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El artículo 1176 del Código Civil Federal establece que el tiempo para la prescripción se
cuenta por años y no de momento a momento, salvo que así lo determine la ley
expresamente. La acción indemnizatoria por una servidumbre legal de paso, conforme
al artículo 1159 del citado ordenamiento legal, prescribe en diez años -por no estar en
los casos de excepción-; por ende, el cómputo del término para que opere la
prescripción de dicha acción debe hacerse por años y no de momento a momento; de
ahí que cuando se hace valer la prescripción negativa, basta con que se indique el año
en que la obligación pudo exigirse, para que se tengan los elementos necesarios para
su análisis.
CONSIDERANDO:
SEXTO. Los conceptos de violación son por una parte infundados y en otras inoperantes. El estudio
de los motivos de queja no se realizará en el orden en que fueron propuestos sino en el que permita la lógica y
el método judicial.
De inicio la quejosa argumenta que el tribunal responsable omitió pronunciarse sobre los agravios
primero y segundo del escrito respectivo, con lo que la sentencia reclamada es incongruente violando en su
perjuicio las garantías de legalidad y seguridad jurídica que consagran los artículos 14 y 16 de la Constitución
Federal, ya que respecto de la prueba testimonial rendida a cargo de **********, argumentó en vía de
agravio en resumen lo siguiente:
Que el valor probatorio de la prueba testimonial depende de que los testigos sean idóneos, es decir,
que se justifique la verosimilitud de su presencia en el lugar de los hechos, esto es que les consten los hechos,
por lo que el juzgador tiene la obligación ineludible de analizar de manera objetiva e íntegra su declaración
testimonial, ello con base en el artículo 215, fracciones II y V, del Código Federal de Procedimientos Civiles,
al ser un imperativo que se tenga en cuenta si los testigos escucharon pronunciar las palabras o presenciado el
acto o visto el material sobre el cual depongan.
Que a los testigos no les constan los hechos, ya que si bien son coincidentes en manifestar que las
líneas fueron construidas en los años 1979, 1972 y 1977 y que le dan mantenimiento a las líneas de alta
tensión por trabajar en la **********, por lo que a estos testigos no les constan los hechos, ya que para que
tenga eficacia probatoria su declaración era necesario se justificara su verosimilitud de su presencia en el
lugar donde ocurrieron los hechos.
Lo anterior, porque al dar la razón de su dicho manifestaron que saben lo declarado por el dicho de
terceras personas, al decir el testigo ********** "... porque soy empleado de esa empresa **********, y por
comentarios de personal de mayor antigüedad que yo ...", por lo que se trata de un testigo de oídas, ya que al
ser repreguntado y dar respuestas a las marcadas con los números dos y tres, manifestó "no lo sé, solamente sé
los años de puesta en servicios y esto por comentarios de trabajadores de mayor antigüedad que yo; respuesta:
no participé en la puesta en servicio de dichas líneas.
Que respecto al testigo **********, al dar la razón de su dicho expresó "porque trabajo en
********** y en cuanto a la fecha de entrada en operación de las líneas, así me lo ha dicho el personal de
mayor antigüedad ..."
A lo anterior, refirió el apelante que no es creíble que los testigos tengan conocimiento de los años en
que se construyeron las líneas, y que desconozcan el día y mes en que fueron construidas por lo que se trata
de testigos aleccionados con el ánimo de corroborar la supuesta fecha en que se construyó la línea, por lo que
se condujeron con falsedad, ya que cuando menos hubieran manifestado una aproximación del mes o día en
que fue construida, lo que no ocurrió.
Que los testigos referidos fueron coincidentes en señalar que las líneas de alta tensión se
construyeron en los años 1979, 1972 y 1977 y que afectan el inmueble de su representada, por lo que sus
declaraciones no son idóneas ni suficientes para tener por acreditado las fechas que aseguraron fueron
construidas las líneas de alta tensión, en razón de que nunca manifestaron que presenciaron o vieron cuando
se construyeron éstas para que, en su caso, tuviera validez su declaración.
Que si los testigos no manifestaron que presenciaron el acto o el material sobre el que declararon,
son de oídas al no constarles los hechos.
Son infundados los conceptos de violación antes indicados en razón a que la autoridad responsable,
conforme se advierte de la sentencia reclamada, dio contestación a los agravios propuestos en apelación sobre
la inexacta valoración de la prueba testimonial, ya que en el considerando quinto de la indicada resolución, se
calificaron de infundados los referidos agravios al sostenerse en términos sustanciales que:
"De lo anterior se pone de relieve, que los testigos en mención no son testigos de oídas, como
equivocadamente señala el apelante, ya que el segundo de los mencionados manifestó que por lo menos desde
mil novecientos noventa y seis opera la línea de energía eléctrica que se reclama.
"En consecuencia, la Juez de Distrito tuvo a bien considerar que merecen valor probatorio en
términos del artículo 187 del Código Federal de Procedimientos Civiles, ya que se aprecia que dichos testigos
por su edad e instrucción tienen la capacidad para deponer sobre los hechos que declaran, mismos que son
susceptibles de conocerse por medio de los sentidos y su declaración es clara y precisa, además, al exponer la
razón de su dicho manifestaron que es porque trabajan en **********.
"Además, para la valoración de dicha prueba, también se tomó en cuenta que no está en
contradicción con ninguna otra, pues la parte actora no ofreció prueba alguna para desvirtuar lo aseverado en
dicha testimonial, por lo que la resolutora tuvo a bien señalar que dichos testigos en modo alguno podrían
estimarse como de oídas, pues si bien es cierto que ambos testigos manifestaron que saben que las líneas
entraron en operación en los años que indicaron, sin embargo, también lo es que es precisamente la
circunstancia de que trabajan para la ********** por lo cual les consta el año de construcción de las líneas de
energía eléctrica apuntadas, pues tal circunstancia es entendible si se toma en cuenta que esos testigos, entre
otras actividades, dan mantenimiento a esas líneas de energía eléctrica y por la naturaleza propia de su trabajo
(sin que fuese necesario que precisaran o no, por estar acreditado que las mismas pasan por el predio
propiedad de la actora), aunado a que están informados de todos los aspectos técnicos relacionados con esas
líneas, entre los que debe considerarse el año de su construcción y, por esa razón, no es necesario que
hubiesen estado presentes cuando se instalaron o entraron en operación, para adquirir ese conocimiento pues,
evidentemente, a través de otras fuentes pudieron obtenerlo (compañeros de trabajo de mayor antigüedad) y,
por ello, dicha probanza acertadamente merece valor indiciario para justificar esa circunstancia, máxime que
los testigos de referencia sí dan la razón de su dicho; pero sobre todo, porque, además, sus testimonios son
coincidentes entre sí y no están contradichos o desvirtuados con prueba en contrario.
"Máxime que, como acertadamente la Juez de Distrito destacó, si bien es cierto que a ninguno de los
testigos les consta directamente haber percibido cuándo se llevó a cabo la construcción de las líneas de
transmisión de energía eléctrica que afectan el predio materia de la litis, o bien, su puesta en operación, en los
años que refieren; también lo es que de lo depuesto por ellos, válidamente también puede concluirse que las
mencionadas líneas tienen más de diez años de antigüedad, pues dichos testigos se percataron de su existencia
y les han dado mantenimiento desde hace más de diez años ..."
De los párrafos que anteceden es indefectible que la autoridad responsable se pronunció sobre los
agravios planteados por el apelante con respecto a la falta de valoración de la prueba testimonial aludida, a los
que substancialmente dio respuesta en el sentido de que no se trata de testigos de oídas porque con
independencia de que no estuvieron presentes en el momento en que fueron destruidas las torres de energía
eléctrica, sí conocieron por si mismos los hechos sobre los que declararon, ya que **********, señaló que
trabaja en la **********, y que su función radica en la supervisión y mantenimiento de las líneas de
transmisión; que la línea materia de litis no es de su competencia, pero la conoce porque en el recorrido de
supervisión de mantenimiento parte de la trayectoria de la línea de subtransmisión está en paralelo con ellas;
en tanto que **********, dijo haber ingresado a laborar a la citada ********** en 1996, por lo que le consta
que la línea de subtransmisión de 115KV, opera desde ese año.
A la anterior valoración se agregó que la credibilidad de los testimonios que anteceden es que trabaja
en la ********** y le consta el año de construcción de las líneas de energía eléctrica al dar mantenimiento a
éstas.
Además de lo anterior, admite la autoridad responsable que sin bien es cierto que a ninguno de los
testigos les consta cuándo se llevó a cabo la construcción de las indicadas líneas de transmisión o bien su
puesta en operación en los años que refieren, también lo es que las líneas referidas tienen más de diez años de
antigüedad, pues dichos testigos se han percatado de su existencia y les han dado mantenimiento desde hace
más de diez años.
Con lo anterior, resulta indefectible que se da contestación sustancialmente a los agravios que
planteó el apelante razón por la que no existe la omisión.
Por otra parte, también se duele la quejosa de que el Magistrado responsable omitió pronunciarse
sobre el agravio hecho valer respecto de la valoración del dictamen pericial en materia de ingeniería eléctrica
rendido por ********** en el que se argumentó que era un dictamen incompleto, ya que se había dado
únicamente contestación al cuestionario planteado por la ********** y se omitió contestar el formulado por
la parte actora, cuando era su obligación responder todas las interrogantes, ya que se le tuvo por adicionado el
cuestionario en esa materia; lo que también se hizo saber a la responsable en que incurrió el juzgador natural,
pero tampoco nada dijo al respecto.
Lo anterior, porque de haber analizado el argumento referido, hubiera concluido que no puede
concederse valor probatorio a un dictamen que no responde a todos los puntos del cuestionario que formulen
las partes.
Es cierto que en los agravios en apelación, la parte inconforme expuso al Tribunal Unitario
responsable la inexacta valoración de la prueba pericial en materia de energía eléctrica rendida por la
**********, por no haberse tomado en cuenta que adicionó puntos al cuestionario base, toda vez que en la
sentencia reclamada, considerando quinto parte conducente, así lo estableció el tribunal responsable. También
lo es que no se advierte en las consideraciones subsecuentes que haya dado contestación puntual a dicha
inconformidad, no obstante ello deviene inoperante, porque a la prueba pericial, antes referida, se le otorgó
valor probatorio, asimismo, a la prueba testimonial que fue ofertada por la citada **********, a cargo de
********** para lo que la autoridad responsable expuso tanto los fundamentos legales como la motivación al
valorar estas dos últimas pruebas, como se justificará en los párrafos posteriores del presente considerando.
Que otro de los argumentos que se propuso en apelación, fue el de que el referido dictamen pericial
carecía de fundamentación y motivación, ya que se estableció que el perito no expresó las razones en que se
apoyó para establecer que las líneas de alta tensión de energía eléctrica tenían determinada fecha de
antigüedad, porque omitió indicar la fundamentación para ello, porque no precisó las operaciones, estudios o
experimentos propios de su arte.
Son fundados los planteamientos anteriores, pero también resultan insuficientes para conceder el
amparo solicitado.
En efecto, el mismo tribunal responsable, tuvo en cuenta el agravio que hizo valer la parte quejosa en
relación a que el perito **********, designado por dicha parte, no fundamentó su conclusión de que las
líneas de alta tensión de energía eléctrica tenían determinada fecha de antigüedad, a través de operaciones,
estudios o experimentos propios de su arte; sin embargo, es cierto que al valorar dicha prueba el citado
tribunal le otorgó valor probatorio manifestando, entre otras razones, que tenía la fundamentación y
motivación, pero sin precisar en qué consistieron éstos, también lo es que resaltó otros aspectos sustanciales
de la prueba pericial referida, lo que al justipreciarse dicha prueba se estableció:
"... además, precisó la experiencia que tiene en la materia, consistente que ha realizado trabajos en el
área de supervisión, mantenimiento, puestas en servicio y atención de emergencias a transformadores,
interruptores, líneas de transmisión y demás equipos de potencia, asociados a éstos, en el sistema eléctrico
nacional, en la región comprendida por el Estado de Guerrero y Estado de México, desde mil novecientos
ochenta y ocho, pues ha realizado actividades de supervisión de mantenimiento, puesta en servicio y
mantenimiento de líneas de **********, desde mil novecientos noventa y siete, por consiguiente, son estas
razones que, adversamente a lo que la recurrente alega, dicho perito sabe lo determinado en su dictamen, y
por lo mismo, aun cuando la experiencia del perito en mención fuese posterior a la fecha de instalación o
puesta en operación de las líneas de energía eléctrica en cuestión, dados los trabajos que realiza, está enterado
de tal circunstancia y, por consiguiente, el dictamen pericial en materia de energía eléctrica apuntado, en
modo alguno puede considerarse dogmático ..."
Con lo anterior, se puso de manifiesto la experiencia del perito en la materia de energía eléctrica
sobre las actividades que ha realizado de supervisión, mantenimiento entre otras, de líneas de transmisión en
distintas regiones del Estado de Guerrero desde mil novecientos noventa y siete, lo que la llevó a la
conclusión de que el dictamen aludido no es dogmático.
Aunado a lo anterior, que el dictamen pericial de referencia, se vinculó con la prueba testimonial
rendida por ********** ofrecida por la demandada, a las que les otorgó valor probatorio, al haber rendido su
testimonio en términos de lo dispuesto por el artículo 215 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
razón por la que se puso de manifiesto en dicho pronunciamiento finalmente, la fundamentación y motivación
por las que debió otorgarse valor probatorio al dictamen pericial aludido.
En otro aspecto, argumenta el peticionario de garantías que la responsable lejos de darle respuesta al
argumento citado, manifestó una serie de apreciaciones subjetivas en el sentido de que un peritaje que carezca
de método o técnica no hace que pierda su eficacia probatoria, entre otras razones, no obstante omitió
pronunciarse sobre el hecho de que el referido dictamen pericial carecía de fundamentación y motivación.
Que del contenido de las normas y criterios ecológicos, en ninguna de sus partes se advierte un
procedimiento o técnica para establecer la antigüedad de una línea de alta tensión de energía eléctrica, por lo
que al señalar las normas no lo releva de fundamentar su conclusión.
También argumentó, que el dictamen pericial referido en ninguna de sus partes se plasma qué
procedimiento llevó a cabo el perito para determinar que las líneas de alta tensión fueron construidas en los
años que señala, es decir, omite precisar las operaciones, estudios o experimentos propios de su arte que lo
llevaron a emitir su dictamen, por lo que no fundamentó ni sustentó sus conclusiones respecto de las supuesta
antigüedad que tienen las líneas de alta tensión.
Es infundado lo antes expuesto en razón a que la autoridad responsable sí atendió los agravios antes
precisados al resolver que:
"... de ahí que la valoración de un dictamen pericial depende de su libertad de criterio para otorgarle
o negarle ese valor convictivo, para lo cual, lo que en realidad importa al analizarlo es la opinión técnica
concreta y no la extensión, ampliación, precisión o detalle de cada uno de los sistemas, métodos o
procedimientos y demás pasos que haya realizado el perito para llegar a establecer su conclusión al emitirlo,
porque a fin de cuentas es la opinión técnica, en concreto, lo que debe resultar real y legalmente comprensible
para el juzgador, al no conocer la materia motivo del dictamen.
"Por tanto, la falta de técnica o método en el dictamen pericial no es una circunstancia que lo prive
de todo valor probatorio, sino la verdadera valoración de dicho documento deberá depender de si esa opinión
contenida en el mismo resulte o no confiable para el juzgador.
"Lo anterior se desprende de lo previsto por el artículo 211 del Código Federal de Procedimientos
Civiles de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, que establece que la valoración de la prueba pericial
queda al prudente arbitrio del juzgador, quien tomando en cuenta las demás constancias y las razones técnicas
expresadas por los peritos, debe inclinarse por aquel o aquellos peritajes que le merezcan mayor
convicción ..."
Por lo anterior, no le asiste razón a la parte quejosa en su argumento en razón a que la autoridad
responsable sí se ocupó de examinar su agravio con respecto a que en el dictamen pericial no se estableció
qué procedimiento llevó a cabo el perito para determinar que las líneas de alta tensión fueron construidas en
los años que precisó, en razón a que en el pronunciamiento transcrito es evidente que al decirse que la falta de
técnica o método en el dictamen pericial no es una circunstancia que lo prive de todo valor probatorio, sino
que su valoración dependerá de que si su contenido resulte o no confiable, esto que la opinión técnica,
concreta que se proporciona resulte real y legalmente comprensible para el juzgador y no la extensión de
métodos, procedimientos, entre otros, que en el mismo se especifica. Por tanto, no existe la omisión aludida
por la parte quejosa.
I. Que no es suficiente la manifestación de los testigos respecto a que les constan los hechos por
haber laborado para la ********** como supervisores de mantenimiento de línea de alta tensión.
II. Que si se atiende a la fecha en que empezaron a laborar como supervisores, esto no podría
considerarse como dato para establecer que les constan los hechos (sobre la fecha de construcción de la línea
de alta tensión, ya que su ingreso fue posterior a la fecha de construcción o puesta en operación), por lo que
no les constan los hechos, cuando aún no trabajaban en la **********.
III. Que no hay elementos que permitan concluir por qué razón los testigos conocen la línea sobre la
cual declararon, ya que no les constan los hechos sobre los que depusieron, sino que los conocieron por
referencias de terceras personas.
Estos asertos son inoperantes porque, como se verá, la quejosa se duele de cuestiones que no fueron
aducidas en los agravios del recurso de apelación.
Para demostrar la validez de la conclusión alcanzada, bastará tener presentes cuáles fueron los
agravios que expuso la ahora quejosa en el recurso de apelación. De esa manera quedará evidenciado que lo
que ahora alega la solicitante de garantías, no fue planteado, en su momento, ante el tribunal de alzada. Del
escrito de impugnación en segunda instancia se desprende que la entonces apelante se quejó de la valoración
dada a las testimoniales en el primer agravio, conforme a los siguientes términos:
a) Que la prueba testimonial no fue valorada correctamente, ya que aun cuando los testigos hayan
sido precisos, coincidentes o unánimes en señalar que las líneas de energía eléctrica fueron colocadas en
losaños de 1979, 1972 y 1977 y que lo saben porque trabajan en la **********, y que el segundo de los
testigos, además de inspeccionar y dar mantenimiento a dicha línea desde 1996, ello no significa que les
consten los hechos, ya que en términos del artículo 215, fracciones II y V, del Código Federal de
Procedimientos Civiles, debieron haber presenciado los hechos sobre los que depongan.
b) Además de que a los testigos no les constan los hechos sobre los que declararon, ya que debieron
justificar la verosimilitud de su presencia en el lugar de los hechos, lo que no ocurrió.
c) Que a los testigos no les constan los hechos, porque ambos manifestaron que la fecha en que se
construyeron o instalaron las citadas líneas, la saben por comentarios de personas de mayor antigüedad.
d) Que a los testigos no les constan los hechos, ya que no es creíble que únicamente tengan
conocimiento de los años en que se construyeron las líneas, y que desconozcan el día y mes en que fueron
construidas que, por ende, ello refleja que fueron aleccionados.
e) Que los citados testigos, al omitir manifestar que presenciaron el acto material sobre el que
declararon, es claro que se trata de testigos de oídas, al no constarles los hechos.
Como puede apreciarse, la entonces apelante nada dijo en relación con que no haya quedado
acreditado en autos que los testigos efectivamente son supervisores de la **********, como tampoco reclamó
nada en torno a que estuviera en entredicho que los testigos efectivamente conozcan la línea de transmisión de
energía eléctrica o que no fuera esta línea la que atraviesa el predio en cuestión.
Así pues, si la quejosa en su carácter de apelante no adujo ante el tribunal de alzada las cuestiones
que hasta ahora plantea en la demanda de garantías, es claro que dicha autoridad estaba imposibilitada
material y legalmente para decidir sobre tales puntos y, por tanto, las referidas cuestiones, resultan
inatendibles en el presente juicio de garantías, sobre todo si se toma en cuenta que, de analizarlas, se estaría
revisando la sentencia atacada a la luz de alegatos que no fueron sometidos a su consideración.
Esta forma de resolver es congruente con el principio de preclusión que rige en el derecho procesal
mexicano, según el cual, el proceso se conforma por diversas etapas que al desarrollarse en forma sucesiva, se
van clausurando, impidiéndose el regreso a momentos procesales ya extinguidos y consumados, esto es, en
virtud del principio de la preclusión, extinguida o consumada la oportunidad procesal para realizar un acto,
éste ya no podrá ejecutarse nuevamente.
Tal supuesto sucede en la especie, pues si la ahora disidente no hizo valer esas cuestiones al
impugnar la sentencia de primera instancia, la oportunidad queda no sólo extinguida sino, además, consumada
y, consecuentemente, consentida.
Esto es, también acorde con el principio de igualdad entre las partes, pues admitir el estudio del
alegato que nos ocupa implicaría concederle a la ahora disidente una doble oportunidad de atacar la sentencia
de primer grado, tanto en el recurso de apelación, como en la vía del juicio de amparo lo que, desde luego, iría
en detrimento de la contraparte, al poner en tela de juicio en dos ocasiones la misma decisión jurisdiccional
que, en principio, le favoreció -a la contraparte-.
Finalmente, la decisión aquí adoptada es adecuada al principio dispositivo, que básicamente consiste
en que el proceso debe ser impulsado por las partes, de tal suerte que si éstas quieren obtener un beneficio o
evitarse un perjuicio necesariamente deben impulsar el proceso, mediante promociones, gestiones o
solicitudes que a su interés convengan en el momento procesal oportuno (principio de preclusión), sobre todo
si se toma en cuenta que el juzgador no puede actuar oficiosamente, sino sólo a petición de parte. De esta
forma queda aún más en evidencia, que si la entonces apelante no se inconformó con el aspecto que ahora
expone, el tribunal de alzada no podía estudiarlo de manera oficiosa, atento, como se ha visto, al principio
dispositivo.
Razones, las anteriores, conducen a concluir y sustentar la inoperancia del concepto de violación de
que se trata.
Sirve de apoyo a lo anterior, la jurisprudencia número 1a./J. 12/2008, sustentada por la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XXVII, abril de 2008, Novena Época, página 39, cuyo tenor es el siguiente:
En todo caso, conviene precisar que a la pregunta cuatro, ambos testigos respondieron que conocen
la líneas de energía eléctrica y que esto se debe a su trabajo ya que laboran en la **********, con funciones
de supervisión y mantenimiento de las subestaciones y líneas de transmisión, respectivamente, de tal suerte
que, adverso a lo que sostiene la disidente, los atestes sí manifestaron los motivos por los que conocen la línea
en cuestión.
En la última parte del segundo concepto de violación, la quejosa alega que si bien los testigos fueron
coincidentes en señalar que la línea fue puesta en operación en mil novecientos setenta y dos, dichas
declaraciones son insuficientes y en nada benefician a la ********** dado que de su declaración no se
advierte que hayan visto cuándo se construyó o que hubieran estado presentes, por lo que es evidente que no
les consta la fecha de operación y construcción, lo que tampoco acreditan con su dicho de ser supervisores de
mantenimiento, ya que uno entró a laborar en mil novecientos ochenta y siete, y el otro en mil novecientos
noventa y seis, esto es, veintitrés años y quince años, respectivamente, después de que se hicieron los trabajos
de construcción. Se advierte que sus deposiciones les constan por referencias de terceras personas, es decir,
trabajadores de mayor antigüedad.
Por otro lado, también en el segundo concepto de violación, la inconforme alega que:
1. Las declaraciones de los testigos, no son idóneas ni resultan suficientes para tener por acreditadas
la fecha en que aseguraron que fue construida la línea de alta tensión que afecta el inmueble en cuestión, pues
ninguno manifestó haber presenciado o visto cuándo se construyó la mencionada línea de energía eléctrica, lo
cual era importante en términos de lo dispuesto por las fracciones II y V del artículo 215 del Código Federal
de Procedimientos Civiles; que la autoridad responsable aplicó en forma aislada y parcial las demás
fracciones de dicho precepto, lo que provocó que el análisis de los agravios respectivos sea ilegales, ya que
tenía la obligación de atenderlos de manera conjunta e íntegra, por constituir un todo, atendiendo a la palabra
"tener en consideración".
2. Si atendiéramos al argumento de la responsable (en cuanto a que no es necesario que los testigos
hayan participado o estado presentes cuando se construyeron las torres de energía eléctrica), entonces no se
explicaría cómo obtuvieron conocimiento dichos atestes para afirmar en este caso una fecha de construcción
de la línea de alta tensión, sino es a través de haber participado o presenciado la construcción de esa línea,
pues no existe otra forma de que se hayan enterado salvo por terceras personas.
3. Que se trata de testigos de oídas, pues si bien manifestaron que les constan los hechos porque en
cuanto a la fecha de entrada en operación de las líneas de energía eléctrica señalaron que se los dijeron el
personal de mayor antigüedad en la empresa, ello se debió a que terceras personas se los dijeron, por lo que
no merecen valor probatorio, al no cumplir con lo establecido en las fracciones II y V del artículo 215 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, al ser hechos que conocen por inducciones o referencias de otras
personas.
4. Que la valoración de la responsable constituye una aberración jurídica, al sostener que con el
testimonio de **********, se acredita que haber señalado que ingresó a trabajar en la ********** en el año
de 1996, le consta que la línea de ********** opera desde ese año, en razón de que con ello se desvirtuaría y
modificaría la litis, ya que es de explorado derecho que ésta se fija con los hechos de la demanda y su
contestación, con la reconvención y su contestación respectiva; lo que es violatorio de las fracciones II y V
del artículo 215 del Código Federal de Procedimientos Civiles porque, según la quejosa, el valor de los
testigos no depende de si son o no procedentes, sino de que les consten los hechos sobre los cuales deponen.
Estos conceptos de violación, son inoperantes porque la quejosa, lejos de combatir las
consideraciones que sustentan la determinación asumida en el fallo reclamado, se limita a insistir y abundar
en los agravios en los que alegó, precisamente, los argumentos que expone en los conceptos de violación de
que se trata, por lo que se trata de una reiteración de las indicadas inconformidades.
Para advertirlo de esa manera, es necesario tener presente que al formular el primero de sus agravios
en apelación, el aquí quejoso alegó, entre otras cosas, lo siguiente:
a) Que el hecho de que los testigos hayan manifestado en forma coincidente que las líneas de energía
eléctrica fueron colocadas en los años de 1979, 1972 y 1977, ya que trabajan en la **********, y el segundo
de ellos por inspeccionar y haber dado mantenimiento a las líneas desde el año de 1996, ello no significa que
los testigos conozcan por sí mismos los hechos sobre los que declararon, ya que deben justificar la
verosimilitud de su presencia en el lugar donde éstos ocurrieron, lo que no aconteció.
b) Que ambos testigos son de oídas, ya que no les constan los hechos, por haber declarado que no
participaron ni estuvieron presentes cuando construyeron o instalaron las tres líneas de energía eléctrica pero,
además, porque también refirieron que la fecha en que se instalaron las líneas la saben por comentarios del
personal de mayor antigüedad de la empresa.
c) Que los testimonios referidos no son idóneos ni suficientes para tener acreditada la fecha en que
fueron construidas las líneas de alta tensión, ya que nunca manifestaron que presenciaron o vieron cuando se
construyeron las líneas aludidas, para que tuviera validez su declaración.
d) Que tampoco les constan los hechos sobre los que declararon, por haber manifestado que trabajan
en la ********** como supervisores de mantenimiento de las líneas de alta tensión, máxime que ellos
mismos aludieron a que saben de la fecha de construcción de las indicadas líneas, por comentarios del
personal de mayor antigüedad y, asimismo, ello deriva de las respuestas emitidas a las repreguntas que les
formuló la hoy parte quejosa, concluyendo en que son testigos de oídas, ya que conocieron los hechos por
inducciones o referencias de terceras personas.
En otras palabras, el inconforme incurre en una repetición al estimar que no asistió razón jurídica a la
responsable cuando desestimó dichos agravios, para lo cual asevera las mismas razones que manifestó en
aquél. Es decir, para alegar que es incorrecto el razonamiento judicial por el cual se desestimó su pretensión
en el juicio ordinario, precisa las propias razones que expresó en éste, con lo cual, sin duda, incurre en una
repetición de principio.
"... De ahí que no asiste razón a la parte inconforme cuando en su alegación señala que la Juez
apreció erróneamente la prueba testimonial a cargo de ********** y **********, en consideración esas
circunstancias.
"Esto, ya que con independencia de que, de los testimonios rendidos por ********** y **********
se evidencie, que dichos testigos no estuvieron presentes en el momento en que fueron construidas las torres
de energía eléctrica, sin embargo, en contraste con lo que el apelante sostiene y de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 215, fracción V, del Código Federal de Procedimientos Civiles, sí conocieron por sí
mismos los hechos sobre los que depusieron y no fue a través de inducciones ni referencias de otras personas,
debido a que ********** fue conteste en señalar que trabaja en la ********** y que su función radica en la
supervisión y el mantenimiento de las líneas de transmisión; que la línea materia de la litis no es de su
competencia, pero la conoce porque en el recorrido de supervisión del mantenimiento de las líneas, parte de la
trayectoria de la línea de subtransmisión que está en paralelo con ellas.
"Y por su parte, ********** señaló que ingresó a trabajar en la ********** en el año de mil
novecientos noventa y seis; de ahí que le conste que la línea de subtransmisión de ********** opera desde
ese año.
"De lo anterior se pone de relieve, que los testigos en mención no son testigos de oídas, como
equivocadamente señala el apelante, ya que el segundo de los mencionados manifestó que por lo menos desde
mil novecientos noventa y seis opera la línea de energía eléctrica que se reclama.
"En consecuencia, la Juez de Distrito tuvo a bien considerar que merecen valor probatorio en
términos del artículo 187 del Código Federal de Procedimientos Civiles, ya que se aprecia que dichos testigos
por su edad e instrucción tienen la capacidad para deponer sobre los hechos que declaran, mismos que son
susceptibles de conocerse por medio de los sentidos y su declaración es clara y precisa además, al exponer la
razón de su dicho manifestaron que es porque trabajan en **********.
"Además, para la valoración de dicha prueba, también se tomó en cuenta que no está en
contradicción con ninguna otra, pues la parte actora no ofreció prueba alguna para desvirtuar lo aseverado en
dicha testimonial, por lo que la resolutora tuvo a bien señalar que dichos testigos en modo alguno podrían
estimarse como de oídas, pues si bien es cierto que ambos testigos manifestaron que saben que las líneas
entraron en operación en los años que indicaron, sin embargo, también lo es que es precisamente la
circunstancia de que trabajan para la **********, por la cual les consta el año de construcción de las líneas
de energía eléctrica apuntadas, pues tal circunstancia es entendible si se toma en cuenta que esos testigos,
entre otras actividades, dan mantenimiento a esas líneas de energía eléctrica, y por la naturaleza propia de su
trabajo (sin que fuese necesario que precisaran o no, por estar acreditado que las mismas pasan por el predio
propiedad de la actora), aunado a que están informados de todos los aspectos técnicos relacionados con esas
líneas, entre los que debe considerarse el año de su construcción y, por esa razón, no es necesario que
hubiesen estado presentes cuando se instalaron o entraron en operación, para adquirir ese conocimiento, pues
evidentemente a través de otras fuentes pudieron obtenerlo (compañeros de trabajo de mayor antigüedad) y,
por ello, dicha probanza acertadamente merece valor indiciario para justificar esa circunstancia, máxime que
los testigos de referencia sí dan la razón de su dicho; pero sobre todo, porque además sus testimonios son
coincidentes entre sí y no están contradichos o desvirtuados con prueba en contrario.
"Máxime que, como acertadamente la Juez de Distrito destacó, si bien es cierto que a ninguno de los
testigos les consta directamente haber percibido cuando se llevó a cabo la construcción de las líneas de
transmisión de energía eléctrica que afectan el predio materia de la litis, o bien, su puesta enoperación, en los
años que refieren; también lo es que de lo depuesto por ellos, válidamente también puede concluirse que las
mencionadas líneas tienen más de diez años de antigüedad, pues dichos testigos se percataron de su existencia
y les han dado mantenimiento desde hace más de diez años.
"En el caso, los testigos señalaron que las líneas se instalaron o entraron en operación en 1972, 1977
y 1979, y al momento de rendir su declaración testimonial (diez de agosto de dos mil diez)
**********contaba con cincuenta y un años y **********con cuarenta y cuatro.
"De ahí, que al momento de la construcción o puesta en operación de la primer línea, **********
contaba con trece años y ********** con seis años.
"Aunado a la circunstancia que de acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI) la edad promedio para los hombres en 1970 era de 58.8 años.
"De lo que se sigue que por los menos las indicadas líneas de transmisión de electricidad existían
desde el año en que el testigo ********** entró a laborar (1996) y, por esa razón, se considera esta fecha para
el cómputo de la prescripción, pues de acuerdo con ese dato, se obtiene que a la fecha de presentación de la
demanda (uno de junio de dos mil diez) la acción correspondiente también había prescrito al haber
transcurrido más de diez años para ejercer el derecho respectivo.
"Sin que sea óbice a lo anterior, que la fecha de instalación o construcción de las líneas con la
entrada en operación de las mismas no puede entenderse como el mismo concepto, ya que son acepciones
diferentes, porque como se dijo, lo que se encuentra acreditado es la excepción de prescripción negativa que
la demandada hace valer, precisamente, en la forma y términos destacados ..."
Así pues, es claro que la disidente lejos de controvertir el argumento de la responsable en cuanto si
bien es cierto que los testigos no estuvieron presentes en la fecha en que dio inicio construcción u operación
de las líneas de transmisión en comentario, también lo es que fueron precisos en manifestar que a la fecha en
que ingresaron ya estaban instaladas las líneas de transmisión de energía eléctrica (con lo que es claro que la
acción de indemnización está prescrita); la inconforme se limita a repetir y abundar en que a los testigos no
les consta la fecha en que inició la construcción o a operar la línea de transmisión de referencia, ya que
debieron presenciar esos hechos, además de manifestar que sobre lo declarado, lo conocieron por referencias
de terceras personas, al haber señalado que se los comentaron las personas de mayor antigüedad de la
empresa.
Al efecto, cabe acotar que un concepto de violación genuino sería aquel que mediante razones el
quejoso atacara, cuestionara o pusiera en entredicho lo expresado por la responsable en las consideraciones
que aseveró para desestimar el primero de sus agravios, lo cual no logra con la reiteración en que incurrió en
su concepto de violación, porque no alega que lo estimado por el tribunal de alzada no esté jurídicamente
justificado, sino que se limita a repetir lo que adujo en aquel agravio.
Luego, si la quejosa insiste, reitera y abunda en lo que expuso en los agravios de la apelación, es
evidente que no controvierte las consideraciones que la responsable expuso a efecto de desestimar aquél,
motivo por el cual lo procedente en el caso es desestimar, por inoperante, el concepto de violación de que se
trata, porque en esas condiciones no puede tomarse en cuenta por este tribunal federal, pues, hacerlo,
implicaría suplir la queja deficiente en una materia en la cual impera el principio de estricto derecho.
Sobre el particular, cabe citar la tesis de jurisprudencia ciento cinco, sustentada por la extinta Tercera
Sala de nuestro más Alto Tribunal del País, visible en la página ochenta y tres del Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo VI, Materia Común, que establece:
Sin embargo, al margen de lo expuesto, este tribunal considera correcta la valoración efectuada por
la responsable respecto de la testimonial pues, contrario a los argumentos invocados por la parte quejosa, los
testigos ofrecidos por la **********, hacen prueba plena y suficiente, no sólo indiciaria, como así lo resolvió
la autoridad responsable, para demostrar que la línea de energía eléctrica que atraviesa los predios de la
actora, se construyó o entró en operación desde hace más de diez años antes de la promoción de la demanda
civil.
Esto es así, pues ambos testigos, al contestar la pregunta cuarta refirieron que las líneas de
transmisión y subtransmisión que cruzan la ********** en mil novecientos setenta y nueve; en tanto que las
subestaciones **********, en mil novecientos setenta y siete,
Al responder a las preguntas dos y tres el primer testigo **********, contestó: "... que sí la conoce,
porque soy empleado de la empresa"; "supervisión del mantenimiento de subestaciones y líneas de
transmisión"; en tanto que **********, contestó: "... Me encargo de supervisar el mantenimiento preventivo
y correctivo de las líneas de transmisión a cargo de la subárea Guerrero ..."; por ende, ambos testigos
señalaron que realizan funciones de supervisión y mantenimiento preventivo y correctivo de las líneas de
transmisión y que precisamente con motivo de ello es que conocen las líneas de transmisión de energía
eléctrica ya indicadas, según se resolvió en primera instancia, es la que atraviesa el predio en cuestión.
Sin que pase inadvertido, que ambos testigos manifestaron que conocen la fecha en que entraron en
operación las líneas en comento porque se los dijo el personal de mayor antigüedad de la empresa, pues ello
no implica que se trate de testigos de oídas.
En efecto, si bien no puede darse por cierto su dicho en el sentido de que en el citado año inició el
tendido de la línea materia de la litis (ya que se lo manifestaron terceras personas), lo cierto es que ambos
adujeron que trabajan como supervisores para la ********** el segundo de ellos desde mil novecientos
noventa y seis, así que de su dicho se aprecia que en esos años ya estaban iniciados los trabajos de dicha
instalación, o bien, que ya se habían efectuado, de tal forma que aun cuando se tomara como fecha de partida
para el cómputo de la prescripción los años en que ingresaron a laborar, el resultado sería igual, en razón de
que la demanda tendría que haberse presentado en mil novecientos noventa y siete o en el dos mil seis y no en
el dos mil diez, como ocurrió en el caso.
De lo anterior se aprecia que los testigos tienen conocimiento directo de los hechos que
manifestaron, en razón de que refirieron ser trabajadores de la ********** y que su trabajo consiste en
supervisar el mantenimiento de las línea de energía eléctrica en Guerrero que atraviesan los predios del actor.
Así pues, las características de las aludidas testimoniales permiten concluir que los testigos
convinieron en lo esencial con la época en que inició la operación de las líneas de energía eléctrica que
atraviesa los predios de la actora; que presenciaron el hecho material sobre el que depusieron, a saber que dan
mantenimiento a las líneas de transmisión y subtransmisión referidas; que por sí mismos conocieron los
hechos sobre los que declararon en razón de las funciones que desempeñan en la **********; que sus
manifestaciones fueron claras, precisas, sin dudas ni reticencias, sobre la substancia del hecho; y, que dieron
razón fundada de su dicho, requisitos que exigen las fracciones I, II, V, VI y VIII del artículo 215 del Código
Federal de Procedimientos Civiles.
Además de que el actor, no impugnó el dicho de los testigos, en términos del artículo 186 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, a efecto de evidenciar circunstancias que afectaran su credibilidad, como
es si efectivamente son o no supervisores de la **********. Por cuanto a que los peritos no manifestaron a
qué líneas les dan mantenimiento o si alguna de ellas es la que afecta el inmueble de la actora, basta acudir a
la respuesta dada a la pregunta segunda para advertir que ambos atestes manifestaron que conocen las líneas
de conducción eléctrica citadas con motivo de su trabajo que es el de supervisión y mantenimiento tanto
preventivo como correctivo de las líneas de transmisión a cargo de la subárea Guerrero, de donde se infiere
que sí manifestaron las líneas a las que dan mantenimiento y que conocen la línea en cuestión dado que la
supervisan y le dan mantenimiento.
Por otro lado, es importante apuntar que en el caso no era necesario que la ********** precisara la
fecha exacta en que se inició la construcción de la línea y en la que se concluyó y entró en operación, es decir,
basta con que se señale que transcurrieron más de diez años para hacer valer la acción de indemnización por
la servidumbre de paso y se indique la fecha de partida, para que se tengan los datos necesarios para su
estudio, en atención a que los artículos 1159 y 1176 del Código Civil Federal establecen:
"Artículo 1159. Fuera de los casos de excepción, se necesita el lapso de diez años, contado desde que
una obligación pudo exigirse, para que se extinga el derecho de pedir su cumplimiento."
"Artículo 1176. El tiempo para la prescripción se cuenta por años y no de momento a momento,
excepto en los casos en que así lo determine la ley expresamente."
Como se aprecia el artículo 1176 establece que el tiempo para la prescripción se cuenta por años y no
de momento a momento, excepto cuando así lo determine la ley, lo que en el caso no ocurre, pues el precepto
1159 no establece la aludida excepción, por ende el conteo de la prescripción a que se refiere éste artículo se
cuenta por años.
En el caso, la ********** no tenía que precisar el día y mes, en que se hizo exigible el derecho y en
el que prescribió, pues cualquier día del año mil novecientos setenta y dos que se tome como punto de partida,
a la fecha de presentación de la demanda que fue el diez de marzo de dos mil nueve, transcurrieron más de
diez años.
También resulta oportuno precisar que el momento en que comienza a correr el plazo de la
prescripción de la acción, es a partir de que se establece físicamente el paso, o cuando inicia la operación, o
bien, cuando se comienzan a instalar los materiales necesarios -en el caso las torres y cables para la
conducción de energía eléctrica- y no cuando se concluye la obra, ya que desde aquel instante queda obligado
a soportar esa afectación a su propiedad y, por ende, es cuando surge el gravamen legal y comienza a
computarse el plazo de diez años para la prescripción negativa de la acción indemnizatoria, en términos de los
artículos 1098 y 1159 del Código Civil Federal.
En el tercer concepto de violación, alega la disidente que fue incorrecto que la responsable le
otorgara valor probatorio al dictamen pericial rendido por el ingeniero **********, perito designado por la
**********, ya que las normas no establecen un procedimiento o técnica para concluir la antigüedad de una
línea de alta tensión, por lo que el hecho de invocar normas no lo releva de motivar o fundamentar las
conclusiones a las que arribó.
También arguye la quejosa que respecto a la consideración emitida por la responsable por cuanto a
que los dictámenes periciales en materia de energía eléctrica emitidos por el perito designado por la actora,
hoy quejosa, y el tercero en discordia, no son acertados, ni aportan datos suficientes, aduce que la citada
autoridad omitió precisar las razones, datos o circunstancias de dicha conclusión, para en su caso, estar en
condiciones de conocer e impugnar lo que asevera.
Estos conceptos de violación son inoperantes dado que según se ha sostenido, basta la testimonial
ofrecida por la tercero perjudicada **********, para estimar que efectivamente las líneas de transmisión que
pasan por el predio de la actora, se instalaron desde hace más de diez años.
En efecto, aun cuando se restara total valor probatorio a la prueba pericial, rendida por la
demandada, como lo pretende la quejosa, subsiste el resultado de la prueba testimonial ofrecida por esa
misma parte, en el sentido de que a la fecha en que ingresaron a laborar los testigos para la empresa
demandada, las líneas de transmisión de energía eléctrica, ya estaban instaladas o ya habían iniciado su
operación. Consideración que además de que no fue atacada frontalmente por la aquí inconforme, se
considera congruente con el criterio que ha sostenido este órgano colegiado en diversas sentencias de amparo
precedentes.
Incluso, en asuntos precedentes como la ejecutoria relativa al juicio de amparo directo civil 304/2010
se restó valor probatorio al informe rendido por el presidente municipal y aun así se sostuvo, precisamente,
que la testimonial hace prueba plena y es suficiente para acreditar la excepción de la **********, por cuanto
a la indemnización reclamada por la actora.
A lo anterior debe sumarse que la quejosa, ni vía agravios, ni vía conceptos de violación, alegó que
en autos haya prueba alguna que demuestre que, contra lo aseverado por la demandada, las líneas de
transmisión no tienen más de diez años atravesando el predio de la actora.
Es inoperante lo anterior.
En los agravios en apelación (parte conducente del primero), la inconforme expresó que el dictamen
pericial rendido por el perito designado por la demandada, resultaba incompleto, porque omitió dar
contestación a los puntos que adicionó al cuestionario que formuló la citada oferente de la prueba, si bien es
cierto que la autoridad responsable en la sentencia reclamada se refiere a dicha cuestión, también lo es que no
obra el pronunciamiento respectivo; sin embargo, ello no es violatorio de la garantía de legalidad, para que
diera lugar la protección constitucionalsolicitada, ya que si bien el incorrecto desahogo de una prueba
constituye una violación procesal equiparable, a la luz de lo dispuesto por el artículo 159 fracción III, de la
Ley de Amparo, también lo es que para ello debió agotar los recursos o medios de defensa en contra de la
violación aducida, a fin de que pudiera examinarse y estudiarse en el juicio de amparo directo, tal como lo
establece el artículo 161 de la Ley de Amparo.
1. En acuerdo dictado el veintiocho de julio de dos mil diez, la Jueza de Distrito tuvo a la actora por
adicionando los cuestionarios de la parte demandada, sobre los puntos que versaría la prueba pericial en
materia de energía eléctrica, por ende, acordó que los peritos designados debían emitir sus dictámenes en
términos de los cuestionarios propuestos por ambos contendientes.
2. Una vez que el perito designado por la demandada presentó su dictamen ante la juzgadora federal,
acordó dar vista con su contenido a las partes; la actora por conducto de su autorizado por escrito presentado
el catorce de octubre de dos mil diez, le manifestó que el aludido dictamen resultaba incompleto, para ello
expresó la accionante los motivos de su afirmación.
3. A lo anterior, recayó el acuerdo de quince de octubre de dos mil diez, en el que se tuvo por
desahogada la vista del apoderado de la actora respecto al dictamen pericial referido, por objetando e
impugnando en cuanto a su contenido y valor probatorio de dicha prueba.
"Artículo 227. Los autos que no fueren apelables y los decretos pueden ser revocados por el Juez o
tribunal que los dictó o por el que lo substituya en el conocimiento del negocio."
A más de que también el artículo 58 del Código Federal de Procedimiento Civiles establece que los
Jueces tienen la obligación de subsanar toda omisión que notaren en la sustanciación de los juicios que se
tramiten ante ellos, para el sólo efecto de regularizar el procedimiento, por lo que la parte afectada también
estuvo en condiciones de solicitar a la juzgadora la reposición del procedimiento ya que se trató de una
omisión dentro de la secuela procesal; sin embargo, como la quejosa no interpuso el recurso de revocación, ni
solicitó la regularización del procedimiento, es claro que el acuerdo referido quedó firme y el Juez de Distrito
ya no estaba en aptitud de modificarlo.
En consecuencia, debió agotar tanto el recurso de revocación, como el medio de defensa indicado
por la ley, a fin de que una vez preparada la violación, pudiera ser analizada en el juicio de amparo directo, a
la luz de lo establecido en el numeral 161 de la Ley de Amparo. Siendo irrelevante que en los agravios
esgrimidos en apelación se haya hecho valer la falta de desahogo de la referida probanza, ya que en primer
término debió inconformarse a través del recurso respectivo.
Al ser inoperantes los conceptos de violación y sin que exista motivo legal para suplir la deficiencia
de la queja, se impone negar el amparo solicitado.
Así por unanimidad de votos lo resolvieron los Magistrados José Luis García Vasco, presidente,
Francisco García Sandoval y Miguel Ángel Zelonka Vela; los que integran el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Vigésimo Primer Circuito, siendo ponente en este asunto el primero de los
nombrados.
2a./J. 68/2011
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para
conocer de la presente denuncia de contradicción de tesis, de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 107,
fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197-A de la Ley de Amparo y 21,
fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con los puntos segundo y
cuarto del Acuerdo 5/2001, del Tribunal Pleno, aprobado el veintiuno de junio de dos mil uno, toda vez que
las ejecutorias de donde emanan los posibles criterios opositores, corresponden a la materia agraria en cuyo
conocimiento está especializada esta Sala.
I. El amparo directo ********** del índice del Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Séptimo Circuito tiene los siguientes antecedentes:
1) Con fecha ********** ********** **********, el poblado ejidal "**********" del Municipio
de ********** del **********, **********, por conducto de su comisariado ejidal, promovió demanda
ante el Tribunal Unitario Agrario del Distrito Treinta y Uno con sede en Jalapa, Veracruz, reclamando de la
Comisión Federal de Electricidad, la acción de restitución de sus tierras ejidales, así como el pago de daños y
perjuicios ocasionados por la instalación de torres de alta tensión, postes, cableado y demás instalaciones
eléctricas en sus líneas de conducción y transmisión de energía eléctrica.
3) Una vez integrado el expediente, el Tribunal Agrario del conocimiento dictó sentencia en la que
resolvió, entre otras cosas, lo siguiente:
4) En contra de este fallo, el comisariado ejidal del poblado el ********** ********** **********
**********, **********, promovió juicio de amparo del que conoció el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Séptimo Circuito con el número de registro DA. **********, y resolvió en sesión
de ********** ********** ********** **********, conceder el amparo al poblado ejidal quejoso, al tenor
de las siguientes consideraciones:
"QUINTO. Sobre la base de que es incierto que la sentencia combatida carezca de fundamentación y
motivación y que, además, se hubieren omitido valorar pruebas, puesto que de su lectura se aprecia lo
contrario, cabe decir que en términos del artículo 189 de la Ley Agraria en vigor, las sentencias en los juicios
en esa materia se deben dictar a verdad sabida, conforme a las constancias de los autos, sin sujetarse
necesariamente a las formalidades y reglas sobre estimación de aquéllas, inspirándose en la equidad y en la
buena fe, cumpliendo con la exigencia que previene el artículo 16 constitucional, lo que es acorde con la
jurisprudencia número 2a./J. 118/2002, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
consultable en la página doscientos noventa y cinco, Tomo XVI, Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, correspondiente al mes de octubre de dos mil dos, de rubro y texto siguientes:
‘PRUEBAS EN MATERIA AGRARIA. PARA SU VALORACIÓN EL TRIBUNAL AGRARIO PUEDE
APLICAR EL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS CIVILES, O BIEN, APOYARSE EN SU
LIBRE CONVICCIÓN.’ (se transcribe); deben declararse parcialmente fundados los conceptos de violación
transcritos en el anterior considerando, los que, por cuestión de técnica, se analizarán en un orden que
enseguida se advertirá. ...
"En cambio, es ilegal la sentencia que declaró, por un lado, que en el caso operó la excepción de
prescripción negativa respecto de la indemnización reclamada por los actores principales, ahora quejosos, con
motivo de la instalación, por parte de la indicada Comisión Federal de Electricidad, de torres y cables
conductores de energía eléctrica en diversas áreas de sus parcelas ubicadas en el ejido de mérito, ya que la
misma se opuso, porque el repetido organismo descentralizado estimó que se instalaron las referidas líneas de
transmisión desde los indicados años de ********** ********** ********** ********** **********; sin
embargo, tal como alegan los quejosos, no podía iniciar el cómputo de los diez años aludido en el numeral
1159 del indicado Código Civil, dado que ninguno de los ejidatarios, ahora quejosos, tenía determinada la
tierra que a cada uno de ellos correspondía, ya que de haber tenido algún título sólo habría sido el certificado
de derechos agrarios, en el cual, es bien sabido, no se precisaba la superficie, ni la ubicación de la misma,
pues no estaba parcelada, ya que el núcleo lo asigna o adjudica, con base en el plano general que para ello se
elabora, cuando celebra la asamblea general de ejidatarios prevista en el artículo 56 de la invocada Ley
Agraria, en la que, como consecuencia, el Registro Agrario Nacional expide los certificados parcelarios
correspondientes que, en el caso de la mayoría de los quejosos, según aparece de los autos relativos, fue en el
mes de agosto de ********** ********** ********** (fojas 22 a 27 del juicio natural), y dado que la
demanda que originó el juicio en que se dictó la sentencia combatida se presentó ante el tribunal responsable
el ********** ********** ********** (foja 1 ibídem), es claro y patente que a esa fecha no había
transcurrido dicho lapso de diez años, con base en el cual se opuso por el organismo de mérito la multialudida
excepción de prescripción negativa y, por ende, es ilegal la declaración de improcedencia de pago de la
indemnización ejercida como acción principal por dichos quejosos, que hizo el tribunal responsable, siendo de
advertirse que a esa conclusión se llega teniendo en cuenta, que si bien la citada jurisprudencia número 2a./J.
29/2008, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, establece que el precitado término
de la prescripción negativa de la acción indemnizatoria, comienza a computarse a partir de que físicamente se
instalan los postes y cables de conducción de energía eléctrica, sin necesidad de que el establecimiento de la
servidumbre deba ordenarse por autoridad jurisdiccional, dada su naturaleza, en el presente caso, por tratarse
de tierras que aún no se encontraban distribuidas en parcelas y, por ende, existir discrepancia en las áreas
afectadas, no podía correr dicho término, ni estimarse consentida la constitución de ese gravamen real por
parte de los actores, máxime que, en la especie, no puede válidamente decirse que se encuentre delimitada y
determinada esa área de afectación de cada unidad agraria, por la instalación del indicado organismo
descentralizado, ya que es en el procedimiento del juicio agrario respectivo donde se desahogó la
correspondiente prueba pericial con ese fin, ni obviamente declaración del tribunal responsable al respecto,
actualizándose, por ende, la excepción a que alude la parte final de la jurisprudencia antes transcrita, por la
cual, la hoy tercera perjudicada, debía ejercer la acción relativa, como en efecto lo hizo al contestar el libelo y
exigir en vía reconvencional su existencia y que, conforme al artículo 1108 del invocado Código Civil, la
obligaba a cubrir la indemnización de mérito solicitada por los quejosos, siendo de advertirse que similar
criterio se sostuvo por este Tribunal Colegiado al resolver, entre otros, los juicios de amparo directos (sic)
**********, **********, ********** y **********, en sesiones de ********** **********
**********, ********** ********** ********** y ********** ********** **********,
respectivamente. Sentado lo anterior, debe concederse la protección constitucional para el efecto de que el
tribunal responsable deje insubsistente la sentencia combatida y, en su oportunidad, dicte otra, en la que,
reiterando lo que no es materia de la concesión, declare no probada la excepción de prescripción negativa que
opuso la Comisión Federal de Electricidad, demandada en lo principal, por cuanto al pago de la
indemnización derivada de la servidumbre legal de paso, ejercida por los aquí quejosos y, en consecuencia,
analice esa acción, previo análisis de los dictámenes periciales en materia topográfica y de avalúo, y demás
pruebas habidas en los autos relativos, resuelva, con plenitud de jurisdicción, lo que proceda en derecho, en el
entendido de que tal indemnización deberá ser acorde al valor real que prive al momento en que
materialmente se llegue a ejecutar el fallo cuestionado, cuya cuantificación, en caso de no contar con los
elementos necesarios para ello, será materia de la ejecución de la sentencia."
II) El amparo directo número AD. ********** del índice del Segundo Tribunal Colegiado de
Circuito del Centro Auxiliar de la Cuarta Región tiene los siguientes antecedentes:
"a) La declaración judicial de la constitución de servidumbre legal de paso ... b) Como consecuencia
de la prestación anterior, ordenar la inscripción en el Registro Agrario Nacional correspondiente, de la
sentencia en la que se declare la existencia de las servidumbres legales de paso a favor de mi representada ...
c) La declaración judicial de haber operado a favor de mi representada la figura jurídica de prescripción
negativa ... d) La declaración judicial que se haga de todos y cada uno de los demandados en reconvención de
lo que dispone el artículo 1108 del Código Civil Federal, en el sentido de que deberán otorgar al personal de
la Comisión Federal de Electricidad, el paso a las parcelas de las que son titulares, a efecto de realizar las
obras de mejora y mantenimiento en las líneas de transmisión de energía eléctrica ... e) La declaración judicial
que se haga a todos y cada uno de los demandados en reconvención, para que se abstengan de realizar
cualquier tipo de construcción y/o siembra de cualquier especie mayor a los tres metros de altura, dentro del
derecho de vía de las líneas citadas ..."
3) En contra de este fallo, los ejidatarios actores promovieron demanda de amparo, de la que en un
inicio conoció el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito con residencia
en Boca del Río, Veracruz, pero fue resuelto con número de registro **********, en sesión del **********
********** **********, por el Segundo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Cuarta
Región.
