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Instituto Tecnológico de Costa Rica

Escuela de Ciencias del Lenguaje

La desigualdad de oportunidades laborales entre hombres y


mujeres, en el campo laboral de Ingeniería en Construcción, en
Costa Rica

Ensayo de Base Bibliográfica

Elaborado por:

Jostin Cerdas Álvarez


2021017016

Lauren Segura Morales


2021579449

I Semestre, 2021
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Tema: La desigualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujeres, en el campo


laboral de Ingeniería en Construcción, en Costa Rica.
I. Introducción
A. Presentar el tema. (Navarro, A.E., Román, O., M., Infante, P.M., 2016).
B. Justificar el tema. (Álvarez, M., Kral, K., Preciado, F., 2015).
C. División del desarrollo.

II. Desarrollo
A. ¿Qué es la desigualdad laboral?
1. Descripción del concepto (Pérez, E., Prieto, C., 2013)
2. Desigualdad laboral en el área de Ingeniería en Construcción (Rosero, O., 2019)

B. La perspectiva de género en la educación.


1. Factores que intervienen en la decisión de una mujer para estudiar una carrera de
Ingeniería. (García, P., 2002)
2. El incremento de interés por parte de las mujeres en la participación de las carreras
de Ingeniería en la actualidad. Panaia, M. (2014).

C. La mujer en el área de la Ingeniería en la actualidad.


1. Barreras que enfrentan las mujeres para ingresar y permanecer en el mercado laboral
de la Ingeniería. (Ríos, A., Román, M Traverso, J., 2013)
2. Las mujeres de Costa Rica presentes en las Ingenierías. (Núñez, M. 2019)

D. El crecimiento y aportes de mujeres en el área de ciencia y tecnología.


1. Mujeres costarricenses y su aporte a la ciencia y tecnología (Bruce, J., Monge, A.
2018)
2. Crecimiento de mujeres ingenieras en Costa Rica (Chinchilla, N. 2017)

III. Conclusión
A. Resumen
B. Propuesta para dar solución al problema. (Carretero, L., 2015)
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La desigualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujeres, en el campo


laboral de Ingeniería en Construcción, en Costa Rica

"Hasta que no tengamos igualdad en educación, no tendremos una sociedad igualitaria."


Sonia Sotomayor

Este proyecto corresponde al ensayo de base bibliográfica del curso Comunicación Escrita.
El tema que se desarrollará es “La desigualdad de oportunidades laborales entre hombres y
mujeres, en el campo laboral de Ingeniería en Construcción en Costa Rica.” Se evidenciará
la desigualdad de género que existe en el área de Ingeniería en Construcción y cómo esta
situación afecta en la decisión de una mujer. Además, se expondrá un caso de una dama que
fue víctima de diferencia de género en la rama de la ingeniería, sin embargo, esto no fue un
obstáculo para el desarrollo de sus metas.

A través de la historia, ha existido un pensamiento muy marcado en la sociedad, acerca de la


escogencia de una carrera universitaria por parte de la mujer. Específicamente, en el área de
ingeniería se acostumbra a ver en su mayoría el género masculino. Sin embargo, hay mujeres
que sí optan por estudiar ingenierías. Pero, curiosamente algunas mujeres optan por escoger
una rama de la ingeniería, que está marcada por la sociedad como una rama donde solo se
suelen observar hombres y esta es el área de la construcción.

Muchas mujeres están optando por estudiar carreras relacionadas con la industria de la
construcción, pero no se puede ignorar el futuro de estas mujeres después de que adquieran
el título universitario. Acaso se han cuestionado las preguntas, ¿Existe desigualdad entre un
hombre y una mujer en esta área? De acuerdo con Navarro et al (2016) “la presencia de la
mujer en la actividad industrial es baja y aún lo es más en la industria de la construcción.”
(p. 104), dicho esto, muchos reclutadores se podrían aprovechar de la situación, y contribuir
a la desigualdad de género, pero esto será un tema del cual hablaremos más adelante.

