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CURSO DE DERECHO DE MINERÍA 2022

Profesor Mario Maturana Claro

CUARTA UNIDAD:

FUENTES NORMATIVAS DEL DERECHO DE MINERÍA

LECCION 4

Objetivos específicos:

Conocer el sistema de fuentes normativas del Derecho de Minería en Chile.


Los estudiantes deben ser capaces de identificar las fuentes normativas del Derecho de
Minería, distinguiendo la categoría de normas, desde la Constitución Política hasta los
reglamentos, señalando a grandes rasgos las materias que trata cada categoría.

Con ese objeto, desarrollamos a continuación los siguientes tópicos:

1.- La Constitución Política.

La constitucionalización del Derecho es un fenómeno contemporáneo, que consiste en que


los aspectos esenciales de una rama del sistema jurídico se incorporan al texto constitucional
y luego son las normas de inferior categoría, como las leyes y los reglamentos, los que
establecen la forma adoptan concretamente o cómo se cumplen las normas esenciales
establecidas en la Constitución.

Esto permite, en cada rama jurídica, establecer un núcleo estructural de instituciones,


derechos, obligaciones, competencias y procedimientos que afectan al Estado y a los
particulares, que dan forma y contenido a la rama del derecho de que se trata, esta vez, el
Derecho de Minería, sin contradecir las normas constitucionales.

El fenómeno de la constitucionalización del derecho tiene varias dimensiones. Una tiene que
ver con el cambio observado en el sistema de fuentes. Tradicionalmente la fuente principal
del derecho era la ley y los reglamentos dictados conforme a ella. Hoy es la Constitución el
eje esencial del orden jurídico. Antes primaba el principio de legalidad, hoy se ha venido a
superponer el principio de constitucionalidad. Otro aspecto de la materia, está relacionado
con la transformación que la Constitución produce en el sistema jurídico, al incorporar
normas fundamentales del derecho social, el derecho administrativo, el derecho civil, el
derecho penal, el derecho de minas, etc. 1

La lógica de incorporar aspectos esenciales de una rama del derecho en la Constitución tiene
su parangón en el recorrido de los derechos fundamentales o derechos humanos, que han sido
incorporados en la Constitución con el objeto de garantizar su vigencia, su respeto. Esto se
logra mediante la incorporación de esos derechos y garantía en un texto que sólo puede

1
Favoreau, Luis J. La Constitucionalización del Derecho. Revista.uach.cl
modificarse con altos quórum, texto que además incorpora una acción cautelar para el caso
de incumplimiento, como es la acción de protección de derechos fundamentales.

Esta misma lógica, es la que impulso al constituyente a incorporar en la Constitución Política


normas estructurales sobre el Derecho de Minería, las cuales pasaremos a examinar a
continuación.

2.-Análisis de las materias mineras tratadas por la Constitución Política.

2.1 Dominio de las minas.

El texto constitucional establece con precisión lo siguiente: “El Estado tiene el dominio
absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, comprendiéndose en
estas las covaderas, las arenas metalíferas, los salares, los depósitos de carbón e
hidrocarburos y las demás sustancias fósiles, con excepción de las arcillas superficiales,
no obstante la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos en cuyas
entrañas estuvieren situadas….”

Conforme a la revisión histórica de la génesis de Derecho de Minería, muchas de las


instituciones jurídico-mineras que hoy integran el sistema regulatorio de la actividad minera,
como la atribución de la titularidad de las minas, es el producto de un esfuerzo milenario de
juristas que, a través de todas la época, propusieron soluciones diversas, pero con un hilo
conductor en lo relativo a esta titularidad, esto es, partiendo de la titularidad del dueño del
terreno en que se hallaren ubicadas, en los albores del derecho Romano, para luego atribuirla
al emperador, al pueblo romano, al señor feudal, al patrimonio del rey y modernamente al
Estado, como lo hace nuestra Constitución Política.

