Está en la página 1de 9

EPISTEMOLOGIA DE LA

HISTORIA

Monografía sobre las corrientes historiográ ficas


argentinas

MOYANO, IVAN
LEDDA, PRISCILA

INTRODUCCION
1
En el presente trabajo analizaremos las corrientes historiográficas que se desarrollaron en el territorio
argentino a lo largo de su historia.
Creemos que es necesario comenzar esta monografía expresando la definición de Historia. Siguiendo los
planteos de J. Aróstegui (1995) se pueden establecer dos acepciones para la palabra Historia. Por un lado,
designa la realidad de lo histórico, es decir, la realidad en la que el hombre está inserto. Por otro lado, también
se denomina historia a la disciplina que la estudia, remitiéndose entonces al conocimiento y registro de las
situaciones y los sucesos que señalan dicha inserción. La palabra implica además el objeto y la ciencia.
Además es indispensable establecer la diferencia con el término de historiografía que se refiriere a los
estudios históricos y bibliográficos acerca de los textos escritos sobre historia. El autor Toposlski la
denominara como la “escritura de la historia”. Para Fontana (2002) será la producción escrita acerca de temas
históricos.
Es importante resaltar que la historia cumple una función teórica o académica (Explicar el pasado o
movimiento anterior de la sociedad) y una función social (Organizar el pasado para los requerimientos del
presente) ambas funciones son y deben ser complementarias. El uso ideológico político de la Historia ha sido
un factor que ha estado presente en toda la vida social y política y esto, según Pereyra, proviene el uso que
han hecho de la historia las clases dominantes en las diversas sociedades. Podemos decir que la función de
la historia cambia en el transcurso del tiempo.

2
DESARROLLO
La historia oficial
En 1880 el Estado argentino iba en las vías de su consolidación pero vivía una etapa de fuertes conflictos en
el ámbito territorial, económico, a nivel poblacional y en el ámbito político- institucional.
Tiempo después se experimento un despegue en el crecimiento de exportaciones, con ciclos de envergadura
creciente, se produjeron importantes inversiones extranjeras y finanzas, como así también en el comercio, los
servicios y el desarrollo urbano sufrían una verdadera explosión. Argentina se encaminaba a un momento de
prosperidad económica, en educacional, de infraestructura etc. Además se le suma un dominio territorial
efectivo por parte del estado argentino y con ello comienza la homogeneización cultural (exterminio de los
indígenas) dando lugar a la tan deseada ”europeidad” de la población argentina. Junto con la
profesionalización y organización de las fuerzas armadas y apropiación del aparato estatal articulado por una
clase dominante, es así como se termino de gestar la consolidación de Estado argentino.
La clase dirigente era consciente que para lograr un crecimiento vertical se necesitaba la construcción de un
sistema educativo coherente, unificando todos los niveles y que conformara una cultura nacional oficial.
Dentro de esta cultura nacional la historia argentina tendría un lugar privilegiado para construir la
conformación de una tradición que serviría para fundamentar una identidad nacional y así fecundar la
legitimidad de las distintas instituciones estatales. La mejor herramienta era recurrir al pasado (La Revolución
de Mayo, las guerras de la Independencia, la lucha contra la “tiranía de Rosas”, la exaltación Mitre y
Sarmiento etc.). Inclusive se tomaba la postura de hacer culto a los héroes, figuras señeras de nacionalidad
que se transmitía a través de los programas escolares y también en base a un calendario fijo de festividades
como fue la Semana de Mayo. Es así como esto se convirtió en un programa de dominación y
adoctrinamiento en cabezada por la generación del ´80.
Esta versión de la historia es apoyada por el grupo dominante que ya era fuerza social en torno al cambio del
siglo XIX al XX, que pudo ser respaldad por una expansión económica, y en el dominio pleno del poder
estatal consolidado en el “orden conservador y liberal”. Galasso dice “un liberalismo que hace eje en lo
económico con el libre juego del mercado y la apertura al exterior, pero que se vacía del contenido
democrático que tuvo la Revolución Francesa y se impregna de una concepción elitista y antipopular”.
Los fundadores de la historiografía nacional fueron sin duda Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López ambos se
dedicaron a la construcción de una historia argentina que se configuraría como la “historia nacional oficial” del
pasado, a través de la redacción de obras de largo aliento, trasmitían una visión integral del pasado nacional.
Con respecto a Mitre fue un general, que fundó el diario LA NACION, gobernador de la provincia de buenos
aires, presidente de la nación, historiador entre otras cualidades; Vicente Fidel López fue ministro, fundador
de la Unión Cívica, dramaturgo y novelista e historiador. Se puede considerar a Mitre como el fundador de una
historia científica ya que basaba en pruebas documentales rigurosos, Vicente López no era del todo de confiar
ya que muchos de sus escritos tuvieron el aporte de testimonios orales y tradiciones, inclusive sin muchas
pruebas caía en la invención. Estos dos autores no fueron sino precursores de la historiografía que ya en
comienzos del siglo XX se constituirá en una escuela y se profesionalizaría.
Durante la generación del 80 y bajo la dirección de Mitre se creó la Junta de historia y Numismática como
instituciones para los historiadores que todavía no eran de una base profesional.
Toda la historia oficial se basa “en la exclusión de la sociedad, de los movimientos de las multitudes, y de la
realidad económica y geográfica en que se asientan y de la vida cultural propia que representa su continuidad.
Historia de héroes y antihéroes, o de hechos separados de la trama histórica” (Jauretche).
“En nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales Mitre, Sarmiento y Cía, han
establecido un despotismo turco en la historia, en la política abstracta, en la leyenda, en la biografía de los
argentinos .Sobre la Revolución de Mayo, sobre la guerra de la independencia, sobre sus guerras, ellos tienen

