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Resumen
Prácticamente desconocida en el exterior y lamentablemente olvidada en su misma patria, en
Cuba en los años 1957-1963 ha sido creada y publicada una de las historietas más lindas: «Don
Sabino», de Rafael Fornés Collado.
El sentido profundo y los motivos inspiradores de la obra emergen vivamente de los «Apuntes de
un dibujante» y de la «Entrevista a Sabino Fornés» publicados en el ya imposible de hallar no. de ene-
ro-agosto de 1976 de Signos, la estimulante revista dirigida por Samuel Feijóo.
Por su gran interés, proponemos aquí de nuevo aquellos materiales, que para esta edición Fornés
ha querido revisar, corregir y completar con nuevas observaciones. Atribuimos a él sólo su autoría,
considerando que –como él mismo nos contaba– lo de la entrevista fue en realidad un expediente for-
mal, ya que fue él mismo quien escribió las preguntas y las respuestas.
Abstract
Practically unknown abroad and regrettably forgotten in its same homeland, in Cuba in the years
1957-1963 one of the prettiest comics have been created and published: «Don Sabino» by Rafael For-
nés Collado.
The deep sense and the inspiring reasons of the work emerge vividly from the «Notes of a designer»
and the «Interview to Sabino Fornés »already published in the impossible to find issue of January-Au-
gust of 1976 of Signos, the stimulant Santa Clara magazine directed by Samuel Feijóo.
For their great interest, we propose here again those materials that for this edition Fornés has
wanted to revise, to correct and to complete with new observations. We attribute to him alone their
authorship, considered that –as he counted us– this of the interview was in fact only a formal expe-
dient and he wrote questions and answers.
qué atribuye usted el cese de la conti- Pero esto es una idea mercantilista, y
nuidad de su publicación? es una monstruosidad.
En nuestro país tuvimos un Rafael Cervantes tampoco vivió la época
Blanco. Cuando yo me inicié en el di- capitalista. Pero pudiéramos imaginar a
bujo y comencé a frecuentar las redac- su Quijote atrapado en esta era, y verlo
ciones de periódicos, ya Blanco no apa- reproducido, una y otra vez, en series
recía en nuestra prensa. Y vivía, y tenía interminables, como «Tarzan».
edad para producir. En los años de «José Dolores», la ca-
Yo no lo conocí. Todos lo alababan; si totalidad de los dibujos que se publi-
me decían que era muy bueno; pero que caban en nuestra prensa diaria eran ex-
no dibujaba ya porque se había dedica- tranjeros.
do al ajedrez. Los sindicatos norteamericanos que
También tuvimos a Abela. Su genial distribuían los comics, o historietas en
«Bobo» había mantenido a la totalidad colores, en Norteamérica y en América
de la población del país en vilo durante Latina, distribuían también una
la época machadista. Luego, dejó de enorme cantidad de flanes (especie de
existir. cartón encerado), que venía por correo
Los sindicatos o trust que controlaban ordinario y servía para fundir el plomo
la distribución de los muñequitos directamente sin necesidad de gra-
americanos, o comics, mantienen bado.
la producción de sus Bud Fisher, y sus Aquellos flanes contenían gráficos
McManus, mucho después de la muerte del material más variado: chistes, tiras
de sus autores. cómicas, modas, dibujos de entreteni-
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Rafael Fornés Collado
miento, «La vida en los Estados Uni- Esto contrariaba a la empresa que te-
dos», «Créalo o no lo crea», etc. nía disputas con el grabador.
La enorme extensión de su mercado El grabador culpaba al dibujante, que
le permitía darlos a muy bajos precios. hacía las líneas o demasiado finas o de-
Si el periódico quería publicar un di- masiado anchas.
bujo cubano, lo primero que tenía que Los flanes de los norteamericanos
hacer era mandarlo a un taller para que habían sido hechos de grabados bien
le hicieran un grabado. terminados, y siempre daban una ima-
Esto encarecía los gastos de la empresa, gen limpia y bien impresa.
pues ese taller trabajaba a destajo y Al dibujante que era del patio y hacía
cobraba de acuerdo con el número de dibujos, o una página, también había
pulgadas. que pagarle, y esto hacía mucho más
Los grabadores que trabajaban en los costosa la producción nacional y au-
periódicos, trabajaban a bajos precios, mentaba considerablemente sus dife-
y no solían ser los mismos que trabaja- rencias de precio con el producto ofre-
ban a los anunciantes, por ejemplo, que cido por los monopolios extranjeros.
cobraban a más altos precios y hacían Pero había aún algo más. Un dibu-
un trabajo más esmerado. jante nacional podía ser un creador.
Los grabados nuestros podían venir Un individuo inquieto, no conven-
con la línea quebrada o con tacos; algu- cional, que pensara por su cuenta, y que
nas veces podía ocurrir que llegaran a se le ocurría indagar por terrenos dife-
que no se entendieran los textos que rentes. Esto podía alterar los nervios de
acompañaban las ilustraciones. los lectores, habituados por los sindica-
196 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
Apuntes de un dibujante y una entrevista
Había sido sustituida por un plan de chando por arrancar a los vendedores
rifas. Le adicionaban a cada ejemplar de periódicos los ejemplares de Avan-
del diario un sobre cerrado con un cu- ce, con los Sobres de la Sorpresa.
pón numerado. Hubo gente que compraba los ejem-
En aquel cupón venía su regalo. Al plares por docenas, les arrancaban los
comprar un ejemplar del diario en la ca- sobres y tiraban los diarios.
lle, usted podía obtener con él lo mismo La redacción ahora estaba invadida
un cepillo de dientes que un viaje a Va- por centenares de muchachas, que sen-
radero, o un auto. tadas en mesas alineadas, frenética-
No sé cómo esto se pudiera hacer. mente llenaban sobres con cupones y
Pero al día siguiente, el propio periódi- los pegaban a los diarios.
co publicaba las fotos de la multitud Yo, había sido cesanteado.
que atiborraba los pasillos del diario Del periódico que se vendía antes,
mostrando en alto los sobres de los cu- sólo quedaba el cascarón.
pones premiados. Fotos y entrevista del No puedo decirle cuánto duró aquel
nuevo y feliz propietario del auto. Fotos plan. Ni si alguien ganó con él. Yo salí
de la gente amontonada en la calle, lu- perdiendo. El tiempo de duración del
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Apuntes de un dibujante y una entrevista
plan, es posible que también estuviese laba demasiado que yo le fuera a repetir
calculado. Todos aquellos planes casi los grabados por él publicados, y mi
siempre terminaban en fraude. Alguien stock tendía a agotarse. Yo ni siquiera
más que yo, debe haber perdido también. había guardado aquellos grabados des-
Pero salía un nuevo periódico. Este de el inicio de mi producción en Avan-
era pequeño y pobre. Se vendía al pre- ce, sino desde un día que se me ocurrió
cio de un centavo, en la calle. El perso- que podía darle un uso posterior a aque-
nal de su redacción no excedía de tres o llo que estaba haciendo.
