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TEMAS

ANTROPOSOFICOS
Rosacrucianismo y el Buda Maitreya - Parte I
Por Adriana Koulias

Preparando a la humanidad
para la futura comprensión de Cristo
Cuando se menciona en el mundo exterior cualquier asunto relativo a los
“Rosacruces” invariablemente uno se encuentra reacciones similares a aquellas
encontradas ante la mención de los “Templarios”. Desafortunadamente lo que se
conoce de ellos está manchado con la ignorancia y la sospecha debido al hecho de
que lo que la mayoría de la gente sabe de ellos, gracias a gente como Umberto Eco
y otros, es que, o bien eran Charlatanes o Magos que experimentaban con la
fabricación de oro, o Alquimistas empeñados en la búsqueda de la piedra filosofal,
mientras en su tiempo libre creaban seres vivos en las pipetas de sus laboratorios.
La verdad es que la sabiduría Rosacruz ha existido desde los tiempos Atlantes, pero
sólo llegó a ser conocida por este nombre en el siglo XV. La historia nos cuenta muy
poco sobre los verdaderos Rosacruces porque en el pasado era requerimiento de los
iniciados que trabajaran silenciosamente, mientras vivían vidas normales. Las
lecciones aprendidas de las quemas de los Cátaros y la destrucción de la Orden del
Temple había sido bien aprendida.

Al final de la edad del Kali-Yuga o de la Oscuridad cuando el Arcángel Miguel


ascendió a Archai y le fue transferida la regencia de nuestra quinta época cultural
entre 1879 y 2229 al acabar el período Arcangélico de Gabriel, fue posible por
primera vez que un iniciado arrojara luz sobre esta corriente de misterios y la
expusiera al mundo exterior. Este iniciado fue Rudolf Steiner.
¿Quiénes eran los Rosacruces?
El sendero Rosacruz es aquel sendero de entrenamiento espiritual que transcurre
entre el sendero del Yoga y el sendero Cristiano, y fue preparado antes del
Cristianismo. Adoptó una forma especial por medio del gran iniciado, Dionisio el
Aeropagita, quien en la escuela esotérica de Pablo de Atenas inauguró el
entrenamiento del que posteriormente toda sabiduría y enseñanza esotérica ha sido
derivada. Con el tiempo la orientación y el desarrollo de esta corriente fue
entregada a una individualidad muy elevada, cuyo nombre se convirtió en sinónimo
de la misma, Christian Rosenkreutz. Esta individualidad pertenece a la corriente
Cainita, hay quizás fundamento incluso para decir que era Caín mismo que se
encarna una vez más como Tubal Cain, posteriormente como Josué, quien dirigió al
pueblo Judío a través del Jordán y tomó Jericó, y fundamentalmente como Hiram
Abiff.
Rudolf Steiner nos dice en las conferencias encontradas en la Leyenda del Templo
que hay dos corrientes de humanidad: la
Cainitay la Abelita. La corriente Cainita está
relacionada con el fuego del entusiasmo, el
conocimiento práctico del mundo exterior que
actúa por medio de la elevación interna de la
voluntad. La corriente Abelita en cambio, está
relacionada con las tranquilas aguas de la
sabiduría, la sabiduría que se ocupa
particularmente con lo que actúa hacia abajo
desde lo alto en el pensamiento y se
convierte en conocimiento interior.
Corriente Cainita = Voluntad
Corriente Abelita = Pensamiento
Hiram Abiff es el hijo de la Viuda, una
encarnación temprana de Christian
Rosenkreutz, y como tal pertenecía a la
corriente Cainita, o la corriente de aquellos
que pueden “hacer”, de aquellos que trabajan
en el mundo, y así Hiram Abiff es el constructor del Templo de Salomón. La
designación “hijo de una Viuda” apunta a un proceso iniciático particular a través
del cual un acólito o estudiante de los misterios es conducido por un maestro o
hierofante a un estado de trance dentro del recinto de un Templo y experimenta
una especie de muerte durante tres días. Este era el proceso iniciático de los
Egipcios que lo llamaban el “Sueño del Templo”. El acólito que sufría tal prueba y
retornaba a su cuerpo era a partir de entonces llamado “El Amado”.
Podemos ver cómo Hiram es ya diferente de otros que han pasado por esta
iniciación, por el hecho mismo de que no es simplemente el acólito que es
conducido al Templo, él mismo es el constructor del Templo. Esto significa un
movimiento sin precedentes hacia la independencia por parte de esta individualidad
elevada en preparación para las importantísima encarnación como Lázaro.
Lázaro también pasa por un “Sueño del Templo”, muere y es resucitado de nuevo
por Cristo mismo, y así es llamado el “Amado”. Rudolf Steiner nos dice que como
resultado de esta iniciación Lázaro es capaz de asumir en su interior el Ego del
desencarnado Juan Bautista, que se fusiona completamente con él y le eclipsa de
tal forma que es conocido desde ese momento como “Juan el Amado”. Los
Templarios eran conocedores de este gran misterio y reverenciaban a los dos
Juanes, llamando a su iniciación Juanista. Hay un símbolo de este homenaje en el
Gran Sello que representa a dos Templarios sentados sobre un caballo.
La iniciación de Lázaro fue experimentada con completa independencia. Cristo en el
papel de hierofante no fue a él hasta que recibió el mensaje de que había muerto.
