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ACTIVIDAD 1
ELABORADO POR:
FRANCISCO MALAVER
C.I.P. 4-760-1873
PROFESOR:
CARLOS COTO
2022
INDICE
INTRODUCCCION
Clasificación
CONCLUSION
Bibliografía
INTRODUCCION
La lucha por influir en el proceso de toma de decisiones hace que estos grupos
centren su atención en la conducta del aparato-gubernamental. Es en el estado, y
desde la sociedad civil, donde los grupos ejercen o tratan de ejercer la defensa de
su interés.
Grupo de personas cuyo objetivo es influir en las diversas esferas del aparato
estatal o de las organizaciones políticas fundamentalmente para obtener
beneficios concretos mediante el empleo de recursos económicos, chantaje
político u organización adecuada de instrumentos de comunicación masiva que
suelen poner a su disposición para incidir en la vida política y social de la nación.
Los rasgos que caracterizan al grupo de presión son los de ser: 1) un grupo
organizado; 2) expresar conscientemente intereses parciales o particulares; 3)
ejercer presión sobre el poder público para obtener sus fines; 4) no buscan ejercer
por sí mismos el poder público y 5) no asumen la responsabilidad de las
decisiones adoptadas bajo su influencia.
Clasificación
Este criterio atiende a la naturaleza del grupo. Hay grupos de presión integrados
de personas naturales (sindicatos, asociaciones gremiales, asociaciones
profesionales, asociaciones de vecinos, etc.), como hay grupos de presión
constituidos por otros grupos o asociaciones (federaciones y confederaciones de
sindicatos o asociaciones profesionales; federaciones o confederaciones de
organizaciones campesinas; federaciones o confederaciones de asociaciones
estudiantiles; federaciones o confederaciones de organizaciones empresariales,
etc.).
Los grupos de presión exclusivos son aquellos cuya razón de ser para constituirse
es ejercer presión (los lobbies en Estados Unidos). Los grupos de presión
parciales son aquellos grupos en los que la presión es utilizada en momentos
específicos o como instrumento adicional, no siendo ella la única finalidad del
grupo (asociaciones profesionales, asociaciones de cooperativas, asociaciones
empresariales, etc.).
Los grupos de presión nacionales son aquellos que desarrollan su acción dentro
de los límites de un Estado. Los grupos de presión internacionales ejercen su
acción traspasando los límites de un Estado, sin que necesariamente puedan ser
identificados con las organizaciones internacionales.
Entre los últimos que tienen intereses morales o valóricos, encontramos las
asociaciones filantrópicas, agrupaciones culturales, las iglesias. Entre los primeros
que son aquellos que persiguen un interés material generalmente de carácter
financiero (aumento de remuneraciones, alzas de precios, deducciones tributarias,
bonificaciones), aunque
• La persuasión
Esta forma de presión se emplea a través de las negociaciones, la información y la
propaganda, con el objeto de convencer de que ella está orientada hacia el bien
común, aun cuando en la práctica representa el interés particular o sectorial que
sirve al grupo de presión respectivo.
• La intimidación
Esta forma de presión lleva aparejada una amenaza velada o abierta del uso de la
fuerza o de no colaboración con el gobierno en el caso de no aceptarse la
propuesta del grupo de presión.
• La corrupción
Otro factor limitante de la eficacia de los grupos de presión es que las personas
que los integran pertenecen a otros grupos, ello hace que su lealtad a cada grupo
del que participan sea una lealtad parcial y condicional, dependiendo la mayor o
menor lealtad de la importancia de los propósitos del grupo de presión para la vida
de sus integrantes. Finalmente, la compatibilidad o incompatibilidad de los
intereses del grupo con los valores predominantes de la sociedad respectiva,
constituye un elemento que puede favorecer o limitar la eficacia del grupo de
presión.
