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Terapia de

Aceptación y
Compromiso
Clase 3: Defusión y Aceptación
Defusión
“La pantalla de cine”
Visión general
Definición

● Fusión significa quedar atrapado en nuestros pensamientos y permitirles dominar nuestro comportamiento.

● Desfusión significa separar o distanciarnos de nuestros pensamientos, dejarlos ir y venir en lugar de quedar
atrapados en ellos.

- mirar los pensamientos en vez de a través de los pensamientos.

- notar los pensamientos en vez de quedar atrapado en ellos.

- dejar que los pensamientos vayan y vengan sin quedarse atrapado en ellos.

Objetivo

Ver la verdadera naturaleza de los pensamientos: son ni más ni menos que palabras e imágenes; y responder a los
pensamientos en términos de funcionalidad en lugar de literalidad (es decir, en términos de cuán útiles son más que cuán
verdaderos son).

Método

Aprender experiencialmente que los pensamientos no controlan la conducta; notar el proceso de pensar.

Cuándo usarla

Cuando los pensamientos se convierten en barreras para vivir una vida valiosa.
Debido a X, si hago Y, obtendré Z

Procedimiento necesario para resolver problemas, pero


nuestro modo resolución de problemas no sabe
cuándo frenar, llegando a convertir una vida a vivir en
un problema a resolver.

Aprender cuándo seguir lo que dice la mente y cuándo


sólo notarlo.

Nos vinculamos con nuestros pensamientos como


representaciones del mundo interno y externo (cuando
son un mero proceso) y nos desconectamos de lo que
sucede.
Fusión
● Mezclar los procesos verbales-cognitivos con la
experiencia directa, de manera que no podemos
diferenciar entre ambos.

● Limita nuestro repertorio conductual.

● Adecuar la conducta a nuestro relato verbal, perdiendo


sensibilidad a sus contingencias directas (seguir la
misma regla una y otra vez).

● Proceso automático, habitual e invisible.

● El pensamiento regula la conducta.

● Evitación: frente a situaciones incómodas, la fusión nos


empuja a evitarlas (dado que las reglas aprendidas
sugieren que deben eliminarse).
Defusión
● Separar los procesos cognitivos de los productos cognitivos: separar al ser
humano (oyente) de la mente (hablante).

● Establecer contacto más directo con los fenómenos verbales como lo que
realmente son, y no como lo que dicen ser.

● No elimina el contenido verbal, sino que reduce el efecto automático sobre la


conducta permitiendo que actúen otras fuentes de regulación conductual.

● Controlar el lenguaje sin transformar su contenido, sino cambiando su función


y permitiendo mayor control contextual voluntario.

● Pensamientos sólo como pensamientos.

● No es un fin en sí misma, sino una habilidad útil para determinados momentos.

“Yo pensaba que mi cerebro era el órgano más importante… hasta que me dí cuenta
del órgano que me estaba diciendo eso”.
Aplicaciones clínicas

● Disminuir confianza en el lenguaje demostrando sus


límites.

● Lenguaje como herramienta que parece servir para todos


los trabajos.

● Capacidad limitada del lenguaje para captar experiencia


personal (desde la infancia se nos enseña que es una
herramienta de autoconocimiento).
Funcionamiento de la mente
“Probablemente ya habrás adivinado que no soy un gran
entusiasta de las mentes. No es que piense que las mentes no son
útiles; es solo que no se puede vivir realmente la propia vida de
forma adecuada limitándose al universo que tenemos entre las
orejas. Las mentes evolucionaron para proporcionar a los humanos
un medio muy eficaz de detección de amenazas para la
supervivencia; por eso, no resulta sorprendente que una buena
parte del contenido mental sea negativo, crítico o de aviso de
peligros. Tu mente está haciendo aquello para lo que fue diseñada
– ¡Pero, al mismo tiempo, no te está dando ni un respiro!– Por eso,
aquí vamos a tener que aprender cómo salirnos de esa cháchara
cuando eso sea lo más conveniente. Tu mente no es tu amiga pero
tú no puedes funcionar sin ella. Es una herramienta que hay que
utilizar. Tenemos que aprender cómo utilizarla pero, de momento,
es ella la que te está utilizando a ti”.
Encontrar un sitio donde sentarse
“Aquí está la realidad; pero observa tu propia experiencia, tu
mente está diciendo cosas tales como que el mundo es de esta
manera y de la otra y que tu problema consiste en esto o en
aquello. Describe, describe, describe. Evalúa, evalúa, evalúa. Y,
mientras tanto, tú te estás sintiendo cada vez más cansado.
Necesitas un sitio donde sentarte, pero tu mente sigue dándote
descripciones muy elaboradas de sillas y, luego, te dice: “siéntate”.
Las descripciones están bien pero lo que nosotros estamos
buscando es una experiencia, no una descripción de la experiencia.
Las mentes no pueden ofrecer experiencias, solo parlotean acerca
de lo que ha tenido lugar–. De manera que vamos a dejar que tu
mente describa todo lo que quiera y, entretanto, tú y yo vamos a
buscar un sitio para sentarnos”.

