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Si escuchamos una conversación real e intentamos llevarla al papel, en seguida nos damos

cuenta de que ese diálogo no funciona a nivel narrativo. Las conversaciones reales están llenas
de interrupciones, frases sin terminar e incoherencias. La clave está en mantener esa
verosimilitud de una conversación real, aunque sin tantos tropiezos. Pero, ¿cómo lo hacemos?

1. Conoce a tu personaje

Es fundamental para ponerle voz a un personaje saber todo lo posible sobre él. Su
personalidad, procedencia, edad, educación, profesión, época en la que vive… Son datos que
nos darán las pistas necesarias para entender cómo ha de hablar.

Eso sí, ojo con los dialectos o defectos en la dicción de los personajes, porque puede cansar al
lector encontrarse páginas llenas de frases mal escritas o difíciles de descifrar.

2. Interpreta su papel

Cuando tengas que dialogar, intenta ponerte en la piel de los personajes, interpretar su
actuación. Hazlo en voz alta, no te cortes (ése es el motivo por el que, desde hace años, sólo
puedo escribir en la intimidad).

Si te conviertes en el actor de tus propias obras y las interpretas mientras escribes, no sólo te
resultará más sencillo crear diálogos que funcionan, sino que incluso descubrirás los gestos y
las acciones que el diálogo te está pidiendo.

3. Dinamismo

Utiliza, en general, frases cortas, omite los verbos en algún caso, sé conciso, dinámico, no
pierdas el ritmo y el diálogo fluirá mejor. Esto no quiere decir que no puedas añadir
intervenciones de diálogo más largas o complejas, pero mejor que no sea la tónica habitual.

Tomemos como ejemplo un fragmento del diálogo que os puse en el post anterior sobre los
diálogos.

—No se asuste.

—¡No estoy asustado!

—Sí, lo estás.

—Muy bien, estoy asustado, ¿qué otra cosa puedo hacer?


—Nada más que venir conmigo y pasarlo bien. La Galaxia es un sitio muy divertido. Necesitarás
este pez en la oreja.

4. No expliques, avanza

No uses los diálogos para explicar lo que debería haberse entendido con la acción. El malo que
expone su plan diabólico al héroe punto por punto sólo funciona en las parodias. Si tienes que
explicar toda la historia a un lector al final para que se entienda, puede que tengas que
revisarlo.

Tampoco uses el diálogo para decir cosas que todos los personajes del diálogo ya conocen o
que nadie ha preguntado. Plantéate siempre si la frase que se pronuncia en cada diálogo tiene
sentido, si alguien podría realmente pronunciarla.

Como ejemplo, tomando un fragmento del diálogo de Douglas Adams, está claro que no es lo
mismo esto…:

—Lamentablemente, me he quedado en la tierra por mucho más tiempo del que pretendía —
dijo Ford—. Fui por una semana y me quedé quince años. Hasta allí me llevó un pesado, uno
de esos niños ricos sin nada que hacer y que van por ahí, buscando planetas que aún no hayan
hecho contacto interestelar para anunciarles su llegada. Primero buscan un lugar aislado
donde no haya mucha gente, aterrizan junto a algún pobrecillo inocente a quien nadie va a
creer jamás, y luego se pavonean delante de él llevando unas estúpidas antenas en la cabeza y
haciendo ¡bip!, ¡bip!, ¡bip! Realmente es algo muy infantil.

… que esto otro:

—Lamentablemente, me he quedado en la tierra por mucho más tiempo del que pretendía —
dijo Ford—. Fui por una semana y me quedé quince años.

—Pero, ¿cómo fuiste a parar allí?

—Fácil, me llevó un pesado.

—¿Un pesado?

—Sí.

—¿Y qué es…?

—¿Un pesado? Los pesados suelen ser niños ricos sin nada que hacer. Van por ahí, buscando
planetas que aún no hayan hecho contacto interestelar y les anuncian su llegada.

—¿Les anuncian su llegada? —Arthur empezó a sospechar que Ford disfrutaba haciéndole la
vida imposible.
—Sí —contestó Ford—, les anuncian su llegada. Buscan un lugar aislado donde no haya mucha
gente, aterrizan junto a algún pobrecillo inocente a quien nadie va a creer jamás, y luego se
pavonean delante de él llevando unas estúpidas antenas en la cabeza y haciendo ¡bip!, ¡bip!,
¡bip! Realmente es algo muy infantil.

5. Interrumpe de vez en cuando

También tomando como ejemplo el diálogo anterior, una buena forma de hacer verosímil el
diálogo y darle ritmo es a través de las interrupciones. Añade cortes, preguntas y comentarios
para hacer la conversación más fluida.

6. Enfádalos, hazlos dudar

Los personajes tienen que vivir a través del diálogo, mostrar sus estados de ánimo, cambiar de
opinión, estar alegres, dudar, enfadarse o mosquearse. De nuevo, interpreta y fíjate en cómo
ha de decirlo, en cómo se siente el personaje cuando pronuncia esa frase. Así descubrirás qué
palabras debe emplear y cómo las dirá.

7. Haz que importe

Como cualquier otro elemento de la narrativa, cuando hay un diálogo debería ser porque es la
mejor forma de contar ese fragmento, porque tiene que haberlo. Así que, si escribes un
diálogo, intenta que sea por algo, porque haga evolucionar la historia, porque al menos uno de
los personajes cambie de estado de ánimo, porque pasarán cosas mientras hablan.

En el diálogo de Douglas Adams del ejemplo del post anterior, Arthur pasa por distintos
estados de ánimo. Primero está en shock, no acaba de asimilar que la Tierra haya
desaparecido. Se enfada luego, se asusta y, finalmente, se resigna.

8. Rómpelo con acción

No olvides que, mientras hablamos, no solemos estarnos quietos. Mientras hablamos, también
pasan cosas y detener en ocasiones el diálogo para explicar lo que ocurre también aporta
realismo a la escena, además de que nos ayuda a hacerla avanzar.

9. No te pases con los “dijo”

Este tipo de acotaciones han de hacerse notar lo menos posible. Sobre este punto escribí hace
tiempo un post llamado el narrador en los diálogos, donde explico más detalladamente cómo
usar las acotaciones mientras hablan los personajes.

10. Lee
Como en todas las técnicas narrativas, la mejor forma de aprender es escribiendo y leyendo.
Fijarse en como lo hacen los maestros es fundamental para mejorar nuestra escritura.

Cuando leas una novela o un relato y encuentres un diálogo que funcione bien, subráyalo,
fotocópialo, anótalo o márcalo de alguna manera. Luego vuelve sobre él y desmenúzalo hasta
que entiendas su mecanismo. Pocas cosas te ayudarán más que ésta.

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