Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Uno de los tratamientos más adecuados que se puede realizar a un efluente que contiene
contaminantes de elevada toxicidad es la oxidación anódica directa, bien para la degradación
completa de los contaminantes orgánicos a CO2 y H2O (la llamada incineración o combustión
electroquímica) o para su trasformación (conversión electroquímica) en otros residuos
orgánicos menos tóxicos, como por ejemplo, la transformación de compuestos aromáticos en
ácidos carboxílicos, a los que se pueden realizar tratamientos biológicos [1].
79
Capítulo 3
• con objeto de reducir los costes del proceso, se han propuesto diversos ánodos más baratos y
disponibles como el acero [13,14] o diversos materiales carbonosos como el grafito o el
carbón vítreo [15-18]. En general estos electrodos presentan una actividad catalítica mucho
menor y problemas de corrosión química y/o electroquímica.
• una de las alternativas más prometedoras y que ha recibido mayor atención en los últimos
años es el ánodo de diamante dopado con boro (Boron-Doped Diamond, BDD) [14,19-22].
Debido a su notable mayor potencial para la OER, estos materiales presentan las mayores
eficiencias (del 100 %) en la combustión de compuestos orgánicos en medio acuoso, y
además muestran una extremada estabilidad tanto química como electroquímica. Sin
embargo, su elevado coste de fabricación y conformado, así como su elevada fragilidad son
los principales inconvenientes.
• para solventar todos los problemas asociados con los electrodos anteriores, la mayor apuesta
tecnológica y la que ha suscitado más investigación científica ha sido los electrodos de
óxidos metálicos DSA. Esto se debe a la enorme versatilidad que ofrecen los óxidos
metálicos a la hora de optimizar las propiedades electrocatalíticas, la estabilidad o el precio
de los electrodos, mediante la elección adecuada de los diferentes componentes metálicos,
así como la posibilidad de prepararlos y depositarlos sobre diferentes soportes por multitud
de técnicas sencillas y económicas.
Los óxidos metálicos constituyen una familia de materiales que presentan numerosas
aplicaciones tecnológicas en áreas de gran importancia, como la de los materiales cerámicos, la
catálisis, los semiconductores, etc. Una de estas aplicaciones es la preparación de electrodos de
óxidos metálicos, que normalmente se basan en el concepto de electrodo DSA (ánodo
dimensionalmente estable).
80
Introducción
El desarrollo de estos electrodos fue impulsado por la demanda de la industria más importante
desde el punto de vista electroquímico, la industria cloro-sosa. En los años 50 las células
empleadas en la industria cloro-sosa usaban ánodos de grafito, por ser un material relativamente
barato y estable en condiciones de producción anódica de cloro [29-31]. Sin embargo este
material presenta algunas desventajas. El sobrepotencial de estos ánodos en la oxidación de los
cloruros es elevado, y se produce paralelamente a la reacción de oxidación del disolvente
acuoso con producción de oxígeno. La reacción de generación de oxígeno es muy corrosiva para
los electrodos de grafito, de forma que produce su desgaste y una pérdida de masa. Al cabo de
un determinado tiempo de operación del electrodo, existía la necesidad de desconectar la célula
para cambiar el ánodo desgastado, con los consecuentes gastos de mantenimiento y operación.
A causa de estos problemas las industrias comenzaron a buscar nuevos materiales con mejores
propiedades catalíticas, a la vez de mayor estabilidad.
Los trabajos de investigación no condujeron directamente a los ánodos de óxidos metálicos. Los
estudios transcurrieron primero hacia electrodos de metales preciosos y sus aleaciones,
depositados sobre Ti [23-26]. Éstos introdujeron dos novedades: i) el Ti como material de
construcción de los electrodos al que fácilmente se le podía conformar en formas más difíciles
(y útiles), y ii) el concepto de activación del electrodo, a través del cual podían ser empleados,
incluso, materiales caros en pequeñas cantidades. Finalmente, se encontró que los electrodos de
metales depositados sobre Ti eran activos, pero inestables en las condiciones de las células
cloro-sosa. Fue en este momento cuando Beer [23] introdujo nuevos electrodos preparados por
descomposición térmica a partir de los precursores adecuados, que resultaron estar compuestos
por óxidos, en este caso óxidos de rutenio y de titanio. Esto fue en el año 1964, se patentaron en
81
Capítulo 3
el año 1965 [32] y en 1968 estaban ya siendo usados en la industria. Sin embargo nada se sabía
aún oficialmente en la comunidad científica [33]. De hecho la primera publicación describiendo
las propiedades fundamentales de este tipo de electrodos aparece en el año 1971 [34].
Además de su elevada estabilidad, fueron dos las propiedades de estos óxidos las que
propiciaron su éxito. En primer lugar, la elevada conductividad de la capa de los óxidos de
metales preciosos. En segundo lugar, mientras que los electrodos de grafito eran masivos y sin
forma, los DSA, al estar soportados sobre Ti, podían ser preparados en forma de redes, mallas,
metales expandidos, etc. El resultado fue que con los DSA, los gases producidos anódicamente
en las células cloro-sosa podían escapar más fácilmente que en el caso de los electrodos de
grafito, disminuyendo de esta forma el bloqueo de la superficie y la caída óhmica
interelectródica producida por el llamado “efecto burbuja”.
