Holocausto de Cristo

Hebreos 10:10 Dios nos eligió porque Jesucristo obedeció sus

órdenes al morir en la cruz, y ofreció su cuerpo como sacrificio una
sola vez y para siempre. (Trad. TLA)

INTRODUCCIÓN

Leeremos el capítulo de Hebreos (Hebreos 10:1-21) para

iniciar nuestro estudio que demuestra que el sacrificio de
Jesús no termina en la cruz (en la cual cumple la muerte
primera), sino que, después de sepultado, vuelve a tomar su
vida para ir al Hades a predicar (lugar de los muertos) (Apo
1:18, 1Pe 3:19, 1 Pedro 4:6) para bajar al infierno (lago de fuego), ser
quemado totalmente y cumplir la muerte segunda, (Apo 21:8, Apo 20:14-15),
de donde el Espíritu Santo le levanta y resucita como Cristo (1 Co 15:14),
sacrificio perfecto de un Nuevo Pacto y fin del Antiguo Pacto.

Hebreos 10:1-21 “La ley es solo una sombra de los bienes venideros,
y no la presencia misma de estas realidades. Por eso nunca puede,
mediante los mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año,
hacer perfectos a los que adoran.
2De otra manera, ¿no habrían dejado ya de hacerse sacrificios? Pues
los que rinden culto, purificados de una vez por todas, ya no se habrían
sentido culpables de pecado.
3Peroesos sacrificios son un recordatorio anual de los pecados, 4 ya
que es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos
quite los pecados.
5 Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo: «A ti no te complacen
sacrificios ni ofrendas; en su lugar, me preparaste un cuerpo;
6 no te agradaron ni holocaustos ni sacrificios por el pecado.
7Por eso dije: “Aquí me tienes —como el libro dice de mí—. He venido,
oh Dios, a hacer tu voluntad”».
8Primerodijo: «Sacrificios y ofrendas, holocaustos y expiaciones no te
complacen ni fueron de tu agrado» (a pesar de que la ley exigía que se
ofrecieran).

1
 9Luego añadió: «Aquí me tienes: He venido a hacer tu voluntad». Así
quitó lo primero para establecer lo segundo.
10Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio
del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez y para siempre.
11Todosacerdote celebra el culto día tras día ofreciendo repetidas
veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.
12Peroeste sacerdote, después de ofrecer por los pecados un solo
sacrificio para siempre, se sentó a la derecha de Dios,
13en espera que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.

14Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los

que está santificando.
15También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Primero dice:
16 «Este es el pacto que haré con ellos después de aquel tiempo —dice
el Señor—: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su
mente».
17Después añade: «Y nunca más me acordaré de sus pecados y
maldades».
18Y, cuando estos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio
por el pecado.
19Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena
libertad para entrar en el Lugar Santísimo, 20 por el camino nuevo y vivo
que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su
cuerpo; 21 y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia
de Dios.” (Trad. NVI)

El Pecado entra al mundo con la caída de Adán y Eva, desde ese momento
la paga por el pecado es la muerte (Rom 6:23). Como pecado es rebelión
contra Dios el hombre está separado de Dios Santo. La muerte es la
separación espiritual que hay entre el hombre y Dios. Gracias a la misericordia
de Dios, en su amor, Él dispuso pactos con el hombre para perdonar el pecado
y restaurar la comunión con el hombre.

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 Estos pactos son:

ANTIGUO PACTO, O LEY MOSAICA: Dios crea un pueblo en Abram, les da

promesas y leyes; también le revela la forma de alcanzar el perdón divino a
Moisés, al que entrega el Manual Sacerdotal y el diseño del Tabernáculo. Este
es el Templo ordenado por Dios, para perdonar al pueblo de Israel. Estaba
compuesto por Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo, este último estaba
aislado de los otros lugares por un gran velo.

Los que querían ser perdonados llevaban sacrificios de corderos puros, que
se hacían en el Atrio: se les extraía la sangre y lo demás se quemaba
íntegramente. Pero volvían a pecar, pues no tenían una relación íntima con
Dios, porque en sus corazones no se producía un cambio real, era un sacrificio
imperfecto.