La desigualdad de género ha estado presente en distintos ámbitos, principalmente en el


académico y laboral de los cuales abordaremos. En la actualidad, como mencionan Álvarez
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et al (2015) las mujeres no se limitan a buscar una profesión con los roles asignados por la
ciudadanía, sino que su elección se ve reflejada por medio de sus intereses, pues no tiene
importancia pensar si una carrera es femenina o masculina. (p.46). No obstante, los
estereotipos siguen vigentes, pues la presencia femenina en el área de la ingeniería
(principalmente en construcción) no es un tema de interés para la sociedad.
Una parte de la sociedad indica que es considerable aumentar la participación de las mujeres
en carreras de ingeniería para evolucionar el pensamiento machista, aunque esta participación
sí existe como lo afirma Álvarez et al (2015) “es importante conocer cuál es la experiencia
de esas mujeres, cómo enfrentan el proceso de adaptación a la cultura de ingeniería, cómo
socializan en un campo tradicionalmente masculino y cómo es el ambiente institucional de
las ingenierías para ellas” (p.47), esta deducción demuestra que, se desconocen las barreras
que pueden presentarse en el trayecto académico y profesional de la mujer.

En este ensayo se explicará el concepto de “desigualdad laboral” y se comentará acerca de


las desigualdades laborales presentes en la Ingeniería en Construcción. Asimismo, se
presentarán los factores que intervienen en la decisión de la mujer cuando decide estudiar
una carrera relacionada a la ciencia y tecnología, sumando a esto el incremento en la
actualidad de la participación femenina en esta área. Además, se expondrán las barreras que
enfrentan las mujeres para ingresar y permanecer en el mercado laboral, su participación y
aportes. Finalmente se considerarán unas sugerencias para reducir las desigualdades
laborales en esta área.

Pérez y Prieto (2013) mencionan que la desigualdad laboral es una “diferencia que no se
puede justificar por una distinta aportación de valor en el desempeño de un trabajo y que solo
puede ser explicada en función del sexo de la persona que lo realiza.” (p. 114). Esta diferencia
injustificada es creada por la sociedad, pues la desigualdad no es más que una idealización.
La distensión laboral empieza desde la decisión de las empresas, ya que se centran más en el
sexo que en las destrezas que posee una persona. Visualizan a la mujer como un ser incapaz,
y frágil que no podrá realizar una función que está idealizada para un hombre.
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La desigualdad laboral está presente en distintas áreas, pero en la mayoría de los casos, la
mujer es la víctima. Por consiguiente, se pueden plantear las siguientes preguntas, ¿Cómo
vive una mujer la desigualdad laboral en el área de la construcción? ¿Será que se presencia
en mayor medida la desigualdad laboral? Se debe recordar que el área de la construcción ha
sido un campo fuertemente tachado por la sociedad, donde se cree que solamente se
observarán a hombres en esta labor.

Las personas que son parte de esta área se desenvuelven en diferentes labores, ya sea campo
abierto, o campo cerrado como las oficinas. A pesar de que, si hay mujeres en labores
relacionadas con la construcción y específicamente, en el área de la ingeniería resulta extraño
ver a una mujer en una labor de campo abierto. Como menciona Rosero (2019) “(...)las
ingenieras por su condición de género son convocadas con frecuencia a ocupar como algo
natural y cotidiano, lugares secundarios que las invisibiliza al tener baja valoración social”
(p. 169), donde las mujeres no tienen participación directa con la obra.

En el campo laboral de Ingeniería en Construcción, se suele convivir en un ambiente


machista, pues los obreros poseen un carácter intolerante que debe ser controlado por un
supervisor. Comúnmente se ve relacionado el término “jefe” con lo masculino, pues según
los estereotipos demuestra autoridad, de acuerdo con Rosero (2019) el hombre es visto con
“normas de saber y poder que bajo estrechas relaciones de interdependencia ponen en
evidencia la existencia de un contexto jerarquizado a partir del género, con claras ventajas
para lo masculino” (p. 170), por esta razón las mujeres ingenieras conviven con estas
desigualdades en su ámbito laboral.

