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SE INTERPONE RECURSO DE CASACIÓN POR UN MOTIVO DE CASACIÓN

POR INFRACCIÓN DE PRECEPTO CONSTITUCIONAL Y UN MOTIVO DE


CASACIÓN POR INFRACCIÓN DE LEY.
Honorable Tribunal de Sentencia de Santa Bárbara.
Yo, xxxxxxxxxxxxxxx, mayor de edad, casado, Abogado, Hondureño, inscrito en el
Honorable Colegio de Abogados de Honduras bajo el número XXXX, señalando como
lugar para recibir notificaciones y citaciones en esta Ciudad de Santa Bárbara,
departamento de Santa Bárbara, corredor de los carrascos, frente al parque central, a la par
de Panadería La Popular, Teléfonos xxxxxx, y celular 9916-8837, correo electrónico
cruzroja15@yahoo.com.mx, actuando en mi condición de apoderado legal del señor
EDWAR AZAEL FERNANDEZ PAZ, de generales conocidas en autos, con el debido
respeto comparezco ante Vos Honorable Tribunal de Sentencia, interponiendo en tiempo y
forma Recurso de Casación contra la Sentencia condenatoria, pronunciada por este Tribunal
de Sentencia, con sede judicial en esta ciudad de Santa Bárbara, Departamento de Santa
Bárbara, en fecha 17 de septiembre del presente año (2012), y notificada en esa misma
fecha, donde resolvió el Juicio Oral y Público que se adelantó contra EDWAR AZAEL
FERNANDEZ PAZ, a quien se le llamó a juicio por el delito de INJURIAS, en perjuicio
de JOSE ROLANDO SABILLON MUÑOZ, El presente Recurso contra la sentencia
referida lo fundamento en UN MOTIVO DE CASACIÓN POR INFRACCIÓN DE
PRECEPTO CONSTITUCIONAL Y UN MOTIVO DE CASACIÓN POR
INFRACCIÓN DE LEY; fundamentos jurídicos que se consideran infringidos y hechos
constitutivos de Casación que a continuación expondré:
PRIMER MOTIVO DE CASACION POR INFRACCION DE PRECEPTO
CONSTITUCIONAL
El Tribunal de Sentencia de Santa Bárbara, Departamento de Santa Bárbara, en la Sentencia
Condenatoria dictada contra el imputado EDWAR AZAEL FERNANDEZ PAZ, cometió
infracción del precepto constitucional comprendido en el artículo 89, que literalmente
establece:
“TODA PERSONA ES INOCENTE MIENTRAS NO SE HAYA DECLARADO SU
RESPONSABILIDAD POR AUTORIDAD COMPETENTE”
Vicio que lo hizo violentar lineamientos de la Ley Constitucional vigente.
PRECEPTO AUTORIZANTE
En el artículo 361 del Código Procesal Penal se instituye el vicio en la Sentencia Definitiva
cuando se comete infracción del precepto constitucional, veamos:
EXPLICACIÓN DEL PRIMER MOTIVO DE CASACIÓN POR INFRACCION DE
PRECEPTO CONSTITUCIONAL.
El motivo por Infracción de Precepto Constitucional, que proclamamos es el contentivo a
LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, el cual lo relacionamos con el artículo 2 del
Código Procesal Penal y 89 del propio Texto Constitucional, al amparo del artículo 361 de
la Ley Procesal, en relación al delito de INJURIAS, por el cual fue condenado mi
representado EDWAR AZAEL FERNANDEZ PAZ, por cuanto el Tribunal de Sentencia
de la Sección Judicial de Santa Bárbara, departamento de Santa Bárbara, ha formulado un
relato fáctico en base a enunciados donde indica auxiliarse de las reglas de la sana critica
contentivas de las máximas de la experiencia y de la lógica, de los cuales no existe
corroboraciones inmediatas de la prueba evacuada en juicio que hagan verosímil esos
enunciados; en consecuencia se contradicen con la multitud de extremos fundamentales en
relación con su versión de los hechos, ya que no se encuentran corroboradas por ningún
medio probatorio o indiciario, por lo que, de la prueba practicada no existe base razonable
para dictarse un pronunciamiento de culpabilidad, conculcándose el Principio de
presunción de Inocencia.
