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TAROT: ESPEJO Y CAMINO DEL ALMA

Es difícil dar un nombre a algo tan vasto como el


universo de los arquetipos y los símbolos.
También es difícil sintetizar y hablar tanto desde
el corazón como desde la información adquirida.
Tengo la impresión de intentar desmadejar un
ovillo largo… tan largo como es el tiempo en el
que el Hombre vive en este planeta.
Conocimiento… todos lo tenemos, en mayor o
menor grado, ya que somos iguales. Nos ha
parido la misma Madre Universal y nos ha
engendrado el mismo Padre Universal. La
proyección de nuestro nacimiento está
encaminada a realizar el mismo “viaje mítico”,
que es el encuentro con el “ser” verdadero. Entre
tantas vías desplegadas al uso por los hombres,
parar acceder al “tesoro interior”, el Tarot es una
de ellas.

También es cierto que los caminos de realización


o encuentro con la Esencia están cuajados de
arribistas, que se aprovechan de la necesidad y
debilidad humana para medrar. Alcanzar poder
o simplemente bienes económicos. Se da en el
aspecto espiritual. Se da en el aspecto psicológico
y también en la sanación de enfermedades. El
Tarot también se ve contaminado por tales
prácticas. El uso cartomántico de la baraja del
Tarot, nada tiene que ver con la utilización
anímica de la misma. La diferencia no es
solamente de estilos, sino de introspección, de
entrega de orientación real. En el uso
adivinatorio de las cartas del Tarot, el
consultante es un mero espectador de la
habilidad del cartomántico para seducir la
consciencia del consultante. Éste otorga poderes a
la persona que supuestamente le “adivina” tanto
el pasado como el presente, y sugiere y
condiciona de alguna manera el futuro. Desde mi
punto de vista es una impostura derivada de la
candidez, debilidad e ignorancia del consultante.
Y no está exenta de peligros. La “alegría”
vaticinadora de sucesos negativos o de situaciones
complejas puede llevar al consultante a
inconscientemente , llevar a término tal suceso.
Además de poder crear dependencia psicológica ,
ante la creencia de que uno encuentra una
persona que puede “ver” a través de uno mismo.

Bien distinto es el uso del Tarot cómo camino


evolutivo. Una luz que ayude a un ser humano a
encontrar orientación sobre su origen y devenir.
A conocer sus recursos como ser humano y
persona. A adquirir más claridad. A descubrir
potenciales escondidos. A darse cuenta del
mundo interior y del que le rodea en todo su
ámbito. Percibiendo que no es un ser separado
del entorno sino totalmente contingente. También
el Tarot le puede ayudar a expresar anhelos o ver
la manera de encarar diferentes situaciones
vitales, que si no se perciben con más alma nos
puede destruir nuestra fe en la vida.

Alejandro Jodorowsky, llama a éste enfoque de


utilización del Tarot, “Tarot Evolutivo”. Su
práctico, erudito, poético y experimentado
enfoque, junto con la documentación aportada
por la gran inteligencia intuitiva y creatividad de
Carl G. Jung germinaron en mi interior. Han
despertado lo que quizás “ya sabía”. Con
anterioridad había buceado en otras fuentes,
pero confieso que existe una tendencia un tanto
personalista en interpretaciones, a veces bizarras,
tanto acerca de lo que cada carta puede
significar, o cómo se deben de utilizar. Y existe
tal tamaña cantidad de documentación y diseños
de cartas, que evidentemente, o bien todos son los
verdaderos o ninguno lo es. Lo curioso es que
siguiendo la teoría de la “sincronicidad” de Carl
G. Jung, todos aquellos enfoques que me
inspiraban credibilidad estaban relacionados con
el Tarot de Marsella. Por ello, me he “entregado”
a su magia y su luz. Y esto es lo que os muestro, y
espero que primero os interese y luego os sirva de
ayuda.
TAROT:SÍMBOLO Y ARQUETIPO

Desde que el hombre es hombre se ve impelido


por dos enormes fuerzas. Una es la preservación
de la especie. La participación de su ser en el
mundo desde un punto de vista ecológico. En
función y relación con el entorno. El hombre es
indivisible de la Naturaleza. Es Naturaleza.
Materia creativa en continúa formación. Pero a
la vez…existe su pulsión espiritual. Una fuerza
que lo eleva a una realización de apariencia
numinosa y que va más allá de la procreación...
más allá de la preservación de la carne y sangre.
Esta fuerza espiritual lo llena de anhelo
indescriptible, de una visión imaginativa acerca
de la vida, de un placer místico que es expresión
del desarrollo de su mente. Lo canaliza a través
de rituales de magia, encantamientos, arte
expresivo, uso de la materia como vehículo de
contacto con las fuerzas superiores. Es totalmente
instintivo y tiene que ver con el desarrollo de la
inteligencia humana.

Juan Luis Arsuaga, célebre antropólogo


descubridor de la sima de Atapuerca, comenta la
casi certeza de que el desarrollo del cerebro
humano se debe primordialmente a un cambio de
la alimentación que pasó de ser vegetariana a ser
carnívora. La ingesta de proteína de alta calidad
comenzó a incrementar el aumento de fuerza, y
sobre todo un cambio bioquímico corporal,
ayudando al desarrollo de la masa cerebral. Me
pregunto si eso era inevitable o estaba
programado o quizás de repente el hombre se dio
cuenta de que los animales tan poderosos comían
a otros animales. Y comenzó a competir, con los
carroñeros, por los despojos. Y si cuando no
tenían casi carne partieron un hueso y
descubrieron la esencia, la médula. Tengo
entendido que eso es posiblemente lo primero que
ingirieron de un animal. Es realmente simbólico
que la primer sustancia animal que aprovecharan
tuviera la misma cualidad y textura que el
cerebro, que es la esencia y la estructura física del
organismo humano. Quizás otra muestra de la
“sincronicidad” de Jung.

Para la mente humana esto sucedió en mucho


tiempo. Para la realidad esto es un destello
súbito. De repente nos encontramos con la unión
de la carne y del espíritu. De la materia y del
espíritu. Anhelos y necesidades. Nacimiento y
muerte. Alegría y dolor y vamos construyendo un
mundo interior subjetivo, lleno de sensaciones y
otro más objetivo, lleno de metas tangibles.
Comer, fornicar, procrear, cazar. Parecen
opuestos pero son indivisibles. Son como la cara y
la cruz de una moneda.

El Tarot expresa simbólicamente esas formas


interiores que el hombre ha creado en su interior,
para poder apoyar sus experiencias en una
imagen común a todos ellos. Esas imágenes
nuutren, dan vida al mundo interior y a la vez
ayudan a interpretar el exterior. Son los
“arquetipos”, tal como Carl G. Jung las
denominó. Tienen carácter simbólico y son
autónomas y altamente energéticas. Emergen del
alma humana mucho antes que las culturas o
civilizaciones pueblen el planeta. No tienen
distinciones de razas. Pertenecen tanto a la
“psique” colectiva como a cada individuo. Es
como un gigantesco holograma psicológico, en el
cual cada hálito de vida, reproduce exactamente
el mismo dibujo y color del holograma psíquico.
Esas formas se adaptan a las etapas, sucesos,
expectativas, experiencias de los hombres. Tienen
relación tanto con lo cotidiano como con lo
numinoso. Muestran realmente lo que
verdaderamente somos.

