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adUnidad 3

Método y técnicas observacionales en laboratorio

Tal como Dowdney y colaboradores (1984) expresan, la conducta constituye un "fenómeno


continuo en el tiempo. No obstante, a fin de analizar la información proveniente de las
observaciones, resulta esencial tener algún medio para seccionar el flujo permanente de
eventos con el cual se enfrenta el observador. Los mejores medios para hacerlo varían de
acuerdo al propósito de la observación y a las preguntas que se formulan en torno a la
información extraída.
En general, dos tipos de mediciones han sido las más usadas para estudiar las interacciones
entre el observador y el sujeto a investigar: a) aquellas destinadas a obtener información
acerca de la frecuencia de las conductas observadas (p.e. cuántas veces la rata toca una
barra electrificada), en un periodo de tiempo determinado-, y b) aquellas destinadas a
evaluar el proceso o secuencia de los eventos observados (p.e. determinar cuántas veces la
rata recorre un laberinto, cuánto tiempo tarda en recorrerlo), cuándo lo hace y cómo lo
hace.
Ambos objetivos no son excluyentes. Pero hasta el momento no se han diseñado técnicas
que midan eficazmente el aspecto secuenclal, junto a la frecuencia de las conductas o
eventos observados. Más bien estas mediciones han requerido de distintas técnicas de
registro. Básicamente, tal limitación está determinada por la falta de instrumentos
adecuados y de herramientas estadísticas eficientes para el análisis de la información
secuencial.
De acuerdo a Dowdney et al. (1984), hasta hace poco, los métodos que miden frecuencia
han constituido uno de los enfoques principales para medir las interacciones entre animales
y paradigmas experimentales. Tales métodos se caracterizan por seccionar el proceso de
interacción en una serie de eventos determinados y definidos operacionalmente previo a las
observaciones. Por lo tanto, el registro de las observaciones consiste en algunos medios
para anotar la frecuencia, latencia y duración --entre otras variables-- de tales eventos.
Estos autores sostienen que existen dos alternativas principales para registrar la frecuencia
de los eventos: (a) muestreo de eventos y (b) muestreo de tiempo, del cual señalan dos
variantes:
A.el muestreo de tiempo momentáneo y
B.el muestreo de tiempo por intervalos.
Muestreo por eventos
Esta técnica consiste en medir los eventos cada vez que ocurren, durante un lapso
prefijado. Aquí la unidad de medición es la conducta y no su duración.
En la medida que no se asignan periodos arbitrarios para la observación, esta técnica posee
la virtud de observar los eventos tal como ocurren y, por lo tanto, tiene una validez
inherente (Kerlinger, 1973). En otras palabras, con esta técnica se pueden observar
unidades integras de conducta, lo cual se pierde con la técnica del muestreo por tiempo,
dada la discontinuidad de las observaciones. El muestreo por eventos permite, a su vez,
observar conductas que son, en ocasiones, poco frecuentes.
El problema con esta técnica se presenta cuando las conductas observadas carecen de
límites claros, lo cual incrementa la dificultad de lograr un acuerdo entre los observadores.
Otra desventaja agregada, es el hecho de que una ejecución exitosa de muestreo por
eventos --como medio para cubrir todas las conductas relevantes-- requiere como mínimo
dos observadores, lo que es un requisito muy poco práctico, sobre todo si las observaciones
se llevan a cabo al interior de las casas.
Muestreo por tiempo
Goodenough (1928, en Kerlinger, 1973) describe a la técnica de muestreo por tiempo como
la..."observación de conductas definidas de uno o más individuos, durante lapsos breves de
tiempo; y el registro de la ocurrencia o ausencia de ciertas formas de conductas específicas,
objetivamente definidas, durante cada uno de estos períodos".
La definición anterior no excluye esta técnica del uso que se le pueda dar para obtener
información secuencial además de las frecuencias, ya que al interior de los lapsos de
observación pueden rescatarse secuencias (totales o parciales). Sin embargo, la elección de
uno o de los dos objetivos -la medición de frecuencias o de secuencias va en deterioro del
otro. En la práctica la técnica de muestreo por tiempo ha sido usada con mayor frecuencia
para el registro de frecuencias de conductas, patrones conductuales, movimientos
específicos y/o interacciones, así como la combinación.