Antes de proponer una solución a esta problemática, se deben percibir cuales son los factores
que causan un bajo porcentaje de mujeres en las carreras de ingeniería. La influencia que
posee la educación genera una base de estereotipos que desvincula a la mujer de la ciencia y
tecnología. Lastimosamente, la sociedad se ha encargado de minimizar la vida académica de
la mujer, ya que un factor principal es la desconfianza educativa que algunas mujeres poseen,
pues se creen incapaces de dominar la dificultad de ciertos cursos en la rama de ingeniería.
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Los factores que influyen en una mujer en la elección de una carrera universitaria no
solamente son factores externos a su hogar, sino que también existen circunstancias internas
que influyen bastante en esta importante decisión. Las dificultades pueden parecer mínimas
para los padres, pero son obstáculos que pesan a la hora de que la mujer tome decisiones.
Desde que la mujer está en su período de la infancia, ya hay impedimentos que empiezan a
ser determinantes en la vida de la mujer.

Antes de empezar a hablar de los factores que influyen en una mujer a la hora de decidir si
estudiar ingeniería o no, se puede cuestionar la siguiente pregunta ¿Quién determina el color
de ropa que debe usar una niña el día que nace? Generalmente, se acostumbra a observar a
un niño vestido de azul y una niña de rosado. Las personas que determinan el color de ropa
de un bebé recién nacido son los padres, pero lo hacen inconscientemente, por su parte ellos
siguen una tendencia que proviene de años atrás. El color azul es un tono más fuerte que el
rosado. Se puede concluir que desde que un niño nace, ya se clasifica cual es el género más
fuerte y el más débil.

De acuerdo con García (2002) “(...)a los hombres se les dan herramientas de juguetes,
mientras que a las mujeres “juegos de té”. Aparejado a esto va la idea de que las mujeres no
tienen fuerza y son frágiles, como parte de la educación en la que crecen” (p. 100), el objetivo
de los padres es que el niño se divierta, pero esto puede generar la idea al niño de que es más
fuerte que una niña por el tipo de juguetes que utiliza. En la infancia también influyen las
fábulas que miran, el tipo de videojuegos que juegan, y un sin fin de situaciones que desde
la niñez ya van creando una clasificación muy marcada entre los géneros.

En la etapa de adolescencia donde una joven está cursando su último grado de colegio,
normalmente en ese periodo ella le comunica a sus familiares que carrera universitaria desea
elegir y cuando se menciona la carrera de ingeniería en construcción los familiares realizan
comentarios muy negativos, según García (2002) “(...) “se nos van a romper las uñas y a
ensuciar la ropa” cuenta mucho en la elección. Aunado a ello está el tener contacto o dirigir
una cuadrilla de albañiles: “Sienten que nos pueden faltar el respeto al estarte rozando con
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esas personas.” (p. 100), todos estos comentarios pueden cambiar la decisión de la mujer
acerca de su futuro.

A pesar de los estereotipos marcados por la sociedad y la poca relación que tiene la mujer en
la ingeniería, en la actualidad existe un incremento de participación en ella. Sin embargo, el
estudio en la incorporación del género femenino en la ingeniería es muy escaso y
principalmente en Costa Rica. En contraste con lo anterior, el Instituto Tecnológico de Costa
Rica (ITCR) y su enseñanza superior ha colaborado en la inclusión de la mujer en el área de
la ciencia y tecnología, “se ha dado a la tarea de aumentar el ingreso de mujeres y mejorar su
permanencia en las carreras de Ingeniería; contribuyendo a uno de sus fines: aportar a una
sociedad más justa” (Chinchilla, 2017, párr. 2).

Este incremento de participación se ve reflejado gracias al cambio en la formación y empleo.