Los “arquetipos” no son entes petrificados, sino


formas energéticas que tienen vida propia y
organizan la vida alrededor de su entidad
simbólica.El Tarot es un mundo rico y complejo
en esa imaginería arquetípica. Unas se relacionan
con el origen del hombre, con su necesidad de
reconocer una Madre y Padre Universales. Otras
apoyan fuerzas escondidas llenas de poder que
sirven al mantenimiento de la vida humana.
Expresan la energía mágica de la fecundación,
tanto del humano como de la Naturaleza
circundante, animales o la tierra nutritiva. Y el
hombre mira al cielo como vehículo de vida. El
Sol, la Luna y las Estrellas. También
encontramos figuras que inspiran la capacidad de
“iniciarse”, de relacionarse, de expresar
emociones vitales para el desarrollo con el amor,
la fuerza, el valor , el discernimiento, la
meditación reflexiva, la pasión y la entrega, la
creatividad sin límites, el intelecto, la sensiblidad,
el conocimiento de la dualidad del alma etc…Una
y otra forma de arquetipos ponen en contacto el
macrocosmos y el microcosmos tal como el los
percibe.

Estas figuras interiores del hombre, devuelven a


su alma, en forma de imagen simbólica, las
fascinación de su intelecto que se abre a
experiencias tremendas. Una es la vida fecunda.
El Universo que brilla antes los ojos. La grandeza
de los fenómenos que no pueden controlar. En un
principio se creían que la fecundación de las
hembras era una acto mágico, promovido por la
propia Tierra. Y no andaban descaminados
porque a ella debemos el alimento. También se
vieron espantados y desarrollaron una capacidad
de sentir la muerte, el dolor de la desaparición de
lo que se necesita, lo que se ama. Toda esa
fascinación aunque traumática, desarrolla
“antenas” para poderes para poder “ver más
allá” de sí mismo y entonces su mente progresa
de una forma específica. Evoluciona hasta lo que
ahora somos. Lo hace de una forma imparable,
como si este proceso no tuviera fin. Al final,
aquello que evoluciona no es la manera en la que
la mente-herramienta intenta controlar el mundo
sino el alma misma. Ella es el alfa y el omega del
hombre. La energía que nos une al Todo y a la
vez liga el macrocosmos y el microcosmos entre
sí.
CARL G. JUNG SOBRE LOS ARQUETIPOS
“La máquina psicológica que transforma la
energía, es el símbolo” (Energética del Alma).
“Los arquetipos son elementos estructurales
numinosos de la psique y poseen cierta autonomía
y energía específica, en virtud de la cual pueden
atraerse los contenidos de la conciencia que los
convenga.”
“No se trata de representaciones heredadas, sino
de de cierta disposición innata a la formación de
representaciones paralelas que denominé
“Inconsciente Colectivo”…corresponde al
concepto biológico de “Pautas de
Comportamiento” (Energética del Alma)
ACERCA DEL SÍMBOLO

“El verdadero fundamento del simbolismo es la


correspondencia que liga entre si todos los órdenes
de la realidad, ligándolos los unos a los otros, y que
se extiende, por consiguiente desde el orden
natural tomado en su conjunto, al orden
sobrenatural…”
(René Guenón)
“Simbolismo es el arte de pensar en imágenes”
(Ananda Coomaraswamy)

“El simbolismo es la ciencia de las relaciones que


unen a Dios con la Creación, el mundo material y
el mundo sobrenatural”.
(Landrit)

“En el símbolo, lo particular representa a lo


general, no como un sueño y una sombra sino
como viva y momentánea revelación de lo
inescrutable.
(Goethe)

El símbolo une el alma al Universo desde lo


particular a lo general. Busca la relación
existente , el lazo no verbal, no interpretado entre
lo que el ser humano ve, siente, experimenta, y el
objeto. Ese objeto le devuelve su cualidad
anímica per se. Le toca de inmediato, como un
olor difuso a lavanda nos transporta a un campo
lleno de flores. Es una imagen interior otorgada a
un objeto exterior para que éste, evoque
eternamente lo que la creatividad humana
engendra.

TAROT:ESPEJO DE LA EVOLUCIÓN DEL


ALMA
El título de este apartado puede parecer una
frase hecha. La palabra evolución suena un tanto
ambigua. Espacial… Se extiende en el tiempo o
queda reducida a una hora. No se ajusta a algo
determinado y su valor radica en esa
indeterminación. Se supone que va…que se
mueve hacia fuera, tal como la palabra emoción
significa “e-movere”, es ecir moverse hacia fuera,
o extorsión puede significar torcer o forzar desde
fuera. Todo ello nos indica que existe algo que se
desarrolla, que cambia, que adquiere nueva vida,
y que lo hace porque está en contacto con un
agente interdependiente que le obliga, le empuja
o condiciona. Es por así decirlo el “alimento” que
genera tal suceso.Una persona, una especie, un
evento, cualquier cosa esta sujeta a esa evolución
y transformación. Es la Vida. El Universo mismo
es el agente de tal milagro. Los hombres son
conscientes de ese efecto de “causalidad” y
observan que su propia acción y aparente
voluntad o libre albedrío causa tales cambios a su
alrededor. De repente se siente agente
transformador. Y empieza peligrosamente a
creerse que tal facultad es un derecho. Derecho a
intervenir en la manera en que la Naturaleza
diseña la Vida. Derecho a “controlar” la génesis
de la fauna y flora, de alterar los bio-sistemas, de
“ganar espacio” a ríos y marismas, bosques o
montañas. De “fabricar” animales de diseño,
personas de diseños, comidas de diseños, sueños
de vida eterna diseñados. Placer sin limites
diseñados. Mundo sin enfermedad, sin
sufrimiento, con recursos ilimitados, y quizás sin
alma… ya que puede molestar. Eso se llama en
psicología “hubris” y en lenguaje corriente
pecado de arrogancia. La arrogancia es
facultativa de la necedad. De egotismo
desmedido, lo cual es necedad. El hombre pierde
tierra, se desgaja de sí mismo, se aleja del ritmo
de lo que le nutre.

