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Durante la Edad Media el rol de la ética fue interpretar las sagradas escrituras.
La ética ha estado presente en los inicios mismos de la filosofía,
especialmente en la Grecia clásica. Filósofos como Platón (c. 427-347 a. C.) y su
discípulo Aristóteles (384-322 a. C.) estudiaron la conducta humana y los códigos
que la rigen.
En los siglos siguientes, a lo largo del medioevo, el cristianismo impuso su
visión moral a prácticamente todos los ámbitos y saberes. Definió como fin último
de la existencia humana la fe, y como precepto de la conducta lo expresado en los
Evangelios bíblicos.
El rol de la ética entonces fue el de interpretar de modo correcto las sagradas
escrituras, para componer a partir de su verdad el modo cristiano de ser. En este
período destacan las obras de pensadores religiosos como San Agustín (354-430)
y Tomás de Aquino (1224-1274).
La Edad Moderna y la visión humanista rompieron con esta tradición, tanto la
religiosa como la antigua. Se impuso la necesidad de construir un nuevo
modelo ético, que respondiera a la razón y al lugar que, como centro de la
creación, ocupaba el ser humano ahora en la cultura.
Los grandes filósofos modernos como René Descartes (1596-1650), Baruch
Spinoza (1632-1677) y David Hume (1711-1776) se ocuparon de esta compleja
materia.
Pero fue Immanuel Kant (1724-1804) quien hizo la gran revolución ética moderna,
con su idea del imperativo (absoluto dominante imperioso autoritario) categórico.
decisivo, concluyente, terminante) etc.
En la Edad Contemporánea, muchos nuevos autores se sumaron al
cuestionamiento de la ética, desde un punto de vista existencialista o
vitalista. Durante el siglo XX surgieron cuestionamientos nihilistas profundos,
obra del fracaso del proyecto moderno de traer prosperidad y felicidad a
la humanidad mediante la ciencia y la razón.
Ética y Moral
¿Qué es ética y moral?
En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La ética
está relacionada con el estudio fundamentado de los valores morales que guían el
comportamiento humano en la sociedad, mientras que la moral son las
costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad.
La relación entre ética y moral estriba en que ambas son responsables de la
construcción de la base que guiará la conducta del hombre, determinando su
carácter, su altruismo y sus virtudes, y de enseñar la mejor manera de actuar y
comportarse en sociedad.
Aunque ambas palabras suelen relacionarse, remiten a conceptos diferentes.
Veamos primero cada una por separado.
Ética
La palabra ética viene del griego ethos que significa 'forma de ser' o 'carácter'.
La ética estudia los principios que deben regir la conducta humana al tratar de
explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica.
Se puede decir que la ética es, en este sentido, una teorización de la moral, que
incluso ayuda a definir criterios propios sobre lo que ocurre a nuestro alrededor.
Aunque normalmente la ética respalda o justifica las prácticas morales, otras
veces parece entrar en contradicción con estas.
Por ejemplo
En cualquier cultura se nos enseña que, cuando nos relacionamos con las
personas, especialmente al conocerlas, debemos tratarlas con respeto. Es
decir, usar un lenguaje adecuado a la situación y un tono afable, y evitar
confrontaciones innecesarias.
El respeto al otro es un principio fundamental de la ética. No está
subordinado a ningún contexto cultural sino que se debe practicar ante todo
tipo de persona sin discriminación de origen, raza, sexo, orientación o
religión. La ética, por lo tanto, no discrimina de acuerdo al universo de usos
y costumbres.
Moral
La palabra moral deriva de la palabra latina morālis, que significa 'relativo a las
costumbres'. Por lo tanto, la moral se define como expresiones del
comportamiento basadas en los valores y tradiciones de una sociedad.
En otras palabras, la moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida
cotidiana y todos los ciudadanos las utilizan continuamente.
Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre
lo que es correcto o incorrecto, es decir, bueno o malo dentro de una escala de
valores compartida por el grupo social.
Por ejemplo
Hasta el siglo XIX, la moral dictaba que el divorcio era "inmoral". Por
ejemplo, una mujer no podía divorciarse si su marido le era infiel, pues la
costumbre dictaba que la institución matrimonial y la familia estaban por
encima del agravio. En la actualidad, se comprende que lo "inmoral" reside
en la infidelidad, ya que atenta contra la familia y el matrimonio. Por ende, el
divorcio se acepta.
Diferencia entre ética y moral
Para comprender mejor la diferencia entre ética y moral, presentamos el siguiente
cuadro comparativo:
La ley y la ética
La ley y la ética son dos mundos que están relacionados, pero que no
necesariamente se identifican. Primero, porque la ética es más amplia que la ley:
hay aspectos del actuar humano donde la ley no debe entrar (una sociedad
excesivamente regulada se convierte en asfixiante y cae fácilmente en tics
totalitarios); pero, aunque esas acciones no estén reguladas por la ley, siguen
siendo objeto de valoración ética.