Kerlinger (1973) sostiene que el muestreo por tiempo tiene la ventaja de aumentar la
probabilidad de obtener muestras representativas de conductas y/o movimientos. Sin
embargo, ello ocurre sólo con las conductas que se manifiestan frecuentemente. Aquellas
irregulares y de baja frecuencia, aunque pueden ser muy significativas, existe la
probabilidad de que no sean registradas.
Otra de las ventajas de esta técnica es que permite comparar las frecuencias de las
conductas de distintos individuos en contextos diferentes. De este modo, se pueden llevar a
cabo comparaciones tomando en cuenta variables tales como edad, sexo, paradigmas,
condiciones y/o duración, intervalos latencia de eventos, entre otros, dando lugar a la
posibilidad de analizar, correlaciones y/o comparar dichas situaciones.
Ahora bien, en la medida que las observaciones se efectúan en contextos artificiales --
donde las condiciones ambientales pueden ser manipulables y controladas--  la información
obtenida en distintos sujetos o incluso en uno mismo; puede, en sí mismo resultar
reproducible-invariante (dentro de ciertos márgenes conocidos como: desviación y error
estándar). Lo cual, facilita las posibilidades de generalizar los resultados de un
experimento; en lo particular o general.
Por tales razones, la variabilidad de la conducta es uno de los problemas importantes con el
cual se enfrentan quienes usan esta técnica, sobre todo, en el estudio de la interacción entre
los sujetos de un mismo grupo (manada, cardumen, parvada, etc.). Por ejemplo, se ha
comprobado que las conductas de la madre y las crías varían sistemáticamente a lo largo
del día y, por lo tanto, siempre existe el riesgo de recolectar información "atípica" al
observar en un momento determinado. De lo dicho se puede concluir que en esta técnica el
empleo del factor tiempo, es importante. Esto se debe a que la decisión de cuándo y cuánto
será observada una o más sujetos, constituye un factor regulador de la posibilidad de
comparar y generalizar los datos obtenidos. Cabe mencionar, siempre y cuando los datos
sean sustentados por un análisis estadístico adecuado.
Otra crítica que se le ha hecho a la técnica de muestreo por tiempo es que a pesar de que
cubre adecuadamente el orden temporal o secuencial de los eventos conductuales, no
representa a la conducta en su tiempo real (Jones et al., 1975). La duración de las
conductas registradas puede ser muy variable. Una conducta puede comenzar, por
ejemplo, antes de que el intervalo de observación comience o bien puede prolongarse más
allá del fin del Intervalo. En ninguno de estos dos casos es posible hacer registros confiables
acerca del comienzo y fin de las conductas. Incluso en el caso de que en el interior de un
intervalo se manifieste una conducta total --con sus límites claramente identificables-- se
tendría que disponer de un equipo electrónico/interface adecuado para registrar su
duración, latencia, amplitud, longitud, entro otras variables (Fig. 1).

 
Figura 1. Caja de Sociabilidad. Instrumento utilizado para evaluar la interacción social y
sociabilidad en ratones. Consta de una caja de metacrilato transparente no refractiva, un
suelo gris y 2 compartimentos de rejilla. Una caja con 3 compartimentos puede usarse para
evaluar Preferencia Social, Sociabilidad, Dominancia etc. Otros campos de aplicación
incluyen estudios de Autismo, Memoria Social, Jerarquías Dominantes, Emparejamiento,
etc.
Si bien los procedimientos de registro continuo no presentan este problema, dan lugar a
otros. Ello ocurre especialmente cuando un solo observador realiza los registros. Es posible
que los eventos ocurran mientras el observador toma nota de conductas y, por lo tanto, la
información puede perderse. Sin embargo, el problema puede disminuir ante el empleo de
videograbaciones.
Dentro de las técnicas de muestreo por tiempo destinadas al registro de la frecuencia de las
conductas, se han descrito al muestreo momentáneo por tiempo y al muestreo de tiempo
por intervalos. Es decir: el muestreo momentáneo por tiempo consiste en el registro de
ciertas conductas definidas y determinadas a priori, en el momento en que se presentan.
Esta técnica posee la ventaja entre las distintas técnicas de muestreo por tiempo de proveer
el enfoque más cercano a la frecuencia real de las conductas. Presenta, sin embargo, una
limitación importante, esto es que las conductas deben ser de un tipo tal que permita una
identificación confiable en un lapso muy breve de tiempo.