Además algo que había sido un secreto de los misterios (ver Nota 1) conocido sólo
por los sacerdotes y los estudiantes de misterios era llevado a cabo a la vista,
expuesto al mundo exterior. Una vez más se produce un cambio mediante el gran
sacrificio ofrecido por esta elevada individualidad.
Como consecuencia, Juan es el único discípulo de Cristo que es capaz de
permanecer al pie de la cruz, en la cual cuelga el Cristo Jesús, con completa
consciencia y se convierte en el hijo de la Sophia / María, cuya sabiduría fructificará
su conocimiento y le habilitará para escribir el Evangelio de San Juan y el
Apocalipsis. (ver Nota 2)
Con posterioridad a esta trascendental encarnación, esta individualidad pasa por
una serie de encarnaciones en los primeros siglos del Cristianismo en los que sufre
martirio como el Cristo. Se nos dice entonces que puede haber encarnado de nuevo
como Charibert von Laon, abuelo de Carlomagno y fundador de la Hermandad del
Santo Grial. En una encarnación posterior aparece como Prester John, que es
caracterizado por Wolfram von Eschenbach como el hijo de Feirefis el hermano
blanco y negro de Parsifal en el siglo IX.
Regresa de nuevo a la tierra en 1235 D.C. para cumplir una importante hazaña.
¿Cual es esta hazaña?
Hay una Ley Cósmica que dicta que lo que los
Dioses preparan para la humanidad sólo
puede ser traído a la humanidad por medio
de la hazaña de sacrificio de una única
individualidad humana. Cada nuevo elemento
que sirve al legítimo progreso de la
humanidad debe ser traído al mundo por
individuos y experimentada y llevada a cabo
completamente como una conquista potencial
para el posterior desarrollo de la
humanidad.
En el siglo IV hubo una gran reunión
presidida por Manes donde los más grandes
maestros terrestres de la humanidad, o
Bodhisattvas, se reunieron para decidir cómo
la sabiduría de los Bodhisattvas de la era
Post-Atlante podría fluir con más fuerza en el
futuro de la humanidad. Esto era una preparación para un momento en que el
hombre, debido a la necesidad evolutiva, se vería completamente aislado de los
mundos del espíritu. La visión humana de los mundos Espirituales a través de las
antiguas inspiraciones místicas que fueron adquiridas por los partidarios del camino
interno, el sacerdotal, o corriente de Abel se haría cada vez menos posible. Era
necesaria una nueva iniciación basada en el esfuerzo interno por medio de la
libertad personal de tal forma que en el futuro la humanidad pudiera aproximarse a
los misterios con consciencia clara y completa a costa del esfuerzo personal. La
sabiduría de los Bodhisattvas, es decir, la amalgama de todos los misterios de la
antigüedad y de la presciencia de tiempos futuros se hicieron conocidos desde
aquel momento en adelante como los Misterios de la Rosa Cruz. Aquellos presentes
en esta reunión encabezada por el gran Manes eran el reflejo humano de Buddha,
el Maestro Scythianos y el Maestro Jesús, o Zaratustra.
Se decidió en esta reunión que Manes mismo regresaría como Parsifal en el siglo IX
donde uniría los senderos internos y externos, las corrientes del Este y del Oeste en
una sola – la corriente del Grial. Esto significaría una formación posterior
de la Hermandad del Sagrado Grial que había sido inaugurada por Charibert von
Leon algunos siglos antes. Esta Hermandad, mediante un proceso que Rudolf
Steiner describe como economía espiritual, salvaguardó el profundo misterio de la
preservación de las copias del Yo o Ego de Cristo/Jesús hasta el momento adecuado
en la evolución de la tierra y la humanidad. Ellos eran los guardianes de este
secreto. El cáliz utilizado por Cristo Jesús en la Última Cena, que recogió la sangre
que manaba de las heridas del Redentor – esa es la expresión del Yo o Ego, y el
cáliz (el ideal del cuerpo Astral perfecto) fue preservado por esta Hermandad (Los
Templarios formaron el aspecto exotérico de esta hermandad) que por medio de
sus logros e iniciaciones se convirtieron en los Hermanos del Sagrado Grial.
Se decidió que Christian Rosenkreutz se debería someter a esta iniciación, ya que
se había estado preparando para ello desde el Misterio del Gólgota y su vida como
Lázaro / Juan.
Es lógico que la individualidad que se convertiría en Christian Rosenkreutz en una
vida futura, no podía haber nacido en la corriente de sacerdotes, es decir, aquellos
que pertenecen al antiguo camino, o la iglesia Católica Romana sino en aquellos
que miraban hacia un nuevo camino – los Cátaros.
La investigación espiritual ha mostrado que nació en una familia Cátara en
Alemania alrededor del año 1235 y fue llevado a Francia cuando sólo era un bebé.
Siendo un niño pequeño habría sido llevado por sus padres a Montsegur ante los
sacerdotes Cátaros que habían estado esperándole como un líder de la humanidad.
Allí fue protegido y mantenido a salvo, en anticipación de su marcha a un
monasterio preparado para él por los Templarios con la ayuda de San Bernardo,
situado en los Pirineos, en la
frontera de Languedoc con Aragón.
Eran tiempos terribles, la
Cruzada contra los Cátaros estaba
en curso, aunque crecía y
menguaba. Sin embargo, alrededor
del tiempo en que el jovencito
mudaba los dientes en 1243, el Papa
Inocencio instigó una nueva cruzada
provocada por las Masacres de
Avignonette, donde varios
Inquisidores y Dominicos fueron
pasados por la espada por
partidarios de los Cátaros. Un joven
rey Luis dirigió esta Cruzada cuyo
clímax fue el asedio de la fortaleza
de Montsegur.
