AFÁN DE IMAGINACIÓN SENTIDO DE LA

VERDAD Y SENTIDO DE RESPONSABILIDAD

SON LAS TRES FUERZAS MEDULARES DE LA
PEDAGOGÍA
LO QUE IMPLICA QUE TODO AQUEL QUE
DESEE CONSAGRARSE A ELLA HA DE HACER
SUYO EL LEMA COMPENETRATE DE
CAPACIDAD IMAGINATIVA TEN VALENTÍA
PARA LA VERDAD A GUDIZA TU SENTIDO DE
A

RESPONSABILIDAD ANÍMICA.
-RUDOLF STEINER-
 EDUCAR EN EL PRIMER SEPTENIO
En el jardín de infancia waldorf, se trabaja respetando el sano desarrollo integral del niño,
ya que no solo tomamos en cuenta el área cognitiva, sino también tomamos en cuenta la
parte física, emocional y cognitiva. Acompañándolo con conciencia en las diferentes etapas
evolutivas de su desarrollo, esto parte de un profundo conocimiento del ser humano basado
en la Antroposofía, que es nuestra fuente en la Pedagogía Waldorf lo.
En la pedagogía waldorf trabajamos por septenios ( cada 7 años) , en este primer septenio
en el que se encuentra el niño, apelamos al desarrollo de la fantasía creadora y la
imaginación y todo lo que el niño aprende es a través del JUEGO, donde el protagonista
principal es el niño, también apelamos a la capacidad innata que tiene el niño que es la
IMITACION, cuando es pequeño absorbe de manera natural todo lo que el adulto hace. Es
por ello por lo que debemos de ser adultos dignos de ser imitados, actuando siempre con
coherencia en lo que pensamos, sentimos y hacemos. El niño adquiere todas sus
experiencias y aprendizajes haciendo e imitando. Es por eso que en el jardín de infancia los
niños juegan por un largo tiempo y todo lo que hay en el ambiente es natural, original y
verdadero, se le brinda la posibilidad de recibir estímulos lo sano y verdadero, los vasos son
de vidrio, las cortinas de son algodón, los juguetes están hechos de objetos naturales, como
son troncos de madera, animales de lana de oveja, piedras, semillas, telas, para que el niño
tenga contacto con lo natural.
El niño aprende a través de la repetición, es por eso por lo que creamos un ritmo sanador
que se repite todos los días durante el año. Este repetir le proporciona al niño seguridad,
confianza, en el mundo que lo rodea y también a ver con una mirada amorosa de que el
MUNDO ES BUENO ya que sabe lo que viene después, esta forma tiene un ritmo diario, un
ritmo mensual y un ritmo anual y esa manera el niño también tiene la oportunidad de
vivenciar las diferentes épocas del año, como son por ejemplo las estaciones del año, las
épocas cristianas que forman parte de nuestro ritmo anual: tales como la época de pascua ,
adviento , etc.
También se tiene en cuenta una estructura orientada a diversas actividades que tiene un
ritmo de concentración y de expansión, que da la posibilidad de vivenciar una respiración
adecuada de inhalar y exhalar como es la respiración de los ser humano y en la naturaleza.
Estas cualidades lo encontramos en el ritmo del día y la noche, en las estaciones del año,
etc.
En el jardín de infancia iniciamos con una actividad que tiene como cualidad la
concentración puede ser pintar con acuarelas, pintar con crayolas, amasamos el pan,
picamos las verduras o las frutas y todas estas actividades tienen un sentido ya nos ayudan a
desarrollar diversos capacidades en los niños de forma natural, estas actividades van
acompañadas del juego libre dentro del salón ( expansión ) tienen una serie de elementos y
juguetes que permitan desplegar la fantasía y la imaginación al entrar en un mundo mágico

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del juego, en donde el niño vuelca lo aprendido en su día a día y da vida a los juguetes y
elementos que lo rodean.
Estas actividades de juego están llenas de situaciones divertidas que tienen mucho
contenido de aprendizaje, creadas por ellos ya que al plasmar su juego concreto se hace
visible lo que la fantasía creadora esta trabajando progresivamente en los niños. Y lo
podemos ver en la forma como van construyendo su juego y aprendizaje de manera real
cuando hacen: ( sus casas con telas y ganchos, crean paisajes con diferentes tipos de
troncos y bloques de madera ) y van dando vida a todos los objetos que tienen a su
alrededor; luego ordenamos el salón, todos los juguetes regresan a su lugar y así le damos la
oportunidad de vivenciar el orden y se va formando buenos hábitos para la vida futura,
después de ordenar vamos al baño y continuación hacemos una ronda de la época, que es
un momento donde el niño puede imitar los movimientos y gestos que la maestra trae y
estas a su vez son acompañadas por canciones y versos. Luego nos vamos a la mesa donde
ya estas dispuesta para compartir una merienda que los mismos niños ayudaron a preparar
ya sea pelando, picando las frutas o las verduras terminando la merienda los niños van al
jardín y tiene un juego libre (expansión) y finalmente se culmina la mañana con un lindo
cuento narrado por la maestra.
Toda esta secuencia o ritmo diario se repite durante todo el año, cambiando solamente las
actividades propias de la época, los cuentos que por lo general duran 4 semanas.