El descubrimiento de los DSA resultó ser un éxito desde un punto de vista industrial. Sin
embargo, rápidamente la “leyenda” de los DSA se extendió al área académica y el éxito
industrial propiciado por la electrocatálisis se transformó automáticamente en un mito. Es decir,
los óxidos activos DSA no son en absoluto los mejores electrocatalizadores, sino que son
excepcionales desde el punto de vista de su versatilidad. Su éxito radica principalmente en la
mejora de los factores geométricos y de la estabilidad, y no en los factores electrónicos, que son
propiamente los electrocatalíticos.
Desde 1971 los investigadores que trabajan en el campo de los DSA han estudiado con
profundidad, desde la preparación hasta la caracterización, estos electrodos con el fin de
comprender y mejorar sus propiedades electrocatalíticas y su estabilidad.
Aunque los primeros electrodos DSA, basados en el RuO2, surgieron para su aplicación en la
industria Cl2-NaOH, los años posteriores dieron paso a la aparición de nuevos materiales
electródicos que, basados en el concepto original de DSA, encontraron nuevas aplicaciones. Así,
además de la producción de Cl2, en la mayoría de los casos, los ánodos DSA se utilizan como
contraelectrodo de un proceso catódico de interés (producción de hidrógeno, electrodepósito de
metales, electrogalvanizado, protección de la corrosión, etc.) en el que la reacción anódica en
disolución acuosa es principalmente la OER. El ánodo más empleado en estas aplicaciones ha
sido Ti/IrO2 [35-40]. No obstante, en los últimos 20 años los electrodos DSA han
82
Introducción
Por todo lo expuesto, el RuO2 y el IrO2 han sido los óxidos metálicos más estudiados. Estos dos
óxidos presentan algunos aspectos en común, como es su buena conductividad (de tipo
metálico) y su estructura cristalina tipo rutilo. No obstante, esta estructura cristalina es adoptada
por muchos dióxidos de un buen número de metales, tanto del bloque p (Sn, Pb, Ge, Te y Si)
como metales de transición de las series 3d, 4d y 5d (Ti, Cr, Mn, Nb, Ru, Rh, Ta, Ir, Pt y
algunos más).
La estructura cristalina tipo rutilo, de simetría tetragonal, se presenta en la Figura 3.1. Cada
catión se encuentra situado en el centro de un octaedro formado por oxígenos. Los átomos de
oxígeno se encuentran en el centro de un triángulo equilátero formado por los cationes
metálicos. La distancia más corta entre metal y metal se da a lo largo del eje c de la celdilla
unidad.
83
Capítulo 3
Los óxidos de estos metales pueden clasificarse como conductores metálicos, con excepción de
los óxidos de Ge, Sn, Te, Si, Ti, V, Mn, Pb y Nb [49]. Sin embargo algunos de estos dióxidos
metálicos presentan una conductividad suficiente por sí mismos para poder ser usados como
electrodos (caso del PbO2 y MnO2, los más ampliamente estudiados junto con RuO2 e IrO2
[49]), o pueden doparse apropiadamente para que aumenten su conductividad. Además, la
similitud de la estructura tipo rutilo entre los diferentes óxidos metálicos facilita que se formen
disoluciones sólidas de óxidos mixtos para dar lugar a combinaciones más estables, tanto
química como electroquímicamente, más activas, mejorando también sus propiedades
electrocatalíticas.
De esta forma, el concepto de electrodo DSA se amplió para englobar y dar nombre a una
familia de materiales electródicos constituidos por una capa delgada de óxido metálico (con
estructura tipo rutilo), dopado o no, depositado sobre un substrato metálico, generalmente Ti,
con una forma determinada. La capa de óxido permite el transporte de carga eléctrica entre el
sustrato metálico y la interfase óxido/electrolito y es la parte fundamental del ánodo, pues
determina la conductividad, el área superficial real, el coste, la estabilidad química y
electroquímica, la selectividad y la capacidad para catalizar una reacción electroquímica
deseada, es decir, las propiedades fundamentales que determinan su respuesta y aplicación.
Dada esta gran versatilidad, la investigación y desarrollo que han experimentado los electrodos
de óxidos metálicos se ha centrado fundamentalmente en reducir su coste y/o mejorar sus
prestaciones, entre las que destacan la conductividad, la estabilidad y/o actividad catalítica para
una reacción dada. Estas propiedades dependen de la composición del recubrimiento, así como
de su morfología, su estructura y su área superficial, las cuales están determinadas por el
método y condiciones de preparación.
