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la propone Milton, es esa restricción que no se puede realizar. Por eso, la protección
contra la censura previa es lo que pide la libertad de expresión. No se puede
censurar o restringir una información antes de su publicación. Lo que sí
establece el Pacto de San José de Costa Rica es que se puede restringir en
algunos casos, como por ejemplo el ejercicio del poder de policía que tiene el Estado
cuando hay un bien jurídico superior que puede ser vulnerado, como es la infancia o la
adolescencia. La censura previa, según esta doctrina de la libertad de expresión,
no puede existir. Lo que tienen que hacer las normas es proteger contra esa
censura previa, y lo que establece el PSJCR son otras formas indirectas de
censura que no son tan explícitas como las anteriormente vistas, que no vienen
solo de la mano del Estado, sino que vienen también de los particulares.
Responsabilidades y Responsables
Cuando hablamos de responsabilidades ulteriores, hay que pensar en quién se hará
responsable de esa información que se difundió. El Pacto de San José de Costa
Rica, en el inc. 3 del art 13 expresa: “Para la efectiva protección de la honra y la
reputación, toda publicación o empresa periodística, cinematográfica, de radio o
televisión tendrá una persona responsable que no esté protegida por inmunidades ni
disponga del fuero especial.” Esto significa que toda empresa periodística que vaya a
difundir información de cualquier índole tiene que tener en frente a la persona del
editor responsable. El Pacto de San José de Costa Rica postula la figura del
editor responsable. Esta persona del editor responsable tiene que ser una
persona humana, física. Esto está explícito en el Pacto de San José de Costa Rica,
en el art 1. Inc. 2: “para los efectos de esta convención, persona es todo ser
humano”. La cara responsable de un medio no puede ser una persona jurídica. Esta
persona física humana, no puede tener inmunidades y fuero especial. Todas
aquellas personas que tienen un cargo que implique un fuero (diputados,
senadores, miembros de la Corte Suprema de Justicia), no pueden ser editores
responsables de un medio de comunicación, ya que para hacer efectiva las
responsabilidades, se necesita tener siempre a la vista a esa persona a la cual yo voy
a hacer responsable.
No hay una sola ley que regule toda la información. El derecho de la información
está disperso en distintas leyes.
Triangulito de la Pirámide Jurídica
- CN y tratados internacionales: Art 14 y el 32. Se le puede agregar el 28 y el 33.
Los que se sumaron en la CN después de 1994 en el 42 y el 43. El 42 habla de
la relación del consumo. Se considera a la información como un servicio, no se
considera a la gráfica.
No hay una norma jurídica sola que regule todas las responsabilidades
ulteriores.
Los tratados internacionales – Pacto de San José de Costa Rica. Luego
después vienen las leyes.
- Leyes: Está la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (que regulará la
radio y la TV – Estuvo modificada por decreto), art. 75 inc. 12 (Los Códigos,
Civil y Penal), ambos códigos tienen normas relacionadas con las
responsabilidades ulteriores surgidas por la discusión de información.
- Decreto: La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual estuvo modificada
por decreto
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Participación Criminal en los delitos cometidos por los medios masivos de
comunicación
Cuando hablamos de jurisdicción y competencia, referimos al Caso Batalla, el cual
determinó que no había solamente delitos de prensa, hay delitos que se cometen
a través de los medios.
El art. 32 de la CN hablaba de la libertad de imprenta en la primera parte. Luego,
habla de que no se podía establecer la jurisdicción federan en cuanto a la información
emitida por la imprenta. Hasta 1970, que se da el Fallo Batalla por la corte, se
consideraba que no se le podía aplicar nada a la imprenta, ningún código, ya que, al
confundir jurisdicción y competencia, al ser competencia del poder legislativo (dictaban
los códigos de fondo) decían que a la información o a la prensa no se les podía aplicar
los códigos. Ni se le aplicaba el Código Penal. Con el Fallo Batalla se cambió esto. La
Corte dijo que no hay delitos de prensa ya que está el Código Penal, y los delitos
son delitos comunes que están tipificados en el Código Penal que pueden ser
cometidos a través de la prensa (en todos los medios de comunicación: gráfica,
radio, TV).
