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Caracas, 19 de Diciembre de 2018

Ciudadanos.-

Presidente y demás Jueces de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas.

Su despacho.-

Me dirijo a ustedes, asistiendo en este acto a los ciudadanos GABRIEL REYNALDO PACHECO PACHECO y
TORRES MORENO JUAN CARLOS, a quienes se le sigue causa ante el Juzgado Trigésimo Noveno (39°)de
Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, signado bajo la nomenclatura 39C-19723-18, con el propósito de interponer
RECURSO DE APELACIÓN fundamentado en el artículo 439 numeral 5 de nuestra norma adjetiva penal, en
contra de la decisión dictada en fecha Doce(12) de Diciembre de 2018, donde se evidencio la imposición de la
Medida Preventiva Judicial Privativa de Libertad.

ADMISIBILIDAD

Encontrándonos en la oportunidad correspondiente para impugnar la decisión y debidamente legitimados,


en apego a lo estipulado en las normas 172, 423, 426 y 440 orgánicos y 26 y 49 de nuestra carta magna,
actuando a través el principio de la doble instancia, basándonos en la inexistencia de prohibición alguna de
recurrir del asunto que hoy nos aqueja, resulta plenamente oportuno exponer los alegatos que impulsan este
requerimiento.

ANTECEDENTES

En fecha DOCE (12) de Diciembre de 2018, fueron presentados mis asistidos, ante el Trigésimo
Noveno(39°)de Primera Instancia en función de Control de este Circuito Judicial Penal, en primer lugar se
acogió la precalificación jurídica dada a los hechos por el Fiscal los delitos COMPLICES EN EL DELITO DE
PECULADO DOLOSO y AGAVILLAMIENTO, previsto y sancionado en la Ley Contra la Corrupción y el Código
Sustantivo Penal, al mismo tiempo acordó continuar la investigación a través del procedimiento ordinario, de
conformidad con el artículo236, 1º, 2º y 3º, articulo 237, 2º y 3º y articulo 238, 1º y 2º del Código Orgánico
Procesal Penal y la imposición de la Medida Preventiva Judicial Privativa de Libertad.

UNICA DENUNCIA

ERROR EN LA IMPUTACION

Imputar, proviene del latín imputare que significa para nuestros efectos atribuir a otro una culpa, delito o
acción. (Drae) “toda persona a la cual se le atribuye la comisión de un hecho punible”. Dicho de otra forma, es
el sujeto esencial de la relación procesal a quien afecta la pretensión jurídico-penal deducida en el proceso;
pero asume esa condición, aún antes que la acción haya sido iniciada, toda persona detenida por suponérsela
partícipe de un hecho delictuoso o indicada como tal en cualquier acto inicial del procedimiento latu sensu”.
(Vélez Mariconde, A. Derecho Procesal Penal).
Nuestro Tribunal Supremo de Justicia no ajeno al quehacer procesal ha dejado claro el acto de imputación
de la siguiente forma:

“…En la fase de investigación, la imputación puede provenir de una querella, o de actos de la investigación
que de manera inequívoca señalen a alguien como autor o partícipe, bien porque la denuncia menciona a una
persona en particular que se interroga o entrevista como tal, o porque los actos de investigación, como
allanamientos, etc., reflejan una persecución penal personalizada.

Excepto en el caso de la querella, la condición de imputado en la fase de investigación la determina la


autoridad encargada de la pesquisa, y por ello la imputación pública no puede ser tenida como tal, hasta que
en alguna forma el Ministerio Público lo señale como tal imputado mediante un acto de procedimiento , que
mal puede ser el auto de inicio de la investigación que se decretó porque el imputado públicamente solicite se
le investigue.

El Código Orgánico Procesal no establece un derecho de las personas a solicitar al Ministerio Público, que
declare si son o no imputados, pero la Sala Especializada reputa que tal derecho sí existe, como un derivado del
derecho de defensa que consagra el artículo 49 Constitucional para la investigación y que expresa “toda
persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se le investiga.

Para la Sala de Casación Penal, cuando hay hechos concretos contra alguien, a pesar de que se estén
investigando, la persona tiene el derecho de solicitar conocerlos, y la existencia de tales hechos, de la misma
naturaleza que los de las denuncias, equivalen a imputaciones. Planteado así, la negativa del Ministerio Público
de notificar los “cargos” o hechos presuntamente atribuibles a alguien, escudándose en que se está ante una
investigación, es una forma tácita de reconocer la imputación, ya que el órgano inquisidor, muy bien pudiere
decir, no hay cargos (hechos) por los cuales se les investiga, sino que existe una pesquisa general, no
individualizada.