Gracias a Dios… o gracias a la Vida, la


arrogancia se paga. La ignorancia también
aunque, no sin dolor, de todo ello se aprende.
Luchando para suprimir la precariedad de
antaño, nos daremos cuenta de que nuestra vida
es igualmente precaria. Catástrofes medio-
ambientales, ecológicas, espirituales, vacío,
enfermedades mentales nuevas, ..
miedo…siempre el miedo. Nos torpedeará la
lucidez con la misma violencia que un rayo
celeste descorona la corona de realeza de la Torre
del Tarot, de donde nos caemos como marionetas,
como hojas al viento, para dar con la cabeza en la
tierra, siempre madre amantísima. Pero
evolucionaremos. A la fuerza… pero
evolucionaremos.
PARA EL TAO, LOS HOMBRES SON COMO
PERROS DE PAJA DESTINADOS AL
SACRIFICIO.
PARA EL HOMBRE SABIO LOS HOMBRES
SON COMO PERROS DE PAJA DESTINADOS
AL SACRIFICIO.
Lao Tse (Tao Te King)

Las cartas del Tarot nos desvelan cómo, para


desarrollarnos, el hombre necesita, tanto del duro
aprendizaje, de su propio escarmiento, como de
momentos de desesperación o de euforia, de
alegría o de tristeza. De amor intenso o de odio.
Debemos integrar lo positivo y lo negativo.
Mirarnos en todas las imágenes posibles.
Ahondar en lo más oscuro de nuestra sombra
pero también subirnos a lomos de nuestro “Angel
Guardian”. Nos atreveremos a ser “Diablos” o a
montar en un “Carro” de conquista. Nos
encerraremos en una “Morada Mística” y quizás
nos perderemos en la Noche Oscura del Alma
buscando desesperadamente el reflejo de “La
Luna”.

Ahora nos encontramos con la mágica palabra.


Alma. Todos los hombres de todas las culturas
conocen, saben con su intuición lo que es el alma
para ellos. Pero no la pueden describir. Es igual
que el Tao, que no puede describirse y su nombre
es Esencia. Y sin embargo, vemos la curiosidad o
la paradoja de que de aquello que es inefable
produce una enormidad de textos, definiciones,
clasificaciones y diatriba intelectual en el
hombre. No nos contentamos con sentir…
necesitamos solidificar, retener lo sutil, atraparlo
en palabras que nos den la impresión de solidez y
de eternidad. No nos damos cuenta de que
solamente aquello que fluye y se transforma es
eterno… no por lo que es sino por su capacidad
de devenir. Los hindúes afirman que
esencialmente existe el Gran Alma Universal y
luego el Alma Individual.. que no es sino una
expresión de la Grande. Los Taoístas le llaman
Tao. Los cristianos le llaman Dios. El caso es en el
plano personal, es una morada donde se
reproduce todo aquello que ocurre en el
Universo. Es la manera en la que cada ser
humano reproduce la Esencia.

El alma tiene ojos. Sentidos. Vibra…El alma


colectiva, crea esos “arquetipos simbólicos” y los
ojos se miran en ellos como en un espejo. Cada
situación, movimiento, transformación vital, se
refleja en ese espejo, que no es una superficie
cristalizada, muerta. Sino más bien como el agua
viva, a veces tranquila y a veces agitada y turbia.
Entramos en la necesidad de aquietar tal
superficie, porque el alma está debajo de todo lo
aparente. Se puede adornar y falsear. Pero
cuando los ojos, y la consciencia le miran sin
mediar pensamientos, intenciones o objeciones,
entonces revela toda su intensidad. De ahí la
importancia de la meditación consciente. La
quietud mental limpia “el agua” del alma.
¿PUEDES LIMPIAR TU MIRADA DE
MANERA QUE PAREZCA CLARA COMO LA
DE UN NIÑO.?
Lao Tse (Tao Te King)

Al hablar del agua, imaginamos realmente un


pozo en el fondo del ser… pero no olvidemos que
un agua sucia, pero quieta, también refleja el
cielo, sin permitir ver el fondo, así que, es la
mirada lo que importa… como metáfora del
alma. Su vehículo de expresión es el agua, y el
agua representa la esencia de las emociones,
además de otras interpretaciones.La persona que
quiere mirarse en la “superficie acuática” del
Tarot ha de liberarse de prejuicios, movimientos
defensivos o narcisismo, y sin embargo ha de
permanecer sincera, libre de prejuicios acerca de
lo que le gustaría ver…y realmente intentar ver
lo que hay. Es básico, entonces que la persona
que interprete las cartas lo haga desde un punto
de vista de entrega a la verdad. Un Tarotista
egocentrado puede producir confusión en vez de
claridad. Su meta no es decir cosas que pueden
coincidir con la “verdad” aparente. Su acto es un
acto de intuición.. y solo puede servir de
intermediario entre el símbolo de la carta y el
alma del consultante. A lo más, puede sugerir…
alentar nuevas preguntas, indagar en el estado de
la persona y confiar en su capacidad de guía. El
Tarotista, además de ser capaz de percibir el
mensaje de cada símbolo y sus miríadas de
interpretaciones, ha de realizar el esfuerzo de
presenciar el espectáculo de ese despliegue en el
alma del consultante, como si realmente estuviera
contemplando las transformaciones que suceden
en otro plano de la persona. Y por supuesto ha de
tener suficiente cualidad objetiva para no
intervenir, pronosticar, alentar conductas o
inducir sentimientos que no serían sino producto
de su propia proyección de arrogancia
¡PERMANECE MUY PREPARADO NO VAYA
A SER QUE SE CUMPLAN TUS DESEOS!
Aforismo Taoísta

Hemos llegado, entonces a la conclusión de que al


ser humano le resulta relativamente fácil ejercer
de “agente evolucionador”. Es capaz de
manipular sus circunstancias, en base a su
denominado “libre albedrío”. Desde el punto de
vista judeo-cristiano esta facultad es un don
divino. Una lacra que lo avoca a innumerables
fracasos de inteligencia y a una vida llena de
dolor y miserias. ¡Ah…! Pero tenemos libre
albedrío. Desde el punto de vista oriental,no
existe absolutamente nada que se pueda
controlar. Lo que sucede, sucede de una forma
totalmente espontánea. De hecho los famosos
preceptos de Buda suelen ser tomados como los
Diez Mandamientos orientales, pero esa no es la
realidad. Son simples recomendaciones de
carácter higiénico sobre el adecuado
comportamiento de un ser humano que no quiera
“perder su alma”, pero que, de seguirlos puede
cambiar la orientación de la vida pero nunca
como algo a conseguir, sino como un camino
vital. Y al final como recomendación sublime…
es la de permanecer con el alma limpia, la mirada
clara y la consciencia totalmente despierta. Los
pecados del hombre son considerados como
ausencia de consciencia. Otra cosa son las leyes y
costumbres que regulan la socialización.

En las cartas del Tarot se da mucha importancia


a la integración de los opuestos. Hombre-Mujer,
Materia-Espíritu, Tierra-Cielo, Padre-Padre,
Receptividad-Actividad, Oscuridad-Luz,
Intuición-Intelecto, Animalidad-Humanidad
etc…teniendo en cuenta la tendencia del hombre
a dejarse caer hacia una lado de su capacidad,
mientras lucha denodadamente en negarse a sí
mismo. Su funcionalidad sensorial está tan
desarrollada de manera práctica que la Vida se le
presenta de forma palpable, utilitaria. La Vida es
lo que pede medir, etiquetar..”hacer progresar”.
Esa alucinación colectiva de que tiene la
posibilidad de transformar lo que toca le da una
exaltación endiosada. Ejerce con fruicción lo que
considera son sus capacidades y hasta tal punto
pretende que la Vida sea algo “útil” que la propia
forma de servirse de la religión acaba siendo un
artificio, más o menos como una “píldora
metafísica” de una gran utilidad social, y una
especie de “pase hacia la Eternidad Beatífica del
Cielo”. Misas, bautizos, bodas, funerales,
procesiones, peregrinaciones, preceptos morales,
sexualidad controlada, o lo que es peor
fanatismos, fundamentalismos y todos los ismos,
tratan de llegar de una manera retorcida a la
senda del alma. Se convierten en meras
supersticiones, y exaltaciones emotivas de un
deseo, realmente digno, pero decididamente
extraviado.