Todos los delitos tienen que estar tipificados en el Código Penal. Lo que no está
en el Código Penal, no es delito.
Responsabilidad por las Opiniones Ajenas. Casos Pérez, Entel, Campillay, entre
otros
Esto refiere a qué es lo que tengo que hacer para cubrirme la espalda frente a las
declaraciones de otra persona. En un medio de comunicación, estamos volcando
opiniones o expresiones de otras personas ¿Siempre tenemos que hacernos
responsables de lo que digan otros? Si no tenemos en cuenta estos fallos, que
determinan algunos criterios que tenemos que seguir sí o sí, vamos a quedar pegados
como conductor o cara visible del programa y editor del medio. El editor del medio es
el primer responsable. Cada programa tendrá su cara visible, que es la figura del
conductor. Son las dos personas que están identificadas, sobre las cuales
caerán responsabilidades.
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En los diferentes medios de comunicación se emiten informaciones, pero
también opiniones, expresiones y reflexiones de personas e instituciones
ajenas. Es estos casos es la jurisprudencia la que establece algunos criterios a
tener en cuenta para que el medio no sea responsable por los dichos de otras
personas o entidades.
El caso Pérez y el Caso Entel se dan en Gráfica únicamente.
Caso Pérez
Este caso se trató sobre la responsabilidad del editor de un diario (La Razón) por
contenidos injuriosos en una solicitada (Espacio pago, anuncio o comunicado de
instituciones o personas) que allí había sido publicada. Al ser publicada la solicitada, el
señor Pérez (un fiscal) se siente agravado y, por consiguiente, presentó una demanda.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación estableció que, si se limita el acceso de
terceros para dar su opinión, se genera un empobrecimiento comunicacional y el
medio puede llegar a autocensurar por miedo y así caer en la reducción de pluralidad
si se acota información. En este caso, el medio NO hizo suya la opinión del tercero,
solamente la publicó. La persona que emite la solicitada está identificado, por lo que
no tiene la culpa el editor. La Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió NO
culpar al medio, es decir, que falló a favor del medio. Falló a favor del medio ya
que la solicitada estaba debidamente identificada, y además el medio no agrega
ningún elemento para apropiarse de la opinión del tercero, solamente la publica.
El Máximo Tribunal, además plantea que hay que establecer dos criterios para
las opiniones de terceros y el editor del medio no sea responsable de esas
acciones:
1. Tiene que estar debidamente identificada la persona o las personas que
publicaron esa solicitada (nombre, apellido, DNI, cargo en carácter de qué
se emitieron esos hechos). Tiene que estar debidamente identificada la
institución y las personas que se van a hacer responsables de esos dichos y
qué cargos cumplen en esa institución. De esta forma, el medio se deslinda,
es decir, no toma las opiniones como propias.
2. El medio tiene que deslindar su responsabilidad por esos dichos. Si esos
dichos que están en la solicitada van en contra de la opinión del medio, el
medio debe dejarlo expreso y aclarar en algún punto que no son
expresiones con las que están de acuerdo. Debe deslindarse de esos
dichos y ACLARAR QUE SON DE TERCEROS.
Caso Campillay
Se trata de un hecho ocurrido en 1986, cuando el señor Julio César Campillay
interpuso una demanda civil por resarcimiento por daños causados a manos de 3
diarios (La Razón, Crónica y Diario Popular) que habían publicado en una noticia
que lo involucraba por error en un hecho policial (se lo involucró por error en un
crimen donde se lo acusó de encontrar droga y armas en su auto). Este fallo no
hace referencia solamente a la gráfica, sino también a la radio y a la TV, ya que
en todos los medios se publicó su nombre y su apellido, y fue escrachado en todos
los medios. La Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor de Campillay,
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sosteniendo que estos medios hicieron propias las afirmaciones contenidas en el
comunicado policial, dándolas por inexcusablemente ciertas.
