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Nació en Suiza, Estaba muy unido a su padre, pero consideraba que era débil y

le faltaba carácter. La madre de Jung era la fuerte del matrimonio, pero su


inestabilidad emocional la llevaba a actuar de forma muy voluble. Dada la
conducta extraña de su madre, Jung se volvió receloso de las mujeres, sospecha
que tardó muchos años en disipar.
Para huir de sus padres y de sus constantes problemas conyugales, Jung pasaba
largas horas a solas en el desván de su casa tallando un muñeco de madera, el
cual era una figura en la que podía confiar.

Jung estaba desvinculado del mundo exterior, el de la realidad consciente. Para


escapar de él se refugió en el inconsciente, ese mundo de sueños, visiones y
fantasías donde se sentía más seguro. Siempre que encontraba un problema,
buscaba la solución en sus sueños y sus visiones.
Cuando Jung tenía tres años, soñó que se encontraba dentro de una caverna.
En otro sueño se vio cavando un hoyo en la tierra y sacando huesos de animales
prehistóricos. Según él, esos sueños representaban la orientación de su
enfoque de la personalidad humana y lo llevaron a explorar la mente
inconsciente, situada debajo de la superficie de la conducta. La influencia de
esas manifestaciones de su inconsciente fue tal que tituló su autobiografía
como Recuerdos, sueños y reflexiones, convencido de que su teoría era una
especie de confesión personal y subjetiva. En una conferencia que dictó cuando
tenía 50 años, admitió la influencia que los sucesos de su vida habían ejercido
en su teoría

Jung decidió estudiar medicina en la Universidad de Basilea y optó por


especializarse en psiquiatría, disciplina que entonces no gozaba de buena fama.
A partir de 1900, Jung trabajó en un hospital psiquiátrico de Zurich, bajo la
supervisión de Eugen Bleuler, el psiquiatra que acuñó el término esquizofrenia.
Jung encontraba una figura paterna en Freud. Al parecer, su relación contenía
muchos de los elementos del complejo de Edipo, con el inevitable deseo del
hijo por destruir al padre. Le hizo insinuaciones sexuales pretendiendo un
encuentro homosexual. Sintiendo repugnancia y decepción, Jung cortó la
relación.
Freud estaba preparando a Jung para que asumiera la presidencia de la
Asociación Psicoanalítica Internacional. Con la preocupación de que el
psicoanálisis fuera catalogado como una ciencia judía. Terminaron su relación
en 1913.

Cuando Jung tenía 38 años, sufrió una aguda crisis neurótica que duró tres años.
Pensó que estaba en peligro de perder contacto con la realidad y se sentía tan
mal que renunció a su cátedra en la Universidad de Zurich. Incluso llegó a
considerar el suicidio.
Jung superó la neurosis enfrentando su inconsciente por medio de la
exploración de sus sueños y fantasías. Partiendo de la confrontación con su
inconsciente, Jung elaboró su teoría de la personalidad.
Llegó a la conclusión de que la etapa más importante para el desarrollo de la
personalidad era la edad madura, o la época de su propia crisis.

Jung en cuanto el libido sostenía que era una energía vital amplia e
indiferenciada. Jung utilizaba el término libido en dos sentidos: primero, como
una energía vital difusa y general; segundo como una energía psíquica más
limitada que alimenta el trabajo de la personalidad y que llamó psyche. Las
actividades psicológicas como percibir, pensar, sentir y desear se desempeñan
en razón de la energía psíquica.
 Psyche Término utilizado por Jung para designar la personalidad.
Propuso tres principios básicos: los opuestos, la equivalencia y la entropía. El
principio de los opuestos: todo deseo o sentimiento tiene su contrario. Esta
oposición o antítesis –un conflicto entre polaridades– constituye el motivador
primario de la conducta y el generador de energía. Cuanto más fuerte sea el
conflicto entre polaridades, tanta más energía se producirá.
Principio de equivalencia: Afirmó que la energía destinada a producir un estado
no se pierde, sino que se desplaza a otra parte de la personalidad. Cuando el
valor psíquico de un área particular se debilita o desaparece, esa energía se
transfiere a otra parte de la psique.
El término equivalencia significa que el nuevo terreno al que se ha transferido
la energía debe tener el mismo valor psíquico; es decir, debe ser igual de
deseable, motivador y fascinante.
Propuso que existe una tendencia hacia el equilibrio en la personalidad. Si la
intensidad o el valor psíquico de dos deseos o ideas son muy distintos, fluirá
energía del más firme al más débil

En la teoría de Jung, la personalidad total –o psique– se compone de varios


sistemas o estructuras que influyen unos en otros. Los principales son el yo, el
inconsciente personal y el inconsciente colectivo.