Pues, los años han transcurrido y la mentalidad de las personas ha evolucionado, por lo que
conlleva a una sociedad un poco más equitativa. Ahora la educación no busca a un
profesional en específico, como lo afirma Panaia (2014) “más allá de formar las capas
dirigentes y profesionales de la sociedad, están destinadas a construir conocimiento que
beneficie a la sociedad como totalidad” (p. 23), sin importar el género, actualmente un
profesional significa ser una persona que sirva y favorezca a la ciudadanía.

Al surgir este cambio de perspectiva, las mujeres en la actualidad que deben de tomar la
decisión de elegir su carrera universitaria, ya no se limitan a carreras que anteriormente
estaban vistas solo para los hombres. Como se mencionó anteriormente, uno de los mayores
factores es la influencia de la sociedad y al disminuir esta, incrementa el interés en el área de
ciencia y tecnología. Además, las demandas profesionales también incrementan, esto
proporcionándoles ofertas laborales, que antes ni siquiera existían para las mujeres. Esta
suma de interés impulsa a nuevas generaciones, pues ven como inspiración y motivación a
las ingenieras de la actualidad.

Bisang (1994) en Panaia 2014 argumenta que una institución relacionada con la ciencia,
técnica y tecnología “hace un aporte social inferior al deseado, por lo que existe una
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percepción generalizada acerca de que tales problemas tienen relación con los aspectos
organizacionales del conjunto de estas instituciones” (p. 24). No obstante, este no es el caso
del ITCR, puesto que sí existe la equidad en sus carreras universitarias debido a que brinda
las mismas condiciones académicas a sus estudiantes, sin importar el género o condición
económica. Por lo que la argumentación anterior no aplica para todos los centros
universitarios.

Como se mencionó anteriormente, no se puede ignorar el futuro de una mujer recién graduada
de ingeniería en construcción, ya bien se sabe que la sociedad ha adquirido estereotipos muy
marcados entre hombres y mujeres. Por lo que el panorama no cambia mucho a la hora que
una mujer busca empleo, generalmente los reclutadores también crecieron con ideas donde
el hombre es el único capaz de ejercer una ingeniería de la mejor manera.

La Ingeniería en Construcción es un área donde el trasladarse es fundamental, ya que las


obras pueden ser en diferentes partes del país y es bien notorio que Costa Rica es un país en
desarrollo por sus proyectos de obras de construcción fuera del Gran Área Metropolitana. En
adición con lo anterior, una mujer casada y con hijos no será tomada en cuenta por un
reclutador, ya que la mayoría de las ofertas de trabajo ese requisito es indispensable y
consideran que una mujer no tendrá disponibilidad de trasladarse, ya que tienen que estar
pendientes del hogar y la familia.

Algunos de los factores que toman en cuenta los reclutadores es la práctica, de acuerdo con
Ríos et al (2013) “Al ser la experiencia el primer requisito exigido, y al tener los hombres
más experiencia que las mujeres, el hombre siempre parte con ventaja en un proceso de
selección y sigue acumulando experiencia.” (p. 95), a las mujeres que tienen poca o nada de
veteranía les resulta más difícil conseguir un empleo, siendo la mayor parte de hombres que
son egresados de alguna ingeniería. Es extraño que una mujer sin experimentación tenga que
competir en el proceso de selección con un hombre con varios años de capacitación.

Cada día más mujeres optan por estudiar Ingeniería en Construcción, pero cuando son
egresadas se encuentran con otra realidad, donde la desigualdad de oportunidades aún sigue
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presente. Como lo menciona Ríos et al (2013) “Por ser la experiencia el criterio de selección
que impera. Si este criterio no se modifica o se compensa con otros, las mujeres siempre
tendrán menos experiencia que los hombres.” (p. 98), las empresas pioneras en el área de la
construcción, deben hacer inclusión de más mujeres en sus puestos de trabajo, para que haya
una igualdad entre ambos géneros.

