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CAPÍTULO 2

La significación de phúsis

8n el capítulo anterior llegamos a la conclusión de que los primeros filó­


sofos se interesaban en el ser de las cosas, interpretado como la fuente
Hiempre activa de un proceso dinámico. Pero ¿por qué llamaban preci­
samente phúsis a este ser dinámico de la realidad? ¿Tiene acaso la pa­
labra phúsis esta significación, que permite aplicarla a esta manera de
concebir la totalidad de las cosas? En los textos filosóficos conservados,
111 palabra aparece recién en Heráclito, pero cuando nos ocupemos de
: 1•ste filósofo veremos que la familiaridad con la que el autor se vale del
término sugiere que éste formaba parte ya del arsenal filosófico (si bien
1 lcráclito le dará un nuevo matiz). Lamentablemente, no quedan textos
filosóficos anteriores para justificar esta hipótesis, pero la palabraphú-
11is estaba ya presente en Homero (aunque en una sola ocasión) antes
du la invención de la filosofia. Heráclito, o algún desconocido antes que
éil, tomó el término de la lengua corriente, como suelen hacer todos los
fil6sofos griegos, que muy excepcionalmente inventan alguna palabra 1 .
( :orno en todos los otros casos (por ejemplo, eídos, ousía, pneuma, sf¿ma,
ni.e.), la perspicacia del filósofo encuentra en el habla cotidiana una pa­
lnhrn que puede ser utilizada quizá metafóricamente en otro contexto
.v 110 duda en utilizarla. Muy probablemente alguno de los primeros
fil6:-mfos, ya antes de Heráclito, encaró las cosas de tal modo que vio en
111 pn labra phúsis un término adecuado para expresar cómo podía con-

I, Y11 vi11111:, .-1 ,·:1 1111 ,1,, ¡1/i11,r1n/11¡/ 111i, ilfllll'<'lll.1•111<•111.c invonl.ado por Aristóteles. Con unle-
111111rl11rl l '111l1111 li11hr111 rnd11 ni rT<111cl111· rl,, 111 pul11hr:1 ¡mi,ii ('.s 1•11 pJ '1',•t'/i'/o I IH2n8) (v,;;IH<: l'.
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30 NÉsTOR Lurs CORDERO LA SIGNIFICACIÓN DE PHÚSIS 31

cebirse la realidad de ta ónta. Es verdad que phúsis no era una palabra\ contrada una hierba que parece responder a esta descripción, deberá
de uso común pues, corno veremos, su significado, contrariamente a lo'\ comprobar si ella es difícil de arrancar. Por ello no dudamos en consi­
que suele decirse, va más allá de la percepción visual y quizá por esta(\ derar que todo cuanto J:!_ermes dice a propósito de la phúsis del phár­
razón aparece una sola vez en los poemas homéricos. 2 / i makon es una verdadera definición de éste, que incluye elementos
"vjsibles", que forman parte de su aspecto (el color de las flores), pero
también componentes no visibles, como· suraíz (que no se ve antes
(a) Phúsis en Homero de arrancarla), su nombre y ia dificult;;úf ci.�-�;�ancarla. Todas estas
razones nos invit�n a sostener que la phúsis d�l pÍidrmakon va más
Veamos este único caso. En el Canto X de la Odisea Homero(?) na- allá de su aspecto y que se acerca a eso que hoy llamamos una defini­
. rra que Hermes decide ofrecer a Ulises una hierba medicinal (phár­ ci'6n, y una definición no se muestra sino que se aprende. Hay varios
ma/wn) que le permitirá resistir los hechizos de Circe y escapar así al ejemplos en Homero del uso de deíknumi con este sentido. 3 Tiempo
trágico destino de sus compañeros, transformados en cerditos. Con este después Esquilo dirá que hay que explicar (édeixa) en qué consiste la
fin, Hermes "arrancó de la tierra un phármakon, cuya [autoú] phúsis salida y el ocaso del sol (Prom. encad. 458).
me reveló [o "mostró": édeixe]: la raíz es negra y su flor, blanca como la Se nos ocurre que ésta es la única razón que pudo haber llevado a un
leche. Los dioses la llaman mQ[u. Para los hombres mortales, es difícil poeta, que no es filósofo, a utilizar una palabra que, si bien ya formaba
de arra�-�;1:, perolos dioses tódo lo pueden" (302-306). parte de la lengua, era un vocablo "raro", phúsis (recordemos que este
Antes de analizar el significado de phúsis que puede extraerse de término aparece sólo una vez en los poemas homéricos, lo cual ocurre
este texto, debemos reparar en dos detalles: la phúsis pertenece a la con muy pocas palabras). Si phúsis se hubiese referido al aspecto del
hierba en cuestión. Dicho de otro modo, el phármakon 'fti_e.né", "posee" phármalwn, como cree la mayor parte de los estudiosos4 (en cuyo caso
(autoíl), una phúsis. La segunda observación concierne el verbo que Rt� hubiese justificado la traducción de édeixe por "mostró"), el poeta po­
Hermes utiliza para describir la phúsis en cuestión, ({deixe, del verbo dría haber utilizado otros términos habituales en Homero, por ejemplo,
deiknumi, que significa literalmente "enseñar", con la doble significa­ morph{:.5 o, más probablemente, eídos. 6 Gérard Naddaf observa que es­
ción que este verbo tiene también en castellano: a) insti:u._ir acerca de Los términos son improcedentes porque "no designan el proceso gracias
algo (por ejemplo, "me enseñó buenas costumbres"), y b) mostrar (por al cual una cosa llegó a ser lo que es, proceso inherente a la noción de
· ejemplo, "me enseñó su casa"). Dada nuestra interpretación del sentido ¡1h.ú.sis" (Naddaf, 1992: 16). La elección de phúsis sólo puede explicarse
de phúsis en este pasaje, preferimos la significación a), con el valor de por el deseo de conferir a las palapras de Hermes el séntido deuna -�er­
"revelar", "informar" e incluso "definir". dadera definición (y no sólo de una descripción, de la cual estaría ausén­
Ahora bien, Hermes, después de arrancar y, suponemos, de ofrecer t.o el nombre y la dificultad de arrancarla, y, antes de arrancarla ... ¡la
/ a Ulises el phármalwn, édeixe su phúsis. Podemos preguntarnos por rníz!) d�l 9bj�to en cuestión. La phúsis que Hermes define no es válida
qué lo hace. La única respuesta que se nos ocurre es la siguiente: en
el caso en que Ulises necesite procurarse una vez más este antídoto
contra el poder embrujador de Circe, debe saber cómo encontrar el
phármakon en cuestión y, para eso, debe saber reconocerlo. Por esta :l.//. xix.,.J:32, donde Aquiles pide que se le informe (deíxeias) en detalle de sus bienes a su
ltljo NepLolcmo, y Od. xn.25, donde se trata de enseñar (deíxo) con palabras un camino.
razón, no basta saber que tiene flores blancas y raíz negra (ya que qui­
zá otras hierbas compartan esta descripción), sino que debe saber que •1. l'ur ojumplo, John W. Beardslee Jr. (1918) comparte la interpretación de Galeno, para
•111 ¡,,11 ¡¡/, 1i.�is significa "el carácter visible de la mó.lu" (p. 6); para Felix Heinimann (1945),
ella se llama mf),lu (lo cual le permitirá preguntar a algún habitante ¡ /11/,;is ocü Hi gn ifica "apariencia", "estatura" (p. 92); para Jenny Clay (1972), "phúsis here
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del lugar: "¿Usted sabe dónde hay una m{llu?), y que, una vez en- d,,11111.<·H viHible fonn ofappareance" (p. 130). En función de esta interpretación restringi­
d 11, nHl.11 aul.orn no se explica el resto del discurso de Hermes, que, para ella, es "un non
�,•,¡11il11r".
11 Y,•11H<• //. v111.170, donde se habla de la morphé. del discurso.
2. Otro término que tendrá una importancia decisiva entre los filósofos, lógos, Re enc,w11-
tra también sólo en dos ocasiones en Homero, y en plural (Ilíada xv.398 y Odis('a 1.fíf,l. U y,,.011• ( Id. xv11.:IOH, do11,lc• K<' h:1<·1• al11Kiún al r'Ü/o., cl1• 1111 perro.
32 NÉSTOR Lurs CORDERO DE PHÚSIS
LA SIGN!r'ICACTÓN 33

