LECCIÓN
TRANSFERENCIA DE
29
RECONCILIACIÓN
15 DE OCTUBRE
2017
TEXTO AUREO:
2 Corintios 5:19: “que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en
cuenta a los hombres sus pecados….”.
LECCIÓN PARA LA VIDA:
Podemos presentarnos delante de Dios solo por el
sacrificio de Cristo.
OBJETIVOS DE LA LECCIÓN:
- Conocer más el trabajo que realiza Cristo
por nosotros.
- Sentar las bases de la fe cristiana.
TEXTOS COMPLEMENTARIOS:
Véase en el contenido.
CONTENIDO DE LA LECCIÓN:
A. TRANSFERENCIA DEL PECADO DEL
PUEBLO AL SEGUNDO MACHO
CABRIO:
Aunque había terminado el trabajo del sumo
sacerdote como mediador dentro del santuario
propiamente dicho entre Dios y el israelita
verdaderamente arrepentido, contrito y que por la fe
había seguido su trabajo al salir del santuario, en el
atrio el sumo sacerdote seguía siendo mediador, no
para todos, sino para aquellos cuyos pecados
habían sido borrados en promesa; entonces el
sumo sacerdote en su calidad de mediador, en el
atrio, todavía tenía que realizar dos trabajos más a
favor de los verdaderamente arrepentidos y que por
fe seguían su trabajo, y esto, antes de que termine
el día de la expiación.
Uno de esos trabajos que constituía la tercera parte
de su trabajo, era hacer traer el segundo macho
cabrío vivo, símbolo de Azazel (Satanás): “Cuando
hubiere acabado de expiar el santuario y el
tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el
macho cabrío vivo; y pondrá Aarón sus dos manos
sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará
PECADO Y
sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel,
todas sus rebeliones y todos sus pecados,
poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío,
y lo enviará al desierto por mano de un hombre
destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará
sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra
inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el
desierto” (Lv. 16:20-22). Entonces en el atrio del
santuario, cuando el segundo macho cabrío ya
había sido traído delante del sumo sacerdote,
realizaba lo siguiente:
1.- El sumo sacerdote a la puerta del tabernáculo,
poniendo sus manos sobre el segundo macho cabrío
vivo, símbolo de Azazel (Satanás) confesaba sobre él, las
iniquidades, pecados borrados en promesa y sólo de los
que habían seguido por fe el trabajo del sumo sacerdote
dentro del santuario, y que él había tomado sobre sí, y
que los había quitado del santuario en virtud de la
sangre para transferirlos figurativamente de él al macho
cabrío vivo.
2.- El macho cabrío cargado con los pecados del
pueblo, era conducido a: 1.) Una tierra desierta y 2)
inhabitada, y por mano de un hombre escogido
para esa circunstancia, éste lo llevaba luego lejos.
Sólo después de haberse alejado el macho cabrío
se consideraba al pueblo como si estuviesen para
siempre quitados y echados los pecados, el pueblo
que había seguido por la fe el trabajo del sumo
sacerdote se consideraba libre de la carga del
pecado y no antes.
3.- El macho cabrío no volvía jamás a la
congregación, al real de Israel, y el hombre que lo
había llevado al macho cabrío afuera, debía lavarse
y lavar sus vestidos con agua antes de volver al
campamento. (Lv. 16:26).
Pero ese servicio realizado, solo era una figura y
sombra de las cosas celestiales (Heb. 8:5), el sumo
sacerdote terrenal representaba a Cristo como
Mediador, el segundo macho cabrío simbolizaba a
Satanás, autor del pecado, sobre quien serán
colocados los pecados de los verdaderamente
arrepentidos. Cuando el sumo sacerdote, todavía
en su calidad de Mediador, en virtud de la sangre
expiatoria, quitaba los pecados del santuario y los
ponía sobre la cabeza del macho cabrío para
Azazel, estaba realizando una representación del
trabajo que Cristo hará todavía en su calidad de
Mediador, cuando en virtud de su propia sangre,
quite del santuario celestial los pecados de su
pueblo que por fe le siga en su trabajo al final de su
ministerio; estos pecados los pondrá sobre
Satanás, el cual en la consumación del juicio debe
cargar con la pena final. El macho cabrío era
enviado lejos a un lugar desierto, para no volver a
la congregación de Israel. Así también, Satanás
será desterrado para siempre de la presencia de
Dios y de su pueblo y será aniquilado en la
destrucción final del pecado y de los pecadores.
Al enviar al macho cabrío vivo al desierto por mano
de un hombre, el sumo sacerdote terminaba de
realizar la expiación de su pecado y la expiación del
pecado del pueblo; de esa manera el sumo
sacerdote quedaba habilitado para realizar el último
trabajo del día de la expiación que es la:
CUARTA Y ÚLTIMA PARTE DE SU TRABAJO:
LA RECONCILIACIÓN.
Esa última parte de su trabajo, el sumo sacerdote
también lo llevaba a efecto en el atrio del santuario,
y esa labor sólo beneficiaba aquellos que habían
seguido el trabajo del sumo sacerdote dentro del
santuario propiamente dicho, para realizar esa
última parte de su trabajo, primero debía lavarse
con agua limpia su cuerpo y vestirse sus vestiduras
sagradas, luego todavía en calidad de mediador
hacía traer el carnero que era de él, y el carnero del
pueblo. (Lv. 16:24 V. A.); ambos carneros eran
sacrificados para holocausto y para hacer la
reconciliación del sumo sacerdote con Dios y la
reconciliación del pueblo con Dios, en promesa y no
en realidad. Cuando el sumo sacerdote realizaba
esa ceremonia, terminaba el servicio anual y
también terminaba el trabajo del sumo sacerdote
como Mediador.
