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ANTECEDENTES

En los albores del siglo XXI la infección por el helicobacter pilory sigue siendo desde su
descubrimiento por los médicos australianos Barry Marshall y Robin Warren en 1982, uno
de los fenómenos científicos de mayor importancia en la literatura biomédica mundial1.

Por su semejanza con las bacterias patógenas del género campylobacter, que se encuentran
en el tracto gastrointestinal, llamaron al nuevo microorganismo campylobacter pyloridis o
pylori. A principios de 1983 estos mismos investigadores publicaron los primeros datos
sobre esta bacteria. Pocos meses después otros investigadores lograron aislar a esta
bacteria, donde vieron que no encajaba dentro del género campylobacter, por lo que se les
ubico en un nuevo género con el termino helicobacter. Existen más de 15300 trabajos
publicados donde demuestran el interés de la comunidad científica mundial por la
infección con helicobacter pylori2. Hoy sabemos que la infección por H. Pylori es la
enfermedad bacteriana crónica más extendida del mundo. Afecta a más de la mitad de la
población mundial, con una distribución vinculada con el grado de desarrollo económico de
cada país3.

Helicobacter Pylori es una bacteria gram negativa del tracto gastrointestinal. Es el principal
agente etiológico de las gastritis crónica superficial, además de ser un importante factor en
la etiología de la úlcera péptica, también se le asocia con la patogenia del cáncer gástrico y
del linfoma gástrico tipo MALT4.

Los mecanismos por los cuales H Pylori afecta al ser humano aún son controvertidos, se
sabe que el huésped desarrolla una respuesta inmune que es inefectiva para eliminar a esta
bacteria, pero puede tener un papel fundamental en la evolución de la infección hacia
distintas formas clínicas tan variadas como una gastritis superficial leve o una ulceración
gastroduodenal5.

1.- Wareen JR. Marshall B. Unidentified curved bacilli on gastric epithelium in active
chronic gastritis. Lancet 1983; 1: 1273-1275.
2.- Parsonnet J. Helicobacter pylori: the size of the problema. Gut 1998; 43: S6-S9.
3.-Marshall BJ. Helicobacter pylori. Am J Gastroenterol 1994; 89: S116-S128.
4.-IIIº Simposio Internacional de Patología Gastroduodenal “Helicobacter Pylori” Primer
Consenso Argentino para su Diagnóstico y tratamiento. Abril 2000.
5.-Pakodi F.Abdel-Salam OM. Debreceni A.Mozsik G. Helicobacter Pylori, one bacterium
and a broad spectrum of human disease An overview. J Physiol Paris 2000; 94: 139-152.
Hasta la actualidad se ha realizado pocos trabajos de investigación relacionados con la
frecuencia de anticuerpos contra H. pylori en el Perú. A continuación se muestran algunos
estudios relacionados al tema:
 Espinoza (1997), Perú, determinó la prevalencia del H. pylori en niños
menores de 5 años como agente causal de enfermedades gástricas y su
identificación mediante pruebas inmunológicas. Se estudiaron 100 niños cuyas
edades oscilaban entre los 0-5 años de ambos sexos del AA.HH. Pampas del
distrito de San Juan de Miraflores y se encontró una prevalencia de
anticuerpos IgG contra H. pylori de 73% de seropositividad, de los casos positivos
el 54.8% fue de sexo femenino y el 45.2% del sexo masculino. En los reservorios
de fuente de agua, en el estado nutricional, así como en el sexo y la edad no se
observaron una diferencia estadística significativa para ser considerados como
factores de riesgo de infección.
 Álvarez et al. (2002), Venezuela, determinaron la frecuencia de anticuerpos IgG
anti-H. pylori en niños y adolescentes que acudieron a la consulta externa de
pediatría y adolescencia de ambulatorio “la Carucieña”, durante el lapso octubre
2001-marzo 2002. La muestra estuvo conformada por 90 pacientes en edades de
2 a 19 años; se encontró una frecuencia de 56,67%, afectando las edades de 11
a 16 años en el 100% de los casos, también la infección predomino en los
estratos socioeconómicos III (31,37%) y IV (43,13%). Por ende, se concluyó
que la infección está directamente relacionada con la edad y el nivel
socioeconómico, por lo que puede ser considerada como un problema de salud
pública. Alvitres (2008), Perú, determinó que la prevalencia de anticuerpos IgG de
H. pylori fue de 60,86% en una población de 184 niños de 3 a 14 años de edad. El
grupo etario de 9 a 10 años tuvo la mayor prevalencia de infección de H. pylori con
un porcentaje de 78,3%. Kim et al. (2013), Corea, determinaron la seroprevalencia
de la infección de H. pylori en el personal de salud. Evaluaron a enfermeras (362),
médicos (110), personal de salud sin contacto con el paciente como control médico
(179) y participantes provenientes de otro hospital como controles no
hospitalarios (359); y hallaron que la tasa general de seroprevalencia fue de 38,7%
(391/1010) y la edad media fue de 36,9 ± 11,4 años. La
seroprevalencia de las enfermeras fue de 29,8%, de los médicos 34,5%, del control
médico 30,7% y del control no hospitalario 52,9%; la ocupación del personal de
salud no se asoció con la infección del H. pylori y la seroprevalencia general
que se encontró fue baja, posiblemente debido al mejor estatus socioeconómico y
la política de higiene hospitalaria en Corea.