cuatro. Pero se habría paso. Su director Luego se me presentó una oportuni-
era hábil. dad de empleo con mayores posibilida-
La guerra de España estaba en su des de ingreso.
apogeo. La tensión mundial pendía de Era en la Snear, compañía norteame-
los partes de guerra. Nuestros órganos ricana que realizaba la construcción de
de prensa consolidados se inclinaban las obras que para la extracción del ní-
hacia Franco. A él se le ocurría tirar ha- quel se hacían en Nicaro. Allá me pre-
cia la izquierda. Nuestro pueblo, que senté y trabajé durante varios meses co-
sufría indignación ante el asalto a la re- mo pintor de brocha gorda.
pública por el fascismo, empezó a re- Mi falta de conocimiento y experien-
sentir de los periódicos grandes, y a cia en el oficio hizo que me trasladaran
comprar aquel chiquito: era Informa- (ya que yo no podía lograr el acabado
ción, en sus primeros tiempos. de mis más experimentados compañe-
Claret, que era su director, no podía ros, de pintar las casas que habían de
darme empleo, pero podía comprarme habitar los dirigentes de la empresa), a
mis «José Dolores» que ya habían sido un lugar que todos llamaban La Siberia.
publicados en Avance y que saldrían de Allí el trabajo consistía en rasparle el
nuevo (era como una segunda edición). óxido a grandes vigas de hierro, y pin-
Él me pedía que siempre le trajera las tarlas de rojo para protegerlas.
historias más viejas, en su esperanza de La aspereza del óxido hacía que mis
que el lector olvidara que ya las había manos sangraran, pero, con el trabajo,
leído y las considerara como material estas fueron cogiendo la consistencia
inédito. del hierro.
Yo, en Avance, había tenido la pre- Usted quiere saber qué originó la idea
caución de recoger aquellos grabados de Sabino, y yo no creo que Sabino fue-
una vez usados, y de guardarlos en mi ra una idea; sino un hecho.
casa. Esto me permitía ofrecerlos ahora Y si usted cree verle alguna originali-
a precios de competencia. El periódico dad en Sabino, debe ser por esto.
no tendría ya necesidad del gasto en Las ideas nunca suelen tener la origi-
grabados. Los míos servían para impri- nalidad de los hechos.
mir, igual que los flanes extranjeros. Nuestro pueblo siempre fue de inge-
A pesar de esto mis utilidades eran nio fértil. Y yo siempre le fui a la zaga,
mezquinas. Claret me pagaba un peso en esto. En «José Dolores», yo quise re-
por cada una de mis páginas, y estas sa- producir el ingenio de mi pueblo; no es
lían una vez por semana. Además aque- que «José Dolores» fuese una creación
llo no podía durar siempre. Claret vigi- ingeniosa.
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Rafael Fornés Collado
Todo ello pertenecía a un ámbito muy
«José Dolores» fue producto de una vi- distinto del mío, ciudadano.
sión de aquellos años del ambiente de los Cuando regresé a la ciudad, sus hom-
barrios habaneros que yo trataba de repro-
ducir. Desde luego, como no podía ser tes- bres y sus afanes, sus motivos y su cul-
tigo de una anécdota así, cada semana, te- tura, me parecían de arenilla.
nía que inventarla. La locuacidad de los nuestros con-
«Sabino» fue otra cosa; más bien el trastaba con la parquedad de los medios
producto de dudas y certezas que en mí
mismo anidaban. Por esto, uno de mis hi- de expresión de aquellos.
jos, cada vez que se refiere a mí, me nom- Y me parecía que la inquietud de
bra Sabino estos era porque no podían ver nada; las
luces de la ciudad los hacían ciegos a la
visión nocturna del cosmos, y les ha-
Pero en «Sabino», no. Sabino es huér- bían hecho creer que podían ser impor-
fano de ingenio. También puedo decir- tantes; que tenían que ser importantes.
le, que en Sabino, no hay ideas. Sabino Las leyes del tránsito les impedían
es huérfano de ideas. También que Sa- moverse en cualquier dirección: en la
bino surgió de sí, y sin que nadie lo diagonal, hacia occidente o sur, norte u
ideara. Y en esto puede radicar su origi- oriente. Le decían cuándo podían parar;
nalidad. En que Sabino sea un hecho, y cuándo caminar de nuevo.
nada más, sin ingenio y sin ideas. Y sin poder escapar a su destino igual
Pero los hechos también tienen su (nacimiento y muerte), lo hacían todo
origen en otros hechos. más intrascendente y vacuo.
Y el que surgiera «Sabino» pudiera El hombre eterno estaba allá, y era
tener su origen en las vivencias que yo aquel, más cerca del sol, de las playas,
tuviera en Nicaro. Sus hombres, los que las estrellas y las montañas, que tenían
yo conociera trabajando a mi lado, eran sus propias leyes, que no se podían ob-
distintos de los que yo conociera aquí viar. Y que no era necesario que se ob-
en La Habana. Eran menos inquietos y viaran, porque eran las que tenían más
ágiles; pero a su vez más sólidos. gracia, más belleza y eternidad.
La amplitud del paisaje me anonada- Fornés, veo que usted es un filóso-
ba; al propio tiempo que me hacía cre- fo, veo que usted le ha añadido un
cer e incorporarme a él. La visión pró- cuadro a su biografía pero no me la
xima de aquellas montañas que en señe- concluye.
ra y eterna permanencia preparaban en Es un problema de estilo, Feijóo, tam-
sus cumbres las tormentas que luego poco mis tiras...
lanzarían en forma de torrentes por sus Pero usted no me dice, cuándo ni
laderas. El sereno desplazamiento de dónde publicó su primer «Sabino»...
las auras. La visión cósmica de sus no- Esa es otra historia, Feijóo, no pode-
ches, con sus miríadas de estrellas. La mos abarcar tanto en un solo día, ten-
displicencia de su enorme bahía, al lan- dría que ser para otra edición...
zar los extremos de sus olas contra el
verdor de sus contornos; para marcar Notas
las horas, que a ella no interferirían, 1. Época en que Feijóo hizo esta entrevista,
porque era eterna. ahora sería 66 años.
La historieta peruana
2
Mario Lucioni
Estudioso y recopilador de la historieta peruana, Lima, Perú
Resumen
En este período la historieta peruana conoce la popularidad, la proliferación (siempre relativa) de
soportes y obras, e incluso alguna sequía creativa. Como los grandes! Pero no durará...
Abstract
In this period, peruvian comics know public success, proliferation of formats (always relative to
our size), and even some drop of creativity. Like the big ones! It will not last...