EL RITMO Y SU IMPORTANCIA EN EL DESARROLLO

DEL NIÑO
El ser humano està rodeado de ritmo en la naturaleza: el alternar entre el dia y la noche, las
fases de la luna, el ciclo de las estaciones, el bajar y subir de la marea.
Nuestros cuerpos estàn impregnados de ritmo, en el latir de nuestros corazones, el respirar
de nuestros pulmones, los ciclos de fertilidad de la mujer, etc.
Pero como seres humanos modernos hemos establecido una vida separada de los ritmos de
la naturaleza.
Usando luz eléctrica, podemos trabajar muy bien durante la noche, podemos hacer compras
en supermercados que están abiertos las 24 horas del dia, etc.
A través de la tecnologia podemos vivir ajenos a la mayoria de los ritmos de la naturaleza,
como resultado de esto, a menudo no estamos conscientes y despiertos a los mensajes y
ritmos de nuestros cuerpos y hemos olvidado la importancia del ritmo en la vida diaria.
El bebe que ha estado rodeado por los latidos del corazón de la madre y balanceado
(arrullado) por la respiración en el vientre de esta, sale a la vida terrenal y necesita

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encontrar sus nuevos ritmos, adaptando gradualmente los rapidos e irregulares latidos de
su corazón y respiración a el ritmo de una respiración por cada cuatro latidos del adulto.
able durantancia.
Los mundo y Un estilo de vida regular, como el patrón de vida en el vientre materno, ofrece
un ambiente estable durante el rapido crecimiento y cambios en el ritmo del cuerpo que
ocurren durante la infancia.
Los niños a los que se les proporciona una vida regular, se sienten seguros acerca del mundo
y no estàn preocupados por la incertidumbre acerca de lo que traerà el futuro. El ritmo en la
vida en la casa, puede también ayudar a calmar un niño dificil y nervioso, transformando la
vida del niño en una serie de eventos en los cuales él participa, este gana un sentido de
seguridad. Horas regulares de comida, horas regulares de siesta y de ir a dormir, ayudan a
comenzar a orientar al niño a un sentir natural del transcurso del tiempo.
La existencia de este ritmo en casa ayuda a prevenir problemas de disciplina, porque por
ejemplo, la hora de dormir se convierte en un evento tan natural y regular como el que el
cielo se torna oscuro al finalizar el dia y no hay discusiones acerca de esto cada noche.
El ritmo se convierte en un hàbito, es aceptado como algo evidente y elimina muchas
dificultades, como problemas y discusiones relacionados con la hora de las comidas y las de
ir a la cama. La regularidad debe prevalecer en todas las actividades diarias del niño que sea
posible, esta es la llave para el establecimiento de buenos hábitos de por vida. lo deja
atrofiarse
Para el niño pequeño, este requerimiento por una estructura regular de vida proveniente de
los adultos que le rodean, tanto en casa como en el Kindergarten, es vital para un
crecimiento fisico y emocional saludable.
El ritmo es también una bendición para los padres, porque permite que las actividades de la
vida diaria fluyan con más armonia y requieran menos energia, entonces el ritmo se
convierte en una plataforma que apoya las actividades familiares y la interacción entre sus
miembros. Muchas madres no descubren los secretos del ritmo hasta que tienen dos o más
hijos y de repente descubren que no tienen tiempo para organizarse. Horas de comida
regulares evitan: el tener que dar de comer constantemente, el tener que limpiar
interminablemente y niños demasiado hambrientos y fastidiosos. Horas de dormir
regulares, proporcionan noches libres para el descanso y conversación entre adultos. Los
beneficios son muchos, sin embargo, algunas veces es dificil crear un ritmo en la vida
familiar, se requiere de una disciplina interior.
Crear ritmo en nuestras vidas no significa ser rígido y dogmatico, hay mucho espacio para
actividades especiales y sorpresas. La libertad no es posible sin formas, y el ser humano es
verdaderamente libre cuando no es estorbado por una vida desordenada. La estructura
rítmica impuesta en el niño pequeño y acompañada por el amor de la maestra y de sus
padres, es una disciplina en el mas positivo sentido de la palabra. Cuando los niños crecen,
ellos transformaràn esta estructura externa dada por sus padres y educadores en los

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primeros años de vida, en una auto-disciplina interior que serà de un incalculable valor para
la realización exitosa de sus tareas escolares y otras obligaciones futuras.

CRAYOLAS
La segunda actividad artística que vamos a implementar dentro del ritmo semanal con
nuestros niños es el dibujo con crayolas. Para ello es importante que acondicionemos
un espacio especial, donde el material esté dispuesto de manera ordenada.
Recordemos que el niño(a) aprende a través de la imitación por lo que necesita del
acompañamiento de un adulto, que esté presto para el trabajo y que realice la
actividad con seriedad y entrega.