Éxodo capítulos 26,30,36,40; Levítico capítulo 16;

1 Reyes capítulos 6 y 8; 2 Crónicas capítulos 3 y 5; Ezequiel capítulos 41 y 45

NUEVO PACTO O LEY DE LA GRACIA: Dios tomó forma de hombre en

Jesús. Cuando Jesús murió en la cruz, el velo del Templo se rasgó y el
sacrificio de animales terminó. Jesucristo desde entonces, es el Sumo
sacerdote, el Cordero que quita el pecado del mundo, el sacrificio perfecto: su
sangre aceptada por Dios, y su holocausto en el lago de fuego perdona, limpia,
restaura, sana y alivia a todo aquel que clama a Él, produciendo un cambio
por amor en los corazones de los que creen y le confiesan como su salvador
personal. Pueden tener una comunión íntima con Dios, ya no son practicantes
del pecado y si pecan tienen inmediato acceso al trono de su gracia para
arrepentirse y recibir perdón por los méritos de Cristo. Jesús debía morir
según la ley sacerdotal mosaica: ser un sacrificio puro, verter su sangre y ser
totalmente quemado. (Holocausto)

Hebreos 6:19-20; 9: 3,4,8,11,12; 10: 19-22 Salmos 28:2 ; Hebreos 8:10

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 DESARROLLO

¿QUÉ ES HOLOCAUSTO?
LÉXICO:
Holocausto: Se traduce del hebreo “Olah” que significa “hacer,
ascender” catástrofe, ofrenda que sube (Strong H5930) y del
griego “holocauton” que denota “sacrificio totalmente consumido”
o del todo quemado (Strong G3646).

ὁλόκαυστον
ὁλον καυστον
completamente quemado

¿Por qué era necesario el holocausto del cordero en el

Antiguo Testamento?

Leamos partes del Manual sacerdotal dado por Dios a

Moisés:

Levítico 1: 3 Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor,

deberá presentar un animal macho y sin ningún defecto.
Lo llevará a la entrada de la carpa del encuentro, para que sea
aceptado por el Señor,
4e impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima. Así esta le será

aceptada y le servirá de expiación.

5Luego inmolará el novillo en la presencia del Señor,

y los hijos de Aarón, los sacerdotes, ofrecerán la sangre y la

derramarán sobre todos los costados del altar
que está a la entrada de la Carpa del Encuentro. (Tabernáculo)
(Trad. LPD)

¿Qué significa expiación?

La expiación es la eliminación de la culpa o pecado a través de un tercero.
El sujeto culpable queda absuelto de cualquier pena por medio de un animal
u otra persona '"Cristo” en el caso del cristianismo. (RAE)

Levítico1:10 Si su ofrenda para el holocausto pertenece al ganado

menor –corderos o cabras– deberá ofrecer un animal macho y sin
defecto. 11 Lo inmolará en la presencia del Señor, sobre el lado del altar

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 que da hacia el norte, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán con
su sangre todos los costados del altar.
12 Luego lo cortará en pedazos, y el sacerdote dispondrá esas partes,

incluidas la cabeza y la grasa, sobre la leña encendida que está sobre

el altar.
13 El oferente lavará con agua las entrañas y las patas, y por último, el

sacerdote hará arder todo sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda

que se quema con aroma agradable al Señor. (Trad. LPD)

¿Qué significa INMOLAR?

LÉXICO:
Sacrificar degollando [una víctima]; en general: sacrificar (ofrecer,
dar). Dar la vida, la hacienda, etc. en provecho u honor de una
persona o cosa. (RAE)

Dios requería el sacrificio de animales, para proveer el perdón de pecados de

manera temporal y para prefigurar el sacrificio perfecto y completo de
Jesucristo en un Nuevo Pacto:

Levítico 4.35 Y le quitará toda su grosura, como fue quitada la

grosura del sacrificio de paz, y el sacerdote la hará arder en el altar
sobre la ofrenda encendida a Jehová; y le hará el sacerdote expiación
de su pecado que habrá cometido, y será perdonado. (Trad. RVR60)

Levítico 5:10 Y del otro hará holocausto conforme al rito; así el

sacerdote hará expiación por el pecado de aquel que lo cometió, y será
perdonado. (Trad. RVR60)

Hebreos 9:22 La ley exige que casi todo sea purificado con sangre,
pues si no hay derramamiento de sangre no hay perdón. (Trad. NBV)

Por tanto, el sacrificio de animales es una ley inquebrantable de Dios, en

relación con el pecado, que se encuentra en las Escrituras: "sin
derramamiento de sangre no hay perdón".

Casi todo es purificado, según la ley, con sangre; pero el sacrificio estaba
completo con el holocausto u “ofrenda encendida a Jehová”.

Así también para que el sacrificio de Cristo fuera completo, Él debía pasar por
el holocausto.

Su sangre derramada en la cruz y su cuerpo totalmente quemado en el lago

de fuego.