84
Introducción
Por otro lado, y de acuerdo con la bibliografía, existen otras estrategias para optimizar las
prestaciones de un óxido metálico sintetizado por un determinado método. En general, para
aumentar la conductividad, la estabilidad y/o la actividad catalítica de un óxido metálico, o para
aumentar notablemente la dispersión del metal noble, se puede recurrir a su dopado y/o a su
combinación con otros óxidos para formar óxidos mixtos (binarios, ternarios, etc.) [25,38,50-
52]. Además, la conductividad y la estabilidad pueden mejorarse también mediante la inclusión
de intercapas de otros óxidos metálicos conductores/estables en la interfase metal base/capa de
óxido [53-55]. En particular, el objetivo de las principales líneas de investigación y desarrollo
en electrodos de óxidos metálicos han sido:
(i) reducir el coste y/o aumentar la estabilidad y la actividad electrocatalítica de los óxidos de
metales nobles tradicionales (RuO2, IrO2) utilizados para la producción de Cl2 y O2. En estos
casos, los óxidos de Ru e Ir, principalmente, se combinan entre sí o con otros óxidos metálicos
no conductores como los óxidos de Ti, Ta, V, Zr o Sn [40,50-52,56,57].
(ii) preparar y caracterizar nuevos óxidos para sustituir a los anteriores en sus aplicaciones
(Co3O4, otras espinelas de Co, ferritas, perovskitas, etc.)
(iii) preparar y caracterizar nuevos óxidos puros o mixtos para cubrir nuevas aplicaciones
(PbO2, MnO2, SnO2, Co3O4) como la oxidación de contaminantes o la síntesis orgánica.
85
Capítulo 3
MO x (s) + H 2 O
→ MO x (iOH) (ads) + H + + e _ (1)
2. En la segunda etapa, los radicales hidroxilo adsorbidos podrían interaccionar con el oxígeno
perteneciente al óxido, con una posible transferencia de oxígeno desde el radical hidroxilo
adsorbido a la red del óxido metálico, produciendo una sobreoxidación de un metal (sitio activo)
86
Introducción
que es capaz de pasar a un mayor estado de oxidación (MOx+1) según la siguiente reacción
electroquímica:
MO x (iOH) (ads)
→ MO x +1 (s) + H + + e _ (2)
De esta forma, sobre la superficie del óxido se pueden formar dos formas o estados de oxígeno
activo: (i) radicales hidroxilo fisisorbidos (MOx(•OH)); y (ii) radicales hidroxilo quimisorbidos
(MOx+1).
3. Durante la OER a través de radicales fisisorbidos se supone que uno de los intermedios
de la reacción es peróxido de hidrógeno, lo que implica que hay una acumulación de
radicales hidroxilo sobre la superficie del electrodo. Esta reacción se produce a un potencial
que es el característico del par H2O/H2O2 (1,77 V vs. ENH). La producción de oxígeno por
esta vía no está influenciada por la naturaleza química superficial de los electrodos, ya que,
aunque proporciona un sitio de adsorción física al radical HO•, el propio electrodo no sufre
modificación durante la reacción de transferencia de electrones. Se denomina a estos
electrodos como electrodos “no activos". La definición de este tipo de electrodos implica la
ausencia de sitios electroactivos en el intervalo de potenciales entre el potencial
termodinámico de producción de oxígeno (1,23 V/ENH) y el potencial del par H2O/H2O2
(1,77 V/ENH) [60]. Cabría esperar este comportamiento en electrodos de óxidos metálicos
cuyo catión se encuentre en el estado de oxidación más elevado posible (como el PbO2 o el
SnO2) o con óxidos de metal donde las transiciones a óxidos superiores se produzcan a
potenciales más elevados que 1,77 V/ENH (en el caso del PtO2 el potencial del par
PtO2/PtO3 es 2,0 V/ENH). Este razonamiento implica que el sobrepotencial de la reacción
de oxígeno es común para todos estos electrodos (+0,54 V).
87
Capítulo 3
En la práctica todos los ánodos de óxidos metálicos exhiben un comportamiento mixto, donde
ambos mecanismos tienen lugar simultáneamente, ya que en los electrodos llamados “no-
activos” se pueden presentar defectos en la superficie y sitios parcialmente oxidados, mientras
que en el caso de los electrodos activos no se puede excluir la formación de radicales
fisisorbidos, a elevados potenciales aunque la superficie sea altamente reactiva. Sin embargo,
como regla general, cuanto menor es el potencial al que se produce la producción de oxígeno
mayor es la participación de la superficie en la reacción de producción de oxígeno.
En presencia de un determinado compuesto orgánico (R), y de acuerdo con los dos tipos de
óxidos metálicos, se pueden dar dos casos:
5. Si el electrodo es “no-activo”, los radicales HO• pueden combinarse entre sí para producir
oxígeno o pueden reaccionar con una molécula de compuesto orgánico, presente en disolución.