El conocimiento verbal aparenta estar por encima del no verbal.


Desliteralizar el lenguaje
● Generar experiencia del lenguaje desprovisto de sus funciones
simbólicas.

● El significado de procesos verbales familiares puede atenuarse de


manera significativa.

● Ejercicio de repetir palabras rápidamente reduce la creencia en los


pensamientos negativos referidos a uno mismo y el malestar
psicológico asociado.

● Emociones asociadas a una palabra disminuyen con la exposición


(aunque no es el objetivo)

● Aprender a observar los procesos de las relaciones verbales sin


fusionarse con sus productos.

● “Limón, limón, limón”


Los pensamientos como pasajeros
● Metáforas físicas facilitan la defusión (pensamientos como cosas o personas).

● “Pasajeros del autobús”: desliteralizar el contenido psíquico mediante la objetivación.

● Se retoma en la terapia: ¿qué pasajero está hablándote en este momento?


“Tener pensamientos, mantener
pensamientos, creerlos al pie de la letra”

● Nuestra mente nos brinda contenido TODO EL TIEMPO. No obstante, podemos


atender selectivamente a esos contenidos cambiando el foco de la atención.

● Pasar de mirar a través de los lentes verbales (fusión) a observar esos procesos.

● Distinguir entre formas de vincularse con los pensamientos

● Tener pensamientos: ser consciente de su presencia. Mantener pensamientos:


retener juicios y evaluaciones sin intentar manipular la forma del producto verbal.
Tomarse un pensamiento al pie de la letra: sobre-identificarse o fusionarse.

● No importa el contenido (condicionado, determinado históricamente). Se trabaja


con la sobreidentificación del mismo porque promueve la rigidez conductual y la
atención inflexible. Se trata de algo voluntario.
Phishing
● Entrenar para detectar los indicios de un
contenido problemático.

● Detectar patrones.

● Emociones y conducta impulsiva.


Negativismo natural de la mente.

● “Mensajes yo”
No andar danzando
● Fusión: danza en la que uno se enreda con la mente
intentando “ganar” una batalla.

● Aprender a no enredarse con juegos mentales.

● Estar en contacto con inutilidad de estas batallas (como en la


desesperanza creativa).

“Entonces, ya has explorado todo este juego… todo el complejo


juego que se trae la mente contigo. Tu experiencia te dice que nunca
vas a conseguir ganarlo; tu experiencia te dice que bailar con la
mente es como bailar con el diablo. Tu mente te tienta una y otra
vez para conseguir danzar contigo. ¿Necesitas caer otra vez en lo
mismo para solucionar este asunto con tu mente o puedes, con todo
respeto, rechazar su invitación a bailar? Quiero decir, puedes echarte
atrás y rechazar entrar en la pista de baile. Al fin y al cabo, es tu
vida, ¿no es cierto?”
Practicar observación de la mente
● Soldados desfilando

● Ver el mundo a través de los pensamientos, o ver los pensamientos en carteles.

● Establecer una postura de “curiosidad desapasionada”


Darle nombre a la mente ¿Cuál es tu nombre?
● Al notar que la mente está constantemente generando
“ruido” pueden diferenciarse intereses de la mente y de
la persona.

● Darle un nombre al modo mental evaluativo/de


Cogniciones catastróficas
resolución de problemas es una excelente estrategia de recurrentes
defusión. Aprender a diferenciarlo de otros modos que
sí resultan útiles.

● “¿Y qué te dice xxxxxx sobre esto?”