Para esta actividad utilizamos bloques de cera de abejas de pigmentos naturales, ya

que así los niños tienen la posibilidad de relacionarse con el brillo y la verdadera
cualidad del color. En el Jardín de Infancia trabajamos sólo con los colores primarios,
dándole al niño la posibilidad de descubrir por sí mismo a través de la actividad, los
colores que surgen de la unión de los mismos.

Es importante recalcar, que el adulto que acompaña la actividad, empieza colocando

colores de manera tenue en la hoja, y desde esos colores poco a poco va surgiendo el
dibujo, cuidando de que solo aparezca la forma una vez que el niño haya terminado su
trabajo. De esta manera no se ejerce influencia alguna sobre el proceso de trabajo del
pequeño.

A través del dibujo el niño expresa en qué etapa evolutiva se encuentra, reflejando la
historia interior de su desarrollo físico, anímico y espiritual.

Los niños por lo general comienzan a dibujar antes de los dos años, de forma
entusiasta o indecisa agarran el lápiz o la crayola por primera vez. Pero una vez que
descubren el potencial envuelto en esta actividad, se muestran frecuentemente
encantados por el trazo y el color, y ensayan con este sobre cualquier superficie que se
les presente. Muchas veces consideramos estos primeros dibujos como garabatos, sin
embargo, estos “garabatos” son un reflejo de su vida prenatal, de los movimientos del
cosmos en el que se encontraban antes de emprender el camino a la tierra, también
pueden ser una manifestación de las fuerzas vitales que están trabajando
intensamente en sus procesos físico-orgánicos o de capacidades recién adquiridas.
Todos los niños de todas las culturas atraviesan por esta etapa, si un niño no ha tenido
la oportunidad de dibujar hasta los cinco años de edad, empieza entonces con el

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garabateo antes de trazar los primeros movimientos rítmicos y formas concretas, hasta
llegar a la etapa que le corresponde.

La relación del dibujo infantil con el desarrollo de la conciencia del niño, es comparable
con el desarrollo de la conciencia de la humanidad, expresada a través de las pinturas
rupestres y el arte primitivo y su evolución a lo largo de los siglos. Así como el balbuceo
de un bebe no está conectado con una condición racial particular o característica
regional, los primeros dibujos son también universales. Durante el primer septenio el
lenguaje simbólico representado en los dibujos de los niños es el mismo en todo el
mundo.
En los dibujos de los niños pueden distinguirse tres etapas:

En la primera etapa, antes de los tres años de edad, el niño crea puramente a
través del movimiento que vive en su interior. El proceso creativo se manifiesta
de una manera soñadora y distraída, y es impulsado por el ritmo y movimiento
que predomina dentro de su cuerpo. Si se le pregunta a un niño de esta edad
acerca de su dibujo, generalmente no será capaz de explicar su contenido.

En la segunda etapa entre los tres y los cinco años de edad, el niño deja que
las imágenes que surgen en su interior llenen su imaginación. Mientras
está dibujando puede hablar de la imagen representada en su

dibujo en la forma en que esta se presenta frente a él.

En la tercera etapa, después de los cinco años de edad, empieza a dibujar con
una idea o imagen definida en su mente, “yo voy a dibujar a mi perro
persiguiendo a un conejo”.

En cada etapa ciertos movimientos predominan y los nuevos motivos no aparecen

hasta que el niño alcanza la etapa siguiente de desarrollo. Por ejemplo, dos tipos
de movimientos caracterizan los dibujos de los niños menores de tres años, estos
son: un movimiento en espiral y un movimiento en vertical. En un inicio los
movimientos son muy amplios hasta más amplios que el papel, que muchas veces
no puede contenerlos. Hasta la edad de tres años, las espirales son dibujadas de
afuera hacia adentro y el centro de las mismas solo aparece en forma gradual,
como un reflejo de la creciente manifestación del “yo”. En el niño de tres años de
edad el destello de la conciencia de sí mismo, se evidencia en la habilidad para

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dibujar la forma del círculo, la cual, aunque el niño diga “yo”, raramente aparece
en los dibujos antes del tercer año.

Es interesante el observar que los monos son muy buenos dibujando, al igual que
los niños muy pequeños, (ciertamente sus saltos y balanceos, les dan una
propensión interna hacia el movimiento y tienen el interés y la destreza para usar
un creyón), sin embargo, no son capaces de cerrar el círculo, a pesar de los
movimientos en espiral que caracterizan sus dibujos y que tienen en común con los
dibujos de los niños menores de tres años.

Los movimientos en espiral que observamos en los garabatos de los niños, son un
eco de los movimientos del cosmos y del fluir rítmico de las sustancias dentro de su
cuerpo. Similarmente el movimiento vertical que aparece junto con la espiral en
sus garabatos, es una expresión del reciente logro del niño de poder erguirse.

