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EL PLANTEAMIENTO DE UN PROBLEMA HISTÓRICO

Introducción
Para que una disciplina académica se considere como tal debe contar con
fundamentos suficientes, un objeto de estudio definido y unos métodos para
construir el conocimiento. La Historia ha sido sometida a dicha exigencia, al
igual que muchas otras ramas del saber. Es por esto que se han tratado de
crear distintas formas para obtener conocimientos en historia mediante la
investigación. Se puede decir que una de ellas es la que utiliza el problema
histórico.
En esa metodología se postula la problemática como aspecto inicial, que es
parte del fundamento del quehacer de la Historia. El conocimiento que se
construye tiene como objetivo la resolución de dicho problema. El problema
histórico consiste en un armazón completo del que hacen parte la pregunta
principal, las preguntas y aspectos específicos que dependen de ella, la tesis
principal y las distintas hipótesis que se postulan. Estas partes deben estar
unidas entre sí y con la pregunta central. De la correcta formulación de este
esquema depende en gran parte el buen desarrollo de la investigación, pues la
recolección, estudio y análisis de las fuentes y la construcción de los textos van
guiadas por la problemática planteada al principio. Es de anotar que también
una fuente puede hacer parte de un problema histórico, no solo como origen de
la información.
El presente texto tiene por objetivo postular los principales aspectos que
integran el problema histórico y su planteamiento. La idea central es que no se
necesita un bagaje teórico muy amplio para formular problemas históricos y
para desarrollar una investigación. Inicialmente se trata el tema de la pregunta
principal, enseguida el de las preguntas y aspectos que se desprenden de ella,
después se observa el planteamiento de la hipótesis y finalmente se ilustra todo
este tema con un ejemplo.
Las fuentes usadas para este trabajo son sobre todo textos de teoría de la
historia, escritos por algunos de los más destacados exponentes de esta
disciplina. Varios de ellos son de cierta antigüedad, pero lo esencial de sus
planteamientos sigue siendo muy influyente.
La pregunta principal
Durante mucho tiempo fue muy común que la disciplina histórica tuviera un
carácter de recopilación de fuentes. De esa manera intentaban recuperar los
acontecimientos relevantes de un determinado periodo. A esta idea se le
antepone la que entiende la investigación como la respuesta a una pregunta.
Dicho interrogante es el núcleo del problema histórico. A continuación, se
profundiza este asunto.
Como ocurre con toda rama del conocimiento, la historia intenta dar respuestas
a distintas cuestiones que no están muy claras o de las que casi nada se sabe.
Es por esto que resulta conveniente partir de una pregunta. Esta debe tener
relevancia en materia de conocimiento, señalando un aspecto que sea
desconocido. Se puede decir que tanto a los hechos como a los procesos
propios de la disciplina histórica se llega casi siempre partiendo de una
pregunta. Incluso en tiempos del positivismo y de la escuela metódica el
estudio de un periodo histórico implicaba tener presentes ciertos interrogantes
sobre el mismo. Estos sin embargo no se formulaban directamente, por lo cual
la investigación se guiaba por la recopilación de hechos y no por las
preguntas.1
Fueron muchas las voces críticas que se dirigieron hacia la historiografía
positivista del siglo XIX. Entre los distintos aspectos que cambiaron con la
llegada de nuevas corrientes historiográficas estuvo la primacía de la pregunta
problema. Destacados exponentes de la disciplina en Europa como Lucien
Febrve o Robin Collingwood resaltaron la necesidad de arrancar la
investigación de una pregunta guía. Los miembros de la Escuela de los annales
no estaban de acuerdo con la tendencia de los positivistas a revisar
directamente la documentación. Como lo expresaba Bloch, cualquier elemento
podría servir de fuente siempre y cuando se le interrogara correctamente. Para
esto se debía tener una guía previa al estudio de las fuentes. 2
La pregunta principal debe tener algunas características básicas: debe existir la
posibilidad de responderla, debe ser relevante en asuntos de conocimiento y en
lo posible debe ser pertinente para su contexto social. Esto a su vez está en
consonancia con las discusiones acerca de las repercusiones de la Historia
sobre la sociedad y viceversa. Se puede observar por ejemplo que de acuerdo
con la época existen cambios en las preguntas que se formula la investigación
histórica. Adicionalmente existe una fuerte influencia por parte del historiador
sobre sus preguntas y sus investigaciones. El primer tema (la posibilidad de
responder la pregunta) es de suma importancia, porque se refiere a aspectos
como la existencia de fuentes, sin los cuales no es posible investigar. 3
Un segundo tema es el de la relevancia. Para saber si una pregunta es
relevante en términos académicos y sociales se necesita entonces conocer
aquellos temas en los que la disciplina histórica se ha visto en dificultades. Así
se pueden plantear preguntas que generen nuevo conocimiento histórico y que
puedan servir de guía para la toma de decisiones por parte de la sociedad en la
que se escribe la historia. Esto podría explicar la necesidad de formar
historiadores profesionales: si estos conocen los logros y las lagunas de la
disciplina podrán desarrollar investigaciones al respecto. Esta necesidad se
puso de manifiesto desde la aparición de la historiografía positivista, que creía
en la importancia de conocimientos en algunas áreas afines a la historia. 4 Es de
anotar también que las preguntas no se hacen solamente para llenar lagunas,
sino que pueden ir cambiando de acuerdo con los distintos movimientos en la