Los fundamentos de esta atribución son diversos y han mudado a través de la historia, y
comprenden lo que los autores han denominado “sistemas”. Así encontramos el sistema de
accesión: el dueño del suelo superficial es dueño de la mina, pues es un bien accesorio;
sistema de ocupación: este sistema considera que las minas son cosas de nadie y atribuye su
dominio al primer ocupante; sistema de res nullius: las minas no pertenecen a nadie y el
Estado, como tutor de la riqueza pública, otorga derechos sobre los yacimientos a las
personas que reúna condiciones para explotarlos en beneficio común; sistema de libertad de
minas: es el que otorga el dominio originario de las minas al Estado, pero este dominio sería
eminente o virtual, también llamado radical, pues no tiene naturaleza patrimonial sino que
emana de la soberanía que tiene el Estado sobre el territorio, por lo mismo carece de las
facultades de usar y gozar de las minas; sistema regalista: en su versión pura este sistema
plantea que el Estado tiene un dominio patrimonial de todas las minas, no obstante el dominio
sobre el terreno en que se hallen, y el Estado puede usar, gozar y disponer de ellas, con entera
libertad. (Profundizar esta materia en Juan Luis Ossa Bulnes, citado en bibliografía del curso)

Una opinión distinta tiene Alejandro Vergara Blanco (leer artículo subido al Moodle), quien
estima que esta explicación, la de los sistemas, no da cuenta de la verdadera relación del
Estado y las minas, pues sostiene que esta se da mediante el proceso de denomina
“publicatio” que consiste en una atribución directa de la minas al orden público, de manera
que el Estado no tiene una relación patrimonial sobre los yacimientos – dominio – sino que
ha sido transferida a la esfera de las cosas públicas con la finalidad de gozar de facultades de
regular la actividad minera y cobrar tributos.

2.2 Distinción entre predio superficial y mina o yacimiento.

Esta distinción, entre mina o yacimiento mineral y el predio en que se encuentra, es


fundamental en la regulación jurídica de la actividad minera. Nace en los albores de la historia
del Derecho de Minería, ya con los romanos, y es objeto de una parte mayor de la regulación,
puesto que, al establecer dos derechos reales, dos titulares de derechos ejerciéndolos en un
mismo territorio, es naturalmente una fuente de conflictos, los que son preocupación de esta
rama del derecho, en tanto su resolución expedita favorece el desarrollo de la minería, lo que
no ocurriría si no contáramos con la capacidad de resolver dichos conflictos.

Esta distinción, está ya recogida en la Constitución Política (art. 19 N° 24, inciso sexto, parte
final) cuando establece el dominio del Estado sobre las minas y luego precisa: “no obstante
la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos en cuyas entrañas
estuvieren situadas."

2.3 Obligaciones y limitaciones de los predios superficiales.

Los predios superficiales, en los cuales se encuentran la minas o yacimientos minerales, sean
metálicos o no metálicos, “Los predios superficiales estarán sujetos a las obligaciones y
limitaciones que la ley señale para facilitar la exploración, la explotación y el beneficio de
dichas minas.” reza la parte final del inciso sexto del N° 24 del artículo 19 de la Constitución
Política.

En cumplimiento de esta norma constitucional, el artículo 8° de la Ley Orgánica


Constitucional sobre Concesiones Mineras (LOCCM) señala que los titulares de concesiones
mineras tienen derecho a que se constituyan las servidumbres convenientes a la exploración
y explotación mineras, y luego regla de modo general esas servidumbres, las formas de
constituirse y su carácter de transitorias.

Luego, es el Código de Minería, en el Título IX, desarrolla todo lo concerniente a las


servidumbres que gravan los predios superficiales y las servidumbres que se deben las
concesiones mineras entre sí.

2.4 Corresponde a la ley determinar las sustancias concesibles.

Una vez que la Constitución declara el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e


imprescriptible de todas las minas, en el inciso 7° del Artículo 19 N° 24 establece que
corresponde a la ley determinar qué sustancias de aquellas a que se refiere el inciso
precedente, exceptuados los hidrocarburos líquidos o gaseosos, pueden ser objeto de
concesiones de exploración o explotación.
Cómo podemos observar, la Constitución Política encarga a la ley determinar qué sustancias
minerales pueden ser objeto de concesión minera, es decir, qué minerales pueden ser
explorados y explotados por los particulares.

Sin embargo, la propia Constitución exceptúa algunas sustancias o minerales, es decir,


prohíbe que sobre ellas se constituyan concesiones mineras, estas son las arcillas
superficiales (Inciso 6°) y los hidrocarburos líquidos o gaseosos (Inciso 7°), refiriéndose
al petróleo y al gas, más no al carbón, hidrocarburo sólido, el cual sí puede objeto de
concesiones.

Las arcillas superficiales son minerales, que se encuentran y constituyen mayoritariamente


en los suelos agrícolas, por ello están excluidas de la posibilidad de constituir concesiones
sobre ellas, toda vez que de permitirse podría terminarse con la agricultura en el país, en
beneficio de la minería.

Veremos más adelante, que las arcillas superficiales no se consideran minerales y están
sometidas a la legislación común, no al Derecho de Minería.

