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No.

Registro: 189,425
Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Junio de 2001
Tesis: 1a./J. 23/2001
Página: 165

PACTO COMISORIO EXPRESO. OPERA DE PLENO DERECHO,


SIN QUE SEA NECESARIO QUE LA AUTORIDAD JUDICIAL
DETERMINE LA PROCEDENCIA O IMPROCEDENCIA DE LA
RESCISIÓN DEL CONTRATO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
GUANAJUATO).
La interpretación sistemática de lo dispuesto en los artículos
1284, 1327, 1348, 1350, 1427 y 1437 del Código Civil para el
Estado de Guanajuato, conllevan a establecer la
procedencia del pacto comisorio en los contratos bilaterales
como una manifestación de la voluntad negocial de las
partes que tiene por objeto la adquisición, por ellas, de una
facultad potestativa de rescindir total o parcialmente el
contrato en virtud del incumplimiento injusto de las
obligaciones consignadas en el pacto, cuyo ejercicio
produce, de pleno derecho, la rescisión del contrato, lo que
no es contrario al principio que establece que la validez y el
cumplimiento de los contratos no puede dejarse al arbitrio
de uno de los contratantes, puesto que al ser las partes las
que pactan libremente la manera de resolverlo, no es
preciso que la autoridad judicial determine la procedencia o
improcedencia de la rescisión del contrato, en la inteligencia
de que la oposición de la parte que incumple al
reconocimiento del ilícito, podrá determinar la intervención
judicial para el solo efecto de declarar la existencia o
inexistencia del mismo.

Contradicción de tesis 61/99-PS. Entre las sustentadas por


el Primer y Cuarto Tribunales Colegiados del Décimo Sexto
Circuito. 7 de febrero de 2001. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juventino
V. Castro y Castro. Secretario: Teódulo Ángeles Espino.

Tesis de jurisprudencia 23/2001. Aprobada por la Primera


Sala de este Alto Tribunal, en sesión de diecisiete de abril de
dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo,
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios,
Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.

No. Registro: 226,472


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
V, Segunda Parte-2, Enero a Junio de 1990
Tesis: I.4o.C. J/22
Página: 701
Genealogía: Gaceta número 28, Abril de 1990, página 50.
Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Segunda Parte, tesis 561,
página 403.
OBLIGACIONES RECIPROCAS. MORA CUANDO LAS
PRESTACIONES NO SON SIMULTANEAS.
La regla relativa a que en las obligaciones bilaterales o
recíprocas sólo el que cumple con su obligación o se allana
al cumplimiento puede exigir a la otra parte lo que le
incumbe, que se desprende del artículo 1949 del Código
Civil para el Distrito Federal, se finca sobre el presupuesto
de que las obligaciones de las partes deban realizarse
simultáneamente, ya que en esa hipótesis ninguno de los
obligados incurre en mora mientras no efectúe el otro lo
que le corresponde, puesto que se comprometió a cambio
de lo que ofreció la otra parte, de modo que no le es
exigible su deber entre tanto no reciba la prestación a que
tiene derecho; pero esa regla no es aplicable cuando no se
da el supuesto sobre el que descansa, por haberse pactado
que una parte cumpliría primero y otra después, como
cuando se fija una fecha para lo uno y otra posterior para lo
otro, en razón de que, en este caso, el que incumple
inicialmente sí incurre en mora, es decir, en un verdadero
incumplimiento culpable, puesto que no se comprometió a
cambio de que el otro efectuara lo propio al mismo tiempo,
de manera que el perjudicado con el primer incumplimiento
sí tiene derecho y acción para reclamar a la otra parte la
ejecución de lo que le atañe, aunque no se lleve a cabo lo
que se comprometió para un tiempo posterior, ya que éste
no incurre en mora ni le es exigible su obligación mientras
no reciba la prestación debida. Sin embargo, para acatar en
sus términos los principios fundamentales que rigen a las
obligaciones recíprocas, en cuanto a los efectos que deben
ser inherentes a su naturaleza jurídica, cuando se condene
judicialmente al cumplimiento de la prestación materia del
juicio, debe establecerse en la sentencia que el actor queda
vinculado al cumplimiento de sus obligaciones vencidas
hasta la fecha en que se cumpla o ejecute el fallo, pues sólo
así se respetará cabalmente, en lo que esto es posible, el
principio de autonomía de la voluntad de las partes y el
efecto propio de las obligaciones recíprocas, relativo a que
su cumplimiento debe extinguir al mismo tiempo las
obligaciones pendientes; esto sin menoscabo, en su caso de
la condena al pago de daños y perjuicios ocasionados por la
mora del que primero desatendió injustificadamente lo
pactado.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 469/88. Condominio del Valle, S. A. 7 de


abril de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: José Juan Bracamontes
Cuevas.
Amparo directo 3078/87. Lilyan Pineda de Montufar. 11 de
agosto de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos
Villegas Vázquez. Secretaria: Patricia Mújica López.

Amparo directo 2354/88. María Teresa Llacade Fernández.


18 de agosto de 1988. Unanimidad de votos. Ponente:
Leonel Castillo González. Secretario: Elías H. Banda Aguilar.

Amparo directo 629/89. Laura Elena Medina Morales. 16 de


marzo de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: Elías H. Banda Aguilar.

Amparo directo 4529/89. Jorge A. Alvarado Espinoza. 5 de


abril de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro
Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Aurora Rojas Bonilla.

No. Registro: 364,018


Tesis aislada
Materia(s): Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
XXX
Tesis:
Página: 200