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 La ofrenda por el pecado debía cumplir pasos y condiciones específicas según
el Manual Sacerdotal. Jesús cumplió todo, por cuanto Dios, aceptó su
sacrificio por amor a nosotros.

Evidencia bíblica del holocausto de nuestro Señor Jesucristo:

Leemos en el Antiguo Testamento el registro de Abraham cuando lleva a su

hijo Isaac al sacrificio. Abraham e Isaac son figuras de Dios Padre y su hijo
Jesucristo.

Génesis 22:7-8 7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo:

Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el
fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8 Y
respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto,
hijo mío. E iban juntos. (Trad. RVR1960)

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 ¿Dónde está el Cordero para el holocausto?

Génesis 22:8 El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios le respondió

Abraham. Y siguieron caminando juntos. 9Cuando llegaron al lugar
señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la leña.
Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la
leña.10Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, 11pero en ese
momento el ángel del SEÑOR le gritó desde el cielo: —¡Abraham!
¡Abraham! —Aquí estoy —respondió. 12—No pongas tu mano sobre el
muchacho, ni le hagas ningún daño —le dijo el ángel—. Ahora sé que
temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.
13Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por

los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como

holocausto, en lugar de su hijo. (Trad. RV60)

¿Proveyó Dios el Cordero?

No en esa oportunidad, Dios proveyó un carnero y no el cordero.

Dios proveería al Cordero que limpiaría el pecado del mundo, posteriormente

en el Nuevo Pacto.

Juan 1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él,
y dijo: He aquí el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo. (Trad. RVR60)

En esta porción bíblica está la respuesta a la pregunta de Isaac en Génesis

22:7, pues, en estas palabras, Juan desnuda una tremenda verdad, que Jesús
era el Cordero que Dios había proveído para que sirviera para el sacrificio
expiatorio.

CARNERO CORDERO

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 CITAS ANTIGUO PACTO CITAS NUEVO PACTO
BÍBLICAS (SOMBRA Y BÍBLICAS (CUMPLIMIENTO)
FIGURA)
Génesis Abraham Santiago Padre
22:1 2:21
Génesis Isaac como un Hebreos Jesús, el Hijo de Dios, el
22:2 cordero sacrificado 10:5-10 Cordero que quita el
en holocausto. pecado.
Génesis La leña que llevaba Juan La leña de Isaac es
22:6 Isaac 19:17 figura del madero
(Patibulum) que cargó
Jesús
Génesis ¿Dónde está el Juan “HE AHÍ EL CORDERO
22:7 cordero para el 1:29;36 DE DIOS QUE QUITA
holocausto? EL PECADO DEL
MUNDO”
Hebreos Sumo Sacerdote, Hebreos Sumo Sacerdote Eterno
7:23 temporal-terrenal 4:14

CRISTO EL CORDERO PERFECTO

DEL NUEVO PACTO CUMPLIÓ LA LEY

La Biblia señala que Jesús vino a cumplir con la ley, el único que pudo hacerlo
pues no se encontró pecado en Él.

Cristo no vino a abolir la ley:

Mateo 5:17-18 No penséis que he venido para abolir la ley o los

profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. 18Porque en
verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni
la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.
(Trad. LBLA)

¿Qué significa que Jesús cumplió la ley, pero no la abolió?

LÉXICO:
Abolir. La palabra traducida como “abrogar” o “abolir” tiene un
especial significado en este estudio. Es traducción del término
griego kataluo, que literalmente significa “derribar”.

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 La palabra abolir se encuentra diecisiete veces en el Nuevo Testamento. Es
usada cuando se habla por ejemplo de la destrucción del Templo judío por los
romanos (Mt 26:61; 27:40; Hch 6:14), y de la desintegración del cuerpo
humano cuando muere (2 Cor 5:1). El término puede llevar el extenso
significado de “derrocar” ej. “inutilizar, privar del éxito”. En el griego clásico, se
usaba en relación con las instituciones, leyes, etc., para transmitir la idea de
“invalidar”.

A menudo escuchamos si Jesús no “abrogó” la ley, entonces aún debe ser

obligatoria. Lo que implicaría que deberíamos guardar el Sabbath o día de
reposo. Pero en el contexto bíblico, “abrogar” es usado como lo opuesto es
decir: “cumplir”.