Al mismo tiempo que el niño es capaz de formar un circulo, probablemente podrá

hacer una línea vertical y horizontal cruzada por primera vez. Pronto la cruz es
dibujada dentro del circulo y círculos con un punto en el centro aparecen también
en sus dibujos. Ambos casos reflejan las primeras experiencias de interior y
exterior que se manifiestan en el niño en su creciente consciencia durante el tercer
año de vida.
Después de los tres años, el circulo y las líneas cruzadas se convierten en una
unidad y aparecen en sus más diversas variaciones hasta los cinco años de edad.

A medida que el niño continúa desarrollándose, casas, árboles y personas aparecen

de manera frecuente en sus dibujos. Las formas del árbol y del ser humano
representan lo mismo para el niño pequeño y simbolizan su conciencia cambiante
con relación a su propio cuerpo. Primero el centro está en la cabeza (lugar donde
se concentran sus fuerzas vitales, trabajando en el sistema neuro-sensorio), con un
tronco que se extiende hacia abajo a partir de esta. No es sino hasta que el niño es
mayor, que las piernas son divididas y representadas en sus dibujos, apoyadas
firmemente en el suelo. Alrededor de los cuatro años, el punto de enfoque del niño
pasa de la cabeza al tronco, y el patrón de la escalera emerge en sus dibujos, como
las ramas de los árboles representando las ramificaciones de la columna vertebral y
las costillas. Los dibujos tienen por primera vez en esta etapa una orientación
derecha-izquierda, alrededor de un eje de simetría, como el cuerpo alrededor del
hueso central de la espalda.

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Los niños a esta edad también dibujan personas con los brazos saliendo de la
cabeza o dedos enormes, esto refleja su creciente conexión con el mundo, están
saliendo de sí mismos e involucrándose con todo lo que les rodea. Los pies tardan
mayor tiempo en ser representados en los dibujos y aparecen de una forma gruesa
y pesada, como enraizados al suelo. El niño en esta etapa dibuja al ser humano no
como nosotros lo vemos, sino como él lo percibe en su propio ser y en su cuerpo
físico. Los factores determinantes son los procesos vitales internos y no las formas
externas.

La casa es otro elemento a través del cual el niño representa la relación cambiante
entre su ser y el mundo. Los dibujos de un niño muy pequeño, generalmente,
muestran un circulo o “persona cabeza”, dentro de un circulo más grande, como el
niño en el cosmos o el bebe en el vientre materno. Cuando la unión cercana entre
su ser y el mundo, abre paso y va percibiéndose físicamente como una
individualidad separada, la esférica casa cósmica toma una forma más cuadrara y
es anclada cerca del borde inferior de la hoja. A los tres años la forma cuadrada o
caja, aparece por primera vez en sus dibujos rodeando a la persona. Un niño tal vez
dibuje a una persona mirando hacia afuera de la casa, y las conexiones entre el
mundo interno y externo se representan a través de las puertas, ventanas y
chimeneas que comienzan a aparecer en sus dibujos.

El color como un nuevo medio de expresión, es incorporado al dibujo de líneas, en

la segunda etapa entre los tres y los cinco años. Antes de los tres años, el niño
tiende a utilizar el color más que todo para enfatizar la línea. Hacia el cuarto año de
edad un nuevo elemento aparece: dibujar color solo por el color. El niño no usa el
color para dibujar objetos, sino para cubrir una superficie, explorando así las
cualidades anímicas del color, reflejo de lo que acontece en su interior. Conmovido
por la naturaleza del color, el alma del niño se vuelve creativa, la vida de los
sentimientos se manifiesta en el dibujo y descubre el mundo del color y sus
cualidades, al mismo tiempo que despierta en su interior la facultad anímica del
sentir.

Alrededor de la edad de cinco años, los niños empiezan a hacer dibujos ilustrativos
y quieren representar objetos y escenas de la vida diaria o de cuentos. En estos
dibujos ilustrativos-narrativos los niños comienzan a confrontarse con los
elementos del espacio, cambia la perspectiva, el perfil de la cara es representado
en sus creaciones. El triángulo aparece por primera vez y se convierte en el foco de
diseños geométricos multicolores que los niños preescolares disfrutan hacer.

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 Los niños de esta edad (mayores de cinco años), van representando en sus dibujos,
formas cada vez más definidas, reflejando así el despertar de la capacidad de
representación.

Es importante recalcar, que, en el kínder, la actividad de dibujo con bloques de

cera, está dirigida a que el niño pueda expresar y plasmar en el proceso todo
aquello que está sucediendo en su interior, física-anímica y espiritualmente. Es por
ello que la importancia de esta actividad no radica en el resultado sino en el
proceso, que es en sí, un medio terapéutico y sanador para el niño en esta etapa de
desarrollo. Para el educador y los padres, los dibujos de los niños, constituyen una
herramienta pedagógica muy valiosa que permite conocer y comprender con
mayor profundidad en qué etapa evolutiva se encuentran y que procesos internos
están viviendo, para poder establecer estrategias pedagógicas que acompañen y
ayuden al niño a superar dificultades y a completar procesos de desarrollo
inconclusos.