RESCISION DE CONTRATO.
Según el artículo 1434 del Código Civil del Distrito Federal,
en las obligaciones recíprocas ninguno de los contratantes
incurre en mora, si el otro no cumple o no se allana a
cumplir debidamente la obligación que le corresponde;
pero este precepto debe entenderse en términos hábiles, ya
que existen dos obligaciones correlativas, y cuando una
parte no cumple, sería hasta ilógico exigir que la otra parte
cumpliera exactamente todo aquello a que estuviera
obligada, para poder exigir la rescisión; pues cuando existe
una falta de cumplimiento por ambas partes, debe
estudiarse, ante todo, cuál es el origen de esa falta. Así, si se
trata de una compraventa, en la cual han sido otorgados
documentos de crédito a favor de la parte vendedora y esos
documentos son los representativos del precio mismo, no
aparece, desde luego, que los compradores no se allanen a
cumplir, cubriendo esos documentos, si retienen
simplemente su importe, porque la otra parte no cumpla
con sus obligaciones, pues en todos los contratos existe, a
no dudarlo, cierta graduación en el cumplimiento de las
obligaciones mismas, que debe tenerse en consideración
para determinar el incumplimiento de ellas. Es cierto que en
los contratos de compraventa de bienes muebles, uno de
los contratantes se obliga a entregar una cosa y el otro a
pagar un precio cierto y en dinero, las cuales entregas, en
términos abstractos, deben ser simultáneas; pero la materia
principal de esa obligación, es la cosa vendida y a ella se
refiere el precio que se conviene; lo principal es, por tanto,
la cosa que se vende, la entrega de ella, y en la graduación
que debe existir en el cumplimiento de las obligaciones,
primero es que exista esa cosa, ya que sin ella el contrato
no puede existir, porque no tiene materia sobre que recaer
sino hasta que esa cosa se entrega en las condiciones que se
hayan estipulado, y se pague en seguida el precio o importe
de la cosa. Si una parte compra al riguroso contado, una
cosa de tales y cuales condiciones, y se le entrega otra que
no reúna las pactadas, mientras no se cumpla por el
vendedor, con la entrega en las condiciones estipuladas, no
está obligado el comprador a pagar ese precio, y puede
retenerlo hasta que la otra parte cumpla con su
compromiso, sin que, por ese motivo, pueda decirse que ha
incurrido en mora, que no se ha allanado a cumplir con la
obligación que le corresponde, siendo claro que quien ha
incurrido en la mora, es, a no dudarlo, la parte que no hace
la entrega de la cosa, en las condiciones debidas.

Recurso de súplica 107/27. "La Libertad" Fábrica de Hielo, S.


A. 10 de septiembre de 1930. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Alberto Vázquez del Mercado y Juan José
Sánchez. La publicación no menciona el nombre del
ponente.

No. Registro: 220,020


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
IX, Marzo de 1992
Tesis: I.4o.C. J/51
Página: 103
Genealogía: Gaceta número 51, Marzo de 1992, página 41.
Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Segunda Parte, tesis 566,
página 407.

OBLIGACIONES RECIPROCAS. MODOS DE ALLANARSE A SU


CUMPLIMIENTO.
En las obligaciones recíprocas sólo el que cumple o se allana
al cumplimiento puede exigir a la otra parte lo que le
corresponde, siempre que deban llevarse a cabo
simultáneamente, según se desprende de la correcta
intelección del artículo 1949 del Código Civil para el Distrito
Federal, pero el allanamiento no debe consistir en la mera
expresión de estar dispuesto a pagar o en la voluntad de
hacerlo cuando la otra parte cumpla, pues eso llevaría a un
círculo vicioso, en el que una parte encuentra justificación a
su omisión en el incumplimiento de la otra, y ésta a su vez
no tiene responsabilidad de la situación porque el otro
sujeto no da cumplimiento a lo que le corresponde; círculo
que sólo se puede romper mediante la realización de actos
positivos, no con meras actitudes de la parte que quiera
poner fin a ese estado incierto, actos a través de los cuales
se revele objetivamente y de modo indudable su voluntad
de cumplir aquello a lo que se vinculó, en forma simultánea
a lo exigido de su contraparte, de tal manera que en el caso
de no hacerlo, el juez que conozca del asunto quede en
condiciones de obtener su realización de modo inmediato y
directo y sin necesidad de un procedimiento nuevo de
conocimiento o un complejo procedimiento de ejecución.
Estos requisitos pueden quedar satisfechos a plenitud,
verbigracia, con el depósito de la suma de dinero del saldo
adeudado ante una institución de crédito y a disposición de
una autoridad jurisdiccional, o bien, por cualquier otro
medio que a juicio razonable del juzgador reúna las
características apuntadas.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 264/89. Emma Dana de Massry. 16 de


febrero de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: Ricardo Romero Vázquez.

Amparo directo 629/89. Laura Elena Medina Morales. 16 de


marzo de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: Elías H. Banda Aguilar.
Amparo directo 299/89. David Durán Ramírez. 10 de agosto
de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel
Reyes Zapata. Secretario: J. Refugio Ortega Marín.

Amparo directo 4876/91. Sucesión de Andrés Islas Casas. 17


de octubre de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: Ricardo Romero Vázquez.

Amparo directo 598/92. Lucía Mérida Carrillo. 13 de febrero


de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel
Reyes Zapata. Secretaria: Rafaela Reyna Franco Flores.

No. Registro: 205,148


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
I, Mayo de 1995
Tesis: I.4o.C. J/1
Página: 242

DAÑOS Y PERJUICIOS DERIVADOS DEL INCUMPLIMIENTO DE


UNA OBLIGACION. PARA OBTENER SU PAGO DEBE
EJERCITARSE LA ACCION CORRESPONDIENTE Y EXPRESAR
LOS HECHOS RELATIVOS.
Conforme al artículo 1949 del Código Civil para el Distrito
Federal, quien exija el cumplimiento o resolución de una
obligación recíproca tiene derecho al resarcimiento de los
daños y perjuicios, pero no basta su simple invocación para
obtener un fallo favorable al respecto, sino que de acuerdo
a los artículos 1o., 2o., 81 y 255 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, es necesario
que ese derecho se demande a través del ejercicio de la
acción correspondiente, en donde se indique claramente
cuál es la pérdida o menoscabo sufrido en el patrimonio por
el incumplimiento aducido y cuál es la privación de la
ganancia lícita que debió haberse obtenido con el
cumplimiento de la obligación.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 2464/88. Impulsora Internacional


Inmobiliaria, S.A. de C.V. 8 de septiembre de 1988.
Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes
Zapata. Secretario: Luis Arellano Hobelsberger.

Amparo directo 1389/89. Inversiones Transmar, S.A. 7 de


diciembre de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro
Miguel Reyes Zapata. Secretario: Luis Arellano
Hobelsberger.

Amparo directo 3549/90. Inmobiliaria Real de La Laguna,


S.A. de C.V. 23 de agosto de 1990. Unanimidad de votos.
Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Rafaela
Reyna Franco Flores.

Amparo directo 5646/90. Julio Mendoza Quijano. 15 de


noviembre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro
Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Rafaela Reyna Franco
Flores.
Amparo directo 724/95. Aniceto Vázquez Méndez y otra. 16
de febrero de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: Jaime Uriel Torres Hernández.

