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Ó

Carlos E Ancona Salazar

Lizbeth Garrido Viveros

Ética Jurídica

Control de Lectura

23 de septiembre de 2020
El hombre siempre ha luchado por la libertad y seguridad tanto psicológica como
jurídica. Aunque siempre sabemos de personas que han luchado para alcanzar
estos valores, e incluso conocemos y sabemos sus testimonios.
La injusticia, la corrupción, el narcotráfico, son problemas que aquejan a nuestra
sociedad, e incluso en nuestras vidas cotidianas, sabemos de estos problemas
sociales toman muchas formas desde políticos, abogados, economistas, periodistas
entre muchos más. Pero consta mucho de la actitud de la persona ser honesto o
tendencioso.
La deontología es la ciencia que estudia el conjunto de deberes morales, éticos y
jurídicos con que debe ejercerse una profesión liberal determinada., en donde se
desarrolla una doctrina que trata acerca de los distintos deberes del ser humano,
todos ellos concebidos sobre una base utilitarista, aplicada a determinadas
situaciones sociales. Esta se refiere a los deberes que cada persona tiene consigo
misma y con los demas.
La deontología se nutre de dos aspectos: el derecho y la moral. Hay ciertas leyes o
normas que te exigen preestablecer un codigo de conducta profesional (abogado-
cliente).
Los principios éticos, la equidad, la verdad, el bien común y otros nos permiten
desempeñar con aceptación profesional estos trabajos. Un ejemplo es el “Secreto
Profesional”, que es un deber deontológico de toda profesión, en caso de no
cumplirse, se está yendo en contra de los valores de lealtad y justicia, a parte de
que se esta cometiendo el delito de “Revelación de Secreto Profesional” escrito en
el código penal y en la ley de profesiones.
La deontología es necesaria estudiarla, anqué a veces juega el papel de un aburrido
discurso moral, pero esta recomienda conductas específicas.
La aplicación de las normas deontológicas es indispensable incluso en la vida
común, pero sobre todo en aquellas donde se desarrolla el jurista, ejerciendo una
profesión humanista con altos valores éticos como la justicia, la equidad, la verdad
y la seguridad jurídica.
Es muy usual escuchar dichos como “Ojalá nunca caiga en manos de un abogado”,
“Mi abogado se vendió a la otra parte”, abogángster”, entre otras muchas más, en
ciertos casos es muy injusto que se utilicen estas expresiones sarcásticas, pero por
esto es importante fomentar y ejecutar las practicas normativas deontológicas en
cualquier ámbito social.
La ética es el comportamiento del hombre en relación con el bien y el mal. La moral
reflexiona sobre el conjunto de normas autónomas e interiores que regulan de
acuerdo con la conciencia en relación con el bien y el mal.
La ética y la moral es un poco difícil de entender por la gran contradicción de ambas,
pero en su concepción no se consideran tres elementos fundamentales en el ser
humano: la conciencia moral, la libertad y la voluntad. El acto humano es aquel que
interviene la capacidad de reflexión de individuo, es decir su inteligencia, su libertad
y su voluntad. Los actos del hombre, no obstante que el tambien participa en ellos,
los lleva a cabo en forma automática, mecanica, es decir, leer, escribir, trabajar,
comer, etc. Se ejecutan de un modo inconsciente y voluntario.
Los actos humanos pueden ser buenos o malos, pero tales actos del hombre son
amorales porque no existe en estos un juicio de valoración o libertad de acción. En
los actos humanos se presenta la conducta volitiva que no es otra cosa que la
conciencia moral del individuo y la libre decisión, quien cuando se conduce de esta
manera discierne entre el bien o el mal.
En primer lugar, hay que considerar que cualquier individuo, a través del uso de su
razonamiento natural desarrolla ciertas convicciones ya implícitas en él; de este
modo los derechos del hombre se reconoce cualquier sociedad, raza, religión, sexo
(Ley Moral-Natural). Existen documentos que confirman eso, como en los diez
mandamientos, la declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano.
Las normas morales comparadas con otras, se puede decir que son autónomas,
pues nosotros somos quien las aceptamos, a diferencia del derecho, en donde
dichas normas nos son impuestas por un poder legislativo (jurídicas). Las normas
morales no son coactivas, es decir no se ejercerá ninguna sanción más que el
reproche de no cumplirse. Estas buscan el bien, las jurídicas la justicia, los
convencionalismos sociales la convivencia, las religiosas el bien absoluto que es
Dios.
La etica es una parte practica de la filosofia, es decir que el conocimiento teórico del
bien y el mal debe reflejarse e influir en nuestra conducta y no dejarlo en el
pensamiento. La ética orienta la actuación del hombre; es un saber que nos ayuda
a encontrar mediante de principios, porque ciertos actos buenos nos ayudan a
alcanzar nuestros fines. Es decir, nos orienta como una brújula en el ir de nuestra
vida.
Con la ética el actuar humano se regula por la razón y no por el simple capricho.
Esta nos hace tener una actitud, una forma de ser ante nuestra propia vida. La ética
nos libera, es decir nos da la libertad ante las esclavitudes como los vicios, las
dependencias, las modas, los cambios sociales o las personas.
La ética social nos auxilia para relacionarnos con otros. El hombre ético se da
cuenta de que los demás hombres tienen la misma dignidad, aspiran al mismo
objetivo y tienen metas propias y cotidianas como las que tenemos nosotros
también.
En el ámbito social, las transformaciones éticas se realizan por medio de
instituciones sociales y no por individuos.
La objeción de conciencia es la desobediencia a una ley, a un reglamento o una
orden de la autoridad legítima, porque se le considera injusta o en contra de las
convicciones morales o religiosas propias de una persona.

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