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Mesa 048.

Historia del sistema universitario argentino

Universidad, prensa y peronismo. La UNT y su diario “Trópico” (1947-1950)

Lic. Roberto Emmanuel Gonzalez


Universidad Nacional de tucuman
DNI: 36585506
Roemmgo@gmail.com
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Introducción
El primer peronismo desplegó una fuerte política intervencionista en la universidad y los
medios de prensa, producto de su concepción del rol que debían tener estos en la sociedad y como
medio para mitigar el antiperonismo que predominaba en ellos. Mediante esta política logró
controlar la universidad, pero no los medios de prensa en su totalidad.
En este contexto, el Rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) designado por
Perón mediante la nueva ley universitaria (1947), Dr. Horacio Descole, proyecta una original obra
de reestructuración en la UNT. En esta tarea crea un órgano universitario de prensa escrita: el
diario Trópico.
A pesar de que el diario se editó sólo durante un corto periodo de tiempo (1947-1950) y a las
“circunstancias poco propicias” en la que fue creado, fue uno de los proyectos más ambiciosos de
la gestión de Descole. Sin embargo, la característica principal que la diferencia de las demás
expresiones periodísticas de su época, es que fue el primer y único diario universitario del país.
Por todo esto y el desafío de funcionar en complejas circunstancias políticas, resulta una
publicación de gran interés.
Se propone como objetivo principal indagar cuáles fueron las características de Trópico y las
funciones que pretendía la UNT que éste cumpliera. Como objetivo secundario, se busca
responder cuál fue la relación del diario con el gobierno peronista.
Se sostiene como hipótesis que la UNT pretendía con Trópico crear un diario independiente
del poder político, de alto nivel periodístico y con alcance regional. Sin embargo, en la práctica
estas aspiraciones se vieron limitadas debido a dos cuestiones: los problemas económicos y
logísticos que atravesó el diario y su clara inclinación oficialista debido a la política
intervencionista del peronismo.
Para comprender las características y funciones de Trópico y su relación con el peronismo, se
comenzará haciendo un repaso del contexto político en el que fue creado, centrándose en la
política universitaria y de prensa escrita del gobierno peronista, para pasar luego a analizar la
situación específica de la UNT y de Trópico.

La “Nueva universidad” para la “Nueva Argentina”


Con la llegada de Perón a la presidencia la Argentina se dividió en dos bloques antagónicos e
irreconciliables: el que llevó a Perón al poder (con presencia dominante del sindicalismo obrero), y
el otro que representaba el tradicional modelo agroexportador)
teniendo como guía a la sociedad rural, la Unión industrial, la cámaras de comercio, y la gran

1
empresa), generando un país con opciones políticas marcadamente antagónicas. La universidad fue

uno de los escenarios donde se evidenció este enfrentamiento. Los universitarios reformistas eran
opositores al gobierno militar surgido de la revolución del ´43, quienes promovieron la avanzada
nacionalista, ultra conservadora y católica en la universidad. Perón, quien formó parte de aquel
gobierno, fue visto como continuador de esta orientación, siendo calificado como “fascista”. Como
consecuencia, la FUA se alineó con la UD. La derrota de estos en las elecciones presidenciales de
1946 deslegitimó la posición de los académicos anti peronistas y permitió al nuevo gobierno crear
un marco legal a su proyecto universitario, legitimando así la intervención del ejecutivo nacional, y
convirtiendo a la universidad en una unanimidad política. En consecuencia, se puede caracterizar a
la universidad de los años del primer peronismo como profundamente oficialista, controlada por el
gobierno y orientada a trabajar por el cumplimiento de los objetivos políticos, económicos y
culturales del gobierno.
Existen contrastantes lecturas acerca de la política universitaria del primer peronismo1. En
líneas muy generales se la puede dividir entre quienes tienen una valoración negativa y otra
positiva.
Entre los primeros, los estudios se centran en las políticas represivas del gobierno, la pérdida de
la autonomía universitaria y de su democracia política. El fin del co-gobierno estudiantil, los
recambios docentes, la prohibición de la militancia política y la eliminación de toda oposición al
oficialismo, llevaron a señalar a este como un periodo de atraso en relación a los logros de la
Reforma del 18, al igual en lo que se refiere a la calidad educativa, negando así la existencia de un
proyecto universitario alternativo racional. Por otra parte, quienes tienen una valoración positiva
enfatizan los logros en cuanto a la democratización social universitaria. Estos destacan las políticas
orientadas a la masividad de nuevos estudiantes proveniente de clases sociales bajas, como el plan
de becas, el fin del arancelamiento y la fundación de la Universidad Obrera Nacional (UON),
remarcando el nuevo rol que el gobierno otorgó a la universidad, conforme al proyecto de país que
impulsaba. Sin embargo, recientes estudios procuran superar esas lecturas, analizando la política
universitaria peronista considerándolo un fenómeno heterogéneo.
El modelo universitario peronista y las críticas que tenía Perón hacia el sistema fueron
consecuencia del conflicto que existía entre este y los universitarios reformistas, como así también a
su intención de adaptar la universidad a la nueva situación política nacional y su proyecto de país.
Según afirma Julian Dercoli, Perón planteaba “ (...) una nueva relación entre Universidad, Sociedad
y Estado, la cual es subsidiaria de una concepción particular del rol que debían jugar la técnica, la