No. Registro: 223,605


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
VII, Enero de 1991
Tesis: I.5o.C. J/10
Página: 73
Genealogía: Gaceta número 37, Enero de 1991, página 91.
Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Segunda Parte, tesis 487,
página 341.
COMPRAVENTA EN ABONOS. CUMPLIMIENTO DE
CONTRATO, REQUISITO DE PROCEDENCIA DE LA ACCION.
Tratándose de obligaciones recíprocas de cumplimiento
simultáneo, como acontece en el caso, en el que el pago del
saldo del precio y el otorgamiento de la escritura pública
correspondiente, deben llevarse a cabo al mismo tiempo;
sólo la parte que cumple o se allana al cumplimiento puede
exigir a la otra parte lo que le corresponde; allanamiento
que debe consistir en actos positivos, que revelen
objetivamente la voluntad de uno de los contratantes de
cumplir con lo que se vinculó, simultáneamente a la que
exige de la otra parte. Consecuentemente, el comprador
sólo podrá exigir el otorgamiento de la escritura pública de
compraventa, siempre y cuando a su vez se encuentre en
aptitud de cumplir la obligación de pago del saldo del precio
a su cargo que pactó en forma simultánea, lo cual no
demostró y, por tanto, la acción de cumplimiento es
improcedente.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 4945/89. René Morales Méndez. 29 de
marzo de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Efraín
Ochoa Ochoa. Secretario: Eduardo Francisco Núñez Gaytán.

Amparo directo 4530/89. Margarita Morales López. 9 de


agosto de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis
Caballero Cárdenas. Secretaria: Ana Rosa Granados
Guerrero.

Amparo directo 640/90. Guillermina Téllez Girón. 6 de


septiembre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente:
Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Secretario: José Vicente
Peredo.

Amparo directo 4765/90. Jaime, Fanny, Elena y Sima


Gorodovsky Strimling. 28 de noviembre de 1990.
Unanimidad de votos. Ponente: Efraín Ochoa Ochoa.
Secretario: Eduardo Francisco Núñez Gaytán.

Amparo directo 4771/90. Carlos Pérez Sandi. 28 de


noviembre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Efraín
Ochoa Ochoa. Secretario: Eduardo Francisco Núñez Gaytán.
No. Registro: 339,107
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
CXXX
Tesis:
Página: 613
RESCISION PRIVADA DE LOS CONTRATOS.
El artículo 1949 del Código Civil del Distrito y Territorios
Federales dispone: "La facultad de resolver las obligaciones
se entiende implícita en la recíprocas, para el caso de uno
de los obligados no cumpliere lo que incumbe. El
perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la
resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños y
perjuicios en ambos casos. También podrá pedir la
resolución aun después de haber optado por el
cumplimiento, cuando éste resultare imposible". Ahora
bien, de la redacción de este artículo se desprende que,
cuando hay pacto expreso, no es necesario que la
resolución se dicte por el Juez, sino que puede hacerla la
parte perjudicada y, si la contraparte no está conforme y no
acepta las consecuencias de la rescisión, éstas son las únicas
que deben demandarse judicialmente. Es necesario
distinguir en los contratos bilaterales entre la condición
resolutoria tácita y la condición resolutoria expresa. La
primera existe implícitamente, según el mencionado
artículo 1949 del Código Civil, en todas las obligaciones para
el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le
incumbe, pero su eficacia se traduce en que la parte
perjudicada tiene la facultad de demandar la resolución al
Juez. La condición resolutoria expresa, por el contrario,
resuelve el contrato de manera privada, ipso iure, sin
necesidad de declaración del Juez. Por lo tanto, cuando en
el contrato bilateral expresamente se dispone la facultad de
una de las partes de declarar la rescisión en caso de
incumplimiento de la contraparte, la intervención del Juez
es necesaria pues en realidad el incumplimiento equivale a
una condición resolutoria. La interpretación anterior no
pugna contra los artículos 6o., 7o. y 8o. del Código Civil ni
contra el artículo 17 de la Constitución, pues no entraña el
que un particular se haga justicia por si mismo, ni se ejerce
violencia para reclamar un derecho. Es una condición
resolutoria que depende de la voluntad de los particulares
y, si se hace en términos claros y precisos, entraña una
renuncia a derechos privados que no afectan directamente
el interés público.

Amparo directo 6945/55. Compañía de Fianzas México, S. A.


30 de noviembre de 1956. Unanimidad de cuatro votos.
Ponente: Hilario Medina.
No. Registro: 355,193
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
LXII
Tesis:
Página: 233
RESCISION, NORMAS DE LA.
Es cierto que nuestra legislación civil está tomada, en lo
general, de las disposiciones del Código Español, el que a su
vez tomó su estructura del Código de Napoleón, y aun
algunos de los textos, en toda su integridad; pero también
lo es que los preceptos de nuestro código fueron
redactados en lo general, en forma distinta, introduciendo
modalidades que transforman fundamentalmente en
ciertos aspectos el contenido de sus disposiciones, por lo
que, en puridad de razón, no es correcto aplicar totalmente
la doctrina y la interpretación que los tribunales y autores
franceses y españoles han producido cuando se trata de
decir cuestiones de hermenéutica, en nuestra propia
legislación. Ahora bien tratándose de rescisión de contratos,
mientras que el precepto relativo del Código Francés deja
ver, por los términos de su redacción, la necesidad de la
intervención de los tribunales, cuando hay condición
resolutoria, en el artículo relativo del Código Español, de
una manera expresa se requiere la intervención del tribunal,
para que decrete la resolución del contrato, y mientras en el
primero se habla de condición resolutiva, en el segundo no
se usa de este concepto jurídico y se indica que la facultad
de resolver las obligaciones, se encuentra de manera
implícita en las recíprocas. Pudiera decirse que el examen
gramatical de los preceptos legales relativos de nuestra
legislación y de sus antecedentes en la legislación
extranjera, determina la forma en que han de resolverse los
contratos, haciendo indispensable para ellos la intervención
de los tribunales, pero una de las primeras dificultades con
que se tropieza es definir si el artículo 1349 del Código Civil
de 1884, establece una condición resolutoria, o lo que en el
tecnicismo jurídico se conoce con el nombre de pacto
comisorio, y aparentemente esta dificultad resulta obvia,
atendiendo únicamente a la redacción del precepto, pero lo
cierto es que la doctrina y la jurisprudencia se han puesto
de acuerdo para convenir en que no es una condición
resolutoria la que establece la ley, sino que es el pacto
comisorio, y sólo por defectos conceptuales, pudo
llamársele condición resolutoria, y no lo es, porque del
estudio de los orígenes y evolución del mismo se llega a la
conclusión de que no la constituye, porque ni sus orígenes
ni la forma de realizarse, opera como una condición
resolutoria; efectivamente, es axiomático en derecho civil,
que la condición resolutoria, una vez cumplida, produce la
resolución de la obligación y repone las cosas en el estado
que tenían antes de pactarse, concepto elevado a la
categoría de ley, conforme al artículo 1332 del Código Civil;
así pues, la condición resolutoria no es más que una
manifestación de voluntad incluida en los contratos, los
cuales, mientras no se realice el acontecimiento incierto en
que consiste, surten todos sus efectos, y sólo al cumplirse la
condición, deja de existir el contrato, por haberlo convenido
así los contratantes. Desde luego puede observarse que no
es lo mismo la extinción de un contrato, previa la
estipulación respectiva de las partes, que su resolución por
falta de cumplimiento del mismo, dado que el resolver las
obligaciones significa cosa distinta de extinguirlo; pero
como quiera que sea, lo cierto es que la realización de la
condición resolutoria extingue la obligación como
consecuencia inmediata de la manifestación de voluntad de
los contratantes, lo que no sucede cuando uno de ellos falta
al cumplimiento de las prestaciones que son a su cargo en
los contratos bilaterales, porque entonces es cuando la ley,
en su calidad de supletoria de la voluntad de los
contratantes, dispone que el afectado por el
incumplimiento puede exigir de su contraparte, ya sea el
cumplimiento de la obligación contraída, o la rescisión del
contrato, con el pago de daños y perjuicios, en uno y otro
casos.