Anteriormente se mencionaba que el Instituto Tecnológico de Costa Rica es partícipe de la


inclusión femenina en la ingeniería, por otro lado, la Universidad de Costa Rica (UCR) no se
queda atrás, esta gran universidad, aunque no posee una extensa variedad de carreras
relacionadas a la ciencia y tecnología, también apoya a las mujeres en esta área. Nuñez (2019)
menciona que la UCR ha creado un proyecto llamado “Mujer en la Ingeniería” con el fin de
impulsar a la mujer que se encuentra en este campo y a la que aspira ingresar a ella. Su
principal objetivo es llegar a zonas rurales donde tristemente los estereotipos académicos
siguen presentes.

La creación del proyecto “Mujer en la Ingeniería” se basa en informar sobre esta área y
deconstruir pensamientos machistas, por lo que su estrategia es visitar centros educativos
(principalmente rurales) deseando brindar una información clara y concisa para las niñas y
adolescentes “Buscamos que conozcan qué se hace en cada una de las ingenierías, los
diversos ámbitos en que se pueden desenvolver y cómo impactamos a la sociedad
costarricense y mundial, de manera que puedan tomar su decisión de carrera con mayor
criterio, y sepan que son áreas con espacio abierto y de gran potencial para las mujeres.”
(Salas en Núñez, 2019, párr. 14).

Las estudiantes de ingeniería que informan mediante charlas son participe del incremento de
la intervención femenina en la ingeniería, como menciona Salas en Núñez (2019) pues
motivan y empoderan a las mujeres mostrándoles confianza en sí mismas y demostrándoles
que son capaces de realizar cualquier acción o trabajo que se les presente en el ámbito laboral
y académico. Es por esta razón que es necesario crear conciencia y demostrarles a las futuras
estudiantes universitarias que una carrera del área de la ingeniería no es una barrera.
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En el caso de Ingeniería en Construcción, como se mencionó anteriormente, se idealiza que


es una carrera única para hombres por las labores que conlleva, como estar trabajando bajo
el sol o en terrenos que formen barro, en vista de que las mujeres son vistas como personas
delicadas, no obstante, es un mito, puesto que tanto las mujeres como los hombres están
capacitados para realizar cualquier actividad laboral. La participación femenina en la
ingeniería es fundamental como la del hombre, no se debe de crear separaciones en las
actividades laborales, pues esto genera disgusto y desconfianza en la persona.

Como se ha mencionado anteriormente, muchas de las mujeres que son parte de las ramas de
ingeniería, no presentan las mismas igualdades laborales o las hacen sentir incapaces de
ejercer una carrera de alto nivel de dificultad como esta. Sin embargo, en Costa Rica hay
mujeres que han dejado en alto el país, debido a los significativos puestos de trabajo que hoy
en día ocupan, además de los importantes aportes que han realizado en la ciencia y en la
tecnología. Sumado a esto, se genera una clara visión que las mujeres no deben de ser
subestimadas, ya que, también son capaces de hacer excelentes aportes en estas áreas.

Un ejemplo de ello es la ingeniera costarricense, Sandra Cauffman, que ha dejado muy en


alto el poder femenino en nuestro país. Además, Sandra Cauffman, en algún punto de su vida
llegó a ser parte de las desigualdades que enfrentan las mujeres y otro factor como la pobreza,
pero esto no fue motivo para renunciar a sus sueños así que, tomó la decisión de seguir
adelante para lograr sus metas y objetivos, haciendo caso omiso a los malos comentarios.