Los Cátaros aguantaron once meses
antes de rendirse a las fuerzas del
rey. Antes del final el niño de Montsegur, el Tesoro, fue sacado en secreto por
cuatro Cátaros perfectos, Amiel, Hugo, Poitevin y otro no registrado por la historia,
tomando uno de los muchos túneles que conducían fuera de la fortaleza. Aquellos
que se rindieron, se cogieron de las manos y cantaron canciones mientras se
encaminaban llenos de coraje hacia la gigantesca hoguera alimentada por la carne
humana, pues podían ver el pequeño fuego en la colina opuesta que señalaba que
el niño había escapado ileso.
El niño especial fue entonces llevado al monasterio Cisterciense donde fue
protegido e instruido por doce individualidades.
Siete de ellos, poseían todo el conocimiento de la Atlántida y eran los siete Rishis
sagrados de la India, que Steiner nos cuenta que fueron dirigidos por el divino
Manú, el bíblico Noé, al Tarim Basin o Desierto del Gobi después de que la
Gran Inundaciónhubo sumergido la Atlántida. Estos hombres llevaron a nuestro
tiempo una condición de consciencia que había renunciado a la antigua clarividencia
y era capaz de una forma rudimentaria de lo que ahora llamamos pensamiento
claro. Llevaron con ellos ala Primera Época Postatlante el conocimiento de los Siete
Oráculos Planetarios (ver Nota 3). Este conocimiento fue impartido por siete de los
doce que se reunieron alrededor de Christian Rosenkreutz.
El octavo impartió a la individualidad de Christian Rosenkreutz todo el conocimiento
reunido por los antiguos Indios durante el curso del tiempo. Para comprender lo
que este conocimiento suponía hemos de recordar que el antiguo Ego Indio adquirió
el conocimiento de manera diferente – por medio de su Cuerpo Etérico. Esto es así
porque el cuerpo Etérico del antiguo Indio ocupaba un espacio más allá del cuerpo
físico y esto hizo posible al Ego del antiguo Indio que adquiriera conocimiento por
medio de los órganos del cuerpo Etérico. Este era un cuerpo Etérico que había sido
preservado de las fuerzas de Lucifer (ver Nota 4). En la primera Época Post Atlante
un hombre que trabajaba en el mundo cotidiano utilizaba sus sentidos físicos, pero
cuando quería adquirir conocimientos tenía que utilizar un estado diferente de
consciencia – una consciencia adquirida por medio de sus órganos Etéricos. Esto le
hacía posible distinguir dos tipos de conocimiento, esto es, el conocimiento del
mundo exterior de Maya y el conocimiento de los mundos superiores del espíritu. El
mundo Exterior de Maya o ilusión era considerado inferior y rechazable por el
antiguo Indio – una Tentación Luciférica – el misterio del Árbol del conocimiento
conducía a una comprensión de cómo superar a Lucifer. Los Vedas, la práctica del
Yoga, el profundo poema del Bagavad Gita vinieron todos de esta fuente, plantando
una semilla para un conocimiento futuro concerniendo a la Catarsis del Cuerpo
Astral que fue dado en el sendero óctuple del Buda. (Ver Nota 5)
En los tiempos de los antiguos Persas el
cuerpo Etérico comenzó a descender dentro
del cuerpo físico y el Ego era cada vez más
capaz de adquirir sabiduría a través del
cuerpo Astral cuando era dirigido al mundo
exterior por medio de las facultades de los
sentidos y cada vez menos por los órganos
Etéricos.
Zaratustra, la individualidad elevada que una
vez había sido discípulo del gran Manú en la
primera Época Post Atlante regresa en este
momento y es capaz de ver a Cristo en el
aura del Sol. Un sentimiento de dualidad
surgió porque el mundo físico era ahora visto
con tanta importancia como el mundo
Espiritual. Zaratustra era capaz de ver la
oscuridad de Ahriman y del águila Marduk
como el emisario de la gran luz del Universo el gran ser Sol Ahura Mazdao. Los
antiguos misterios del Sol, los misterios del pan de la vida, las fuerzas del sol que
entran en la tierra y la fertilizan. Los misterios del Árbol de Vida o cuerpo Etérico –
esto se lo otorgó el noveno al niño.
El décimo Iniciado poseía el conocimiento de los tiempos de Egipto y Caldea, un
tiempo en que el cuerpo Etérico se había imbuido más en el ser físico del hombre y
el cuerpo Astral comenzó a experimentar sensaciones internamente. El Ego en esta
época era capaz de adquirir sabiduría por medio del alma Sensible. Dos grandes
individualidades se elevan en la historia, Hermes y Moisés. El conocimiento de este
tiempo era entonces todo lo que podía ser absorbido respecto al mundo e
internamente sentido; el conocimiento de las estrellas, los calendarios por ejemplo
y el conocimiento que concierne a la naturaleza espiritual del Macrocosmos dentro
del Microcosmos – el hombre experimenta el mundo Espiritual dentro de sí mismo,
dentro del cuerpo físico que es resucitado en lo espiritual – el sueño del Templo.
Este era por tanto el misterio conferido por el décimo e impartido al joven.