Este tipo de reacción se da a elevados sobrepotenciales, en los que se genera una elevada
concentración de radicales HO•, por lo que con este tipo de óxidos se favorecería la oxidación
no selectiva del compuesto orgánico, para dar principalmente CO2 y H2O:
MO x (iOH) z (ads) + R
→ MO x (s) + mCO 2 + nH 2O + zH + + ze _ (5)
88
Introducción
MO x+1 + R
→ MO x (s) + RO (6)
89
Capítulo 3
Puesto que la OER supone una reacción competitiva inevitable en medios acuosos, para
aplicaciones como la oxidación de compuestos orgánicos se necesitan electrodos con un elevado
sobrevoltaje para dicha reacción [43,58]. La relativamente elevada concentración de radicales
HO• en las inmediaciones de un electrodo denominado “no-activo” en condiciones de
polarización anódica, es la principal razón por la que los electrodos PbO2 y SnO2 son adecuados
para la eliminación de compuestos orgánicos [5,9,46-48,65-67]. Estos electrodos presentan una
eficiencia mucho mayor en la oxidación total de compuestos orgánicos en comparación con
ánodos de platino (Ti/Pt) [5,9,46,68] o de otros ánodos tipo DSA de RuO2 [17] o IrO2 [44,61].
Este tipo de electrodos es adecuado además para la producción electroquímica de reactivos
oxidantes como el ozono y el peróxido de hidrógeno, dado su elevado sobrepotencial de
oxígeno [69].
A pesar de la gran actividad de los electrodos de PbO2, diversos trabajos han mostrado que su
eficiencia en la oxidación de fenol y otros compuestos orgánicos es superada por la de los
ánodos de SnO2 dopado [5,9], y además se evita la posible contaminación por plomo como
consecuencia de la corrosión y/o desactivación del electrodo. Por tanto, los óxidos de estaño se
han convertido en los óxidos metálicos más prometedores para su aplicación en el tratamiento
de contaminantes orgánicos en aguas residuales, lo que ha tenido como resultado una creciente
investigación tanto en la preparación y optimización de diferentes electrodos de SnO2 dopados o
mixtos como en la eliminación de diversos contaminantes.
Como ya se ha comentado, el dióxido de estaño cristaliza con una estructura tetragonal, tipo
rutilo y su mineral se denomina casiterita. Este óxido es estable a elevadas temperaturas y
resistente al ataque químico producido por los ácidos y bases comunes [70]. Es un
90
Introducción
semiconductor tipo n con una amplía separación entre la banda de conducción y la banda de
valencia (3.5-4.0 eV) [9,71].
Gracias a sus peculiares propiedades, el dióxido de estaño cuenta con una gran variedad de
aplicaciones tecnológicas. Algunas de estos usos son:
o Detector de gases tóxicos [73-75]: para la fabricación de estos sistemas se sinteriza el SnO2
sobre un soporte inerte, generalmente alúmina. Cuando el dispositivo se encuentra en
funcionamiento, el sustrato es calentado mediante un filamento incandescente. Si un
determinado gas tóxico (p. ej. un hidrocarburo) se encuentra presente en el medio la resistencia
eléctrica del material desciende proporcionalmente a la concentración del gas en el aire.
Esta respuesta se da en presencia de cualquier gas reductor (CO, NOx, H2S, SO2, Cl2, H2, NH3,
metano, y otros hidrocarburos) aunque con diferente sensibilidad [74]. La selectividad del
detector para la detección de un determinado compuesto puede ser incrementada enormemente
introduciendo dopantes adecuados [75].
91
Capítulo 3
92
Introducción
(iii) los electrodos de SnO2, dopados o no con Sb, presentan una baja estabilidad en
condiciones de polarización anódica [97-100]. En el caso del electrodo SnO2-Sb(13%)
el tiempo de vida a 10 mA cm-2 en H2SO4 0,5 M es de 5-10 horas;
93
Capítulo 3
Como se ha comentado, uno de los principales requisitos que debe reunir un material anódico
para su uso en el tratamiento de aguas es, junto a una elevada actividad electrocatalítica, una
estabilidad mecánica y (electro)química prolongada. De esta forma, la estabilidad de un
electrodo es un factor fundamental para su escalamiento a nivel industrial [33]. Los electrodos
DSA convencionales basados en el RuO2 e IrO2 son especialmente estables, logrando superar
fácilmente las 2000 horas de uso a las densidades de corriente de operación y con un
comportamiento electrocatalítico estable. No obstante, entre la familia de electrodos de óxidos
metálicos transcurrido un determinado tiempo los electrodos se desactivan y dejan de ser útiles
para la aplicación en la que se emplean.
La reacción de desprendimiento de oxígeno (OER) por electrolisis del agua es uno de los
procesos más importantes en la electroquímica aplicada. Constituye la más común de las
reacciones anódicas acopladas a los procesos catódicos en medio acuoso (producción de H2,
recuperación de metales, electrodepósitos, etc.) y resulta ser una reacción paralela inevitable en
numerosos procesos anódicos (producción de Cl2, oxidación electroquímica de compuestos
orgánicos, etc.). De esta forma, y puesto que en sus diferentes aplicaciones electrolíticas los
electrodos trabajan en condiciones de polarización a las que se produce la OER, la estabilidad
de un electrodo está estrechamente ligada a su durabilidad en estas condiciones, si bien puede
verse afectada también por otros procesos anódicos para los que se utiliza o reacciones no
deseadas.