3
un alcorán, que es de ley aceptar, creer, profesar, so pena de excomunión por el crimen de barbarie y
caudillaje”. (Juan Bautista Alberdi)
Por otro lado podemos observar como Mitre intenta hacernos ver como sus estudios tratan de ser lo más
científico posible:
-Manuscrito de Mitre sobre artigas ““Mis apuntes tenderán en preferencia a la historia de estos países y muy
especialmente de su inmortal revolución. Hace tiempo que me ocupo de este trabajo. He escrito ya mucho,
tengo muchas notas pero para prepararse a esta tarea es necesario que proceda a un estudio detenido de la
historia, estudio que consignaré en estas páginas, blancas aún, y que creo que me servirán para la formación
de mi obra. Cada día miro descorrerse un velo ante mis ojos cuando abro un documento contemporáneo”.
La nueva escuela histórica
Como dijimos anteriormente la escuela histórica se constituyo sobre una base de profesionalización creciente
en las dos primeras décadas del siglo XX, se origina dentro de las universidades como así también en el
Instituto de Investigación Histórica de la Facultad de Filosofía y letra y también fuera de ella, en la Junta de
Historia y Numismática Americana. Se considera a Ricardo Levene como uno de los fundadores de la nueva
escuela.
L a nueva escuela está integrada preferentemente por abogados y otras profesionales pero alejados de la
historia e incluso en algunos casos de la formación universitaria. Cabe aclarar que al referirnos de
profesionalización se sugiere a que ingresa a la actividad una generación de historiadores que tiende a vivir
de su profesión. Los historiadores convierten su profesión en un deber cívico.
Por esta época la Junta de Historia y Numismática americana se transforma en la Academia Nacional de la
Historia, por decreto del presidente Agustin P Justo lo que le otorga un mayor carácter oficial aunque no sea
por definición un organismo universitario, además de una definitiva orientación a la historia argentina como
objetivo central. Inclusive se le otorga a la Academia fondos públicos para llevar a cabo diferentes tareas.
En los primeros años del siglo XX fue fundado el Instituto de Investigación Histórica de la Facultad de Filosofía
y Letra de la UBA con el nombre de Sección de Historia y bajo la dirección de Luis Maria Torres; este fue el
principal lugar donde se dio origen a la “escuela nueva”. Unas de las tareas que se dedico este instituto fue la
exploración y catalogación de los archivos españoles, en especial el archivo de Indias, de Sevilla. En 1920
toma la dirección Emilio Ravignani que escribió La historia constitucional argentina. Además fue un destacado
dirigente de la U.C.R.
Es importante exponer algunas de las principales características de esta corriente historiográfica que mitifica
el pasado. La nueva escuela se amparaba en el rigor metodológico y la crítica de los documentos. Se habla
de una reconstrucción de los hechos tal como fueron a través del análisis riguroso de las fuentes inéditas
como llave fundamental del saber histórico. La tarea del historiador no era más que cazar lo inédito no así la
compresión y el análisis de algún proceso histórico. Se puede decir que esta corriente historiográfica tiene un
rigor heurístico, la dedicación predominante a la historia política y su vocación por desarrollar un metódico
trabajo de ubicación, copia, estudio y publicación de documentos (apoyado por el Estado).
Esta escuela centra su escritura en una narración de grandes hechos con el afán de la reproducción con una
visión positivista. Se la puede considerar una historia mirada desde arriba, propensa al culto de los grandes
hombres y las minorías ilustradas y prestando poca atención a las masas anónimas. Mantenían una visión
sesgado en sus estudios hacia el ámbito estatal e institucional. La escuela tenía como fin formación de la
conciencia nacional. En algunos momentos los espacios institucionales donde se desarrollaba la escuela
nueva entraron en discrepancias y debate ya que unos de ellas (Junta y la Academia) quedo ligada al aparato
estatal y con una evidente exaltación patriótica la otra ( Instituto de investigación histórica) se acentuaba mas
en un enfoque critico. Pero ambas instituciones no dejaron de hermanarse en un rol de intelectuales orgánicos
de la clase dominante con un carácter científico en sus investigaciones.