Previamente debemos recordar, que nuestro sistema casacional no queda limitado al
análisis de cuestiones jurídicas y formales y a la revisión de las pruebas, en virtud de que el
recurso de casación puede interponerse en todo caso, fundándose en la infracción de un
precepto constitucional, de modo que a través de la invocación del Artículo 89 de la
Constitución de la República de Honduras (fundamentalmente, en cuanto se refiere al
Derecho a la Presunción de Inocencia), es posible que la Sala de lo Penal controle tanto la
licitud de la prueba practicada en la que se fundamenta el fallo, como su suficiencia para
desvirtuar la presunción de inocencia y la razonabilidad de las inferencias realizadas por el
Tribunal de Sentencia.
Por ello a través de un motivo de casación basado en la infracción del Derecho a la
Presunción de Inocencia, se puede cuestionar no solo el cumplimiento de las garantías
legales y constitucionales de la prueba practicada, sino la declaración de culpabilidad que
un Tribunal de Sentencia haya deducido de su contenido; Por tanto el acusado EDWAR
AZAEL FERNANDEZ PAZ, tiene abierta una vía que permite a la Sala de lo Penal hacer
una la revisión íntegra, entendida en el sentido de posibilidad de acceder no solo a las
cuestiones jurídicas, sino también a las fácticas en que se fundamenta la declaración de
culpabilidad, a través del control de la aplicación de las reglas procesales y de valoración de
la prueba.
Así pues, que no solo se debe comprobar que el Tribunal de Sentencia ha dispuesto de la
precisa actividad probatoria para la afirmación fáctica contenida en la sentencia, lo que
supone constatar, para determinar sí existió por haberla realizado con observancia de la
legalidad en su obtención y práctica en el Juicio Oral y Público bajo la vigencia de los
principios de inmediación, oralidad, contradicción, concentración y publicidad, y que el
razonamiento de la convicción obedeció a criterios lógicos y razonables que permitan su
consideración de prueba de cargo. Pero no acaba aquí la función casacional en las
impugnaciones referidas a la vulneración del Derecho fundamental a la Presunción de
Inocencia, pues la Sala de lo Penal puede realizar una función valorativa de la actividad
probatoria, actividad que desarrolla en los aspectos no comprometidos con la inmediación
de la que carece, pero que se extiende a los aspectos referidos a la racionalidad de la
inferencia realizada y a la suficiencia de la actividad probatoria. Es decir, el control
casacional de la Presunción de Inocencia se extenderá a la constatación de la existencia de
una actividad probatoria sobre todos y cada uno de los elementos del tipo penal, con
examen de la denominada disciplina de garantía de la prueba, y del proceso de formación
de la prueba, por su obtención de acuerdo a los principios de inmediación, oralidad,
contradicción, concentración y publicidad. Además, el proceso racional, expresado en la
sentencia, a través del que de la prueba practicada resulta la acreditación de un hecho y la
participación en el mismo de una persona a la que se imputa la comisión de un hecho
delictivo.
En efecto, la valoración de la prueba una vez considerada como prueba regularmente
obtenida bajo los principios que permiten su consideración como tal conforme a lo que
establece el artículo 336 del Código Procesal Penal, esto es por su práctica en condiciones
de regularidad y bajo los principios de inmediación, oralidad, concentración y
contradicción, se desarrolla en dos fases: 1) La percepción sensorial de la prueba; 2) Su
estructura racional. La primera está regida por la inmediación, por la presencia del Tribunal
de Sentencia ante el que se desarrolla la actividad probatoria atento, por tanto, a lo que en el
juicio se ha dicho y al contenido de la inmediación, la seguridad que transmite la prueba e,
incluso, las reacciones que provoca en el caso de la prueba testifical su comparecencia y
declaración. La segunda aparece como un proceso interno del juzgador por el que forma su
convicción a través de lo percibido, incorporando a esa percepción los criterios del sentido
común, la experiencia y la lógica que le llevan a la convicción.