1 Entre quienes sostienen una evaluación positiva de la política universitaria del primer peronismo, se puede nombrar
a Julián Dercoli (2014), quien afirma que las leyes sancionadas intentan estrechar la relación entre la universidad y la
sociedad, orientadas a satisfacer las necesidades territoriales. Düsseldorf y Pinneau (1995), destacan la importancia de
la apertura democrática de la universidad, mientras que Álvarez Tomarone (2006), siguiendo una posición similar,
sostiene que el peronismo se dedica a la unificación de un sistema universitario disperso.
Quienes tienen una evaluación negativa, se puede nombrar a Wangone y Warley (1984), destacando el perfil
represivo del peronismo en la universidad, Halperín Donghi (1962) estudia también este papel de la política peronista,
además de destacar la pérdida de calidad de la universidad. Esta misma línea sigue Osvaldo Graciano (1991).
Mariano Plotkin (1993), estudia cómo a partir de las cesantías de docentes, el peronismo adoctrinó la universidad,
mientras que Pablo Buchbinder (2010), analiza la política universitaria peronista, como el intento de eliminación de
un elemento hostil.
Por último, autores como Nayla Pis Diez (2012), y Pablo Fasce (2019), tienen una posición intermedia, destacando
los elementos represivos de la política universitaria del primer peronismo, como así también, los logros en cuanto a la
democratización social.

2
tecnología y el conocimiento en el desarrollo nacional”2.
En el año de su asunción a la presidencia, Perón hizo un diagnóstico crítico del sistema
universitario, señalándolo como el mayor problema educativo y como una institución que no era
democrática, alejada del pueblo y de la realidad de la nación.
Esta situación la atribuyó a la falta de acceso al sistema universitario de las clases humildesy
al carácter reaccionario de los docentes, pero principalmente a la politización universitaria que
desvirtuó sus fines reales. Todo esto era lo que pretendía resolver.
Perón consideraba que la universidad no debía apartarse de su función de formadora de
profesionales. Según su diagnóstico, la politización de la institución la desnaturalizaba.
Consideraba a la política como un elemento extraño y fomentado desde fuera. Esta intromisión
era lo que impugnaba el gobierno, y era su responsabilidad corregir esta “desviación”3.
La universidad debía estar al servicio de las necesidades regionales, tanto en los aspectos
económicos como culturales y sociales en la que tuviera influencia cada institución. De modo que
en el proyecto peronista, la universidad tendría un papel importante en el cumplimiento de los
objetivos de independencia económica y consolidación de la industria nacional, a través del
desarrollo de la ciencia pura y de la técnica. La aplicación práctica de la segunda, sería
consecuencia del desarrollo de la primera.
El proyecto universitario peronista fue plasmado en una legislación entre 1947 y 1954. En ella
se planificó y reglamentó sus funciones, orientando la producción del conocimiento hacia fines
sociales y democratizó su acceso. También prohibió la militancia política en la universidad y
terminó con el cogobierno estudiantil. En este período se sancionó la Ley de Educación Superior
(conocida como “Ley Guardo”, 1947), y se estableció mediante decreto el régimen de gratuidad
universitaria (1949). La ley Guardo (N·13.031) reemplazó a la ley Avellaneda de 1885, pasando
de ser una ley de cuatro artículos a una de 119. En ella se da forma legal a la universidad
“peronista”, enunciando como objetivo

“(...) la formación de la juventud para la vida, para, el cultivo de las ciencias y para el ejercicio
de las profesiones liberales, debiendo actuar con sentido social en la difusión de la cultura para
el prestigio y engrandecimiento de la Nación”.

Esta ley prohibió las actividades políticas de docentes y alumnos, y estableció la forma de
elección de las autoridades, donde se eliminó el co-gobierno y la autonomía universitaria, pasando
a ser injerencia del ejecutivo nacional el nombrar a los rectores, y estos a su vez designar a los
decanos. Los estudiantes tenían voz (solo en temas de su incumbencia) pero no voto, siendo sus
representantes sorteados entre los mejores promedios, quienes formaban parte de la Asamblea
Universitaria.
Para 1948 el gobierno creó la Universidad Obrera Nacional, ideada para la formación técnica
superior de los trabajadores. Al año siguiente eliminó el arancelamiento en todas las universidades
estatales mediante el decreto presidencial 29.337/49. La gratuidad sería incluida posteriormente
en el segundo plan quinquenal y en la ley universitaria de 1954. Estas políticas tuvieron como
resultado un aumento significativo del número de estudiantes universitarios.
2 Dercoli, Juan (2014), “De la Ley Guardo a la LES. Cambios y continuidades en las políticas universitarias
de los gobiernos peronistas. Un análisis a partir de la legislación y los debates parlamentarios”. pág 1.
3 Lettieri, Alberto (2002): “Perón y la prensa periódica. Los editoriales del diario Democracia y la doctrina
peronista ``De la crisis de legitimidad a la legitimidad en crisis, Ficha de la Cátedra de Historia de los sistemas
políticos, OPFyL /FFyL/UBA.