Para nuestro Tribunal Supremo, el imputado puede ser el que de alguna manera el órgano de
investigación le reconoce tal situación, así sea tácitamente al no responder en concreto y definida sobre la
condición de alguien con relación a la investigación. Sentencia N° 1636 de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia de fecha 17/07/2002, caso: William Claret Girón H. y Edgar E. Morillo. Ponente: Jesús
Eduardo Cabrera. Criterio reiterado.

El conocimiento de los tipos penales es una responsabilidad compartida, entre el Fiscal y el Juez, pero para
este último es un Deber, ya que es el órgano jurisdiccional quien con plena supremacía admite o no la
calificación al momento de tomar o no como sustento su decisión.

El artículo 133 Orgánico establece los lineamientos para el aseguramiento de los derechos del imputado
cuando hace la Advertencia preliminar, donde además de hablar del derecho de acogerse al Precepto
Constitucional dice se le comunicará detalladamente cuál es el hecho que se le atribuye, con todas las
circunstancias de tiempo, lugar y modo de comisión, incluyendo aquellas que son de importancia para la
calificación jurídica, las disposiciones legales que resulten aplicables.
La audiencia de presentación de imputado es el momento trascendental para la imputación en los delitos
flagrantes, siendo ese momento donde verdaderamente nace el derecho a la defensa, pues se conocerá de que
se investiga y de que se presume incurrió. En pocas palabras la adecuación de la norma, por ello se incluye en
el pretendido la siguiente decisión:

“... si bien la audiencia de presentación no constituye en sí misma la imputación formal, la cual corresponde
exclusivamente al Ministerio Público antes de la presentación del acto conclusivo de la investigación
(acusación, sobreseimiento o archivo fiscal), para garantizar el derecho a la defensa del investigado, se trata de
un acto procesal (audiencia de presentación) que atribuye la cualidad de imputado, no siendo esencial que la
imputación formal se efectúe previamente a la audiencia de presentación en la cual se acuerde medida de
privación judicial preventiva de libertad, como en el caso de autos, al estar llenos los extremos del artículo 250
del Código Orgánico Procesal Penal. Así se declara”. Sentencia N° 1935 dictada por esta Sala el 19 de octubre
de 2007.

De lo antes transcrito, el Juez de la recurrida basó su decisión en falso supuesto, sustentó otras
circunstancias alejado de la realidad procesal, entre las cuales ya como se dijeron se encuentran la pena
eventual prevista en el Parágrafo Primero del artículo 237 Adjetivo Penal, la magnitud del daño causado, entre
otros.

Dicho de otra manera, el acto formal de la imputación no se realizó correctamente, es decir, no se le


informó de los hechos por los cuales se le seguía averiguación, tampoco se le explicó de que manera la norma
se adecuo a su aparente actuar, situación que causó indefensión, perdiendo el acto de ser presentado ante el
órgano jurisdiccional su esencia, por no decir eficacia.

En el mismo orden de ideas, Art. 127 de la Norma Adjetiva Penal establece en los derecho del imputado 1.
Que se le informe de manera específica y clara acerca de los hechos que se le imputan;(...)

Esta defensa para recurrir de la decisión ante esa superior instancia, se avala en la carencia o poca
sustentación del Aquo al momento de acoger la figura de delito que serviría de base para sustentar la viabilidad
de una medida de coerción personal, el peligro de fuga, la obstaculización y la búsqueda de la verdad.

En tal sentido, esta defensa con apoyo a lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 447 del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual refiere que: “Son recurribles ante la corte de apelaciones las (…)decisiones: 5.- (…) que
causen un gravamen irreparables...” cuestiona el fallo proferido por el Juzgado Décimo Sexto en funciones de
Control de este Circuito Judicial Penal, estima que genera un gravamen irreparable en el derecho fundamental
de la libertad personal del justiciable, en el derecho a ejercer una verdadera defensa, y sobre todo el derecho a
conocer del por qué se le somete a juicio, claro esta la verdadera realización formal del acto de imputación.

De igual forma, el fallo objetado se escapa considerablemente de los principios rectores de nuestro
ordenamiento jurídico, ya que mantener una decisión en estos términos evidencia una decisión de imposible
cumplimiento, incapaz de ejecutarse, desnaturalizándose en esencia lo que al acto de imputación y el debido
proceso prevé nuestro Código Adjetivo Penal.