4
Esta historiografía liberal cuenta con una obra magistral “La Historia de la Nación Argentina” en la que
participaron el grueso de los representantes de esta escuela (Ravignani, Levene, Diego Luis Molanari, Ricardo
Rojas entre otros) y que se proyecto sobre el sistema educativo que tiene vigencia hasta el día del hoy. Tuvo
el apoyo del Estado nacional para la publicación, esto deja en evidencia la importancia que se le daba a la
historia dentro de la clase dominante.
Otra de las características que hay que tener en cuenta de esta historiografía es su distanciamiento temporal
solo se ocupa de periodos vividos por generaciones pasadas y no por las contemporáneas al historiador
Ricardo Levene fue el exponente máximo de la historiografía liberal, su obra mas reconocida “ El ensayo
histórico sobre la revolución de mayo y mariano moreno,” complemento la obra de Mitre, también fue autor de
la tesis “las indias no eran colonias” desde su punto de vista eran territorios adheridos a la corona. Levene
intenta convencernos de cómo esta corriente comenzara a profesionalizarse con el paso del tiempo “"La
historia académica se alejaba voluntariamente de las cuestiones que el presente le planteaba al pasado y
dejaba esta reflexión a cargo de hombres mucho menos preparados para hacerlo. Al mismo tiempo, la historia
así encarada suscitaba la vocación de los espíritus más formalistas y más conformistas”.
Las Leyes de la Recopilación de Indias nunca hablaban de colonias, y en diversas prescripciones se
establece expresamente que son Provincias, Reinos, Señoríos, Repúblicas o territorios de Islas y Tierra Firme
incorporados a la Corona de Castilla y León, que no podían enajenarse (…) El principio de la incorporación de
estas Provincias implicaba el de la igualdad legal entre Castilla e Indias, amplio concepto que abarca la
jerarquía y dignidad de sus instituciones” ( “LAS INDIAS NO ERAN COLONIAS”, tercera edición, de Ricardo
Levene, Colección Austral Ed. Espasa-Calpe, Madrid, 1973, pág. 153)
…” Nuestro fin, por ahora debe ser el crear una comunidad de ideas nacionales entre todos los argentinos,
completando entre ellos la caracterización nacional que ya realiza de por si la influencia del territorio. La
anarquía que hoy nos aflige ha de ser pasajera. Débese a la emigración, asaz y numerosa, y a los vicios de
nuestra educación. Pero el emigrante europeo de hoy es como el de la época colonial: vuelve a su tierra o
muere en la nuestra; es algo que pasa. Lo que perdura de el es su hijo y la descendencia de sus hijos y estos,
criollos hoy como en tiempo de la independencia, tienen ese matiz común que impone  el ambiente
americano. En cuanto a la educación, esperamos que sus vicios, ya señalados, han de subsanarse por una
intensificación de los estudios nacionales”… (ROJA, Ricardo, pág. 136-137).
El revisionismo histórico
La crisis económica mundial, el periodo de convulsiones abierto por la guerra de 1914, la revolución rusa, el
fascismo, la crisis de 1929 y junto con el golpe del 30 por el Gral. Uriburu fueron los acontecimientos que
llevaron a debilitar al pensamiento liberal conservador de la clase dirigente. También abrieron paso para que
comiencen a surgir nuevas voces contestarías apareciendo así, en el campo de la historiografía el
revisionismo histórico. Se origina como un movimiento historiográfico cultural y político en oposición a la
política autoritaria ideológica luego de 1930.
Los historiadores de esta corriente dan inicio a este movimiento cuando reivindican la figura de Rosas y de
los caudillos, a partir de este momento no solo hay una visión oficial impuesta de la historia. El revisionismo
histórico pone las bases para el análisis crítico de la historia nacional cuestionando así la clase dominante
local y también su alianza con el capital británico, su cultura y sus valores.
Mas allá que se quería marcar un límite con la historiografía dominante la producción se mantenía en las
formas clásicas de la historia- relato, centrada en los hechos y no en los procesos.
En sus comienzo la corriente presenta una visión de la de derecha, que pretendía buscar la tradición nacional
y los mitos fundantes de la misma en donde se destaque la fuerza de las tradiciones inmemoriales por sobre
el progreso de raíz racionalista, y donde el vinculo se estableciera con el pensamiento hispánico y católico y
no con el liberalismo francés y anglosajón. En esta época se destaca como los dirigentes que operaron la idea
de progreso. Hombres como mitre y sarmiento dejaron de ser portadores de los valores positivos para