1
Antoine Prost, Doce lecciones sobre la historia, Ediciones Cátedra, Madrid, 2001, p. 83-90.
2
Ibid. y Marc Bloch, Introducción a la historia, Fondo de Cultura Económica, México, 1982.
3
Prost, Doce lecciones…, op. Cit., p. 95-98.
4
Ibid. y Charles Langlois y Charles Seignobos, Introducción a los estudios históricos, Universidad de
Alicante, Salamanca, 2003.
disciplina: efectivamente se pueden hacer preguntas diferentes a las mismas
fuentes.
Finalmente está el asunto de las influencias personales. Estas proceden a
veces de los compromisos que haya adquirido el historiador: ya sean sus ideas
políticas, su vinculación con grupos de poder, etc., estos asuntos son de central
importancia. Pueden determinar los temas en los que el investigador se haga
especialista y las preguntas que de ellos formule. La inclinación personal tiene
también su papel en este tema. Por estas razones es conveniente aclarar las
motivaciones y vínculos del historiador para que de esta forma el planteamiento
de las preguntas y la investigación se hagan de manera responsable. 5
Como se puede observar, el planteamiento de la pregunta principal en la
investigación histórica es un proceso tan difícil como necesario. En él se tienen
en cuenta consideraciones de distinta índole (académica, social, personal) y es
muy útil para ir direccionando el proceso de construcción del conocimiento.
Las preguntas secundarias
Como ya se adelantó es conveniente y necesario dividir el problema en una
serie de interrogantes que se conecten con la pregunta principal. Esto se hace
por motivos prácticos, pero sobre todo para realizar una investigación más
precisa y completa. A continuación, se profundiza acerca de este asunto.
La pregunta central, con todo y su importancia, no es más que el núcleo del
problema histórico. Es por esto que se hace preciso el planteamiento de otras
preguntas que representen a cada uno de los aspectos que se derivan de la
temática escogida. Aquí ha de tenerse en cuenta que los temas de historia (y
de ciencias humanas en general) suelen ser diversos y complejos. El
planteamiento de las preguntas debe responder a esta complejidad y abarcar el
tema de manera que su interpretación sea lo más completa posible. 6 Si la
pregunta principal es la guía de la investigación, las preguntas específicas son
sus pasos. Esto quiere decir que, si se plantean bien, estas preguntas
conducen a información acertada y a la construcción de un buen texto histórico.
Y es que de las preguntas depende en gran parte el plan de trabajo que va a
seguir la investigación. Una vez planteado el problema, la investigación se
dirige a recolectar las fuentes y buscar información. Por esto deben estar
correctamente definidos todos aquellos conceptos que permitan dirigir dicha
búsqueda. Y así como el tema se divide en subtemas el problema se divide en
preguntas y con esta armazón se puede buscar la información de una forma
más fácil. Esto vale igual para los archivos tradicionales en físico o para la
información disponible en redes. También las bibliotecas, enciclopedias y obras
generales pueden proporcionar buena información cuando esta se busca
usando aspectos puntuales.7 Otra razón importante para plantear