Es evidente que por ello es importante que si uno


se quiere mirar en las cartas del Tarot esté
dispuesto a ser humilde, y sincero porque a lo
mejor puede ver cosas que surgen que le causan
molestia y incluso dolor. Porque aún admitiendo
que es una hermosa vía de aprendizaje y ni buena
ni mala per se, no carece de interpretaciones
negativas, que lejos de asustarnos pueden ser
inmediatamente iluminadas por otras igualmente
positivas. Quizás puedas ver en ellas ese “tú
mismo”, que desde tiempos inmemoriales ha
mirado con horror todo lo que le hacía sufrir. Se
ha dejado modelar por las circunstancias,
socializándose de manera necesaria mientras
perdía contacto con su alma. Pueden, quizás
desvelar aquello que se esconde, la sombra
reprimida de lo que adentramos en la parte
trasera de la consciencia, hasta que adquiere la
textura metafórica del preciado petróleo. Nuestra
alma como un fósil cargado de energía, de
aspecto siniestro, denso y alarmantemente
contaminador.

Siempre me ha llamado la atención, que en la


religión cristiana, especialmente en la línea de las
iglesias protestantes o nuevas sectas actuales la
salvación del alma es una especie de “regateo”
con un Dios, en apariencia misericordioso, al que
se puede acceder de forma individual, y sobre
todo en base a esa relación alcanzar con un
esfuerzo titánico, la salvación individual de la
propia alma. Existe una especie de “falsa
humillación”. Algo así como un cierto tufillo de
considerarse una escoria, para luego merecer
todo lo bueno. Una exposición exhibicionista de
una parte de uno mismo, sin entender que eso es
una forma de represión de la sombra oscura. Es
alimentar al dragón del cuento con patatas fritas,
cuando lo que desea es devorarte entero… y
después escupirte como un ser renovado y limpio.
No nos olvidemos del simbolismo de los animales
míticos que devoran a las personas, “durante un
rato”, para luego devolverlos a la vida, con un
alma nueva. (Jonás. Gepeto en el cuento de
Pinocho. El Lobo Feroz y muchos más) Este
pensamiento tangencial, tiene que ver con la
fuerza del simbolismo, del que el Tarot se nutre.
Al final sostiene que el alma es Ying y Yang, pero
también te dice que es oscura, indescriptible,
eterna…

TAROT:AL ENCUENTRO DEL HOMBRE


CÓSMICO
Se llama “Hombre Cósmico” a una figura
arquetípica que el hombre ha desarrollado desde
su psiquismo y que proyecta su capacidad
original. Su alma individual realizada y a la vez
universal. Se une al Cosmos y a su Esencia.No
nos olvidemos de que el hombre es a la vez sí
mismo y todo lo demás. Yo, tú o ellos, todos
nosotros llevamos la semilla de la Creación que es
una fuerza real y eterna. Es la semilla de lo que
llamamos Dios. Su expresión natural y pulsante
es lo que ha transformado el mundo de las
imágenes interiores y ha eclosionado el
comportamiento religioso de los hombres. Y no es
solamente una pseudo espiritualidad creada a
partir del miedo a la muerte y el dolor. Sino la
necesidad de llegar al núcleo nutritivo y creador
de esa semilla y descubrir esa fuerza innata sin
palabras, por pura y directa experiencia. Es lo
que llamamos la Iluminación.

La representación y diversidad de las cartas del


Tarot nos ofrece la posibilidad de contemplar
muchas facetas del desarrollo, o viaje arquetípico
del devenir del Hombre Cósmico, en cada uno de
nosotros. El "Hombre Cósmico" vive en cada
interior, no es algo a conseguir sino algo a
descubrir… a desarrollar como experiencia. A lo
largo de nuestra historia lo hemos intentado y
asumido creando imágenes milenarias. Adam
Gayomart en Persia, Purusha en la India, Cristo,
Buda, Krishna, Antrhopos para los antiguos
griegos…Son poderosas imágenes a las que
miramos como si fueran espejos del alma. Toda
la realidad psíquica del individuo está orientada
hacia el simbolismo arquetípico del “si mismo”.
Estas imágenes señalan un secreto
incognoscible:el desconocido significado de la
existencia humana.

“El fluir de representaciones del ego (que va de


un pensamiento a otro) y sus deseos (que corren
de un objeto a otro) se calman cuando es
encontrado el Gran Hombre interior”
Carl G. Jung

La forma de presentación de los arcanos mayores


del Tarot se realiza en una numeración que va
del 0 al 21. El 0 representa el inicio , la fuerza
creadora de todo momento previo al comienzo.
Una potencia total, pura, descarnada de
conceptos mentales o intencionalidades. Un ser a
punto de ser engendrado que reúne todas las
potencialidades del Ying y del Yang para crear la
vida.La carta 21 representa el Mundo, devenir
final del nuevo ser. Indica que el Hombre
Cósmico ya se ha realizado en sus cuatro planos o
pilares básicos de sustentación creadora.
Intelectiual, emocional, físico-material y creativo-
sexual. Coincide esto con las cuatro funcionas
básicas diseñadas por Carl G. Jung Pensar,
sentir, intuir, percibir. Este ser está rodeado de
una orla de forma almendrada (mandorla) que
como una semilla volverá a germinar más y más
vida y se fundirá con la esencia de la
potencialidad universal.

Todas las demás cartas recogen diferentes figuras


arquetípicas, para poderse mirar en ellas y
encontrar la fuerza representativa de cada una
de ellas. Son fuerzas inherentes a la cotidianidad,
a la parte social, terrenal del hombre tanto como
a sus anhelos más espirituales e inmateriales.
Estructuras psíquicas que impulsan el desarrollo
del ser humano hacia su realización como
“Hombre Cósmico.”

El “sí mismo” no es un ente que solo se relaciona


con lo espiritual, sino que reconoce el espíritu en
la materia, en su carne y sangre. Lo reconoce en
los animales y sus potencialidades del instinto,
alimento, fuerza e inteligencia. Es materia y
espíritu y así lo siente. Todas las religiones se
intuyen el valor espiritual de la materia, y lo
trasladan numinosamente a las piedras. Algo tan
quieto y tan ajeno al devenir del intelecto y
emociones humanas. Algo de apariencia eterna.
Lo más antiguo es las famosas “catedrales
megalíticas” , pasando por fundaciones eclesiales
como la cristiana..”tu eres Pedro y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia…” También nos viene
a la memoria la piedra sagrada de la Kaaba en la
Meca, núcleo espiritual de los peregrinos que en
multitudes catárticas giran devotamente
alrededor de la misma creando un mandala en
movimiento.. una reproducción de la espiral
creadora de la Divinidad. La piedra que Jacob
colocó en el lugar donde en su famoso sueño
presenció la escala divina. Las palabras de S.
Lucas xx 17 “Cristo es la piedra que reprobaron
los edificadores”. Y la Piedra Filosofal alquimista
que significa que algo nunca puede perderse o
disolverse, algo eterno que los alquimistas
comparaban a la experiencia mística de Dios en
nuestra alma.