Amparo civil en revisión 7187/37. Copropiedad Alamo y


Encinas. 5 de octubre de 1939. Unanimidad de cinco votos.
La publicación no menciona el nombre del ponente.

No. Registro: 339,039


Tesis aislada
Materia(s): Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
CXXX
Tesis:
Página: 19

CONTRATOS, PERFECCIONAMIENTO DE LOS.


Existiendo la prueba plena del concurso de los
consentimientos, respecto de las condiciones en que debe
celebrarse un contrato, es evidente que éste quedó
concluido, sin que obste en contrario, la circunstancia de
que uno de los contratantes hubiera aceptado una
modificación posterior, ya que cualquiera de las partes es
muy libre de proponer una modificación a las condiciones
bajo las cuales el contrato haya sido perfeccionado, y la otra
parte es también libre de aceptarlas, sin que por ello pueda
decirse que el convenio en su forma primitiva, quede sin
efectos y sin que tampoco pueda estimarse inconcluso el
contrato, por el hecho de haberse estipulado en la minuta
respectiva, que se elevaría a escritura pública, cuando se
realizara determinada condición, pues ésta no subordina el
perfeccionamiento del contrato, sino tan sólo su ejecución o
consumación.

Amparo directo 5109/55. Daniel Arriaga, sucesión. 1o. de


octubre de 1956. Mayoría de tres votos. Disidente: Gabriel
García Rojas. Ponente: Gilberto Valenzuela.

No. Registro: 179,354


Tesis aislada
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Febrero de 2005
Tesis: I.6o.C.339 C
Página: 1661
CONTRATOS. CUANDO EL CUMPLIMIENTO DE LA
OBLIGACIÓN ESTÁ SUJETO A CONDICIÓN SUSPENSIVA Y SE
REALIZAN ACTOS VOLUNTARIOS TENDIENTES A IMPEDIR
QUE ÉSTA SE REALICE, SE TENDRÁ POR CUMPLIDA.
De una recta y armónica interpretación de los artículos
1839, 1938, 1940, 1942 y 1945 del Código Civil para el
Distrito Federal se colige que los contratantes pueden
establecer las cláusulas legales que crean convenientes,
pero las que se refieren a requisitos esenciales del contrato,
se tendrán por puestas aun cuando no se expresen. De este
principio se advierte que quienes intervienen pueden darle
al negocio jurídico un contenido variable y complejo. Así, la
obligación pactada será condicional cuando su existencia o
resolución dependan de un acontecimiento futuro e
incierto, lo que significa que las partes son libres para
sujetar voluntariamente el nacimiento o la resolución de
una obligación a un acto de la naturaleza apuntada; por
tanto, cuando se suspende la existencia de una obligación,
la condición será suspensiva y cuando la resuelve,
resolutiva. La primera interrumpe la existencia de la
obligación, hasta en tanto se cumpla o realice el
acontecimiento futuro e incierto y será resolutoria cuando
ese hecho la resuelva y haga volver las cosas al estado que
guardaban, en la inteligencia de que la obligación nace
desde el momento del pacto y tiene vida jurídica que
concluye al realizarse el acontecimiento y vuelven las cosas
al estado que tenían. De acuerdo con lo establecido por el
artículo 1942 del cuerpo legal referido, en el negocio sujeto
a condición se distingue la circunstancia especial de que
cuando aquélla no se ha cumplido y existe la incertidumbre
de que se verifique el acontecimiento, se da un estado de
pendencia, precisamente porque no puede producir efectos
definitivos y aun cuando el negocio se encuentre en esa
circunstancia puede, entre tanto, hablarse de efectos
jurídicos preliminares, que la doctrina llama también
expectativa tutelada, que es cuando el negocio está sujeto a
condición y hay incertidumbre sobre si se verificará o no el
acontecimiento; de suerte que si dicha condición es
suspensiva, el derecho no ha nacido y si es resolutoria, el
derecho nacido podría resolverse si el acontecimiento
futuro e incierto se realiza. En este contexto, el artículo
señalado en último término da derechos al acreedor e
impone obligaciones al deudor, y éste debe abstenerse de
todo acto que impida que la obligación se cumpla, esto es,
la etapa de pendencia en la que se encuentra un sujeto por
una condición, faculta al acreedor para el ejercicio de
movimientos de conservación de sus derechos e impone al
deudor el deber de abstenerse de todo acto que tienda a
impedir la realización o cumplimiento de la obligación,
porque si la impide voluntariamente, de conformidad con el
artículo 1945 de la ley sustantiva civil, como sanción se
tendrá por cumplida.
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 7436/2003. Multiproveedora de Bienes y


Servicios Empresariales y Profesionales Rema, S.A. de C.V. 4
de marzo de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: María
Soledad Hernández de Mosqueda. Secretario: Jorge
Santiago Chong Gutiérrez.