Cristo no vino para abrogar, sino para cumplir la ley. Jesús no vino a este
mundo con el propósito de actuar como un oponente de la ley. Su objetivo no
era evitar su cumplimiento. Más bien, Él la respetaba, la amaba, la obedecía,
y llevó a cabo su cumplimiento. Él cumplió las leyes proféticas pronunciadas
con respecto a Él mismo (Lc 24:44)

Cristo cumplió con las demandas de la ley mosaica, la cual ordena una
obediencia perfecta. En este sentido, el divino diseño de la ley siempre tendrá
un efecto duradero. Siempre realizará el propósito para lo cual fue otorgada.

Jesucristo también tenía que cumplir la justicia de Dios, por eso su sangre se
vertió sobre la tierra que es el Atrio o Altar de Bronce y en el centro está el
fuego para purificar así la tierra, los cielos y más allá de los cielos.

El sacrificio de Jesús cumplió con las tres muertes que, desde que el pecado
entrara al mundo por Adán, le fueron impuestas al hombre, como
consecuencia: la muerte física, muerte del alma y muerte espiritual.

Cuando Jesús enfrenta la muerte física en la cruz, al llamar al Padre no se

refiere a Él por “Abba Padre”, sino que le dice: “Dios”. De esta forma se daba
a entender que su nombre era sacado del libro de los hijos, para que nosotros
fuésemos inscritos por medio de su sacrificio y posteriormente por la fe en Él.

Mateo 27:46 “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz,

diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has desamparado?” (Trad. RVR60)

Al morir Jesús entrega su espíritu a Dios, esto le da la autoridad para volver a

tomar su vida y posteriormente llevar su alma y cuerpo a perecer en el infierno,
para luego ser arrebatado como tizón de este, al no hallarse pecado en Él.

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 Juan 10:18 Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia
voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla
de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre. (Trad. LBLA)

Zacarías 3:2 Entonces el ángel del Señor le dijo al ángel acusador:

«¡Que el Señor te reprenda! ¡Que el Señor, que ama a Jerusalén, te
reprenda! Pues este hombre es como un carbón encendido sacado de
entre las brasas.» (Trad. DHH)

NO MORIMOS GRACIAS A CRISTO

Gracias a que Jesús venció ambas muertes (primera y segunda), la Palabra

nos enseña que ahora no morimos, sino que dormimos como la hija de Jairo,
o Lázaro (el amigo), y que seremos vivificados por el Espíritu de Dios para
estar siempre con Él:

1 Corintios 15:55 ¿DÓNDE ESTÁ, OH MUERTE, TU VICTORIA?

¿DÓNDE, OH SEPULCRO, TU AGUIJÓN? (Trad. NTV)

1 Tesalonicenses 4:13 “Pero no queremos, hermanos, que ignoréis

acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen
los demás que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús
murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en
Jesús”. (Trad. LBLA)

Romanos 8:11 “Dios resucitó a Jesús, y él también hará que los

cuerpos muertos de ustedes vuelvan a vivir, si es que el Espíritu de
Dios vive en ustedes. Esto Dios lo hará por medio de su Espíritu, que
vive en ustedes.” (Trad. TLA)

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 CONCLUSIÓN
Para la remisión de pecados, según el Antiguo Pacto registrado
en el Antiguo Testamento se debía ofrecer en sacrificio un
animal macho y sin defecto, en el Tabernáculo de Moisés.

El sacerdote después de extraer su sangre lo hacía arder todo sobre el altar

del Atrio. La sangre se inmolaba en la presencia del Señor (sangre en el
Lugar Santísimo), para rociar al pueblo. Pero era un pacto imperfecto, porque
los hombres continuaban pecando.

Este pacto fue reemplazado por el Nuevo Pacto en la Sangre de Cristo; este
es el pacto perfecto, pues Jesucristo revela el amor de Dios por el mundo, al
entregarse por nosotros en la cruz, que fue su muerte primera, entregar su
sangre y bajar a los infiernos para ser totalmente quemado, que fue su muerte
segunda.

Este acto sella el corazón del creyente que recibe el Espíritu Santo del
resucitado y con Él, la convicción de que Dios habita en Él, transformando su
corazón, recibiendo un espíritu de adopción como hijo, para dejarse moldear
a la imagen de Cristo día a día.

Una de las mayores muestras de adoración a Dios que pueda brotar de

nuestro ser es el entendimiento de que nuestra salvación tiene dimensiones
extraordinarias, que sería un gran error no reconocerla como tal y por ningún
motivo debemos anteponer ritos o costumbres religiosas a ella para no
menospreciarla.

EL HOLOCAUSTO
AP. SERGIO ENRÍQUEZ

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