La estabilidad electroquímica o estabilidad del electrodo puede ser definida como el tiempo
durante el cual el electrodo mantiene su actividad catalítica dentro de los límites previstos. Si se
mantiene en condiciones galvanostáticas es de esperar que el deterioro del electrodo llegue a
afectar al material de soporte, elevando su resistencia y por lo tanto el valor del potencial,
produciendo finalmente su desactivación.
.
De acuerdo con las causas de la desactivación, éstas pueden clasificarse en cinco tipos
[101,102], los cuales, en muchos casos, ocurren simultáneamente:
94
Introducción
La desactivación por pasivación del metal base es otro de los mecanismos más frecuentes, sobre
todo en electrodos que operan a elevadas densidades de corriente, y puede ocurrir de tres
maneras [101]: (i) cuando la disolución (los iones) accede y contacta, a través de los poros y
fisuras del recubrimiento, con el soporte, reaccionando y/o disolviéndolo de forma que se
produce una pérdida de adherencia y, por tanto, pérdidas locales de recubrimiento (decapado);
(ii) con la formación de una capa aislante (por ejemplo de TiO2), adicional a la del material
activo formada durante el tratamiento térmico, debida a la migración de iones y electrones a la
interfase soporte/óxido(dicha capa poco adherente podría producir también pérdidas de
recubrimiento); y (iii) cuando el óxido TiO2-x, formado durante el tratamiento térmico, pierde su
conformación no-estequiométrica conductora y se transforma en su configuración
estequiométrica aislante (TiO2), debido a la migración de la especie O2- a través del
recubrimiento.
95
Capítulo 3
Con lo que respecta a la elección del soporte, Vercesi y col. [39] realizaron un estudio detallado
de la corrosión de diferentes metales utilizados como soportes (“metales válvula”) y llegaron a
la conclusión de que el mejor metal base era el Ta. Sin embargo, el Ti ha sido el que se ha
utilizado a nivel industrial, porque sus propiedades como sustrato, aunque inferiores a las del
Ta, son lo suficientemente buenas y su coste es mucho menor.
Otra forma de evitar o retrasar la formación del óxido aislante es la adición de un óxido capaz
de crear disoluciones sólidas (intercapas) conductoras con el TiO2, como por ejemplo el iridio
que forma óxidos mixtos del tipo IrxTi(1-x)O2 (estrategia 3). La desactivación de este tipo de
electrodos de óxidos mixtos se produce por la migración del metal noble desde la interfase
sustrato-capa de óxidos hacia la capa de óxidos externa [101].
Tras numerosos trabajos de investigación se ha encontrado que el electrodo más estable frente a
la OER en medio ácido es Ti/IrO2(70 % mol)-Ta2O5 (30 % mol) [102]. Sin embargo, para
mejorar las prestaciones tanto en la OER como en otras reacciones electroquímicas se han
estudiado las propiedades de numerosos óxidos mixtos (estrategia 4), con una especie activa que
proporciona la actividad catalítica y otra especie inactiva que proporciona estabilidad [102,33].
Para el medio básico, los electrodos más estables y catalíticos en la OER han sido los basados
en la espinela de cobalto [103]. Sin embargo, estos electrodos no muestran una elevada
actividad en la oxidación de compuestos orgánicos aromáticos. De esta forma, y puesto que la
inmensa mayoría de estudios a cerca de la optimización de electrodos se ha realizado para su
empleo en medio ácido, resulta necesario profundizar en el estudio de la estabilidad y
desactivación en medio básico de nuevos electrodos que presenten buenas prestaciones para su
utilización en dicho medio.
96
Introducción
De todos los requisitos, previamente comentados, que debe reunir un material electródico para
una aplicación determinada, el trabajo de investigación realizado en esta Tesis se ha centrado en
estos tres aspectos fundamentales (ver Figura 3.3.): preparar electrodos con bajo coste y elevada
estabilidad, intentando mantener en la medida de lo posible su actividad electrocatalítica para la
reacción en cuestión, que en este caso es la oxidación anódica de fenol.
Cabe destacar, que entre los tres aspectos fundamentales señalados existe una relación de
compromiso de forma que, en general, cuando se mejora uno de los aspectos se empeora uno o
los otros dos aspectos restantes. Así, normalmente los elementos más caros (Ru, Ir, Pt) son los
que introducen mayor estabilidad pero disminuyen la eficiencia y/o actividad para la oxidación
de compuestos orgánicos. Por el contrario, los óxidos de los metales más baratos (como el Sn)
funcionan mejor para la oxidación de compuestos orgánicos pero su estabilidad es muy baja.
