o leyes del Congreso, y la decisión haya sido en favor de la
validez de la ley o autoridad de provincia.
3° Cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución, o de un Tratado o ley del Congreso, o una comisión
ejercida en nombre de la autoridad nacional haya sido cuestionada y la decisión sea contra la validez del título,
derecho; privilegio o exención que se funda en dicha cláusula y sea materia de litigio.”
‐ Requisitos: La procedencia del recurso extraordinario se encuentra subordinada al cumplimiento de ciertos
requisitos, tanto de forma como de fondo, que deben ser observados cualquiera sea la importancia de las
cuestiones debatidas.
‐ Requisitos comunes:
1. Intervención anterior de un tribunal de justicia: para que proceda el recurso extraordinario es necesario
que haya intervenido un tribunal de justicia, es decir, alguno de los órganos permanentes del Poder Judicial de la
Nación o de las Provincias.
2. Que haya existido un juicio: es decir, un proceso. La Corte ha dicho que, a los efectos del recurso
extraordinario, es “juicio” todo asunto susceptible de ser llevado ente los tribunales de justicia mediante alguno de
los procedimientos establecidos por la ley.
3. Que se trate de una cuestión judiciable: se entiende por tal toda cuestión que pueda ser decidida por los
jueces en ejercicio de su específica función judicial.
4. Que exista gravamen: la resolución apelada debe causar gravamen al recurrente. El gravamen debe ser
actual; los agravios potenciales, hipotéticos o conjeturales no bastan para sustentar el recurso.
5. Que subsistan los requisitos: porque de lo contrario la resolución de la Corte podría resultar innecesaria.
‐ Requisitos propios:
1. que se trate de una cuestión federal y que ella sea decisiva para la solución del pleito: son cuestiones
federales los casos enumerados por el mismo art. 14 y se pueden clasificar en:
‐ Cuestiones federales simples: son aquellas que versan sobre la interpretación o inteligencia de
alguna cláusula de la Constitución, ley del Congreso o tratado internacional.
‐ Cuestiones federales complejas: son las que versan sobre conflictos entre una norma o un acto
nacional o local, con la Constitución Nacional.
Las cuestiones federales que den lugar al recurso extraordinario deben ser cuestiones de derecho. Las
cuestiones de hecho quedan excluidas.
La cuestión federal debe tener relación directa e inmediata con la materia del pronunciamiento, lo cual ocurre
cuando la cuestión federal es decisiva para la resolución del pleito.
2.Que la sentencia sea contraria al derecho federal invocado por el recurrente: es decir, contraria a un
derecho fundado en la CN o en la ley federal. No procede el recurso cuando la sentencia es a favor del derecho
federal.
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3. Que se trate de una sentencia definitiva: a los efectos de este recurso, se entiende por sentencia definitiva
aquella que pone fin al pleito o impide su continuación. Además, la Corte equiparó a las sentencias definitivas las
resoluciones que causen un gravamen irreparable.
4. Que haya sido dictada por un tribunal superior.
‐ Requisitos formales:
1. Planteamiento oportuno y concreto de la cuestión federal, el mismo debe ser oportuno y concreto. Esto
último significa que debe mencionarse concretamente el derecho que se estima desconocido.
2. Interposición del recurso respetando requisitos de forma: *) ante el mismo juez que dictó la sentencia
recurrida; *) el recurso debe bastarse en sí mismo; *) el plazo de interposición del recurso es de 10 días; *) tiene
efecto suspensivo.
5.‐ Medios anormales de terminación del proceso.
El CCA dispone, en su art. 61, que regirán en el proceso contencioso – administrativo las disposiciones sobre el
allanamiento, el desistimiento, la conciliación y la transacción, contempladas en el CPCC, en cuanto sean
compatibles con el régimen del Código.
A tal efecto, en el inc. 2 del mismo art. Exige que los representantes de los entes mencionados en el art. 1 estén
expresamente autorizados por la autoridad competente, agregando a la causa testimonio de la decisión respectiva.
Con relación al instituto de la caducidad de la instancia, el art. 62 CCA establece los siguientes plazos de inactividad
procesal para que aquélla tenga lugar:
‐ 6 meses en el proceso ordinario.
‐ 3 meses en los procesos especiales regidos por el Título II de este código y en el proceso sumarísimo de
cese de vías de hecho. También es de 3 meses el plazo de caducidad en las actuaciones suscitadas con motivo de la
interposición en un recurso de apelación.
6.‐ Ejecución de sentencias de condena contra el Fisco. Las leyes de emergencia o consolidación de deudas.
UNIDAD 13: Proceso administrativo de la Provincia de Buenos Aires.
1.‐ Procesos especiales. Proceso sumario de ilegitimidad. Opción. Plazo. Oposición de la demandada. Reglas
procesales. Sentencia.
Para la impugnación del acto de alcance general o particular, la parte actora tendrá a su alcance la opción de
formular la pretensión por el proceso ordinario o el sumario de ilegitimidad.
El sumario de ilegitimidad tendrá por único objeto la declaración de nulidad de un acto administrativo general o
particular. Los daños y perjuicios derivados de esa acción van a tramitar por pretensión indemnizatoria autónoma
por el proceso ordinario.
La parte actora en su primera presentación solicitará que la pretensión tramite por sumario. La demandada podrá
oponerse y la oposición suspende el plazo para contestar y formular excepciones.
El juez resolverá la vía. Si hiciere lugar a la oposición, tramitará por ordinario.
El juez concede 30 días para adecuar la demanda. El sumario de ilegitimidad se rige por las reglas del proceso
ordinario pero con plazos más exiguos.
La sentencia se limitará la pretensión o a declarar la nulidad del acto total o parcialmente.
2.‐ Impugnación de sanciones en materia de empleo público. Opción por el proceso sumario. Plazo. Reglas
procesales. Sentencia.
Contra los actos administrativos que imponen sanciones disciplinarias en materia de empleo público, la actora
puede, en el escrito inicial, formular las pretensiones previstas en el artículo 12 de la Ley 12008 por las vías del
proceso ordinario o las de éste proceso especial.
EL plazo para demandar es de 60 días contados en la forma prevista en el artículo 18 según el tipo de acto que se
va a impugnar.
Si la sentencia es favorable al impugnante dispondrá la anulación total de la sanción, la reincorporación del agente
y el reconocimiento de los haberes devengados si correspondiere.
IMPUGNACIÓN DE SANCIONES EN MATERIA DE EMPLEO PUBLICO
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ARTICULO 71º : Opción por el proceso sumario. Contra los actos administrativos que dispongan sanciones
disciplinarias a los agentes públicos provinciales o municipales, la parte actora, en el escrito inicial, podrá optar por
formular las pretensiones previstas en el artículo 12° del presente Código, por la vía del proceso ordinario, o por la
del sumario prevista en este Capítulo.
ARTICULO 72º: “Plazo para la demanda. Reglas procesales. La pretensión deberá deducirse dentro de los sesenta
(60) días contados en la forma prevista en el artículo 18 del presente Código. El trámite se regirá por las normas
previstas en el Capítulo I del Título II del presente Código, con las siguientes excepciones:
1. Contestada la demanda, o vencido el plazo para hacerlo, no habiendo hechos controvertidos, el Juez declarará
la cuestión de puro derecho y firme dicha providencia llamará autos para sentencia.
2. Si hubiere hechos controvertidos, en una misma providencia el Juez dispondrá la producción de las pruebas
pertinentes.”
ARTICULO 73º: “Sentencia favorable.
1. Si la sentencia fuera favorable al impugnante, dispondrá conforme a las particularidades del caso todas o
algunas de las siguientes medidas:
a) La anulación total o parcial de la sanción.
b) La reincorporación del agente, si la sanción hubiera sido expulsiva.
c) El reconocimiento de los haberes devengados.
3. De acuerdo a las características de la causa, cuando se anulare una sanción expulsiva, junto con la
declaración de nulidad, el órgano jurisdiccional podrá ordenar la adopción de las medidas que estimare
conducentes con arreglo a lo dispuesto en el artículo 50 del presente Código.”
3.‐ Impugnación de actos administrativos emanados de colegios o consejos profesionales, del Tribunal Fiscal de
Apelación y del Tribunal de Cuentas. Objeciones constitucionales y criterio de la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires.
ARTICULO 74º : (Texto según Ley 13325) Impugnación de resoluciones de Colegios o Consejos Profesionales.
Las pretensiones que tengan por objeto la impugnación de actos administrativos definitivos emanados de los
Colegios o Consejos Profesionales referidos al gobierno de la matrícula o registro de profesionales y/o control
disciplinario de los mismos y los definitivos emanados de los órganos de control disciplinario, tramitarán mediante
recurso directo ante las Cámaras Departamentales en lo Contencioso Administrativo que corresponda al lugar
donde se produjo el hecho que motivó el acto cuestionado a los fines de establecer el debido control de legalidad
de aquéllos. El plazo para deducir el recurso será de quince (15) días a partir de la notificación de la última
resolución administrativa y deberá interponerse ante el Organo Colegial que dictó el acto administrativo. El recurso
tendrá efectos suspensivos y deberá ser fundado en el mismo acto.
El Organo Colegial pertinente deberá remitir el recurso juntamente con las actuaciones administrativas, dentro de
los diez (10) días hábiles de recibidos, bajo exclusiva responsabilidad de las autoridades de la Institución, quienes
serán pasibles de multas procesales en caso de incumplimiento.
Recibidas las actuaciones, la Cámara deberá llamar autos para sentencia y dictará el fallo definitivo dentro del plazo
de sesenta (60) días.