"SEXTO. ... Esgrimen los quejosos en su primer concepto de violación, que en autos no se demostró
que previamente se hubiera constituido legalmente la servidumbre de la que la paraestatal pide su
reconocimiento, pero sí se acreditó con la inspección judicial, las periciales topográficas, en agronomía y
valuación, así como con la confesión del apoderado legal de la demandada, que ésta se encuentra instalada y
atraviesa las tierras hoy parceladas, antes de uso común del ejido, y sin embargo, no cumple con la norma de
derecho de vía, el cual se especifica en la norma oficial mexicana número **********, pues no se acredita
que desde ********** ********** ********** y ********** ********** **********, fecha en la cual
argumenta que se estableció, haya tenido autorización para instalar el cableado, los postes y las torres dentro
de las parcelas afectadas. No les asiste razón. Debe precisarse que el ********** ********** **********
********** y **********, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la norma oficial mexicana
**********, cuyo objetivo es establecer las disposiciones y especificaciones de carácter técnico que deben
satisfacer las instalaciones destinadas a la utilización de la energía eléctrica, a fin de que ofrezcan condiciones
adecuadas de seguridad para las personas y sus propiedades, en lo referente a protección contra choque
eléctrico, efectos térmicos, sobrecorrientes, corrientes de falla, sobretensiones, fenómenos atmosféricos e
incendios, entre otros, cuyo cumplimiento de las disposiciones indicadas garantice el uso de la energía
eléctrica en forma segura; razón por la cual se obtiene que el ámbito material de validez de dicha disposición
no son las servidumbres de paso, pues éstas están regidas por el Código Civil Federal, y específicamente la
que se refiere a la servidumbre legal de paso en su modalidad de conducción de energía eléctrica, se prevé en
el artículo 1108 de dicho código. En efecto, dicha servidumbre de paso en la modalidad en comento, es de
naturaleza legal, no consensual, de modo que no requiere de declaración judicial alguna para su constitución,
sino que nace a partir de que la hipótesis legal se realice, siendo que en este caso se constituyó en cada uno de
los años en que las líneas de conducción fueron construidas por la Comisión Federal de Electricidad sobre los
terrenos ejidales (********** ********** ********** y ********** ********** **********), como lo
consideró el tribunal agrario, partiendo de la base de que la servidumbre legal de paso en su modalidad de
conducción de energía eléctrica quedó constituida a partir de que se instalaron los medios necesarios, teniendo
originalmente al ejido ‘**********’ como fundo sirviente y, posteriormente, a las parcelas de los actores aquí
quejosos la obligación de permitir y tolerar ese paso, que en la modalidad indicada se traduce en la colocación
de postes, torres, cables de alta tensión y demás actos que sean necesarios para la conducción de la energía
eléctrica, y dicha servidumbre se constituyó en una fecha muy anterior al ********** **********
********** ********** en que se les expidieron los certificados agrarios a los aquí quejosos. Entonces, ello
condujo a la autoridad responsable a determinar que era improcedente la acción restitutoria ejercitada, por
quedar desvirtuada la premisa de que partieron, consistente en que la Comisión Federal de Electricidad
ocupaba indebidamente los terrenos afectados por la servidumbre, pues lo cierto es que era el ejido
‘**********’, en los años de ********** ********** ********** ********** ********** **********
********** (en que se instalaron y entraron en operación las líneas de transmisión eléctrica), quien tenía la
titularidad de los predios afectados y, posteriormente, ********** ********** ********** y **********
********** **********, la tuvieron, de acuerdo con los certificados parcelarios que les fueron expedidos de
conformidad con el acta de asamblea de ********** ********** ********** ********** **********
**********, por tanto, es hasta esa fecha que se actualiza su calidad de ejidatarios y su derecho sobre las
parcelas afectadas con la servidumbre de paso, siendo inconcuso que cuando adquirieron tal carácter, el
gravamen real ya se encontraba constituido. Así como en relación con el pago de los daños y perjuicios
exigidos por los actores, el Tribunal Unitario Agrario adecuadamente consideró que en estricto derecho
equivale al pago de la indemnización aludida por el numeral 1097 del Código Civil Federal, en el cual se
apoyó, además delnumeral 1098 de la citada codificación. Con la confesional rendida por el apoderado legal
de la demandada, se desprendió que a partir de ********** ********** ********** **********
********** ********** **********, respectivamente, se instalaron en las tierras ejidales afectadas por la
servidumbre legal de paso en su modalidad de conducción de energía eléctrica, las líneas de conducción de
energía eléctrica denominadas Veracruz ********** Amatlán, **********. Lo anterior adminiculado con la
aceptación de los actores, en la audiencia de ********** ********** **********, al absolver las posiciones
números ********** a la **********, que les fueron articuladas, las cuales son del siguiente contenido: ...
Posiciones a las cuales respondieron afirmativamente los actores ********** ********** ********** y
********** ********** ********** en la audiencia, además que cuando adquirieron la titularidad de sus
respectivas parcelas, sobre las mismas ya cruzaba la aludida línea de transmisión de energía eléctrica
propiedad de la demandada y que la posesión la tenía desde ********** ********** **********, lo que
reveló que tuvieran conocimiento de la instalación de cables de dichas líneas y las consintieron ... Por otra
parte, son infundados los argumentos vertidos por los quejosos en el segundo, tercero, cuarto y séptimo de sus
conceptos de violación, tendentes a establecer la inaplicabilidad del criterio jurisprudencial 2a./J. 29/2008,
resultado de la contradicción de tesis **********-SS, aprobada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, consultable en la página doscientos cuarenta del Tomo XXVII, marzo de dos mil ocho,
Materia Civil, de la Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto:
‘SERVIDUMBRE LEGAL DE PASO. SE CONSTITUYE CUANDO SE ACTUALIZAN LOS
SUPUESTOS NORMATIVOS Y SE ESTABLECE FÍSICAMENTE EL ACCESO O SE INSTALAN LOS
MATERIALES CORRESPONDIENTES, SIN QUE ELLO REQUIERA DE DECLARACIÓN JUDICIAL.’
(se transcribe). Lo infundado de las alegaciones hechas en los conceptos de violación analizados, relativas a
que el criterio transcrito al inicio de este considerando es inaplicable, porque interpreta disposiciones civilistas
y no se puede aplicar sólo por los artículos que invoca y de que a la fecha no puede existir este medio
alternativo de la contratación de la servidumbre de paso, regido por las disposiciones civiles federales y el
juicio natural es en materia agraria, se trata de una servidumbre de paso constituida por la Comisión Federal
de Electricidad de manera unilateral, sin precisar la superficie, medidas y colindancias; se sustenta en que de
la lectura íntegra a la ejecutoria en que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió
la contradicción de tesis número **********-SS, entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero
del Vigésimo Segundo Circuito y Tercero en Materia Civil del Primer Circuito, se pone de manifiesto que el
estudio de la prescripción negativa de la acción indemnizatoria por la constitución de una servidumbre legal
de paso, comprendió también aquellas que establece la Comisión Federal de Electricidad para la conducción
de energía eléctrica, cuestión que fue discutida en juicios agrarios, como se evidencia de su considerando
quinto, en el cual, en lo que interesa, dice: ... De igual forma, es infundado el quinto y sexto conceptos de
violación en lo atinente a que de acuerdo con la prohibición expresa del artículo 52 de la Ley Federal de la
Reforma Agraria, todos los actos y hechos realizados sobre los bienes agrarios en controversia, por parte de la
demandada, durante los años de ********** ********** ********** y ********** **********
**********, no produjeron ningún efecto jurídico, porque en esas épocas, las leyes agrarias prohibían la
ocupación previa de los bienes, los cuales eran inalienables, imprescriptibles, inembargables e
intransmisibles. Aunado a que es una obligación para la demandada, la celebración de los convenios y
contratos para el cumplimiento de su objeto. Ello es así, porque de acuerdo con los artículos 1o., 4o.,
fracciones II y III, 7o., 8o., 9o., fracciones I y VIII, 20 y 23 de la Ley del Servicio Público de Energía
Eléctrica, que rigen la prestación, entre otros servicios públicos, de los relativos a la conducción y
abastecimiento de energía eléctrica, relacionado con lo dispuesto en la jurisprudencia 2a./J. 29/2008, resultado
de la contradicción de tesis **********-SS, aprobada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, de rubro: ‘SERVIDUMBRE LEGAL DE PASO. SE CONSTITUYE CUANDO SE
ACTUALIZAN LOS SUPUESTOS NORMATIVOS Y SE ESTABLECE FÍSICAMENTE EL ACCESO O
SE INSTALAN LOS MATERIALES CORRESPONDIENTES, SIN QUE ELLO REQUIERA DE
DECLARACIÓN JUDICIAL.’, se desprende que la Comisión Federal de Electricidad, es el organismo
encargado de proporcionar el servicio de abastecimiento de energía eléctrica y debe realizar los actos que sean
necesarios para dicho fin, y en caso de que deba constituirse alguna servidumbre, ésta se ajustará a las
disposiciones del Código Civil Federal. De ahí que con independencia de que los actores, aquí impetrantes del
amparo, hayan dado o no su anuencia para la constitución de la servidumbre legal de paso en su modalidad de
energía eléctrica, su creación fue necesaria para cumplir con la prestación del servicio público de energía
eléctrica, de la cual es responsable la demandada y que, por ende, no puede quedar supeditada al
consentimiento de los particulares. Además, que de acuerdo con la tesis jurisprudencial en cita, se ha definido
el momento en que surge el gravamen real consistente en la servidumbre legal de paso en su modalidad de
energía eléctrica, siendo éste, en cuanto se establece físicamente el paso o se instalan los materiales
necesarios, como son postes y cables, cuando surge el gravamen legal referido y comienza a computarse el
plazo de la prescripción negativa de la acción indemnizatoria, no siendo imprescindible la celebración de
convenios o contratos como se aduce. También en el quinto concepto de violación aducen los quejosos, que la
sentencia reclamada si bien parte del supuesto de que la infraestructura de la demandada constituye una
servidumbre, y con fundamento en la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, a falta de norma le son
aplicables las disposiciones del Código Civil Federal, incurre en un error al equiparar una servidumbre legal
establecida para la utilidad pública o comunal como sucede en el caso, con una servidumbre legal de paso que
prevé el artículo 1097 de la codificación civil, siendo que el interés que tienden a satisfacer es diferente, lo
que les causa agravio por una aplicación deficiente de las normas al caso concreto. No les asiste razón a los
quejosos, pues la autoridad responsable claramente advirtió la constitución de la servidumbre legal de paso en
lo particular, es decir, en su modalidad de conducción de energía eléctrica, la cual está prevista en el artículo
1108 del Código Civil Federal, teniendo aplicación igualmente los numerales 844 y 1070 de dicho código,
que aluden a las servidumbres establecidas por utilidad pública o comunal, y que todo lo concerniente a las
mismas, se regirá por las leyes y reglamentos especiales, como en el caso lo es la Ley del Servicio Público de
Energía Eléctrica y en suplencia en el Código Civil Federal, de tal manera, no es verdad que se haya
equiparado a la servidumbre legal de paso en lo general, por lo que no se advierte una aplicación deficiente de
las normas al caso concreto. Asimismo, es infundado el sexto concepto de violación en lo referente a que en el
fallo reclamado se dieron efectos retroactivos al criterio jurisprudencial multicitado que interpreta las
disposiciones civilistas que igualmente se aplicaron. ... Argumentan los quejosos en otra parte del séptimo
concepto de violación, que en la sentencia reclamada se debió observar el principio de congruencia, que debe
contener toda sentencia agraria, por lo que se debieron analizar todos los argumentos planteados en la
demanda y en la reconvención que hicieron los actores, ello al ser una obligación resolver todos los
argumentos que se pusieron a la consideración de la autoridad agraria, y que respecto a ello omitió
pronunciarse. Contrario a lo así esgrimido, se advierte que la autoridad agraria estudió en su integridad los
puntos planteados en la demanda, considerando al efecto improcedentes las prestaciones reclamadas (fojas 1 a
8) y las excepciones opuestas por los reconvenidos en su escrito visible en autos en las fojas noventa y nueve
a ciento treinta y dos, las cuales consideró inatendibles e infundadas, apoyándose en lo dispuesto por los
artículos 1o., 4o., fracciones II y III, 7o., 8o., 9o., fracciones I y VIII, 20 y 23 de la Ley del Servicio Público
de Energía Eléctrica, relacionado con lo dispuesto en la jurisprudencia 2a./J. 29/2008, resultado de la
contradicción de tesis **********-SS, aprobada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de rubro: ‘SERVIDUMBRE LEGAL DE PASO. SE CONSTITUYE CUANDO SE ACTUALIZAN
LOS SUPUESTOS NORMATIVOS Y SE ESTABLECE FÍSICAMENTE EL ACCESO O SE INSTALAN
LOS MATERIALES CORRESPONDIENTES, SIN QUE ELLO REQUIERA DE DECLARACIÓN
JUDICIAL.’, analizando también las pruebas con las que los reconvencionistas intentaron demostrar sus
excepciones, las cuales fueron las mismas que ofrecieron en el juicio principal, concluyendo en su ineficacia
para tenerlas por probadas. En conclusión, ante lo infundado de los conceptos de violación aducidos, al no
advertirse por este Tribunal Colegiado deficiencia de la queja que deba suplirse de oficio en términos del
artículo 76 Bis, fracción III, de la Ley de Amparo, lo que procede, en la especie, es negar el amparo y
protección de la Justicia Federal solicitados."
De las transcripciones de las ejecutorias, se observa que los Tribunales Colegiados contendientes
analizaron el contenido y alcance de la tesis de jurisprudencia número 2a./J. 29/2008, de esta Segunda Sala,
derivada de la contradicción de tesis **********-SS, la cual dice:
De acuerdo con este criterio, existe contradicción cuando dos o más órganos jurisdiccionales
terminales adoptan criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de derecho, independientemente de
que las cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente iguales.
En el caso, existe contradicción de tesis porque los órganos colegiados de referencia estudiaron la
misma cuestión jurídica, ya que ambos se pronunciaron sobre el tema relativo al momento en que inicia el
término para promover la acción para reclamar la indemnización a que refiere el artículo 1108 del Código
Civil Federal, tratándose de una servidumbre legal de paso en su modalidad de conducción de energía
eléctrica, constituida en tierras ejidales cuando los integrantes del núcleo aún no cuentan con la delimitación
de sus porciones parcelarias, arribando a conclusiones divergentes al interpretar la tesis de jurisprudencia
2a./J. 29/2008, de esta Segunda Sala, que dice al rubro: "SERVIDUMBRE LEGAL DE PASO. SE
CONSTITUYE CUANDO SE ACTUALIZAN LOS SUPUESTOS NORMATIVOS Y SE ESTABLECE
FÍSICAMENTE EL ACCESO O SE INSTALAN LOS MATERIALES CORRESPONDIENTES, SIN QUE
ELLO REQUIERA DE DECLARACIÓN JUDICIAL."
El Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito resolvió conceder el
amparo, pues consideró que, en el caso, opera la excepción a que se refiere la parte final de la jurisprudencia
2a./J. 29/2008, en la medida en que el área afectada por la servidumbre legal de paso no se encontraba
delimitada en parcelas en el momento en que se constituyó ésta y, por tanto, el término para contabilizar el
plazo de diez años para la prescripción no había fenecido, porque éste debía determinarse a partir de que se
realizó la asignación de las parcelas, debido a que existía discrepancia en las áreas afectadas.
El Segundo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Cuarta Región determinó en un
caso similar, que el núcleo ejidal tenía la obligación de solicitar la reclamación de la indemnización
correspondiente a la servidumbre legal de paso en su modalidad de conducción de energía eléctrica, desde la
fecha en que se estableció ésta, ello con independencia de que los ejidatarios tuvieran o no delimitadas las
porciones de sus parcelas, porque el gravamen real surge en el momento en que se establece físicamente la
servidumbre y se instalan los materiales necesarios para su constitución, ya que el ejido tenía la titularidad de
los predios afectados.
Lo anterior, de conformidad con la tesis 2a. CLXXXIV/2007, de esta Segunda Sala que dice:
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. PUEDE DERIVAR DEL SENTIDO Y ALCANCE QUE LOS
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO LE DEN A UNA JURISPRUDENCIA DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. Los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, y 197-A de la Ley de Amparo no exigen para la configuración de una
contradicción de tesis entre Tribunales Colegiados de Circuito, que los criterios jurídicos opuestos provengan
del análisis de la ley, sino que se trate de opiniones jurídicas contrapuestas, lo que válidamente puede derivar
del sentido y alcance antagónico que los órganos colegiados le den a una jurisprudencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación." (Núm. registro IUS: 170812. Tesis aislada. Materia(s): Común. Novena Época.
Instancia: Segunda Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVI, diciembre de
2007, tesis 2a. CLXXXIV/2007, página 226).
QUINTO. En primer lugar, y con el fin de determinar si no existe pronunciamiento por parte de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, respecto del tema jurídico controvertido, se estima necesario
transcribir la parte conducente de la ejecutoria de la CT. **********, que dio origen a la tesis de
jurisprudencia 2a./J. 29/2008.
"SEXTO. A fin de elucidar el tema en contradicción planteado, en primer lugar resulta conveniente
acudir a la definición de la servidumbre y sus implicaciones. ... En cambio, la servidumbre legal de paso para
la conducción de energía eléctrica es continua, en la medida en que, en términos de lo dispuesto en el artículo
1060 del Código Civil Federal, las servidumbres continuas son aquellas cuyo uso necesita de algún hecho
actual del hombre. En ese sentido, tales servidumbres deben entenderse como aquellas que su uso es o puede
ser incesante, que sin necesidad de actividad humana se ejercen por sí solas, en atención a la situación natural
de los predios. Precisado lo anterior, debe acudirse ahora a los preceptos que rigen la figura de la servidumbre
de paso en el Código Civil Federal. ... El texto legal reproducido evidencia, que en el caso específico de la
servidumbre legal de paso, se origina por la naturaleza propia de los inmuebles y de su ubicación, toda vez
que tiene lugar cuando un predio se encuentra enclavado entre otros, sin paso o acceso a una vía pública, de
manera que el acceso a ella no es materialmente posible, sino a través de alguno de dichos terrenos. Cuando
tiene lugar esa circunstancia fáctica, la ley autoriza al propietario que no tiene salida a la vía pública, a
reclamar un paso sobre un predio vecino, mediante el pago de una indemnización y, en forma correlativa, el
dueño del predio sirviente tiene la obligación de tolerar ese paso. Ello da lugar a que se abra una vía de acceso
en el predio vecino, en el lugar que permita la salida a la vía pública en la forma más corta y menos
perjudicial. Ahora bien, el dueño del predio sirviente tiene derecho a establecer el lugar para el paso, con la
condición de que no resulte muy gravoso al dueño del predio dominante; no obstante, cuando exista
discrepancia al respecto, puede pedirse la intervención de autoridad judicial, según lo disponen los artículos
1100 y 1101 del Código Civil Federal, para que califique el lugar señalado por el predio sirviente, como
impracticable u oneroso, caso en el cual se debe conceder al titular del predio sirviente, nuevamente la
prerrogativa de señalar el lugar para el paso correspondiente, más accesible, comunicativo y menos gravoso;
en defecto de ello, el Juez es quien señalará el lugar que considere más apropiado, conciliando los intereses de
ambos predios. De igual forma, en cuanto a la servidumbre legal de paso para la instalación de conductores
eléctricos, a fin de tolerar el paso de líneas telefónicas o de cables de energía eléctrica, que permitan el
establecimiento de comunicaciones telefónicas o la conducción de energía eléctrica a partir de una central
autorizada, a cuyo efecto sea necesario colocar postes y tender cables en terrenos de una finca ajena, cuyo
dueño tiene la obligación de permitirlo, mediante la indemnización respectiva, atiende también a la necesidad
de que se proporcione el servicio telefónico o de energía eléctrica, a la finca dominante. Esta servidumbre
resulta extensiva al derecho de tránsito de personas y al de conducción de los materiales necesarios para la
construcción y vigilancia de la línea. Como se ve, la servidumbre legal de paso obedece siempre a la situación
natural de los predios, de la cual surge la necesidad de que el dueño del predio vecino proporcione acceso a la
vía pública o, en su caso, tolere el paso para: la recolección de frutos; la conducción del ganado a un
abrevadero; la colocación de andamios u otros objetos con el propósito de construir o reparar un edificio, o la
instalación de postes y cables para el establecimiento de comunicaciones telefónicas o la conducción de
energía eléctrica, lo que incluye el tránsito de personas y el traslado de materiales para la construcción y
vigilancia de la línea; por tanto, una vez que surja esa necesidad, por disposición legal de los artículos 1097,
1105, 1106, 1107 y 1108 del Código Civil Federal, el propietario del predio dominante tiene derecho a exigir
el paso correspondiente y, en forma correlativa, el dueño del predio sirviente está obligado a tolerar ese paso y
sólo puede reclamar la indemnización por el perjuicio que ello le ocasione, además de que tiene derecho a
señalar el lugar en que habrá de ubicarse el paso. Ahora bien, cuando exista discrepancia en cuanto a las
medidas y ubicación del paso, o cuando existan varios predios por donde pueda darse el paso, y no exista
acuerdo sobre cuál es el que debe proporcionarlo, en función del menor perjuicio que deba causarse, el dueño
del predio dominante puede ejercer la denominada acción confesoria, para que el órgano jurisdiccional
determine, en términos de los artículos 1099, 1100, 1101 y 1102 del Código Civil Federal, el predio obligado
y, en su caso, el lugar y medidas idóneas para la ubicación del paso correspondiente. No obstante, la
intervención del órgano jurisdiccional sólo tiene lugar ante la discrepancia referida; de manera que, no
existiendo ésta, es innecesaria la intervención del juzgador para el establecimiento de la servidumbre legal de
paso, pues en ese caso no habrá controversia que deba someterse a la potestad jurisdiccional.
Consecuentemente, si los supuestos descritos en la norma obedecen a la situación natural de enclavamiento de
los predios, es patente que la mera actualización fáctica de tales presupuestos hacen nacer el derecho a exigir
el paso y la obligación de concederlo; es claro que en cuanto se establezca el acceso o se instalen los
materiales necesarios, surge la servidumbre legal de paso, sin necesidad de que intervenga autoridad
jurisdiccional; asimismo, la actualización de esos supuestos fácticos y el establecimiento material de la
servidumbre generan automáticamente a favor del dueño del predio sirviente, el derecho a exigir la
indemnización por los perjuicios que se le ocasionen y, en consecuencia, a partir de ese momento surge la
legitimación para ejercer la acción tendente a exigir judicialmente tal indemnización; por ende, ese evento es
también el punto de partida para que comience a computarse el plazo de la prescripción negativa de tal acción
indemnizatoria, en términos del artículo 1098 del ordenamiento sustantivo citado."
De la parte considerativa de esta ejecutoria, destaca lo siguiente:
1) La servidumbre legal de paso es un derecho real que recae sobre el bien inmueble y obedece
siempre a la situación natural de los predios, de la cual surge la necesidad de que el dueño del predio vecino
proporcione acceso a la vía pública o, en su caso, tolere el paso; y una vez que se da ésta, por disposición de
los artículos 1097, 1105, 1106, 1107 y 1108 del Código Civil Federal, el propietario del predio dominante
tiene derecho a exigir el paso correspondiente; a la vez en forma correlativa, el dueño del predio sirviente está
obligado a tolerar el paso, y únicamente puede reclamar la indemnización por el perjuicio que ello le
ocasione.
3) En el caso de que exista discrepancia, en cuanto a las medidas y ubicación del paso, o bien,
cuando existan varios predios por donde deba darse éste, y no haya acuerdo sobre cuál es el predio que deba
proporcionarlo, el dueño del predio dominante puede ejercer la acción confesoria, para que el órgano
jurisdiccional determine cuál es el predio obligado y, en su caso, el lugar y medidas idóneas para la ubicación
de la servidumbre.
Ahora bien, como el contenido de la tesis de jurisprudencia 2a./J. 29/2008, de esta Segunda Sala, de
rubro: "SERVIDUMBRE LEGAL DE PASO. SE CONSTITUYE CUANDO SE ACTUALIZAN LOS
SUPUESTOS NORMATIVOS Y SE ESTABLECE FÍSICAMENTE EL ACCESO O SE INSTALAN LOS
MATERIALES CORRESPONDIENTES, SIN QUE ELLO REQUIERA DE DECLARACIÓN JUDICIAL.",
que fue analizada por los órganos colegiados contendientes, no incluye el pronunciamiento relativo al
momento en que inicia el plazo de la prescripción negativa, tratándose de una servidumbre legal de paso en su
modalidad de conducción de energía eléctrica, constituida en tierras ejidales cuando los integrantes del núcleo
no tienen delimitadas sus parcelas, este órgano colegiado estima necesario en cumplimento a la garantía de
seguridad jurídica prevista en el artículo 17 constitucional, definir el punto de contradicción, y que se señale
la tesis que debe prevalecer como jurisprudencia en términos de los artículos 107, fracción XIII, de la
Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo.
Para tal efecto, el estudio debe iniciarse a la luz de lo resuelto por esta Segunda Sala en la
contradicción de tesis **********, en la que se determinó que cuando se demande a la Comisión Federal de
Electricidad el pago de la indemnización correspondiente por la constitución de una servidumbre para la
instalación de obras destinadas a la conducción de energía eléctrica en tierras ejidales o comunales, la norma
aplicable lo es la legislación civil federal, en razón de lo siguiente:
• Las cuestiones que atañen a la Comisión Federal de Electricidad son de jurisdicción federal.
• La Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica remite expresamente al Código Civil Federal;
• Los tribunales agrarios aplican en forma supletoria, tanto el Código Civil Federal como lo
dispuesto en el Código Federal de Procedimientos Civiles;
• La Ley Agraria no contiene normas específicas para regular servidumbres para la conducción de la
energía eléctrica, sino sólo enuncia la posibilidad de que se constituyan las que sean necesarias para el
aprovechamiento y uso del agua en los ejidos; y,
• La Ley Agraria, prevé la posibilidad de que los bienes ejidales se afecten por la instalación de
postes y cableado para proporcionar energía eléctrica a la población, a través de la expropiación, figura
jurídica que como alternativa puede solicitar la Comisión Federal de Electricidad.
"De lo hasta aquí expuesto, puede concluirse que cuando se demanda a la Comisión Federal de
Electricidad, ante los tribunales agrarios, el pago de la correspondiente indemnización por la constitución de
una servidumbre para la instalación de obras destinadas a la conducción de energía eléctrica, las normas
aplicables para que tales tribunales decidan sobre la procedencia de dicha prestación, son las correspondientes
a la legislación civil federal. Primero, porque las cuestiones que atañen a dicha Comisión son de jurisdicción
federal; segundo, porque la propia Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica remite expresamente al
Código Civil Federal; tercero, porque los tribunales agrarios aplican en forma supletoria tanto el Código Civil
Federal, como lo dispuesto en el Código Federal de Procedimientos Civiles; cuarto, porque la Ley Agraria no
contiene normas específicas para regular servidumbres para tales fines, sino que sólo enuncia la posibilidad de
que se constituyan las que sean necesarias para el aprovechamiento y uso del agua en los ejidos; y, quinto,
porque si bien la Ley Agraria prevé la posibilidad de que los bienes ejidales se afecten por la instalación de
postes y cableado para proporcionar energía eléctrica a la población, el mecanismo que instituyó dicha ley es
la expropiación, figura jurídica que como alternativa pudo haber solicitado la Comisión Federal de
Electricidad, pero que sin embargo no fue la que utilizó para tender dichos postes y cableado."
La tesis de jurisprudencia número 2a./J. 47/2011, que derivó de este criterio pendiente de
publicación, dice:
"Artículo 1108. Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más
fincas, o para conducir energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en
terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización
correspondiente. Esta servidumbre trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de conducción de
los materiales necesarios para la construcción y vigilancia de la línea."
El numeral 1098 de este ordenamiento legal prevé la prescriptibilidad por el solo transcurso del
tiempo, del derecho que tiene el propietario de una finca afectada por una servidumbre legal de paso, de
obtener la indemnización equivalente al perjuicio que se le ocasione, pues dicho numeral establece:
"Artículo 1098. La acción para reclamar esta indemnización es prescriptible; pero aunque prescriba,
no cesa por este motivo el paso obtenido."
A este plazo se le denomina prescripción negativa, y se regula en los artículos 1158 y 1159, de la
siguiente manera:
"Artículo 1158. La prescripción negativa se verifica por el solo transcurso del tiempo fijado por la
ley."
"Artículo 1159. Fuera de los casos de excepción, se necesita el lapso de diez años, contado desde que
una obligación pudo exigirse, para que se extinga el derecho de pedir su cumplimiento."
El primero de los numerales transcritos alude a la prescripción negativa, que se actualiza por el
transcurso del tiempo fijado por la ley; el segundo establece el término de diez años para que ésta opere,
contado a partir de que la obligación pudo exigirse.
Ahora bien, partiendo del hecho de que la servidumbre es un derecho real que recae sobre el bien
inmueble, que obedece siempre a la situación natural de los predios, y tomando en cuenta los criterios de esta
Segunda Sala que se contienen en las tesis jurisprudenciales 2a./J. 29/2008 y 2a./J. 47/2011, en el sentido de
que la servidumbre legal de paso se constituye desde el momento en que se instalan los materiales
correspondientes o se actualizan los supuestos normativos, y sólo se debe acudir a la autoridad jurisdiccional
cuando exista discrepancia en cuanto a las medidas y ubicación del predio, o bien, cuando hubiere desacuerdo
respecto del predio que deberá proporcionar la servidumbre, además de que la ley aplicable para el reclamo de
la indemnización correspondiente a una servidumbre legal de paso en su modalidad de conducción de cables
de energía eléctrica en terrenos ejidales, lo es la ley civil federal, resulta válido concluir, que el cómputo del
plazo para que opere la prescripción negativa, tratándose de una servidumbre legal de esta naturaleza, inicia
sin excepción alguna, desde el momento en que ésta se actualiza.
Lo anterior, porque el hecho de que los predios afectados pertenecientes al ejido estén o no asignados
a un ejidatario en lo particular, no hace nula la configuración de la servidumbre porque se trata de una acción
real que recae sobre el inmueble, y es el ejido el que detenta la propiedad de los predios. Por tanto, la
parcelación posterior no le otorga al ejidatario la posibilidad de exigir la indemnización correspondiente, si no
lo hizo dentro del plazo de diez años que para tal efecto establece la ley aplicable, pues la servidumbre de esta
naturaleza, surge desde el momento en que la Comisión Federal de Electricidad instala los materiales
necesarios para su establecimiento, y porque se trata de un gravamen de naturaleza legal, no consensual, que
no requiere de declaración judicial, excepto en el caso de que exista discrepancia en cuanto a que el predio
sirviente sea impracticable, porque resulte muy oneroso, salvedad a que refiere expresamente el artículo 1100
del Código Civil Federal, que dice:
"Artículo 1100. Si el Juez califica el lugar señalado de impracticable o de muy gravoso al predio
dominante, el dueño del sirviente debe señalar otro."
En estas condiciones, esta Segunda Sala considera que debe prevalecer con carácter de
jurisprudencia, en términos del artículo 192 de la Ley de Amparo, el criterio siguiente:
SEGUNDO.-Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio de esta Sala a que se refiere el
considerando último de este fallo.
Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cinco votos de los señores Ministros Margarita Beatriz Luna Ramos, Sergio A. Valls Hernández, José
Fernando Franco González Salas, Luis María Aguilar Morales y Ministro presidente Sergio Salvador Aguirre
Anguiano.
El artículo 1070 del Código Civil Federal señala que las servidumbres establecidas para
la utilidad pública se regirán por las leyes y reglamentos especiales y, en su defecto,
por las disposiciones del Título Sexto del propio Código, que regula ese derecho real;
por su parte, el artículo 23 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica prevé que
la constitución de servidumbres para la instalación de postes y cableado de energía
eléctrica se ajustará a las disposiciones del referido Código; y finalmente, como la Ley
Agraria no establece regulación alguna para las servidumbres con ese destino, es
evidente que para ellas cobra aplicación la normativa de la codificación civil federal.
Por tanto, al tratarse de un gravamen real impuesto sobre un inmueble en beneficio de
otro perteneciente a distinto dueño, en términos del artículo 1057 del referido Código,
la indemnización sólo debe comprender el valor comercial de la superficie afectada,
determinado por peritos, teniendo en cuenta los precios de plaza y los frutos que, en
su caso, produjere o fuere capaz de producir el inmueble en el momento en que
materialmente se constituyó la servidumbre, en términos del supletorio artículo 155
del Código Federal de Procedimientos Civiles, más la correspondiente actualización a la
fecha en que se condene a su pago, cuya cuantificación corresponde hacer en el
incidente de liquidación de sentencia respectivo, a fin de que la indemnización refleje
el valor presente.
2a./J. 47/2011
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para
conocer de la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad con lo dispuesto en los artículos
107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197-A de la Ley de Amparo
y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el punto segundo
del Acuerdo General Número 5/2001 del Pleno de este Alto Tribunal y el artículo 86, segundo párrafo, del
Reglamento Interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en virtud de que el presente asunto se
ocupa de la posible contradicción de tesis sustentadas por dos Tribunales Colegiados en asuntos que versan
sobre la materia administrativa, que es de la especialidad de esta Sala.
TERCERO. A continuación, conviene reseñar los antecedentes de los asuntos que dieron lugar a las
ejecutorias en probable conflicto, así como las consideraciones formuladas por los respectivos Tribunales
Colegiados de Circuito:
Varios ejidatarios, así como los miembros del comisariado ejidal del ejido **********, en el
Municipio de Tihuatlán, Veracruz, promovieron un juicio agrario, donde demandaron a la Comisión Federal
de Electricidad.
Seguidos los trámites del procedimiento, el Tribunal Unitario Agrario del Trigésimo Segundo
Distrito dictó sentencia, en la que resolvió constituir la servidumbre de paso en favor de la Comisión Federal
de Electricidad, y condenar a ésta al pago de la indemnización a que se refiere el artículo 1108 del Código
Civil Federal. Además, se afirmó que, aun cuando el precepto recién mencionado no especifica cómo debe
fijarse ese pago indemnizatorio, lo cierto es que el diverso artículo 1097 del mismo cuerpo legal establece que
la indemnización por la constitución legal de la servidumbre de paso es equivalente al perjuicio que ocasiona
este gravamen al propietario del predio sirviente; entendiendo por "perjuicio" la privación de cualquier
ganancia lícita que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de una obligación.
Para determinar la señalada indemnización, el tribunal agrario tomó en cuenta el valor comercial de
las parcelas de los actores en el juicio principal, ya que, a pesar de que no se trataba de la enajenación de una
porción de terreno, lo cierto es que por la constitución de la servidumbre la Comisión Federal de Electricidad
obtuvo el uso, usufructo o cualquier otra forma de aprovechamiento respecto de la fracción afectada por la
servidumbre, mientras que los ejidatarios tienen que soportarla. Además, consideró que se debían tomar en
cuenta los precios de plaza y los frutos que en su caso produjeren o fuesen capaces de producir los predios en
cuestión y todas las demás circunstancias que pudieran influir en la determinación del valor comercial. Para
fundar esta determinación, invocó la tesis aislada P. XXIV/2004, de rubro: "SENTENCIAS DE AMPARO.
EN EL PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS COMO CUMPLIMIENTO SUSTITUTO DE AQUÉLLAS, EL
VALOR COMERCIAL DE LOS BIENES INMUEBLES ES EL ADECUADO PARA FIJAR SU
CUANTÍA.".(1) De igual manera, consideró que era aplicable supletoriamente lo dispuesto en el artículo 155
del Código Federal de Procedimientos Civiles, porque el objeto del dictamen pericial era la práctica de un
avalúo, y debía considerase el valor comercial de los predios.
Por último, el tribunal agrario consideró que no era correcto lo sostenido por la Comisión Federal de
Electricidad, en el sentido de que se debió tomar en cuenta la indemnización que determinara la Comisión de
Avalúos de Bienes Nacionales en términos del artículo 94 de la Ley Agraria, puesto que ese precepto se
refiere específicamente a las indemnizaciones por expropiación, y no era ese el caso.
El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito, órgano que conoció
del asunto, resolvió conceder la protección constitucional solicitada por el órgano descentralizado, atendiendo
a las siguientes consideraciones:
"Luego, si en el presente caso los actores en el juicio agrario, aquí terceros perjudicados,
demandaron que se condenara a la Comisión Federal de Electricidad al pago de la indemnización
correspondiente por el uso de servidumbre legal de paso utilizada con líneas de alta tensión en terrenos
ejidales, entre otras prestaciones, resulta evidente que se actualiza la hipótesis prevista en los dos primeros
artículos transcritos (artículos 1097 y 1108 del Código Civil Federal), ya que la aquí quejosa, para conducir
energía eléctrica de una población a otra, colocó postes y tendió alambres sobre tierras respecto de las que los
actores ejercen sus derechos de posesión como sujetos agrarios, por lo que la Comisión Federal de
Electricidad está obligada a indemnizarlos con una cantidad de dinero equivalente al perjuicio que pudiera
ocasionar ese gravamen y no conforme al valor comercial como incorrectamente lo determinó el tribunal
responsable, pues en términos del artículo 155 del Código Federal de Procedimientos Civiles, existe
disposición expresa (artículos 1097 y 1108 del Código Civil Federal) que establecen como base para el avalúo
de la indemnización correspondiente, el perjuicio que se pudiera ocasionar con la servidumbre legal de paso,
de manera que los precios de plaza, los frutos que, en su caso, produjere o fuere capaz de producir la cosa
objeto del avalúo y todas las circunstancias que puedan influir en la determinación del valor comercial, no
deben ser tomadas en cuenta al momento de establecer la indemnización de que se trata; y al no considerarlo
así el tribunal responsable violó en perjuicio de la quejosa la garantía de legalidad tutelada por el artículo 16
de la Constitución Federal.
"En las relatadas condiciones, debe concederse el amparo solicitado, para el efecto de que la Sala
Fiscal (sic) responsable deje insubsistente la sentencia reclamada y, reiterando las consideraciones relativas a
la procedencia de la acción de indemnización demandada, siguiendo los lineamientos establecidos en esta
ejecutoria y con plenitud de jurisdicción, establezca el monto de la referida indemnización."
Este asunto tiene los mismos antecedentes que el reseñado anteriormente. Unos ejidatarios
demandaron a la Comisión Federal de Electricidad ante el Tribunal Unitario Agrario del Trigésimo Segundo
Circuito, y reclamaron el pago de una indemnización por ocupar diversas áreas de sus parcelas (ubicadas en
ejido **********, Municipio de Papantla, Veracruz), con el fin de instalar líneas de transmisión de energía
eléctrica, cables y postes.
En este caso, la Comisión Federal de Electricidad también promovió amparo directo para combatir la
resolución agraria, y el juicio de garantías se radicó ante el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Séptimo Circuito, órgano que negó la protección constitucional solicitada en los siguientes
términos:
"Por otra parte, es inexacto lo alegado por el disconforme en torno a que la indemnización de mérito,
a cuyo pago se le condenó en la sentencia combatida, contraviene el artículo 155 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, al establecer su monto con base en el valor comercial de las parcelas afectadas con la
instalación de las líneas de transmisión de energía eléctrica denominadas Laguna Verde -A3390-Poza Rica II
y Subestación Poza Rica Dos-93050-Subestación Jalacingo, ubicadas en el ejido ‘**********’, Municipio de
Papantla, Veracruz, ya que, según afirma, ‘Lo procedente es una condena por la servidumbre legal de paso
(figura prevista en el artículo 1108 del Código Civil Federal), ésta debe ser una indemnización que por
disposición expresa se encuentra prevista en el numeral 1097 del Código Civil Federal y no a base de una
prueba pericial, como la responsable lo hace después de ordenar el perfeccionamiento de dicha prueba, por lo
que la condena tendría que ser en base al perjuicio que le ocasione el gravamen de la servidumbre y no tomar
el valor comercial para el pago indemnizatorio’, atento a que, como con justeza precisó el citado tribunal, del
artículo 1097 del Código Civil Federal, de aplicación supletoria, el cual a la letra dice que: ‘El propietario de
una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin salida a la vía pública, tiene derecho de exigir paso, para
el aprovechamiento de aquélla, por las heredades vecinas, sin que sus respectivos dueños puedan reclamarle
otra cosa que una indemnización equivalente al perjuicio que les ocasione este gravamen’, se desprende que la
indemnización de que se trata, debe ser equivalente al perjuicio que ocasione la servidumbre de paso al
propietario del predio sirviente, entendiéndose por perjuicio la privación de cualquier ganancia lícita que
debiera haberse obtenido con el cumplimiento de una obligación, razón por la cual señaló que: ‘Para
determinar la indemnización a favor de los actores por el perjuicio que les depara la constitución de la
servidumbre legal de paso, este tribunal se apoya en el valor comercial de las parcelas de los actores en el
principal, porque no obstante de que no se está ante la presencia de una enajenación de la fracción del predio
sirviente a la persona que se sirve de la misma, en este caso, a la persona moral a favor de quien se constituyó,
o de una expropiación, ni tampoco la constitución de la servidumbre implica la exclusión de las tierras en
cuestión del régimen ejidal y propiedad del ejido y de la titularidad de los actores en el juicio principal y
demandados en reconvención, lo cierto es que por la constitución de dicho gravamen, la Comisión Federal de
Electricidad obtiene el uso, usufructo o cualquier forma de aprovechamiento de la fracción afectada por la
servidumbre, en tanto que los ejidatarios y/o posesionarios titulares de las parcelas en las cuales se impuso el
gravamen, conservan la titularidad, pero tienen la obligación de no hacer o tolerar, con lo cual sufren la
privación de usar, disfrutar y usufructuar de esa superficie, derechos previstos por los artículos 14 y 76 de la
Ley Agraria, ello atendiendo a que la propia Comisión Federal de Electricidad reconviene de los actores en el
principal y demandados en reconvención, que se abstengan de realizar cualquier tipo de construcción y/o
siembra de cualquier especie mayor a los tres metros de altura dentro de la superficie afectada por el
gravamen, aunado a que dicho gravamen, no sólo conlleva la ocupación de la superficie en las torres o postes
que se colocan, y del espacio aéreo, sino también el derecho de vía, entendido como el espacio necesario para
que la demandada principal, realice maniobras en torno a las líneas y obviamente los postes donde se sujetan,
incluido el acceso a la maquinaria respectiva, motivo por el cual en la superficie gravada, los ejidatarios y/o
posesionarios, no podrán realizar ningún trabajo agrícola o ganadero durante todo el tiempo que dure la
servidumbre de paso, lo que significa una constante privación de ganancias lícitas para ellos, circunstancia
que dificulta la cuantificación de los perjuicios ocasionados; por lo tanto, este juzgador considera que
tratándose de bienes inmuebles el valor comercial es idóneo para tasar su precio, y obtener de esta forma, el
monto de la indemnización que corresponde a todos y cada uno de los actores en el juicio principal y
demandados en reconvención, que sea equivalente al perjuicio que ocasiona la constitución de la servidumbre
en sus respectivas parcelas, debiendo tomar en consideración los precios de plaza y los frutos que en su caso
produjere o fuese capaz de producir el predio en cuestión y todas las demás circunstancias que puedan influir
en la determinación del valor comercial’, lo que también es correcto, y encuentra apoyo en la tesis que invocó
en lo conducente, del Pleno de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación que con el número P. XXIV/2004
y epígrafe ‘SENTENCIAS DE AMPARO. EN EL PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS COMO
CUMPLIMIENTO SUSTITUTO DE AQUÉLLAS, EL VALOR COMERCIAL DE LOS BIENES
INMUEBLES ES EL ADECUADO PARA FIJAR SU CUANTÍA.’ es consultable en la página ciento
cuarenta y seis del Tomo XIX, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta editado en
mayo de dos mil cuatro, cuya sinopsis reza: ‘Cuando se trata de bienes inmuebles, el valor comercial o de
mercado es idóneo para tasar su precio o medida de cambio en unidades monetarias, el cual, en el glosario de
términos de valuación de la comisión de avalúos de bienes nacionales, se define como el precio más probable
estimado, por el cual una propiedad se intercambiaría en la fecha del avalúo, entre un comprador y un
vendedor actuando por voluntad propia en una transacción sin intermediarios, con un plazo razonable de
exposición donde ambas partes actúan con conocimiento de los hechos pertinentes, con prudencia y sin
compulsión. En la doctrina también se ha aceptado como método de valoración, el valor de mercado, y se ha
definido como la suma de dinero para el que, en condiciones normales, se hallaría comprador para el
inmueble; el más probable que un vendedor es capaz de aceptar y un comprador de pagar, en una situación
similar a la del mercado analizado; el importe neto que razonablemente podría recibir un vendedor por la
venta de la propiedad en la fecha de la valoración, mediante una comercialización adecuada y suponiendo que
exista, al menos, un comprador correctamente informado de las características del inmueble y que ambos,
comprador y vendedor, actúen libremente y sin un interés particular en la operación. En todo caso, el valor
comercial o de mercado debe estar acotado en el tiempo al justiprecio del inmueble en la época y en las
condiciones que tenía cuando se cometió la violación de garantías individuales, más el factor de actualización
previsto en el artículo 7o., fracción II, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, en acatamiento de la regla
retrospectiva establecida en el artículo 80 de la Ley de Amparo, relativa a la restitución a la parte quejosa en
el goce de sus garantías individuales violadas.’."
Los requisitos fijados por el Tribunal Pleno para determinar en qué casos se configura ésta, se
plasmaron en la tesis P. XLVI/2009, cuyo rubro dice: "CONTRADICCIÓN DE TESIS. EXISTE CUANDO
LAS SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS JURÍDICOS
DISCREPANTES SOBRE UN MISMO PUNTO DE DERECHO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS
CUESTIONES FÁCTICAS QUE LO RODEAN NO SEAN EXACTAMENTE IGUALES
(INTERRUPCIÓN DE LA JURISPRUDENCIA P./J. 26/2001, DE RUBRO: ‘CONTRADICCIÓN DE TESIS
DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.’)."
De acuerdo con la tesis invocada, hay contradicción cuando "dos o más órganos jurisdiccionales
terminales adoptan criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de derecho, independientemente de
que las cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente iguales".
Acorde con este criterio, en el caso, sí existe contradicción, porque los órganos colegiados de
referencia estudiaron la misma cuestión jurídica, que lo es la forma en que la Comisión Federal de
Electricidad debe indemnizar a ciertos ejidatarios para resarcirlos por la constitución de una servidumbre de
paso en sus parcelas, arribando los Tribunales Colegiados de Circuito a conclusiones discrepantes.
Lo anterior, porque el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Séptimo Circuito
resolvió que fue incorrecto que el Tribunal Unitario Agrario cuantificara la indemnización con base en el
valor comercial de las parcelas afectadas, pues señaló que los artículos 1097 y 1108 del Código Civil Federal
son suficientes para determinar que la indemnización se debe calcular exclusivamente con base en los
perjuicios que se pudieran ocasionar con la servidumbre legal de paso, sin que para ello se deba tomar en
cuenta el valor comercial a que se refieren la tesis aislada P. XXIV/2004 y el artículo 155 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, ya que hay una determinación expresa que establece que la base para el avalúo de
la indemnización debe ser el perjuicio ocasionado al predio sirviente, por lo que no se deben tomar en cuenta
los precios de plaza, los frutos que produjere el predio objeto del avalúo o las circunstancias que pudieran
influir en la determinación del valor comercial.
Por su parte, el Primer Tribunal Colegiado, especializado en la misma materia y circuito, validó la
resolución del Tribunal Unitario Agrario, ya que consideró que si bien la indemnización debe ser equivalente
a los perjuicios que ocasione la servidumbre de paso, éstos pueden cuantificarse con base en el valor
comercial de las parcelas afectadas, lo que encuentra sustento en el artículo 155 del Código Federal de
Procedimientos Civiles y en la tesis aislada del Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación número
P. XXIV/2004. Por tanto, concluyó dicho Tribunal Colegiado, fue correcto que se condenara a la Comisión
Federal de Electricidad al pago de la indemnización correspondiente a la constitución de una servidumbre de
paso, y para su cálculo debíanestimarse los precios de plaza y los frutos que produjere el predio sirviente, o
cualquier otra circunstancia que pudiera influir en el valor comercial de éste.
Consecuentemente, el punto de derecho en el que se centra la contradicción de tesis tiene por objeto
precisar cómo debe calcularse la indemnización que debe pagar la Comisión Federal de Electricidad, por la
constitución de una servidumbre legal de paso en tierras sujetas al régimen ejidal o comunal.
QUINTO. Esta Segunda Sala considera que debe prevalecer el criterio que aquí se sustenta,
conforme a las consideraciones que a continuación se expresan:
En los asuntos que dieron lugar a la presente contradicción de criterios, la Comisión Federal de
Electricidad fue demandada ante un Tribunal Unitario Agrario, reclamándole el pago de la correspondiente
indemnización por la constitución de sendas servidumbres para la instalación de líneas de transmisión
eléctrica con postes y cableado en tierras ejidales, a fin de poder prestar el servicio público que le
corresponde, el cual está considerado como de orden público, de conformidad con los artículos 1o. y 2o. de la
Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, que disponen:
"Artículo 2o. Todos los actos relacionados con el servicio público de energía eléctrica son de orden
público."
Los Tribunales Unitarios Agrarios que conocieron de las respectivas demandas entabladas contra la
Comisión Federal de Electricidad asumieron la competencia para conocer de los correspondientes juicios de
origen con apoyo en la atribución que les confiere el artículo 18, fracción V, de la Ley Orgánica de los
Tribunales Agrarios, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 18. Los Tribunales Unitarios conocerán, por razón del territorio, de las controversias que
se les planteen con relación a tierras ubicadas dentro de su jurisdicción, conforme a la competencia que les
confiere este artículo.
"...
"V. De los conflictos relacionados con la tenencia de las tierras ejidales y comunales."
Por tanto, los juicios agrarios que dieron origen a la presente contradicción de tesis fueron tramitados
en términos de la Ley Agraria, la cual instituye primordialmente a la legislación civil federal (sustantiva y
adjetiva) como normatividad supletoria, en términos de lo dispuesto en su artículo 2o., párrafo primero, de ese
ordenamiento, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 2o. En lo no previsto en esta ley, se aplicará supletoriamente la legislación civil federal y,
en su caso, mercantil, según la materia de que se trate."
También conviene precisar que la Comisión Federal de Electricidad es un organismo descentralizado
al que le corresponde la prestación del servicio público de energía eléctrica, cuyos actos jurídicos están
sujetos a la jurisdicción federal, de acuerdo con los artículos 7o., 8o. y 45 de la Ley del Servicio Público de
Energía Eléctrica, que establecen:
"Artículo 7o. La prestación del servicio público de energía eléctrica que corresponde a la Nación,
estará a cargo de la Comisión Federal de Electricidad, la cual asumirá la responsabilidad de realizar todas las
actividades a que se refiere el artículo 4o."
"La comisión podrá convenir la aplicación del derecho extranjero, la jurisdicción de tribunales
extranjeros en asuntos mercantiles y celebrar acuerdos arbitrales cuando así convenga al mejor cumplimiento
de su objeto."
Con base en lo anterior, resulta incuestionable que si son de jurisdicción federal todas las cuestiones
relativas a los actos jurídicos que celebre la Comisión Federal de Electricidad, las servidumbres que requiera
para cumplir con su objeto público deben sujetarse a lo dispuesto en el Código Civil Federal, el cual, en su
artículo 1070, prevé que las servidumbres constituidas para la utilidad pública se rigen por las leyes y
reglamentos especiales y, sólo ante la falta de normatividad específica, por las disposiciones del título sexto
del propio código que reglamenta todo lo relativo a esa figura jurídica, la cual está concebida en dicho código
como un gravamen real impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño, en
términos de su diverso artículo 1057, disposiciones legales que, en ese orden, establecen lo siguiente:
"Artículo 1070. Todo lo concerniente a las servidumbres establecidas para la utilidad pública o
comunal, se regirá por las leyes y reglamentos especiales y, en su defecto, por las disposiciones de este título."
Esta remisión que hace el Código Civil Federal en favor de las leyes y reglamentos especiales
conduce al examen de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, a fin de analizar si la misma se ocupa
de establecer normas específicas en materia de servidumbres, sin embargo, esta ley, lejos de prever alguna
normatividad relacionada con esos gravámenes, hace una recíproca conexión con el citado código
devolviéndole a éste expresamente su aplicabilidad, de conformidad con el artículo 23 de la ley mencionada,
cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 23. Para la adquisición o uso de bienes inmuebles que se destinen a la prestación del
servicio público de energía eléctrica procederá, en su caso, previa declaración de utilidad pública dictada de
conformidad con las leyes respectivas, la expropiación, la ocupación temporal, total o parcial o la limitación
de los derechos de dominio. La constitución de servidumbre se ajustará a las disposiciones del Código Civil
del orden Federal.
"Cuando los inmuebles sean propiedad de la Federación de los Estados o Municipios, la Comisión
Federal de Electricidad elevará las solicitudes que legalmente procedan."
Por tanto, interpretados en armonía tanto el Código Civil Federal como la Ley del Servicio Público
de Energía Eléctrica, se concluye que las servidumbres cuando son constituidas para proporcionar ese servicio
se rigen por las disposiciones del título sexto del propio código que reglamenta todo lo relativo a esta figura
jurídica.
No escapa a la atención de esta Segunda Sala que otra ley especial, como es la Ley Agraria, también
prevé la posibilidad de que las tierras ejidales o comunales se vean afectadas por la instalación de obras
destinadas a la prestación del servicio público de energía eléctrica, empero, el acto jurídico por virtud del cual
la legislación agraria dispone que es factible llevar a cabo dicha limitación de dominio se hace consistir en la
expropiación, la cual se encuentra regulada en la referida Ley Agraria en los siguientes términos:
"Artículo 93. Los bienes ejidales y comunales podrán ser expropiados por alguna o algunas de las
siguientes causas de utilidad pública:
"...
"VII. La construcción de puentes, carreteras, ferrocarriles, campos de aterrizaje y demás obras que
faciliten el transporte, así como aquellas sujetas a la Ley de Vías Generales de Comunicación y líneas de
conducción de energía, obras hidráulicas, sus pasos de acceso y demás obras relacionadas; y ..."
"Artículo 94. La expropiación deberá tramitarse ante la Secretaría de la Reforma Agraria. Deberá
hacerse por decreto presidencial que determine la causa de utilidad pública y los bienes por expropiar y
mediante indemnización. El monto de la indemnización será determinado por la Comisión de Avalúos de
Bienes Nacionales, atendiendo al valor comercial de los bienes expropiados; en el caso de la fracción V del
artículo anterior, para la fijación del monto se atenderá a la cantidad que se cobrará por la regularización. El
decreto deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación y se notificará la expropiación al núcleo de
población.
"En los casos en que la administración pública federal sea promovente, lo hará por conducto de la
dependencia o entidad paraestatal que corresponda, según las funciones señaladas por la ley.
"Los predios objeto de la expropiación sólo podrán ser ocupados mediante el pago o depósito del
importe de la indemnización, que se hará de preferencia en el fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal
o, en su defecto, mediante garantía suficiente."
"Artículo 95. Queda prohibido autorizar la ocupación previa de tierras aduciendo que, respecto de las
mismas, se tramita expediente de expropiación, a menos que los ejidatarios afectados o la asamblea, si se trata
de tierras comunes, aprueben dicha ocupación."
"Artículo 96. La indemnización se pagará a los ejidatarios atendiendo a sus derechos. Si dicha
expropiación sólo afecta parcelas asignadas a determinados ejidatarios, éstos recibirán la indemnización en la
proporción que les corresponda. Si existiere duda sobre las proporciones de cada ejidatario, la Procuraduría
Agraria intentará la conciliación de intereses y si ello no fuera posible, se acudirá ante el tribunal agrario
competente para que éste resuelva en definitiva."
"Artículo 97. Cuando los bienes expropiados se destinen a un fin distinto del señalado en el decreto
respectivo, o si transcurrido un plazo de cinco años no se ha cumplido con la causa de utilidad pública, el
fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal ejercitará las acciones necesarias para reclamar la reversión
parcial o total, según corresponda, de los bienes expropiados y opere la incorporación de éstos a su
patrimonio."
En tal virtud, si la Ley Agraria sólo establece normatividad para poder afectar terrenos ejidales y
comunales para la instalación de líneas de conducción de energía eléctrica a través de la figura jurídica de la
expropiación, no hay duda alguna de que este otro ordenamiento especial, rector de la materia agraria, no
resta obligatoriedad al Código Civil Federal para normar la constitución de servidumbres destinadas a
proporcionar el servicio de energía eléctrica, pues la expropiación y la servidumbre constituyen dos
instituciones que en la especie pueden ser utilizadas con el mismo fin (instalación de líneas de conducción),
pero es obvio que ambos instrumentos legales están caracterizados por un tratamiento legal bien distinto.
En el mismo tenor, aunque la Ley Agraria contiene normas que regulan ciertas servidumbres, como
son las destinadas al aprovechamiento de volúmenes de agua en los ejidos, su existencia tampoco resta
aplicación al Código Civil Federal cuando tales gravámenes tienen por finalidad la instalación de obras para
la prestación del servicio de energía eléctrica, ya que la conducción del agua resulta por completo ajena a la
instalación de los postes y las líneas de conducción que demanda ese servicio, tal como se advierte de las
siguientes disposiciones de la ley citada:
"Artículo 52. El uso o aprovechamiento de las aguas ejidales corresponde a los propios ejidos y a los
ejidatarios, según se trate de tierras comunes o parceladas."