Te llamaré Juancito problemas
● Si no cuadra con el estilo del cliente, puede darse una
etiqueta.

● Distancia saludable entre pensamiento y pensador.

● “Llévate a tu mente de paseo”


Debilitar las razones
● Cliente suele dar razones sobre sus conductas indeseables o su inacción (“no hice actividad
física porque no tenía ganas”).

● Reglas que forman parte de la historia personal.

● Ilusión de que existe relación causal entre estados mentales internos (no tener ganas) y las
conductas observables (no hacer actividad física).

● Sensibilizar sobre el efectos de darse razones. Distanciarse de las historias “trilladas” con las
que el cliente justifica con sigo mismo su conducta.

● Referencias a historia de forma contraproducente.

● Notar razones y mantenerlas en suspenso.

● No tiene sentido contradecirlo o buscar argumentos que hagan caer esa creencia. Si se puede
disminuir esas conductas disfuncionales enfocando la atención en su funcionalidad, más que en
su verdad:

● “¿Y al servicio de qué está esa historia?”


● “¿Y esa descripción de tu pasado te ayuda a seguir adelante?”
● “¿Esto sirve para algo o es solo lo que tu mente te dice?”
● “¿Estás elaborando una solución o esto es solo tu manera de cavar?”
● “¿Te has dicho a ti mismo o a otros este tipo de cosas antes? ¿Es un argumento viejo?”
● “Si ya te has dicho esto antes, ¿qué es lo que crees que va a cambiar ahora por repetirlo otra
vez?”
● “Si Dios te dijera que tu explicación es totalmente correcta, ¿de qué manera te iba a ayudar el
saberlo?”
● “Bien. Admitamos que tienes toda la razón. Y, ahora, ¿qué?”.
Prácticas para interrumpir el lenguaje
problemático
● Interrumpir prácticas lingüísticas instaladas, estableciendo distancia
entre la persona y su mente.

Intenté practicar las habilidades


Pero
que habíamos pautado para esta
semana pero...
● se utiliza para especificar excepciones que acompañan a una
formulación implícita sobre la organización de acontecimientos
psicológicos (“me gustaría viajar en colectivo pero me da miedo”).

● Dos acciones no pueden coexistir.

● ACT ataca al uso de esta palabra, reemplazandola por “y” cuando el


“pero” genera una relación artificial de oposición

● “Y” es descriptivo, no prescriptivo. Además, resulta vivencialmente


más cierto, dado que pueden convivir muchos pensamientos y
emociones en la misma persona.
Terapeuta: Me gustaría que intentáramos otra cosa distinta cuando hablemos tú y yo: Te
voy a pedir que utilices la palabra y en lugar de la palabra pero cada vez que hagas una
frase. Al principio, puede que te suene un poco raro y es posible que te des cuenta de que
tienes que pararte a pensar lo que dices para asegurarte de que no caes otra vez en el
pero. No te preocupes por eso; si alguna vez te equivocas, yo te paro y te pido que utilices
la palabra y en vez de pero.

Cliente: ¿Por qué dices eso? Parece un poco extraño.

Terapeuta: La mayoría de las veces, ni siquiera pensamos en las palabras que utilizamos.
Un buen ejemplo es pero. Lo ponemos en cualquier sitio que se produzca una pausa o sin
saber si estamos dispuestos o no a hacer algo o ir a algún sitio. Me interesa comprobar
cómo sientes que afecta al sentido de nuestra conversación el hecho de cambiar pero por y.
Y, en otro nivel, supongo que podríamos decir que eso te va a ayudar a librarte de tus
peros.
Evaluaciones y descripciones
Evaluaciones

● Implican fusión.
Evaluar Describir ● Mayoría acude a terapia fusionado con evaluaciones de su propia historia, su
persona, vínculos, etc.
● Se las confunde con descripciones.
● Distinguir entre las propiedades intrínsecas de algo y las que agrega la
mente.
● Evaluaciones contradictorias pueden convivir.
● Metáfora de la taza mala.

Clasificar

● Puede ser útil interrumpir una conversación, saliendo de los contenidos y


notando los procesos. Se trata de etiquetar el tipo de producto verbal sin
quedarse con el contenido (descripción, evaluación, pensamiento,
sentimiento, etc).
● Soy una mala persona = soy una persona que está teniendo la evaluación de
ser mala.
● Distanciamos del pensamiento utilizando el mismo sistema que genera la
fusión.
Recurso clínico: Metáfora del tren
¿Qué hacer y qué no hacer?