En caso de denegarse la concesión del recurso por parte del Organo Colegial, el recurrente podrá interponer
recurso de queja ante la Cámara competente dentro del plazo de cinco (5) días de notificado de la denegatoria.
Con la queja deberá adjuntarse copia de la sentencia recurrida y del escrito recursivo. La Cámara podrá requerir las
actuaciones administrativas, las que deberán ser remitidas por la Autoridad Colegial dentro del plazo de cinco (5)
días hábiles, bajo el apercibimiento antes previsto. La remisión de las actuaciones administrativas tendrá efectos
suspensivos respecto de la sentencia dictada por el Organo Colegial.
Tanto los Colegios o Consejos Profesionales, como las cajas de abogados son entes públicos no estatales que
ejercen por delegación función administrativa. Los primeros tienen a su cargo el gobierno de la matrícula, registro
de profesionales y el poder disciplinario sobre sus matriculados. Ejercen “la policía de las profesiones liberales”. Las
segundas, las cajas de previsión, en orden a la competencia en materia de administración de sistemas
previsionales.
Durante la vigencia del Código Varela las causas contencioso administrativas eran las definidas en su artículo 1,
respecto de la actuación del Poder Ejecutivo provincial, las municipalidades y la Dirección General de Escuelas,
concepto que fue si bien fue extendido al Banco de la Provincia, otros entes autárquicos y poderes provinciales; no
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se integraba dentro de su competencia la actuación de las personas públicas no estatales. Esta última sólo se
incluía dentro de la competencia originaria de la Suprema Corte Provincial, atribuida por el art. 149 inc. 3 de la
Constitución de 1934, cuando la ley de creación del ente así lo establecía.
A diferencia de las cajas de previsión social para profesionales, cuyas leyes de creación sí disponían que sus
resoluciones fueran impugnables mediante acción contencioso administrativa; las resoluciones de los Colegios o
Consejos Profesionales eran impugnables en grado de apelación ante la Sala Especial de la Cámara Civil y Comercial
de la Ciudad de la Plata, de acuerdo a lo prescripto por el decreto ley 9.398/79 modificado por el decreto ley
9.671/81
Con la reforma de la Constitución Provincial del año 1994, y la posterior implementación del nuevo sistema de
justicia administrativa, se extendió el concepto de causa contencioso administrativa, conforme reza el art. 166
párrafo 5, a la actuación u omisión de otras personas en ejercicio de funciones administrativas, además de la que
corresponde a la Provincia, municipios y sus entes descentralizados, incluyendo de esta manera a la actuación de
los entes públicos no estatales, en tanto ejerzan función administrativa, dentro de la materia contencioso
administrativa. A su vez, la ley 12.008 tras reiterar el enunciado constitucional, declara en forma expresa que la
competencia contencioso administrativa comprende las controversias “en las que sea parte una persona pública no
estatal, cuando actúe en el ejercicio de prerrogativas regidas por el derecho administrativo”
Además de las cuestiones relacionadas con el gobierno de la matrícula y previsión social, las leyes que se han ido
dictando recogen asuntos de carácter institucional, referidos a la situación de anormalidad en la vida de los
Colegios o Consejos Profesionales. La nueva ley 13.325 dispone que las contiendas relativas a la intervención y
reorganización de los aludidos Colegios o Consejos están inmersos en la competencia de los órganos del fuero
contencioso y se rigen por las reglas previstas en el art. 21 inc. 2 del actual Código
la impugnación de los actos administrativos de los Colegios o Consejos Profesionales ya no está más sujeta a un
proceso sumarísimo de doble instancia, como disponía la ley 13101; sino que se prescribe, en virtud de la ley
13.325, del año 2005 un recurso directo ante la Cámara Contencioso administrativa. Dichas contiendas se rigen por
el proceso especial previsto por el art. 21 inciso 2, que a su vez remite a la directa aplicación del sumarísimo del
CPCC (cfr, art. 79, segundo párrafo). Por el contrario, la impugnación de los actos dictados por las cajas de previsión
o seguridad social para profesionales se encuadran en las normas del proceso ordinario, sin perjuicio de la opción
por el proceso sumario de ilegitimidad. Este cambio de legislación determinó que se pasara de un sistema que
permitía cuestionar los actos de la administración a través de juicios en los que podían revisarse los hechos y el
derecho, a un proceso más abreviado y de conocimiento restringido, en los cuales el afectado sólo queda
habilitado a presentar un recurso ante el colegio respectivo, para que la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo controle la legalidad del acto cuestionado.
En resumen
Antes de la creación del fuero contencioso administrativo, estas impugnaciones eran tratadas por las cámaras
civiles y comerciales porque, por criterio jurisprudencial de la SCBA no eran impugnables por la acción contenciosa
las resoluciones de los entes públicos no estatales.
La ley 13101 modificó esta jurisprudencia receptando en el fuero contencioso la doble vía ante los jueces
administrativos y en grado de apelación ante las cámaras de apelación.
La ley 13325 modifica el art. 74 admitiendo que tramitara por recurso directo ante las cámaras departamentales de
apelación en lo contencioso las impugnaciones referidas a los actos definitivos emanados de los colegios o consejos
de profesionales referidos al gobierno de la matricula o registros de profesionales y/o control disciplinario de los
mismos.
El artículo 74 del Código Contencioso Administrativo, legisla las impugnaciones especiales contra resoluciones de
colegios o consejos profesionales y de cajas de previsión social de profesionales.
Se platea una incongruencia con el sistema de justicia administrativa que rige en nuestro ordenamiento (arts. 166,
último párrafo Const. Provincia) en tanto se muestra como un régimen de jurisdicción delegada contrario al
principio de división de poderes establecido desde la Constitución de 1853, (arts.23; 29; 109; 116 y concs. Const.
Nacional) pretendiendo convertir la función administrativa que tienen a su cargo estos entes públicos no estatales
en función judicial.
4.‐ Impugnación de resoluciones de las cajas de previsión social de profesionales. Régimen legal.
ARTICULO 75º : (Texto según Ley 13101) Impugnación de resoluciones de las Cajas de Previsión Social de
Profesionales.
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1. Las pretensiones que tengan por objeto la impugnación de los actos administrativos definitivos emanados de los
órganos superiores de las Cajas de Previsión Social de Profesionales, tramitarán por las normas del proceso
ordinario, sin perjuicio de la opción prevista en el Título II, Capítulo I del presente Código.
2. La pretensión deberá interponerse dentro del plazo establecido en el artículo 18° del presente Código, si el
interesado hiciere la opción por el proceso ordinario, o dentro de los sesenta (60) días de notificado el acto que
agota la vía administrativa si hiciere la opción dispuesta en el inciso anterior. Serán competentes los
juzgados contecioso administrativos según lo dispuesto en el artículo 5°, inciso 2), párrafo b.
5.‐ Amparo por mora. Antecedentes. Régimen procesal. Costas. Recurribilidad.
AMPARO POR MORA
ARTICULO 76º : (Texto según Ley 13101) Supuestos y procedimientos.
1. El que fuere parte en un procedimiento administrativo, podrá solicitar judicialmente se libre orden judicial de
pronto despacho. Dicha orden será procedente cuando alguno de los entes referidos en el artículo 1° del
presente Código hubiere dejado vencer los plazos fijados y, en caso de no existir éstos, si hubiere transcurrido
un plazo que excediere de lo razonable, sin emitir la resolución o el acto de trámite o preparatorio que requiera
el interesado o corresponda adoptar para continuar o resolver el procedimiento.
2. Presentada la pretensión, el juez se expedirá sobre su admisibilidad, teniendo en cuenta las circunstancias del
caso y requerirá a la autoridad administrativa interviniente que, en el plazo que le fije, no mayor a los cinco (5)
días, informe sobre la causa de la demora aducida.
3. La configuración del silencio administrativo de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 16° del presente Código,
no impedirá la utilización de esta vía.
4. Contestado el requerimiento o vencido el plazo sin que se lo hubiera hecho, el juez resolverá lo pertinente
acerca de la mora, librando la orden si correspondiere para que la autoridad administrativa responsable
despache las actuaciones en el plazo prudencial que se establezca según la naturaleza y complejidad del asunto.
Las resoluciones que adopte el juez en el trámite del amparo por mora serán irrecurribles. La sentencia será
susceptible de reposición, dentro de los tres (3) días de notificada, mediante escrito fundado.
Es una acción judicial sumarísima contra la administración pública con motivo de la ilegitima omisión en el
desarrollo y /o culminación de un procedimiento administrativo, acción que tiene por objeto una orden judicial de
pronto despacho de tales actuaciones administrativas. La mora se configura frente al vencimiento de los plazos
correspondientes que la autoridad debió cumplir. La mora debe ser imputable a la administración.
Se trata de un medio de tutela judicial contra una especie de omisión administrativa, la inactividad formal de la
administración en el procedimiento. Agota su finalidad en la obtención de una orden judicial de cumplimiento de
las obligaciones formales que conciernen a la autoridad remisa. La pretensión última del interesado está en
obtener un pronunciamiento final de la autoridad administrativa. En ningún caso comprende el conocimiento y
decisión de la cuestión de fondo, su único objetivo es superar la inactividad procedimental.
Costas.