En este concepto, el Máximo Tribunal de la República en sentencia de fecha de fecha 09 de noviembre de


1988, emanada de la Sala de Casación Civil, con ponencia del Magistrado Aníbal Rueda, dejó sentado lo
siguiente:

“El gravamen que puede producir toda interlocutoria sin distinción, en principio de naturaleza o de especie,
consiste en el perjuicio ocasionado a las partes, ya en la relación substancial objeto del proceso, ya en las
situaciones procesales que se deriven a favor de la marcha del juicio, como son las que surgen y son
decididas en incidencias previas”.
En consecuencia, gravamen irreparable, es aquello que no es susceptible de ser reparado a lo largo del
juicio y que causa una situación desfavorable a alguna de las partes; siendo mi patrocinado sujeto de derecho y
parte en el proceso, sería imperdonable esperar la consignación o no, de un acto conclusivo, o peor aún,
requerir una prorroga en un acto que sabemos perdió el nexo causal, emergiendo la imposibilidad manifiesta
de lograr una correcta adecuación del tipo penal que emana de las actas procesales.

Así las cosas no es capricho de quien objeta recalcar esta carencia, pues en diversas manifestaciones
jurisprudenciales se ha determinado la potestad del Juez de Control a la hora de admitir o no una calificación
determinada, por ello no abunda en esencia traer a colación alguna de esas manifestaciones.

“…Nueva Calificación en la Acusación. ... los ciudadanos ... no fueron advertidos e imputados en la fase de
investigación de esta modificación en la calificación de los hechos, específicamente del delito de Interferencia
de la Seguridad Operacional y de la Aviación Civil, tipificado en el artículo 140 de la Ley de Aeronáutica Civil,
respectivamente. En efecto, el tipo penal imputado en la audiencia de presentación, señalado en el artículo 142
de la Ley de Aeronáutica Civil, correspondiente al delito de Desviación y Obtención Fraudulenta de Rutas, es del
tenor siguiente: “...Quien desvíe la ruta sin causa justificada o utilice una ruta de manera fraudulenta, será
sancionado con prisión de seis a ocho años. En la misma pena incurrirá quien obtenga, tramite, otorgue una
ruta de manera fraudulenta. Si el desvío injustificado de la ruta persigue un provecho o causa falsa alarma, la
pena será de ocho a diez años de prisión”. Y el tipo penal por el cual se acusa, contenido en el artículo 140 de la
Ley de Aeronáutica Civil, es del tenor siguiente: “...Interferencia de la Seguridad Operacional y de la Aviación
Civil. Quien por cualquier medio o acto interfiera ilícitamente la seguridad operacional o de la aviación civil será
castigado con prisión de seis a ocho años”. Lo que evidencia a prima facie, que la forma estructural de la
tipicidad del artículo 140 de la Ley de Aeronáutica Civil, es distinto en su contenido, elementos y alcance, así
como en sus aspectos criminalísticos. De esta característica emerge, que tanto la metodología investigativa del
Representante del Ministerio Público, como la estrategia de la defensa, correspondientes al artículo 140 de la
Ley de Aeronáutica Civil son diametralmente diferentes al tipo penal inmerso en el artículo 142 eiusdem; por lo
que en derivación, se requería una imputación formal, por parte del Ministerio Público. Estas diferencias tan
relevantes, no supone que ambos tipos penales sean análogos, y por lo tanto, resulta irracional el argumento,
según el cual, por estar contemplados (ambos tipos penales) en un mismo instrumento jurídico (Ley de
Aeronáutica Civil), no ameritaba una nueva imputación. Asumir como válida, semejante ilogicidad, sería igual a
considerar imputado a un determinado ciudadano por el delito de lesiones y que al igual esté automáticamente
imputado por el delito de homicidio calificado, simplemente porque ambos tipos penales están previstos en el
Código Penal. Sentencia Nº 519 de Sala de Casación Penal, Expediente Nº A10-197 de fecha 06/12/2010
(Resaltado y subrayado Nuestro)

Como es innegable, le es dable al Juez de Control modificar la calificación jurídica, más y cuando esta es mal
empleada por el Ministerio Público para poder sustentar una medida de coerción personal, en el mejor de los
casos, y en otros, por desconocimiento de la norma.

Sea cualquier de ellos, en supremacía se encuentra el Juez de Control quien con la óptica imparcial acaudala
sus conocimientos a un verdadero razonamiento lógico y jurídico no permitiendo indefensión para quien es
imputado, y coadyuvando a una sana interpretación de la norma, dando piso jurídico.