El muestreo de tiempo por intervalos consiste en observar ciertas conductas, también
definidas a priori, en intervalos regulares de tiempo. Esta técnica se ve afectada por el tipo
de conductas a ser observadas así como la duración de los intervalos de observación.
Mientras más largos sean estos y las conductas observadas se presenten con una alta
frecuencia, los resultados se verán afectados en su precisión. Esta será mejor cuando las
conductas a ser observadas no se presentan con tanta frecuencia y, cuando el intervalo de
tiempo es lo suficientemente largo como para poder apreciar lo que sucede en términos de
la interacción, pero no tan largo de forma que lleve a abarcar una cantidad tal de eventos
difíciles de registrar; en general un intervalo de minutos ha sido considerado, p.e., la
prueba de nado forzado (Fig. 2).
 
Figura 2. La prueba de nado forzado consiste en introducir a los roedores en un pileta
conteniendo agua, el sujeto debe mantenerse a flote durante un intervalo de 5 minutos, Se
registran las veces que toca el fondo de la pileta, las inmovilidades, etc.
En la literatura se han descrito una serie de modalidades de muestreo por tiempo que,
como ya se indicó, no necesariamente están destinadas a medir la frecuencia de las
conductas, sino la latencia, su duración, etc. Altmann (1974) distingue siete procedimientos:
1.Muestreo Ad Libitum, que consiste en observaciones informales, no sistemáticas. Este
tipo de muestreo a veces es complementado por la
2.Matriz Soclométrica de terminación, la cual incluye observaciones adicionales en ciertos
individuos.
3.Muestreo de secuencias, a partir del cual se observan ciertas secuencias de interacción
desde el comienzo hasta el final, determinando qué muestras serán las tomadas.
4.Muestreo Focal-Personal, con el cual se obtienen detalles completos de todas las
conductas especificadas de un individuo particular.
5.Muestreo Uno-Cero, en el cual se registran sólo la ocurrencia o no ocurrencia de
conductas dentro de un lapso.
6.Muestreo de acontecimientos, en el cual la totalidad del grupo es observado en cualquier
ocurrencia, en relación a una conducta particular registrada.
7.Muestreo de exploración instantánea, en el cual la totalidad del grupo es examinado en
intervalos regulares, y las conductas particulares de cada individuo son tomadas como
muestra dentro de periodos muy breves.
Una modificación a esta última técnica -- muestreo por exploración--  estaría destinada a
subsanar el problema que se presenta al estudiar grupos grandes (manadas, parvadas,
etc.). En este caso el observador examina al grupo buscando evidencia de una interacción
de su interés y en ese momento se focaliza sobre tal interacción. Para lograrlo, el
observador registra la mayor cantidad de información posible acerca de ésta, mientras
ignora temporalmente al resto. Cuando la interacción finaliza, el observador nuevamente
comienza a examinar al grupo.
Las mediciones destinadas a obtener información acerca de la frecuencia de las conductas y
de las interacciones entre los sujetos son las que se han usado más a menudo. En las últimas
décadas, en cambio, el interés por los registros secuenciales, ha renacido en diversos
campos de la investigación. Entre otros, en la psicología. En dicha ciencia, aumentaron los
estudios que tienen como objetivos medir los efectos bidireccionales en la interacción entre 
sujetos, así como el estudio de sujetos individuales. Por ejemplo: en el campo de la
psicología educacional y clínica se han llevado a cabo numerosas investigaciones respecto
de las conductas agresivas, tanto en la escuela, en las familias como a nivel cerebral ( Nelly,
1991).
Sin embargo, el registro y análisis secuencial han probado ser problemáticos, acopiando
una información que a menudo es difícil de organizar. Antes de pretender realizar
investigaciones relativas a las secuencias de interacción se requiere del desarrollo de
técnicas estadísticas adecuadas para el análisis secuencial; es decir, menudo los
investigadores que se han dirigido a estudiar este tema, no aplican técnicas estadísticas en
el análisis de los datos, quedándose en un nivel meramente descriptivo o bien cuando las
usan no son aplicadas consistentemente. De este modo algunas interrogantes de
investigación pueden permanecer no atendidas debido a que los investigadores no
formularán aquellas preguntas que no saben cómo enfrentar.