No. Registro: 813,993


Tesis aislada
Materia(s): Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Informes
Informe 1955
Tesis:
Página: 40
PACTO COMISORIO. RESCISION DE LOS CONTRATOS.
El pacto comisorio expreso es legítimo y en virtud de él el
contrato se resuelva automáticamente, por el solo efecto
del incumplimiento, y sin intervención de los tribuna les. El
artículo 1949 del Código Civil consagra el principio de que
los contratos sinalagmáticos son rescindibles si una de las
partes no cumple su obligación. Nada más justo que esta
regla; cuando dos personas se comprometen
recíprocamente, cada una de ellas en cierta forma sólo
consiente el acto de una manera condicional, se
compromete porque la otra a su vez también se obliga a
ello. La reciprocidad de las obligaciones, y en virtud de esta
idea se llega, por una parte, al sistema de la ejecución
simultánea o de la exceptio nom adimpleti contractus; y por
la otra, al derecho de demandar la resolución, cuando ya es
tarde para oponer dicha excepción. La resolución de los
contratos por incumplimiento de una de las partes no es un
hecho primitivo, en el desarrollo de las instituciones. El
antiguo derecho romano no la conocía. Apareció en el
contrato de venta, en el que fue objeto de un pacto especial
llamado lex comisoria. El vendedor y el comprador
convienen que la venta se tendrá por no celebrada, si el
precio no se paga en el plazo fijado: tu res inepta sit, si ad
diem pecunia soluta non sit (Digesto Lib. XVIII, tit. 3. Fr. 2).
El uso de este pacto, tan ventajoso para el vendedor, se
extendió de tal manera, que se terminó por
sobreentenderlo, y más tarde se generalizó la aplicación del
pacto comisorio, a todos los contratos sinalagmáticos. En el
caso del pacto comisorio sobreentendido o tácito, el
contrato no se resuelve de pleno derecho; la parte en cuyo
favor no se ha cumplido la obligación tiene que demandar
ante los tribunales la resolución del contrato. Pero si el
acreedor desea un procedimiento de resolución más
expedito, cuenta para ello con un medio: le basta hacer del
incumplimiento, en el plazo convenido, una condición
resolutoria ordinaria; escoge este hecho, como tomaría
cualquier acontecimiento, para hacer de él una condición.
De esta manera el contrato se resuelve automáticamente,
por el solo efecto del incumplimiento, sin que deban
intervenir los tribunales, y sin que haya medio de retardar o
impedir la resolución concediendo un nuevo plazo al
deudor. Si las partes declaran en un contrato sinalagmático
que la resolución se verificará de pleno derecho, en caso de
incumplimiento, el Juez únicamente intervendrá para
interpretar el contrato.
Amparo directo 5061/52. Banco Nacional de Crédito Ejidal.
27 de enero de 1955. Unanimidad de cuatro votos. La
publicación no menciona el nombre del ponente.

No. Registro: 226,472


Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
V, Segunda Parte-2, Enero a Junio de 1990
Tesis: I.4o.C. J/22
Página: 701
Genealogía: Gaceta número 28, Abril de 1990, página 50.
Apéndice 1917-1995, Tomo IV, Segunda Parte, tesis 561,
página 403.
OBLIGACIONES RECIPROCAS. MORA CUANDO LAS
PRESTACIONES NO SON SIMULTANEAS.
La regla relativa a que en las obligaciones bilaterales o
recíprocas sólo el que cumple con su obligación o se allana
al cumplimiento puede exigir a la otra parte lo que le
incumbe, que se desprende del artículo 1949 del Código
Civil para el Distrito Federal, se finca sobre el presupuesto
de que las obligaciones de las partes deban realizarse
simultáneamente, ya que en esa hipótesis ninguno de los
obligados incurre en mora mientras no efectúe el otro lo
que le corresponde, puesto que se comprometió a cambio
de lo que ofreció la otra parte, de modo que no le es
exigible su deber entre tanto no reciba la prestación a que
tiene derecho; pero esa regla no es aplicable cuando no se
da el supuesto sobre el que descansa, por haberse pactado
que una parte cumpliría primero y otra después, como
cuando se fija una fecha para lo uno y otra posterior para lo
otro, en razón de que, en este caso, el que incumple
inicialmente sí incurre en mora, es decir, en un verdadero
incumplimiento culpable, puesto que no se comprometió a
cambio de que el otro efectuara lo propio al mismo tiempo,
de manera que el perjudicado con el primer incumplimiento
sí tiene derecho y acción para reclamar a la otra parte la
ejecución de lo que le atañe, aunque no se lleve a cabo lo
que se comprometió para un tiempo posterior, ya que éste
no incurre en mora ni le es exigible su obligación mientras
no reciba la prestación debida. Sin embargo, para acatar en
sus términos los principios fundamentales que rigen a las
obligaciones recíprocas, en cuanto a los efectos que deben
ser inherentes a su naturaleza jurídica, cuando se condene
judicialmente al cumplimiento de la prestación materia del
juicio, debe establecerse en la sentencia que el actor queda
vinculado al cumplimiento de sus obligaciones vencidas
hasta la fecha en que se cumpla o ejecute el fallo, pues sólo
así se respetará cabalmente, en lo que esto es posible, el
principio de autonomía de la voluntad de las partes y el
efecto propio de las obligaciones recíprocas, relativo a que
su cumplimiento debe extinguir al mismo tiempo las
obligaciones pendientes; esto sin menoscabo, en su caso de
la condena al pago de daños y perjuicios ocasionados por la
mora del que primero desatendió injustificadamente lo
pactado.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 469/88. Condominio del Valle, S. A. 7 de


abril de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: José Juan Bracamontes
Cuevas.
Amparo directo 3078/87. Lilyan Pineda de Montufar. 11 de
agosto de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos
Villegas Vázquez. Secretaria: Patricia Mújica López.

Amparo directo 2354/88. María Teresa Llacade Fernández.


18 de agosto de 1988. Unanimidad de votos. Ponente:
Leonel Castillo González. Secretario: Elías H. Banda Aguilar.

