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En muchas tradiciones el agua bendita es utilizada para limpiar espacios, personas y objetos;
particularmente antes de alguna ceremonia. El agua bendita es uno de los agentes de limpieza
más efectivos que pueda utilizarse; además, es muy fácil de preparar y su elemento principal, el
agua, se encuentra en nuestras casas. El agua bendita es muy dinámica y dispersa las energías
densas y negativas. La utilizo en mi lugar de lecturas cuando siento la necesidad de sacudir alguna
energía infortunada que ha dejado algún consultante.
Voy a explicarte cómo es el procedimiento a grandes razgos, luego más adelante te lo describiré
con más detalles. Los ingredientes son:
- Una taza de agua, de la que usas en tu hogar
- Una cucharada de sal de mesa
Bendices el agua. Bendices la sal. Luego mezclas el agua con la sal y la rocías en el lugar, objeto o
persona que has de bendecir. Puedes usar tus dedos para rociarla. Si tienes niños, a ellos les
encanta rociarla.
El agua bendita guarda su potencia por tan sólo un par de días. Cuando la vayas a descartar
puedes hacerlo como lo haces con otras aguas, o puedes regar tu jardín o patio con ella.
De todos los agentes limpiadores que he utilizado, el agua bendita es el más potente,
especialmente si se ha preparado de la manera correcta. Por lo tanto, tiene mucho valor el
cuidado y tiempo que dediques a su preparación. Al prepararla, utilizo una fórmula de bendición
que alude a los valores universales de amor, pureza, y bondad. No me apego a ningún discurso
religioso. Claro está, si practicas alguna creencia o religión, puedes elaborar una oración cónsona
con tus creencias. Igual puedes utilizar un salmo u oración establecida. La idea es que encuentres
la fórmula con la que te sientas más cómodo/a. En escencia, lo importante es la intención.
Recuerda que puedes utilizar las palabras y el símbolo que desees. Te sugiero que utilices un
símbolo sencillo, mientras más simple, mejor. Inclusive, no tienes que utilizar palabras ningunas,
pero debes mantenerte alineado/a con las energías más puras y benévolas.
Ahora puedes colocar el agua bendita en un potecito para usarla cuando lo desees. Recuerda que
tan sólo dura un par de días. Descártala después de 48 horas. Si necesitases que dure más tiempo,
debes preparar más agua. Cuando la vayas a esparcir puedes hacerlo con toda la mano o la punta
de tus dedos dibujando el símbolo sagrado. Si vas a bendecir un lugar puedes solamente señalar
con tus dedos las paredes, pisos y techos mientras esparces el agua. Se puede utilizar un rociador
plástico o de vidrio. Yo prefiero usar mis manos.