Asimismo, veremos en su oportunidad como la Ley Orgánica Constitucional sobre


Concesiones Mineras incorpora al litio como un mineral, no concesibles.

2.5 Constitución de las concesiones por resolución judicial.

En el mismo inciso 7°, la Constitución, se reserva exclusivamente a una resolución judicial


la forma de constituir concesiones. Esto significa que ningún otro órgano del Estado puede
hacerlo. El fundamento de esta reserva de facultades se encuentra en la idea que los
tribunales, al formar parte de un poder del Estado separado del Ejecutivo y del Legislativo
tienen mayor autonomía e independencia para resistir la influencia de grupos o personas,
interesadas en obtener concesiones sobre los yacimientos minerales, los cuales en muchos
casos pueden tener muy altos valores

Cuando estudiemos el procedimiento de constitución de concesiones mineras,


profundizaremos en esta materia, señalando cuáles tribunales son competentes para para
conocer y constituir las concesiones de exploración o explotación.

2.6 Una ley orgánica constitucional determinará la duración, los derechos que confiere
y las obligaciones que emanan de la concesión minera.

La duración de las concesiones mineras, los derechos que confieren a sus titulares y las
obligaciones a que están sometido, generalmente para conservar la concesión, son cuestiones
basales del Derecho de Minería, por cuanto están referidas a dar certeza jurídica como una
manera lograr un desarrollo minero lo más amplio posible. Esto se logra compensando lo
aleatorio de la actividad con seguridad jurídica. En el logro de esta política, el Derecho de
Minería es un instrumento para el cumplimiento de esa finalidad.

Todas estas cuestiones, son también materias de ley orgánica constitucional.


2.7 La concesión obliga al dueño a desarrollar la actividad necesaria para satisfacer el
interés público que justifica su otorgamiento.

El mismo inciso 7°, hace una declaración fundamental para la estructura del Derecho de
Minería, cuando precisa que: “La concesión minera obliga al dueño a desarrollar la
actividad necesaria para satisfacer el interés público que justifica su otorgamiento.”

Es fundamental, porque unida al dominio de todas las minas en el Estado y al otorgamiento


de concesiones para explorar o explotar minerales concesibles, las concesiones se otorgan
para desarrollar la actividad minera, desarrollo que es de interés público. Destaco esta
declaración, pues no es menor que la propia Constitución Política establezca que el desarrollo
de la minería es de interés público. Esta declaración será el fundamento o la explicación de
normas mineras específicas que estudiaremos posteriormente.

2.8 Régimen de amparo y causales de caducidad para el caso de incumplimiento o de


simple extinción del dominio sobre la concesión.

La forma de lograr que el concesionario desarrolle la actividad minera para la cual constituyó
la concesión (lo que es de interés público como vimos) es lo que denomina régimen de
amparo.

En el inciso 7°, en estudio, la Constitución declara: “Su régimen de amparo será establecido
por dicha ley, tenderá directa o indirectamente a obtener el cumplimiento de esa obligación
y contemplará causales de caducidad para el caso de incumplimiento o de simple extinción
del dominio sobre la concesión.”

Los regímenes de amparo se encuentran en la larga génesis histórica del derecho de Minería
y son de dos clases: directos o indirectos.

Los regímenes directos son aquellos en que para conservar la concesión su titular debe
explotar permanente la mina, es lo que se denominó pueble. Conforme a él, el minero debía
demostrar que tenía permanentemente operarios en la mina y estaba extrayendo minerales.

El régimen indirecto, por el cual optó la Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones
Mineras, consiste en el pago de una patente anual, lo que significa que la concesión está
amparada en la medida que el pago de la patente esté al día, sin que sea necesario que
demuestre que está trabajando la mina y extrayendo minerales.

Es indirecto, porque estimula la exploración o explotación mediante un incentivo tributario,


consistente en que si explota puede descontar el valor de la patente como gasto necesario
para producir la renta afecta a impuesto.

Estudiaremos detalladamente el régimen de amparo establecido en nuestro derecho, en la


LOCCM y desarrollado en el Código de Minería.
2.9 Competencia exclusiva de los tribunales ordinarios de justicia para declarar la
extinción de las concesiones.

Además de establecer la Constitución Política que la facultad de constituir concesiones


mineras en favor de particulares es exclusiva de los tribunales, el inciso 8° del N° 24 del Art.
19, establece que también es de competencia exclusiva de los tribunales ordinarios de justicia
declarar la extinción de tales concesiones.