Amparo directo 629/89. Laura Elena Medina Morales. 16 de


marzo de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Leonel
Castillo González. Secretario: Elías H. Banda Aguilar.

Amparo directo 4529/89. Jorge A. Alvarado Espinoza. 5 de


abril de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Mauro
Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Aurora Rojas Bonilla.
No. Registro: 189,425
Jurisprudencia
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XIII, Junio de 2001
Tesis: 1a./J. 23/2001
Página: 165
PACTO COMISORIO EXPRESO. OPERA DE PLENO DERECHO,
SIN QUE SEA NECESARIO QUE LA AUTORIDAD JUDICIAL
DETERMINE LA PROCEDENCIA O IMPROCEDENCIA DE LA
RESCISIÓN DEL CONTRATO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
GUANAJUATO).
La interpretación sistemática de lo dispuesto en los artículos
1284, 1327, 1348, 1350, 1427 y 1437 del Código Civil para el
Estado de Guanajuato, conllevan a establecer la
procedencia del pacto comisorio en los contratos bilaterales
como una manifestación de la voluntad negocial de las
partes que tiene por objeto la adquisición, por ellas, de una
facultad potestativa de rescindir total o parcialmente el
contrato en virtud del incumplimiento injusto de las
obligaciones consignadas en el pacto, cuyo ejercicio
produce, de pleno derecho, la rescisión del contrato, lo que
no es contrario al principio que establece que la validez y el
cumplimiento de los contratos no puede dejarse al arbitrio
de uno de los contratantes, puesto que al ser las partes las
que pactan libremente la manera de resolverlo, no es
preciso que la autoridad judicial determine la procedencia o
improcedencia de la rescisión del contrato, en la inteligencia
de que la oposición de la parte que incumple al
reconocimiento del ilícito, podrá determinar la intervención
judicial para el solo efecto de declarar la existencia o
inexistencia del mismo.
Contradicción de tesis 61/99-PS. Entre las sustentadas por
el Primer y Cuarto Tribunales Colegiados del Décimo Sexto
Circuito. 7 de febrero de 2001. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juventino
V. Castro y Castro. Secretario: Teódulo Ángeles Espino.
Tesis de jurisprudencia 23/2001. Aprobada por la Primera
Sala de este Alto Tribunal, en sesión de diecisiete de abril de
dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo,
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios,
Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.

No. Registro: 205,631


Jurisprudencia
Materia(s): Administrativa, Constitucional
Octava Época
Instancia: Pleno
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
57, Septiembre de 1992
Tesis: P./J. 28/92
Página: 14
FRACCIONAMIENTOS. EL ARTICULO 77, FRACCION III, DE LA
LEY RELATIVA DEL ESTADO DE PUEBLA, NO VIOLA EL
ARTICULO 27 CONSTITUCIONAL.
El precepto legal mencionado no viola el artículo 27
constitucional al prescribir que los fraccionadores, en su
carácter de vendedores, no pueden exigir de los
compradores, en caso de falta de pago o de incumplimiento
de sus obligaciones, la rescisión de los contratos de
compraventa a plazos, pues ello no implica una modalidad a
la propiedad privada, toda vez que el quejoso no la tiene
respecto del bien objeto de la compraventa. En efecto, una
modalidad de la propiedad privada se traduce en la
extinción parcial de las facultades del propietario de usar,
disfrutar y disponer de la cosa, lo que no ocurre en la
hipótesis examinada puesto que para ello sería necesario
que el vendedor, con posterioridad a la celebración del
contrato fuera propietario del inmueble objeto del mismo.
Ahora bien, teniendo en cuenta que el vendedor, no
obstante que se trate de un contrato de compraventa a
plazos transfiere el dominio de la cosa desde el momento
en que las partes convienen en precio y cosa, resulta claro
que el precepto citado no puede implicar una modalidad a
la propiedad privada violatoria del precepto constitucional
citado, "sino, en todo caso, una modalidad a las
obligaciones derivadas del contrato de compraventa
consistente en no poder estipular el pacto comisorio en el
contrato, así como tampoco exigir la rescisión del mismo".
Recurso de revisión en el amparo directo 6751/85.
Sercomín, S.A. 18 de enero de 1990. Mayoría de dieciocho
votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Sergio
Novales Castro.
Recurso de revisión en el amparo directo 5415/85.
Sercomín, S.A. 11 de octubre de 1990. Mayoría de dieciséis
votos. Ponente: Ignacio Magaña Cárdenas. Secretario:
Mario Alberto Adame Nava.

Recurso de revisión en el amparo directo 5520/85.


Sercomín, S.A. 11 de octubre de 1990. Mayoría de dieciséis
votos. Ponente: Luis Fernández Doblado. Secretaria:
Antonia Herlinda Velasco Villavicencio.

Recurso de revisión en el amparo directo 1035/86.


Sercomín, S.A. 1o. de abril de 1992. Mayoría de dieciséis
votos. Ponente: Fausta Moreno Flores. Secretario: Víctor
Hugo Mendoza Sánchez.

Recurso de revisión en el amparo directo 1050/86.