Además de la naturaleza material y a la vez


espiritual de la piedra los seres humanos utilizan
los animales como vehículo de espiritualización.
Pertenecen a toda la imaginería de
representaciones de deidades, se utilizan en
rituales porque el alma de los animales nos
ayudan a organizar nuestras fuerzas dispersas,
que es la energía de la carta del Loco en el Tarot
y así poder canalizarlas. Así nos encontramos la
representación de la inteligencia en el águila, la
fuerza en el toro y la creatividad sexual en el
león. Apela el ser humano a cualidades inherentes
a sí mismo que encuentra reflejadas en el animal,
se despoja de un egocentrismo estéril y se entrega
a ese ser irracional para vivir la cualidad con la
consciencia pura y completar la imagen del
“Hombre Cósmico”
TAROT:ASPECTO SOCIAL DEL SI MISMO
En las cartas del Tarot se nos muestran
situaciones vitales, en las que a veces, los
personajes están solos llamando a fuerzas
interiores básicas. Tiene relación con las
diferentes etapas de nuestra vida. Simbolizan la
figura del Padre o de la Madre, la Mujer y el
Hombre, Animus y Anima, Maestro o Maestra,
Médico del alma, Médium o Puente entre la
carne y el espíritu. En otras, están presentes
figuras celestes, que potencian desde el Cielo
oportunidades de realización espiritual. Nos
ayudan a entrar en contacto con la fuerza del
amor, de las relaciones, de la creatividad, el
entusiasmo vital. Apoyan nuestra evolución
físico.corporal. También hay animales, león,
serpiente, águila toro, caballos perro que nos
ayudan a mostrar nuestro enraizamiento con la
parte instintiva y cercana a las fuerzas de la
Tierra. Todas forman parte de nuestra realidad
cotidiana. Podemos sacralizar la cotidianidad
intentando estar despiertos para que los símbolos
de los objetos vitales nos revelen el potencial
verdadero.

Suelen decir que cuando una persona emprende


el camino de la “individuación” o auto-
realización se aleja de los familiares y de los
amigos y se aísla. Esto es aparente en algunos
casos, pero es solo una interpretación. La
socialización costumbrista nos imprime una serie
de obligaciones. De pautas de comportamiento.
La elección que el alma hace difiere muchas veces
del exterior. No tiene elección. O evoluciona o se
pierde. Nadie puede elegir por otra alma. Y el
camino del encuentro con la verdad interior está
cuajado de desencuentros, de soledad y
desconfianza. Porque
La mente colectiva gusta de mantener a todas sus
miembros bien ligados entre sí. Nadie puede
someter el alma de otra persona, o de una
colectividad, al menos a largo plazo. No existen
tiranías sempiternas. La Vida continúa su ciclo
sin hacer caso a los atentados contra el alma
individual o colectiva. La Vida es así… profunda,
inmensa, eterna..El desarrollo del alma de un solo
ser humano llevado a realización total es
beneficioso para todos los demás. Es de un
heroísmo humilde, y solo se percibe cuando es
contagiado a los demás , transmitido a los demás
de una forma absolutamente natural y sin
violencia. Por eso creo que todo tipo de
aleccionamiento y de captación de prosélitos es
un enorme engaño promovido por aquellos que
realmente no están realizados y temen por sí
mismos mucho más que los que van a ser
“supuestamente salvados”.
“La fuerza del “Hombre Cósmico" emergerá de
nuevo en el ciclo de la Vida Eterna. Quizás en
otras formas, pero lo hará destruyendo tiranías
horrendas, alienaciones terroríficas o
aletargamientos anímicos. El Ser Humano único
es lo que cuenta.” (“La individuación” .Carl G.
Jung)
CUANDO EL UN GRAN HOMBRE OYE
HABLAR DEL TAO LO SIGUE CON
DILIGENCIA.
CUANDO EL HOMBRE MEDIO OYE
HABLAR DEL TAO, TAN PRONTO LO SIGUE
COMO LO ABANDONA.
CUANDO EL HOMBRE NECIO OYE
HABLAR DEL TAO SE RÍE A CARCAJADAS.
SINO RIERA A CARCAJADAS NO SERÍA EL
TAO AUTÉNTICO.
Lao Tse (Tao Te King)
Seguir los dictados el alma o el Tao es a veces
muy duro. Se asemeja al “niño” que S. Cristóbal
pasó de una orilla a otra en un río, y en la mitad
del cauce percibió que el niño pesaba cada vez
más y se sintió como “si transportara todo el
Universo”. Y de inmediato supo que en realidad
estaba llevando a Cristo (Hombre Cósmico),
sobre sus hombros.

Este Niño es un eterno símbolo del “sí mismo”que


“deprime” al ser humano corriente, a pesar de
ser lo único que puede redimirle. Hay momentos
en los que seguir al “sí mismo” resulta imposible.
Es como una situación de “doble ligazón”. No se
puede hacer lo que se quiere , pero a la vez no se
puede hacer lo que otros quieren que hagamos.

Existe un factor poco conocido en el “sí ismo” y


es su aspecto colectivo. Casi todos los símbolos se
despliegan en los sueños personales. Y éstos, la
mayoría de las veces expresan relaciones
humanas. Las cartas del Tarot pueden ser la
personificación de todos esos personajes de los
sueños, que se juntan entre ellos, se entremezclan
dando lugar a infinidad de situaciones vitales que
son reflejos de aquella experiencia que se
consolida conscientemente o aquella que se
guarda en el inconsciente. Al final la vida es
relación. Peripecia de relaciones. Seres que están
dentro de nosotros por un bagaje genético, o
educacional. Seres que encontramos a lo largo de
la vida. Un continuo curtir del alma. De roces de
entrega y recepción. Detrás de todo eso está el
“niño interior” aquel que mira sin hablar, y que
ama sin elegir. Solo una persona, repito que está
“espiritualizada” o “realizada” puede llevar una
vida normal y servir de aliciente contagioso, vital,
a una forma positiva de existencia e influir en los
demás sin intervención alguna de la voluntad. Es
la figura del “buda” realizado que cumplido su
periplo de viaje interior vive ahora, totalmente
desapercibido entre los demás, y renuncia a
mayor gloria porque su destino es servir de Luz
hacia sus compañeros de viaje. ala es su
percepción de unión y compasión con todos los
seres del mundo.