El yo es el centro de la conciencia, la parte de la psique donde se percibe,


piensa, siente y recuerda. Es la conciencia de nosotros mismos y se encarga de
desempeñar las actividades normales de la vida durante la vigilia. Opera de
modo selectivo y sólo admite que parte de los estímulos con los que tenemos
contacto entre en la conciencia.

La percepción consciente del ambiente y nuestra reacción frente a él dependen


de dos actitudes mentales antagónicas: la extroversión y la introversión.
Los extrovertidos son abiertos, sociables, asertivos en el aspecto social y se
orientan hacia otras personas y el mundo externo. Los introvertidos son
retraídos y, con frecuencia, tímidos, y tienden a concentrarse en sí mismos, en
sus ideas y en sus sentimientos.
Podemos adoptar las dos actitudes, pero sólo una domina la personalidad.

Éstas se refieren a las formas diferentes y antagónicas de percibir o de captar


el mundo real externo y nuestro mundo subjetivo interno. Jung postuló cuatro
funciones de la psique: percibir, intuir, pensar y sentir.
La percepción y la intuición están en el mismo grupo por ser funciones que no
son racionales no emplean los procesos de la razón. Aceptan las experiencias
sin evaluarlas.
La percepción reproduce una experiencia por medio de los sentidos tal como la
fotografía copia un objeto. La intuición no surge directamente de un estímulo
externo.
El segundo par de funciones antagónicas –el pensamiento y el sentimiento– son
funciones racionales que implican hacer juicios sobre nuestras experiencias y
evaluarlas. Se encargan de organizar y clasificar las experiencias.
La función del pensamiento implica un juicio consciente acerca de la veracidad
o la falsedad de una experiencia. El tipo de valoración a cargo de la función del
sentimiento se expresa en términos de agrado o desagrado, gusto o disgusto,
estimulación o aburrimiento.

Jung propuso ocho tipos psicológicos basados en la interacción de las dos


actitudes y de las cuatro funciones

Se trata de un depósito de material que fue consciente pero que ha sido


olvidado o reprimido porque era trivial o perturbador. El inconsciente personal
y el yo registran bastante movimiento de ida y vuelta

Conforme vamos almacenando más y más experiencias en nuestro inconsciente


personal, empezamos a agruparlas en lo que Jung llamó complejos.
El complejo es un núcleo o patrón de emociones, recuerdos, percepciones y
deseos organizados en torno a un tema común.
Los complejos pueden ser conscientes o inconscientes. Los que no son
controlados por el consciente se entrometen e interfieren con la conciencia.
Algunos complejos son nocivos, pero otros son útiles

El nivel más profundo de la psique, donde se van acumulando las experiencias


heredadas de la especie humana y la pre humana.

Las experiencias contenidas en el inconsciente colectivo se manifiestan en los


temas o patrones recurrentes que Jung llamó arquetipos (imágenes
primordiales).
Los arquetipos han quedado grabados en nuestra psique y se expresan en
nuestros sueños o fantasías.
Algunos arquetipos son: el héroe, la madre, el niño, Dios, la muerte, el poder y
el viejo sabio. Algunos de estos arquetipos centrales son: la persona, el ánima y
el ánimus, la sombra, el sí mismo.
El término persona se refiere a la careta que usa un actor para representar
diversos papeles o rostros frente al público.
Jung describió el proceso de la manera siguiente: el yo se podría identificar con
la persona más que con la verdadera naturaleza del individuo, dando por
resultado un estado que se conoce como inflación de la persona.
Los arquetipos del ánima y el ánimus se refieren a que Jung reconoció que el
ser humano es bisexual en esencia. Un sexo manifiesta características,
temperamento y actitudes del otro porque llevan siglos conviviendo. La psique
de la mujer incluye aspectos masculinos (el arquetipo del ánimus) y la psique
del hombre contiene aspectos fe meninos (el arquetipo del ánima)
Sombra contiene los instintos básicos y primitivos, por lo cual sus raíces son las
más profundas de todos los arquetipos. Las conductas que la sociedad
considera malas e inmorales se encuentran en la sombra
La sombra no sólo es fuente del mal, sino también de la vitalidad, la
espontaneidad, la creatividad y la emoción. El individuo también corre el peligro
de que la sombra se rebele en su contra.
El arquetipo del sí mismo representa la unidad, la integración y la armonía de la
personalidad total. Este arquetipo reúne y equilibra todas las partes de la
personalidad.

