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SALA CIVIL L
En Buenos Aires, a los 11 días del mes de julio del año dos
mil trece, encontrándose reunidos en Acuerdo los Señores Jueces de la Sala
“L” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil a fin de
pronunciarse en el expediente caratulado “Ormaechea. Pablo Agustín c/
Metrovías S.A s/ daños y perjuicios” de acuerdo al orden del sorteo la Dra.
Pérez Pardo dijo:
I.- Contra la sentencia de fs. 755/769 que hizo lugar a la
demanda interpuesta, recurre la citada en garantía por los agravios que
expone a fs. 819/830 -contestados a fs. 849/852-, la demandada por los de
fs. 832/835 -contestados a fs. 854/856-, el actor por los de fs. 837/845 -
contestados a fs. 860/866-.
II.- El actor reclamó los daños y perjuicios padecidos como
consecuencia del accidente ocurrido el día 26 de mayo de 2.007,
aproximadamente a las 6:55 hs., en circunstancias en que intentó ascender
en la estación Castro Barros, al subterráneo de la Línea “A” de esta Ciudad.
El anterior sentenciante hizo lugar parcialmente a la
demanda, condenando a la demandada por el 50 % de la responsabilidad en
el hecho dañoso, con costas.
Cuestiona la citada en garantía la responsabilidad atribuida, la
valoración de la prueba producida y la inoponibilidad del deducible a cargo
del asegurado. A su turno, la demandada sólo cuestiona la atribución de
responsabilidad. El accionante se queja tanto por la responsabilidad como
por la valoración de la prueba, por la cuantificación de la incapacidad
sobreviniente, del daño moral y por la tasa de interés.
III.- Atento a las quejas planteadas debo señalar que los
jueces no están obligados a analizar todas y cada una de las
argumentaciones de las partes, ni tampoco cada medida de prueba; sino
solamente aquellas que sean conducentes y posean relevancia para decidir
el caso, según la forma en que ha quedado trabada la relación procesal
(CSJN, Fallos: 144:611; 258:304, 262:222, 265:301, 272:225, 274:113,
276:132, 280:3201, 303:2088, 304:819, 305:537, 307:1121, entre otros).
Por una cuestión de orden metodológico analizaré en primer
término las quejas vertidas sobre la atribución de responsabilidad en el caso
y la valoración de la prueba.
No se cuestionó la ocurrencia del hecho; el caso trata de un
accidente en circunstancias en que el actor abordaba un vagón del subte
gestionado entonces por Metrovías S.A. No puede discutirse que el
transportador asume la obligación de transportar sano y salvo al pasajero
desde que inicia el trayecto hasta llegar a destino (art. 184, Código de
Comercio), de manera tal que si éste sufre un daño en el interín sólo carga
con la prueba de su condición de transportado y debe acreditar la relación
de causalidad entre ese daño y el transporte. El art. 184 del Código de
Comercio impone al transportista el pleno resarcimiento de los daños y
perjuicios, e incluso cuando el accidente tuviera lugar en el momento en
que el pasajero intentaba descender del vagón, aunque lo releva de tal
obligación cuando acredite que el accidente provino de fuerza mayor o
sucedió por culpa de la víctima o de un tercero por quien no resulte
civilmente responsable. Así, pesa sobre el transportista la carga de la prueba
de la existencia de algunas de las causales eximentes de responsabilidad.
Con motivo del hecho se labró la causa penal n° 2552 que
tramitó por ante el Juzgado Nacional en lo Correccional n° 1, Secretaría n°
51 de esta Ciudad. A fs. 1, declaró el Suboficial Villagra, que efectuaba
servicios de policía adicional en el ámbito de subterráneos quien no
presenció los hechos pero refirió que al tomar declaración a la testigo
Montagna, supo que un amigo suyo intentó abordar la formación cuando
repentinamente las puertas se cerraron quedando atrapado y la formación
inició su marcha, arrastrando al actor hasta el interior del túnel momento en
que un grupo de amigos que se encontraban dentro, pudieron abrir las
puertas y subirlo totalmente a la formación. Al ratificar su testimonio a fs.
197, agregó que con anterioridad al hecho había visto al actor cruzando las
vías por un lugar prohibido, agregando recién en esta declaración, que el
joven accidentado y sus amigos “se veían alcoholizados, no al punto de
perder el control total del movimiento del cuerpo, pero sí que estaban
´alegres´”. En estos autos, a fs. 633/634, este testigo volvió a prestar
declaración testimonial y reiteró el relato mencionado aclarando que “el
Poder Judicial de la Nación
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pago -coincido con el actor en que corresponde aplicar la doctrina del fallo
“Samudio de Martínez” de esta Cámara (20/4/2009) por el cual los
intereses de todas las partidas reconocidas deben liquidarse desde la mora,
es decir, desde la fecha del hecho (26/5/2007) y hasta el efectivo pago,
conforme la tasa activa cartera general (préstamos) nominal anual vencida a
30 días, del Banco de la Nación Argentina, sin que pueda interpretarse que
el cómputo de intereses por el período anterior a la sentencia importe
enriquecimiento indebido.
De allí que sobre este tema, los agravios deben admitirse,
revocándose parcialmente el fallo.
VII.- Por todas estas conclusiones, normas legales y doctrina
aplicable, propongo al acuerdo la revocación parcial del fallo, elevando a
pesos treinta y cinco mil ($35.000) la indemnización neta por incapacidad
sobreviniente; que deben abonar los demandados, elevando a pesos treinta
y cinco mil ($35.000) la indemnización neta por daño moral; disponer que
los intereses se devengarán conforme la tasa activa desde el hecho hasta el
efectivo pago en la forma dispuesta en el punto VII; declarar inoponible a
la víctima la franquicia deducible invocada por la citada en garantía, y
confirmarla en todo lo demás que fue objeto de agravio. Costas de alzada a
los demandados vencidos (art. 68 Cód. Procesal).
la forma dispuesta en el punto VII del vota de la Dra. Pérez Pardo; declarar
inoponible a la víctima la franquicia deducible invocada por la citada en
garantía, y confirmarla en todo lo demás que fue objeto de agravio. Con
costas de alzada a los demandados vencidos.
Difiérese de conocer los recursos contra la regulación de
honorarios, hasta tanto exista liquidación aprobada en los términos de ley
24.432.
Jorge A. Cebeiro
Secretario de Cámara