Fundamento
A través del dibujo el niño expresa en forma inconsciente en qué etapa de desarrollo físico,
emocional e intelectual se encuentra, de lo cual la maestra pude hacer una lectura de su
desarrollo y acompañar el proceso de forma más individual. Al darle al niño una hoja en
blanco, sin darle ninguna indicación de lo que debe dibujar, el niño puede desplegar su
imaginación y fantasía expresándose de manera espontánea. Al realizar diferentes trazos,
formas y figuras el niño representa sus vivencias. También se puede observar que al darle
solo tres colores: rojo, amarillo y azul le da la posibilidad de relacionarse con el color, crear y
descubrir otros colores. Además, se puede observar la predominancia de su lateralidad y su
concentración.
En esta actividad el niño, se relaciona con el lenguaje simbólico de formas, los trazos de sus
dibujos permiten apreciar impresionantemente, en qué forma el niño vive dentro del ritmo
y del movimiento, son corrientes dinámicas que emanan de un fluir primordial y que
finalmente se concretan en formas geométricas.

PINTURA CON ACUARELA

Es importante el poder comprender el por qué pintamos con los niños en el Jardín de
Infancia, y cómo el proceso por el que atraviesan los niños mediante esta actividad, se
verá reflejado en capacidades anímicas que más tarde florecerán en su vida futura, y
que contribuirán a su desarrollo humano y al de la humanidad en la que irán dejando
su huella a través de sus aportes en su caminar por el mundo.

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 LA NATURALEZA DEL COLOR Y SU RELACION CON EL NIÑO DEL PRIMER SEPTENIO
La naturaleza que nos rodea está sumergida en color, las estaciones del año tienen sus
colores característicos, cada día nos muestra sus colores y tonalidades, con el ir y venir
de la luz, el amanecer y el atardecer expresan sus propios estados de ánimo a través
de sus colores, el azul del mar con sus diferentes tonalidades expresa a su vez estados
anímicos.
El color está directamente relacionado con la vida del sentir. Los colores tienen un
efecto sobre nuestra actitud ante la vida y nuestros estados de ánimo se expresan a
través del color. Hasta nuestro hablar refleja esta relación “estoy verde de la envidia”,
“me siento azul”, “ella ve el mundo con ojos color rosa”. Podríamos decir que la
sustancia misma del alma es el color. El color es para la vida espiritual lo que el
alimento, el aire y el agua son para la vida física. Así como estos nutren nuestros
cuerpos, el color nutre el alma y el espíritu.
Los niños tienen una relación muy especial con el color y se unen con los colores que
fluyen hacia ellos desde el entorno. Su vida del sentir es altamente influenciada por los
colores, tanto que un color puede producirles bienestar mientras que otro puede que
les despierte una sensación de incomodidad, esto se debe a que los niños son más
receptivos que los adultos y experimentan el color de una manera mucho más intensa.

En los primeros siete años de vida, el niño pequeño absorbe las impresiones que le
llegan de su entorno con todo su ser; su cuerpo, su alma y su espíritu están aún unidos
con el mundo, por lo que se entrega por completo a las vivencias del color que el
medio ambiente le ofrece. Por esta razón es imperativo cuidar que a través de las
experiencias que le ofrecemos, el niño tenga una vivencia lo más próxima posible a la
verdadera esencia del color.

Los efectos psicológicos del color en las personas, son cada vez más reconocidos, tanto
que están siendo tomados en cuenta tanto en hospitales como en instituciones
dedicadas a la salud mental.

En 1919 Rudolf Steiner ya hablaba sobre esto en sus conferencias sobre la Educación
del Niño desde el punto de vista de la Antroposofía:

“Al niño excitable hemos de rodearle de colores rojos o rojo-amarillos, y vestirlo con
trajes de estos mismos colores, en tanto que hay que recurrir al color azul y azul verde
para el apático. Lo que interesa es, pues el color complementario, el que se genera en
el interior: en el caso del rojo el complemento es el verde; en el caso del azul es el
color naranja, como es fácil darse cuenta si se contempla por cierto tiempo una
superficie del color respectivo, y se dirige rápidamente la mirada sobre una superficie
blanca: surge el color complementario generado por los órganos físicos del niño, y así

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da origen a las correspondientes estructuras orgánicas que necesita. Si el niño
excitable tiene en derredor suyo el color rojo, producirá interiormente la contraparte
verde, y esta actividad actuará de sedante…”

Los niños no solo perciben el color, al mismo tiempo vivencian su cualidad, sienten
interiormente su naturaleza intrínseca y construyen una relación con el ser inmaterial
del color. Esta relación con la cualidad espiritual del color se va perdiendo a medida
que el niño crece y la conciencia del yo se va afianzando, y ya en la etapa escolar, el
niño pasa a experimentar el color como atributo y cualidad de las cosas que lo rodean
(el verde prado, el cielo azul, la pelota roja, etc.).