Este fallo establece 3 criterios básicos (pautas objetivas de prudencia), sobre los
cuales nos tendremos que basar al momento de difundir información de otros.
Hay que tener en cuenta estos puntos para eximirnos de las responsabilidades
ulteriores. Cumpliendo 1 de 3, el medio quedaría eximido de responsabilidad.
1. Identificar la fuente, hacer una referencia precisa e inequívoca del origen
de la noticia: Hay que hacer una transcripción fiel de los dichos de la fuente y
plasmar al responsable de los dichos en la noticia. Si tengo la fuente
fehaciente, tengo que dar su nombre y apellido. Si no podemos identificar a la
fuente, procedemos con los dos siguientes puntos.
2. Utilización del Potencial: No basta con utilizarlo sólo en los verbos, todo el
sentido del discurso tiene que ser conjetural. Si no puedo dar el nombre y el
apellido de la fuente, tengo que usar los verbos condicionales o
potenciales.
3. Reserva de identidad de la persona, por ejemplo, el imputado. No solo no
dar el nombre, sino tampoco otros datos que permitan identificarlo. Si no se
tiene certeza, no puedo poner nombre y apellido de la persona involucrada.
Caso Entel
Este caso también se da en un medio gráfico. Alicia Entel era la directora de la revista
“Vivir”, quién publicó una carta de lectores con dichos ofensivos. En este caso, la
Corte Suprema de Justicia de la Nación falló en contra del medio porque la revista
manifestó su poder mediático a través del poder de selección. La revista tuvo el
poder de elegir qué carta publicar y decidió publicar esa, haciendo propios los dichos
de esa determinada carta de lector. A Alicia Entel se la hizo responsable por elegir
esa carta de lectores, sabiendo lo agraviante que era la mismo. No deslindó
responsabilidad y tuvo poder de selección para elegir esa carta sobre otras. Se falló
en contra de Alicia Entel.
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organismo que aplica la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Este tipo de
responsabilidad ulterior abarca los medios radiales y televisivos.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual está dentro de la Doctrina de la
Noción de Servicio Público. Dicha noción establece características con respecto a
ese servicio público: si el Estado está involucrado, debe hacerse cargo de forma
directa o indirecta. El derecho administrativo se ocupará de las funciones del
Estado, su ejercicio de control y administración de distintas prestaciones.
Su principal efecto jurídico es la SANCIÓN (sancionatorio), aplicadas por el
ENACOM como económicas, suspensiones de publicidad o inhabilitación.
Según el art 103 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, lo que se
tendrá como sanción dentro de este tipo de responsabilidad ulterior es el llamado de
atención y el apercibimiento. La multa irá para el director de la radio o la emisora.
Para las emisoras estatales, se agregará la inhabilitación del director o del editor
responsable del medio, porque es un funcionario público y le caerán este tipo de
sanciones, las cuales les caen a todos los funcionarios públicos. La más alta es la
inhabilitación para ejercer cargos públicos. Si a pesar de todas estas sanciones, lo
que se cometió fue un daño moral o un delito, se aplicará también el Código Civil o el
Código Penal.
Si el ENACOM me aplicó alguna sanción, se considera el principio legítimo (ya que
todas las decisiones que provienen del Estado se consideran legítimas), se
considera que está bien al principio. Después hay que demostrar lo contrario. Si
después van contra mí en el ámbito civil o el ámbito penal, yo tengo que correr
con la carga de la prueba, tengo que demostrar que soy inocente. A esto se le
llama invertir la carga de la prueba, la cual está presente en el art. 18 de la CN
“Todos somos inocentes hasta que se muestre lo contrario”. Por lo tanto, el que
me quiere acusar, tiene que demostrar que soy culpable. Cualquier cosa que yo haya
hecho, el que tiene que demostrar que soy culpable es el otro, no yo. Se invierte la
carga de prueba porque las decisiones del Estado son legítimas.
