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«El Eternauta» en un dibujo de 1976 de
Solano López

La Revista latinoamericana de estudios sobre


la historieta es el órgano oficial del Observato-
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US$ sea en Cuba sea en los demás países. Fernando García,
©2002-2004 Revista latinoamericana de estu- Hernán Ostuni
dios sobre la historieta / Observatorio permanen- El Eternauta 125
te sobre la historieta latinoamericana.
© Las ilustraciones que aparecen en este número HISTORIA
son propiedad de sus autores.
Fotomecánica e impresión: Departamento técni- Cristian Eric Díaz Castro
co de la Editorial Pablo de la Torriente. La historieta en Chile (2) 153
ISSN: 1683-254X
PERSONAJES

Roberto Elisio dos Santos


Zé Carioca y la cultura brasileña 177
HISTORIETA & SOCIEDAD

El Eternauta

Fernando García, Hernán Ostuni


Investigadores de la historieta, Buenos Aires, Argentina

Resumen
Secuestrado y asesinado por sus ideales políticos, Héctor Germán Oesterheld es uno de los treinta
mil argentinos desaparecidos durante la última dictadura militar. Su obra cumbre, la historieta El
Eternauta (ilustrada por Francisco Solano López entre 1957 y 1959) puede leerse como una sorpren-
dente obra de ficción, un testimonio de la historia moderna latinoamericana y un espejo de la ago-
biante realidad que somete a la República Argentina bajo el poder del imperialismo.

Abstract
Kidnapped and murdered for his political ideals, Héctor Germán Oesterheld is one of the thirty
thousand Argentines «missing» during the last military dictatorship. His comic masterwork, El Eter-
nauta (first illustrated by Francisco Solano López between 1957 and 1959), is still reading as an ama-
zing piece of fiction, a testimony of Latin-American modern history and as a mirror of the overwhelming
reality that subdue the Argentine Republic under the power of Imperialism.

«¿Qué resistencia puede hacerse cuando crita en el sur del mundo y la mejor his-
los pocos que siguen vivos están ocupados en torieta argentina de todos los tiempos.
sobrevivir, aunque sea a costa de algún otro?» La obra, serializada como un largo fo-
Favalli, en «El Eternauta» lletín en las páginas de la revista Hora
Cero Semanal entre 1957 y 1959 1, reu-
«Lo siento... era necesario que desapare- nió al prolífico guionista Héctor Ger-
cieran... Los dejé convertir en hombres-robot
para ganar tiempo... Tenía que entender el mán Oesterheld con uno de sus dibu-
Cronomaster... Pero su sacrificio no será en jantes de cabecera, Francisco Solano
vano... Gracias a ellos podremos luchar contra López 2. La historia de Juan Salvo en-
el fuerte. ¿Qué importan unas cuantas vidas?» cuentra a la dupla autoral en el mejor
Juan Salvo, en «El Eternauta II» momento de su relación creativa, en un
estado casi empático tras la labor con-
Una cita con el futuro junta en «Bull Rockett», «Uma-Uma »
y «Rolo, el marciano adoptivo».
No es una frase hecha ni una conven- Según cuenta la leyenda, «El Eter-
ción periodística. «El Eternata» es la nata» comenzó siendo una historieta
mayor aventura de ciencia-ficción es- corta, de apenas setenta cuadros. Y ter-
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minó siendo un largo y apasionante pe- profesor universitario estatal poseedor
riplo iniciático para los autores y los de un velero? ¿Un jubilado que se dedica
lectores. Oesterheld estaba apasionado a fabricar violines? ¿Cuatro amigos que
con la idea de Robinson Crusoe, el náu- profesan hobbies y tienen tiempo libre
frago surgido de la pluma del novelista para reunirse y disfrutar, sin presiones
inglés Daniel Defoe en 1719. «“El Eter- laborales y económicas, las mieles del
nata”, inicialmente, fue mi versión del ocio creativo? Ese nivel de realización
Robinson. La soledad del hombre, ro- personal, común en 1957, no pudo supe-
deado, preso, no ya por el mar sino por rar el efecto de las nevadas mortales,
la muerte. Tampoco el hombre solo de dentro y fuera de las páginas dibujadas.
Robinson, sino el hombre con familia, Todo arranca una noche, en la casa
con amigos», escribió Oesterheld en la de un anónimo guionista de historie-
década del setenta 3. tas 5. Un hombre, a quien un filósofo del
«El Eternata», recuerda hoy Solano siglo XXI ha bautizado «El Eternata», se
López, «fue, además de una historia de materializa de la nada frente a otro
ciencia-ficción, una especie de ejerci- hombre, un laburante argentino sentado
cio de anticipación de la entrega que el en su cuarto de trabajo. Con el extraño
país iba a vivir décadas después. Creo se corporiza también una historia, la
que fue un acto casi inconsciente, tanto más fantástica que se haya escuchado.
de parte de Héctor Oesterheld como de Y en el intercambio de palabras de los
parte mía, en el contexto de los años 50, dos personajes se redimenciona el sen-
claro. Héctor era un antiperonista furio- tido de la tradición oral, el peso del diá-
so, un liberal, con ideas socialistas, de logo como pilar básico de la comunica-
izquierda -como también podía serlo ción y la importancia de resguardar la
yo, sin estar afiliados a ningún partido-, memoria como fuente de identidad.
donde más o menos todo intelectual se La voz del Eternauta trae reminis-
sitúa, con una visión popular y de justi- cencias de otro tiempo, otra noche, otra
cia social, y de comprensión de los fe- casa. Alrededor de la mesa de truco, el
nómenos históricos que obedecen a las grupo de amigos disfruta de las cosas
presiones de los países más ricos» 4. simples que ofrece la vida. Como en un
Oesterheld construye la historia desde antiguo rito tribal, las cartas están sobre
la perspectiva del ciudadano de clase la mesa. Los cuerpos distendidos. Las
media que gracias a su trabajo vive dig- mentes liberadas. Afuera de la ventana,
namente y puede proyectarse tranquilo la nevada mortal comienza a cubrir las
hacia el futuro, ya que lo respalda un calles. Los invasores han hecho su pri-
modelo de país que, aún con serios traji- mera jugada. Juan Salvo, su mujer Ele-
nes institucionales, todavía sueña con el na y su hija Martita, sus amigos Favalli,
bienestar común. Visto a más de cuaren- Lucas Herbert y Polsky descubren pron-
ta años de distancia, el presente de esos to el verdadero truco. El aislamiento.
personajes parece arrancado de la más La soledad. El hambre. La desaparición
afiebrada fábula fantástica: ¿Un empre- de todo lo conocido.
sario mediano que vive dignamente de La invasión extraterrestre es un tema
su negocio? ¿Un empleado bancario que remanido en el campo de la ciencia-fic-
llega a fin de mes con su sueldo? ¿Un ción. Desde el clásico «La guerra de los
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El Eternauta

Figura 1: Una familia tipo de clase media es la protagonista de «El Eternauta».

mundos» («The War of the Worlds», «“El Eternauta” se fue construyendo


1898) del británico Herbert George semana a semana; había, sí, una idea
Wells, el aniquilamiento de la raza hu- general, pero la realidad concreta de ca-
mana por manos alienígenas se ha da entrega la modificaba costantemen-
transformado en un subgénero literario te» 3. Este método de trabajo y la exten-
más que en una premisa argumental. El sión final de la obra, posibilitaron que
gran mérito de Oesterheld y Solano Ló- se fuera construyendo en grandes blo-
pez reside en haberlo hecho funcional, ques temáticos.
interesante y creíble durante dos años, La primera de estas secuencias remi-
trasladando a nuestra geografía y nues- te directamente a la «situación Robin-
tras costumbres el concepto de la aven- son» señalada por Oesterheld. La su-
tura anglosajona por excelencia. perviviencia se instala como eje central
«El Eternata» no es una historieta ar- de la historia, inscripta en la tradición
gentina sólo por estar realizada en el del cine de ciencia-ficción de la era ató-
país. Hay un lenguaje, un tiempo narrati- mica, con la raza humana enfrentada a
vo, una concepción física e ideológica durísimas condiciones externas. En to-
de nuestro rol en el mundo que la ubican do este primer tramo, la nevada mortal
definitivamente en estas tierras. Contri- parece un desequilibrio climático pro-
buye a fijar aún más la trascendencia na- vocado por la mala utilización de los
cional de la historia el hecho de que los descubrimientos científicos, una situa-
acontecimientos se produzcan en luga- ción de maléfica belleza que cobraba
res y zonas reconocibles para el lector: mayor verosimilitud al contar con un
Las barrancas de Belgrano, la cancha de antecedente real que apoyaba el hecho
River Plate, la línea D del subterráneo. ficticio 6.
La elección del continuará como sis- Los protagonistas excluyentes de la
tema narrativo prefigura una aventura trama son la familia de Juan Salvo, pe-
de posibilidades abiertas a los cambios queño industrial dueño de una fábrica
internos y externos. Dice Oesterheld: de transformadores, el profesor uni-
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Figura 2: Los Manos, víctimas de los Ellos y victimarios de los humanos.