Las cartas del Tarot, en especial los arcanos


mayores, expresan de forma visual, simbólica y
arquetípica la forma en la que un ser humano se
integra con toda su alma en la relaciones que
mantiene con el Universo tanto interno como
externo. Llamamos universo interno a lo que el
alma capta, absorbe, sintetiza y percibe con sus
sentidos y sus capacidades. Los sentidos son cinco
pero las capacidades son cuatro. Intelectual,
emocional, material-sensual y creativa-sexual.
Todas ellas son diferentes en cada individuo e
incluso diferentes en un solo individuo
dependiendo de la época de su vida o su
desarrollo. Todas ellas pueden potenciarse o
deprimirse. Reconocerse o ignorarse. Y
amplifican su radio de acción sobre grupos,
familias, pueblos o culturas. Y el individuo a la
vez es contagiado por las capacidades de cada
ente más numeroso. Participan en la evolución
del ser humano como especie y en todo lo que él
crea y destruye. Su núcleo de potencia es el
instintivo, aquel que no puede modificar a
voluntad. Ese instinto es un caudal básico de la
Mente Universal, que crea el ciclo eternos de
construcción, preservación-destrucción. Es el Tao
oscuro y profundo “Se le puede llamar la madre
misteriosa…”Es la fuerza instintiva de la Carta
del Loco, que en la cultura occidental toma la
forma de un bufón, que está más allá del bien y
del mal. Que no está condicionado por la
inteligencia, la emoción, la sensualidad o la
sexualidad. Que es libertad total, que alimenta la
existencia con una fuerza incontrolable, que más
adelante deviene en un… luego en dos, luego en
tres y de ahí desarrolla todas las innumerables
cosas. Avanza hacia la expansión de la vida,
iniciando el ciclo y todos los seres que emana de
el se embarcan en el viaje de la auto-consciencia.

Este viaje es expresado en los 22 arcanos


mayores. Y como cada historia humana es un
relato de encuentros y desencuentros, el Tarot
expresa perfectamente el aspecto social del “sí
mismo”.Las combinaciones de las cartas,
constituyen una especie de código de barras
fugaz, un código genético del ser que es el
momento de la lectura se presenta ante ellas. No
expresan una realidad tangible sino un
ahondamiento en el alma y una ventana para
poder contemplar los paisajes del interior.
SIN MOVERME DE MI CASA
CONOZCO EL MUNDO ENTERO.
SIN ASOMARME A LA VENTANA
VEO EL TAO DEL CIELO.
Lao Tse (Tao Te King)

Ayudado de la Consciencia, que es la guía


suprema del alma, el ser humano recibe en su
interior la imagen que le descubre pulsiones ,
vivencias, deseos, ámbitos de realización ocultos,
relaciones del alma erróneas, fortaleza interior.
Muchas cosas que desconoce porque están ocultas
en el inconsciente. La socialización necesaria del
hombre esconde el instinto anímico e incluso el
propio instinto animal. La integración del aspecto
consciente al inconsciente es la “meta”. La “casa”
de la que habla el Tao Te King . La “ventana” es
la introspección consciente y el Tao del Cielo es el
“sí mismo”El “Hombre Cósmico” que somos. El
que llegaremos a ser con plena consciencia,
Cuando poco a poco, o de súbito, no se
sabe…mutemos lo suficiente y demos el paso
evolutivo necesario. El método es la consciencia
plena del AQUÍ Y EL AHORA.
TAROT.CÓDIGO VITAL

Para el estudio del Tarot me sirvo del Tarot de


Marsella restaurado por Philippe Camoins
(descendiente directo de la familia marsellesa que
imprime el Tarot de Nicolas Conver desde 1976)
y Alejandro Jodorowsky, impulsor de dicha
restauración. Los orígenes del Tarot se fundan
históricamente en el año 1.000 cuando en el sur
de Francia y España se daba una
multiculturalidad espiritual sana y creativa, y
convivían las mezquitas, sinagogas y templos
católicos creando un magma de protección e
impulso de los tesoros espirituales de dichas
religiones.Si nos detenemos en la observación de
las cartas, nos daremos cuenta de que . a pesar de
que la simbología es mayoritariamente de
trasfondo cristiano, se pueden ver multitud de
tipo cabalístico, y estructuras estéticas islámicas
que avalan dicha teoría. En aquellos tiempos de
fuerte agitación política y religiosa, los sabios
espirituales, viendo la decadencia en la que se
hundía la sociedad, por razones de sed de poder y
corrupción espiritual, intentaron proteger todo el
fondo de misterio y de riqueza anímica.
Subrepticiamente, diseñaron un aparente juego
en donde representarían todos esos tesoros
ocultos a los ojos cotidianos y es por eso que cada
carta recibe el nombre de “arcano”, que a
nuestros oídos suena antiguo, profundo y
misterioso.

El Tarot de Marsella se compone de 78 cartas


que llamamos “arcanos”. Ese nombre deriva de
la palabra latina arcanum, que quiere decir
“secreto”.

Los “arcanos” se dividen en dos grupos


principales: 22 “arcanos mayores” y 56 “arcanos
menores”. Todos los “arcanos” del Tarot de
Marsella están contenidos en un rectángulo cuyas
proporciones son las de un doble cuadrado.

Los “arcanos mayores” se numeran del I al XXI


en numerología romana. A excepción de la carta
del Loco a la que se le asigna el número 0. Los
“arcanos mayores” son la representación de los
“arequetipos” que son formas instintivas
autónomas que operan en las profundidades de la
psique humana.(Carl. G. Jung)Los “arquetipos”
funcionan en la psique de la misma forma que los
instintos funcionan en el cuerpo.

Los “arcanos menores” nos permiten examinar


aspectos más cotidianos y personales de la vida en
el plano intelectual, emocional, material-corporal
y sexual-creativo. Los dos caminos, el proceso
humano universal y el personal son iniciáticos y
complementarios. Los “arcanos “menores” son
54 cartas que a su vez se dividen en cuatro series
de 10 cartas. Palos, que son las Espadas, Copas.
Oros y Bastos asociadas a las cuatro funciones
básicas del desarrollo humano (intelectual,
emocional, material, creativo-sexual). Estos
“palos” están numerados del 1 al 10 y su
numeración incide en la interpretación de poder
o expresión de la función a la que se asocia.
Además tenemos otras cuatro series de 4 cartas
que corresponden a las Figuras, cuya categoría se
corresponde a la manera en la que el ser humano
expresa sus cualidades de expresión que van
desde su alma más profunda hacia la totalidad.
Estas figuras son Pajes, Reinas, Reyes y
Caballeros, todas ellas asociadas también al palo
correspondiente.