La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual NO se aplica a medios
gráficos. Si yo trabajo en Gráfica y el Estado no me puede aplicar ninguna
sanción porque no cuadra en esa ley, se estará vulnerado con el art. 18 de la CN
que dita el principio de igualdad ante la ley.
Los prestadores del servicio podían ser de dos tipos: gestión estatal público y no
estatal. Los no estatales (Iglesia y los Pueblos Originarios). Los que podían ser
prestadores podían ser estatales o no estatales, y de gestión privada con o sin fines de
lucro, el régimen de sanciones será distinto. Si estamos hablando de gestión pública o
privada. Cuando hablamos de prestadores de gestión pública, es decir, los que
pertenecen al Estado, aquella persona que será el editor responsable de ese
medio estatal, lo hará en carácter de funcionario público. Por lo tanto, habrá
otras sanciones que tienen que ver con esa calidad de la persona que está a
cargo. Cuando habla en la ley sobre los prestadores de gestión pública estatal, está
diciendo que, en ese caso, no va a tener esa sanción administrativa referida al
porcentaje de la publicidad, sino que esa multa que se le va a aplicar el medio, la va a
tener que pagar el director en carácter personal, él como persona, porque va a ser el
responsable frente a ese medio.
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Estado y, además, las personas y los particulares no tendrán poder de decisión sobre
dichas normas. Uno tiene que acatarse a lo que dicen las normas. La fuente
normativa de este tipo de responsabilidades ulteriores es el Código Penal, y algunas
leyes complementarias. Su principal efecto jurídico es PUNOTIRIO, aplica penas.
Y como accesorio tiene el resarcimiento económico y la reparación
comunicacional, que puede ser la publicación de la sentencia. Lo que interesa es
el delito, se tipifica por la violación de una norma. Acá entraría lo que son los
delitos contra el honor, los cuales son de acción privada ya que las partes
querellantes inician o terminan el proceso en cualquier momento ya sea por
retractación del acusado o desistimiento del que demanda. También entran aquí las
calumnias e injurias. CUESTIONES DE TIPOS DE DELITOS ETC. EXPLICADOS
MAS ADELANTE.
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Amparo está explícita en el art. 43 de la CN. Dicha acción de amparo defiende
los derechos constitucionales y aquellos que están en los pactos con jerarquía
constitucional, tratados y leyes. No existe una ley que reglamente este derecho, por
eso se puede presentar la acción de amparo, porque no hay un medio más idóneo
para hacer efectivo el ejercicio de un derecho vulnerado reconocido en la CN, en el
artículo 14 del PSJCR. La reparación y la rectificación se tienen que pedir por el
mismo medio de difusión que se emitió la información inexacta o agraviante, y
con las mismas características en la cual se difundieron las dichas
informaciones. Sin embargo, esto no me exime de lo que yo hice, ya que puede
encuadrar en un delito, haber producido un daño moral o haber hecho una sanción de
la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Ese tipo de publicación que tienen que hacer para reparar o rectificar, son
publicaciones de tipo compulsivas y obligatorias. A mí, la justicia me va a obligar a
publicar en ese mismo espacio la reparación o la rectificación correspondiente a través
de la publicación o difusión de información.
De Acción Pública: Son aquellos delitos que arrancan con la denuncia o de oficio por
el fiscal o la policía, y terminan con la sentencia, el sobreseimiento de la persona que
podía haber sido imputado o la prescripción del delito. Ej. Homicidio, robo.
De Acción Privada: En este tipo de delitos no solo se necesita la denuncia de las
partes, sino que las partes sigan de cerca al proceso. Las partes involucradas tienen
que estar presentes. Aquí se incluyen los delitos contra el honor, las calumnias e
injurias. Los delitos de acción privada, como son las calumnias e injurias,
pueden terminar con la retractación de la parte que lo cometió o el desistimiento
de la parte que realizó la denuncia.