● Presentar la defusión literalmente.

● Abuso de las metáforas.

● Humor más que burla.

● Defusionar por defusionar


Señales de progreso

● Cliente parece notar sus reacciones desde el punto de


vista de un observador más que desde la fusión con esas
reacciones. “Estoy notando que mi mente dice que soy un
desastre”, “Mis pensamientos me están dando razones
para no hacer esto”.

● “Sentirse en la habitación”: espacios más relajados,


abiertos y flexibles en la conversación terapéutica.
Aceptación

- Ejercicio experiencial -
Observar, respirar, expandir, permitir, fisicalizar, mostrar autocompasión, expandir la
consciencia.
Visión general
Definición
● La aceptación es la adopción voluntaria de una postura intencionadamente abierta, receptiva,
flexible y exenta de juicios en relación al momento presente.
● En criollo, significa permitirle a nuestras experiencias internas ser como son, más allá de si son
placenteras o dolorosas; abrirnos para hacerles espacio, dejar de pelear con ellas, y dejarlas ir y
venir como naturalmente hacen.
Objetivo
● Permitirnos tener y experimentar experiencias privadas dolorosas sí y cuándo hacerlo, nos
permite movernos en dirección a nuestros valores
● ¡No apuntamos a la aceptación de todos los pensamientos y emociones en todas las
circunstancias! Se apela a la aceptación bajo dos circunstancias:
○ Cuando controlar los pensamientos o emociones es limitado o imposible.
○ Cuando controlar los pensamientos o emociones es posible, pero los métodos usados
para lograrlo reducen la calidad de vida.
● Si el control es posible y asiste a una vida valiosa, entonces adelante.
Método
● Hacer un contacto pleno, abierto y sin defensas a las experiencias privadas no
deseadas.
Cuándo usarla
● Usamos aceptación cuando la evitación experiencial se vuelve una barrera para las
acciones congruentes con valores.
● El costo de la evitación: Dolor limpio vs. dolor sucio.
Disposición
● La disposición es necesaria (prerrequisito) para poder practicar la aceptación (aunque a
veces se usan como sinónimos). La primera es lo que lleva a uno a colocarse frente a
una vivencia no deseable, y la segunda es lo que uno hace con esa vivencia.
● Estar dispuesto es cuestión de “todo o nada” → Si bien el tamaño de la “disposición”
puede variar, su esencia no cambia (salto).
● La disposición sólo se puede restringir mediante la limitación del tiempo de exposición
o del escenario en el que dicha exposición va a tener lugar. Lo que no podemos limitar
es la “cualidad” de la vivencia (no existe estar medio dispuesto, como no existe estar
medio embarazada).
Aceptación
● Es un proceso constante. Forma parte de una actitud
abierta, pero esta actitud debe ser vivida momento a
momento.
● Para que la aceptación sea una opción “aceptable”
para ellos, tendremos que hacer un buen trabajo en
desesperanza creativa y volver a él repetidamente.
● El trabajo alrededor de Valores también es
importante → Aceptar EPI displacenteras es al
servicio de algo importante, significativo y
enriquecedor. (Varita mágica).
● ¡Aceptar no es tolerar! La tolerancia es una postura
condicional en la que se acepta una cierta cantidad
de malestar durante cierto tiempo, normalmente a
cambio de algo, pero sin un apertura real de la
propia experiencia.
● La aceptación es activa, no pasiva. Sugiere que hay
algo significativo en experimentar lo que se está
experimentando.
¿Exposición vs. aceptación?

Exposición clásica Aceptación

Objetivo: Reducir la activación emocional Objetivo: Aprender a permanecer en presencia


de las vivencias internas mientras se actúa de
manera más libre, flexible, y guiada por los
propios valores.