En virtud de lo cual tendremos que Las Espadas,


incluyendo sus Figuras se asocian al plano
intelectual. Las Copas al plano emocional-
afectivo. Los Oros al material-corporal y los
Bastos al Creativo –Sexual.
TAROT.VIAJE ARQUETÍPICO
Vamos ahora, a desplegar el “relato cósmico” del
devenir. Crearemos una historia evolutiva en la
que los “arcanos mayores” nos marcarán el guión
como si fuera la estructura de un juego,
destinado a cambiarse y mutarse de miles de
formas, cada una de ellas, expresada en un
momento determinado de consulta de
sentimientos, de actividad. Una ventana que
muestra el paisaje y orienta el camino a seguir.
Sin limitación de direcciones, espacio o
posibilidades. Y así aprenderemos que la vida no
es un camino lineal donde cada cosa encaja en un
esquema fijo sino la oportunidad para recrear
con nuestra idiosincrasia y bagaje anímico
infinitas posibilidades de vivencia, todas ellas
encaminadas a expresar y llegar a ser lo que ya
somos “El Hombre Cósmico)

O EL LOCO
Acabo de emprender el “viaje” y contengo toda la
totalidad de potencia, innata, poderosa sin
dirección alguna. Puedo alcanzar la iluminación
o perderme en la locura, ya que soy
energía esencial . Como toda fuerza primordial
soy a la vez caos y ausencia de normas.Estoy
ausente de vínculos, pero deseando crearlos,
como un recién concebido. Libertad plena y
espíritu liberador inconmensurable. Contagio
fuerza y libertad. Cuando miro en ese eterno
bufón risueño marcho hacia la evolución de mi
alma. ¿Quién controla esta fuerza.

I MAGO - II PAPISA – III EMPERATRIZ


I - La fuerza divina me ha dado todos las
utensilios vitales. Puedo crear a partir del
Espíritu, todos los mundos posibles.. Cuando me
miro en el Mago siento que mi capacidad se
desborda hasta el punto de no saber como
manejarla. Soy como un niño recién nacido que
modela el entorno con sus manos y construye su
mundo a través de los sentidos.
II - Tanto se acumula en mí el poder espiritual
que siento necesidad de resguardarme.
Desarrollo un intelecto y una espiritualidad al
máximo pero no la expreso. Me resguardo, me
aíslo porque hay en mí una virginidad que me
retiene de hacerlo. Estoy gestando un nuevo ser
emocional. Debe de ser altamente espiritual e
intelectual porque no siento la necesidad de
manifestarlo físicamente. No he descubierto la
sexualidad.
III - Ahora he eclosionado… así como una
primavera fogosa, plena de exhuberancia y de
capacidad de reproducirme. Me he convertido en
la Madre Naturaleza, fértil, creativa. Fuerza
adolescente seductora, fecunda y abundante.
Expreso en el hombre el ideal femenino y su
“ánima”.
IIII EMPERADOR – V PAPA – VI EL
ENAMORADO
IIII - He encontrado la figura del esposo. Del
Padre nutritivo. Toda la materialidad se
manifiesta de manera estable. Soy el “ánimus” de
la mujer, su parte masculina proyectada. Aporto
la razón, la ley, la forma en la que la materia se
organiza. Nutro la vida pero no me “enseñoreo”
de ella. Cuido de aquello que me rodea y permito
que florezca la vida lo suficiente para que las
cosas se organicen.
V - Como he necesitado transcender la
materialidad del poderoso ser me miro en la
figura del Papa. Es un puente, un ideal que me
guía hacia la espiritualidad. Es mayor que yo
mismo. Me indica un objetivo en la vida. Trata de
unir mis fundamentos y dirigirlos hacia el alma.
Quizás me ilumine o quizás no. Puedo caer en el
fundamentalismo, si me alejo de la vida terrenal
demasiado. A diferencia de la Papisa, el Papa
actúa en el mundo.
VI - El viaje no ha sino comenzado… todo lo que
florece vitalmente en el alma ha de ser tocado por
“eros”, por el angel del amor. Me siento
confundido… creía que era poderoso y mayor,
pero soy un joven inexperto y vacilante. Algo tira
de mi consciencia.. siento que no me encontraré a
mí mismo hasta que me realice en el amor. Busco
el objeto del amor.
VII EL CARRO – VIII JUSTICIA – VIIII EL
ERMITAÑO
VII - Ya he emprendido el viaje. Joven… pleno
de fuerza, voy a conquistar la acción en el
mundo. Voy a conquistar el corazón de las cosas.
Puedo pecar de narcisismo y de juvenil
imprudencia. En un momento me lleno de un
cierto orgullo. MI meta, no obstante es la de
materializar el espíritu y espiritualizar mi parte
material.
VIII - Pero mi marcha triunfal ha sido
súbitamente obstaculizada por una figura
imponente. Es objetiva y fría. No me envía
mensajes de aliento, sin o que me recuerda que
para poder continuar el viaje he de elegir bien.
Eliminar lo superfluo y quedarme solo con lo
necesario. Ser justo y atender las necesidades del
alma. Las reales y no ficticias. Es la sabiduría y
me impulsa a preguntarme…¿Me hago justicia
conmigo mismo? ¿Soy misericordiosos hacía mí
mismo y hacia los demás…?
VIIII - Repentinamente me siento en crisis. En
soledad. Me pesa el viaje. Me ilumino el pasaje
del alma. Miro hacia el pasado pero me veo
impelido a marchar hacia delante. Por primera
vez siento la profundidad de mi alma. Vigilo mis
pasos. Me imbuyo de espiritualidad y de una
fuerza que me acerca hacia la mutación de mi
interior.
X LA RUEDA DE LA FORTUNA – XI LA
FUERZA – XII EL COLGADO
X - He llegado a un punto de bloqueo. No se si
estoy al principio, a la mitad o al final del viaje.
Por eso se me invita a preguntarme ¿En qué
momento se encuentra mi vida?. Se lo pregunto a
la esfinge de la Rueda. Tiene una manivela pero
nadie la mueve. Parece estar parada.
Inmovilizada en un pantano emocional. La
esfinge me dice que los ciclos no dependen de uno
mismo. Sino de la naturaleza de la vida. Espero
que alguien o algo me ayuda a movilizar mi
fortuna.
XI - ¡Al fin¡ Siempre es la Fuerza la que inicia un
nuevo ciclo. Una nueva energía. Descubro mis
fuerzas instintivas animales. Mi sexualidad
plena,. Mi animalidad creadora. Me siento lleno
de pulsión vital consciente.
XII - Pero a pesar de ello, el ciclo se para
bruscamente. Estoy atrapado, sujeto de pies y
manos. No me siento mal. Solo extraño. Creo que
esta situación es una meditación, un silencio y
una quietud necesarios. Antes de continuar viaje
he de entregarme por completo. He de someterme
a la vida. Ya que la vida es imposible de someter.