sólo para el phármakon que acaba de arrancar, sino para todo phár­ phúsis. Benveniste afirma (p. 79) que el equivalente griego de natura
makon similar. Por ello no dudamos en asimilar la phúsis de la mó.lu ¡
no es phúsis sino el término no atestado phútús.
a su ser propio, a su esencia, válida para toda otra mó.lu que Ulises Más de dos siglos después de los primeros que filosofaron, Aristóte-
1 1
tendría que procurarse si Circe persistiese en su dese o de embrujarlo. 1(.?s escribirá que "la phúsis primera, en sentido propio, es la o·ií,'sia, [=
1
s�sia�éfa, "�serícíafde· las· cósaii que poseeñ_e.ñ sTiñismas ·er priñdpio
j deT movimiento en tanto tales" (Met. v.4ü015aiá). Y ·el movimiento
(b) �húsis y �a s�p�ne ·1a_ vida: l'a as·odi�ió� del movimieiitocon'ía vida es una certe­
za para la manern gríega de coricebir la reiÍidad,· ü�cl{1s� �ntes dé1'á
Una nueva etapa de nuestra búsqueda comienza ahora. Vimos que invenci'ón i°ú(ÍafÜosofía, lo ciiá1 explica qúe en Homero el único uso de
physis, en este pasaje, es una propiedad del phármakon: es la mfl.lu la phúsis se refiera a una planta y que el verbo correspondiente, phúQ,
que tiene una phúsis, o sea, según nuestra interpretación, una defini­ esté exclusivamente utilizado para seres vivos, árboles y plantas casi
ción que precis� su ser propio. Pero la mfl_lu es una planta. ¿Significa siempre, pero a veces también seres humanos. 7 En forma figurada, el
esto que sólo los vegetales o, quizá por extensión, sólo los seres vivos, verbo phúQ se utiliza también para señalar "surgir" (una necesidad,
posen una phúsis, al menos en tiempos de Homero? Pareciera que sí, un deseo): "Y, al verme, les surgió [éphún] [el deseo] de tomarme por
dada la etimología__ de la palabra. Veamos este punto en detalle. Phúsis la mano" (Od. X.397).8
deriva del verbo (ph�Q>, que, en función de su raíz, significa '.'crecer", O sea que del uso prefilosófico de phúsis podemos deducir que el tér- ·'";·
brótar": Y como··náda hay más natural para una planta que brotar (el mino alude a la esencia (el conjun�o ?e todas las características que le ! /
����imiento forma pal'te de su "plantidad", de su ser planta), es normal . _
pertenecen) de un ser vivo, ergo, dmam1co, en el momento en que se lo ,/
que Hermes defina un phármahon como algo que crece, que brota. Pero define. Además, enseñar la phúsis de algo permite (re)conocerlo, como�:·
el término phúsis encara este crecimiento como una actividad, deno­ · ·
lin el ejemplo homérico, es decir, captar qué es.
tada por el sufijo !sis"'¡(equivalente del español "-ción", que es difícil de
reproducir en traducciones, salvo raras excepciones: póie.-sis es la "pro­
duc-ción", n.óe.sis es la "intelec-ción", anámnesis es la "rememora-ción", (e) ¿Por qué los primeros filósofos llamaron (quizá)
hátharsis es la "purifica-ción", etcétera). ·- . . .... ' ..
de los'éñtesf - .
phúsis··afser-
Pero, como es sabido, la lengua, cuando determina con precisión el ..,_,N J'> "" • •• • � d •-f ,... � • • ..... , ,;

concepto de algo dinámico, está obligada a fijar un proceso, como una fo­ Llegados a este punto, nos falta explicarnos por qué esta significación
tografia instantánea que detiene el devenir, por un instante, de una rea­ 1 >l'efilosófica de phúsis llevó a los primeros filósofos a adoptar9 el término
lidad en movimiento. Es así como la phúsis de algo dinámico reproduce pnra caracterizar el "objeto" al cual consagraron sus investigaciones: 10
el estado actual de un devenir, de un crecimiento. La descripción de PI elemento o principio o sustancia que explica la reaJjqad de las cosas
la phúsis de la mó.lu -revelada por He�mes no será válida cuando la nu_ g�p'3ral y, en una segunda etapa, de cada co�a . en particular.
.
mfj_lu ya no tenga flores, porque en ese caso seguran�ente no será útil
para fabricar un brebaje eficiente. Como leemos en Emile Benveniste
(1948), phúsis significa "«la reaFzaci,�n [accomplisssment] ..Y.a .efectuada
[effectué] de....nn _devenir» y, por consíguiente, la «naturaleza» en tanto 7, //. v11 . .149: "El hombre se genera [phuei]"; Il. XN.347: "De la tierra nace [phúenJ una
ella.está realizada, con todas sus pro.p_igdgdes" (p. 78). Dadas estas ca­ t l,,¡·1111 hierba"; Il.rv.483: "Como un álamo crecido [pephúkó] en un pantano"; Od. v.63:
'"I 11111 t'Hposa selva había crecido [pephúkei]".
racterísticas, pareciera g-q� sóJ2_�,!"!.�!1.Ef:iúsis (no olvidemos que en el
ejemplo homérico la phúsis es ''phúsis de... ") entidª_d,es �t!S��_l)tibles de H. i\1ulrf. llurger (1925) explica este matiz de la manera siguiente: "Me plantó la mano
1•11 111 11111110" (p. 3).
crecer, d e:) brotar, de desarrollarse, todo lo c1,1,aJ s.:imoneAmovi:wiento. Es
ésta la diferencia fundamental que existe entre la manera "griega" de 1J < :01110 IH•1110s ya dicho en varias ocasiones, si bien el término aparece por primera vez
,,11 11,,rnrlil.o, CH probable que formara ya parte del vocabulai-io filosófico con anterioridad.
observar la realidad (pues la lengua es un reflejo del pensamiento) y la
manera "romana", ya que natura no reproduce el carácter dinámico de 10 N11clcl11f."(:e!008) dice que entre Homero y los primeros filósofos hay, respecto del térmi-
11o¡t/11rni11. ··v••rd:1◄lt•r:irnP111.,· 1111:1 mntinuidad semántica" (p. 28).

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NÉSTOR LUIS CORDERO LA SIGNIFICACIÓN DE PHÚS!S 35

Se nos ocurre que, como será el caso después con la terminología


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sólo ellos tienen "semillas", pero no es así: en la frase en que habla de
filosófica en general, alguno de "los primeros que filosofaron" (como di­ estas "semillas", Aristóteles utiliza el genitivo plural pántQn, "de todas
'jimos, seguramente antes de Heráclito, que ya utiliza phúsis con una las cosas". ¿Podemos deducir de esta expresión que, como hará tiempo
:soltura que supone que no se trata de una invención suya) llevó a cabo después Empédocles (fr. 6.1 DK), quien aplicará analógicamente el tér­
una analogía. Tiempo después, cuando Aristóteles busca un término mino de "raíces" a sus elementos, Tales suponía ya que todas las cosas
/para reproducir la "riqueza" de una entidad, aquello que la hace ser, en- provenían de "semillas" fecundadas en la phúsis, o sea, en lo húme­
' contrará en el lenguaje económico corriente el término ousía, que, ana­ do? Un comentario doxográfico recogido con cautela (ériihe, "parece ...")
lógicamente, aplicará a un ámbito ontológico. Algo similar pudo haber por Aristóteles, parecería confirmar esta hipótesis, ya que Tales habría
ocurrido conphúsis, si bien su introducción en la terminología filosófica afirmado que también la piedra imantada tiene psuhhef,., pues es capaz
tiene para el investigador una consecuencia inesperada, excepcional, de mover al hierro (y sólo la psuhhé. es principio de movimiento) (De
que es la siguie:11te: anima, r.2.404a19). Diógenes Laercio retoma esta opinión sobre Tales
Si el término phúsis fue adoptado para hacer alusión al ser origina­ Y la atribuye no sólo a Aristóteles sino también a Hippias, según quien
rio de las cosas, es porque los primeros filósofos concebían que el ser de Tales "otorgaba una psuhhé. también a las [cosas] inanimadas, apoyán­
algo era la fuente siempre activa de un proceso dinámico. Más adelante, dose como testigos en la piedra imantada y en el ámbar" (I.24).
pondremos a prueba esta afirmación, que por el momento puede pare­ Recuérdese además que Aristóteles había escrito que, para Tales,
cer dogmática, pero la relación íntima entre phúsis y movimiento (que "todo está lleno de dioses [theónl" (De anima r.5.411a7) y que tiempo
fue consagrada por Aristóteles en una fórmula que transcribimos an­ después Diógenes Laercio repetirá la formula (con la sustitución de
tes) y especialmente con la vida, será constante en los primeros filóso­ theón por daimónQn) y la atribuirá al hecho de que, para el filósofo, "el
fos, y proseguirá luego cuando el término phúsis se eclipse en beneficio universo [kósmon] estaba animado" (émpsuhhon) (1.27).
de una terminología más rigurosa. Basándonos en todo cuanto se dice de Tales, no dudamos en afirmar
La mirada filosófica que ve en el ser de las cosas una potencia diná- que su concepción del principio o elemento primero, así corno de todo
: mica (fórmula redundante en griego, ya que ambos términos son sen­ cuanto surge de él, tiene carácter dinámico, incluso ahí donde menos
das significaciones de dúnamis) que se despliega en "los entes" parece se lo percibe, en un mineral (roca imantada, ámbar), y no sería extraño
haber sido ya propia de Tales (no tenemos testimonios anteriores). En que él mismo hubiese utilizado ya el término phúsis tanto para refc­
efecto, respecto del principio (arkhé., término probablemente aristotéli­ t·irse al principio como al ser particular de cada cosa. Recordemos que
co), Tales dijo que es el agua, "que es el principio de la phúsis de todo Aristóteles comentaba que los primeros filósofos "razonaban sobre la
cuanto está húmedo" (Met. A.3.983b27). Aristóteles, con extrema pru­ naturaleza en su totalidad [per'i tes hóle.s phúseQs}, y sobre el ser [hai,
dencia, dice que "quizá Tales llegó a esta suposición [hupófopsin] al ¡wr i. toü óntos]" (Met. 1v.3.1005a31). Como leemos en Naddaf, en los
observar que el alimento de todas las cosas es húmedo, y que el mismo primeros filósofos "la, palabra phúsis, empleada en el contexto de una
calor nace de él y en él vive" (b23), y luego agrega que por esto pudo i 11vestigación peri phúse[is, significa el origen y eCcreéinúento del uni­
haber concluido que "las semillas [spérmata] de todas las cosas tienen vnrso concebido ccimo.. t�}:l �odo" (Naddaf, 2008: 10). Los ejemplos concre-·
0