3
La política universitaria oficial también se caracterizó por la persecución contra profesores
opositores. Miles de intelectuales universitarios la sufrieron bajo el argumento de la politización
que dominaba los claustros. Figuras importantes como Amado Alonso, Bernardo Houssay, Juan
Garrahan, Emilio Ravignani, Ricardo Rojas en la UBA o Francisco Romero, Juan Mantovani y
José Monner Sans en La Plata, abandonaron la universidad, muchos de ellos exiliándose en el
extranjero.

Prensa y peronismo
La política de medios de Perón fue (y sigue siendo) muy cuestionada debido a su
autoritarismo y al abierto combate contra los grandes medios de prensa y los intereses que estos
representaban. Estas medidas no deben ser estudiadas como una construcción programática
dentro de una doctrina4, sino como respuestas a la turbulenta situación política de aquellos años, y
al rol de la prensa argentina en ese contexto, dominada por empresas antiperonistas 5
representantes de los intereses del modelo político con el que el peronismo había terminado. A
esta política se la puede definir como de censura y centralización, que llevaron a un control
estatal de los medios de comunicación, y a una “(...) regulación normativa extraordinaria,
jurídica, política y económica como jamás se había logrado, desde lo cualitativo y cuantitativo,
con altos contenidos de política de comunicación y contenidos culturales” 6. Sin embargo, este
control nunca fue total, puesto que muchos de los grandes diarios opositores siguieron
publicando.
Durante la campaña presidencial de 1946 la mayoría de la prensa apoyó a la Unión
Democrática (UD) y acallaron la figura de Perón, llegando incluso a evitar nombrarlo,
refiriéndose a él como, “el coronel retirado”, o “el candidato de las fuerzas recientemente
creadas”
La prensa opositora estaba formada por los principales diarios del país: La Prensa, La Nación
y El Mundo; los vespertinos La Razón, Crítica y Noticias Gráficas y también La Vanguardia.
Pocos diarios de menor importancia apoyaban la candidatura de Perón: Democracia, La Época,
Tribuna y El Laborista. A pesar de esta enorme ventaja de la UD, el peronismo vence
cómodamente en las elecciones de 1946. La férrea oposición hacia el peronismo se mantuvo
durante todo su gobierno.
Para Perón la función que debía tener la prensa en la “Nueva Argentina” era la de cooperar en
la ejecución de su proyecto en defensa de los supremos intereses nacionales frente a los del
imperio, que buscaba infligir los intereses de la patria. La oposición encarnaba esos intereses, por
lo tanto, una prensa opositora sería una empresa antinacional, y como tal, debía ser combatida.
Sostenía también que sólo el Estado debía organizar y establecer las libertades, y no los
representantes del nuevo orden internacional de posguerra. En consecuencia, el peronismo
desplegó una política autoritaria en relación a la prensa escrita y los medios de comunicación en
general, bajo el argumento de la “defensa de los intereses nacionales”. Frente a la “publicidad
engañosa del imperialismo” la prensa debía mostrar la verdadera realidad del país: la “revolución”

4 Lettieri, Alberto (2002): “Perón y la prensa periódica. Los editoriales del diario Democracia y la doctrina peronista
`` De la crisis de legitimidad a la legitimidad en crisis, Ficha de la Cátedra de Historia de los sistemas políticos,
OPFyL /FFyL/UBA.
5 Sirvén, Pablo (1984): Perón y los medios de comunicación (1943-1955), Buenos Aires, Centro Editor de América
Latina.
6 Arriba, Sergio (2012). “El peronismo y la politica de radiodifusión (1946-1955)”. pág 22.