Es por esto que lo apropiado para los niños en los primeros siete años es ofrecerles la
experiencia del color como tal y no pretender “enseñarle” través de una clase a pintar,
pues lo importante para el niño es el proceso, no el producto terminado. La idea de
esta actividad no es que el niño imite al adulto y logre un “producto final”, sino que el
niño imite la disposición, la entrega, el orden y la veneración con los que el adulto se
relaciona con los colores. Estas primeras experiencias artísticas de la temprana infancia
se transformarán en futuras habilidades anímicas que irán floreciendo a lo largo de la
biografía del niño.

LA PINTURA CON ACUARELAS

Una de las mejores vivencias del color para el niño pequeño es el pintar con acuarelas
sobre papel mojado, porque el color se encuentra en su elemento verdadero: el agua.
Su naturaleza ondulante, brillante y fluida se manifiesta en el momento en el que
pierde su dureza y pesantez terrenal. El papel mojado presta un movimiento fluido al
color. El color en un delgado mar de agua, se mezcla, cambia, aclara y oscurece, así
como sucede con los sentimientos y las emociones. Fijar toda la riqueza de la vida
interior, toda la potencialidad, dentro de una forma rígida con limites duros (como lo
haríamos pintando en seco), evocaría imágenes rígidas de la vida. La técnica de mojado
sobre mojado verdaderamente corresponde a la naturaleza moldeable y no acabada
del niño en devenir.

La mejor manera en que un niño pequeño aprende a pintar con acuarelas, es la misma
a través de la cual aprende todas sus otras destrezas: la imitación. Si el niño observa

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pintar al adulto, muy pronto aprenderá la técnica sin necesidad de recibir instrucción
alguna. Es por ello, que el adulto debe estar muy consciente de la manera en que
realiza la actividad, siempre teniendo cuidado de limpiar el pincel en el agua, secarlo
en la esponja, antes de introducirlo a un nuevo color.

Las acuarelas que se utilizan están hechas con pigmentos naturales, tienen un brillo
muy especial y permiten que el niño obtenga una vivencia de la verdadera naturaleza
de cada color.

La técnica que utilizamos de mojado sobre mojado, dificulta pintar líneas y formas
determinadas, aspecto favorable para el sucesivo desarrollo de las fuerzas de
imaginación y fantasía del niño.

Los niños de tres años generalmente se satisfacen pintando con un solo color. En esta
edad recién están aprendiendo a manejar el pincel, moviéndolo de manera tímida o
entusiasta de atrás hacia adelante, siendo el movimiento y el color que este produce el
centro de la atención del niño en esta edad.

Si damos dos o tres colores a un niño de tres años desde un inicio, este probablemente
pintará un color sobre el otro, en vez de aproximarlos el uno al otro, obteniendo una
superficie lodosa como resultado. Pero si al inicio sólo le damos un solo color y
gradualmente se introduce un segundo, y luego un tercero, el niño aprenderá pronto a
aproximar un color al otro.

Los niños de cuatro años, pintan aproximando los colores sobre el papel, y
alegremente comparten sus descubrimientos de nuevos colores y formas a medida
que estos van apareciendo. Los niños mayores de cinco años en adelante, por lo
general se acercan a pintar con más de un plan, así como sucede con su juego libre al
que también van con una idea de lo que quieren hacer. Antes de sumergir el pincel en
el primer color, generalmente tienen ya una imagen del color particular que quieren
utilizar o de aquello que quieren representar, ya sea un árbol, un arco iris, un corazón,
etc.

Muchas veces cuando los niños adicionan un nuevo color a la forma que ya han
comenzado adquieren un nuevo sentido de asociación que interactúa con su fantasía.
Los niños de esta edad comparten alegremente con sus pares algún comentario acerca
de su pintura, como cuál color en especial les gusta o el contenido descubierto en la
imagen que han pintado.

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Es importante que cuando pintemos con los niños, estemos receptivos a cualquier
comentario que estos nos hagan en relación a su pintura, y evitar hacer preguntas
como: qué has pintado o qué significa. El niño al pintar ha tenido una experiencia muy
individual con el color que tal vez llegue o no a alguna forma acabada, según su
necesidad interior y la etapa anímica en la que se encuentra. Elogiemos la belleza de
los colores, en lugar de alabar al artista, así posponemos la autoconciencia y el
elemento del juicio, aspectos que el niño no ha desarrollado y que apelar a ellos antes
de tiempo lo desvitalizan, tal como lo hemos venido trabajando en nuestras reuniones
de los miércoles.