"Artículo 54. Los núcleos de población ejidal beneficiados con aguas correspondientes a distritos de
riego u otros sistemas de abastecimiento están obligados a cubrir las tarifas aplicables."
"Artículo 55. Los aguajes comprendidos dentro de las tierras ejidales, siempre que no hayan sido
legalmente asignados individualmente, serán de uso común y su aprovechamiento se hará conforme lo
disponga el reglamento interno del ejido o, en su defecto, de acuerdo con la costumbre de cada ejido, siempre
y cuando no se contravenga la ley y normatividad de la materia."
Para complementar lo relativo a las servidumbres para el aprovechamiento del agua en los ejidos,
también resulta pertinente citar los artículos 29 Bis 6 y 56 de la Ley de Aguas Nacionales, que establecen lo
siguiente:
"Servidumbres
"Se considerarán servidumbres naturales a los cauces de propiedad nacional en los cuales no existan
obras de infraestructura. El propietario del fundo dominante no puede agravar la sujeción del fundo sirviente.
"Se considerarán servidumbres forzosas o legales aquellas establecidas sobre los fundos que sirvan
para la construcción de obras hidráulicas como embalses, derivaciones, tomas directas y otras captaciones,
obras de conducción, tratamiento, drenajes, obras de protección de riberas y obras complementarias,
incluyendo caminos de paso y vigilancia."
"La adopción del dominio pleno sobre las parcelas ejidales implica que el ejidatario o comunero
explotará, usará o aprovechará las aguas como concesionario, por lo cual deberá contar con el título
respectivo, en los términos de la presente ley y sus reglamentos.
"Los ejidatarios que conforme a la Ley Agraria, asuman el dominio pleno sobre sus parcelas
conservarán los derechos a explotar, usar o aprovechar las aguas que venían usando. ‘La autoridad del agua’
otorgará la concesión correspondiente a solicitud del interesado, sin más requisito que contar con la
constancia oficial de la cancelación de la inscripción de la parcela de que se trate.
"Al otorgar la concesión al solicitante, ‘la autoridad del agua’ restará del volumen de agua asentado
en la dotación, restitución o accesión ejidales, el volumen que será amparado en la concesión solicitada. La
concesión y la reducción del volumen referido se inscribirán en el Registro Público de Derechos de Agua."
De lo hasta aquí expuesto puede concluirse que cuando se demanda a la Comisión Federal de
Electricidad, ante los tribunales agrarios, el pago de la correspondiente indemnización por la constitución de
una servidumbre para la instalación de obras destinadas a la conducción de energía eléctrica, las normas
aplicables para que tales tribunales decidan sobre la procedencia de dicha prestación son las correspondientes
a la legislación civil federal.
Primero, porque las cuestiones que atañen a dicha comisión son de jurisdicción federal; segundo,
porque la propia Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica remite expresamente al Código Civil Federal;
tercero, porque los tribunales agrarios aplican en forma supletoria tanto el Código Civil Federal como lo
dispuesto en el Código Federal de Procedimientos Civiles; cuarto, porque la Ley Agraria no contiene normas
específicas para regular servidumbres para tales fines, sino que sólo enuncia la posibilidad de que se
constituyan las que sean necesarias para el aprovechamiento y uso del agua en los ejidos y, quinto, porque si
bien la Ley Agraria prevé la posibilidad de que los bienes ejidales se afecten por la instalación de postes y
cableado para proporcionar energía eléctrica a la población, el mecanismo que instituyó dicha ley es la
expropiación, figura jurídica que como alternativa pudo haber solicitado la Comisión Federal de Electricidad,
pero que, sin embargo, no fue la que utilizó para tender dichos postes y cableado.
Precisada la aplicabilidad de la legislación civil federal, conviene señalar que la cuantía del pago de
la indemnización por la constitución de servidumbres para la prestación del servicio público de energía
eléctrica sobre terrenos ejidales, no necesariamente debe determinarse y liquidarse por la vía jurisdiccional a
través de una sentencia pronunciada por los tribunales agrarios, sino que la propia Comisión Federal de
Electricidad y, en general, todas las autoridades del Poder Ejecutivo Federal, cuentan con un procedimiento a
seguir, en sede administrativa, para determinar legalmente el monto de dicha indemnización, ya que la Ley
General de Bienes Nacionales y la normatividad derivada de ella, establecen la forma como podrá
oficiosamente resarcirse a las personas que resientan una afectación por las señaladas servidumbres.
Lo anterior se aprecia de la lectura de las siguientes normas de la Ley General de Bienes Nacionales:
"Artículo 1. La presente ley es de orden público e interés general y tiene por objeto establecer:
"II. El régimen de dominio público de los bienes de la Federación y de los inmuebles de los
organismos descentralizados de carácter federal;
"IV. Las bases para la integración y operación del Sistema de Administración Inmobiliaria Federal y
Paraestatal y del Sistema de Información Inmobiliaria Federal y Paraestatal, incluyendo la operación del
Registro Público de la Propiedad Federal;
"V. Las normas para la adquisición, titulación, administración, control, vigilancia y enajenación de
los inmuebles federales y los de propiedad de las entidades, con excepción de aquéllos regulados por leyes
especiales;
"VI. Las bases para la regulación de los bienes muebles propiedad de las entidades, y
"...
"...
"XI. Los inmuebles que formen parte del patrimonio de los organismos descentralizados de carácter
federal;
"...
"XIII. Las servidumbres, cuando el predio dominante sea alguno de los anteriores; ..."
"Artículo 142. La secretaría emitirá las normas, procedimientos, criterios y metodologías de carácter
técnico, conforme a los cuales se llevarán a cabo los avalúos y justipreciaciones de rentas a que se refieren los
artículos 143 y 144 de esta ley."
"Artículo 143. Previamente a la celebración de los actos jurídicos a que se refiere el presente artículo
en los que intervengan las dependencias, la Procuraduría General de laRepública, las unidades administrativas
de la Presidencia de la República y, en su caso, las entidades, corresponderá a la secretaría dictaminar:
"...
"El artículo 143 en las fracciones VII, VIII, IX y XV de la Ley General de Bienes Nacionales, señala
que previo a la celebración de los actos jurídicos en los que intervengan las dependencias, la Procuraduría
General de la República, las unidades administrativas de la Presidencia de la República y, en su caso, las
entidades, corresponderá a la Secretaría de la Función Pública (a través del Indaabin) dictaminar el monto de
la indemnización por expropiaciones, ocupación temporal o limitación de derechos de dominio sobre bienes
inmuebles, muebles, acciones, partes sociales o derechos, y el monto de compensación para la constitución de
servidumbres voluntarias o legales, así como el monto de indemnización en los casos en que la Federación
rescate concesiones, y el monto de indemnización por concepto de reparación de los daños y perjuicios
causados al erario federal.
"2. Objeto
"Esta metodología establece la forma y de ella derivan los procedimientos técnicos con los que la
propia Secretaría de la Función Pública a través de el Indaabin, debe seguir para determinar el monto de las
indemnizaciones por daños que pague el Gobierno Federal cuando por causas de utilidad pública, previa
declaratoria del Ejecutivo Federal, se proceda con la expropiación, la nacionalización, la ocupación temporal
o la simple limitación de derechos de dominio sobre bienes inmuebles, bienes muebles y unidades
económicas de propiedad privada o predios sujetos al régimen ejidal o comunal, para los fines del Estado o en
interés de la colectividad; así como fijar el monto de la indemnización para la constitución de servidumbres
voluntarias o legales, que se pague a los propietarios de los terrenos colindantes con los inmuebles federales.
"La presente metodología no incluye los procedimientos o métodos para avalúos en el caso de
expropiaciones para regularizar tierras mencionadas en el artículo 93, fracción V, de la Ley Agraria, en donde
el monto de indemnización no atiende al valor comercial sino a la cantidad que se cobrará por la
regularización.
"La adecuada interpretación de esta metodología y sus criterios técnicos permitirán así mismo, la
emisión de dictámenes con oportunidad, calidad técnica, certeza jurídica y transparencia.
"En la utilización de la metodología se deben tomar las definiciones de términos del glosario de
términos en valuación de bienes nacionales que emite el Indaabin.
"Este documento tiene su ámbito de aplicación en los casos en que se requiera contar con avalúos de
bienes inmuebles o unidades económicas e instaladas que se pretendan indemnizar por expropiación,
ocupación temporal, limitación de derechos de uso por servidumbres u otros actos de gobierno, en los que
intervengan las dependencias, la Procuraduría General de la República, las unidades administrativas de la
Presidencia de la República, las entidades y las demás instituciones públicas o privadas (instituciones de
crédito de acuerdo a lo señalado en el artículo 16 del Reglamento del Indaabin) que resulten pertinentes. Así
como los particulares que soliciten avalúos para ocupación temporal o servidumbre de paso en explotaciones
mineras de acuerdo a lo señalado en los artículos 55 y 59 del Reglamento de la Ley Minera.
"El Indaabin con los peritos valuadores que conforman su Padrón Nacional de Peritos, sus cuerpos
colegiados de avalúos, el personal técnico de la Dirección General de Avalúos y de las Delegaciones
Regionales, debe apegarse a esta metodología y criterios de carácter técnico en la práctica de los avalúos
solicitados por los servidores públicos de las dependencias, la Procuraduría General de la República, las
unidades administrativas de la Presidencia de la República y las entidades de la administración pública
federal, y cuyo contenido les servirá de guía para tener elementos que identifiquen el uso, propósito y
finalidad que se le dará al dictamen valuatorio, en cumplimiento con la Ley General de Bienes Nacionales."
De lo anterior se aprecia que la existencia de esta normatividad y metodología está destinada a las
autoridades del Poder Ejecutivo Federal para fijar oficiosamente, en sede administrativa, el monto de la
indemnización por la constitución de servidumbres, voluntarias o legales, que deban pagarse a los propietarios
de los terrenos colindantes con los inmuebles federales.
Caso distinto acontece cuando las autoridades administrativas son demandadas ante los órganos
jurisdiccionales federales, pues en este supuesto quedan sujetas a su potestad sin poder exigir que los
tribunales apliquen la metodología que ellas utilizarían para valuar bienes, pues cuando son enjuiciadas se les
coloca en la misma situación que tendría cualquiera otra persona, tal como se advierte de lo dispuesto en el
artículo 4o., párrafo primero, del Código Federal de Procedimientos Civiles, el cual es supletorio de la Ley
Agraria, y cuyo contenido es el siguiente:
En tal virtud, los tribunales agrarios no tienen obligación de atender indefectiblemente a los métodos
de valuación, propios de las autoridades administrativas, cuando ante esos tribunales se demanda la
correspondiente indemnización por la constitución de servidumbres pues, tratándose de la vía jurisdiccional,
la cuestión debe juzgarse de acuerdo con las pruebas aportadas por las partes y la valoración que de las
mismas se haga, conforme al arbitrio judicial del que gozan dichos tribunales, tomando en cuenta la regla de
supletoriedad que a favor de la legislación civil federal -sustantiva y adjetiva- instituyó la Ley Agraria para
resolver las controversias sometidas a la consideración de tales órganos especializados en esa materia.
Por otra parte, a fin de determinar el procedimiento legal que debe seguirse para cuantificar -en sede
jurisdiccional- el monto de la respectiva indemnización por las servidumbres destinadas a la colocación de
postes y cableado para la prestación del servicio público de energía eléctrica, se tiene en cuenta en el artículo
1108 del Código Civil Federal, el cual regula la servidumbre legal de paso para el establecimiento de líneas
telefónicas o para la conducción de energía eléctrica, de la siguiente manera:
"Artículo 1108. Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más
fincas, o para conducir energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en
terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización
correspondiente. Esta servidumbre trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de conducción de
los materiales necesarios para la construcción y vigilancia de la línea."
Este numeral sólo precisa que el titular de la servidumbre deberá pagar la indemnización
correspondiente al dueño del predio sirviente, pero no indica qué conceptos deberá comprender ésta, por lo
que resulta necesario complementarla con lo dispuesto en el diverso 1097 del mismo código, el cual dispone
que la indemnización deberá ser equivalente al perjuicio que ocasione el gravamen de la servidumbre legal de
paso.
"Artículo 1097. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin salida a la vía
pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades vecinas, sin que
sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización equivalente al perjuicio que les
ocasione este gravamen."
Por tanto, atento a lo establecido en los artículos 1097 y 1108 del Código Civil Federal, el derecho
que estos preceptos confieren a los afectados con las servidumbres destinadas a la conducción de energía
eléctrica, se limita al pago de la indemnización correspondiente, la cual deberá ser equivalente al perjuicio
que ocasione este gravamen al dueño del predio sirviente.
Sin embargo, este perjuicio no debe ser entendido como la privación de cualquiera ganancia lícita
que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de una obligación, pues tratándose de las servidumbres es
evidente que ni siquiera existe algún vínculo contractual previo cuya inobservancia deba retribuirse
económicamente a quien resintió el incumplimiento.
Por tanto, al tratarse de un gravamen real impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro
perteneciente a distinto dueño, en términos de lo dispuesto por el artículo 1057 del referido código, la
indemnización de que se trata sólo debe comprender el valor comercial de la superficie afectada, determinado
por peritos teniendo en cuenta los precios de plaza, los frutos que, en su caso, produjere o fuere capaz de
producir el inmueble en el momento en que materialmente se constituyó la servidumbre, en términos de lo
dispuesto en el supletorio artículo 155 del Código Federal de Procedimientos Civiles que, al efecto, establece:
A la condena anterior habrá que agregar la correspondiente actualización del valor comercial del
inmueble afectado al día en que se dicte sentencia, previa cuantificación de su monto en el incidente de
liquidación respectivo, a fin de que la indemnización refleje el valor presente de su poder adquisitivo, en
términos del supletorio artículo 353(2) del Código Federal de Procedimientos Civiles, tomando en cuenta
además que la servidumbre legal de paso se constituye cuando se actualizan los supuestos normativos y se
establece físicamente el acceso o se instalan los materiales correspondientes, sin que ello requiera de
declaración judicial.
Sirven de apoyo a las anteriores conclusiones tanto la tesis aislada P. XXIII/2004(3) del Tribunal
Pleno, como la jurisprudencia 29/2008(4) de esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
la primera de ellas aplicable por identidad de razones, cuyos rubros y textos son los siguientes:
Consecuentemente, debe prevalecer con carácter de jurisprudencia, en términos del artículo 192 de la
Ley de Amparo el siguiente criterio:
SEGUNDO. Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio sustentado por esta Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, señalado en el considerando último de esta ejecutoria.
Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cinco votos de la señora Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos y de los señores Ministros Sergio A. Valls
Hernández, José Fernando Franco González Salas, Luis María Aguilar Morales y presidente Sergio Salvador
Aguirre Anguiano, votando con salvedades los señores Ministros Sergio A. Valls Hernández y José Fernando
Franco González Salas.
___________________
1. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIX, mayo de 2004,
página 146.
2. "Artículo 353. Cuando hubiere condena de frutos, intereses, daños o perjuicios, se fijará su
importe en cantidad líquida, o, por lo menos, se establecerán las bases con arreglo a las cuales deba hacerse la
liquidación, cuando no sean el objeto principal del juicio."
3. Novena Época. Registro IUS: 181440. Instancia: Pleno. Tesis aislada. Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Tomo XIX, mayo de 2004, Materia(s): Administrativa, tesis P. XXIII/2004,
página 151.
4. Novena Época. Registro IUS: 170011. Instancia: Segunda Sala. Jurisprudencia. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVII, marzo de 2008, Materia(s): Civil, tesis 2a./J. 29/2008,
página 240.
1a./J. 1/2011
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para
conocer del presente asunto, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 107, fracción XIII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197-A de la Ley de Amparo y 21, fracción VIII, de la
Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; en relación con los puntos primero, segundo y cuarto del
Acuerdo General Plenario 5/2001, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve de junio de
dos mil uno, por tratarse de una posible contradicción suscitada entre los criterios de Tribunales Colegiados
de Circuito, en asuntos de materia civil, de la competencia exclusiva de esta Sala.
TERCERO. Las consideraciones contenidas en las ejecutorias pronunciadas por los Tribunales
Colegiados de Circuito, que dieron origen a la denuncia de contradicción, son las siguientes:
I. Tesis del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. Para identificar la tesis
contendiente en el presente asunto, que dicho Tribunal Colegiado sustentó, se exhibieron en autos las
ejecutorias que emitió al resolver los amparos directos **********, **********, ********** y
**********, y el juicio de amparo en revisión **********, que versaron sobre las cuestiones siguientes:
A) Los juicios de amparos directos números **********, **********, ********** y **********
se interpusieron en contra de sentencias emitidas por tribunales agrarios, cuya litis versó en determinar si era
procedente la constitución y reconocimiento de una servidumbre legal de paso a favor de la **********, con
motivo de la transmisión y conducción de energía eléctrica, a través de tierras ejidales como predios
sirvientes, así como el pago de la indemnización correspondiente.
En los juicios de amparos enumerados en el párrafo anterior, el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Segundo Circuito resolvió, en esencia, que el tribunal agrario responsable no fijó adecuadamente la
litis en los juicios naturales, y concedió el amparo para el efecto de que el tribunal responsable dictara una
nueva sentencia en la que resolviera la litis efectivamente planteada, consistente en la procedencia de la
indemnización correspondiente a la constitución de una servidumbre legal de paso a favor de la **********.
Sin embargo, en lo que interesa, señaló:
"La servidumbre legal de paso con motivo de la constitución de cables de transmisión de energía
eléctrica, se encuentra regulada por los artículos 1097, 1098 y 1108 del Código Civil Federal, de aplicación
supletoria a la Ley Agraria, que disponen: ‘1097. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras
ajenas sin salida a la vía pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las
heredades vecinas, sin que sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización
equivalente al perjuicio que les ocasione este gravamen.’. ‘1098. La acción para reclamar esta indemnización
es prescriptible; pero aunque prescriba, no cesa por este motivo el paso obtenido.’. ‘1108. Cuando para
establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más fincas, o para conducir energía eléctrica a
una finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta tiene
obligación de permitirlo, mediante la indemnización correspondiente. Esta servidumbre trae consigo el
derecho de tránsito de las personas y el de conducción de los materiales necesarios para la construcción y
vigilancia de la línea.’
"Asimismo, los daños no equivalen a un perjuicio, toda vez que de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 2109 del Código Civil Federal, se reputa perjuicio la privación de cualquier ganancia lícita que
debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación; mientras que el daño, en términos del artículo
2108 de la ley sustantiva en cita, es la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por falta de
cumplimiento de una obligación; por tanto, es jurídico afirmar, que la indemnización a que aluden los
numerales 1097 y 1108 del Código Civil Federal, solamente abarca lo concerniente a cualquier ganancia lícita
que pudiese obtener el dueño de un bien inmueble si no se constituye la servidumbre legal de paso sobre el
mismo, sin considerarse alguna merma en el patrimonio de dicho dueño ...
"Además, como se analizó, la indemnización que es objeto de demanda por parte de la quejosa
equivale únicamente al perjuicio ocasionado con ‘la constitución de la servidumbre legal de paso sobre su
parcela, sin que la misma se conforme con los daños ocasionados; por tanto, la indemnización respecto a la
cual la responsable consideró que se actualizó la prescripción negativa (pago de daños), por haber
transcurrido el lapso de dos años, resulta ajena a la litis planteada en el juicio agrario ...’."
B) Por otra parte, el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito resolvió el quince de
octubre de dos mil nueve, el juicio de amparo en revisión número DC. **********, que versó, esencialmente,
sobre la siguiente cuestión jurídica:
En el juicio de origen, ********** promovió juicio sumario civil por servidumbre legal de paso y
pago de pesos en contra de la **********. El Juez del conocimiento resolvió que la parte actora sí probó su
acción, la demandada no demostró sus excepciones, declaró la existencia de una servidumbre legal de paso a
favor de la ********** sobre el predio sirviente propiedad de la parte actora, y condenó a la demandada a
pagar a la actora la indemnización a que se refiere el artículo 1108 del Código Civil para el Distrito Federal y
su correlativo 1106 del Código Civil para el Estado de Sinaloa, a determinarse en ejecución de sentencia a
juicio de peritos.
En contra de esta determinación la ********** interpuso recurso de apelación, del cual conoció la
Segunda Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa, quien resolvió modificar la sentencia
revisada, para determinar que la parte actora probó su acción y la demandada demostró parcialmente sus
excepciones y defensas, declarando legalmente constituida la servidumbre de paso y de suministro de energía
sobre el predio de la actora, a favor de la **********, y condenó a esta última a indemnizar a la actora por la
afectación de su lote de terreno, determinando que la superficie de afectación y el monto de la indemnización
se determinarían incidentalmente en la fase de ejecución.
El Juez de Distrito del conocimiento le negó el amparo solicitado. La parte actora interpuso recurso
de revisión, del cual conoció el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, quien reiteró y
abundó sobre el criterio referido en el inciso A) anterior, al resolver que la indemnización a que se refiere el
artículo 1106 del Código Civil de la entidad, relativa a una servidumbre legal de paso, sólo equivale al
perjuicio que se ocasione al dueño de la cosa con el gravamen, dentro del cual, si bien pueden incluirse las
rentas, en el caso concreto la parte actora no demostró los perjuicios que bajo concepto de rentas pretendía
exigir, puesto que la indemnización por perjuicios bajo el concepto de rentas debe establecerse sobre las
efectivamente causadas y no las hipotéticas negando, en consecuencia, el amparo a la parte actora, en los
términos siguientes:
"Por otra parte, son infundados los agravios en los que, esencialmente, se argumenta que el concepto
de indemnización a que se refiere el artículo 1106 del Código Civil del Estado de Sinaloa, es tan general, que
es posible incluir dentro del mismo los daños, perjuicios, frutos, rentas y cualquier otra cantidad que se pueda
considerar parte de esa indemnización; y que al no especificar dicho numeral los conceptos que integran la
indemnización que prevé el mismo, no tenía por qué limitársele al reclamar el concepto de rentas.
"En efecto, los artículos 1106 y 1095 del Código Civil para el Estado de Sinaloa establecen: ‘1106.
Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más fincas, o para conducir
energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en terreno de una finca ajena, el
dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización correspondiente. Esta servidumbre
trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de construcción de los materiales necesarios para la
construcción y vigilancia de la línea.’
"‘1095. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin salida a la vía pública,
tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades vecinas, sin que sus
respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa, que una indemnización equivalente al perjuicio que les
ocasione este gravamen.’
"Preceptos legales éstos cuya redacción es similar a los numerales 1108 y 1097 del Código Civil
Federal.
"Sin embargo, es fundado el agravio por el que se alega que las rentas sí pueden considerarse
perjuicios, en virtud de que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 2109 del Código Civil Federal y su
correlativo 1991 del Código Civil para el Estado de Sinaloa, se reputa perjuicio la privación de cualquier
ganancia lícita que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación; mientras que las rentas, en
términos del artículo 891 del Código Civil vigente en la entidad y su correlativo 893 del Código Civil Federal,
son frutos civiles provenientes del derecho de accesión que tiene a su favor el dueño de un bien inmueble,
pero que no son producidos directamente por éste, sino en virtud de un contrato, por última voluntad o por la
ley.
"Luego, las rentas podrán ser perjuicios, en la medida en que con la constitución de una servidumbre
legal de paso sobre un inmueble que previamente fue arrendado por su dueño, se le priva a éste de la ganancia
lícita que debió obtener con motivo del arrendamiento.
"Sin embargo, no obstante lo fundado del agravio hecho valer, el mismo se torna inoperante, toda
vez que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1991 del Código Civil para el Estado de Sinaloa y su
correlativo 2110 del Código Civil Federal, los perjuicios deben ser consecuencia directa e inmediata de la
falta de cumplimiento de la obligación, ya sea que se hayan causado o que necesariamente deban causarse;
por tanto, es inconcuso que para que sea procedente el pago de rentas como perjuicios, primero es necesario
demostrar la existencia de la obligación de que derivan, así como su incumplimiento.
"Lo anterior no fue acreditado por el quejoso aquí agraviado, en el juicio civil de origen, atento a que
de la lectura del escrito por el que se propusieron las cantidades de la liquidación por concepto de
indemnización."
II. Tesis del Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. Para identificar la tesis
contendiente en el presente asunto, que dicho Tribunal Colegiado sustentó, se exhibió en autos la ejecutoria
que emitió al resolver el juicio de amparo en revisión número DC. **********, en sesión de veintinueve de
octubre de dos mil nueve que versó, esencialmente, sobre la siguiente cuestión jurídica:
En el juicio de origen, ********** promovió juicio sumario civil por servidumbre legal de paso y
pago de pesos en contra de la **********. La Sala responsable revocó la sentencia de primera instancia y
resolvió que la parte actora sí probó su acción, la demandada no demostró sus excepciones, declaró
legalmente constituida una servidumbre legal de paso y de suministro de energía eléctrica a favor de la
********** sobre el predio sirviente propiedad de la parte actora; y condenó a la demandada a pagar a la
actora la indemnización por dicha servidumbre de paso, determinando que la superficie de afectación y el
monto de la indemnización se determinarían incidentalmente en la fase de ejecución.
En contra de dicha sentencia interlocutoria la parte actora solicitó el amparo. El Juez de Distrito del
conocimiento le negó el amparo solicitado. La parte actora interpuso recurso de revisión. En lo que interesa,
en sus agravios la parte actora manifestó que las rentas se encuentran incluidas en el concepto de
indemnización a que se refiere el artículo 1106 del Código Civil vigente en la entidad, y que si dicho artículo
no especifica qué conceptos incluyen la indemnización, la indemnización debe ser general, e incluir daños,
perjuicios, frutos y, desde luego, rentas, y el juzgador no puede limitarla.
De dicho recurso de revisión conoció el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito,
quien negó el amparo con base en las consideraciones siguientes:
"Previo a analizar los anteriores agravios es menester transcribir los artículos 1095 y 1106 del
Código Civil del Estado de Sinaloa (se transcriben).
"La anterior interpretación, considera este Tribunal Colegiado, es conducente, toda vez que dichos
preceptos se encuentran inmersos en el capítulo relativo a las servidumbres legales de paso del Código Civil
vigente del Estado de Sinaloa; por ende, es jurídico afirmar que tales preceptos legales se refieren a la misma
indemnización que se debe pagar con motivo del gravamen ocasionado por una servidumbre legal de paso. En
ese sentido, es infundado lo relativo a que la indemnización de que se trata tenga el carácter general pues,
como ya se vio, únicamente se refiere al pago del perjuicio que se ocasione con la constitución de la
servidumbre.
"En cambio, tal y como lo alega el recurrente, las rentas sí pueden considerarse perjuicios al
traducirse en ganancias lícitas de la servidumbre, toda vez que de conformidad con lo dispuesto en el artículo
1991 del Código Civil para el Estado de Sinaloa, se reputa perjuicio la privación de cualquier ganancia lícita,
que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación; mientras que las rentas, en términos del
artículo 891 del Código Civil vigente en la entidad, son frutos civiles provenientes del derecho de accesión
que tiene a su favor el dueño de un bien inmueble, pero que no son producidos directamente por éste, sino en
virtud de un contrato, por última voluntad o por la ley.
"Luego, las rentas pueden constituir perjuicios, en la medida en que, con la constitución de una
servidumbre legal de paso sobre un inmueble, se le priva al dueño de éste la ganancia lícita que debió obtener
con motivo del arrendamiento.
"En esa medida, es incorrecto lo expresado por el Juez Federal en el sentido de que el quejoso, ahora
recurrente, debió reclamar el pago de las rentas de manera independiente a la indemnización por la
constitución de la servidumbre de paso pues, como ya se vio, las rentas pueden constituir perjuicio, y éste es
al que se refiere como indemnización por soportar una servidumbre de paso, conforme a los artículos 1095 y
1106 del Código Civil del Estado de Sinaloa.
"Sin embargo, aun ante lo fundado de los agravios de que se trata, los mismos se tornan inoperantes,
toda vez que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1991 del Código Civil del Estado de Sinaloa, los
perjuicios deben ser consecuencia directa e inmediata de la falta de cumplimiento de la obligación, ya sea que
se hayan causado o que necesariamente deban causarse; por tanto, es inconcuso que para que sea procedente
el pago de perjuicios, primero es necesario demostrar la existencia de la obligación de que derivan, así como
su cumplimiento ...
"Además, tampoco procede el pago de rentas como perjuicio con motivo de la servidumbre legal de
paso pues, en el caso, se pagará como perjuicio cierta cantidad de dinero en base al valor comercial del
terreno que ocupa dicha servidumbre, y de considerar también procedente aquél, implicaría un doble pagopor
concepto de perjuicio en relación a la misma fracción de pedazo de tierra por donde atraviesa la citada
servidumbre de paso, cuando el perjuicio se agota bajo un solo concepto, ya sea por la mera ocupación del
terreno de esa servidumbre, por rentas dejadas de percibir lícitamente, por la venta de la totalidad del
inmueble o su posible venta, etcétera."
III. Tesis del Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. Para identificar la tesis
contendiente en el presente asunto, que dicho Tribunal Colegiado sustentó, se exhibieron en autos las
ejecutorias que emitió al resolver los juicios de amparos directos números **********, **********,
**********, **********, **********, **********, **********, **********, **********, y
**********, que a continuación se reseñan:
En los juicios de amparo enumerados en el párrafo anterior, el Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Segundo Circuito resolvió, en esencia, que el tribunal agrario responsable infringió el principio de
congruencia puesto que no resolvió la litis que fue planteada en los juicios naturales, sostuvo que la
regulación de la "servidumbre legal de paso" en el Código Civil Federal, es aplicable supletoriamente a la Ley
Agraria, que la tesis de jurisprudencia 2a./J. 29/2008 emitida por la Segunda Sala de este Alto Tribunal
dispone cuándo se actualizan los supuestos normativos para el reconocimiento de una servidumbre de paso
para la conducción de energía eléctrica, que el plazo para el pago de la indemnización es de diez años, y
concedió el amparo para el efecto de que el tribunal responsable dictara una nueva sentencia en la que
resolviera sobre las acciones y excepciones efectivamente planteadas, tomando en cuenta que la litis consistió
en determinar si existe y está legalmente constituida la servidumbre legal de paso, y resolver sobre la
procedencia del pago de la indemnización correspondiente.
Cabe precisar que, si bien el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito citó en las
ejecutorias el artículo 1108 del Código Civil Federal, lo hizo para indicar que dicho artículo regula la
indemnización correspondiente a la servidumbre legal de paso objeto del juicio natural, sin pronunciarse sobre
lo que comprende la indemnización regulada por dicho artículo, puesto que sobre dicha cuestión correspondía
pronunciarse a las responsables después de fijar correctamente la litis conforme a lo dispuesto en las
ejecutorias de amparo.
B) El juicio de amparo directo número ********** se interpuso también en contra de una sentencia
emitida por un tribunal agrario, cuya litis versó en determinar si era procedente la constitución y
reconocimiento de una servidumbre legal de paso a favor de la **********, con motivo de la transmisión y
conducción de energía eléctrica, a través de tierras ejidales como predios sirvientes, así como el pago de la
indemnización correspondiente, y el interés legal sobre el monto de la indemnización hasta su pago total.
El Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito resolvió, en esencia, que el tribunal
agrario responsable no fijó adecuadamente la litis en el juicio natural, y violó las normas que rigen el
procedimiento agrario al no resolver la controversia agraria desahogando debidamente todas y cada una de las
probanzas necesarias para conocer la verdad sobre los puntos controvertidos, ya que para cumplir
debidamente con los fines de la justicia agraria debió apartarse de los principios y reglas formalistas de la
prueba, para exigir una verdad histórica ajustada a la realidad y, en consecuencia, concedió el amparo a la
parte actora para que la responsable repusiera el procedimiento agrario, con el objeto de integrar plenamente
el expediente procesal, acordara el desahogo de cierta probanza admitida y no desahogada, y fijando con
precisión la litis, resolviera conforme a derecho.
En el mismo tenor, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito citó en la ejecutoria
el artículo 1108 del Código Civil Federal, pero sin pronunciarse sobre lo que comprende la indemnización
regulada por dicho artículo, puesto que sobre dicha cuestión correspondía pronunciarse a la responsable
después de fijar correctamente la litis conforme a lo dispuesto en la ejecutoria de amparo.
C) En sesión de veintitrés de octubre de dos mil nueve, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito resolvió el juicio de amparo directo número DC. **********, que versó, esencialmente,
sobre la siguiente cuestión jurídica:
********** promovió juicio ordinario civil federal en contra de la **********, en el que solicitó la
declaración de que existe una servidumbre legal de paso a favor de dicha institución sobre un terreno de su
propiedad, reclamó el pago de la indemnización a que se refiere el artículo 1108 del Código Civil Federal, así
como el pago de gastos y costas.
El Primer Tribunal Unitario del Décimo Segundo Circuito que conoció del recurso de apelación,
revocó la sentencia apelada, reasumió jurisdicción y resolvió que la actora probó su acción, y que la
demandada no acreditó sus excepciones, declaró la existencia y constitución de la servidumbre legal de paso a
favor de la ********** en un terreno propiedad de la actora, y condenó a la ********** al pago de la
indemnización por el uso de la servidumbre legal de paso a que se refiere el artículo 1108 del Código Civil
Federal, dejando a salvo los derechos de la actora para que por la vía incidental ante el Juez de Distrito haga
valer la cuantificación correspondiente.
En contra de dicha resolución, la actora interpuso una demanda de amparo, en la que se dolió de que
se dejaran a salvo sus derechos para que en la vía incidental se hiciera la cuantificación de la indemnización,
aduciendo que en el juicio natural se desahogaron las pruebas idóneas para determinar el valor de la superficie
afectada por la servidumbre legal de paso, en virtud de que los dictámenes periciales tanto de la parte actora
como de la parte demandada coincidieron en el valor de la superficie afectada, por lo que la responsable
estaba en aptitud de determinar el monto de la indemnización correspondiente, y no había sido congruente al
dejar la determinación de dicho monto en ejecución de sentencia.
El Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito declaró fundados dichos conceptos de
violación y otorgó el amparo a la actora para que la responsable, con base en los elementos de prueba que
obraban en el juicio, fijara el monto de la indemnización o expusiera las razones jurídicas que le impedían
hacerlo.
En la ejecutoria que nos ocupa, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito tampoco
se pronunció sobre lo que comprende la indemnización regulada por el artículo 1108 del Código Civil
Federal, puesto que la litis del amparo se concretó a resolver si había sido correcto que la responsable dejara
para ejecución de sentencia la determinación sobre el monto de la indemnización, sin haber expuesto las
razones que le impedían fijar el monto al dictar la sentencia.
D) En sesión de quince de octubre de dos mil nueve, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito resolvió el juicio de amparo directo administrativo número **********, que versó,
esencialmente, sobre la siguiente cuestión jurídica:
En el juicio agrario de origen, la parte actora reclamó la declaración de que existe una servidumbre
legal de paso a favor de la **********, así como el pago de la indemnización a que se refiere el artículo 1108
del Código Civil para el Distrito Federal, y el pago del interés legal sobre el monto de la indemnización a
partir de la fecha en que se haga líquida hasta la fecha de su pago.
El tribunal agrario que conoció del juicio de origen resolvió que la parte actora acreditó los
elementos constitutivos de sus pretensiones, por consiguiente, declaró la constitución de una servidumbre de
paso sobre la vía utilizada para la conducción de energía eléctrica inmersa en la parcela de la cual es titular la
actora; condenó a la ********** a pagar a la actora por concepto de indemnización la cantidad de
**********; y concluyó que era improcedente el pago de interés legal sobre el monto de la indemnización.
En contra de la anterior determinación, la parte actora promovió un primer amparo, del cual conoció
el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, quien concedió el amparo a la parte actora, en
esencia, para que el tribunal agrario responsable fundara y motivara la valoración de los dictámenes periciales
en materia de topografía y avalúo, hecho lo cual, determinara el monto a cubrir a la actora por concepto de
indemnización por el reconocimiento de la servidumbre legal.
En cumplimiento a dicha ejecutoria, el tribunal responsable dictó una nueva sentencia en la que, en
lo que interesa, resolvió condenar a la **********, por concepto de indemnización, al pago de la cantidad
que resulte en la etapa de ejecución de sentencia, por los perjuicios ocasionados por el establecimiento de la
servidumbre legal de paso constituida a favor de dicha paraestatal dentro de la parcela, y consideró
nuevamente improcedente el pago del interés legal.
Posteriormente, el tribunal responsable efectuó aclaración de sentencia en la que señaló que "por un
error de impresión no aparece el texto de dos párrafos", en los cuales el tribunal desestimaba el valor
probatorio a los dictámenes en materia de avalúo presentados por las partes y el tercero en discordia para
efecto de determinar el monto de la indemnización.
La parte actora presentó una segunda demanda de amparo, inconformándose con la facultad del
tribunal responsable para emitir la aclaración de sentencia, así como por el hecho de que no se haya fijado en
cantidad líquida el monto de la indemnización aludiendo al dictamen pericial por el perito tercero en
discordia.
El Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito negó el amparo a la parte actora. En
esencia, señaló que estaba ya firme la condena a la demandada ********** al pago de la indemnización por
la servidumbre legal de paso, y que sólo era materia del amparo la determinación de la responsable de no fijar
en cantidad líquida el valor de la indemnización atento a la desestimación de los dictámenes periciales de
avalúo, resolviendo que, en efecto, la valoración de la responsable de los dictámenes periciales fue correcta,
cuestión que no afectaba a la parte actora, ya que el monto de la indemnización podría ser fijado en ejecución
de sentencia y, en lo que interesa, señaló:
"En esas condiciones, sólo será materia de análisis en el presente juicio de amparo, la determinación
del tribunal responsable por medio del cual precisó no fijar en cantidad líquida el valor de la indemnización,
atento a la desvalorización de los dictámenes periciales de avalúo.
"...
"Es que este Tribunal Colegiado concluye correcta la apreciación de la responsable en torno a la
calificativa del peritaje mencionado, como insuficiente para acreditar en qué proporción es afectado el terreno
de la actora, así como el valor comercial de la superficie que señaló fue afectada, para estar en condiciones de
determinar la compensación correspondiente.
"En diverso argumento, la impetrante de amparo menciona que el perito no estaba obligado a
precisar el monto de los perjuicios generados por las instalaciones de los materiales necesarios para las líneas
de energía eléctrica que afectan el inmueble, ya que lo único que tenía que hacer es valorar la superficie que
se encuentra afectada por las referidas líneas, pues ese valor es el monto de la indemnización a que se refiere
el artículo 1108 del Código Civil Federal y su correlativo numeral 1106 del Código Civil para Sinaloa, ya que
se trata de una servidumbre especial y no la general que se contiene en los preceptos 1097 y 1095 del mismo
código federal.
"A fin de exponer el motivo de tal calificativa, resulta mencionar que la servidumbre legal de paso
con motivo de la constitución de cables de transmisión de energía eléctrica, se encuentra regulada por los
artículos 1097, 1098 y 1108 del Código Civil Federal, de aplicación supletoria a la Ley Agraria, que
disponen: (se transcriben).
"Asimismo, los daños no equivalen a un perjuicio, toda vez que de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 2109 del Código Civil Federal, se reputa perjuicio la privación de cualquier ganancia lícita que
debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación; mientras que el daño, en términos del arábigo
2108 de la ley sustantiva en cita, es la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por la falta de
cumplimiento de una obligación; por tanto, es jurídico afirmar que la indemnización a que aluden los
numerales 1097 y 1108 de dicha codificación, solamente abarca lo concerniente a la privación de cualquier
ganancia lícita que pudiese obtener el dueño de un bien inmueble si no se constituye la servidumbre legal de
paso sobre el mismo, sin considerarse alguna merma en el patrimonio de dicho dueño.
"Así las cosas, es jurídico concluir que la indemnización que es objeto de demanda por parte de la
quejosa equivale al perjuicio ocasionado con la constitución de la servidumbre legal de paso sobre su parcela,
sin que la misma se conforme con los daños ocasionados; de ahí que resulte acertada la apreciación de la
responsable al señalar que tanto los peritajes del tercero en discordia, como del perito de la parte actora
**********, y el de la parte demandada **********, fueran insuficientes para determinar el monto de la
misma, ya que los dictámenes, al ser rendidos, no determinaron el valor de los perjuicios ocasionados con la
instalación de las líneas de conducción de energía eléctrica, postes, torres y demás estructuras.
"Sin que sea el caso atender a la solicitud de la impetrante de amparo, con relación a tomar en cuenta
el criterio emitido por el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, con sede en esta ciudad,
con relación a dicho tópico, ya que en términos del numeral 192 de la Ley de Amparo, no resulta obligatorio a
este órgano colegiado la apreciación por él estimada ...
"Lo anterior se afirma así, ya que, como ha quedado asentado, fue correcto el análisis efectuado por
la responsable con relación a los peritajes rendidos, pues de los mismos no se obtienen los elementos
suficientes para acreditar en qué proporción es afectado el terreno de la actora, así como el valor de la
superficie que señaló fue afectada, para estar en condiciones de determinar la indemnización correspondiente.
"Sin que la apreciación aquí arribada contraríe la garantía de justicia pronta y expedita contenida en
el artículo 17 de la Constitución, ya que la cantidad líquida podrá ser fijada en etapa de ejecución, ni tampoco
obstruya lo dispuesto en el numeral 353 del Código Federal de Procedimientos Civiles, en virtud de que en la
resolución se dejó asentada la condena al pago de la indemnización, y sólo en la ejecución se tratará de
obtener a través de los medios de prueba idóneos los elementos suficientes para acreditar en qué proporción es
afectado el terreno de la actora, así como el valor de la superficie que señaló fue afectada, para estar en
condiciones de determinar la indemnización correspondiente."
En el juicio de amparo referido en el párrafo anterior, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito resolvió conceder el amparo a la **********, para el efecto de que la responsable se
pronunciara nuevamente sobre las excepciones de falta de acción y de derecho aducidas por la quejosa,
tomando en cuenta, entre otras cuestiones, que el derecho de la parte actora para obtener el pago de una
indemnización por la servidumbre legal de paso ya había prescrito.
Finalmente, en la ejecutoria que nos ocupa, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo
Circuito también citó el artículo 1108 del Código Civil Federal, pero sin pronunciarse sobre lo que comprende
la indemnización regulada por dicho artículo, puesto que dicha cuestión no fue materia de la litis del amparo.
IV. Tesis del Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. Para identificar la tesis
contendiente en el presente asunto, que dicho Tribunal Colegiado sustentó, se exhibió en autos la ejecutoria
que emitió al resolver el juicio de amparo en revisión número DC. **********, en sesión de dieciséis de abril
de dos mil nueve, que versó, esencialmente, sobre la siguiente cuestión jurídica:
El Juez del conocimiento resolvió que la parte actora probó su acción, declaró la existencia de una
servidumbre legal de paso a favor de la ********** sobre el predio sirviente propiedad de la parte actora, y
condenó a la demandada a pagar a la actora la indemnización a que se refiere el artículo 1108 del Código
Civil para el Distrito Federal y su correlativo 1106 del Código Civil para el Estado de Sinaloa, a determinarse
en ejecución de sentencia a juicio de peritos. Sentencia que fue confirmada por la Segunda Sala del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado de Sinaloa.
En la sentencia interlocutoria que resolvió dicho incidente, el Juez Primero de Primera Instancia del
Ramo Civil del Distrito Judicial de Mazatlán, Sinaloa, resolvió que fue parcialmente procedente el incidente
de liquidación de sentencia, condenó a la demandada ********** a pagar a la actora como indemnización el
valor de la superficie afectada, la cantidad de ********** por concepto deindemnización en razón de la
servidumbre de paso, pero resolvió que no había lugar a condenarla al pago de ********** por concepto de
rentas, puesto que no se trató de una acción reivindicatoria en que debiera restituirse el inmueble con sus
frutos y accesiones.
En contra de dicha sentencia interlocutoria la parte actora solicitó el amparo y, en lo que interesa, en
sus conceptos de violación manifestó que el artículo 1106 del Código Civil vigente en la entidad, aplicable a
la indemnización derivada de una servidumbre legal de paso, comprende los daños, perjuicios y cualquier otro
concepto que pueda estimarse como indemnización, incluyendo rentas.
El Juez de Distrito del conocimiento le negó el amparo solicitado. La parte actora interpuso recurso
de revisión, del cual conoció el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, quien negó el
amparo a la parte actora con base en las consideraciones siguientes:
"No asiste razón jurídica al quejoso al pretender que la indemnización que debe pagar la
**********, por la constitución de la servidumbre de paso, derive de los posibles perjuicios o menoscabos
convertidos en dinero que a futuro se sufrieran directamente en el predio afectado (pago de rentas); y que para
ello hace alusión a lo establecido por el artículo 1106 del Código Civil para el Estado de Sinaloa y su
correlativo 1108 del Código Civil para el Distrito Federal.
"En efecto, los preceptos del Código Civil local que rigen la figura de la servidumbre legal de paso,
dicen lo siguiente: (se transcriben).
"Los textos legales reproducidos evidencian que en el caso específico de la servidumbre legal de
paso, ésta se origina por la naturaleza propia de los inmuebles y de su ubicación, toda vez que tiene lugar
cuando un predio se encuentra enclavado entre otros, sin paso o acceso a una vía pública, de manera que el
acceso a ella no es materialmente posible, sino a través de alguno de dichos terrenos.
"Cuando tiene lugar esa circunstancia fáctica, la ley autoriza al propietario que no tiene salida a la
vía pública, a reclamar un paso sobre un predio vecino, mediante el pago de una indemnización equivalente al
perjuicio ocasionado y, en forma correlativa, el dueño del predio sirviente tiene la obligación de tolerar ese
paso. Ello da lugar a que se abra una vía de acceso en el predio vecino, en el lugar que permita la salida a la
vía pública en la forma más corta y menos perjudicial.
"De igual forma, en cuanto a la servidumbre legal de paso para la instalación de conductores
eléctricos, a fin de tolerar el paso de líneas telefónicas o de cables de energía eléctrica que permitan el
establecimiento de comunicaciones telefónicas o la conducción de energía eléctrica a partir de una central
autorizada, a cuyo efecto sea necesario colocar postes y tender cables en terrenos de una finca ajena, cuyo
dueño tiene la obligación de permitirlo, mediante la indemnización respectiva, atiende también a la necesidad
de que se proporcione el servicio telefónico o de energía eléctrica. Esta servidumbre resulta extensiva al
derecho de tránsito de personas y al de conducción de los materiales necesarios para la construcción y
vigilancia de la línea.
"En el caso particular, la situación de la que se hace derivar la indemnización reclamada en el juicio
natural a la ahora tercera perjudicada, no tiene su origen en una detentación u ocupación ilícita, sino que
emana de una servidumbre especial que tiene expreso fundamento en la ley (artículo 1108 del Código Civil
Federal y su correlativo 1106 del Código Civil local) en la que se establece un derecho a indemnización y que
éste surge en el momento de la constitución del gravamen.
"En el artículo 1095 antes transcrito se prevé la existencia de una servidumbre legal de paso
genérica, relativa a fincas o heredades enclavadas entre otras ajenas, sin salida a la vía pública, en las cuales
su propietario está obligado a permitir el paso, adquiriendo el derecho a obtener una indemnización
equivalente al perjuicio que le ocasione este gravamen.
"En el numeral 1106 referido, se establece una servidumbre de paso especial, relacionada con la
necesidad de conducir energía eléctrica, en la que también se prevé la obligación del dueño de permitirlo, con
el consiguiente derecho a obtener la indemnización correspondiente.
"Ahora bien, lo infundado de los agravios estriba en que la hipótesis a que se refieren los artículos
1095 y 1106 del Código Civil para esta entidad federativa, son diferentes: ello es así, en virtud de que el
primer numeral se centra a un inmueble enclavado entre otras fincas ajenas, que no tienen salida a la vía
pública, con derecho a la servidumbre de paso, y en ese solo caso, la indemnización será la equivalente al
perjuicio que le ocasione ese gravamen; sin embargo, en tratándose de la conducción de energía eléctrica, y
que sea necesaria la colocación de postes y tender alambres en terrenos de una finca ajena, el dueño recibirá la
indemnización correspondiente, sin que al respecto dicho precepto legal imponga la obligación de que se
tomen en cuenta, adicionalmente, los perjuicios para la indemnización, ya que esa obligación, en tratándose
de estos últimos, sólo impera en los casos a que se refiere el artículo 1095 aludido; razón por la cual no es
permitido, jurídicamente hablando, que a diversos dispositivos legales se les dé un tratamiento igual, cuando
la propia ley hace la distinción de los casos específicos aplicables; en consecuencia, la cuantificación de la
indemnización deberá hacerse como está ordenado en la interlocutoria reclamada, esto es, tomando en cuenta
el concepto de indemnización en razón de la servidumbre de paso firmemente declarada y constituida en la
sentencia definitiva, sin incluir el pago de la cantidad de ********** que por concepto de rentas también fue
exigido en la etapa de liquidación, ya que de lo contrario se estaría erogando un doble pago respecto de una
misma obligación, pues no debe perderse de vista que en las obligaciones de dinero, la merma que sufre el
agraviado en su patrimonio o la ganancia que debe percibir está representada por el mismo valor que
representa el inmueble, y de acuerdo con los dictámenes periciales que obran en autos, aparece que para
calcular el daño sufrido en el inmueble objeto del asunto, se tomaron en cuenta el valor del terreno en el
mercado (valor comercial), así como diversos factores de homologación, de costos e ingresos, esto es, el valor
real que tenía el inmueble a la fecha de la afectación por la servidumbre decretada.
CUARTO. Sentada la exposición de las tesis materia de análisis, debe determinarse, a continuación,
si existe la contradicción de tesis denunciada, para lo cual debe analizarse si los Tribunales Colegiados
contendientes, al resolver los asuntos que son materia de la denuncia, examinaron hipótesis jurídicas
esencialmente iguales, y llegaron a conclusiones discrepantes respecto a la solución que ha de darse a dichas
cuestiones, pues en ello consiste la esencia de la contradicción de tesis.
Así lo determinó el Pleno de este Alto Tribunal en la tesis jurisprudencial 72/2010, la cual se
transcribirá a continuación:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XXXII, agosto de 2010
"Tesis: P./J. 72/2010
"Página: 7
En los términos de la tesis transcrita, para que exista contradicción de tesis es suficiente que los
Tribunales Colegiados contendientes adopten criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de
derecho, o sobre un problema jurídico central, independientemente de que las cuestiones fácticas que lo
rodean puedan válidamente ser diferentes, ya que las particularidades de cada caso no siempre resultan
relevantes y pueden ser sólo adyacentes.
Lo anterior con la finalidad de proporcionar certidumbre en las decisiones judiciales y dar mayor
eficacia a su función unificadora de la interpretación del orden jurídico nacional.
En el caso que nos ocupa, si bien es cierto que todas las ejecutorias contendientes derivaron de
juicios naturales en los que la parte actora ejercitó una acción de indemnización en contra de la **********,
con motivo de la constitución de una servidumbre legal de paso para la transmisión y conducción de energía
eléctrica, también lo es que no en todas las ejecutorias se analizó el mismo punto de derecho.
Por su parte, en el juicio de amparo directo **********, resuelto por el mismo Tribunal Colegiado,
la litis se centró en la violación a las normas del procedimiento realizada por el tribunal responsable,
concediéndose el amparo a la parte actora para que la responsable repusiera el procedimiento para integrar
plenamente el expediente procesal, desahogara las probanzas admitidas y no desahogadas y fijando
correctamente la litis, resolviera conforme a derecho.
En el mismo tenor, en el juicio de amparo directo ********** resuelto por el mismo Tribunal
Colegiado, la litis se centró en determinar si había prescrito o no el derecho de la parte actora al pago de la
indemnización por parte de la **********, por lo que el Tribunal Colegiado tampoco requirió pronunciarse
sobre lo que debe comprender la indemnización solicitada.
Finalmente, en el amparo directo **********, resuelto también por el Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Segundo Circuito, la litis se centró en determinar si el tribunal responsable violó las garantías de la
actora al dejar para ejecución de sentencia la cuantificación de la indemnización, sin expresar los motivos por
los cuales no le era posible fijar la cantidad en la sentencia, tomando en cuenta que durante el juicio natural se
desahogaron las periciales ofrecidas por las partes contendientes, las cuales coincidieron en el valor de la
superficie afectada.
Como se puede advertir, las ejecutorias referidas no versaron sobre el mismo punto de derecho,
puesto que, se insiste, aunque todos los juicios tuvieron como origen la demanda por el pago de una
indemnización en contra de la **********, por la constitución de una servidumbre legal de paso, el Tribunal
Colegiado del conocimiento estudió y resolvió sobre temas diversos, atendiendo a las particularidades de cada
uno de los juicios.
En consecuencia, esta Primera Sala estima que no existe una contradicción de criterios en relación
con las ejecutorias de los juicios de amparo directo **********, **********, **********, **********,
**********, **********, **********, ********** y **********, todas emitidas por el Tercer Tribunal
Colegiado del Décimo Segundo Circuito.
Sin embargo, esta Primera Sala sí advierte una contradicción de criterios en las consideraciones que
sustentan los amparos directos **********, **********, **********, ********** y el amparo en revisión
**********, resueltos por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, en relación con el
criterio sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito en el amparo en revisión
**********, el criterio sostenido por el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito en el
amparo directo **********, y el criterio sustentado por el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Segundo
Circuito en el amparo en revisión **********, puesto que en dichas ejecutorias los tribunales se
pronunciaron sobre un mismo punto jurídico consistente en determinar los conceptos que deben incluirse en la
indemnización correspondiente a una servidumbre legal de paso con motivo de la transmisión y conducción
de energía eléctrica, según se explicará a continuación:
Si bien es cierto que en los amparos directos **********, **********, ********** y **********,
resueltos por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, la litis se centró en determinar que
el tribunal responsable no había fijado correctamente la litis en los juicios naturales, también lo es que al
resolver dichos asuntos, dicho Tribunal Colegiado sostuvo que la indemnización correspondiente a la
constitución de una servidumbre legal de paso para conducir energía eléctrica únicamente equivale al
perjuicio que se ocasione al dueño de la cosa con ese gravamen, que dicha indemnización no tiene un carácter
general y que, por tanto, no incluye el pago de los daños ocasionados.
Asimismo, al resolver el amparo en revisión **********, el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito reiteró el criterio sintetizado en el párrafo anterior, y agregó que el que la indemnización
correspondiente a la constitución de una servidumbre legal de paso para conducir energía eléctrica esté
limitada al perjuicio que se ocasione al dueño de la cosa con ese gravamen, se deriva de la interpretación
armónica de los numerales que regulan la servidumbre legal de paso en el Código Civil Federal y en el
Código Civil del Estado de Sinaloa, y precisó que las rentas sí pueden considerarse un perjuicio y, portanto,
formar parte de la indemnización correspondiente.
Por otra parte, el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, al resolver el amparo
en revisión **********, sostuvo un criterio similar al del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo
Circuito, en cuanto a que la indemnización correspondiente a la constitución de una servidumbre legal de paso
para conducir energía eléctrica únicamente equivale al perjuicio que se ocasione al dueño de la cosa con ese
gravamen, y que las rentas sí pueden considerarse un perjuicio. Sin embargo, concluyó sosteniendo que no
puede proceder el pago de rentas como perjuicio con motivo de la servidumbre legal de paso, en virtud de que
si se paga cierta cantidad de dinero en base al valor comercial del inmueble como perjuicio, considerar
también como procedente el pago de las rentas implicaría un doble pago por concepto de perjuicio en relación
al mismo pedazo de tierra.
Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, al resolver el amparo
directo **********, sostuvo un criterio igual al del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito,
en cuanto a que la indemnización correspondiente a la constitución de una servidumbre legal de paso para
conducir energía eléctrica, únicamente equivale al perjuicio que se ocasione al dueño de la cosa con ese
gravamen, que dicha indemnización no tiene un carácter general y que, por tanto, no incluye el pago de los
daños ocasionados.
El Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito no se pronunció respecto de si las rentas
forman parte de la indemnización, puesto que dicha cuestión no fue materia de la litis en el juicio de amparo
respectivo.
Finalmente, el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, al resolver el amparo en
revisión **********, sostuvo que la indemnización correspondiente a la constitución de una servidumbre
legal de paso para conducir energía eléctrica no deriva de los perjuicios o menoscabos que a futuro sufra el
predio afectado (pago de rentas).