5
Proust, Doce lecciones…, op. Cit., p. 103-111.
6
José Antonio Amaya, El planteamiento de un problema en historia, Clase Métodos cualitativos.
Universidad Nacional de Colombia, semestre 2022-I.
7
Jocelyn Létorneau, La caja de herramientas del joven investigador, La Carreta Editores, Medellín, 2009.
correctamente las preguntas específicas es entonces la facilidad que estas dan
para buscar la información.
Vale decir también que las mismas características anotadas para la pregunta
principal deben estar presentes en las preguntas específicas: el interés
académico, la pertinencia social y la relación con el investigador. Como es
apenas lógico si la pregunta principal cumple con estas características, las
secundarias tendrían que hacerlo también. En cuanto al interés académico
deben tenerse presentes los vacíos en la disciplina, pero también las nuevas
tendencias (un mismo tema y unas mismas fuentes se pueden estudiar con
preguntas diferentes). Esto hace necesario cierto conocimiento erudito que
permita plantear cuestiones nuevas e incluso discutir con los trabajos de los
demás investigadores.8
En resumen, la pregunta principal, como núcleo del problema histórico,
conduce a plantear una serie de preguntas secundarias que están relacionadas
entre sí y con la pregunta principal. Conforman así un completo armazón que
sirve como punto de partida de la investigación y que representa cada uno de
los subtemas en que se divide el tema principal.
Las hipótesis
Una vez tratado el tema de las preguntas es conveniente entrar a observar las
posibles respuestas a ellas. Efectivamente la hipótesis principal y las
secundarias son asuntos primordiales en el trabajo histórico. En esta sección
se profundiza más acerca de este tema.
Inicialmente es conveniente tratar la hipótesis general. Cómo se puede
imaginar ésta es una posible respuesta que se asigna a la pregunta central.
Dicha hipótesis debe ser planteada al principio del trabajo, pero va
modificándose en el transcurso del mismo. Esto ocurre así porque las
evidencias que se van encontrando en las fuentes no deben ser forzadas. Esto
es importante sobre todo cuando se quiere aplicar una determinada teoría: esta
puede ser defendida a no ser que las fuentes la contradigan. Aquí juega un
papel muy relevante la práctica y la experiencia en la investigación y no tanto la
formación en teoría: “se trata de un problema de experiencia y no de doctrina,
donde desempeñan un papel muy importante la intuición y la capacidad de
presentir”. No obstante, tampoco es muy conveniente vacilar al momento de
formular una hipótesis. Esto puede desorientar al investigador, dificultando así
el trabajo historiográfico. La hipótesis debe ser planteada entonces con toda
claridad y determinación. (Estas observaciones aplican también para todo el
planteamiento del problema).9
Es importante tener en cuenta que en un problema histórico se encadenan
varias hipótesis además de la general que se plantea para todo el trabajo.
Estas pueden responder perfectamente a las preguntas específicas. Deben
tener entonces una conexión estrecha con la hipótesis principal. Cuando se

8
Proust, Doce lecciones…, op. Cit., p. 98-101 y Amaya, El planteamiento…, op. Cit.
9
Ibid., p. 26.
trata de aplicar un modelo teórico las hipótesis específicas pueden representar
a cada uno de los conceptos importantes que conforman la teoría. Aquí las
consideraciones son las mismas que se muestran en el párrafo anterior: los
modelos funcionan como posibles respuestas, pero deben dejar espacio a las
evidencias y a la iniciativa del investigador.10
Cómo se puede ver las hipótesis son una parte fundamental en el
planteamiento de un problema histórico y en el inicio de una investigación. Es
así como el correcto conocimiento y cuidado en el planteamiento de las
hipótesis repercute sobre el buen tránsito del trabajo histórico en la búsqueda
de información, en el análisis y en la escritura.
Ejemplo de problema histórico
Con la intención de ilustrar las cuestiones anteriormente planteadas a
continuación se presenta un ejemplo corto y rápido del planteamiento del
problema. Se incluyen el tema, las preguntas y las hipótesis. Es de aclarar sin
embargo, que en trabajos de investigación grandes el problema ocupa más
espacio que el presente ejemplo.
TEMA: la revolución social en el Altiplano cundiboyacense en el siglo XIX.
PREGUNTA: ¿por qué han sido escasas las revoluciones en la zona central de
Colombia?
HIPÓTESIS: la sociedad del altiplano ha estado integrada por pequeños
propietarios y ha tenido una distribución del ingreso relativamente equitativa.
El soporte teórico de este trabajo se encuentra en los conceptos planteados por
Albert Berry. El más importante de ellos es el de “eficiencia ampliada”:
normalmente se tienen en cuenta algunas mediciones económicas para saber
si la pequeña (o gran) propiedad es eficiente. Entre dichas medidas estaría por
ejemplo la participación en el PIB o la productividad total de los factores. A esto
se le puede llamar “eficiencia estrecha”. No obstante, si se tienen en cuenta
otros aspectos (como la repartición del ingreso) se puede ver que la eficiencia
de un tipo de propiedad no se limita a los cálculos estrictamente económicos.
Es aquí donde la pequeña propiedad puede resultar un poco más eficiente que
el gran latifundio, en la medida en que este concentra el ingreso y aquella lo
distribuye.11
De acuerdo con lo anterior es posible postular que donde no hay mucha
desigualdad en la distribución de la propiedad y los ingresos, es poco probable
que se presenten revoluciones sociales. Aunque el libro de Berry se enfoca en
otro periodo (siglos XX y XXI) sus conceptos pueden ser útiles para estudiar
otras épocas. Si a esto se le suma un panorama ambiental marcado por la
escasez de desastres, se tiene las posibles causas de la ausencia de la
revolución social. En consecuencia, los conflictos que se lleguen a presentar en