Sercomín, S.A. 1o. de abril de 1992. Mayoría de quince
votos. Ponente: Ignacio Moisés Cal y Mayor Gutiérrez.
Secretario: David Olvera Díaz.
El Tribunal Pleno en su Sesión Privada celebrada el
miércoles nueve de septiembre en curso, por unanimidad
de diecisiete votos de los señores ministros Presidente
Ulises Schmill Ordóñez, Carlos de Silva Nava, Ignacio
Magaña Cárdenas, José Trinidad Lanz Cárdenas, Noé
Castañón León, Luis Fernández Doblado, José Antonio
Llanos Duarte, Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva,
Ignacio Moisés Cal y Mayor Gutiérrez, Clementina Gil de
Lester, Atanasio González Martínez, José Manuel
Villagordoa Lozano, Fausta Moreno Flores, Carlos García
Vázquez, Mariano Azuela Güitrón y Juan Díaz Romero:
aprobó, con el número 28/1992, la tesis de jurisprudencia
que antecede; y determinó que las votaciones de los
precedentes son idóneas para integrarla. Ausentes:
Santiago Rodríguez Roldán, Felipe López Contreras, Sergio
Hugo Chapital Gutiérrez y Miguel Montes García. México, D.
F., a 11 de septiembre de 1992.
No. Registro: 213,197
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
XIII, Marzo de 1994
Tesis: XXI.2o.34 C
Página: 413
PACTO COMISORIO EXPRESO. EFECTOS DEL, EN LOS
CONTRATOS CIVILES.
De conformidad a lo establecido en el artículo 1949, del
Código Civil del Estado de Guerrero, que estuvo en vigor
hasta el dos de marzo de mil novecientos noventa y tres, la
facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita
en las recíprocas, para el caso de que uno de los obligados
no cumpliere lo que le incumbe, por esta razón, a dicha
facultad resolutoria la doctrina le denomina pacto
comisorio tácito, en virtud de que va implícita y se
sobreentiende en los contratos bilaterales. Sin embargo,
también existe el pacto comisorio expreso, esto es, cuando
los contratantes establecen dicha facultad en alguna de las
cláusulas del acuerdo de voluntades, y el mismo es legítimo,
porque, en términos de los artículos 1832 y 1839 de la
mencionada ley civil, en materia de contratos la voluntad de
las partes es ley suprema, ya que éstas pueden incluir las
cláusulas que estimen convenientes, además que, en los
contratos civiles, cada uno se obliga en la forma y términos
que aparezcan que quiso obligarse. En ese orden de ideas,
contrario a lo que acontece con el pacto comisorio tácito, a
virtud de expresa cláusula resolutiva, el contrato se
resuelve, o se da por terminado, automáticamente, por el
sólo hecho del incumplimiento de una de las partes a lo que
se obligó; es decir, por el hecho de que en la realidad se
actualicen algunas de las causas convenidas como motivo
de rescisión, sin la intervención de los tribunales para ese
efecto; dicho de otra manera, por efecto del pacto
comisorio expreso, las partes contratantes adquieren la
facultad de rescindir por sí y ante sí el contrato, tan sólo por
el hecho de que su contratante haya dejado de cumplir con
las obligaciones que el propio contrato le impuso.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO PRIMER
CIRCUITO.
Amparo en revisión 324/93. Alfa Castillo Castañón, Rossana,
Alejandra y Alfa Lidia Guillén Castillo. 20 de enero de 1994.
Unanimidad de votos. Ponente: Martiniano Bautista
Espinoza. Secretario: Javier Cardoso Chávez.
No. Registro: 222,746
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
VII, Junio de 1991
Tesis: III.1o.C.272 C
Página: 457

VIA SUMARIA, RESTRICCION DE LA, RESPECTO DE LAS


ACCIONES RESCISORIAS DE ENAJENACIONES (LEGISLACION
DEL ESTADO DE JALISCO).
Es cierto que el artículo 1868 del Código Civil para el Estado
de Jalisco, dispone que la facultad de resolver las
obligaciones se entiende implícita en las recíprocas, para el
caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le
incumbe, por lo que establece para esas obligaciones la
cláusula resolutoria implícita o pacto comisorio tácito; pero
no es a tal cláusula resolutoria implícita a la que se refiere la
fracción XII del artículo 618 del Código de Procedimientos
Civiles para esta entidad federativa, sino a la cláusula
resolutoria que las partes expresamente estipulan en el
contrato, es decir, al pacto comisorio expreso. Si el
legislador hubiera querido referirse al pacto comisorio
tácito, es inconcuso que no habría hecho especificación
alguna, y simplemente habría establecido la procedencia de
la vía sumaria para el trámite de la acción rescisoria de las
enajenaciones en general.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
TERCER CIRCUITO.

Amparo directo 610/90. Eduardo Sotelo Ortiz y coags. 19 de


octubre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco
José Domínguez Ramírez. Secretario: Federico Rodríguez
Celis.
No. Registro: 225,858
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Octava Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
V, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1990
Tesis:
Página: 317
OBLIGACIONES RECIPROCAS. SUS CRITERIOS SON
APLICABLES TAMBIEN AL PACTO COMISORIO EXPRESO.
(LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO).
Al tenor del artículo 1868 del Código Civil del Estado de
Jalisco, la facultad que se entiende implícita en las
obligaciones recíprocas, de resolver éstas por el
incumplimiento de las correspondientes a una de las partes,
no compete a quien incurrió en incumplimiento, sino a
quien resultó perjudicado con el de su contraparte. Ahora
bien, aunque dicha norma se refiere sólo al pacto comisorio
tácito, el citado criterio debe también entenderse aplicable
al expreso, pues el concepto y efectos de uno y otro son los
mismos, con la salvedad de que, mientras el invocado
precepto legal, que habla por las partes, sobreentiende la
existencia del primero en los contratos sinalagmáticos, el
segundo está previsto y reglamentado expresamente en el
acuerdo de voluntades. Sostener el punto de vista contrario,
sería admitir que el cumplimiento de la obligación queda al
arbitrio de cada uno de los contratantes, con lo que en
realidad no están constreñidos a cumplirla.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
TERCER CIRCUITO.
Amparo directo 1127/89. Patricia Razón Hernández de
Casulleras y Octavio Mauricio Razón Hernández. 20 de abril
de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Arturo
González Zárate. Secretario: Juan Bonilla Pizano.
No. Registro: 273,118
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Sexta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Cuarta Parte, I
Tesis:
Página: 119
PACTO COMISORIO.
El pacto comisorio expreso es legítimo y en virtud de él y
diversamente a lo que acontece con el tácito en que en el
incumplimiento se requiere la declaración judicial para
lograr la rescisión, el contrato se resuelve automáticamente
por el solo efecto del incumplimiento y sin intervención de
los tribunales; por tanto, si el pacto comisorio no es expreso
sino tácito, es evidente que una de las partes no pudo
rescindir por sí y ante sí el contrato tan sólo porque la otra
haya dejado de cumplir con las obligaciones que el propio
contrato le impuso.

Amparo directo 6803/55. México Tractor and Machinery


Company, S. A. 15 de julio de 1957. Mayoría de cuatro
votos. Disidente: José Castro Estrada. Ponente: Gabriel
García Rojas.

Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación


1917-1985, Cuarta Parte, Tercera Sala, tesis relacionada con
la jurisprudencia 108, página 312, bajo el rubro "PACTO
COMISORIO.".

No. Registro: 813,993


Tesis aislada
Materia(s): Civil
Quinta Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Informes
Informe 1955
Tesis:
Página: 40

PACTO COMISORIO. RESCISION DE LOS CONTRATOS.