Figura 1: Una página de «Tangama del Amazonas en: El otorongo blanco»de Rubén Osorio, pu-
blicado en El Trome. Revista de Expreso, no. 5 de 2 de octubre de 1971.
Figura 3: Una tira de «Selva misteriosa» de Javier Florez del Águila, publicada en el diario El Co-
mercio en 1971.
Figura 4: Una página de «Orateman» de Juan Acevedo publicada en Monos y Monadas no. 221 de
2 de septiembre de 1982.
Figura 5: «Viento de la tarde»: historieta de una sóla pagina de Darko Dovdjenko (Dare) publicada
en Monos y Monadas no. 225 de 30 de septiembre de 1982.
La historieta en Chile
3
Resumen
Durante estnoos años el lema de las revistas es cambiar o desaparecer de los quioscos. Colosos de
antaño desaparecen a pesar de los esfuerzos editoriales. Sólo los genios creativos se proyectarán en
el tiempo y siempre gracias al poder de la sátira. El replanteamiento va acompañado de una mejora
en los medios de impresión. A pesar de ser una poderosa empresa Zig-Zag entiende que debe ir con
los tiempos y los gustos del lector. De esta manera comienza el preámbulo de lo que será la época do-
rada del cómic chileno.
Abstract
During this years the Chilean comic books moto is to change or to dissapear from the newsstands.
Former big guns magazines come to an end in dispite the publishers efforts. Only the geniuses will
survive as time goes by thanks the power of their satiric characters. The publisher´s changes come
along with technological improvements. The Zig-Zag publishing house understands the evolving pro-
cess and readers likings. This manner starts the preamble to the Chilean comic book golden age.
Figura 2: Tira de «Manilong (el caco perfecto)» de Percy, publicada en Risas de Pepe Antártico.
tivo de aparición semanal que sale los vieron a cargo de Pepo, quien además
viernes. Las portadas a dos tintas estu- era el director de la revista que tenía
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Cristian Eric Díaz Castro
Figura 4: Debut de «El gordo Sotito» de Alberto Vivanco en Pandilla no. 10 de 1959.
secciones dedicadas a casi todos los de- siempre en tono humorístico («Pensa-
portes, aunque el fuerte era el fútbol mientos póstumos», «Se anotó un poro-
234 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
to», «Se sacó un huevo», «Consultorio 7 de noviembre: Elvira Santa Cruz-Ro-
sentimental», «Box con Pancho Casti- xane, antigua directora de El Peneca,
lla»). En esta publicación colaboraron fallece a los setenta y cuatro años,
Vicar («En sus marcas», «Ciertas cosas después de toda una vida dedicada a
del deporte»), Alhué, Franklin («Piri- los niños.
nolo», «Craquito») Hervi («Olimpito»). 25 de noviembre: Cine Amor, La
En el no. 4 aparece en contratapa «El Revista de las Fotonovelas Chile-
saquero», el árbitro malencarado nas fue otra publicación de Edito-
mascota de la revista, adquiriendo rial Zig-Zag bajo la tutela de Guido
mayor protagonismo, pues hasta ese Vallejos. Fue el título más exitoso de
momento sólo aparecía dando mora- esta temática. De aparición quincenal y
lejas al interior de la revista en una en un formato grande, de 48 páginas
sección pequeña. con portadas en colores e interior en
Como dato curioso está el detalle en blanco y negro (tonos grises) sobrepasa
la sección correo. Aquí aparece un bu- los 440 números, celebrando en el 439
zón, siendo orinado por un perro, igual (26/12/69) nueve años de publicación.
a la mascota de Condorito, justo donde En sus páginas se publicaron los co-
se lee «Muera el roto Quezada». Tam- mics: «Pepe Galano» (Themo Lobos),
bién en la revista la publicidad la hacíany los comics de origen extranjero «Ema
deportistas destacados y se promocio- la colérica», «Jane la modelo», «Pepita
naba la tienda Donde Golpea el Sapito de la nueva ola» («Ponytail» que tam-
con la figura de Sergio Livingstone. bién se publicaría como «Patty» gracias
La revista sólo duró hasta el no. 7 a Editorial Lord Cochrane y Guido Va-
(11/09/59). llejos en 1966).
Diciembre: «Condorito» en su libro Además de las fotonovelas se hacían
no. 5 que muestra en contratapa una si- concursos para los lectores y algunas
tuación años antes dibujada en una por- veces traía notas para las mujeres,
tada de El Peneca. Una obesa bailarina principal público de este tipo de revis-
pisa a su acompañante. Ambas obras tas. La mayoría de las fotonovelas ter-
son de Pepo. minaban en el mismo número pero hu-
En la década del sesenta Radio Mine- bo una serie titulada «Contigo pan y
ría lleva al aire el programa «Condori- cebolla» con Marta Erices y Andrés
to», donde Andrés Rojas Murphy hace Gómez. Algunos actores que partici-
la voz del emplumado, Roberto Parada paron en este título fueron Luis Dávila,
la de Don Chuma y Alicia Quiroga la de Sara Astica, Víctor Zalaquett, Luis del
Yayita. Se dice que un disco fue graba- Valle, Emmanuel (cantante brasileño),
do con estas experiencias, pero el más- Gloria Benavides, Héctor Noguera,
ter estaría perdido. Pat Henry, el Pollo Fuentes, Gervasio.
También se publicaron obras en tono
1960 humorístico con «Lucho Barra» y
En este año se edita el primer tomo «Guillermo Bruce».
de la obra «Adiós al 7° de línea» de Jor- La popularidad de este tipo de revista
ge Inostroza con dibujos de Isidro Artea- comienza a decaer cuando la televisión
ga bajo el sello Zig-Zag. comienza a masificarse.
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Cristian Eric Díaz Castro
Enero: «Pellejerías de Perejil», re-
copilatorio del popular personaje crea-
do por Lugoze años antes en Argentina
y conocido como «Pajarito flor de Va-
go», editado por Lord Cochrane e im-
preso en Rotativa Ross, con las tiras
aparecidas en el diario La Nación. El
personaje es un mendigo que evita el
trabajo y el agua, pero es muy fresco
con las mujeres, aunque tiene una eter-
na enamorada y siempre está ham-
briento. En la revista de 96 páginas en
una deficiente impresión en colores se
disfruta el fino humor de Lugoze retra-
tando las costumbres de esos años con
las carcterizaciones de Perejil y sus
amigos Cuchuflí y Peinetita, la humil-
de novia. Como dato curioso en una vi-
ñeta aparece el personaje Homobono
de Alhué quien niega al personaje prin-
Figura 5: Viñeta de Vicar para El Saquero. cipal un trozo de su bocado.