5
convertirse en los ejemplos más claros de la alienación a un paradigma ilustrado y a intereses foráneos que
habían llevado a la nación al borde de su extinción.
Esta historiografía es antiliberal y en sus inicios anti socialista ya que no buscaba una revolución social sino la
restauración de las tradiciones y los valores abandonados. Un grupo de intelectuales volcaron sus ideas en la
fundación del bisemanario La Nueva República donde expresaba esta tendencia. Sus representantes más
destacados Ernesto Palacio y Julio Irazusta hacían una crítica contra las políticas que se llevaban a cabo en
ese momento incluso una denuncia a la falsificación historia cometida por la oligarquía. Lo que le da el
nombre a una muy importante obra de Ernesto Palacio “La Historia falsificada” es el ejemplo del revisionismo
en sus inicios antiliberal desde la derecha, hispanófilo y anticomunista.
“…Domina en nuestro país la falsa idea de una historia dogmatica y absoluta, cuyas conclusiones deben
acatarse como cosa juzgada, so pena de incurrir en el delito de leso patriotismo… Aquí se ejercita un
verdadero terrorismo de la ciencia oficial, por medio de la prensa, la universidad y la enseñanza media…
Historia convencional, escrita para servir los propósitos políticos ya perimidos… huele a cosa muerta la
inteligencia de las nuevas generaciones…Ante el empeño de enseñarles una historia dogmatica, fundada en
dogmas que ya nadie acepta, las nuevas generaciones han resuelto no estudiar historia, simplemente. Con lo
que ya llevamos algo ganado. Nadie sabe historia, ni la verdadera, ni la oficial” (Palacio, 1939, pág. 68/69).
Hay que tener en cuenta que el revisionismo estuvo signado por una fuerte heterogeneidad. Es por ello que a
partir de los años 40 la FORJA y sus representantes más destacados se introdujeron en esta nueva corriente
y le dieron matices nacional- populistas. Además se encargaron de rescatar las tendencias mas
democratizadoras de la tradición radical y cuya concepción del radicalismo pasaba por el terreno económico.
Dos fueron los destacados dentro de esta corriente, Arturo Jauretche y Scalabrini Ortiz, el primero señala:
“La falsificación de la historia ha perseguido, precisamente, esta finalidad: impedir, a través de la desfiguración
del pasado, que los sargenticos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una política
nacional… Ha habido una sistematización sin contradicciones, perfectamente dirigida… que no puede
explicarse por la simple coincidencia de historiadores y difusores… No se trata de un problema de
historiografía sino de política: lo que se nos ha presentado como historia es una política de la historia… y esa
política de la historia falsificada es y fue la política de la anti nación, de la negación del ser y de las
posibilidades propias…” (Jauretche, 1959, pág. 7)
El segundo se encarga del análisis crítico de la política británica en argentina. El revisionismo también toma
la característica del espíritu anti británico por la crítica hacia el imperialismo.
El revisionismo conto con una institución madre con el Instituto de Investigación Histórica “ Juan Manuel de
Rosas” .
Como ya hemos postulado el revisionismo se nutre de una heterogeneidad y con la aparición del peronismo
en el escenario político los cambios en la historiografía son evidentes fuera o no revisionista. Lo que aporta
esta ideología a la corriente es la valorización del hombre común, de ese pueblo anónimo que por años solo
fue un decorado para las clases dirigentes. Se ve al sujeto como portador de valores positivos y como un
protagonista de la historia. Es una exaltación del papel de las masas. Pero esta postura estuvo lejos de
convertirse en la “historia oficial”.
Durante los años 60 y 70 el revisionismo de izquierda tomo impulso en el país debido al auge de las masas.
Ellos interpretaban a la historia como un prolongado debate entre la oligarquía y las clases populares. Esta
postura tiene una característica muy particular que es el anti intelectualismo ya que se considera como un
sirviente de la oligarquía.
Luego de la última dictadura cívico militar se va diluyendo la corriente por los exilios y los asesinatos de sus
representantes, además por los flojos gobiernos peronistas.