En este sentido, la Jurisprudencia Hondureña ha establecido que:
“…Esta Sala De Lo Penal observa que el control de casación por infracción de precepto
Constitucional, consistente en infracción al derecho de defensa, debe limitarse a dos
aspectos esenciales: a) Comprobar si las partes han tenido igualdad De oportunidades
procesales para aportar medios de prueba, formular alegaciones e impugnar resoluciones
que le son adversas; b) Con respecto a la prueba de reproche determinar si esta ha sido
legalmente obtenida e incorporada al juicio; y, b) Verificar la racionalidad de la motivación
de los juicios e inferencias lógicas alcanzadas por el juzgador…” (Sentencia de fecha
quince de abril de dos mil ocho, recaída en el recurso de Casación No. 130=2007)
“…Esta Sala de lo penal estima que efectivamente cuando se alega en casación, la
violación del derecho de Presunción de Inocencia, el control del recurso debe consistir en:
a) Una ponderación o juicio sobre la prueba, consistente en verificar la existencia de prueba
de cargo legalmente obtenida e incorporada al juicio; y, b) La verificación de la
racionalidad de las inferencias derivadas de la prueba directa o indirecta, a efecto de
constatar la razonabilidad o arbitrariedad de estas a la luz de las reglas de la sana critica…”
(Sentencia de fecha doce de febrero del año dos mil ocho, recaída en el Recurso de
Casación Penal registrada bajo el No. 164-07)
“…Por otra parte Este Tribunal en reiteradas sentencias ha sentado pauta de jurisprudencia,
en cuanto a la intangibilidad del cuadro fáctico fijado por el juzgador de instancia. Los
hechos probados se derivan de la valoración de la prueba de conformidad a las reglas de la
sana crítica. Corresponde únicamente al Tribunal de Casación, determinar el iter lógico del
juzgador…” (Sentencia de fecha veintitrés de agosto de dos mil seis, recaída en el recurso
de Casación No. 1708=2004.)
Consecuentemente debemos entender que el único límite a esa función verificadora de la
racionalidad lo constituye la inmediación en la percepción de la actividad probatoria, (es
decir, la percepción sensorial de la prueba practicada en el juicio oral, en el sentido de lo
que la prueba dice y que es oído por el Tribunal de Sentencia, y cómo las circunstancias
que rodean su evacuación y constatación afirman o niegan los hechos incriminatorios), sin
embargo esa limitación no impide que la Sala de lo Penal se vea limitada para,“Verificar la
racionalidad de la motivación de los juicios e inferencias lógicas alcanzadas por el
juzgador”, o que es lo mismo, establecer si la racionalidad de la motivación del Tribunal De
Sentencia en cuanto a la valoración de la prueba, surge de inferencias lógicas, de las
máximas de la experiencia o del sentido común; en definitiva, corresponde a la Sala de lo
Penal, en cuanto al ámbito del control (en relación a las pruebas ) determinar si la pena
impuesta por el Tribunal de Sentencia al imputado EDWAR AZAEL FERNANDEZ
PAZ, se ha alcanzado conforme a los procedimientos que garantizan un Debido Proceso, o
por el contrario se ha alcanzado mediante la vulneración del Derecho a la Presunción de
Inocencia, siendo este el caso que nos ocupa, donde se pide un reexamen de la prueba de
cargo tenida en cuenta por los Jueces de Sentencia donde por unanimidad condenan a mi
representado, reexamen que deberá hacerse desde los aspectos, de que, las motivaciones
que se le hacen, son insuficientes, y que la prueba que sirve de pilar para el fallo
condenatorio no fue debidamente razonada y motivada; todo se pide a la Sala de lo Penal,
en garantía de la efectividad del recurso de casación invocado, mediante el cual la Sala de
lo Penal es garante para verificar la razonabilidad de la argumentación del Tribunal de
Sentencia a fin de que las conclusiones sean acordes a las máximas de experiencia, reglas
de la lógica y sentido común.
DEMOSTRACIÓN IDONEA DEL VICIO DENUNCIADO:
En este motivo de casación, formalizado por vulneración de la presunción constitucional de
inocencia, el recurrente plantea la falta de racionalidad del juicio de inferencia construido
por el Tribunal de Sentencia por unanimidad para condenar a EDWAR AZAEL
FERNANDEZ PAZ, estimando el recurrente que existen alternativas más favorables
respecto a la conclusión de su autoría a la cual concluyó el Tribunal de Sentencia, ya que
esta resolución judicial se deriva de juicios o razonamientos ilógicos, que inclusive no
pueden encuadrarse dentro de los raciocinios inherentes a las máximas de la experiencia,
que dicen alcanzar los juzgadores al momento de valorar dichas pruebas conjuntamente con
el resto de pruebas evacuadas en juicio oral y público para darle credibilidad a las
declaraciones testificales de los señores JOSE ROLANDO SABILLON MUÑOZ, JOSE
WILFREDO FERNANDEZ y JOSE RAMON PEREIRA CASTELLON, quien
rindieron tres (3) versiones diferentes al Tribunal Sentenciador de cómo ocurrieron los
supuestos hechos constitutivos del delito de injurias.