La tira de «Perejil» seguiría apare-
Diciembre: «Condorito» en su libro ciendo hasta después del triunfo de don
anual no. 6 siempre manteniendo las Salvador Allende en las elecciones de
características previas. 1970.
Junio: Selecciones Escolares, la edi-
1961 ción para Chile de una exitosa revista
En este año se publicarían Amarotto, italiana dedicada a los escolares. Editó
revista de humor del dibujante argenti- Zig-Zag en formato bolsillo y en co-
no Oski, es editada por Zig-Zag con el lores en edición de 64 páginas con apa-
mismo formato de Condorito: 96 pági- rición semanal. Duró un centenar de
nas y tapas de cartulina con ilustración números y tuvo en sus páginas comics
en colores. Al parecer fue un solo nú- de origen italiano.
mero el que se publicó con las aventu- Diciembre: «Condorito» en su libro
ras del singular personaje que solía apa- anual no. 7. Desde el próximo año y
recer en las páginas de El Pingüino. hasta 1964 aparecería dos veces al año
También ve la luz «Pepe Antártico», logrando tirajes de 200 000 ejemplares
recopilatorio con las tiras diarias de la contrastando con los 15 000 de un co-
prensa del popular y aún vigente perso- mienzo.
naje de Percy.
Otro hecho importante es que el ge- 1962
nial Lukas comienza a colaborar en el En este año el dibujante chileno Luis
diario La Nación. El segundo tomo de Goyenechea Zegarra (Lugoze) recibe el
«Adiós al 7° de Línea» ve la luz. premio SIP Merganthaler.
236 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
27 de julio: Disneylandia, revista
editada por Zig-Zag en colores, todos
los viernes semanalmente comienza la
invasión de títulos Disney en los kios-
cos chilenos. La revista dirigida por
Elisa Serrana pasaría a ser editada por
Pincel, ex Zig-Zag durante el gobierno
de la Unidad Popular y luego por Pincel
y Editora Nacional Gabriela Mistral.
Como todos los títulos Disney pasarían
a ser una edición conjunta con Editorial
Tucumán de Argentina a finales de la
década del setenta. La periocidad de la
revista se mantiene llegando a los ‘70
para ser quincenal a mediados de esa
década.
Septiembre: «Adiós al 7° de Línea»
en su tomo no. 3 con la síntesis gráfica
de cinco tomos escritos por Jorge Inos-
troza, con los dibujos de Isidro Arteaga,
material ya publicado en el suplemento
del diario La Unión. Colaboró en la sín-
tesis Raquel Pino Parraguez.
1963
En este año «Artemio», de Pepe Figura 6: Portada de El Saquero por René
Huinca, comienza a aparecer en la Ríos Boettiger (Pepo).
prensa diaria (El Mercurio) cuando su
dibujante tiene veintidós años. Al serPremio Nacional de Periodismo, Men-
ción Dibujo. Durante este año Malín fir-
contador en las tiras de su personaje re-
fleja el mundo burocrático en el que ma los «Ercigráficos» de revista Ercilla,
participó. El estilo gráfico en «Arte-que son fotos con textos en bocadillos
de corte humorístico.
mio» generaría críticas por considerar-
lo muy parecido a «Beto el recluta». 6 de abril: Aventuras Disney, tam-
bién el primer número de El Zorro, es
Otro personaje que aparece en la prensa
es «Chambeco», de Palomo, que debuta otro popular título del sello Disney, que
en el diario Última Hora.Al parecer presenta en sus páginas las aventuras de
también hace su debut en el diario El «Spin y Marty» (una serie televisiva
Clarín el personaje «Lolita» creación norteamericana) con las aventuras en el
de Alberto Cornejo y Alberto Vivanco. «Rancho Triple R» dibujadas por Dan
Spiegle.
1964 La revista también alternaba adapta-
Este año el dibujante chileno Luis ciones de películas que la empresa pro-
Goyenechea Zegarra (Lugoze) recibe el ducía como «Rob Roy» en el no. 14
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Cristian Eric Díaz Castro
(10/64). A veces se incluían breves re- naturaleza es así» de Walt Disney,
latos y notas informativas referentes a «Amenidades el diario vivir» («Brin-
los comics publicados. ging up Father»), «Perejil» de Lugoze,
A poco de editarse son las aventuras «Juan el intrépido» de Frank Robbins y
de El Zorro las que se adueñarían segu- «Big Ben Bolt» de John Cullen
ramente por el éxito del serial televisivo Murphy.
con el actor Guy Williams. En un co- 25 de septiembre: 7 Días de
mienzo lo referente al Zorro se publicó Zig-Zag, continuación en el no. 3103
con material extranjero, para más tarde del semanario Zig-Zag. La revista,
ser todo dibujado por autores chilenos que fue vital en el desarrollo de la ca-
como Avelino, Onofre, Mario Igor y ricatura nacional y los balbuceos del
Manuel Rojas. La revista se editaría cómic local, llega hasta el no. 3317
hasta septiembre de 1971 alcanzando (29/11/68) cuando los dibujos ya son
las 188 ediciones teniendo como refe- un mero adorno o sólo con fines pu-
rencia el 182 (04/06/71) cuando blicitarios.
Zig-Zag cambia su razón social por Octubre: Bigote (Alberto Reyes
Pincel. Mosso) remplaza a Malín en los «Erci-
Otro título Disney que aparece es- gráficos» de revista Ercilla.
te año es Fantasías, con material de 4 de noviembre: Carlos Alberto
origen italiano. De aparición sema- Cornejo hace una selección de las cari-
nal siempre en 32 páginas en colores caturas sobre el presidente Eduardo
y de editorial Zig-Zag se editaría Frei Montalva en una nota a dos pági-
hasta 1973. nas de revista Ercilla no. 1537, donde
11 de julio: Lukas en el diario La se rescatan viñetas de Pekén, Lugoze,
Unión presenta un chiste que destaca la Coke, Mono, Pepo y Alhué. La nota lle-
falta de noticias importantes en la pren- va por título «¿Qué hay en esa nariz?»,
sa al preguntar un parroquiano a su mu- y cada viñeta lleva al pie de la misma un
jer: «¿Cuál es la noticia más importante texto cómico.
que publica el diario?». A lo que la mu- 1 de diciembre: Okey moderniza su
jer responde: «Que Dick Tracy se retira aspecto tomando de modelo las revis-
de la policía». Este chiste es ocupado tas norteamericanas. Manteniendo la
por la agencia United Press Internatio- cantidad de páginas opta por los co-
nal para promover en America Latina mics en colores y poco a poco el «con-
su tira, ya todo un clásico de Chester tinuará» desaparece de sus historietas,
Gould, mediante una carta y la repro- así como la temática de las mismas de-
ducción de la tira de Lukas aparecida en cantan al género de aventuras en el vie-
el diario porteño. En esos momentos jo salvaje oeste.