Conforme al criterio de dicho tribunal, si para el pago de la indemnización se toma en cuenta el valor
comercial de la porción del inmueble afectada, no puede adicionarse el pago de rentas futuras, puesto que se
encuentran ya inmersas en la valuación del bien que se tomó como base para la indemnización.
De conformidad con lo anterior, esta Primera Sala estima que sí existe una contradicción de criterios
entre los tribunales contendientes, al resolver los amparos directos **********, **********, **********,
**********, ********** y amparos en revisión **********, ********** y **********, en virtud de que
emitieron resoluciones discrepantes respecto de un mismo problema jurídico, pues mientras que el Primer y
Tercer Tribunales Colegiados del Décimo Segundo Circuito sostuvieron que la indemnización
correspondiente a una servidumbre legal de paso para la conducción de energía eléctrica debe limitarse a los
perjuicios ocasionados, añadiendo el primero de dichos tribunales que las rentas sí pueden considerarse
perjuicios y, por tanto, pueden ser parte de la indemnización correspondiente; el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Segundo Circuito sostuvo que si bien es cierto que la indemnización correspondiente se limita a
los perjuicios, y que las rentas pueden considerarse perjuicios, el pago de rentas como perjuicio no procede
con motivo de la indemnización de una servidumbre legal de paso, puesto que se estaría haciendo un doble
pago; y, finalmente, el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito sostuvo que la
indemnización correspondiente a una servidumbre legal de paso no procede respecto de los perjuicios, puesto
que si para el pago de la indemnización se toma en cuenta el valor comercial del bien, adicionar las rentas que
se perciban a futuro implicaría un doble pago.
No pasa desapercibido para esta Primera Sala que la Segunda Sala de este Alto Tribunal resolvió con
fecha diecisiete de febrero de dos mil diez la contradicción de tesis **********, que versó sobre un tema
similar al que nos ocupa. Sin embargo, tomando en cuenta que el engrose está pendiente y que, por tanto, sólo
se tuvo acceso a las ejecutorias que contendieron en dicha contradicción de tesis, esta Primera Sala se ha
percatado de que las ejecutorias contendientes en la contradicción de tesis ********** derivaron en todos los
casos de asuntos agrarios, en los que era aplicable la Ley Agraria y las disposiciones que rigen a la Comisión
de Avalúos de Bienes Nacionales, ahora Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales;
mientras que en la presente contradicción de tesis, la contradicción deriva de asuntos de naturaleza civil, en
las que no tenía intervención dicho instituto ni su regulación. Por lo cual, tomando en cuenta que dicha
distinción puede dar lugar a diferencias en el tratamiento aplicable, y que la presente contradicción de tesis se
integró cuando todavía no se resolvía la contradicción de tesis 409/2009, esta Primera Sala determina resolver
la presente contradicción de tesis.
QUINTO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que debe
prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado en esta resolución, con base en los
razonamientos que a continuación se exponen:
Dado que el tema de la presente contradicción de tesis está limitado a la servidumbre legal de paso
para la conducción y transmisión de energía eléctrica, se atenderá a la regulación de la servidumbre que
realiza el Código Civil Federal, en atención a que conforme a lo dispuesto en el artículo 23 de la Ley del
Servicio Público de Energía Eléctrica, la servidumbre para la conducción y transmisión de energía eléctrica se
rige por las disposiciones de dicho código.(1)
La regulación de las servidumbres está dentro del libro segundo "De los bienes", título sexto "De las
servidumbres", del Código Civil Federal, la cual se reproduce a continuación, en lo que interesa:
"Título sexto
"De las servidumbres
"Capítulo I
"Disposiciones generales
"El inmueble a cuyo favor está constituida la servidumbre, se llama predio dominante; el que la
sufre, predio sirviente."
"Artículo 1058. La servidumbre consiste en no hacer o en tolerar. Para que al dueño del predio
sirviente pueda exigirse la ejecución de un hecho, es necesario que esté expresamente determinado por la ley,
o en el acto en que se constituyó la servidumbre."
"Artículo 1064. Las servidumbres son inseparables del inmueble a que activa o pasivamente
pertenecen."
"Artículo 1067. Las servidumbres traen su origen de la voluntad del hombre o de la ley; las primeras
se llaman voluntarias y las segundas legales."
"Capítulo II
"De las servidumbres legales
"Artículo 1068. Servidumbre legal es la establecida por la ley, teniendo en cuenta la situación de los
predios y en vista de la utilidad pública y privada conjuntamente."
"Artículo 1070. Todo lo concerniente a las servidumbres establecidas para la utilidad pública o
comunal, se regirá por las leyes y reglamentos especiales y, en su defecto, por las disposiciones de este título."
"Capítulo V
"De la servidumbre legal de paso
"Artículo 1097. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin salida a la vía
pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades vecinas, sin que
sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización equivalente al perjuicio que les
ocasione este gravamen."
"Artículo 1098. La acción para reclamar esta indemnización es prescriptible; pero aunque prescriba,
no cesa por este motivo el paso obtenido."
"Artículo 1108. Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más
fincas, o para conducir energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en
terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización
correspondiente. Esta servidumbre trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de conducción de
los materiales necesarios para la construcción y vigilancia de la línea."
No pasa desapercibido para esta Primera Sala, que tres de las ejecutorias contendientes -los amparos
en revisión 319/2009, 332/2009 y 428/2008- fueron resueltas con base en las disposiciones del Código Civil
para el Estado de Sinaloa, las cuales, en lo que interesa, tienen el mismo contenido, en virtud de que disponen:
"Título VI
"De las servidumbres
"Capítulo I
"Disposiciones generales
"Artículo 1056. La servidumbre consiste en no hacer o en tolerar. Para que al dueño del predio
sirviente pueda exigirse la ejecución de un hecho, es necesario que esté expresamente determinado por la ley,
o en el acto en que se constituyó la servidumbre."
"Artículo 1062. Las servidumbres son inseparables del inmueble a que activa o pasivamente
pertenecen."
"Artículo 1065. Las servidumbres traen su origen de la voluntad del hombre o de la ley; las primeras
se llaman voluntarias y las segundas legales."
"Capítulo II
"De las servidumbres legales
"Artículo 1066. Servidumbre legal es la establecida por la ley, teniendo en cuenta la situación de los
predios y en vista de la utilidad pública y privada conjuntamente."
"Artículo 1068. Todo lo concerniente a las servidumbres establecidas para la utilidad pública o
comunal, se regirá por las leyes y reglamentos especiales y, en su defecto, por las disposiciones de este título."
"Capítulo V
"De la servidumbre legal de paso
"Artículo 1095. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin salida a la vía
pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades vecinas, sin que
sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa, que una indemnización equivalente al perjuicio que les
ocasione este gravamen."
"Artículo 1106. Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más
fincas, o para conducir energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes y tener alambres en terreno
de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización
correspondiente. Esta servidumbre trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de conducción de
los materiales necesarios para la construcción y vigilancia de la línea."
De su regulación se desprende que la servidumbre es un derecho real y, por tanto, participa de las
características de los derechos reales, en su doble sentido: del poder que se ejercita directamente sobre una
cosa, y que es oponible a cualquier persona.
La servidumbre constituye un gravamen sobre un bien inmueble que no puede ser separado de dicho
bien hasta en tanto el gravamen se extinga, sigue al bien inmueble, puesto que en caso de transmisión de la
propiedad del inmueble, éste se transmite con el gravamen, impone una obligación universal de respeto, y
otorga al titular un poder directo e inmediato sobre la porción del bien inmueble en el que está constituida la
servidumbre, para su aprovechamiento total o parcial, oponible a terceros.
Las servidumbres pueden constituirse voluntariamente, mediante algún convenio entre las partes o
pueden imponerse por la ley. Las primeras se denominan "servidumbres voluntarias", las segundas
"servidumbres legales".
El Código Civil regula diversos tipos de servidumbres, entre las que se encuentra la servidumbre
legal de paso. La servidumbre legal de paso tradicional se constituye a favor de un predio que está enclavado
entre otros sin acceso a la vía pública. La ley dispone que los predios adyacentes deben permitir al predio
interior el acceso a la vía pública y proporciona ciertas reglas para el establecimiento de la servidumbre.
Sin embargo, el artículo 1108 del Código Civil Federal transcrito regula la servidumbre legal de paso
para el establecimiento de líneas telefónicas o para la conducción de energía eléctrica. Se trata de una
servidumbre especial, que se caracteriza por imponer un gravamen sobre un predio sirviente en beneficio de
un fin industrial: la producción y distribución de energía eléctrica, que tiene una causa de utilidad pública.
La servidumbre es forzosa y proviene del propio texto de la ley, que en su artículo 1108 establece
que cuando para llevar a cabo dichas actividades sea necesario colocar postes y tender alambres en terrenos de
una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización correspondiente.
Si bien se trata de una servidumbre especial, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica no
regula a las servidumbres que se constituyen con la finalidad de prestar dicho servicio, meramente se remite
para efectos de su regulación al Código Civil Federal.
Cabe precisar que, por tratarse de un derecho real, en la constitución de una servidumbre no hay una
transmisión de propiedad por parte del titular del predio sirviente, éste conserva la propiedad de la totalidad
del inmueble, aunque sujeto a un gravamen, el cual seguirá al inmueble en caso de su transmisión.
Ahora bien, según se anticipó, la servidumbre se impone en detrimento del predio sirviente. La
servidumbre constituye un gravamen, esto es, una carga para el dueño del predio sirviente, que éste está
obligado a tolerar a cambio de una indemnización.
Corresponde a esta Primera Sala determinar a qué debe corresponder dicha indemnización, si debe
limitarse al pago de los perjuicios ocasionados, dentro de los cuales se incluyan las rentas futuras que se dejen
de percibir, o si equivale al valor comercial de la porción del bien inmueble afectada, excluyendo los
perjuicios.
El artículo 1108 del Código Civil Federal que regula a la servidumbre especial que nos ocupa, sólo
señala que el titular de la servidumbre debe pagar la indemnización correspondiente al dueño del predio
sirviente, sin aclarar qué conceptos deben incluirse en la indemnización.
Por su parte, el artículo 1097 al regular a la servidumbre legal de paso dispone que la indemnización
equivale al perjuicio que se ocasione con el gravamen.
El artículo 2109 del Código Civil Federal define al perjuicio como "la privación de cualquier
ganancia lícita, que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación"; y el artículo 2108 define
al daño como "la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por la falta de cumplimiento de una
obligación".
Sin embargo, cabe precisar que dichos conceptos de daño y de perjuicio pertenecen al libro IV "De
las obligaciones", título IV, capítulo I "Consecuencias del incumplimiento de las obligaciones". De la lectura
del capítulo correspondiente se desprende que dichos conceptos están dirigidos al incumplimiento de
obligaciones contractuales. El artículo 2104 dispone: "El que estuviere obligado a prestar un hecho y dejare
de prestarlo o no lo prestare conforme a lo convenido, será responsable de los daños y perjuicios en los
términos siguientes: ..."
Hipótesis jurídica diversa al pago de una indemnización por una servidumbre legal de paso. En el
caso que nos ocupa el pago de la indemnización no tiene como origen el incumplimiento de una obligación,
sino la constitución de una servidumbre sobre un bien inmueble.
Esto es, el término "perjuicio" que utiliza el Código Civil en el capítulo de las servidumbres legales
de paso, no tiene la misma connotación que se utiliza en caso de incumplimiento de las obligaciones. Cuando
el Código Civil hace referencia al pago del "perjuicio" para efectos de la indemnización correspondiente a una
servidumbre, necesariamente se refiere a un resarcimiento al titular del predio sirviente por la afectación que
sufre con la servidumbre, para lo cual debe atenderse a las condiciones y al destino actual del bien que ha sido
afectado.
Para determinar la naturaleza de la indemnización, basta atender a la causa que le da origen. Si según
se anticipó, la servidumbre es un gravamen que se constituye sobre el predio sirviente, que limita a su dueño
en el uso y disfrute de la porción gravada, puesto que la parte del inmueble sobre la que se impone el
gravamen debe forzosamente destinarse a la finalidad perseguida con el gravamen, cuestión que debe
respetarse no sólo por el dueño del predio sirviente, sino erga omnes, queda claro que la constitución de la
servidumbre ocasiona una disminución en el valor del predio sirviente.
Lo anterior es así porque, si bien el dueño del predio sirviente no pierde el derecho de propiedad, sí
pierde el uso y disfrute sobre la porción gravada, de manera que se puede sostener que la porción del terreno
en el que se colocan los postes y demás elementos para la conducción de la energía eléctrica pierde su valor
económico para el dueño del predio sirviente, de ahí que el titular de la servidumbre debe indemnizar al dueño
del predio sirviente por el valor que su inmueble perdió.
En consecuencia, el monto de la indemnización por una servidumbre legal de paso debe determinarse
con base al valor de mercado de la porción del inmueble que ha sido gravada con la servidumbre, y su valor
se calcula con base a su destino, condiciones y la afectación causada al titular del predio sirviente en
elmomento de la constitución de la servidumbre, y no a su destino futuro o eventual. Por tanto, no es
procedente incluir en el monto de la indemnización el pago de rentas futuras que pudiesen haberse obtenido
del inmueble, puesto que cualquier posible renta está incluida en el valor de mercado del inmueble.
Lo anterior se refuerza si se toma en cuenta que la servidumbre tiene el efecto de privar al dueño del
predio sirviente del uso y disfrute de la porción del inmueble sujeto a la servidumbre y, por tanto, el dueño del
predio sirviente no puede tener derecho a la percepción de los frutos durante la vigencia de la servidumbre.
Sin que sea óbice a lo anterior, que la determinación del valor de mercado de la porción afectada del
bien inmueble, así como el monto de la indemnización correspondiente, debe hacerse a juicio de peritos,
atendiendo a las reglas administrativas que en su caso sean aplicables y, en su defecto, a las metodologías
generalmente aceptadas en la valuación comercial de inmuebles.
PRIMERO.-No existe la contradicción de tesis denunciada respecto de los criterios emitidos en las
ejecutorias 194/2009, 200/2009, 219/2009, 220/2009, 223/2009, 303/2009, 306/2009, 679/2008 y 384/2009,
todas emitidas por el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, en los términos del
considerando cuarto de esta resolución.
SEGUNDO.-Sí existe la contradicción de tesis denunciada respecto del criterio emitido por el Primer
Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito, en las ejecutorias de los amparos directos 216/2009,
217/2009, 221/2009, 222/2009 y el amparo en revisión 319/2009, en relación con el criterio sustentado por el
Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito en el amparo en revisión 332/2009, el criterio
sustentado por el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito en el amparo directo 437/2008, y
el criterio sustentado por el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito en el amparo en revisión
428/2008, en los términos del considerando cuarto de esta resolución.
TERCERO.-Debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio sustentado por esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, conforme a la tesis que ha quedado redactada en la parte
final del último considerando de esta resolución.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cuatro votos de los señores Ministros: José Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza (ponente), Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18, fracción II, de la Ley Federal
de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la
información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos
normativos.
______________
1. "Artículo 23. Para la adquisición o uso de bienes inmuebles que se destinen a la prestación del
servicio público de energía eléctrica procederá, en su caso, previa declaración de utilidad pública dictada de
conformidad con las leyes respectivas, la expropiación, la ocupación temporal, total o parcial o la limitación
de los derechos de dominio. La constitución de servidumbre se ajustará a las disposiciones del Código Civil
del orden federal. ..."
2. "Artículo 2o. En lo no previsto en esta ley, se aplicará supletoriamente la legislación civil federal
y, en su caso, mercantil, según la materia de que se trate. ..."
"Artículo 53. La distribución, servidumbres de uso y de paso, mantenimiento, contribuciones, tarifas,
transmisiones de derechos y demás aspectos relativos al uso de volúmenes de agua de los ejidos estarán
regidas por lo dispuesto en las leyes y normatividad de la materia."
Acorde con el artículo 104, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, compete al fuero federal resolver las controversias suscitadas con motivo
de la aplicación de una ley federal, a menos que únicamente se afecten intereses
particulares, en cuyo caso se dará una competencia concurrente. Por otro lado, el
artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica establece, en primer
lugar, que las controversias que se sigan de los actos celebrados por la Comisión
Federal de Electricidad serán resueltas por los tribunales federales y, en segundo, que
todas las controversias nacionales en que sea parte dicha Comisión se resolverán en el
fuero federal. Así, cuando un particular demanda la declaración judicial de una
servidumbre legal de paso a favor de la referida Comisión, por pasar este organismo
descentralizado líneas de transmisión de energía eléctrica a través de los predios del
particular accionante, así como el pago de la indemnización correspondiente, la
competencia para conocer de la controversia se surte a favor del fuero federal, siempre
y cuando la constitución de ese derecho tenga por objeto cumplir con el servicio
público federal de energía eléctrica, en tanto que no sólo se afectan intereses
particulares sino también los del Estado Mexicano. En efecto, en virtud de que se
involucran intereses estatales, conforme al indicado precepto constitucional no se
actualiza el supuesto para que se surta la competencia concurrente; además de que se
trata de una controversia nacional a las que se refiere el mencionado 45, por tratarse
del otorgamiento de un servicio público federal. Además de lo anterior, el artículo 23
de la referida Ley Reglamentaria señala que las servidumbres que se constituyan con
motivo del servicio federal que en ella se consigna, se deberán ajustar a las
disposiciones del Código Civil Federal, por lo que se pone de manifiesto la voluntad del
legislador de incorporar al ámbito federal las controversias que se susciten por esta
causa.
1a./J. 79/2009
CONSIDERANDO:
Criterio del Tercer Tribunal Colegiado del Decimosegundo Circuito. Al resolver el conflicto
competencial 17/2008, el veinte de marzo de dos mil nueve, se pronunció respecto de la competencia para
conocer de la demanda interpuesta en contra de la Comisión Federal de Electricidad para la declaración de
una servidumbre legal de paso a favor de esta última y el pago de la indemnización correspondiente al
particular accionante, en cuya resolución estimó que la competencia se surte a favor del fuero federal.
La demanda que suscitó el juicio sumario civil fue presentada ante el Juzgado Segundo de Primera
Instancia del Ramo Civil del Distrito Judicial de Guasave, Sinaloa. El apoderado legal de la comisión, por
medio de la contestación correspondiente, opuso la excepción de incompetencia por declinatoria, la cual fue
declarada procedente. Se ordenó remitir los autos al Juzgado de Distrito correspondiente, en este caso, al
Juzgado Séptimo de Distrito en el Estado de Sinaloa, el cual tampoco aceptó la competencia declinada por
considerar que no se aplicaban leyes federales, no se afectaba directamente un bien de la nación y no había un
supuesto de competencia federal, configurándose así el conflicto competencial en comento.
Así entonces, el Tribunal Colegiado dictó la sentencia correspondiente con base en las siguientes
consideraciones:
"El artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, establece lo siguiente:
"‘Artículo 45. Los actos jurídicos que celebre la Comisión Federal de Electricidad se regirán por las
leyes federales aplicables y las controversias nacionales en que sea parte, cualquiera que sea su naturaleza,
serán de la competencia de los tribunales de la Federación, salvo acuerdo arbitral, quedando exceptuada de
otorgar las garantías que los ordenamientos legales exijan a las partes, aun en los casos de controversias
judiciales. La comisión podrá convenir la aplicación del derecho extranjero, la jurisdicción de tribunales
extranjeros en asuntos mercantiles y celebrar acuerdo arbitrales cuando así convenga al mejor cumplimiento
de su objeto.’
"Del contenido señalado en el artículo anterior se advierte que las controversias en que sea parte la
Comisión Federal de Electricidad, cualquiera que sea su naturaleza, serán de la competencia de los tribunales
de la Federación, por lo que si bien es cierto que el juicio sumario civil de origen fue promovido por un
particular, quien solicitó que mediante sentencia firme se declare la existencia de una servidumbre legal de
paso en un terreno de su propiedad a favor de la demandada; por el solo hecho de que la citada institución sea
parte en dicho juicio, la competencia del mismo corresponde al Juzgado de Distrito, por así establecerlo
expresamente el artículo 45 de la Ley Federal del Servicio Público de Energía Eléctrica.
"Por otro lado, cabe destacar el contenido de los artículos 1, 2 y 4, fracciones I, II y III, de la Ley del
Servicio Público de Energía Eléctrica, que respectivamente establecen lo siguiente:
"‘Artículo 2o. Todos los actos relacionados con el servicio público de energía eléctrica son de orden
público.’
"‘Artículo 4o. Para los efectos de esta ley, la prestación del servicio público de energía eléctrica
comprende:
"‘III. La realización de todas las obras, instalaciones y trabajos que requieran la planeación,
ejecución, operación y mantenimiento del sistema eléctrico nacional.’
"Se entiende pues que es de orden público la prestación del servicio público de energía eléctrica
prestado por parte de la Comisión Federal. Por lo tanto, es demandada por un particular que reclama que se
declare judicialmente la existencia de una servidumbre legal de paso y el pago de la indemnización
correspondiente, es inconcuso que, de declararse procedente dicha prestación, se afectaría al patrimonio de
dicho organismo descentralizado y por consecuencia el interés de la Federación, por lo que no se actualiza la
hipótesis de competencia concurrente que establece el artículo 104, fracción I, de la Constitución Federal,
debido a que no se afectan únicamente intereses particulares. Por lo tanto, al tratarse de una controversia del
orden civil sobre el cumplimiento y aplicación de leyes federales, en el caso la Ley del Servicio Público de
Energía Eléctrica y el Código Civil Federal, debe conocer del asunto un Juzgado de Distrito.
"Sirve de apoyo lo establecido por la otrora Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al emitir la jurisprudencia 3a./J. 26/93, publicada en la página 36 del tomo 72, diciembre de 1993, de
la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, que a la letra dice:
En el mismo sentido se resolvió el conflicto competencial 18/2008, suscitado entre el Juez Segundo
de Primera Instancia del Ramo Civil del Distrito Judicial de Guasave, Sinaloa, y el Juez Quinto de Distrito en
el Estado de Sinaloa, con sede en Los Mochis, para conocer del juicio sumario civil 395/2008.
Criterio sustentado por el Cuarto Tribunal Colegiado del Decimosegundo Circuito. Al resolver el
conflicto competencial 18/2008, el veintinueve de enero dos mil nueve, se pronunció respecto de la
competencia para conocer de la demanda interpuesta en contra de la Comisión Federal de Electricidad para la
declaración de una servidumbre legal de paso a favor de esta última y el pago de la indemnización
correspondiente al particular accionante, en cuya resolución estimó que la competencia se surte a favor del
fuero común.
Por medio del escrito de demanda, presentado ante el Juzgado Mixto de Primera Instancia, con sede
en San Ignacio, Sinaloa, el particular demandó en la vía ordinaria civil diversas prestaciones a la comisión.
Seguidas ciertas etapas procesales del juicio natural, el Juez se declaró incompetente para conocer del asunto
y declinó la competencia a favor del Juez de Distrito en turno. Conociendo del asunto, el Juez Décimo de
Distrito en el Estado de Sinaloa, con sede en la ciudad de Mazatlán, no aceptó la competencia y concluyó que
debía conocer del asunto el Juez del fuero común.
El Tribunal Colegiado dictó la sentencia correspondiente con base en las siguientes consideraciones:
"Si bien es cierto que, en el caso, Comisión Federal de Electricidad es parte en la controversia del
juicio de origen y, que se pudiera tratar de un conflicto inmerso en el ámbito de una legislación federal de
conformidad con el artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. No menos cierto es, que
en el presente asunto dicho numeral no es aplicable, porque en el caso concreto no se afecta el interés público,
sino que, con la controversia de origen, únicamente se ve afectado el interés particular de la parte actora,
como se puede advertir claramente al imponerse de la demanda que dio origen al juicio natural (fojas 6 a 15),
de donde se desprende que es el propio accionante quien se duele de que se está afectando su derecho de
propiedad, respecto de terrenos sobre los que atraviesan líneas de transmisión de energía eléctrica de alta
tensión, por tanto, solicita que se declare mediante sentencia firme que existe una servidumbre de paso a favor
de la Comisión Federal de Electricidad, de conformidad con los numerales 1065, 1066 y 1106, todos del
Código Civil para el Estado de Sinaloa, así como el pago de la indemnización a que se refiere el último de los
artículos citados; en consecuencia, al ser inconcuso que dicho acto no afecta el patrimonio de la citada
paraestatal, ni mucho menos de la Federación, por no ser aquélla integrante de ésta, en virtud de que la
Comisión Federal de Electricidad, es un organismo público descentralizado que tiene personalidad jurídica y
patrimonio propios, es evidente que la competencia federal no se surte en su favor por la sola circunstancia de
que sea parte en el juicio civil, máxime cuando, se tiene que el actor funda sus pretensiones en la aplicación
de leyes locales, como el Código Civil y de Procedimientos Civiles vigentes en esta entidad federativa, y en
tales circunstancias, si el asunto que nos ocupa puede afectar sólo intereses particulares, entonces, en vía de
consecuencia, es indiscutible que siendo esto así, la competencia para conocer del negocio debe recaer en el
Juez del fuero común en donde fue presentada la demanda inicial.
"Sin que sea obstáculo a lo anteriormente considerado, el hecho de que el Juez Segundo de Primera
Instancia del Ramo Civil, con asiento en Guasave, Sinaloa, hubiese manifestado en su resolución de dieciséis
de julio de dos mil ocho, que por ser la Comisión Federal de Electricidad parte demandada en el juicio
natural, el conflicto se encontraba inmerso en el numeral 45 de la Ley del Servicio Público de Energía
Eléctrica, habida cuenta que no debe perderse de vista, que para que dicho ordinal sea aplicable, es necesario
que la litis del juicio natural provenga de un acto jurídico celebrado entre el actor y la demandada Comisión
Federal de Electricidad, circunstancia que en el caso no acontece, porque la controversia se suscita en la
afectación del derecho de propiedad del accionante sobre bienes inmuebles ubicados en el Municipio de
Guasave, Sinaloa; de tal suerte, que al exigirle el accionante a la Comisión Federal de Electricidad lo
indemnice por las superficies que le afectó, en virtud de que construyó líneas de transmisión de energía
eléctrica de alta tensión, las cuales atraviesan sobre sus terrenos, no puede razonablemente estimarse que con
ello se afectan intereses de la nación, ni de la Federación, toda vez que la citada demandada es un organismo
público descentralizado, que, como se dijo, cuenta con personalidad jurídica y patrimonio propios, por lo que
no es un órgano del Estado Federal, sino un organismo con bienes independientes de la Federación.
"Sirve de apoyo a lo anterior la tesis de jurisprudencia número 24/92, sustentada por la otrora
Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página noventa y nueve, Tomo IV,
Materia Civil del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, cuyos rubro y texto son:
CUARTO. Existencia de la contradicción. Para que haya materia a dilucidar respecto de cuál criterio
es el que debe prevalecer deben concurrir los siguientes supuestos:
a) Que al resolver los negocios se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; y
Cabe señalar que aun cuando los criterios sustentados por los tribunales contendientes no constituyen
jurisprudencia debidamente integrada, ello no es requisito indispensable para proceder a su análisis y
establecer si existe la contradicción planteada y, en su caso, cuál es el criterio quedebe prevalecer, siendo
aplicable la tesis P. L/94, de rubro: "CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO ES
NECESARIO QUE SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS.", emitida por el Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.(1)
Ahora bien, para facilitar el análisis de los criterios de los tribunales contendientes -los cuales fueron
expuestos en el considerando tercero- es conveniente presentar un cuadro comparativo que nos muestre, de
forma sintetizada, los elementos que tuvieron que examinar los órganos colegiados para emitir sus
resoluciones, así como las consideraciones esenciales que sustentaron en ellas:
De la confrontación de las consideraciones emitidas por los Tribunales Colegiados Tercero y Cuarto,
ambos del Decimosegundo Circuito, se llega a la conclusión de que sí existe contradicción de criterios, pues
en los negocios resueltos se examinaron cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adoptaron posiciones
o criterios jurídicos discrepantes, obteniéndose la diferencia de criterios en los razonamientos, proviniendo,
además, del análisis de los mismos elementos.
En efecto, dichos órganos colegiados sí examinaron los mismos elementos, pues cada uno de ellos
analizó juicios en los que se resolvió si la competencia para resolver sobre una declaración de servidumbre
legal de paso a favor de la Comisión Federal de Electricidad y el pago de la correspondiente indemnización es
federal o local.
Los tribunales contendientes abordaron la misma cuestión jurídica, que fue determinar cuál era la
competencia acorde para resolver un conflicto en el cual se le demanda a una empresa paraestatal, en este
caso, a la Comisión Federal de Electricidad, una servidumbre legal de paso y el pago de la indemnización
correspondiente.
De esta forma se llega a la conclusión de que sí se realizó el examen de los mismos elementos:
demandas de servidumbres legales de paso a la Comisión Federal de Electricidad y la correspondiente
indemnización; respecto de una misma cuestión jurídica: determinar cuál era el fuero competente para
resolver tal planteamiento, el fuero común o el fuero federal.
Establecido lo anterior, y toda vez que se ha considerado existente la presente contradicción de tesis,
el problema a dilucidar es el siguiente: si en los asuntos en que se le demande a la Comisión Federal de
Electricidad una servidumbre legal de paso, así como la correspondiente indemnización ¿la competencia
radica en el fuero federal o en el fuero común?
QUINTO. Determinación del criterio a prevalecer. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación considera que debe prevalecer, con el carácter de jurisprudencia, el criterio que se sustenta en el
presente fallo, de conformidad con los siguientes razonamientos.
Para determinar la competencia y la legislación procesal aplicable al caso cabe hacer una
interpretación sistemática del artículo 104, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como del artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica:
"I. De todas las controversias del orden civil o criminal que se susciten sobre el cumplimiento y
aplicación de leyes federales o de los tratados internacionales celebrados por el Estado mexicano. Cuando
dichas controversias sólo afecten intereses particulares, podrán conocer también de ellas, a elección del actor,
los Jueces y tribunales del orden común de los Estados y del Distrito Federal. Las sentencias de primera
instancia podrán ser apelables para (sic) ante el superior inmediato del Juez que conozca del asunto en primer
grado. ..."
"Artículo 45. Los actos jurídicos que celebre la Comisión Federal de Electricidad se regirán por las
Leyes Federales aplicables y las controversias nacionales en que sea parte, cualquiera que sea su naturaleza,
serán de la competencia de los tribunales de la Federación, salvo acuerdo arbitral, quedando exceptuada de
otorgar las garantías que los ordenamientos legales exijan a las partes, aun en los casos de controversias
judiciales.
"La comisión podrá convenir la aplicación del derecho extranjero, la jurisdicción de tribunales
extranjeros en asuntos mercantiles y celebrar acuerdos arbitrales cuando así convenga al mejor cumplimiento
de su objeto."
El artículo 104, fracción I, de la Constitución Federal establece que cuando se aplique una ley
federal, como en los presentes casos, la competencia para resolver las controversias que con motivo de esta
aplicación se susciten se surtirá a favor del fuero federal, a menos que se afecten únicamente intereses
particulares, en cuyo caso se dará una competencia concurrente, por lo que a elección del actor del asunto
podrá conocer un Juez del fuero común o uno del fuero federal.
Por su parte, el artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica establece dos
supuestos con base en los cuales se surte la competencia federal. En primer lugar, tratándose de las
controversias que se sigan de los actos celebrados por la Comisión Federal de Electricidad, lo conducente será
resuelto por los tribunales federales y, en segundo lugar, la competencia federal está dada tras establecer que
todas las "controversias nacionales" en que sea parte la Comisión Federal de Electricidad se resolverán en el
fuero federal.
Entonces, para determinar en quién recae la competencia para conocer de las controversias que se
susciten con motivo de la demanda de una servidumbre legal de paso a favor de la Comisión Federal de
Electricidad sobre los predios del particular accionante, y el pago de la correspondiente indemnización, se
deberán analizar los siguientes supuestos:
3. O bien, ¿este tipo de conflictos pueden considerarse como una controversia nacional?
La respuesta a estas preguntas nos indicará en quién recae la competencia para conocer de estos
conflictos.
1. ¿Se afectan únicamente intereses particulares? En primer lugar, debe atenderse al criterio
constitucional de la competencia originaria que se establece en el artículo 104, fracción I, de la Constitución
Federal, por lo que habrá de determinarse si en los presentes asuntos se afectan o no sólo intereses
particulares.
En los casos base de la presente contradicción se atienden juicios civiles en los que se demanda una
declaración judicial de una servidumbre legal de paso a favor de la Comisión Federal de Electricidad, dado
que este organismo descentralizado de la administración pública paraestatal atravesó líneas de transmisión de
energía eléctrica a través de predios particulares, por lo que sus propietarios reclaman el pago de la
correspondiente indemnización una vez determinada la constitución del referido derecho.
Ahora bien, siendo que los actos que originaron el paso de dichas líneas de transmisión de energía
eléctrica a través de los predios de los particulares accionantes son parte del servicio federal que proporciona
la comisión, no sólo se afectan intereses particulares, sino que se involucran los intereses de la Federación, del
Estado mexicano, por proporcionar dicho servicio, el cual se considera de orden público de acuerdo a su ley
reglamentaria.
En efecto, con fundamento en los artículos 2 y 3 de dicha ley,(2) se hace la connotación de que el
servicio de energía eléctrica otorgado por la Comisión Federal de Electricidad es un servicio público federal
de orden público, por lo que los intereses y las acciones de las que es partícipe la comisión en relación con el
otorgamiento de dicho servicio es de plena relevancia federal. Ese carácter de orden público se desprende
tanto de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica como del artículo 27 de la Constitución Federal,(3)
en el cual se consigna la relevancia nacional de dicho servicio.
Así pues, en los casos en que las servidumbres se establezcan con motivo del otorgamiento del
servicio de referencia, es evidente que no se afectan sólo los intereses de los particulares, cuyos predios se
vieron afectados, sino que también se afectan intereses públicos, por lo que no se surte el supuesto de la
competencia concurrente, a que se refiere el precepto constitucional analizado.
2. ¿Se trata de actos celebrados por la Comisión Federal de Electricidad? En este sentido cabe decir
que la declaración judicial de una servidumbre legal de paso no es un acto que celebre la entidad paraestatal,
sino que es la constitución de un derecho por medio de una autoridad jurisdiccional tras la acción procesal
correspondiente. Es decir, no es un acto en el que se involucre la voluntad del organismo descentralizado, sino
que, si bien participa del proceso judicial en el cual se constituye dicho derecho, éste no se entiende como una
actuación celebrada por la comisión.
Cabe señalar que en la celebración de un acto jurídico se hace referencia a que éste cuenta con una
voluntad consciente de generar efectos jurídicos, dado que esa conducta se encuentra como supuesto de una
norma positiva. Ahora bien, es claro que la comisión realizó actos jurídicos unilaterales que generaron
consecuencias jurídicas como lo fue el pasar líneas de transmisión de energía eléctrica por predios de
particulares, cuyo efecto fueron los conflictos suscitados para constituir una servidumbre legal de paso y el
pago de la indemnización correspondiente; sin embargo, por celebración de actos, en referencia a lo dictado
por el precepto en análisis, deben entenderse que son todos aquellos actos jurídicos bilaterales, ya sean
convenios o contratos, en los que la Comisión Federal de Electricidad es parte.
Este segundo supuesto de competencia podría llegar a constituirse en aquellos casos en los que el
conflicto surgiera por actos derivados con posterioridad a la celebración de un contrato o un convenio entre
los particulares y la comisión, en los cuales, por ejemplo, exista un acuerdo de voluntades para el trazo de las
líneas de transmisión de energía eléctrica sobre dichos inmuebles.
3. ¿Este tipo de conflictos pueden considerarse como una "controversia nacional"? En este sentido,
cabe señalar que, de acuerdo a una interpretación sistemática de la ley reglamentaria, por "controversias
nacionales" debe entenderse que son todas aquellas que se susciten con motivo de la impartición del servicio
público federal consignado en la ley de referencia.
Por otro lado, la Ley General de Bienes Nacionales establece que los bienes sujetos al régimen de
dominio público federal estarán bajo la jurisdicción de los tribunales federales. Ello con fundamento en el
artículo 9 de la referida ley, cuyo contenido, en lo que interesa a la presente controversia, es el siguiente:
En ese sentido, el artículo 6 de la Ley General de Bienes Nacionales establece cuáles son los bienes
sujetos al régimen de dominio público de la Federación, entre los que se encuentran los inmuebles que formen
parte del patrimonio de los organismos descentralizados de carácter federal; ello, de conformidad con la
fracción XI del artículo señalado, cuyo contenido es el siguiente:
"...
"XI. Los inmuebles que formen parte del patrimonio de los organismos descentralizados de carácter
federal."
Por su parte, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, en su artículo 8, le otorga a la
Comisión Federal de Electricidad la naturaleza jurídica de ser un organismo descentralizado con personalidad
jurídica y patrimonio propios, a saber:
De lo anterior se desprende una remisión expresa en los preceptos señalados de los diversos
ordenamientos legales a la competencia federal para dirimir las controversias que se susciten cuando están
involucrados bienes inmuebles pertenecientes a un organismo descentralizado de carácter federal, como en el
caso lo es la Comisión Federal de Electricidad. Sin embargo, en la presente contradicción de tesis se
confrontan casos en donde el objeto reclamado por los particulares no es un bien inmueble propiedad de la
Comisión Federal de Electricidad, sino un derecho de servidumbre de paso que se le está reconociendo a
dicha entidad paraestatal sobre los predios de los particulares.
En relación a lo anterior, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica en su artículo 23 determina
que respecto de las servidumbres que tengan que declararse con motivo del servicio de energía eléctrica
proporcionado por la Comisión Federal de Electricidad se aplicará el Código Civil Federal como
ordenamiento sustantivo. Poniendo en evidencia con lo anterior la intención del legislador, en relación con las
otras disposiciones ya señaladas, de darle un trato federal a los asuntos relacionados con la Comisión Federal
de Electricidad en lo que concierne a sus funciones de servicio público.
"Artículo 23. Para la adquisición o uso de bienes inmuebles que se destinen a la prestación del
servicio público de energía eléctrica procederá, en su caso, previa declaración de utilidad pública dictada de
conformidad con las leyes respectivas, la expropiación, la ocupación temporal, total o parcial o la limitación
de los derechos de dominio. La constitución de servidumbre se ajustará a las disposiciones del Código Civil
del orden federal.
"Cuando los inmuebles sean propiedad de la Federación de los Estados o Municipios, la Comisión
Federal de Electricidad elevará las solicitudes que legalmente procedan."
En una interpretación conjunta de los ordenamientos citados, es inconcuso que es en el fuero federal
en donde radica la competencia para dirimir las controversias que se susciten con motivo de la declaración de
existencia de una servidumbre legal de paso a favor de la Comisión Federal de Electricidad, a través de
predios particulares y el pago de la correspondiente indemnización, siempre y cuando la constitución de ese
derecho tenga por objeto el cumplir con el servicio público federal de energía eléctrica consignado en la ley
reglamentaria de dicho servicio y, por lo tanto, que no se afecten únicamente intereses particulares.
De acuerdo con las consideraciones que se han expuesto, debe prevalecer con carácter de
jurisprudencia, en términos del artículo 192 de la Ley de Amparo, el criterio que sustenta esta Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación a continuación:
SE RESUELVE:
PRIMERO. Sí existe la contradicción de tesis a que este expediente se refiere, en los términos del
considerando cuarto de esta resolución.
SEGUNDO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta Primera
Sala, en los términos de la tesis redactada en el último considerando del presente fallo.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cincovotos de los señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo, José Ramón Cossío Díaz (ponente), Juan
N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y presidente Sergio A. Valls Hernández.
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1. Visible en la página 35 del tomo 83, noviembre de 1994, de la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época.
CONSIDERANDO:
Criterio del Tercer Tribunal Colegiado del Decimosegundo Circuito. Al resolver el conflicto
competencial 17/2008, el veinte de marzo de dos mil nueve, se pronunció respecto de la competencia para
conocer de la demanda interpuesta en contra de la Comisión Federal de Electricidad para la declaración de
una servidumbre legal de paso a favor de esta última y el pago de la indemnización correspondiente al
particular accionante, en cuya resolución estimó que la competencia se surte a favor del fuero federal.
La demanda que suscitó el juicio sumario civil fue presentada ante el Juzgado Segundo de Primera
Instancia del Ramo Civil del Distrito Judicial de Guasave, Sinaloa. El apoderado legal de la comisión, por
medio de la contestación correspondiente, opuso la excepción de incompetencia por declinatoria, la cual fue
declarada procedente. Se ordenó remitir los autos al Juzgado de Distrito correspondiente, en este caso, al
Juzgado Séptimo de Distrito en el Estado de Sinaloa, el cual tampoco aceptó la competencia declinada por
considerar que no se aplicaban leyes federales, no se afectaba directamente un bien de la nación y no había un
supuesto de competencia federal, configurándose así el conflicto competencial en comento.
Así entonces, el Tribunal Colegiado dictó la sentencia correspondiente con base en las siguientes
consideraciones:
"El artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, establece lo siguiente:
"‘Artículo 45. Los actos jurídicos que celebre la Comisión Federal de Electricidad se regirán por las
leyes federales aplicables y las controversias nacionales en que sea parte, cualquiera que sea su naturaleza,
serán de la competencia de los tribunales de la Federación, salvo acuerdo arbitral, quedando exceptuada de
otorgar las garantías que los ordenamientos legales exijan a las partes, aun en los casos de controversias
judiciales. La comisión podrá convenir la aplicación del derecho extranjero, la jurisdicción de tribunales
extranjeros en asuntos mercantiles y celebrar acuerdo arbitrales cuando así convenga al mejor cumplimiento
de su objeto.’
"Del contenido señalado en el artículo anterior se advierte que las controversias en que sea parte la
Comisión Federal de Electricidad, cualquiera que sea su naturaleza, serán de la competencia de los tribunales
de la Federación, por lo que si bien es cierto que el juicio sumario civil de origen fue promovido por un
particular, quien solicitó que mediante sentencia firme se declare la existencia de una servidumbre legal de
paso en un terreno de su propiedad a favor de la demandada; por el solo hecho de que la citada institución sea
parte en dicho juicio, la competencia del mismo corresponde al Juzgado de Distrito, por así establecerlo
expresamente el artículo 45 de la Ley Federal del Servicio Público de Energía Eléctrica.
"Por otro lado, cabe destacar el contenido de los artículos 1, 2 y 4, fracciones I, II y III, de la Ley del
Servicio Público de Energía Eléctrica, que respectivamente establecen lo siguiente:
"‘Artículo 2o. Todos los actos relacionados con el servicio público de energía eléctrica son de orden
público.’
"‘Artículo 4o. Para los efectos de esta ley, la prestación del servicio público de energía eléctrica
comprende:
"‘III. La realización de todas las obras, instalaciones y trabajos que requieran la planeación,
ejecución, operación y mantenimiento del sistema eléctrico nacional.’
"Se entiende pues que es de orden público la prestación del servicio público de energía eléctrica
prestado por parte de la Comisión Federal. Por lo tanto, es demandada por un particular que reclama que se
declare judicialmente la existencia de una servidumbre legal de paso y el pago de la indemnización
correspondiente, es inconcuso que, de declararse procedente dicha prestación, se afectaría al patrimonio de
dicho organismo descentralizado y por consecuencia el interés de la Federación, por lo que no se actualiza la
hipótesis de competencia concurrente que establece el artículo 104, fracción I, de la Constitución Federal,
debido a que no se afectan únicamente intereses particulares. Por lo tanto, al tratarse de una controversia del
orden civil sobre el cumplimiento y aplicación de leyes federales, en el caso la Ley del Servicio Público de
Energía Eléctrica y el Código Civil Federal, debe conocer del asunto un Juzgado de Distrito.
"Sirve de apoyo lo establecido por la otrora Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al emitir la jurisprudencia 3a./J. 26/93, publicada en la página 36 del tomo 72, diciembre de 1993, de
la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, que a la letra dice:
En el mismo sentido se resolvió el conflicto competencial 18/2008, suscitado entre el Juez Segundo
de Primera Instancia del Ramo Civil del Distrito Judicial de Guasave, Sinaloa, y el Juez Quinto de Distrito en
el Estado de Sinaloa, con sede en Los Mochis, para conocer del juicio sumario civil 395/2008.
Criterio sustentado por el Cuarto Tribunal Colegiado del Decimosegundo Circuito. Al resolver el
conflicto competencial 18/2008, el veintinueve de enero dos mil nueve, se pronunció respecto de la
competencia para conocer de la demanda interpuesta en contra de la Comisión Federal de Electricidad para la
declaración de una servidumbre legal de paso a favor de esta última y el pago de la indemnización
correspondiente al particular accionante, en cuya resolución estimó que la competencia se surte a favor del
fuero común.
Por medio del escrito de demanda, presentado ante el Juzgado Mixto de Primera Instancia, con sede
en San Ignacio, Sinaloa, el particular demandó en la vía ordinaria civil diversas prestaciones a la comisión.
Seguidas ciertas etapas procesales del juicio natural, el Juez se declaró incompetente para conocer del asunto
y declinó la competencia a favor del Juez de Distrito en turno. Conociendo del asunto, el Juez Décimo de
Distrito en el Estado de Sinaloa, con sede en la ciudad de Mazatlán, no aceptó la competencia y concluyó que
debía conocer del asunto el Juez del fuero común.
El Tribunal Colegiado dictó la sentencia correspondiente con base en las siguientes consideraciones:
"Si bien es cierto que, en el caso, Comisión Federal de Electricidad es parte en la controversia del
juicio de origen y, que se pudiera tratar de un conflicto inmerso en el ámbito de una legislación federal de
conformidad con el artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. No menos cierto es, que
en el presente asunto dicho numeral no es aplicable, porque en el caso concreto no se afecta el interés público,
sino que, con la controversia de origen, únicamente se ve afectado el interés particular de la parte actora,
como se puede advertir claramente al imponerse de la demanda que dio origen al juicio natural (fojas 6 a 15),
de donde se desprende que es el propio accionante quien se duele de que se está afectando su derecho de
propiedad, respecto de terrenos sobre los que atraviesan líneas de transmisión de energía eléctrica de alta
tensión, por tanto, solicita que se declare mediante sentencia firme que existe una servidumbre de paso a favor
de la Comisión Federal de Electricidad, de conformidad con los numerales 1065, 1066 y 1106, todos del
Código Civil para el Estado de Sinaloa, así como el pago de la indemnización a que se refiere el último de los
artículos citados; en consecuencia, al ser inconcuso que dicho acto no afecta el patrimonio de la citada
paraestatal, ni mucho menos de la Federación, por no ser aquélla integrante de ésta, en virtud de que la
Comisión Federal de Electricidad, es un organismo público descentralizado que tiene personalidad jurídica y
patrimonio propios, es evidente que la competencia federal no se surte en su favor por la sola circunstancia de
que sea parte en el juicio civil, máxime cuando, se tiene que el actor funda sus pretensiones en la aplicación
de leyes locales, como el Código Civil y de Procedimientos Civiles vigentes en esta entidad federativa, y en
tales circunstancias, si el asunto que nos ocupa puede afectar sólo intereses particulares, entonces, en vía de
consecuencia, es indiscutible que siendo esto así, la competencia para conocer del negocio debe recaer en el
Juez del fuero común en donde fue presentada la demanda inicial.
"Sin que sea obstáculo a lo anteriormente considerado, el hecho de que el Juez Segundo de Primera
Instancia del Ramo Civil, con asiento en Guasave, Sinaloa, hubiese manifestado en su resolución de dieciséis
de julio de dos mil ocho, que por ser la Comisión Federal de Electricidad parte demandada en el juicio
natural, el conflicto se encontraba inmerso en el numeral 45 de la Ley del Servicio Público de Energía
Eléctrica, habida cuenta que no debe perderse de vista, que para que dicho ordinal sea aplicable, es necesario
que la litis del juicio natural provenga de un acto jurídico celebrado entre el actor y la demandada Comisión
Federal de Electricidad, circunstancia que en el caso no acontece, porque la controversia se suscita en la
afectación del derecho de propiedad del accionante sobre bienes inmuebles ubicados en el Municipio de
Guasave, Sinaloa; de tal suerte, que al exigirle el accionante a la Comisión Federal de Electricidad lo
indemnice por las superficies que le afectó, en virtud de que construyó líneas de transmisión de energía
eléctrica de alta tensión, las cuales atraviesan sobre sus terrenos, no puede razonablemente estimarse que con
ello se afectan intereses de la nación, ni de la Federación, toda vez que la citada demandada es un organismo
público descentralizado, que, como se dijo, cuenta con personalidad jurídica y patrimonio propios, por lo que
no es un órgano del Estado Federal, sino un organismo con bienes independientes de la Federación.
"Sirve de apoyo a lo anterior la tesis de jurisprudencia número 24/92, sustentada por la otrora
Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página noventa y nueve, Tomo IV,
Materia Civil del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, cuyos rubro y texto son:
CUARTO. Existencia de la contradicción. Para que haya materia a dilucidar respecto de cuál criterio
es el que debe prevalecer deben concurrir los siguientes supuestos:
a) Que al resolver los negocios se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; y
Ahora bien, para facilitar el análisis de los criterios de los tribunales contendientes -los cuales fueron
expuestos en el considerando tercero- es conveniente presentar un cuadro comparativo que nos muestre, de
forma sintetizada, los elementos que tuvieron que examinar los órganos colegiados para emitir sus
resoluciones, así como las consideraciones esenciales que sustentaron en ellas:
De la confrontación de las consideraciones emitidas por los Tribunales Colegiados Tercero y Cuarto,
ambos del Decimosegundo Circuito, se llega a la conclusión de que sí existe contradicción de criterios, pues
en los negocios resueltos se examinaron cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adoptaron posiciones
o criterios jurídicos discrepantes, obteniéndose la diferencia de criterios en los razonamientos, proviniendo,
además, del análisis de los mismos elementos.
En efecto, dichos órganos colegiados sí examinaron los mismos elementos, pues cada uno de ellos
analizó juicios en los que se resolvió si la competencia para resolver sobre una declaración de servidumbre
legal de paso a favor de la Comisión Federal de Electricidad y el pago de la correspondiente indemnización es
federal o local.
Los tribunales contendientes abordaron la misma cuestión jurídica, que fue determinar cuál era la
competencia acorde para resolver un conflicto en el cual se le demanda a una empresa paraestatal, en este
caso, a la Comisión Federal de Electricidad, una servidumbre legal de paso y el pago de la indemnización
correspondiente.
De esta forma se llega a la conclusión de que sí se realizó el examen de los mismos elementos:
demandas de servidumbres legales de paso a la Comisión Federal de Electricidad y la correspondiente
indemnización; respecto de una misma cuestión jurídica: determinar cuál era el fuero competente para
resolver tal planteamiento, el fuero común o el fuero federal.
Establecido lo anterior, y toda vez que se ha considerado existente la presente contradicción de tesis,
el problema a dilucidar es el siguiente: si en los asuntos en que se le demande a la Comisión Federal de
Electricidad una servidumbre legal de paso, así como la correspondiente indemnización ¿la competencia
radica en el fuero federal o en el fuero común?
QUINTO. Determinación del criterio a prevalecer. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación considera que debe prevalecer, con el carácter de jurisprudencia, el criterio que se sustenta en el
presente fallo, de conformidad con los siguientes razonamientos.
Para determinar la competencia y la legislación procesal aplicable al caso cabe hacer una
interpretación sistemática del artículo 104, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como del artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica:
"I. De todas las controversias del orden civil o criminal que se susciten sobre el cumplimiento y
aplicación de leyes federales o de los tratados internacionales celebrados por el Estado mexicano. Cuando
dichas controversias sólo afecten intereses particulares, podrán conocer también de ellas, a elección del actor,
los Jueces y tribunales del orden común de los Estados y del Distrito Federal. Las sentencias de primera
instancia podrán ser apelables para (sic) ante el superior inmediato del Juez que conozca del asunto en primer
grado. ..."
"Artículo 45. Los actos jurídicos que celebre la Comisión Federal de Electricidad se regirán por las
Leyes Federales aplicables y las controversias nacionales en que sea parte, cualquiera que sea su naturaleza,
serán de la competencia de los tribunales de la Federación, salvo acuerdo arbitral, quedando exceptuada de
otorgar las garantías que los ordenamientos legales exijan a las partes, aun en los casos de controversias
judiciales.
"La comisión podrá convenir la aplicación del derecho extranjero, la jurisdicción de tribunales
extranjeros en asuntos mercantiles y celebrar acuerdos arbitrales cuando así convenga al mejor cumplimiento
de su objeto."
El artículo 104, fracción I, de la Constitución Federal establece que cuando se aplique una ley
federal, como en los presentes casos, la competencia para resolver las controversias que con motivo de esta
aplicación se susciten se surtirá a favor del fuero federal, a menos que se afecten únicamente intereses
particulares, en cuyo caso se dará una competencia concurrente, por lo que a elección del actor del asunto
podrá conocer un Juez del fuero común o uno del fuero federal.
Por su parte, el artículo 45 de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica establece dos
supuestos con base en los cuales se surte la competencia federal. En primer lugar, tratándose de las
controversias que se sigan de los actos celebrados por la Comisión Federal de Electricidad, lo conducente será
resuelto por los tribunales federales y, en segundo lugar, la competencia federal está dada tras establecer que
todas las "controversias nacionales" en que sea parte la Comisión Federal de Electricidad se resolverán en el
fuero federal.
Entonces, para determinar en quién recae la competencia para conocer de las controversias que se
susciten con motivo de la demanda de una servidumbre legal de paso a favor de la Comisión Federal de
Electricidad sobre los predios del particular accionante, y el pago de la correspondiente indemnización, se
deberán analizar los siguientes supuestos:
3. O bien, ¿este tipo de conflictos pueden considerarse como una controversia nacional?
La respuesta a estas preguntas nos indicará en quién recae la competencia para conocer de estos
conflictos.
1. ¿Se afectan únicamente intereses particulares? En primer lugar, debe atenderse al criterio
constitucional de la competencia originaria que se establece en el artículo 104, fracción I, de la Constitución
Federal, por lo que habrá de determinarse si en los presentes asuntos se afectan o no sólo intereses
particulares.
En los casos base de la presente contradicción se atienden juicios civiles en los que se demanda una
declaración judicial de una servidumbre legal de paso a favor de la Comisión Federal de Electricidad, dado
que este organismo descentralizado de la administración pública paraestatal atravesó líneas de transmisión de
energía eléctrica a través de predios particulares, por lo que sus propietarios reclaman el pago de la
correspondiente indemnización una vez determinada la constitución del referido derecho.
Ahora bien, siendo que los actos que originaron el paso de dichas líneas de transmisión de energía
eléctrica a través de los predios de los particulares accionantes son parte del servicio federal que proporciona
la comisión, no sólo se afectan intereses particulares, sino que se involucran los intereses de la Federación, del
Estado mexicano, por proporcionar dicho servicio, el cual se considera de orden público de acuerdo a su ley
reglamentaria.
En efecto, con fundamento en los artículos 2 y 3 de dicha ley,(2) se hace la connotación de que el
servicio de energía eléctrica otorgado por la Comisión Federal de Electricidad es un servicio público federal
de orden público, por lo que los intereses y las acciones de las que es partícipe la comisión en relación con el
otorgamiento de dicho servicio es de plena relevancia federal. Ese carácter de orden público se desprende
tanto de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica como del artículo 27 de la Constitución Federal,(3)
en el cual se consigna la relevancia nacional de dicho servicio.
Así pues, en los casos en que las servidumbres se establezcan con motivo del otorgamiento del
servicio de referencia, es evidente que no se afectan sólo los intereses de los particulares, cuyos predios se
vieron afectados, sino que también se afectan intereses públicos, por lo que no se surte el supuesto de la
competencia concurrente, a que se refiere el precepto constitucional analizado.
2. ¿Se trata de actos celebrados por la Comisión Federal de Electricidad? En este sentido cabe decir
que la declaración judicial de una servidumbre legal de paso no es un acto que celebre la entidad paraestatal,
sino que es la constitución de un derecho por medio de una autoridad jurisdiccional tras la acción procesal
correspondiente. Es decir, no es un acto en el que se involucre la voluntad del organismo descentralizado, sino
que, si bien participa del proceso judicial en el cual se constituye dicho derecho, éste no se entiende como una
actuación celebrada por la comisión.