. una phúsis húmeda" (b26). En otros términos: como las cosas existen Los que veremos a continuación nos mostrarán que, además, ese todo se
gracias a la humedad, el agua es la phúsis primera; ella les da vida y rnncibe como algo dinámico, incluso-viv:iente.,
ella misma "se conserva [sQzoméne.s] siempre" (b18). l�tl el caso de .Ana?(i��ndro tenemos ya un texto, brevísimo, pero
Asimismo, suponemos que, fiel a una manera de pensar que precede n11L6nticn, citado por Teofrasto y transmitido por Simplicio en su Co-
a la filosofía y que se detecta ya en Homero, Tales admitía que la vida 111,·11/ario a la Física de Aristóteles 24.13.11 El valor de estas pocas líneas
(cuya fuente es la phúsis) estaba garantizada por el soplo vital, por la c 1H irwsLimable, entre otras cosas, porque ya en el primer texto filosófico
psuhhef,., y que es a través de la psukhf!. que la phúsis transmite la ca­ m11rn·ido nparoce el "objeto" de estudio de la nueva perspectiva que ca-
pacidad que mover, que siempre estuvo asociada a ella. Vimos, no obs­
tante, que en Homero tanto phúsis como el verbo phúQ sólo se aplican
a seres vivoR, y otro tanto podría suponerse en el caso de Tales, pues
1 1, Vn11<l< • ''" N L. C 'nr, lc•,·11 l '.\I IOH I la 1, iHl.ori11 de• l:i l,i·a ll,rn, ;,.¡,,n d,· o�tl• texto lpp. 4 7-50).
7
1

36 NÉsTon Lurs CoRDEno LA SIGNIFICACIÓN DE 1-'HÚSTS 37

racteriza a la naciente filosofia: ta ón(a. Evidentemente, a pesar de su La cita textual de Anaximandro describe la manera de comportarse
importancia, esta breve cita es ins,Üficiente para comprender la filosofia de todo aquello que surgió, en su origen, de la phúsis ápeiron, y que
de Anaximandro, pero los abundantes y detallados comentarios que de a ella regresará, cuando se complete un período de tiempo cíclico no
ella hicieron doxógrafos y otros filósofos de la antigüedad nos permiten determinado. No es fácil explicarse por qué Teofrasto citó este pasaje
ubicar el pasaje auténtico en su contexto y comprender así sus pala­ del texto de Anaximandro y no otro, salvo que lo haya hecho en capí­
bras, con un escaso margen de error. tulos de su Phusikfm Doxfln que no han sido recuperados. Tal como los
. La cita, llamada convencionalmente "fragmento 1", parece descri­ filólogos han aislado el pasaje (el menos, así se encuentra en la obra
ibir una etapa posterior al momento en que todo surgió del principio, magna de Hermann Diels, si bien el espíritu hipercrítico de algunos
i elemento o sustancia propuesto por Anaximandro, quien, a diferencia investigadores suprime periódicamente algunas palabras), la cita dice
¡ de otros presocráticos, postulará, como se lee en Simplicio, "una cier­ que "ahí de donde se origina la generación para las cosas [tois oilsi,J, es
j taphúsis ápeirori" ("indefinida") (Fís. 24.16). Este elemento indefinido, también hacia ahí que todo regresa para corromperse, según la necesi­
¡ según todos· los 'testimonios antiguos (Simplicio, loe. cit.; Hipólito, Ref dad" (Teofrasto, apud Simplicio, Fís. 24.13). Como adelantamos con an­
i 1.6.l; Hermias, Sátira de los filósofos paganos, 10), está sometido a un terioridad, la aparición en estas escasas líneas de la expresión ta onta
movimiento (kinoúmenon) eterno, y en función de ese movimiento se se- (por razones sintácticas, tois oúsi), que tradujimos por "las cosas", es de
paran del mismo gérmenes fecundados (gónima: ver Pseudo-Plutarco, enorme importancia. To J¡;eiron, en tanto priricípio originario, es la fuen­
Stromata, 2) de todos los contrarios, que van a constituir todo lo que te de ta ónta pero, como los componentes de ta ónta son los opuestos,
existe. Estos gérmenes son el equivalente de las "semillas" que Aristó­ herederos del código genético (diríamos hoy) del principio generador,
teles había puesto en relación con la humedad de Tales y suponen que en ellas mismas hay tendencias opuestas, lo cual las lleva a enfren­
la phúsis ápeiron de Anaximandro es fuente de vida y que forzosamente tarse mutuamente. Esta cohabitación tempestuosa está descripta en
el fruto de sus gérmenes, pánta ta ónta (como lo era el mundo aparen- la segunda parte de la cita textual: "Pnes ellas L= las cosas, ta ónta.1 se
' temente inanimado de Tales), también posee vida. rinden mutuamente justicia y reparación de la injusticia según la dis­
1
Es de imaginar que las semillas de los opuestos germinan, o sea que posición del tiempo" (Simplicio, loe. cit.). En la falia está ya programada
• en determinado momento nacen directamente los opuestos (que van la pena. Como si recordaran que los opuestos que las componen estaban
.: más allá de las cuatro oposiciones clásicas: cuando Simplicio describe ya unidos en el mismo germen, las cosas deben llegar a un acuerdo y
· este proceso dice que "los contrarios son lo cálido y lo frío, lo seco y lo rr�stablecer Ia armonía originaria. La influencia que estas pocas líneas
, húmedo, etc., kat ta álla, Fís. 150.24), y que todas las cosas están for­ L!mdrán en Heráclito es más que evidente.
' madas entonces por cualidades opuestas, y no forzosamente sólo por Una última precisión, que confirma que Anaximandro, como Ta­
: los cuatro clásícos elementos (fuego, tierra, aire agua). Si bien los tes- les y los otros pensadores llamados presocrátí'cos,· eÍ{éararon la phúsis
12

timonios no son muy explícitos, podemos deducir que nuestro mundo originaria como algo dinámico y viviente, se encuentra en el llamado