Declaración anteriores que no acreditaban la supuesta modalidad de cómo había acontecido
los hechos, mas bien cada uno de ellos procedió a dar versiones diferentes en sus
declaraciones y no fueron contestes, coherentes en sus dichos, para poder enervar el Estado
de Inocencia de mi representado, y es por ello que se dejo claramente probado su inocencia
en juicio.
Extremos que en la sentencia dictada por unanimidad no fueron tomados en consideración
para dar un fallo absolutorio, sino que las narraciones de la deposición y respectiva
valoración transcritas en la misma fueron mutilados con el propósito de orientar una
sentencia condenatoria, Lo que revelaría, sin lugar a dudas, la equivocación del Tribunal de
Sentencia en la confección de esa narración condenatoria.
Tal infracción constitucional, en este caso, sin duda sería grave y evidente. Y por ello, se
contempla en la Ley Procesal y Constitucional, a pesar de constituir una verdadera
excepción en un régimen, como el de la Casación, en el que se parte de que, en principio,
todo lo relativo a la concreta función de valorar el diferente peso acreditativo del material
probatorio disponible corresponde, en exclusiva, a los jueces de sentencia. Pero como
anteriormente lo he manifestado, precisamente por esa excepcionalidad del motivo, la
jurisprudencia hondureña, permite: “…Verificar la racionalidad de la motivación de los
juicios e inferencias lógicas alcanzadas por el juzgador…”, Por ello, para que el vicio se
demuestre, tiene que ser de tal magnitud que evidencie la irracionalidad a la que arriba el
Tribunal de Sentencia en su fallo judicial, en este orden de ideas, si nos remitimos a la
declaración de los testigos JOSE ROLANDO SABILLON MUÑOZ, JOSE
WILFREDO FERNANDEZ y JOSE RAMON PEREIRA CASTELLON, no reúne
todas las garantías para ser considerado lícito y válido, fueron contradictorios, incoherentes,
ilógicos, ante su deposición ante el tribunal de sentencia, teniendo signos de decaimiento y
falsedad, con un claro interés como deponentes más que decir la verdad de cómo habían
acontecido los hechos imputados, falsearon los mismos para su provecho y favorecer a una
persona que tiene influencias por ser hijo de un diputado del departamento;
consecuentemente, el juicio que exponga el Tribunal para darle validez a las deposiciones
de los testigos, ha de referirse a extremos esenciales, que no pongan en duda la verdadera
trascendencia del contenido de la narración en sus dichos, es decir, que cualquiera que sea
el pronunciamiento alcanzado por los jueces de sentencia, debe ser de total certeza, que
equivale a decir, que no sea parcial, dudoso o probable, ni carente de sustento fáctico y
jurídico, ya que darles credibilidad a dichos testimonios, y darles una consistencia
probatoria, sin respaldarse en una fundamentación o motivación sólida y que Además no ha
de venir, a su vez, enfrentada ese razonamiento, a él resultando, de otros medios de prueba
también disponibles por los Juzgadores, que justificarían que su decisión es errónea, por
existir, otra solución que no consideró lógicamente en el ejercicio de la tarea valorativa que
le es propia, en consecuencia, se acreditaría la equivocación evidente, al darles el mayor
crédito a esta deposición testifical de los señores JOSE ROLANDO SABILLON
MUÑOZ, JOSE WILFREDO FERNANDEZ y JOSE RAMON PEREIRA
CASTELLON. En definitiva, no se trata únicamente la declaración a la que se alude
pudieran dar pié, ocasionalmente, a unas conclusiones probatorias distintas de las
alcanzadas por el Tribunal de instancia, sino de que, en realidad, su fuerza probatoria, por
ser inconsistente, incoherente y contradictoria permite que sean desvirtuadas por si solas
con meros fundamentos ilógicos, y que su consistencia probatoria por si solo pueda
destruirse y al no encontrar pruebas análogas o pruebas que demuestran más allá de la duda
razonable su credibilidad jurídica, ya que si no es bajo este escenario legal, pueda que se
produzca una argumentación insalvable entre el contenido de estas pruebas testificales de
carácter fehaciente (sostenida por el tribunal), y las afirmaciones fácticas y jurídicas a las
que llega la Sentencia condenatoria por unanimidad recurrida, de modo tal que se haga
evidente el error de éstas, es decir, la irracionalidad de la motivación de los juicios y las
inferencias ilógicas alcanzadas por el juzgador, que no pueden apoyarse en otras pruebas,
de la misma fuerza acreditativa, que desvirtúen válidamente la eficacia de las declaraciones.