Cabe señalar que en la celebración de un acto jurídico se hace referencia a que éste cuenta con una
voluntad consciente de generar efectos jurídicos, dado que esa conducta se encuentra como supuesto de una
norma positiva. Ahora bien, es claro que la comisión realizó actos jurídicos unilaterales que generaron
consecuencias jurídicas como lo fue el pasar líneas de transmisión de energía eléctrica por predios de
particulares, cuyo efecto fueron los conflictos suscitados para constituir una servidumbre legal de paso y el
pago de la indemnización correspondiente; sin embargo, por celebración de actos, en referencia a lo dictado
por el precepto en análisis, deben entenderse que son todos aquellos actos jurídicos bilaterales, ya sean
convenios o contratos, en los que la Comisión Federal de Electricidad es parte.
Este segundo supuesto de competencia podría llegar a constituirse en aquellos casos en los que el
conflicto surgiera por actos derivados con posterioridad a la celebración de un contrato o un convenio entre
los particulares y la comisión, en los cuales, por ejemplo, exista un acuerdo de voluntades para el trazo de las
líneas de transmisión de energía eléctrica sobre dichos inmuebles.
3. ¿Este tipo de conflictos pueden considerarse como una "controversia nacional"? En este sentido,
cabe señalar que, de acuerdo a una interpretación sistemática de la ley reglamentaria, por "controversias
nacionales" debe entenderse que son todas aquellas que se susciten con motivo de la impartición del servicio
público federal consignado en la ley de referencia.
Por otro lado, la Ley General de Bienes Nacionales establece que los bienes sujetos al régimen de
dominio público federal estarán bajo la jurisdicción de los tribunales federales. Ello con fundamento en el
artículo 9 de la referida ley, cuyo contenido, en lo que interesa a la presente controversia, es el siguiente:
En ese sentido, el artículo 6 de la Ley General de Bienes Nacionales establece cuáles son los bienes
sujetos al régimen de dominio público de la Federación, entre los que se encuentran los inmuebles que formen
parte del patrimonio de los organismos descentralizados de carácter federal; ello, de conformidad con la
fracción XI del artículo señalado, cuyo contenido es el siguiente:
"...
"XI. Los inmuebles que formen parte del patrimonio de los organismos descentralizados de carácter
federal."
Por su parte, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, en su artículo 8, le otorga a la
Comisión Federal de Electricidad la naturaleza jurídica de ser un organismo descentralizado con personalidad
jurídica y patrimonio propios, a saber:
De lo anterior se desprende una remisión expresa en los preceptos señalados de los diversos
ordenamientos legales a la competencia federal para dirimir las controversias que se susciten cuando están
involucrados bienes inmuebles pertenecientes a un organismo descentralizado de carácter federal, como en el
caso lo es la Comisión Federal de Electricidad. Sin embargo, en la presente contradicción de tesis se
confrontan casos en donde el objeto reclamado por los particulares no es un bien inmueble propiedad de la
Comisión Federal de Electricidad, sino un derecho de servidumbre de paso que se le está reconociendo a
dicha entidad paraestatal sobre los predios de los particulares.
En relación a lo anterior, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica en su artículo 23 determina
que respecto de las servidumbres que tengan que declararse con motivo del servicio de energía eléctrica
proporcionado por la Comisión Federal de Electricidad se aplicará el Código Civil Federal como
ordenamiento sustantivo. Poniendo en evidencia con lo anterior la intención del legislador, en relación con las
otras disposiciones ya señaladas, de darle un trato federal a los asuntos relacionados con la Comisión Federal
de Electricidad en lo que concierne a sus funciones de servicio público.
"Artículo 23. Para la adquisición o uso de bienes inmuebles que se destinen a la prestación del
servicio público de energía eléctrica procederá, en su caso, previa declaración de utilidad pública dictada de
conformidad con las leyes respectivas, la expropiación, la ocupación temporal, total o parcial o la limitación
de los derechos de dominio. La constitución de servidumbre se ajustará a las disposiciones del Código Civil
del orden federal.
"Cuando los inmuebles sean propiedad de la Federación de los Estados o Municipios, la Comisión
Federal de Electricidad elevará las solicitudes que legalmente procedan."
En una interpretación conjunta de los ordenamientos citados, es inconcuso que es en el fuero federal
en donde radica la competencia para dirimir las controversias que se susciten con motivo de la declaración de
existencia de una servidumbre legal de paso a favor de la Comisión Federal de Electricidad, a través de
predios particulares y el pago de la correspondiente indemnización, siempre y cuando la constitución de ese
derecho tenga por objeto el cumplir con el servicio público federal de energía eléctrica consignado en la ley
reglamentaria de dicho servicio y, por lo tanto, que no se afecten únicamente intereses particulares.
De acuerdo con las consideraciones que se han expuesto, debe prevalecer con carácter de
jurisprudencia, en términos del artículo 192 de la Ley de Amparo, el criterio que sustenta esta Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación a continuación:
SE RESUELVE:
PRIMERO. Sí existe la contradicción de tesis a que este expediente se refiere, en los términos del
considerando cuarto de esta resolución.
SEGUNDO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta Primera
Sala, en los términos de la tesis redactada en el último considerando del presente fallo.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cincovotos de los señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo, José Ramón Cossío Díaz (ponente), Juan
N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y presidente Sergio A. Valls Hernández.
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1. Visible en la página 35 del tomo 83, noviembre de 1994, de la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época.
De los artículos 1097, 1099, 1105, 1106, 1107 y 1108 del Código Civil Federal, se
desprende que la servidumbre legal de paso obedece a la situación natural de los
predios, de la cual surge la necesidad de que el dueño del sirviente proporcione acceso
a la vía pública o, en su caso, tolere el paso para la recolección de frutos, la
conducción del ganado a un abrevadero, la colocación de andamios u otros objetos con
el propósito de construir o reparar un edificio, o la instalación de postes y cables para
el establecimiento de comunicaciones telefónicas o la conducción de energía eléctrica,
que incluye el tránsito de personas y el traslado de materiales para la construcción y
vigilancia de la línea. En ese sentido, una vez que surge la necesidad apuntada, por
disposición expresa de los preceptos citados, el propietario del predio dominante
adquiere el derecho a exigir el acceso y, en forma correlativa, el dueño del sirviente
queda obligado a soportar esa afectación a su propiedad, obteniendo únicamente el
derecho a reclamar la indemnización por el perjuicio que se le ocasione y a señalar el
lugar en que habrá de ubicarse el acceso; por tanto, en cuanto se establezca
físicamente el paso o se instalen los materiales necesarios, como son postes y cables
en el caso de comunicaciones telefónicas o de conducción de energía eléctrica, surge el
gravamen legal referido y comienza a computarse el plazo de la prescripción negativa
de la acción indemnizatoria, en términos del artículo 1098 del ordenamiento sustantivo
citado, sin que el establecimiento de la servidumbre deba ordenarse por autoridad
jurisdiccional, pues sólo cuando exista discrepancia en cuanto a las medidas y
ubicación del paso, o cuando haya diversos predios que puedan dar acceso e impere
desacuerdo sobre cuál debe proporcionarlo, en función del menor perjuicio que deba
causarse, el dueño del predio dominante puede ejercer la acción relativa, para que el
órgano jurisdiccional disponga, en términos de los artículos 1099, 1100, 1101 y 1102
del Código Civil Federal, cuál es el predio obligado o, en su caso, establezca el sitio y
las medidas adecuadas para la ubicación del paso o para la colocación de los
materiales correspondientes.
2a./J. 29/2008
1a./J. 98/2007
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es competente para
conocer de la posible contradicción de tesis denunciada, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 107,
fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 197-A de la Ley de Amparo y 21,
fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el punto segundo del
Acuerdo 5/2001, emitido por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el veintiuno de
junio de dos mil uno y publicado en el Diario Oficial de la Federación el día veintinueve del mismo mes y
año, en virtud de que se trata de la posible contradicción entre tesis que sustentan Tribunales Colegiados de
Circuito en relación con un asunto de carácter civil de la competencia exclusiva de la Primera Sala.
SEGUNDO. La presente denuncia de contradicción de tesis proviene de parte legítima, toda vez que
fue formulada por el Magistrado presidente del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto
Circuito, que se encuentra facultado para ello, de conformidad con el artículo 197-A de la Ley de Amparo.
TERCERO. El Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, al fallar el amparo
directo DC. 312/2006, sostuvo el siguiente criterio:
DC. 312/2006
"Aducen los impetrantes de garantías que la Sala responsable estimó improcedente la acción con
base en el hecho de que no se señalaron las medidas y colindancias de la pretendida servidumbre legal de
paso, por lo que ni el Juez natural, ni la Sala, se encontraban en aptitud de designar por dónde habrá de pasar,
y que tampoco eran de tomarse en cuenta las medidas señaladas en el desahogo de la inspección judicial y la
pericial, porque no se hizo mención en el escrito de demanda de tales medidas, siendo que es en ésta, donde
debe plasmarse la acción y los hechos de los que se hace derivar, sin que pueda perfeccionarse o subsanarse la
deficiencia de la demanda a través del resultado de cualquier probanza, pues ello no sería jurídico y traería
como consecuencia que el reo quedara en estado de indefensión, por lo que su acción resultaba, de todos
modos, improcedente; criterio que, a juicio de los quejosos resulta violatorio de sus garantías, porque, el
artículo 1299 del Código Civil del Estado dispone que el propietario de un inmueble, enclavado entre otros
ajenos, sin salida a la vía pública tiene derecho a exigir paso para el aprovechamiento de aquél, por los
inmuebles vecinos, y deberá indemnizar a los dueños de éstos de los perjuicios que ocasione; que el diverso
artículo 1301 dispone que el dueño del predio sirviente tiene el derecho de señalar el lugar por donde deba
pasarse, pero si el Juez encuentra el lugar como impracticable o muy gravoso para el propietario del predio
dominante, debe el dueño del sirviente señalar otro, de conformidad con el artículo 1302 del ordenamiento
legal en cita; que el artículo 1303 dispone que si el lugar que se designe es calificado como el primero, el Juez
señalará el que crea más conveniente, procurando conciliar los intereses de los propietarios y poseedores de
los predios; que el artículo 1304 del código sustantivo civil establece que si hubiere varios predios por donde
pueda darse paso a la vía pública, el obligado a la servidumbre será aquél por donde fuera más corta la
distancia, y en caso de que ésta fuera igual, el Juez designará por dónde habrá de pasar, de conformidad con el
diverso artículo 1305 de la indicada codificación; y como se advierte de su demanda, en las prestaciones y en
los hechos narrados, se dio cumplimiento a los preceptos antes citados, pues su inmueble se encuentra
enclavado en otros que no permiten salida a la vía pública, por lo que solicitaron del Juez Civil de Atlixco,
Puebla, la constitución de una servidumbre legal de paso; que también solicitaron que, en ejercicio de ese
derecho, el dueño del predio sirviente señalara el lugar por el que habría de pasar la servidumbre, razón por la
cual no señalaron las medidas necesarias para la constitución de la servidumbre que por no haber acudido a
juicio la parte demandada, el Juez, con facultad potestativa debió, con base en los elementos probatorios
aportados, designar el lugar por el que se constituiría la servidumbre, pero ello no fue tomado en cuenta, ni
por el Juez natural, ni por la Sala responsable, siendo que debieron tomar en cuenta que era la parte
demandada la que debía señalar el lugar por donde debía constituirse la servidumbre, atendiendo a las
necesidades requeridas para ello. Como puede verse, los quejosos parten de una premisa incorrecta, pues
confunden el hecho de que si bien el derecho para designar el lugar por el que deberá constituirse la
servidumbre, es una facultad que la ley otorga al propietario del predio sirviente, no menos cierto es que ello
no releva a quien ejerce la acción constitutiva de servidumbre, de expresar en su demanda, además de los
restantes elementos de la acción, por lo menos, el ancho que deberá tener la pretendida servidumbre legal de
paso, atendiendo a sus requerimientos y necesidades, que debe precisar en su demanda y justificar durante el
juicio, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1308 del Código Civil del Estado, que establece:
‘Artículo 1308.’ (se transcribe). En efecto, no es suficiente, como lo pretenden los quejosos, que para la
procedencia de la acción baste señalar en la demanda que el inmueble de su propiedad se encuentra enclavado
entre otros ajenos; que carece de salida a la vía pública; que el predio de la parte demandada es el que tiene la
distancia más corta hacia ésta y que sea ella la que designe el sitio por el que pasará, pues el Juez, aun con las
facultades discrecionales que la ley le otorga, estaría imposibilitado para establecer con una base objetiva, el
ancho que deberá tener la servidumbre, a fin de satisfacer las necesidades del dueño del predio dominante,
pues tal aspecto no debe recaer en el dueño del inmueble sirviente, pues, sin duda, se trata de una información
de la que carece y que no puede ser asignada oficiosamente por el Juez, si en la demanda no se le dieron bases
para ello y, por ende, menos pudieron ser materia de prueba. Por tanto, se afirma que los quejosos partieron de
una base incorrecta, pues confundieron el lugar por el que la servidumbre debe constituirse, derecho que la ley
otorga al propietario del predio sirviente, según el artículo 1301 del código sustantivo civil estatal, con el
hecho de precisar, de acuerdo a sus necesidades, mismas que deben citar y comprobar con los medios
probatorios, el ancho que la servidumbre de paso habrá de tener, lo que, sin duda, corresponde a quien intenta
la acción, por tratarse de un hecho que la constituye y que, tal como lo estimó la Sala responsable, si no se
hizo mención de esto en la demanda, tal omisión no puede subsanarse con las pruebas aportadas, pues es la
demanda y los hechos de ésta, la base de donde la parte demandada puede desplegar su defensa, pues de lo
contrario, la demandada quedaría en estado de indefensión, de conformidad con las tesis que invocó de
rubros: ‘ACCIÓN. NECESIDAD DE PRECISAR LOS HECHOS EN QUE SE FUNDA.’ y ‘DEMANDA.
LOS HECHOS CONSTITUTIVOS DE LA ACCIÓN QUE SE INTENTA DEBEN PRECISARSE Y NO
INFERIRSE DE LAS PRUEBAS QUE SE ACOMPAÑEN.’. Otra razón que pone de manifiesto la obligación
de expresar en la demanda, por lo menos, el ancho de la pretendida servidumbre, así como precisar las
necesidades del propietario del predio, estriba en el hecho de que, si como aconteció en el caso, la parte
demandada no dio contestación a la demanda instaurada en su contra, el Juez, al momento de dictar sentencia
no cuenta con ninguna base para determinar cuál sería el ancho que se ajusta a las necesidades del propietario
del predio dominante."
La anterior consideración dio lugar a la tesis cuyos datos de localización, rubro y contenido se
precisan a continuación:
"Novena Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XXV, enero de 2007
"Tesis: VI.1o.C.96 C
"Página: 2356
CUARTO. Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, al
resolver los amparos directos DC. 4617/91 y DC. 4623/91, ambos de fecha diecinueve de septiembre de mil
novecientos noventa y uno, sostuvo en la parte que interesa, las siguientes consideraciones:
DC. 4617/91
"QUINTO. Son infundados los conceptos de violación que expresa la quejosa, por las siguientes
razones: Cabe señalar de manera previa que en el segundo punto del capítulo de antecedentes de la demanda,
la inconforme argumentó que los terceros perjudicados al producir su contestación a la demanda en el juicio
natural, nunca objetaron el mínimo de ancho que debía tener la servidumbre de paso reclamada y que de esta
forma quedó definido en el pleito que el colindante que tuviera que brindar esa carga a su propiedad, debía
soportarla con un ancho de seis metros como mínimo. El planteamiento anteriormente detallado resulta
infundado, habida cuenta que es erróneo que la parte tercera perjudicada al producir su contestación, hubiera
dejado de objetar la pretensión de ancho de la servidumbre de paso; por el contrario, en lo conducente
argumentó que la anchura de la servidumbre legal no podía ser otra que la que determinara el artículo 1103
del Código Civil, esto es que el paso bastara para satisfacer las necesidades del precio dominante a juicio del
Juez. Así la situación, resulta claro que la Sala responsable al establecer de manera discrecional y acorde al
artículo 1103 del Código Civil, el ancho que en su criterio debía de tener la servidumbre de paso, fue
congruente con las pretensiones deducidas y, es erróneo que tuviera la obligación de conceder el gravamen
real en la medida pretendida por la actora en el juicio natural, ya que, su decisión debía de ser en la medida de
las facultades que señala el citado numeral y no en las que argumentó de manera personal la parte demandante
del juicio. Por otra parte, cabe establecer que estuvo en lo correcto la Sala responsable al desestimar la
pretensión formulada en el sentido de que la anchura de la servidumbre de paso tuviera los seis metros
pretendidos, habida cuenta que, el precepto 58 del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal, no
regula los casos en que se conceda el gravamen real a que se ha hecho mérito, sino que sólo se refiere a los
casos en que se solicita una licencia para efectos de construcción y no para el caso de un paso de un predio
sirviente para llegar al predio dominante, que se encuentra regulado por disposiciones de diversa naturaleza
exactamente aplicables, como son las previstas en los artículos 1097 y 1103 del Código Civil. Además, debe
tenerse en consideración que la quejosa al plantear su demanda jamás argumentó como necesidad la de
construcción al frente por la vía pública, para efecto de obtener la servidumbre legal de paso, sino que sólo
señaló que tenía la necesidad de contar con el acceso utilizando para ello un predio que tuviera las funciones
de sirviente para lo cual bastó con que la Sala responsable, aplicando la facultad que le concede el artículo
1103 del Código Civil, analizadas las características de los predios, la zona en que se encuentran ubicados, la
vía pública a la que debía tener salida el predio dominante y las necesidades esenciales mínimas que tuvieran
que satisfacerse para el logro del objetivo estableciera el ancho de la servidumbre legal de paso; debiendo
agregar que fuera del planteamiento relacionado con el reglamento de construcciones, la quejosa no aclara
cuáles son las necesidades que en su criterio se dejen de satisfacer al concederse el gravamen en una anchura
de cuatro metros, por lo que en este aspecto es deficiente su manifestación. El segundo concepto de violación
en su parte inicial es infundado, porque no debe pasar inadvertido que los peritos en un juicio actúan
simplemente como auxiliares del juzgado, de tal forma que las opiniones que vierten no necesariamente deben
ser adoptadas al resolverse la controversia y menos aún, si se tiene en cuenta que el artículo 1103 del Código
Civil concede al resolutor facultades discrecionales para determinar, con base en las necesidades del predio
dominante, el ancho de la servidumbre de paso. De esta forma, resulta que si los peritos determinaron que en
su criterio, el ancho que debía tener la servidumbre era de seis metros, argumentando para ello una
disposición que no regula las servidumbres de paso, sino que se refiere a requisitos para levantar una
edificación que es situación diversa a la justiciable, es claro que al quedar descartado el razonamiento y apoyo
que esgrimieron, tenía la Sala responsable la atribución suficiente para que, analizando las necesidades
mínimas de la servidumbre, concediera una anchura de cuatro metros para efectos de paso al predio
dominante; siendo inexacto que la anchura concedida no esté apoyada en elemento de convicción alguno, ya
que para arribar a la medida que fijó la ad quem responsable, tomó en cuenta los planteamientos de los
escritos fijatorios de la litis, las características de los predios y las necesidades que de autos advirtió debían de
satisfacerse, con lo cual quedó colmada la finalidad que persigue el artículo 81 del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal. Por último, resulta infundado el argumento que vierte la quejosa en la parte
final del motivo de inconformidad en estudio, habida cuenta que, el monto de la indemnización que debería de
satisfacerse, no podía ser de acuerdo a lo establecido en los dictámenes periciales, ya que éstos se basaron en
la hipótesis de que se concediera la servidumbre de paso en una anchura de seis metros y, en la especie, la
Sala responsable determinó que se otorgara en una amplitud inferior, de ahí que, al no tener elementos para
determinar el monto de la indemnización en la diversa medida fuera acertado que su liquidación se dejara para
ejecución de sentencia, lo que encuentra su apoyo por lo dispuesto en el artículo 85 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, además de que, ello resulta más justo tomando en
consideración el menoscabo que deba sufrir el patrimonio de la afectada como consecuencia del
establecimiento de la servidumbre legal de paso y que, debe ser acorde al valor real que prive al momento en
que materialmente se llegue a ejecutar el fallo cuestionado. En virtud de las anteriores consideraciones, al no
haber quedado establecido que la sentencia definitiva reclamada resulte violatoria en perjuicio de la quejosa
de las garantías que consagran los artículos 14 y 16 constitucionales, procede negarle la protección federal
que solicita."
Las anteriores consideraciones dieron lugar a la tesis cuyos datos de localización, rubro y contenido
se precisan a continuación:
"Octava Época
"Instancia: Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: VIII, noviembre de 1991
"Página: 315
DC. 4623/91
"QUINTO. Son infundados los conceptos de violación que expresa la quejosa, por las siguientes
razones: Resulta erróneo que la Sala responsable al establecer el criterio que siguió para determinar el ancho
de la servidumbre legal de paso, hubiera incurrido en una suplencia de la deficiencia que estima la quejosa,
existe en la demanda que dio origen al juicio natural. En efecto, del examen del escrito inicial de demanda
presentado por la tercera perjudicada, se advierte que su pretensión quedó circunscrita a obtener una
servidumbre legal para efectos de paso, señalando que el predio dominante carecía de salida a la vía pública,
por encontrarse enclavado dentro de otros inmuebles y no tener acceso a la calle más cercana de dichos
bienes; que al carecer de salida resultaba indispensable contar con una servidumbre legal de paso. Acorde con
lo anterior, se puede establecer que la finalidad perseguida y la necesidad inherenteresultaban las de lograr
que se contara con un paso a la vía pública, lo que debe estimarse como suficiente para poder determinar,
acorde a su criterio discrecional del juzgador, cuáles eran las necesidades mínimas que debían satisfacerse
para lograr el fin perseguido, ya que el escrito de demanda denotaba las necesidades imperiosas de lograr la
salida mediante la utilización del predio sirviente, conforme a lo previsto en el artículo 1097 del Código Civil.
Atento lo antes señalado puede establecerse que existieron elementos suficientes para que la Sala responsable
analizara las necesidades mínimas exigidas para la servidumbre, esto es, simple y sencillamente el contar con
una salida lo suficientemente ancha para efecto de tener acceso y, obtener los servicios urbanos
indispensables para todo bien inmueble ubicado en una zona residencial urbana. De esta forma, la Sala
responsable al ponderar tales necesidades e indicar que bastaba con un paso de cuatro metros de ancho,
consideró acertadamente, para concluir con esa medida, que se trataba de un predio urbano localizado en una
zona residencial, lo cual se advierte del contexto de la demanda y de los dictámenes periciales y que, también
era menester que contara con las condiciones de aprovechamiento de todos los servicios urbanos de que debía
estar dotado, lo cual es el examen del mínimo de necesidades que se requieren para cualquier predio con las
características del que es propietaria la tercera perjudicada, además de que, en este evento, la Sala responsable
lo único que hizo fue, además del examen de las actuaciones y constancias del juicio natural, también el uso
de las facultades discrecionales que le concede el artículo 1103 del Código Civil, por lo que queda
desestimada la argumentación en el sentido de que, existe la pretendida deficiencia de la queja y la
transgresión que se arguye a lo dispuesto por el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles para el
Distrito Federal ... Por lo que atañe a la anchura de cuatro metros que para la servidumbre de paso le fue
concedida a la tercera perjudicada, cabe indicar que este Tribunal Colegiado estima correcta la conclusión a la
que arribó la ad quem responsable, si se tiene en cuenta que para contar con un mínimo de satisfacción de
necesidades, la servidumbre debe ser de una dimensión tal que permita el libre tránsito para las personas, para
la conducción de materiales necesarios para su uso y para la dotación en particular de los servicios urbanos,
como son los de agua potable, drenaje y luz, teniendo aplicación por analogía lo dispuesto por el artículo 1090
del Código Civil, de tal forma que, el ancho de cuatro metros satisface suficientemente las necesidades de
acceso y de dotación de los servicios a que se ha hecho mérito; en el entendido de que lo antes analizado es
acorde a los planteamientos de la demanda instaurada en el juicio natural, habida cuenta que la tercera
perjudicada reclamó una salida a la vía pública, debiendo agregarse que ésta debe ser con las condiciones
necesarias para satisfacer las mínimas condiciones de uso y explotación legal del predio dominante."
La anterior consideración dio lugar a la tesis cuyos datos de localización, rubro y contenido se
precisan a continuación:
"Materia(s): Civil
"Octava Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: VIII, noviembre de 1991
"Tesis:
"Página: 316
"SERVIDUMBRE DE PASO. NO SE REQUIERE QUE SE SEÑALE EL USO Y DESTINO DEL
PREDIO DOMINANTE, BASTA QUE SE INDIQUE Y ACREDITE LA NECESIDAD DE SALIDA A LA
VÍA PÚBLICA. En lo concerniente al uso o destino que podría darse al predio dominante, en una
servidumbre de paso cabe señalar que los artículos 1097 y 1103 del Código Civil para el Distrito Federal, no
establecen la obligación de que quien reclama la servidumbre legal de paso, deba manifestar cuál sea el
objetivo y el uso para el que destinará el predio de su propiedad, bastando con que señale las causas y
condiciones por las que el bien inmueble carece de salida a la vía pública y la necesidad de contar con ese
acceso, para que el juzgador establezca cuál debe ser la anchura de la servidumbre acorde a las necesidades
mínimas requeridas para el mejor aprovechamiento del paso; de ahí que, en lo conducente sea acertada la
sentencia reclamada al indicar que el propietario del predio dominante tiene el derecho de utilizarlo como crea
conveniente, lo que significa que el uso o destino no son elementos que se deban de manifestar ni de acreditar
para la obtención del beneficio legal del paso. No obsta para lo anterior, la circunstancia de que el inmueble
dominante carezca de construcción, suficiente para satisfacer las necesidades mínimas, como serían el tener
un paso cómodo, y que se logre contar con todos los servicios urbanos que todos los predios deben tener
dentro de la ciudad.
QUINTO. Cabe señalar que aun cuando los criterios sustentados por los Tribunales Colegiados
contendientes, no constituyen jurisprudencia debidamente integrada, ello no es requisito indispensable para
proceder a su análisis y establecer si existe la contradicción planteada y en su caso cuál criterio debe
prevalecer.
"Octava Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: 83, noviembre de 1994
"Tesis: P. L/94
"Página: 35
"Contradicción de tesis 8/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito (en la actualidad
Tribunal Colegiado en Materia Penal). 13 de abril de 1994. Unanimidad de veinte votos. Ponente: Fausta
Moreno Flores. Secretario: Juan Carlos Cruz Razo."
"Novena Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XII, noviembre de 2000
"Tesis: 2a./J. 94/2000
"Página: 319
SEXTO. En primer lugar debe determinarse si en el caso existe contradicción de criterios, pues sólo
en tal supuesto es dable determinar cuál es el que debe prevalecer.
Para que exista materia a dilucidar respecto de cuál criterio es el que debe prevalecer, debe existir,
cuando menos formalmente, una oposición de criterios jurídicos en los que se analice la misma cuestión; es
decir, para que se surta su procedencia, la contradicción denunciada debe referirse a las consideraciones,
razonamientos o interpretaciones jurídicas vertidos dentro de la parte considerativa de las sentencias
respectivas.
En otras palabras, existe contradicción de criterios cuando concurren los siguientes supuestos:
a) Que al resolver los negocios se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes;
c) Que los diferentes criterios provengan del examen de los mismos elementos.
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
"Página: 76
A juicio de esta Primera Sala los criterios confrontados son, en términos lógicos, efectivamente
contradictorios, pues lo que uno de ellos afirma acerca de un mismo problema, el otro lo niega.
En efecto, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, al resolver el amparo
directo civil D. 312/2006 promovido en contra de la sentencia dictada por la Tercera Sala en Materia Civil del
Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, en la que se confirmó la declaración de improcedencia del
juicio sumario civil de servidumbre legal de paso, declarada a su vez por la Juez de lo Civil del Distrito
Judicial de Atlixco, Puebla, sostuvo que el acto reclamado no era violatorio de garantías, pues de forma
correcta la Sala responsable había considerado que no es suficiente para la acción confesoria, el que el
accionante señale en la demanda, que el inmueble de su propiedad se encuentra enclavado entre otros ajenos;
que carece de salida a la vía pública; que el predio de la parte demandada es el que tiene la distancia más corta
hacia ésta y que sea ésta la que designe el sitio por el que pasará, sino que es indispensable para la
procedencia del juicio, que señale en su demanda el ancho que deberá tener la pretendida servidumbre legal
de paso, atendiendo a sus requerimientos y necesidades, pues a pesar de las facultades discrecionales que le
otorga la ley al juzgador en el artículo 1308 del Código Civil del Estado de Puebla, éste se encuentra
imposibilitado para establecer con una base objetiva, el ancho que deberá tener la servidumbre, a fin de
satisfacer las necesidades del dueño del predio dominante.
Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, al resolver los
amparos directos civiles 4617/91 y 4623/91, derivados de juicios ordinarios civiles en los que se reclamó la
declaración y constitución de la servidumbre legal de paso a favor de los actores, sostuvo que
independientemente de que no se hubiera precisado en la demanda correspondiente el ancho del acceso que se
solicita, ello se puede establecer con base en el criterio discrecional del juzgador, al analizar las necesidades
mínimas que debían satisfacerse para lograr alcanzar el fin perseguido, que en los casos era contar con una
salida lo suficientemente ancha para efecto de tener acceso y, obtener los servicios urbanos indispensables
para todo bien inmueble ubicado en una zona residencial urbana. Es decir, este órgano colegiado
implícitamente sostuvo que el hecho de que el actor en una acción confesoria no señale el ancho del acceso
solicitado, no hace improcedente la misma, pues el juzgador en forma discrecional y con base a los elementos
allegados en los autos puede determinarla.
En consecuencia, estamos ante una oposición lógica de carácter contradictorio, ya que no es posible
considerar que ambas afirmaciones sean al mismo tiempo verdaderas o al mismo tiempo falsas, sino que
necesariamente una ha de considerarse como verdadera y la otra como falsa, de acuerdo al principio lógico de
contrariedad.
Asimismo, se considera que las cuestiones jurídicas planteadas son esencialmente iguales, esto es,
provienen del examen de los mismos elementos, habiéndose adoptado criterios discrepantes.
Aquí cabe hacer la precisión de que si bien es cierto que los Tribunales Colegiados de Circuito
analizaron diferentes preceptos pues mientras uno interpretó el artículo 1308 del Código Civil para el Estado
de Puebla, el otro realizó su análisis respecto del artículo 1103 del Código Civil para el Distrito Federal,
también lo es que ambos preceptos establecen sustancialmente el mismo supuesto normativo.
Las cuestiones jurídicas gravitan en torno al mismo tipo de problema jurídico, el cual consiste en
determinar si en el caso de una acción confesoria en la que se reclame la declaración y la constitución de una
servidumbre legal de paso, es indispensable para su procedencia, la precisión del ancho de la servidumbre
correspondiente, o bien es procedente y corresponde al juzgador señalarla discrecionalmente, con base en los
elementos que se pudiera allegar de los autos, aun cuando no se hubiera señalado expresamente por el actor
un ancho determinado.
Por último, de las constancias de autos y como se demostró con antelación, se advierte que los
puntos de vista que se presentan como contradictorios provienen de la parte considerativa de las distintas
ejecutorias de los Tribunales Colegiados contendientes, esto es, los puntos de vista se encuentran en los
razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas.
SÉPTIMO. Así las cosas, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, considera
que en la especie sí existe contradicción de tesis y que el punto a dilucidar radica en determinar si en la acción
confesoria en la que se reclama la declaratoria y constitución de una servidumbre legal de paso, es
indispensable para su procedencia, el que se precise en la demanda el ancho de la servidumbre o bien es
procedente y corresponde al juzgador señalarla discrecionalmente, con base en los elementos que se pudiera
allegar de los autos, aun cuando no se hubiera señalado expresamente por el actor un ancho determinado.
A fin de dilucidar el tema en contradicción planteado, en primer lugar resulta conveniente acudir a la
definición de la servidumbre y sus implicaciones.
Los artículos 1057 del Código Civil para el Distrito Federal y 1252 del Código Civil para el Estado
Libre y Soberano de Puebla, coinciden en establecer que la servidumbre es un gravamen real impuesto sobre
un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño.
El predio gravado con la servidumbre se llama predio sirviente y el beneficiado por ellas se llama
predio dominante, y la carga establecida sobre uno de los predios debe aprovechar al otro, pues su objetivo es
aumentar la utilidad de ciertos bienes.
Resulta pertinente señalar que la definición que dan los códigos es desde el punto de vista del predio
sirviente, pues se refiere al gravamen que sobre su bien inmueble sufrirá el dueño, por el contrario, en el caso
de la doctrina clásica, el enfoque que se dé a la definición, es desde el punto de vista del dueño del predio
dominante, que se verá beneficiado con la servidumbre, es por ello que se refiere a un derecho, sin que ello
implique una contradicción entre la legislación y la doctrina, sino que simplemente, será un gravamen desde
el punto de vista del predio sirviente, y un derecho desde el del dueño del predio dominante.
Hay diferentes cargas que constituyen la servidumbre, unas veces se confiere a un tercero el derecho
de ejecutar actos de uso en la finca, y otras en privar parcialmente al propietario del ejercicio de sus derechos,
como cuando se trata de una carga que no se consideró constituida para la utilidad de la finca vecina.
Las servidumbres son derechos inmuebles y son accesorios, lo que implica que están ligados al
predio dominante de una manera inseparable, por consiguiente, no pueden ser cedidos, embargados, ni
hipotecados separadamente; no pueden ser desprendidos del predio dominante para ser transportados a otro.
Por el contrario, se transmiten necesariamente con la propiedad del predio y pasan al mismo tiempo que él, de
persona en persona.
Ahora bien, Marcel Planiol y Georges Ripert, en su obra "Derecho Civil" clasifican a las
servidumbres de la siguiente manera:
1. Según fuentes
1.3 Servidumbres derivadas de actos del hombre. Son las que constituyen los particulares por
diversos procedimientos como contratos, legados, etcétera.
2. Según objeto
2.1 Servidumbres positivas. Aquellas por medio de las cuales se autoriza al propietario de la finca
dominante, a ejecutar directamente actos de uso sobre la finca sirviente.
2.2 Servidumbres negativas. Son las que se limitan a paralizar, en cierta medida los derechos del
propietario de la finca sirviente, ya sea que le retiren en parte el uso de su bien, o que le impidan ejercer un
derecho inherente a su título de propietario.
3. Según caracteres
3.1 Continuas. Aquellas cuyo uso es o puede ser continuo, sin necesidad de actos actuales del
hombre, es decir, su ejercicio no exige actos sucesivos y repetidos de parte del propietario de predio
dominante.
3.2 Discontinuas. Son aquellas que tienen la necesidad de actos actuales del hombre para ejercerse.
3.3 Aparentes. Es aquella que se exterioriza por obras exteriores tales como una puerta, una ventana
o un acueducto.
3.4 No aparentes. Cuando no hay indicios visibles de su existencia, por ejemplo una servidumbre de
no construir o de no sobrepasar una determinada altura.
Para efectos del presente estudio resulta ilustrativo abundar sobre las servidumbres discontinuas,
pues dentro de ellas se encuentra comprendida la servidumbre de paso.
Para ello resulta pertinente señalar que los artículos1061 del Código Civil para el Distrito Federal y
1259 del Código Civil para el Estado Libre y Soberano de Puebla, coinciden en establecer que las
servidumbres discontinuas, consisten, esencialmente, en la posibilidad para el propietario del predio
dominante, de ejecutar ciertos actos sobre el predio sirviente; de suerte que en tanto este propietario no actúe
no se ejerce la servidumbre.
Es decir, las servidumbres tales como la de paso, de sacar agua de un pozo, de extracción de
materiales, de lavado, de pasto, de abrevar, etcétera, son discontinuas, pues aunque se hubieran realizado
ciertos trabajos permanentes, como se dijo, se necesitan actos del hombre para funcionar.
En el caso concreto el tema que interesa definir se refiere a si cuando se solicita a través de la acción
confesoria en la que se solicita la declaración o constitución de una servidumbre de paso tratándose de una
finca enclavada entre otras, es decir, que no se posee salida a la vía pública, es requisito indispensable para la
procedencia de la acción el señalamiento por parte del actor del ancho de la servidumbre que se solicita; o si
independientemente de que el actor precise el ancho o no lo haga, es facultad del juzgador determinarla.
"Capítulo V
"Artículo 1097. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin salida a la vía
pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades vecinas, sin que
sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización equivalente al perjuicio que les
ocasione este gravamen."
"Artículo 1098. La acción para reclamar esta indemnización es prescriptible; pero aunque prescriba,
no cesa por este motivo el paso obtenido."
"Artículo 1099. El dueño del predio sirviente tiene derecho de señalar el lugar en donde haya de
constituirse la servidumbre de paso."
"Artículo 1100. Si el Juez califica el lugar señalado de impracticable o de muy gravoso al predio
dominante, el dueño del sirviente debe señalar otro."
"Artículo 1101. Si este lugar es calificado de la misma manera que el primero, el Juez señalará el que
crea más conveniente, procurando conciliar los intereses de los dos predios."
"Artículo 1102. Si hubiere varios predios por donde pueda darse el paso a la vía pública, el obligado
a la servidumbre será aquel por donde fuere más corta la distancia, siempre que no resulte muy incómodo y
costoso el paso por ese lugar. Si la distancia fuere igual, el Juez designará cuál de los dos predios ha de dar el
paso."
"Artículo 1103. En la servidumbre de paso, el ancho de éste será el que baste a las necesidades del
predio dominante, a juicio del Juez."
"Artículo 1104. En caso de que hubiere habido antes comunicación entre la finca o heredad y alguna
vía pública, el paso sólo se podrá exigir a la heredad o finca por donde últimamente lo hubo."
"Artículo 1106. El propietario de árbol o arbusto contiguo al predio de otro, tiene derecho de exigir
de éste que le permita hacer la recolección de los frutos que no se pueden recoger de su lado, siempre que no
se haya usado o no se use del derecho que conceden los artículos 847 y 848; pero el dueño del árbol o arbusto
es responsable de cualquier daño que cause con motivo de la recolección."
"Artículo 1107. Si fuere indispensable para construir o reparar algún edificio pasar materiales por
predio ajeno o colocar en él andamios u otros objetos para la obra, el dueño de este predio estará obligado a
consentirlo, recibiendo la indemnización correspondiente al perjuicio que se le irrogue."
"Artículo 1108. Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más
fincas, o para conducir energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en
terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización
correspondiente. Esta servidumbre trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de conducción de
los materiales necesarios para la construcción y vigilancia de la línea."
"Capítulo duodécimo
"Artículo 1299. El propietario de un inmueble, enclavado entre otros ajenos, sin salida a la vía
pública, tiene derecho de exigir paso para el aprovechamiento de aquél por los inmuebles vecinos, y deberá
indemnizar a los dueños de éstos de los perjuicios que les ocasione."
"Artículo 1301. El dueño del predio sirviente tiene derecho de señalar el lugar por donde deba
pasarse."
"Artículo 1302. Si el Juez califica el lugar señalado como impracticable o muy gravoso para el
propietario del predio dominante, debe el dueño del sirviente señalar otro."
"Artículo 1303. Si este lugar es calificado de la misma manera que el primero, el Juez señalará el que
crea más conveniente, procurando conciliar los intereses de los propietarios y poseedores de ambos predios."
"Artículo 1304. Si hubiera varios predios por donde pueda darse paso a la vía pública, el obligado a
la servidumbre será aquél por donde fuere más corta la distancia."
"Artículo 1305. Si hubiere dos predios en los que la distancia fuese igual, el Juez designará por cual
de los dos se ha de dar el paso."
"Artículo 1306. El dueño de un predio que por contrato o por acto unilateral lo divida o proponga
dividirlo entre varios propietarios, deberá establecer una servidumbre que dé paso a todas las fracciones que
en su caso resulten y necesiten éste."
"Artículo 1308. En la servidumbre de paso, el ancho de éste será el que baste a las necesidades del
propietario o poseedor del predio dominante, a juicio del Juez."
"Artículo 1310. Si fuere indispensable para construir o reparar algún edificio, pasar materiales por
predio ajeno o colocar en él andamios u otros objetos para la obra, el dueño de este predio estará obligado a
consentirlo, recibiendo la indemnización correspondiente al perjuicio que se le irrogue."
"Artículo 1311. Si para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más fincas, o
para conducir energía eléctrica de propiedad particular y que no estén regidas por leyes federales, sea
necesario colocar postes y tender alambres en terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de
permitirlo."
"Artículo 1312. La servidumbre a que se refiere el artículo anterior, trae consigo el derecho de
tránsito de las personas y el de conducción de materiales necesarios para la construcción, vigilancia y
mantenimiento de la línea, así como la obligación del dueño del predio dominante de reparar los daños y de
indemnizar los perjuicios."
De la lectura de los preceptos antes transcritos se desprenden dos cuestiones. La primera, que ambos
códigos reglamentan la figura de la servidumbre legal de paso de manera muy similar y; la segunda, que en
ambos ordenamientos basta con que se justifique la necesidad de quien pretende la servidumbre para que el
Juez esté en aptitud de resolver la conducente.
En efecto, ninguno de los preceptos transcritos con anterioridad establecen como requisito de
procedencia de la acción confesoria en la que se solicite la declaración o constitución de una servidumbre de
paso, el hecho de que el actor señale el ancho del cual debe ser la misma, sino que, por el contrario, los
ordenamientos sustantivos, dejan al arbitrio del juzgador, no sólo la determinación de la anchura de la
servidumbre de paso solicitada, con base en las necesidades de paso que se acrediten, sino otras cuestiones
como el lugar más adecuado en el que se deberá establecer, atendiendo a la normatividad correspondiente.
Lo anterior denota que si bien el actor al solicitar la declaración o constitución de una servidumbre
de paso a su favor, puede precisar la anchura específica que desee que ésta tenga, el hecho de que no lo haga,
no es un elemento que determine la procedencia de la acción intentada, pues si bien esto da a conocer al Juez,
desde la perspectiva del actor, cuáles podrían ser las medidas convenientes, es al juzgador, que tenga
conocimiento de la cuestión planteada, al que corresponde determinar la anchura de la servidumbre de paso
solicitada con base en las necesidades de paso que se acrediten, en términos de los artículos 1308 del Código
Civil para el Estado Soberano de Puebla y 1103 del Código Civil para el Distrito Federal.
En esa tesitura, si de la lectura de los preceptos que reglamentan la figura de la servidumbre de paso
tanto en el Código Civil para el Estado Soberano de Puebla como en el Código Civil del Distrito Federal, no
se establece como requisito de procedencia de la acción confesoria, el hecho de que el actor precise la anchura
de la servidumbre de paso que requiere, no es dable determinar que ello lo sea, pues si el legislador hubiera
considerado tal circunstancia, lo hubiera puesto como indispensable para que la acción prosperara y no dejar a
juicio del juzgador la determinación de la anchura de la servidumbre de paso de que se trata.
No sobra decir además, que independientemente de lo que el actor pretenda con su acción, esto es,
desde la necesidad de la servidumbre de paso, hasta el lugar donde se deberá abrir y la anchura de ésta, ello es
una cuestión que, por disposición expresa de la ley, será objeto de valoración del juzgador que deberá ser
determinado una vez apreciadas las pruebas aportadas por las partes y de las necesidades demostradas, pues
no es sino a través de ellas, que el juzgador podrá formarse un juicio que lo lleve a la resolución del problema,
y a la declaración de la necesidad de la existencia de la servidumbre de paso de determinadas magnitudes a fin
de que con ella se permita el acceso a la finca dominante.
Consecuentemente, esta Primera Sala por las razones que se expresan, con fundamento en lo
dispuesto en el artículo 195 de la Ley de Amparo, sostiene la tesis que debe quedar redactada con los
siguientes rubro y texto:
PRIMERO.-Sí existe contradicción de tesis entre las sustentadas en términos del último
considerando de esta ejecutoria.
SEGUNDO.-Debe prevaler el criterio sustentado por esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que ha quedado precisado en el último considerando de esta resolución.
TERCERO.-Dése publicidad a esta ejecutoria, en términos del artículo 195 de la Ley de Amparo.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cuatro votos de los señores Ministros: Sergio A. Valls Hernández, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero
de García Villegas (ponente) y presidente José Ramón Cossío Díaz. Ausente el Ministro José de Jesús Gudiño
Pelayo.
El artículo 1148 del Código Civil para el Estado de Veracruz establece que: "Al que
pretenda tener derecho a una servidumbre toca probar, aunque esté en posesión de
ella, el título en virtud del cual la goza. ...". En el caso, no aparece demostrado que el
acusado estuviere usando o perturbando una servidumbre de paso constituida en el
predio de su propiedad y, con ello, que se lesionara el derecho de posesión a dicha
servidumbre de los denunciantes, quienes no acreditaron tener el título que establezca
que gozan de ese derecho o, en su defecto, el reconocimiento de una servidumbre
voluntaria hecho en escritura pública por el dueño del predio sirviente en favor del
dominante, sino que los sedicentes ofendidos sólo pasaban por el terreno propiedad
del quejoso, pero ello no implica la constitución legal de una servidumbre de paso,
dado que no es la costumbre la que establece el derecho de los vecinos a pasar por el
predio del acusado, sino la declaratoria legal de ese derecho, consistente en un
gravamen real impuesto sobre un inmueble, en beneficio de otro, perteneciente a
distinto dueño, o su otorgamiento por quien pueda transmitirlo, por lo que procede
concluir que los agraviados carecen del derecho que estiman lesionado.
VII.1o.P. J/47
CONSIDERANDO:
V.-Leídos los agravios hechos valer y suplida la queja en lo conducente, en términos de la fracción II
del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, este tribunal considera que es el caso de declararlos fundados.
En efecto, de la lectura del auto de formal prisión materia de la litis constitucional, se advierte que
los hechos que se imputan a los aquí quejosos consisten en que con su conducta dieron vida jurídica al delito
de despojo, previsto en el artículo 191, fracción I, del Código Penal para la entidad, ya que al ordenar la
instalación de los hilos de alambres de púas y construcción de la barda a que se refieren las denunciantes y
que llevó a cabo Adrián Solís, ocuparon un derecho real que no les pertenecía, es decir, que sin el
consentimiento de las ofendidas, procedieron a cerrar el paso en la servidumbre de la cual venían haciendo
uso común desde el momento en que al adquirir los predios a que se refieren en su escrito de denuncia, ésta ya
estaba establecida y que lo anterior se demuestra con el señalamiento firme y directo que hicieron las
ofendidas en contra de los indiciados, en el sentido de que éstos les taparon la servidumbre de paso que da a
sus inmuebles.
Lo expuesto permite arribar válidamente a que, contrario a lo sostenido por el Juez Federal, los
anteriores hechos no llegan a integrar los elementos del delito de despojo que se imputa a los inconformes por
lo siguiente: a) El artículo 191, fracción I, del Código Penal para el Estado, establece que comete el ilícito de
despojo el que sin consentimiento de quien tenga derecho a otorgarlo o engañando a éste ocupe un inmueble
ajeno o haga uso de él o de un derecho real que no le pertenezca; y, b) Que conforme con la denuncia de
mérito, Rosa María López Flores y Lourdes Trujeque Domínguez se duelen, la primera, que es propietaria del
terreno y construcción ubicado en privada calle tercera de Galeana No. tres, colonia Felipe Carrillo Puerto,
misma que al norte colinda con una servidumbre de paso denominada privada calle tercera de Galeana, y la
segunda afirma que ella es propietaria de una fracción de terreno ubicado en tercera privada de calle Galeana,
informando ambas que esta servidumbre de paso que da a la calle Galeana No. siete y hacia el sur colinda con
una servidumbre de paso que da a la calle Galeana, informando además que esta servidumbre ha existido
desde hace muchos años, pues incluso cuando llegaron a vivir ahí, ya existía, y es el caso que a finales de
diciembre del año pasado (1998) el señor ... y sus hijos les cerraron esa servidumbre, cuando es la única salida
de que disponen, porque no tienen otra salida a la vía pública, argumentando Lourdes Trujeque que con la
acción de los denunciados no pueden entrar los camiones con material de construcción, pues ella está
construyendo su casa y esto le causa molestia y perjuicio; que esta servidumbre fue constituida en forma
voluntaria por el doctor Raymundo Alfredo Aragón, en febrero de mil novecientos ochenta y tres, cuando
hizo una donación a favor de sus hijos ... tal como se acredita con las inscripciones 470 y 471, sección
primera, de fecha cuatro de marzo de mil novecientos ochenta y tres; además, el cinco de septiembre de mil
novecientos noventa y nueve, Adrián Solís Martínez sembró unos bejucos de varas a la entrada del terreno de
la primera, con la intención de que no tuvieran acceso a dicha servidumbre.
Lo anterior lo acreditan con el instrumento número 2959 de la Notaría Pública Número 12, de
Orizaba, Veracruz, de treinta de marzo de mil novecientos ochenta y seis, relativo a la escritura de
adjudicación por pago de herencia a bienes del señor Fernando López Vázquez, otorgada por Rosa María
López Flores, albacea y coheredera en la referida sucesión y donación gratuita en su favor por parte también
de la heredera Josefina Flores viuda de López, respecto del inmueble ubicado en la privada calle tercera de
Galeana número tres, en la ciudad de Nogales, Veracruz; con la escritura 12578 de la Notaría Pública Número
12 de Orizaba, Veracruz, relativa al contrato de compraventa celebrado entre Otilia Patricia Jones de Ruiz,
como vendedora y María de Lourdes Trujeque Domínguez, como compradora, respecto de la fracción del
terreno ubicado en la calle Galeana número siete, interior 8, de Nogales, Veracruz, con las siguientes medidas
y colindancias: "al norte: en 14.50 (catorce punto cincuenta metros) con la señora Otilia Patricia Jones de
Ruiz; al sur: en 14.50 (catorce punto cincuenta metros con su frente) que es una servidumbre de paso que da
salida a la calle Galeana; al oriente: en 42.00 (cuarenta y dos metros) con el señor ... y al poniente: en 42.00
(cuarenta y dos metros) también con la señora Otilia Patricia Jones de Ruiz."; con el acta notarial de
información testimonial y fe de hechos a solicitud de María de Lourdes Trujeque Domínguez, en la que, entre
otras cosas, se hizo constar "que la servidumbre de paso con la que colinda por el lindero sur no ha sido
constituida con base en lo dispuesto por la Secretaría de Desarrollo Urbano de Veracruz (Seduver). Sin
embargo, según los instrumentos números 1749 (mil setecientos cuarenta y nueve) de fecha 16 (dieciséis) de
febrero de 1983 (mil novecientos ochenta y tres) y 1750 (mil setecientos cincuenta) de fecha 17 (diecisiete) de
febrero de 1983 (mil novecientos ochenta y tres), pasados ante la fe del licenciado Carlos Eugenio Cárdenas
Barquet, notario número 13 (trece) de esta demarcación, se autorizó la donación de dos fracciones de terreno
que tiene su frente con una servidumbre de paso que da salida a la calle Galeana y que mide 6.00 (seis) metros
de frente por 91.00 (noventa y uno) metros de largo, en términos del oficio DGHAOP/7140 (‘D’ ‘G’ ‘H’ ‘A’
‘O’ ‘P’ diagonal siete uno cuatro cero), y precisamente colindan con el terreno propiedad de la señora María
de Lourdes Trujeque Domínguez"; con el instrumento número 1749 de la Notaría Pública Número Trece de
Orizaba, Veracruz, de dieciséis de febrero de mil novecientos ochenta y tres, relativa a la donación que
otorgan por una parte el doctor Raymundo Alfredo Jones Aragón, como donante y por otra parte ... como
donatario, respecto de una fracción del inmueble ubicado en la calle Galeana número siete, conocida como
"rancho del señor Jones", de Nogales, Veracruz, con superficie de dos mil novecientos cincuenta y un metros
cuadrados noventa y un centímetros cuadrados y con las medidas y linderos siguientes: Al norte, 42 metros ...
al sur, 45.93 metros, con una servidumbre de paso de uso y propiedad común que le da salida a la calle
Galeana, que mide seis metros de frente por noventa y un metros de largo ... con el instrumento número 1750
de la Notaría Pública Número Trece de Orizaba, Veracruz, de dieciséis de febrero de mil novecientos noventa
y tres, respecto de la donación que otorgan por una parte el doctor Raymundo Alfredo Jones Aragón, como
donante y por otra parte Guillermo Enrique Jones Morales, como donatario, respecto de una fracción del
inmueble ubicado en la calle Galeana número siete, conocido como "rancho del señor Jones", de Nogales,
Veracruz, con superficie de dos mil novecientos veintiocho metros cuadrados, seis decímetros cuadrados y las
medidas y linderos siguientes: Al norte ... al sur, 45 metros, 93 centímetros, con una servidumbre de paso que
mide 6 metros de frente por 91 metros de fondo ... con el instrumento número 1753 de la Notaría Pública
Número 13 de Orizaba, Veracruz, de veintiséis de febrero de mil novecientos ochenta y seis, relativo a la
donación que otorgan por una parte el doctor Raymundo Alfredo Jones Aragón, como donante y por otra
parte Otilia Patricia Jones de Ruiz, como donataria, respecto del inmueble consistente en el resto que le queda
de la casa y sitio ubicada en la calle Galeana número siete conocido como "rancho del señor Jones" de
Nogales, Veracruz, con superficie de: tres mil doscientos treinta y nueve metros cuadrados, ochenta y cinco
decímetros cuadrados y las medidas y linderos siguientes: "Al norte ... al oriente, setenta y tres metros, setenta
centímetros, con propiedad del señor ... y con una servidumbre de uso y propiedad común que da salida a la
calle Galeana y al poniente, setenta y tres metros, setenta centímetros, con la calle Mártires del Catorce de
Abril.-Con el antecedente de propiedad precisado líneas arriba en el cuerpo de esta escritura."; con el
dictamen pericial de veinticinco de abril de dos mil, suscrito por el delegado regional de Servicios Periciales,
de Orizaba, Veracruz, en el cual se hace constar que la servidumbre de paso ubicada en la calle Galeana, del
Municipio de Nogales, Veracruz, es de aproximadamente tres metros con cincuenta centímetros, en la
entrada, observando que dicha amplitud se va angostando hasta llegar al final de la misma a una amplitud de
dos metros y que la longitud total de la mencionada servidumbre es de aproximadamente sesenta metros; con
el informe de inspección pericial y fotográfico, en el domicilio ubicado en privada calle tercera de Galeana, de
Nogales, Veracruz, de fecha diecinueve de abril de dos mil uno, suscrito por el delegado regional de Servicios
Periciales de Orizaba, Veracruz; y con la declaración de Otilia Patricia Jones de Ruiz, en la que dijo que desde
que le vendió a la agraviada Lourdes Trujeque Domínguez el terreno en cuestión, ésta tenía el derecho sobre
la servidumbre de paso, que el doctor Antonio Pérez construyó bardeando y le obstaculizó el paso de dicha
servidumbre; con tales elementos de prueba se apoyó el Juez responsable para dictar la resolución reclamada
en el juicio de garantías.
Ahora bien, los artículos 826, 1100, 1146 y 1148, todos del Código Civil para la entidad, por su
orden y en lo que interesa, preceptúan que "posee un derecho el que goza de él", que "las servidumbres traen
su origen de la voluntad del hombre o de la ley", que las servidumbres voluntarias "se adquieren por cualquier
título legal" y que "al que pretenda tener derecho a una servidumbre toca probar, aunque esté en posesión de
ella, el título en virtud del cual la goza". En el caso no aparece demostrado que los acusados hicieran uso o
perturbaran una servidumbre de paso constituida en un predio propiedad de los denunciantes y, con ello, que
se lesionara su derecho de posesión a dicha servidumbre, pues éstas no acreditaron tener el título relativo a tal
derecho o, en su defecto, el reconocimiento de una servidumbre voluntaria hecho en escritura pública por el
dueño del predio sirviente a favor del dominante, sino que sólo está justificado que las sedicentes ofendidas
hacían uso de tal derecho, mas ello no implica la constitución legal de la referida servidumbre de paso.
No pasa inadvertido que en la escritura relativa al predio del que es propietaria la denunciante María
de Lourdes Trujeque Domínguez, aparece que, por una de sus partes, colinda con la servidumbre de paso de
que se habla; sin embargo, ello sólo es útil para identificar el predio de aquélla pero no para justificar la
existencia, de manera formal y legal, de la multirreferida servidumbre.
Así las cosas, permite concluir que, en la especie, las agraviadas carecen del derecho a usar la
servidumbre que estiman lesionado, por ser éste el título indispensable para que se incurra, por parte de los
quejosos, en la comisión del delito de despojo que se les atribuye.
