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CUARTA UNIDAD:
LECCION 4
Objetivos específicos:
El fenómeno de la constitucionalización del derecho tiene varias dimensiones. Una tiene que
ver con el cambio observado en el sistema de fuentes. Tradicionalmente la fuente principal
del derecho era la ley y los reglamentos dictados conforme a ella. Hoy es la Constitución el
eje esencial del orden jurídico. Antes primaba el principio de legalidad, hoy se ha venido a
superponer el principio de constitucionalidad. Otro aspecto de la materia, está relacionado
con la transformación que la Constitución produce en el sistema jurídico, al incorporar
normas fundamentales del derecho social, el derecho administrativo, el derecho civil, el
derecho penal, el derecho de minas, etc. 1
La lógica de incorporar aspectos esenciales de una rama del derecho en la Constitución tiene
su parangón en el recorrido de los derechos fundamentales o derechos humanos, que han sido
incorporados en la Constitución con el objeto de garantizar su vigencia, su respeto. Esto se
logra mediante la incorporación de esos derechos y garantía en un texto que sólo puede
1
Favoreau, Luis J. La Constitucionalización del Derecho. Revista.uach.cl
modificarse con altos quórum, texto que además incorpora una acción cautelar para el caso
de incumplimiento, como es la acción de protección de derechos fundamentales.
El texto constitucional establece con precisión lo siguiente: “El Estado tiene el dominio
absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, comprendiéndose en
estas las covaderas, las arenas metalíferas, los salares, los depósitos de carbón e
hidrocarburos y las demás sustancias fósiles, con excepción de las arcillas superficiales,
no obstante la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos en cuyas
entrañas estuvieren situadas….”
Los fundamentos de esta atribución son diversos y han mudado a través de la historia, y
comprenden lo que los autores han denominado “sistemas”. Así encontramos el sistema de
accesión: el dueño del suelo superficial es dueño de la mina, pues es un bien accesorio;
sistema de ocupación: este sistema considera que las minas son cosas de nadie y atribuye su
dominio al primer ocupante; sistema de res nullius: las minas no pertenecen a nadie y el
Estado, como tutor de la riqueza pública, otorga derechos sobre los yacimientos a las
personas que reúna condiciones para explotarlos en beneficio común; sistema de libertad de
minas: es el que otorga el dominio originario de las minas al Estado, pero este dominio sería
eminente o virtual, también llamado radical, pues no tiene naturaleza patrimonial sino que
emana de la soberanía que tiene el Estado sobre el territorio, por lo mismo carece de las
facultades de usar y gozar de las minas; sistema regalista: en su versión pura este sistema
plantea que el Estado tiene un dominio patrimonial de todas las minas, no obstante el dominio
sobre el terreno en que se hallen, y el Estado puede usar, gozar y disponer de ellas, con entera
libertad. (Profundizar esta materia en Juan Luis Ossa Bulnes, citado en bibliografía del curso)
Una opinión distinta tiene Alejandro Vergara Blanco (leer artículo subido al Moodle), quien
estima que esta explicación, la de los sistemas, no da cuenta de la verdadera relación del
Estado y las minas, pues sostiene que esta se da mediante el proceso de denomina
“publicatio” que consiste en una atribución directa de la minas al orden público, de manera
que el Estado no tiene una relación patrimonial sobre los yacimientos – dominio – sino que
ha sido transferida a la esfera de las cosas públicas con la finalidad de gozar de facultades de
regular la actividad minera y cobrar tributos.
Esta distinción, está ya recogida en la Constitución Política (art. 19 N° 24, inciso sexto, parte
final) cuando establece el dominio del Estado sobre las minas y luego precisa: “no obstante
la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos en cuyas entrañas
estuvieren situadas."
Los predios superficiales, en los cuales se encuentran la minas o yacimientos minerales, sean
metálicos o no metálicos, “Los predios superficiales estarán sujetos a las obligaciones y
limitaciones que la ley señale para facilitar la exploración, la explotación y el beneficio de
dichas minas.” reza la parte final del inciso sexto del N° 24 del artículo 19 de la Constitución
Política.
Veremos más adelante, que las arcillas superficiales no se consideran minerales y están
sometidas a la legislación común, no al Derecho de Minería.
2.6 Una ley orgánica constitucional determinará la duración, los derechos que confiere
y las obligaciones que emanan de la concesión minera.