El H. pylori es una bacteria ampliamente distribuida que ha infectado a los seres humanos
hace 58 000 años; se calcula que aproximadamente el 60% de la población mundial
se encuentra colonizada por esta bacteria que se adquiere a edades tempranas de la vida,
presentándose las mayores tasas de infección en poblaciones en vías de desarrollo que
en la poblaciones de países industrializados (80-90% versus 10-50%). Actualmente la
prevalencia observada en los países latinoamericanos es de 75- 83%. Sin embargo, la
incidencia de la infección del H. pylori variara según la edad, la condición
socioeconómica en la niñez, el nivel de educación, el medio ambiente, la ocupación
y la región geográfica en que vive. En el Perú, la prevalencia de H. pylori se encuentra
alrededor en el 60% de la población, oscilando entre 30 a 90%. Se observó en los últimos
20 años, que la tasa de prevalencia de la infección en la población de bajo nivel
socioeconómico ha permanecido invariable; mientras que en los estratos socioeconómicos
medio y alto se ha observado una disminución sostenida (de 80% a 45%); también se
determinó que en los niveles socioeconómicos bajos, la prevalencia de la infección era
igual en la costa, sierra y selva; sin embargo no se encontró una
predisposición étnica para adquirir la infección.

INTRODUCCIÓN

Helicobacter pylori es una bacteria Gram negativa en forma de espiral cuyo hábitat común
es la mucosa gástrica de los seres humanos y los monos. La infección por esta bacteria es
una de las más frecuentes, encontrándose en aproximadamente el 50% de la población
mundial. La incidencia en países en vía de desarrollo como África, América Latina y
algunos países de Europa es de 70 – 90%, superando a la de los países desarrollados en
donde se presenta en un 20 – 50% de la población.
En estudios realizados indican que el Helicobacter pylori es el principal causante de
enfermedades gástricas en la edad adulta como: gastritis, ulcera péptica (gástrica y
duodenal) y cáncer gástrico. En los niños puede causar gastritis crónica, anemia
ferropénica, anemia perniciosa, púrpura trombocitopénica idiopática y retraso del
crecimiento. Su presencia ha sido directamente relacionada con el bajo nivel
socioeconómico, hacinamiento y hábitos higiénicos deficientes. En Colombia la
prevalencia de la infección por Helicobacter pylori es de aproximadamente 69% de la
población, teniendo en cuenta que esta bacteria se contrae durante la infancia, persistiendo
hasta la edad adulta cuando son evidentes los síntomas.
En el cual mediante la prueba de aliento con urea marcada se determinó la
presencia de la bacteria, y se tomaron las medidas antropométricas correspondientes.
PRIMERAS EVIDENCIAS