Lukas cursaba una beca en Indiana, Sin embargo, la página de «Condo-
Estados Unidos y el hecho es desta- rito» seguiría hasta llegar a los 880
cado en la revista Ercilla no. 1542 números, período en que la revista ya
(09/12/64) tiene otro nombre en portada. En la
1 de agosto: El Mercurio de Valpa- etapa de transición Okey mantuvo al-
raíso viene publicando a esta fecha en la gunos de los viejos comics como los
página de «Avisos económicos» «La dramas pasionales («La bella y el
238 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
La historieta en Chile
ogro» de Stan Drake) o familiares («El opuestas debuta en revista Ercilla no.
extraño testamento»); las peripecias 1541, en una serie a pie de página en
espaciales («Brick Bradford» y «El dos hileras de viñetas donde se contra-
navío errante», aventura de «Jeff ponen los ideales y conocimientos de
Hawke», la tercera en la revista, ahora los niños.
con el nombre de «Jesy Carter y su La primera entrega es sobre el des-
ayudante Marlon») y de intriga como pertar sexual, donde terminan viendo
«Roque Marlo» (un cómic hecho so- un maniquí sin ropa en una vitrina. En
bre la base de la copia de personajes la segunda la diferencia de metas en la
de otras historietas de pésimo nivel vida y el asumir de las mismas por la
grafico) y «Dan Flagg». condición de vida donde el acomodado
También en estos números en nuevo dice ser jefe de sección y el pobre el
formato se incluyeron novelas seriadas mozo en forma instantánea, además de
y autoconclusivas. la inocencia del mismo que siempre an-
Los comics nacionales de esta etapa da descalzo.
fueron: «El fin del conquistador» (813) En la tercera entrega se ve cómo el ri-
de Jorge Inostroza adaptado por José co explota al pobre quien no mide al
Zamorano y Mario Igor con Manuel momento de ser solidario. La cuarta
Cárdenas en los dibujos; «Leyenda de muestra la existencia de analfabetas y
sierra Lillanca» (818), también de Jor- semianalfabetas en Chile, y cómo se
ge Inostroza con los dibujos de Abel engaña al que no sabe además de los
Romero y Gilberto Ulzurrún; «Jack La- efectos al manipular la información. La
ne» (827) de Juan Araneda y páginas de quinta y última entrega juega con el
humor de Jorcar. concepto de hombría y desinformación
Los comics de vaqueros se seguían al probar el par de niños los cigarrillos.
presentando como «Polvorita» y «Aguas Esta alegoría de la vida en nuestro país
sangrientas», incluso aparece una sec- deja de publicarse en el no. 1545
ción dedicada al «Lejano oeste» llegan- (30/12/64) de la revista Ercilla.
do a los 820 números. 7 de diciembre: Rincón Juvenil, edi-
Es a partir del no. 826 que este géne- tada por Zig-Zag alcanza 115 números
ro se adueña de la revista y se publican (01/03/67) en formato tradicional y de
títulos como: «El castigo», «Kansas aparición semanal.
Kid», «Buck Jones», «Teddy Ted», Comics sobre adolescentes ameniza-
«Kit Karson», Bill el sonriente», y el ron sus páginas. Esta revista en materia
«Jinete justiciero» quien debuta en el de notas a los artistas no pudo competir
no. 839 y siempre es presentado en por- con Ritmo.
tada hasta el no. 843 (27/09/65), última 23 de diciembre: Ercilla 1544 publi-
edición oficial de Okey como revista, ca material de la revista norteamericana
ya que esta se convierte en Justiciero a Mad en una nota a dos páginas donde se
partir de la siguiente entrega, mante- reseña el éxito internacional de la mis-
niendo la numeración. ma y rescata unas viñetas en que se
2 de diciembre: «Luchín y Perico», muestra cómo se mantienen los vicios
tira de Pepe Huinca con las aventuras desde la infancia y afectan en la vida
de dos escolares de clases sociales profesional.
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ARQUEOLOGÍA
Rosa y Federico
Novela ilustrada contemporánea
Resumen
Entre los múltiples trabajos desarrollados en torno a la historieta en México, a pesar de su abun-
dancia no descubren ni menos describen la que vendría a ser la primera historieta publicada en las
páginas de la prensa mexicana del siglo XIX. Entre otras razones porque fue publicada en las páginas
del periódico de la ciudad de San Luis Potosí: La Ilustración Potosina. La historia de Rosa y Federico,
hay que decirlo, no es una gran joya ni de la literatura ni de la litografía mexicana, pero su existencia
es importante.
Abstract
Among the multiple works developed around the comic in Mexico, in spite of their abundance they
don’t discover neither fewer describe the she would come to be the first comic published in the pages
of the Mexican press of the XIX century. Among other reasons because it was published in the pages of
the newspaper of San Luis Potosí’ city: La Ilustración Potosina. Rosa and Federico’s history, are to
say it, it is not a great jewel neither of the literature neither of the Mexican lithograph; but their exis-
tence is important.
Pero tal vez a Belem Clark de Lara se Curiel llama la tercera literatura: «la
le olvida lo más importante de esta «no- escritura icónica, la literatura icónica,
vela ilustrada», que es ser la primera trenza a todas luces dos órdenes sígni-
narración en donde se reúnen lo que cos (dicho esto con términos globaliza-
246 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
Rosa y Federico
dores). El textual y el plástico. Com- que se denunciaban las arbitrariedades
prendiendo, el primero (textual) a la y despotismo de Santa Anna; o «El ár-
oralidad y a la escritura y el segundo bol del amor» (primera y segunda par-
(plástico) al dibujo (cómic), a la foto- tes) publicada en el calendario nigro-
grafía fija (fotonovela), a la fotografía mántico de Murguía en 1855; también
cinética (cine, televisión), al grafismo existe otra litografía llamada «Trono de
electrónico (videoclip) a la tipografía S.A.S.».