A pesar del elevado número de investigaciones llevadas a cabo en la búsqueda del mejor
electrocatalizador, la inmensa mayoría de ellas se han centrado en el estudio de la oxidación
97
Capítulo 3
El RuO2 es un óxido metálico de gran interés tecnológico que muestra una resistividad muy
baja, una elevada estabilidad térmica y una elevada resistencia a la corrosión química. Por su
parte, los electrodos basados en el RuO2 muestran una elevada actividad catalítica en diversas
reacciones, incluso en la reacción de desprendimiento de oxígeno (OER). En este sentido, por
tanto, sería deseable obtener electrodos con propiedades de ambos tipos de óxidos, es decir,
electrodos con las propiedades catalíticas y estabilidad del RuO2 pero con la baja actividad hacia
la OER del SnO2.
Aunque se han preparado y caracterizado diferentes electrodos de SnO2 dopados con Ru o con
Ru y otros metales, apenas existen estudios sobre su actividad electrocatalítica en la oxidación
de fenol ni sobre su estabilidad bajo condiciones de polarización anódica. Además, resulta casi
inexistente la información sobre dichos electrodos dopados con Sb y el efecto del Pt como
dopante en estos electrodos de óxidos mixtos.
98
Introducción
Como se ha comentado, estudios previos del grupo de investigación han demostrado que la
introducción de pequeñas cantidades de platino (un 3 % atómico) en la capa de óxido de SnO2-
Sb (13%) produce, para el medio ácido, un aumento del tiempo de vida del electrodo de varios
órdenes de magnitud [99] y un incremento de su actividad electrocatalítica en la oxidación de
fenol [48]. Partiendo de este electrodo, que ha mostrado muy buenas prestaciones para el medio
ácido, el objetivo general de la primera parte de la Tesis es preparar, caracterizar y estudiar la
actividad de diferentes electrodos de composición nominal Ti/SnO2-Sb(13-x)-Ru(x)-Pt(3%)
para la oxidación electroquímica de fenol en medio básico. Para este propósito, se ha llevado a
cabo una sustitución progresiva de Sb por Ru (x = 0,00; 3,25; 6,50; 9,75; 13,00 %). Además, y
para poder discriminar el efecto de cada uno de los dopantes, se han preparado también
electrodos sin Pt, Ti/SnO2-Sb(13%) y Ti/SnO2-Ru(13%), y el electrodo de óxido de Ru puro
(Ti/RuO2).
3.7. REFERENCIAS
1. Bowers AR. Toxicity Reduction in Industrial Effluents, chapter 11, Ed. Van Nostrand
Reinhold, New York 1990.
2. Gatrell M, Kirk DM. A Study of the Oxidation of Phenol at Platinum and Preoxidized
Platinum Surfaces. J. Electrochem. Soc. 1993;140(6):1534-1540.
3. Feng YJ, Li XY. Electro-catalytic oxidation of phenol on several metal-oxide electrodes
in aqueous solution. Water Res. 2003;37(10):2399-2407.
4. Comninellis Ch, Pulgarin C. Anodic oxidation of phenol for waste water treatment. J.
Appl. Electrochem. 1991;21:703-708.
5. Stucki S, Kotz R, Carcer B, Suter W. Electrochemical Waste-Water Treatment Using
High Overvoltage Anodes. 2. Anode Performance and Applications. J. Appl.
Electrochem. 1991;21:99-104.
6. Ferreira M, Varela H, Torresi RM Tremiliosi G. Electrode passivation caused by
polymerization of different phenolic compounds. Electrochim. Acta 2006;52:434-442.
7. Ureta-Zanartu MS, Bustos P, Diez MC, Mora ML, Gutierrez C. Electro-oxidation of
chlorophenols at a gold electrode. Electrochim. Acta 2001;46:2545-2551.
8. Iotov PI., Kalcheva SV. Mechanistic approach to the oxidation of phenol at a
platinum/gold electrode in an acid medium. J. Electroanal. Chem. 1998;442:19-26.
9. Kötz R, Stucki S, Carcer B. Electrochemical waste water treatment using high
overvoltage anodes. Part I: Physical and electrochemical properties of SnO2 anodes. J.
Appl. Electrochem. 1991;21:14-20.
10. Iniesta J, Exposito E, Gonzalez-Garcia J, Montiel V, Aldaz A. Electrochemical
Treatment of Industrial Wastewater Containing Phenols. J. Electrochem. Soc.
2002;149(5):D57-D62.
11. Gatrell M, Kirk DM. A Study of Electrode Passivation during Aqueous Phenol
Electrolysis. J. Electrochem. Soc. 1993;140(4):903-911.
99
Capítulo 3
12. Lapuente R, Cases F, Garcés P, Morallón E, Vázquez JL. A voltammetric and FTIR-
ATR study of the electropolymerization of phenol on platinum electrodes in carbonate
medium - Influence of sulfide. J.Electroanal. Chem. 1998;451:163-171.
13. Mengoli, G.; Musiani, M. M. An Overview of Phenol Electropolymerization for Metal
Protection. Journal of the Electrochemical Society 1987, 134, C643-C652.