versitario y físico Favalli, el tornero Argentina se encuentra gobernada por


Pablo, el bancario Lucas Herbert y el el general Pedro Eugenio Aramburu,
jubilado Polsky, siendo estos últimos impuesto en el poder por grupos milita-
las dos primeras bajas que recibirá el res marcadamente antiperonistas como
grupo humano 7. reemplazo del general Eduardo Lonardi,
Durante la segunda entrega de la sa- que encabezó el golpe de estado contra
ga, un noticiero radial aclara la situa- Juan Domingo Perón en 1955. Más allá
ción al brindar el siguiente boletín in- del aislamiento como posible metáfora
formativo: «Formidable explosión ató- del cese de las libertades individuales
mica en el Pacífico... contra lo que se bajo la dictadura, la realidad del país to-
había anunciado... los Estados Unidos davía no alcanzó a colarse por entre los
han continuado haciendo ensayos ató- visillos del chalét del Eternauta.
micos... un accidente acaba de revelar- El primer giro argumental importan-
lo: El estallido de una bomba atómica te se produce con la salida al exterior de
de nuevo tipo ha producido incalculable Salvo, Favalli y Pablo, después del inci-
cantidad de polvo radioactivo... Despla- dente con el asesino de Lucas. El des-
zada por el viento, la nube radioactiva censo de dos esferas luminosas recor-
avanza a gran velocidad hacia el sud tando la tranquila noche bonaerense
oeste». En el resultado final, si bien no dispara la historia hacia otro contexto,
se realizaban lecturas políticas explíci- el de la invasión alienígena. Conscien-
tas del hecho, América del Sur resulta- tes por vez primera de que están siendo
ba perjudicada por el accionar del go- atacados por una raza del espacio exte-
bierno estadounidense. rior, los personajes quedan atrapados
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El Eternauta
en el género bélico, que se estructura último reportaje, «pocos lo han marca-
definitivamente como tal con la apari- do pero es así, el héroe principal es
ción de los soldados del Ejército que Franco, un obrero» 10.
vienen a reclutar a los hombres. El planteo de Oesterheld expresa la
En este quiebre 8, la historieta se en- necesidad de una alianza de clases para
cauza en su camino definitivo hacia el la solución de los problemas naciona-
mito. El leitmotiv se transfiere de la su- les. Todos juntos, los sectores medios,
pervivencia a la resistencia. En este caso, la clase obrera, los militares y los inte-
contra el invasor alienígena. O leído de lectuales podrán encontrar la salida via-
otro modo, la resistencia de los que me- ble y necesaria, frente a una cambiante
nos tienen contra el poder establecido. realidad de proporciones imposibles de
A partir de este momento, la estruc- mensurar (la destrucción, la muerte, la
tura básica de «El Eternata» remite a la pérdida inevitable frente a un enemigo
concepción clásica de epopeya: provisto de mayores capacidades tec-
«Extenso poema narrativo que refiere nológicas y bélicas). En Argentina real
acciones heroicas. Suele protagonizarlo esta idea prácticamente coincide con la
un sólo héroe y posee a menudo un in- propuesta social sostenida por el desa-
tenso carácter de afirmación nacional. rrollismo de Arturo Frondizi, presiden-
[...] Ofrece como rasgo peculiar la in- te electo tras los comicios del 23 de fe-
tervención constante de personajes y de brero de 1958.
prodigios sobrenaturales. [...] Conjunto La historieta comienza a segmentar-
de hechos dignos de ser cantados por la se en pequeñas escaramuzas que van
épica. Acción realizada con muchos su- subiendo de tono a medida que pasan
frimientos y dificultades» 9. La única las páginas: la batalla de la General Paz,
diferencia fundamental entre «El Eter- el combate de la cancha de River, la mi-
nauta» y la epopeya antigua descansa sión en Barrancas de Belgrano, la de-
en la utilización del héroe colectivo, rrota de Plaza Italia, la fuga por los tú-
por sobre la tradicional figura paterna- neles del subte D, el avance desespera-
lista del héroe único y todopoderoso. do por las calles del centro hasta la Pla-
En este marco, no es casual que la re- za de los dos Congresos, el bombardeo
sistencia al invasor quede conformada atómico sobre Buenos Aires y la trampa
principalmente por hombres comunes, mortal en la zona de Pergamino. A los
de clase media, trabajadores, pequeños supervivientes Juan Salvo y Favalli se
empresarios, profesionales y suboficia- les unen el periodista Ruperto Mosca y
les del ejército. Tampoco es casual que el fundidor Alberto Franco 11, encarga-
el ejercicio del liderazgo se vaya alter- do de hacer avanzar la acción durante
nando entre los distintos personajes, de uno de los trechos más importantes de
acuerdo con las capacidades innatas o la historia.
adquiridas de ellos. Establecida casi co- El costado fantástico de la obra se
mo una conducta reiterada, la responsa- puebla de criaturas extraterrestres: los
bilidad por la toma de las decisiones Cascarudos, los hombres-robot, los
trascendentales recae prioritariamente Gurbos y los Manos. Cada vez que se
en el más humilde del grupo. En «El presenta una de estas razas, los huma-
Eternata», recordará Oesterheld en su nos creen estar frente al invasor, al cau-
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sante de todos sus males. La realidad peronismo y las Fuerzas Armadas del
les demuestra lo contrario. Sus opreso- mismo lado. No pudo ser. Los militares
res directos también son víctimas de un eligieron. Y Oesterheld también.
mal mayor, invisible y omnipresente: Para muestra basta un botón, dicen.
Los Ellos, verdaderos señores feudales En la década del 50, la marcha del ejér-
del espacio exterior, definidos por un cito de la resistencia frente a las instala-
mano moribundo como el «odio cósmi- ciones de la Escuela Superior de Mecá-
co», no aparecen representados como nica de la Armada (ESMA) funcionaba
personajes físicos, sino como la encar- como un dato de color local que le agre-
nación abstracta del concepto de tira- gaba mayor dramatismo a la sensación
nía, crueldad y maldad. de realidad que construía la historieta.
En este sentido, «El Eternauta» se Conociendo los hechos que acaecieron
abre de lleno a planteos humanistas y después, tanto a Argentina como a Oes-
los expone de manera poética. La ex- terheld, ¿puede seguir leyéndose de la
plotación de unos seres vivos por otros, misma manera esta secuencia?
como método de imposición de un or- En los últimos tramos, el guión pue-
den político y social, sin importar las de resumirse en un escape desesperado
consecuencias, se corporiza en la figura hacia adelante de Juan Salvo. La reu-
de los Manos, una raza pacífica a la que nión con Elena y Martita. El sacrificio
los Ellos han llegado a dominar tras ha- de Favalli, Franco, Mosca y Pablo. El
berle implantado una glándula del te- providencial encuentro de la cosmoes-
rror que los mata si intentan rebelarse. fera y el salto final hacia su destino. La
De hecho, la escena del Mano murien- transición que va de Juan Salvo a «El
do mientras pondera las cualidades ar- Eternata».
tísticas de una cafetera de aluminio es El desenlace de la historieta abreva en
una de las más lograda de todas 12. la vertiente cientificista de la ciencia-fic-
La simbólica carga política por la ción, aquella que juega con las paradojas
que es hoy famosa la historieta funcio- temporales y los mundos paralelos para
na, en cambio, de manera retroactiva. dejar una moraleja en el lector. El encar-
«“El Eternata” es una historia que de- gado de transmitir el mensaje es el Mano
viene profecía», analiza Juan Sastu- filósofo del siglo XXI que le entrega el
rain 13. Y es cierto. El discurrir histórico nombre de Eternauta a Juan Salvo, en
argentino fue resignificando todos y ca- una de las tantas capas espaciotempora-
da uno de los contenidos de este primer les (continuum) que conforman el uni-
Eternauta, enmarcando la tarea de Oes- verso. Sentado sobre la roca de un paraje
terheld en un ejercicio creativo que roza extraño y desolado, el extraterrestre sos-
la futurología. tiene «que la lucha de tus compañeros y
Detengámonos un momento en el rol de todos los hombres que combatieron
que cumple el ejército dentro de la histo- contra la invasión, no ha sido en vano,
rieta. En esos momentos, Argentina se aunque así te lo parezca, Juan Salvo...
articulaba en el desarrollismo triunfante Porque esa lucha ha servido a todos los
nacido a los calores de la Revolución Li- que combaten contra los Ellos» 14. Es
bertadora, cuando todavía se creía posi- cierto, la única forma de derrotar al mal
ble una alianza de clases que incluyera al mayor parece ser la de unirse en pos del
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El Eternauta
bienestar común, aunque haya que so- Eternauta» en tres tomos de cadencia
portar los peores sacrificios personales mensual. Para esta edición, Julio Schiaf-
en el camino. fino realiza nuevas ilustraciones a color
El moño del regalo, la guinda de la para las portadas y se retocan los dibu-
torta perfecta es el cierre circular que jos de algunos cuadros para facilitar la
ubica la narración efectuada por el Eter- lectura lineal de la obra.
nauta cuatro años en el futuro de los Los tomos gozan de un enorme éxito
personajes. La humanidad todavía tiene comercial. Tanto, que en el editorial del
una posibilidad de escribir su historia segundo libro se anuncia su continui-
futura sin intervenciones foráneas. ¿Se- dad como revista mensual. «¡“El Eter-
rá posible? nata”seguirá publicándose! ¿Cómo se-
rá esa revista? Suspenso.... Suspenso,
Memorias de un navegante amigo lector...» 17.
del porvenir La incógnita se reveló en febrero de
1962, con la aparición del cuarto núme-
«Cuando salía originalmente (en Ho- ro de El Eternata. La revista resultante
ra Cero), yo tomaba la popularidad de presentaba historietas de ciencia-ficción
la revista no como un éxito personal, si- locales y extranjeras, cuentos cortos y
no como un trabajo en conjunto. No ha- notas periodísticas de corte científico.
bía datos que pudieran aclararnos cuál Para satisfacción de los lectores, Oester-
de las historietas que hacíamos era más held retomó las andanzas de Juan Salvo
popular, si “Randall”, o “Ticonderoga”, y desarrolló una versión novelada de su
o “El Eternata”... yo veía que la revista proyecto original para «El Eternauta II».
tenía repercusión y recién muchos años Los dos primeros relatos contados al
después, cuando vi el interés que des- anónimo guionista por Juan Salvo no lo
pertaba reeditar “El Eternata”, tuve la tienen como protagonista, sino como
prueba de que esa era la historia que ha- testigo preferencial e invisible, ya que
bía quedado más prendida en el públi- el Eternauta no muestra ningún tipo de
co» 15, aclara Solano López. participación activa o pasiva en el bom-
Este éxito inmediato del que gozó bardeo norteamericano sobre Hiroshi-
«El Eternata» fue el que decidió a Oes- ma en 1945; y en la trágica desaparición
terheld a escribir la segunda parte de su de la ciudad de Pompeya bajo las ceni-
saga. Implementada a modo de capítu- zas del volcán Vesubio en el 79.
los unitarios 16, la obra no pudo concre- A partir del tercer relato 18 las cosas
tarse por dos motivos: La emigración cambian. Juan Salvo retoma la narración
de Solano López a Inglaterra por moti- de su lucha contra los Ellos, desde el
vos laborales y la quiebra de la Editorial momento en que la abandonara en la his-
Frontera. Tras el cierre forzoso de su torieta. Ayudado por el mano filósofo, el
empresa, Oesterheld vendió las marcas Eternauta regresa a la Buenos Aires in-
de sus personajes y revistas a Editorial vadida y continúa con la resistencia.
Ramírez, que continuó publicándolas. La historia es ahora confusa y reite-
En noviembre de 1961 y por presión rativa, como escrita a las apuradas. El
de una enorme demanda popular, Ra- discurrir de las páginas no le agrega na-
mírez decide reeditar la saga de «El da a la trama original y lo único que ha-
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Fernando García, Hernán Ostuni
ce es desdibujar paulatinamente los ras- tran entre los terrestres elegidos. Ini-
gos reconocibles de los personajes. Las ciando el camino que lo llevará de testi-
acciones se desarrollan en un clima de go a protagonista activo, el anónimo
violencia extrema, que poco lugar de- guionista reconoce ser padre, aunque
jan a la poesía humanista que brotaba no especifica la cantidad de hijas que
naturalmente en la historieta. El cuerpo tiene.
principal del argumento se refiere a di-
versos enfrentamientos entre humanos, El reconocimiento del enemigo
más que entre terrestres e invasores. Se
percibe también cierto regodeo morbo- Desde que la saga novelada de Juan
so en la cíclica descripción de la bajeza Salvo quedara abruptamente interrum-
moral que puede exhibir el hombre bajo pida tras el cierre de la revista El Eter-
presiones físicas y psicológicas extremas. nata, el mundo continuó cambiando de
La novela se prolongó hasta febrero manera convulsionada. El asesinato del
de 1963 («El Eternata», n.o 15), que- presidente norteamericano John Fitzge-
dando inconclusa al desaparecer la re- rald Kennedy en noviembre de 1963, la
vista de los quioscos 19. Algunos de los resolución del golfo de Tonquín apro-
dibujantes que ilustraron los distintos bada por el Congreso de los Estados
episodios son Julio Schiaffino, Walter Unidos en agosto de 1964 (que autori-
Fahrer, José Muñoz, César Spadari y zaba al país del norte a intervenir libre y
Leopoldo Durañona. bélicamente en Vietnam), el asesinato
En esta saga novelada, el periodista y del Che Guevara en octubre de 1967 y
escritor Juan Sasturain marca cuatro eta- la primavera francesa de mayo de 1968,
pas distintas. «La primera abarca las entre otros hechos, contribuyeron a de-
aventuras en El Tigre hasta el encuentro linear el delicado equilibrio internacio-
con Favalli; la segunda, el contacto con nal de la Guerra Fría: Enfrentamiento
las tropas del capitán Timer, y los breves bipolar entre los Estados Unidos y la
enfrentamientos con el enemigo hasta la Unión Soviética como representación
partida hacia el norte; la tercera es la ex- física de la tensión existente entre dos
periencia de la llegada y el ataque a la proyectos de organización social, polí-
ciudad de Nueva York que termina con tica y económica.
la caída de Salvo y Favalli como prisio- A escala local, el período está fuerte-
neros en manos del enemigo; y la cuarta mente marcado por la proscripción del
e inconclusa, el salto al espacio exterior peronismo 22 y el fallido retorno a la
y el conocimiento de una nueva perspec- Argentina de Perón en 1966, así como
tiva, un nuevo y horroroso marco galác- por el acceso a la presidencia de la na-
tico para la guerra» 20. ción de Arturo Illia 23, que será derroca-
Este escenario es el enfrentamiento do en 1966 por el golpe de estado enca-
cósmico entre los Ellos y el Enemigo, bezado por el general Juan Carlos Onga-
raza que ya inició su colonización de la nía. Según el profesor en sociología Tor-
galaxia. Y es con la tarea de reclutar cuato Di Tella, durante estos años «las
soldados para esta guerra que los Ma- actitudes violentas estaban en aumento
nos invaden los distintos planetas 21. en todos los ambientes del país. El ejem-
Obviamente, Salvo y Favalli se encuen- plo de la revolución cubana (en el poder
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El Eternauta
desde enero de 1959) fue determinante Buena prueba de ello se percibe en los
en este sentido, pues hizo concebir a mu- personajes elegidos para la serie biográ-
chos que lo que habían tenido como una fica de importantes personalidades su-
lejana esperanza, se volvía de pronto damericanas que Oesterheld desarrolla
perfectamente real. La influencia cundió para la Editorial Jorge Alvarez durante
no sólo en la izquierda clásica, determi- 1968: Ernesto Che Guevara y Evita. Las
nando escisiones en ella, sino también dos están dibujadas por Alberto Breccia
en el peronismo, sobre todo el que había (que cuenta con la ayuda de su hijo Enri-
llevado desde 1955 la responsabilidad que en Che) y ambas son retiradas de los
de la resistencia» 24. quioscos y luego destruidas por agentes
Es decisiva en este sentido la apari- de la Policía Federal 26.
ción de pequeños focos guerrilleros en En 1969 Oesterheld retoma la idea de
Salta y del grupo Tacuara (ambos en la invasión alienígena como metáfora
1964), antecedentes políticos directos de los gobiernos dictatoriales en «El
de Montoneros. «Muchos de los hom- Astrón de La Plata», tira semanal publi-
bres y mujeres jóvenes que tomaron las cada en el suplemento de historietas del
armas en los últimos años sesenta y diario platense Gaceta de la Tarde. Di-
principios de los setenta movidos por bujado por Angel Lito Fernández y
ideales populares nacionalistas y socia- continuado por Oswal (seudónimo de
listas, habían recibido su bautismo polí- Osvaldo Viola), el resultado final está
tico en ramas de la tradicional y conser- más cerca de «Rolo» que de «El Eter-
vadora Acción Católica (AC), algunos nauta» 27.
incluso habían partido del Tacuara, ins- El 5 de mayo de 1969 un estudiante
pirado en la Falange española; muy po- cae muerto en Corrientes por la repre-
cos procedían de la izquierda, y casi sión policial. Las protestas estudianti-
ninguno había comenzado su vida polí- les en repudio al hecho se hacen sentir
tica como peronista. Más tarde, pinta- en todo el país, pero principalmente en
ron un autorretrato retrospectivo que la ciudad de Rosario, que es ocupada
presentaba el nacimiento de su organi- militarmente. El malestar social es evi-
zación como una síntesis de las corrien- dente y la gente comienza a salir a las
tes peronista y guevarista», sintetiza el calles. El 29 de mayo, la ciudad de Cór-
profesor inglés Richard Gillespie 25. doba es literalmente tomada por la clase
Para fines de la década del sesenta, obrera y los estudiantes, en repudio a
la historia de Juan Salvo ya está instala- las antipopulares medidas económicas
da en el inconsciente colectivo local co- propiciadas desde el gobierno de facto
mo la más importante épica nacional por el ministro Adalbert Krieger Vase-
popular surgida de las páginas de las re- na, pensadas para favorecer el enrique-
vistas de historietas. Y si bien no se sa- cimiento de los capitales extranjeros
be con certeza en que momento de su basándose en la explotación del prole-
vida Oesterheld pasó a formar parte ac- tariado local.
tiva de Montoneros, el tenor de algunos El mismo día que estalló el Cordoba-
de sus guiones realizados en esas fechas zo, el movimiento síndico-estudiantil
dejan bien en claro de que lado del mos- más importante de la historia de Améri-
trador estaba ubicada su ideología. ca Latina, Oesterheld y Alberto Breccia
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Fernando García, Hernán Ostuni
presentaban al público el primer capítu- Paradojas del mundo gráfico. El nú-
lo de la segunda versión de «El Eterna- mero que difunde el mensaje radial es el
ta», desde las páginas del ejemplar 201 mismo que ofrece un reportaje al políti-
de la revista Gente. co y financiero norteamericano Nelson
Aparentemente, la historia es la mis- Rockefeller, por esos días de visita en el
ma que se contó en las páginas del Hora Uruguay. Para el futuro vicepresidente
Cero Semanal. Y es cierto, en lo formal de los Estados Unidos, América Latina
la aventura se estructura de la misma «está en igualdad con otros problemas
manera que en 1957 28, pero los conteni- norteamericanos. No es una cuestión de
dos ideológicos que sustentan la trama prioridades. Simplemente estamos
han cambiado radicalmente. Las razo- preocupados y en mi país hay una de-
nes las expone el propio Oesterheld: mocracia que de pronto estima que es
«Yo mismo estaría evolucionando. más importante un problema que otro y
Estaba mucho más aclarado» 29. Si la su Congreso veta en contra de una ley
primera versión se mostraba sutil en sus de ayuda a vuestros países. Eso no po-
apuntes críticos, la segunda es directa y demos impedirlo, pues vivimos en una
contundente como un mazazo a las neu- democracia, insisto. Pero si logramos
ronas. Como una isla desierta, como la que todos entiendan bien el problema,
casa de Juan Salvo cerrada hermética- la solución y nuestra ayuda serán más
mente en medio de la nevada, las tres claras y sencillas».
páginas semanales de «El Eternata» se La historia avanza. El 30 de junio cae
divorcian de la línea editorial de Gente asesinado Augusto Vandor, Rockefe-
y se sincronizan con la realidad. ller se reúne durante dos horas con
En la ficción, la invasión se convierte Onganía en la Casa Rosada y el poder
en la soledad y el abandono de toda La- ejecutivo pone en vigencia el estado de
tinoamérica, entregada a los extrate- sitio. Oesterheld no se calla, le hace de-
rrestres por las potencias mundiales a cir a Favalli: «En verdad los grandes
cambio de su supervivencia. Dice el co- países nos tuvieron siempre atados de
municado radial al comenzar la nevada: pies y manos... El invasor era antes los
«Comandante en jefe provisional... Ne- países explotadores, los grandes con-
vada mortífera... Vasta zona latinoame- sorcios... Sus nevadas mortales eran la
ricana despiadado ataque extraterres- miseria, el atraso. Nuestros propios pe-
tre... Traición inconcebible grandes po- queños egoísmos manejados desde
tencias... Sudamérica entregada al inva- afuera... Por nuestra propia culpa sufri-
sor para salvarse... Lucharemos igual... mos la invasión, Juan. Nuestra culpa es
Por más solos que estemos y por terri- ser débiles, flojos. Por eso nos eligió el
ble que haya sido el golpe inicial... Lu- invasor». La acción a seguir es clara y
charemos igual... Sobrevivientes en la precisa: Resistir. ¿Cómo? Una posibili-
emergencia... Sacrificio». ¿Habla la ra- dad sería unirse a los primeros focos de
dio a los habitantes de la casa o es Oes- resistencia generados en Chile y Brasil.
terheld el que se dirige a los lectores? ¿El principio de la unión latinoamerica-
¿El problema es la invasión extraterres- na soñada por Simón Bolívar?
tre o el modelo socioeconómico que de- Una semana después, el hombre lle-
fiende el gobierno de facto? ga a la Luna y la revista Gente decide
134 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
levantar la historieta. Cuenta Oester-
held: «El verdadero final fue cuando lo
llamaron a Breccia, le explicaron que
había un desfasaje con lo que el público
quería y le pidieron que suavizara la co-
sa. Lo volvieron a llamar, dos o tres ve-
ces. Y él no hizo caso. No accedió a rea-
lizar las modificaciones. Y entonces se
decidió acortar “El Eternauta”. La deci-
sión del editor 30 de cortarla bruscamen-
te y poner la disculpa. Entonces yo le
mandé una carta al dueño de la editorial
diciéndole que era una falta de respeto a
los lectores lo que estaban haciendo. Y
les propuse, ya que ellos decían que era
una historieta demasiado cara, que le
pagaran a Breccia, que yo se las abre-
viaba en quince páginas más» 31.
¿La disculpa?: «En la revista tenía-
mos una gran posibilidad con “El Eter-
nauta”, una historieta que como ustedes
recuerdan, la vimos y por eso la publi-
camos. Que me disculpe Breccia, un
gran dibujante y diría artista, pero noso-
tros, en nuestra misión de lograr comu-
nicación, no debíamos habernos entre- Figura 3: «El Eternauta» por Alberto Breccia.
gado a la forma estética de su dibujo,
que por momentos es ininteligible» 32. nidad, está dividido entre oprimidos y
Breccia ya había dejado atrás su pri- opresores», define Juan Sasturain 33.
mitivo estilo y comenzaba su experi- En su último reportaje, al referirse al
mental viaje al reino de las sombras. Si tono humanista impuesto a las historie-
el dibujo de Solano López era realista, tas de corte bélico (y en especial a los
el trazo de Breccia es sugerente, traba- episodios de «Ernie Pike»), Oesterheld
jado sobre la base de climas opresivos y dice: «Seguro que ya a mí me estaba
tormentosos, agobiantes y asfixiantes, trabajando la yankifobia» 29. Para «El
que transmutan la identidad geométrica Eternauta» de Gente, ya tiene asumido
de las formas en masas puras de miedo quién es el enemigo.
y arte. Y el arte nunca es ininteligible.
Lo cierto es que la historieta se había El Eternauta que no fue
vuelto «peligrosa». En su contexto his-
tórico, «El Eternauta» había adquirido Entre 1972 y 1973, Oesterheld ideó
«un contenido casi simbólico al obrar una saga que se ensamblaba sin fisuras
sobre un mundo que no es homogéneo, tras el final de «El Eternauta», dejando
sino que, más allá de su genérica huma- sin efecto la inconclusa aventura nove-
vol. 2, no. 7 135
Fernando García, Hernán Ostuni
lada. En esta ocasión, tras tomar Bue- madas por el dibujante tras el golpe de
nos Aires, el ejército invasor avanzaba estado de 1976.
sobre la ciudad de La Plata y se prepa- Este es un período laboralmente fructí-
raba para asestar el contraataque final. fero para Oesterheld, que publica ininte-
La elección de la ciudad de las diagona- rrumpidamente en las revistas de Editorial
les fundada en 1882 por Dardo Rocha Columba (El Tony, Fantasía y
no fue casual, ya que la historieta había D’artagnan) y de Atlántida (Billiken).
sido pensada como una tira dominical a Ambas empresas suelen controlar de ma-
publicarse en el diario local El Día. nera bastante rígida los contenidos del ma-
Los principios de la década del seten- terial que editan, pero aún así el creador
ta parecen ser el momento en que Oes- del Eternauta se las arregla para bajar línea
terheld adhiere activamente a la mili- de manera solapada pero contundente.
tancia en Montoneros, que expresaba Un claro ejemplo es «El despertar de
su disconformidad con el régimen de Anubis» 34, segundo episodio de la serie
facto del general Alejandro Lanusse «Kabul de Bengala», ilustrada por un
mediante el enfrentamiento armado; y primerizo Horacio Altuna, que en la dé-
ya contaba en su haber con el secuestro cada siguiente saltaría a la fama como
y asesinato del general Pedro Eugenio el cocreador de «El Loco Chávez». En
Aramburu. la historieta, el hijo de un poderoso rey
Corrían los años en que los Estados egipcio finge su muerte para escapar de
Unidos se vieron obligados a abando- su padre, que se empecinaba en hacer
nar Vietnam y la agencia norteamerica- de él un gran guerrero. Disfrazado de
na CIA subvencionó el golpe de estado Anubis (dios de los muertos pero tam-
que derrocó al presidente chileno Sal- bién el conductor de las almas), vive
vador Allende, el primer gobierno so- una vida feliz junto con su amada, en el
cialista del continente americano vota- primitivo pueblo de las cuevas.
do por el pueblo. En la Argentina del re- Por detrás del enfrentamiento gene-
greso de Juan Perón y la corta presiden- racional típico de la historieta de aven-
cia de Héctor Cámpora, Juan Salvo co- turas ambientada en la antigüedad, el
menzaba a ser reconocido como ícono guión traza un perfil metafórico de Juan
de la resistencia frente al invasor. Y no Carlos Alsogaray, hijo del general Julio
resulta descabellado suponer que Oes- Alsogaray (comandante en jefe de las
terheld pensaba aprovechar, al máxi- Fuerzas Armadas) y sobrino del inge-
mo, el poderío comunicacional de su niero Alvaro Alsogaray. El de Juan
personaje tras la frustrada experiencia Carlos Alsogaray fue un caso emble-
de la versión de Gente. mático en Montoneros, ya que se trata-
Estas nuevas andanzas de «El Eter- ba del hijo de un poderoso militar, so-
nauta» estaban ilustradas por Lito Fer- ciólogo, amigo del padre Carlos Mugi-
nández, un historietista que descollaría ca (asesinado por la Triple A), concubi-
dos años más tarde gracias a su labor no y tildado de hippie por sus familiares
en «Precinto 56» para la revista Skor- directos. Había ingresado en Montone-
pio. Por razones que se desconocen, el ros a fines de los sesenta y para 1972
proyecto se canceló tras la confección era uno de los primeros cuadros políti-
de algunas planchas, que fueron que- cos de la organización 35.
136 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
El trabajo ideológicamente más ex- Al menos para Latinoamérica. «El anti-
plícito de este período fue «¡Guerra de guo mundo de las guerras y la atómica y
los Antartes!», serializado en la revista la miseria y los consorcios pertenece
de divulgación científica 2001, entre ahora a una prehistoria que es mejor ol-
mayo de 1970 y febrero de 1971 36. No vidar. Recién ahora empieza la histo-
casualmente, en esta obra Oesterheld ria...», concluye el protagonista.
retomó el tema de la invasión alieníge- A diferencia del tono pesimista que
na a América del Sur, nuevamente en- recorre las planchas de «El Eternauta»
tregada por las grandes potencias a co- de Gente, campea por los Antartes cier-
mienzos del 2001. La situación es simi- ta dosis de alegría despreocupada, casi
lar a la planteada en «El Eternauta» de infantil. Mucho tiene que ver con estas
Gente. Explica Mateo Ribas, sobrevi- sensaciones el dibujo de León Napoo
viente de la guerra: «La Argentina era (seudónimo de Monghiello Ricci, que
ya la gran nación soñada. Había costa- firmaba sus trabajos humorísticos co-
do tanto esfuerzo llegar. Tanta lucha, mo Napoleón), mezcla de arte pop y so-
tanto sacrificio. Una nación ejemplo, larización fotográfica.
que inspiraba a estadistas y estudiosos. Durante 1972, Montoneros ejecuta al
Y de pronto, surgiendo de la noche es- general Juan Carlos Sánchez, jefe del
pacial, la más cruel, la más injusta de Segundo Cuerpo de Ejército con sede
las invasiones. Si hubiéramos sufrido el en Rosario; dieciséis detenidos de dis-
embate con todo el resto del mundo, la tintas organizaciones guerrilleras son
amargura y la rabia no serían tantas. Pe- asesinados por un oficial de Marina en
ro las superpotencias y con ellas las de- la Base Almirante Zar de Trelew; Perón
más naciones, acataron la ley del inva- aterriza en Ezeiza y se instala, momen-
sor. Nos entregaron como prenda de su táneamente, en la residencia de Gaspar
salvación. Sudamérica, ahora Solamé- Campos; y en Córdoba, los autodeno-
rica, es encontrada indefensa ante los minados «sacerdotes tercermundistas»
todopoderosos Antartes. Los gobiernos sostienen que en el peronismo está el
de la Tierra habían aceptado que los camino para la liberación social y eco-
Antartes ocuparan ya toda Sudamérica. nómica de la Argentina.
Y los gobiernos sudamericanos, aban- El 11 de marzo de 1973, la fórmula
donados a sí mismos y sin posibilidades Héctor Campora-Vicente Solano Lima
de consultarse entre sí, acataban sin re- se impone en las elecciones presiden-
sistir la conquista que consideraban ciales con casi el 50% de los votos. A la
inevitable. La Argentina era el único asunción, realizada el 25 de mayo, con-
país no vencido». curre el presidente chileno Salvador
La razón de la invasión es práctica. Allende. Por pedido de Perón, José Ló-
Los Antartes pretenden utilizar a los te- pez Rega asume como ministro de Bie-
rrestres como generadores de energía nestar Social.
mental, porque ésta es la materia básica El 20 de junio, la fiesta popular que
para fabricar «bombas estructurales» significaba el regreso definitivo de Pe-
que les permita conquistar la galaxia. rón a la Argentina, termina en la trage-
Bien está lo que bien termina. Y dia de Ezeiza. Días después, presionado
«¡Guerra a los Antartes!» termina bien. por López Rega, Cámpora renuncia y
vol. 2, no. 7 137
Fernando García, Hernán Ostuni
asume la presidencia provisional su pinochetazo corregido y aumentado. [...]
yerno, Raúl Lastiri. Las elecciones de Ya resulta claro el doble propósito que
septiembre consagran a la fórmula Juan anima a los Antartes. [...] Para afianzar-
Domingo Perón y María Estela Martí- se militarmente aplastaron desde el pri-
nez con el 61 por ciento de los votos. mer día toda posible resistencia. Y para
La violencia va en escalada: Son ase- apoderarse del control político ya empe-
sinados el coronel Héctor Irribaren, el zaron a desmantelar el maravilloso mun-
almirante Hermes Quijada, los sindica- do nuevo de países como Argentina, Cu-
listas Dirk Klostermann y José Ignacio ba, Perú, (que) estaban terminando de
Rucci, el padre Carlos Mugica y el co- forjar el incontenible avance de estos
misario Alberto Villar, entre otros pro- países hacia el socialismo».
tagonistas del quehacer político. Sobre El 3 de agosto, Noticias fue clausurado
este escenario, el 24 de febrero de 1974, por orden del Poder Ejecutivo. La histo-
en las páginas del diario montonero No- rieta quedó trunca cuando comenzaba a
ticias, Oesterheld (bajo el seudónimo organizarse la resistencia. A fin de 1974,
Francisco G. Vázquez) inicia la segun- Montoneros pasa a la clandestinidad.
da versión de «La guerra de los Antar-
tes». «En el país que imagina la histo- El mito de la resistencia
rieta, posterior a una revolución, en las
breves menciones a su historia, en la El camino al golpe de estado está pla-
forma de gobierno popular, podemos gado de violencia y desmadre económi-
reconocer el trazado de una utopía. No co. El famoso «Rodrigazo» significa
hubo otro texto de la izquierda peronis- una devaluación del 150% y un incre-
ta que trabajara, en forma de ficción, mento tarifario del 200%. El 7 de octu-
sus proyecciones políticas», concluye bre de 1975, la presidente Isabel Martí-
Pablo de Santis 37. nez de Perón firma el decreto que en-
Ilustrada por Gustavo Trigo, la aven- carga a las Fuerzas Armadas el cuidado
tura está marcada por un halo trágico del orden interno y la lucha contra la
que parece urgido por el curso de los subversión.
acontecimientos. «Imposible la sereni- El 24 de marzo de 1976, Isabel Perón
dad. Es tanta la muerte que he visto», es detenida y trasladada a Neuquén. La
aclara en el primer bocadillo de la histo- Junta de Comandantes 39 se apodera del
rieta uno de los protagonistas, el tenien- Gobierno y designa a Jorge Rafael Vi-
te Sabino El Coya Torres 38. dela como presidente de facto. «Las
Los acontecimientos se disparan. El Fuerzas Armadas han asumido el con-
1 de mayo, Perón califica de «imberbes, trol de la República. Quiera el país todo
estúpidos e infiltrados» a la Juventud comprender el sentido profundo e ine-
Peronista, que en masa abandona la Pla- quívoco de esta actitud, para que la res-
za de Mayo. Dos meses más tarde, fa- ponsabilidad y el esfuerzo colectivos
llece Juan Domingo Perón y asume la acompañen esta empresa que, persi-
presidencia su esposa Isabel, aunque el guiendo el bien común, alcanzará –con
poder es ejercido desde las sombras por la ayuda de Dios– la plena recuperación
López Rega. En la historieta, la BBC nacional», expresa la Junta en su prime-
describe a la invasión antarte como «un ra proclama.
138 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
De inmediato, el gobierno disuelve líder montonera Norma Esther Arrosti-
el Congreso Nacional y los partidos po- to, el Libro de oro Skorpio no. 2 presen-
líticos, destituye a la Corte Suprema de tó el primer episodio de «El Eternauta
Justicia, interviene la Confederación segunda parte», guionado por Oester-
General de Trabajo (CGT) y la Confe- held y dibujado por Solano López.
deración General Económica (CGE). «Al principio tiré la bronca –recuer-