(cartel )» (Curiel, 1989: 37). En todas ellas aparece el uso de viñe-
Dicho de otra forma, la investigadora tas que se distribuyen, no tan arbitraria-
se olvida resaltar que en esta «novela mente, en el espacio de la hoja blanca;
ilustrada» se expresa la búsqueda pre- esta distribución obliga a una «lectura»
cursora de un lenguaje –y sus conse- que puede iniciarse por cualquier punto
cuentes reglas de juego– para vincular de la litografía; así que en el caso de la
la literatura escrita y la literatura –ape- historia de Rosa y Federico se dan a las
nas incipiente– icónica. imágenes litografiadas un orden; orden
Porque, como lo ilustran algunos ejem- que implica una determinada manera de
plos recuperados por Juan Manuel Au- leerlas. Es pues un primer intento de
rrecoechea y Manuel y Armando Bartra emplear un lenguaje propio de los co-
en «Puros cuentos. La historia de la his- mics, o de las historietas: la lectura se
torieta en México 1874-1934», desde la hace de izquierda a derecha y de arriba
introducción de la litografía con Linati hacia abajo. Lo que no ocurría con otras
se empieza a expresar un rudimentario propuestas de lenguaje icónico verbal
lenguaje icónico, que requiere de la pre- como las ya citadas arriba; y por ende,
sencia fundamental de la escritura para supera el lenguaje de la caricatura.
poder manifestar mejor su mensaje. Por todo esto, creo importante insis-
Pero esos escarceos iniciales no fruc- tir en que la «Novela ilustrada contem-
tifican en la construcción icónico ver- poránea» (de 1869) es la primera histo-
bal de un relato sino cuando se publica ria narrativa en la literatura mexicana,
la historia de Rosa y Federico. Esto últi- puesto que «La relación de aconteci-
mo implica otro detalle esencial propio mientos, el suceder dramático, es con-
de la historia de Rosa y Federico; a sa- dición ineludible de toda L(iteratu-
ber, independientemente de que sea un ra)/I(cónica), tanto en su representación
relato romántico o realista; o bien sea L/I/F(ija) como L/I/C(inética)» (Curiel,
un híbrido entre las dos corrientes lite- 1989: 145).
rarias, la «novela ilustrada», no es una Literatura icónica que es caracterizada
simple aglomeración –ordenada o no– por el autor así: «“Denomino (a lo mejor
de imágenes con sus textos. Esto es, la irresponsablemente) (LI) a todo cuerpo
existencia de un relato, de la narración ficticio en el que concurran por lo menos
de una historia, es lo que hace diferente cuatro (4) aspectos: a) un relato; b) dos o
–y precursora– a la historia de Rosa y más sistemas de signos; c) una hipercodi-
Federico de todas las demás tentativas ficación de convenciones, y d) una pro-
previas de «construir» el relato de una ducción seriada» (Curiel, 1989: 38).
historia como por ejemplo la hoja suelta Cada característica es apropiadas pa-
intitulada «6 de diciembre de 1844» en ra describir la historia de Rosa y Federi-
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Hugo Arturo Cardoso Vargas
co; por eso es necesario subrayar la im- de esas líneas perpendiculares sirven
portancia de esta producción litográfica de márgenes interiores entre las ilus-
como la primera novela ilustrada y por traciones; los márgenes exteriores se
ende, precursora tanto de la historieta identifican mediante otras cuatro lí-
como del cómic. neas –dos horizontales y dos vertica-
Pero regresando a la historia de Rosa les– que enmarcan las cuatro ilustra-
y Federico, hay que indicar que está de- ciones de la página. De esto resulta que
sarrollada en 16 litografías, aunque por cada estampa está colocada en un ni-
características de impresión de La Ilus- cho, perfectamente definido. Esta deli-
tración Potosina, quedaron reunidas en mitación tipográfica de la imagen per-
cuatro páginas, por lo que en cada una mite leerla en sí misma, cuando a la
de ellas aparecen cuatro diferentes imá- imagen le corresponde un pie donde se
genes que conservan una lectura de iz- «narra», desde una postura de observa-
quierda a derecha y de arriba abajo. dor externo la historia. Así, una noto-
El grupo se reunió, sin numeración ria coincidencia entre lo verbal y lo
de La Ilustración... entre las páginas icónico es otra cualidad de esta histo-
correspondientes a las nos. 106 y 107. ria de amor y desamor.
Esto quiere decir que esta «novela ilus- Habría que agregar que sólo en la pri-
trada contemporánea» fue encartada en mera página, donde aparece el título.
una de las entregas del periódico y, tal existe un trazo semejante al que rodea a
vez, por el tipo mismo de impresión se las estampas litografiadas, y que tienen
omitió la numeración. Aunque tam- la finalidad de encerrar también en un
bién puede entenderse como un obse- nicho el nombre del conjunto de imáge-
quio adicional a los suscriptores. Aun- nes que aparecen enseguida; aunque su
que en cualquier caso lo que importa trazo horizontal está centrado y sus la-
destacar es que no aparecen numera- dos continúan la línea hasta unirse con
das las cuatro páginas que en La Ilus- las horizontales externas.
tración... ocuparon las litografías de Los elementos del lenguaje icónico
«Rosa y Federico». son muy interesantes, pero destaca su
Ahora bien, sin intentar un detallado trazo rápido y económico; hay pocos
análisis de la historia de Rosa y Federi- elementos «escénicos» en cada una de
co, es pertinente indicar algunas de sus las viñetas. Los personajes casi siempre
características. aparecen de cuerpo completo (en térmi-
En primer lugar el autor de las lito- nos del lenguaje cinematográfico: son
grafías de la historia de Rosa y Federi- campos medios) en 13 de las 16 imáge-
co hace uso de líneas estilizadas para nes; y sólo en tres aparecen de medio
dividir cada una de las cuatro estampas cuerpo (que no corresponden ni al pla-
que integran una hoja; esto es que el no americano ni al de media figura);
centro de la página es el punto de inter- son de destacar las dos últimas: Federi-
sección de dos líneas: una horizontal y co descubre el engaño y cuando él «una
la otra vertical, que forman una cruz; noche se sentó cómodamente con el ob-
en cada uno de sus ángulos se localizan jeto de volarse la tapa de los sesos», res-
las estampas que narran la historia. Ade- pectivamente. En una sola imagen apa-
más el mismo trazo rápido y delicado rece el personaje en una posición verti-
248 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
Rosa y Federico
cal; en cambio las demás son figuras gen y consecuencia de esta historia –tan
horizontales en general. igual a la de Rosa y Federico– es firma-
Claro está que el verdadero desenlace da, en este caso, por Facundo.
no aparece en esta historia; tal vez por no Así pues, no se duda en afirmar que
molestar con la muerte de Federico a los el autor del texto literario de Rosa y Fe-
lectores; pero también podría ser enten- derico fue Facundo, seudónimo de don
dido como un acto de Federico que no José Tomás de Cuéllar 1.
llega a consumir su suicidio. Lo que im- Mas, saber quién es el autor de las
porta es la ambigüedad del final. Cada imágenes litografiadas de Rosa y Fede-
lector tendrá la libertad de interpretarlo rico la respuesta no puede ser ni fácil ni
de acuerdo con su capacidad y calidad. contundente. Pero desde luego, que se
Por razones obvias es necesario dejar pueden apreciar algunos argumentos a
aquí la descripción de la historia de rosa y favor de quien se propone como autor:
Federico; pero indicando que está por rea- José María Villasana.
lizarse un análisis detallado desde la teoría Esto porque es el único artista que en
de la llamada literatura icónica y dentro la ciudad de San Luis se desempeña co-
de ella a las distintas propuestas para el es- mo litógrafo; segundo porque desde un
tudio de la historieta y del cómic. principio fue incorporado al proyecto
de La Ilustración Potosina.