Por eso digo, que la convicción judicial obtenida debe estar a salvo de la existencia de
cualquier duda razonable, y tiene que basarse en la fuerza inculpatoria que se derive de los
elementos probatorios; en sí, esta convicción debe estar asentada sobre un juicio de
racionalidad, de tal naturaleza que no deje hueco para conclusiones de signo diferente, que
asimismo puedan estar firmemente basadas sobre una valoración acomodada a las reglas
del criterio humano. El enlace preciso y directo que se viene exigiendo para dar viabilidad
probatoria a los elementos indiciarios o presunciones, nos tendría que llevar a una
conclusión firme y sólida que no admitiese la posibilidad de verificación casacional en
virtud de que la motivación del Tribunal de Sentencia no refleja en su razonamiento otras
alternativas más favorables, derivadas de una infracción a precepto constitucional.
Es así que la defensa invoco el artículo 157 del Código Penal vigente en vista que como
CAUSA PARA SU ABSOLUCIÓN, ya que no se configura su enunciado.
RECLAMACIONES HECHAS PARA SUBSANAR EL VICIO PROCESAL.
El Vicio Procesal que da fundamento a la Infracción de Precepto Constitucional expuesto
en el presente Recurso, fue cometido en el acto mismo de la Sentencia, y por tanto, por su
naturaleza no era posible intentar reclamo alguno para su subsanación más que la
interposición del presente Recurso.
ALCANCE DE LA PETICION DEL RECURRENTE: A la Honorable Sala de lo Penal
de la Honorable Corte Suprema de Justicia, respetuosamente pido, declarar HA LUGAR el
Motivo de Casación por Infracción de Precepto Constitucional, SE ANULE la Sentencia
recurrida y se dicte en su lugar un Sentencia Absolutoria.
MOTIVO DE CASACIÓN POR INFRACCION DE LEY
MOTIVO DE CASACION: Violación de La Ley Penal por APLICACIÓN INDEBIDA
del artículo 157, del Código Penal Vigente.
PRECEPTO AUTORIZANTE: Artículo 360 párrafo primero del Código Procesal Penal.
EXPOSICIÓN DEL MOTIVO: De conformidad al análisis y estudio minucioso del caso
que nos ocupa y al abocarnos al contexto de la fundamentación Jurídica de la sentencia
recurrida y estando obligados a respetar por disposición legal la santidad e integridad de la
sentencia, encontramos que el Tribunal de Sentencia de Santa Bárbara, departamento de
Santa Bárbara, califica jurídicamente los Hechos Probados y fundamentación jurídica de la
siguiente manera:
Hechos Probados:
“UNICO”: Que el día catorce de abril del año dos mil doce, entre las once y once treinta
minutos de la mañana, frente a la Alcaldía Municipal de este Municipio de Santa Bárbara,
precisamente cuando transitaba el señor José Rolando Sabillón en su vehículo automotor,
conducido por su motorista José Ramón Pereira Castellón, frente a dicha municipalidad
cuando el querellado Edwar Azael Fernández Paz, señalo al hoy querellante José Rolando
Sabillón Muñoz, y le manifestó “estos corruptos y delincuentes deberían estar en la cárcel”.
Fundamentación Jurídica:
“QUINTO: A efecto de individualizar la pena, se toma como fundamento lo dispuesto en
el artículo 69 del Código Penal, este tribunal considera proporcionado imponer a Edwar
Azael Fernández Paz, por el delito de INJURIA una pena de UN AÑO DE RECLUSION,
pena contemplada en el artículo 157 del Código Penal y según lo dispuesto en el artículo 62
del mismo cuerpo de ley, esta pena lleva consigo la inhabilitación especial e interdicción
civil como penas accesorias, durante el tiempo de duración del cumplimiento de la pena.
Parte Resolutiva:
“PRIMERO: Condenamos al señor EDWAR AZAEL FERNANDEZ PAZ, de generales
previamente establecidas, como autor responsable del delito de INJURIAS en perjuicio del
señor JOSE ROLANDO SABILLO MUÑOZ, a la pena de UN AÑO DE RECLUSION,
mas las accesorias de interdicción civil e inhabilitación especial, consistente en el no
ejercicios de los derechos políticos de elegir y ser electo a cargos públicos, pena que deberá
cumplir en el centro penal de esta ciudad, previo al descuento del tiempo que haya
permanecido en efectiva prisión, así mismo se le condena a trabajar y realizar labores
dentro del centro penitenciario de conformidad con la ley que regula dicha sistema.
