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Meditaciones Metafísicas I y II

Primera meditación
Objetivo

Buscar un camino seguro para llegar a verdades firmes


y permanentes en la ciencia.
Método

La duda:
tomará como falso todo aquello sobre lo que pueda sostenerse la más
mínima duda. Aplicará este método hasta que encuentre una verdad
indudable que sirva de fundamento para demostrar todas las verdades
de la ciencia.
¿Cómo procede?
• Dudar de cada opinión o conocimiento, sería una tarea infinita.

Entonces

Pone en duda las fuentes del conocimiento: Los sentidos y la razón.


Argumentos para dudar de los sentidos
• 1° Argumento:
- Los sentidos me han engañado
- Es prudente no confiar por completo en los que alguna vez nos han engañado
- Conclusión: Todo lo que se base en los sentidos será potencialmente engañoso
- 2° Argumento:
- Muchas veces he soñado que estaba sentado y leyendo, pero tenía la seguridad
de estar despierto.
- Puede que ahora que creo estar despierto, en realidad esté durmiendo.
- No me es posible distinguir la vigilia del sueño
- Conclusión: no puedo estar seguro de mi percepción sensible actual
Al parecer, las verdades matemáticas quedaron a salvo de los
argumentos contra los sentidos: “Aunque esté despierto o duerma, dos
y tres juntos formarán siempre el número cinco, y el cuadrado jamás
tendrá más de cuatro lados”
Sin embargo, encontrará nuevos argumentos para dudar de la razón.
Descartes se propuso que la duda llegue a extremos inimaginables.
Argumentos para dudar de la razón
• 1° argumento: ¿Y si existiera un Dios omnipotente que me engañara cuando
realizo cálculos matemáticos?
- Pero, esta posibilidad le parece contradictoria:
“Dios es soberanamente bueno”
- En el caso de que dios no exista, Lo convierten en un
son aún mayores las razones para suponer argumento débil
que soy tan imperfecto que me engaño siempre.
2° argumento: hipótesis del genio maligno (lleva la duda al extremo)
- Supone la existencia de un genio maligno que usa todo su poder para
engañarme. Así sostendrá que todas sus opiniones son falsas.
Termina la primera meditación sin dejar en pie ninguna
verdad.
Segunda Meditación

• Descartes se propone encontrar una certeza. Una primera verdad que


le permita descubrir nuevas verdades.
Primera certeza
• Si hay un engañador, hay un engañado. Si me engañan, no hay
ninguna duda de que existo.
Primera verdad

Yo soy, yo existo
Más adelante Descartes dice: Yo soy, yo existo ¿cuánto tiempo? todo el
tiempo que yo piense. Por eso esta primera verdad es conocida como:
“pienso, luego existo”
*En un texto llamado Discurso del método lo enuncia así: “Pienso, luego existo”
Importancia de esta primera verdad
• Por un lado, como dijimos, esta primera verdad le permitirá, por vía racional, descubrir
otras verdades.
• Pero además, y esto es lo más importante, genera un giro en la historia de la filosofía
europea: el giro subjetivo. Después de poner todo en duda, incluso la existencia de
Dios*, la primera verdad -aquello de lo que no puede dudar- es su propia existencia.
Descartes saca a Dios y pone al hombre como punto de partida.
• Esta primera certeza hace que Descartes caiga en un nuevo problema: el solipsismo,
esto es que sólo puede demostrar la propia existencia, y no puede dar cuenta del resto
de las cosas. Para salir de este problema, en la meditación siguiente, afirmará la
existencia de Dios. (Esto es sólo una aclaración, excede al contenido de esta clase)

*aunque luego va a demostrar su existencia


¿Qué soy?
• Soy “Una cosa que piensa” Esto significa que el atributo más
importante del “yo” es el pensamiento, y no la corporeidad.

¿Qué es una cosa que piensa? (sustancia pensante)


Una cosa que afirma, niega, quiere, no quiere, imagina, siente.
Estos modos de pensar nos permiten conocer la sustancia pensante
Los únicos atributos que Descartes no puede negar, son los mentales.
Por lo tanto, para Descartes, soy una sustancia pensante que no
depende de nada material.
De esta manera, Descartes establece un dualismo:
La sustancia pensante (esto es la conciencia del yo), es independiente
de la sustancia extensa (todo lo que ocupa espacio)
Ejemplo de la cera

• En general, dice Descartes, creemos que los cuerpos, las cosas, son lo
más fácil de conocer. Sin embargo, con este ejemplo, va a mostrar que
lo más fácil de conocer es el yo: “No hay nada que me sea más fácil de
conocer que mi espíritu”
Explicación del ejemplo de la cera
• Si tomamos un trozo de cera recién extraído de la colmena, veremos que tiene ciertas
características: es duro, frío, puede ser tocado, puedo golpearlo para que haga algún sonido, etc.
• Si lo acerco al fuego, cambia de color, cambia de forma, aumenta su tamaño, se vuelve líquido, se
calienta al punto de que casi no puedo tocarlo, aunque lo golpee no generará ningún sonido, etc.
• ¿Estamos en presencia de la misma cera después de este cambio? Nadie podrá negar que se trata
de la misma cera
• ¿Qué nos indica que se trata del mismo trozo de cera, si nada de lo que observé por medio de los
sentidos en el primer trozo, subsiste luego de acercarlo al fuego?
• No podemos decir que “vemos que es la misma cera” porque sus atributos cambiaron.
• Es mi intelecto puro lo que me permite saber que se trata del mismo trozo de cera.
• Y por último afirma: que no puedo concebir un objeto si no es confirmando la propia existencia de
mi yo pensante. “yo existo porque la veo”

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