l
actual se encuentra en una suerte de tercera etapa del proceso: la pri­ "f'ragménttr2";·-que córista de una sola ·palabra citada por Hipólito en
mera consiste en la separación de los gérmenes de la phúsis ápeiron, H"¡: r.6.1. Se trata de un adjetivo, atribuido a la phúsis ápeiron, agé,ro,
la segunda es el nacimiento de los opuestos a partir de los gérmenes y 1 itcralmente, "que no envejece". El p'iii1cipio o elemento prefer1dó' por
la tercera es la constitución de todas las cosas con los opuestos como i\naxfrriaridro"es-étefii'.oy""no envejece". Sólo si se encara una realidad
componentes. <'1>1no algo viviente, puede aplicársele la propiedad de no envejecer, ini-
. 111,1ginahle en el caso de una phúsis no animada, ergo, no viviente. En
1 n·s11111cn, el segundo ciudadano de Mileto confirma, como el primero,
<fil(' los primeros filósofos concibieron la realidad primaria (a la cual no
12. No caben dudas de que los primeros filósofos encaraban la oposición originaria entre
cualidades (lo seco, lo húmedo, etc.), Una prueba de ello es la siguiente: cuando se asocia­ 1111lwn111s :-;_i l�ar1_1aro11 J:l�úsis, pero creemos, sin poder demostrarlo, que
ron los cuatro elementos a dichas oposiciones, resultó evidente que el fuego representaba tll l c·o1110 d111:11nica y v1v1ente.
lo caliente y el agua lo húmedo, pero surgieron problemas respecto de lo frío y de lo seco: Y, fi111d111<•1d.<i, csLa :-;ucrl.e de antropomorfización detectable en
ii'I ail'c, l;i t.icrra o viceverna? Para Anaximandrn, no hay problema alguno gracias a su i\1111xí11m11d1·0, c·11_vo Pl1•11w11t.o primordial e:,; generador y no envejece,
",•f.<'<'•!.<•rn".
38 N1::sT1>1t Lms CORDERO
LA SIGNIFICACIÓN DE PHOSiS
39
� se encuentra también en Anaxímenos, quien, como vimos, afirma que,
¡viente", derivado de una interpretación superficial del comentario de
!al igual que el ser humano, el lwsnws se sostiene gracias al so?lo vital
, Aristóteles según el cual los primeros filósofos encaraban la realidad
'(pneúma) y al aire (aé.r), que son equivalentes a lapsukhe. (Aec10, 1..3:�).
"en forma de materia [en húle.s eidei]" (Met. r.3.983b7). En realidad
Podemos dar por terminada en este punto nuestra somera rev1s10n
al mismo Aristóteles le hubiera costado demostrar que su noción d�
del "objeto" de estudio de los pensadorns anteriores a Heráclito (pues,
materia puede aplicarse a la phúsis ápeiron de Anaximandro. 16 Como
como dijimos, nada pertinente se encuentra en J enófanes Y nada ase­
si hubiese querido confirmar por anticipado la sentencia de Heráclito
gura que haya textos pitagóricos pertenecientes a esta época). Se.hayan 1
vªlido o no del té;rr.11in9�]2Í],ú.5ifl (si bien su utilización nos parece más ¡(fr. 123 DK), a la palabra phúsis le agradó permanecer oculta, al menos
¡para nosotros, durante varios siglos, a partir de Homero. Seguramente
11 q�� prob;bie); el principio, elemen�o o sustancia q�e �ª-�f-1@.�al---todo
tuvo apariciones en escritos perdidos, filosóficos o no, pero no es útil
y que, luego, foi:iñli.P�!J:�,9-"l,,1;'.ª®S.,Q.Sa,re spon<!_e a lf!:_s1gn,1-.fif�}1__ggj¡t
no,c;.ió.!1 ªe.p�i§. Como la mQlu homérica, la "realidad" (p�n�a �a ónta)
!
¡
practicar la filologí�-�cción. Lo cierto es que va a mostrarse, y con lujo
. de detalles, en Herachto, que será el objeto del capítulo siguiente.
tiene un ser propio caracterizado por una fuerza vital, dmannca, que
se despliega.en todo c'Úanfo'existe, aunque no S(?a evidente (como en la
roca de Tales, que posee un principio vital). Tanto la humedad de Ta�es
como el aire de Anaxímenes son elementos esenciales para la vida (solo
donde no hay humedad y donde no se respira, como en un cuadro, se
puede hablar de una "naturaleza" muerta). Como observara Williarn A
Heidel (1910), pargl_a __1T.1entalidad griega, "el crecipüento natura� ei;; el
fundamento de sÚ manera de pensar. Y el crecimiento supone vida, Y
la vid; supone el' movimiento" (98). En resumen, phúsis debe e �te ri der­
_
se en forma dinámica, como "la «verdadera constitución» 13 de una CO§!l
según la forma en-que ella se realiza desde el comienzo hasta el �n de
_
su existencia, con todas sus propiedades" (Naddaf, 2008: 12). La mter­
pretación que proponemos no es ni nueva ni revolucionaria. Ern�nen­
tes estudiosos (en los últimos af1os, especialmente Naddaf) sostuvieron
algo parecido. Simplemente, nosotros fundamentamos esta tesis de un
modo un tanto diferente, pero lo importante es el resultado, que es el
mismo. Ya en 1957 Guthrie (1957) había escrito que "Tales y sus com­
pañeros jónicos suponían que el mundo había surgido de una masa ho­
mogénea que estaba en perpetuo movimiento[ ... ] Dicho en forma más
directa, pensaban que la materia primera era algo viviente [was alivel"
(p. 47). Para ilustrar esta posición, se forjó en determinado momento 14
el término desafortu¡1ado15 de "hilozoísmo", literalmente, "materia vi-

13. Lamentablemente en la palabra castellana "constitución" no se percibe el sentido ac­


tivo y dinámico de otros términos con el sufijo -ción, del cual ya hablamos. "Constitu-ción"
11 i. ( H.ro l.ant.o 11• 11,·u 1T<' :i ,\ccio: Anaximandro "se equivoca cuando no dice si te) ápeiron es
aludiría al momento en que algo se está constituyendo.
111n•, 11¡:11,i, t.11•1'1'11 11 ot.ro ,·1H:rpo por el cKtilo", r.3.3. Y también Anaximenes se equivoca al
14. La invención se atribuye a Ralf Cudworth en el siglo XVll. 1"'"1'11111'1' .,¡ 11i1·,· ,·11111° pri,,..ipiu, pt1t's "t•H impoHihle que la materia sea el único principio
lfí. "Rat.her forbbiding", según Guthrie (1957: 47). Años después �l mismo Guthrie (1, ;962: d" lu:i 1·01111,l'", 1.:IA. V"11H1•, ,·,111/r,r, 11,·id .. l ( 1 DI O: 11111. "111> hay razones para dudar de que
¡¡,1 J r11 ,. ""'""H s,•v,•rn y dijo q11t• "lo mús imporürnte C8 eviü1r el üirmmo matennlrntas 11111 pn111rn-r11l11·011 tdi11·1,11rHH ¡1/,11,•l/,•1 l'U l'Hlc• i ui1il.ído l4'H d1•rir, Ptl c•I de· " ca 11Hn 111:d.c•ri nl'' .
1'1111111 1lt,1'll1 At'1rdolnlp11r·.
CAPÍTULO 3

Heráclito

En la introducción de un trabajo consagrado a la noción latina de natura, 1


André Pellicer (1966: 18) escribió que "la historia de ph:_úsis es antes que l
nada la de una serie de conquistas que c.oñducé .al� éopstrucción de Ün 1
térnüno general". Se debe reconocer-que una etapa decisiva en esta serie \
¿¡� cor1quistas se encuentra en Heráclito. Hasta hoy, en las citas textua- j
les de Heráclit_o que se han.p�dido__recu�erar, la palabra phúsis aparece ¡
en cuatro ocasiones (fr. 1, 106, 112 y 123mK). Por tratarse de la primera
vez que el término figura en un texto filosófico (casi al mismo tiempo
aparecerá también en Píndaro), cuatro ejemplos en un mismo autor son
1nás que suficientes para comprender el significado de la palabra un siglo
después de su posible utilización por parte de los primeros que filosofa­
l'on, máxime cuando en dos de los cuatro casos (fr. l12!y .i2;¼) - Heráclito
parece introducir una novedad importante. ¡
En nuestro primer capítulo nos habíamos preguntado acerca del "ob-, "
.i<d,o" de estudio de los primeros filósofos. Inesperadamente (e indirec- ¡
Lumen.te) Heráclito confirma nuestras conclusiones. Nuestra hip?tesis \
:1co�·ca de la c�ncepción di�án_1_ica del s:_r,_que es un rasgo c,o�ún a toda_\
In filosofía gnega, encontrara en Heradito uno de sus max1mos expo- l
111:11Les. La realidad palpitante es en él el"nócleo de su filosofía
"'"' ya que, '�
palpita , se descompon e y muere. 1 ------e-�•--------··•·'-" l
Hi :ilg o no

l. l l,,i·,1<'iil11 ll1wl.1·11rn ,,,.¡,. ,·011,·,·1 ><·ic\11 con lo que ocurre con un extraño brebaje, el "ci­
c·111111°. V11111111 11u111 11d,•l1111LP.