El pintar con acuarelas incluye procesos como: el ser cuidadosos, prestar atención,
esperar, seguir el curso del trabajo, experimentar las leyes de combinación de los
colores y la aplicación del color en varios tonos. Esta actividad brinda estímulos
renovadores al gradual despertar del alma del niño, acompañando la maduración de
su cuerpo físico, proporcionándole ritmo, serenidad, calma y seguridad, y al mismo
tiempo hace que la organización de sus sentidos y sus extremidades sea más receptiva,
afianzando sus habilidades motoras finas, su coordinación óculo manual,
estableciendo orden y secuencia en el quehacer, entre otras.

Cuando como adultos tenemos la capacidad de presentar nuestros argumentos en una

conversación, escuchando las opiniones y respuestas de los demás, con apertura y
flexibilidad, debemos en parte esta capacidad a las experiencias tenidas en nuestra
primera infancia con el color. Siendo el pincel y el color nuestros principales maestros.

Lo que como adultos conocemos como lógico, es el resultado interior de una secuencia
de pasos que como niños pequeños tuvimos la oportunidad de interiorizar a partir de
las actividades que

realizamos a través de la imitación y el ejemplo del adulto. El pintar con acuarelas

requiere de un orden interno que conlleva equilibrio y armonía interior. En el
pensamiento adulto, la cuidadosa conexión de pasos secuenciales, lleva a una
conclusión acertada.

Aquel que, en edad temprana, ha aprendido a prestar atención a la fuerza o delicadeza

del color, y a las gradaciones al aplicarlo, desarrollará las mismas capacidades en
situaciones sociales, como, por ejemplo: autoafirmación. Naturalmente el niño no es
consciente de lo que desarrolla interiormente con esta actividad, pero vive
intensamente en el proceso.

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Fundamentacion
Esta es una actividad artística que se suele desarrollar una vez por semana. Pintar con
acuarelas le brinda la posibilidad al niño de expresarse a través de los colores ya que
mediante ellos se transmiten emociones ( rojo – fuerza, azul-calma, amarillo- alegría) El niño
encuentra satisfacción e interés en esta actividad, ya que al usar y mezclar los tres colores
básicos descubre nuevos colores y matices; así mismo el
niño trabaja la motricidad fina y la coordinación óculo- manual tan importante para la
introducción a la lectoescritura. La experiencia de pintar no solo le trae calma, sino que
también lo relaja ya que influye de manera positiva en la respiración, ya que la regula.
Desarrolla a su vez la capacidad de concentración.

FUNDAMENTACIÓN DE ACTIVIDADES
FUNDAMENTACION DEL CUENTO
El cuento en los niños menores de 7 años les ayuda a entrar en el mundo de la fantasía y la
imaginación, donde tienen lugar las imágenes universales que guardan un profundo
conocimiento espiritual. Para los niños pequeños no es aconsejable narrar muchos cuentos
ya que cuanto mas pequeños es el niño con mayor profundidad vive en las imágenes del
cuento.
Para los niños entre los 4 y 7 años es importante que los cuentos tengan un desenlace feliz,
dada que tienen una gran identificación con el cuento. Para esas edades, las imágenes de los
cuentos deben ser grandes en su sencillez, tan verídicas en su mensaje, que sea un llamado
a las regiones profundas del alma, regiones en la que tiene su origen la voluntad.
OBJETIVOS
- Fortalecer su atención y concentración.
- A mejorar el lenguaje
- Tener una mejor dicción.
- A fortalecer el sentido del habla.
- A mantener una escucha atenta siguiendo las imágenes del cuento.
- A fortalecer su fantasía, creatividad e imaginación.

Fundamentación JUEGO LIBRE”

El juego libre es una de las principales actividades en el jardín de infancia ya que éste
permite el desarrollo y fortalecimiento de muchas facultades físicas, emocionales y

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cognitivas, todas ellas de vital importancia para el niño. En el juego libre, los niños
desarrollan principalmente su capacidad imaginativa y de fantasía creadora, así como la
capacidad de resolución de conflictos, la tolerancia, la capacidad de escucha y espera, la
capacidad de concordar o discrepar en cuanto a la dinámica del juego, así como aprender a
compartir los juguetes, también fortalece y desarrolla su autoestima, su autonomía, el
lenguaje, los modales, entre otras facultades y aprendizajes que se van dando en función a
la edad y ritmo de cada niño y niña.

Fundamentación: PREPARACIÓN DE PAN

Realizar el pan permite al niño adquirir hábitos alimenticios saludables, desde la utilización
de insumos naturales que ayudan en la sana diferenciación del sentido del gusto, olfato,
tacto y el reconocimiento de una sana alimentación. Así como también la limpieza del
entorno de principio a fin de la actividad. Se estimula también el lenguaje oral, a través de
canciones, rimas y ritmos que acompañan el proceso. Así mismo, mediante el hacer y
amasar despliegan su potencial creativo, trabajando intensamente la motricidad fina y
gruesa. Además de establecer buenos hábitos de espera, paciencia, orden y limpieza.