El undécimo poseía todos los tesoros del período Greco Romano en que el Ego del
hombre era capaz de comprender el mundo por medio del intelecto. Este era un
matrimonio del espíritu y de la materia, cuando el cuerpo Etérico del hombre se
había sumergido tanto como podía dentro del cuerpo físico y coincidía casi
exactamente con este. Este era el más bajo nivel de la consciencia espiritual del
hombre. El Ego recibía su conocimiento directamente desde el mundo exterior y
creaba pensamientos, a partir de este conocimiento, que se convertieron en
filosofía – Platón. Sin embargo esta era también la época en que el impulso del
Cristo descendió en el mundo para
salvar a la humanidad de caer cada
vez más en la materia. Tras el
misterio del Gólgota cuando el
impulso del Cristo había descendido
a la tierra y dentro del Hombre
mismo, el conocimiento que había
sido adquirido externamente iba a
ser ahora conocido internamente.
Desde este punto en adelante el sol
comenzó su descenso sobre la era
de los místicos y gnósticos. Esto fue
impartido al hombre joven por el
undécimo.
Los precedentes once sólo podían
impartir lo que era una memoria de
lo que habían estado
experimentando en encarnaciones previas, el duodécimo por otro lado era
responsable de impartir al joven todo lo que era concedido del conocimiento de la
ciencia natural y del tiempo por venir – la QuintaÉpoca Post Atlante, es decir la
Anglo-Germana – nuestros tiempos cuando el Ego recibirá conocimientos por medio
de los trabajos del alma consciente según nuestro cuerpo Etérico se eleva cada vez
más fuera de los confines de la cabeza.
La edad del alma consciente comenzó en 1413 – de modo interesante los
Templarios que eran los guardianes de la era del alma consciente fueron
exterminados en 1314 – y desde ese momento, los pensamientos y sentimientos
han comenzado a estimular la voluntad y, eventualmente conducirán al alma a
adquirir cualidades imaginativas – el alma Imaginativa – con la que el hombre
percibirá de nuevo el mundo astral.
Este era el conocimiento de todo lo que era adquirido por medio del alma
consciente, que fue impartido por el duodécimo.

Rudolf Steiner nos dice que esta Iniciación de Christian Rosenkreutz por los 12 fue
posible sólo debido a una dispensa especial. Una individualidad tenía que ganar,
para toda la humanidad, el potencial para un posterior desarrollo. En tiempos
previos aquellos que iban a ser iniciados eran guiados por un hierofante a un
mundo en el que descendían aquellos seres superiores desde sus sublimes alturas.
Estos seres impartirían entonces sus enseñanzas a este ser humano. Ahora un
individuo tenía que elevarse por medio de su propio esfuerzo y ascender solo a la
esfera donde residen estos seres sublimes. Esta esfera es la esfera de los
Bodhisattvas o el Plano Búdico. La esfera de providencia o presciencia.
Como resultado de la iniciación adquirida en su vida previa como Juan, esta
individualidad que yace en medio de los doce como si estuviera muerta durante
tres días, fue capaz de experimentar el ser del Cristo de la misma manera que
Pablo lo experimentó en Damasco. Sin embargo esta individualidad fue el primer
ser humano que introdujo en la substancia Sofítica de su alma lo que había sido
salvaguardado por la Hermandad del Santo Grial, una impronta del Yo o Ego o
Cristo / Jesús. Un suceso momentáneo preparado mucho tiempo antes a los pies de
la cruz cuando Cristo le dijo que María sería ahora su madre y que debería
llevársela a su casa, esto es, a su alma. Esto significó que la individualidad que
sería en una futura encarnación Christian Rosenkreutz era capaz de elevarse a las
más altas cotas de la esfera de la Sophia Cósmica a la región del Águila / Escorpión
donde por medio de la influencia de los Espíritus de la Forma (ver Nota 6) sobre su
cuerpo físico, recibió las enseñanzas de los doce, irradiados por la luz del ser del
Cristo, a partir de la contemplación del Sol
espiritual central de Cristo (ver Nota 7)
Cuando regresó fue capaz de crear una
síntesis de todo lo que había aprendido, pudo
unir los doce rayos de los conceptos
mundiales humanos en su alma en una sola
radiación hacia la meta futura de unificar más
las dos corrientes – Caín y Abel – filosofía y
religión y ciencia y arte. Esto se conoció como
Cristianismo Rosacruz.
Como resultado de la influencia de los
espíritus de la forma actuando en el cuerpo
físico de su individualidad fue impregnado por
el impulso del Águila – o el impulso del Ego.
Esto significa que en el futuro asumirá una
nueva misión de transformación del Ego
inferior (escorpión) en el Ego superior (el
águila), una tarea que le producirá el mayor
sufrimiento que un hombre pueda soportar. (Ver Nota 8).
Poco tiempo después de su iniciación el joven niño abandonó el plano físico y nació
de nuevo en 1378. Una vez más se nos dice que nace de padres herejes en
Alemania (ver Nota 9) y que cuando tenía 28 años de edad comenzó un viaje de
siete años a centros ocultistas en particular en Oriente Medio, donde experimentó el
suceso de Damasco en el mismo Damasco. Regresó cuando tenía 35 años, ahora
capaz de entender con el intelecto lo que había entendido con la vida sensible en su
vida anterior como el joven rodeado por los doce. A su regreso, encontró que
Europa era insensible al conocimiento que deseaba impartir y así fundó una escuela
en la que reunió a su alrededor a los doce que habían sido sus maestros
previamente y eran ahora sus discípulos. Finalmente con ochenta y un años
sabemos que estaba de nuevo unido con Zaratustra, Buda y Scythianos cuando se
sometió a una iniciación más, esta vez con el gran Manes como hierofante. Esto es
relatado de manera simbólica en la Boda Química de Christian Rosenkreutz.