PRIMERO: Tal como puede inferirse el Tribunal de Sentencia de Santa Bárbara, condena
a mi representado a la pena de UN AÑO DE RECLUSION, fijando el tipo penal o figura
penal como INJURIA, calificación que reprochamos, ya que el actuar de mi representado
fue de buena fe y al estar platicando con otras personas que ya efectivamente le habían
adelantado que iva ser querellado, y que al momento en que supuestamente ocurrió el
hecho él estaba dentro de la Municipalidad, Por lo que, es incorrecto, calificar los hechos
imputables como INJURIA en los términos que se pronuncian los Jueces de Sentencia,
puesto que implica que la conducta desplegada por el hechor de proferir una ofensa en
perjuicio de una persona determinada y en una forma dolosa, situación que no ocurre en el
caso de marras,
En estos términos se pronuncia el legislador, ya que al darse lectura al artículo 157 del
Código Penal, se observa sin mayor esfuerzo alguno, que la conducta que severamente
castiga el Estado de Honduras, tiene que construirse desde la perspectiva subjetiva y
objetiva del tipo penal “como un acto donde se profiera una expresión o un acta de
deshonra, descredito o menosprecio de otra persona”, consecuentemente, la conducta de mi
representado, a la cual se refiere el legislador en el Articulo 157 del Código Penal, no debe
radicarse o interpretarse, como aquella, donde simplemente el imputado ha hecho un
comentario que deba implicar un animus doloso de deshonrar, descreditar o menospreciar a
otra persona, ya que al no referirse a persona determinada no constituye delito como en el
caso de marras.
SEGUNDO: Solo véase Honorables Magistrados de la Sala de lo Penal, que a la sentencia
recurrida se le denuncia, de aplicación indebida, ya que, no se establece en los hechos
probados de la sentencia recurrida, ningún razonamiento que explique alguna circunstancia,
prueba o indicio (por lo menos se haga patente en grado de presunción a dolo directo o
indirecto) que mi representado, haya ejecutado una acción de deshonrra, descredito o
menosprecio en contra de persona determinada, los Jueces de Sentencia, no indican en la
sentencia recurrida elementos objetivos y subjetivos del tipo penal (sin predeterminar el
fallo), que sirvan para configurar la existencia del tipo penal sancionado, por ejemplo; no se
refieren en nada, a si hubo un animo de mi representado en verter comentario alguno en
contra del supuesto querellado, y que lo haya hecho de una forma dolosa en querer
menospreciar, o deshonrar, ya que estos extremos hubieran servido para establecer por lo
menos por la vía de presunción, la existencia del delito sancionado en el Articulo 157 del
Código Penal; y es que, cuando el legislador se refiere a algún tipo de ofensa, implica que
el imputado tiene que tener orientada su conducta delictiva para deshonrar, descreditar o
menospreciar a una persona y causarle con eso un mal irremediable ante la sociedad y
obtener con ello un provecho propio el querellante; Por lo que, si analizamos los hechos
probados de la sentencia recurrida, los Jueces de Sentencia indebidamente a la
conversación que tenia mi representado con otras personas ajenas al querellante,
sancionado en el Articulo 157 del Código Penal; aplicación que consideramos indebida, en
vista que se viola la ley de forma directa, al aplicar una norma diferente a los hechos
probados planteados en la sentencia o como lo afirma la Sala de lo Penal de la Corte
Suprema de Justicia en su jurisprudencia:
“…CUANDO SE ALEGA COMO VICIO DE LA SENTENCIA “APLICACIÓN
INDEBIDA”, ESTA SALA PENAL HA ESTABLECIDO “QUE ESTA SE ORIGINA
CUANDO EL JUZGADOR, EN EL MOMENTO DE APLICAR LA LEY, APLICA UNA
PROPOSICIÓN JURÍDICA QUE NO CORRESPONDE A LA SITUACIÓN FÁCTICA
QUE SE HA PLANTEADO…” sentencia de fecha 12/2/2008, recaída en el Recurso de
Casación Penal N.190=2007
En otras palabras, si se aplica una norma diferente a los hechos probados se comete además
de la infracción de ley citada, una grave trasgresión al principio de legalidad, ya que los
Jueces de Sentencia infringen lo establecido en el Articulo 11 del Código Penal, donde
establece que: “ Las autoridades judiciales no podrán crear ningún tipo de figuras
delictivas” como acontece en el caso que nos ocupa, donde un conversación que se puede
dar a diario en las afueras de la municipalidad pueda constituir un descredito o una
deshonra para una persona, que en este caso por el solo hecho de ser hijo de un diputado del
departamento cree que esa conversación esta dirigida hacia el, y no existe prueba directa de
tal circunstancia, se le pretende imponer una norma penal muy diferente a la así consignada
en los hechos probados.