14. Cañizares P, Martinez F, Diaz M, Garcia-Gomez J, Rodrigo MA. Electrochemical
oxidation of aqueous phenol wastes using active and nonactive electrodes. J
Electrochem Soc. 2002;149:D118-D124.
15. Gatrell M, Kirk DM. The Electrochemical Oxidation of Aqueous Phenol Carbon
Electrode. Canadian J.Chem. Eng. 1990;68:997-1003.
16. Korbahti BK, Salih B, Tanyolac A. Electrochemical conversion of phenolic wastewater
on carbon electrodes in the presence of NaCl. J. Chem. Technol. Biotechnol.
2002;77:70-76.
17. Polcaro AM, Palmas S, Renoldi F, Mascia M. Three-dimensional electrodes for the
electrochemical combustion of organic pollutants. Electrochimica Acta. 2000;46:389-
394.
18. Ureta-Zanartu MS, Bustos P, Berrios C, Diez MC, Mora ML, Gutierrez C.
Electrooxidation of 2,4-dichlorophenol and other polychlorinated phenols at a glassy
carbon electrode. Electrochim. Acta 2002;47:2399-2406.
19. Polcaro AM, Vacca A, Palmas S, Mascia M. Electrochemical treatment of wastewater
containing phenolic compounds: oxidation at boron-doped diamond electrodes. Journal
of Applied Electrochemistry. 2003;33:885-892.
20. Iniesta J, Michaud PA, Panizza M, Cerisola G, Aldaz A, Electrochemical oxidation of
phenol at boron-doped diamond electrode. Electrochim. Acta. 2001;46:3573-3578.
21. Codognoto L, Machado SAS, Avaca LA. Selective oxidation of pentachlorophenol on
diamond electrodes. J.Appl..Electrochem. 2003;33:951-957.
22. Rodrigo MA, Michaud PA, Duo I, Panizza M, Cerisola G, Comninellis Ch. Oxidation
of 4-Chlorophenol at Boro-Doped Diamond Electrode for Wastewater Treatment. J.
Electrochem. Soc. 2001;148(5):D60-D64.
23. Beer HB. The Invention and Industrial Development of Metal Anodes J. Electrochem.
Soc. 1980;127(8):303C-307C.
24. Hayfield PCS. Development of the Noble Metal/Oxide Coated Titanium Electrode. Part
I: The beginning of the story. Plat. Met. Rev. 1998;42(1):27-33.
25. Hayfield PCS. Development of the Noble Metal/Oxide Coated Titanium Electrode. Part
II: The move from platinum/iridium to ruthenium oxide electrocatalysts. Plat. Met. Rev.
1998;42(2):46-55
26. Hayfield PCS. Development of the Noble Metal/Oxide Coated Titanium Electrode. Part
III: Coated titanium anodes in widele ranging oxygen evolving situations. Plat. Met.
Rev. 1998;42(3):116-122.
27. De Nora V, Nidola A. Extended Abstracts, ECS Meeting, Los Angeles, 1970; The
Electrochemical Society, Pennington, NJ; Abstract 270.
28. De Nora O. Anwendung maßbeständiger aktivierter Titan-Anoden bei der Chloralkali-
Elektrolyse. Chem. Ing. Tech. 1970;42(4):222-226.
29. Kuhn AT. Industrial Electrochemical Processes. Elsevier. NewYork1971
30. Jeffrey TC, Danna PA, Holden HS (Eds.), Chlorine Bicentennial Symposium, The
Electrochemical Society. Princeton, New Jersey 1974.
31. Hass K, Schmittinger P. Developments in the electrolysis of alkali chloride solutions
since 1970. Electrochim. Acta 1976;21(12):1115-1126.
32. Beer HB. Brit. Patent 1 147 442 (1965).
100
Introducción
101
Capítulo 3
102
Introducción
74. Watson J, Ihokura K, Coles GSV. The tin dioxide gas sensor. Meas. Sci. Technol.
1993,4:711-719.
75. Licciulli A, Mazzarelli S, De G, Siciliano P, Vasanelli L, Rella R. Os and Pd Modified
Tin Oxide Films for Sensors by the Sol Gel Process. J. Sol-Gel Sci. Technol.
2001;21(3):195-201.
76. Collison M, Bowden EF. Chronoabsorptometric determination of adsorption isotherms
for cytochrome c on tin oxide electrodes. Langmuir 1992;8(10):2552-2559.
77. Abello L, Bochu B, Gaskov A, Koudryavtseva S, Lucazeau G, Roumyantseva M.
Structural Characterization of Nanocrystalline SnO2 by X-Ray and Raman
Spectroscopy J. Solid state Chem. 1998;135(1):78-85.
78. Shanti S, Subramanian C, Ramasamy P. Growth and characterization of antimony
doped tin oxide thin films. J. Cryst. Growth 1999;197(4):858-864.
79. Fantini M, Torriani I. The compositional and structural properties of sprayed SnO2:F
thin films. Thin Solid Films 1986;138(2):255-265.