Sergei Prokofief nos cuenta que la región cósmica de Libra es donde el matrimonio
entre la novia y el novio es consumado. Christian Rosenkreutz durante su Boda
Química debe por tanto haber alcanzado el nivel de Libra donde el Ser del Cristo
encuentra a Buda, y así podemos ver cómo puede ser descrito como el amigo y
maestro de Buda. Como Buda, no necesita
reencarnar nunca más, sin embargo, como su
tarea es mantener el contacto con la tierra
física, reencarna cada cien años, e incluso
cuando está desencarnado actúa desde los
mundos espirituales. Puede hacer esto
porque tiene tan purificado su cuerpo Etérico
que no se dispersa en el Eter del mundo
cuando deja el mundo físico, sino que
permanece intacto para aquellos que pueden
hacer uso de él.
Tras su paso a una condición desencarnada,
en la tierra los Rosacruces continuaron
trabajando en silenciosos círculos. La vida
externa iba a permanecer impasible a lo que
les vino como revelaciones de los mundos
espirituales. Todo era conducido con gran
secreto debido a las terribles persecuciones
que serían efectuadas sobre aquellos discípulos de Christian Rosenkreutz por la
Iglesia Católica. Había normalmente sólo siete iniciados encarnados en cada
momento que podían desempeñar este trabajo. Tres traían los símbolos del mundo
espiritual y cuatro los descifraban, así es
como hemos adquirido los símbolos secretos
de los Rosacruces. (Ver Nota 10).
A pesar de los mejores esfuerzos de aquellos
seres humanos encarnados en los años
siguientes, la humanidad descendía
gradualmente en el materialismo, de tal
modo que en el siglo XVI, Christian
Rosenkreutz llegó a la conclusión de que las
dos corrientes de la humanidad en vez de
unirse se estaban separando rígidamente
cada vez más. Las dos clases de hombres
estaban haciéndose cada vez más diferentes,
aquellos que,
1.- Querían vivir para la vida interna, o para
el espíritu solo – retirarse del todo de los
asuntos prácticos – Corriente Abelita –
religión y filosofía.
2.- Aquellos que se vinculaban cada vez más
con el mundo enredado en los asuntos de la
vida práctica – Corriente Cainita – arte y
ciencia.
Christian Rosenkreutz por tanto convocó una asamblea de iniciados algunos años
antes del final del siglo XVI. En esta reunión estuvieron presentes sus antiguos
profesores, los doce, aquellos que eran sus discípulos más cercanos, también
estuvieron el Buda, Scythianos, Zaratustra y Manes (ver Nota 11). La única manera
de ayudar a la humanidad en la época de Maya o creciente materialismo era influir
a los seres humanos en la vida entre la muerte y el renacimiento. Aquí investigaron
específicamente los misterios de Júpiter sobre el pensamiento o vida intelectual por
los que Christian Rosenkreutz sentía una afinidad especial.
En la vida entre la muerte y el renacimiento el hombre debe convertirse en
habitante de todos los planetas cuyos seres le otorgan sabiduría. Steiner nos dice
que los siglos XV y XVI fueron un tiempo catastrófico sobre Marte, el equivalente
del tiempo anterior al Misterio del Gólgota sobre la tierra. Y así en este tiempo la
humanidad cuando pasaba a través de la esfera de Marte entre la muerte y el
renacimiento experimentaba un impulso hacia el punto de vista materialista. Y así,
la decadente cultura de Marte necesitaba la salvación no simplemente por su propio
bien sino por el bien del mundo. La cultura de Marte necesitaba un impulso
elevador. La tarea de resolver este problema recayó por tanto sobre los
Rosacruces. En esta reunión Christian Rosenkreutz decidió transferir las actividades
del Gautama Buda a Marte. En 1604 el Gautama Buda, el Príncipe de Paz, llevó a
cabo para Marte, el planeta de la guerra y el conflicto, una hazaña similar a lo que
el Misterio del Gólgota consiguió para la Tierra. Las enseñanzas del Nirvana de paz,
experimentado por medio de la esfera de Marte, eran ahora convenientes
directamente para la vida práctica. A la inversa diferentes fuerzas de aquella época
en adelante podrían fluir hacia abajo desde Marte a los hombres que meditan de
una manera Rosacruz, actuando de ese modo sobre aquellos que buscan la vida
interna. Por tanto cada ser humano es en cierto sentido un Budista cuando
atraviesa la esfera de Marte en la vida entre la muerte y el renacimiento. El
resultado es una saludable vida práctica y una saludable vida esotérica.
Es interesante notar que Valentin Andreae completó la Boda Química de Christian
Rosenkreutz el año antes del sacrificio del Buda en Marte. Poco tiempo después de
que la Guerra de los Treinta Años comenzase, quizás como un eco de los grandes
sucesos tumultuosos sobre Marte. Una nota interesante es que Marte está
conectado también a la laringe ya que el ser humano elabora este órgano cuando
pasa a través de esta esfera entre la muerte y el renacimiento. Esto ganará
importancia cuando prosigamos en nuestra discusión respecto a la venida del Buda
Maitreya y el nuevo oído/habla que debe ser
desarrollado.
En su siguiente vida como el Conde de Saint
Germain, Christian Rosenkreutz trajo de
vuelta el conocimiento concerniente al futuro
social, el ideal de la Hermandad del Grial que
fue tan desastrosamente incomprendido. La
Hermandad en el cuerpo físico o mundo,
Libertad en el alma, e Igualdad en el
espíritu.