José Martínez de Hoz asume como mi- da Solano López–, porque encima a él
nistro de Economía y da a conocer su no se lo veía por ningún lado. Estaba
plan para estimular las inversiones ex- medio escondido, a veces iba y labura-
tranjeras, que como contrapartida de- ba en la editorial y a veces decían que
grada la capacidad de compra y consu- iba pero no iba nada. Yo le dije a la gen-
mo de los trabajadores. te de la editorial que lo llamaran para
En el concepto de guerra interna per- hablar con él porque estaba haciendo
manente sostenido por la Doctrina de una historia donde se le veía la pata a la
Seguridad Nacional, ideada por el pre- sota. Se notaba mucho que era una fic-
sidente norteamericano John F. Ken- ción revolucionaria» 4.
nedy para su aplicación en América La- Y es cierto. Para esta época, Oester-
tina, las Fuerzas Armadas Argentinas held está tan consustanciado con el pro-
encontraron el soporte ideológico nece- yecto de Montoneros, que su vida y su
sario para disciplinar a la sociedad, de- trabajo están definitivamente entregados
rruir el estado benefactor y, al mismo a la militancia activa. Justamente por tra-
tiempo, sembrar las bases de un modelo tarse de una bandera enarbolada, «El
sociopolítico de organización nacional Eternauta II» es una historieta muy pobre
que redistribuyera el excedente econó- en comparación con su predecesora. Pero
mico hacia los grandes capitales. por los mismos motivos se erige también
Todo aquel que creyera posible y como el fresco más vívido y emotivo que
viable la implementación de un modelo el noveno arte nacional dedicara a los
de país más justo y equitativo, militara años de plomo. Es por esta razón que el
o no en alguna organización guerrillera, Eternauta se forja como icono de la resis-
pasó a ser tildado de «delincuente sub- tencia al calor de estas páginas.
versivo». Contra ellos el Estado imple- No es un momento para medias tin-
mentó la metodología de la «desapari- tas. Ni en la vida ni en la historieta. El
ción de personas», que no era otra cosa anónimo guionista se identifica abierta-
que la detención ilegal en centros clan- mente como Héctor Oesterheld y pasa
destinos operados por las propias Fuer- de transmisor a protagonista de la ac-
zas Armadas, en donde los ciudadanos ción. Junto con Juan Salvo viaja al año
eran torturados y asesinados. 2100, donde Buenos Aires se encuentra
En octubre de 1976, Ediciones Re- desolada, devastada por el ataque ató-
cord comienza la redición en once fas- mico del final de la primera invasión.
cículos semanales de la primera versión Como siempre, nada es al azar. El esta-
de «El Eternauta», como prólogo de la do literalmente ha dejado de existir.
tan ansiada (y anunciada) continuación. Los supervivientes habitan en cuevas y
En diciembre, el mismo mes en que se se encuentran sometidos por los Ellos.
publicó la noticia del abatimiento de la Hasta que llega el Eternauta.
vol. 2, no. 7 139
Fernando García, Hernán Ostuni
Como personaje, Juan Salvo se en- un enfrentamiento en Tucumán, otra
cuentra bastante desvirtuado; y su gran- luego de un período de ‘desaparición’
diosa humanidad se transforma en una en un cuartel del Gran Buenos Aires.
«mirada ojos-abismo» llena de odio ha- »Oesterheld es autor de numerosas
cia el invasor. En el octavo episodio, el historietas, entre las que se cuentan las
Ello disfrazado de Mano le dice: «¡Yo más importantes que registra la activi-
también sé que vos no sos un ser huma- dad en la Argentina: “Sargento Kirk”,
no!». Y algo de eso hay. Juan Salvo es “Bull Rocket”, “El Eternauta”, “Ernie
un mutante con poderes especiales. El Pike”, “Sherlock Time”. Aunque han
Eternauta pasa a ser algo así como el pasado cuatro meses desde su secues-
paradigma del militante perfecto, «una tro, siguen apareciendo historietas que
fuerza resuelta a vencer a cualquier cos- llevan su firma: se trata de revisiones de
to». Implacable. Imparable. sus obras o de trabajos que había entre-
Juan Salvo organiza militarmente a gado con mucha anticipación, como la
los supervivientes, los prepara física y segunda parte de “El Eternauta”, su
pisquicamente para el combate, para la más importante obra.
entrega de la vida misma por un ideal. »Su creatividad en ese campo se ma-
La conquista ahora es vencer a cual- nifestó también en historietas políticas.
quier precio. Munido de arsenal casero, Oesterheld, inicialmente con su nombre
el Eternauta lidera el «Ejército Popu- y luego con un seudónimo, fue el autor
lar» contra los Ellos, los Manos y esa de “La guerra de los Antartes”, una tira
suerte de comando parapolicial que son diaria que publicó, desde su aparición
los Zarpos. hasta su clausura, el matutino Noticias
Una frase hecha dice que la vida co- de Buenos Aires.
pia al arte. Primera prueba de que esa »Ni sus familiares, ni las entidades
afirmación es cierta: Se sabe que Oes- que se interesaron por su suerte, obtu-
terheld fue secuestrado el 27 de abril de vieron noticia alguna sobre el paradero
1977. En el capítulo de «El Eternauta o el estado de salud de Héctor Germán
II» de ese mes 40, Oesterheld es rodeado Oesterheld, de sesenta y dos años» 41.
por los Zarpos y sólo lo salva la provi- En el libro «Nunca más» (Informe de
dencial aparición de su amigo. la Comisión Nacional sobre la Desapa-
En septiembre de 1977, el informe rición de Personas) se reproduce el si-
14 de la agencia clandestina de noticias guiente testimonio de Eduardo Arias:
Cadena Informativa comunica que «En noviembre de 1977 fui secuestrado
«Héctor Germán Oesterheld, el más y permanecí desaparecido hasta enero
importante guionista de historietas de la de 1978. Héctor Oesterheld estaba allí
Argentina, fue secuestrado por fuerzas desde hacía mucho tiempo. Su estado
militares hace ya cuatro meses. Este he- era terrible. Permanecimos juntos mu-
cho fue denunciado por familiares y por cho tiempo. Uno de los momentos más
distintas organizaciones culturales y de terribles fue cuando trajeron a su pe-
defensa de los derechos humanos, tanto queño nieto de cinco años. Esa criatura
de Argentina como del extranjero. fue recogida tras la captura y muerte de
»Oesterheld fue secuestrado luego la cuarta hija y el yerno de Héctor y la
de que dos de sus hijas murieran: una en llevaron a aquel infierno. [...] Uno de
140 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
los recuerdos más inolvidables que El último episodio de «El Eternauta
conservo de Héctor se refiere a la No- segunda parte» vio la luz en abril de
chebuena del 77. Los guardianes nos 1978, dos meses antes de que comenza-
dieron permiso para sacarnos las capu- ra el mundial de fútbol.
chas y para fumar un cigarrillo. Tam- Sabemos que a Oesterheld lo mata-
bién nos permitieron hablar entre noso- ron los militares. No sabemos cómo, ni
tros cinco minutos. Entonces Héctor di- cuándo ni dónde. No sabemos dónde
jo que por ser el más viejo de todos los están sus restos. Pero sabemos que las
presos quería saludar uno por uno a to- palabras de Juan Salvo son ciertas: «No
dos los presos que estaban allí. Nunca murieron en vano».
olvidaré aquel apretón de manos. Héc-
tor Oesterheld tenía sesenta años cuan- Traición alienígena
do sucedieron estos hechos. Su estado
físico era muy muy penoso. Ignoro cuál «Cualquiera sabía que El Eternauta
pudo haber sido su suerte. Yo fui libera- no podía terminar donde había termina-
do en enero de 1978. El permanecía en do. La idea de hacer una continuación
aquel lugar. Nunca más supe de él» 42. andaba dando vueltas por ahí, en la ca-
Segunda prueba de que la vida copia beza de todos y no pertenece a nadie en
al arte: En el episodio de «El Eternauta especial» 4, señala Solano López.
II» publicado en septiembre de 1977 43, En la primavera alfonsinista de 1983,
Oesterheld forma parte de un comando Alfredo Scutti y Alvaro Zerboni, res-
suicida que se prepara para atacar la pectivos directores de Ediciones Re-
fortaleza del Ello. La noche de la parti- cord (Argentina) y Eura Editoriale (Ita-
da, cada uno de los habitantes de las lia), deciden concretar una tercera parte
cuevas se despide de Germán con besos del Eternauta, con destino a la publica-
y apretones de manos. El último boca- ción italiana L’Eternauta 44 y aterrizaje
dillo dice: «Mientras viva no olvidaré final en las páginas de la argentina
esta despedida. Con tanto en el pecho Skorpio.
que quiere salir y no puede». Toda continuación de un producto
El ataque final es sangriento. Juan que se ha demostrado exitoso necesita
Salvo y Germán ganan, pero el precio sostener en el campo creativo los móvi-
del triunfo es el más alto. La gente de les comerciales por detrás del proyecto.
las cuevas sacrificadas, inmoladas por Pues bien, «El Eternauta tercera parte»
el propio Eternauta. Elena y Martita (también conocida como «Traición
muertas, muertos los amigos íntimos de alienígena») sólo exhibe sus pretensio-
Oesterheld. Hubo que elegir entre sal- nes económicas.
var a los seres más queridos o preservar Con Oesterheld desaparecido, el
el futuro del pueblo. Y el Eternauta eli- guión cayó en manos del italiano Alber-
gió, sin dudar. Con la mano en el hom- to Ongaro y los dibujos estuvieron a
bro, Germán lo contiene como se debe cargo de Oswal (lápices), Mario Mor-
contener al compañero de armas, com- hain (tintas) y Carlos Meglia (fondos).
partiendo el dolor y la pena: «¡Decidis- También en los primeros episodios apa-
te bien, Juan... Sólo que... Sólo que due- recen algunas caras y cabezas de los
le tanto!...» personajes principales dibujadas por
vol. 2, no. 7 141
Fernando García, Hernán Ostuni
Solano López que, tras reclinar el ofre- «Super Eternauta» se encuentra un Ger-
cimiento de dibujar esta secuela, pidió mán desdibujado, paralelo en sus fun-
que su nombre no fuera mencionado en ciones al Watson de «Sherlock Hol-
los créditos. mes» o al Robin de «Batman». Ni el
El argumento toca todos los tópicos cronista de la primera parte, ni el activo
clásicos de la space opera estándar: protagonista de la segunda. Sus falen-
Universos espejo, mundos paralelos, cias le permiten a Juan Salvo sacar las
platos voladores, robots asesinos, ma- papas del fuego y demostrar, continua-
nipulación genética y, por supuesto, mente, quién y por qué es el héroe.
una invasión. Invasión que en este caso Una falta de respeto.
no viene de otro espacio sino de otro
tiempo, más exactamente mil doscien- Odio arrepentido
tos años en el futuro de la humanidad.
Lamentablemente, al estar pensada En 1997 se cumplieron cuarenta
prioritariamente para el mercado euro- años de la creación del Eternauta. Pa-
peo, la identidad nacional se diluye en ra festejarlo, Solano López decidió re-
un folklore de exportación. Así entran tomar la saga que lo hiciera famoso,
en escena símbolos autóctonos pero de dos décadas después de la polémica
proyección internacional, como son el segunda parte. «Era el momento pro-
Obelisco, la avenida 9 de julio y un par picio para hacer una continuación
de boleadoras, contextualizados en me- –recuerda–. Pero al mismo tiempo no
dio de una Buenos Aires erigida según encontraba yo un argumento que me
los cánones urbanísticos norteamerica- convenciera plenamente. Hice algu-
nos para la construcción de ciudades fu- nas tentativas con varios guiones y me
turistas. alcanzaban diversas ideas, pero nin-
Como personaje, Juan Salvo profun- guna me satisfacía» 4.
diza aún más los cambios esbozados en Al final, Solano López terminó incli-
la segunda parte. Dice el Eternauta en nándose por la premisa de Pol (seudóni-
esta nueva aventura: «Soy un mutante y mo de Pablo Maiztegui), uno de sus
por tanto dispongo de facultades síqui- ayudantes gráficos desde hacía cuatro
cas y físicas que otros no tienen». Se re- años. La historieta, titulada «El mundo
fiere a una mente telepática que le per- arrepentido», se serializó entre el 8 de
mite presentir el peligro y la capacidad junio de 1997 y el 10 de mayo de 1998
de leer mentes ajenas. Nada más aleja- en las páginas de Nueva, una revista de
do del hombre común transformado en información general que acompaña la
héroe por el peso de las circunstancias. edición dominical de diversos diarios
Nada más cercano al concepto del su- del interior del país 45.
perhéroe estadounidense. La aventura transcurre en 1999, pero
En esta obra también desaparece el para Juan Salvo representa una de las
héroe grupal. Los hombres ya no coo- tantas historias que le toca vivir como
peran para conformar al paladín, sino vagabundo del porvenir, entre el final de
que el héroe guía a los demás como un la primera invasión y su aparición en la
ser omnipotente dueño de la verdad re- casa de Germán, una fría noche de
velada, casi un semidiós. Frente a este 1959 46. La trama arranca en la ladera del
142 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
monte Uritorco, en la provincia de Cór-
doba, donde cinco miembros del Centro
de Ovniología de Neuquén se encuen-
tran realizando una serie de pruebas. El
heterogéneo grupo está compuesto por
el tucumano Dardo Fuentes, el cordobés
Ramón Rosales, el mendocino Luis
Alberto Vicenti, la neuquina Alicia Roth
y el rosarino Marcos Kirov. A ellos se
les aparece el Eternauta y les cuenta una
historia fantástica, que lo tienen como
partícipe involuntario de la revuelta po-
pular de una raza de vacas y toros antro-
pomórficos que, sobre el final, resultan
ser la civilización que pobló Marte hace
un millón de años.
«El mundo arrepentido», primera se-
cuela oficial confeccionada por uno los
creadores y propietarios intelectuales
del personaje, redefine algunos concep-
tos básicos de cara al futuro de la serie.
En lo formal, se limita a incorporar el
color directo y los efectos generados
por computadora como elementos de la
narración.
En el plano conceptual, en cambio,
avanza sobre algunos de los aspectos
enunciados en «El Eternauta III», como Figura 4: Los protagonistas de «El Eternauta:
son el vuelco hacia la ciencia-ficción El mundo arrepentido».
estilo «La guerra de las galaxias» («Star
Wars», 1977), precindiendo, por vez do) que lo protege de los golpes y de los
primera, de la invasión como dispara- cambios climáticos sufridos saltar de
dor de la acción. dimensión en dimensión.
Si bien se construyen, tangencial- Este desvío del enfoque original se
mente, escenarios de convulsión políti- agudiza aún más en «Odio cósmico»,
ca con opresores gobiernos de facto y intento de amalgamar el material pree-
resistencia reprimida por la fuerza, el xistente en una única línea argumental
clima político de los relatos anteriores coherente y correlativa, incluyendo las
retrocede ante el avance de las tierras dos versiones de la primera parte, la no-
paralelas y el cruce dimensional. vela inconclusa, «El Eternauta II» y «El
La figura del héroe colectivo cae he- Eternauta III».
cha añicos ante la consolidación super- Acorde con las políticas menemistas
heroica de Juan Salvo, que incluso en boga, «Odio cósmico» modelos téc-
adopta un uniforme (con emblema y to- nicos e ideológicos norteamericanos a
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Fernando García, Hernán Ostuni
Ricardo Baxter (claro alter ego de Ba-
rreiro) y Kike, un hacker de doce años
47
. En este punto, cuando empezaba a
caer la nevada mortal, la revista se dis-
continúa, quedando la aventura incon-
clusa 48.
«Odio cósmico» contó con tres nú-
meros, aparecidos entre marzo y junio
de 1999. Si bien estaban publicados por
Record, la producción editorial recayó
en manos de Comic Press S.A. Además
de los mencionados Muñoz y Barreiro,
el equipo creativo incluía a Walter Ta-
borda (dibujo a lápiz y tintas), Gabriel
Figura 5: «El regreso» o el proceso de globa- Rearte (tintas) y Sebastián Cardoso y
lización visto por Juan Salvo. Guillermo Romano (color).
Una segunda línea argumental quedó
un concepto argentino que no los nece- relegada al formato de historietas auto-
sitó para demostrarse exitoso. Encorse- conclusivas complementarias, agrupa-
tada en un formato que le trajo grandes das bajo el genérico rótulo de «Conti-
réditos a «Superman» y «Batman», la nuums». De la misma sólo se publica-
saga del Eternauta se licúa por comple- ron dos episodios. El primero (guión de
to detrás de la nevada transnacional. Pablo Muñoz, dibujos de Rubén Merigi
El argumento ideado por Pablo Mu- y color de Sebastián Cardoso) desarro-
ñoz y Ricardo Barreiro (que falleció a llaba la historia de Laskaria, el planeta
poco de comenzada la serie) establece nativo de los Gurbos. La segunda
que en el universo coexisten 600 conti- (guión de Armando Fernández, dibujos
nuum, entendiendo por tales a toda di- de Castro Rodríguez y color de Guiller-
mensión fuera del espacio y tiempo te- mo Romano) narraba el viaje de Elena y
rrestres. El plan de dominación total de Martita después de que Juan Salvo acti-
los Ellos abarca, entonces, la invasión vara la cronosfera al final de la primera
sistemática y estratégica de los mis- parte.
mos planetas, en las diferentes dimen-
siones. Por ende, cada historieta del El regreso
Eternauta ocurrió en planos tempora-
les distintos. Desde antes de dar a luz verde a «El
Todo comienza en otoño del 2000. El mundo arrepentido», Solano López y
licenciado Carlos Katz, nuevo psicólo- Pol habían programado la vuelta del
go del Hospital Borda, encuentra a Juan Eternauta en una saga de importancia,
Salvo internado en el neuropsiquiatrico, que le hiciera real justicia a la estatura
haciéndose pasar por un autista. Entera- mítica que había cobrado el personaje.
do del plan real de los Ellos, Katz ayuda «En cuanto al orden numérico de reali-
al Eternauta a armar la resistencia, con- zación –sostiene Solano López–, sería
formada por el guionista de historietas el cuarto libro de “El Eternauta” 49. Pe-
144 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
ro en realidad yo lo considero el segun-
do, por eso se llama El Regreso. Es el
regreso del Eternauta de la primera
aventura» 4.
La acción se sitúa cuarenta años des-
pués del primer contacto. La invasión a
la Tierra fue un éxito y la mayor parte
de la población ignora quienes son sus
enemigos. Los Gurbos deambulan suel-
tos por la Patagonia; y los Manos son
los que mejor se han integrado a la so-
ciedad, cumpliendo papeles de vigilan-
cia, represión y padrinazgo de los hijos
de los revolucionarios muertos o desa- Figura 6: Boceto para «El Eternauta, Segunda
parecidos después de la guerra. parte».
Martita es una de las personas que se
encuentra en esta situación. En el pre- para mantener intacta la dominación.
sente de la trama, ronda los veinte años Algo similar ocurrió en América Lati-
y estudia Ciencias de la Comunica- na, con el agotamiento de los regímenes
ción. No recuerda a sus verdaderos pa- dictatoriales, que dio lugar a toda una
dres porque le han lavado el cerebro, serie de gobiernos democráticos que re-
pero tiene un sueño recurrente, la vi- sultaron ser truchos, como Collor de
sión del Eternauta caminando bajo la Melo, Alan García, (Carlos) Menem...
nevada. Dice Solano López: «Ahora pero el propósito era blanquear de algu-
sabemos que Martita fue criogenada na manera la dominación» 50.
en la época de los combates, de la re- La fiesta menemista permitió des-
sistencia, junto con muchos de los chi- mantelar la estructura productiva de la
cos sobrevivientes. Y en cierto mo- Argentina y montar el régimen de re-
mento, cuando la lucha armada llega a parto de distribución de la riqueza más
su fin, se produce un acuerdo, una pa- desigual de la historia, la expoliación
cificación. Los invasores toman pose- descarada de divisas y la criminal ex-
sión y Martita, que estaba criogenada, plotación de los recursos naturales no
es vuelta a la vida» 50 y dada en custo- renovables. Con la dirigencia política
dia a un Mano, en directa alusión a la abroquelada tras la defensa a ultranza
historia vivida por muchos hijos de de- de los intereses de los grandes capitales
tenidos desaparecidos durante la últi- y las empresas públicas privatizadas, la
ma dictadura militar. realidad se empeña en escupirnos a la
Los tiempos han cambiado. Y Sola- cara un mensaje claro y univoco: Los
no López piensa reflejar estas modifi- invasores son, en realidad, «las finan-
caciones en la historieta, retomando en zas internacionales» 4.
lo posible el camino metafórico inicia- Al comenzar a caer la nevada, que
do por Oesterheld. «Vamos a ver como esta vez no es mortal, Martita descubri-
operan los invasores sin la fuerza, sino rá las razones por detrás de los atenta-
de un modo democrático que les sirvió dos que están sufriendo los Manos: Fa-
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Fernando García, Hernán Ostuni
valli todavía está vivo, pudo escapar del retornado a esta tierra devastada del
dominio invasor y es el líder de una cé- 2001, en el momento en que no hay re-
lula rebelde conformada por chicos de ferentes creíbles en ningún punto del
la calle. Juntos, Favalli y Martita propi- espectro político nacional y cuando la
ciarán el regreso a este universo de Juan disconformidad de la población para
Salvo, atrapado en el continuum 4 junto con sus dirigentes alcanza cotas nunca
con el Mano filósofo del siglo XXI. antes imaginadas.
La historieta, realizada en blanco y En esta Argentina de esperanzas di-
negro, está siendo publicada por capítu- lapidadas y futuros hipotecados, de ri-
los semanales en la revista italiana Lan- queza acaparada y miserias comparti-
cio Story. Y si bien no tiene todavía se das, el Eternauta defiende desde su trin-
desconoce qué medio la difundirá en chera de papel y tinta china el ideal al
nuestro país, todo hace suponer que tras que aspiran todos los desocupados y los
el éxito comercial de la edición que hi- trabajadores, los viejos y nuevos mar-
zo Clarín de la versión original 4, el ginados, los jubilados, los que se ven
gran diario argentino será el receptor obligados a emigrar en busca de un fu-
local de la obra. turo incierto que este país hoy no puede
Una vez finalizada, «El regreso» queda- prometerle: Dignidad.
rá constituida en dos o tres tomos de 96 Después de todo, Oesterheld hubiera
páginas cada uno. De cualquier manera, adherido sin dudar a la consigna ex-
Solano López y Pol ya están planeando el puesta por el poeta Juan Gelman: Lo
agitado futuro del Eternauta. «Esta es una importante no es avanzar ni retroceder,
parte –aclara Solano López–. Después sino resistir.
habrá otra sección de otras 300 páginas
en donde se continuará con la historia. Apéndice 1
Porque esta segunda parte concluye con Los otros Eternautas
Martita rencontrándose con su padre, pe-
ro de Elena no se sabe nada. Entonces a La primera aventura de Juan Salvo
Elena le vamos a dedicar las próximas presenta un final abierto y circular que,
300 o 350 páginas» 4. paradójicamente, cierra a la perfección
A cuarenta y cuatro años de iniciada, la historia costumbrista de ciencia-fic-
la saga del Eternauta parece destinada a ción que narran Oesterheld y Solano
no concluir nunca, como las penurias López. El giro último, tan efectivo co-
de Argentina. Hoy como ayer, la actua- mo inesperado, dispara inmediatamen-
lidad de su mensaje ideológico lo con- te en el lector la inquietud por conocer
vierte en un referente cultural insosla- el devenir futuro de los acontecimien-
yable y en el más poderoso icono nacio- tos y los personajes involucrados. Des-
nal popular que haya aparecido en las pués de 350 páginas, la pregunta «¿Será
revistas de historietas. Emergente de la posible?» da por concluido un ciclo, pe-
clase media que no se resigna a desapa- ro abre nuevos interrogantes.
recer, Juan Salvo continúa caminando Es cierto que «El Eternauta» nació
bajo la nevada liberal, hija directa de la como una historieta más de la editorial
nevada militar que empezó a caer en Frontera y que fue erigiendo su estatura
marzo de 1976. No es casual que haya mítica con el correr de las semanas. Es
146 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
probable que cuando empezaron a se-
rializar la larga peripecia, los autores no
tuvieran premeditada su continuidad;
pero una vez conscientes del éxito de su
creación, la prolongación de las vicisi-
tudes del viajero de la eternidad resulta-
ba una idea interesante y lucrativa.
Más allá de las secuelas conocidas,
Oesterheld y Solano López planearon,
por separado, sendos proyectos relacio-
nados con el Eternauta que, por varia-
dos motivos, quedaron inconclusos e
inéditos.
A mediados de la década del ochen-
ta, con Oesterheld desaparecido y
«El Eternauta» reconocido como obra
artística en toda Europa, Solano López
y el guionista Sergio Kern desarrollan
El perro llamador, una aventura de
Juan Salvo pensada para el mercado
italiano (que ya había producido «El
Eternauta III»). Solano López sintetiza
así la trama argumental: «“El Eternau-
ta” se corporiza en un planeta desierto
pero encuentra que sus habitantes son
sólo niños, viviendo en cavernas. To- Figura 7: Para «El Eternauta, Tercera parte»
dos son mudos, nadie habla, nadie le Solano López sólo dibujó algunos primeros
da bola. Están como en su mundo y di- planos de los personajes principales.
bujan en las paredes y de los dibujitos
que hacen los pibes Juan Salvo recons- definía de cuajo la personalidad de
truye lo que pasó en el planeta y por Juan Salvo, convertido ahora en des-
qué están ellos ahí. La consecuencia pótico y cruel rey de una Buenos Aires
que saca es que los pibes están escon- post-apocalíptica. Para ilustrar este
didos ahí porque los padres los metie- texto histórico, la editorial eligió a
ron en esas cavernas para protegerlos Pez, colaborador habitual de Fierro y
de una invasión» 4. El guión de los la revista dominical de La Nación.
ocho capítulos que componen la aven- Andrés Accorsi, editor de la revista es-
tura está terminado, pero sólo se dibu- pecializada Comiqueando y miembro
jó el primero 51. del staff de Record en ese entonces,
En 1990, durante una mudanza de sostiene que «Pez trabajó en equipo
las oficinas de Ediciones Record, se con Alfredo Flores y Andrés Páez y
encontró un guión inédito de Oester- presentó el primer episodio a modo de
held, escrito durante la década del se- muestra. Sin embargo, y por motivos
tenta. «El Eternauta, Tercera parte» re- que no quedan muy claros pero pueden
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Fernando García, Hernán Ostuni
A mediados de 1995 comenzó a
gestarse el más interesante de todos
los inacabados intentos por rescatar la
figura del Eternauta, sin participación
de Oesterheld. El escritor y periodista
Juan Sasturain se acercó a Solano Ló-
pez con un guión de resonancias polí-
ticas directamente conectado con las
dos primeras partes de la saga (dejan-
do fuera de contexto a «El Eternauta
III» realizado para Italia), denomina-
do «La vencida», que a decir del dibu-
jante respiraba «un cierto venenito
ideológico» 52. La historieta estaba
pensada como una página semanal,
ideal para ser difundida en un diario
de tirada masiva, pero tanto Clarín
como Página 12 se vieron impedidos
de publicarla. El primero por no com-
partir el tono escogido para narrar la
historia y el segundo por razones me-
ramente económicas. «La vencida»,
que ya desde su título presagiaba sus
pretensiones de instalarse como la de-
Figura 8: Primera plancha de la malograda finitiva tercera parte del Eternauta,
«El Eternauta: La vencida». quedó trunca con sólo dos páginas di-
bujadas 53.
estar relacionados al juicio entre los Por último, existen también dos
Scutti y los herederos de Oesterheld, la guiones escritos por el hijo de Solano
serie no se continuó. El trabajo de Pez López, Gabriel. Uno de ellos está foca-
despertó opiniones encontradas entre lizado en la raza de los Manos. «Es un
los dibujantes de la editorial a quienes viaje turístico de una nave Mano a tra-
Scutti les mostró el material y la cosa vés del cosmos y hay ahí una onda me-
quedó ahí» 52. dio sentimental. Aparece una Mano fe-
Durante 1994, Solano López y el menina, y hay una especie de romance
guionista Ricardo Barreiro comienzan o de algo así, entre Juan Salvo y la ex-
a delinear el perfil de una nueva saga de traterrestre. No me acuerdo exactamen-
Juan Salvo, de fuerte contenido ideoló- te que relación directa o tangencial te-
gico y pensada para presentar a las au- nía con el personaje, hoy no lo recuerdo
toridades del diario Clarín. Según bien. Si bien nunca llegué a dibujar na-
Accorsi, el proyecto se desvanece por- da, guardo el guión para alguna ocasión
que «la viuda y los nietos de Oesterheld en el futuro» 4 señala el creador gráfico
(...) no ven con buenos ojos la inclusión de Juan Salvo. Nada se conoce de la se-
de Barreiro» 52. gunda historia.
148 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
El Eternauta
Apéndice 2 del trabajo t écni co r ecayó en Mi-
«El Eternauta» en el cine guel Angel Nanni y Cayetano Car-
luggio (anim ador es ) , A l ej andr o
Por su capacidad para entretener y Tempesta (camarógrafo) y Carlos
cuestionar, la saga imaginada por Oes- Berrincomo (director de arte).
terheld atrajo a creadores de diferentes «El Eternauta» era un proyecto am-
expresiones artísticas, provenientes bicioso y apuntaba al más alto estándar
principalmente del campo audiovisual. internacional de calidad. Buena prueba
Entre el fragmento final de la incon- de ello es la utilización del rotoscopio,
clusa novela del Eternauta y la relectura un sistema en dónde primero se filma a
hecha en las páginas de Gente, Juan los actores y luego se calcan sus movi-
Salvo inicia sus devaneos con el sépti- mientos para obtener así el máximo rea-
mo arte. En 1968, Roberto Gil, Mario lismo en el lenguaje corporal de los per-
Bertolini y Roberto Gil (hijo), directi- sonajes animados. Esta técnica era tan
vos de Gil & Bertolini, una importante costosa, que hasta ese momento sólo se
empresa dedicada a la producción de había utilizado en producciones cine-
comerciales publicitarios para televi- matográficas de la Disney y Para-
sión, adquieren los derechos del perso- mount.
naje con la intención de concretar una Aún hoy se desconocen los motivos
serie de dibujos animados para TV, que de la cancelación del proyecto tras la
se presentaría oficialmente en la Prime- realización del capítulo piloto. Proble-
ra Bienal Mundial de la Historieta, rea- mas económicos para costear la serie y
lizada en octubre de 1968 en el mítico malestares con el gobierno de Onganía
Instituto Torcuato Di Tella. son algunas de las razones que se bara-
En la premisa argumental pautada, jan como fundamentos. Lo cierto es que
cada capítulo comenzaría con una in- de la idea original solamente quedaron
troducción a cargo del propio Oester- plasmados veinticuatro minutos de ma-
held, cuyo rol de anfitrión humano ser- terial animado (sin la participación de
viría para recapitular los hechos princi- Oesterheld), que se exhibieron en el
pales de la acción, teorizar sobre los Instituto Di Tella.
avances en el terreno de la animación 54 En julio de 1981, Ediciones Record
y, probablemente, ejercer la docencia comenzó la reedición, en fascículos se-
militante. manales coleccionables, de «El Eter-
El diseño gráfico de la serie corrió a nauta» (versión original) y «El Eternau-
cargo de Jorge Moliterni, historietista ta II», coloreados por Luis Parmiggiani.
del staff de Misterix recordado por su Para promocionarlos por televisión,
trabajo en Watami (1963), bajo guio- Alfredo Scutti contrató al estudio publi-
nes de Oesteherld. Y si bien los perso- citario de Carlos Berrino y le encargó
najes de «El Eternauta» mantuvieron una animación muy limitada de las vi-
sus principales características físicas, ñetas de Solano López 55.
fueron estilizados basándose en con- En los últimos veinte años, proble-
ceptos plásticos derivados de las van- mas económicos o de derechos sobre el
guardias europeas, esencialmente las personaje y la marca bloquearon, de
del mayo francés. La responsabilidad una u otra manera, todos los intentos de
vol. 2, no. 7 149
Fernando García, Hernán Ostuni
trasladar la historieta al cine o la televi- gurbos y la cabecera de la invasión, en
sión. Dos reconocidos directores argen- la plaza del Congreso. En ese momen-
tinos, Fernando Pino Solanas y Luis to consideramos que eran posiblemen-
Puenzo manifestaron públicamente su te los efectos más difíciles de realizar, y
interés en reiteradas ocasiones. Adolfo por otra parte, otros efectos, como los
Aristarain también vio frustrados sus “Manos” o la “nevada mortal” estaban
deseos cuando se hallaba filmando para siendo planteados con técnicas más tra-
la norteamericana Columbia, en 1986, dicionales» 58.
ya que Record había vendido los dere- Más allá del terreno fílmico, «El
chos para cine a un productor italiano Eternauta» saltó también al ámbito del
que pensaba filmar la película en Italia, rock nacional. El compositor y s a x o -
pero se vio imposibilitado de llevarla a fonista Daniel Melingo («Los
cabo por el juicio de derechos de autor. twist», «Los abuelos de la nada»,
Para el realizador de la premiada Un lu- «Lions in love») editó su primer traba-
gar en el mundo, «hay sólo una manera jo solista en 1995: «H2O», título que
de encarar la producción y es hacer una en su fonética remite a HGO, las siglas
película hablada en inglés, pero esa no de Héctor Germán Oesterheld 56. Pro-
sería la forma correcta. “El Eternauta” ducido por Cachorro López y con la
se puede hacer con un costo que, como participación especial de Andrés Cala-
barato, alcanzaría los 10 o 15 millones maro y Pipo Cipolatti, este conjunto de
de dólares, y para eso hay que contar calipsos, reggaes, jazz, blues y baladas
con actores norteamericanos y que el incluye temas como «Nieve mortal» y
filme esté hablado en inglés, con lo cual «Juan».
se desvirtúa el gran atractivo que tiene ¿Dónde reside el encanto que «El
“El Eternauta”, que es una obra bien Eternauta» despierta en creadores de
porteña, bien nuestra» 56. distintas generaciones, formaciones y
Hasta la fecha, el último intento por ramas artísticas? En el poderío primario
trasladar a la pantalla la epopeya de de la aventura en estado puro, en el
Juan Salvo fue el proyecto de miniserie atractivo visual de los personajes y si-
televisiva que estuvo produciendo un tuaciones, en la contundencia de su
importante canal de aire de la Capital planteo político-social que se funde con
Federal durante 1995 57, cuyos efectos la historia reciente de la Argentina. Con
especiales recayeron en la empresa de menos palabras, Aristarain lo define
animación por computadora Aicon. mejor: «Es que cuando uno la lee (a la
Alejandro Bálsamo, uno de sus propie- historieta) lo primero que piensa, como
tarios, recuerda que habían comenzado director, es: Aquí aparece toda una pelí-
a trabajar «con un equipo multidiscipli- cula» 59.
nario en la realización de algunas imá-
genes para una carpeta que iba a ser pre-
sentada a uno de los estudios más cono- Notas
cidos de Hollywood, con el que ya se 1. «El Eternauta» se publicó en la revista Hora
Cero Semanal n.o 1-106, entre el 4 de sep-
había firmado un precontrato. Nos con- tiembre de 1957 y el 9 de septiembre de
centramos en tres componentes esen- 1959. Un capítulo especial apareció en el
ciales de la historia: los cascarudos, los Hora Cero Extra n.o 1, de abril de 1958.