Rosa y Federico Se desprende del propio testimonio
de José Tomás de Cuéllar: «Siempre
Para concluir este trabajo, inevitable- hemos considerado que el divino arte
mente breve, es necesario responder a del dibujo debe acompañar a las obras
un par de preguntas finales: quién fue el literarias de recreación, y con esta idea
autor del texto de Rosa y Federico, y nos pusimos a buscar un artista, un her-
quién el autor de las litografías que na- mano que ilustrase nuestro periódico.
rran esa historia. »Decididamente la suerte estuvo de
Para la primera pregunta, la respues- nuestra parte; y en un taller de litografía
ta es casi inmediata, automática: el au- encontramos a un discípulo de la Aca-
tor fue José Tomás de Cuéllar, y como demia Nacional de San Carlos, cuya vi-
argumento se presenta enseguida una da de incesante lucha y de laboriosidad
composición literaria del editor de La formaría el más halagador panegírico
Ilustración Potosina en donde median- del trabajo y la honradez.
te breves «cuadros» narra la historia de »Este hermano nuestro se llama D.
Julieta y Romeo, y aparece con el título José Ma. Villasana, y es un artista por
de «Novela por vapor». organización; vive sobre sus simpáticas
La temática es semejante aunque con piedras litográficas en incesante traba-
un desenlace más definitivo: los aman- jo; y en hablándole de pintura, se delei-
tes, como los protagonistas de Shakes- ta, se siente bien, se encanta.
peare, mueren por su propia voluntad. »Acogió, pues, con entusiasmo nues-
La historia implica que por su estructu- tro pensamiento, y trazó, a nuestra vis-
ra narrativa, por los valores morales y ta, la graciosa y bien entendida carátula
por el contexto de conflicto entre el de La Ilustración Potosina por la que ha
amor y el desamor que es la causa, ori- merecido los elogios del distinguido es-
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Hugo Arturo Cardoso Vargas
critor D. Ignacio M. Altamirano, y los cación, son las siguientes, tomadas del
de la Redacción del Siglo XIX» (Cué- no. 41 del Renacimiento.
llar, Flores Verdad, 1989: 42 y ss.). «“El movimiento literario continúa
La calidad artística y el profundo sen- haciéndose sentir en los estados. San
tido de la profesión lo describe el mis- Luis Potosí tiene ya un periódico de li-
mo Facundo: «Arrostrando con el in- teratura, y un periódico muy bonito y
conveniente de ofender la modestia de que honraría a cualquier país. Redác-
nuestro hermano artista, y ya que da- tanle en primer lugar nuestro queridísi-
mos hoy la primera prueba de confianza mo amigo y hermano José T. de Cuéllar,
a nuestros lectores, vamos a revelarles uno de los fundadores de las veladas li-
un incidente particular. terarias en México, y uno de los que han
»Terminaba Villasana su tercer dibu- contribuido más eficazmente a desarro-
jo, cuando llegó a sus oídos, por nuestro llar el amor a las bellas artes en la época
conducto, el concepto que de sus traba- actual, y a quien debemos en todas
jos formaba la prensa en México; aca- nuestras tareas y empresas la más entu-
baba de ejecutar con sumo acierto el re- siasta cooperación. Facundo no podía,
trato de Víctor Hugo, que nosotros ad- estando lejos del círculo de sus amigos
mirábamos; suspendió su trabajo para y colegas, permanecer más tiempo
oírnos, y lo vimos conmoverse al oír las inactivo o reducido al papel de colabo-
cortas pero expresivas frases con que lo rador o de escritor político apóstol de la
saludaba Altamirano; y lejos de mos- literatura, debía continuar su propagan-
trarse satisfecho y recompensado, refle- da en aquellas regiones y dejar una hue-
xionó un momento y pasó rápidamente lla brillante de su paso en la hermosa
una piedra pómez sobre su dibujo... ciudad de San Luis, que nos es querida,
»–Es necesario hacerlo mejor, mur- particularmente porque todas las publi-
muró; y dando a limpiar su piedra, em- caciones literarias de México cuentan
prendió de nuevo su trabajo. Algunos allá con mayor número de suscritores
días después nos mostró el magnífico re- que en otras partes, lo que prueba que
trato de Víctor Hugo que repartimos en San Luis es tierra buena para que fecun-
la quinta entrega, y que es, sin duda, y de la semilla de las artes. Damos pues el
con mucho, superior al que había con- parabién a Cuéllar por su pensamiento
cluido. feliz, y le prometemos ayudarle con el
»He aquí los efectos del estímulo y la mismo empeño con que él nos ha ayu-
recompensa: unas cuantas palabras obli- dado siempre en todas nuestras publica-
garon al artista, cansado tal vez de tra- ciones. La Ilustración Potosina está re-
bajar, en la oscuridad, a hacer un es- dactada, como lo hemos visto, en pri-
fuerzo de voluntad, mejorando su obra. mer lugar por Cuellar, quien tiene por
»Damos conocimiento de este hecho a compañero a un joven de México dota-
nuestros lectores, en honor del fino escri- do de un talento claro y de una instruc-
tor que sabe sacar las fibras del artista, y ción poco común, D. José M. Flores
del artista delicado para quien esas pala- Verdad, nieto del ilustre patriota del
bras tienen una significación halagadora. mismo nombre que fue uno de los ini-
»Las líneas en que el Sr. Altamirano ciadores de nuestra independencia y
se ha servido ocuparse de nuestra publi- que pereció víctima de su amor a la li-
250 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA
Rosa y Federico
bertad. Un artista que ha comenzado unión de la agencia literaria y adminis-
por dibujar una lindísima carátula para tración de nuestras publicaciones.
La Ilustración..., el Sr. D. José M. Vi- »En la actualidad está concluyendo
llasana, es el encargado de ilustrar el un exquisito trabajo, con el que serán
periódico que, no lo dudamos, llamará obsequiados los señores suscriptores al
la atención de todos los estudiosos y “Pecado del siglo”. Son dos cro-
honrará la literatura mexicana. El Re- mo-litografías, de cuyo mérito in-
nacimiento saluda a su nuevo colega”. tencionalmente no hablamos, seguros
»Tan galante calificación ha ido más de que los suscriptores serán agradable-
allá, sin duda, de lo que por nuestra par- mente sorprendidos.
te merecemos, y ha cooperado a coro- »Nos despedimos hasta la vista de
nar el éxito de nuestros deseos, pues nuestros amables lectores, a quienes les
nuestro semanario ha sido favorecido estamos profundamente agradecidos, de
del público, al grado de vernos precia- nuestros corresponsales a cuya eficacia
dos a hacer una reimpresión de los pri- debemos la exactitud de la circulación y
meros números y a prepararnos para deseando para este hermoso estado la
mejorar sus condiciones a favor de nues- prosperidad y la grandeza de que es dig-
tros amables lectores, a quienes supli- no, estamos seguros de volver a pisar sus
camos nos perdonen la clase del papel, límites con la emoción que engendra en
teniendo presente que es nuestro perió- el alma el sitio en donde la amabilidad,
dico el primer ensayo de este género la galantería y la amistad, nos han pro-
que se establece en esta ciudad, y que porcionado la satisfacción del que se
por lo mismo tiene que luchar con gra- consideró bien avecindado» (Cuéllar,
ves inconvenientes» (Cuéllar, Flores Flores Verdad, 1989: 337-338).