En torno al comienzo del siglo pasado, hay
insinuaciones por parte de Rudolf Steiner de
que Christian Rosenkreutz entró en la
encarnación de nuevo y se convirtió en su
maestro espiritual impartiéndole
conocimientos relativos al macrocosmos, esto
es, el conocimiento del cosmos, y el
conocimiento del microcosmos del hombre, es
decir, el entrenamiento del alma, de una
manera moderna para toda la humanidad.
Los Rosacruces añadieron las rosas a la cruz
negra – el símbolo de la muerte que resucita en las rosas rojas – un símbolo para el
principio del Yo o Sangre purificada de todo su egoísmo. Este es el desarrollo moral
práctico que purifica la cruz negra, o la naturaleza inferior del hombre, y que debe
acompañar a la meditación interna. La RosaCruz era también un símbolo para el
chakra de doce pétalos del corazón, que pertenece al Cuerpo Astral situado en la
región del pecho y destinado a ser un órgano futuro de sabiduría. 12 virtudes
deben ser desarrolladas completamente, seis pétalos fueron adquiridos a través de
iniciaciones inconscientes. La adquisición consciente de seis virtudes, en los
tiempos futuros, desarrollarán los otros seis pétalos. Estas seis virtudes son: el
control del pensamiento, el poder de la iniciativa, el equilibrio de las facultades, el
optimismo que permite al hombre ver siempre el lado positivo de las cosas, estar
libre de prejuicios, y finalmente, la armonía en la vida del alma. Cuando estas
virtudes hayan sido adquiridas, los doce pétalos empezarán a moverse. Ellos
expresan la cualidad sagrada del número doce – los doce Apóstoles, los doce
caballeros del Rey Arturo, etc. en toda creación, en toda acción.
A partir del Misterio del Gólgota, lo que una vez fue conocimiento externo se
convierte en conocimiento interno y así es ahora posible que el conocimiento
externo del Macrocosmos sea utilizado para la meditación interna y que el
conocimiento del Microcosmos que explora la educación interna del alma sea
adquirido de una manera práctica, externa.
Rudolf Steiner recibió una iniciación Rosacruz directamente de Christian
Rosenkreutz, y consistió en sabiduría de ambas corrientes de misterio para lograr
esto.
La iniciación Rosacruz consiste en siete pasos, que corresponden a los Siete
Chakras que existen en el Cuerpo Astral del hombre.
1 preparación, 2 imaginación, 3 inspiración, 4 preparación de la piedra filosofal que
es la purificación total del cuerpo físico y por tanto la obtención de 5 la Intuiciónque
comprende la, 6 correspondencia entre el Macrocosmos y el Microcosmos, y
permite a uno, 7 vivir en el Macrocosmos y encontrar en él la Felicidad Divina.
Estos siete pasos se corresponden con siete chakras que existen en el Cuerpo Astral
del hombre.
¿Cómo enseñó Rudolf Steiner los misterios del Micro y del Macrocosmos?
El Conocimiento de los Mundos Superiores es
la sabiduría Microcósmica del camino práctico
externo que explora el ser interior del
hombre.
La Ciencia Oculta es para la mayoría la
sabiduría Macrocósmica que explora el
conocimiento experimentado internamente de
la ciencia espiritual del mundo exterior.
Estas dos corrientes deben unirse si
queremos crear las condiciones correctas
para la venida de la Sexta Época Cultural
porque todo lo que los seres humanos
ennoblecen sobre la tierra en el presente,
todo lo que toman de la naturaleza y lo
incorporan a la cultura formará el germen de
la próxima época. Todo lo que hemos
ennoblecido en las pasadas épocas culturales
de la tierra fructificará de nuevo y por eso
debemos trabajar ahora para el futuro.
Rudolf Steiner realizó su propio sacrificio
en la Tierra para poder plantar estas tiernas
semillas, y fue crucificado en la cruz del cuerpo anímico de la sociedad
Antroposófica. Rudolf Steiner, un iniciado Rosacruz cuya mirada espiritual era capaz
de alcanzar la esfera Búdica y por encima hasta el plano Nirvánico, pavimentó el
camino para la futura encarnación del Buda Maitreya.
7 en 12 12 en 7
Tiempo en Espacio Espacio en Tiempo
Macrocosmos Microcosmos

Nuevos Misterios Desarrollo Espiritual


Conocimiento Iniciático Equilibrio de las fuerzas del
Desarrollo Saturno-Vulcano alma
Ciencia Oculta Desarrollo Físico – Atma
Conocimiento de los Mundos
Superiores
Así vemos que al lado de la Meditación, tenemos un sendero práctico de desarrollo
interno.
¿Cuál es este sendero?
Los ejercicios Rosacruces nos permiten perfeccionar las facultades de nuestra alma
al lado de las enseñanzas relativas a la maravillosa sinfonía de los misterios
cósmicos, se tal modo que podemos llegar a un conocimiento Suprasensible. Esto
sólo puede ocurrir su el hombre está preparado en cada etapa para realizar un acto
de auto-sacrificio.
¿Cuál es este acto de auto-sacrificio?
Los ejercicios Rosacruces causan un cambio en el Pensamiento, el Sentimiento y la
Voluntad.
Rudolf Steiner nos dice que en el pasado durante la época Atlante el hombre había
estado enfrentando un peligro. El pensamiento, el sentimiento y la voluntad
estaban amenazados por el desorden – se habrían hecho independientes a través
de la entrada del egoísmo debido a la cooperación combinada de Lucifer y Ahriman.