150 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA


El Eternauta
2. En la labor gráfica de «El Eternauta», So- 20. Sasturain, Juan: «El Eternauta: Tres veces
lano López contó con la colaboración de Salvo», en «“El Eternauta” y otros cuentos
Julio Schiaffino y de un joven aprendiz, de ciencia ficcón», op. cit.
que realizó varios fondos y paisajes. Se 21. El escenario del conflicto bélico intergalácti-
llamaba José Muñoz y años después salta- co ya había sido anunciado, de manera tan-
ría a la fama internacional con la historieta gencial, por el Mano moribundo en la clásica
«Alack Sinner», bajo guiones de Carlos escena de la cocina: «A todas (las razas con-
Sampayo. quistadas), Ellos les encuentran ocupación,
3. Oesterheld, Héctor: «Prólogo a la primera sea en la guerra, sea en las minas de su gran
edición completa de “El Eternauta”», Edicio- planeta».
nes Record, 1975. 22. La proscripción fue decretada en 1962 por el
4. López, Solano: «En primera persona», Anca- presidente José María Guido, pero en reali-
res Editora, 2001. dad le fue impuesta por el ala más antipero-
5. El personaje también se asume como perio- nista del ejército, encabezada por el general
dista en Hora Cero Semanal n.o 32. Juan Carlos Onganía.
6. En junio de 1918 la ciudad de Buenos Aires 23. Según las cifras oficiales, la fórmula radical
quedó cubierta de nieve. El fenómeno nunca integrada por Arturo Illia y Carlos Perette
antes había ocurrido y hasta ahora no volvió ganó las elecciones de julio de 1963 tras ser
a repetirse. votada por la cuarta parte del padrón electo-
7. La muerte de Polsky tiene lugar en el tercer ral. Los votos en blanco (principal manifesta-
episodio (18 de septiembre de 1957) y la de ción del peronismo proscrito) obtuvieron el
Lucas Herbert, en el once (13 de noviembre segundo lugar y Oscar Alende (que luego
de 1957). crearía el Partido Intransigente, PI) el tercer
8. Capítulo 18 (1º de enero de 1958). puesto.
9. Definición de «epopeya» dada por el «Gran 24. Di Tella, Torcuato: «Historia social de la
diccionario Salvat», tomo 2, Salvat Editores, Argentina contemporánea», Editorial Tro-
1992. quel, 1998.
10. «Último reportaje a Oesterheld», realizado 25. Gillespie, Richard: «Soldados de Perón. Los
por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno, Montoneros» (Soldier’s of Perón. Argenti-
que se mantiene inédito en su versión com- na’s Montoneros), Cuarta reimpresión ar-
pleta. gentina, Grijalbo, 1997.
11. Mosca se presenta en el episodio 19 (8 de 26. «Che» fue reeditada en 1987 por la vasca
enero de 1958) y Franco en el 20 (15 de enero Ikusager Ediciones, con prólogo de Ernesto
de 1958). Sábato. El mismo libro volvió a editarse en la
12. Episodio 42 (18 de junio de 1958). Argentina recién en 1998 por la Editorial
13. Sasturain, Juan: «Prólogo a “El Eternauta”» Imaginador. Evita no corrió la misma suerte.
(tomo 24 de «La biblioteca argentina - Serie 27. Oswal revisitó esta historieta bajo el nombre
Clásicos»), Clarín, 2001. de Galac Master entre junio de 1980 y junio
14. Episodio 106 (9 de septiembre de 1959). de 1981 (Skorpio números 63 a 72), cuando
15. Accorsi, Andrés: «Reportajes: Francisco So- Oesterheld ya llevaba cerca de dos años de-
lano López», Comiqueando, n.o 12, mayo de saparecido. Un dato más que curioso: el
1995. nombre de Oesterheld como guionista sólo
16. Cada uno de los capítulos narraría una aven- apareció impreso en los primeros tres capítu-
tura de Juan Salvo durante su periplo espa- los y después fue literalmente «borrado» por
cio-temporal que lo llevó de 1963 al decisión editorial. A partir del cuarto episo-
escritorio del guionista de historietas. dio, los créditos de la aventura sólo nombran
17. Sin firma: «Asombroso!», El Eternauta n.o al dibujante.
2, diciembre de 1961. 28. La aparición de un personaje femenino (Su-
18. El Eternauta n.o 6, abril de 1962. sana Olmos) en lugar del adolescente Pablo,
19. Los episodios de la novela, no así los cuentos incorpora en la trama una tensión sexual que
sobre Hiroshima y Pompeya, fueron recopi- no existía en la primera versión.
lados en el libro «“El Eternauta” y otros 29. «Último reportaje a Oesterheld», realizado
cuentos de ciencia ficción» (cuarto tomo de por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno,
la «Serie Oesterheld»), Ediciones Colihue, op.cit.
1995. 30. Carlos Fontanarrosa.

vol. 2, no. 7 151


Fernando García, Hernán Ostuni
31. Trillo, Carlos y Saccomanno, Guillermo: 30 de marzo. Hasta la fecha, el volumen no se
«Historia de la historieta argentina», Edicio- publicó.
nes Record, 1980. 49. Solano López no considera parte oficial de la
32. Fontanarrosa, Carlos: «Ojos argentinos... y saga ni a «El Eternauta III» ni a «Odio cósmi-
sorprendidos», Gente n.o 216, 18 de septiem- co». Por su parte, «“El Eternauta II” no en-
bre de 1969. gancha porque es una realidad alternativa
33. Sasturain, Juan: «El domicilio de la aventu- futura, no se centra en lo que se narra en la
ra», Ediciones Colihue, 1995. primera parte» (Comiqueando n.o 52, julio
34. La aventura se publicó en el Fantasía n.o de 2001).
196, de junio de 1972; y fue reimpresa en Lo 50. Accorsi, Andrés y Accorsi, Diego: «El Eter-
mejor de H.G. Oesterheld n.o 2, de abril de nauta», Comiqueando n.o 52, julio de 2001.
2001. 51. Las ocho páginas de «El perro llamador» han
35. Juan Carlos Alsogaray murió en febrero de sido publicadas en el libro «En primera per-
1976, mientras combatía en el monte tucu- sona», op. cit.
mano. 52. Accorsi, Andrés: «Los Eternautas que no
36. 2001 números 22 a 31. fueron», Comiqueando n.o 30, noviembre de
37. De Santis, Pablo: «Sudamérica para los 1997.
Antartes», en «La guerra de los Antartes», 53. Las dos planchas de «La vencida» se publi-
Ediciones Colihue, 1998. caron por vez primera en la revista Comi-
38. Probablemente, el nombre sea un homenaje a queando n.o 30 y fueron compiladas después
la figura del mártir montonero José Sabino en el libro «En primera persona».
Navarro, asesinado por un numeroso grupo de 54. Un rol similar al que cumplían Walt Disney y
policías a finales de 1971, luego de resistir du- Walter Lantz en la presentación de los pro-
rante varios días en las colinas de Córdoba. gramas «Disneylandia» («Disneyland»,
39. La Junta estaba conformada por los coman- 1954) y «El show del Pájaro Loco» («The
dantes en jefe de las tres armas: Jorge Rafael Woody Woodpecker show», 1957), ambas
Videla por el Ejército, Emilio Eduardo Mas- estrenadas por la cadena norteamericana
sera por la Armada y Orlando Ramón Agosti ABC.
por la Fuerza Aérea. 55. La publicidad, filmada en blanco y negro,
40. Skorpio n.o 30, Ediciones Record. comenzaba con la animación de la nevada
41. Citado en «Rodolfo Walsh y la prensa clan- mortal cayendo sobre imágenes nocturnas de
destina (1976-1978)», de Horacio Verbitsky, la Capital Federal. Otras tomas mostraban el
Ediciones de la Urraca, 1985. primerísimo primer plano de Juan Salvo bajo
42. Citado en «Páginas de un libro gordo, rojo e la escafandra y los dedos del Mano recorrien-
intolerable», sin firma, en Fierro n.o 8, abril do el teclado de su máquina mortal. Gran
de 1985, Ediciones de la Urraca. parte del corto puede verse en el video del
43. Libro de oro Skorpio n.o 3, Ediciones Re- programa «DNI» editado por la revista La
cord. Maga.
44. La revista L’Eternauta (subtitulada Las his- 56. Marchetti, Pablo y Bolaño, Norberto Mauro:
torietas más bellas del mundo) se presentó en «“El Eternauta” es una película maldita para
sociedad en el Salón Internacional de la His- el cine argentino», reportaje a Adolfo Arista-
torieta de Lucca (Italia) en 1980, dedicado rain, La Maga, 1º de diciembre de 1993.
ese año al noveno arte argentino. 57. Durante la presentación de la edición de «El
45. La saga fue recopilada en álbum por Club del Eternauta» (versión original) editada por
Comic ediciones en 1999. Clarín, llevada a cabo el sábado 8 de sep-
46. Razón por la cual se justifica argumental- tiembre de 2001 en la librería especializada
mente la ausencia de Oesterheld como perso- Meridiana Cine y Comics, Solano López re-
naje. conoció públicamente no estar enterado de
47. En este continuum, que se supone es el pre- este proyecto televisivo.
sente real argentino, no existieron Elena y 58. Sin firma: «“El Eternauta” que aún no pudis-
Martita; y Favalli murió de un infarto siete te ver», Revista S n.o 1, 1997.
años atrás. 59. El disco iba a llamarse originalmente «El
48. Un aviso publicado en Comiqueando n.o 44 Eternauta», pero tuvo que cambiar de título
(marzo de 2000) anunciaba la salida del libro debido al por ese entonces irresuelto juicio
recopilatorio con 64 páginas inéditas para el de derechos de autor.

152 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA


HISTORIA

La historieta en Chile
2

Cristian Eric Díaz Castro


Dibujante de historietas, coleccionista, investigador de la historieta, Valparaíso, Chile

Resumen
En este período los comics extranjeros marcaban la pauta para la producción nacional y tímida-
mente se acepta el uso del bocadillo en las viñetas. El estilo de dibujo es clásico, monotono y de varias
calidades pero algunos autores juegan con los estilos y se destacan nombres como Jorge Delano,
Christie, Core, Percy, Nato, Alhue, y Pepo. Este período comienza con la llegada de los suplementos
de comics como Don Fausto, pasando por la epoca de gloria de El Peneca y Topaze y sus imitaciones,
y termina con la aparicion del mas famoso de los personajes de comics chilenos: «Condorito».

Abstract
In this period the foreign comics strips were leading the pattern for the Chilean comicbook produc-
tion and the use of the baloon inside the panels shyly is accepted. The drawing style is classic, monoto-
nous and has many kinds of cuality but some cartoonists try new ways in the styles and some names
stand out like Jorge Delano, Christie, Core, Percy, Nato, Alhue and Pepo. This period of time begins
with the arrival of weekly comics magazines like Don Fausto going trhu the El Peneca and Topaze´s
golden age and their imitations, and this era ends with the publishing of the most famous Chilean co-
micbook characater: «Condorito».