4
que la Argentina había vivido, el bienestar de la población que dieran cuenta del “momento feliz”
de los argentinos.
Sobre la base de esta lectura Perón procuró desarrollar su política de medios. Entre 1946 y
1949 se destacan varios recursos: el control del papel prensa 7, la modificación del código penal
para evitar la crítica exhaustiva, potenciando la figura de desacato y asignado con prisión 8, la
expropiación, allanamientos y clausuras y de medios de prensa gráfica 9, la creación de la
Comisión Bicameral Investigadora de Actividades Antiargentinas”10, y la compra de talleres de
imprenta y medios de prensa gráfica.
Otra medida importante, fue la compra de diarios por terceros cercanos al gobierno. Estos
compraron el 51% de la editorial Haynes, quien publicaba los periódicos más importantes de la
época. Los diarios que no fueron comprados sufrieron la persecución a través de la aplicación de
medidas como la búsqueda constante de contravenciones en la contratación de empleados o la
situación edilicia.
Mediante estas estrategias, el gobierno concentraba en sus manos a fines de la primera
presidencia a la mayoría de la prensa del país. Para organizarla creó Alea S.A, quien imprimía una
enorme cantidad de diarios, folletos y volantes peronistas, y para diarios oficialistas privados.
En el caso de la prensa tucumana, el principal diario, La Gaceta, era opositor al peronismo.
Esta no fue expropiada, pero sí sufrió la censura a través del monopolio estatal del papel prensa,
siéndole otorgada una mínima cantidad. Esta política, además de obligar disminuir el volumen y
la cantidad de diarios editados por día, retrasó proyectos como el de la sección cultural,
proyectada para 1947. Leandro Lichtmajer sostiene que si bien esta fue opositora a la candidatura
de Perón, mesuró su oposición al gobierno una vez llegado el peronismo al poder

UNT y su diario Trópico


Farrel intervino la Universidad Nacional de Tucumán a comienzos de 1946, nombrando
como interventor el 6 de mayo de ese mismo año al Dr Horacio Descole. Este sería ratificado
como Rector por Perón al año siguiente, en virtud de la nueva Ley Universitaria sancionada en
1947 que otorgaba al Ejecutivo Nacional la potestad de designar rectores en las universidades.
Descole se mantendría en el cargo hasta 1951.
Con Descole en la UNT, Perón encontró un fiel ejecutor de su modelo universitario, cuyo fin
era crear una universidad “apolítica”, dedicada solo a la formación de profesionales que sirvieran
a las necesidades regionales. En el marco de este modelo, Descole realizó una original tarea de
reestructuración universitaria, apuntando a convertir a la UNT en una universidad de impronta
regional, atenta a las necesidades de todo el Norte Argentino, según el modelo nacional.
En este proceso de reestructuración universitaria, se crea en enero de 1947 el Instituto de
Periodismo bajo la órbita del rectorado y dirigido por el Dr. Horacio Felix Lagos. Bajo

7 Desde el gobierno de facto de 1943 existieron normas que regulaban la circulacion y oblogaban entregar al estado el
excedente de papel prensa. El peronismo continuó esta politica exigiendo a las grandes emp´resas la entrega del
excedente para repartirlo “equitativamente” bajo el argumento de la escasez del material (situacion que era cierta),
pero que fue usado para beneficiar a los medios que napoyaban al gobierno.
8 Ley N° 13.569. se modifican articulos del Codigo Penal.
9 Se clausuraron los diarios “La Vanguardia” del Partido Socialista el 27 de agosto de 1947, “El Intransigente” y
“Provincias Unidas” de la UCR Se produjeron allanamientos en “La Nación”; “Clarín”; “La Prensa” y “La Hora” el 23
de noviembre de 1949, y en las agencias de noticias “United Press” y “Associated Press” el 25 de noviembre de 1949.
10 La Comisión Bicameral de Actividades Antiargentinas realizó tareas de control y depuración de medios de prensa,
dedicandose a silenciar a la oposición y a los medios llamados “independientes”

5
dependencia de este instituto fueron creados la escuela de periodismo, el departamento de
publicaciones y los talleres gráficos de la universidad. La tarea fundamental del Instituto fue la
publicación del diario Trópico, mientras que la escuela formaría periodistas profesionales.
Con estas creaciones se buscó elevar el nivel del periodismo en el NOA, convirtiéndola en
disciplina universitaria. Descole evaluaba esto como una necesidad regional, ya que le otorgaba
un importante rol social al periodismo, concibiéndolo como modelador de la percepción de la
realidad. Por otro lado, tenía un diagnóstico crítico para con la prensa argentina de la época11.
Ante esta lectura, consideraba que era deber de la Universidad marcar el rumbo y preparar
periodistas que se adecuen a la dignidad de su tarea, presentando la información de forma
reflexiva, aportando soluciones y no solo marcando los problemas. Su primordial propósito, como
afirmaba en 1950 luego de su cierre, fue “(...) presentar al público de todo el Norte del país, un
diario moderno, bien impreso, y ampliamente informado, a la vez que digno vehículo de difusión
de la Universidad De Tucumán”12. Según María Celia Bravo, “(...) el instituto y especialmente
Trópico estaban destinados a consolidar la influencia de la UNT en el norte argentino y a crear un
ambiente social permeable a la cultura, la enseñanza superior y el desarrollo científico” 13, de
modo que Trópico llenaría “ (...) una sentida necesidad en el ambiente cultural del NOA”, creando
un diario que “brindaría información verídica, con análisis objetivo de los hechos y veracidad en
los relatos”14.
Las autoridades universitarias sostenían que estas creaciones habían contribuido también a
que el resto de la prensa local “levantara la calidad periodística, aumentaran el numero de paginas,
atendieran la veracidad de las noticias” y el “respeto por los intereses del público en la
explotación comercial de la publicidad”15.
Las funciones básicas del Instituto de Periodismo eran tres: La función docente, la
investigación periodística y la tarea de extensión a la comunidad.
La Escuela de Periodismo era la encargada de la formación docente. Fundada en junio de
1947 y bajo la dirección de Alfredo Roggiano, dictaba la carrera de Licenciatura en Periodismo,
iniciando sus actividades con un total de 52 estudiantes. Desde su fundación la escuela tuvo que
enfrentar el problema del espacio físico. El primer sitio donde funcionó fue en un aula del Colegio
Nacional, siendo desplazado ocho días más tarde para pasar a funcionar en el “Aula Rouges” de la
Facultad de Filosofía Y Letras (FFYL), resultando insuficiente por los reducidos espacios, por lo
que el dictado se realizó en tres lugares diferentes: en el aula de la FFYL, las oficinas de
redacción del diario Trópico y en la Escuela de Cinematografía de la UNT
La tarea de investigación periodística estaba dividida en tres elementos: una biblioteca
especializada, un archivo y el canje. El canje respondía a las características que las autoridades
universitarias pretendían darle a Trópico: Un diario que fuese informativo de prensa ordinaria, y a
la vez “portavoz del rumbo y nervio universitario, que en todo momento se ha sabido sostener” 16.
Por ello, los canjes se realizaron con diarios universitarios del mundo: europeos, estadounidenses

