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El principio de socialización procesal exige que los jueces intervengan para evitar que las desigualdades materiales entre las partes afecten la capacidad de llegar a una solución justa. Este principio busca garantizar la igualdad material entre las partes al permitir al juez tomar medidas correctivas que aseguren un proceso justo e impidan que factores como el sexo, raza o condición social afecten el resultado. El principio promueve pasar de una igualdad formal a una igualdad material entre las partes.
Descripción original:
TGP-1
Título original
Principio de socialización del proceso-TGP1- Brihan Herrera
El principio de socialización procesal exige que los jueces intervengan para evitar que las desigualdades materiales entre las partes afecten la capacidad de llegar a una solución justa. Este principio busca garantizar la igualdad material entre las partes al permitir al juez tomar medidas correctivas que aseguren un proceso justo e impidan que factores como el sexo, raza o condición social afecten el resultado. El principio promueve pasar de una igualdad formal a una igualdad material entre las partes.
El principio de socialización procesal exige que los jueces intervengan para evitar que las desigualdades materiales entre las partes afecten la capacidad de llegar a una solución justa. Este principio busca garantizar la igualdad material entre las partes al permitir al juez tomar medidas correctivas que aseguren un proceso justo e impidan que factores como el sexo, raza o condición social afecten el resultado. El principio promueve pasar de una igualdad formal a una igualdad material entre las partes.
Licenciatura en ciencias jurídicas y de la justicia
Principio de socialización del proceso
Brihan Joel Herrera González
Carné: 000110529
Teoría general del proceso
Guatemala, Guatemala, octubre 2022 EL PRINCIPIO DE SOCIALIZACIÓN
El principio de socialización procesal, exige del juez la capacidad de saber intervenir a
fin de que las desigualdades materiales que PUEDEN acompañan a los litigantes, no entorpezcan la labor de llegar a una solución justa. Como bien se ha dicho, este principio “no solo conduce al juez –director del proceso– por el sendero que hace más asequible la oportunidad de expedir una decisión justa, sino que lo faculta para impedir que la desigualdad en que las partes concurren al proceso sea un factor determinante para que los actos procesales o la decisión final tengan una orientación que repugne al valor justicia” En palabras del Tribunal Constitucional, el principio de socialización, “consiste en el deber del juez de evitar que las desigualdades materiales existentes entre las partes impidan la consecución de una decisión judicial que sea reflejo cabal de la objetividad del Derecho. En efecto, el principio de socialización procesal es una de las manifestaciones del tránsito del Estado Liberal hacia el Estado Social, de manera tal que la falacia formalista en virtud de la cual el principio de igualdad sólo adquiere plena vigencia con una conducta absolutamente pasiva y contemplativa del Estado, sucumbe ante los principios del constitucionalismo social, según los cuales, ante los múltiples factores que pueden situar a las partes en una evidente situación de desigualdad, resulta imperativa la intervención judicial a efectos de tomar las medidas correctivas que aseguren un proceso justo”. Como se puede advertir, en particular se trata de hacer realidad otro valor constitucional: el valor igualdad. Se trata de un criterio de interpretación que permite y obliga al juez a pasar de una igualdad formal a hacer efectiva una igualdad material. Indudablemente, todo debería terminar en una solución justa, pero esta será impensable si se permite que las desigualdades que traen las partes al proceso logre manifestarse en el desarrollo del mismo y en la sentencia final. Eso claramente configuraría una situación de injusticia. El Juez tiene el deber de hacer efectiva la igualdad de las partes dentro del proceso evitando que la desigualdad entre los justiciables por razones de sexo, raza, religión, idioma o condición social, etc., llegue a afectar el desarrollo normal del proceso. La igualdad entre los hombres constituye una garantía constitucional, para todas las esferas del derecho, tiene vigencia también en el Derecho Procesal Civil y se expresa en la siguiente fórmula: “LA IGUALDAD ENTRE LAS PARTES NO ES MATEMÁTICA, SINO UNA RAZONABLE IGUALDAD DE POSIBILIDADES EN EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN Y DE LA DEFENSA” CÓDIGO PROCESAL PENAL ARTICULO 7 (Independencia e imparcialidad). El juzgamiento y decisión de las causas penales se llevará a cabo por jueces imparciales e independientes, sólo sometidos a la Constitución y a la ley. Ejemplo: CPRG ART. 4 Libertad e igualdad. En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado civil, tienen iguales oportunidades y responsabilidades. La igualdad ante la ley, proclamada con carácter de derecho fundamental en la norma constitucional, consiste en que no deben establecerse excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se concede a otros en iguales circunstancias, sean estas positivas o negativas; es decir, que conlleven un beneficio o un perjuicio a la persona sobre la que recae el supuesto contemplado en la ley.”