1924-1949 logra afianzarse en la prensa diaria en


un momento en que la revista El Pe-
El siguiente período se caracteriza por neca reinaba, período donde Editorial
la proliferación de las publicaciones que Zig-Zag no dejaba lugar a la competen-
incluyen cómics, especialmente los ex- cia en medio de criterios editoriales que
tranjeros y tímidamente se comienza a permitían la publicación de buenos y
aceptar el uso del bocadillo viendo así malos dibujantes. Debe entenderse que
nacer el cómic o historieta propiamente no había muchas exigencias en cuanto a
tal y afianzando la creación nacional un la calidad de la gráfica que sería impre-
espacio en el material publicado, aunque sa, además de las limitaciones tecnológi-
el estilo gráfico y los recursos narrativos cas de la época, y dependía más de la
son muy pobres comparados con los de sensibilidad del autor que de las reales
Norteamérica. Comienzan a especiali- necesidades de la editorial, malacostum-
zarse las publicaciones al aparecer las brando al lector quien se resignaba a
que se dedican a la historieta y el cómic consumir obras mediocres. Pero no sería
vol. 2, no. 7 153
Cristian Eric Díaz Castro
por mucho tiempo. Otro hecho a desta- durante los años que se publicó siempre
car es la llegada de material español y a dos tintas: «La sombra», «La flecha
por sobre todo argentino el que inspira- de oro», «Dinamita Gily Gran Sheriff»,
ría a dibujantes y editores nacionales. con dibujos de Viscarra son algunas de
Surgen en esta época las leyendas de la las aventuras que amenizaban la nove-
historieta. Esta segunda selección cro- lezca publicación que aseguraba en
nológica nos llevará desde la aparición portada ser la revista más popular y de
de Don Fausto, pasando por Topaze, La mayor circulación en Chile, a pesar de
Raspa, Aladino, Simbad llegando al na- la involución, siempre predominando el
cimiento de «Condorito» en la revista estilo didascalia en franca decadencia,
Okey. aunque se alternaban los que usaban
bocadillo como «Más allá del olvido»,
1924 «La rosa blanca» y «La orquídea blan-
27 de agosto: Don Fausto, Revista ca» todas de corte romántico. En las
de Lecturas Entretenidas aparece como portadas de la revista se pueden encon-
semanario en formato tabloide y en co- trar las firmas de Alcibiades Cuevas,
lores de baja calidad publicando mate- Abel Romero, Tufic y Mario Igor, el
rial extranjero como «Bringing Up Fat- más representativo de la etapa final. En
her» (que aquí se conocería como el año 1960 aparece la tira «Locarata y
«Don Fausto y Crisanta» y le daría nom- su acra mitad», la cual se ubicaba al pie
bre al semanario), pero en el sistema de de dos páginas. El número 2098
didascalias, es decir con imagen sepa- (24/11/64) es el último en salir a merca-
rada del texto adulterando el original do demostrando que un nuevo tipo de
que hacía uso de bocadillos. En el nú- lector aparecía exigiendo revistas en
mero 11 de esta revista aparecería la colores y más dinámicas.
primera pre-historieta de ciencia-fic-
ción chilena: «Viaje de la Tierra a Mar- 1927
te», de Juan Magre. Con el tiempo el se- 22 de enero: Semanita, La Revista
manario tomaría el formato tradicional Para Niños, otra publicación de apari-
de una revista de cómics y cedería el si- ción semanal para los más pequeños de
tial de los comics a los cuentos, las no- la casa creada por Editorial La Semana
velas seriadas y sólo chistes o cómics y con un formato que varío mientras se
que en la contratapa se mantendrían. publicó siendo el último número en sa-
Editada a dos tintas por Zig-Zag, sería lir el 98 (27/10/28).
otra de las publicaciones en que el arte Octubre: Armando Hinojosa, quien
de Mario Igor sería parte importante, fuera director de la revista Sin-Sal, fa-
apareciendo en las portadas y arte inte- llece, bromeando hasta el último mo-
rior de la etapa final de la revista. Don mento argumentando que sufre del mis-
Fausto tiene el mérito de ser la primera mo mal que el Diario Ilustrado: le falla
publicación chilena en presentar al lec- la circulación.
tor nacional una fotonovela de origen
italiano, las cuales se popularizaron en 1928
la post-guerra. La revista al cambiar su Junio: El Chuncho: Revista Satírica.
temática incluye sólo algunos cómics La publicación quincenal es editada en
154 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
Puente Alto. Con un formato normal y Jackie Cooper, conocido en estos lares
con textos mecanografiados desde el como «El pibe» al exhibirse la película
número 1 al 3 alcanza como último nú- de Chaplin, la publicación con portada
mero el 63 (2/31). a dos o tres tintas y el interior a una o
dos tintas cobijó fotos de actrices y ga-
1929 lanes de la época, cuentos, poesía, una
«Pato Paniagua» comienza a publi- novela para armar por entregas ya que
carse este año en La Estrella de Valpa- las páginas venían para recortar y ple-
raíso. La viñeta dedicada al palmípedo gar resultando en un libro de bolsillo,
de humor sarcástico, a veces, o inge- figurines en colores para los niños. Tí-
nuo, otras tantas, era firmada por Cior, tulos que se publicaron en las páginas
y se cree fue de autoría nacional. Aun- de El Pibe fueron «La Cenicienta», di-
que el estilo y los fondos de viñeta indi- dascalia a tres tintas en las páginas cen-
can lo contrario. trales, obra que aparecerá hasta el nú-
Enero: El Amigo es la continuación mero 2 (24/3/31) para ser reemplazada
de El Amigo de la Juventud con el nú- por «El Polichinela» en el siguiente, di-
mero 71 alcanzando como último ejem- dascalia que termina en el número 4
plar el 85 (3/30) y se editó en un forma- compartiendo espacio con «Aventuras
to tradicional. de un tío de América», didascalia que
finaliza en el número 5 (14/4/31). «Bú-
1930 falo Bill», es una novela ilustrada del
Abril: El Congrio: Magazine Ilustra- legendario jinete que aparece en los dos
do, Humorístico y Novedoso es de apari- primeros números, didascalias son
ción mensual y se publica en conjunto «Don Quijote de Aventuras», sólo en el
con La Bandera, en un formato tradicio- primer número al igual que «Las aven-
nal llegando al número 42 (10/33). turas de Agapito»; «La negligencia»,
«Las aventuras del capitán Toribio»,
1931 «Corrida de toreros», todas didascalias
«Pipo» es un personaje publicitario del número 2; «Fideo y Ravioli», didas-
para una marca de cigarrillos creado en calia en los números 3 (31/3/31) y 4
este año por Enrique Cornejo (Penike), (7/4/31). De esta edición son «Los fan-
quien trabajaba en la compañía de taba- tásticos jugos de Coco y Coca» y «Un
cos, y el poeta Alejandro Galaz. explorador afortunado», que se repetirá
17 de marzo: El Pibe, revista dirigi- en los dos siguientes números. En el nú-
da por José Másgrau, su propietario, mero 5 de la revista se indica al lector
aunque a partir del número 3 figura H. una fusión con la revista Junior la cual
Alzadora B. como director, comienza ha sacado sólo 8 números al mercado,
su segunda etapa (contestando correo decisión que no mejora la calidad de la
del período anterior en los primeros nú- revista. En esta edición figura la firma
meros) y la última, período que resulta de Lorenzo Alvial en algunas ilustra-
ser más breve. La revista fue de apari- ciones y aparece la didascalia «Aven-
ción semanal, días martes, y salió de los turas del capitán Toribio». «Juan que
talleres de Imprenta Selecta. Siempre ríe, Juan que llora» aparece en las pági-
manteniendo en portada la figura de nas centrales del número 6 (21/4/31) y
vol. 2, no. 7 155
Cristian Eric Díaz Castro
lo hace por última vez en la edición si- la verdad, si a Ud. le gusta. Y si no le
guiente, la misma suerte que la didas- gusta, también es la verdad. Su precio
calia de El Pibe. En el número 7 apare- es más fijo que el cambio: 40 cobres».
cen «Las aventuras acrobáticas de Cha- Con 20 páginas incluyendo portadas y a
plín», el cual aparecerá hasta la última dos tintas, la revista se convertiría en un
edición de la revista. «El Totilimundi» ejemplo de libertad de prensa e ingenio
aparece en el número 8 (5/3/31) y en el humorístico para resaltar los males de
siguiente número. En las páginas cen- la política chilena y mundial. El nom-
trales de la octava entrega, en colores, bre de la revista fue tomado del perso-
aparece «Hechos salientes de la historia naje de la obra de teatro de Marcel Pag-
de Chile» y «La vida de San Francisco nol, muy en boga a finales de la década
de Asís» en contratapa, biografía que se del veinte y estrenada en Chile por Ra-
publicará hasta la última edición como fael Frontaura. El profesor Topaze sería
lo hará «El niño egoísta» que comparte así el símbolo de la publicación. Para
página en el número 9 (12/5/31) con asegurar el éxito de la revista se proce-
«El Totilimundi». En la última edición dió a lanzar un millón de volantes sobre
«La niña envidiosa» es la novedad entre Santiago los cuales por un lado anun-
los regulares y a este tiempo la revista ciaban la revista y por el otro las bonda-
había dejado de poner fotos de famosos des del alimento Meyer; también se con-
para incluir la de lectores, decisión que trataron hombres que personificaran al
se tomó en el número 8 donde aparecie- profesor Topaze los cuales leían la re-
ron fotos de cursos para luego incluir la vista mientras deambulaban por las prin-
de niños. El arrastre de El Peneca en es- cipales arterias de la ciudad. La tirada
ta época se hacía sentir en los pequeños inicial de 10 000 ejemplares se vendió
editores que querían un pedazo del mer- en horas y las siguientes dos tiradas de
cado infantil-juvenil con publicaciones 5 000 ejemplares se agotaban una tras
similares al ya veterano semanario. Por otra. Con el correr del tiempo Litogra-
las presiones del mercado el último nú- fía La LeBlanc se haría cargo de la im-
mero de El Pibe es el 11 (26/5/31). presión de la revista debido a las exi-
12 de Agosto: Topaze, el Barómetro gencias técnicas por cantidad de ejem-
de la Política Chilena, genial proyecto plares y reproducción de al misma, la-
editorial salido de los talleres de la im- bor que estaría a cargo de Zig-Zag y
prenta El Esfuerzo y motivado para ge- luego La Nación en la década del 60.
nerar una fuente de trabajo para su prin- Desde su aparición, con sus altos y ba-
cipal gestor, ve la luz en Santiago gra- jos, la revista se ganó el respeto de la
cias a la concomitancia de Jorge Délano prensa mundial. En un comienzo los di-
(Coke), Jorge Sanhueza (Pichiruche) y bujos estaban a cargo de Jorge Délano
Joaquín Blaya, gran publicista argenti- (Coke) Juan Francisco González (Hue-
no, jactándose de que «es una revista lén, hijo del famoso pintor debemos de-
con más independencia que el poder ju- cir) y Juan Gálvez Elorza (Fantasio).
dicial. La única en el mundo absoluta- Hacia el número 30 se sumarían Ma-
mente original, sin ningún recorte. Apa- nuel Tejeda (Mono) y Mario Torrealba
rece todos los miércoles a las 8 de la (Pekén). Hacia el 40 se suma Mario
mañana aunque llueva. Lo que dice es Gálvez (Ares). La primera colaboración
156 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
de Pepo para esta revista sería en el nú- un programa radial, «Almorzando con
mero 50 (20/7/32), página 15, firmando Topaze», que cada domingo salía al ai-
como R. Ríos B. los chistes con «Ver- re a las 11 y 15 por Radio Portales y se
dejo» y los políticos «Aránguiz y Dávi- mantuvo hasta mediados de la década
la». Debemos hacer notar que el perso- del sesenta. También debemos destacar
naje Juan Verdejo Larraín aparece en el que cada aniversario de la revista se or-
número 11 (21/10/31) donde se le des- ganizaba una exposición de los origina-
cribe. La idea del personaje surgió de les empleados en la revista en el hotel
los recuerdos que el dibujante Coke te- Crillón. Famosos personajes de la re-
nía de su infancia sobre un maestro chas- vista fueron las caricaturas de los presi-
quilla que realizó algunos arreglos en dentes y políticos de turno como Don
su hogar, aunque se dice que el perso- Gabito (Gabriel González Videla), Don
naje tendría base real y que hacia 1902 Tinto (Pedro Aguirre Cerda), Don Mar-
se hablaba de él como un terrible delin- ma (Marmaduke Grove), Don Palomo (Ma-
cuente, el más feo del mundo pero gra- nuel Cruchaga), Don One Step (Juan
cioso. En este número se anuncia tam- Esteban Montero), Don Mandantonio
bién la primera exposición de los origi- (Juan Antonio Ríos), El León (Arturo
nales que dan vida a la revista, práctica Alessandri), Don Malas Pulgas (Jorge
que se haría común. Es en el número 3 Alessandri), Don Bustoamenta (Julio Bus-
que recién figura como director de la re- tamante), Don Lalo (Eduardo Frei Mon-
vista don Alberto Topaze Cambiazo, talva), El Vigía del Aire (Ismael Edwards
nombre ficticio que sería usado en el fu- Matte), Doña Trutruca (María de la Cruz),
turo. En la década del 40, figurando el padre Hablún (Padre Hasbún), entre
Editorial Al Día en los créditos, la re- otros. Además de dibujos se publicaban
vista se mantuvo en 16 páginas para textos punzantes a cargo de escritores
luego aumentarlas a 24 y sólo en núme- como Avelino Urzúa (El Chato, ex avia-
ros aniversarios aumentaría la cantidad dor y director de la revista hacia 1953 y
a 36, siempre manteniendo su interior a Premio Nacional de Periodismo), Jorge
dos tintas. Como dato anecdótico está Sanhueza (Pichiruche) y Genaro San-
el hecho de que Pichiruche quien era hueza (hermano), Jenaro Prieto (P, au-
dueño de la revista Wikén temprana- tor de «El Socio»), Héctor Meléndez
mente regalaría los derechos de esta a (gran poeta popular y autor de los ver-
Carlos Cariola debido a la muerte del sos de Juan Verdejo), Alejandro Tins-
director Don Luís Mesa Bell a manos ley Prieto, Fernando Díaz Garcés, Ma-
de la policía secreta y finalmente la re- nuel Gamboa, Gonzalo Orrego, René
vista se hermanaría con Topaze, que- Olivares y Alvaro Puga Fisher (quien
dando los derechos en su totalidad en también fue director de Topaze), por ci-
manos de Coke quien dirigió Topaze tar algunos. A la salida de Coke se ha-
hasta finales de 1949 período en que se rían cargo de la revista Avelino Urzúa,
genera la lucha por los quioscos y los Eugenio Lira Massi, Gabriel Sanhueza,
lectores con la recién aparecida revista Gonzalo Queda, Gonzalo Orrego, el
La Raspa de ediciones Carlos de Vidts. «Pluto» Olivares, Lugoze, Hernán Mi-
Debido al éxito de la revista se llegó a llas. En lo que a contenido se refiere
crear a finales de la década del cincuenta una característica de la revista era hacer
vol. 2, no. 7 157
Cristian Eric Díaz Castro
publicidad implicando a los políticos de «El Verdadero Topaze» y los dibujantes
la semana y la sección más popular era eran Themo Lobos, Cire, Pepe Huinca,
«Los chismes de Peggy» escritos por Alcimán, Héctor Valdés, Tuto (quien
María Eugenia Oyarzún, la única mujer dibujaba a «Don Lalo») y aparecía co-
en el equipo Topaze donde siempre es- mo personaje popular Juan Machuca,
tuvieron presentes las secciones escri- especie de «neo Verdejo». Se sumarían
tas en tono humorístico y crítico para Ric, Raso, Alfonso Ortega, Bigote,
referirse a los acontecimientos políticos Hernán Vidal (Hervi) con su personaje
del país y del mundo, y el fuerte de la «Don Cesáreo», Percy y Nakor. Como
revista siempe fueron a lo largo de toda escritores habituales estaban A. Ortega,
sus ediciones las punzantes caricaturas E. Gallardo, E. Gutiérrez y A. Callis Jr.
las que desde mediados de la década del El último ejemplar en circular fue el nú-
50 estarían a cargo de Luís Sepúlveda mero 1981 (28/10/70) durante el perío-
(Alhué), Víctor Arraigada (Vicar) con do de elecciones, terminando una glo-
«El depravado Acuña», Luís Enrique riosa etapa que le valió a su fundador
Afonso (Osnofla), Melitón Herrera Jorge Délano renombre internacional,
(Click), Luís Goyenechea (Lugoze), Ren- además de ser «Topaze» la escuela de
zo Pecchenino (Lukas), Fernando Daza muchos dibujantes nacionales y tam-
(Daza), Jimmy Scott, Carso, Narro, y bién una revista señera en lo que a sátira
en los ácidos textos Germán Alfonso política se refiere.
Reyes Messa (Alfonso XIII), Augusto
Olivares, Igor Entralá, Albino Pezoa, 1932
Oscar García (Josafat Martínez), Tito Suplemento de Historietas del diario
Mundt, Luís Rubén Azócar (director La Unión comienza su larga trayectoria
desde 1958 de la revista). En la década a partir de este año convirtiéndolo en el
del 60 la revista ya no era tan popular y más longevo del país ya que se publica-
para seguir imprimiéndose constaba con ría hasta 1972, siempre incluyendo ma-
auspiciadores, mecenas que la mante- terial norteamericano en una excelente
nían a flote por nostalgia. Ellos eran impresión en colores, dejando la página
empresarios que destinaban dinero para de «Dick Tracy» en portada durante
pagar la impresión y las colaboraciones mucho tiempo. El suplemento aparecía
gráficas creando la sensación de que la cada domingo y constaba de 8 páginas.
revista era partidaria. Como dato curio- El diario que lo cobijaba se venía publi-
so está que se publicaron algunos nú- cando desde el 23 de enero de 1895.
meros con portadas en colores a media- 2 de enero: Wiken de Editorial Topa-
dos de la década del sesenta, rompiendo ze y a cargo de Jorge Sanhueza termina-
el tradicional esquema de las dos tintas ría hermanándose con Topaze. La re-
(rojo y negro) que caracterizó a la revis- vista se editó en gran formato el cual
ta. Topaze a estas alturas de su vida edi- varió mientras se publicó, y tuvo apari-
torial ya no tenía el monopolio del co- ción semanal teniendo como último nú-
mentario político pues se hizo un tema mero el 117 (1/12/34) debido a la perse-
común en prensa y radio. En esta época cución gubernamental producto de su
de agonía, 1965, siendo director Euge- punzante humor, por lo que su propieta-
nio Lira Massi, figuraba como subtítulo rio cedió los derechos a Jorge Délano.
158 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
14 de julio: Topazín, versión infantil mato tradicional resultaba visualmente
del concepto de la mítica Topaze, salida atractiva para la época gracias a la su-
de los talleres gráficos de La Nación y pervisión de Coke, precursor en varias
dirigida por Coke, es una revista que materias debemos decir. Sin embargo
trata de ampliar el criterio de los más no pudo continuar y competir con la po-
jóvenes entregando diversión y conoci- pular revista infantil El Peneca, que era
mientos, y así lo hace notar en su edito- mucho más pobre visualmente pero con
rial que pretende remecer conciencias. más trayectoria y seguidores.
Con una portada a tres tintas y presen- 4 de octubre: Verdejo, revista sema-
tando al pequeño Topazín (versión in- nal ilustrada aprovecha el nombre del
fantil del profesor Topaze) y su masco- popular personaje resucitado en las pá-
ta entrega un interior a dos tintas en al- ginas de Topaze. Sin embargo la revista
gunos casos a lo largo de sus 24 páginas llega solamente al número 31 (2/5/33)
donde podemos encontrar cuentos, fi- entre los dibujantes que colaboraron en
guras para recortar, biografías, datos geo- el semanario estuvieron Fantasio y
gráficos, cinematográficos («La linter- Adduard.
na mágica»), páginas sociales para ni-
ños –quienes para ser publicadas sus fo- 1933
tografías debían adjuntar dos cupones Agosto: Cambiazo, revista semanal
que aparecían en la revista–, moda in- de humorismo gráfico en un formato
fantil, divulgación científica, niños des- tradicional tuvo entre sus colaborado-
tacados –siendo el primero Mario Mi- res a Pepo. El último número en editar-
randa Rodríguez, pianista– y los infal- se fue el 17 (12/33).
tables concursos. En materia de histo- Noviembre: Pepo (René Ríos Boeti-
rietas estaban «Cristi», de Wam; «Las ger) es premiado en la Expo Primavera
hazañas del sapo Flit», «Las andanzas por sus habilidades gráficas.
de un aspirante a boxeador» –con «Tor-
niquete» y «Cachi Porra», ambas de 1934
Athos; y «Aventuras del mono Patín» En este año aparece Tío Pancho. Es
–un mono colilarga y travieso– dibu- una revista infantil en pequeño formato
jadas por Pekén. En el número 2 que sólo alcanza 4 números.
(21/7/32) se incluye una sección de Noviembre: El Abuelito fue una pu-
«Historia de Chile» de W. Millar, co- blicación mensual en pequeño formato
menzando por el descubrimiento de de Ediciones San Vicente destinada a
América. En el número 3 (28/7/32) apa- los niños y originada en un programa
rece «El filibustero», con el sistema de radial de Radio Hucke, «La hora del
didascalias y dibujadas por Ares. En el abuelito», donde el abuelito Luis, ca-
número 4 (4/8/32) se incluyen colabo- racterizado por Luis López Rey, narra
raciones de los lectores. En el número 6 cuentos a los niños, situación que se ve
(18/8/32) la revista que ya tiene cierta en la portada a dos tintas del primer nú-
popularidad, organiza matinales infan- mero y que se repite en el número 2 con
tiles. En el número 8 (1/9/32), el último otros colores. Con material en blanco y
en ver la luz, se publica «Panchito», di- negro, tónica de la época, homenajea en
bujado por Athos. La revista de un for- su primer número a don Arturo Ales-
vol. 2, no. 7 159
Cristian Eric Díaz Castro
sandri Palma. En sus 56 páginas se in- del primer número se dice que la revista
cluían cuentos, fotos de los auditores, debía llamarse Tarzán pero sucedió al-
vida social de los niños y comics como go, lo que se relata en las páginas cen-
«Aventuras de don Segismundo» publi- trales: el enfrentamiento de un niño su-
cada en tiras verticales dibujadas por reño, el fornido y audaz Chascón contra
Jordán y Adamson (material extranje- un barbudo Tarzán. Es el niño quien hu-
ro) El cómic «Pik la abeja» debuta en el millando al rey de la selva gana el dere-
número 2, repitiendo las secciones in- cho de nombrar la revista con su nom-
fantiles y la publicidad a dos tintas en bre. No se explica a ciencia cierta si se
un papel de mejor calidad. «Félix el ga- contaba con la autorización para usar el
to» aparece en el número 3 junto a nombre del hombre mono pero la revis-
«Donde las dan» de K-O, «Pik» y chis- ta comenzó su andanza de dos años
tes varios. En el número 4 se repiten siempre dejando la continua lucha entre
«Pik», «Félix el gato» y debuta «Max el Chascón y Tarzán, quien siempre es de-
bueno». En el 5 debutan «Saca inventor rrotado, en las didascalias de las pági-
Pica ayudante». En el número 6 apare- nas centrales. La única vez que ganó el
cen «Saca y Corcho», además de la sec- singular rey de la selva, apuñalando a
ción «El mundo de los niños» además Chascón, resultó ser un sueño (número
de los infaltables cuentos infantiles. En 5). A la trama se suma un duende que
el número 7 (5/35) el último, aparecen aparece en el número 6 y en el 8 se ini-
«Rick y su argolla» por K-O, «Saca y cia una larga aventura contra los pira-
Corcho» y una galería de fotos de los tas. En el tiro del número 15 debutan el
auditores del programa radial. cómic mudo «Las aventuras de Pez Co-
lín» y el «Fantasma Quiscoso» ambas
1935 dibujadas por Christie. En el número 21
Junio: Chispa, revista semanal en se suman «Mickey» y «Los tres chan-
formato tradicional que alcanza el nú- chitos» dibujadas por Chrisite también.
mero 20 (11/35). En el 22 comienza la didascalia de
«Robinson Crusoe» en el tiro y retiro y
1936 «Los episodios de la historia de Chile»
En este año aparece Paliques, revista en didascalias también iniciando su di-
no apta para menores, ya que es de corte dáctica postura con el paso por las cos-
erótico, de Editorial Zig-Zag, mientras tas chilenas del pirata Francis Drake.
que Pepo y Alhué montan una exposi- La serie se mantendría con hechos co-
ción de sus trabajos en la capital. mo el terremoto de mayo, la canción
23 de abril: Chascón contra Tarzán, nacional o la expedición de Almagro.
revista semanal de cuentos ilustrados En el número 30 debutan las «Fábulas
para niños que aparece en un formato ilustradas» dibujadas por Christie sien-
pequeño como el de El Abuelito y que do la primera una de Fernández sobre el
se repetiría en otras publicaciones in- número uno y el dos. Al pie de la segun-
fantiles con el paso de los años. Con el da página de cada adaptación se incluía
arte de Marchini para las portadas y las la tira «Y así no más» del mismo dibu-
didascalias del personaje la revista pre- jante. Otros escritores adaptados serían
senta una extraña saga ya que en el tiro Samaniego e Iriarte. La edición de la re-
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La historieta en Chile
vista siempre fue de 32 páginas en blan- centrales en colores. Otros que se man-
co y negro en regular impresión dejan- tuvieron desde el comienzo de la revista
do las dos tintas para las portadas. Man- fueron «Mack y Mackito», un «Dick
teniendo la fórmula el último número Tracy» retocado para eliminar los boca-
de esta extraña publicación fue el 100 dillos y dejarlos como didascalias se
(23/3/38). publicó hasta el último número, al igual
que las «Hazañas de Quico», sobre un
1937 grupo de niños, «Charles Olmos», di-
Un pre-Condorito aparece en el estre- dascalia de factura nacional aunque re-
nado corto animado chileno de Jaime cién figura la firma de M. Rivas a partir
Escudero y Carlos Trupp. En el film del núemro 6 (7/6/37) y que se mantie-
«Recordando» de 1961 de Edmundo ne también hasta el final de la revista,
Urrutia se hace mención de esta rareza «Chocolate», las andanzas de un perro,
donde aparece un cóndor antropomorfo. material extranjero que se publica en
30 de abril: Campeón, revista sema- colores o dos tintas hasta el número 26
nal y en formato tradicional editada por (1/11/37), «El rey de los gnomos», di-
Zig-Zag. En su primer número aparece dascalia en colores en contratapa que
en portada la didascalia titulada «El aparece desde el número 14 (9/8/37)
Pierrot Escarlata» firmada por Visca- hasta el número 24 (18/10/37), «La mo-
rra. Esta serie aparecería en portada mia del museo» que es más un cuento
hasta el número 6 (7/6/37) historia que ilustrado que se prolonga dede el núme-
finaliza en el siguiente número donde la ro 16 (23/8/37) hasta el 21 (27/9/37).
portada presenta una ilustración anun- Amenizaba la revista la página «De
ciando la historia de un fantástico sub- Dulce y de Grasa», espacio donde hay
marino, obra firmada por Gog que fina- datos, juegos y chistes. Cuentos y nove-
liza en el número 16 (23/8/37). En el las ilustradas además de los citados an-
número 8 vuelve a aparecer una didas- teriormente eran regulares en la publi-
calia sobre la aventura submarina y cación, destacándose «Ella». El dibu-
desde el siguiente se regulariza a una jante Osn colaboró en la revista ya con
ilustración con algo de texto, criterio ilustraciones varias como con la tira di-
que se mantiene hasta el final de la re- dascalia «Las ocurrencias de Pocholi-
vista a partir del número 11 (12/7/37). to» que sólo apareció en el número 2
Historias que se publicaron desde un (7/5/37) y «Las andanzas de Lala y Lo-
principio y por largo tiempo en la revis- lo», didascalias que aparecieron en los
ta fueron «El experimento del doctor números 3 (14/5/37), 5 (31/5/37) y 7
Hans» firmada por H. Rabello, didas- (14/6/37). Material que sólo apareció
calia que aparecería hasta el número 17 una vez fue «El asno y el tesoro», «El
(30/8/37), «Mancha de tinta», una man- vigilante amigo», «Negrilla», «Aventu-
cha con vida, que se publica como di- ras de Bomba». Otras duraron un par de
dascalia hasta el número 27 (8/11/37) números como «El tesoro maldito»,
el último de la revista junto a «Las mil y «La cazadora de leones», «Barco san-
una noches» y «Terror alado» de G. R. griento», «La sirena del trópico», «El
Molloch, ambos cuentos ilustrados, es- fantasma de Escocia» o «El jorobado
tando estos tres títulos en las páginas Enrique de Lagardere» por citar algu-
vol. 2, no. 7 161
Cristian Eric Díaz Castro
nos títulos. La revista que venía impri- una o pocas viñetas en la sección «Ría»
miéndose con cuatro colores en sus por- a cargo del prolífico dibujante. Además
tadas pasa a dos tintas a partir del nú- la revista traía cuentos, poesía, juegos,
mero 19 (13/9/37) con una edición pa- notas (en el número 28 se entrevista al
triótica en donde comienza la serie «Un niño pianista Mario Miranda) fichas so-
episodio de la vida de Manuel Rodrí- bre animales, concursos y figuras para
guez», novela ilustrada por entregas. El recortar (que a partir del número 27 co-
último número de Campeón, el 27, ade- menzaron a salir en las páginas centra-
más de algunos cuentos ilustrados y la les en cartulina y en colores). A pesar
página «De Dulce y de Grasa» traía en de ser el fuerte de la revista las historie-
sus páginas «La princesa Gulitur», tas de los personajes norteamericanos
«Chocolate», «El fantasma de Esco- el dibujante Christie presentó creacio-
cia», «La pirata», «Mancha de tinta», nes suyas como «Bum-Bim el monito
«Las mil y una noches», «El jorobado», de la suerte» que era un ser hecho de
«Las hazañas de Quico», «Charles alambre junto a su mascota de igual ca-
Olmos» y «Pancho Ventura» debutan- racterística en situaciones divertidas que
do y despidiéndose en la contratapa. apareció un par de veces desde el núme-
18 de junio: Album Mickey, para To- ro 3 (2/7/37), número en que Mickey
dos los Niños de América que Aparece aprovecha su editorial para promocio-
los Viernes, revista semanal de 32 pági- nar la revista Chascón contra Tarzán
nas a dos tintas (hasta el número 10 del que es de menor formato y menor pre-
20 de agosto de 1937 para quedar en cio. También en el mismo número apa-
una tinta hasta que dejó de editarse) con rece otro personaje de Christie, «Ca-
portadas a cuatro colores (excepto la briolo» (un chivo antropomorfo), en su
del número 15 del 24 de septiembre de única historieta. «Tonel y Cordelito»
1937) editada en Santiago e impresa en aparecen en el número 4 y «Los 3 cerdi-
Talleres Gráficos de Ercilla, su edito- tos» hacen su debut. «Un vigilante ejem-
rial. Principalmente cobijó material de plar» comienza su aparición regular en
la compañía Disney, pero con la parti- la edición número 11 (27/8/37). Chris-
cularidad de que las historietas eran di- tie sigue produciendo y en el número 18
bujadas acá por Jorge Christie quien fir- del Álbum Mickey (15/10/37) debutan
maba las aventuras de «Mickey», «Do- «Pepino y Rum-Rum» (un mono y un
nald», «Dippy» (Tribilín) o bien las de insecto) en historietas con los chasca-
«Popeye» y el «Gato Félix», entre otras rros producidos por la pugna continua
adaptaciones que eran indicadas como del par. En ese mismo número debuta
tal eso sí. Cada revista comenzaba su una tira costumbrista de Christie,
primera página con la sección «Mickey «Compañeros de oficina», donde dos
aconseja a los niños» y chistes con los malencaradas secretarias continuamen-
personajes Disney. Los estilos eran el te discuten. Los personajes volverían a
uso de didascalias («Félix», «Sando- aparecer ediciones posteriores. En el
kán», «Los tres mosqueteros», «Veinte número 19 de la revista aparece la pági-
mil leguas de viaje submarino») y có- na titulada «El tío de Paquito» del mis-
mics («Mickey», «Popeye», «Donald») mo autor. Si bien el grueso de la pro-
de regular calidad junto a los chistes de ducción era nacional se incluyeron
162 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
obras extranjeras como las didascalias rio La Nación editado primeramente
del «Profesor Nimbus» quien debutó en por Ercilla se publica hasta el número
el número 31 (14/1/38) en este número 909 (14/12/55). Por sus 20 y luego 16
comienzan a figurar otras firmas como páginas desfilaron los más famosos
dibujantes del semanario tales como personajes del cómic internacional co-
Pedro Olmos, Carreño y E. González. mo «Popeye», «Henry», «Mandrake»,
Rarezas de la revista que en sí ya es una «Brick Bradford», «Anita y sus ami-
fue el hecho de que Minnie era presen- gos», «Fantasma», «Ratón Migueli-
tada como la mujer de Mickey o que en to», «Tío Remus», «Pomponio», «Cu-
la edición número 14 (17/9/37) los per- quita mecanógrafa», «Maldades de
sonajes que venían apareciendo en la dos Pilluelos», «Roy Rogers», «Rol-
revista salen celebrando en una ramada dán el temerario», «Ben Bolt», «Aven-
el 18 de septiembre o que Mickey vivie- turas de Aguilucho», «El príncipe Va-
ra una aventura en Chile o se enfrentara liente», etc. En colores con gran cali-
al Ratón Pérez, licencias que la factura dad de impresión, al parecer norteame-
nacional permitía. La revista sólo al- ricana, también cobijó material nacio-
canza a publicarse hasta el número 40 nal como «Historia de Chile» de Fran-
(18/3/38). cisco Valdés Vergara con dibujos de
8 de septiembre: Tontilandia, revista Enrich D’oc.
de humor a cargo del destacado escritor de diciembre: «Don Gumersindo»
y periodista Jenaro Prieto, tuvo apari- comienza a publicarse en La Estrella de
ción semanal. Editada en un formato tra- Valparaíso. A pesar de no ser de origen
dicional llega hasta el número 39 (6/38). nacional es personaje emblemático del
periódico pues aun se publica. En un
1938 comienzo la tira es firmada por Dori y
13 de enero: Topaze número 285 es más tarde por Fola.
requisada e incinerada, situación que
Coke, su director, averigua dando con 1939
el lugar y estableciendo un juicio contra Agosto: Sex Appeal, otra pionera re-
el estado aunque la revista es procesada vista para adultos editada en Santiago
tras la acción judicial. La irregular si- que alcanzó 13 números (11/39). Se pu-
tuación se originó en una caricatura di- blicó en un formato tradicional en los
bujada por Pekén donde se veía a don talleres de Imprenta Cultura.
Carlos Ibáñez del Campo dominando a Según recuerdan algunos coleccio-
un león el que representaba en el colec- nistas en esta década que comienza apa-
tivo popular a don Arturo Alessandri, recía una fotonovela protagonizada por
hecho que desmintió Coke en el juicio, el capitán Chile, material que no ha sido
aunque era verdad. Luego de ser ab- analizado en primera persona por lo que
suelto el dibujante y director. Don no se reseña mayor información.
Arturo Alessandri, entonces presidente
de la nación, debió pedir disculpas pú- 1941
blicas por tal incidente. 29 de septiembre: Walt Disney vie-
20 de julio: Pulgarcito: Semanario ne a Chile preparando su film «Saludos
Infantil, suplemento de comics del dia- amigos». Como nuestro país fue repre-
vol. 2, no. 7 163
Cristian Eric Díaz Castro
sentado por un avioncito llamado Pe- que pronto se le sumó Cabritina y Ca-
drito (en honor a Don Pedro Aguirre britón. Ellos aparecían en las portadas
Cerda) el cual no logra cruzar la Cordi- de la revista en diversas situaciones, en
llera de los Andes, que a todo esto taria ilustraciones con no más de tres tintas
a nuestro país una carta dirigida a Jorge en un comienzo para ser luego en co-
Délano, se gatilla en el dibujante Pepo lores y más tarde volver a usar sólo tres
la idea de un personaje que sí nos repre- tintas. La revista tenía 36 páginas inclu-
sente naciendo así la idea del que se yendo las portadas como tales y era de
convertiría en su creación más conoci- un formato pequeño que se agrandó lle-
da y exitosa: «Condorito». Eso es lo gando a la edición número 40, mante-
que la leyenda dice, es una parte de los niéndolo hasta su cierre en el número
antecedentes del nacimiento del famo- 362 (29/9/48) siempre con las páginas
so personaje porque el origen del popu- interiores a una sola tinta en una impre-
lar emplumado se debe, además, a otras sión de baja calidad. De similar aspecto
circunstancias: fue un joven Themo Lo- a El Peneca trataba de dar un espacio a
bos quien llegó un día a la redacción de las inquietudes de los más pequeños del
Topaze con un personaje llamado Efa- hogar, además de entretenerles con jue-
nor el condorito, ave antropomorfa que gos, cuentos y cómics pero puso espe-
ya tenía la apariencia de gañán. Pepo cial énfasis en la historia de Chile y
pensó y dijo que no sería explotado en América. Dibujantes importantes fue-
la forma correcta por el entonces nova- ron Adduard, J. Zúñiga P., Hortensia,
to Themo así que decidió ser él quien Rafael Ampuero («Aventuras de Ca-
daría vida al hoy famoso cóndor antro- co», «Joaquito», «Chochi»), Moller
pomorfo adoptándolo. Testigos del («Don Pingüino hace y deshace»), La-
trascendental hecho histórico fueron gosin («El nuevo Aladino»), Jaime
los miembros de la revista de sátira po- Escudero y Guillermo Salas («Perrito
lítica como Alhué y Pekén. Lugoze es- Malgenio»), el mismísimo Coré, D.
cribiría una historia titulada «Pepo, pa- Mondaca, Nato, que para entonces fir-
dre putativo de Condorito». El resto es maba como Renato Andrade («Una vez
historia. Pirulín»), Echeverria («Cosas de Pelu-
12 de septiembre: Cachupín, perso- co») y «Aventuras de Pituto» por Ma-
naje del dibujante Renato Andrade (Na- chuca (que nada tiene que ver con el
to), comienza su larga vida editorial en personaje de Nato ya que este es un mo-
las páginas de la revista deportiva Esta- no), Lautaro Labial, quien sería Premio
dio. Sus aventuras se publicarían hasta Nacional de Dibujo Periodístico en
mediados de la década del 70. 1970, también dibujó portadas y se ju-
8 de octubre: El Cabrito, publica- bilaría en 1958 dedicándose sólo a la
ción destinada a los niños de aparición pintura. Otros dibujantes y sus creacio-
semanal (los miércoles) y que se inspi- nes en al revista fueron Rafa (Bichito),
raba en el éxito de la revista El Peneca. Alcibiades Cuevas («Acción heroica»
Como rezaba en sus créditos el semana- en didascalias, «El leño rojo», «Las tra-
rio era dirigido por Henriette Morvan y vesuras de Pin y Pon»), Garabato («Pe-
era editado por Zig-Zag. Como perso- pe Cabezas»), Percy («Los Palomi-
naje mascota tenía a Cabritín, un niño al llas»), Afa («Cachito Urdebienes»),
164 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile

Figura 1: «Aventuras de Perrín y Mapuquito». Las historias con niños ejemplares y moralejas de
corolario eran la tónica de entonces así como el descuidado estilo de dibujo. Claro ejemplo es esta
historieta firmada por Ravito que aparecía en la revista El Cabrito.

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Cristian Eric Díaz Castro

Figura 2: La distancia y el idioma ayudaban a convertir material extranjero en propio sin mayores
implicancias legales como sucedió con «Las diabluras de Pin y Pon» que aparecieron en la revista
El Cabrito, didascalias que eran adaptaciones de material británico. La osadía es firmada por Alci-
bíades Cuevas quien además colaboraba en la revista Don Fausto.

166 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA


La historieta en Chile
Ravito («Aventuras de Perrín y Mapu- diario antofagastino Abc, cuando Luis
quito»), Jordan («Aventuras de Bu- Méndez Mella le pide un personaje y
zón»), Luís Rogers, F. Otero («Las píl- crea al «Conscripto Videla».
doras voladoras»), Lorenzo Villalón 12 de noviembre: Pobre Diablo, re-
(«Nanito y el Trompo»), Pedro Nolasco vista hermana de la popular Rico Tipo
y Arthur («Paladines del aire»), Da- de Argentina, se convirtió en un tram-
mián Reyes y Zúñiga Riveros («Kao polín para muchos dibujantes ya que se
contra Venus» y «Los criminales de la popularizó por su humor punzante,
Luna»). «Curso de caricaturas» por J. tanto en lo literario como en lo gráfico,
Zúñiga hacia el número 300. Otros có- a pesar de su deficiente edición con
mics nacionales que El Cabrito cobijó portada en colores, páginas centrales a
fueron «El primer viaje a la Luna», di- dos tintas –un fuerte rojo más negro– y
bujada por Sergio Rojas, que reclamaba una tinta para el interior de 38 páginas,
ser una adaptación libre. Cuando lee- salidas de la editorial Zig-Zag, para
mos la historia nos damos cuenta que es Chile y Latinoamérica. Entre sus cola-
una mala copia de «Flash Gordon». boradores se encuentran: Alhué («Bar-
También estaba la tira «Erase una vez tolo», «Veinte años después», «Ho-
Cabritín», de Nato, «Trespelín» por D. mobono», «Neurastenio»), Nato («Acuá-
Mondaca y un cómic en didascalias or- tica», «Toribio»), Percy («Un enfer-
denadas verticalmente cual cinta de mo», «¡Qué pensiones!», tira publici-
proyector titulada «Cabrito Films pre- taria para Zapatería California), Mo-
senta», donde se relataban sucesos de la no («El señor y su valet»), Pekén («To-
historia de Chile. Entre las obras ex- ribio el naufrago», «Pobre Diablo»,
tranjeras se publicaron «Tarzán», «Yar- «Alambrito»), Kastro («Energía»),
ko el Invencible» («Flash Gordon» re- Pepo («Vampita o la mujer fatal»,
tocado), «Búfalo Bill», «Peter Pan», «Don Rodrigo», «Viborita»), Más
«El loco Lucas», «El Libro de las selvas («Todo es cuestión de enfoque»), Ote-
vírgenes» adaptado por Víctor de la ro («La vida es así»), Osn («De com-
Fuente. Entre las colaboraciones de los pras»), Fuentes, Dam (Febo), Salgado
lectores figuran la de futuros famosos («Preguntas inútiles», «Penal... de
del cómic como Alvaro Arce (El Cabri- muerte»), An-toño («¡Oiga, señor
to número 289 del 7/5/47) o Hildegardo aprendiz!)», O («Sea usted caritati-
Igor y Julio Berríos quienes son citados vo»), Daza, Landrú, Hector L. Torino
en el número aniversario, el 312 del («El café de la esquina»), César («Na-
15/9/47. A pesar de ser más dinámica y rizán», «Tontolito Jockey»). Junto con
atractiva visualmente que El Peneca los dibujantes nacionales se publica-
aunque en la misma impresión regular ban chistes extranjeros en una sección
la revista llegó sólo hasta el número 362a doble página titulada «Aquí tijeretea-
(29/9/48). mos». A los dibujos se sumaban algu-
nas fotos de mujeres hermosas y sec-
1945 ciones dedicadas a la farándula nacio-
Lugoze (Luís Goyenechea Zegarra) nal o las novedades en el teatro, cine y
debuta como caricaturista en este año, radio. Las portadas las dibujaron
ya que hacía labores de periodista en el Alhué y principalmente Pepo. En «Po-
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Cristian Eric Díaz Castro
Leon Prado y fue excelente alumno en
la de cátedra de latín. Con el tiempo lle-
garía a estudiar en la Escuela de Artes
Aplicadas y en el Bellas Artes. Este año
Sacapica, revista en que colaboró Pepo
firmando como Popeye y que le costó
ser deportado a Chiloé por una ilustra-
ción aparecida en el número 26 del se-
manario sobre su tío el presidente Juan
Antonio Ríos.

1947
26 de enero: «Pepe Antártico», crea-
ción de Percibal Eaglehurst (Percy), de-
buta en la prensa diaria específicamente
en el diario «Última Hora. Este perso-
naje se caracteriza por ser un don Juan y
cara dura que aprovecha cualquier ins-
Figura 3: En Chile el humor siempre ha sido tancia para disfrutar de las bondades del
el tema preferido para desarrollar personajes.
Antes de que Pepo lograra su mayor acierto
sexo opuesto en una cruzada libidinosa
con «Condorito», «Don Rodrigo>, la locuaz que perdura hasta el siglo XXI. Además
armadura medieval, era uno de sus caballitos de aparecer en la prensa diaria sus fres-
de batalla. curas fueron publicadas en otras revis-
tas de humor pícaro. Más tarde la tira
bre Diablo» tuvieron la genial idea de aparecería en el diario La Tercera y La
incluir las famosas fotos de una joven Cuarta.
Marilyn Monroe desnuda y se declaró Agosto: «Von Pilsener», creación de
reo al director de la revista. Su popula- Lustig, reaparece en la revista Zig-Zag
ridad la hizo alcanzar como último nú- y por las iniciales del dibujante se atri-
mero el 373 (27/12/52). buye la obra a Lorenzo Villalón. Sólo
se publicó 2 meses en 8 entregas co-
1946 menzando con página completa para
Homero el Piloto y Ferrilo persona- terminar con sólo una viñeta el 3 de oc-
jes creados por Themo (Themístocles tubre de 1947.
Lobos Vizcarra) a los 17 o 18 años se-
gún él recuerda, debutan en los periódi- 1948
cos La Nación y El Mercurio respecti- 14 de agosto: La Pichanga, la cari-
vamente. Los personajes serían reedita- catura del deporte fue una revista edita-
dos en distintas publicaciones con el da por Ediciones Buen Humor y dirigi-
paso de los años, especialmente el sim- da por Pepo. La publicación tuvo apari-
pático autómata. Tiempo más tarde iría ción quincenal y fue impresa en los Ta-
ante Carlos de Vidts quien dirigía la re- lleres de La Nación. En sus páginas co-
vista Aladino. Themo nació en 1928 en laboraron Pepo, Guido Vallejos, Meli-
San Miguel, estudia en Instituto Miguel tón, Nato y Lugoze. Se debe hacer notar
168 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
que en el número 23 (28/1/49) se anun-
cia a «Condorito», personaje que al fi-
nal sería presentado en la revista Okey
de Editorial Zig-Zag. Esta simpática
publicación llegó a editarse hasta el nú-
mero 28 (08/4/49).

1949
13 de enero: La Raspa, al Compás
de la Raspa le Damos la Raspa a la Po-
litiquería rezaba esta revista semanal
de sátira política que aparecía los jue-
ves editada por Carlos de Vidts Ltda.
Su director fue Gabriel Sanhueza y su
director artístico René Ríos (Pepo)
quien se encargó de casi todas las porta-
das y de la mayoría de las páginas cen-
trales del excelente semanario de 16 pá-
ginas a dos tintas. Una portada a desta- Figura 4: Un país clasista era representado en
car es la del número 13 (7/4/49) donde la tira «El señor y su valet» firmada por Mono
(Mono Tejeda para los amigos). Los estereoti-
el genial dibujante arma el rostro del pos siempre han primado al momento de desa-
general Ibáñez empleando elementos rrollar personajes y argumentos para las tiras
propios de un militar como botas, sa- cómicas.
bles, cañones, etc. La revista se origina
al escindirse un grupo de dibujantes de do a sus aciertos al momento de pronos-
la popular revista Topaze lo que le trae- ticar en sus caricaturas hechos inespe-
ría problemas con la casa editorial de rados en la política, lo que hacían notar
esta, Zig-Zag, poderosa en ese enton- cuando sucedían recordando que en sus
ces. Según acusa en el número 24 páginas ya lo habían caricaturizado.
(23/6/49), Zig-Zag ha amenazado a los Entre sus secciones fijas estaban «El
quiosqueros con retirar sus títulos si Bidú de la semana» donde se destacaba
distribuyen La Raspa, según lo publica- al político con el mayor desacierto, «Ti-
do en el diario La Libertad de Puente me the copuching magazine», donde en
Alto. El día 16 de junio de ese año, pro- dos planas se veía la política chilena
piciando una campaña del terror donde con ojos extranjeros, «Los honorables a
el señor Gustavo Helfmann Reimers, la hora del té», «Canas verdes», «Aló,
entonces gerente de Zig-Zag amenaza aló», a cargo de María Angélica (algo
telefónicamente a Carlos de Vidts con así como los «Chismes de Peggy» en la
levantarle a sus dibujantes y columnis- revista Topaze), «Teléfono controlado,
tas pues no tolera la competencia. Se- filatelia» (parodia a los políticos), «El
gún acusa el número 25 de La Raspa su epitafio», «Por amor al arte», «Los filó-
equipo artístico debe esforzarse para sofos de ayer y hoy», divertida sección
mantenerse en el mercado ante esta ac- donde se contrastan citas de famosos
titud propia de un monopolio, aludien- con los supuestos pensamientos de los
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Cristian Eric Díaz Castro

Figura 5: El displicente personaje de Alhue, «Homobono», logró sobrevivir a la publicación que le


cobijo en un comienzo, Pobre Diablo, sufriendo leves cambios conforme el estilo de dibujo del au-
tor se definía. Incluso compartió aventuras con personajes de otros dibujantes.

políticos chilenos de ese entonces; «Lo- se cambió a la competencia (Zig-Zag)