11 Bravo, M.C. y Hillen, M. “El proyecto universitario de Descole y el desarrollo regional, 1946-1951”,en
Gutiérrez, F. y Rubinstein, G. (comps.)“El primer peronismo en Tucumán. Avances y nuevas
perspectivas,Tucumán”. Buenos Aires, EDUNT. 2012. p 22
12 Memoria del año 1950. UNT. p 42
13 M.C. Bravo y, M. Hille. Op. Cit. p 26
14Memorias UNT, 1947. Pág 47
15 id
16 Ibid. Pág 46

6
y centroamericanos. La intención era demostrar que la tarea de creación de un diario universitario
no era una situación aislada, sino que se correspondía con las que existían en las universidades
más avanzadas del mundo”. Tambiénse realizaron canjes con diarios “normales” de Europa,
Estados Unidos y Centroamérica, además de diarios nacionales y locales.
El diario brindaba noticias locales, nacionales e internacionales, así como secciones
culturales y de temas científicos, pero dedicaba especial atención a las noticias relacionadas con el
quehacer presidencial y la economía, como así también a las reformas universitarias, las tareas en
la universidad y el proyecto de Ciudad Universitaria de Descole. En el tercer número del diario se
afirmaba:

“Nuestro deseo es de que tales artículos tengan eco amplio y definido no sólo en los claustros de
la Alta Casa de Estudios sino también en el ambiente dinámico de las ciudades y en el sosiego de
los campos”17

Cumpliendo una función de extensión a la comunidad, se autodefinía como

“El primer diario argentino que no es de empresa, que no es de esta o aquella familia; que no
pertenece a determinados accionistas o que es manejado por este o aquel núcleo político de
personas interesadas en sus beneficios o en sus dividendos”.18

El primer número salió a la calle en abril de 1947, contando con un total de 12 páginas en
formato tabloide, que luego serían disminuidas a ocho, cuyo titular rezaba “Trópico. Editado por
el instituto de periodismo de la Universidad Nacional de Tucumán. Diario de la mañana para
todo el día. 10 centavos. 12 páginas”. La dirección del diario estaba bajo la responsabilidad del
director del Instituto, el Dr. Lagos. El diario estuvo en circulación durante tres años y medio,
cuando fue suspendida repentinamente su impresión.
A pesar del apoyo oficial, existieron dificultades para la edición del diario desde el comienzo.
A la deficiente infraestructura edilicia se sumó la falta de maquinaria para la impresión. Las
autoridades universitarias intentaron sortear el problema firmando un convenio con S.A. Editorial
El Orden, quien se comprometió a la impresión del matutino en sus talleres gráficos. Éste
incumplió el convenio a las pocas semanas y terminó negándose a seguir prestando el servicio.
Finalmente, para fines de 1947 se adquirió maquinaria del diario porteño El Español y del
tucumano La Unión, instalados por técnicos de Buenos Aires. Se inauguró con esto la imprenta de
la UNT, celebrada por Trópico como un “(...) acontecimiento trascendental de lanzarse a la calle
estrenando nuevos medios de impresión" .
No obstante ese gran avance las dificultades persistieron. Para 1948 el problema más
importante fue el tener sus dependencias disgregadas en cuatro lugares diferentes, con 12 cuadras
de diferencia entre sí. El no poseer desde un comienzo su propio taller de impresión, el
agotamiento de los recursos destinados al diario por la universidad y la tardanza en el pago de
publicidad del gobierno nacional y provincial, fueron marcados también como grandes
inconvenientes que el diario tuvo que afrontar.
A pesar de las adversidades su director vaticinaba un panorama alentador para el diario,
afirmando que para 1948 estaba en la “faz de consolidación de su existencia”. El año 1948 fue

17“Este diario y nuestra alta casa de estudios”. Trópico, 15 de marzo de 1947


18Memorias UNT, 1947. Pág 43.

