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1. ¿Cuáles son las cuatro grandes razas que definieron los antropólogos
naturalistas que adhieren a las clasificaciones taxonomistas de la especie
humana?
2. ¿la realidad multiforme de la especie humana puede ser abarcada en esas
grandes razas? Justifique.
3. ¿los mapas de distribución de distintos genes de la población mundial, se
superponen? Desarrolle.
4. ¿Cómo la selección natural favorece la división de las características
denominadas ‘raciales?
5. ¿Qué papel juega la vitamina D y la latitud en la coloración de la piel?
BIBLIGRAFÍA
En suma, las nociones de gran raza de los antropólogos o de raza del publico en
general pueden sugerir que la especie humana está escindida en tres o cuatro grandes
bloques homogéneos, en los cuales los individuos son biológicamente muy similares,
mientras que son muy diferentes de un grupo a otro. Esta tipología racial, fácilmente
nutre a la ideología racista: desde el momento en que se admite que los hombres son
desde el punto de vista biológico profundamente diferentes, se puede justificar que
tengan reservados distintos destinos en la sociedad.
CONCLUSIONES:
Los rasgos con los que se determina la ‘raza’ de una persona, son las partes
blandas y superficiales del cuerpo. Las partes duras, las que se fosilizan, no son fiables
como indicadores raciales, porque las dimensiones de los esqueletos de todas las razas
coinciden en su mayor parte. Por otro lado, los genes que determinan las características
utilizadas para definir las razas contemporáneas, no forman necesariamente conjuntos
de rasgos hereditarios que se den siempre juntos. Las variantes de color de la piel, forma
del pelo, tamaño de los labios, anchura de la nariz, etc., se pueden combinar y heredar
independientemente unas de otras. Esto significa que los rasgos que van asociados en la
actualidad no tuvieron que estar necesariamente asociados en el pasado o existir entre
las poblaciones de las que descienden los grupos raciales actuales.
Así, muchos de los rasgos que los antropólogos consideraron en otro tiempo
como los mejores indicadores de ascendencia racial han demostrado tener valor
adaptativo en determinadas situaciones.
Pese a esto, sigue siendo posible diferenciar las poblaciones humanas sobre la
base de gran número de rasgos genéticos invisibles cuyas frecuencias medias se agrupan
en grado estadísticamente significativo. El porcentaje de genes que comparten estas
poblaciones puede emplearse para medir la ‘distancia’ genética que las separa. Además,
suponiendo que el ritmo de cambio genético ha sido uniforme en dichas poblaciones se
puede estimar el momento en que dos de ellas empezaron a divergir y, por tanto, a
construir un árbol genético probable que muestre l secuencia de sus derivaciones a
través del tiempo.
DE CARA AL SOL.
4) La estatura;
5) La forma de la cabeza.
6) La forma de la cara:
b) La nariz