De instancia privada, pero acción pública: En este tipo de delitos no puede intervenir
de oficio la justicia, ni la política ni la policía. Siempre tiene que mediar una denuncia
privada de la persona damnificada, de la víctima que sufre el delito, para que se inicie
el proceso judicial. Ej. Los casos de violencia de género y abuso sexual.
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calumnias. En ambos casos de delitos, siempre se reclama el conocimiento por
parte del autor que expresó la ofensa hacia la otra persona.
Injurias: Es toda aquella deshonra, desacreditación, cosas que uno dice que
implicarán la deshonra de la otra persona. Lo que uno dice, tiene que tener la
intencionalidad de dañar moralmente a esa persona. Las injurias pueden ser
sufridas por personas físicas, humanas. No se puede deshonrar a una persona
jurídica. El art. 110 del Código Penal establece que el que intencionalmente
deshonrare o desacreditare a una persona física determinada, deberá pagar una
indemnización y que en ningún caso configurarán delito de injurias las expresiones
referidas a asuntos de interés público. Es decir, el que ejecuta la ofensa, aun sabiendo
que está deshonrando a otra persona, igualmente quiere hacerlo. La conducta de
cometer una injuria es dolosa, ya que se realizó con una intención, y por acción, ya
que el que cometió el delito sabe que está contrario a la norma. El fin del autor
coincide con la realización de un hecho contrario a la norma. La injuria requiere que la
ofensa sea recibida por la otra persona. Dicha ofensa debe exteriorizar un
pensamiento de tal modo que el afectado lo juzgue como una ofensa a su
personalidad. Se configurará este tipo personal cuando las ofensas sean emitidas por
los medios de comunicación audiovisual o escrito, de manera verbal, simbólica o
escrita. En cuanto a la legitimación legal para ejercer la acción, sólo la puede
hacer la persona afectada. Los entes colectivos no pueden aplicar la acción, ya
que el honor es un derecho personalísimo de los seres humanos.
Calumnias: Implica la falsa imputación a una persona física determinada de una
comisión de un delito concreto y circunstanciado de acción pública. En sí, la calumnia
implica la falsa acusación a otra persona sobre la comisión de un delito. Esa
persona tiene que estar debidamente identificada y se la tiene que acusar de un delito
concreto. La imputación necesita que sea una atribución falsa y el autor de la
misma sea consciente de ello. Tiene que ser mentira y el autor tiene que saber
que no es verdad. La imputación calumniosa requiere que se atribuya un delito
concreto, que esté tipificado en la normativa penal y que la determinación tenga
circunstancias del hecho (precisar quién, cuándo, dónde, horario). Es un delito de
acción privada y requiere que sea impulsada por la persona agraviada, y
concluirá por la renuncia del agravio o la retractación del imputado.
El art. 113 del Código Penal señala que se excluye del delito por calumnia a “las
expresiones referidas a asuntos de interés público”, permitiendo desarrollar la
profesión del periodismo con mayor libertad y sin caer en una autocensura. El ejemplo
es el caso “Bulgheroni contra Fosatti”, en donde la Cámara Federal señalaba que la
intolerancia al error llevaría a la autocensura y, en consecuencia, la ciudadanía no
contaría con información para tomar decisiones sobre sus representantes. El daño
puede ser físico o moral y su resarcimiento es siempre económico. El moral es
el que casi siempre cae en el ejercicio del periodismo. Éste es incuantificable, por
lo que depende del juez. E interviene un factor subjetivo (si lo hizo por dolo o
culpa).
CUALQUIER COSA, MAS COSAS EN EL TP DE NICO
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Factores de Atribución del Daño – Responsabilidad Ulterior Civil
El factor de atribución del daño hace referencia a qué criterio se utilizará para
atribuirle el daño a esa persona y cómo. Son las razones que permiten asignarle
responsabilidad al deudor por el incumplimiento. En cuanto a este factor, en el Código
Civil y Comercial, se habla de dos tipos de factores de atribución de responsabilidad
que son generales:
Objetivos: Entra dentro de la teoría del riego, se demuestra qué daño se
produjo. Cuando se evalúa el daño, independientemente de quién lo produjo,
se tiene que hacer cargo de ese valor. Hay una mezcla entre el factor objetivo
y subjetivo en el ámbito de la información.