El desarrollo de la personalidad

El yo se empieza a desarrollar en la niñez temprana, al principio de una manera


primitiva porque el niño todavía no se forma una identidad individual. Su
personalidad es poco más que un simple reflejo de la de sus padres.
Los rasgos importantes del yo no se empiezan a formar hasta que el niño sabe
distinguir la diferencia entre él y la gente o los objetos de su mundo. La
conciencia aparece cuando es capaz de decir “yo”.
La pubertad cuando la psique adopta forma y contenido definido; Jung llamó el
nacimiento psíquico se caracteriza por las dificultades y la necesidad de
adaptarse.
Los cambios fundamentales de la personalidad ocurren entre los 35 y los 40
años. La edad madura es un periodo normal de transición, durante el cual la
personalidad pasa por transformaciones necesarias y benéficas.
Jung señalaba que en la primera mitad de la vida debemos concentrarnos en el
mundo objetivo de la realidad: los estudios, la carrera y la familia. La segunda
mitad se debe dedicar al mundo subjetivo interno, que hasta entonces ha sido
descuidad.
El descubrimiento del inconsciente modera la concentración en la conciencia.
Los intereses dejan de estar en lo físico y lo material y se dirigen a lo espiritual,
lo filosófico y lo intuitivo.
Si logramos integrar el inconsciente y el consciente estaremos en condiciones
de alcanzar un nivel más alto de salud psicológica positiva, estado que Jung
denominó individuación

La individuación implica convertirse en un individuo, en realizar las capacidades


propias y en desarrollar el sí mismo.
Para lograr la individuación, las personas de edad madura deben abandonar las
conductas y los valores que dirigieron la primera mitad de la vida y encarar el
in consciente, llevándolo a la conciencia y aceptando lo que les pide que hagan.
Deben escuchar lo que dicen sus sueños y seguir sus fantasías, ejercitando la
imaginación creativa escribiendo, pintando o mediante otro tipo de expresión
El primer cambio implica destronar a la persona. Debemos aceptar el auténtico
sí mismo que la persona ha estado ocultando.
La siguiente etapa del desarrollo puede iniciar cuando las estructuras de la
psique han sido individuadas y reconocidas. Jung lo llamó trascendencia, o sea,
una tendencia innata hacia la unidad o la integridad de la personalidad que une
todos los aspectos antagónicos dentro de la psique.

En la cuestión de la herencia frente al ambiente el impulso a la individuación y


a la trascendencia es innato, pero tanto el aprendizaje como la experiencia
pueden favorecerlo o frustrarlo. El objetivo supremo y necesario de la vida es
la realización del sí mismo
En opinión de Jung, cada individuo es único, pero sólo durante la primera mitad
de la vida. Conforme avanzamos hacia la individuación en la edad madura,
desarrollamos lo que él llamó un tipo universal de personalidad, en el cual no
predomina ningún aspecto
Jung manifestó preocupación por un peligro que acechaba a la cultura
occidental. Lo llamó enfermedad de disociación. Al hacer demasiado hincapié
en el materialismo, la razón y la ciencia empírica, corremos el riesgo de no
apreciar las fuerzas del inconsciente. Señaló que no debemos abandonar
nuestra confianza en los arquetipos que constituyen nuestro legado

Las técnicas utilizadas por Jung para evaluar el funcionamiento de la psique


estaban fundadas en la ciencia y en lo sobrenatural, por lo cual su enfoque fue
objetivo y místico a la vez.
Formuló su teoría de la personalidad con fundamento en los sueños y las
fantasías de los pacientes y en sus estudios de las lenguas antiguas, la alquimia
y la astrología.
Las tres técnicas básicas empleadas por Jung para evaluar la personalidad eran:
la prueba de asociación de palabras, el análisis de los síntomas y el análisis de
los sueños.