reando en la sombra», «Biografias cé- Siguen ilustrando Melitón con su per-
lebres», «Que mundo tan inmundo». sonaje «Canelita» (Gabriel González
Entre los personajes ficticios que die- Videla en forma de avión), «Escorpio»,
ron vida a la revista estaban Doña Poli, «Yo soy don Gabito» de Pepo. Nueva-
Cohechador y Cohechado, Inflado y mente en este número se acusa a
Desinflado, Canelita (Melitón). «¡Ahí Zig-Zag de prácticas desleales ya que
está la cosa!» (Lugoze) con las aventu- ordena que los agentes de provicias de
ras de Juan Lanas Hache, «Yo soy Ga- diarios y revistas regionales saquen a
bito» (Pepo), «Don Otto», sección es- La Raspa de circulación pues de lo con-
crita con la aparición, según la caricatu- trario serían eliminados de la lista d e
ra, de Von Pilsener y su perro salchicha, distrib ui dor es de publ i caci ones
«El otro yo del doctor Ibáñez», Cara- Zig-Zag, según información del diario
melo Fulmine (Vivito). A partir del nú- La Libertad de Puente Alto, dirigido
mero 6 el subtítulo de La Raspa es Aho- por Francisco Fuentes, y todo porque
ra la Verdad Tiene Otro Nombre el cual La Raspa supera a Topaze en ventas.
cambiaria a La Actualidad y la Política La actitud matonezca no fue acepta-
en Broma partir del numero 19. En el da por los distribuidores. Otros cómics
numero 24 se anuncia una exposición publicados en la polémica revista fue-
con los dibujos de los colaboradores de ron: «Uno, dos, tres...» de Christie, tira
la revista. En el número 26 el subtítulo sobre cómo se vive en Chile, la cual
vuelve a cambiar rezando La Actuali- también firmaría «Skorpio». En el nú-
dad y la Política en Chisapeante Hu- mero 28 la portada no es dibujada por
morismo, figurando como director Pepo y la tira de «Yo soy don Gabito»
Avelino Urzúa, pues Gabriel Sanhueza no lleva su firma porque ahora es el
170 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
gran dibujante quien se pasa a Zig-Zag
para pubicar a «Condorito» en la revista
Okey. Las labores del creador del fa-
moso emplumado las asumen Meli-
tón («Doña Poli», «Hogar dulce ho-
gar», publicidad para la casa comercial
Roberto Fernández) y Mas. En el nú-
mero 30 comienza la sección «Las 3 co-
loradas» o «Las 3 negras» según el
comportamiento semanal de los políti-
cos y a estas alturas la pugna con Figura 6: Cesar colaboró en muchas revistas
Zig-Zag continúa tratándose el tema en de la época con chistes pícaros pero desarrolló
personajes simpáticos como «Narizán», un mo-
algunos números en forma seria y cari- derno Cirano siempre despreciado por su pro-
caturesca, resaltando la aceptación po- minente nariz.
pular de los títulos de Carlos de Vidts
como se ve en el número 33 los cuales revna» donde Coré ilustraba cada cierta
superan en ventas a sus émulos. Para cantidad de páginas los cuentos. La re-
aumentar la tensión en el número 39 se vista tenía un formato pequeño, como
anuncia un tercer título el cual se man- Aladino y Simbad y presentaba una de-
tiene en suspenso y se acusa pública- ficiente impresión a dos tintas. El mate-
mente a Zig-Zag de ofrecer más rega- rial gráfico lo constituyeron chistes en
lías a los repartidores de La Raspa si el tiro y didascalias en las páginas cen-
abandonan sus labores. Recién en el nú- trales a partir del número 3. Los prime-
mero 48 aparece un inserto publicitario ros comics aparecen en el número 4 con
donde se anuncia Nuevas Selecciones, «El zorro y el cuervo» en cotratapa por
la nueva revista de Carlos de Vidts. En Laufer (judío-alemán avecindado en
la estrenada revista se indica la partici- Chile por un tiempo y que adopta el
pación de Percy, Alfredo Adduard, Ca- nombre de Santiago Laredo) con cuatro
ro Jiménez, Mas y Melitón. En el núme- viñetas a dos tintas las que continúan
ro 51 (30/12/49) se anuncia que la re- por varios números. En el número 5
vista se tomará un receso para volver a aparecen «Pedrín y el lobo malvado»
los quioscos con el nombre de Fiesta, por Laufer. En el 6 debuta «El gigante
pero esto nunca sucedió, al parecer por egoísta» en didascalias también de la
las continuas presiones de la poderosa pluma de Laufer. La firma de Vizcarra
Editorial Zig-Zag. comienza a figurar en las ilustraciones
3 de agosto: Condorito: Cuentos Fa- de los cuentos. En el número 7 aparece
mosos Ilustrados fue una revista de for- «Almendrita» por el infatigable Laufer,
mato pequeño en que dibujó Coré y que en el 8 «El soldadito de plomo» y en el
no presentaría al personaje de Pepo co- número 10 «El espadachín» por el mis-
mo hace pensar el nombre ya que este mo dibujante. En el número 12 «La
saldría en la revista Okey número 1. guerra de los mundos» comienza en di-
Editada por Zig-Zag aunque figura Cer- dascalias y la revista aumenta la canti-
vantes S.A. y de aparición semanal la dad de páginas a 32. En el número 13
revista comenzó con «La zorra y la za- aparece «Pelusín» por Gaspar, en el 17
vol. 2, no. 7 171
Cristian Eric Díaz Castro
energía nuclear en forma divertida. En
el número 30 debutan «El gatito negro»
de Laufer, «Lilita y Milito» de Jorcar,
nuevamente lo más bajo en calidad grá-
fica de la modesta revista. Condorito
además comenzó a incluir una sección
de filatelia y datos geográficos junto
con organizar un concurso con el auspi-
cio de Cuadernos Siluv. Por su pobre
concepto editorial la revista sólo llegó
hasta el número 32 (09/03/50).
4 de agosto: Aladino: la Revista Ma-
ravillosa de los Niños. Editada por Car-
los De Vidts Ltda. y dirigida por Cle-
mente Andrade fue una publicación de
Figura 7: La necesidad de mantenerse publi-
cando hacía que proliferaran los personajes
aparición semanal que fue variando de
cómicos de estereotipos. Pero tal efervescen- formato mientras se editó, aunque pre-
cia creativa no aseguraba eterno favor de los dominó uno pequeño. Se dice que Ala-
lectores. «Neurastenio» de Alhue tuvo cabida dino salió al mercado para competir con
en Pobre Diablo y sería rescatado en el futuro
en revistas pícaras.
la revista El Colegial editada por reli-
giosos, revista que contenía mucho ma-
terial nacional como «Las mil y una del
«Panchito y los gigantes», por Karely, huaso Peralta» y «Don Cachiporra».
en el 19 debuta «Policóliro el súper pe- Aladino contó con portadas a dos tintas
rro» –que se llamará «Quiltrín» a partir y dibujos de Adduard, y en su interior
del número 25– de Jorcar y «El meteo- se podían encontrar cuentos auto con-
ro», un superhéroe, del mismo autor, lo clusivos, novelas seriadas y comics:
más bajo en calidad gráfica de la revis- «Ondita» (Percy) donde los guiones
ta. En el número 23 aparece «El agua- para las gracias de la niña protagonista
dor» de Karely, «Pistolita» de Laufer, los daban los mismos lectores cuyos
en el número 25 «Pedrín el piloto in- nombres figuraban al pie da la historie-
vencible» y «Bambú el hijo de la jun- ta; «Colmillo» (Christie quien fallece-
gla» ambos de Laufer, Daza ilustra ría a los treinta y cinco años según
«Niñolandia contra los piratas» y cuenta Themo Lobos), con las aventu-
«Montañita», un divertido cómic así ras de un perro común y «Pilucho el
como «Aventuras del soldadito de plo- pobre pollo» que junto a su amigo el
mo» por Carmi (Carol Miranda). En el gusano Chiripa viven librándose de ti-
27 cambia el tipo de portada la cual pre- mos aunque sin dejar de sufrir en el in-
senta texto además de dibujo y continúa tento; «Sapolín y Chunchito» (Leo) dos
su lectura al interior de la revista que ya animalitos en eterna discusión por sus
no presenta dibujos de Coré quien ya equipos de fútbol; «Mapuchín» (E. Di-
habría fallecido. Acá se muestran a «Pi- tane) con las aventuras de un niño ma-
nocho» y «Chapete» como personajes puche; «Macuquito el inventor» (Lugo-
estables y que tratan temas como la ze) con las disparatadas creaciones de
172 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
un niño que irritan a su tío; «El tesoro
del fantasma» (Tony) donde un caba-
llero se enfrenta a graciosos espectros
en un castillo; «Mateito» (Melitón)
donde también los guiones para el es-
tudioso niño los ponían los lectores.
Entre las secciones de la revista esta-
ban «Casos y cosas de Chile» con da-
tos enviados por los lectores quienes
ganaban premios por ello; cuentos con
ilustraciones de Adduard, El Súper Cón-
dor, novela seriada de corte fantástico
de Clemente Andrade M. con ilustra-
ciones de Caro Jiménez quien además
ilustraba otras novelas seriadas. Ca-
racterística de la revista fue la sección
«Cuando era niño» donde famosos e
importantes personajes nacionales y ex-
tranjeros eran mostrados en su período
infantil. La sección deja de aparecer
durante algunos números para seguir
partir de la edición número 21. En el
número 22 se incluye un cómic publici-
tario para la sección infantil de Falabe-
Figura 8: «Toribio el náufrago». El divertido
lla y aparece «El profesor Antaño» náufrago tuvo dos dibujantes, Pekén y Nato,
(Percy) que a partir del número 30 se siendo este último quien lo adoptaría final-
llamaría «La pandilla del profesor Anta- mente y lograría publicarlo hasta mediados de
ño». En el número 27 aparece «Bombe- de la década del setenta en distintas revistas.
rín» (C. Astudillo) y el personaje «Fala-
belín» para promocionar a la tienda. La tan una serie de irregularidades como la
novela seriada «Las panteras de Argel» discordancia entre el número indicado
se transforma en cómic con dibujos de en portada, que a veces no figura, y el
Caro Jiménez. En el número 30 aparece indicado en los créditos interiores. Co-
la sección «Los viajes de Aladino» don- mienza luego a figurar como directora
de se describían distintos lugares del de la revista, que contrariamente a los
mundo. Llegando al medio centenar de objetivos había decaido en calidad, Ma-
números la revista agranda su tamaño. ría Luisa Vergara. Los cómics de este
Por las presiones de Editorial Zig-Zag período son «Sapín y Chunchito» por
hacia el número 63 no se indica a Car- Leo, «Macuquito» por Lugoze, «Pilu-
los de Vidts como editor de la revista y cho el pobre pollo» y «Colmillo», am-
recién en el 64 se indica en la editorial bos por Christie, «Nyla la niña de la sel-
que la revista para mejorar su calidad va» en formato didascalia, que se trans-
pasa a cargo de Empresa Periodística forma en un paupérrimo cómic en el nú-
La Hora. De ahí en adelante se presen- mero 86, «Yamato el malayo» de Al
vol. 2, no. 7 173
Cristian Eric Díaz Castro
Giolitti y «El caballero de Veyrac», O’Brian», «El hombre de acero» (có-
ambas de origen extranjero, así como el mic de excelente nivel gráfico contras-
que aparece en el número 87, «La ven- tando con el resto de lo publicado),
ganza de Red Ann» donde aparecen los «Flash Gordon», «Alias el proyectil»
«Gemelos Terror» de Jerry Robinson y («Big Ben Bolt»), «Pantera Rubia»,
Mort Meskin, leyendas del cómic nor- «As de espadas», «Justiciero secreto»
teamericano. («Lone Ranger»), «El dragón verde»
Otras obras nacionales fueron «Ma- (otro cómic de excelente nivel gráfico),
teito» y «Ondita» por Héctor Arroyo, «Mandrake», bastante cómics en agua-
«Falabelín» por Dam, «El duende Ca- da, fotonovelas de origen italiano como
chito», tierno personaje que se enfrenta la aventura «El oasis de la ciudad perdi-
a la Bruja Malula y que debuta en el nú- da», «Brick Bradford», «Tiempos mo-
mero 86 aunque el autor ya venía cola- dernos» («The Heart of Juliet Jones»),
borando desde el número 75 con ilus- «Juan el Intrépido» («Johnny Hazard»),
traciones para los infaltables cuentos, «Jim de la Selva», «Zoltan», «Red Can-
acompañando al gran Alfredo Adduard yon». Haciendo un paréntesis en esta
y a Caro Jiménez. El momentáneo éxito enumeración se debe destacar, como
de la publicación le hizo superar en dato pintoresco, que en el número 272
ventas a sus competidoras Simbad y (16/10/54) una tira firmada por Ponce
Condorito Cuentos Famosos Ilustrados insta a tomar cursos de dibujo por co-
de Editorial Zig-Zag según nota apare- rrespondencia, tira que más tarde fir-
cida en La Raspa, editada por Carlos de maría R. López. Recién en el 281 debu-
Vidts y gran competencia de Topaze, ta la tira de Oswal promocionando los
pero las dificultades que la gran empre- cursos de dibujo por correspondencia
sa le generaba hacia octubre de 1950 hasta que en el número 353 (4/5/56) co-
gatillarían el fin de la entretenida revis- mienza una aventura por entregas («La
ta que manteniendo portadas a dos tin- venganza del hechicero») promociona-
tas e interior de 32 páginas en blanco y do al Instituto Argentino de Dibujo para
negro vería su fin en el número 92 volver a publicar las del célebre Oswal
(3/5/51). a partir del número 500 promocionando
6 de agosto: Okey, revista semanal ahora a la célebre Modern Schools.
de Editorial Zig-Zag dedicada exclusi- Otro hecho a destacar es que llegando a
vamente a los cómics, especialmente los 380 números se comienzan a dar los
los importados. Sin embargo esta revis- nombres de los autores de los cómics
ta cobijó desde un comienzo las páginas publicados, criterio que duraría por un
chiste de «Condorito» del hoy mítico centenar de ediciones más. Retomando
Pepo, faltando a la cita sólo en 4 oportu- el recuento de los cómics importados
nidades. Algunos de los comics extran- tenemos a: «Alas justicieras», «El de-
jeros que desfilaron por las páginas de monio negro», «Princesa Estrella» (de
esta recordada revista fueron: «Justicie- Jean Claude Forest autor de «Barbare-
ro secreto», «Robin Hood», «Tarzán» lla»), «Los 47 samurais», «La isla del
(didascalias de Rex Maxon), «Togar», ensueño», «Red Coleman», «Paul
«Scarlet O’Neil», «Guillermo Tell», Temple», «Huracán Yacón», «Dany
«Caballero fantasma», «Sargento Darel» («Dan Dare»), «La gran aventu-
174 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
ra» («Jeff Hawke» donde el nombre con la saga de ciencia-ficción en didas-
original es cambiado por el de Tony calias que comienza en el número 31
Martín), «El diabólico doctor Shang» (04/03/50) donde Dupré debe detener
(«El satánico doctor No» de las novelas una invasión espacial de los «hombres
protagonizadas por James Bond tradu- eléctricos», el dibujante además debe
cido como Jaime Bond), «La familia ilustrar «La vida de San Martín», ini-
Pirinola» («Blondie»), «Comandante ciativa que genera parabienes de la
Meteoro» («Jet Logan» traducido como Embajada de Argentina hacia la revista;
«Jet Jackson y su ayudante Ike») y «El «El terrible Joe» y «Cuentos de piratas»
maravilloso», además de otros muchos de Laufer, «Don Tarugo» de Pepo que
cómics de todos los géneros y niveles aparece durante 1953 y 1954, con las
gráficos traídos principalmente de Eu- divertidas peripecias de un marido do-
ropa y Estados Unidos junto a unos po- minado buscando siempre la manera de
cos argentinos que alegraron las 32 pá- burlar a su abusiva mujer; «La marca
ginas de esta revista en formato maga- del escorpión», un western de Mario
zine pero de papel barato en una decen- Igor durante 1954; «Alas justicieras» y
te edición a dos tintas donde se retoca- «La máscara de hierro» por Abel Ro-
ban los originales en forma despiadada mero, «Camarito fotógrafo» de Jorcar
para adaptarlos al formato local, junto como se ve en el número 287
con numerar cada viñeta y facilitar la (29/01/55) en una tira a pie de página;
lectura. «El araña Desafía» por Isidoro Arteaga
La popularidad de la revista traspasó con un criminal que desafía a Scotland
las fronteras y permitió organizar con- Yard anunciando sus fechorías como se
cursos entre los lectores. En materia na- ve en el número 353 (04/05/56) al igual
cional no fue mucho lo que se publicó que «El fantasma de la playa» de Gil-
en Okey. Entre las producciones chile- berto Ulzurrún, sobre un complot in-
nas tenemos a «Condorito» de Pepo, dustrial; y «El cazador fantasma» del ya
quien debuta en el primer número en citado Arteaga a comienzos de los 400
una página a dos tintas (estética que números componen los pocos cómics
mantendría en su publicación años des- nacionales de esta revista en su primera
pués hasta nuestros días), donde se pue- etapa. Hablando del tipo de edición de
de ver la evolución de los personajes Okey esta siempre iniciaba en su porta-
como Don Chuma que lucía muy distin- da las historietas dejando espacio para
to a la imagen hoy conocida, la misma una ilustración alusiva, casi siempre
Yayita o un personaje que se anticipaba del pincel de Mario Igor, junto a algu-
a Ungenio González: Juanito Bon, apa- nas viñetas de la serie más el corres-
recido en el número 386 (21/12/56), sin pondiente resumen de lo publicado, re-
olvidar al personaje principal que en sumen que todo cómic en la revista
pocas entregas alteró su aspecto hasta usaba para el nuevo lector. Tal práctica
llegar a la imagen hoy por todos conoci- duró hasta entrado los 600 números. A
da y que en el número 275 (11/12/54) partir de entonces la portada era ocu-
aparece en portada iniciando su cómic. pada por una ilustración a página com-
Otros comics nacionales fueron «El pleta de alguno de los personajes pu-
misterioso invasor» de Oscar Camino blicado en la edición, siempre del pin-
vol. 2, no. 7 175
Cristian Eric Díaz Castro
cel de Igor. Llegando a los 780 núme- están «Ponchito y Pelusita» de Nato;
ros Okey vuelve a usar los cómics en la «Pingüín el pingüino» de Moriso;
portada hasta que cambia de formato en «Quintín y su perro», de Lugoze, arque-
el número 800 (1/12/64) modernizán- tipo para «Perejil», personaje del mis-
dose. En este período de cambios figura mo autor quien se pasa a esta publica-
como directora de la revista E. Pérez ción tras la desaparición de Aladino;
quedando las portadas en colores ahora «Sogor el corsario», de muy pobre fac-
a cargo de Mario Igor y Abel Romero. tura gráfica debemos decir; «Un héroe
La revista que seguía con 32 páginas de 15 años» y «Corentín», ambos en
ahora publicaba los cómics en colores forma de didascalias. Además traía
dejando atrás el uso de las dos tintas y la cuentos seriados como: «Gil Rob»,
numeración de viñetas que tanto le ca- «Blondín el acróbata», «El hijo del vi-
racterizaron en un tiempo en que el país kingo», «5 lobeznos de mar», «El ele-
contaba con mayor número de semia- fante del rey de Siam» por citar algu-
nalfabetas, anticipando una nueva etapa nos, y los infaltables juegos de ingenio
en la producción de cómics nacionales y concursos.
más acorde a los criterios editoriales Su aparente complemento de la po-
modernos tomando como modelo a pular y longeva revista infantil le ayuda
Estados Unidos. a mantenerse en la pugna con la revista
El mérito de Okey fue alcanzar tira- Aladino y cuando esta ya no existe en la
jes de 300 000 ejemplares a pesar de edición número 105 (5/9/51) se publica
todos sus vicios mostrando los niveles la foto del diploma ganado por la revis-
gráficos que se estilaban en el mundo y ta en el concurso de radio Santiago en el
gatillar la exigencia en los lectores programa «Mundo infantil» animado
quienes empezaban a acostumbrarse a por el abuelito Juan Manuel. Simbad lo-
personajes y esperar publicaciones de gra el segundo lugar en las preferencias
ese tipo, sumando la llegada de revis- infantiles dejando el honor para la lon-
tas importadas de Argentina, España y geva revista El Peneca. La fecha del di-
Méjico, estas últimas en colores, edi- ploma es el 29 de julio de 1951. Más
ción que claramente contrastaba con adelante aprecerían «Muchi y Poco»,
las revistas que se venían publicando «Pedrín el mago», «Los ositos de To-
en nuestro país. masín», «Chelita y Tolito» por Moris,
8 de septiembre: Simbad: el Gran «Los mellizos Estrellita y Celestín» de
Amigo del Peneca es otra revista dedi- Lau-Fer. El repunte en la aceptación
cada a los niños, que aparece en un pe- popular le impulsa para alcanzar como
queño formato de bolsillo podría decir- último número el 382 (26/12/56). Se
se, con portadas a dos colores a veces debe destacar que las portadas de Sim-
dibujadas por Elena Poirier y otras por bad no tenían la gracia y fuerza de las
Lugoze, con interior en blanco y negro vistas en Aladino.
es dirigida por Elvira de Santa Cruz Diciembre: «Pepe Antártico» pri-
(Roxane) quien también dirigía El Pe- mer tomo recopilatorio del personaje
neca y editada por Zig-Zag, para com- de Percy con 150 aventuras en una re-
petir con la revista Aladino, de Carlos vista de formato apaisado y portada en
de Vidts. Entre los cómics que publicó colores.
176 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
PERSONAJES

Zé Carioca y la cultura brasileña

Roberto Elisio dos Santos


Periodista, doctor en Comunicación, profesor del IMES
Centro Universitario Municipal, San Cayetano del Sur, Brasil

Resumen
Creado por los animadores de los Estudios Disney como parte de la estrategia llamada «Política
del Buen Vecino» emprendida por los Estados Unidos durante la segunda guerra mundial, el papa-
gayo Zé Carioca pasó a representar el Brasil entre los animales parlantes que forman el Universo
Disney. Más, a partir de la década del cincuenta, historietistas brasileños pasaron a incorporar al
personaje fuertes elementos de la cultura del país.

Abstract
Created by Disney Studios´¨animators as part of the strategy called «Good Neighborhood» hea-
ded by United States during Worle War II, the parrot Jose Carioca represented Brazil among the
funny animals of Disney Universe. But, since the 1950´s, brazilian comic artists have aded to the cha-
racter strong elements of brazilian culture.

Una de las características más im- y violentos e incluso abordan también


portantes de las historietas Disney es problemas sociales y ambientales.
la referida a su producción descentrali- En brasil, la producción de historie-
zada: como producto sujeto a licencia, tas Disney fue intensa de 1959 al 2000.
absorbe diferentes visiones estéticas e Aunque los artistas hayan creado narra-
ideológicas de los artistas que la elabo- ciones con diversos personajes del Uni-
ran. Esas historias terminan por incor- verso Disney (Donald y su tío rico,
porar las características culturales de Mickey, entre otros), las historias pro-
los países que producen esta narrativa tagonizadas por Zé Carioca ganan rele-
secuencial. vancia, sea por la cantidad o sea por lo
Además de Estados Unidos, las his- que se refiere al contenido.
torietas Disney han sido creadas tam- Este trabajo se propone, por tanto,
bién en Italia, Francia, Holanda y Di- mostrar la evolución del personaje
namarca. Los artistas italianos (como Zé Carioca y como a este, le fueron
Romano Scarpa y Giorgio Cavazza- asociadas ideas y actitudes que ca-
no), por ejemplo, revisten ese produc- racterizan la personalidad del pueblo
to cultural de características muy par- y las contradicciones de la sociedad
ticulares; los guiones son más cínicos brasileña.
vol. 2, no. 7 177
Roberto Elisio dos Santos
Origen del personaje do como un tipo parlanchín, afectuo-
so, simpático y hospitalario (igual-
Durante la Segunda Guerra Mundial mente cuando discute con el pato la
el gobierno norteamericano compro- atención de la bella baiana se mantie-
metió varios artistas (los cineastas ne alegre y afable), que conduce al
Orson Welles y John Ford, por ejem- amigo norteamericano por las calles
plo) en el esfuerzo de obtener la adhe- estilizadas e idílicas de Bahía, un lu-
sión de los países latinoamericanos en gar donde hay siempre fiesta, pícaros
la lucha contra el nazifascismo. Los in- y bellas iaiás bailando y cantando
tereses políticos (y después económi- (pero, sintomáticamente, no existen
cos) de Estados Unidos trajeron a Amé- negros entre ellos).
rica Latina al productor de películas Aun considerando que la concep-
animadas Walt Disney (que, en aque- ción hollywoodense del país y de sus
lla época, enfrentaba una crisis en su habitantes contenga elementos folclóri-
estudio) y con él a algunos diseñado- cos, idealizados y estereotipados, hay
res de su equipo. En su estadía crearon que preguntarse si esta imagen fue to-
diversos personajes ligados a los paí- talmente inventada por los artistas nor-
ses latinoamericanos con destino al teamericanos. La forma cordial (en el
cine de animación, entre ellos el papa- sentido que Sergio Buarque de Holan-
gayo brasileño Zé Carioca. En su gé- da 1 emplea) como Zé Carioca es carac-
nesis, Zé Carioca ( al igual que el ga- terizado en el dibujo animado fue un re-
llo mexicano Panchito, el pájaro Ara- flejo percibido por los animadores o
cuam, entre otros personajes) cum- trasladada a estos, de forma sincera o
plía una función política: integrar los no, por brasileños con los que tuvieron
países de América Latina al esfuerzo contacto. Zé Carioca es la personifica-
de los aliados. ción del «hombre cordial» brasileño, el
Es así que Zé Carioca tiene su crea- «buena plaza», animado, que trata los
ción marcada por intereses geopolíti- amigos con efusión y desprendimiento.
cos, económicos y culturales, mas se Estas características son mantenidas
puede percibir una preocupación de cuando Zé Carioca protagoniza peque-
los artistas de los Estudios Disney pa- ñas historias impresas (tiras e historias
ra captar y utilizar como acolchona- concebidas para comic books); mas su
miento de los personajes, característi- personalidad gana profundidad por el
cas reales de los brasileños. Antes de aumento de elementos culturales y so-
transitar por las historietas, el papaga- ciales del país: en las historietas, el pa-
yo hizo carrera en los dibujos anima- pagayo se vuelve malandrín y participa,
dos, como cicerone de las excursiones (como víctima y verdugo ) de las con-
de Donald (un turista sorprendido que tradicciones de la realidad brasileña. El
descubre la existencia de un lugar y personaje de historieta mezcla la sim-
una cultura diferente) por el pedazo patía y la cordialidad que tenía en los
más exótico del continente americano dibujos animados, la picardía y la vive-
(en la visión de Hollywood). En el fil- za, que si no llega a convertirse en deli-
me «Vocé já foi á Bahía?», por ejem- to, tampoco puede considerarse ética.
plo, el papagayo brasileño es mostra- Zé Carioca armoniza la paradoja de
178 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
Zé Carioca y la cultura brasileña

Figura 1: El dibujante argentino Luis Destuet incluía Zé Carioca en papeles secundarios en las his-
torias que producía en la década del cincuenta.

cordialidad y picardía (malandrinaje), principio social de inversión (que se


no como contradicción, sino como una opone a la rigidez burocrática de la ley
condición intrínseca de su personali- y del ascetismo de la fe), se destaca el
dad: su cordialidad suaviza sus trapace- malandro, tipo que incorpora el caos de
rías, evitando que él (y por extensión, el la fiesta y niega las jerarquías. Se con-
brasileño que representa) se convierta vierte en una figura dislocada, que no se
en el villano de la historia. Su malandri- encuadra en el orden establecido, pero
naje se revierte en una función narrati- que tampoco quiere combatirlo.
va, y es esta la que compulsiona sus Zé Carioca se circunscribe en estas
desventuras. condiciones: no forma parte de la masa
El antropólogo Roberto da Matta 2, al pobre y trabajadora ni pertenece al es-
estudiar el «dilema brasileño» identifi- trato acaudalado. A pesar de vivir en
có tres momentos cotidiano del país, las colinas, en el suburbio y de com-
tres rituales (desfiles militares, proce- partir con sus habitantes determinados
siones y carnaval), que marcan la iden- hábitos (comer frijoles, jugar o asistir a
tidad del brasileño. A cada uno de esos partidas de fútbol, participar de la es-
ritos corresponde un personaje que tie- cuela de samba), quiere, en verdad,
ne una de las caras del pueblo, lo que lo disfrutar de la vida confortable de los
distingue de otros pueblos: al primero, ricos. Las trampas que aplica buscan
se asocia el caxías (autoridad severa, satisfacer una necesidad inmediata (al-
inflexible que concibe el mundo por morzar en un restaurante caro y sofisti-
medio de las leyes, de la burocracia), el cado, conquistar una muchacha bonita
segundo es el espacio del «renuncia- y rica, alojarse en hoteles de lujo, etc.).
dor» , del peregrino penitente que se No obstante que el personaje quiere te-
despoja de los bienes materiales en nom- ner bienes materiales y dinero, no de-
bre de la fe, llegando a convertirse en sea convertirse en propietario o inver-
héroe, y en el tercero, regido por el sionista. Todo lo que obtiene con sus
vol. 2, no. 7 179
Roberto Elisio dos Santos
imaginario brasileño, se confirma la
«brasilidad» que el papagayo de Disney
fue adquiriendo a lo largo de su proceso
de transculturación. Su indolencia, por
ejemplo, lo aproxima a Jeca Tatu y Ma-
cunaima (principalmente al segundo, el
matrero antihéroe modernista, ya que la
pereza del primero es consecuencia del
desclase a que es sometido el hombre
del campo en Brasil) . Varias narrativas
secuenciales ( y portadas de su revista,
publicada por la Editora Abril desde
Figura 2: Zé Carioca ( en el trazo de Jorge Ka-
to, su primer dibujante en Brasil) participa del
1961) tiene como conflicto el «sueño
Carnaval en una historia de la década de 1960. profundo» de Zé Carioca: en «Anaco-
zeca X Soneca», con dibujos de Carlos
Edgar Herrero, realizada en 1977, sus
artimañas es consumido rápidamente, cobradores lo secuestran mientras duer-
se destina a propiciarle el ocio y la feli- me, mas no consiguen convencerlo pa-
cidad momentáneos. ra que pague sus deudas; en la historia
En lo que se refiere a los personajes «Un redemeio diferente», diseñada por
Disney, Zé Carioca se diferencia, en Eli León en 1996 , el papagayo descu-
primer lugar, por su condición de an- bre que su hamaca es una rara pieza ar-
tihéroe. Donald comparte con el amigo tesanal, pero sólo permite que sea ex-
brasileño la seguridad de ser excluido puesta en el museo si él puede continuar
de la sociedad, de tener el acceso veta- durmiendo en ella.
do a lo que ella tiene de mejor, pero en El malandrinaje lo acerca aun más de
tanto el pato protesta desatando su ira Macunaíma y de otros antihéroes na-
destructora (queriendo, siempre, ser cionales, como Pedro Malasartes, Beto
aceptado), Zé Carioca reacciona a esa Rockfeller y O Amigo da Onça. Presen-
situación tratando de revertirla por me- te en las narrativas orales populares,
dio de la picardía (malandrinaje). Mic- Malasartes tiene como justificación a
key es el «caxias» que se rige por la las trampas que trama la venganza con-
obediencia ciega a las normas, convir- tra las condiciones a que está sometido.
tiéndose en guardián de las leyes, impi- El personaje de Pericles (ver capítulo
diendo que estas sean violadas. Si Do- I), a su vez, se sirve de recursos desho-
nald se quiere integrar y no lo consigue nestos no para fines materiales (carac-
y el papagayo rechaza la integración terística de Zé Carioca), sino para so-
(por las exigencias vinculadas a ellas, brepasar a sus adversarios, que son en-
como familia y trabajo), Mickey se em- gañados para que pueda satisfacer su
peña en conservar la sociedad, no por placer sádico, «su deseo de poder», co-
motivos personales, sino como una mi- mo dice Marcos Antonio da Silva 3,
sión que debe cumplir, por ser héroe. probando su superioridad.
Cuando se hace una analogía entre Los objetivos del malandrinaje pue-
Zé Carioca y los personajes salidos del den diferenciarse entre los tres persona-
180 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
Zé Carioca y la cultura brasileña

Figura 3: El historietista Renato Canini ambientaba sus historias de Zé Carioca en la favela de la


colina, durante la década de 1970.