La regla general en materia de costas, incorporada a nuestro ordenamiento procesal, determina que éstas deben
imponerse en función de la derrota. Este principio no implica una sanción a la parte vencida, sino que tiene por
objeto resarcir a la contraria de los gastos en que la conducta de aquél lo obligó a incurrir, de allí que la
exoneración de su pago reviste carácter excepcional y es de interpretación restrictiva. Este principio es plenamente
aplicable al amparo por mora, salvo que el órgano administrativo satisfaga el requerimiento dictando el acto, o
realizando el trámite pendiente, al momento de contestar el informe que le solicitara el juez, situación que permite
el apartamiento del principio general, en virtud de la naturaleza unilateral del amparo por mora que ese autor
postula, y por configurarse en el caso una suerte de allanamiento implícito. Por otra parte, esta sería la solución si
se aplican supletoriamente las normas adjetivas de la Ley de Amparo 16.986. Otro sector de la doctrina considera
que tratándose de un proceso unilateral, aún en caso de una sentencia condenatoria, no correspondería cargar las
costas a la Administración, en la medida que no es parte del proceso, salvo que haya pedido serlo. Si la
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Administración resulta condenada, la jurisprudencia es pacífica en esta materia, y le ordena que asuma el pago de
las costas. Sin embargo, los jueces no tienen un criterio uniforme en el caso de que la Administración acompañe el
acto o el trámite demorado al momento de contestar el informe requerido por el juez. Para algún sector, la
cuestión deviene abstracta, y las costas se imponen por su orden, o sea, cada parte afronta sus propios gastos. En
cambio, otra jurisprudencia aplica el principio objetivo de la derrota, aun cuando se hubiere interrumpido la
demora antes del plazo para contestar el requerimiento judicial.
6.‐ Ejecución tributaria provincial y municipal. Régimen legal del apremio. Jurisprudencia
CAPITULO V
(Capítulo incorporado por Ley 13101)
EJECUCIÓN TRIBUTARIA PROVINCIAL
ARTICULO 76 bis: Los jueces Contencioso Administrativos aplicarán en materia de ejecuciones tributarias
provinciales las disposiciones del Decreto‐Ley 9122/78.
El proceso de apremio en la Provincia de Buenos Aires tiene un doble carril procesal por el cual puede Transitar, el
cual está dado según el origen del crédito que se reclame. Se encuentran vigentes dos normas procesales distintas,
que son la ley 13.406 y el decreto ley 9.122/78.
La ley 13.406 no hubo de derogar al decreto ley 9.122/78, también regulatorio del proceso de apremio, y más allá
de algunos fallos en los que se hace referencia a la supuesta derogación del citado en segundo término, ello no
resulta acertado, por cuanto en primer lugar corresponde distinguir el ámbito de aplicación material del proceso en
cada norma, además de la falta de derogación expresa, las posteriores reformas al decreto ley 9.122/78, y la
aplicación supletoria que sobre éste ejerce la ley 13.406.
De la comparación de los artículos 1º de ambas normas, resulta claro que, aunque si bien ambas disponen que
rigen el proceso judicial de apremio para los créditos fiscales de la Provincia y los municipios, la ley 13.406 es de
aplicación cuando se promueven ejecuciones por créditos de origen tributario, sus accesorios y sus multas,
mientras que el decreto ley 9.122/78será entonces de aplicación para todos los otros créditos fiscales de la
Provincia y municipios de origen no tributario, tales como los provenientes de regímenes contravencionales, las
multas y cargos impuestas por el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires, las multas
impuestas por el Ministerio de Trabajo provincial, los créditos por cánones impagos, los provenientes del recupero
de tareas u obras, los créditos por sanciones impuestas por los departamentos deliberativos a sus miembros, los
créditos de los colegios y cajas profesionales, los del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires, y
los de cuotas y contribuciones de la ley de Riesgos del Trabajo.
La ley 13.406 está destinada a regir el proceso de apremio por créditos fiscales de origen tributario, y para el resto
de los créditos fiscales ha de seguir rigiendo el decreto ley 9.122/78, lo que impone que la distinción de la norma
aplicable ha de hacerse por el carácter residual de la última de las citadas leyes. Entre ambos cuerpos normativos
existe una diferencia trascendente, como es el plazo para el ejercicio de la defensa a través de la oposición de
excepciones, que en la ley 13.406 es de cinco días y en el decreto ley 9.122/78 es de tres días.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LAS NORMAS LOCALES. EL FALLO "FILCROSA" La Corte Suprema de Justicia de la
Nación, en el fallo emitido en la causa "Filcrosa S.A. s/ quiebra s/ incidente de verificación de Municipalidad de
Avellaneda", del 30 de septiembre de 2.003, vino a poner fin a una antigua discusión doctrinaria, y a la poco
pacífica jurisprudencia sobre la constitucionalidad de las normas locales regulatorias del instituto de la
prescripción. Tal como lo ha expresado el Procurador General de la Nación, en su dictamen en la mencionada causa
"Filcrosa", la Corte ha sostenido que las normas de índole local no pueden alterar las normas comunes nacionales
que regulan la prescripción de las acciones y que las actuaciones administrativas no suspenden ni interrumpen la
prescripción, aunque se trate de las que debieron preceder a la demanda judicial.
El fallo "Filcrosa", en síntesis, expresa los siguientes fundamentos:
Que, con relación a la aplicación del instituto de la prescripción liberatoria de las obligaciones originadas en los
gravámenes locales, expresó la vigencia de las normas de la legislación común dictada por el Congreso de la
Nación, y que las leyes y ordenanzas locales no pueden apartarse o alterar tales normas, ya que es materia
delegada por las provincias a la Nación dictar los códigos de fondo, y que en tal orden de cosas la regulación de los
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aspectos sustanciales de las relaciones entre acreedores y deudores corresponde a la legislación nacional, por lo
que no cabe a las provincias dictar leyes incompatibles con lo que los códigos de fondo establecen al respecto,
incluso cuando se trata de cuestiones concernientes a materias de derecho público local.
Asimismo, se expuso que la prescripción es un instituto propio del derecho general, y no del derecho público local,
ya que se trata de un modo de extinguir las acciones, lo que involucra aspectos típicamente vinculados al derecho
de propiedad cuya inclusión dentro de la delegación legislativa a la Nación no se discute.
Que, el texto expreso del artículo 75, inciso 12, de la Constitución Nacional, deriva la implícita pero inequívoca
limitación provincial de regular la prescripción y los demás aspectos vinculados con la extinción de las acciones
destinadas a hacer efectivos los derechos generados por las obligaciones de cualquier naturaleza, siendo, el de la
extinción de las obligaciones, un régimen único.
Pero la Corte no ha expuesto la inconstitucionalidad de todas las normas locales regulatorias del instituto de la
prescripción, sino de aquellas que se aparten de lo regulado por el Código Civil.
UNIDAD 14: Medidas cautelares.
1.‐ Concepto, fundamento, finalidad y caracteres.
PALACIO nos enseña que el proceso cautelar “es aquél que tiende a impedir que el derecho cuyo reconocimiento o
actuación se pretende obtener a través de otro proceso, pierda su virtualidad o eficacia durante el tiempo que
transcurre entre la iniciación de ese proceso y el pronunciamiento de la sentencia definitiva”
La sustanciación de todo proceso judicial demanda un tiempo considerable, y son varias las etapas procesales que
se deben recorrer hasta alcanzar una sentencia definitiva. Es sabido que, dependiendo de la complejidad del caso y
del ofrecimiento de prueba realizado por las partes, la etapa probatoria puede prolongarse por años. En este
escenario surge una actividad preventiva que, por medio de una resolución temprana en el mismo proceso,
asegura en forma provisoria que el transcurso de tiempo que demanda la labor jurisdiccional no perjudique o
agrave el menoscabo sufrido al derecho que le asiste a la parte, situación que de no resguardarse podría provocar
que la sentencia que luego se dicte resulte ineficaz. En efecto, la necesidad de una cautela se debe a que la
satisfacción inmediata de una pretensión de conocimiento o ejecución resulta materialmente irrealizable. Y para
proteger ese derecho existe en nuestro ordenamiento el proceso cautelar, cuya finalidadconsiste en asegurar el
resultado práctico de la sentencia que debe recaer en el proceso al que accede. En tal sentido, el proceso cautelar
es accesorio a otro proceso.
El fundamento de la garantía jurisdiccional cautelar está vinculado a una situación de urgencia que requiere una
solución inmediata a los efectos de resguardar los derechos de los particulares frente a la lentitud del proceso
judicial. Esa urgencia conlleva el peligro de que la demora del proceso frustre la protección del derecho que el
ciudadano ha encomendado a la justicia. En ciertos casos, se trata de evitar que el particular sufra mayores daños,
pero en otros supuestos, la cuestión radica en garantizar que el posterior reconocimiento de derechos no pierda
virtualidad, esto es, que la sentencia no sea ineficaz en razón de que, al haber transcurrido un tiempo, ya no pueda
ejercerse luego el derecho que ha sido reconocido. Este fundamento deriva del de la inviolabilidad de la defensa en
juicio de la persona y sus derechos, consagrado en el artículo 18 de la Constitución Nacional12. Pero el peligro en la
demora también implica que se vea involucrado, a su vez, el principio de la igualdad de las partes en el proceso,
que de todas formas se vincula estrechamente al principio antes señalado, y que apunta a resguardar la
inalterabilidad de la cosa litigiosa. Por otra parte, las medidas cautelares persiguen como fundamento el principio
de la tutela judicial efectiva, con rango constitucional, debido a la incorporación a nuestra carta magna del tratado
de derechos humanos conocido como el Pacto de San José de Costa Rica.
Las medidas cautelares presentan los siguientes caracteres:
1) Accesorias o instrumentales: no tienen un fin en sí mismo, se hallan ordenadas a asegurar la eficacia de una
sentencia posterior.