1 11 1
1
1 1
42 NÉSTOR Lurs CoHnERo HERÁCLITO 43

(a) L�_2rítJ_ca ge}os filósofos anteriores a la "naturaleza" aparentemente "muerta", las piedras), lo cual justifi­
caría el diagnóstico de Heráclito.
Ocurre que, consciente de las novedades que va a introducir en la Pe_!_o..si.Heráclito_c.r.i.ü�a este cúmulo de informaciones es porque, se­
t
manera de encarar la búsqueda de ciertas verdades sobre la realidad de gúnél, para explicar el orden-a.rrnonioso ..que· si 'ooservá"ert la reá.Udad',
las cosas, Heráclito no se considera a sí mismo un "filósofo" sino directa­ no es11�césaiió"rémiffrsé á ú.n prfacipio, sustanéfa O füente éoniún de
mente un sophós, un sabio (lo cual se deduce del hecho de que él fue ca­ todas las·cosás, cuja presencia habría que detecfar· en pánta t,i anta, ló
paz de captar "lo sabio", fr. 41 DK; ver también fr. 112 me). En efecto, en cuar abrigaría a reünir gran cantid éiµ dejn{Qr.ni�dón�. Hay otra rr1ai1é­
una cita que algunos autores han tomado como un elogio de la filosofía ra�ae-expTicat·él'equilibrio que hace que la totalidid de las cosas sea,
pero que en realidad es una crítica, Heráclito dice que "es necesario que precisame nt��i?:hJQ�jrios, un orcll:!_r,i, i:.ftíe_:es, ·el�problemaprioritario que
los hombres filósofos estén informados [hístoras] de muchas cosas" (fr. el "safüo"-ctebe resolver. En efecto, ¿de qué sÍrve demostrar -en caso
35 DK). Se trata .evidentemente de una crítica, ya que "lo sabio" consiste de-<:1üe'¡;fe fo demuestre- que hay confraternidad. e�tre td ónta (ya que
en conocer una sola cosa (hen, tó sóphon, fr. 41 DK). En eso consiste la tienen una misma sustancia, transformad�) si no se explica por qué
diferencia entre el sabio y el filósofo. El filósQ.ÍQ_�_Gª-Pºr exceso de infor­ ta ónta no coexisten caóticamente (lo cual les aseguraría un tiempo de
mación. Heráclito menciona a Pitágoras 2 ¿�mo un ejemplo que no.Iebe existencia muy limitado), sino armónicamente, como es el caso, lo que
segu'i;;:;�·fue él quien acumuló más información (historíe) "que todos los podría suponer incluso un proceso �terno?
hombres[ ... ]; elaboró lasí] una sabiduría[sophía] para él solo; el exceso
de conocimientos [polumathía] es una mala técnica" (kalwtekhnía) (fr.
129 DK). Y, en efecto, Heráclito tiene razón respecto de la actividad múl­ (b) Phúsis y �--"ser"
·----
tiple de Pitágoras, pues se sabe que fue matemático, músico, curandero
.,,
y otras cosas más. ·--5:5.1: • Los filósofos anteriores eran conscientes de que, sin el recurso a ese
Dados los escasos materiales que poseemos de los filósofos que He­ principio o sustancia originaria, la realidad no sería lo que es y por
ráclito critica (en la lista están también Hecateo y Jenófanes), no po­ <�:-;o es probable que hayan llamado phúsis a esa ousía que, corno decía
demos pronunciarnos sobre la pertinencia de sus apreciaciones; pero Aristóteles, está siempre rozagante, pues se conserva siempre. Ya en el
como sabemos que estos primeros filósofos explicaban la totalidad de u:-;o homérico de phúsis vimos que el término alude a la esencia de algo,
las cosas (pánta ta ónta) como derivaciones de un primer principio, no a :-;u ser, pues enumera las "propiedades" sin las cuales algo no sería
es de extrañar que hayan querido ilustrar el orden que se percibe en lo que es, en determinado momento, Curiosamente, ya en los remotos
el universo (frase redundante en griego, ya que tanto "universo" como orígenes indoeuropeos, la raíz de] término phúsis estaba emparentada
"orden" son significaciones de la palabra kósmos) gracias a un compo­ ( lo cual no significa que fuesen sinónimos) con la de algunas formas del
nente originario único, a pesar de las diferencias que se observan en las vcH'bo "ser". Esta raíz es -bhu, cuya significación, como vimos, es la de
realidades que de él provienen. El caso de Anaximandro es paradigmá­ "cTecer", "brotar", pero de una reduplicación de la misma surgen "sean
1
tico, pues consiguió explicar que incluso el acuerdo final al que deben formas complementarias [supplétives], sea un sustituto completo del
1 llegar las fuerzas opuestas se debe a que, en su origen, los contrarios Vl'rho ser" (Burger, 1925: 1), como -phú, que, ya en latín, sirve de tema
compartían el mismo. germen. Y no es de extrañar que para justificar :il /i1.-turo y al pasado, fui, que completan la raíz -es, propia del ver­
esta posición, los primeros filósofos hayan ofrecido ejemplos cuantitati­ bo "�er". Y del latín esta raíz pasa como complemento de "ser" no sólo
vamente muy abundantes (recuérdese que Tales hasta hace referencia u lenguas derivadas sino incluso al inglés be y al alemán wesen. Que
1il11ísis y ser son sinónimos entonces es una realidad. Ya recordamos ei
1·11:-;o del título que probáblérnénte Meliso dará a·su tratado unos años
1IPHp11,·\:-; de .Heráclito: Sobre la phúsis o Sobre el ser, y cuando Simplicio
2. ¿Sabía acaso Heráclito que la tradición-q_ue, en su tiempo, era muy reciente--- atiibuyc ,.e, n•li,•rti u c:-;Lc tratado no duda en afirmar que "si Meliso utilizó dicho
a Pitágoras la invención del término "filósofo"? Como es sabido, Diógcnes Laercio (1.12)
1.it,,ilo l. .. 1 e:-; evidente que pensaba que la phúsis era to ón" (De caelo
cue'rita· que, cuando el tirano· León trato de "sabio" (sophós) a Pitágoras, éste le respondió
qu(' ,,ni apena� un "filó-sofo", alguien que es simplemente amigo de la sabiduría.
f1/1'/, I o l ..
44 NÉSTOR Lurs CORDERO 45

Volvamos a Heráclito. También él llevó a cabo una investigación so­ un�..Q.Qrma, una ley (que Heráclito expondrá mediante una formula).
bre el ser de la realidad y, como dijimos, para él, de nada vale explicar Esta regla asegura la cohesión armoniosa del kósmos y, para exponer­
la sustancia originaria del todo si no se explica por qué, en vez de vivir la,-!teráclito·se•-va.le-deltérmino lógos.4 Es decir' pa�a Heráclito, la que;
en medio del caos, la humanidad vive en un kósmos, en un universo phúsis ti��n z¿;g�.�;
·;: �;-.;. ··conSeéíiencia, se podrá hablar "del lógos ¡
--

armonioso. :tj:1.yerdadero ser del universo es aquello q11e justifica que · de la 1:h�sis" y se podrá co�ocerlo._ �� ello consistirá '.'lo sabio ": un _sol� /
_ ' .
sea lo que es, que sea una totalidad equilibrada. Y, ahora concretamen:•-•. conocimiento �,.vale por diez nul : Uno es para m1 como diez mil, s1 ¡
te -pues poseenios· ·sus textos- podernos decir que Heráclito utiliza la es el mejor" (fo, 49 DK).
palabra phúsis para referirse al ser de la realidad en su totalidad y de En una civili�ación que no concibe la noción de creación a partir
cada cosa en particular. Cuando dijimos que en Heráclito asistiríamos de la nada (ya que, simplemente, la nada no existe), la phúsis no tuvo
a una etapa decisiva en la conquista del significado total de phúsis es comienzo; si se quiere, es, eterna. Esta característica de la sustancia
porque por primera vez en su caso el término no está asociado a una elemental primera figura �n todos los comentadores (a falta de textos
determinada sustancia (no decimos "materia": los principios de los pri­ auténticos) de los primeros filósofos. Vimos ya que, respecto de Tales,
meros filósofos no eran "materiales"). (ristóteles había escrito que "debe existir siempre una determinada
! Heráclito es ciertamente consciente de su novedad. El ser de la rea­ fhúsis (una o más de una) de la que surge todo el resto, mientras que
ilidad que él propone no es fácil de captar, y por eso escribirá que "la clla se conserva" (sQzoméne.s) (Met. r.3.983b9). En el caso de Anaximan-
!phúsis prefiere3 ocultarse" (fr. 123 DK). Este brevísimo texto es tam­ dro, la única palabra que constituye su fragmento 2, agi,rQ., "que no
1