7
probablemente el mejor de Trópico. Fue por entonces que debido a la quiebra de el diario El
Orden, la UNT adquiere mediante remate sus maquinarias, edificio y terreno, ubicándo en él la
instalación del Instituto de Periodismo, la Escuela y la Imprenta de la Universidad.
Para 1949, coincidente con la crisis económica nacional, el diario lamentaba sus graves
problemas económicos que impidieron su normal funcionamiento, y que con grandes dificultades
podían superar. A pesar de esto seguían mirando con optimismo su futuro, afirmando que una vez
superado los problemas ofrecerían “un diario de características más amplias, y con un material de
lectura y gráfico que llegue a satisfacer más amigablemente la masa de lectores” 19. Sin embargo,
su cierre definitivo sería a comienzos de 1950, cuando se le negó la entrega de papel que ya había
sido comprado por la universidad, por órdenes de la Comisión Bicameral.
En cuanto al tiraje, este fue oscilante. Según afirma su director Lagos, comenzó mayo de 1947
con una baja cantidad, pero repuntó en junio debido a la suba del precio de su competidora, La
Gaceta, situación que duró hasta el 15 agosto cuando volvió a bajar, pero esta vez por la propia
necesidad de Trópico de ahorrar papel.

El cierre de Trópico.
Desde su fundación Trópico contó con el apoyo del peronismo. Sin embargo, para 1950
repentinamente el diario es cerrado por orden de la Comisión Bicameral de Investigaciones
Antiargentinas, ante la indiferencia del gobierno nacional.
El director del Instituto de Periodismo, Oscar Ares (quien asumió luego del alejamiento de
Lagos), sostenía que para 1950 se esperaba un normal funcionamiento del diario, para cuya tarea
el instituto había trabajado superando problemas de diversa índole, pero principalmente
económicos. De modo que la suspensión del diario, que de hecho fue el cierre definitivo, tomó
por sorpresa a sus autoridades
Entre enero y junio de 1950 la comisión envía una serie de intimidaciones, cartas y telegramas
donde se solicita todo tipo de información referente a la organización y funcionamiento del diario.
Victor Acevedo y Maria Johansson, interpretan esto como un abandono por parte del gobierno a la
causa de Trópico, cuyo apoyo inicial se había transformado en indiferencia ante los graves
problemas, como la falta de papel 20. Bravo y Hillen sostienen que la oposición de sectores
influyentes del peronismo tucumano, en especial FOTIA, fueron quienes impulsaron su cierre,
pues vieron al diario como un contrincante por la repartición de poder del peronismo local en
formación21.
La suspensión del diario llevó a la renuncia de su director para octubre de 1950. El último
número de Trópico salió a la calle el 17 de abril de 1950. La comisión se negó a entregar el papel
prensa a la universidad, además de ignorar los pedidos de explicaciones de las autoridades del
diario y de todo trámite orientado a la recuperación del material
Ante el cierre, el instituto imprimió diversos trabajos para otras dependencias de la
universidad, a fin de no mantener paralizada la maquinaria. También los cronistas, fotógrafos,
redactores, etc de Trópico cubrieron las olimpiadas universitarias de 1950.
El Instituto y la Escuela de Periodismo tuvieron el mismo desenlace que el diario. El primero
cerró sus puertas en 1952 bajo el argumento de la falta de objeto de su existencia, ya que su razón

19Memorias UNT, 1949.Pág 42


20 Víctor Joaquín Acevedo, María Lucrecia Johansson (2006). “Cae un sueño tropical: la Universidad Nacional De
Tucuman y su diario Tropico (1947-1951)” Pág 393
21 M.C. Bravo y M. Hille. Op. Cit. Pág 26

8
de ser era la edición del Trópico. El segundo pasó a depender primero de la FFYL y más tarde del
rectorado, quien cerró la carrera de Licenciatura en Periodismo en 1953 sin que llegara a egresar
ningún estudiante. La maquinaria y equipo de Trópico fue trasladado a la imprenta de la UNT.