El pacto comisorio expreso es legítimo y en virtud de él el
contrato se resuelva automáticamente, por el solo efecto
del incumplimiento, y sin intervención de los tribuna les. El
artículo 1949 del Código Civil consagra el principio de que
los contratos sinalagmáticos son rescindibles si una de las
partes no cumple su obligación. Nada más justo que esta
regla; cuando dos personas se comprometen
recíprocamente, cada una de ellas en cierta forma sólo
consiente el acto de una manera condicional, se
compromete porque la otra a su vez también se obliga a
ello. La reciprocidad de las obligaciones, y en virtud de esta
idea se llega, por una parte, al sistema de la ejecución
simultánea o de la exceptio nom adimpleti contractus; y por
la otra, al derecho de demandar la resolución, cuando ya es
tarde para oponer dicha excepción. La resolución de los
contratos por incumplimiento de una de las partes no es un
hecho primitivo, en el desarrollo de las instituciones. El
antiguo derecho romano no la conocía. Apareció en el
contrato de venta, en el que fue objeto de un pacto especial
llamado lex comisoria. El vendedor y el comprador
convienen que la venta se tendrá por no celebrada, si el
precio no se paga en el plazo fijado: tu res inepta sit, si ad
diem pecunia soluta non sit (Digesto Lib. XVIII, tit. 3. Fr. 2).
El uso de este pacto, tan ventajoso para el vendedor, se
extendió de tal manera, que se terminó por
sobreentenderlo, y más tarde se generalizó la aplicación del
pacto comisorio, a todos los contratos sinalagmáticos. En el
caso del pacto comisorio sobreentendido o tácito, el
contrato no se resuelve de pleno derecho; la parte en cuyo
favor no se ha cumplido la obligación tiene que demandar
ante los tribunales la resolución del contrato. Pero si el
acreedor desea un procedimiento de resolución más
expedito, cuenta para ello con un medio: le basta hacer del
incumplimiento, en el plazo convenido, una condición
resolutoria ordinaria; escoge este hecho, como tomaría
cualquier acontecimiento, para hacer de él una condición.
De esta manera el contrato se resuelve automáticamente,
por el solo efecto del incumplimiento, sin que deban
intervenir los tribunales, y sin que haya medio de retardar o
impedir la resolución concediendo un nuevo plazo al
deudor. Si las partes declaran en un contrato sinalagmático
que la resolución se verificará de pleno derecho, en caso de
incumplimiento, el Juez únicamente intervendrá para
interpretar el contrato.

Amparo directo 5061/52. Banco Nacional de Crédito Ejidal.


27 de enero de 1955. Unanimidad de cuatro votos. La
publicación no menciona el nombre del ponente.
No. Registro: 191,511
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Julio de 2000
Tesis: I.3o.C.197 C
Página: 799
PAGO. VENCIMIENTO DE PLAZO FIJO. NO HAY NECESIDAD
DE INTERPELAR PARA QUE EL DEUDOR LO EFECTÚE O SE
CONSTITUYA EN MORA.
Las partes pueden convenir en establecer un plazo para el
cumplimiento de la obligación o pueden omitir establecerlo;
en caso de omitirlo, se aplican las reglas que contiene el
artículo 2080 del Código Civil. En cuanto al lugar del pago, la
regla general es que éste se haga en el lugar donde las
partes lo estipularon, y en caso de no haberse convenido
domicilio alguno, se hará en el del deudor. Pero esa regla
tiene excepciones, consistentes en que tratándose de la
tradición de un inmueble, el pago deberá hacerse en el
lugar en que éste se encuentre y, como lo establece al
artículo 2084 del Código Civil para el Distrito Federal,
cuando el pago consiste en una suma de dinero como
precio de alguna cosa enajenada por el acreedor, el pago
debe hacerse en el lugar en que se entregó la cosa
enajenada. Luego, conforme al artículo 2080 del Código Civil
para el Distrito Federal, se precisa que el deudor sea
interpelado cuando no se ha fijado plazo específico para el
cumplimiento de la obligación. De modo que en las
obligaciones de dar en las que se fija un plazo específico
para su cumplimiento, la fecha prefijada del vencimiento
del plazo, hace las veces de interpelación, porque a partir
de ese momento la deuda es exigible y el deudor incurre en
mora cuando no paga en la fecha señalada. De ahí que a
partir del día siguiente al del vencimiento, comienzan los
efectos de la mora en el cumplimiento de las obligaciones
mercantiles, como lo dispone el artículo 85, fracción I, del
Código de Comercio. Por lo que si en unas facturas no
consta el lugar que las partes pactaron para el
cumplimiento de la obligación consignada en las mismas,
como se fijó un plazo determinado para ello, la deudora
tenía la carga de pagar la deuda a la fecha de vencimiento
en el lugar en el que recibió la mercancía que motivó la
expedición de las referidas facturas, en términos de los
artículos 2079 y 2084 del Código Civil para el Distrito
Federal, de aplicación supletoria al Código de Comercio. Al
no hacerlo así, a partir del día siguiente al del vencimiento
del plazo fijado en la factura, incurrió en mora, lo que
además le generó la obligación de pagar réditos al tipo legal
sobre la cantidad adeudada, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 85 y 380 del Código de Comercio.
De modo que como en el caso la obligación contraída por la
empresa deudora lo fue a plazo fijo, tenía la carga de cubrir
la deuda a la fecha de vencimiento, en el domicilio en que
recibió la cosa enajenada, por lo que no había necesidad de
realizar interpelación para que el deudor efectuara el pago
o se constituyera en mora, ya que no existía impedimento
para que lo hiciera en la fecha pactada y en el lugar donde
recibió la mercancía; o en su consignación a efecto de
liberarse de la obligación de pago a su cargo, puesto que su
responsabilidad comenzó a partir de la fecha del
vencimiento del plazo citado.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 373/99. National Compressed Air Canada,


Ltd. 26 de mayo de 2000. Unanimidad de votos. Ponente:
Neófito López Ramos. Secretario: Rómulo Amadeo Figueroa
Salmorán.

Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,


Novena Época, Tomo III, junio de 1996, página 858, tesis
I.5o.C.42 C, de rubro: "INTERPELACIÓN. OBLIGACIONES DE
DAR. ES INNECESARIO PARA CONSTITUIR EN MORA AL
DEUDOR CUANDO SE SUJETAN A PLAZO FIJO Y SE CONOCE
EL DOMICILIO DEL ACREEDOR.".

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