Cristo realizó un sacrificio antes de su sacrificio en el mundo físico (ver Nota 12), al
dotar de alma a un ser arcangélico – el alma angélica Natán por medio de la cual
actuaba el arcángel Miguel – para traer armonización de pensamiento, sentimiento
y voluntad. Podemos ver esto como la imaginación de Miguel venciendo al dragón.
Ahora la humanidad debe efectuar su propio sacrificio, debe hacer el pensamiento,
el sentimiento y la voluntad independientes y libres y al mismo tiempo, fortalecer el
Ego para que pueda tomar el lugar de los Seres Espirituales que mantienen esas
entidades del alma en equilibrio y armonía. Esta fuerza del Ego proviene del
altruismo. Hay por tanto tres sacrificios:

El Sentimiento debe, por medio de la voluntad y el pensamiento, volverse


ordenado y controlado. Las pasiones y los instintos deben cumplir los dictados de la
razón moral – el sentimiento comienza a pensar – el corazón es el órgano de
pensamiento del futuro. Esto requiere un sacrificio de los deseos, necesidades y
voluntades inferiores del Ego por un amor altruista que comprenda a todos los
seres del mundo y del cosmos. Esta vida sensible se hará tan sumamente sensitiva
que el bienestar del individuo dependerá completamente del bienestar del todo y de
todos los individuos. A la vista de una persona hambrienta, otro sentirá el hambre
en su cuerpo físico.
El Pensamiento debe a veces ser internamente suprimido. Debe cesar de
desarrollar sus propios pensamientos. El pensamiento que viene del yo debe ser
suprimido. El resultado es pensamiento que
sacrifica una lógica inferior por otra superior,
entonces el pensamiento es liberado de las
cadenas del cerebro físico y crece más allá de
sí mismo para rodear las verdades cósmicas –
ideas Universales, intereses universales
comunes del cosmos. De esta forma será
calentado por medio del sentimiento y
también desarrollado, al ocasionar una
cooperación de la voluntad.
La Voluntad debe hacerse consciente e
impregnarse con el calor del bien. De esta
manera es liberada de su sueño y sacrifica su
dependencia de las extremidades físicas.
Gana coraje y comienza a actuar a partir del
amor de los sentimientos y pensamientos
morales. Entonces las opiniones personales
del Yo son sacrificados por las verdades que
son eternas. Cuando el Alma Consciente, en
tanto en cuanto es creada a partir de
impresiones externas, debe ser suprimida.
Sólo entonces pueden comenzar a surgir las imaginaciones en ella. Entonces será
transformada en un órgano de Imaginación que será el resultado directo de una
libertad floreciente y el primer paso hacia su tarea de tomar en sí misma el Manas o
el espíritu mismo.
En el pensamiento el Yo reconoce libertad
En el sentimiento el Yo experimenta libertad
En la voluntad el Yo participa en la libertad.
Vivimos en la época en que debemos participar en la libertad, y esta libertad
resultará en que el Cuerpo Astral se llenará de luz, impregnado de la luz del Ego
que ha sido hecho altruista. Rudolf Steiner nos dice que vemos con nuestros ojos
porque el ojo sacrifica su conocimiento. Es decir que el ojo físico permite que la luz
pase a través de él. Si el ojo se volviera egoísta no seríamos capaces de ver nada
en absoluto porque el ojo tomaría toda la luz para sí mismo y no pasaría luz al
nervio óptico y así al cerebro – esta es causa de enfermedad. De una manera
similar el Ego no debe volverse altruista siguiendo las líneas maestras del desarrollo
esotérico y los ejercicios subsidiarios fortalecedores de tal forma que pueda permitir
que la luz de Manas pueda pasar a través suyo desinteresadamente al vehículo del
Cuerpo Astral en la Sexta Época Cultural.
Repeticiones; cada época cultural dura 2.160 años,

En épocas futuras, habrá un pensamiento a un nivel más elevado de todo lo que se


ha conseguido para el mundo. Vemos por ejemplo en nuestra propia época,
especialmente aquellos de nosotros que vivimos aquí en Australia. Nuestra 5ª
Época Post-Atlante es una repetición de los tiempos Egipcios – una repetición de
Lemuria, que es también una repetición del período Luna en un estado superior. En
esta época el hombre comenzaba a caminar erguido porque había recibido un Ego.
Vemos esto reflejado en los tiempos egipcios en la construcción de Obeliscos
elevándose hacia los cielos desafiando la
gravedad. ¡En nuestros tiempos vemos
rascacielos y cohetes que buscan llevarnos a
la luna! Nuestro deseo de explorar el cosmos,
en particular nuestra subida a la Luna está en
un sentido materialista, en línea con el deseo
de los Caldeos de comprender las estrellas y
su significado que se corresponde con el
hecho de que en los tiempos de Lemuria, los
seres superiores que ahora residen en la
luna, los maestros de la humanidad,
caminaban por la tierra.
Christian Rosenkreutz sabía que la
humanidad debe plantar en el presente las
semillas del mañana. El hombre debe irse
preparando internamente para el Impulso de
Cristo, y hay trabajo que hacer ahora para
que pueda haber cuerpos para los iniciados
del futuro. Cuerpos que estén
suficientemente equipados con la habilidad de
hablar y escuchar un nuevo idioma – el idioma del corazón. Esto es importante si el
Emisario de Cristo, el gran Buda Maitreya quiere encontrar un cuerpo en que
encarnar, y encontrar personas que le oigan y le comprendan. Personas que
estarán en posición de ayudar a este gran espíritu en su tarea de promulgar su
mensaje concerniente al Cristo.