2) Provisionales: subsistirán mientras duren las circunstancias que fueron tenidas en cuenta en su momento
para su dictado. Esta posibilidad no se encuentra limitada a la existencia de hechos nuevos, sino también a
la valoración de los presupuestos requeridos para su dictado.
3) Son inaudita parte: En principio, el juez dicta las medidas cautelares valorando los hechos y el derecho que
presenta el peticionante, sin intervención de la otra parte o terceros que puedan llegar a verse afectados
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por el otorgamiento de tal medida, difiriéndose la sustanciación con el afectado de las mismas para el
momento en que la misma se encuentre producida. Se prescinde de dicha intervención previa pues de lo
contrario podría frustrarse la finalidad del instituto cautelar, esto es, preservar en forma urgente el
derecho de la parte.
4) Fungibles: Como una consecuencia directa de su provisionalidad, las medidas cautelares pueden
sustituirse entre sí, toda vez que no debe causarse perjuicios innecesarios a la parte afectada por la traba
de una medida cautelar determinada.
2.‐ Régimen nacional y provincial. Medidas cautelares previstas en el Código Procesal Administrativo y en el
CódigoProcesal Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires. La ley 26.854 y las tutelas procesales
diferenciadas.Ver ley 26854 (nacional)
El Estado Central y algunas provincias no han sancionado códigos contenciosos administrativos, aplicándose en
principio al proceso administrativo las disposiciones del Código Procesal Civil y Comercial. En cambio, otras
provincias argentinas, al igual que la Ciudad Autónoma de Buenos aires poseen un Código Procesal Administrativo
que contempla expresamente la materia cautelar. El Código Procesal Administrativo de la Provincia de Buenos
Aires establece en su artículo 22 que "podrán disponerse medidas cautelares siempre que: a) Se invocare un
derecho verosímil en relación al objeto del proceso. b)Existiere la posibilidad de sufrir un perjuicio inminente o la
alteración o el agravamiento de una determinada situación de hecho o de derecho. c) La medida requerida no
afectare gravemente el interés público"
MEDIDAS CAUTELARES ley 12008
ARTICULO 22º: (Texto según Ley 13101) Principio general.
1. Podrán disponerse medidas cautelares siempre que:
a) Se invocare un derecho verosímil en relación al objeto del proceso.
b) Existiere la posibilidad de sufrir un perjuicio inminente o la alteración o el agravamiento de una
determinada situación de hecho o de derecho.
c) La medida requerida no afectare gravemente el interés público.
2. El juez podrá adoptar toda clase de medidas que resulten idóneas para asegurar el objeto del proceso, tanto las
regladas en el presente Código como las previstas en el Código Procesal Civil y Comercial.
3. Podrán disponerse medidas de contenido positivo, con el objeto de imponer la realización de una determinada
conducta a la parte demandada. A tal fin, el juez deberá ponderar, además de los extremos previstos en el
inciso 1, la urgencia comprometida en el caso y el perjuicio que la medida pudiera originar tanto a la
demandada como a los terceros y al interés público.”
ARTICULO 24º: “Contracautela.
1. Si se hiciere lugar a la medida cautelar, el juez fijará el tipo y monto de la caución que deberá prestar el
peticionante por las costas, daños y perjuicios que se derivaren en caso de haberla peticionado sin derecho. El
juez graduará el tipo y monto de la caución, de acuerdo con la mayor o menor verosimilitud del derecho y las
circunstancias del caso.
2. No se exigirá contracautela cuando la parte que solicitare la medida cautelar fuere la Provincia, un municipio o
un ente provincial o municipal.
3. En los supuestos de pretensiones deducidas en materia de empleo público o en materia previsional por los
agentes o reclamantes de beneficios previsionales, o a quien interviniere en el proceso con beneficio para litigar
sin gastos, se exigirá únicamente la caución juratoria.”
El régimen de medidas cautelares contra el Estado y sus entes descentralizados aprobado por la ley 26.854 recepta
nuevos presupuestos necesarios para la procedencia de la medida suspensiva que habían sido elaborados
jurisprudencialmente: la verosimilitud de la ilegitimidad, el daño irreparable e irreversible y la no afectación del
interés público.
La ley 26.854 regla la mayoría de las cuestiones referidas a las cautelares contra el Estado y sus entes
descentralizados, la aplicación de las prescripciones del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación es residual:
“… en cuanto no sean incompatibles con las prescripciones de la presente ley” (art. 18).
103
3.‐ Presupuestos en los juicios contra la Nación y contra la Provincia de Buenos Aires.
Existiendo verosimilitud del derecho, peligro en la demora y ausencia de grave perjuicio al interés público, el juez o
tribunal contencioso administrativo se encuentra legalmente habilitado para ordenar todo tipo de diligencias que
impidan no solo la ejecución de un acto estatal impugnado, sino también que aseguren una tutela urgente que
evite la consumación se perjuicios irreparables o que impida que caiga en abstracto la futura sentencia de mérito.
Los presupuestos procesales de la tutela urgente poseen semejanzas cualquiera sea la identidad del accionado. La
nota diferenciadora en los casos en los cuales la medida cautelar se endereza contra el Fisco, está vinculada a
dogmas arraigados en la cultura jurídica argentina. En primer lugar la presunción de legitimidad y ejecutoriedad de
los actos administrativos. En segundo término, la suposición —tantas veces desmentida por la realidad— de que
los gobernantes de turno actúan y representan al Estado en tono de infalibilidad y como exclusivos tutores del
interés público al cual defienden de manera exclusiva y excluyente.
4.‐ Oportunidad para solicitarlas. Caducidad de las medidas cautelares anticipadas. Levantamiento de las
medidascautelares. Régimen nacional y provincial.
ARTICULO 23º: “Oportunidad. Caducidad de las medidas cautelares.
1. Las medidas cautelares podrán solicitarse en modo anticipado, simultáneo o posterior a la promoción de la
demanda. Se decretarán sin audiencia de la otra parte; sin perjuicio de lo cual el juez, en atención a las
circunstancias del caso, podrá requerir un informe previo a la parte demandada o a la alcanzada por la medida
solicitada, que deberá ser contestado en un plazo no mayor de cinco (5) días.
2. Se producirá la caducidad de pleno derecho de las medidas cautelares decretadas con anterioridad a la
demanda, en los siguientes supuestos:
a) Tratándose de una pretensión de anulación, si estando agotada la vía administrativa, la demanda no fuere
interpuesta dentro de los treinta (30) días siguientes al de la notificación de la medida cautelar. El plazo
de caducidad correrá a partir del día siguiente al de la notificación del acto que agote la vía
administrativa.
b) En los demás supuestos, de acuerdo a lo dispuesto en el Código de Procedimiento Civil y Comercial.
4. En caso de decretarse la caducidad por vencimiento de los plazos previstos en este artículo, las costas y los
daños y perjuicios causados, serán a cargo de quien hubiese obtenido la medida cautelar anticipada. Esta
no podrá solicitarse nuevamente por la misma causa.”
ARTICULO 26º: “Levantamiento de la medida cautelar por razones de interés público. Cambio de circunstancias.
1. Si la Provincia, un municipio, o un ente provincial o municipal invocasen fundadamente, en cualquier estado del
proceso, que la medida cautelar dispuesta provoca un grave daño al interés público, el juez, previo traslado a la
contraparte por cinco (5) días, resolverá sobre el levantamiento o mantenimiento de la medida.
2. En caso de que se resuelva dejar sin efecto la medida, se declarará a cargo del peticionante la responsabilidad
por los daños y perjuicios que ello pueda causar en el supuesto de que se hiciese lugar a la demanda.
3. Fuera del supuesto previsto en los incisos anteriores, el juez, a pedido de parte o de oficio, podrá levantar,
modificar o sustituir la medida cautelar cuando cambiaren las circunstancias que la determinaron.”
5.‐ Suspensión de la ejecución de un acto administrativo. Planteo previo en sede administrativa (ley
13.101).Jurisprudencia.
1. Las partes podrán solicitar la suspensión de la ejecución de un acto administrativo siempre que se alegare
fundadamente el cumplimiento de los recaudos previstos en el artículo 22 inciso 1). El juez deberá evaluar si la
medida suspensiva tiende a evitar prejuicios irreversibles, aún cuando pudieren ser objeto de una
indemnización posterior.
2. Para decretar la suspensión de la ejecución de un acto administrativo será necesario el planteo previo de esa
medida en sede administrativa y que su resolución hubiera sido adversa para el peticionante. Presentada la
petición en sede administrativa el estado deberá expedirse en el plazo de 5 días hábiles, fenecidos los cuales sin
que hubiere un pronunciamiento expreso se presumirá la existencia de resolución denegatoria quedando
expedita la instancia judicial.
La medida cautelar de suspensión de los efectos del acto administrativo constituyó el primer avance del derecho
procesal administrativo en esta materia, la que luego se terminó extendiendo también a los reglamentos. Es la
tutela cautelar típica del contencioso administrativo. Entre las prerrogativas de la Administración, que emanan de
104
su régimen exorbitante, se encuentra la ejecutoriedad de sus actos, en virtud del cual ésta puede ejecutar
directamente sus actos administrativos sin necesidad de recurrir a la vía judicial, utilizando la coacción en forma
excepcional y conforme los límites del ordenamiento jurídico. Sin perjuicio de ello, el administrado puede solicitar
en sede administrativa la suspensión de los efectos del acto, aunque adviértase que la impugnación administrativa
de los actos –y su pedido de suspensión, si fuere efectuado‐, carece de efectos suspensivos, salvo que una norma
establezca lo contrario. Será la Administración quien decida su procedencia, o sea, si decide ejecutar o no ese acto,
valorando el interés público que persigue.