10
Ibíd.
11
Albert Berry, Avance y fracaso en el agro colombiano siglos XX y XXI, Universidad del Rosario, Bogotá,
2017.
esta región han de tener una explicación y unas causas diferentes. Entre estas
podría estar la lucha por el poder a nivel local y provincial. Estas luchas pueden
corresponder a factores como la lucha entre partidos (desde mediados del XIX)
o los enfrentamientos entre facciones de la élite, pero es poco probable que
representen a movimientos sociales.
SUBTEMAS:
1. La propiedad y la distribución de los ingresos en el altiplano durante el
siglo XIX.
2. Revueltas y guerras a principios del siglo XIX: la independencia.
3. Los primeros conflictos civiles y la Guerra de los supremos.
4. Los conflictos de mediados de siglo 1849-1863.
5. Revueltas durante el periodo federal.
6. Los conflictos durante la Regeneración.
PREGUNTAS ESPECÍFICAS:
1. ¿Cómo estaba integrada la propiedad de la tierra y la repartición del
ingreso en el Altiplano en el siglo XIX?
2. ¿Cuáles fueron los principales aspectos que influyeron en los sucesos
de la independencia?
3. ¿Cuáles fueron las causas de los conflictos civiles de inicios del periodo
republicano?
4. ¿Cómo se pueden entender los conflictos políticos y militares de
mediados del siglo XIX?
5. ¿Cómo se explican las revueltas del periodo federal?
6. ¿Cuáles aspectos influyeron en los conflictos durante la Regeneración?
Conclusiones
Para finalizar es conveniente formular algunas consideraciones. Lo primero es
que el núcleo e inicio de un trabajo de investigación en historia está en la
problemática. De ella parte todo el trabajo y por esta razón debe ser
correctamente formulada antes de pasar a la búsqueda y análisis de la
información. Otra cuestión importante es que la misma problemática se
desprende de una pregunta base, teniendo además varias preguntas que se
relacionan entre sí y con la pregunta principal.
También es importante la hipótesis principal y todas aquellas que se
desprenden de esta: en su función de dar una posible respuesta a las
preguntas, se encargan de dirigir al investigador. En ellas se plantea además
un modelo teórico sobre el cual se va a tratar en el trabajo. La cuarta sección
de este texto trata de dar un ejemplo para el planteamiento de dicha estructura.
Finalmente se puede observar que sí bien el asunto de la teoría no es el más
importante, sí se requieren conocimientos históricos y cierta práctica para
plantear correctamente un problema.
Bibliografía
Antoine Prost, Doce lecciones sobre la historia, Ediciones Cátedra, Madrid,
2001.

Marc Bloch, Introducción a la historia, Fondo de Cultura Económica, México,


1982

Charles Langlois y Charles Seignobos, Introducción a los estudios históricos,


Universidad de Alicante, Salamanca, 2003.

José Antonio Amaya, El planteamiento de un problema en historia, Clase


Métodos cualitativos. Universidad Nacional de Colombia, semestre 2022-I.

Jocelyn Létorneau, La caja de herramientas del joven investigador, La Carreta


Editores, Medellín, 2009.

Albert Berry, Avance y fracaso en el agro colombiano siglos XX y XXI,


Universidad del Rosario, Bogotá, 2017.

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