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WATSON Y CRICK

De todos los descubrimientos científicos del siglo XX, el de la molécula de ADN fue sin lugar a dudas, uno de

los diez más trascendentales. Detrás del hallazgo de la estructura molecular del ADN se encuentran los nombres

de dos grandes científicos, uno aún con nosotros y otro, lamentablemente fallecido hace poco tiempo atrás.

La dupla de estos científicos famosos, ocupa un lugar de honor entre las ciencias, en especial en la biología

molecular. Su descubrimiento dio lugar a un desarrollo exponencial e impresionante de esta disciplina y su

aporte a la ciencia es equiparable al de los más destacados investigadores. Repasamos algunos datos biográficos

de ambos, y luego nos metemos de lleno en su trabajo sobre esta molécula, tan fructífero e interesante en

nuestros días como lo fue en el año de su descubrimiento: 1953.

El descubrimiento de la estructura del ADN involucró, no obstante, más nombres que los de James Watson y

Francis Crick. Otros dos Premios Nobel, el estadounidense Linus Pauling (que para entonces estaba trabajando

en ello) y Maurice Wilkins, que junto a Rosalind Franklin habían captado imágenes de rayos X de la molécula,

constituyeron una buena parte del descubrimiento.

Esas imágenes de rayos X abrieron paso al descubrimiento de la molécula, pues Wilkins se las mostró a Watson

iluminando la mente del investigador. El gran mérito se lo llevaron Watson y Crick en primer lugar y luego

Pauling y Wilkins, sin embargo, la pobre Franklin, quizás y tristemente por la hipocresía de entonces, tan solo

tuvo un pequeño reconocimiento.

Volviendo a los aspectos técnicos del descubrimiento, para entonces se sabía que la composición química de la

molécula estaba conformada de bases de cuatro clases: timina (T), guanina (G), citosina (C) y adenina (A). Las

mismas, estaban vinculadas por débiles enlaces de fosfato-azúcar, pero su estructura era desconocida, de hecho,

la forma en la que se unían estas bases también era desconocida.

Al ver las fotografías de Wilkins, Watson observó que los patrones que se veían en cruz debían,

tridimensionalmente, estar construidos en forma de doble hélice. Junto a Crick confeccionaron entonces un

modelo con metales, en el que la doble hélice de ADN se construía por pares de cuatro moléculas y lo

publicaron en la revista científica Nature en el año 1953.

La estructura del ADN


Las implicaciones de su trabajo fueron esenciales para el desarrollo posterior de la biología y la genética. El

ADN, ya comprendido y modelado, podía integrarse ahora al estudio del funcionamiento celular y al proceso

de transmisión hereditaria.

En el interior de las células, el ADN se encuentra en los cromosomas, los cuales se duplican antes de que ocurra

la división celular. La replicación del ADN ocurre a partir de la acción de las enzimas, en un proceso complejo

y estándar.

El genoma es un concepto que se erige sobre la molécula de ADN. El genoma es la totalidad de la información

genética que tiene un organismo y el mismo es común (con pequeñas variaciones genéticas) para todos los

miembros de una misma especie.

LOS COMPONENTES DEL ADN

Del trabajo del bioquímico Phoebus Levene y otros, los científicos del tiempo de Watson y Crick sabían que el

ADN se componía de subunidades llamadas nucleótidos^11start superscript, 1, end superscript. Un nucleótido

está formado por un azúcar (desoxirribosa), un grupo fosfato y una de cuatro bases nitrogenadas: adenina (A),

timina (T), guanina (G) o citosina (C).

Las bases C y T, que solo tienen un anillo, se llaman pirimidinas, mientras que las bases A y G, que tienen dos

anillos, se llaman purinas.

Los nucleótidos del ADN forman cadenas unidas por enlaces covalentes, los cuales se forman entre el azúcar

desoxirribosa de un nucleótido y el grupo fosfato del siguiente. Este arreglo resulta en una cadena alternante de

grupos desoxirribosa y fosfato en el polímero de ADN, estructura conocida como esqueleto azúcar fosfato.
LAS REGLAS DE CHARGAFF

Otra pieza clave de información relacionada con la estructura del ADN la proporcionó el bioquímico austriaco

Erwin Chargaff. Chargaff analizó el ADN de diferentes especies y determinó su composición de bases A, T, C y

G. Este científico hizo varias observaciones claves:

 A, T, C y G no se encontraban en cantidades iguales (como algunos modelos de la época hubieran

predicho)

 La cantidad de bases variaba entre especies, pero no entre individuos de la misma especie

 La cantidad de A siempre era igual a la cantidad de T y la cantidad de C siempre era igual a la cantidad

de G (A = T y G = C)

Estos descubrimientos, llamados reglas de Chargaff, resultaron cruciales para el modelo de Watson y Crick de

la doble hélice del ADN.

EL MODELO DEL ADN DE WATSON Y CRICK

La estructura del ADN, representada según el modelo de Watson y Crick, es una hélice dextrógira de doble

cadena antiparalela. El esqueleto de azúcar-fosfato de las cadenas de ADN constituye la parte exterior de la

hélice, mientras que las bases nitrogenadas se encuentran en el interior y forma pares unidos por puentes de

hidrógeno que mantienen juntas a las cadenas del ADN.

En el modelo siguiente, los átomos naranjas y rojos indican los fosfatos del esqueleto de azúcar-fosfato,

mientras que los átomos azules en el interior de la hélice pertenecen a las bases nitrogenadas.

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