La suspensión judicial de los actos administrativos estaba contemplada desde principio de siglo en la Provincia de
Buenos Aires, Código Varela. En el orden federal, en cambio, la jurisprudencia tuvo que recurrir, por la técnica de
la analogía, a la medida de no innovar contemplada en el CPCCN, que establece que: “Podrá decretarse la
prohibición de innovar en toda clase de juicio, siempre que: 1) el derecho fuere verosímil. 2) Existiere el peligro de
que si se mantuviera o alterara, en su caso, la situación de hecho o derecho, la modificación pudiera influir en la
sentencia o convirtiera su ejecución en ineficaz o imposible. 3) La cautela no pudiere obtenerse por medio de otra
medida precautoria”.
Se trata de medidas urgentes que se caracterizan por la satisfacción definitiva y única de la pretensión. Un ejemplo
típico sería aquella medida que ordena el otorgamiento de una vista de las actuaciones administrativas. Se trata de
una especie de tutela urgente que no debe confundírsela con la tutela cautelar. En efecto, realizando una
aproximación al ideario de la medida autosatisfactiva, se ha dicho que “se trata de un requerimiento urgente
formulado al órgano jurisdiccional por los justiciables que se agota –de ahí lo de autosatisfactiva‐ con su despacho
favorable: no siendo, entonces, necesaria la iniciación de una ulterior acción principal para evitar su caducidad o
decaimiento, no constituyendo una medida cautelar, por más que en la praxis muchas veces se la haya calificado,
erróneamente, como una cautelar autónoma”
Son verdaderos procesos sumarísimos autónomos, que se agotan con el dictado de la respectiva resolución. En tal
sentido, los procesos autosatisfactivos son procesos urgentes como el amparo, aunque sin el respaldo de una ley
que los haya consagrado ni reglamentado, siendo una construcción pretoriana y doctrinaria.
Los presupuestos de admisibilidad de las medidas autosatisfactivas deberán adaptarse para su aplicación en el
campo del derecho público, tornándose más exigentes que en el proceso civil.
105
Los requisitos de procedencia de las medidas autosatifactivas contra la administración pública son: A) Fuerte
probabilidad del derecho invocado, B) daño inminente o irreparable, C) la prestación de contracautela sujeta al
prudente arbitrio judicial y D) no afectación del interés público comprometido
Desde el plano jurisprudencial, podemos distinguir miradas diferentes acerca de las medidas de satisfacción
inmediata en la Cámara del fuero Contencioso Administrativo Federal.
Por un lado, una corriente jurisprudencial que sigue considerando a estas medidas de urgencia bajo el ropaje del
esquema clásico de las medidas precautorias.
En el marco de las medidas cautelares contra la administración pública, los presupuestos de admisibilidad deben
configurarse con el grado de intensidad suficiente para su procedencia: La verosimilitud del derecho invocado
(fumusbonis iuris), el peligro de sufrir un daño irreparable por la demora (periculum in mora) y la contracautela, de
conformidad con lo dispuesto en el art. 230 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
La presunción de validez de los actos administrativos y el debido resguardo del interés público determinan que el
examen de los requisitos de admisibilidad deben analizarse con una mayor prudencia a la hora del dictado de una
medida cautelar que suspenda los efectos del acto administrativo.
Se ha sostenido uniformemente que las medidas cautelares deben tramitar en forma instrumental y accesoria a un
proceso principal, pues no constituyen un fin en sí mismas y tienden a posibilitar el cumplimiento de la sentencia
definitiva a dictarse en dicho juicio, consistiendo su finalidad en la de asegurar la eficacia de la sentencia, mas no
convertirse en tal.
UNIDAD 15: Amparo y otras vías judiciales.
1.‐ Demanda de amparo. Antecedentes. Regulación nacional, provincial y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Normas constitucionales, convencionales y legales. Acción de habeas data. 2.‐ Juez competente en la Provincia de
Buenos Aires. Acordadas de la S.C.B.A. Presupuestos procesales. Contenido de la demanda. Medidas precautorias.
Prueba. Sentencia. Recurso de apelación. Alcance de la cosa juzgada.
EL PROCESO SUMARÍSIMO
Ámbito de aplicación
Art. 321. Proceso sumarísimo. Será aplicable el procedimiento establecido en el art. 496:
1) Cuando se reclamase contra un acto u omisión de un particular que, en forma actual o inminente, lesione,
restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta algún derecho o garantía explícita o
implícitamente reconocida por la Constitución Nacional o de esta Provincia, siempre que fuere necesaria la
reparación urgente del perjuicio o la cesación inmediata de los efectos del acto, y la cuestión, por su naturaleza, no
deba sustanciarse por alguno de los procesos establecidos por este Código u otras leyes.
2) En los demás casos previstos por este Código u otra ley.
Si de conformidad con las pretensiones deducidas por el actor no procediere el trámite del juicio sumario o
sumarísimo, el juez resolverá cuál es la clase de proceso que corresponde. La resolución no será recurrible.
Ámbito de aplicación. Acción de amparo contra actos de particulares – ver pto. 3.
Otros casos – la ley regula más supuestos de procesos sumarísimos. Son los que corresponden a:
‐ Trámites de los interdictos (de retener, de recobrar, de obra nueva y de adquirir)
‐ Determinación de frutos o intereses cuando no fueron establecidos en la sentencia
‐ Planteos generados a raíz del nombramiento de tutor o curador
‐ Oposición al otorgamiento de segunda copia de una escritura pública
Concordancia con el CPN
Las cuestiones a que alude este art. del régimen procesal de la provincia de Bs. As. se encuentran reguladas en el
art. 321 CPCCN.
Se incorpora un inciso 1º que contempla los procesos de conocimiento en los que el valor cuestionado no exceda
de los cinco mil pesos.
Más allá de algunas precisiones cuando se regula el amparo contra actos de particulares, no existen otras
diferencias esenciales.
Analogías y diferencias con el proceso ordinario y el sumario
106
Art. 496 – Trámite. En los casos del art. 321, presentada la demanda, el juez teniendo en cuenta la naturaleza de la
cuestión y la prueba ofrecida, resolverá de oficio y como primera providencia si corresponde su trámite según las
normas del juicio sumarísimo.
La sustanciación se ajustará a lo establecido en los artículos anteriores con estas modificaciones:
1) No será admisible reconvención ni excepciones de previo y especial pronunciamiento;
2) Todos los plazos serán de dos (2) días, salvo el de contestación de la demanda que será de cinco (5) días y el de
la prueba, que fijará el juez;
3) La audiencia de prueba deberá señalarse dentro de los diez (10) días de contestada la demanda o de vencido el
plazo para hacerlo;
4) Sólo serán apelables la sentencia definitiva y las providencias que decreten medidas precautorias. El recurso se
concederá en relación y en efecto devolutivo;
5) En el supuesto del art. 321, inc. 1º, la demanda rechazada únicamente podrá reproducirse si tuviere lugar un
nuevo acto, cuya reparación no pueda obtenerse por vía de ejecución de sentencia;
6) El plazo para dictar sentencia será de diez (10) o de quince (15) días, según se tratare de tribunal unipersonal o
colegiado.
Trámite – se trata de la forma más abreviada de los procesos de conocimiento.Como en el caso del proceso
plenario abreviado, el legislador regula el juicio “sumarísimo” por remisión a las reglas de los artículos anteriores
(en este caso las del proceso sumario) y aporta en un solo artículo las pautas diferenciales que caracterizan a la
figura en estudio.
Reconvención – No se admite reconvención.
Excepciones de previo y especial pronunciamiento – en realidad, lo que veda esta norma es que estas defensas sean
resueltas en forma anticipada respecto de la cuestión de fondo. Lo que no habrá, entonces, en el sumarísimo es un
“previo y especial pronunciamiento”.
Plazos – la regla en el sumarísimo es que todos los plazos serán de 2 días, a excepción del que corresponde a la
contestación de demanda que será de 5.
Audiencia de prueba – en el sumarísimo opera también la audiencia de prueba regulada para el sumario en el art.
487, a cuya nota remitimos.
Máxima reducción de la apelabilidad – sólo podrán ser objeto del recurso de apelación:
‐ La sentencia de mérito (2 días para apelar)
‐ Las resoluciones que decreten medidas precautorias
No procede, por ende, el debate probatorio amplio ante la alzada a que da lugar el art. 255, respecto de otros
juicios de conocimiento (ya que la apelación se concede en relación).
Amparo contra actos de particulares – se regula aquí el efecto del rechazo de una pretensión de amparo contra
actos u omisiones de particulares. Este rechazo no impedirá la presentación de una nueva demanda, en la medida
en que la causa sea otra manifestación de esta conducta pretendidamente violatoria del orden constitucional. La
única excepción está dada por la posibilidad de que este nuevo accionar indebido pueda ser neutralizado mediante
un trámite de ejecución de aquella sentencia dictada originariamente.
Plazos para el tribunal – el plazo para dictar sentencia será de 10 o 15 días, dependiendo de si se trata de un
órgano unipersonal o colegiado.
A modo de resumen
Es un proceso de conocimiento limitadísimo y con plazos más abreviados que el sumario.