6
Historia Social o la Nueva historia
La nueva historia nace bajo el gobierno de la llamada “revolución libertadora”, en el contexto de la
modernización intelectual posterior a 1955. Se la considera como una historiografía académica no
subordinada a la visión de liberal, se dio a través del Centro de Estudios históricos social y la Cátedra de la
historia social dirigida por José Luis Romero en la UBA.
Esta corriente busca alcanzar una producción histórica con mayores pretensiones de rigor científico, y
actualizada de acuerdo a las corrientes historiográficas europeas. Se halla signada por la fuerte influencia de
la escuela “Annales d´histoire economique et sociales” de Francia dirigida por Braudel, donde se postula la
visión de una historia total, de largar duración, tomando atención en la estructura y la coyuntura.
La nueva historia busca la renovación metodológica al vincularse con las demás ciencias sociales (sociología,
economía etc.). Halperín admite que la nueva corriente trata de ilustrar y enriquecer pero no poner en crisis a
la línea tradicional del país, pues el “país debe enriquecer pero también reivindicar la tradición política-
ideológica legada por el siglo XIX”
Los tres más importantes exponentes de la historia social son: Jose Luis Romero, Tulio Halperín Dongui y
Luis Alberto Romero.
“La historia era –para el- iniciadora de la acción” (Romero, 1995)
“En 1930, Alejandro Kornn consciente de que el rumbo del proceso argentino no podía eludir una redefinición,
había pedido a la etapa que se abria que enriqueciese el programa alberdiano, integrando en él dos nuevas
etapas: las consignas de la nueva hora debían ser cultura nacional y justicia social, Romero estaba
convencido de la justicia de ese diagnostico que era ala vez un programa, y para apoyarlo iba formar en 1931,
en las filas de la alianza civil (acuerdo de los partidos demócratas, progresistas y socialistas). Pero como es
sabido, las cosignas de esta había enarbolado en vano, iban hacer recogida en lo sustancial e instrumentadas
con vista a finalidades políticas del todo opuestas, por el movimiento que todavía hoy (1997) gravita con
fuerza incomparable en la vida nacional” (Tulio Halperín Donghi, 1997)
“Mitre, el fundador de la Argentina que el peronismo quiso abolir” supero los obstáculos “ para hacer obra
eficaz y dirigir la nación en el sentido que se había propuesto”, mientras en cambio, Perón, no siendo
estadista, resulto “ incapaz de abarcar la realidad en su conjunto” y fracaso al apelar a “ un ideario, el
fascismo, ajeno a esa realidad”( Tulio Halperín Donghi,1994,pag. 18)
En 1983 la nueva historiografía académica se adueña del espacio universitario.
Historiografía de izquierda
Esta historiografía nunca abandono su lugar marginal, estuvo siempre bajo el ala de la censura y la
prohibición en las universidades. Esta corriente tuvo una multiplicidad de opciones dispersas y enfrentadas
entre sí en un campo de por sí pequeño.
La historiografía de izquierda sostiene los siguientes postulados. La Argentina es un país semicolonial.
La lucha nacional contra el imperialismo y por la unificación continental es la tarea inmediata más importante
de los socialistas.
No hay posibilidad alguna de un desarrollo de las fuerzas del socialismo fuera de este cauce nacional. Los
socialistas que se enfrenten a la lucha nacional se convierten en colaboradores de la opresión oligárquica e
imperialista.
Es tarea de los socialistas revolucionarios organizar de manera independiente su propio partido e integrar el
Frente Nacional Antiimperialista con autonomía organizativa y política de la conducción burguesa o pequeño
burguesa.