Durante la etapa de recolección de la información secuencial (previo a su análisis
estadístico), los investigadores también se han topado con ciertas dificultades. Se pueden
resumirse en tres:
Primero, hay una dificultad en decidir cuándo una secuencia comienza y cuando termina.
En un sentido amplio, la observación total puede ser vista como una larga secuencia y, por
ende, dividirla en mini secuencias de tan sólo unos pocos elementos conductuales, tal vez
resulta arbitrario. Por otro lado es imposible evitar tener que adoptar una decisión acerca
del número de elementos conductuales que serán considerados para delimitar una
secuencia dada.
Segundo, cuando se codifica una gran cantidad de conductas distintas para cada sujeto,
la cantidad de contingencias secuenciales posibles se hace enorme.
Tercero, durante los episodios en que se estudia a los sujetos, no responden
recíprocamente sino que más bien la conducta de cada uno es en parte una secuencia auto
generada. Esto, tanto a nivel colectivo como individual.
Entre las estrategias de registro secuencial Dowdney et al. (1984) describen tres: el análisis
cuasi-secuencial, a partir del cual se registran conductas sobre una base de intervalo de
tiempo y luego se analizan las interacciones madre-niño de acuerdo a cual conducta ocurre
en el mismo intervalo o en el Inmediatamente subsecuente. Sin embargo, de acuerdo a estos
autores tal acercamiento involucra supuestos que resultan incontrastables.
Una alternativa la constituye el registro continuo de series de tiempo a partir del cual se
registran todas las conductas en el orden en el cual ocurren durante un periodo de tiempo
especificado. Esto da lugar a una información verdaderamente secuencial, la que puede ser
analizada de acuerdo a las contingencias entre cualquier par de conductas consecutivas, o
sobre un flujo de elementos conductuales. Sin embargo tal método de registro meramente
pospone la decisión de cuando la secuencia comienza y cuando termina. Esta técnica se ve
afectada también por la cantidad de combinaciones conductuales posibles de ser
observadas. A medida que éstas aumentan se hace prácticamente imposible el registrarlas
(Dowdney et al., 1984).
Una tercera alternativa la constituye el registro secuencial de eventos en la cual un evento
predeterminado, definido operacionalmente como "clave, inicio, arranque o tiempo 0"
sirven como señal para el comienzo de una secuencia; el principio y el final está marcado
por un resultado previamente especificado. Por ejemplo el elemento "0" puede ser en el
momento que la rata es depositada en una caja y el fin de la secuencia, puede ser definida
como 5 minutos posteriores al "tiempo 0”. Independientemente de cuantos cuadros o veces
recorrió el laberinto. Tal acercamiento es posible solamente cuando se conoce de antemano
en que tipo de conductas a registrar y el método es --se encuentra-- necesariamente
limitado por la conducta a registrar. Empero, posee la ventaja de que se resuelven los
problemas implicado en los límites de las secuencias conductuales.
Lo recientemente expuestas, constituyen alternativas de registro, las que arrojan distintos
tipo de información. Nelly (1991) menciona que el tipo de información con la que un
investigador cuenta afectará la elección de la estrategia de análisis de tal información. La
información apropiada para realizar un análisis secuencial puede ser clasificada en dos
clases generales: A) discreta y B) continua...
La continua resulta cuando el puntaje (o registro) de alguna variable continua (por
ejemplo la intensidad) se registra en cada intervalo de tiempo sucesivo. Tal información,
usualmente denominada información de serie de tiempo (time-series data) son simplemente
un conjunto de puntajes que a menudo se representan con una línea gráfica.
La información discreta puede, a su vez, ser dividida en muchas formas pero las que han
sido mencionadas con mayor frecuencia en la literatura son tres:
a)la secuencia de eventos, a partir de la cual se codifican el flujo de conductas como una
secuencia de eventos o conductas que son definidos de manera de ser mutuamente
excluyente;
b)la secuencia de eventos por tiempo, con la cual además de codificarse las secuencias de las
conductas o eventos se registra la duración de éstas, es decir se introduce el factor tiempo
en la medición; y
c)la secuencias de eventos-múltiples por tiempo, a partir de la cual la información se
representa como una secuencia de una serie de códigos; cada serle representa a conductas
que ocurren dentro de un intervalo de tiempo.
Las distintas técnicas estadísticas que se han desarrollado para el análisis de la información
es un asunto pilar para la validación y confiabilización de los registros de observación!!!!

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