Entonces el diez del mes séptimo, el israelita que seguía
el trabajo del sumo sacerdote recibía:
1.- Nombre conservado en el libro de la vida en
promesa.
2.- La expiación o borramiento de sus pecados en
promesa con la sangre del macho cabrío y eso
dentro del santuario. Fuera del santuario, en el
atrio: 1.) Sus pecados borrados en promesa eran
transferidos figurativamente al macho cabrío vivo
símbolo de Azazel (Satanás) y enviada a tierra
desierta. 2) La reconciliación, con el carnero que
era sacrificado para holocausto. De esa manera el
pueblo quedaba preparado para la última fiesta del
año: la fiesta de la cosecha.
Esa última labor del día de la expiación: La
reconciliación, está anunciando proféticamente a un
evento en lo por venir; a lo que Cristo hará cuando
aparezca en las nubes de los cielos por segunda
vez: Transformar a los justos vivos en un abrir y
cerrar de ojos, de corruptibles en incorruptibles, y a
la resurrección de los muertos en Cristo, que
saldrán de la tumba incorruptibles. (1Co. 15:51-54);
es a ese evento que esa ceremonia está
señalando.
El servicio anual simbólico o purificación del santuario
terrenal de Levítico 16:16; los israelitas debían
practicarlo hasta que la sombra se encuentre con la
realidad que prefiguraba: Día del juicio Celestial de
Apocalipsis 14:7 o purificación del santuario celestial de
Daniel 8:14. Así como el santuario terrenal con sus dos
departamentos: Lugar santo y santísimo llegó a su fin,
cuando Cristo dijo en la cruz: “Consumado es” (Jn.
19:30); también ha llegado a su fin el servicio anual
terrenal y el trabajo del sumo sacerdote terrenal;
porque ahora como dice Juan en el Apocalipsis 11:19: “El
templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su
pacto se veía en el templo. Cuando Juan proclama: “El
templo de Dios fue abierto en el cielo”, nos está
diciendo de que ahora, el lugar santísimo del santuario
celestial está funcionando como un lugar de trabajo; y el
apóstol Pablo nos dice que en ese lugar está Cristo como
nuestro sumo sacerdote. (Heb. 4:14; 10:19- 21). Hoy
debemos seguir por la fe a Cristo que es el verdadero
Sumo Sacerdote, que ha entrado al lugar santísimo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios Padre. (Heb.
9:24).
MINISTERIO SACERDOTAL CELESTIAL DE
CRISTO.-
Ahora que el santuario terrenal y el sacerdocio
terrenal que eran del Pacto Antiguo han llegado a
su fin, y hoy que está en vigencia el Nuevo Pacto,
para que el hombre pecador tenga necesidad del
ministerio sacerdotal celestial de Cristo, el hombre
pecador que quiere ser beneficiado de este
sacerdocio, debe aceptar las siguientes
condiciones:
A.- La vigencia de la Ley de Dios, tal como Dios la
proclamó en el monte Sinaí, sin cambiar ni una jota, ni
una tilde de la Ley de los diez mandamientos que estaba
en el arca del pacto. (Dt. 9:9-11; 1R. 8:9), ley que sólo
era una copia del original que está en el templo celestial.
(Ap. 11:19).
B.- Asimismo, el hombre debe aceptar su total
incapacidad de satisfacer las demandas de la ley
de Dios; tanto para ser justificado, como para pagar
su deuda impagable: La paga del pecado es muerte
segunda (Ap. 21:8).
C.- Cuando el hombre pecador acepta estas dos
condiciones entonces reconoce la necesidad de
tener:
1.- Un Sustituto que sea capaz de satisfacer la
demanda de Romanos 2:13 y 1 Ped. 1:15-16.
2.- De un Garante y Sustituto que sea capaz de
pagar la deuda impagable del hombre (Ro. 6:23;
Ap. 21:8).
3.- De la Resurrección de Cristo como Hombre,
para satisfacer la demanda de la ley de (Heb. 5:1),
que requiere que el sumo sacerdote sea hombre,
es decir el hombre pecador necesita del evangelio,
la obra de Cristo en la tierra.
4.- El hombre que reconoce que su pecado ha
hecho una separación entre él y Dios (Is. 59:2); y
que por esta causa no puede presentarse ante
Dios, que por el pecado no tiene acceso directo a
Dios, entonces el hombre tiene la necesidad de un
Mediador o Intermediario, entre el pecador y Dios,
para que por medio del Mediador pueda acercarse
a Dios (1Tim. 2:5; Heb. 12:24); y Cristo es el
Mediador del Nuevo Pacto o mejor pacto. (Heb.
8:6).
5.- Cuando el hombre reconoce la necesidad de
tener un Mediador, también debe aceptar el lugar
donde trabaja el Mediador, que es el Santuario
Celestial, que es el santuario del Nuevo Pacto
(Heb. 8:2; Ap. 11:19). Debe aceptar ese lugar de
trabajo, porque es el único lugar donde el hombre
es: justificado, perdonado y recibe el bautismo del
Espíritu Santo.
6.- SEXTA CONDICIÓN, si el hombre pecador ha
aceptado al mediador y el lugar donde trabaja el
Mediador, que es el santuario celestial, también debe
reconocer la necesidad del trabajo del Mediador a su
favor, que se llama SACERDOCIO (Heb. 7:24); o
Ministerio Sacerdotal Celestial, que hoy se está
llevando a efecto en el santuario celestial (Heb. 8:2).

TAREAS DE APRENDIZAJE:
1. Medita en el valor de lo que hace Cristo por
nosotros.

OBSERVACIONES:
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