TERCERO: En el presente caso el agente acusador el querellante ha sustentado su tesis
acusatoria en la existencia del delito de INJURIAS, tipificado en el Articulo 157 del
Código Penal vigente que a la letra dice: “Sera penado por injuria con reclusión de uno (1)
a dos 82) años quien profiera expresión o ejecute acción de deshonra, descredito o
menosprecio de otra persona”.
Es prudente, entonces detenerse, analizar si la acción atribuible al acusado, es subsumible
en los presupuestos establecidos para su realización dolosa o culposa; tomado como punto
de partida que la definición de delito, reconocida por nuestro ordenamiento penal es “
delito, es toda acción u omisión, típica, antijurídica, culpable y punible. Esto
indiscutiblemente se pone de manifiesto en la regla 13 de nuestro Código Penal, al
establecer que el delito solo puede ser realizado por acción o por omisión, y que
necesariamente debe ser doloso o culposo, determinando que el delito es doloso cuando el
resultado responde a la intensión que se tuvo al ejecutarlo o cuando el autor sabe, o esta
obligado a saber, que como consecuencia de la acción u omisión existe la posibilidad de
que se produzca un efecto constitutivo de delito y culposo cuando es el resultado de una
imprudencia, impericia o negligencia o cuando es producto de la inobservancia de una ley,
reglamento, ordenes, resoluciones o deberes atendiendo a las circunstancias y la situación
personal del delincuente y será punible, el delito culposo solo en aquellos casos en que
estén expresamente determinados por la ley.
En primer momento del análisis, habrá de descartarse la culpa, tomado como base que no
está taxativamente tipificada la Injuria, en nuestro Código Penal. En tal razón, debemos
partir de que se trata de un delito de carácter doloso y entonces proceder al análisis del
dolo.
Habiéndose admitido la satisfacción plena de una acción, que se integra en los elementos
objetivos del tipo y en el hecho por el realizado, es de capital importancia ejecutar un
análisis de los elementos subjetivos del tipo como circunstancias, “sine qua non”, para
derivar en la culpabilidad del acusado por la acción realizada, en el caso concreto. Este
elemento subjetivo, se identifica de manera general, a través de un elemento cognitivo y un
elemento volitivo, a fin de configurar el dolo del sujeto activo en función de la acción por le
realizada.
El elemento cognitivo implica necesariamente el efectivo conocimiento de la norma de
prohibición y el elemento volitivo, en la voluntad de realizar la acción, a pesar de tener ese
conocimiento de restricción. A estos, hay que añadir un tercer elemento, la intencionalidad
del autor para poder determinar la imputación subjetiva a fin de obtener un resultado.
En el delito objeto de análisis, solo es punible la comisión dolosa, siendo necesario el
conocimiento de que los efectos proceden de la comisión de un delito contra el Honor de
las personas.
Se puede concluir según la teoría seguida por nuestro Código, que el actuar dolosamente
trae aparejada la tipicidad por cuanto el agente ha querido el resultado, dicho en otras
palabras cuando el autor ha tenido la intensión de lesionar determinados bienes jurídicos
tutelados por nuestra ley penal, conociendo y queriendo el resultado, por tanto teniendo
conciencia de los elementos objetivos de la conducta prohibida. En el caso de autos, los
medios de prueba evacuados en juicio, no nos permiten inferir que el señor EDWAR
AZAEL FERNADEZ PAZ, al conversar con otras personas supiese con exactitud que él
en dicha conversación se dirigía a una persona determinada que en ese momento se dio por
aludida de su conversación. Por otra parte, cabe considerar entonces, en toda su extensión,
que además de conocer los elementos de la situación típica, es necesario que exista el
querer, es decir que el actor de forma voluntaria realice la acción a sabiendas y mediando la
aceptación del resultado querido para obtener un beneficio o una finalidad de menospreciar,
desacreditar a otra, lo que no se probó durante el debate, por lo cual, al valorar la prueba en
su conjunto, y a la luz de la aplicación de la sana critica, no es posible apreciar a lo largo
del proceso la antijuricidad y la culpabilidad del acusado, y en consecuencia, la imposición
de la sanción penal.
