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Uno de ellos tiene su propio tlatohuani, el segundo calpulli. Tres de los
calpullis no tienen o no mencionan a teuctlato alguno.
Pero según el texto, el poder estaba regido por un tlatohuani y los
tleuctlatos, lo que significa que cada calpulli estaba regido por un
teuctlato, que es como un representante del barrio o lugar.
Así podremos observar en varios pueblos o antiguas naciones del
Anáhuac este tipo de estructura en su territorio y población.
Azcapotzalco, por ejemplo, poseía 21 calpullis o barrios, y durante la
expansión territorial se anexaban los pueblos conquistados a su nación.
Hay que dejar en claro este aspecto territorial: un calpulli es un
territorio repartido de origen o asentamiento; los pueblos conquistados
o aliados no eran un calpulli, sino que tales territorios poseían sus
calpullis como es el caso de Tenochtitlán y Tlatelolco. Azcapotzalco era
la ciudad capital tepaneca cuyo territorio abarcaba más de 20 calpullis
más los territorios aliados, principados y conquistados.
¿Qué viene siendo entonces un calpulli? Un calpulli es un territorio
dividido en funciones sociales determinados, es decir que cada habitante
tiene una función específica para con la comunidad.
Así pues vemos que en un calpulli hay tierras de cultivo que
deben ser producidas en primer lugar para el Estado, en segundo lugar
para el calpulli y en tercer lugar para su propio consumo.
También vemos que cada calpulli tiene una especialidad en lo que
respecta en la artesanía, como por ejemplo el calpulli de Amantlan
donde se elaboraba el "arte plumario" o amantecatl, o Acayucán cuyo
mote "los olleros", suponía la elaboración de ollas o comimeh (comitl).
Todos los miembros de un calpulli poseen tierras y que producen
todos sin excepción, más su oficio de artesano del cual, en cierto
sentido, cada uno era autosuficiente o en su caso en el comercio.
Los calpultin de Azcapotzalco se distinguían por su producción
artesanal específica y de ciertos productos de cultivo según la fertilidad
de las tierras, como es el caso de Tomatlán que producía tomate, o
Xochinahuac que producía calabaza.
En lo que respecta a la estructura social vemos en los primeros
calpultin de la época clásica una función colectiva de los medios de
producción; posteriormente y durante las expansiones territoriales se
volvieron jerárquicas.
Sin embargo en cuestiones de función solo podemos distinguir dos
aspectos fundamentales: la parte administrativa y la parte productiva.
En la primera están los dirigentes, el ejército y la representación
ideológica; en el segundo están los comerciantes, los artesanos, los
agricultores y los esclavos. Todos estaban dentro de la jurisdicción del
Estado como "hombres libres" con excepción de los esclavos.
La esclavitud en el mundo prehispánico debe verse en dos
sentidos: como castigo a causa de vicios y crímenes, o como un modo
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de vida voluntaria a consecuencia de la pérdida de la tierra concedida.
No podemos pasar por alto el hecho de que habían ricos y pobres, estos
últimos por carecer de tierras se daban a la esclavitud, lo cual resulta
lógico que la esclavitud no era una manifestación de explotación, como
lo fue en Asia y Europa, rastrera e inhumana. Un esclavo, en ambos
sentidos referidos, podía reivindicar su dignidad a la de un "hombre
libre" con plenos derechos del Estado. En materia legal eran muy
prácticos y con leyes muy concretas.
Otra característica del calpulli era su representación religiosa.
Como bien sabemos existen muchas representaciones religiosas en el
panteón anahuaca, vulgarmente llamados "dioses" o "ídolos". Cada
calpulli tenía su propia representación o una representación adecuada a
su función. Vemos entonces representaciones de la fertilidad, de las
artesanías, de costumbres o de un lugar en específico, etc.
Lo que llama la atención era que el culto religioso se pude dividir
en tres factores: oficial, local y personal. Lo que distingue y se diferencia
el culto religioso de Anáhuac con la del resto de las culturas del mundo
era su disciplina y convicción colectiva. Sabemos, por ejemplo, que
Azcapotzalco se tenía por representación oficial al culto de Tezcatlipoca,
que, según datos de José Antonio González Gómez, el templo mayor
(que estaba ubicado en lo que hoy es la Iglesia de Azcapotzalco) estaba
consagrado a él. Ya en los distintos calpulli había una representación
local como es el caso de Tetlaman que honraba a Cuauhxolotl Chantico y
Yopico a Xipehua Totec. Y en lo personal es claro su intención o su
necesidad de creencia.
Cada calpulli tenía su propio Teocalli y su área administrativa.
Así pues vemos que un calpulli tiene:
Su pequeño centro ceremonial o teocalli.
Su área administrativa donde regia el teuctlato, el tlactocan y la
policía.
Su centro de educación o Tepuchcalli
Y su zona de producción y vivienda.
Todo esto conectado con su capital y los distintos calpultin que
conforman al pueblo o nación en general.
De la época clásica al posclásico observamos una evolución del
mismo calpulli. Sin embargo su finalidad práctica sigue siendo
esencialmente la misma como división territorial de una comunidad
originaria.
Sobre esto, vale la pena mencionar que los "grupos" de la
mexicanidad que se hacen llamar calpullis no tienen en lo más mínimo
un solo aspecto real y conceptual con el calpulli prehispánico. Un calpulli
en principio obedece a cuestiones "territoriales originarias" de un grupo
social "originario". Que la mexicanidad haya tomado el concepto de
calpulli a modo de un fetiche para designar a un pequeño número de
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personas con mucho tiempo libre, ello no significa en lo más mínimo su
preocupación por la cultura o certeza intelectual. Sorprende mucho el
saber que en el común del habla vulgar la noción de calpulli se vea
deformado y mal comprendido en aquellas personas que se hacen
llamar herederos la antigua cultura. Y en el peor de los casos la gente
común lo acepte sin más transgrediendo su sentido original. ¿Es que
acaso el calpulli queda relegado a la extravagancia emplumada y al
esoterismo místico? El calpulli era una manifestación real cuyos
principios se basan en la producción colectiva de una comunidad de un
mismo territorio. Un calpulli no es un grupo de danza o un grupo
cualesquiera de mexicanidad. Un calpulli reconoce su identidad del suelo
que pisa.
Ciertamente esa "mexicanidad" no es otra cosa que una
manifestación generada por la intolerancia y al mismo tiempo por un
desprecio al actual estado de cosas. La comprensión de la cultura no
puede realizarse en invenciones de lo que plenamente se desconoce y
peor aun cuando esta es aceptada por la ignorancia pública. La gran
pregunta por la identidad empieza ante la realidad que se vive día con
día e invita a uno a la búsqueda de nuestras raíces. Evidentemente no
se encontrará en los danzantes ni en grupos cuyo origen son igualmente
oscuras que sus palabras. La clave a cualquier cultura está en su idioma
o lengua.
Yhuan ma ilihuiz, ma ilihuiz titlanenec, ma ilihuiz timotlatepehualti,
ma ilihuiz titepanahui in ahmomolhuil, in ahmo momacehual, in ahmo
monemac; ahmo zan ticmocuiliz, ahmo zan ticmaniliz.
"Y no sin consideración tomes algo, no así lo ambiciones, no a la
ligera quieras aventajar a la gente, sobrepasarla en lo que no es tu
mérito, en lo que no es tu merecimiento,
En lo que no es tu don para ti; no así lo tomes, no así lo cojas".
Tomado de:
http://calmcacanahuac-tepaneca.blogspot.com