Segundo, porque dado que las leyes las hacemos los seres humanos, y de vez en
cuando los seres humanos nos equivocamos, podemos hacer leyes que sean
inmorales. Tanto es así que cuando uno piensa en grandes personajes de la
historia que se tienen por ideales de conducta humana suelen ser personajes que
se opusieron a las leyes injustas de su tiempo: Jesucristo, Gandhi, Martin Luther
King…
Recibir regalos o traficar con influencias puede ser arriesgado, aunque la ley no
siempre lo entienda así.
Relación entre ética profesional y derechos humanos
Los derechos humanos y los valores éticos resultan unidos desde un inicio por el
hecho de que los dos tienen el propósito de establecer el respeto a la
dignidad humana como dice el mismo nombre derechos-“humanos”, pero, hay
que tener en claro que tampoco es el único propósito de ninguno de ellos, aunque
este resulta primordial.
Derechos humanos
La expresión “derechos humanos” (también citada con frecuencia como DD.HH.)
hace referencia a las libertades, reivindicaciones y facultades propias de cada
individuo por el sólo hecho de pertenecer a la raza humana. Esto significa que son
derechos de carácter inalienable (ya que nadie, de ninguna manera, puede
quitarle estos derechos a otro sujeto más allá del orden jurídico que esté
establecido) y de perfil independiente frente a cualquier factor particular (raza,
nacionalidad, religión, sexo, etc.).
Los derechos humanos también se caracterizan por ser irrevocables (no pueden
ser abolidos), intransferibles (un individuo no puede “ceder” sus derechos a otro
sujeto) e irrenunciables (nadie tiene el permiso para rechazar sus derechos
básicos). Aún cuando se encuentran amparados y contemplados por la mayoría
de las legislaciones internacionales, los derechos humanos implican bases
morales y éticas que la sociedad considera necesaria respetar para proteger la
dignidad de las personas.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos (abreviada a través de la
sigla (DUDH), la cual fue adoptada por las Naciones Unidas en 1948, aglutina a
todos los derechos que están considerados como básicos. Se conoce como Carta
Internacional de los Derechos Humanos a la combinación de esta declaración con
los distintos pactos internacionales de derechos humanos que fueron acordados
entre diversas naciones.
La DUDH señala que, al nacer, todos los hombres y mujeres son libres e idénticos
en materia de derechos y dignidad y deja clara su postura de rechazo hacia la
esclavitud, la servidumbre, las torturas y los tratos que puedan ser considerados
como inhumanos, degradantes o crueles.
Ética profesional
La ética profesional es el conjunto de normas de carácter ético aplicadas en el
desarrollo de una actividad laboral. La ética puede aparecer reflejada en códigos
deontológicos o códigos profesionales a través de una serie de principios y valores
contenidos en postulados en forma de decálogo o documentos de mayor
extensión.
La ética profesional marca pautas de conducta para el desempeño de
las funciones propias de un cargo dentro de un marco ético. En muchos casos
tratan temas de competencia y capacidad profesional, además de temas
específicos propios de cada área.
Aunque la ética profesional utiliza valores universales del ser humano, se centra
en cómo son estos aplicables al entorno laboral.
Se trata de un tema en continuo debate, especialmente cuando existen conflictos
éticos entre el desarrollo de una profesión y la conciencia o ética personal. En
determinadas situaciones se puede optar por la objeción de conciencia cuando
una persona no piensa que está actuando de forma correcta.
Etica ambiental
La ética ambiental o ética del ambiente es la parte de la filosofía y la ética
aplicada que considera las relaciones éticas entre los seres humanos y el
ambiente natural o medio ambiente. Ejerce influencia en una larga lista de
disciplinas como el Derecho, sociología, economía, ecología, geografía, etc. En su
campo incluye la estética de la naturaleza y otras ramas de la investigación
filosófica (epistemología, metafísica, axiología, etc.)
Por su parte, podemos entender por ética del medio ambiente a la rama de la
ética que analiza las relaciones que se establecen entre nosotros y el mundo
natural que nos rodea.
ETICA Y PROFESION
Los profesionales tenemos la obligación moral de definir nuestro rol en la
sociedad, en miras a revalorizar el verdadero sentido de la profesión, que
indudablemente trasciende lo personal. El desarrollo profesional es importante,
pero cabe preguntarse, ¿a costa de qué? O mejor dicho, ¿de quién? Y aquí es
donde incluimos el marco ético a nuestro accionar.
Debemos entender la ética desde su perspectiva positiva, de bien común: “Actúa
de tal modo que el principio de conducta pueda ser universalizado, pueda valer
para todos” , y no desde su perspectiva negativa, de sanción: Actuó correctamente
por miedo al castigo impuesto (en el caso de los profesionales, impuesto a través
de los códigos de ética). Porque, en definitiva, siempre existirán leyes más
blandas o más duras, y siempre se podrá encontrar la forma de violarlas si esa es
la verdadera intención del actor.