En 1875, científicos alemanes descubrieron bacterias espirales en el epitelio del estómago


humano. Estas bacterias no podían ser cultivadas, y por consiguiente este descubrimiento se
olvidó en aquel momento. En 1892, el investigador italiano Giulio Bizzozero describió una
serie de bacterias espirales que vivían en el ambiente ácido del estómago de perros. El
profesor Walery Jaworski, de la Universidad Jagellónica en Cracovia, investigó sedimentos
de lavados gástricos obtenidos de humanos en 1899. Además de unas bacterias alargadas,
también encontró bacterias con una característica forma espiral, a las cuales llamó Vibrio
rugula. Este investigador fue el primero en sugerir la participación de este microorganismo
en enfermedades gástricas. Aunque este trabajo fue incluido en el Manual de enfermedades
gástricas, no tuvo mucho impacto, debido a que estaba escrito en polaco 1.

Redescubrimiento y caracterización

Esta bacteria fue redescubierta en 1979 por el patólogo australiano Robin Warren, quien en
investigaciones posteriores (a partir de 1981), junto a Barry Marshall, aisló este
microorganismo de las mucosas de estómagos humanos y fue el primero que consiguió
cultivarla. En el trabajo original, Warren y Marshall afirmaron que muchas de las úlceras
estomacales y gastritis eran causadas por la colonización del estómago por esta bacteria, y
no por estrés o comida picante, como se sostenía hasta entonces.

Helicobacter pylori fue descubierta en 1982 por Robin Warren y Barry Marshal. Es una
bacteria Gram negativa de forma espiral, mide de 2-3 nm de largo, 3.5 por 0.5 nm de ancho
y tiene 4 a 6 flagelos.
Implicación en patogénesis

La comunidad médica fue muy reticente a reconocer el hecho de que esta bacteria fuese la
causante tanto de úlceras estomacales como de gastritis, ya que se creía que las bacterias no
podían sobrevivir por mucho tiempo en el medio ácido del estómago. La comunidad
empezó a cambiar de idea con base en estudios posteriores que reafirmaron esta idea,
incluyendo uno en el que Marshall bebió un cultivo de H. pylori, desarrollando una gastritis
y recobrando la bacteria de su propio revestimiento estomacal; con esto, satisfizo 3 de los
cinco postulados de Koch. La gastritis de Marshall se curó sin ningún tratamiento.

Marshall y Warren posteriormente descubrieron que los antibióticos eran efectivos para el
tratamiento de la gastritis. En 1994, los Institutos Nacionales de Salud de los Estados
Unidos (National Institutes of Health) reportaron que las úlceras gástricas más comunes
eran causadas por H. pylori, y recomendaron el uso de antibióticos, siendo incluidos en el
régimen de tratamiento. En 2005, Warren y Marshall fueron galardonados con el Premio
Nobel de Medicina por sus trabajos acerca de H. pylori.

Antes de comprobarse la implicación de H. pylori en enfermedades estomacales, las úlceras


estomacales eran tratadas con medicamentos que neutralizaban la acidez. Esto hacía
muchas veces que las úlceras reaparecieran después de dejar el tratamiento. La medicación
tradicional frente a la gastritis eran las sales de bismuto (subcitrato de bismuto coloidal o
subsalicilato de bismuto). Este tratamiento a menudo era efectivo, pero su efectividad
disminuía con un uso prolongado, además de desconocerse el mecanismo de acción de este
fármaco. Todavía no está claro si el bismuto puede actuar como antibiótico. Actualmente,
muchas úlceras son tratadas de forma efectiva utilizando antibióticos frente a H. pylori
(2006).

Mientras H. pylori sigue siendo la bacteria más importante conocida que habita en el
estómago humano, algunas especies más del género Helicobacter han sido identificadas
ahora en otros mamíferos y en algunas aves. Se ha comprobado que algunas de éstas
pueden infectar a humanos. Existen especies de Helicobacter que son capaces de infectar el
hígado de ciertos mamíferos, causando, por tanto, diversas enfermedades hepáticas.

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