7
Unos de sus principales representantes fue Puiggrós quien representa el entronque marxista con una visión
nacional popular que reivindicaba activamente al peronismo, viéndolo como un paso hacia la consumación de
la tan ansiada revolución socialista. Este autor reivindica la historia de las clases subalternas.
Otra línea dentro de la historiografía de izquierda es la conocida como “izquierda nacional” tiene como
antecedente a Liborio Justo dando origen a una serie de agrupaciones como el partido obrero por la
revolución socialista. Estos son algunos de sus representantes:
Jorge Abelardo Ramos fue por lejos el más conocido y exitosos de esta corriente se centraron sus estudios de
nación vs imperialismo. Este representante es un ejemplo claro de la utilización del pasado como arma
polémica al servicio de la discusión del presente, sin una verdadera preocupación por la investigación
histórica.
Juan Jose Hernandez Arregui portador de una lectura materialista de Marx. Tiene como objetivo llegar a
construir una conciencia colectiva de lo nacional que pudiera hacerse carne en las masas populares
Milciades Peña representa el pensamiento marxista que se resiste a toda concesión al nacionalismo popular.
Peña se esfuerza por mantener el punto de vista de clase, y en esa dirección renuncia a toda esperanza sobre
el rol progresivo de ningún sector de las clases dominantes ni del aparato estatal, tales como los militares
patriotas. Lo más destacable de este autor es que desarrolla tempranamente la línea de la historia económica
y social sin abandonar la historia política. Aunque la crítica más dura a sus obras de historia es que tiene una
mirada desde arriba.
..Respecto del “progreso” lo asocia directamente al “industrialismo”, el cual ata a las posibilidades de un
proyecto independiente por parte de un país atrasado como el nuestro. De éste modo, y entendiendo que la
debilidad de la burguesía nativa y lo atrasado de la estructura capitalista dependiente no permiten el desarrollo
industrial (tan necesario para el autor como que se inscribe tajantemente en pro del “progreso”), el dilema ya
no es “industria o atraso”, sino “capitalismo o socialismo”, porque "este desarrollo depende de limitar por lo
menos –o eliminar- el beneficio capitalista, y para ello se necesita estatización de empresas con control
obrero, y al mismo tiempo, planificación.” (Paso, L. Corrientes Historiográficas, Pág.56.)
Rosas contempló con hostilidad los dos acontecimientos capitales de la historia patria: La Revolución de Mayo
y la guerra de Independencia (…) empleaba su juventud en hacerse rico y poderoso (…) habría de sofocar las
libertades argentinas y retrasar muchos años el cumplimiento de las aspiraciones democráticas y progresistas
(…) se apoyaba en el dominio que ejercía como señor feudal de la campaña ” (Puiggrós, R. “Rosas el
pequeño”. Pp.14-15)
"Los emigrados argentinos en Montevideo son los campeones de las ideas filosóficas de la Europa liberal.
Pero lo que estas ideas tenían de progresistas en la medida que reflejaban la gran revolución técnica y política
del capitalismo, al ser trasplantadas a estas tierras fueron los instrumentos que prepararon la ruina y opresión
de las poblaciones nativas (…) El caudillaje fue la respuesta a esta situación (…)"
"El federalismo, más que el ideal político del interior, es una actitud desesperada de defensa, de inútil
heroísmo, frente a la brutal voluntad histórica (…)"
" (...) después de Pavón, los sectores ganaderos y mercantiles, estrechamente ligados al librecambismo
inglés, operan la rápida transformación de los restos de la economía precapitalista al liquidar el artesanado del
interior: ¿Cuál es la fuerza que impulsa este progreso? –dirá Mitre- Señores: ¡Es el capital inglés!"
"(...)deslumbrados por el progreso, provincianos aporteñados no vacilan por entregar el país al capital
extranjero” (Hernández Arregui, J.J. “Imperialismo y Cultura”. Bs. As. Plus Ultra, 1973.pag.23)