CUARTO: El artículo 339 del Código Penal, dice que no habiendo pruebas suficientes
para condenar al imputado, el Tribunal dictara sentencia absolutoria; y, ante la
imposibilidad del órgano obligado a probar la culpabilidad del acusado, mismo que no fue
capaz de crear el mínimo de certeza con relación a sus pretensiones y siendo que no se
acredito a mi criterio la existencia del dolo por parte del acusado y por tanto no se trata de
un hecho típico imputable a su persona, por lo cual no es posible condenar al señor
EDWAR AZEL FERNADEZ PAZ, como responsable del delito de INJURIA, en
perjuicio de JOSE ROLANDO SABILLON MUÑOZ, por lo que debió emitirse
sentencia absolutoria”.
INTERPRETACION QUE SE PRETENDE: No obstante que no se está de acuerdo con
la condena impuesta ya que debió ser una sentencia absolutoria, pero que para alegar este
Motivo De Casación Por Infracción De Ley debo obligadamente por cuestión
procedimental, respetar la integridad y santidad de la sentencia recurrida; me permito en
consecuencia establecer la interpretación que conforme a la ley debe regular el artículo 157
del Código Penal: veamos:
Por lo que el hecho psicológico que infieren los jueces de sentencia, es difícil que pueda ser
acreditado por prueba directa en contra de mi representado, debiendo los jueces de
sentencia no suponer en grado de duda, sino de certeza a través de una serie de pruebas e
indicios, de cómo y cuándo se dio las ofensas y en contra de quien y si efectivamente iva
dirigida una conversación hacia una persona que transitaba en su vehículo, y como y
cuando esas circunstancias fueron dirigidas a lesionar su Honor, por lo que al ser evidentes
e inverosímiles las explicaciones aportadas por los jueces de sentencia en los hechos
probados y la norma aplicada para subsumirlos, no se justifica que una platica de dos
personas profesionales valla encaminada a ofender el honor de otra que increíblemente
habiendo sonido ambiente mas el ruido del motor del vehículo asegura que esa
conversación iva dirigida hacia él, cuando en esos precisos momentos a mi representado ya
se le advertía de una posible querella en su contra solo por que esta persona obstenta ser
hijo de un diputado del departamento, y que nuestra carta magna ya establece que en
Honduras no hay clases privilegiadas, y con esta sentencia se esta privilegiando a una
persona que con su prueba fue incoherente, ilógica, e inverosímil, y que no se probo que la
conducta de mi representado haya sido ejecutada a título de dolo, para lesionar el honor de
un privilegiado del Municipio de Santa Bárbara, por ser hijo de un diputado, al tenor de lo
establecido en el artículo 157 del código penal vigente, siendo desproporcionado el fallo
dictado, ya que no corresponde con el valor real, de los hechos probados que se estima en la
sentencia condenatorio.
En el caso que nos ocupa, existe una absoluta ausencia de prueba sobre la participación de
mi representado en el delito, por lo que procede un fallo absolutorio a su favor, lo que es
posible si se considera probado la insuficiencia en los hechos probados sobre la
concurrencia de los elementos del delito, que siendo así, no hacen posible mantener el fallo
condenatorio, el cual debe ser revocado y dictar una sentencia absolutoria en su favor.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Me sirven de fundamentos los artículos 80, 82, 90 de la Constitución de la Republica, 1, 8,
13, 360, 361, 363, 364 del Código Procesal Penal.

PETICIÓN
Por lo anteriormente a Vos, Honorable Tribunal De Sentencia, con el debido respeto
PIDO:
1) Admitir el presente escrito de Recurso de Casación.
2) Tener por interpuesto en tiempo y forma el recurso de casación por UN ÚNICO
MOTIVO DE CASACIÓN POR INFRACCIÓN DE PRECEPTO
CONSTITUCIONAL, Y UN MOTIVO DE CASACION POR INFRACCIÓN
DE LEY de qué hacéis mérito.
3) Que se comuniquen los autos a la parte recurrida para que dentro del término de ley
se pronuncie sobre el contenido del mismo y que se adelante el procedimiento,
profiriendo la Honorable Corte Suprema de Justicia la Sentencia en la cual lo
ADMITA Y CASANDO la sentencia recurrida, dicte Sentencia que corresponde a
derecho, en virtud de haberse establecido los vicios que adolece la misma por
Infracción de Precepto Constitucional e Infracción De Ley.
Santa Bárbara, 15 de Octubre Del 2012.

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