Le lleva 5.000 años a este Bodhisattva convertirse en el Buda Maitreya (ver Nota
13). Este tiempo coincidirá directamente con la venida de la Época Rusa, o
Filadelfia. Esto ocurrirá tras el final de la regencia de Micael en 2229 y será como
Willi Sucher nos cuenta (ver Nota 14), un tiempo en que el perihelio de Júpiter
estará en Aries o Carnero caracterizado en el Apocalipsis de San Juan como el
caballo blanco. El caballo blanco representa la inteligencia blanca y Aries-Carnero
representa la jerarquía de Kyriotetes o Espíritus de la Sabiduría, cuya cabeza es el
Cristo. Las fuerzas de Júpiter conectadas como están con los espíritus de sabiduría
se corresponden precisamente con las siete jerarquías de miembros de la celestial
Sophia. Esto significa que la humanidad debe, en esta época, haber adquirido la
inteligencia blanca de Cristo por medio de fuerzas de Sophia. Este momento será
una repetición de la condición Sol de la tierra, una repetición de Hiperbórea – una
repetición de la época Persa en que Cristo será visto con vestiduras etéricas en el
plano Astral, como fue visto previamente por Zaratustra en el aura Astral del Sol.
Antes de que esto pueda tener lugar, sin embargo, un número suficiente de
personas debe estar viviendo en la inteligencia de Cristo.
Imagen_05
Aquellos de nosotros que escogemos seguir este camino lo hacemos por el bien de
toda la humanidad porque en la sexta época cultural sólo unos pocos serán capaces
de superar el materialismo.
Tal es así que un verdadero Rosacruz se esfuerza en alcanzar una etapa que es
superior a la de sus contemporáneos no por su propio bien, sino por el bien de
otros – como una forma de sacrificio. De la misma forma los Iniciados han dedicado
sus vidas y sacrificado muchas cosas por nosotros.
Rudolf Steiner nos cuenta que Christian Rosenkreutz será el mayor mártir de entre
todos los hombres, aparte de Cristo que sufrió como un Dios (ver Nota 15).
Christian Rosenkreutz asumirá la tarea de transformar el Escorpión en el Águila.
Esto es, se sacrificará por aquellos que se esconderán de la luz espiritual, porque el
escorpión es aquel ser que se esconde de la luz y se pica a sí mismo si no puede
esconderse de ella. El Ego Egoísta que busca sólo la opinión subjetiva individual y
no un conocimiento subjetivo que es individualizado. Este sentimiento por la verdad
objetiva, este corazón pensante, será el fruto de Manas adquirido por medio de
intenso trabajo en ejercicios espirituales y meditación para traer una plenitud
consciente a la individualidad humana. Esto es lo que se quiere al salvar la brecha
entre el hombre interior y el hombre exterior porque sólo unificando las corrientes
de Abel y Caín en nosotros mismos podemos estar preparados para la sexta época,
la época del Sol, y la renovación de la época de Zaratustra – o Filadelfia.
Adriana Koulias
Transcripción de dos Conferencias pronunciadas por Adriana Koulias en agosto de
2003
Traducción de Luis Javier Jiménez
Notas
Las traducciones al español de los nombres de los libros o conferencias no significan
necesariamente que existan traducidos al español con ese nombre.
1.- “Caesars and Apostles” (Césares y Apóstoles) de Emil Bock, página 310.
2.- “The Heavenly Sophia and the Being Anthroposophia” (“La Celestial Sophia y el Ser de la
Antroposofía”) de Sergei Prokofief, página 125.
3.- Rudolf Steiner, Esoteric Christianity and the Mission of Christian Rosenkreutz
(Cristianismo Esotérico y la Misión de Christian Rosenkreutz)
4.- Rudolf Steiner, East in Light of the West (El Oriente a la luz del Occidente), ver también
Occult Science (Ciencia Oculta), pág. 185
5.- Rudolf Steiner, According to Luke (Evangelio según Lucas)
6.- Los Espíritus de la Forma ejercieron la más destacada influencia sobre la humanidad en
este momento, ver Rudolf Steiner, Foundations of Esotericism (Fundamentos del
Esoterismo).
7.- Sergei O. Prokofief. Rudolf Steiner and the founding of the New Mysteries, p. 275 (Rudolf
Steiner y la fundación de los Nuevos Misterios)
8.- Rudolf Steiner, Earthly and Cosmic Man Lecture IX (El Hombre Cósmico y Terrenal,
Conferencia IX)
9.- Paul M. Allen. A Rosicrucian Anthology p. 616 (Una Antología Rosacruz)
10.- Rudolf Steiner, Rosicrucianism and Modern Initiation, p. 35 (Rosacrucianismo e
Iniciación Moderna)
11.- Rudolf Steiner, Esoteric Christianity and the Mission of Christian Rosenkreutz, p. 175
(Cristianismo Esotérico y la Misión de Christian Rosenkreutz)
12.- Rudolf Steiner – The four Sacrifices of Christ (Los cuatro Sacrificios de Cristo)
13.- Rudold Steiner - Esoteric Christianity and the Mission of Christian Rosenkreutz, p. 77
(Cristianismo Esotérico y la Misión de Christian Rosenkreutz)
14.- Willi Suches, Cosmic Christianity An Outline, p. 15 (Cristianismo Cósmico, Un Esbozo)

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