Subjetivos: Implica la imputabilidad del incumplimiento por culpabilidad,
culpa o dolo. Además de considerar objetivamente, hay que considerar la
atribución subjetiva, que tiene que ver con la intencionalidad o no de la
persona que cometió el delito. Hay dos formas de considerar al factor
subjetivo: dolo (si hubo intención de cometer el delito) o culpa (si no
había intención de cometer el delito y se actuó con negligencia, impericia,
imprudencia, inobservancia).
En términos comunicacionales, lo que se tiene que pensar es no solamente
en el factor objetivo, sino también en el factor subjetivo. Caso Insfran.
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periodistas y directores de medios que resultaron condenados, fueron
responsables de la difusión, posterior análisis y propagación de la información
en días subsiguientes de los conceptos difamatorios realizados por la oyente. La
jueza quiere aplicar los criterios establecidos en el fallo Campillay (por pedido
anterior de los periodistas de dicha aplicación), pero no se cumple ninguno en
este caso. Por otro lado, la jueza les dice que tampoco han resguardado el deber
de veracidad que tenían que cumplir (usar fuentes que respalden lo que se está
diciendo). No cumplieron su deber de veracidad que es la recta intencionalidad
informativa y la buena fe de la información. La jueza dice que estaban las
fuentes judiciales y periodísticas donde la información estaba fehaciente en
cuanto a una sentencia de la justicia que califico de suicidio la muerte del hijo,
10 años antes.
Por todo esto, les aplica el factor de atribución subjetivo doloso, porque los
periodistas actuaron con la intención; ellos sabían que lo que se difundió no era
cierto. La jueza hace hincapié en el dolo, ya que los periodistas sabían lo que se
había producido con el hijo porque uno de ellos había sido diputado y concejal en ese
momento, y había estado en el velatorio del hijo. En otros casos, los periodistas
estuvieron cubriendo la muerte del hijo de Insfran. Era de público conocimiento que
el menor se había suicidado, y la autopsia lo había confirmado. Por lo cual,
sabían fehacientemente, tenían la fuente identificada y actuaron con dolo y con
malicia. Para la reparación del daño, tuvieron que pagar 2 millones de pesos, luego se
los bajaron a un millón 800, entre 3 periodistas que eran las caras responsables de los
programas que se emitieron estas informaciones.
Se aplicó el factor objetivo ya que al haber una actividad riesgosa (en este caso,
difundir información) la persona que lo causó es responsable y no es necesario
probar dolo/culpa. Para agregar, el periodista que no hizo nada al aire era el
intendente de Formosa cuando ocurrió el hecho y posteriormente, aclara que sabía
que era mentira lo del gobernador. Pero al aire no dice nada y no se deslinda de lo
que dice el oyente, no pregunta por fundamentación ni aclara que él piensa lo
mismo. Por lo tanto, es responsable.
También se lo consideró un delito de acción y omisión porque instaban a que los
oyentes sigan llamando, aun sabiendo que las acusaciones eran falsas.
Este caso encuadra en las responsabilidades civiles porque el efecto principal
fue la indemnización económica y, como efecto secundario, se pidió la publicación y
lectura completa de la sentencia en los diarios impresos y digitales y los programas
radiales en los que se difundió la información que llevó a la causa judicial. Dentro de
la fuente normativa, se enmarca en lo civil, en el Código Civil y Comercial.
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familiares, hijos, padres, parejas, etc. Es este ámbito que quiero mantener con
privacidad. Tiene que ver con las acciones privadas de los hombres.
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sin autorización en una situación límite, con la argumentación de que el fin de este
había sido para la tapa de la revista, no admite justificación, es una violación al
derecho a la intimidad. No debe confundirse “persona pública” con que la persona no
tenga intimidad.
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