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CI:21.291.036
Para comenzar el análisis de lo que se define como ancestría, primero se debe abordar
el concepto de raza, siendo ésta una noción construida tanto biológica, como culturalmente,
abarcando varios aspectos que incluyen color de piel, nacionalidad, variaciones óseas, etc.
La raza se refiere a las diferencias detectables en el fenotipo de una especie, pero estas
diferencias en la especie humana vienen dadas por variaciones genéticas menores que fueron
fijadas por el aislamiento geográfico de distintas poblaciones3. Si bien la connotación
sociocultural que viene entrelazada al uso del concepto de raza dificulta su uso bajo esta
concepción, se utiliza para el fin de distinguir estas diferencias poblacionales el término
ancestría.
A pesar de los distintos usos que se le pueda dar a estos términos, la estimación de la
ancestría es fundamental al momento de la identificación de sujetos, bien sea en el área
forense o en un contexto bioarqueológico; para lograr tal fin, los especialistas de estas áreas
del saber recurren a una exhaustiva descripción que permite discriminar entre los diferentes
grupos poblacionales a partir de las pequeñas variaciones fenotípicas que se presentan entre
ellos.
Las ancestrías se separan en tres grandes grupos: Los de origen europeo serían
Caucasoides, aquellos cuyo origen es africano se conocen como Negroides, mientras que
los provenientes de Asia y los Indígenas Americanos son Mongoloides. Cada uno de estos
grupos poseen características propias que los diferencian y permiten una individualización
de los sujetos que pertenecen a una de estas categorías. También es importante destacar que
el proceso de mestizaje ha hecho posible la existencia de sujetos que posean rasgos de los
tres grupos, pero siempre con tendencia hacia uno en particular.
Para poder ubicar a un sujeto en un grupo racial o ancestría, se debe tomar en cuenta
un grupo de características somatoscópicas como serían color de piel, color y forma del
cabello, color de ojos, forma de la nariz, forma de los labios, prognación facial, prominencia
de los pómulos, forma del pliegue del párpado superior y forma de la oreja2.
Fig. 1 Vista lateral del cráneo mostrando a) la raíz, b) el puente y c) la espina de la nariz6.
Viscerocráneo
Los Caucasoides son el único grupo que posee raíces salientes, observado fácilmente
en vista lateral y generalmente los varones exhiben nasales más prominentes que las mujeres;
además, la raíz es más estrecha que en los otros grupos. El puente es diferente en todos los
grupos: en individuos Mongoloides es bajo, en aquellos Caucasoides es alto y en los
Negroides es ancho y bajo6.
La espina es prominente y saliente en Caucasoides, pequeña en Mongoloides y a
veces ausente en Negroides. En los Caucasoides se encuentra frecuentemente una pared
afilada en el borde inferior de la nariz, mientras que es menos pronunciada en Mongoloides
y ausente en Negroides. La apertura nasal forma un triángulo equilátero en Negroides, y un
pequeño triángulo isósceles en Caucasoides, mientras que los Mongoloides poseen una forma
intermedia6.
Otras diferencias se pueden notar en el perfil facial, pues los malares muestran
diferencias pronunciadas. En Negroides, la proyección del rostro es mayor y se conoce como
prognatismo. En Caucasoides el rostro es más vertical, incluso retrocedido y en Mongoloides
la proyección es intermedia6.
“También se puede inferir ancestría por la forma del viscerocráneo. En individuos
de origen asiático, los rostros son anchos con aplanamiento facial, expresado por una
anchura cigomática amplia y a veces el malar es dividido por una sutura horizontal, creando
el hueso Japónico, una fosa canina plana y con el aplanamiento natural del frontal. En
europeos y africanos los rostros son más estrechos. Se puede evaluar este criterio por
mediciones tradicionales. Mientras las alturas faciales son iguales, la anchura de los
asiáticos es mayor. La forma de las órbitas también exhiben diferencias entre los grupos,
porque europeos poseen órbitas angulares, africanos rectangulares y las de los asiáticos
parecen redondeadas”6.
Los arcos superciliares muestran también diferencias entre los diferentes grupos
poblacionales, puesto que éstos son más pronunciados en Caucasoides. Además, se
distinguen entre Caucasoides y Mongoloides a partir de la sutura cigo-maxilar, pues los
Caucasoides exhiben suturas curvadas, mientras los Mongoloides poseen suturas anguladas6,
como se puede apreciar en la Figura 2.
a- b-
Figura 2. Sutura cigo-maxilar; a) angulada en Mongoloides y b) curvado en Negroides6
Bóveda Craneal
Para el análisis e inferencia de la ancestría de un sujeto dentro de lo que se conoce
como bóveda craneal, se toma como referencia las inserciones musculares, las diversas
suturas existentes, el contorno sagital y el área posterior al bregma.
Los cráneos Caucasoides muestran inserciones musculares pronunciadas y robustas,
los Mongoloides y Negroides no son conocidos por su rugosidad, porque parecen más
gráciles6.
Enfocándose en la forma de las suturas craneales, los Mongoloides poseen las suturas
más complejas y frecuentemente exhiben huesos supra numerarios o wormianos como
podemos apreciar en la Figura 3.
Las diáfisis de los fémures Negroides muestran una forma más recta con respecto a
los otros grupos, con una línea pronunciada apreciable en la Figura 6. Los Mongoloides y
Caucasoides exhiben una curvatura anterior en la diáfisis del fémur, aunque los Mongoloides
Americanos también hacen alarde de una curvatura menos pronunciada6 como muestra la
Figura 7.
Figura 7. Utilización del fémur: posición de la cabeza del fémur en europeos inclinada
(izquierda) y en africanos horizontal6.