Verdad, 1989: 42 y ss.). Pero un argumento más a favor de la
Las cualidades de Villasana que es- autoría gráfica de la historia de Rosa y
tán presentes tanto en las cinco litogra- Federico a favor de José María Villasa-
fías que dibujó especialmente para La na, consiste en que a partir de su regreso
Ilustración Potosina, desde la portada a la Ciudad de México, y consecuente
hasta «La caja de agua» como en las incorporación a distintos medios impre-
cuatro que formaban parte de «Ensala- sos empezó a explotar las cualidades ex-
da de pollos», permitieron que su traba- presivas del lenguaje icónico que había
jo fuera reconocido por algunos intelec- ¿descubierto? con la «novela ilustrada».
tuales de su época, pero también por el Muchos son los ejemplos para poder ha-
propio Cuellar, quien decide regresar a blar de Villasana como precursor e im-
la Ciudad de México con Flores Verdad pulsor de la historieta en México 2.
y Villasana. Dice: «Al separarnos por Una cuestión que no conozco se re-
un poco de tiempo de esta ciudad, tene- fiere a la participación de Villasana co-
mos el gusto de ser acompañados por mo alumno en la Academia de San Car-
nuestro buen amigo el hábil litógrafo D. los, porque aunque consulté la Guía del
José María Villasana, llamado a la capi- Archivo de la Antigua Academia de
tal de la república para desempeñar al- San Carlos, su nombre no aparece en
gunos trabajos importantes de su arte, ningún documento; pero esta es una
dejando en San Luis, su casa abierta en parte poco relevante, porque si fue o no
vol. 2, no. 8 251
Hugo Arturo Cardoso Vargas
alumno no importa; lo que si importa y —: «Los caligramas en el periodismo mexicano
del siglo XIX: un estilo (casi) inexistente»,
mucho es la calidad de sus trabajos lito- propuesta para «Literatura mexicana».
gráficos que fue abundante, y sobre to- —: «José María Villasana; creador de la historie-
do, la búsqueda –se reitera– de un len- ta en México», en preparación.
guaje verbo-icónico que propició el de- Cuellar, José T. de y Flores Verdad, José María:
sarrollo de la historieta en México. «La ilustración potosina. Semanario de litera-
tura, poesía, novela, noticias, descubrimien-
José María Villasana se especializó tos, variedades, modas y avisos», edición fac-
en la caricatura. En su taller de la calle símil de Ana Elena Díaz Alejo. Estudio preli-
de Capuchinas ilustró la primera serie minar, notas, índices y cuadros de Belem
de «La linterna mágica» de José T. de Clark de Lara», UNAM II Filológicas, 2ª ed.
facsímil, México 1989.
Cuéllar y otras producciones para los Curiel, Fernando: «Mal de ojo. Iniciación a la li-
distintos periódicos en que participó. teratura icónica», UNAM DGP, México 1989.
Así, la labor de Villasana en México Masotta, Oscar: «Reflexiones presemiológicas
fue abundante. Colaboró en 1872 en sobre la historieta: el esquematismo», en Va-
«México y sus costumbres»; en 1873 en rios: «Lenguaje y comunicación social», Edi-
ciones Nueva Visión, Col. Lenguaje y socie-
La Historia Danzante, un periódico de dad, Buenos Aires 1976.
temas musicales; un ejemplo: la litogra- Mathes, Miguel: «La litografía y los litógrafos en
fía de Villasana hacía alusión tanto a la México, 1826-1900: un resumen histórico»,
música como al tema el jueves 13 de en «Nación de imágenes. La litografía mexi-
cana del siglo XIX», CNCA, México 1994.
marzo de 1873. La litografía «Las tres
Jiménez Codinach, Guadalupe: «La litografía
gracias» de la época está acompaña por mexicana del siglo XIX: piedra de toque de una
una polka-mazurka de Andrés Díaz de época y de un pueblo», en «Nación de imáge-
la Vega. Además, La Patria Ilustrada nes. La litografía mexicana del siglo XIX»,
(1888), fundado por Iríneo Paz, reunió CNCA, México 1994.
Pérez Escamilla, Ricardo: «Arriba el telón. Los
a dos Villasana y Posada. litógrafos mexicanos, vanguardia artística y
José María Villasana, una vez reco- política del siglo XIX», en «Nación de imáge-
nocido como un feroz crítico del go- nes La litografía mexicana del siglo XIX»,
bierno de Lerdo de Tejada, fue uno más CNCA, México 1994.
de los personajes protegidos de don Pérez Salas C., Ma. Esther: «El impacto de la
imagen en las revistas literarias del siglo pasa-
Porfirio Díaz hasta su muerte en 1904. do durante los años cuarenta», en Castro, Mi-
guel Ángel: «Tipos y caracteres: la prensa me-
xicana (1822-1855)», memoria del coloquio
celebrado los días 23, 24 y 25 de noviembre de
Biblio-hemerografía 1998. UNAM; IIBibliográficas, Col. Semina-
Aurrecoechea, Juan Manuel y Bartra, Armando: rio de Bibliografía Mexicana del Siglo XIX.
«Puros cuentos. La historia de la historieta en
México 1874-1934», CONACULTA, Museo
Nacional de Culturas Populares y Editorial
Grijalbo, 3 tomos, México 1988. Notas
Bermúdez, Jorge R.: «Gráfica e identidad nacio- 1. Para más datos del personaje, cfr. Hugo
nal», UAM, México 1994, ArturoCardoso Vagas: «Los caligramas en el
Cardoso Vargas, Hugo Arturo: «La información periodismo mexicano del siglo XIX: un estilo
científica de El Iris», Espacios Públicos, Re- (casi) inexistente».
vista FCPAPca de la UAEM, año 3, no. 6, 2. Para datos biográficos cfr. RicardoPérez
Septiembre de 2000 (pp 176 y ss). Escamilla: 1994, 32 y ss. Además de Cardo-
—: «La historia del registro gráfico», en elabora- so Vargas Hugo Arturo: «José María Villasa-
ción. na: Creador de la historieta en México».
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