Diario Trópico y peronismo


Resulta evidente que al ser editado por una UNT intervenida por el gobierno Nacional en un
escenario de opciones políticas antagónicas, Trópico se posicionaría decididamente del lado del
peronismo. El diario buscó cumplir las funciones de la prensa prescritas por el gobierno, como así
también combatir a los medios que consideraba “antinacionales” por su oposición al gobierno. No
obstante este apoyo al gobierno, Trópico se presentaba como un diario sin inclinación política.
En los comentarios de una recopilación de discursos de Perón publicados a fines de 1947, las
autoridades de Trópico lo definían como “Diario apolítico”, que “halaga de manera moderada con
la misma serenidad que, llegada la hora, puede criticar cualquier otra en sentido constructivo”,
Remarcaba, más adelante, su condición de

“Diario que no debe subordinación al interés de persona, empresa, o sociedad alguna, (...) lejos
de sumar su verbo a los núcleos de la prensa oficialista que marca fácilmente hacia el halago a
lo grandes conglomerados populares ”22

Esta característica responde a la función principal del periodismo según Trópico: el de ser un
orientador, “(...) que involucra lo político, lo económico, y lo social” 23, que ante todo presupone
veracidad y honradez. También afirmaba que lo que el gobierno esperaba de la prensa era su
“(...)crítica y su opinión, clara y sincera, y una crítica severa llegado el caso” 24. Contra esta prensa
el gobierno no podía ni debía ir en contra, porque es una que “orienta y construye” en beneficio de
la Nación25.
Su adhesión al proyecto político de Perón se evidenciaba en interpretaciones como las que
hacía del proceso iniciado por el golpe de junio del ‘43. Para Trópico, este pronunciamiento
militar no fue más que “el pueblo en armas en defensa de sus derechos y en resguardo de sus
instituciones”26, en la que los Argentinos se acogieron a la “acción gloriosa de marinos y
soldados”. Afirmaba también que el gobierno de Perón marchaba con el mismo paso victorioso
En el cuarto aniversario de aquel golpe se refería a este como “el día de la patria”, el
comienzo de la “revolución social” que inicia una “sana y recta marcha hacia la democracia”,
superando la sensación “amarga de fracaso” de los gobierno anteriores
Obra de la “Revolución del 43” fue también la libertad de expresión 27. Trópico afirmaba que
anterior a ella no había libertad de prensa en el país, ya que la economía colonial llevaba consigo
una prensa del mismo tipo. La “redención económica” trajo la libertad de expresión en la
Argentina al terminar con esas ataduras. Pero esta libertad supone deberes correlativos, que eran
apoyarse en la verdad y responder a los intereses de la Nación 28, por lo que para Trópico, la

22Memorias UNT, 1948. Pág 43


23”La función del periodismo”. Diario Trópico, 8 de septiembre de 1947
24Vanos intentos de volver al pasado ya abolido”. Diario Trópico,11 de septiembre de 1947
25id
26“Día de la patria”. Diario Tropico, 4 de junio de 1947.
27“Responsabilidad de la prensa”. Diario Trópico, 19 de septiembre de 1947
28“La libertad de prensa y los deberes correlativos”.Diario Tropico, 4 de octubre de 1947 24
”Por Trópico envía el

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libertad de expresión tenía unos límites bien definidos por el gobierno nacional, que debían ser
cumplidos. De lo contrario se atentaba contra la nación misma.
Tampoco ahorraba elogios para el gobierno y la figura del presidente. Respecto a este último
decía en una entrevista que el diario le hiciera “El presidente con su jovialidad habitual,
transparentado en su excelente estado físico y espiritual, conversa con Trópico” 29. De igual modo,
en la editorial por el festejo del 25 de mayo de 1947, el diario hablaba del presente del país como
un momento “grávido de resurgimiento y de porvenir” ante el plan de gobierno proyectado por
Perón, destacándolo como “jefe y guía de una nación en marcha” 30.
La UNT también buscó la aprobación y apoyo explícito del presidente a la obra del diario. En
una entrevista que Trópico le hizo a Perón en 1947 se le mostró la obra de divulgación del
instituto de periodismo, así como las editoriales del diario en el que hacen llamamientos al
trabajador para un mayor rendimiento productivo, afirmando que a Perón esto “le llamó la
atención y dio su aprobación” 31. Destacaban además el apoyo que le brindó el presidente al
proyecto de diario universitario, a pesar de haberle llegado críticas diversas.
Este apoyo oficial se materializa, como marca Risco32, en la situación especial que tenía
Trópico en relación a sus pares opositores ante el problema de escasez de papel prensa.
El gobierno como medida para paliar la crisis de papel prensa, expropiaba el excedente de
empresas para luego repartir de forma “equitativa”, medida que fue tomada por la prensa llamada
“independiente” como una estrategia de censura, denunciando que el gobierno buscaba obligar a
la disminución de páginas y ejemplares impresos para acallar las voces opositoras. En este
contexto, Risco entiende que Trópico se vio beneficiado con la repartición. Mientras su principal
competidor y crítico, La Gaceta, publicaba entre cuatro y seis páginas en formato “sábana”,
Trópico disminuye su tirada solo de diez a ocho , para luego elevarla a 16, en formato “tabloide”.
El diario defendía estas políticas argumentando la decisión de expropiación por “exceso de
permisos otorgados a ciertas empresas”, y para garantizar el suministro de papel a empresas
gráficas pequeñas, evitando la acumulación del material por las más grandes. Misma posición
tiene ante la decisión del gobierno nacional de clausurar diarios opositores, como “La Razón”.
Justifica las medidas acusando a los diarios de “difamadores” que “hieren la dignidad nacional”.
Frente a las acusaciones de censura por estos hechos, Trópico respondía destacando la libertad
que tiene la prensa para desarrollar su labor, siendo Argentina un país donde se practica la
“absoluta” libertad de prensa: “ninguna fuente está cerrada, los medios tienen acceso a todos los
lugares que estimen conveniente para informarse” 33. Afirmaba también que todas estas medidas
que la prensa opositora describia como avances contra la libertad de expresión, eran en realidad
políticas para garantizarla34
Por otro lado, su abierto apoyo hacia el modelo político peronista lo enfrenta necesariamente
a los opositores. Para el diario estos eran los “vencidos”, la Argentina anterior a 1943, la
oligarquía desplazada del poder representada por la Unión Democrática, y eran estos quienes se
General Perón un saludo a los obreros”. Diario Trópico, 13 de mayo de 1947.
29”Por Trópico envía el General Perón un saludo a los obreros”. Diario Trópico, 13 de mayo de 1947
30“En este auspicioso 25 de mayo”. Diario Trópico, 25 de mayo de 1947.
31”Por Trópico envía el General Perón un saludo a los obreros”. Diario Trópico, 13 de mayo de 1947
32 Risco, Ana María (2012), “Representaciones de la libertad de prensa durante el primer gobierno de Perón:
Trópico frente a La Prensa y La Gaceta”, Primer Congreso de estudios sobre el peronismo: la primera década
33 “La difamación periodística”. Diario Trópico, 1 de septiembre de 1947
34 “La responsabilidad de la prensa”. Diario 1947 Trópico. 19 de septiembre de 1947.