El haber avalado una postura incorrecta el Aquo incurrió e infirió para una de las partes un gravamen
irreparable, ya que sustentó una medida de coerción personal en supuesto inexistente, tal y como fue el
delito de Cómplices en Delito de Peculado Doloso y Agavillamiento, previsto en la Norma Sustantiva Penal,
asumiendo los característicos rasgos de aspectos ponderados para prevenir una justicia ilusoria, peligro de
fuga, y pena eventual, entre otros, siendo lo correcto en este caso la Libertad ya que no se evidenció la
supuesta Complicidad en el Peculado Doloso y el Agavillamiento, siendo el único elemento de convicción
que presenta la Representación Fiscal es una Acta Policial, la cual considera quien aquí suscribe es Nula de
toda Nulidad en virtud que se violó lo establecido en el artículo 49 ordinal 3 de la Constitución Bolivariana de
Venezuela, más aun se deja constancia en las actas policiales ( cursante a los folios 2 y vto) en virtud que a mis
defendidos fueron entrevistados por los funcionarios aprehensores dejándose constancia en el acta policial,
así como en la decisión fundamentada por ese honorable tribunal ( cursante al folio 42) de la presenta causa,
que una grúa plataforma es la que se visualiza en el video, CD contentivo del presunto video el cual esta
defensa no observo ya que el Ministerio Publico si bien es cierto lo presento como evidencia no es menos
cierto que no llevo el equipo necesario para que la defensa tuviese acceso a sus imágenes y comprobar lo
expuesto en las actas policiales y ratificado por la Fiscalía, siendo esto una flagrante violación a la igualdad de
las partes, de igual forma mis defendidos no fueron detenidos en flagrancia cometiendo delito alguno, si bien
es cierto que nos encontramos en la fase investigativa no es menos ciertos que mis defendidos fueron
detenidos sin orden de aprehensión, así mismo cursa a la presente causa fotografía de la grúa de arrastre la
cual se evidencia no es la grúa de plataforma fija la cual hace referencia el acta policial así como la decisión
fundamentada por ese tribunal, de igual forma mis defendidos no poseen registro policiales tal como se
evidencia de las actas policiales, ni son funcionarios del estado ni gozan de capacidad económica para una fuga,
por lo cual no considero que estén llenos los elementos de convicción para habérselas decretado una Medida
Privativa Preventiva de Libertad.

Es de tal el avance de nuestro sistema procesal, que en constante evolución permite al Juez de Control
advertir la calificación, modificarla e incluso acreditarla, tal es el caso del procedimiento especial de admisión
de los hechos previsto ahora en el artículo 375 Adjetivo Penal, donde sin lugar a dudas se extrae “…pudiendo
cambiar la calificación jurídica del delito…”; de igual manera el cambio del artículo 330 derogado al artículo
313. 2 Adjetivo Penal que dice “…pudiendo el Juez o Jueza atribuirle a los hechos una calificación jurídica
provisional distinta a la de la acusación fiscal o de la víctima…”. En el mismo sentido, el Juez de Juicio a término
del juicio oral y público tiene la potestad de advertir del cambio de calificación, aspecto que no
profundizaremos en el contexto de este escrito.

Por todos los razonamientos antes expuestos, la defensa solicita a ese Tribunal Colegiado admita el
presente recurso de apelación, advierta el gravamen irreparable causado por el Juzgado Trigésimo Noveno
(39°) de Control donde declaró sin lugar la solicitud de la defensa en cuanto a la precalificación jurídica de
Cómplice en Delito de Peculado Doloso, previsto y Sancionado en la Ley Contra la Corrupción artículo 54, y
Agavillamiento concatenado con el articulo 286 Código Penal, decretando medida privativa de libertad,
empleando como principio el Parágrafo Primero del artículo 237 Adjetivo Penal, de conformidad con lo
establecido en el artículo 439 numeral 5 de nuestra norma adjetiva penal, permitiendo al subjudice someterse
a una investigación coherente y ceñida a los principios reguladores del derecho.

PETITORIO

En base a los argumentos aquí empleados, solicito sea admitido el presente recurso y declarado procedente
conforme a lo establecido en nuestro ordenamiento jurídico, y como corolario de ello sea revocada la decisión
proferida en fecha Doce (12) de Diciembre de 2018, donde se impuso la Medida Preventiva Judicial Privativa
de Libertad, acogiéndose erróneamente la precalificación de Cómplice en Delito de Peculado Doloso y
Agavillamiento, previsto en la Ley Sustantiva, y consecuencialmente se modifique la misma, ordenando la
medida de coerción personal a que haya lugar, por vulneración cristalizada al contenido de los artículos 8, 9, 13
y 229 del Código Orgánico Procesal Penal, teniendo en cuenta para su análisis las normas establecidas en los
artículos 423, 424, 426, 439.5 y siguientes de la norma adjetiva penal patria.
ABG. RAMOS CAMACHO MARISOL DEL CARMEN

DEFENSORA PRIVADA

I.P.S.A Nº 276.575

Exp. Trib. 39C-19723-18

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