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Las Maravillas del

sol, la luna y las estrellas

Cuentan los indios de Panamá que el Sol, la Luna y las estrellas forman una
numerosa familia. El Sol es el jefe supremo que dicta su voluntad en las
celestes regiones del cielo; la Luna es su mejor amiga; y las estrellas sus
primas, que brillan a lo lejos.

Un nuevo día había llegado y nuestro amigo el Sol ya estaba listo para salir.
Desde bien temprano, ya estaba preparándose para que fuese un Gran Día.
Sin darse cuenta llego su hora y el cielo se vistió de muchos colores. Nuestro
amigo el sol estaba contento, pues ninguna de esas nubes traviesas había
venido a tapar su resplandor el día de hoy.

Desde el cielo, veía a los niños jugar y reír en el parque, la playa, la escuela...
y se sentía feliz porque sabía que en parte era gracias a él.
No cabe duda que uno de los astros más hermosos es la Luna. Es tan grande
y plateada que cualquiera podría perderse en su mirada.
Cuenta la leyenda que la Luna era una bella dama de piel clara y largos
cabellos color plata.
La dama Luna tenía un gran don: poseía una preciosa voz y también protegía
a cuantos seres habitaban aquel pequeño planeta azulado, el cual flotaba
en la inmensa oscuridad ignorando que allá, en lo más alto, los observaba
fascinada.

En cierto lugar de Panamá un niño se pasaba todas las noches mirando el


cielo, desde su ventana, hasta que un día el pequeño encontró una estrella
muy especial, la más hermosa, convirtiéndose ésta en su favorita.
Noche tras noche la encontraba siempre, hasta que un día de repente no
era capaz de verla. El pequeño corriendo, salió de su cuarto trepando por
un gran árbol que tenía enfrente de su ventana y buscándola sin parar,
recorrió un largo camino hasta que la encontró, pero de repente se dio
cuenta de que se había perdido.

Gracias a la iluminación que irradiaba la luna desde lo alto, el niño lograba


ver el camino y guiado por su hermosa voz que le decía: ¡Oh! que tierno y
adorado niño. No te preocupes, no estás perdido, yo te ayudare para que
llegues a tu casa sano y salvo.
Cuando el niño llegó a casa hubo una gran fiesta en el cielo la luna y las
estrellas celebran su paso entre ellas con cánticos; se llenaron de emoción
y alegría al ver al niño en los brazos de su madre.
Y desde ese entonces viven felices la gran familia, la luna, el sol y las
estrellas, astros que brillan en lo alto del cielo, observando a los niños jugar
y divertirse en el gran planeta azulado.

Autores: Luis Martinez y Gloribeth Torres

Inspirados en: la Leyenda del sol la luna y las estrellas (anónimo)


El niño y la estrella (Autora: María Gabriela)

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