La duración de las concesiones mineras, los derechos que confieren a sus titulares y las
obligaciones a que están sometido, generalmente para conservar la concesión, son cuestiones
basales del Derecho de Minería, por cuanto están referidas a dar certeza jurídica como una
manera lograr un desarrollo minero lo más amplio posible. Esto se logra compensando lo
aleatorio de la actividad con seguridad jurídica. En el logro de esta política, el Derecho de
Minería es un instrumento para el cumplimiento de esa finalidad.
El mismo inciso 7°, hace una declaración fundamental para la estructura del Derecho de
Minería, cuando precisa que: “La concesión minera obliga al dueño a desarrollar la
actividad necesaria para satisfacer el interés público que justifica su otorgamiento.”
La forma de lograr que el concesionario desarrolle la actividad minera para la cual constituyó
la concesión (lo que es de interés público como vimos) es lo que denomina régimen de
amparo.
En el inciso 7°, en estudio, la Constitución declara: “Su régimen de amparo será establecido
por dicha ley, tenderá directa o indirectamente a obtener el cumplimiento de esa obligación
y contemplará causales de caducidad para el caso de incumplimiento o de simple extinción
del dominio sobre la concesión.”
Los regímenes de amparo se encuentran en la larga génesis histórica del derecho de Minería
y son de dos clases: directos o indirectos.
Los regímenes directos son aquellos en que para conservar la concesión su titular debe
explotar permanente la mina, es lo que se denominó pueble. Conforme a él, el minero debía
demostrar que tenía permanentemente operarios en la mina y estaba extrayendo minerales.
El régimen indirecto, por el cual optó la Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones
Mineras, consiste en el pago de una patente anual, lo que significa que la concesión está
amparada en la medida que el pago de la patente esté al día, sin que sea necesario que
demuestre que está trabajando la mina y extrayendo minerales.
Así expresa dicho inciso: “Será de competencia exclusiva de los tribunales ordinarios de
justicia declarar la extinción de tales concesiones. Las controversias que se produzcan
respecto de la caducidad o extinción del dominio sobre la concesión serán resueltas por
ellos; y en caso de caducidad, el afectado podrá requerir de la justicia la declaración de
subsistencia del derecho.”
2.10 El dominio del titular sobre su concesión está protegido por la garantía
constitucional al dominio.
Este es un dominio común, regido por la normativa civil aplicable en general al derecho de
dominio o propiedad.
Esto subyace tácitamente en la declaración del inciso 9° del N° 24 del artículo 19: “El
dominio del titular sobre su concesión minera está protegido por la garantía constitucional
de que trata este número”
Por fin, el inciso 10° del N° 24 del artículo 19 de la Constitución, establece detalladamente
cómo puede el Estado explorar, explotar o beneficiar los yacimientos minerales que
contengan sustancias no susceptibles de concesión minera.
Estos yacimientos, como todos, son del Estado, pero sobre ellos no puede constituir
concesiones mineras, porque los minerales que contienen son inconcesibles. Estos son los
hidrocarburos líquidos y gaseosos (petróleo y gas) y el litio.
Estado puede explorar, explotar o beneficiar estos minerales y estos yacimientos de las
siguientes formas:
Esta norma, es decir las cuatro formas precedentes, se aplicará también a los (1)
yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la
jurisdicción nacional y (2) a los situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley,
se determinen como de importancia para la seguridad nacional.
Bibliografía:
Mínima: Juan Luis Ossa Bulnes: Tratado de Derecho de Minería. Quinta Edición.
CAPITULO PRIMERO. Apartados I y II.
3.- Indique, sintéticamente, los “sistemas” que pretender dar una explicación de la relación
del Estado con las minas.
4.- Qué plantea, al respecto, el profesor Alejandro Vergara con la idea de “publicatio”.
6.- En síntesis, en qué consisten las limitaciones y obligaciones que afectan a los predios
superficiales, en beneficio de las concesiones mineras.
7.- ¿A qué clase de norma jurídica corresponde determinar qué sustancias minerales pueden
ser objeto de concesiones mineras?
8.- ¿Qué sustancias minerales exceptúa la propia Constitución de ser objeto de concesiones
mineras en favor de los particulares?
9.- ¿Qué órgano del Estado tiene facultad exclusiva para constituir concesiones sobre
minerales declarados concesibles por la ley?
12.- ¿En qué consiste la garantía del dominio del titular sobre su concesión minera?
13.- Enumere las cuatro formas en que el Estado puede explorar, explotar o beneficiar los
minerales no concesibles.
14.- Indique a qué yacimientos se aplican estas cuatro formas de explorar, explotar o
beneficiar sus minerales.