La diferencia es cualitativa. El objetivo no es librarlo de la ansiedad, y de hecho, manifestamos


abiertamente que no sabemos qué puede ocurrir cuando se le permita a la EPI estar
plenamente presente.
Aplicaciones clínicas
● Psicoeducación emocional [son adaptativas, nos dan info,
duran minutos, influyen la conducta pero no la controlan
(urgencia vs. conducta)]
● Es importante poder observar, describir con precisión y
nombrar emociones, así como el contexto donde tienen
lugar.
● Metáforas
○ El monstruo y la soga (Harris, 2009, p. 92)
○ Metáfora del autobus.
○ Hundir una pelota inflada en el agua.
○ Andar por la nieve con zapatos de superficie
amplia. (Idem struggling in quicksand
metaphor, Harris, 2009, p. 92)
● La opción de sentir (Harris,
2009, p. 147)

1. Imaginá que pudiera darte una elección.


2. a) Nunca tenés una EPI dolorosa de nuevo, pero
perdés toda la capacidad de amar.
b) Podés amar y te importa lo que pasa, pero
cuando hay una brecha entre lo que querés y lo
que tenés, aparecen EPIs dolorosas.
3. ¿Qué elegís?
4. Si elige b) le da el permiso a ejercicios de
aceptación (disposición).
5. Si elige a → ¿cuánto te ha costado?
(desesperanza creativa)
● El interruptor de lucha. (Harris, 2009, p. 149)

1. Imaginate que en la parte de atrás de tu mente hay “un interruptor


de lucha”.
2. Switch on → Batallar (amplificador del dolor, alto costo)
3. Switch off → No luchar (describir lo que siente, sin perder tiempo y
energía en pelear, poniéndola en cambio en algo valioso).
4. ¿Te sentís identificado?
5. Que me de ej. de switch on.
6. Que me de ej. de switch off.
7. Switch off > dolor limpio | switch off > dolor sucio
8. Podemos reducir el sufrimiento, adiviná cómo …
9. Evocar una emoción, describir las sens. físicas.
10. 1-10 ¿qué tan intensa? 1-10 ¿qué tanto estás luchando ahora?
11. Ejercicio de aceptación
12. ¿qué pasó con el interruptor de lucha? ¿intensidad 1-10?
● Llevate las llaves. (Hayes 2011, p. 435)

1. Pedirle que pongas sus llaves sobre la mesa.


2. “Imaginá que llaves = EPI que has estado evitando”.
3. “¿Qué vas a hacer con las llaves?

DEJARLAS AHÍ

4. “¿Qué vas a hacer con las llaves?


5. *Las agarra*
6. Bien, ahora, ¿a dónde vas a ir? → Hacerle ver que
puede ir en cualquier dirección que elija, y tener
consigo las llaves.

La metáfora resalta dos aspectos importantes de esas “llaves”:


Primero, que coger las llaves y llevárselas no impide que el
cliente vaya a ninguna parte. Segundo, llevarse las llaves de
manera voluntaria puede abrir puertas que, de otro modo,
podrían seguir cerradas.
Qué hacer y qué no hacer
● Demasiada palabrería. Hablar de aceptación no le ayuda al consultante a adquirir las
habilidades que la aceptación requiere. ¡Es un proceso vivencial! Hace falta buscar
oportunidades durante la sesión para practicarla (y que luego pueda llevarse afuera).
● Pliance generado por el terapeuta. La aceptación es una decisión basada en valores;
no se la puede forzar ni obtener por pliance. Si al consultante le resulta difícil tomar la
decisión, debemos ser pacientes y tener fé en él y en nosotros mismos, lo cual significa
abrirnos al malestar de la situación y modelar paciencia, y por otro, creer en la
capacidad de cambio del cliente. Ayuda achicar la magnitud del salto.
● Sabotaje compasivo. Podemos sentirnos tentados a “proteger” al paciente de la dura
realidad de estar presentes con aquello que pueda surgir. Pero debajo de eso se está
tomando un pensamiento al pie de la letra (ej. algunas historias son demasiado
dolorosas para revivirlas). La compasión auténtica es buena, pero lo que los clientes
necesitan es conseguir mayor poder para vivir la vida en el presente, y enfrentarse al
malestar requiere valor del paciente y también del terapeuta.
Señales de progreso

● De forma espontánea, los clientes empiezan


a usar un lenguaje que sugiere que están
adoptando una actitud más abierta y
aceptante (ej. “me doy cuenta de que esto no
va a desaparecer y tengo que dejarle estar
aunque no me guste”, “me dio miedo pero
era importante para mi así que lo hice con
miedo”).
● Se implican en acciones relacionadas con el
“estar dispuesto” que ni siquiera se habían
tocado en terapia.
¡GRACIAS!

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