Al respecto es aplicable el criterio sostenido por la anterior integración de este tribunal, en la tesis
VII.P.27 P, visible en la página 407 y siguientes del Tomo III, febrero de 1996, Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice:
En ese orden de ideas, es inconcuso que la sentencia impugnada resulta contraria a derecho, lo que
obliga a revocarse la misma y concederse el amparo; sin que sea necesario estudiar los conceptos de violación
hechos valer en la demanda de garantías, en atención a que el a quo dio contestación a los mismos.
Por lo expuesto, fundado y con apoyo, además, en el artículo 90 de la ley de la materia, se resuelve:
SEGUNDO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a ... contra los actos y por las autoridades que
se puntualizan en el resultando primero de esta ejecutoria.
Notifíquese; con testimonio de la presente resolución vuelvan los autos al lugar de origen y, en su
oportunidad, archívese el expediente.
Así, por unanimidad de votos de los Magistrados Gilberto González Bozziere, Heriberto Sánchez
Vargas y Sofía Virgen Avendaño, lo resolvió el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo
Circuito y firma el primero de los nombrados como presidente y ponente.
Entendida la servidumbre como un derecho real que se impone sobre un bien inmueble
respecto de otro, en consideración a la necesidad de que un predio tenga acceso a la
vía pública para su debido aprovechamiento, pues bien, de la interpretación armónica
de los artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de Procedimientos Civiles, ambos
para el Distrito Federal, debe entenderse, que la acción para reclamar el
establecimiento de una servidumbre de paso se concede tanto al propietario como al
poseedor del predio dominante, y no tan sólo al dueño como lo dispone el primer
numeral mencionado, sino como lo prevé el segundo, que contempla no sólo al titular
del derecho real inmueble sino también al poseedor del predio dominante. Sobre todo
en el caso de predios rurales, ya que el derecho se establece en atención a la
explotación económica del bien y no a las personas titulares de derechos sobre los
inmuebles y sin perder de vista que los efectos de la acción confesoria, se hacen
consistir, no solamente en obtener el reconocimiento o la declaración de los derechos y
obligaciones del gravamen, sino que también que el propio poseedor del predio
dominante invocando el derecho de carácter real, pueda tener el pleno goce de la
servidumbre existente.
1a./J. 48/99
El artículo 1148 del Código Civil para el Estado de Veracruz establece que: "Al que
pretenda tener derecho a una servidumbre toca probar, aunque esté en posesión de
ella, el título en virtud del cual la goza. ...". En el caso, no aparece demostrado que el
acusado estuviere usando o perturbando una servidumbre de paso constituida en el
predio de su propiedad y, con ello, que se lesionara el derecho de posesión a dicha
servidumbre de los denunciantes, quienes no acreditaron tener el título que establezca
que gozan de ese derecho o, en su defecto, el reconocimiento de una servidumbre
voluntaria hecho en escritura pública por el dueño del predio sirviente en favor del
dominante, sino que los sedicentes ofendidos sólo pasaban por el terreno propiedad
del quejoso, pero ello no implica la constitución legal de una servidumbre de paso,
dado que no es la costumbre la que establece el derecho de los vecinos a pasar por el
predio del acusado, sino la declaratoria legal de ese derecho, consistente en un
gravamen real impuesto sobre un inmueble, en beneficio de otro, perteneciente a
distinto dueño, o su otorgamiento por quien pueda transmitirlo, por lo que procede
concluir que los agraviados carecen del derecho que estiman lesionado.
VII.1o.P. J/47
CONSIDERANDO:
V.-Leídos los agravios hechos valer y suplida la queja en lo conducente, en términos de la fracción II
del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, este tribunal considera que es el caso de declararlos fundados.
En efecto, de la lectura del auto de formal prisión materia de la litis constitucional, se advierte que
los hechos que se imputan a los aquí quejosos consisten en que con su conducta dieron vida jurídica al delito
de despojo, previsto en el artículo 191, fracción I, del Código Penal para la entidad, ya que al ordenar la
instalación de los hilos de alambres de púas y construcción de la barda a que se refieren las denunciantes y
que llevó a cabo Adrián Solís, ocuparon un derecho real que no les pertenecía, es decir, que sin el
consentimiento de las ofendidas, procedieron a cerrar el paso en la servidumbre de la cual venían haciendo
uso común desde el momento en que al adquirir los predios a que se refieren en su escrito de denuncia, ésta ya
estaba establecida y que lo anterior se demuestra con el señalamiento firme y directo que hicieron las
ofendidas en contra de los indiciados, en el sentido de que éstos les taparon la servidumbre de paso que da a
sus inmuebles.
Lo expuesto permite arribar válidamente a que, contrario a lo sostenido por el Juez Federal, los
anteriores hechos no llegan a integrar los elementos del delito de despojo que se imputa a los inconformes por
lo siguiente: a) El artículo 191, fracción I, del Código Penal para el Estado, establece que comete el ilícito de
despojo el que sin consentimiento de quien tenga derecho a otorgarlo o engañando a éste ocupe un inmueble
ajeno o haga uso de él o de un derecho real que no le pertenezca; y, b) Que conforme con la denuncia de
mérito, Rosa María López Flores y Lourdes Trujeque Domínguez se duelen, la primera, que es propietaria del
terreno y construcción ubicado en privada calle tercera de Galeana No. tres, colonia Felipe Carrillo Puerto,
misma que al norte colinda con una servidumbre de paso denominada privada calle tercera de Galeana, y la
segunda afirma que ella es propietaria de una fracción de terreno ubicado en tercera privada de calle Galeana,
informando ambas que esta servidumbre de paso que da a la calle Galeana No. siete y hacia el sur colinda con
una servidumbre de paso que da a la calle Galeana, informando además que esta servidumbre ha existido
desde hace muchos años, pues incluso cuando llegaron a vivir ahí, ya existía, y es el caso que a finales de
diciembre del año pasado (1998) el señor ... y sus hijos les cerraron esa servidumbre, cuando es la única salida
de que disponen, porque no tienen otra salida a la vía pública, argumentando Lourdes Trujeque que con la
acción de los denunciados no pueden entrar los camiones con material de construcción, pues ella está
construyendo su casa y esto le causa molestia y perjuicio; que esta servidumbre fue constituida en forma
voluntaria por el doctor Raymundo Alfredo Aragón, en febrero de mil novecientos ochenta y tres, cuando
hizo una donación a favor de sus hijos ... tal como se acredita con las inscripciones 470 y 471, sección
primera, de fecha cuatro de marzo de mil novecientos ochenta y tres; además, el cinco de septiembre de mil
novecientos noventa y nueve, Adrián Solís Martínez sembró unos bejucos de varas a la entrada del terreno de
la primera, con la intención de que no tuvieran acceso a dicha servidumbre.
Lo anterior lo acreditan con el instrumento número 2959 de la Notaría Pública Número 12, de
Orizaba, Veracruz, de treinta de marzo de mil novecientos ochenta y seis, relativo a la escritura de
adjudicación por pago de herencia a bienes del señor Fernando López Vázquez, otorgada por Rosa María
López Flores, albacea y coheredera en la referida sucesión y donación gratuita en su favor por parte también
de la heredera Josefina Flores viuda de López, respecto del inmueble ubicado en la privada calle tercera de
Galeana número tres, en la ciudad de Nogales, Veracruz; con la escritura 12578 de la Notaría Pública Número
12 de Orizaba, Veracruz, relativa al contrato de compraventa celebrado entre Otilia Patricia Jones de Ruiz,
como vendedora y María de Lourdes Trujeque Domínguez, como compradora, respecto de la fracción del
terreno ubicado en la calle Galeana número siete, interior 8, de Nogales, Veracruz, con las siguientes medidas
y colindancias: "al norte: en 14.50 (catorce punto cincuenta metros) con la señora Otilia Patricia Jones de
Ruiz; al sur: en 14.50 (catorce punto cincuenta metros con su frente) que es una servidumbre de paso que da
salida a la calle Galeana; al oriente: en 42.00 (cuarenta y dos metros) con el señor ... y al poniente: en 42.00
(cuarenta y dos metros) también con la señora Otilia Patricia Jones de Ruiz."; con el acta notarial de
información testimonial y fe de hechos a solicitud de María de Lourdes Trujeque Domínguez, en la que, entre
otras cosas, se hizo constar "que la servidumbre de paso con la que colinda por el lindero sur no ha sido
constituida con base en lo dispuesto por la Secretaría de Desarrollo Urbano de Veracruz (Seduver). Sin
embargo, según los instrumentos números 1749 (mil setecientos cuarenta y nueve) de fecha 16 (dieciséis) de
febrero de 1983 (mil novecientos ochenta y tres) y 1750 (mil setecientos cincuenta) de fecha 17 (diecisiete) de
febrero de 1983 (mil novecientos ochenta y tres), pasados ante la fe del licenciado Carlos Eugenio Cárdenas
Barquet, notario número 13 (trece) de esta demarcación, se autorizó la donación de dos fracciones de terreno
que tiene su frente con una servidumbre de paso que da salida a la calle Galeana y que mide 6.00 (seis) metros
de frente por 91.00 (noventa y uno) metros de largo, en términos del oficio DGHAOP/7140 (‘D’ ‘G’ ‘H’ ‘A’
‘O’ ‘P’ diagonal siete uno cuatro cero), y precisamente colindan con el terreno propiedad de la señora María
de Lourdes Trujeque Domínguez"; con el instrumento número 1749 de la Notaría Pública Número Trece de
Orizaba, Veracruz, de dieciséis de febrero de mil novecientos ochenta y tres, relativa a la donación que
otorgan por una parte el doctor Raymundo Alfredo Jones Aragón, como donante y por otra parte ... como
donatario, respecto de una fracción del inmueble ubicado en la calle Galeana número siete, conocida como
"rancho del señor Jones", de Nogales, Veracruz, con superficie de dos mil novecientos cincuenta y un metros
cuadrados noventa y un centímetros cuadrados y con las medidas y linderos siguientes: Al norte, 42 metros ...
al sur, 45.93 metros, con una servidumbre de paso de uso y propiedad común que le da salida a la calle
Galeana, que mide seis metros de frente por noventa y un metros de largo ... con el instrumento número 1750
de la Notaría Pública Número Trece de Orizaba, Veracruz, de dieciséis de febrero de mil novecientos noventa
y tres, respecto de la donación que otorgan por una parte el doctor Raymundo Alfredo Jones Aragón, como
donante y por otra parte Guillermo Enrique Jones Morales, como donatario, respecto de una fracción del
inmueble ubicado en la calle Galeana número siete, conocido como "rancho del señor Jones", de Nogales,
Veracruz, con superficie de dos mil novecientos veintiocho metros cuadrados, seis decímetros cuadrados y las
medidas y linderos siguientes: Al norte ... al sur, 45 metros, 93 centímetros, con una servidumbre de paso que
mide 6 metros de frente por 91 metros de fondo ... con el instrumento número 1753 de la Notaría Pública
Número 13 de Orizaba, Veracruz, de veintiséis de febrero de mil novecientos ochenta y seis, relativo a la
donación que otorgan por una parte el doctor Raymundo Alfredo Jones Aragón, como donante y por otra
parte Otilia Patricia Jones de Ruiz, como donataria, respecto del inmueble consistente en el resto que le queda
de la casa y sitio ubicada en la calle Galeana número siete conocido como "rancho del señor Jones" de
Nogales, Veracruz, con superficie de: tres mil doscientos treinta y nueve metros cuadrados, ochenta y cinco
decímetros cuadrados y las medidas y linderos siguientes: "Al norte ... al oriente, setenta y tres metros, setenta
centímetros, con propiedad del señor ... y con una servidumbre de uso y propiedad común que da salida a la
calle Galeana y al poniente, setenta y tres metros, setenta centímetros, con la calle Mártires del Catorce de
Abril.-Con el antecedente de propiedad precisado líneas arriba en el cuerpo de esta escritura."; con el
dictamen pericial de veinticinco de abril de dos mil, suscrito por el delegado regional de Servicios Periciales,
de Orizaba, Veracruz, en el cual se hace constar que la servidumbre de paso ubicada en la calle Galeana, del
Municipio de Nogales, Veracruz, es de aproximadamente tres metros con cincuenta centímetros, en la
entrada, observando que dicha amplitud se va angostando hasta llegar al final de la misma a una amplitud de
dos metros y que la longitud total de la mencionada servidumbre es de aproximadamente sesenta metros; con
el informe de inspección pericial y fotográfico, en el domicilio ubicado en privada calle tercera de Galeana, de
Nogales, Veracruz, de fecha diecinueve de abril de dos mil uno, suscrito por el delegado regional de Servicios
Periciales de Orizaba, Veracruz; y con la declaración de Otilia Patricia Jones de Ruiz, en la que dijo que desde
que le vendió a la agraviada Lourdes Trujeque Domínguez el terreno en cuestión, ésta tenía el derecho sobre
la servidumbre de paso, que el doctor Antonio Pérez construyó bardeando y le obstaculizó el paso de dicha
servidumbre; con tales elementos de prueba se apoyó el Juez responsable para dictar la resolución reclamada
en el juicio de garantías.
Ahora bien, los artículos 826, 1100, 1146 y 1148, todos del Código Civil para la entidad, por su
orden y en lo que interesa, preceptúan que "posee un derecho el que goza de él", que "las servidumbres traen
su origen de la voluntad del hombre o de la ley", que las servidumbres voluntarias "se adquieren por cualquier
título legal" y que "al que pretenda tener derecho a una servidumbre toca probar, aunque esté en posesión de
ella, el título en virtud del cual la goza". En el caso no aparece demostrado que los acusados hicieran uso o
perturbaran una servidumbre de paso constituida en un predio propiedad de los denunciantes y, con ello, que
se lesionara su derecho de posesión a dicha servidumbre, pues éstas no acreditaron tener el título relativo a tal
derecho o, en su defecto, el reconocimiento de una servidumbre voluntaria hecho en escritura pública por el
dueño del predio sirviente a favor del dominante, sino que sólo está justificado que las sedicentes ofendidas
hacían uso de tal derecho, mas ello no implica la constitución legal de la referida servidumbre de paso.
No pasa inadvertido que en la escritura relativa al predio del que es propietaria la denunciante María
de Lourdes Trujeque Domínguez, aparece que, por una de sus partes, colinda con la servidumbre de paso de
que se habla; sin embargo, ello sólo es útil para identificar el predio de aquélla pero no para justificar la
existencia, de manera formal y legal, de la multirreferida servidumbre.
Así las cosas, permite concluir que, en la especie, las agraviadas carecen del derecho a usar la
servidumbre que estiman lesionado, por ser éste el título indispensable para que se incurra, por parte de los
quejosos, en la comisión del delito de despojo que se les atribuye.
Al respecto es aplicable el criterio sostenido por la anterior integración de este tribunal, en la tesis
VII.P.27 P, visible en la página 407 y siguientes del Tomo III, febrero de 1996, Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice:
En ese orden de ideas, es inconcuso que la sentencia impugnada resulta contraria a derecho, lo que
obliga a revocarse la misma y concederse el amparo; sin que sea necesario estudiar los conceptos de violación
hechos valer en la demanda de garantías, en atención a que el a quo dio contestación a los mismos.
Por lo expuesto, fundado y con apoyo, además, en el artículo 90 de la ley de la materia, se resuelve:
SEGUNDO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a ... contra los actos y por las autoridades que
se puntualizan en el resultando primero de esta ejecutoria.
Notifíquese; con testimonio de la presente resolución vuelvan los autos al lugar de origen y, en su
oportunidad, archívese el expediente.
Así, por unanimidad de votos de los Magistrados Gilberto González Bozziere, Heriberto Sánchez
Vargas y Sofía Virgen Avendaño, lo resolvió el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo
Circuito y firma el primero de los nombrados como presidente y ponente.
Entendida la servidumbre como un derecho real que se impone sobre un bien inmueble
respecto de otro, en consideración a la necesidad de que un predio tenga acceso a la
vía pública para su debido aprovechamiento, pues bien, de la interpretación armónica
de los artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de Procedimientos Civiles, ambos
para el Distrito Federal, debe entenderse, que la acción para reclamar el
establecimiento de una servidumbre de paso se concede tanto al propietario como al
poseedor del predio dominante, y no tan sólo al dueño como lo dispone el primer
numeral mencionado, sino como lo prevé el segundo, que contempla no sólo al titular
del derecho real inmueble sino también al poseedor del predio dominante. Sobre todo
en el caso de predios rurales, ya que el derecho se establece en atención a la
explotación económica del bien y no a las personas titulares de derechos sobre los
inmuebles y sin perder de vista que los efectos de la acción confesoria, se hacen
consistir, no solamente en obtener el reconocimiento o la declaración de los derechos y
obligaciones del gravamen, sino que también que el propio poseedor del predio
dominante invocando el derecho de carácter real, pueda tener el pleno goce de la
servidumbre existente.
1a./J. 48/99
CONSIDERANDO:
‘‘Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios
de amparo de su competencia, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el procurador general de la
República, los mencionados tribunales o los Magistrados que los integren, o las partes que intervinieron en los
juicios en que tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante la Suprema Corte
de Justicia, la que decidirá cuál tesis debe prevalecer. El procurador general de la República, por sí o por
conducto del agente que al efecto designe, podrá, si lo estima pertinente, exponer su parecer dentro del plazo
de treinta días.’’
En la especie, los treinta días para que el procurador general de la República emitiera su
parecer en relación con la contradicción a estudio, comenzaron a correr el treinta de noviembre de mil
novecientos noventa y ocho y terminaron el trece de enero de mil novecientos noventa y nueve,
descontándose por inhábiles 5, 6, 12, 13, 19, 20, 25, 26 y 27 de diciembre, 1o., 2, 3, 9 y 10 de enero.
El análisis de los criterios sustentados por los Tribunales Colegiados referidos en los juicios
de amparo que se han hecho mérito, revela la contradicción de tesis denunciada, que se produce porque
mientras el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, en el Distrito Federal, al resolver
el amparo directo DC-4724/98, promovido por Francisca Basurto Zamora y Aureliano Gutiérrez Lara,
sostiene que en tratándose de servidumbre de paso, debe entenderse de la interpretación armónica de los
artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de Procedimientos Civiles ambos para el Distrito Federal,
que la acción para reclamar el establecimiento de la servidumbre de paso se concede tanto al propietario como
al poseedor del predio dominante, lo que se dice resulta evidente, sobre todo en el caso de predios rurales, ya
que el derecho se establece en atención a la explotación económica del bien y no a las personas titulares de
derechos sobre los inmuebles.
Por su parte el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, en Villahermosa, Tabasco,
al resolver el amparo directo 216/94 civil, sostuvo que para que exista una servidumbre legal de paso debe
demostrarse en primer orden, como elemento de la acción intentada, ser propietario de la finca, pues dada su
naturaleza real sólo puede concebirse un derecho de la misma índole, quedando en segundo término el
demostrar los demás elementos que la hacen procedente, como son el que dicha finca se encuentre enclavada
entre otras ajenas y que la misma, no tenga salida a la vía pública.
Como puede apreciarse, en el presente asunto existen al resolver los negocios jurídicos
oposición de criterios jurídicos, en los que se controvierte la misma cuestión esencial relativa a la procedencia
de la acción intentada cuando se trata de servidumbres de paso y por virtud de la cual se adoptan posiciones o
criterios jurídicos discrepantes; puesto que el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
refiere que de una interpretación armónica de los artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de
Procedimientos Civiles ambos del Distrito Federal, se desprende que la acción para reclamar el
establecimiento de una servidumbre de paso se concede tanto al propietario como al poseedor del predio
dominante, en tanto que el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, alude a que para que exista una
servidumbre de paso debe demostrarse en primer lugar, como elemento indispensable de la acción intentada,
ser propietario de una finca y posteriormente los demás elementos, no se trata sólo de contradicciones
accidentales o secundarias dentro de los fallos que originan la denuncia, pues se examina el problema
jurídico, para finalmente establecer dichos órganos jurisdiccionales criterios antagónicos, por lo que se
confirma que existe la contradicción que permite entrar a su estudio, además de haberse plasmado tales
criterios en las tesis que emitieron los referidos Tribunales Colegiados, Cuarto en Materia Civil del Primer
Circuito y Primero del Décimo Circuito, respectivamente, al tenor de los siguientes rubros:
‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. PERSONAS QUE PUEDEN EJERCITAR LA ACCIÓN CONFESORIA.’’ y
‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. DERECHO DE PROPIEDAD SOBRE EL INMUEBLE EN CUYO FAVOR
SE DEMANDA, REQUISITO INDISPENSABLE PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN.’’, lo que
corrobora la existencia de criterios opuestos de los órganos colegiados al resolver sobre un mismo punto de
derecho, provenientes del examen de los mismos elementos.
Para respaldar esta postura es menester remontarse a los diversos conceptos jurídicos y al
contenido de los preceptos legales que se refieren con antelación a efecto de sostener el criterio plasmado.
Así, los artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de Procedimientos Civiles ambos
para el Distrito Federal, refieren en su orden, lo siguiente:
‘‘Artículo 1097. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin
salida a la vía pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades
vecinas, sin que sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización equivalente al
perjuicio que les ocasione este gravamen.’’
‘‘Artículo 11. Compete la acción confesoria al titular del derecho real inmueble y al
poseedor del predio dominante que esté interesado en la existencia de la servidumbre. Se da esta acción contra
el tenedor o poseedor jurídico que contraría el gravamen para que se obtenga el reconocimiento, la
declaración de los derechos y obligaciones del gravamen y el pago de frutos, daños y perjuicios, en su caso, y
se haga cesar la violación. Si fuere la sentencia condenatoria, el actor puede exigir del reo que afiance el
respeto del derecho.’’
Es importante señalar que el poseedor del predio dominante como persona interesada en la
servidumbre de paso, su interés radica, en que tratándose de la explotación de recursos que se deriven del
predio, el derecho se establece en función a la explotación económica del bien y no de las personas titulares
de los inmuebles, esto es, que el gravamen de la servidumbre, como acción real que es, afecta a la cosa no a la
persona.
Por cuanto hace al derecho de ejercer la acción confesoria se concede para lograr el mejor
aprovechamiento de un inmueble y no en relación a los propietarios del mismo, es decir, la ley impone a
determinadas personas, ciertos derechos y obligaciones en razón y en la medida de las cosas sobre las cuales
tiene derecho, éstos se pueden contraer por el hecho de adquirir un derecho real sobre una cosa, se trasmiten,
al trasmitirse la cosa o el derecho real, sin necesidad del consentimiento del acreedor, por lo que, si el dueño
del predio sirviente cambia, la servidumbre no se extingue, ya que se otorga en razón del mejor
aprovechamiento de un inmueble; en conclusión, a pesar de que exista un cambio de propiedad en el predio
sirviente, la servidumbre continúa, ya que es inseparable de la cosa, este derecho real no sigue a las personas
sino que sigue a la cosa, este beneficio puede ser aprovechado tanto por el propietario como por el poseedor
del predio dominante, para la mejor utilización del predio.
Cabe hacer mención que tanto el artículo 11 del Código de Procedimientos Civiles del
Distrito Federal, como el 11 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Tabasco (vigente en ese
momento), establecen que la acción confesoria se puede ejercer en contra del tenedor o poseedor jurídico que
contraría el gravamen, es decir, tanto el tenedor como el poseedor jurídico de un predio sirviente pueden
estorbar el ejercicio de la servidumbre y contra ellos se puede ejercer dicha acción; en este caso el Código de
Procedimientos Civiles, no limita el ejercicio de la acción en contra del propietario únicamente, sino que
permite que se establezca también contra el poseedor, ya que éste puede en un momento determinado
perturbar el ejercicio de la servidumbre, luego, no existe justificación para pretender limitarla en tratándose
del caso que se estudia.
Ahora bien, cabe hacer mención que en tratándose de la acción confesoria, los efectos de
ésta se hacen consistir, no solamente en obtener el reconocimiento o la declaración de los derechos y
obligaciones del gravamen, sino también que el propio poseedor del predio dominante invocando el derecho
de carácter real, pueda tener el pleno goce de la servidumbre existente.
Sin que pase desapercibido para esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, que la servidumbre no deja de ser un gravamen real impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro
perteneciente a distinto dueño; en esas circunstancias, se involucran dos predios de los cuales al través de la
doctrina y la propia ley, se han denominado predio dominante y predio sirviente, refiriendo el primero a aquel
inmueble a cuyo favor está constituida la servidumbre y el segundo a aquel que sufre precisamente la
servidumbre.
Consecuentemente, esta Primera Sala por las razones que se expresan, con fundamento en
lo dispuesto en el artículo 195 de la Ley de Amparo, sostiene la tesis que debe quedar redactada con el
siguiente rubro y texto:
PRIMERO.—Sí existe contradicción entre las tesis sustentadas por los Tribunales
Colegiados, Cuarto en Materia Civil del Primer Circuito en el Distrito Federal y Primero del Décimo Circuito,
con residencia en Villahermosa, Tabasco, al resolver los juicios de amparo directo DC-4724/98 y 216/94
civil, promovidos por Francisca Basurto Zamora y Aureliano Gutiérrez Lara, y María Graciela Fernández
Díaz, respectivamente.
SEGUNDO.—Se declara que debe prevalecer la tesis sustentada por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los términos precisados en esta resolución, sin que se afecte la
situación jurídica concreta derivada del juicio en que incurrió la contradicción.
Notifíquese; remítase el texto de la tesis jurisprudencial a que se refiere la parte final del
considerando último de la presente resolución al Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, para su
publicación; así como a los órganos jurisdiccionales que menciona la fracción III, del artículo 195 de la Ley
de Amparo para su conocimiento, y en su oportunidad archívese el expediente como asunto concluido.
Nota: Las tesis de rubros: ‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. PERSONAS QUE PUEDEN EJERCITAR
LA ACCIÓN CONFESORIA.’’ y ‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. DERECHO DE PROPIEDAD SOBRE EL
INMUEBLE EN CUYO FAVOR SE DEMANDA, REQUISITO INDISPENSABLE PARA LA
PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN.’’, citadas en esta ejecutoria, aparecen publicadas en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta , Novena Epoca, Tomo VIII, noviembre de 1998, página 577, tesis
I.4o.C.25 C y en el Semanario Judicial de la Federación , Octava Época, Torno XIV, septiembre de 1994,
página 438, tesis X.1o.49 C, respectivamente.
SERVIDUMBRE DE PASO, PERSONAS QUE PUEDEN EJERCER LA ACCIÓN
CONFESORIA.
Entendida la servidumbre como un derecho real que se impone sobre un bien inmueble
respecto de otro, en consideración a la necesidad de que un predio tenga acceso a la
vía pública para su debido aprovechamiento, pues bien, de la interpretación armónica
de los artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de Procedimientos Civiles, ambos
para el Distrito Federal, debe entenderse, que la acción para reclamar el
establecimiento de una servidumbre de paso se concede tanto al propietario como al
poseedor del predio dominante, y no tan sólo al dueño como lo dispone el primer
numeral mencionado, sino como lo prevé el segundo, que contempla no sólo al titular
del derecho real inmueble sino también al poseedor del predio dominante. Sobre todo
en el caso de predios rurales, ya que el derecho se establece en atención a la
explotación económica del bien y no a las personas titulares de derechos sobre los
inmuebles y sin perder de vista que los efectos de la acción confesoria, se hacen
consistir, no solamente en obtener el reconocimiento o la declaración de los derechos y
obligaciones del gravamen, sino que también que el propio poseedor del predio
dominante invocando el derecho de carácter real, pueda tener el pleno goce de la
servidumbre existente.
1a./J. 48/99
CONSIDERANDO:
‘‘Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios
de amparo de su competencia, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el procurador general de la
República, los mencionados tribunales o los Magistrados que los integren, o las partes que intervinieron en los
juicios en que tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante la Suprema Corte
de Justicia, la que decidirá cuál tesis debe prevalecer. El procurador general de la República, por sí o por
conducto del agente que al efecto designe, podrá, si lo estima pertinente, exponer su parecer dentro del plazo
de treinta días.’’
En la especie, los treinta días para que el procurador general de la República emitiera su
parecer en relación con la contradicción a estudio, comenzaron a correr el treinta de noviembre de mil
novecientos noventa y ocho y terminaron el trece de enero de mil novecientos noventa y nueve,
descontándose por inhábiles 5, 6, 12, 13, 19, 20, 25, 26 y 27 de diciembre, 1o., 2, 3, 9 y 10 de enero.
El análisis de los criterios sustentados por los Tribunales Colegiados referidos en los juicios
de amparo que se han hecho mérito, revela la contradicción de tesis denunciada, que se produce porque
mientras el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, en el Distrito Federal, al resolver
el amparo directo DC-4724/98, promovido por Francisca Basurto Zamora y Aureliano Gutiérrez Lara,
sostiene que en tratándose de servidumbre de paso, debe entenderse de la interpretación armónica de los
artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de Procedimientos Civiles ambos para el Distrito Federal,
que la acción para reclamar el establecimiento de la servidumbre de paso se concede tanto al propietario como
al poseedor del predio dominante, lo que se dice resulta evidente, sobre todo en el caso de predios rurales, ya
que el derecho se establece en atención a la explotación económica del bien y no a las personas titulares de
derechos sobre los inmuebles.
Por su parte el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, en Villahermosa, Tabasco,
al resolver el amparo directo 216/94 civil, sostuvo que para que exista una servidumbre legal de paso debe
demostrarse en primer orden, como elemento de la acción intentada, ser propietario de la finca, pues dada su
naturaleza real sólo puede concebirse un derecho de la misma índole, quedando en segundo término el
demostrar los demás elementos que la hacen procedente, como son el que dicha finca se encuentre enclavada
entre otras ajenas y que la misma, no tenga salida a la vía pública.
Como puede apreciarse, en el presente asunto existen al resolver los negocios jurídicos
oposición de criterios jurídicos, en los que se controvierte la misma cuestión esencial relativa a la procedencia
de la acción intentada cuando se trata de servidumbres de paso y por virtud de la cual se adoptan posiciones o
criterios jurídicos discrepantes; puesto que el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
refiere que de una interpretación armónica de los artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de
Procedimientos Civiles ambos del Distrito Federal, se desprende que la acción para reclamar el
establecimiento de una servidumbre de paso se concede tanto al propietario como al poseedor del predio
dominante, en tanto que el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, alude a que para que exista una
servidumbre de paso debe demostrarse en primer lugar, como elemento indispensable de la acción intentada,
ser propietario de una finca y posteriormente los demás elementos, no se trata sólo de contradicciones
accidentales o secundarias dentro de los fallos que originan la denuncia, pues se examina el problema
jurídico, para finalmente establecer dichos órganos jurisdiccionales criterios antagónicos, por lo que se
confirma que existe la contradicción que permite entrar a su estudio, además de haberse plasmado tales
criterios en las tesis que emitieron los referidos Tribunales Colegiados, Cuarto en Materia Civil del Primer
Circuito y Primero del Décimo Circuito, respectivamente, al tenor de los siguientes rubros:
‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. PERSONAS QUE PUEDEN EJERCITAR LA ACCIÓN CONFESORIA.’’ y
‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. DERECHO DE PROPIEDAD SOBRE EL INMUEBLE EN CUYO FAVOR
SE DEMANDA, REQUISITO INDISPENSABLE PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN.’’, lo que
corrobora la existencia de criterios opuestos de los órganos colegiados al resolver sobre un mismo punto de
derecho, provenientes del examen de los mismos elementos.
Para respaldar esta postura es menester remontarse a los diversos conceptos jurídicos y al
contenido de los preceptos legales que se refieren con antelación a efecto de sostener el criterio plasmado.
Así, los artículos 1097 del Código Civil y 11 del Código de Procedimientos Civiles ambos
para el Distrito Federal, refieren en su orden, lo siguiente:
‘‘Artículo 1097. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin
salida a la vía pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades
vecinas, sin que sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización equivalente al
perjuicio que les ocasione este gravamen.’’
‘‘Artículo 11. Compete la acción confesoria al titular del derecho real inmueble y al
poseedor del predio dominante que esté interesado en la existencia de la servidumbre. Se da esta acción contra
el tenedor o poseedor jurídico que contraría el gravamen para que se obtenga el reconocimiento, la
declaración de los derechos y obligaciones del gravamen y el pago de frutos, daños y perjuicios, en su caso, y
se haga cesar la violación. Si fuere la sentencia condenatoria, el actor puede exigir del reo que afiance el
respeto del derecho.’’
Es importante señalar que el poseedor del predio dominante como persona interesada en la
servidumbre de paso, su interés radica, en que tratándose de la explotación de recursos que se deriven del
predio, el derecho se establece en función a la explotación económica del bien y no de las personas titulares
de los inmuebles, esto es, que el gravamen de la servidumbre, como acción real que es, afecta a la cosa no a la
persona.
Por cuanto hace al derecho de ejercer la acción confesoria se concede para lograr el mejor
aprovechamiento de un inmueble y no en relación a los propietarios del mismo, es decir, la ley impone a
determinadas personas, ciertos derechos y obligaciones en razón y en la medida de las cosas sobre las cuales
tiene derecho, éstos se pueden contraer por el hecho de adquirir un derecho real sobre una cosa, se trasmiten,
al trasmitirse la cosa o el derecho real, sin necesidad del consentimiento del acreedor, por lo que, si el dueño
del predio sirviente cambia, la servidumbre no se extingue, ya que se otorga en razón del mejor
aprovechamiento de un inmueble; en conclusión, a pesar de que exista un cambio de propiedad en el predio
sirviente, la servidumbre continúa, ya que es inseparable de la cosa, este derecho real no sigue a las personas
sino que sigue a la cosa, este beneficio puede ser aprovechado tanto por el propietario como por el poseedor
del predio dominante, para la mejor utilización del predio.
Cabe hacer mención que tanto el artículo 11 del Código de Procedimientos Civiles del
Distrito Federal, como el 11 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Tabasco (vigente en ese
momento), establecen que la acción confesoria se puede ejercer en contra del tenedor o poseedor jurídico que
contraría el gravamen, es decir, tanto el tenedor como el poseedor jurídico de un predio sirviente pueden
estorbar el ejercicio de la servidumbre y contra ellos se puede ejercer dicha acción; en este caso el Código de
Procedimientos Civiles, no limita el ejercicio de la acción en contra del propietario únicamente, sino que
permite que se establezca también contra el poseedor, ya que éste puede en un momento determinado
perturbar el ejercicio de la servidumbre, luego, no existe justificación para pretender limitarla en tratándose
del caso que se estudia.
Ahora bien, cabe hacer mención que en tratándose de la acción confesoria, los efectos de
ésta se hacen consistir, no solamente en obtener el reconocimiento o la declaración de los derechos y
obligaciones del gravamen, sino también que el propio poseedor del predio dominante invocando el derecho
de carácter real, pueda tener el pleno goce de la servidumbre existente.
Sin que pase desapercibido para esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, que la servidumbre no deja de ser un gravamen real impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro
perteneciente a distinto dueño; en esas circunstancias, se involucran dos predios de los cuales al través de la
doctrina y la propia ley, se han denominado predio dominante y predio sirviente, refiriendo el primero a aquel
inmueble a cuyo favor está constituida la servidumbre y el segundo a aquel que sufre precisamente la
servidumbre.
Consecuentemente, esta Primera Sala por las razones que se expresan, con fundamento en
lo dispuesto en el artículo 195 de la Ley de Amparo, sostiene la tesis que debe quedar redactada con el
siguiente rubro y texto:
PRIMERO.—Sí existe contradicción entre las tesis sustentadas por los Tribunales
Colegiados, Cuarto en Materia Civil del Primer Circuito en el Distrito Federal y Primero del Décimo Circuito,
con residencia en Villahermosa, Tabasco, al resolver los juicios de amparo directo DC-4724/98 y 216/94
civil, promovidos por Francisca Basurto Zamora y Aureliano Gutiérrez Lara, y María Graciela Fernández
Díaz, respectivamente.
SEGUNDO.—Se declara que debe prevalecer la tesis sustentada por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los términos precisados en esta resolución, sin que se afecte la
situación jurídica concreta derivada del juicio en que incurrió la contradicción.
Notifíquese; remítase el texto de la tesis jurisprudencial a que se refiere la parte final del
considerando último de la presente resolución al Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, para su
publicación; así como a los órganos jurisdiccionales que menciona la fracción III, del artículo 195 de la Ley
de Amparo para su conocimiento, y en su oportunidad archívese el expediente como asunto concluido.
Nota: Las tesis de rubros: ‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. PERSONAS QUE PUEDEN EJERCITAR
LA ACCIÓN CONFESORIA.’’ y ‘‘SERVIDUMBRE DE PASO. DERECHO DE PROPIEDAD SOBRE EL
INMUEBLE EN CUYO FAVOR SE DEMANDA, REQUISITO INDISPENSABLE PARA LA
PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN.’’, citadas en esta ejecutoria, aparecen publicadas en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta , Novena Epoca, Tomo VIII, noviembre de 1998, página 577, tesis
I.4o.C.25 C y en el Semanario Judicial de la Federación , Octava Época, Torno XIV, septiembre de 1994,
página 438, tesis X.1o.49 C, respectivamente.
Conforme al contenido de los artículos 1057 y 1108 del Código Civil Federal, la
servidumbre es un gravamen real impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro
perteneciente a distinto dueño, en el que el predio gravado con la servidumbre se
llama predio sirviente y el beneficiado por ella se denomina predio dominante, de
manera que la carga establecida sobre uno de los predios debe aprovechar al otro,
pues su objetivo es aumentar la utilidad de ciertos bienes. En ese sentido, si las
servidumbres son derechos accesorios y recaen sobre bienes inmuebles, lo que implica
que están ligados al predio dominante de una manera inseparable, cuando se está ante
una servidumbre legal de paso, la ley autoriza al predio sirviente el pago de una
indemnización y, en forma correlativa, el dueño del predio sirviente tiene la obligación
de tolerar ese paso, lo que indefectiblemente da lugar a que se abra una vía de acceso
que permita la salida a la vía pública en la forma más corta y menos perjudicial, a fin
de estar en condiciones de instalar los conductores eléctricos y tolerar el paso de los
materiales para su mantenimiento; de ahí que el propietario del predio dominante
tiene derecho a exigir el paso correspondiente y, en forma correlativa, el dueño del
predio sirviente está obligado a tolerarlo, ya que constituye una consecuencia de la
indemnización correspondiente.
XIX.1o.C.1 C (10a.)
VII.1o.A.81 A
- Ejecutoria -
2a./J. 159/2009
- Consulte Ejecutoria -
- Ejecutoria -
2a./J. 29/2008
- Consulte Ejecutoria -
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para
conocer y resolver la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 107, fracción XIII, de la Constitución General de la República, 197-A de la Ley de Amparo y 21,
fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con el punto cuarto, éste
vinculado con el tercero, fracción VI, del Acuerdo Plenario Número 5/2001, publicado en el Diario Oficial de
la Federación el veintinueve de junio de dos mil uno, en virtud de que se trata de una posible contradicción de
criterios que se suscitó específicamente, al fallar un asunto en materia administrativa, especialidad de esta
Sala, y aun cuando la posible divergencia versa sobre un tema inherente a la materia civil, ello no surte la
competencia de la Primera Sala de este Alto Tribunal, en la medida en que la figura jurídica sujeta a debate se
encuentra regulada en la legislación civil, pero ésta fue aplicada en forma supletoria a la Ley Agraria, para
resolver un juicio de garantías de naturaleza administrativa.
En efecto, el artículo 197-A de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales
dispone, que podrán denunciar la contradicción de tesis sustentadas por Tribunales Colegiados de Circuito en
juicios de amparo de su competencia, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el procurador general de
la República, los tribunales mencionados o sus Magistrados, o las partes que intervinieron en los juicios en
que tales tesis se hayan sustentado.
En el caso, la denuncia de contradicción la formularon los integrantes del Primer Tribunal Colegiado
del Vigésimo Segundo Circuito, por conducto de su Magistrada presidenta. Tal órgano emitió uno de los
criterios presuntamente contradictorios; por tanto, cabe concluir que la denuncia la efectuaron quienes
cuentan con legitimación para ello.
El Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito, al resolver el amparo directo
administrativo 447/2007, en sesión de trece de diciembre de dos mil siete, por unanimidad de votos, en lo que
interesa sostuvo:
"... no resulta acertado tomar como base para el cómputo de inicio de la prescripción una fecha
incierta, ya que no se encuentra demostrada la data precisa en que se llevó a cabo la instalación de diversas
líneas conductoras de energía eléctrica en la parcela del doliente, aún y cuando haya sido aproximadamente
desde mil novecientos setenta, pues respecto al quejoso el cómputo para que opere la prescripción negativa o
liberatoria, sólo puede tener su génesis, desde el momento en que estuvo en posibilidad jurídica de hacer
respetar sus derechos respecto de la parcela afectada; es decir, a partir de que le fue asignada y no
propiamente desde la fecha en que se instalaron las líneas eléctricas, por lo que no se tiene la certeza que en
esa época haya tenido injerencia o derechos sobre la porción de tierra que defiende, por ello, la actualización
de la figura de prescripción debe acreditarse fehacientemente y no con base en presunciones.
"Decisión que es acorde con los razonamientos plasmados en párrafos anteriores, en los que
esencialmente se determinó que en los artículos 14, 62, párrafo primero y 76 de la Ley Agraria se prevén los
derechos que adquieren los ejidatarios a partir de la delimitación, reconocimiento y asignación de sus parcelas
(ADATE, Asamblea de Delimitación y Asignación de Tierras Ejidales), esto es, son derechos de uso,
aprovechamiento, usufructo y disposición y es a partir de ese momento cuando están en aptitud de ejercer los
derechos sobre su parcela y exigir el respeto a los mismos, ya sea en vía judicial o administrativa; es decir, es
hasta la fecha en que les son reconocidos sus derechos cuando podrán deducirlos o exigir el cumplimiento de
obligaciones.
"En ese orden de ideas, si al quejoso le fue asignada su parcela en acta de asamblea de seis de abril
de mil novecientos noventa y cuatro, y para esa fecha ya se había constituido una servidumbre en la misma;
consistente en la instalación de torres y el tendido de cables de energía de parte de la Comisión Federal de
Electricidad, desde entonces estaba en posibilidad legal de reclamar la indemnización por la afectación a la
superficie de tierra que le fue asignada; sin embargo, como ese reclamo lo hizo en el mes de agosto de dos mil
seis, según consta en el sello de recibido de la demanda de origen, es claro que tal derecho lo ejerció fuera del
plazo de diez años con que contaba para hacerlo.
"Por otra parte, resulta infundado el primer concepto de violación en el cual el quejoso asegura que
no es supletorio el Código Civil Federal respecto de la legislación agraria.
"Se dice esto, con base en que el artículo segundo, párrafo primero, de la Ley Agraria en vigor,
dispone: ‘Artículo 2o.’ (se transcribe).
"Es decir, la ley agraria admite expresamente como supletoria la legislación civil federal; de ahí lo
infundado del concepto de violación señalado.
"También son infundados los argumentos del quejoso en los que asegura que de los artículos 187 al
198 y 286 a 291 del Código Agrario de 1942, regulan lo relativo a la expropiación de bienes ejidales y
comunales sin autorizar la ocupación de bienes agrarios sino mediante procedimiento expropiatorio; que
incluso los preceptos 343 a 349 de la Ley Federal de Reforma Agraria, tampoco autorizan la ocupación de
bienes ejidales por causa distinta a la expropiación.
"Se consideran infundados esos argumentos, por el hecho de que no tienen aplicación las
disposiciones contenidas en el Código Agrario y en la Ley Federal de Reforma Agraria, al encontrarse
derogadas.
"En efecto, el Código Agrario del 31 de diciembre de 1942, fue derogado en el artículo primero
transitorio de la Ley Federal de Reforma Agraria, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 16 de
abril de 1971.
"Mientras que la Ley Federal de Reforma Agraria, fue derogada en el artículo segundo transitorio de
la Ley Agraria vigente, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de febrero de 1992.
"Por tanto, si al ejidatario ahora quejoso le fue asignada su parcela en acta de asamblea de seis de
abril de mil novecientos noventa y cuatro, fecha en la que se encontraba en vigor la Ley Agraria; entonces, ya
no tienen aplicación los preceptos que invoca tanto del Código Agrario de 1942 como de la anterior Ley
Federal de Reforma Agraria.
"Además, en el asunto de origen el tema de litis no lo constituyó una expropiación de bienes ejidales,
sino una servidumbre legal de paso, por lo mismo resultan infundados los argumentos reiterativos del quejoso,
en los que expone que la Comisión Federal de Electricidad debió tramitar el procedimiento de expropiación
previsto en la Ley Agraria y en el Reglamento de la Ley Agraria en Materia de Ordenamiento de la Propiedad
Rural.
"Por lo anterior, no tienen aplicación las tesis que invoca la quejosa, de rubros: ‘EXPROPIACIÓN
DE BIENES EJIDALES Y COMUNALES LEY APLICABLE.’ y ‘EXPROPIACIÓN, INDEMNIZACIÓN
EN CASO DE.’
"En ese tenor, si bien es cierto (sic) la servidumbre legal de paso no se encuentra regulada en la Ley
Agraria, la decisión del Tribunal Agrario responsable de acudir, para su análisis, al Código Civil Federal, fue
apegada a derecho, pues se reitera, el artículo 2o. de la Ley Agraria dispone que en lo no previsto en dicha
normatividad se aplicará supletoriamente la legislación civil federal.
"En el segundo concepto de violación, la quejosa aduce de manera reiterativa, que no pudo iniciar el
término para la prescripción negativa, porque la servidumbre de paso relativa a la instalación de las torres y
líneas de conducción de energía eléctrica, no está constituida legalmente, en virtud de que no existe ninguna
declaración judicial de algún órgano jurisdiccional, la cual era necesaria, de conformidad con el criterio
contenido en la tesis aislada de rubro: ‘SERVIDUMBRE LEGAL DE PASO, AL CONSTITUIRSE POR EL
ÓRGANO JURISDICCIONAL PUEDE CAMBIARSE EL LUGAR DE ACCESO DE LA Y, LOS GASTOS
DE CONSTRUCCIÓN Y MANTENIMIENTO SON A CARGO DEL DUEÑO DEL PREDIO
DOMINANTE.’, sustentada por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, así como
la diversa tesis aislada de (sic) titulada: ‘SERVIDUMBRES, DECLARACIÓN JUDICIAL DE LAS
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE ZACATECAS).’
"El análisis del artículo 1067 del Código Civil Federal de aplicación supletoria en virtud del artículo
2o. de la Ley Agraria, permite establecer que existen dos clases de servidumbres, siendo tales las voluntarias
y las legales; las primeras se constituyen por voluntad de las partes, en tanto las segundas se constituyen por
disposición expresa de la ley.
"En el primer caso, evidentemente se requiere un documento que refleje el consentimiento de los
interesados para dar vida al gravamen, en su caso, ante la negativa de uno de los afectados, se puede solicitar
la intervención de un tribunal jurisdiccional para que aun sin el consentimiento de una de las partes, se
constituya la servidumbre legal de paso; pero en el segundo, tal formalidad es innecesaria, por cuanto como
ya se dijo, es el texto de la propia legislación el que establece la servidumbre legal de paso ‘especial’ y las
condiciones que se requieren para que opere.
"Conviene en este punto tener en cuenta el texto del artículo 1108 del Código Civil Federal, que a
continuación se transcribe: ‘Artículo 1108.’ (se transcribe).
"La disposición transcrita prevé la existencia de una servidumbre especial para la conducción de
energía eléctrica, que precisamente por provenir del texto expreso de la ley, tiene carácter legal y no
consensual.
"En ese sentido, no es estrictamente necesario, como la parte quejosa lo argumenta, que para su
constitución deba existir un reconocimiento o declaración judicial, porque el tendido de redes eléctricas en
una finca es un acto regulado por la ley, que obliga al poseedor de la misma a permitir la instalación
correspondiente, además de autorizar el libre tránsito de personas y conducción de materiales necesarios para
la vigilancia y construcción de la línea.
"Por ello, la servidumbre legal especial a que se refiere ese precepto no nace a partir de que se hace
la declaración judicial por parte de un órgano jurisdiccional, sino desde que acontece la hipótesis legal de
cuya realización depende la aplicación de la norma, en la especie, la colocación de los alambres, postes y
demás efectos necesarios para permitir la transmisión de energía eléctrica; de ahí que para acreditar su
existencia no se requiere que el órgano judicial declare su constitución.
"De conformidad con lo antes considerado, no se comparte el criterio contenido en la tesis sustentada
por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, publicado en el Semanario Judicial de
la Federación, Séptima Época, tomo (sic) 217-228 Sexta Parte, página 610, que es del texto siguiente:
"En consecuencia, con fundamento en el artículo 196, fracción III, último párrafo, de la Ley de
Amparo, por conducto de la Magistrada Presidenta de este Tribunal Colegiado y ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, hágase la denuncia de la posible contradicción de criterios entre el sustentado por este
órgano de control de legalidad con el que se contiene en la tesis antes transcrita.
"Por otra parte, no es el caso de hacer la denuncia de contradicción respecto de las consideraciones
sostenidas en la presente ejecutoria, en relación con el criterio invocado por la quejosa, contenido en la tesis
del Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación,
Octava Época, Tomo I, Segunda Parte-2, enero a junio de 1988, página 676, que dice: ‘SERVIDUMBRES,
DECLARACIÓN JUDICIAL DE LAS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE ZACATECAS).’ (se transcribe).
"Ello es así, en tanto que como se advierte del texto de la tesis transcrita, se refiere a la acción
confesoria que se prevé en el artículo 24 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Zacatecas, en el
que se regula que tal acción puede ejercerse para que se declare la existencia de un derecho real de
servidumbre; ya sea porque la servidumbre ya existía o bien, para que se declare que una servidumbre legal
existe, por reunir los requisitos que la ley establece.
"Es decir, no se contiene un pronunciamiento expreso que determine que para que la servidumbre
legal de paso exista legalmente, debe haber una declaración judicial de su constitución por parte del órgano
jurisdiccional.
"En otro aspecto, el quejoso aduce que en la sentencia impugnada se da una indebida aplicación de
los artículos 1057, 1058, 1059, 1060, 1061, 1062, 1068, 1069, 1070 en relación con los diversos 113, 1158 y
1159 del Código Civil Federal, pues la responsable olvida que por tratarse de una servidumbre legal,
discontinua, no puede prescribir su derecho al reclamo del pago indemnizatorio pues la misma se refiere a
actos de tracto sucesivo razón por la cual ni siquiera puede decirse que haya empezado a correr el término de
la prescripción pues según el artículo 1161, fracción V, del mencionado código en la responsabilidad civil
proveniente de actos ilícitos que no constituyen delitos, la prescripción corre desde el día en que se
verificaron los actos y en el caso no han dejado de ejecutarse hasta la fecha por tratarse de la ocupación
permanente del predio objeto del debate.
"Que contrario a lo aseverado por la responsable no resultan aplicables los artículos 1135 en relación
con el 1158 y 1159 del Código Civil Federal pues de acuerdo con la naturaleza jurídica de la servidumbre
legal que nos ocupa ésta es discontinua, esto es el predio ejidal objeto motivo de dicha servidumbre requiere
de su constate mantenimiento, es decir, necesita de la ocupación permanente de la parcela por parte de (sic)
Comisión Federal de Electricidad para poder prestar el servicio público de energía eléctrica que tiene
encomendado.
"Tales argumentos los apoya en la tesis aislada sustentada por la entonces Tercera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época,
Tomo Cuarta Parte, XXVIII, página 227, del siguiente texto:
"El concepto de violación que acaba de reseñarse es infundado por partir de una premisa errónea,
siendo en este caso la que consiste en suponer que la figura jurídica del derecho a obtener la indemnización,
cuando es proveniente de la constitución de una servidumbre legal, merece el mismo tratamiento relativo a la
indemnización por responsabilidad civil resultante de actos ilícitos de ocupación, que evidentemente son
distintos, en tanto distintas son las situaciones jurídicas que regulan.
"En efecto, debe señalarse que la distinción que hace el quejoso respecto a que la ‘ocupación’ de su
terreno por parte de la Comisión Federal de Electricidad es un acto de tracto sucesivo, sólo tendría relevancia
si la misma se considerara de naturaleza ilícita, porque siendo así, efectivamente cabría la posibilidad de
entender que la prescripción no puede comenzar a correr, porque el derecho a obtener la misma nace en cada
momento de ejecución de los actos considerados como ilícitos; los cuales, por ser contrarios al orden
normativo y perjudicar ilegítimamente al afectado en cada uno de los instantes en que se prolongan, le
permiten que su derecho a ser indemnizado subsista mientras dicha afectación perdure.
"Sin embargo, en el caso particular materia de este juicio de amparo, no se está ante una
indemnización resultante de actos ilícitos, sino de una servidumbre especial que tiene expreso fundamento en
la ley, en la que ciertamente se establece un derecho a indemnización, especificando que éste surge en un
momento preciso, en concreto: el de constitución del gravamen, así como que el mismo es susceptible de
prescribir negativamente.
"Al respecto es preciso tener en cuenta el marco normativo del tema que se trata, para lo cual se
reproduce el texto de los artículos 1097, 1098 y 1108 del Código Civil Federal:
"En el primer precepto transcrito se prevé la existencia de una servidumbre legal de paso ‘genérica’,
relativa a fincas o heredades enclavadas entre otras ajenas, sin salida a la vía pública, en las cuales su
propietario está obligado a permitir el paso, adquiriendo el derecho a obtener una indemnización.
"En el segundo numeral referido, es decir, el artículo 1098, se indica expresamente que el derecho a
reclamar dicha indemnización es prescriptible, aclarándose que no por haber prescrito el mismo cesará el
derecho de paso de los ocupantes del predio servido (sic).
"Adicionalmente, en el artículo 1108 del propio Código Civil se establece una servidumbre de paso
‘especial’, relacionada con la necesidad de conducir energía eléctrica, en la que también se prevé la
obligación del dueño de permitirlo, con el consiguiente derecho a obtener la indemnización correspondiente.
"Por ello, se considera oportuno tener en cuenta el texto de los diversos artículos 1136 y del 1158 al
1164 de la propia codificación civil federal, los cuales regulan las reglas sobre la prescripción positiva y
negativa:
"Los preceptos legales antes reproducidos contienen reglas relacionadas con la forma de librarse de
obligaciones por el transcurso del tiempo, que se llama prescripción negativa, misma que se verifica por el
solo transcurso del tiempo fijado en la ley, contado desde que laobligación pudo exigirse, y que por regla
general es (sic) diez años, a falta de disposición expresa (artículos 1136, 1158 y 1159).
"Igualmente, se prevé un único caso de imprescriptibilidad, que se relaciona con los alimentos
(artículo 1160).
"Como excepción al plazo de diez años, está previsto que prescriben en dos los honorarios y demás
prestaciones relativas; cobro de objetos vendidos; la acción relacionada con hospedajes y alimentos;
responsabilidad civil por injurias y daños; y actos ilícitos que no constituyan delitos. Se prevé también a partir
de cuándo comienza a correr el lapso de prescripción en cada caso (artículo 1161).
"Pues bien, el análisis sistemático de los preceptos legales transcritos permite a este Tribunal
Colegiado de Circuito arribar a la convicción de que, en el caso del derecho a reclamar la indemnización
derivada de una servidumbre legal especial de paso relacionada con energía eléctrica, el mismo sí es
prescriptible, tal como expresamente se establece en el artículo 1098 del Código Civil para las servidumbres
legales de paso genéricas, sin que el hecho de que no se cobre la indemnización impida a la entidad servida
continuar disfrutando del derecho de paso.
"A la convicción anterior se arriba tomando en cuenta que no hay razones para admitir que el hecho
de que no se prevea expresamente que la posibilidad de reclamar el pago sea prescriptible, determine por sí
solo que, automáticamente, deba estimarse que no lo es; porque por el contrario, la falta de indicación directa
sólo hace que el caso se considere dentro de la posibilidad genérica de librarse de cualquier tipo de
obligaciones, por el solo transcurso del tiempo, prevista en el diverso numeral 1158 de la legislación en cita.
"Tal consideración se robustece al tomar en cuenta, además, que sólo hay un caso expreso de
imprescriptibilidad, relativo a alimentos; independientemente de que, por otro lado, la regulación prevista en
el artículo 1098 del Código Civil para las servidumbres legales de paso genéricas, es perfectamente
compatible con el caso de las específicas, relacionadas con la energía eléctrica.
"Debe agregarse que como en dichos preceptos no se prevé un término específico de prescripción
negativa para reclamar la indemnización con motivo de la servidumbre especial de paso por colocación de
postes o tendido de cables sobre una finca; entonces, debe entenderse que dicho plazo es el de diez años.