‐ No es admisible la reconvención ni excepciones previas
‐ Todos los plazos son de dos días, salvo el de contestación de demanda que será de cinco días y el de
prueba que fijará el juez (lo fijará dentro de los 10 días de contestada la demanda o de vencido el plazo
para hacerlo)
‐ Sólo son apelables la sentencia y las providencias que decretan medidas cautelares
‐ El plazo para dictar sentencia es de diez o quince días según se trate de tribunal unipersonal o colegiado
‐
LA ACCIÓN DE AMPARO
107
La institución del amparo integra el rubro de las garantías constitucionales, es decir, se trata de un medio
jurisdiccional para hacer efectiva la protección del goce de los derechos reconocidos por la Constitución Nacional.
La acción de amparo se admite contra todo acto u omisión de autoridad pública o de particulares que, en forma
actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, los derechos o
garantías explícita o implícitamente reconocidos por la CN, con excepción de la libertad individual tutelada por el
hábeas corpus.
Con la expresión “amparo” se hace alusión, precisamente, al procedimiento judicial, breve y sumario, que asegura
un medio expeditivo para la protección de los derechos y las libertades constitucionales distintas a la libertad física,
corporal o de locomoción.
Antecedentes doctrinarios y jurisprudenciales
La creación jurisprudencial del amparo la podemos ver en diferentes fallos, que fueron los que marcaron el rumbo
de su existencia. Nos referiremos a continuación a los casos “Siri” y “Kot”.
Caso “SIRI”
La policía de la Provincia de Buenos Aires procedió a la clausura del diario Mercedes, sin aclarar las razones del por
qué de la medida. En consecuencia, Ángel Siri, director del diario, se presentó ante la justicia alegando la violación
de sus derechos de libertad de imprenta y trabajo consagrados en los arts. 14, 17 y 18 de la CN.
El director del diario pretendía, en primer lugar, que se retirara la custodia policial del local donde se imprimía el
periódico, y segundo, que se levantara la clausura impuesta.
Siri se presentó ante el juez solicitando se requiriera a la policía bonaerense un informe sobre quién había
ordenado la clausura y los fundamentos de la medida. Requerido el informe, el comisario informó que la orden
había sido emitida por la “Dirección de Seguridad de la Policía” y que el motivo lo desconocía. Ante esta
circunstancia, el juez requirió informes al jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a la Comisión
Investigadora Nacional y al Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Todos manifestaron ignorar las
causas de la clausura y la autoridad que la había dispuesto.
El magistrado, interpretando el pedido de Siri como un recurso de Habeas Corpus, no hizo lugar al mismo en razón
que no se había violado la libertad física de ninguna persona. Habiéndose apelado la decisión del juez de primera
instancia, la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Mercedes confirmó la sentencia, por lo que el afectado dedujo
recurso extraordinario dejando en claro que no había interpuesto un recurso de Habeas Corpus sino que se trataba
de una petición a las autoridades por la violación de garantías constitucionales.
La Corte revocó la sentencia de la Cámara de Apelaciones ordenando a la autoridad policial “cesar con la restricción
impuesta” exponiendo que, las garantías constitucionales invocadas por Siri se hallaban restringidas sin orden de
autoridad competente ni causa justificada y que estos motivos bastaban para que fueran reestablecidas
íntegramente por los jueces; “las garantías individuales existen y protegen a los individuos por el sólo hecho de
estar consagradas en la Constitución Nacional”.
Se crea el recurso de Acción de Amparo como remedio judicial para proteger todos los derechos enumerados por
la constitución Nacional, a excepción de los ya protegidos por el recurso de Habeas Corpus.
Se confirma la supremacía constitucional para proteger los derechos enunciados por los arts. 14, 17 y 18.
Caso “KOT”
La empresa Kot SRL sufrió una huelga por parte del personal en su fábrica textil de San Martín (Provincia de Buenos
Aires).
La Delegación de San Martín del Departamento Provincial del Trabajo, declaró ilegal la huelga, por lo que la
empresa Kot ordenó a sus empleados retomar las tareas dentro de las 24 horas. Frente al incumplimiento de dicho
mandato se despidió a muchos obreros.
Transcurrido poco más de un mes, el presidente del Departamento Provincial del Trabajo declaró nula la resolución
de la Delegación San Martín e intimó a la empresa a reincorporar a los obreros despedidos.
Al no llegar a un acuerdo con la empresa, los obreros despedidos ocuparon la fábrica paralizándola totalmente. Por
esa razón, Juan Kot, gerente de la empresa hizo una denuncia por usurpación, solicitando se desocupara la fábrica.
El juez de primera instancia resolvió el sobreseimiento definitivo en la causa y no hizo lugar al pedido de
desocupación, alegando que se trataba de un conflicto gremial en el que los obreros no intentaban ocupar la
fábrica para ejercer un derecho de propiedad y que, por lo tanto, no existía usurpación.
108
La Cámara de Apelaciones en lo Penal de La Plata confirmó el sobreseimiento definitivo. Contra esta sentencia Kot
interpuso recurso extraordinario, y la Corte lo declaró improcedente.
Al observar Kot que su denuncia por usurpación no le daba resultados, paralelamente inició otra causa. Antes de
dictarse la sentencia de la Cámara de Apelaciones, se presentó ante la misma deduciendo recurso de amparo para
obtener la desocupación de la fábrica. Para invocarlo Kot tomó como base lo resuelto por la Corte en el caso Siri; y
la libertad de trabajo, el derecho a la propiedad y el derecho a la libre actividad, todos derechos amparados por la
CN.
La Cámara no hizo lugar al recurso planteado, interpretando que se trataba de un recurso de habeas corpus;
contra esta sentencia interpuso recurso extraordinario.
La Corte falló a favor de Kot, haciendo lugar al recurso de amparo luego de revocar la sentencia de la Cámara de
Apelaciones. Ordenó que se entregara a kot el establecimiento textil libre de todo ocupante indicando que “la
Cámara de Apelaciones se confunde al considerar el recurso invocado por el afectado como un recurso de Habeas
Corpus. El interesado interpuso una acción de amparo invocando los derechos constitucionales de la libertad de
trabajo, de la propiedad y de la libre actividad, o sea, dedujo una garantía distinta a la que protege la libertad
corporal (habeas corpus)”. Así fue que la corte ratificó lo resuelto en el caso Siri (en este último la restricción
ilegítima provenía de la autoridad pública. En el caso en cuestión es causada por actos de particulares.)
Se amplía la esfera de acción del recurso de amparo al establecerse que también es viable deducirlo cuando la
violación de un derecho provenga de un particular.
Recepción constitucional del amparo
En la CN:
Art. 43 CN – “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro
medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma
actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que
protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva
en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme
a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización” […].
En la Constitución provincial:
Artículo 20 Constitución de la Provincia de Bs. As. – “Se establecen las siguientes garantías de los derechos
constitucionales:
[…] 2. La garantía de Amparo podrá ser ejercida por el Estado en sentido lato o por particulares, cuando por
cualquier acto, hecho, decisión u omisión, proveniente de autoridad pública o de persona privada, se lesione o
amenace, en forma actual o inminente con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, el ejercicio de los derechos
constitucionales individuales y colectivos.
El Amparo procederá ante cualquier juez siempre que no pudieren utilizarse, por la naturaleza del caso, los
remedios ordinarios sin daño grave o irreparable y no procediese la garantía de Hábeas Corpus.
No procederá contra leyes o contra actos jurisdiccionales emanados del Poder Judicial.
La ley regulará el Amparo estableciendo un procedimiento breve y de pronta resolución para el ejercicio de esta
garantía, sin perjuicio de la facultad del juez para acelerar su trámite, mediante formas más sencillas que se
adapten a la naturaleza de la cuestión planteada.
En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesivos”.
Régimen legal en la provincia de Buenos Aires
En provincia, el amparo se rige por la ley 13.928, y, subsidiariamente, por la 7.166 para cuestiones que no están
previstas en la actual legislación.
Contenido de la ley 13928:
Concepto legal del amparo
El artículo 1° de la ley 13.928 no define la acción de amparo sino que se remite al texto del artículo 20 inciso 2 de la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires donde se encuentra previsto.
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Legitimados para deducir acción de amparo
Tienen legitimación para accionar por vía de amparo el Estado, y toda persona física o jurídica que se encuentre
afectada en sus derechos o intereses individuales o de incidencia colectiva.
Inadmisibilidad de la acción de amparo
‐ Cuando pudieran utilizarse por la naturaleza del caso los remedios ordinarios sin daño grave o irreparable.
‐ Cuando sea procedente la garantía de Habeas Corpus.
‐ Cuando lo que se pretenda sea la mera declaración de inconstitucionalidad de normas de alcance general.
‐ Contra actos jurisdiccionales emanados de un órgano del Poder Judicial.
Competencia
En la acción de amparo será competente cualquier Juez o Tribunal letrado de primera o única instancia con
competencia en el lugar donde el hecho, acto u omisión cuestionados tuviere o hubiese de tener efectos.
Cuando se interpusiera más de una acción por un mismo hecho, acto u omisión, entenderá el que hubiere
prevenido.
Procedimiento
Interposición de la demanda
La demanda deberá ser interpuesta dentro de los 30 días en que el o los afectados hayan tomado conocimiento del
acto u omisión que consideran violatorio del derecho o garantía conculcada.
En el supuesto de actos u omisiones lesivas periódicas, el plazo comenzará a computarse respecto de cada uno de
éstos.
La demanda deberá interponerse por escrito y contendrá:
1) Nombre, apellido, razón o denominación social, domicilio real y constituido del accionante.
2) La justificación de la personería invocada conforme las leyes en vigor.
3) La individualización en lo posible, del autor del acto u omisión.
4) La relación circunstanciada de los hechos, actos u omisiones que hayan producido o estén en vías de producir
la lesión del derecho o garantía cuyo amparo se pretende.