Sandra Cauffman es una ingeniera costarricense que estudió Ingeniería Eléctrica y Física y
en algún punto de su vida sufrió de desigualdades, como lo mencionó Sandra en Bruce y
Monge (2018) “(...) ingresé a la Universidad de Costa Rica, en donde quería estudiar
Ingeniería eléctrica, pero el guía me dijo que como era mujer era mejor que estudiara
Ingeniería industrial, donde había más mujeres.” (p.18). Sandra ha demostrado con sus
logros que es una simple creencia de la sociedad, no tiene fundamentos para creer que una
mujer sea más incapaz que un hombre en el área de la ciencia y tecnología.
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Sandra estudió por tres años y medio ingeniería industrial en Costa Rica, pero después emigró
a Estados Unidos, en ese país concluyó sus estudios como Ingeniera Eléctrica y Física. Estaba
cada vez más cerca de cumplir una de sus metas, que era trabajar en la NASA. Sandra en
Bruce y Monge (2018) “(...) empecé a trabajar como contratista para la NASA el 1 de febrero
de 1988, en una compañía llamada Engineering and Economics Research Systems (EER
Systems). Mi carrera como empleada de la NASA empezó el 11 de febrero de 1991.” (p.17).

Sandra apoya a muchas jóvenes costarricenses a estudiar carreras relacionadas a la ingeniería,


debido al bajo número de mujeres estudiantes de ingeniería, como lo menciona Bruce y
Monge (2018) “(...) invitó a colegiales costarricenses y a una estudiante de ingeniería química
de la Universidad de Costa Rica al lanzamiento de un satélite de la NASA en Cabo
Cañaveral.” (p.17), ese tipo de invitaciones es una fuente de motivación para que muchas
jóvenes decidan dar el paso y estudiar ingeniería.

A pesar de las brechas de género presentes en la ciencia y tecnología, cada vez, la


intervención de mujeres aumenta, en el ITCR se ha realizado un gran trabajo por generar más
de esta participación como menciona Chinchilla (2017) “se quiere trabajar en un plan de
acción para atracción de mujeres en ingeniería (...) se va a buscar a ingenieras graduadas del
TEC que tengan puestos importantes o que estén realizando trabajos de interés nacional que
sirvan como modelos de atracción.” (párr. 13). Además de crear este sistema de atracción, se
debe de analizar cómo está el ámbito laboral y cuáles son los obstáculos que presentan las
mujeres.

Como se mencionó anteriormente, la UCR creó un proyecto que incita a las mujeres a
participar en la Ingeniería, su método de información es por medio de charlas y la utilización
de las redes sociales. En su página de Facebook comparten testimonios de mujeres que están
abordadas en el ámbito laboral de la ingeniería, como es el caso de Méndez, M. [Mariana].
(2021, abril 6) profesional en Ingeniería Civil, ella menciona que “las mujeres hacemos
ingeniería con esfuerzo y dedicación. Los problemas los resolvemos utilizando el ingenio y
los conocimientos adquiridos para irle dando forma y evolución a las soluciones que
planteamos.”
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En Costa Rica hay muchas mujeres que, como Mariana Méndez, realizan su trabajo con
mucho esfuerzo, esto sin importar que existan desigualdades académicas o laborales. Es
necesario como sociedad desintegrar las brechas de género, pues hay una gran población
femenina que está interesada en la ciencia y tecnología, sin embargo, no deciden arriesgarse
en esta área por el sexismo y desigualdad que existe. Al evolucionar los pensamientos que
genera la ciudadanía, no solo las mujeres se verían favorecidas, sino toda la población en sí,
porque entre más científicos/as existan, mayor serán los aportes que beneficiarán la vida
humana.

En resumen, en el área de las ingenierías se acostumbra a observar más hombres que mujeres.
Sumado a esto, la mayoría de las mujeres optan por escoger una rama de la ingeniería, que
está marcada por la sociedad como un campo donde solo se suelen observar hombres, y esta
es el área de la construcción. Por otra parte, no se puede ignorar el futuro de estas mujeres
después de que adquieran su título universitario debido a que, la desigualdad de género ha
estado presente en distintos ámbitos, principalmente en el académico y laboral.

La desigualdad laboral se presenta en distintas áreas, pero en la mayoría de los casos, la mujer
es la víctima. En el campo profesional de Ingeniería en Construcción, se suele convivir en un
ambiente machista, pues los obreros poseen un carácter intolerante que debe ser controlado
por un supervisor. Antes de proponer una solución a esta problemática, se debe percibir
cuáles son los factores que causan un bajo porcentaje de mujeres en las carreras de ingeniería.
Por otra parte, la educación genera una base de estereotipos que desvinculan a la mujer de la
ciencia y tecnología.