"Al respecto se comparte la tesis número XXI.1o.P.A.75 A, sustentada por el Primer Tribunal
Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI, julio de 2007, página 2710, cuyos rubro y
texto dicen:
"Explicado lo anterior, la siguiente conclusión que sobre el tema en comento puede extraerse se
relaciona con que no es verdad que, por el hecho de que las servidumbres legales de paso se vayan
prolongando en el tiempo, necesariamente deba admitirse que la prescripción del derecho a reclamar el pago
no pueda comenzar a correr; lo que se estima así teniendo en cuenta que el nacimiento de tal derecho a
reclamar surge en el mismo instante (sic) que la servidumbre se constituye, sin que se vaya renovando, como
ocurre con las ocupaciones ilícitas.
"Debe precisarse que en el asunto de origen, ya se estableció que al no haber certeza en cuanto a la
fecha en que se constituyó la servidumbre legal por la instalación de postes o torres y la colocación de los
cables de energía eléctrica; de cualquier forma se entiende constituida la servidumbre, pero el plazo para
computar el término de la prescripción negativa, inició a partir de que al quejoso le fue asignada por la
asamblea ejidal su parcela, es decir, el seis de abril de mil novecientos noventa y cuatro.
"Esto es así, porque las servidumbres legales, tienen vocación de juridicidad y permanencia, en las
que evidente resulta que el orden jurídico permite la afectación del derecho de propiedad desde un momento
determinado, que es en el que se verifica el hecho generador de la constitución del gravamen.
"De entenderse de otro modo, carecería de sentido la indicación prevista en el multicidado (sic)
artículo 1098 del Código Civil Federal, que permite la prescripción del derecho a reclamar la indemnización,
especificando, sin embargo, que aunque éste se pierda, continuará el derecho a seguir disfrutando de la
servidumbre de paso; indicación tal en la que subyace la idea de que la prescripción negativa corre, aun
cuando la servidumbre se esté ejerciendo.
"Es aplicable a lo anterior, la tesis número XXI.1o.P.A.78 A, sustentada por el Primer Tribunal
Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito, que este tribunal comparte y
hace suya, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI,
agosto de 2007, página 1853, que dice:
"De ahí que la cita de la tesis de rubro: ‘PRESCRIPCIÓN NEGATIVA RESPECTO DE ACTOS DE
TRACTO SUCESIVO.’, no beneficie a la parte quejosa, sino al contrario, le perjudique en tanto la misma
confirma en su texto que sólo es aplicable a la responsabilidad resultante de actos ilícitos, en la parte donde
indica que: (se transcribe en lo conducente).
"Por ello, ese criterio no tiene aplicación, en virtud de que, se reitera, la servidumbre especial de
paso por la instalación de postes o torres y la colocación de cables de energía eléctrica, surge de un acto lícito,
al estar expresamente prevista tal servidumbre en el artículo 1108 del Código Civil Federal.
"Por otro lado, tampoco asiste razón al quejoso, al asegurar que en la especie, el término de la
prescripción no ha iniciado porque los actos no han dejado de ejecutarse por tratarse de la ocupación
permanente del predio objeto del debate; por lo que, agrega, se trata de una servidumbre legal discontinua,
pues el predio requiere de constante mantenimiento, de ahí que se da la ocupación permanente de la parcela
por parte de la Comisión Federal de Electricidad.
"Esto es infundado, en tanto que la instalación de las torres y el tendido de cables se hizo en un solo
acto, que es cuando se constituyó la servidumbre legal de paso; en la especie, ya se encontraba constituida
desde antes del seis de abril de mil novecientos noventa y cuatro (fecha en que por acuerdo de la asamblea
ejidal al quejoso, le fue asignada dicha parcela).
"En otro orden de ideas, resulta infundado lo que manifiesta el quejoso, en el sentido de que la
Comisión Federal de Electricidad al presentar su reconvención reclamó el reconocimiento judicial de la
servidumbre de paso, con lo cual manifestó su voluntad de efectuar el pago de la indemnización; que además,
esa acción dejó sin materia la excepción de prescripción.
"Ello es así, toda vez que no existe ninguna base legal para determinar, como lo pretende el quejoso,
que quedó sin materia la excepción de prescripción, por el hecho de que la demandada, reconvino al actor,
demandando el reconocimiento judicial de la servidumbre legal.
"Se llega a esa conclusión, dado que esa postura debe entenderse como una estrategia procesal de
defensa de parte de la demandada, es decir, por un lado, se hizo valer la extinción del derecho de la actora
para demandar el pago de la indemnización, en virtud de que lo hizo de manera extemporánea al plazo que
legalmente tenía para ello y, por otro, para que mediante el reconocimiento judicial de la servidumbre legal,
se establecieran las medidas y colindancias de la superficie que constituye la afectación a la parcela sirviente,
así como las condiciones en que seguiría operando. ..."
Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito emitió el criterio
reflejado en la tesis publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volúmenes 217-
228, Sexta Parte, página 610, con el rubro y texto siguientes:
El precedente que dio origen a la tesis invocada es el que aparece enunciado en los términos
siguientes:
"Amparo directo 2003/87. Constantino García Suárez y otra. 1o. de octubre de 1987. Unanimidad de
votos. Ponente: José Rojas Aja. Secretario: Francisco Sánchez Planells."
En la ejecutoria emitida en ese amparo directo, en lo que interesa, el órgano colegiado de que se trata
sostuvo:
"SEXTO. El segundo concepto de violación que expresan Constantino García y Reyna Morales de
García es infundado.
"Basan en esencia tal concepto en que debió haberse condenado a los terceros perjudicados a pagar
los gastos de ejecución de la servidumbre de paso establecida en el predio sirviente, así como también que
dicho gravamen debió constituirse en forma gratuita a su favor, con apoyo en la sentencia ejecutoria de
veintisiete de febrero de mil novecientos ochenta y cuatro y en el reconocimiento de los demandados de que
la servidumbre ya se encontraba establecida mediante el convenio de primero de octubre de mil novecientos
ochenta y dos.
"Al respecto debe señalarse que aun cuando de conformidad con el dictamen rendido por el perito
tercero en discordia se pudo establecer que habían señales de instalaciones eléctricas e hidráulicas sanitarias
que confirmaban que existió la servidumbre por el lado sur-oriente del predio sirviente, teniendo una
antigüedad de más de cinco años (fojas ciento cincuenta y uno), y que igualmente se acreditó que ese paso se
encuentra cerrado por los demandados mediante diversas construcciones, no es posible conceder la razón a los
amparistas, en virtud de que la servidumbre de que se trata se encontraba establecida de hecho pero no
legalmente; y no es sino hasta que se reconoció ese derecho de paso a través de la sentencia de primera
instancia pronunciada en el juicio natural, la cual fue confirmada por el tribunal de alzada, cuando se generó
jurídicamente ese gravamen real, lo que se comprueba porque los amparistas no demostraron de acuerdo con
el artículo 1115 del Código Civil que con anterioridad a ese procedimiento estuviese establecida mediante
algunas de las formas reconocidas por el derecho civil, pues el contrato de compraventa por medio del cual
adquirieron los quejosos el predio dominante no obra en autos, y las sentencias de primera y segunda
instancia pronunciadas por el Juez Vigésimo Primero de lo Civil y por la Tercera Sala, respectivamente, tan
sólo reconocieron sus derechos como adquirentes del predio dominante, pero nunca establecieron la
servidumbre alegada; por otro lado, el convenio ante la Procuraduría Federal del Consumidor no se ratificó al
negarse Zoila de León de Morales a firmarlo, por lo que es de concluir que no es sino hasta el procedimiento
judicial que es materia de análisis en el presente juicio de garantías, cuando se estableció jurídicamente la
servidumbre legal de paso, juicio que los ahora quejosos se vieron obligados a promover de conformidad con
los artículos 1097 y 1098 del código sustantivo, pues es preciso señalar que aun cuando las servidumbres
tienen su origen en la voluntad del hombre (servidumbres voluntarias) o en la ley (servidumbres legales),
entre las cuales se comprende la de paso, sin embargo, estas últimas no existen por sí, sino que tienen que
constituirse por el órgano jurisdiccional.
"Todo lo anterior conduce a afirmar que si es hasta el procedimiento judicial que se analiza que se
estableció legalmente tal gravamen real, ningún perjuicio jurídico les causa el que se haya establecido el
camino de acceso por el lado norte del predio sirviente, ni que se haya fijado a cargo de los demandantes,
ahora quejosos, la indemnización correspondiente de acuerdo con el artículo 1097 del Código Civil, así como
los gastos de construcción y mantenimiento, ya que al ser la servidumbre un gravamen real impuesto sobre un
inmueble de conformidad con el artículo 1057 del Código Civil, constituye una limitación y una carga a los
propietarios del predio sirviente, debiendo constituirse esa obligación de tal manera que les cause las menores
molestias y perjuicios posibles, de acuerdo con los artículos 1103, 1119 y 1120 del Código Civil, siendo, por
tanto, de equidad que no se destruyan las construcciones que levantaron los demandados sobre el paso que
originalmente utilizaban de hecho los actores, pues esto les causaría daños según quedó establecido en el
dictamen del perito tercero en discordia, siendo conforme a derecho el que se constituya la servidumbre de
paso por el lado norte que es en donde menos perjuicio se les causará a los propietarios del predio sirviente y
que los dueños del predio dominante cubran los gastos para la construcción y conservación del paso; sin que
sea obstáculo para considerar pronunciada conforme a derecho la resolución de la autoridad ad quem, la
afirmación que hacen los amparistas de que Belarmino Morales recibió la suma de quince mil pesos, pues se
desprende de las diligencias de conciliación efectuadas ante la Procuraduría Federal del Consumidor, que esa
entrega fue por concepto de pago de la compraventa celebrada entre las partes, y el que no haya dado
cumplimiento el vendedor a ese convenio no puede generar la obligación de que los demandados cubran los
gastos de construcción y conservación de servidumbre legal de paso, sino que podría originar una
responsabilidad diversa.
"Es aplicable en lo conducente, la tesis publicada en la página 83 del Volumen CXXIV del
Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, Tercera Sala, que dice: ‘SERVIDUMBRE LEGAL DE
PASO. ACCIÓN DE RESTITUCIÓN DE LA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA).’ (se
transcribe).
"Este tribunal estima que la ad quem no efectuó una incorrecta interpretación del inciso A) del
proemio de la demanda natural, por estar apegada a derecho la conclusión a que llegó acerca de que no hay
incumplimiento de la obligación principal y que, por tanto, no se puede condenar a los demandados al pago de
daños y perjuicios.
"Lo anterior es así, pues, como se indicó en el considerando sexto, no se probó en autos que existiera
legalmente la servidumbre de paso con anterioridad al fallo que se controvierte, porque no existe convenio
alguno ni otro título que permita admitir su establecimiento, y la testimonial a la que aluden los inconformes
acreditaría la existencia de una servidumbre de hecho, pero no legal o voluntaria de paso, constatándose por el
contrario del propio juicio civil que se controvierte que ese gravamen se constituyó hasta ese momento,
siendo la sentencia pronunciada su título generador; siendo así, no podía hablarse del incumplimiento alguno
de los demandados y, por ende, el Juez de primer grado no podía emitir condena por concepto de daños y
perjuicios, precisamente porque antes de haberse dictado el fallo en que se constituyó la servidumbre no
existía incumplimiento; resultando, por ende, inatendibles los argumentos expresados por los quejosos en el
sentido de que el fallo constituye cosa juzgada para los demandados, porque en la hipótesis de que así fuera,
de esa situación no podía originarse una condena al pago de daños y perjuicios, como lo pretenden los
inconformes.
"Aducen los quejosos que no se debió tomar en cuenta la confesión de Constantino García en la que
admitió que tenía acceso a su domicilio por otro inmueble diverso al del predio sirviente, toda vez que fue
impugnada por los demandados (foja ciento diecinueve), pero contrariamente a esa afirmación, este tribunal
estima que la autoridad responsable actuó apegada a derecho, pues la impugnación a que se alude no le resta
credibilidad, en virtud de que tan sólo fue impugnada solicitando se diese vista al Ministerio Público, pero no
se indicó en qué consistía la impugnación, ni se allegaron pruebas que permitieran desvirtuar su credibilidad,
por lo que es de tomarse en consideración, adminiculada con las demás probanzas ofrecidas y desahogadas,
ya que fue externada sin violencia y respetándose para su desahogo las formalidades establecidas por el
Código de Procedimientos Civiles.
"Por último, afirman que dejaron de percibir una rentabilidad diaria por la superficie que les quitaron
los terceros perjudicados, pero del dictamen rendido por el perito tercero en discordia (foja ciento cincuenta y
seis del expediente de primer grado), apoyado por las demás constancias de autos, se desprende que no
existen elementos técnicos que sirvan de apoyo para poder cuantificarla, ya que no se proporcionan elementos
suficientes ni tampoco acreditaron que hubiesen realizado gastos por concepto de hospedaje y alimentación al
no poder ingresar a su domicilio; resultando, por ende, inoperante el motivo de inconformidad. ..."
CUARTO. La circunstancia de que uno de los criterios sustentados por los Tribunales Colegiados
referidos, no haya sido expuesto formalmente como tesis y, por ende, no haya publicación de ésta, conforme a
lo previsto en el artículo 195 de la Ley de Amparo, no obsta para que este Alto Tribunal se ocupe de la
denuncia de la posible contradicción de tesis, pues para que se determine su existencia, basta que diversos
Tribunales Colegiados adoptencriterios divergentes al resolver sobre el mismo punto de derecho.
Son aplicables a lo anterior, las tesis de jurisprudencia P./J. 27/2001 del Pleno y 2a./J. 94/2000 de
esta Segunda Sala, publicadas, respectivamente, en el Tomo XIII, abril de 2001, página 77, y en el Tomo XII,
noviembre de 2000, página 319, ambos del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
cuyos rubros son:
"Artículo 197-A. Cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los
juicios de amparo de su competencia, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia, el procurador general de
la República, los mencionados Tribunales o los Magistrados que los integren, o las partes que intervinieron en
los juicios en que tales tesis hubieran sido sustentadas, podrán denunciar la contradicción ante la Suprema
Corte de Justicia, la que decidirá cuál tesis debe prevalecer. El procurador general de la República, por sí o
por conducto del agente que al efecto designe, podrá, si lo estima pertinente, exponer su parecer dentro del
plazo de treinta días.
"La resolución que se dicte no afectará las situaciones jurídicas concretas derivadas de los juicios en
los cuales se hubiesen dictado las sentencias contradictorias.
"La Suprema Corte deberá dictar la resolución dentro del término de tres meses y ordenar su
publicación y remisión en los términos previstos por el artículo 195."
Por otra parte, a fin de determinar cuándo existe contradicción de criterios, el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación emitió la tesis de jurisprudencia P./J. 26/2001, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001, página 76, cuyos rubro y
texto son:
Conforme a lo anterior, el Pleno de este Alto Tribunal ha establecido que para que se configure una
contradicción de tesis entre Tribunales Colegiados de Circuito, es preciso que:
A) El Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito conoció del juicio de amparo
directo administrativo 447/2007, promovido por Francisco Javier García Valdez, en contra de la sentencia
definitiva dictada por el Tribunal Unitario Agrario del Distrito Cuarenta y Dos, con residencia en la ciudad de
Querétaro.
El juicio de garantías fue fallado por sentencia de trece de diciembre de dos mil siete, en la cual el
Tribunal Colegiado negó la protección constitucional, sobre la base de que, en lo que interesa, la sentencia
reclamada no era violatoria de garantías, porque en el caso sí resultaba fundada la excepción de prescripción
negativa o extintiva que opuso la parte demandada en el juicio agrario, Comisión Federal de Electricidad.
Ello, porque si bien el tribunal responsable sostuvo incorrectamente, que al haber quedado
demostrado que la instalación de torres de conducción de energía eléctrica en la parcela de la que el actor era
titular, databa de mil novecientos setenta aproximadamente, a partir de ahí había comenzado a computarse el
plazo genérico de diez años (previsto en el artículo 1159 del Código Civil Federal supletorio) para que
operara la prescripción del derecho a exigir la indemnización a que se refiere el artículo 1108 del propio
ordenamiento sustantivo, cuando en esa época el quejoso no era titular de la parcela; no obstante -afirmó el
Tribunal Colegiado- ello era insuficiente para conceder la protección constitucional, en virtud de que debía
tomarse como base para computar el plazo de la prescripción, la fecha en que al actor le fue asignada la
parcela (seis de abril de mil novecientos noventa y cuatro) pues a partir de ahí estaba en posibilidad legal de
ejercer su derecho a reclamar la indemnización por la afectación a la superficie de tierra que le fue asignada,
en virtud de la servidumbre que ya estaba previamente constituida, y que aun así el derecho relativo estaba
prescrito, porque su demanda la presentó cuando ya había fenecido el lapso de diez años referido.
Para sustentar su decisión, el órgano colegiado sostuvo que conforme al artículo 1067 del Código
Civil Federal, de aplicación supletoria a la Ley Agraria, existen las servidumbres voluntarias y legales, y que
estas últimas se constituyen por disposición expresa de la ley, siendo innecesaria para tal efecto la
intervención de un órgano jurisdiccional. Así, al prever el artículo 1108 del Código Civil Federal, el
establecimiento de la servidumbre legal de paso "especial" para la conducción de energía eléctrica, ésta tiene
carácter legal, por lo que no es estrictamente necesario que para su constitución deba existir un
reconocimiento o declaración judicial, porque el tendido de redes eléctricas en una finca es un acto regulado
por la ley, que obliga al poseedor de la misma a permitir la instalación correspondiente y a autorizar el libre
tránsito de personas y conducción de materiales para la vigilancia y construcción de la línea. En consecuencia,
razonó el Tribunal Colegiado, tal servidumbre legal especial no nace a partir de que se hace la declaración
judicial relativa, sino desde que acontece la hipótesis legal de cuya realización depende la aplicación de la
norma, en la especie, la colocación de los alambres, postes y demás efectos necesarios para permitir la
transmisión de energía eléctrica; de ahí que para acreditar la existencia de la servidumbre, no se requiera que
el órgano judicial declare su constitución.
B) El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito resolvió el juicio de amparo
directo civil 2003/87, promovido por Constantino García Suárez y otra, en contra de la sentencia de
veinticinco de junio de mil novecientos ochenta y siete, dictada por la Cuarta Sala del Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal en el toca 68/87, que confirmó la resolución emitida por el Juez Vigésimo
Segundo de lo Civil del Distrito Federal, en el juicio ordinario civil seguido por los quejosos en contra de
Zoila de León de Morales y Belarmino Morales de León. En dicho juicio, los actores demandaron, entre otras
prestaciones, la declaración de que el lote de terreno de su propiedad tenía una servidumbre de paso a su
favor, a cargo del predio de los demandados, desde hacía quince años aproximadamente, así como el pago de
los daños y perjuicios ocasionados por los demandados, al haber edificado una construcción que les impedía
la salida a la calle y que les obligaba a brincar una barda de un predio contiguo.
Los elementos descritos evidencian que, en este caso, se actualizan los supuestos previstos en la tesis
de jurisprudencia invocada, para la existencia de la contradicción denunciada.
En efecto, los dos Tribunales Colegiados de que se trata se pronunciaron en relación con casos
concretos, tan sólo similares respecto a los hechos, pretensiones y causas de pedir, pero esencialmente iguales
en cuanto al punto jurídico específico, en los que se aplicó el mismo ordenamiento, Código Civil Federal, el
cual se utilizó, en el primer caso, en forma supletoria a la Ley Agraria.
No obsta a lo anterior, que el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito haya
aplicado el entonces denominado "Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para toda la
República en Materia Federal", puesto que se trata del mismo cuerpo normativo, cuya denominación se
reformó mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve de mayo de dos mil,
para nombrarlo "Código Civil Federal".
Además, ambos tribunales examinaron diversas disposiciones sustantivas que rigen a las
servidumbres legales, pues mientras el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito estudió los
artículos 1067 y 1108 del Código Civil, de aplicación supletoria a la Ley Agraria (además de los diversos
1097 y 1098 del propio ordenamiento, cuando se refirió al tema de la prescriptibilidad del derecho a reclamar
la indemnización generada por la servidumbre) el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito examinó los numerales 1097, 1098, 1103, 1115, 1119 y 1120 del Código Civil Federal,
especialmente el precepto 1115 citado; asimismo, en ambos asuntos se plantearon problemas jurídicos
similares, consistentes en determinar si las servidumbres legales se constituyen a partir de que tiene lugar el
supuesto legal de cuya realización depende la aplicación de la norma o, en su caso, hasta que se realiza la
declaración judicial relativa, es decir, si para acreditar la existencia del gravamen real enunciado, basta que se
den los presupuestos descritos en la ley o si se requiere necesariamente, que un órgano jurisdiccional declare
su constitución.
Sobre el problema jurídico expresado, el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito
estimó que las servidumbres legales se constituyen por disposición expresa de la ley, por lo cual es
innecesaria la intervención de un órgano jurisdiccional y que, en ese sentido, la servidumbre legal de paso
"especial" para la conducción de energía eléctrica, prevista en el artículo 1108 del Código Civil Federal, no
requiere para su establecimiento, de reconocimiento o declaración judicial, pues nace desde que acontece la
hipótesis legal de cuya realización depende la aplicación de la norma, es decir, desde el momento en que se
realiza el tendido de redes eléctricas en una finca, que obliga al poseedor a permitir la instalación
correspondiente y a autorizar el libre tránsito de personas y la conducción de materiales para la construcción y
conservación del paso.
En cambio, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito sostuvo que las
servidumbres legales, entre las cuales está la "de paso" prevista en el artículo 1097 del Código Civil Federal,
no existen por sí, sino que deben ser constituidas por el órgano jurisdiccional; luego, para exigir el pago de
daños y perjuicios derivados del incumplimiento a la obligación que el dueño del predio sirviente tiene, de
respetar el paso al predio dominante, debe acreditarse la existencia de la servidumbre legal, mediante el título
correspondiente, en términos del artículo 1115 del ordenamiento civil precisado. Este órgano colegiado
consideró que la ocupación del paso respectivo es una servidumbre de hecho, que no genera consecuencias
jurídicas mientras la servidumbre legal no sea constituida por determinación judicial.
Tales posturas evidencian que los órganos colegiados de que se trata, al resolver los asuntos que
participan en la presente contradicción, examinaron cuestiones jurídicas esencialmente iguales que partieron
de elementos similares, pero adoptaron posiciones o criterios jurídicos discrepantes. Tal disparidad se dio en
las consideraciones de las sentencias respectivas, en las que se analizaron elementos similares e
interrelacionados, lo cual permite concluir que existe la oposición de criterios denunciada.
No es óbice a lo razonado, la circunstancia de que uno de los Tribunales Colegiados haya expresado
su criterio acerca del momento en el cual deben estimarse constituidas las servidumbres legales, en relación
con la servidumbre especial para la conducción de energía eléctrica prevista en el artículo 1108 del Código
Civil Federal, mientras que el otro órgano colegiado lo haya hecho en relación con la servidumbre legal de
paso en estricto sentido, prevista en el numeral 1097 del ordenamiento mencionado; ello, porque de cualquier
forma, ambos tribunales se refirieron en general, a las servidumbres legales.
Tampoco obsta a lo expresado, el hecho de que un Tribunal Colegiado haya razonado sobre el
momento en que deben estimarse constituidas las servidumbres legales, para el efecto de determinar a partir
de cuándo comienza a computarse el plazo para la prescripción del derecho a exigir la indemnización a que se
refiere el artículo 1097 del Código Civil Federal, mientras que el otro órgano Colegiado haya examinado el
mismo tema, pero con el propósito de determinar en qué época surge la obligación a cargo del dueño del
predio sirviente, de respetar la existencia de la servidumbre.
Es así, porque el propósito diverso para el cual examinaron el punto común referido, tampoco es
relevante para descartar la contradicción subyacente en las afirmaciones expresadas por los Tribunales
Colegiados contendientes, en la medida en que ambos tienen en común, que su respectivo criterio relacionado
con el momento en que las servidumbres legales se constituyen, lo externaron con la finalidad de averiguar
cuándo puede considerarse que tales servidumbres generan los derechos y obligaciones propios de ese tipo de
restricciones a la propiedad. Ello revela la oposición lógica existente entre las conclusiones que los órganos
colegiados contendientes adoptaron, en la parte considerativa de sus respectivas ejecutorias.
De igual forma, no obsta a lo expresado, el hecho de que el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Segundo Circuito haya examinado el asunto que se sometió a su potestad, conforme al artículo 1108 del
Código Civil Federal, de aplicación supletoria a la Ley Agraria, que se refiere a la servidumbre por la
conducción de energía eléctrica hacia una finca que se constituye en el predio dominante, lo que implica que
se trata de un acto entre particulares, cuandoen realidad, en dicho asunto se exigía la indemnización relativa,
por la instalación de torres y el tendido de cables para la conducción de energía eléctrica, efectuados por la
Comisión Federal de Electricidad, lo que patentiza que se trataba de una servidumbre por causa de utilidad
pública o comunal, en términos de lo dispuesto en los artículos 844 y 1070 del Código Civil Federal,
conforme a los cuales, tales servidumbres se regirán por las leyes y reglamentos especiales y, en su defecto,
por las disposiciones del propio ordenamiento civil federal, no habiendo en este caso (conducción de energía
eléctrica por parte del organismo descentralizado encargado de proporcionar ese servicio público) predio
dominante, sino únicamente predio sirviente.
Se expone tal aserto, porque de cualquier manera, la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica
remite en su artículo 23, para el caso de las servidumbres, a las disposiciones del Código Civil Federal.
A efecto de corroborar lo anterior, es pertinente tener en consideración los artículos 1o., 4o.,
fracciones II y III, 7o., 8o., 9o., fracciones I y VIII, 20 y 23 de la Ley del Servicio Público de Energía
Eléctrica, que rigen lo relativo a la prestación, entre otros servicios públicos, de los de conducción y
abastecimiento de energía eléctrica. Tales preceptos disponen:
"Artículo 4o. Para los efectos de esta ley, la prestación del servicio público de energía eléctrica
comprende:
"...
"III. La realización de todas las obras, instalaciones y trabajos que requieran la planeación,
ejecución, operación y mantenimiento del sistema eléctrico nacional."
"Artículo 7o. La prestación del servicio público de energía eléctrica que corresponde a la nación,
estará a cargo de la Comisión Federal de Electricidad, la cual asumirá la responsabilidad de realizar todas las
actividades a que se refiere el artículo 4o."
"I. Prestar el servicio público de energía eléctrica en los términos del artículo 4o. y conforme a lo
dispuesto en el artículo 5o.;
"...
"VIII. Efectuar las operaciones, realizar los actos y celebrar los contratos que sean necesarios para el
cumplimiento de su objeto."
"Artículo 20. Las obras e instalaciones eléctricas necesarias para la prestación del servicio público de
energía eléctrica, se sujetarán a las especificaciones que expida la Comisión Federal de Electricidad y que
apruebe la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal, y a la inspección periódica de dicha
dependencia."
"Artículo 23. Para la adquisición o uso de bienes inmuebles que se destinen a la prestación del
servicio público de energía eléctrica procederá, en su caso, previa declaración de utilidad pública dictada de
conformidad con las leyes respectivas, la expropiación, la ocupación temporal, total o parcial o la limitación
de los derechos de dominio. La constitución de servidumbre se ajustará a las disposiciones del Código Civil
del orden Federal."
Como se anticipó, las disposiciones transcritas revelan que la Comisión Federal de Electricidad es el
organismo público descentralizado encargado de proporcionar el servicio público de abastecimiento de
energía eléctrica y debe realizar los actos que sean necesarios para ese fin; asimismo, en el caso de la
constitución de servidumbres, éstas deben ajustarse a las disposiciones del Código Civil. Conforme a ello, aun
tratándose de servidumbres de utilidad pública, como las concernientes a la conducción de energía eléctrica
para una comunidad (no para un predio dominante) se rigen también por las disposiciones civiles, examinadas
por el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito.
Ahora bien, aun cuando ambos Tribunales Colegiados se refirieron a las servidumbres legales en
general, es pertinente especificar que como uno de ellos examinó la servidumbre legal de paso en su
modalidad de conducción de energía eléctrica, en tanto que el otro analizó la servidumbre legal de paso en
sentido estricto, es decir, de tránsito de personas, el criterio que en todo caso debe establecerse precisa
circunscribirse a las servidumbres legales de paso, puesto que las demás de índole legal, es decir, la de
desagüe y la de acueducto, se rigen por disposiciones especiales, pues por ejemplo en el caso de la de
acueducto, el artículo 1086 del Código Civil Federal exige que el interesado justifique que puede disponer del
agua que pretende conducir, lo que implica la satisfacción de requisitos específicos y de la autorización
correspondiente emitida por el órgano administrativo competente.
En ese sentido, el punto concreto de contradicción que a esta Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación corresponde resolver, consiste en determinar si la servidumbre legal de paso se
constituye a partir de que tiene lugar el supuesto legal de cuya realización depende la aplicación de la norma
o, en su caso, hasta que se realiza la declaración judicial relativa, es decir, si para acreditar la existencia del
gravamen real enunciado, basta que se den los presupuestos descritos en la ley o si se requiere
necesariamente, que un órgano jurisdiccional declare su constitución.
SEXTO. A fin de elucidar el tema en contradicción planteado, en primer lugar resulta conveniente
acudir a la definición de la servidumbre y sus implicaciones.
El artículo 1057 del Código Civil Federal establece que la servidumbre es un gravamen real
impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño.
El predio gravado con la servidumbre se llama predio sirviente y el beneficiado por ella se denomina
predio dominante, y la carga establecida sobre uno de los predios debe aprovechar al otro, pues su objetivo es
aumentar la utilidad de ciertos bienes.
Resulta pertinente señalar que la definición que el código analizado contiene, atiende al punto de
vista del predio sirviente, pues se refiere al gravamen que sobre su bien inmueble sufrirá el dueño; por el
contrario, en el caso de la doctrina clásica, el enfoque que se da a la definición, obedece al punto de vista del
dueño del predio dominante, que se verá beneficiado con la servidumbre, es por ello que se refiere a un
derecho, sin que ello implique una contradicción entre la legislación y la doctrina, sino que, simplemente, será
un gravamen desde el punto de vista del predio sirviente y un derecho desde el del dominante.
Las servidumbres son derechos accesorios y recaen sobre bienes inmuebles, lo que implica que están
ligados al predio dominante de una manera inseparable, por consiguiente, no pueden ser cedidos, embargados,
ni hipotecados separadamente; no pueden ser desprendidos del predio dominante para ser transportados a otro.
Por el contrario, se transmiten necesariamente con la propiedad del predio y pasan al mismo tiempo que él, de
persona en persona.
Ahora bien, Marcel Planiol y Georges Ripert, en su obra "Derecho Civil" clasifican a las
servidumbres de la siguiente manera:
1. Según fuentes
1.3 Servidumbres derivadas de actos del hombre. Son las que constituyen los particulares por
diversos procedimientos como contratos, legados, etcétera.
2. Según objeto
2.1 Servidumbres positivas. Aquellas por medio de las cuales se autoriza al propietario de la finca
dominante, a ejecutar directamente actos de uso sobre la finca sirviente.
2.2 Servidumbres negativas. Son las que se limitan a paralizar, en cierta medida los derechos del
propietario de la finca sirviente, ya sea que le retiren en parte el uso de su bien, o que le impidan ejercer un
derecho inherente a su título de propietario.
3. Según caracteres
3.1 Continuas. Aquellas cuyo uso es o puede ser continuo, sin necesidad de actos actuales del
hombre, es decir, su ejercicio no exige actos sucesivos y repetidos de parte del propietario de predio
dominante.
3.2 Discontinuas. Son aquellas que tiene la necesidad de actos actuales del hombre para ejercerse.
3.3 Aparentes. Son aquellas que se exteriorizan por obras exteriores tales como una puerta, una
ventana o un acueducto.
3.4 No aparentes. Cuando no hay indicios visibles de su existencia, por ejemplo una servidumbre de
no construir o de no sobrepasar una determinada altura.
La servidumbre legal de paso en estricto sentido es discontinua, pues el artículo 1061 del Código
Civil Federal dispone que las servidumbres discontinuas consisten, esencialmente, en la posibilidad para el
propietario del predio dominante, de ejecutar ciertos actos sobre el predio sirviente; de suerte que, en tanto
dicho propietario no actúe, no se ejerce la servidumbre.
Es decir, las servidumbres tales como la de paso, de sacar agua de un pozo, de extracción de
materiales, de lavado, de pasto o de abrevar, son discontinuas, pues aunque se hubieran realizado ciertos
trabajos permanentes, se necesitan actos del hombre para funcionar.
Precisado lo anterior, debe acudirse ahora a los preceptos que rigen la figura de la servidumbre de
paso en el Código Civil Federal.
"Capítulo V
"De la servidumbre legal de paso
"Artículo 1097. El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas sin salida a la vía
pública, tiene derecho de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla por las heredades vecinas, sin que
sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización equivalente al perjuicio que les
ocasione este gravamen".
"Artículo 1098. La acción para reclamar esta indemnización es prescriptible; pero aunque prescriba,
no cesa por este motivo el paso obtenido."
"Artículo 1099. El dueño del predio sirviente tiene derecho de señalar el lugar en donde haya de
constituirse la servidumbre de paso."
"Artículo 1100. Si el Juez califica el lugar señalado de impracticable o de muy gravoso al predio
dominante, el dueño del sirviente debe señalar otro."
"Artículo 1101. Si este lugar es calificado de la misma manera que el primero, el Juez señalará el que
crea más conveniente, procurando conciliar los intereses de los dos predios."
"Artículo 1102. Si hubiere varios predios por donde pueda darse el paso a la vía pública, el obligado
a la servidumbre será aquel por donde fuere más corta la distancia, siempre que no resulte muy incómodo y
costoso el paso por ese lugar. Si la distancia fuere igual, el Juez designará cuál de los dos predios ha de dar el
paso."
"Artículo 1103. En la servidumbre de paso, el ancho de éste será el que baste a las necesidades del
predio dominante, a juicio del Juez."
"Artículo 1104. En caso de que hubiere habido antes comunicación entre la finca o heredad y alguna
vía pública, el paso sólo se podrá exigir a la heredad o finca por donde últimamente lo hubo."
"Artículo 1107. Si fuere indispensable para construir o reparar algún edificio pasar materiales por
predio ajeno o colocar en él andamios u otros objetos para la obra, el dueño de este predio estará obligado a
consentirlo, recibiendo la indemnización correspondiente al perjuicio que se le irrogue."
"Artículo 1108. Cuando para establecer comunicaciones telefónicas particulares entre dos o más
fincas, o para conducir energía eléctrica a una finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en
terrenos de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la indemnización
correspondiente. Esta servidumbre trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de conducción de
los materiales necesarios para la construcción y vigilancia de la línea."
El texto legal reproducido evidencia, que en el caso específico de la servidumbre legal de paso, se
origina por la naturaleza propia de los inmuebles y de su ubicación, toda vez que tiene lugar cuando un predio
se encuentra enclavado entre otros, sin paso o acceso a una vía pública, de manera que el acceso a ella no es
materialmente posible, sino a través de alguno de dichos terrenos.
Cuando tiene lugar esa circunstancia fáctica, la ley autoriza al propietario que no tiene salida a la vía
pública, a reclamar un paso sobre un predio vecino, mediante el pago de una indemnización y, en forma
correlativa, el dueño del predio sirviente tiene la obligación de tolerar ese paso. Ello da lugar a que se abra
una vía de acceso en el predio vecino, en el lugar que permita la salida a la vía pública en la forma más corta y
menos perjudicial.
Ahora bien, el dueño del predio sirviente tiene derecho a establecer el lugar para el paso, con la
condición de que no resulte muy gravoso al dueño del predio dominante; no obstante, cuando exista
discrepancia al respecto, puede pedirse la intervención de autoridad judicial, según lo disponen los artículos
1100 y 1101 del Código Civil Federal, para que califique el lugar señalado por el predio sirviente, como
impracticable u oneroso, caso en el cual se debe conceder al titular del predio sirviente, nuevamente la
prerrogativa de señalar el lugar para el paso correspondiente, más accesible, comunicativo y menos gravoso;
en defecto de ello, el Juez es quien señalará el lugar que considere más apropiado, conciliando los intereses de
ambos predios.
Como se ve, la servidumbre legal de paso obedece siempre a la situación natural de los predios, de la
cual surge la necesidad de que el dueño del predio vecino proporcione acceso a la vía pública o, en su caso,
tolere el paso para: la recolección de frutos; la conducción del ganado a un abrevadero; la colocación de
andamios u otros objetos con el propósito de construir o reparar un edificio, o la instalación de postes y cables
para el establecimiento de comunicaciones telefónicas o la conducción de energía eléctrica, lo que incluye el
tránsito de personas y el traslado de materiales para la construcción y vigilancia de la línea; por tanto, una vez
que surja esa necesidad, por disposición legal de los artículos 1097, 1105, 1106, 1107 y 1108 del Código Civil
Federal, el propietario del predio dominante tiene derecho a exigir el paso correspondiente y, en forma
correlativa, el dueño del predio sirviente está obligado a tolerar ese paso y sólo puede reclamar la
indemnización por el perjuicio que ello le ocasione, además de que tiene derecho a señalar el lugar en que
habrá de ubicarse el paso.
Ahora bien, cuando exista discrepancia en cuanto a las medidas y ubicación del paso, o cuando
existan varios predios por donde pueda darse el paso, y no exista acuerdo sobre cuál es el que debe
proporcionarlo, en función del menor perjuicio que deba causarse, el dueño del predio dominante puede
ejercer la denominada acción confesoria, para que el órgano jurisdiccional determine, en términos de los
artículos 1099, 1100, 1101 y 1102 del Código Civil Federal, el predio obligado y, en su caso, el lugar y
medidas idóneas para la ubicación del paso correspondiente.
No obstante, la intervención del órgano jurisdiccional sólo tiene lugar ante la discrepancia referida;
de manera que, no existiendo ésta, es innecesaria la intervención del juzgador para el establecimiento de la
servidumbre legal de paso, pues en ese caso no habrá controversia que deba someterse a la potestad
jurisdiccional.
En las condiciones apuntadas, esta Segunda Sala establece, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 192 de la Ley de Amparo, que debe prevalecer con el carácter de jurisprudencia el criterio por ella
sustentado, el cual queda redactado con el rubro y texto que a continuación se indican:
SEGUNDO.-Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio de esta Segunda Sala que ha
quedado redactado en la parte final del último considerando de esta ejecutoria.
Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cinco votos de los señores Ministros: Mariano Azuela Güitrón, Genaro David Góngora Pimentel, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Margarita Beatriz Luna Ramos y Ministro presidente José Fernando Franco
González Salas. Fue ponente el señor Ministro Genaro David Góngora Pimentel.
Las servidumbres legales de paso para la conducción de energía eléctrica son actos
reconocidos por el orden jurídico con vocación de permanencia, en los que el derecho a
reclamar la indemnización surge a partir de que se constituyen, siendo desde entonces
exigible y, por lo mismo, prescriptible si no se ejercita oportunamente. Precisamente
por ello, no es verdad que por el solo hecho de que ese tipo de servidumbres legales
sea de tracto sucesivo, deba admitirse que el cómputo del plazo de prescripción del
derecho a reclamar el pago de la indemnización no pueda iniciar sino a partir de que la
afectación a la finca sirviente cese, ya que tal prescripción sólo acontecería en casos
relacionados con la responsabilidad civil proveniente de actos ilícitos, los cuales, por
ser contrarios al orden normativo y perjudicar ilegítimamente al afectado en cada uno
de los instantes en que se prolongan, le permiten que su derecho a ser indemnizado
subsista mientras dicha afectación perdure. Así, si se entendiera que dicho mecanismo
también opera en actos lícitos, carecería de sentido el artículo 1098 del Código Civil
Federal, que permite la prescripción del derecho a reclamar la indemnización,
especificando que aunque éste se pierda, continuará el de seguir disfrutando de la
servidumbre de paso, lo cual es aplicable también a la constituida para la conducción
de energía eléctrica.
XXI.1o.P.A.78 A
De conformidad con los artículos 1097 y 1158 del Código Civil Federal, el propietario
de una finca afectada por una servidumbre de paso adquiere el derecho a obtener una
indemnización equivalente al perjuicio que por ello se le ocasione, el cual puede perder
por el solo transcurso del tiempo si no lo ejercita oportunamente, dado que su
prescriptibilidad está expresamente prevista en el precepto 1098 del citado código. Por
otra parte, en el artículo 1108 de la propia codificación se prevé que cuando para
conducir energía eléctrica sea necesario colocar postes y tender alambres en terrenos
de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo, mediante la
indemnización correspondiente, pero sin estar previsto en este caso si ese derecho es
también prescriptible, tal como ocurre con las servidumbres genéricas. No obstante, el
análisis sistemático de la legislación en la materia permite afirmar que no hay razones
para admitir la imprescriptibilidad del derecho a reclamar la indemnización, toda vez
que la falta de indicación en ese sentido más bien hace que el caso se considere dentro
de la hipótesis general en que sí opera la prescripción. Lo anterior es así porque, por
un lado, en el Código Civil hay un caso expreso de imprescriptibilidad, que es el de
alimentos, y por otro, la regulación prevista para las servidumbres legales de paso
genéricas es perfectamente compatible con las que específicamente se relacionan con
la conducción de energía eléctrica.
XXI.1o.P.A.75 A
La servidumbre de paso es una figura jurídica que no se encuentra regulada por la Ley
Agraria; sin embargo, en términos del artículo 2o. de dicho ordenamiento, en lo no
previsto por la citada ley se aplicará supletoriamente la legislación civil; por tanto, si
para el análisis de su procedencia en materia agraria resultan aplicables las
disposiciones contenidas en el artículo 1097 del Código Civil Federal que establece
como elemento fundamental que la propiedad dominada esté enclavada en otras
ajenas y no tenga salida a la vía pública, es inconcuso que en los casos en que se
acredite la existencia de un acceso diferente del que se pretende a través del predio
sirviente, la acción ejercitada es improcedente.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO DEL
SÉPTIMO CIRCUITO.
VII.2o.A.T.66 A
Si bien el derecho para designar el lugar por el que deba constituirse una servidumbre,
es una facultad que la ley otorga al propietario del predio sirviente, ello no releva a
quien ejerce la acción constitutiva de servidumbre, de expresar en su demanda, por lo
menos, el ancho que deberá tener la pretendida servidumbre legal de paso, atendiendo
a sus requerimientos y necesidades, que deben precisarse en su demanda y
justificarse durante el juicio, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1308, del
Código Civil del Estado, que establece: "En la servidumbre de paso, el ancho de éste
será el que baste a las necesidades del propietario o poseedor del predio dominante, a
juicio del Juez". Por ello, no es suficiente, que para la procedencia de la acción, baste
señalar en la demanda que el inmueble se encuentra enclavado entre otros ajenos;
que carece de salida a la vía pública; que el predio de la parte demandada es el que
tiene la distancia más corta hacia ésta, y que sea ella la que designe el sitio por el que
pasará, pues el Juez, aun con las facultades discrecionales que la ley le otorga, estaría
imposibilitado para establecer, "a su juicio", sin ninguna base objetiva, el ancho que
deberá tener la servidumbre, a fin de satisfacer las necesidades del dueño del predio
dominante, pues tal aspecto no debe recaer en el dueño del inmueble sirviente, ya que
se trata de una información de la que carece, y que no puede ser asignada
oficiosamente "a juicio del Juez", si en la demanda no se dan las bases para ello; y
por ende, tales requerimientos y necesidades del predio dominante menos pudieron
ser materia de prueba.
VI.1o.C.96 C
CONSIDERANDO:
Merecen el primer calificativo, los argumentos que tienden a controvertir la sentencia de primera
instancia, de conformidad con la jurisprudencia sustentada por el Sexto Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito, que se comparte y aparece publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, enero de 1996, página 121, que es del
siguiente tenor literal: "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES, CUANDO IMPUGNAN
UNA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA QUE YA FUE SUSTITUIDA POR OTRA DE
SEGUNDO GRADO.-Si los conceptos de violación se encuentran orientados a impugnar la
valoración que de un hecho hizo el Juez de primera instancia, en la sentencia que cesó en sus
efectos puesto que se apeló la misma y se dictó fallo de segundo grado, los conceptos señalados
resultan inoperantes, por no poderse analizar una sentencia que ya fue sustituida por la de
segunda instancia."
En otro orden de ideas, refieren los quejosos que la Sala responsable, no obstante que estimó
fundado el agravio relativo a que no resultaba necesario demostrar, al solicitar una servidumbre de
paso, que la parte demandada era propietaria del predio sirviente, declaró su acción improcedente;
siendo que, al declarar fundados sus agravios, debió entrar al análisis de la acción ejercitada, y al
no haberlo hecho así, vulneró sus garantías.
El anterior concepto de violación es infundado, pues el hecho de que hubiere resultado fundado el
agravio hecho valer por los apelantes, ahora quejosos, no implica, en modo alguno, la obligación
del tribunal de alzada, de analizar la acción ejercitada, pues su estudio es oficioso, y si bien la
procedencia de la acción puede estudiarse en segunda instancia sólo si en los agravios se
proporcionan las bases para ello, esto no acontece cuando en primera instancia la acción se
declaró improcedente, y en la apelación los agravios se estiman fundados, pues es indudable que
el tribunal de apelación reasume jurisdicción, pudiendo, con plena facultad, analizar algunos otros
aspectos relativos a la procedencia de la acción no abordados en la sentencia de primer grado, de
conformidad con la tesis sustentada por el Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito, que
se comparte, publicada en la página 1329 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Tomo XVIII, septiembre de 2003, Novena Época, que es del siguiente tenor literal: "ACCIÓN,
ESTUDIO OFICIOSO DE LA. EXCEPCIÓN A LA REGLA QUE RIGE EN LA APELACIÓN.-La
Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en jurisprudencia definida ha
sustentado, como regla general, el criterio de que el tribunal de apelación no puede examinar de
oficio la improcedencia de la acción a menos de que en el pliego de agravios sometido a su
consideración se hagan valer las correspondientes inconformidades y se proporcionen las bases
suficientes para que se esté en aptitud de establecer cuáles requisitos de la acción dejaron de
cumplirse, esto es, que en la segunda instancia sólo pueden examinarse los elementos de la
acción y los hechos constitutivos de la misma a la luz de los agravios respectivos; empero, como
toda regla tiene sus excepciones, debe entenderse que una de ellas se presenta cuando se
interpone un recurso de apelación contra una sentencia que negó la procedencia de la acción por
falta de uno de sus elementos, y se invocan agravios que resultan fundados, pues ante la ausencia
de facultades de reenvío, la Sala debe sustituirse al Juez de primera instancia y examinar los
restantes elementos de la acción. De ahí que si la resolución de primer grado fue desfavorable a la
parte actora, ahora quejosa, al estimar la resolutora natural que no había procedido la acción
intentada, dado que no había acreditado uno de sus elementos esenciales, y al interponer el
recurso de apelación en su contra invoca agravios al respecto, y el ad quem al atenderlos los
estima fundados, es obvio que ello da pauta para que éste se sustituya a la Juez instructora y
asuma jurisdicción sobre el particular, con la finalidad de examinar los restantes elementos de la
acción."
Aducen los impetrantes de garantías que la Sala responsable estimó improcedente la acción con
base en el hecho de que no se señalaron las medidas y colindancias de la pretendida servidumbre
legal de paso, por lo que ni el Juez natural, ni la Sala, se encontraban en aptitud de designar por
dónde habrá de pasar, y que tampoco eran de tomarse en cuenta las medidas señaladas en el
desahogo de la inspección judicial y la pericial, porque no se hizo mención en el escrito de
demanda de tales medidas, siendo que es en ésta donde debe plasmarse la acción y los hechos
de los que se hace derivar, sin que pueda perfeccionarse o subsanarse la deficiencia de la
demanda a través del resultado de cualquier probanza, pues ello no sería jurídico y traería como
consecuencia que el reo quedara en estado de indefensión, por lo que su acción resultaba, de
todos modos, improcedente; criterio que, a juicio de los quejosos, resulta violatorio de sus
garantías, porque el artículo 1299 del Código Civil del Estado dispone que el propietario de un
inmueble enclavado entre otros ajenos sin salida a la vía pública tiene derecho a exigir paso para el
aprovechamiento de aquél, por los inmuebles vecinos y deberá indemnizar a los dueños de éstos
de los perjuicios que ocasione; que el diverso artículo 1301 dispone que el dueño del predio
sirviente tiene el derecho de señalar el lugar por donde deba pasarse, pero si el Juez encuentra el
lugar como impracticable o muy gravoso para el propietario del predio dominante, debe el dueño
del sirviente señalar otro, de conformidad con el artículo 1302 del ordenamiento legal en cita; que
el artículo 1303 dispone que si el lugar que se designe es calificado como el primero, el Juez
señalará el que crea más conveniente, procurando conciliar los intereses de los propietarios y
poseedores de los predios; que el artículo 1304 del código sustantivo civil establece que si hubiere
varios predios por donde pueda darse paso a la vía pública, el obligado a la servidumbre será
aquel por donde fuera más corta la distancia, y en caso de que ésta fuera igual, el Juez designará
por dónde habrá de pasar, de conformidad con el diverso artículo 1305 de la indicada codificación;
y como se advierte de su demanda, en las prestaciones y en los hechos narrados, se dio
cumplimiento a los preceptos antes citados, pues su inmueble se encuentra enclavado en otros
que no permiten salida a la vía pública, por lo que solicitaron del Juez Civil de Atlixco, Puebla, la
constitución de una servidumbre legal de paso; que también solicitaron que, en ejercicio de ese
derecho, el dueño del predio sirviente señalara el lugar por el que habría de pasar la servidumbre,
razón por la cual no señalaron las medidas necesarias para la constitución de la servidumbre que
por no haber acudido a juicio la parte demandada, el Juez con facultad potestativa debió, con base
en los elementos probatorios aportados, designar el lugar por el que se constituiría la servidumbre,
pero ello no fue tomado en cuenta, ni por el Juez natural, ni por la Sala responsable, siendo que
debieron tomar en cuenta que era la parte demandada la que debía señalar el lugar por donde
debía constituirse la servidumbre, atendiendo a las necesidades requeridas para ello.
Como puede verse, los quejosos parten de una premisa incorrecta, pues confunden el hecho de
que si bien es cierto que el derecho para designar el lugar por el que deberá constituirse la
servidumbre es una facultad que la ley otorga al propietario del predio sirviente, no menos cierto es
que ello no releva a quien ejerce la acción constitutiva de servidumbre, de expresar en su
demanda, además, de los restantes elementos de la acción, por lo menos, el ancho que deberá
tener la pretendida servidumbre legal de paso, atendiendo a sus requerimientos y necesidades,
que debe precisar en su demanda y justificar durante el juicio, de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 1308 del Código Civil del Estado, que establece: "Artículo 1308. En la servidumbre de
paso, el ancho de éste será el que baste a las necesidades del propietario o poseedor del predio
dominante, a juicio del Juez."
En efecto, no es suficiente, como lo pretenden los quejosos, que para la procedencia de la acción
baste señalar en la demanda que el inmueble de su propiedad se encuentra enclavado entre otros
ajenos; que carece de salida a la vía pública; que el predio de la parte demandada es el que tiene
la distancia más corta hacia ésta y que sea ella la que designe el sitio por el que pasará pues el
Juez, aun con las facultades discrecionales que la ley le otorga, estaría imposibilitado para
establecer con una base objetiva, el ancho que deberá tener la servidumbre, a fin de satisfacer las
necesidades del dueño del predio dominante, pues tal aspecto no debe recaer en el dueño del
inmueble sirviente, ya que, sin duda, se trata de una información de la que carece y que no puede
ser asignada oficiosamente por el Juez, si en la demanda no se le dieron bases para ello y, por
ende, menos pudieron ser materia de prueba.
Por tanto, se afirma que los quejosos partieron de una base incorrecta, pues confundieron el lugar
por el que la servidumbre debe constituirse, derecho que la ley otorga al propietario del predio
sirviente, según el artículo 1301 del código sustantivo civil estatal, con el hecho de precisar, de
acuerdo a sus necesidades, mismas que deben citar y comprobar con los medios probatorios, el
ancho que la servidumbre de paso habrá de tener, lo que, sin duda, corresponde a quien intenta la
acción, por tratarse de un hecho que la constituye y que, tal como lo estimó la Sala responsable, si
no se hizo mención de esto en la demanda, tal omisión no puede subsanarse con las pruebas
aportadas, pues es la demanda y los hechos de ésta, la base de donde la parte demandada puede
desplegar su defensa pues, de lo contrario, la demandada quedaría en estado de indefensión, de
conformidad con las tesis que invocó de rubros: "ACCIÓN. NECESIDAD DE PRECISAR LOS
HECHOS EN QUE SE FUNDA." y "DEMANDA. LOS HECHOS CONSTITUTIVOS DE LA ACCIÓN
QUE SE INTENTA DEBEN PRECISARSE Y NO INFERIRSE DE LAS PRUEBAS QUE SE
ACOMPAÑEN."
Otra razón que pone de manifiesto la obligación de expresar en la demanda, por lo menos, el
ancho de la pretendida servidumbre, así como precisar las necesidades del propietario del predio,
estriba en el hecho de que, si como aconteció en el caso, la parte demandada no dio contestación
a la demanda instaurada en su contra, el Juez al momento de dictar sentencia no cuenta con
ninguna base para determinar cuál sería el ancho que se ajusta a las necesidades del propietario
del predio dominante.
Por último, y contra lo aseverado por los quejosos, la Sala responsable fundó y motivó
adecuadamente la sentencia tildada de inconstitucional en este juicio de garantías, pues se
observa que invocó los preceptos legales que estimó aplicables al caso y, además, expuso las
razones por las que los agravios, aun cuando resultaron fundados, fueron insuficientes para
revocar el fallo de primer grado, estableciendo con toda claridad las razones por las que la acción
intentada, por los ahora quejosos, resultaba improcedente, por lo que se considera que se cumplió
con las garantías de fundamentación y motivación consagradas en los artículos 14 y 16
constitucionales.
Por lo expuesto y con apoyo, además, en los artículos 184, 188, 190 de la Ley de Amparo y, 35 y
37, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se resuelve:
ÚNICO.-La Justicia de la Unión no ampara ni protege a Dionisio Luna Michimani e Inés de Jesús
Vázquez, contra el acto que reclamaron de la Tercera Sala en Materia Civil del Tribunal Superior
de Justicia del Estado de Puebla, consistente en la sentencia pronunciada el nueve de mayo de
dos mil seis, en el toca de apelación 100/2006, que confirmó la dictada en primera instancia, dentro
del expediente 2063/2004, del índice del Juzgado de lo Civil de Atlixco, Puebla, relativo al juicio
sumario civil de servidumbre legal de paso que promovieron contra Justa Ramírez.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, devuélvanse los autos a la autoridad señalada
como responsable y, en su oportunidad, archívese el expediente.
Así lo resolvió el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, por mayoría de
votos de los señores Magistrados Myriam del Perpetuo Socorro Rodríguez Jara y Eric Roberto
Santos Partido, siendo ponente el segundo de los nombrados, contra el de la señora Magistrada
Rosa María Temblador Vidrio, quien se pronunció en términos de su voto particular.