XIII ARCANO SIN NOMBRE – XIIII


TEMPLANZA – XV EL DIABLO
XIII - De la meditación profunda y el
sometimiento de la quietud, a la misma potencia
de nuevo. Un ser descarnado, y renacido se lanza
a romper con furia todo el pasado. Todo lo que
no nos sirve. Cauteriza las heridas y los conceptos
podridos, los sentimientos que nos atan sin
dejarnos avanzar, son abolidos por la guadaña
simbólica. Avanza con la fuerza y determinación
del Loco. Quizás un tanto agresiva. Como si
ansiara vivir de nuevo en busca de un a
creatividad reconocida.
XIIII - Como puedo armonizar tanta emergencia
corporal y a la vez el anhelo de mi espíritu? Me
siento desprotegido. Agotado de tanta lucha. No
se que qué quiere de mí la vida. Tan pronto me
levanta como me deja caer. Me empuja o me
somete. ¿Es esto siempre así? Templanza me
cura… me suaviza. Me procura el bálsamo del
equilibrio. Me miro en su rostro benevolente y
mis emociones se ablandan. Me “da alas” y a la
vez me une a la tierra. Mis aparentes opuestos se
relacionan armoniosamente.
XV - Cuando me relajaba en su bálsamo
protector un ser interior ha surgido de lo más
profundo. Descubro que siento deseos, pasión,
oscuridad, creatividad sin freno. Descubro una
manera de sentir la vida, estando más allá del
bien y del mal. Me doy cuenta de que no hay
hipocresía en mi interior. Que añoro ser cómo
soy sin límites. Estoy preparado para asumir la
condición masculino-femenina de mi naturaleza.
El fondo libre de prejuicios. La sexualidad fértil y
vibrante. Es la fuerza el místico Diablo. Tiene la
tentación de ser Dios. Una parte de nosotros
mismos nos tienta con posibilidades desconocidas,
al igual que Cristo fue tentado por el Diablo
interior.

XVI LA TORRE – XVII LA ESTRELLA –


XVIII LA LUNA
XVI - Esta emanación de poder sin frenos me
había colocado en un pedestal de prepotencia. En
una torre de orgullo.Todos los “vicios” del alma,
contrapartida de las “virtudes” encerrados en
una Torre de egocentrismo. El cielo viene en mi
ayuda y con un violento rayo “iluminador de la
consciencia” me libera y a la vez me arroja sin
contemplaciones de la Torre de “Babel”. A pesar
de lo aparatoso de la caída y de la humillación
sentida, lo hace benevolentemente, y cubre mi
“animus”y el de mi “anima” de “maná”, de maná
nutritivo. Aprendo que toda “caída” o
sufrimiento se origina cuando nos aferramos a la
unilateralidad de la mente intelectual, vapuleada
por un sistema emocional descontrolado.
XVII - Al desalojarme de mi Torre.
Desahuciarme de mi orgulloso habitáculo me
aparece la Estrella en forma de esencia Femenina
Cósmica. Parra ayudarme a encontrar mi sitio en
el mundo y poder actuar en el. Es la guía
espiritual que me relaciona con la divinidad.
Siento sumisión y piedad. Entrega de un generoso
potencial. Pero me advierte de no desarrollar
actitudes peligrosas como la le exigir en vez de
dar o la de dar hasta que se agota nuestro ser en
una entrega sin consciencia. También me
advierte de la posibilidad de mis sentimientos de
insatisfacción perpetua. Siento que puedo tener fe
en la “Buena Estrella”
XVIII - Al caer tan bajo… todas mis emociones
han encenegado mi espíritu. La mirada maternal
de la Luna me dice que no se puede querer vivir
tan activamente. Es necesario aprender a recibir.
Ella es la Madre Cósmica y me introduce en el
mundo de los sueños y del subconsciente.
Descubro que mis anhelos y necesidades se tiñen
de melancolía. Y que el “viaje hacia mí mismo”
me sume en una “Noche Oscura del Alma." La
Luna me hace sentirme receptiva… imbuída de
su poder reflectante. Me ilumina el agua
emocional… me abre a lo profundo de la poesía,
de la feminidad total. Me invita a llegar a la orilla
de mi ser.. de vuelta a “casa”.

XVIIII EL SOL – XX EL JUICIO


XVIIII - Al llegar a la orilla he sido acogida por
el Padre Cósmico. Todo lo que era receptividad
se convierte en impulso activo. Saludo a mi alma
gemela”. Animus y ánima” engendrados por la
misma consciencia creadora. Amorosos. Amigos.
Soy reconocida y amada como soy. Mi alma ya no
es un vasto territorio a conquistar, sino un hogar
protegido y nutriente. Su contacto provoca el
despertar de la consciencia masculina y de la
inteligencia de la feminidad.
XX - Al ser reconocida en mi esencia y amada en
mi aparente dualidad puedo escuchar la llamada
angelical de una nueva consciencia. Una fuerza
desafiante a la muerte actúa en mi vida. Esta
llamada ha de ser atendida. Me hace renacer con
un ser nuevo. Quizás me ayude el recordar la
forma en la que viví mi nacimiento. Reconocer si
fui deseado, y no juzgado por mi esencia. Apelar
a los seres interiores que me reciben como un ser
humano renacido y divino. Es el nacimiento del
“Hombre Cósmico”.
XXI EL MUNDO
Lo he conseguido. El viaje desde el caminar
aturdido del Loco hasta el Mundo realizado ha
llegado a su fin. Una “mandorla”, símbolo de
eternidad me protege. He recobrado la totalidad
y estoy realizada en mis fundamentos de
Inteligencia, Amor, Materia y Creatividad. Ellos
sostienen mi Ser Cósmico, tanto como el Universo
completo. Es el Alma del Mundo (Animus
Mundi), Agente Universal que está en todas las
cosas y nos une a todas ellas. Ya soy,
conscientemente el Alma Universal.
Hemos terminado el viaje. Pero no para siempre.
Las ventanas interiores revelan a veces aspectos
que consideramos negativos. Es solo una
interpretación de la experiencia. Nunca son
situaciones cristalizadas, como obstáculos
insalvables que nos niegan la oportunidad de
encontrar el camino del alma. La inconsciencia
nos sume en la Rueda de la Fortuna, la colapsa y
la somete a la inercia del Karma (energía que
sigue a una acción que tiene por meta a sí
misma). Hay un tesoro de formas interiores que
nos ayudan para que consigamos renacer en la
totalidad. Podemos permanecer conscientemente
atentos, como las célebres vírgenes de la
parábola, para que no se apague la luz de la
“lamparilla” y podamos distinguir lo que sucede
en el interior, y en el exterior. Estas formas
anímicas necesitan ser amadas y reconocidas.
Necesitan ser cuidadas con inteligencia. Son la
llave de nuestro pleno desarrollo. Nada está
escrito o realizado en el alma. Ni existen
“virtudes” los suficientemente luminosas que
deslumbren la oscuridad de lo que llamamos
“pecados”, ni existen “pecados” que oscurezcan
irremediablemente nuestro camino. Dentro de la
ley de los hombres, es muy difícil ser justo, y no
condenar y castigar en base a prejuicios. Pero en
el plano individual, la justicia tiene forma de
amor, inteligencia y una energía creadora, la
consciencia, que tiene la particularidad de
“animar” (poner alma) donde ésta ha sido
secuestrada... donde este.

A partir de ahora, conocemos un poco más. Nos


iluminaremos de forma sencilla, humilde.
Comprenderemos el anhelo del alma por
realizarse y el empuje del Hombre Cósmico que
habita en el núcleo de cada ser humano.

Rosa Cobos Asteguieta.


Bilbao 2005
Fotografias R.Cobos

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