La verdadera motivación no puede estar centrada en el factor económico
individual. Si así fuera que efímeras serian nuestras victorias. La verdadera
motivación debe estar en la labor cumplida, en la revalorización de los derechos
de los sectores sociales en desventaja, la protección del medio ambiente, la vida
en comunidad y armonía. Y no se necesitan grandes actos de heroísmo para ello.
No solo un médico que salva cientos de vidas en el medio de una catástrofe, o un
abogado que lucha por los derechos de las comunidades más vulnerables pueden
hacer de este un mundo mejor. Basta con incorporar la perspectiva ética en cada
decisión.
Al aceptar o rechazar conductas que nos lleven a aquellos principios
universalizables. basta tomar conciencia de las consecuencias de nuestros actos.
Y no solo aquellas desprendidas directamente de nuestra acción (causa-efecto:
pensamiento lineal), sino de aquellas que indirectamente afectan a nuestro
entorno (pensamiento circular, sistémico) Por otro lado, no se trata de realizar
acciones aisladas que sirvan de “shampoo de conciencia” a nuestro espíritu. Se
trata de cambiar nuestra forma de actuar hoy y para siempre.
ÉTICA PROFESIONAL
La ética profesional es el conjunto de normas de carácter ético aplicadas en el
desarrollo de una actividad laboral. La ética puede aparecer reflejada en códigos
deontológicos (parte de la ética que trata de los deberes y los principios que
afectan a una profesión) o códigos profesionales a través de una serie
de principios y valores contenidos en postulados en forma de decálogo o
documentos de mayor extensión.
La ética profesional marca pautas de conducta para el desempeño de
las funciones propias de un cargo dentro de un marco ético. En muchos casos
tratan temas de competencia y capacidad profesional, además de temas
específicos propios de cada área.
Aunque la ética profesional utiliza valores universales del ser humano, se centra
en cómo son estos aplicables al entorno laboral.
FORMACION PROFESIONAL
La Formación Profesional son unas enseñanzas cuya finalidad principal es
capacitar a las personas para el desempeño de una actividad profesional. Por eso,
los estudios de Formación Profesional están destinados a la adquisición de
competencias profesionales que permitan a las personas ejercer distintos trabajos.
Las enseñanzas de Formación Profesional del Sistema Educativo se estructuran
en Ciclos Formativos, y estos, a su vez, pueden ser de dos tipos: de Grado
Medio y de Grado Superior.
VOCACION PROFESIONAL
El trabajo humaniza al ser humano en tanto que a través de un empleo una
persona se siente valiosa, desarrolla sus capacidades e invierte su tiempo en un
fin constructivo. Sin embargo, existen muchas personas que no son felices con el
empleo que realizan. Uno de los motivos de infelicidad más frecuentes es no
encontrar un empleo acorde a la vocación profesional, es decir, acorde a las
expectativas personales.
a vocación profesional es la felicidad interior que experimenta una persona al
realizar un trabajo que de verdad le estimula. Desde la niñez, una persona
experimenta una inclinación determinada hacia unas actividades concretas con las
que disfruta mientras que tiende a sentir cierto rechazo por otro tipo de áreas. Uno
de los criterios más importantes al elegir una carrera universitaria o estudios
de formación profesional es optar por un camino totalmente vocacional.
CARACTER PROFESIONAL
El individuo al tener una presencia o personalidad variable, puede modificarse, es
decir, puede engrandecer su ego, puede tener una sed inmensa de llegar a la
perfección de su profesión, haciéndolo para el un modelo sin errores e
inequívocos. El carácter para el individuo en su profesión se refleja desde tiempos
antiguos, ellos han experimentado un progreso en todos los tipos de ciencias, han
conquistado y desarrollado experimentos que tiempos atrás hubieran sido
inimaginables de realizar. El profesional sin carácter puede tender a caer en un
modelo usado por cientos de profesionales, puede llegar a caer en lo que sería la
mediocridad, siendo éste el título menos deseable para personas con aspiraciones
en la vida.
El carácter no se forja solamente con un título, se hace día a día experimentando
cambios, ideas, experiencias, se hace enfrentándose a la vida. En definitiva, el
título es como el "adorno" de la profesión. No importa si lo tienes, lo importante es
saberlo utilizar.
La orientación vocacional
se enfoca en las vocaciones que posee un individuo y así guiarlo en la inserción
de los estudios superiores, brindándole al joven información sobre la carrera, en
que consiste, donde estudiarla y las actividades que realizará al convertirse en
profesional, mientras que la orientación profesional se enfoca en los intereses
del individuo, en las actitudes y aptitudes que posee para guiarlo
a seleccionar la profesión más adecuada.