ACTIVIDAD DOMÉSTICA: LIMPIEZA Y ORDEN DE LA CASA

Fortalecer su voluntad a través del hacer, desarrollando la motricidad fina y gruesa;
colabora con el quehacer diario, el orden y la limpieza de su entorno como responsabilidad
de todos compartiendo y realizando las tareas con equidad; afianza la actividad a lo largo
del año, logrando realizarla cada vez mejor, a fin de desenvolverse en el futuro para una
buena lecto escritura.

ACTIVIDAD DOMÉSTICA: LAVADO DE ROPA

Se pretende que el niño pueda fortalecer sus destrezas motrices; al lavar el niño no solo
utiliza sus manos y brazos sino emplea todo su cuerpo. Además que al realizar estos
movimientos sus neuronas están haciendo sinapsis y, podemos ver que el niño se concentra
al realizar esta actividad, pues su foco de atención se dirige a lo que hace. Es una actividad
bastante rítmica que permite al niño que su respiración entre en armonía. Durante la
actividad se acompaña con rimas y cantos, que son acorde a lo que se hace, fortaleciendo su
pronunciación y léxico.
Se pretende también, que vivencie toda la secuencia que tiene esta actividad: remojo,
lavado, enjuague, exprimido, tendido secado, planchado y guardado de la ropa. Vivencie
también los elementos de la naturaleza, así como experimentar las medidas de pesos y
cantidades afianzando su pensar lógico. Al usar elementos como el agua y jabón, el niño
vivencia el efecto que tiene en la ropa dejándola limpia.
Participar de las actividades en el hogar, fortalece su voluntad a través del hacer. Colabora
con el quehacer diario, el orden y la limpieza de su entorno como responsabilidad de todos

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compartiendo y realizando las tareas con equidad. Repitiendo la actividad a lo largo del año,
logrará afianzar cada vez mejor las habilidades motoras, a fin de desarrollar en el futuro una
buena lecto escritura.

ACTIVIDAD DOMESTICA: LAVADO DE VAJILLA

Las actividades hogareñas son una de las fuentes de aprendizaje a través de la cual se
genera en el niño y la niña una alta autoestima al involucrarlos en el quehacer diario,
fomentando su participación y por ende sintiéndose útiles colaborando con el orden y la
limpieza de su entorno como responsabilidad de todos compartiendo y realizando las tareas
con equidad.
El lavado de vajilla es una excelente actividad, ya que al realizarla se desarrollan muchos
aprendizajes, el fortalecimiento de su motricidad, la tonicidad muscular y la importancia de
la secuencia lógica que tiene un inicio, desarrollo y fin.
A través de esta actividad, a lo largo del año, se fortalece su voluntad a través del hacer,
adquiriendo mayor destreza logrando realizarla cada vez mejor, y adquiriendo buenos
hábitos para su vida futura.

ACTIVIDAD DOMÉSTICA: PREPARACIÓN DE ALIMENTOS

El uso de instrumentos para pelar y picar frutas y verduras fortalece la destreza y la
habilidad motora fina de acuerdo a la edad. Permite discernir la amplia gama de texturas,
colores, olores y sabores. Ayuda a desarrollar su memoria gustativa y olfativa y diversificar
sus preferencias. Permite reconocer y ampliar las formas propias de las frutas y verduras
desarrollando también un lenguaje amplio a través de las canciones y las rimas que se usan
al realizar la actividad. Participar de todo el procedimiento permite al niño y a la niña valorar
los alimentos que llegan a la mesa. Aprende a tener paciencia pues las preparaciones
requieren de tiempo y proceso. El involucrar al niño en la elaboración del quehacer en el
hogar fortalece su autoestima ya que sienten que pueden aportar algo en el hogar.
El niño participa de la actividad de principio a fin, desarrollando un orden lógico,
vivenciando desde el lavado de los insumos hasta el guardar y lavar todo lo utilizado, hábito
importante que será de gran utilidad en su vida.

JUEGO DE MOVIMIENTO
El objetivo de esta actividad es afianzar la madurez corporal del niño. El niño va adquiriendo
habilidades motoras finas y gruesas, a través de juegos y dinámicas que le invitan a realizar
movimientos que fortalecen su coordinación motora, captando su atención y su interés a
través del juego, el niño va afianzando la coordinación ojo-mano, mano- pie, adquiriendo
poco a poco dominio y fuerza corporal, de la lateralidad, del equilibrio y la flexibilidad física.

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Llevándolo a lograr una madurez global que le permitirá afrontar la educación primaria de
forma adecuada.
Cada dinámica ofrece un mundo de imágenes, historias que, a través de gestos, versos,
canciones, permiten crecer favorablemente desarrollando en forma integral cuerpo, alma y
espíritu. Al vivenciar con alegría y bienestar cada momento vamos fortaleciendo su sistema
inmunológico, socio emocional e intelectual, que estimulan un buen desarrollo de sus
habilidades.

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