Los factores que influyen en una mujer a la hora de decir la carrera universitaria no solamente
son factores externos al hogar, sino también existen factores internos en el hogar. A pesar de
los estereotipos marcados por la sociedad, y la poca relación que tiene la mujer en la
ingeniería, en la actualidad existe un incremento de participación en ella. Además, la
mentalidad de las personas ha evolucionado, por lo que conlleva a una sociedad un poco más
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equitativa. Pero, la situación no cambia mucho a la hora que una mujer busca empleo, ya que
la desigualdad de oportunidades aún sigue presente.

En Costa Rica hay mujeres que han dejado en alto el país, debido a los importantes puestos
de trabajo que hoy en día ocupan. Además, se genera una clara visión que las mujeres no
deben de ser subestimadas ya que, también son capaces de hacer buenos aportes en estas
áreas. Por otra parte, el ITCR ha realizado un gran trabajo por generar más de esta
participación. Es necesario como sociedad desintegrar las brechas de género, pues hay una
gran población femenina que está interesada en la ciencia y tecnología, sin embargo, no
deciden arriesgarse en esta área por el sexismo y desigualdad que existe.

Es necesario generar un cambio ante esta situación que enfrentan muchas mujeres en su etapa
profesional, pues desfavorece su empeño y su interés por someterse al área de la ciencia y
tecnología. El primer cambio que se debe realizar es crear un entorno igualitario entre
hombres y mujeres, como Carretero (2015) lo menciona “las personas con las mismas
posibilidades, aptitudes y cualificación, pueden desempeñar su labor sin que sus condiciones
personales, como sexo, edad, raza, religión suponga un obstáculo.” (p. 68), esta condición no
debe de intervenir o afectar el desarrollo académico y profesional de ninguna persona.

Crear un ambiente igualitario es una labor muy extensa, por lo que es necesario establecer
pequeños cambios, pero ¿cómo lo pueden aplicar las empresas o áreas laborales de la
ingeniería? Carretero (2015) indica que un gran aporte a la igualdad de género en una
empresa empieza desde la selección de su personal, pues esto abre mayor participación y
conocimiento de la candidata para el puesto requerido. Otra área necesaria para generar un
contexto igualitario es en la formación que brinda la empresa, esta no solo debe ser ofrecida
para los hombres, es justo y necesario que las mujeres se capaciten y actualicen su
conocimiento.

Es peculiar observar a una mujer al cargo de un puesto muy importante y es más insólito
observar en una área de la ingeniería, pues este pensamiento es algo desigualitario, como
alude Carretero (2015) “aquellas mujeres de la empresa que por su formación, experiencia,
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competencias, actitudes y aptitudes tengan posibilidades de promocionar a puestos de mayor


responsabilidad.”(p, 72), con este argumento se puede considerar que una mujer formada
académicamente y con la adquisición del conocimiento obtiene el poder de igualitario al de
un hombre, no obstante, el género es un factor que tristemente afecta en la superación
profesional de la mujer.

Las acciones que se utilicen para suprimir la desigualdad laboral solo se regulan a esta, dado
que el mayor cambio empieza desde nuestra mentalidad y acciones. Es necesario crear un
cambio para así otorgar el derecho que tienen las mujeres al elegir su vida profesional y no
fracasar en ella. Como se mencionó a lo largo de este ensayo, la transformación debe de
iniciar desde la educación, pues este es otra área donde se presenta la desigualdad. Al
enfrentar esta circunstancia, no sólo favorecerá a la mujer, sino a toda la sociedad por crear
una revolución positiva para su desarrollo.
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Mujer en la Ingeniería UCR. (2021, Abril 6). La recepción de fotografías para el concurso finalizó

el pasado 31 de marzo, sin embargo, nos quedaron algunas sin publicar, se las compartimos.

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