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expresaban por medio de los grandes diarios, representantes y defensores de esos intereses.
Definía las críticas que hacían como “intentos políticos de volver al viejo edificio oligárquico que
destruyó la revolución del 43”35.
Para Trópico, esta oposición sólo criticaba sin adherirse a ninguna iniciativa por más
progresista que fuera, porque su oposición era contra la Argentina que Perón estaba construyendo.
El afán de recuperar viejos privilegios podían impulsar a “ciertos individuos” a este tipo de
comportamiento. Sin embargo, afirmaba también que estos vencidos eran “infinitamente
inferiores en número”. Por esto no prestó demasiada atención a sus críticas, minimizando su
influencia en la opinión pública: el clamor popular impide percibirlos, “(...)sólo por exceso de
complacencia merece algunos minutos a su crítica” 36. De modo que, así como no cumplió una
función apologética para con Perón, tampoco se dedicó a enfrentar a la oposición, salvo pocas
excepciones en las que el diario consideraba necesario aclarar los “engaños” de la prensa
“defensora de intereses extranjeros” y “difamadora”, inveraz, de“contenido negativo, anti
nacional y confusionista”37.

Conclusiones
Dos cuestiones permiten comprender las características, funciones y relación de Trópico con el
peronismo gobernante: el contexto político en el que se creó y funcionó, y el proyecto ideado por el
Rector Horacio Descole.
El peronismo implementó un fuerte intervencionismo oficial en la universidad y en los medios
de prensa, producto de la concepción que tenía del rol que debían tener estos en la sociedad y a la
fuerte militancia opositora que existían en estos. En este marco fue creado Trópico.
Este pretendía ser considerado como un diario “apolítico”. Esto se debe a cómo fue pensado
por su fundador, el Doctor Horacio Descole. Con una proyección regional buscaba elevar el nivel
periodístico, anoticiar de forma verídica y responsable, elevar el nivel cultural, y analizar y atender
los problemas de todo el Norte Argentino. Sin embargo, estas pretensiones se vieron limitadas por
su explícito apoyo al gobierno, militando a favor de este y atacando a opositores.
El diario también respondía a la función que debía tener la prensa según el peronismo: mostrar
la verdadera realidad del país, hacer críticas orientadas a aportar soluciones cooperando con el
gobierno en beneficio de la Nación. Por lo tanto, consideramos que Trópico fue resultado de la
política universitaria y de medios peronista, pero también del proyecto universitario ideado por
Descole, en un marco político e ideológico complejo.
También dificultaron el proyecto de diario universitario las limitaciones económicas y
logísticas. La ambición de Descole y las autoridades del Instituto y Escuela de Periodismo de crear
un diario universitario independiente, crítico, de elevada calidad periodística, con perspectivas de
influencia regional, se enfrentó a dificultades desde el mismo comienzo de su existencia, que no
presagiaban un futuro tan optimista como sostenían sus responsables: la falta de instalaciones, de
maquinaria, escasez de papel, problemas económicos y un Estado Nacional que le retiró su apoyo
inicial, condenaron a Trópico a su extinción.

35. “Vanos intentos de volver al pasado ya abolido”. Diario Trópico,11 de septiembre de 1947
36“La obra de gobierno frente a la crítica'' .Diario Trópico, 24 de junio de.
37id

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