5) Ofrecimiento de toda prueba de la que intente valerse, adjuntando la que obrare en su poder.
6) La petición, en términos claros y precisos.
Será admisible todo tipo de prueba que no se contraponga con los principios de celeridad y economía procesal.
Admisibilidad
El Juez deberá expedirse acerca de la admisibilidad de la acción inmediatamente.
En el caso de declarar la admisibilidad de amparos de incidencia colectiva, el Juez deberá ordenar la inscripción de
dicha causa en el Registro especial creado en la presente ley, que informará en el plazo de dos (2) días sobre la
existencia de otras acciones que tengan un objeto similar o que estén referidas al mismo derecho o interés
colectivo o que alcancen en forma total o parcial al mismo colectivo.
En caso de que del informe surgiere la existencia de otros juicios, la causa se remitirá al Juzgado que previno.
Medidas cautelares
Con la interposición de la demanda o en cualquier estado del proceso, las partes podrán solicitar el dictado de
medidas cautelares, cuya solicitud se resolverá en el plazo de 1 día.
Traslado
El Juez deberá dar traslado de la demanda por 5 días, si la acción de amparo hubiese sido interpuesta contra un
acto u omisión de autoridad pública o persona privada que afecten derechos individuales, para la contestación de
la demanda. El Juez está facultado para adecuar dicho plazo conforme la naturaleza de la cuestión planteada.
Audiencia
En el plazo de 10 días, el juez deberá citar a audiencia simplificadora de prueba. En ella deberá invitar a las partes a
una conciliación, resolver cualquier cuestión sobre las medidas cautelares ordenadas, proveer las pruebas que
considere admisibles y pertinentes en un plazo de 5 días y si estas no fueran necesario, pasar los autos a sentencia.
El juez podrá dictar medidas para mejor proveer en cualquier estado de la instancia.
Sentencia
Habiéndose producido la prueba, o vencido el plazo para su producción, deberá dictarse sentencia dentro del
término de 5 días, la cual deberá contener la mención concreta de la Autoridad Pública o del particular contra cuyo
110
acto u omisión se concede el amparo y la determinación precisa de la conducta que se ordena cumplir, así como el
plazo para ello.
Recursos
Serán apelables las resoluciones que:
1‐ Rechacen la acción por inadmisible
2‐ Las referentes a medidas cautelares
3‐ La sentencia definitiva
Se crea el Registro Público de Amparos de Incidencia Colectiva, en el que se registrarán los procesos de dicha
naturaleza, su objeto, radicación, partes intervinientes, medidas cautelares dispuestas, y sentencias de todas sus
instancias.
Este Registro será público y de consulta libre y gratuita. Su reglamentación y organización estará a cargo de la
Suprema Corte de Justicia.
Será de aplicación supletoria, en tanto no contraríe la operatividad de esta garantía constitucional, lo establecido
en el Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires. Los jueces están facultados para
acelerar el trámite, mediante formas más sencillas que se adapten a la naturaleza de la cuestión planteada.
No podrán articularse cuestiones previas, demandas reconvencionales ni incidentes.
A modo de resumen
Demanda – 30 días desde que se conoció el acto u omisión violatorio
Traslado – 5 días o menos (a criterio del juez)
Medidascautelares – 1 día para resolver la solicitud. Pueden ser pedidas en cualquier estado del proceso
Audiencia – 10 días
Prueba – 5 días
Sentencia – 5 días
3.‐ Amparo y acción contencioso administrativa. Reconducción. Jurisprudencia.
4.‐ Los llamados recursos judiciales directos. Ejemplos en la Nación y en la Provincia de Buenos Aires. Impugnación
de la sentencia.
Demanda y recurso judicial son formas procesales del ejercicio de la acción, la primera es ordinaria y la segunda
extraordinaria. En efecto, la impugnación judicial de los actos administrativos puede entablarse por vía de acción
ante la primera instancia, o por vía de recurso directo ante la Cámara respectiva, siempre que una norma expresa
así lo autorice. Los llamados recursos directos para ante distintas Cámaras de Apelaciones que diversas leyes
prevén para la revisión judicial de los actos administrativos, incluidos aquéllos que revisten naturaleza
materialmente jurisdiccional, no constituyen recursos procesales, sino acciones judiciales de impugnación de
instancia única, para cuya sustanciación, salvo disposición expresa en contrario de la pertinente ley que lo instituye,
resultan aplicables las normas que regulan el procedimiento judicial de éstas.
No son sino acciones procesales de un tipo especial que se inician generalmente por ante segunda instancia, pero
también puede serlo ante la primera como instancia única y por ende, carecen de efecto suspensivo respecto del
acto administrativo que se impugna a través de ellas. Salvo, que se hubiese requerido el dictado de una medida
cautelar de suspensión de la ejecutoriedad del acto administrativo o el dictado de una medida de no innovar.
En ese mismo orden de ideas, se ha dicho que el administrado, de acuerdo al caso concreto que se presente,
cuenta con diversos mecanismos tendientes a obtener la revisión judicial de las decisiones emanadas de la
administración pública que lesionen sus derechos y pretensiones: Impugnación judicial de actos administrativos de
alcance individual y general, y los recursos judiciales contra las decisiones de los órganos administrativos sobre
diversas materias a los que en doctrina suele llamárselos excepcionales o directos.
Si es obvio que la administración no ejerce funciones judiciales, las vías que distintas leyes —llamándolas recursos
directos o, simplemente diciendo que el interesado podrá apelar— habilitan la revisión judicial de diversas
resoluciones —sea por una Cámara de Apelaciones, sea por un juez de primera instancia— y traducen modos
autónomos de impugnación de tales actos administrativos, por lo que, por su naturaleza, constituyen acciones
judiciales.
111
Sin embargo, la elección de uno u otro camino procesal no dispensa del cumplimiento de las condiciones de
admisibilidad inherentes a todo tipo de demanda en esta materia. En este aspecto, vale recordar que los
presupuestos de admisibilidad son el agotamiento de la vía administrativa y su interposición dentro del plazo legal
en tanto los sustanciales consisten en la legitimidad de la pretensión y su formulación previa en sede
administrativa. En el proceso contencioso el juez además de verificar la existencia de los recaudos comunes que
marca el código procesal, debe también examinar el cumplimiento de las condiciones especiales de admisibilidad
establecidas en la ley 19549,7 cuyo incumplimiento puede, incluso, llevar al rechazo in limine de la demanda. La
inexistencia en el ámbito nacional de un código en lo contenciosoadministrativo ha dado lugar a que nuestro
proceso administrativo se asentare sobre las bases del proceso civil y comercial ordinario.
5.‐ Acción autónoma o directa de inconstitucionalidad en la Provincia de Buenos Aires. Tribunal competente. Plazo.
Demanda y contestación. Alcance de la sentencia.
Demanda originaria de inconstitucionalidad en la provincia de Buenos Aires: a fin de que se respeten las jerarquías
de las normas de la Const. de la provincia se le asigna a la Suprema Corte de Justicia: ejercer la jurisdicción
originaria y de apelación para conocer y resolver acerca de la constitucionalidad e inconstitucionalidad de leyes,
decretos, ordenanzas o reglamentos que estatuyan sobre materia regida por esta Constitución y se controvierta
por parte interesada. Art. 161 inc. 1° C. Prov.
Es así como se someten a la prueba de concordancia con la Constitución y así hacer efectivo el amparo de los
derechos proclamados, aun en forma potencialmente afectados por actos de disposición de la autoridad pública.
La finalidad preventiva de la acción de inconstitucionalidad justifica la decisión de una controversia aunque el daño
no se haya concretado.
a) Presupuesto de admisibilidad: para que la demanda sea admisible es necesario: que se trate de materia regida
por la Constitución; se debe citar la norma constitucional infringida; la petición se debe realizar en términos claros
y precisos; debe impugnar una ley decreto o reglamento; se debe individualizar la concreta lesión sufrida.
b) Plazos para demandar: la demanda se deberá interponer ante la Suprema Corte dentro del plazo de 30 días
desde que el acto impugnado haya afectado concretamente derechos patrimoniales del actor. Vencido el plazo se
extinguirá la acción. Art. 684
No regirá dicho plazo cuando tales actos afecten derechos personalísimos del actor. Tampoco cuando los
preceptos impugnados aun no hayan sido aplicados al demandante y la acción se ejercite con carácter preventivo.
Art. 685
c) Procedimiento: se dará traslado de la demanda por 15 días al asesor de gobierno si el acto emano de
autoridades legislativas o ejecutivas; a los representantes legales de las municipalidades o sus funcionarios, si
emanan de dichas autoridades. Art. 686
El actor debe probar los extremos de su pretensión, primero, porque se presume la constitucionalidad de las leyes,
y luego establecer los límites de los cuales corresponde a los jueces realizar el control de constitucionalidad, puesto
que estos no pueden, de oficio, realizarlo.
Una vez concluida la causa para definitiva. Se oirá al Procurador General y se dictara la providencia de autos. Art.
687
d) Sentencia: contenido y efectos: si la Suprema Corte estimase que los actos legislativos o ejecutivos son
contrarios a la Constitución, deberá declarar la inconstitucionalidad de los mismos. Si no hallare infracción,
desechara la demanda. Art. 688
La declaración de inconstitucionalidad de una norma tendrá un alcance limitado. Es decir, se declarará
inconstitucional para el caso en concreto. La norma seguirá vigente.
6.‐ Acción declarativa de inconstitucionalidad en el ámbito federal.