1
!bién fundamental para la historia de phúsis porque el término aparece onvejece", y que es una propiedad del principio, to ápeiron, está acom-
\aislado. No se trata ya de laphúsis "de", sino de laphúsis ella misma, )añada en el contexto por aídion, "eterno" (Hipólito, Ref r.6.1), y Aris­
!que, como veremos, dará su ser a todo lo que existe y entonces sí podrá ll.6teles dice que ese principio es "inmortal e incorruptible [athánaton
·hablarse de "la phúsis de esto" o "de aquello". lutl an(J_lethron.l" (Fis. rn.4.203b13), mientras que, para Hermias, ese
principio es un "movimiento eterno" (aídion) (Irris. 10). Y otro tanto se
l11íirma del aire de Anaxímenes, que, para transformarse en los otros
(e) Laphúsis "tiene" un lógos nlementos, está eternamente en movimiento.5
l�n forma consecuente, Heráclito afirma también que el núcleo de la
••• ,- • ,., ,. ··�-- ,-- • .,.•
· •· .,,.._, ..,.<

El ser de la realidad, que Heráclito llama phúsis, tiene un conteni­


.,
.._._._.., ...

11l11ísis, el lógos, es eterno: "iibie.neste-7ogó-s eiisté·siempre... " (eóntos


do. Es precisamente la utilización de phúsis con valor independiente, rtl'I) (fr. 1 DK). Como todas las cosas tienen su "ser", el lógos que Herá­
comprobado en un texto por primera vez en Heráclito, que le permite clito expone en su discurso (volveremos sobre este tema) es común: "por
detectar una propiedad, una característica que le pertenece. En Home­ mm es necesario seguir <lo común, es decir, lo compartido>; 6 pero, aun­
ro y probablemente en otros usos posteriores, la phúsis era la "phúsis q1w el lógos es común ... " (fr. 2 DK), una ley no admite excepciones. Como
de x" (en Homero, de la mó_lu). En Herácito, en cambio, dos de los textos ni lríf..fos, en tanto núcleo de laphúsis, asegura la cohesión del hósmos, si :'}
conservados nos p_ei:�üirán detectar, a la inversa, "el x de la phúsis". 1il1:·o quedara fuera de la norma que él representa, se caería en el caos,/i
Ese.'.)(..no.es, corno ya dijimos, ni una sustancia ni un elemento, pero nm1cLcri.zado por la desmesura, pero "hay que extinguir la desmesura'.[
existe, al punto de q�!:! )-!J�tá.clito.,Üi.s,is,te en varias_ ocasiones en la Uftce-
1. sidad de conocerlo. El contenido, la propiedad, la especificidad (o sea, el
_'c�;ácte:tespecífico, qué·-permitirá defi11üla) de la phúsis es una regla,
t. 1,:,. 11111 ciLas recuperadas de Heráclito, lógos aparece en diez ocasiones, pero, como ocu-
11" ,·1111 lud11N l11s Lórminos filosóficos, en todos los autores, las palabras no dejan de tener
.,,1 111¡:11ifi,·111·iú11 ,·01-rientc, que los filósofos enriquecen en función de sus sistemas. En el
,•,11i,, ,1,, IJ,•1·:klilo, sulo, ,,n cuatro ocasiones lógos parece tener el sentido g·eneral de "lógos
3. No hay en castellano un verbo que recupere exactamente el valor de philein, empa­ d,, In ¡1l11r11i11" 11'1·. 1. '2. :,O ,Y 7'2 111< l.
rentado con philía, "amistad". La traducción corriente por "amar" es exagerada, yu qut•
"amar" en griego es erQtáQ. Habría que inventar el verbo "amistar" y decir que "ln ¡,!ni.sis r, Vn111111 :.;i11qol11•10,, """· ,:,1,:10. y l'H1·1tcl11-l'lul.11rco, ."itrnm. 3.
amista ocultarse". 11 C '1111¡,,1!1r11 11,l1·rnl11nd:, pnr l11111,n11111 1 I l\,•ldu,r ,Y 1w1•plmlH por l)i.-•ls .Y K ra n�.
46 NÉsToR Lms Co1w1mo HERÁCLITO 47

más que un incendio" (fr. 43 DK). La gente ignorante no se da cuenta de t�te es e!.[qg;Qs. .dE:l)�p_húsis: la unidad de la P,1Ultip,lü:idad. Claro que '.
que, aunque no lo sepa, está regida por el lógos, que vale para todo (indi­ tal unidad no es evidente y por eso dice Heráclito que "lap!Íúsis prefiere,
viduo, sociedad, kósmos): "Quienes, habiendo escuchado,7 permanecen ocultarse". De la misma manera que sólo el científico capta que el lógos
sin inteligencia, están sordos. Son una prueba del dicho: «presentes, es­ del agua es H2O (formula "oculta" para el neófito), sólo el sabio sabe·
tán ausentes»" (fr. 34 DK). Esta sordera intelectual tiene consecuencias que la "fórmula" de la phúsis es "uno <es> todo". La unidad de los po­
trágicas: "se diferencian del lógos, con el cual están permanentemente d�res o de las tensiones opuestas tiene la forma de una armonía. Ya la
en contacto, y les parece extraño [xéna, "extranjero"] lo que encuentran experiencia nos tiene habituados al ritmo arínonioso del kósmos, con
todos los días" (fr. 72 DK). Hoy diríamos que vi.ven alienados. la alternancia de la luz y de la noche (opuestos que forman una unidad:
el día), de las estaciones (idem, el año), etc., pero, dice Heráclito, "la
armonía invisible es más fuerte que la visible" (fr. 54 DK). La armonía
(d) 1=�..arf!lO!,!J{L�:r!tr� Jas tensiones opuestas
·�
conduce a la uni.dad a los poderes opuestos; "lo que difiere concuerda
consigo mismo; es una armonía que va de un lado al otro" (fr. 51 DK), y
Si Herácli.t..Q. afirn.:rn._qu..e eLexceso y la desmesura ponen en peligro "es de las cosas diferentes que surge la más bella armonía" (fr. 8 me). J
1
1
el eqí.iilíbri� del kósmos, es porque concibe que la realidad, como había Sin l:lrrnonía de tensiones opuestas, no habría realidades c9n_c,r�t�s.
escrito Ariaxünandro unos años antes;' esta integrada por cualidades Si no hubiera ·üna vara de rríáéfera torcida a su pesar por un trozo de \
opuestas, contradictorias. Podemos suponer (ya que él no lo dice) que cuerda que la presiona por sus extremos (trozo de cuerda que, a su vez,
las cosas individuales poseen "potencias" (o "poderes": dynámeis) que las está obligado a presionar), no habría arco. A primera vista no se per- '•
caracterizan y que tienen tendencia a excederse en la puesta en práctica cibe esta armonía, resultado de una lucha, que equilibra las fuerzas,
de esos poderes (lo cual produciría un desequilibro total): "incluso el sol las tensiones opuestas, pero ella se hace evidente cuando, al utilizar el
no debe sobrepasar las medidas; en caso contrario, será descubierto por arco, las tensiones aumentan y, como el ser del arco consiste en lanzar
las Erinias, colaboradoras de la Justicia" (fr. 94 DK). Debemos suponer flechas, es en ese momento en que el arco es un arco.
que esta necesidªº· d,e.respetar un equilibrio básico conC:Íerii"e i�do, pues
los pouerés-Ópuestos van más allá de las cuatro oposiciones clásicas (re­
cuérdese el "etcétera" de Anaxirnandro).
La multiplicidad, a pesar de sus tendencias a una eventual desrne­
(e) L�l!��RQ_Ón dinámica del ser
--·-
sura;oeb�rcunfluir en una unidad: el hósmos (que, recordemos, significa Esta manera de conce);>j,r. la phúsis supone .IJ.:U.ª-(::QJ).Ce.p_.ción..dinárnica
originariamente "orden" y, por extensióii;"uni-verso", traducción que de larealidad. La ar�onía se lleva a cabo entre tensiones o poderes
incluso en latín resalta la unidad). La unidad de la multiplicidad es (7pues'tos';io~cual supone una realidad palpitante que, si se estabiliza,
precisamente el contenido de la ley universal, sin la cual la phúsis no Ho descompone, como el brebaje que Heráclito utiliza como imagen del
sería tal, y así la proclama el discurso (otra de las significaciones de carúcter dinámico de pánta ta ónta, el ciceón (kykeó_n): "también el ci­
lógos) heradíteo: "Escuchando no a mí, sino al lógos, es sabio [sophón] ,·,·1íu se disgrega si no se mueve" (fr. 125 me). Según la receta homérica
ponerse de acuerdo para saber [eidénai]8 que uno <es> todo" (fr. 50 DK). U/. x1, 623-643), Hecamede ralla queso de cabra sobre el vino contenido