Así expresa dicho inciso: “Será de competencia exclusiva de los tribunales ordinarios de
justicia declarar la extinción de tales concesiones. Las controversias que se produzcan
respecto de la caducidad o extinción del dominio sobre la concesión serán resueltas por
ellos; y en caso de caducidad, el afectado podrá requerir de la justicia la declaración de
subsistencia del derecho.”

Como podemos observar, esta declaración es una ampliación de la reserva de la


competencia judicial exclusiva en todo lo relativo a la concesión minera, es decir,
respecto de su constitución, caducidad, extinción de la concesión y extinción del dominio
sobre la concesión, y en caso de caducidad, la declaración de subsistencia del derecho, sin
que en estas materias pueda intervenir de manera decisoria ningún otro órgano del Estado.

2.10 El dominio del titular sobre su concesión está protegido por la garantía
constitucional al dominio.

Sobre la concesión minera, constituida o en trámite, su titular tiene dominio.

Este es un dominio común, regido por la normativa civil aplicable en general al derecho de
dominio o propiedad.

Esto subyace tácitamente en la declaración del inciso 9° del N° 24 del artículo 19: “El
dominio del titular sobre su concesión minera está protegido por la garantía constitucional
de que trata este número”

Es decir, la garantía al derecho de dominio que establece el N° 24 del artículo 19 de la


Constitución Política, garantía que adquiere dos formas, como aparece de los cinco primeros
incisos de dicho número.

2.11 Formas de la exploración, explotación o el beneficio por el Estado, de sustancias


no concesibles.

Por fin, el inciso 10° del N° 24 del artículo 19 de la Constitución, establece detalladamente
cómo puede el Estado explorar, explotar o beneficiar los yacimientos minerales que
contengan sustancias no susceptibles de concesión minera.

Estos yacimientos, como todos, son del Estado, pero sobre ellos no puede constituir
concesiones mineras, porque los minerales que contienen son inconcesibles. Estos son los
hidrocarburos líquidos y gaseosos (petróleo y gas) y el litio.
Estado puede explorar, explotar o beneficiar estos minerales y estos yacimientos de las
siguientes formas:

1.- Directamente por el Estado.


2.- Por sus empresas.
3.- Por medio de concesiones administrativas (no judiciales).
4.- Por medio de contratos especiales de operación, con los requisitos y bajo las condiciones
que el Presidente de la República fije, para cada caso, por decreto supremo.

Esta norma, es decir las cuatro formas precedentes, se aplicará también a los (1)
yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la
jurisdicción nacional y (2) a los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley,
se determinen como de importancia para la seguridad nacional.

El presidente de la República podrá poner término, en cualquier tiempo, sin expresión de


causa y con la indemnización que corresponda, a las concesiones administrativas o a los
contratos de operación relativos a explotaciones ubicadas en zonas de importancia para la
seguridad nacional, con efectos mineros.

Bibliografía:

Mínima: Juan Luis Ossa Bulnes: Tratado de Derecho de Minería. Quinta Edición.
CAPITULO PRIMERO. Apartados I y II.

Complementaria: Alejandro Vergara Blanco. Instituciones de Derecho Minero. Abeledo


Perrot. Legal Publishing. Santiago de Chile. 2010. Págs. 93 – 142.

INTERROGANTES, para evaluación formativa:

1.- Características del dominio del Estado sobre las minas.

2.- A qué se refiere la constitución con la expresión “minas”.

3.- Indique, sintéticamente, los “sistemas” que pretender dar una explicación de la relación
del Estado con las minas.

4.- Qué plantea, al respecto, el profesor Alejandro Vergara con la idea de “publicatio”.

5.- Explique la distinción entre terreno superficial y mina.

6.- En síntesis, en qué consisten las limitaciones y obligaciones que afectan a los predios
superficiales, en beneficio de las concesiones mineras.

7.- ¿A qué clase de norma jurídica corresponde determinar qué sustancias minerales pueden
ser objeto de concesiones mineras?
8.- ¿Qué sustancias minerales exceptúa la propia Constitución de ser objeto de concesiones
mineras en favor de los particulares?

9.- ¿Qué órgano del Estado tiene facultad exclusiva para constituir concesiones sobre
minerales declarados concesibles por la ley?

10.- ¿Cuál es el ámbito de esa competencia?

11.- ¿Qué persigue el régimen de amparo y qué formas puede adoptar?

12.- ¿En qué consiste la garantía del dominio del titular sobre su concesión minera?

13.- Enumere las cuatro formas en que el Estado puede explorar, explotar o beneficiar los
minerales no concesibles.

14.- Indique a qué yacimientos se aplican estas cuatro formas de explorar, explotar o
beneficiar sus minerales.

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