Está en la página 1de 3

Meritocracia

En el presente texto nos muestran las injusticias cómo las discriminaciones que
han pasado muchas mujeres en sus vidas, sus carreras y en el ámbito laboral ya
que las desmeritan por sus capacidades y su sexualidad, también se puede ver
en la cotidianidad que para muchas mujeres es muy difícil encontrar un trabajo
digno o poder mantener su puesto en una empresa, que a causa de sus
necesidades son violentadas física y sicológicamente ya que aún existe el
estigma de la meritocracia hacía la mujer

Hace 45 años que vivo en pareja con un ingeniero industrial. Me cuenta que
entre los estudiantes de su promoción había una rara avis: una chica. ¿Era
bonita?, o bien, ¿era ingeniera?, las dos cosas a la vez era algo imposible.
En cualquier caso, se la consideraba una foránea: no podía formar parte del
grupo de los ingenieros, una carrera de hombres. En el curso 2014-2015
había 6.522 titulados de grado y master... de este total, aproximadamente
600 eran chicas. Un escaso 10%. (elDiario.es 2017).

Con respecto a lo anterior sigue existiendo el machismo y la meritocracia debido a


la sociedad que estipulan estos roles y brechas entre hombres y mujeres, las
cuales se generan desde la educación primaria. "Las mujeres en ciencias,
tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y el Caribe". Este, entre
otras cosas, muestra que la desigualdad entre hombres y mujeres alcanza el
ámbito económico, cultural, social y religioso.

En relación a la presencia de mujeres en el campo de las ciencias a nivel mundial,


sólo 29,3% de ellas trabaja en la disciplina y solo 3% ha obtenido un Premio Nobel
en ciencias. Si bien el estudio está enfocado en aquellas disciplinas agrupadas
como STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en inglés), las
conclusiones obtenidas no difieren de otras áreas. El estudio menciona que la baja
representación de mujeres en la sociedad puede estar atribuida a la influencia y
expectativas que ejercen los padres, los docentes y pares, en la decisión de
estudios.

Adicionalmente, sobre el rol de las mujeres en la academia señala que "las


mujeres también son objeto de prejuicios en los procesos de contratación,
ascensos y compensación y, en comparación con los docentes hombres, ellas
tienden a dedicarse más a la docencia que a la investigación".
Lo que revela este estudio no es una realidad muy lejana o exagerada.

Volviendo al tema de la meritocracia, cabe preguntarse si solo por el mérito


podríamos tener acceso a espacios en el que hoy no estamos representadas. Por
lo antes expuesto, creo que la respuesta es negativa. Por eso, creo que aún son
necesarias las cuotas de género, pese a que es un mecanismo de discriminación
positiva. Es la manera que tenemos hoy, para avanzar en igualdad y equidad de
género.

¿Qué podemos hacer? Soy de la opinión que se debería apostar por una
concepción social que reconozca la diversidad y la variabilidad humanas
como valor enormemente trascendente. Insistir en la riqueza que aportan
las diferentes identidades de género, raza, color y etnia cuando trabajan
juntas. (elDiario.es 2017).

Si bien la materialización de las cuotas de género es necesaria hoy, en el futuro


espero que sea algo irrisorio y las nuevas generaciones se burlen de esto. Se
debe aspirar a tener las mismas oportunidades desde que nacemos y que nuestro
sexo o el lugar del que provenimos -y al que aspiramos a llegar- no esté
condicionado por las discriminaciones que sufriremos a lo largo de nuestra vida.

La cultura en la que vivimos tiene una base que está centrada en el poder y voz
del varón, erigida sobre la expectativa que la misma cultura generó de los
significados de ser varón y ser mujer. Esta distinción se basa en las diferencias de
los cuerpos y a los roles que se les asignó a uno y otro, a causa de estas
características: la posibilidad de las mujeres de gestar, parir y lactar y el rol de
proveedor asignado al varón. Este podría ser el comienzo de toda una definición
de lo que significa ser varón y lo que significa ser mujer.

Las mujeres tienen una mayor representación en los roles que se están
automatizando (que son los menos calificados); no hay suficientes mujeres
entrando en profesiones donde el crecimiento salarial es más pronunciado (como
en el ámbito de la tecnología, aunque no es el único), y enfrentan el problema de
tener escaso o nulo acceso al capital financiero para emprender.
Desde el punto de vista puramente económico es una malversación no
aprovechar las potencialidades del 50% de la población que se ve
empleada por debajo de sus capacidades para una discriminación basada
en prejuicios y estereotipos. Es más, es una irresponsabilidad prescindir de
los nuevos puntos de vista, de los nuevos modos de enfoque de los
problemas y de las decisiones que pueden aportar las mujeres en todos los
ámbitos laborales y en las esferas del poder.(elDiario.es 2017).

Las mujeres luchan para mostrarle a la sociedad que ellas también pueden, que lo
que siempre estuvo en manos de los hombres ellas también pueden hacerlo, que
son competentes, que pueden administrar una casa o un país. El inconveniente es
que a los hombres no les interesa demostrar que ellos también pueden hacer las
cosas del hogar o criar a sus hijos. No quieren demostrarle a la mujer que saben
barrer, cocinar o sacar el sarro del inodoro, porque eso los rebajaría a hacer
tareas femeninas.

elDiario.es. ( 2017,20 de mayo ). la meritocracia laboral, una trampa para


las mujeres [elDiario.es]. rescatado de
https://www.eldiario.es/catalunya/dones-en-xarxa/meritocracia-machismo-
desigualdadlaboral-igualdadlaboral-diversidad_132_3390618.html

También podría gustarte