.
,
1
<111 11na jarra, le agrega harina blanca y luego, como en un cóctel, agita

7. Ya nos ocuparemos del verbo "escuchar". En este texto la proximidad de "escuchar" y


de "sin inteligencia". recuerda el fragmento 1 DK: "Si bien este lógos existe siempre, los 1111•1111H por doH razones: 1) nunca debe suprimirse un término que figura en la totalidad
hombres se muestran siempre ignorantes (= sin inteligencia), tanto antes de haberlo e.�­ ,le• len, 1111u111scrit<m, salvo que sea incongruente, lo que no ocurre, ni remotamente, en este
cuchado como después de haberlo e�cuchado por primera vez". Resulta evidente entonces ,·,11w, y :ll rnn ,,¡,1,r11ai la frase significa "saber[eidénai] que uno <es> todo", lo cual es cohe­
que también en el fragmento 34 se trata de escuchar al lógos. r1111i" 1·011 lo� 111.-dLiples llamados de Heráclito a "conocer" el lógos. Si se reemplaza eidénai
8. Traducimos literalmente el texto transmitido por la tradición manuscrita. Un filólor.;o, ¡,e11· ,•111,ti, 111 fraH<• di ría entonces que "es sabio ponerse de acuerdo en que uno es todo", con
Miller, propuso en el siglo XIX cambiar eidénai por einai ("es"), en Jo cual fue inexplie,­ ,.¡ v,•l'IH1 "t•�" 1<'11 e•I texto d11ai) explícito, con sentido copulativo, lo cual es imposible en
hlemente seguido por la mayor parte de los estudiosos. La conjetura es injusUfknhl<•, ;il 11,,.-,..-lilo 11,·rnc-lil.o, ti ..l 111 e:rie¡.;o de RU época, dijo sólo "uno, todo".
48 Nf:STOR Lurs CORDERO HERÁCLITO 49

\ los componentes y recién entonces surge el ciceón (la unidad) a partir de con la significación de "relatos", "palabras escogidas". ¿Por qué "esco- 1
\¡a multiplicidad de los componentes. Antes de agitarse, hay sólo vino, gidas"? Porque en los dos casos se trata de expresiones verbales que j
,queso y harina. La phúsis del ciceón es la armonización de los diferen­ tienden a producir un cierto efecto y, para ello, las palabras han sido j
ltes componentes que confluyen para crear una entidad. Sin palpitación, "e-Zeg-idas", "se-Zec-cionadas". Ya en estos dos adjetivos se encuentra 1
·· ·
Jno hay realidad. la raíz "-lec I g" de lógos, que se halla también en el verbo emparenta- l
I Una confirmación del carácter "agitado" de laphúsis en general y de do légein, que significa "coleccionar", "reunir según nn criterio", y, por \
1cada cosa en particular es el siguiente: hast.a ac.á hablamos de "armo­ extensión, "decir", ya que quien realmente dice algo y no profiere sólo j
f nía", pero en realidad se trata de una "armonización� forzada, resultado palabras inconexas, reúne palabras según un criterio.
_id� µna lucha. Esto no significa que· sea la ley, el lógos, quien impone Pero el término tarda en imponerse. Después de Homero, lógos se j
· una armonización que se traduciría en un nivel trascendente. El lógos, encuentra sólo en cinco ocasiones en Hesíodo, en una de ellas ya en ¡
como veremos, $8 limita a organizar todo a través de todo (fr. 41 DK). singular, con el sentido de "narración", "relato" (Trabajos 106). Lógos l
Pero sin lucha, sin guerra, no habría nada: "el combate9 es padre de reaparece luego en dos ocasiones en Jenófanes (fr. 1.13 y fr. 7.1) y final- l
todas las cosas" (fr. 53 DK). Y como el resultado del combate surge el mente, como dijimos, di�z_ :v�c�_s en las citas conservadas de.Hetfü:lito. ¡
. equilibrio, que es el símbolo de la justicia: "es necesario saber que la Los matices que Heráclito detecta en lógos son decisivos para la poste-
ridad de la noción, ya que menos de un siglo y medio después aparece \
�I
! J guerra [pólemon} es común [xunós}, 1º que la justicia es lucha [érin] y
que todo [pánta} se produce en función de la lucha y de la necesidad en q,gs J!�il cuatrocienta,¡ oc��g,ta y tr�.,,ocasto�§,,@,J;l�Js.gn. i
j (, [khreó.nl" (fr. 80 DK). Como habíamos visto en las escasas cuatro líneas Heráclito sabe que el lógos, en su significación ya tradicional, es algo :
� i de Anaximandro, el equilibrio al que se llega después de la desmesura que se escucha, y con este sentido utiliza la palabra cuando dice "de quie- ;
r
i
� ·, es "necesario" (kata to khre(ln, en Anaximandro). nes escuché lógoi ["relatos", "historias"], nadie llegó al extremo de darse
i cuenta de que lo sabio está separado de todo" (fr. 108 DK).ll A partir de

este fait de langue, según la expresión de Benveniste (1966: 71), intrínse- '1
(f) La significación de lógos co al valor de lógos, Heráclito, quien suele recurrir a analogías, imágenes �
y metáforas (la más conocida, atribuir a phúsis una "preferencia" por ;
Ha llegado el momento de profundizar la novedad heraclítea que ocultarse), supone que, puesto que la phúsis "posee" un lógos, éste se ex-
consiste en la utilización, en dos ocasiones, del término phúsis en forma presa en un discurso que debe ser escuchado. Ya vimos el caso del fr. 50:
autónoma, y ya no como una propiedad de un sujeto x. Vimos que para 1H<: "Escuchando no a mí, sino al lógos", y también el fr. 1 DK, en el cualf
ca��!�!:i��E.!1_!�..R�-�sj�_ _!I.erác)ito s9stiene_ gy�e'"con�iste en una Jey_ o se insiste con la noción de "escuchar": "Si bien este lógos existe siempre, ..
fórmula que explic�,LPJJ,Lq p.¡;¡,y .una. reaJiqad (kósmos) y no entidc1��s los hombres se muestran siempre 12 ignorantes, tanto antes de haberlo¡
JJ�
separadas;-·cuyos componentes o cuya descripción son, en sí, incapaces escuchado como después de haberlo escuchado por primera vez". Y como)
de garantizar el orden que percibimos. Para expresar esa ley, Heráclito el lógos es el lógos de la phúsis, en el fr. 112 es directamente la phúsis la,\
utiliza el término lagos, noción que, como en el caso de phúsis, adquiere q11e habla: "la sabiduría consiste en decir cosas verdaderas y en actuar¡
en su filosofía una nueva dimensión. La palabra lógos se encontraba ya :•mgún laphúsis, escuchándola".
en Homero, pero sólo en dos ocasiones y en plural (Il. xv.393, Od. 1.56), Heráclito, con gran sagacidad, comprendió que la noción de lógos se
. ..... ... . -�. ,..,___ ..�. �
1 1. 'l'a rnhién en el fragmento 87 DK lógos se refiere a lo que se dice (ergo, a lo que se escu­
9. Si bien la traducción literal de pólemos, el término usado por Heráclito, es "guerra", <"ltn): "l•:I hombre imbécil suele extasiarse ante cualquier lógos" (fr. 87 DK).
'I en castellano la guerra no puede se1· un padre, y si en lug·ar de "padre" se coloca "madre",
1 :1. l >,·,·icl i 1110H rL"dol ►lar el adverbio "siempre" porque el lugar que Heráclito confirió a aeí,
se traiciona el espíritu de Heráclito, que evidentemente se opone una vez más a Homero,
"r111,mpr,,", 1•11 la rrnKP Hugiere que, fiel a su estilo, el término el válido tanto para las pala­
11 quien había dicho que Océano es padre de todas las cosas (JI. xiv.245). Un sustantivo de
l11fü1 ,¡11,• 11111..-,·,•cl,•11 (la "xiHtencia cLerna del lógos) como para lo que sigue (la ignorancia
género masculino, "combate", es una solución de compromiso.
..1 .. rn11 el,, lm1 h<1111hn·HI. /\riKli1h·lns, cl,,Horicntado, escribió que no se sabe dónde ubicar
10. Recuérdese que en el fragmento 2 el ió{!os era xunós, "común". "1c1c•111pr11·· 1/,',•/1Jri1·11 111.r,. 1.10·11,1r,1.
50 HlfüÁCLl'l'O 51