Al igual que en otros países de la región, las primeras incursiones políticas de los
evangélicos en Panamá se dieron durante el periodo militar. Entre otros
acontecimientos, el reverendo Manuel Ruiz (hoy a la cabeza de la megaiglesia
Tabernáculo de la Fe) fue nombrado director general para el desarrollo de la
comunidad (DIGIDECOM), director general del Instituto para la Formación y
Aprovechamiento de Recursos Humanos (IFARHU) y embajador de Panamá en
Bolivia. Adicionalmente, de forma similar al caso peruano, las iglesias evangélicas
se consolidaron fuertemente durante el periodo militar en razón del discurso y de
las medidas antiimperialistas. Efectivamente, los tratados de devolución de la
Zona del Canal a Panamá preveían que los grupos religiosos se regirían bajo la
ley panameña, lo cual dio lugar a un cambio importante de liderazgo evangélico
extranjero a un liderazgo evangélico nacional. A partir de la transición
democrática, los evangélicos han intentado involucrarse en la política de tres
formas distintas, que corresponden a la evolución del sistema de partidos
panameño. Efectivamente, Mora Torres (2010) mostró que la modalidad de
involucramiento en la política de los evangélicos dependía del nivel de
institucionalización del sistema de partidos. Así pues, en un sistema de partidos
muy poco institucionalizado —por ejemplo, en el contexto de una transición
democrática— se han creado partidos evangélicos, con éxitos variables. En
sistemas de partidos más institucionalizados, pero no reacios a la entrada de
nuevos actores, los liderazgos evangélicos han hecho alianzas con los partidos
existentes. Finalmente, en sistemas de partidos muy institucionalizados, con
partidos muy fuertes y cerrados, los evangélicos solo han podido entrar a la
política como grupo de presión. Efectivamente, inmediatamente después de la
transición democrática, los evangélicos se organizaron en un partido político: la
Misión de Unidad Nacional (MUN), principalmente conformado por miembros de
las Asambleas de Dios, que se aliaron con el partido político Solidaridad en las
elecciones presidenciales de 1994, pero que no obtuvieron ningún puesto de
elección y cuya obtención de votos fue insuficiente para permanecer inscritos
como partidos políticos en el Tribunal Electoral. Este primer partido era
propiamente un partido evangélico tal como lo describe Pérez Guadalupe; es
decir, un “partido confesional, integrado y liderado exclusivamente por hermanos
evangélicos quienes debido a un mandato religioso quieren llegar al gobierno de
sus países para poder evangelizar mejor”. En una etapa posterior, en el sistema
de partidos panameños, al estar ya más institucionalizado, algunos líderes
religiosos se aliaron con el liderazgo de partidos políticos existentes y varios
diputados evangélicos fueron electos en 2004. Podemos citar en particular al
reverendo Agustín Escudé (por el Partido Revolucionario Democrático-PRD), a
Yasmina Guillén (por Solidaridad) y a Vladimir Herrera (por el Movimiento Liberal
Republicano Nacionalista-MOLIRENA). Esta estrategia corresponde a lo que
Pérez Guadalupe llama el modelo de “facción evangélica”; es decir, la
participación en procesos electorales dentro de partidos existentes no evangélicos,
sin necesariamente tratarse de una estrategia consensuada con la integralidad del
movimiento evangélico”, pero más bien iniciativas individuales que corresponden a
aspiraciones políticas personales. Como señala Pérez Guadalupe, a escala
latinoamericana, esta es la estrategia que ha funcionado mejor en Panamá, pues
ha llevado a varios legisladores evangélicos a la Asamblea Nacional en 2004 y
2009, y a algunos alcaldes y representantes evangélicos en municipios en 2009.
Una vez en la Asamblea Nacional, esos legisladores de la mayoría y de oposición
empujaron de forma conjunta proyectos como el Mes de la Biblia (remplazado por
el Mes de las Sagradas Escrituras debido al debate que provocó en el país) y
encabezaron la oposición a la ratificación del Ordinariato Castrense por la
Asamblea Nacional.
En 2016 apareció una nueva forma de involucramiento político mucho más activo
y efectivo por parte de los evangélicos. Así pues, a pesar del aumento significativo
en la cantidad de escaños legislativos ocupados por evangélicos para el periodo
2014-2019, los líderes evangélicos entrevistados se sintieron apartados de las
posiciones de poder dentro de los partidos por no pertenecer a los círculos
convenientes (como han expresado repetidamente las personas entrevistadas: por
no pertenecer a “la rosca”. Más que por un cambio dentro de los partidos, esto se
puede explicar por la alternancia en el Poder Ejecutivo y por el retroceso que
habría supuesto para ellos el mandato de Juan Carlos Varela. Efectivamente, a
diferencia del gobierno de Ricardo Martinelli, no existió una relación tan estrecha
con el gobierno del Partido Panameñista, el cual tiene vínculos conocidos con la
Iglesia católica. Al respecto, podemos mencionar, en particular, la organización y
el financiamiento de la Jornada Mundial de la Juventud, la restauración de varios
edificios religiosos y la donación de terrenos del Estado a la Iglesia durante su
mandato. En suma, es en aquel momento que surge uno de los conflictos más
polarizantes de los últimos años en Panamá.
Para concluir un grupo de presión es una organización que intenta influir sobre las
políticas publicas defendiendo una idea en particular.
En nuestro país se pudo observar como opero un grupo de presión religioso como
lo fue la religión evangélica y que busco entrar en el ámbito político para así luchar
a favor de sus ideales y que no logro concretarse por falta de apoyo de la
población de esta manera tratando de integrarse a la política por medio de los
partidos tradicionales.
Bibliografía
Evangelicos-y-poder.pdf (alc-noticias-media-es.s3.amazonaws.com)