Voto particular de la Magistrada Rosa María Temblador Vidrio: No comparto las consideraciones
que sustentan la sentencia mayoritaria por las siguientes razones.-En dicha ejecutoria se estima
que para estar en aptitud de incoar la acción mediante la cual se pretende constituir una
servidumbre de paso, resulta ser condición indispensable -sin la cual es improcedente- que el actor
indique en la demanda cuál será la anchura de la misma, lo cual no es jurídicamente certero.-Ello,
toda vez que de los preceptos que regulan dicha figura de derecho contenidos en el libro tercero
"Bienes", capítulo duodécimo "Servidumbres", sección quinta "Servidumbre legal de paso", que
estatuyen: "Artículo 1299. El propietario de un inmueble, enclavado entre otros ajenos, sin salida a
la vía pública, tiene derecho de exigir paso para el aprovechamiento de aquél, por los inmuebles
vecinos, y deberá indemnizar a los dueños de éstos de los perjuicios que les ocasione.". "Artículo
1300. La acción para reclamar la indemnización establecida en el artículo anterior, prescribe en un
año a partir de la obtención del paso.". "Artículo 1301. El dueño del predio sirviente tiene derecho
de señalar el lugar por donde deba pasarse.". "Artículo 1302. Si el Juez califica el lugar señalado
como impracticable o muy gravoso para el propietario del predio dominante, debe el dueño del
sirviente señalar otro.". "Artículo 1303. Si este lugar es calificado de la misma manera que el
primero, el Juez señalará el que crea más conveniente, procurando conciliar los intereses de los
propietarios y poseedores de ambos predios.". "Artículo 1304. Si hubiera varios predios por donde
pueda darse paso a la vía pública, el obligado a la servidumbre será aquel por donde fuere más
corta la distancia.". "Artículo 1305. Si hubiere dos predios en los que la distancia fuese igual, el
Juez designará por cuál de los dos se ha de dar el paso.". "Artículo 1306. El dueño de un predio
que por contrato o por acto unilateral lo divida o proponga dividirlo entre varios propietarios, deberá
establecer una servidumbre que dé paso a todas las fracciones que en su caso resulten y
necesiten éste.". "Artículo 1307. En el caso del artículo anterior no es aplicable el 1304.". "Artículo
1308. En la servidumbre de paso, el ancho de éste será el que baste a las necesidades del
propietario o poseedor del predio dominante, a juicio del Juez.". "Artículo 1309. El dueño de un
predio rústico tiene derecho, mediante la indemnización correspondiente, de exigir que se le
permita el paso de sus ganados por los predios vecinos, para conducirlos a un abrevadero de que
pueda disponer.". "Artículo 1310. Si fuere indispensable para construir o reparar algún edificio,
pasar materiales por predio ajeno o colocar en él andamios u otros objetos para la obra, el dueño
de este predio estará obligado a consentirlo, recibiendo la indemnización correspondiente al
perjuicio que se le irrogue.". "Artículo 1311. Si para establecer comunicaciones telefónicas
particulares entre dos o más fincas, o para conducir energía eléctrica de propiedad particular y que
no estén regidas por leyes federales, sea necesario colocar postes y tender alambres en terrenos
de una finca ajena, el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo.". "Artículo 1312. La servidumbre
a que se refiere el artículo anterior, trae consigo el derecho de tránsito de las personas y el de
conducción de materiales necesarios para la construcción, vigilancia y mantenimiento de la línea,
así como la obligación del dueño del predio dominante de reparar los daños y de indemnizar los
perjuicios.", no se corrobora aquella afirmación.-Antes bien, de los numerales acabados de
reproducir, se desprende que basta con que se justifique la necesidad de quien pretende la
servidumbre para que el Juez esté en aptitud de resolver lo conducente; tan es así que, incluso, la
propia ley otorga tal discrecionalidad al resolutor, que deja a su arbitrio, por nombrar algunas, las
siguientes decisiones: a) que califique lo imperioso de la servidumbre; b) que designe el lugar
idóneo para constituirla (ajustándose, desde luego, a la norma), decidiendo inclinarse que se
efectué en cierto predio de entre varios que cumplan con las condiciones; y, por supuesto, c)
determinar la anchura de la servidumbre, pues el propio artículo 1308 le otorga esa facultad.-De
pensar como lo hizo la mayoría se llegaría al absurdo, primero, de fincar una carga procesal al
demandante para la procedencia de la acción cuando la ley no lo prevé así y, segundo, debilitar la
potestad otorgada al juzgador -en su calidad de director del proceso- para determinar la dimensión
de la servidumbre. Además, si el legislador desearía que fuera un requisito de procedencia, lo
hubiera plasmado categóricamente.-Lo anterior no significa que el requirente de la servidumbre se
encuentre vetado para incluir en su petición correspondiente las medidas que, desde su
perspectiva, sean las convenientes para el paso, sino que no es una condición sin la cual sea
improcedente la solicitud; máxime que, según quedó puntualizado, acreditándose la necesidad, el
juzgador es el que tiene que precisar la dimensión que abarcará.-Apoyan mi diferendo,
analógicamente por las razones que las informan, las tesis emitidas por el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito que comparto, publicadas en la Octava Época del
Semanario Judicial de la Federación, Tomo VIII, noviembre de 1991, páginas 315 y 316 que,
respectivamente, prescriben: "SERVIDUMBRE DE PASO. DEBE OTORGARSE DE MANERA
DISCRECIONAL CONFORME A LAS NECESIDADES DEL PREDIO DOMINANTE.-Resulta claro
que el juzgador puede establecer de manera discrecional y acorde al artículo 1103 del Código Civil
para el Distrito Federal, el ancho que en su criterio deba tener una servidumbre de paso, lo que es
congruente con las pretensiones deducidas y, es erróneo que tenga la obligación de conceder el
gravamen general en la medida pretendida por la parte actora en el juicio natural, ya que, su
decisión debe de ser en la medida de las facultades que señala el citado numeral y no en las que
argumenta de manera personal la parte demandante del juicio. Por otra parte, cabe establecer que
es correcta la desestimación de la pretensión formulada en el sentido de que la anchura de la
servidumbre de paso tuviera los seis metros pretendidos, a que se refiere el precepto 58 del
Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal, ya que este numeral no reguló los casos
en que se conceda el gravamen real, sino que sólo se refiere a los casos en que se solicita una
licencia para efectos de construcción y no para el caso de un paso de un predio sirviente para
llegar al predio dominante, que se encuentra regulado por disposiciones de diversa naturaleza
exactamente aplicables, como son las previstas en los artículos 1097 y 1103 del código señalado;
preceptos que conceden la facultad de analizar las características de los predios, la zona en que se
encuentran ubicados, la vía pública a la que debe tener salida el predio dominante y las
necesidades esenciales mínimas que tengan que satisfacerse para el logro del objetivo de la
servidumbre legal de paso y el ancho de esa vía de acceso." y "SERVIDUMBRE DE PASO. NO SE
REQUIERE QUE SE SEÑALE EL USO Y DESTINO DEL PREDIO DOMINANTE, BASTA QUE SE
INDIQUE Y ACREDITE LA NECESIDAD DE SALIDA A LA VIA PÚBLICA.-En lo concerniente al
uso o destino que podría darse al predio dominante, en una servidumbre de paso cabe señalar que
los artículos 1097 y 1103 del Código Civil para el Distrito Federal, no establecen la obligación de
que quien reclama la servidumbre legal de paso, deba manifestar cuál sea el objetivo y el uso para
el que destinará el predio de su propiedad, bastando con que señale las causas y condiciones por
las que el bien inmueble carece de salida a la vía pública y la necesidad de contar con ese acceso,
para que el juzgador establezca cuál debe ser la anchura de la servidumbre acorde a las
necesidades mínimas requeridas para el mejor aprovechamiento del paso; de ahí que, en lo
conducente sea acertada la sentencia reclamada al indicar que el propietario del predio dominante
tiene el derecho de utilizarlo como crea conveniente, lo que significa que el uso o destino no son
elementos que se deban de manifestar ni de acreditar para la obtención del beneficio legal del
paso. No obsta para lo anterior, la circunstancia de que el inmueble dominante carezca de
construcción, suficiente para satisfacer las necesidades mínimas, como serían el tener un paso
cómodo, y que se logre contar con todos los servicios urbanos que todos los predios deben tener
dentro de la ciudad.".-Consiguientemente, en la especie, procedía conceder la protección
constitucional solicitada para el efecto de que la Sala responsable, prescindiendo del razonamiento
de que la indicación de la anchura en la demanda es una condición ineludible para su procedencia,
analizara los motivos de reproche y resolviera lo que en derecho correspondiera.
De la interpretación de los artículos 1099, 1100 y 1102 del Código Civil Federal, de
aplicación supletoria a la Ley Agraria, se advierte que si bien es cierto que se
encuentran orientados a las medidas que debe tomar el juzgador para establecer una
servidumbre legal de paso; también lo es que éstas no son limitativas para esa acción,
sino incluso para cuando se demanda su extinción, si como causa se aduzca que el
predio dominante cuenta con un camino de acceso alterno que conduzca a la vía
pública, por cuanto que ambas acciones persiguen la misma finalidad, aun cuando con
diversos efectos, como es el señalamiento de una vía de acceso en beneficio del predio
dominante, sólo que mientras la primera es para la constitución de la servidumbre de
paso; la siguiente, es para demostrar su extinción; por lo que donde hay la misma
razón, debe imperar idéntica disposición. De ahí que para que esta última prospere,
además de demostrar la existencia de otro acceso diferente a aquel por el cual se
constituyó la servidumbre de paso, también debe acreditarse que sea inmediato y
directo a la vía pública, así como otras circunstancias específicas de hecho y de sentido
común que no pueden ser soslayadas por el juzgador, como son que sea utilizable,
transitable o, en su caso, poco costoso para su funcionalidad.
XI.2o.23 A
La interpretación sistemática y relacionada de los artículos 179, fracción II, del Código
de Procedimientos Civiles y 1252 a 1255 y 1299 del Código Civil, ambos para el Estado
de Puebla conduce a sostener que la acción confesoria no está constreñida únicamente
a obtener la constitución de una servidumbre legal de paso donde no existe, sino
también al reconocimiento judicial de aquella que de hecho existe y fue obstruida; ya
que de conformidad con el artículo 179, el supuesto normativo contenido en ella, al
disponer que las acciones reales, entre otras hipótesis, son las que tienen por objeto la
reclamación de una servidumbre, debe entenderse tanto para obtener su constitución
como para lograr el reconocimiento de ese derecho, ya que el vocablo reclamación
evoca al concepto de pedir o exigir con derecho una cosa y en él están incluidas las
dos acciones antes identificadas.
VI.2o.C.388 C
Amparo directo 148/2004. María Encarnación Flores Morales y otro. 25 de mayo
de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Raúl Armando Pallares Valdez.
Secretario: Raúl Ángel Núñez Solorio.
XI.2o.130 C
El artículo 1097 del Código Civil Federal trata lo relativo a la constitución de una
servidumbre legal de paso, es decir, al derecho que tiene el propietario de un bien
enclavado entre otros ajenos, sin salida a la vía pública (que adquiere el carácter de
predio dominante), para exigir ante la autoridad jurisdiccional que declare la
constitución o creación de una servidumbre legal de paso por las heredades vecinas
(predios sirvientes), con la condición de que a los propietarios de éstos se les
indemnice por el perjuicio que ocasiona el gravamen respectivo. En tanto que el
artículo 1104 del código citado se refiere al reconocimiento por la autoridad judicial de
una servidumbre legal de paso que ya existía con anterioridad a la instauración del
juicio, ya sea por determinación legal, convenio, testamento o cualquier acto jurídico
en que conste que se hubiera establecido el tránsito de personas o vehículos por el
predio donde últimamente lo hubo, esto es, que antes de que se demande el
reconocimiento de la servidumbre de paso, el predio dominante se encontraba
comunicado con la vía pública mediante el paso que había en el predio sirviente. Ahora
bien, cuando se demanda el reconocimiento o declaración judicial de que una
servidumbre de paso existe con antelación sobre el terreno del demandado, porque se
convino con éste en su establecimiento y respeto, pero con posterioridad lo obstruye,
es inconcuso que el reclamo se ubica en lo dispuesto por el artículo 1104 del Código
Civil Federal, de aplicación supletoria a la Ley Agraria, por cuyo motivo se solicita que
la autoridad jurisdiccional reconozca o admita la existencia previa de esa servidumbre
por el inmueble del demandado, que es por donde últimamente lo hubo; de tal manera
que si lo resuelto por el tribunal fue que no se demostró la constitución, otorgamiento
o adquisición de una servidumbre legal de paso, porque la parte actora no justificó que
su predio está enclavado entre otros ajenos, sin salida a la vía pública, la decisión es
incorrecta, dado que la litis se fijó para que se admitiera judicialmente la existencia
previa de esa servidumbre, no para la constitución de la misma. Es cierto que una de
las maneras para constituir una servidumbre de paso es mediante sentencia
jurisdiccional, mas no es la única, pues también es factible que aquella se constituya o
tenga su fundamento en un contrato, convenio, testamento o cualquier otro acto
jurídico en el que se establezca que determinada superficie de terreno va a ocuparse
como tránsito de personas y vehículos, en los cuales no necesariamente interviene la
autoridad judicial, sino la voluntad de los interesados, máxime que en los artículos
1067 y 1069 del ordenamiento legal en mención se habla de servidumbres voluntarias,
que son aquellas que tienen su origen en la voluntad del hombre.
VI.2o.A.71 A
II.2o.C.440 C
De conformidad con el artículo 1176 del Código Civil para el Estado de Jalisco, para
constituir una servidumbre de paso es requisito indispensable que el predio a favor del
cual pretende constituirse no cuente con salida a la vía pública. Una recta
interpretación de dicho numeral, debe ser en el sentido de que la salida sea inmediata
y directa, dada la naturaleza de la acción, que tiene por objeto el reconocimiento de la
existencia de una servidumbre ya establecida, o que se establezca una, cuando de
derecho no exista, y se declare que el predio sirviente está sometido a tal gravamen,
pues es lógico suponer que, previamente al ejercicio de la acción confesoria, los
propietarios o poseedores del predio dominante utilizan alguna vía de acceso a la vía
pública; por lo cual, mientras dicha vía de acceso no pueda considerarse en sí misma
como vía pública, debe concluirse que el actor sí se encuentra en la hipótesis prevista
en el citado artículo 1176 del referido ordenamiento legal. Ahora bien, de los artículos
1o. y 2o. de la Ley de los Servicios de Vialidad, Tránsito y Transporte del Estado de
Jalisco, se deduce que para que un camino u otro sitio por donde transite o circule el
público pueda ser considerado vía pública, no debe estar constituido o asentado sobre
predios pertenecientes al dominio privado de la Federación, del Estado, de los
Municipios o de los particulares. De ahí que si con las pruebas desahogadas en autos
se advierte que la única vía con que cuenta una persona para salir a la carretera, es a
través de predios vecinos que desembocan en un predio particular, dicho camino no
puede considerarse, en sí mismo, como una vía pública, pues éste se encuentra
constituido sobre predios pertenecientes al dominio privado. Razón por la cual, si en el
juicio se demuestra que el predio respecto del cual se solicita establecer la
servidumbre de paso no cuenta con acceso directo e inmediato a la vía pública, es
claro que procede la acción correspondiente.
III.2o.C.65 C
El artículo 1211 del Código Civil para la entidad preceptúa que: "Al que pretenda tener
derecho a una servidumbre, toca probar, aunque esté en posesión de ella, el título en
virtud del cual la goza.". Ahora bien, si en el caso no aparece demostrado que el
acusado hiciera uso o perturbara una servidumbre de paso constituida en un predio de
su propiedad, y con ello lesionara el derecho de posesión de los denunciantes a dicha
servidumbre, pues no acreditaron tener el título relativo a tal derecho o, en su defecto,
el reconocimiento de una servidumbre voluntaria hecho en escritura pública, sino que
sólo está justificado que los sedicentes ofendidos pasaban por el ahora terreno del
quejoso, ello no implica la constitución legal de la servidumbre de paso, dado que no
es la costumbre la que establece el derecho de los vecinos a pasar por el predio, sino
la declaratoria legal de ese derecho, consistente en un gravamen real impuesto sobre
un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño, o su otorgamiento
por quien pueda transmitirlo, por lo que tampoco puede aceptarse que la servidumbre
de paso estaba establecida con anterioridad, pues tal gravamen debió quedar
legalmente precisado en la transmisión del inmueble al reo, por lo que procede concluir
que dichos agraviados carecen de ese derecho que estiman lesionado, por ser éste el
título indispensable para que se incurriera por parte del quejoso en la comisión del
delito imputado.
XVI.5o.3 P
Como la persona que pretenda tener derecho a una servidumbre, conforme al artículo
1262 del Código Civil de Tabasco, debe demostrar el título en virtud del cual la goza, y
el diverso numeral 1210 del mismo ordenamiento refiere que el dueño de un predio
únicamente tiene la obligación de tolerar la servidumbre cuando esté expresamente
determinada por la ley o el acto jurídico que la constituyó, y a su vez el dispositivo
1257 de la ley en cita previene que la constitución de una servidumbre debe reunir los
mismos requisitos de la enajenación, ello permite establecer que el mero paso gracioso
o tolerancia del propietario de un predio para que pasen por el suyo, sin que exista una
determinación legal, convenio, testamento o cualquier acto similar en el que conste
que se hubiera consagrado esa parte del predio para el tránsito de personas, no puede
constituir válidamente una servidumbre de paso, por no existir el acto jurídico que la
constituyó; y bajo ese contexto, la existencia de ese paso, sin respaldo alguno, no
hace improcedente la servidumbre legal porque, incluso, por ser discontinua, no es
adquirible mediante la prescripción.
X.3o.15 C
Entendida la servidumbre de paso como un derecho real que la ley impone en beneficio
de un predio denominado dominante sobre otro llamado sirviente, a fin de permitir la
explotación económica de aquél, la correcta intelección del artículo 1244 de la
legislación civil vigente en el Estado de Tabasco permite concluir que cuando el
legislador estableció "El propietario de una finca o heredad enclavada entre otras
ajenas, sin salida a la vía pública, tiene derecho de exigir paso para el
aprovechamiento de aquélla", ese elemento "sin salida a la vía pública", no se refiere a
salida del propietario, porque se entiende que éste por alguna parte, lícita o
ilícitamente, debe estar pasando por algún lugar con el fin de satisfacer sus
necesidades primordiales, e incluso, ha de salir para promover su acción a fin de
obtener la servidumbre, ya que no es lógico que deba permanecer inmóvil dentro de
su predio hasta que el derecho se constituya, sino que dicho elemento refiere a que el
predio enclavado o detrás de otros, no tiene una incorporación propia o una manera
directa de alcanzar la vía pública; de ahí la necesidad de que su propietario deba pedir
paso al dueño del predio que se interponga entre el suyo y la salida. Lo que dicho de
otro modo significa que cuando un predio no tiene un acceso directo o una manera de
incorporación propia a la comunicación o vía pública, tiene el derecho de pedir paso a
quien sí tenga ese acceso o conduzca a éste.
X.3o.14 C
X.3o.16 C
De la interpretación sistemática y objetiva del texto del artículo 1016 del Código Civil
para el Estado de México, se sigue que para que el juzgador pueda decretar
legalmente una servidumbre de paso es menester que el inmueble dominante carezca
de salida a la vía pública, demostrándose la necesidad de contar con tal salida o
acceso; de lo contrario, si se constata que el predio dominante tiene varias formas de
comunicación, de ello se obtiene y concluye terminantemente que no se actualizan los
supuestos de la norma sustantiva invocada, la cual exige como elemento insalvable
para la constitución de una servidumbre legal de paso, que la finca o predio enclavado
entre otros bienes raíces no tenga salida propia ni cuente con algún acceso a la vía
pública.
II.2o.C.311 C
De la fracción I del artículo 395 del Código Penal para el Distrito Federal, se advierte
que el tipo reconoce exclusivamente como objetos materiales en que recae la acción,
las cosas inmuebles, o los derechos reales, esto quiere decir que únicamente se tutela
en el despojo la posesión de los inmuebles corporales, es decir, el suelo y las
construcciones adheridas a él, y la posesión de derechos reales susceptibles de uso
material, tales como la servidumbre y la habitación. Por tanto, si la conducta del sujeto
activo consistió en cerrar la llave de paso que surtía el gas, es evidente que no puede
ser considerada como despojo, toda vez que el corte del suministro de un fluido, en su
estado físico de gas, no puede ser equiparado al uso ilegal de un derecho real que, por
su propia naturaleza, requiere la posibilidad de tener un uso material y, por ello, recaer
en cosas corporales inmuebles; así pues, resultaría inadecuado extender el concepto
de despojo de inmuebles al apoderamiento de aquellas cosas físicamente
transportables, pues tal apoderamiento, en su caso, y de darse bajo diversas
condiciones jurídicas, tipificaría un delito diverso.
I.6o.P.22 P
Para decidir un conflicto competencial hay que atender a la jurisprudencia del Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación número 83/98, visible en la página
veintiocho del Tomo VIII, diciembre de mil novecientos noventa y ocho, de la Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro: "COMPETENCIA
POR MATERIA. SE DEBE DETERMINAR TOMANDO EN CUENTA LA NATURALEZA DE LA
ACCIÓN Y NO LA RELACIÓN JURÍDICA SUSTANCIAL ENTRE LAS PARTES.". Ahora bien,
es verdad que la servidumbre de paso es una figura jurídica regulada por el Código
Civil y que la Ley Agraria no la contempla expresamente en su articulado; sin
embargo, en términos del artículo 2o. de este último ordenamiento, para resolver
ciertas cuestiones relacionadas con los ejidos hay que remitirse a las disposiciones del
derecho civil. Por tanto, si el actor es un ejido y pretende en su favor el derecho real
de servidumbre de paso sobre un inmueble de propiedad particular, cuyo derecho es
inseparable del predio al que sirve, resulta claro que la acción intentada tiene
naturaleza eminentemente agraria, aunque esté regulada por el Código Civil, pues la
Ley Agraria remite a esa legislación para dirimirla; de ahí entonces, que la
competencia para conocer del asunto recaiga en un tribunal agrario y no en uno del
ramo civil.
VI.3o.A.19 A
Tratándose de la servidumbre legal de paso, el artículo 993 del Código Civil para el
Estado de Tamaulipas, establece que si hubiere varios predios por donde pueda darse
el paso a la vía pública, el obligado será aquél por donde fuere más corta la distancia,
siempre que no resulte muy incómodo y costoso el paso por ese lugar, y también
dispone que, si la distancia fuere igual, el Juez designará cuál de los predios ha de dar
el paso. En esas condiciones, es claro que el medio probatorio idóneo para demostrar
la procedencia de la acción, lo es la prueba pericial, ya que solamente con la
intervención de expertos se podría lograr la convicción en el ánimo del juzgador de
que, sin lugar a dudas y con base a medidas exactas y opiniones externadas por
profesionales en la materia, ese predio que se pretende calificar como sirviente,
efectivamente resulta ser la distancia más corta para el paso a la vía pública.
De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 1097 del Código Civil aplicable en materia
federal, la servidumbre se define como un gravamen real impuesto sobre un inmueble
en beneficio de otro, perteneciente a distinto dueño, por lo cual un predio será el
dominante y el que la soporte el sirviente. Ahora, tratándose de la servidumbre por
conducción de energía eléctrica, no necesariamente ni siempre habrá un dominio
impositivo entre predios, sino en algunos casos únicamente el sirviente, puesto que
tales servidumbres se constituyen por disposición de la ley. Entonces, tratándose de la
instalación de torres y del tendido de cables de energía eléctrica, desde el lugar de su
generación hasta una población determinada, es incuestionable que en ciertas
ocasiones no podrá fijarse la existencia de un predio dominante, sino únicamente la
necesidad de que se establezca una servidumbre de paso en vista de la utilidad pública
y privada que representa, precisamente porque conforme a derecho está
indiscutiblemente regulada por el artículo 1108 del código sustantivo invocado.
II.2o.C.236 C
I.3o.C.162 C
I.4o.C.25 C
XX.61 C
CONSIDERANDO:
Ahora bien, consta de autos en lo que interesa, por una parte, que el peticionario del amparo
Límbano Gabino López Armenta, ante el Juzgado Primero del Ramo Civil del Distrito Judicial del
Soconusco, Chiapas, promovió juicio ordinario civil de servidumbre legal de paso en contra de Jorge Eduardo
Elorza Sánchez, la cual debería constituirse en el predio denominado "Tezoatlán II", propiedad de dicho
demandado, en favor del inmueble de nombre "San Agustín", propiedad del actor; y, por otra parte, que de la
documental que obra en autos del expediente número 664/94 que contiene la escritura pública número seis mil
doscientos treinta y siete, de fecha trece de marzo de mil novecientos noventa y dos, pasada ante la fe del
notario público número veintisiete, licenciado Jorge Cruz Toledo Trujillo, de la ciudad de Tapachula,
Chiapas, relativa a una operación de compraventa del predio rústico denominado "Esmeralda", del Municipio
de Tapachula, de este Estado, que en lo sucesivo se denominará "Tezoatlán Segundo", en ella aparecen, como
vendedor, Conrado Cancino Moreno, con el consentimiento de su esposa Francisca de la Parra García y, como
compradores, Manuel Elorza Ceballos y Jorge Eduardo Elorza Sánchez.
De lo anterior se colige que son correctas las consideraciones esgrimidas por la Sala Regional
responsable, al estimar que en el caso no se integró la relación jurídico procesal, por no haberse establecido el
litisconsorcio pasivo necesario, toda vez que el quejoso únicamente demandó a Jorge Eduardo Elorza
Sánchez, no así a Manuel Elorza Ceballos, quien también resulta ser copropietario del inmueble denominado
"Tezoatlán II", en el cual pretende constituirse la servidumbre legal de paso, motivo de la controversia. Y se
dice lo anterior porque, teniendo en cuenta, por un lado, que conforme a lo preceptuado en el artículo 926 del
Código Civil vigente en el Estado, que establece: "Hay copropiedad cuando una cosa o un derecho pertenecen
pro-indiviso a varias personas", lo que quiere decir que los copropietarios no tienen dominio sobre partes
determinadas de la cosa, sino un derecho de copropiedad en todas y cada una de las partes de ella en cierta
proporción, o sea, en la parte alícuota que les corresponde y de la que cada copropietario es dueño absoluto,
en la que cada quien actúa por su propio derecho, sin que exista representación común; y, por otro lado, que
de acuerdo a lo establecido en el numeral 15 del Código de Procedimientos Civiles en vigor, se contempla un
caso de excepción, ya que en el mismo se faculta al comunero para deducir oficiosamente las acciones
relativas a la cosa común; sin embargo, en el caso, el hecho de que solamente se haya demandado a un
copropietario en relación con la cosa común, no puede decirse que éste tenga legalmente la representación
oficiosa del otro copropietario y que, por ende, pueda afirmarse que este último haya sido oído en el juicio por
conducto de quien efectivamente fue demandado, en virtud de que el aludido artículo 15 de la ley adjetiva
civil, no se refiere a la representación oficiosa pasiva, sino exclusivamente a la representación legal activa;
luego entonces, como en la especie se omitió llamar a juicio al otro condueño del predio en que se pretende
constituir la acción de que se trata, es evidente que no quedó integrada la relación jurídico procesal desde el
punto de vista subjetivo, en atención a que no se oye también a quien está legitimado pasivamente para
intervenir en el juicio y, por lo mismo, tal omisión es suficiente para que la acción no prospere, dado que no
es posible dictar una sentencia válida y eficaz, sin oír a todos los que tienen derecho a ello, razón por la cual
la sentencia reclamada que así lo consideró se encuentra ajustada a derecho y de ninguna manera viola los
dispositivos constitucionales que se invocan en la demanda de garantías, a más de que en la misma se
expresaron los razonamientos de hecho y de derecho que constituyen el fundamento de la resolución, con lo
cual se cumple con los requisitos de fundamentación y motivación que las de tal naturaleza deben contener.
Por lo expuesto y fundado y con apoyo además en los artículos 76, 77, 78 y relativos de la Ley de
Amparo, se resuelve:
UNICO.- La Justicia de la Unión NO AMPARA NI PROTEGE al quejoso LIMBANO GABINO
LOPEZ ARMENTA, contra el acto que reclama de la Segunda Sala Regional Mixta Zona Sur del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado, precisado en el resultando primero de este fallo.
Notifíquese; con testimonio autorizado de esta resolución, remítanse los autos a la Sala de su
procedencia y, en su oportunidad, archívese el presente expediente.
Así lo resolvió el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, por unanimidad de votos de los CC.
magistrados: presidente Angel Suárez Torres, Roberto Avendaño y Horacio Felipe López Camacho,
secretario de acuerdos de este tribunal, quien suplió al magistrado Francisco A. Velasco Santiago, en términos
del artículo 36, párrafo primero, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, siendo ponente el
segundo de los nombrados.
El artículo 1148 del Código Civil para la entidad preceptúa que "Al que pretenda tener
derecho a una servidumbre toca probar, aunque esté en posesión de ella, el título en
virtud del cual la goza." En el caso no aparece demostrado que el acusado hiciera uso
o perturbara una servidumbre de paso constituida en un predio de su propiedad, y con
ello que se lesionara el derecho de posesión de los denunciantes a dicha servidumbre,
pues no acreditaron tener el título relativo a tal derecho, o en su defecto el
reconocimiento de una servidumbre voluntaria hecho en escritura pública por el dueño
del predio sirviente en favor del dominante, sino que sólo está justificado que los
sedicentes ofendidos pasaban por el ahora terreno del quejoso, mas ello no implica la
constitución legal de la servidumbre de paso, dado que no es la costumbre la que
establece el derecho de los vecinos a pasar por el predio del acusado, sino la
declaratoria legal de ese derecho, consistente en un gravamen real impuesto sobre un
inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño, o su otorgamiento por
quien pueda transmitirlo, por lo que tampoco puede aceptarse que la servidumbre de
paso estaba establecida con anterioridad, pues tal gravamen debió quedar legalmente
precisado en la transmisión del inmueble al reo, por lo que procede concluir que dichos
agraviados carecen de ese derecho que, estiman lesionado, por ser éste el título
indispensable para que se incurriera por parte del quejoso en la comisión del delito de
despojo cuestionado.
VII.P.27 P
El artículo 1092, del Código Civil, establece: "En caso de que hubiere habido antes
comunicación entre la finca o heredad, y alguna vía pública, el paso sólo se podrá
exigir a la heredad o finca por donde últimamente lo hubo." Por tanto, si de las
constancias de autos se advierte la existencia de una servidumbre de paso, no existe
la obligación de llamar a juicio a los demás colindantes del predio dominante, en virtud
de que el precepto legal antes invocado, claramente los excluye cuando ya existió la
servidumbre e impone la obligación al actor de exigir el paso únicamente a la heredad
o finca por donde últimamente la hubo.
XX.39 C
Amparo directo 151/95. Alfonso Toledo Laguna. 1o. de junio de 1995. Unanimidad
de votos. Ponente: Francisco A. Velasco Santiago. Secretario: Stalin Rodríguez
López.
I.3o.C.3 C
De lo dispuesto por los artículos 1301 y 1306 del Código Civil para el Estado de Puebla
no se desprende que deban ser señalados como demandados los dueños de los predios
que circundan al dominante ya que, de acuerdo con la mecánica de este tipo de casos
bastará con que el actor señale y en su oportunidad demuestre por cuál de ellos es la
vía más corta para que se demande con el mencionado carácter al propietario o
poseedor de ese bien, a cuyo cargo quedará demostrar en vía de excepción que no es
por su inmueble por donde debe constituirse la servidumbre o indicar que hay otros en
las mismas circunstancias, único caso en el cual procederá que se emplace a quienes
se encuentren en tal hipótesis, debido a la posibilidad que apunta el artículo 1305 del
mencionado ordenamiento legal.
VI.1o.64 C
XX. 376 C
Para que exista una servidumbre de paso debe demostrarse en primer lugar como
elemento indispensable de la acción intentada, ser propietario de una finca, y hecho
que sea, que ésta se encuentre enclavada entre otras ajenas y, que la misma no tiene
salida a la vía pública, pues dada su naturaleza real sólo puede concebirse en relación
con quien ejerce sobre un inmueble un derecho de la misma índole; luego si quien la
reclama sólo exhibe una certificación notarial en la que se hace constar que la escritura
correspondiente se encuentre en trámite, que carece de los datos indispensables para
el debido reconocimiento del exigido derecho de propiedad, como son el nombre del
vendedor, las declaraciones de los otorgantes, los antecedentes del último título de
propiedad, los datos de inscripción en el Registro Público para esclarecer si sobre el
inmueble pesaba algún gravamen y, la personalidad de los comparecientes al acto de
compraventa, es claro que no acreditó legalmente su derecho de propiedad; ya que tal
probanza por sí sola es insuficiente para acreditar tal extremo, puesto que tratándose
de los contratos de compraventa la ley exige determinada formalidad externa y
mientras dichos contratos no revistan esa forma no pueden producir efectos frente a
terceros, sino sólo entre las partes que intervinieron, y tendrá eficacia demostrativa en
la medida en que consten en forma auténtica y puedan ser comprobados debidamente
para hacerlos valer. No basta entonces la sola certificación notarial, de que se llevó a
cabo una operación de compraventa en la que se adquirió en propiedad un inmueble y
de que la escritura correspondiente se encuentra en trámite, sino que es necesario que
el contrato conste de manera fehaciente y que haya sido otorgado en escritura pública,
ya que la certificación notarial no revela la calidad del contrato privado, y menos aun
puede tener sus alcances.
X. 1o. 49 C
Una recta interpretación de los artículos 1131 al 1167 del Código Civil del Estado de
Veracruz, permite concluir que la persona legitimada pasivamente para demandarle en
juicio la constitución de una servidumbre legal de paso, lo es precisamente el dueño o
propietario del predio sirviente y no el poseedor del mismo, por más que su posesión
se encuentre inscrita en el Registro Público de la Propiedad, porque legalmente tal
dueño o propietario es el único que puede cumplir con el otorgamiento del derecho real
que se establece sobre su predio y porque de lo contrario se podría llegar a constituir
la servidumbre sin su previa audiencia, con manifiesta violación de sus garantías
individuales.
VII. C. 22 C
Amparo directo 412/92. Asunción Jiménez González. 18 de agosto de 1992.
Unanimidad de votos. Ponente: Alfonso Ortiz Díaz. Secretario: Vicente Morales
Cabrera.
T.C.
La circunstancia de que la madre del quejoso le haya conferido poder notarial para
gravar un determinado bien inmueble y obtener créditos, no lo faculta para que pueda
promover en nombre de la propietaria de ese predio una servidumbre de paso y menos
para intentar la acción constitucional en defensa de ese predio en el juicio relativo a la
servidumbre por carecer de legitimación procesal.
T.C.
T.C.
T.C.
T.C.
Del contenido del artículo 1097 del Código Civil para el Distrito Federal se desprende,
que es al propietario del predio que requiere la servidumbre de paso y no a otra
persona, a quien corresponde el derecho de solicitarla.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
T.C.
T.C.
T.C.
T.C.
T.C.
T.C.
T.C.
Si bien el artículo 1086 del Código Civil del Estado de Tlaxcala establece que el
propietario de una finca o heredad enclavada entre otras ajenas, sin salida a la vía
pública, tiene derecho de exigir paso para el aprovechamiento de aquélla, por las
heredades vecinas, sin que sus respectivos dueños puedan reclamar otra cosa que una
indemnización equivalente al perjuicio que les ocasione ese gravamen, el mismo
precepto, para el efecto de determinar quiénes están legitimados para promover la
acción confesoria debe relacionarse con el artículo 894 del Código de Procedimientos
Civiles, pues siendo el derecho procesal la rama del derecho público que regula la
función jurisdiccional determinando el procedimiento que habrá de seguirse para el
ejercicio de las acciones al ceñirse el tribunal responsable a los artículos 893 y 894 del
Código de Procedimientos Civiles que regulan el medio para obtener la constitución de
una servidumbre de paso, no viola las garantías de la quejosa.
T.C.
T.C.
Cuando son varios los predios por donde pueda constituirse el paso de un diverso a la
vía pública, de conformidad con lo establecido en el artículo 1198 del Código Civil para
el estado de Guanajuato, el obligado a prestar la servidumbre debe ser aquél por
donde fuere más corta la distancia, si además tal predio es baldío, y en los otros
existen construcciones porque, en este contexto, resulta menos incómodo y costoso el
paso, por ese lugar.
T.C.
T.C.
Resulta incorrecta la interpretación del artículo 1104 del Código Civil al establecer la
procedencia de la servidumbre de paso demandada, si se incluyen elementos del 1102
que complementa el 1097 del propio ordenamiento substantivo, ya que por constituir
una excepción a la regla general no contiene los elementos de ésta.
T.C.
P.
Volumen 40, pág. 15. Amparo en revisión 746/71. Ramona C. vda. de Félix y
otros. 25 de abril de 1972. Unanimidad de 16 votos. Ponente: Enrique Martínez
Ulloa.
3a.
El artículo 1108 del Código Civil señala que cuando para establecer comunicaciones
telefónicas particulares entre dos o más fincas, o para conducir energía eléctrica a una
finca, sea necesario colocar postes y tender alambres en terrenos de una finca ajena,
el dueño de ésta tiene obligación de permitirlo mediante la indemnización
correspondiente, y que esta servidumbre trae consigo el derecho de tránsito de las
personas y el de la conducción de materiales necesarios para la construcción y
vigilancia de la línea; en consecuencia, es claro que a fin de que haya la posibilidad de
tender libremente las líneas de conducción eléctrica y vigilar su mantenimiento, es
indispensable que no haya ninguna limitación en la altura de la servidumbre.
3a.
Es cierto que el propietario del predio dominante sólo tiene el derecho de usar la
servidumbre y que el propietario del predio sirviente conserva el dominio sobre la
superficie que ocupa dicha servidumbre, y por lo mismo, también puede hacer uso de
ella; pero desde luego ese uso queda limitado a la obligación que le impone el artículo
1122 del Código Civil de no menoscabar de modo alguno la propia servidumbre, y en
tal virtud, no es lícito que el dueño del predio sirviente realice ningún aprovechamiento
que restrinja la altura de la servidumbre.
3a.
Si el predio dominante había tenido dos servidumbres de paso, por predios diferentes,
el juez está en la necesidad de determinar conforme a las pruebas que se rindan,
especialmente la pericial, en cuál de los dos predios debe fincarse la carga por resultar
más conveniente la servidumbre, opción que concede al juzgador definir precisamente
el artículo 1054 del Código Civil del Estado de Jalisco, en cuanto al costo o a la
incomodidad que pueda apreciarse en las posibilidades de paso.
3a.
5a.
De entre otros requisitos que exige el artículo 1099 del Código Civil de Oaxaca, para
que haya lugar al nacimiento del derecho de servidumbre de paso, se requiere que el
bien enclavado entre otras heredades y que no tenga salida a la vía pública, no
corresponda en propiedad a la misma persona de esos diversos inmuebles, que deben
ser ajenos, pues lo contrario daría lugar a la inexistencia legal de esa servidumbre.
De entre otros requisitos que exige el artículo 1099 del Código Civil de Oaxaca, para
que haya lugar al nacimiento del derecho de servidumbre de paso, se requiere que el
bien enclavado entre otras heredades y que no tenga salida a la vía pública, no
corresponda en propiedad a la misma persona de esos diversos inmuebles, que deben
ser ajenos, pues lo contrario daría lugar a la inexistencia legal de esa servidumbre.
T.C.
Al tenor de los artículos 1092, 1093, 1095, 1102, 1131 y 1146 del Código Civil del
Estado de Veracruz (similares a los preceptos 978, 979, 981, 987, 1016, 1032 y 1033
del Código Civil del Estado de México), las servidumbres de paso, son legales, en tanto
que su fuente se ubica en la ley, aunque tal característica no es obstáculo para su
constitución mediante un acto voluntario de los interesados, bien sea unilateral o
bilateral. Además, la propia clase de servidumbres pueden ser o no aparentes, según
haya o no signos externos de su existencia; pero en uno y otro caso siempre serán
discontinuas, porque necesariamente requieren de un acto del hombre para su
utilización. En esa virtud, de ninguna manera pueden adquirirse mediante prescripción
positiva, en cuanto a ello se opone expresamente el artículo 1147 del Código Civil del
Estado de Veracruz, equivalente al numeral 1033 del Código Civil del Estado de
México.
3a.
Volumen CVIII, pág. 130. Amparo directo 199/63. Bertha Gómez Caso. 9 de junio
de 1966. 5 votos. Ponente: Mariano Azuela.
Volumen XCII, pág 57. Amparo directo 4809/63. Salvador Errasquín Polonio. 19
de febrero de 1965. Unanimidad de 4 votos. Ponente: Mariano Azuela.
P.
Aún cuando las servidumbres tienen su origen en la voluntad del hombre servidumbres
voluntarias o en la ley servidumbres legales, entre las cuales se comprende la de paso,
sin embargo, estas ultimas no existen por si, sino que tienen que constituirse por el
órgano jurisdiccional. lo anterior conduce a afirmar que si es hasta la sentencia de
primera instancia pronunciada en el juicio natural confirmada por el tribunal de alzada,
donde legalmente se estableció la servidumbre de paso, porque no se demostró que
con anterioridad estuviese establecido ese gravamen mediante alguna de las formas
reconocidas por el derecho civil, conforme al artículo 1115 del Código Civil, ningún
perjuicio jurídico se causa por haberse establecido el camino de acceso por el lado
norte del predio sirviente, aún cuando se haya acreditado que habían señales de
instalaciones eléctricas e hidráulicas sanitarias, que confirmaban que existió la
servidumbre de paso por el lado sur oriente del predio sirviente, acceso que fue
cerrado por las demandadas mediante diversas construcciones, porque la servidumbre
de que se trata se encontraba establecida de hecho, no legalmente; ni tampoco se
causa perjuicio jurídico porque se haya fijado a cargo de los demandantes la
indemnización correspondiente, de acuerdo con el artículo 1097 del Código Civil, así
como los gastos de construcción y mantenimiento, ya que al ser la servidumbre un
gravamen real impuesto sobre un inmueble de conformidad con el artículo 1057 del
Código Civil, constituye una limitación y una carga a los propietarios del predio
sirviente, debiendo constituirse el gravamen de tal manera que les cause las menores
molestias y perjuicios posibles, de acuerdo con los artículos 1103, 1119 y 1120 del
Código Civil, siendo por tanto de equidad que no se destruyan las construcciones que
levantaron los demandados sobre el paso que originalmente utilizaban de hecho los
actores.
T.C.
Aun cuando el artículo 2o. transitorio del Decreto 189 del Estado de Sinaloa, que
contiene la Ley Municipal de Cooperación, dispone que su contenido será aplicable
respecto de las obras cuya ejecución se hubiese iniciado durante su vigencia, esta
circunstancia no determina que sea privativa, ya que no está dirigida a un individuo en
particular, sino que es general para todos los propietarios y poseedores de fincas
urbanas que tengan frente o acceso en virtud de servidumbre de paso a calles en
donde se instale el alumbrado ornamental, alcantarillado y drenajes, como se
desprende del artículo 4o. de dicha ley. Por otra parte, la ley en estudio no es sólo
aplicable en un solo Municipio, sino en las diversas poblaciones de todos los Municipios
del Estado de Sinaloa que requieren obras de urbanización. En general, la vigencia de
la ley, aun cuando está limitada a la realización de obras urbanas, esta vigencia es
relativa, puesto que mientras en un Municipio se harán antes las obras, en otros su
duración y terminación serán posteriores, y aun cuando todas las obras tendrán que
llegar a su terminación y después de los cobros individuales respectivos la ley ya no
tendrá aplicación, esto no la convierte en privativa, puesto que la vigencia de esta ley
no está limitada atendiendo a los causantes de los derechos de cooperación, sino al
tiempo de la realización de las obras en cada población de los Municipios del Estado y
del cobro a los causantes en cada caso, no siendo por ello privativa, ya que, al igual
que un sin número de leyes, tanto federales como locales, tiene una naturaleza de
aplicación exclusivamente durante el lapso en que se realicen las situaciones que
regula.
P.
Instancia: Pleno. Fuente: Informes, Séptima Epoca. Informe 1974, Parte I. Pág. 338.
Tesis Aislada.
5a.
Instancia: Sala auxiliar. Fuente: Informes, Séptima Epoca. Informe 1969, Parte II.
Pág. 172. Tesis Aislada.
Para que exista una servidumbre legal de paso, es condición indispensable que se
satisfagan las exigencias señaladas en el artículo 1268 del Código Civil y
consecuentemente debe demostrarse, como primer elemento de la acción intentada, la
existencia legal, no solo material, de la servidumbre cuya restitución se demanda,
pues es evidente que el juzgador no está investido de facultades para ordenar la
restitución, en favor de una persona, de una cosa a la que legalmente no tenga
derecho. en los artículos 1273 y 1275 del ordenamiento que se menciona, se contienen
disposiciones que sólo reglamentan y complementan al artículo 1268, pero que no
establece alguna excepción para su aplicación, pues en tales preceptos, se señalan las
reglas aplicables para determinar el lugar por el que debe hacerse uso de la
servidumbre, a fin de que se ocasionen los menores perjuicios posibles al propietario o
a los propietarios del predio sirviente, lo cual se explica si se toma en cuenta que
mediante la servidumbre, se impone una limitación al derecho de propiedad. Así, debe
entenderse que, en los términos del artículo 1273, una vez demostrados los extremos
del artículo 1268, y solo entonces, si existen varios predios por donde pueda darse el
paso a la vía pública, el obligado a la servidumbre será aquél por donde sea más corta
la distancia, siempre que no resulte muy incómodo y costoso el paso por ese lugar; y
si la distancia fuera igual, el juez designara cual de los dos predios ha de dar el paso. Y
en el artículo 1275, se señala un caso de excepción a la regla contenida en el 1273, y
que consiste en que, cuando hubiere habido con anterioridad, comunicación entre la
finca o heredad dominante, con alguna vía pública, el paso sólo podrá exigirse a la
heredad o finca por donde últimamente lo hubo, y así, el único alcance de esta última
disposición, es el de que en la situación que señala, no podrá exigirse la servidumbre
sobre otro predio, aun cuando la distancia resulte más corta, sino al predio o heredad
por donde la comunicación existió antes.
3a.
Cuando un particular ejercita acción para que se le reconozca una servidumbre que
afecta bienes ejidales y trata de recuperar la posesión sobre el predio a través del cual
se quiere establecer la servidumbre de paso de agua, en el fuero federal radica la
jurisdicción y es competente para conocer un Juez de Distrito, en virtud de que la
controversia no es ajena al interés de la Federación, ya que ésta, como órgano de la
Nación, tiene constitucionalmente a su cargo la defensa de los bienes ejidales, dentro
de las normas del artículo 27 constitucional y del Código de la materia.
P.
Al tenor de los preceptos 978, 979, 981, 987, 1016, 1032 y 1033 del Código Civil del
Estado de México, la servidumbre de paso es legal en tanto encuentra su fuente en la
ley, aunque esta característica no es obstáculo para su constitución mediante un acto
de voluntad de los interesados, bien sea unilateral o bilateral. La misma clase de
servidumbre puede ser o no aparente, según haya o no signos externos de su
existencia, pero en uno y otro caso será siempre discontinua, porque necesariamente
requiere de acto del hombre para su utilización; por lo tanto, dada la prohibición
expresa contenida en el artículo 1033 del Código Civil citado, de ninguna manera
puede ser adquirida por prescripción positiva.
3a.
Volumen XCII, Cuarta Parte, pág. 57. Amparo directo 4809/63. Salvador
Errasquín Polonio. 19 de febrero de 1965. Unanimidad de 5 votos. Ponente:
Mariano Azuela.
Para la determinación de la anchura que debe tener una servidumbre de paso para
ganado, es indudable que se requieren conocimientos especiales, obtenidos de la
experiencia y, por lo tanto, debe rendirse prueba pericial al respecto, a fin de que se
precisen las necesidades del predio y la autoridad judicial este en aptitud de emitir un
juicio certero.
3a.
3a.
Si se acredita que los ganados del actor pastan invariablemente en terrenos de los
demandados y que éstos estaban construyendo un cerco que impide el paso de los
semovientes a los pastizales, debe declararse procedente el interdicto de retener la
posesión de la servidumbre de apacentar dichos ganados en los terrenos de referencia,
en los términos del artículo 647 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
Sonora.
3a.
Volumen XXVI, Cuarta Parte, págs. 162 y 163. Amparo directo 5153/58. Jesús H.
Orci. 17 de agosto de 1959. 5 votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez.
SERVIDUMBRE DE PASO.
Tratándose de un gravamen sobre propiedades ajenas, no basta que en el título
respectivo se diga que el predio se transfiere "con todas sus entradas y salidas, usos,
costumbres, servidumbre activas y pasivas, y en general con cuanto de hecho y por
derecho le corresponda".... para que se estime establecida la servidumbre voluntaria
de paso.
3a.
SERVIDUMBRE DE PASO.
El hecho de que una persona tenga que erogar gastos para establecer una
comunicación y ampliar la puerta, no es causa que justifique el que reclame una
servidumbre de paso, como tampoco lo es el que de facto hubiere pasado con
semovientes y vehículos para salir por determinada puerta, antes de que los
adquirentes del lote en donde se halla, lo hubieran adquirido.
3a.
Es cierto que todo inmueble situado en un centro urbano, debe tener acceso a la vía
pública; también lo es que tal derecho no existe por sí, sino que tiene que ser
constituido por el órgano jurisdiccional, pues si así no fuera, todas las personas se
harían justicia motu proprio. Esto es, que la servidumbre legal de paso es constitutiva
y, por ende, debe ser decretada y fijada por un Juez. Por tanto, si quien promueve un
interdicto de obra nueva y peligrosa en donde él estima que hay una servidumbre de
paso, no acredita los extremos mencionados o bien que el pasadizo en cuestión era
utilizado por el público, no puede tener derecho a la protección interdictal, que
únicamente se concede para el derecho establecido.
3a.
3a.
3a.
Nota: Esta tesis también aparece en: Apéndice 1917-1985, Cuarta Parte, página
585. (Como tesis relacionada con la jurisprudencia 192).
El artículo 1060 del Código Civil del Distrito Federal define como servidumbres
contínuas aquellas cuyo uso es o puede ser incesante sin la intervención de ningún
hecho del hombre, y es claro que la servidumbre de paso cesa cuando el hombre no
interviene en su uso. Los tratadistas precisamente señalan a esta servidumbre como
típica de las discontinuas. No puede admitirse tampoco que porque existan árboles
plantados para indicar el ancho del paso, la servidumbre sea aparente. Los signos
exteriores a que se refiere el artículo 1063 del Código citado deben de ser integrantes
de la servidumbre, por lo que resulta evidente que una de paso puede aprovecharse
sin que existan árboles que la delimiten. Así pues, si en un caso una servidumbre de
paso se reputa como legal, discontinua y no aparente, tiene que concluirse que no es
apta para prescribir, independientemente de que su aprovechamiento haya sido o no
pacífico, porque en las servidumbres legales no existe abandono de un derecho por
parte del propietario del predio sirviente sino la tolerancia de una carga impuesta por
la ley. El usuario no la aprovecha en concepto de propietario, por lo que falta así el
primer requisito que indica el artículo 1151. En cuanto a la falta de continuidad y de
apariencia, basta decir que el artículo 1114 expresamente previene que las
servidumbres no aparentes, y las discontínuas, sean o no aparentes, no podrían
adquirirse por prescripción.
3a.
Demostrado que una persona tiene la posesión, a título de arrendatario, de una casa
que tiene corredores o portales en una calle, aun cuando estos portales estén afectos a
una servidumbre de paso, no pueden ser ocupados con puestos fijos de mercancía,
piso y paredes, sin consentimiento del arrendatario de la finca, aunque se alegue tener
licencia de la autoridad administrativa, pues las licencias administrativas en tal caso
deben entenderse sin perjuicio de quien pueda usar y disponer legalmente del portal, y
tampoco obsta que exista la servidumbre de paso, pues ésta debe aprovechar a todos
y no a una sola persona, pues de lo contrario implicaría un perjuicio a la colectividad,
que está interesada en que las banquetas sean expresamente para el fácil tránsito.
3a.
3a.
El ejercicio de las acciones reales únicamente compete al titular del inmueble que les
da origen; y la acción nugatoria de una servidumbre de paso, que como la confesoria,
es real, sólo puede ejercitarse por el propietario del predio sirviente, y no por una
persona ajena a éste o por quien sólo tenga sobre el mismo una posesión derivada.
3a.
Amparo civil directo 8964/48. Feria viuda de García Rosa. 9 de octubre de 1950.
Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Hilario Medina no intervino en la
resolución de este negocio, por las razones que constan en el acta del día.
Ponente: Carlos I. Meléndez.
3a.
Amparo civil directo 8964/48. Feria viuda de García Rosa. 9 de octubre de 1950.
Unanimidad de cuatro votos. El Ministro Hilario Medina no intervino en la
resolución de este negocio, por las razones que constan en el acta del día.
Ponente: Carlos I. Meléndez.
SERVIDUMBRES DE PASO.
El artículo 1097 del Código Civil del Distrito Federal establece: "El propietario de una
finca o heredad enclavada entre otras ajenas, sin salida a la vía pública, tiene derecho
de exigir paso, para el aprovechamiento de aquélla, por las heredades vecinas, sin que
sus respectivos dueños puedan reclamarle otra cosa que una indemnización
equivalente al perjuicio que les ocasione este gravamen". Ahora bien, si la autoridad
responsable consideró que para que la servidumbre de paso pueda existir, es necesario
que el predio dominante se encuentre enclavado entre otras propiedades, sin tener
salida, su razonamiento debe estimarse jurídico y no violatorio de garantías.
3a.
3a.
DAÑOS Y PERJUICIOS.
No basta que exista una disposición legal en el sentido de que los terrenos colindantes
con la zona federal están sujetos a servidumbre de paso, para que por este hecho
quede legalmente motivado el establecimiento de tal servidumbre, sino que se
necesite, además, acreditar la necesidad de que se establezca.
2a.
SERVIDUMBRE DE PASO.
Si el actor tenía salida a la vía pública, por el predio del demandado y dicha salida le
fue obstruida por las obras en él construidas, y existen vías de ferrocarril por las otras
calles que limitan la propiedad del actor, con lo cual se le dificulta el paso, no puede
considerársele temerario, al demandar sus derechos para disfrutar de luz y salida, por
donde antes las tenía.
3a.
Por la esencia y objeto de este interdicto, la persona que lo promueve debe probar que
tiene la posesión. Por tanto, quien promueve el interdicto de retener la posesión de
una servidumbre de paso, debe acreditar el goce actual y efectivo de dicha
servidumbre (cuasi posesión), y si ninguna prueba rinde a este respecto, no pueden
tenerse como comprobados los elementos de la acción deducida.
3a.
2a.
Debe estimarse que la orden de la clausura de un camino, que utiliza el quejoso como
vía de comunicación no afecta sus intereses jurídicos, si el camino mencionado no
constituía una servidumbre legal de paso por declaración judicial, y procede sobreseer
en el amparo relativo.
2a.
P.
El artículo 938 del Código Civil del Estado de Hidalgo, establece que quien pretende
usar del derecho consignado en el artículo 930 del propio ordenamiento, o sea, del
agua de que puede disponer, haciéndola pasar por fundos intermedios, tiene los
deberes de: justificar previamente que puede disponer del agua que pretende
conducir; acreditar que el paso que solicita es el más conveniente para el uso a que
destine el agua; comprobar, igualmente, que dicho paso es el menos oneroso para los
predios intermedios; pagar el valor del terreno, aumentado en un diez por ciento y,
finalmente, resarcir los daños inmediatos; y no pueden estimarse acreditados los tres
primeros requisitos prevenidos por este artículo, cuando el actor en su demanda indica
que existe una servidumbre a su favor, consistente en el uso de las aguas que
naturalmente y sin obra del hombre, caen en tiempo de lluvias en su terreno,
provenientes de los predios superiores, ya que tales hechos demuestran la existencia
de una servidumbre legal de aguas, que reporta su propiedad, en beneficio de los
predios superiores, toda vez que, conserven conforme al artículo 917 del propio Código
Civil, los predios inferiores están sujetos a recibir las aguas que naturalmente y sin
obra del hombre caen de los superiores, así como la piedra y tierra que arrastran en su
curso, circunstancia por la que no puede decirse que el dueño del predio inferior tenga
derecho a usar de las aguas pluviales que se colectan en el predio superior, y menos
aún para construir un acueducto con ese objeto, en el predio dominante, ya que si el
propietario de éste evita que esas aguas se derramen sobre el predio inferior o
sirviente, con ello no perjudica al propietario del inmueble que reporta la servidumbre,
ni infringe lo dispuesto por el artículo 918 de la ley civil, respecto a que ni el dueño del
predio inferior puede hacer obras que impidan la servidumbre legal de aguas, ni el del
superior obras que la graven.
3a.
3a.
Amparo civil directo 1656/37. Straffon Alfonso M., sucesión de. 9 de noviembre
de 1938. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Abenamar Eboli Paniagua. La
publicación no menciona el nombre del ponente.
SERVIDUMBRE.
La servidumbre de paso no puede existir, a menos que el predio dominante se
encuentre enclavado entre otras propiedades, sin tener salida; mas si ésta existe, la
servidumbre no tiene razón de ser.
3a.
3a.
Instancia: Tercera Sala. Fuente: Informes, Quinta Epoca. Informe 1956. Pág. 39.
Tesis Aislada.
2a.
Instancia: Segunda Sala. Fuente: Informes, Quinta Epoca. Informe 1948. Pág. 47.
Tesis Aislada.
1a.
Instancia: Primera Sala. Fuente: Informes, Quinta Epoca. Informe 1941. Pág. 40.
Tesis Aislada.