I. Requisitos de Admisibilidad.
Para la operatividad de la ADI se requieren determinados elementos similares a los requeridos para el amparo,
pero más adelante se tratarán sus diferencias. Tales supuestos habilitantes son: una relación jurídica, que
establezca a su vez, un estado de incertidumbre. La actualidad de esa lesión, entendida como inminente daño o la
continua pervivencia con las fluctuantes interpretaciones respecto de los alcances de las obligaciones. Una
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legitimación adecuada en tanto promueva el interés cierto en que se establezcan con claridad los límites o efectos
precisos de esa vinculación jurídica controvertida y por último, que no exista otra vía más idónea. Todo lo cual
coadyuva a poner en cabeza de los ciudadanos y magistrados la posibilidad de depurar de leyes inoperantes el
sistema.
III. El Caso (8).
Importa poner de resalto que donde mayores ambigüedades cobran apariencia de legitimidad y donde más
desprotegido se halla el ciudadano es ante el Estado. Y así, mientras los derechos pecuniarios de los particulares se
diluyen bajo el peso de otros derechos jerarquizados como de mayor preeminencia ‐y sin que esto sea una crítica al
resguardo de aquellos‐ no obstante, no es tolerable que el Sistema avasalle a los administrados ya sea que el
conflicto sobrevenga a raíz de los años trabajados, los años de aportes previsionales, etc. En definitiva, la
cancelación de deudas que el propio Estado asumió como obligación (9) y sin embargo mantiene en un reprobable
desideratum. Esto es comúnmente visible cuando una de las partes es el Ministerio de Economía y Finanzas ya por
Ley 11.192 (10) o 23.982 (11), etc. Los procedimientos de pago establecidos por estas leyes no hacen más que
diferir el plazo de cumplimiento efectivo de lo pactado y tornar ilusorio el derecho de quien ha suscrito la novación
y ha desistido del proceso judicial. Si bien ello encontraba sentido en un estado de emergencia económica nacional
y en la apelación a la solidaridad social para el bienestar futuro de los ciudadanos, se debe advertir que a casi trece
años, es ya insostenible aseverar la existencia de tal momento crítico. Continuar afirmando ello torna absolutistas
las prerrogativas del Estado y configura la falaz legalidad en tanto se desvirtúen con carácter permanente tales
garantías fundamentales e irrenunciables.
A este respecto se advierte claramente que se hallan cumplidos los recaudos del artículo 322 del C.P.C.C.N. (12). En
estos casos en que la hiperinflación legislativa se muestra disfuncional sea porque se hace de ellas un uso que
desvirtúa su cometido teleológico, ético y social, o porque simplemente son mayores los obstáculos que las
soluciones que brinda a la comunidad en temas que la conmocionaron, como las privatizaciones; se comprende
que procurar la paz social, afianzar la justicia, promover el bienestar general (13) son casi letra muerta y están lejos
de alcanzarse por estos medios. Aun reconociendo que se eludió hábilmente el tema de un crescendo del
descontento popular o al menos de ciertos sectores perjudicados, apelando al socorrido y nefasto recurso del
agotamiento meramente procedimental. El hartazgo institucional que produce en el ciudadano hace que los
derechos naufraguen en el resignado decaimiento de la vigilancia del trámite, porque siempre existirá en las
múltiples áreas (14) por donde circule el expediente, un requerimiento nuevo para solicitar, un detalle formal para
impugnar, una ilegibilidad documental o un sellado que se cumple en una provincia y en otra no es menester. Con
ello los contratiempos que el administrado eventual justiciable, debe afrontar se tornan cada vez más extenuantes,
debido a que se encuentra en ocasiones teniendo que solicitar a los jueces de su jurisdicción formalidades que esos
ministros no acostumbran a reduplicar; porque justamente son eso: duplicaciones ad infinitum del testimonio de
un acto ya conforme, pero con la exigencia caprichosa de una nota escolástica al margen que reafirme el carácter o
tenor del ya concedido. Aquellos jueces (15) ante petitorios insólitos, acaban denegando el pedido del
administrado por absurdo.
IV. Estado de Incertidumbre.
Las leyes que solo persiguen una máscara de legalidad plantearán un escenario laberíntico lleno de falsos avances
procedimentales o lo que los franceses llaman trompe‐l´oeil. Para estas situaciones no hay más remedio que
peticionar ante la justicia lo que en primer lugar no debería haber sucedido; no obstante el agravio es un factor
existente porque las reglas que constituyen el sistema son creadas conforme el paso del tiempo y las necesidades
válidas del Estado (16) y la operatividad de ellas es muchas veces lo que ocasiona el dislate. Es así que ante la
enorme e irrecuperable pérdida de tiempo, de costos, de salud, de inestabilidad económica en lo que se perfila ya
como un devenir histórico incierto de las cuestiones así burocratizadas, se hace imperioso el remedio legal y
procesal que verifique la constitucionalidad de tal norma en su aplicación al caso concreto.
V. Dimensión de la Lesión.
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A este respecto la hermenéutica que recae sobre la dimensión de la lesión señala aquella que es ya una amenaza
inminente de daño. Aun sin que este último llegue efectivamente a concretarse o incluso si se concreta, solo dará
lugar a una sentencia declarativa. Y en este sentido se corresponde tal exégesis con las prescripciones del artículo
43 de la C.N. en tanto se ha querido dar al ciudadano una protección eficaz contra "...actos u omisiones de
autoridades públicas (...) que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución (...)" (17). Se corresponde y se
diferencia también de aquel en tanto la ADI no requiere una menoscabo "manifiestamente arbitrario" como sí es
requisito básico del amparo. Obvio es que el continuum tempore del estado de incertidumbre en los casos
mencionados ut supra, configura ya una lesión al derecho del justiciable. Es no solo una cuestión de operatividad
de esas leyes por sus funcionarios sino también una cuestión de derecho en tanto los llamados por ellas,
"organismos de control" no hacen más que subvertir las garantías más valiosas de la C.N. Se crea ex professo un
status de indefensión del administrado ante la imposibilidad de negociar con esas áreas burocráticas del Ministerio
de Economía y de este modo deviene ineludible el cuadro de incertidumbre que consume los años de salud y de
vida y los recursos del particular (18) que en su intento por conducirse conforme a lo debido, cumple (19) con cada
nueva y sorpresiva solicitud formal que se le ordena y así las erogaciones caprichosas van en aumento y son un
elemento más de dilación cuyo corolario es el persistente impedimento. Cabe concluir además que esas leyes
pretendidamente procedimentales, no guardan en realidad nada del espíritu procesal, porque pierden de vista lo
esencial: la vida enérgica que corresponde a los derechos y garantías de las personas y entonces sus reglas no
proponen ni más ni menos que entrampar al ciudadano en la eterna rueda del hamster.
VI. Entidad de la Emergencia.
Para abordar la doctrina del estado de emergencia económica y financiera se debe considerar la razonabilidad en la
duración de la restricción de los derechos constitucionales de los ciudadanos, en estos casos a la propiedad, a
peticionar ante la Justicia (20), etc. En tanto esa limitación ha tenido lugar atendiendo a una situación de hecho
(21) de tal envergadura que obligaba a ponderar intereses y conforme a ello resguardar en tal suspensión de
garantías una finalidad social tendiente al Bien Común y a la pervivencia de la Nación. No obstante superada la
gravedad de tal escenario o no subsistiendo las condiciones que le conferían ese tenor, lo ajustado a Derecho y a
buen gobierno es remover las reservas a tales derechos y garantías de la población. Ello responde a ser
consecuentes con la noción suprema de que ningún derecho es absoluto, ni siquiera puede ser irrestricto para el
Estado, caso contrario estaríamos constantemente frente a una gobernanza dictatorial en el sentido romano de la
intervención. De modo que la razonabilidad implica evaluar el real transcurso del tiempo y las mudanzas en el
status quo económico‐social desde la promulgación de las mismas hasta la actualidad y si la aplicación de tales
términos al caso concreto es proporcional a la télesis de la norma cuestionada y a los bienes que se proyectó
resguardar. Lo que equivale a justipreciar la vigencia actual de estas leyes, reconocerlas en definitiva obsoletas y
arbitrarias, en tanto continúan operando hoy sin causa que las sustente y sobre la base de una relación asimétrica
de poder.
VII. Sobre la Legitimación.
En palabras de Toricelli, referimos el estado actual de la cuestión "ya no se puede impedir el acceso al proceso de
quien no ostente un interés directo y excluyente (22)". Se exige naturalmente legitimación adecuada en el
accionante y también en aquel que se presume interesado en la resolución del pleito (23). En el ejemplo que se
exhibe, la legitimación activa corresponde al particular y la legitimación pasiva al Estado en razón de ser los
funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas los que lesionan, restringen... construyendo así un estado de
incertidumbre para el justiciable que se ve burlado en su buena fe.
VIII. Vía más Idónea.
En razón de su designio preventivo la vía (24) más adecuada para incoar ADI exige extremos menos difíciles de
probar en comparación con el recurso de Amparo. En función de la no desnaturalización de los remedios legales,
siempre que se trate de arbitrariedad manifiesta en los supuestos del artículo 43 de la C.N. se ha de estar por la
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admisibilidad de la tramitación por Amparo (25). Se entiende que este recurso excepcional tiene su razón de ser en
el resguardo inmediato, informal y efectivo de las garantías violentadas. En los demás casos, de no demostrarse
sumariamente la ilegalidad o arbitrariedad manifiesta corresponderá dar curso al trámite, ante el estado de
incertidumbre, conforme los jueces consideren apropiado, ya por ADC o por proceso sumario.
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