8
CONCLUSION
A modo de conclusión se puede observar por medio de las diferentes corrientes historiográficas desarrolladas
en nuestro país como la historia, en diferentes momentos, ha servido de legitimadora a la clase dirigente o
sea ha sido funcional al Estado.
Cada escuela respondió a un contexto determinado y a ciertos intereses. La historia oficial es la que
desencadena todo el debate ya que las próximas historiografías se oponen o revalidan sus valores. Vemos
como esta escuela llega hasta nuestro tiempo con la imposición ideológica en el sistema educativa.
Luego vemos como la nueva escuela se instala en el país el estudio de la historia como una ciencia erudita, la
cual tiene una intencionalidad que esta destinada a intervenir en el contexto cultural (sobre todo) y  político de
su momento para dar una respuesta a la conflictividad de comienzos de siglo.
Mediante la producción científica de la historia y su anclaje en la educación se intenta crear un sentimiento
nacional homogenizador de la población  del territorio.
Esta corriente historiográfica busca crear un nuevo imaginario colectivo que acompañe el modelo económico
liberal imperante.          
Como dijimos anteriormente la historiografía va acompañada de un contexto determinado es así que ante la
crisis de un modelo nace el revisionismo para dar un oxigeno a nuevas ideas. Me parece de real importancia
esta corriente por la introducción a las masas en el debate histórico, tomándolas como personajes claves en el
desarrollo de la historia argentina.
También cabe destacar el posicionamiento ante la producción histórica, hasta este momento que solo se
resume una forma clásica la de historia-relato no hay una visión ampliada sobre los procesos. Pero puedo
resaltar mediante lo leído como la profesión del historiador fue mutando a través del tiempo para así llegar a
una profesionalización indiscutida.
Con la historiografía de izquierda queda más que claro que la historia debe ir acompañada de un modelo ya
que así siempre estuvo en las sombras o no le conviene a la clase dirigente poner en debate sus postulados.
Lo destacable de esta corriente es que pone en debate temas que rompen con nuestra estructura
tradicionalista. Ponemos nuestro interés en lo grupos y entidades ligadas a esta corriente ya que se apartan
de ese pensamiento hegemónico en el cual estamos inversos.

Kuhn agregar los paradigmas.


E ideología. Como podemos lograr mas objetividad.

También podría gustarte