adecuaba perfectamente a SJ! ID,9-};tera de conceb ir la P!!:.É-J.Üi, La armonía E sta manera de ser se encuentra lógicamente en cada cosa (o, si se
se-obtiene gracias ·a la ·combinación de ter:isione8 op1restas, a la reunión prefiere, en cada "ente"), y, como se lee en el fr. 1 DK, para saber cómo
de una multiplicidad de la cual resulta una u n i dad. Pero los elementos es cada cosa, hay que explicarla según (kata) la phúsis, ya que "todo se
que se combinan o que se reúnen están preseleccionados: son tensiones produce según [kata} este lógos".
opuestas, contradictorias. La significación lradi cional de lógos, "reu­
nión de elementos en función de un criterio" ( sean historias para cons­
truir un relato, o simples palabras para e l aborar un discurso), cuya raíz (g) Conclusión
es -leg, "unir",1 3 reproduce por analogía el sentido que Heráclito detecta
en la realidad. Es_por ello que no duda en sostener que la phúsis tiene
l
De nuestro somero análisis de la filosofía de Heráclito podemos con­
tamPi,�E:Jl1; s�_'..sl����.�3":'qüefa r epres:n� a , i nc l uso �,n,��R?§��-:sl�i cluir que, lejos del anacrónico cliché que hace ele su concepción del mundo
del fr. 1 :en el cual phúsis T
y lógos son pract1cam ente smommos : 81 bien un "todo fluye", 15 su visión de la realidad no es. .'.'fluye1;11e" sino dinámj_� a. ,
to�üc1nré'gúñ kataJ este lógos [. . . ] yo di stingo cada cosa según La phúsis está constituida por la üi.í.ión ármoniosa de tensTones opuestas , 1
[kata] la phúsis y digo cómo es". Más claro, imposible: para saber qué relación que se expresa por un lógos, y es este intercambio entre tensio­
es una cosa, hay q:ug es.tu_diarla en fun.�jón de la phúsis , ya que todo se nes el que asegura la permanencia del k6smos, que palpita continua­
d , ... .
pr'°ó éi;i';e según la ley d_ e la ph-si"s;e'f lógosi . · .,.,,,. mente. Un lacónico texto conservado por Plotino resume esta situación:
En �st; it;pa de s � crecÍmiénto, lógos no adquirió aún el carácter "cambiando [r!}etabállonl, se reposa [anap'aue'tái]'' (fr. 84a DK).
activo y productor que tendrá en los estoicos y, en grado sumo, en el > r • ,

Evangelio ele Juan. Heráclito dice claramente que "todo se produce se­
gún [kata} este lógos", que es el lógos que él llegó a des cubrir (de ahí
la insistencia en el demostrativo "este"). El lógCJs q_ue él descubri9, su­
ponemos que escuchándolo, constata un estado �i�?.��s; es 1111 s��_.ple
testigo que formula, en .�na fórmula , en qué estado "están" las S?.��
(hókas ékhei , fr. 1 DK) . Del mismo modo, la ley de gravedad explica por
qué "cae" una manzana librada a sí misma, pero no la hace caer. Es en 1 fí. Se habla siempre del "río" de Heráclito, pero en i-ealidad Heráclito se refiere al do en
1 ''"º citas textuales, de las cuales suele privilegiarse Bólo nna: "No es posible entrar do,;
este sentido que debe interpretarse el fragmento 41 DK, en el cual el
v<!ces en el mismo río" (fr. 91 DK). Pero hay otras dos: "A¡,•1.rns di ferentes y diferentes corren
término gnó.mg (difícil de traducir, pero cuya raíz significa "conocimien­ Hohre quienes entran en el mismo río" (fr . 12 DK), y "Entramos y no entramos en el misnw
to") podría significar el criterio representado por el lógos: "lo sabio es 1'!<>; existimos y no existi mos" (fr. 49a nK). El significado de Los tres textos es clarn y distinto.
una sola cosa: conocer el criterio [gnó.m!ll que guía [kubernesai} todo a 1,: 1 riQ es el m,isn:¡.o auugy.e,-:�us,agl!,as_ s_ean, di versfJS. Es la diversidad de las aguas lsi . que
través de todo". El uso de gnó.mg muestra con claridad que la estructura ¡:nnmtiza la unidad del río (de otro modo, si el agua fuese siempre la misma, sería un estan­
detectada por el lógos es, como se dirá un siglo después, "racional" (ergo , ' ¡ ll(' l. Es el nadador quien dice que no entra dos veces en el mismo 1io, si bien e] río es el mis­
" " ' ( pues fluye sobre su lecho, que no cambia) . Podemos exagerar nuestra interpretación y
1
cognoscible) y el verbo kubernésai , 1 4 de la misma familia que el sustan­ d , •,·ir que, en caso de privilegiar un componente del río, debe privilegiarse el lecho, ya que
tivo kubernéte.s, "piloto de un barco", sugiere que el criterio se limita a 11n vi,rano, en Éf'eso, el río está seco. Séneca, siglos después, asimiló la unidad del río y su
conducir la realidad p ara que ella se armonice, pero sin agregar ningún 1 1< 1 1 n b re: "Las aguas pasan, el nombre del río queda" (Epístola a Lucilio 58). Los dos prime­
11 agente exterior: "todo a través de todo". Un buen capitán tiene en cuen­ n <H f'r: 1gmentos (91 y 1 2 ) presentan dos maneras de encarar el río, que es siempre el mismo
ta las olas, los vientos , las estrellas , para hacer avanzar su navío. r,,x pr,•Hiún que figura en los tres textos): si el río es el agua (y lo es . . . pero para quien nada),
1 1 1 1 "'' p1H'de entrar dos veces en el mismo río, pero cuando se entra en él, son las aguas laR
Cada cosa tiene su lugar dentro de esta multiplicidad organizada.
qu,, :<011 d i !c,rnnles. Por eso el tercer texto expone ambas posibilidades a la vez: se entra y no
"" 1 • 1 < 1.rn 1•11 e/ m ismo río. Y el enigmático final de este breve texto tiende un paralelo entre
,,1 1·11 1 .v I;, "xislon<:ia humana: el mismo "ser", quizá un individuo, existe (ahorn) y no existe
1 , , 1 1 l.1 1 1 1 l 0 1 1 1 1 1 1 1 r l 1 1 <:n pot.enci<1); existe como joven y como no joven (= como viejo); existe corno
13. Recién hemos detectado esta raíz cuando dijimos que los elementos están "c-Zeg-idos",
1 1 11,, y ,·, ,111,, 111 1·1 l 1.i pl<! ( como no uno). Jorge Luis Borges, quien captó a la perfección el sentido
"prese-lec-cionados". Véase también el latín leg-is, leg-io; el italiano leg-ame; el castellano
, 1 , , ,,,.¡ 11 1'1·111<<' de• 1 1,•nl< ' l í l.o, e�cri bi6: "Yo soy ese río" ("Heráclito", en Elogio de la sombra.). La
e-leg-ancia, inte-lig-encia, sacri-leg-io, lec-ción, lec-tura, etcétera.
ló11 1 1 1 1 il11 "l 1 11 1 1 1 f l uv,," //1" 1 1 1,1 r/1,'i ! <:s una m od ificación ulterior de la expresión pánta kh.oréi
14. De este verbo, pero con un sentido más activo, deriva "gobernar". q 1 1" l 'l 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 r i l 1 1 1_v" 11 ( l rn l.il11, 1 1 11 s,•¡•; u idor d,, H e r·:ícli t.o (Crá.t. 402a).

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