La prueba de asociación de palabras, en la cual el sujeto responde a una palabra


estímulo con la primera palabra que le viene a la cabeza, ahora es una
herramienta estándar de la psicología clínica y de laboratorio.
Jung la usaba con una lista de 100 palabras que, en su opinión, podían provocar
emociones. Él medía el tiempo que un paciente tardaba en responder a cada
palabra. También medía las reacciones fisiológicas para determinar los efectos
emocionales de las palabras estímulo
Empleaba la asociación de palabras para descubrir los complejos de los
pacientes. Varios factores indicaban la presencia de un complejo, entre otros:
las reacciones fisiológicas, la demora para responder, el ofrecer la misma
respuesta a palabras diferentes, los actos fallidos, el tartamudeo, las respuestas
con más de una palabra, el inventar palabras o el no ofrecer una respuesta
El análisis de los síntomas se centra en los que reporta el paciente y se basa en
las asociaciones libres de la persona con esos síntomas. Entre las asociaciones
que hace el paciente con los síntomas y la interpretación que de ellos hace el
analista, los síntomas muchas veces se aliviarán o desaparecerán.

En primer lugar, los sueños son prospectivos, nos ayudan a prepararnos para
experiencias y hechos que esperamos que ocurran. En segundo, son
compensatorios, sirven para producir un equilibrio entre los opuestos en la
psique porque compensan todo desarrollo excesivo de una estructura psíquica.

El Inventario tipológico de Myers-Briggs (itmb) es un instrumento de evaluación


relacionado con la teoría de la personalidad de Jung.
 Prueba de evaluación que se basa en los tipos psicológicos de Jung y en
las actitudes de introversión y extroversión.
En 1975, Isabel Briggs Myers y Mary McCaulley fundaron el Centro de
Aplicaciones del Tipo Psicológico, el cual se dedicaría a ofrecer capacitación
para la aplicación y la investigación del Inventario tipológico
Inventario tipológico es considerado la ramificación práctica más visible del
trabajo de Jung sobre la personalidad humana

Jung empleó el método de estudio de caso y lo llamó reconstrucción de la


historia de vida. Éste implicaba una extensa cantidad de recuerdos respecto de
las experiencias de un individuo, en las cuales buscaba detectar los patrones
del desarrollo que presuntamente eran la causa de su presente estado
neurótico.
Sus datos no estaban fundados en una observación objetiva ni fueron reunidos
de una manera controlada y sistemática. Es más, los obtenía de situaciones –
las entrevistas clínicas– que no se podían repetir, comprobar ni cuantificar.
No llevaba registro, palabra por palabra, de los comentarios de sus pacientes ni
trataba de comprobar la veracidad de lo que decían

Una investigación realizada con estudiantes de enseñanza superior arrojó que


sus intereses laborales guardaban una estrecha relación con las actitudes y los
tipos psicológicos propuestos por Jung. Los introvertidos mostraron enorme
interés por profesiones que no requerían una interacción personal, como el
trabajo técnico y el científico. Los extrovertidos manifestaron más interés por
empleos que ofrecieran mucha interacción social, como las ventas y las
relaciones públicas.

En una investigación de los sueños para estudiar la existencia de arquetipos, se


pidió a los sujetos que relataran su sueño más reciente, el más vívido y el más
lejano (Cann y Donderi, 1986). Se les pidió que, durante un plazo aproximado
de tres semanas, anotaran los sueños de la noche anterior tan pronto como se
despertaran. Después se les aplicó el Inventario tipológico de Myers-Briggs y
otra prueba de la personalidad.

Una investigación muy completa realizada con hombres y mujeres de entre 37


y 55 años que ocupaban puestos ejecutivos de alto nivel arrojó que exhibían
conductas que corroboran el concepto de individuación propuesto por Jung. El
estudio incluyó entrevistas a los ejecutivos, a sus colegas y a sus parientes, así
como observaciones de su comportamiento en el trabajo.

Una encuesta nacional con 2 681 mujeres efectuada en Estados Unidos arrojó
que ellas gozan de peor salud que los hombres, que sienten que tienen poco o
nulo control sobre su matrimonio y que tienen menos oportunidades de
encontrar empleo

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