80. Kim H, Laitinen HA. Photoeffects at Polycrystalline Tin Oxide Electrodes. J.
Electrochem. Soc. 1975;122:53-58.
81. Smith A, Laurent JM, Smith DS, Bonnel JP, Rodriguez-Clemente R. Relation between
solution chemistry and morphology of SnO2-based thin films deposited by a pyrosol
process. Thin Solid Films 1995;266:20-30.
82. Nütz T, Haase M. Wet-Chemical Synthesis of Doped Nanoparticles: Optical Properties
of Oxygen-Deficient and Antimony-Doped Colloidal SnO2. J. Phys. Chem. B
2000;104:8430-8437.
83. Schryer DR, Upchurch BT, Sidney BD. A proposed mechanism for Pt/SnOx-catalyzed
CO oxidation. J. Catal. 1991;130(1):314-317.
84. Gardner SD, Hoflund GB, Upchurch BT, Schryer DR, Kielin EJ, Schryer J. Comparison
of the performance characteristics of Pt/SnOx and Au/MnOx catalysts for low-
temperature CO oxidation . J. Catal. 1991;129(1):114-120.
85. Berger F, Beche E, Berjoan R, Klein D, Chambaudet A. An XPS and FTIR study of
SO2 adsorption on SnO2 surfaces. App. Surf. Sci. 1996;93(1):9-16.
86. Drawdy JE, Hoflund GB, Davidson MR, Upchurch BT, Schryer DR. Characterization
study of polycrystalline tin oxide surfaces before and after reduction in CO. Surf. Interf.
Anal. 1992;19(1-12):559-564.
87. Santos-Peña J, Brousse T, Sánchez L, Morales J, Schleich DM. Antimony doping effect
on the electrochemical behavior of SnO2 thin film electrodes. J. Power Sources
2001;97-98:232-234.
88. Wu NL, Hwang JY, Liu PY, Han CY, Kuo SL, Liao KH, Lee MH, Wang SY. Synthesis
and Characterization of Sb-Doped SnO2 Xerogel Electrochemical Capacitor. J.
Electrochem. Soc. 2001;148(6):A550-A553.
89. Idota Y, Mishima M, Miyaki Y, Kubota T, Miyasaka T. (Fuji Photo Film Co., Ltd.,
Japan). Eur. Pat. Appl. (1995), 48 pp.
90. Onuchukwu AI, Trasatti S. Effect of substitution of SnO2 for TiO2 on the surface and
electrocatalytic properties of RuO2+TiO2 electrodes. J. App. Electrochem.
1991;21(10):858-862.
91. Kim KW, Lee EH, Kim JS, Shin KH, Kim KH. Study on the electro-activity and non-
stochiometry of a Ru-based mixed oxide electrode. Electrochim. Acta 2001;46(6):915-
921.
92. Murakami Y, Ohkawauchi H, Ito M, Yahikozawa K, Takasu Y. Preparations of
ultrafine IrO2-SnO2 binary oxide particles by a sol-gel process. Electrochim. Acta
1994;39(17):2551-2554.
103
Capítulo 3
93. Roginskaya YE, Morozova OV. The role of hydrated oxides in formation and structure
of DSA-type oxide electrocatalysts. Electrochim. Acta 1995;40(7):817-822.
94. Correa-Lozano B, Comninellis C, De Battisti A. Physicochemical Properties of SnO2-
Sb2O5 Films Prepared by the Spray Pyrolysis Technique. J. Electrochem. Soc.
1996;143(1):203-209.
95. Correa-Lozano B, Comninellis C, De Battisti A. Electrochemical properties of SnO2-
Sb2O5 electrodes prepared by the spray pyrolysis technique J. Appl. Electrochem.
1996;26:683-688.
96. Lipp L, Pletcher D. The preparation and characterization of tin dioxide coated titanium
electrodes. Electrochim. Acta. 1997;42(7):1091-1099.
97. Vicent F, Morallon E, Quijada C, Vazquez JL, Aldaz A, Cases F. Characterization and
stability of doped SnO2 anodes. J. Appl. Electrochem. 1998;28(6):607-612.
98. Vicent F, Tesis de licenciatura. Universidad de Alicante 1995.
99. Montilla F, Morallón E, De Battisti A, Vázquez JL. Preparation and Characterization of
Antimony-Doped Tin Dioxide Electrodes. Part 1. Electrochemical Characterization. J.
Phys. Chem. B 2004;108:5036-5043.
100. Montilla F. Tesis Doctoral. Universidad de Alicante. 2004.
101. Beck F. Wear mechanisms of anodes. Electrochim. Acta 1989;34(6):811-822.
102. Martelli GN, Ornelas R, Faita G. Deactivation mechanisms of oxygen evolving
anodes at high current densities. Electrochim. Acta 1994;39(11-12):1551-1558.
103. Berenguer R, La Rosa-Toro A, Quijada C, Morallón E. Origin of the Deactivation of
Spinel CuxCo3-xO4/Ti Anodes Prepared by Thermal Decomposition. J. Phys. Chem. C
2008;112:16945–16952.
104