jes citados, mas la conducta picaresca milia, estará obligado a aceptar las
de cada uno de ellos es un indicio del normas sociales que él repudia, como
desarrollo de la sociedad brasileña. en la historia «O Zé vai casar?», publi-
Además de eso, Zé Carioca se identifi- cada en 1996.
ca con Doctor Macarra por su fanfarro- Puede trazarse, entonces, un parale-
nería, para demostrar una fuerza que no lo con los antihéroes de los catecismos
tiene o una habilidad que desconoce. de Carlos Zéfiro 4 –aunque debe resal-
En común con este personaje –también tarse que no hay referencia de activi-
con las versiones en historieta de las dad sexual en las historias de Zé Cario-
chanchadas cinematográficas (especie ca: él solo quiere disfrutar de la buena
de musicales de la década del cincuenta) vida que la fortuna del suegro le pro-
«Oscarito» y «El Gran Otelo»– Zé Ca- porciona, sin las obligaciones de casa-
rioca todavía tiene ojeriza por el traba- miento–, que se oponen a la sexualidad
jo, un defecto que se convirtió en un mi- constituida (por medio del matrimo-
to de la pereza del pueblo. nio) y buscan el placer transgresor (del
El rechazo a someterse a las reglas adulterio al amor libre). De igual for-
rígidas del sistema no se limitan a re- ma los amantes de Zéfiro tienen una
peler el trabajo, sino también a otras moral ambigua y son oportunistas (no
obligaciones impuestas por la socie- pierden la oportunidad de practicar el
dad, como el casamiento. A pesar de sexo cuando esta se presenta), lo que
estar apasionado por Rosinha, que, implica disponibilidad de los persona-
además de todo, tiene un padre rico, el jes sin las ataduras sociales de trabajo
papagayo se resiste a la idea del matri- o de casamiento, se entregan libremen-
monio, pues sabe que, al constituir fa- te a la lujuria).
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Roberto Elisio dos Santos
Palacio de Itamarati, en Río de Janeiro,
organizada por el Departamento de
Impresión y Propaganda (DIP) del go-
bierno getulista, Disney tuto contacto
con los artistas Nássara, Luiz Sá, Alva-
ro Cotrim (más conocido como Álva-
rus) y J. Carlos. Este último impresionó
tanto a Disney con un diseño de un pa-
pagayo, que fue invitado para ir a traba-
jar a Hollywood, más este acabó desis-
Figura 4: El papagayo convive con figuras del
tiendo. En esa misma época, Luiz Sá
folclore brasileño, como el de Saci Pereré (ar- publicaba en O Tico-Tico historias hu-
te de Carlos Edgar Herrero realizado en la dé- morísticas de una página del experto
cada de 1980). papagayo Faísca.
Zé Carioca protagonizó sus primeras
narrativas secuenciales publicadas en
Historietas de Zé Carioca Estados Unidos a partir del 11 de octu-
bre de 1942 (que se mantuvo hasta el 1
El proceso de asimilación cultural a de octubre de 1944) en la serie «Dis-
la vida brasileña del papagayo malan- ney´s Sunday Pages», unos meses antes
drín creado por Disney solo puede ser del lanzamiento de la película animada
entendido por el análisis de los diver- «Aló, amigos» («Saludos, amigos»).
sos momentos por los que pasó el per- Sus páginas dominicales fueron conti-
sonaje en las historietas. Así, es preci- nuadas por las del gallo mexicano Pan-
so dividir su trayectoria en cuatro eta- chito, personaje que contrafigura con
pas: la fase americana de las páginas Donald y el papagayo brasileño en
dominicales y de las narraciones he- «Você já foi a Bahía?».
chas para comic-books, en los años La primera secuencia de la historieta
40, por artistas norteamericanos; la con Zé Carioca –escrita por Bill Walsh,
fase de transición, cuando el historie- diseñada por Bob Grant ( que después,
tista argentino Luis Destuet incorporó fue sustituido por Paul Murry) y con ar-
Zé Carioca a las historias que realiza- tefinal de Dick Moores– ya presenta la
ba; la fase de adaptación, en que los gran contradicción de la realidad brasi-
artistas brasileños comenzaron la pro- leña: en las viñetas iniciales, el lector ve
ducción nacional, a finales de la déca- los bellos paisajes de Río de Janeiro, y
da del cincuenta, y la fase de asimila- en seguida, las colinas, con chozas de
ción, a partir de 1970, con el persona- madera aglomeradas entre el bosque y
je ya inmerso en la cultura y la reali- la basura. En una de esas casamatas (ca-
dad del país, debido a la obra de argu- suchas) vive Zé Carioca, que duerme
mentistas, dibujantes y editores inge- sobre un cobertor remendado, sueña
niosos y conscientes. con la corista que aparece en la foto re-
Durante su estancia en Brasil, Walt cortada de un periódico y toma el baño
Disney conoció varios artistas brasile- en una palangana con una regadera que
ños. En una recepción realizada en el hace las veces de ducha. Se pasea arro-
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Zé Carioca y la cultura brasileña

Figura 5: Una de las características del personaje es su pillería, que lo lleva tener que huir luego de
usar sus trapacerías. (diseño de Eli León de la década del noventa).

gante entre sus vecinos pobres (entre casa al interpretar «música seria», pero
ellos, el cuervo Néstor ), que se conver- es aplaudida al bailar en trajes míni-
tirá en su amigo. mos. Su carrera termina cuando el no-
En la ciudad decide almorzar en un vio, púgil de boxeo, le propone matri-
restaurante caro, aunque esté sin dine- monio, frustrando los planes de Zé Ca-
ro. Aquí son colocadas las dicotomías rioca.
en relación con el Brasil y el personaje: Además de las páginas dominicales,
el país (representado por Río de Janei- Zé Carioca protagonizó historietas
ro, su capital en aquel entonces) se divi- creadas para los comic books por artis-
de entre las colinas (pobreza) y la ciu- tas norteamericanos. Sin contar con la
dad (riqueza), y Zé Carioca, habitante adaptación a historietas del dibujo ani-
del primer lugar, intenta pertenecer al mado «Você já foi á Bahía?», que Walt
segundo. Kelly transformó en «Os três cavalhei-
Los enredos de la fase norteamerica- ros» («Los tres caballeros»), en 1945,
na de Zé Carioca abordan sus tentativas el personaje apareció también en las
de subir en la vida sin hacer esfuerzo, historias «O rei do carnaval» (El rey
usando solamente su labia y perspica- del carnaval), de 1942 , «Zé Carioca e
cia. Tratan, también de sus conquistas seu galo de briga» (Zé Carioca y su ga-
amorosas, con la bella heredera Rosin- llo de pelea) y «A volta dos 3 cavalhei-
ha. En las páginas editadas del 25 de ros» (La vuelta de los tres caballeros),
abril al 5 de septiembre de 1943, con ar- ambas de 1944. En la primera, hecha
te de Murry, el papagayo quiere ser em- por Carl Buettner , Zé Carioca engaña
presario teatral de una vedette que se al portero para entras de forma gratuita
propone como cantante lírica. Ella fra- en un baile de carnaval donde gana un
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Roberto Elisio dos Santos
premio, pero tiene que huir por ser un dos por Destuet eran cortas y
asistente furtivo o caradura. El conflic- c ó m i c a s , com o «A vol t a de Z é
to de la segunda muestra la amistad del C a r i o c a » , «Campeón de fútbol» y
Zé Carioca con un pequeño gallo, que «Contrapunto musical», publica-
se convierte en luchador y vence a su das en Brasil en 1955. En la prime-
adversario, mayor y más fuerte. Ya la ra, después de su regreso del exte-
tercera, con arte de Buettner, acompa- rior (no hay indicación de dónde es-
ña el reencuentro de Donald, Zé Cario- tuvo), el papagayo reencuentra a Ro-
ca y Panchito. Los amigos latinos van sinha (que viste un atuendo hispáni-
a la tierra del pato (Estados Unidos), co) y tiene que enfrentar un rival, el
donde afrontan confusiones por no es- aura tramposo y envidioso Haroldo.
tar acostumbrados a esa civilización. Las narraciones son ambientadas en
Son extranjeros vagabundos que pro- Brasil, más el paisaje y la arquitec-
vocan que el anfitrión sea amonestado tura recuerdan otros países latinoa-
por sus actitudes de bárbaros. mericanos.
Zé Carioca reaparece en las histo- Al final de la década del cincuenta
rietas cuando el dibujante argentino tiene inicio la fase de adaptación de
Luis Destuet comenzó a realizar his- Zé Carioca a la realidad brasileña en
torias con los personajes Disney para historias escritas por Alberto Maduar
la publicación porteña El Pato Do- y Claudio de Souza, e ilustradas por
nald y para las revistas editadas por Jorge Kato, y después por Waldyr
la Editorial Abril, en los comienzos Igayara. Este momento se extendió
de los años 50. Esta es la fase de tran- por la década del sesenta y tuvo como
sición por la que pasa Zé Carioca, característica ubicar al personaje en
que se convierte inicialmente en ayu- el cotidiano brasileño, y también ro-
dante de las aventuras que protagoni- dearlo de elementos típicos de la cul-
za Donald y sus sobrinos. Un ejem- tura nacional, al mismo tiempo que él
plo de este tipo de narrativa es la continúa de contrafigura con los
aventura «Donald fazendeiro», edi- otros personajes de Disney. Así, en
tada originalmente en Argentina en «Zé Carioca contra o goleiro Gast-
1950 en la revista El Pato Donald, âo», diseñada por Jorge Kato en 1961
números 308 a 314. Cuando el pato y publicado en el primer número de
recibe el pedido de ayuda de un tío la revista Zé Carioca (correspon-
que posee una hacienda en la amazo- diente al número 479 de O Pato Do-
nia, parte con sus sobrinos para Bra- nald), el primo suertudo de Donald
sil, donde guiado por Zé Carioca quiere conquistar a Rosinha y le
combate al villano Joâo Ba- disputa una partida de fútbol contra
fo-de-Onça, que pretende apoderarse el team del papagayo. En la historia
de las tierras, en cuyo subsuelo hay «O Tesouro do Capitâo Gancho», Zé
«petróleo». Cabe a Zé Carioca apoyar Carioca ayuda a Peter Pan y Sininho
apenas las iniciativas del pato y crear a vencer a los piratas del lago del par-
situaciones cómicas. que Ibirapuera. Y, en «El Tesouro de
La mayoría de las historias prota- Lampiâo» el papagayo sirve nueva-
gonizadas por el papagayo y dibuja- mente de guía turístico, esta vez para
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Zé Carioca y la cultura brasileña
Mickey y Goofy, que viajan por el En el trabajo de Canini, Zé Carioca
nordeste y tienen que enfrentar a Jo- vuelve a vivir en la colina (como en las
âo Bafo-de-Onça, jefe de una banda páginas dominicales creadas por histo-
de cangaceiros. rietistas norteamericanos en el decenio
Igayara y el guionista Claudio de del cuarenta), donde desarrapadas
Souza utilizaban temas de la cotidiani- arrastran a sus hijos, llevando en la ca-
dad (como ejemplo las historias de una beza el lío de ropa lavada. En la am-
página en que el papagayo era mostrado bientación hay siempre ómnibus sobre-
como un tonto elocuente) y de la cultura cargados, y en la caseta del papagayo
brasileña de aquel momento, como la falta el agua –como en «Quanto mais
Joven Guardia y los festivales de músi- quente, pior», editada en 1972– lo que
ca –en «O rei do ié-ié-ié» y «Un festival contrastaba con la idea de «país en de-
enbananado», ambas editadas en sarrollo» propagada por los gobiernos
1968–, en las situaciones vividas por Zé militares.
Carioca. Más encuadradas en la visión oficial
Al inicio de la década del setenta, las fueron las siete narraciones triunfalistas
historias en serie, escritas por Ivan Sai- (hechas por encargo) ilustradas por
denberg y diseñadas por Herrero, «Ro- Ignacio Justo y escritas por Ivan Sai-
binson Crusoe» y «Zé Babá e os 40 me- denberg, en las cuales enseña a sus so-
tralhas», intentaron cambiar al persona- brinos sobre las fuerzas armadas, por
je, mas la idea no funcionó porque Zé ejemplo, «Historia de la marina de Bra-
Carioca fue sacado de su contexto. En sil», producida en 1974.
la primera, al crear confusiones durante Zé Carioca pasó a participar, en esta
la producción de un filme con locación etapa, de eventos típicos de la cultura
en Árica, es abandonado en medio de la brasileña, como el carnaval, y no más
selva, donde vive nuevas aventuras. Ya en bailes, sino en la propia escuela de
en la segunda se mezcla humor, espio- samba del suburbio donde vive, como
naje y ficción científica, cuando Zé Ca- en «Zé do Carnaval», creada por el ar-
rioca viaja para Arabia. tista gaucho en 1976; y la Fiesta Junina,
A partir de 1971, Renato Canini (ar- con ejemplo de «Segura o rojâo» y
tista gaucho que había participado, al «Festança en la Roca», diseñadas por
inicio de la década del sesenta en C o o - Canini. El fútbol también volvió a ser
perativa Editora y de Trabajo tema constante de las peripecias en
(CEPTA), que tenía como objetivo am- «Futebol nâo tem lógica» e «Zé Pelé»,
pliar el espacio de la historia nacional), también realizadas por Canini.
inicia la Fase de Asimilación, en la cual Las desventuras de Zé Carioca (am-
el papagayo está inmerso en la realidad bientadas en Río de Janeiro) también lo
brasileña y tiene exacerbadas sus prin- llevan a otros lugares, como al sur del
cipales características, como la aver- país en «Como é burro o meu cavalo!»,
sión al trabajo, la pereza y el malandri- ilustrada por Canini en 1972; «El panta-
nismo. Otros artistas brasileños, como nal» mostrado en la revista Zé Carioca -
Herrero, Euclides Miyaura y Eli León Edición Ecológica, publicada en 1992,
continuarán esta línea hasta la década durante la realización de «ECO-92»,
del noventa. con arte de Herrero: está en Bahía
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Roberto Elisio dos Santos
–donde conoce a Caetano Veloso y al lidad auxilia a la policía a detener una
escritor Jorge Amado– en la historia cuadrilla de ladrones.
«Un carioca á baiana» (ZC-2088), que Con el tiempo, los personajes secun-
el guionista Genival de Souza y el dibu- darios de las historia de Zé Carioca
jante Luiz Podavin elaboraron en 1997. fueron aumentando: además de Rosin-
Sus parientes, todos papagayos, vienen ha y su padre rico (Rocha Vaz) el cuer-
de diferentes estados del Brasil, como vo Nestor (este personaje acaba siendo
el minero Zé Queijinho y el cearense Zé víctima de las «trapacerías» del papa-
Jandaia, entre otros. El papagayo ma- gayo malandrín), todos creación de los
landrín convive, todavía, con figuras artistas norteamericanos de la Disney
del folclor brasileño, como la historia y suman al grupo al negro Pedrâo Fei-
«O Saci» (ZC-1419), que Herrero ilus- joada (creado en 1961 por Jorge Kato,
tró en 1977. es uno de los pioneros y pocos repre-
Herrero y Miyaura hicieron, al fi- sentantes de la raza negra en las histo-
nal de la década del setenta e inicio rietas de Disney), sus sobrinos (tam-
de la siguiente (época en que el Bra- bién concebidos por Jorge Kato en
sil padecía con la deuda externa), va- 1961), el pato confuso Afonsinho y Zé
rias narraciones en las que los cobra- Galo, el rival que pretende conquistar
dores del papagayo se organizan y su enamorada. En 1997, Rosinha ganó
fundan la Anacozeca (Associacâo una sobrina, Gabi (ideada por Primag-
nacional dos Cobradores do Zé Ca- gio Mantovi), más experta que el papa-
rioca). El personaje, así como el país gayo, como puede ser constatado en la
que representa, no puede o no quiere historia «Cuida do meu bichinho»
pagar sus cuentas. Pero, si por un la- (Cuida de mi bichito), escrita por Lu-
do, el papagayo es malapaga y ma- cía Nobrega y diseñada por Eli León,
landrín, por otro no deja su picardía en la cual el papagayo tiene que cuidar
convertirse en crimen. Él engaña al del bichito virtual de la niña y acaba
prójimo para conseguir ventajas: en embrollándose.
«Xurupita Tur» se hace pasar por Aunque los historietistas brasile-
guía para llevar turistas extranjeros a ños hayan modificado gráficamente
su villa, pero combate a malhechores el personaje (hoy en lugar de terno
como Morcego Verde, el detective de sombrero chato, de corbata de lazo y
«Agencia Moleza», ideada por Cani- de sombrero chato –ropa típica del
ni en 1973. Si comete un delito, no lo malandrín carioca de la década de
hace deliberadamente. En «O ban- 1940– el papagayo viste camiseta, usa
didâo», ilustrada por Igayara en 1968 jeans y gorra con la visera para atrás y
–adaptada de «Mickey, o terrivel calza zapatos de tenis), su personali-
bandido» («Gangland»), escrita por dad se mantiene igual que sus actitu-
Bill Walsh en 1946, con arte de Floyd des, que pueden ser consideradas po-
Gottfredson–, al sufrir un golpe en la líticamente incorrectas. En 1987 la
cabeza después de salir del cine don- colección Serie Oro Disney mostraba
de había asistido a ver un filme de en cada edición un personaje viviendo
gánsteres, Zé Carioca imagina ser un una situación diferente de las que el
criminal. Cuando retorna a la norma- público estaba habituado a leer (la bo-
186 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
Zé Carioca y la cultura brasileña
da de Donald y Margarita o Goofy co- dría a él. El dinero, en su opinión, sirve
mo astro de Hollywood). Entre estas para proporcionarse buena vida, justa-
narrativas, se encuentra «Zé Carioca, mente lo opuesto a la rutina de un eje-
O Zé-cutivo», con guión de Julio de cutivo). Si para Tío Patinhas el dinero
Andrade hijo, y el diseño hecho por es la justificación de su existencia (acu-
diversos historietistas, entre ellos Iri- mular y mantener riquezas es su única
nen Soares Rodrigues, Verci Rodrí- motivación) y para Donald tiene como
gues de Mello y Luis Podavín. En cli- función atraer la fama, para el papaga-
ma onírico, el papagayo sueña haber yo servirá solamente para traer más co-
ganado mucho dinero en la lotería, modidad.
convirtiéndose en un ejecutivo millo- Otra serie que trató las característi-
nario. Participar de reuniones y viajes cas del personaje fue «O Destino de
de negocios, con todo, lo aburre mu- Zé Carioca», publicada en tres edicio-
cho, principalmente al no poder jugar nes en 1996, con guión de Genival de
más fútbol y sambear con los amigos, Souza y arte de Almir Amancio. Des-
ya que, en su nueva posición social, pués de preparar muchas malandrina-
estos son hábitos que debe olvidar cuan- das –inclusive a sus propios amigos–,
do despierta, Zé Carioca descubre que de engañar y continuar siendo holga-
continúa pobre y endeudado, mas pre- zan, el papagayo recibe un ultimátum
fiere esta situación a la vida del sueño. de su Destino( un fantasmita que vino
Este tipo de peripecia ya había sido a advertirlo por el mal comportamien-
utilizado en la historia «Bilonario por to); o cambia su modo de comporta-
um día», que Jorge Kato ilustró en miento o va a encontrarse sin amista-
1961, en el cual Tío Patinhas encarga des, sin el amor de Rosinha y podrá
a Zé Carioca de cuidar la caja fuerte convertirse en un indigente. Además
en tanto él viaja. El papagayo acepta de confrontarse con su conciencia, el
el encargo imaginando llevar una «vi- malandrín todavía enfrenta a los rap-
da de billonario», que para él está mar- tores del perro guardian de su suegro,
cada por el ocio y el lujo. Ingenuo y Rocha Vaz.
sin costumbre de lidiar con grandes Al término , Destino comprende que
cantidades de dinero, es expoliado por no puede alterar la naturaleza de Zé Ca-
negociantes inescrupulosos y asalta- rioc.Acepta y se adhiere a su forma ma-
do por los Irmaos Metralha. Pero, con landrina.
la ayuda del suertudo Gastâo consi-
gue revertir el prejuicio y recuperar el Conclusión
dinero robado. Al final de la historia
deja a Tío Patinhas perplejo al preferir Como puede observarse, la produc-
regresar a su simple vida anterior. ción brasileña de historietas Disney ha
Las dos historias sirven para reforzar llevado aspectos de la cultura nacional
los trazos más sobresalientes de la per- hasta el universo Disney, principal-
sonalidad de Zé Carioca: su incompati- mente en las historias protagonizadas
bilidad con la riqueza tiene origen en su por Zé Carioca. Paulatinamente ese
ojeriza por el trabajo y por todas las producto cultural de origen norteame-
obligaciones que la fortuna le impon- ricano fue siendo asimilado y ganando
vol. 2, no. 7 187
Roberto Elisio dos Santos
contornos mucho más nítidos de la captura de los malhechores ya que el
brasilidad. Como ocurrió con los artis- personaje, a pesar de ser un malandrín,
tas italianos, los historietistas brasile- no niega el respeto a la ley), continua
ños consiguieron adecuar las peripe- engañando a los «otarios», pues forma
cias a la realidad nacional. Incorpora- parte de su naturaleza tomar provecho
do al imaginario popular, Zé Carioca de las debilidades ajenas (ingenuidad,
se revistió con la imagen tradicional ambición, etc.).
del malandrín (arquetipo que tiene raí- Los artistas brasileños inscribieron
ces en el comportamiento del brasile- en el universo Disney elementos típi-
ño) - lo mismo con la actualización su- cos de la realidad nacional o del imagi-
frida por el personaje con el transcurso nario popular (no obstante algunos son
de los años -, transformándose en una estereotipados) , de las costumbres y
figura análoga a otras de la cultura na- lugares, las cualidades (la alegría
cional, aquellos casos transmitidos por siempre presente en las historias y en
vía oral, por la literatura , por el cine el propio Zé Carioca) y defectos (el
(las chanchadas) con Oscarito y Gran- malandrinismo), la disposición de ob-
de Otelo: Mazzaropi interpretó Jeca tener ventajas a partir de la ganancia,
Tatu y Pedro Malasartes en la gran de la holgazanería, de la «picardía» del
pantalla) y también en las historietas. pueblo y de la nación. En contacto con
El papagayo malandrín vive situacio- la cultura brasileña, por lo tanto, las
nes típicas de lo cotidiano y tiene una historietas Disney ganan nuevas signi-
relación sincrética con valores cultura- ficaciones.
les distintos de Brasil (de la Escuela de
Samba al folclor, del fútbol a los movi-
mientos musicales, de la playa a la te-
levisión). Notas
Una historia que sintetiza la asimila- 1. Holanda, Sérgio Buarque de: «Raízes do
ción de la historieta Disney por la cultu- Brasil», Ed. Río de Janeiro, José Olympio,
ra brasileña es «De Río para Río», reali- 1984 (106-108).
2. Da Matta, Roberto: «Carnavais, malandros e
zada por el equipo de historietistas de herois», Ed. Rio de Janeiro, Guanabara, 1990
Editora Abril en 1995, en la cual Zé Ca- (213).
rioca, para escapar de la furia de las per- 3. Silva, Marcos Antonio da: «Prazer e poder
sonas que fueron víctimas de sus tru- do Amigo da Onça (1943-1962)», Rio de Ja-
neiro, 1989 (91-92).
cos, resuelve visitar a su primo gaucho. 4. A este respecto, leer el capítulo 7 del libro
En Río Grande do Sur, él ayuda al pri- «Historia e crítica dos quadrinhos brasilei-
mo Zé Pampeiro a impedir que dos ban- ros», de la autoría de Moacy Cirne ( Río de
didos lo despojen de sus tierras, pero Janeiro: Europa/FUNARTE, 1980); del mis-
mo autor, el capítulo 5 del libro «Quadrin-
acaba «vendiéndole» el Cristo Reden- hos, seduçâo e paixâo» (Petrópolis: Vozes,
tor al alcalde la ciudad. 2000) y el artículo «Historieta pornográfica
En esta historia son descritos los há- brasileña. Una visión del erotismo en la cul-
bitos de la región del sur del país (for- tura latinoamericana en las obras del artista
Carlos Zéfiro», publicada en Revista Lati-
ma de vestir, de hablar, etc.) y reafir- noamericana de Estúdios sobre la Historie-
madas las características de Zé Cario- ta, 1, 3 (Editorial Pablo de la Torriente,
ca, al mismo tiempo que auxilia en la La Habana, septiembre del 2001).

188 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA


E l International Journal of Comic Art
llena un vacío en el conocimiento de
la cultura del comics. Aparece dos
veces al año como una publicación consa-
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caturas, libros de comics, tiras, humor y
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Su edición incluye unas 300-350 páginas,


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