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El término latino dominium (el término proprietas es bastante tardío), parece

Propiedad y posesión no haber sido utilizado desde los orígenes, sino solamente al finalizar el
desarrollo histórico.
También es el caso de recordar que la palabra que los romanos utilizaron
para indicar los objetos de la propiedad, res, no tiene un vínculo inmediato
con la posibilidad de explotación económica, a diferencia del término bienes
utilizado en el moderno derecho civil.
1.a La propiedad en Roma. Lineamientos históricos En la época más antigua se utilizaron otros términos (potestas, manus,
mancipium), para indicar el poder que le corresponde, en la época arcaica, al
Históricamente, la creación de la institución de la propiedad es la forma pater, tanto sobre las personas libres, sujetas a él (mujeres in manu, filii),
como el derecho resuelve los posibles conflictos sociales que pueden como sobre los bienes de la familia. Este poder era, por lo tanto,
derivar de una circunstancia objetiva, la limitación de recursos disponibles indiferenciado y abarcaba personas y cosas.
para la humanidad y para cada sociedad.
Derecho “fundamental” reivindicado en las revoluciones burguesas de los En la época arcaica, una noción que se acerca a lo que hoy
siglos XVIII-XIX, la propiedad moderna, con las características que conceptualizamos como propiedad se alcanza a discernir en la dimensión
presenta en las formulaciones de los códigos civiles (las cuales, además, del proceso, toda vez que haya contienda entre dos patres sobre una cosa;
están actualmente bajo cuestionamiento y revisión, debido al surgir de sin embargo, en este contexto la posición de cada uno de los ciudadanos,
nuevas emergencias sociales ligadas a intereses colectivos y que reclaman la cosa para sí, no se identifica mediante un sustantivo, sino
transformaciones económicas -protección del medioambiente, nuevas con una perífrasis: “afirmo que es mío”, meum ese aio, la expresión que,
tecnologías, propiedades inmateriales-) es el resultado de un largo como relata Gayo en las Instituciones, aparecía en los antiguos formularios
desarrollo histórico. de juicio de las legis actiones (acciones de la ley, juicios basados en
afirmaciones solemnes).
En Roma, las cuestiones inherentes a la pertenencia de bienes encontraron En el formulario de la más antigua acción de reivindicación (la legis actio
definiciones y soluciones distintas en las diversas épocas. sacramenti in rem, “acción por apuesta sacramental sobre la cosa”), el
ciudadano hacía valer la propiedad que le correspondía sobre una cosa con
En las fuentes jurisprudenciales romanas no se encuentra ninguna la siguiente afirmación, pronunciada ante el magistrado y el adversario:
definición de la propiedad. En el título de iustitia et iure del Digesto la
propiedad (dominia distincta) está incluida entre las instituciones comunes “digo que la tal cosa es mía (meum esse aio) por el derecho de los
entre los pueblos y que pertenecen al derecho de gentes1, lo cual implica Quirites”.
que por derecho natural los recursos son comunes y la propiedad
individual es inexistente; la categoría de las res communes ómnium -el mar, la El adversario, por su parte, afirmaba lo mismo, y al hacerlo hacía evidente
costa del mar, el agua que fluye- aparece en las clasificaciones de los juristas ante la sociedad la controversia entre los dos. En esta afirmación de
imperiales de época antonina y severiana, y es recogida en la codificación pertenencia, que se oponía antes que todo contra el que la cuestionaba, está
de Justiniano, indicando una tensión entre la propiedad colectiva (incluso el primer núcleo de la propiedad del ius civile: el meum (“mío”) implica que
la propiedad de la humanidad2, o de un pueblo en su conjunto, como por una determinada cosa está a completa disposición de alguien, con exclusión
el caso de los ríos3) y el dominio individual. de todo el que pueda tener un interés en contrario.

1 Hermogeniano, D.1,1,5. 3 Marciano, D.1,8,4,1.


2 Res communes omnium: Marciano, D.1,8,2,1.
1
Se debe observar que esta afirmación, “es mío”, con exclusión de cualquier rígida, que el titular no habría podido transmitir el poder sobre los bienes
injerencia ajena, indica una dimensión implícitamente relacional de la raíces sino a sus propios hijos. En esta visión se podría entonces entender
propiedad, que no es solamente una vínculo entre el hombre y las cosas. el significado de aquella conocida afirmación, común todavía entre los
juristas Sabino, Gayo y Paulo, según la cual los hijos, viviendo el pater,
El formulario del juicio in rem (sobre la cosa), que se acaba de mencionar, debían considerarse, de alguna manera, ellos mismos como dueños, en
se aplicaba no solamente para la defensa procesal, sino también, mediante cuanto estaban destinados a sucederle (como herederos necesarios)4.
algunas adaptaciones, para adquirir poder sobre las cosas (mediante el acto Otra demostración del paulatino desarrollo de los conceptos,
de la mancipatio, donde el adquirente pronuncia las palabras “afirmo que características y reglas que hoy en día solemos vincular con la idea e
este esclavo/fundo/animal es mío según el derecho de los Quirites, y aquí institución de la “propiedad” se encuentra en la definición de algunas
lo compro con este bronce y esta balanza de bronce”); el mismo formulario posiciones de terceros respecto a la cosa de alguien. Mucho antes de
(“es mío según el derecho de los Quirites”) se utilizaba además para entender la propiedad como un derecho (inmaterial y abstracto) sobre las
defender y adquirir las potestades que le correspondían al pater sobre las cosas, el meum esse se identifica de una forma muy física con la cosa material
personas libres sujetas a él: para reclamar la patria potestad sobre los hijos, sobre la cual se ejerce: originariamente, las exigencias propias de la
o para adquirir la manus sobre la mujer, el ciudadano pronunciaba la misma actividad agrícola, tales como el paso por el fundo del vecino, o la
fórmula que habría utilizado con respecto a las cosas, fórmula que conducción de agua a través del mismo, se satisfacían extendiendo al
expresaba pertenencia. Lo cual hizo suponer que, en la edad arcaica, la interesado la propiedad de la franja de tierra correspondiente, la cual estaría
propiedad, en cuanto poder específico sobre las cosas, ni siquiera existía, o sujeta a la propiedad de dos personas contemporáneamente; es el concepto
más bien estaba oculta dentro del mancipium del pater, es decir dentro de un originario de lo que hoy conocemos como servidumbre y que solamente
poder más amplio, que éste ejercía de manera igual, tanto sobre las más tarde los romanos llegarían a identificar con un derecho autónomo,
personas, como sobre las cosas, de la familia. un ius in re aliena; por las características antiguas de la idea de pertenencia,
Por otra parte, se ha conjeturado que, también en la edad arcaica, el meum no se podía concebir el conceder un uso de la tierra separado de la
ese aio, es decir la afirmación solemne de la pertenencia, con la exclusión propiedad.
del adversario, se pudiese afirmar solamente con respecto a las cosas Para respaldar esta hipótesis (de la identificación del derecho sobre el fundo
muebles. Las razones de esta reconstrucción se encuentran en el contexto ajeno con la propiedad de una porción del fundo), estaría, de nuevo, la
en el cual se debía pronunciar esta fórmula, al menos en su aplicación existencia de un formulario único a disposición para la defensa procesal
procesal (legis actio sacramento in rem): como nos informa Gayo, el que (de la propiedad así como de la servidumbre), en el cual la pertenencia se
reivindicaba tocaba con una vara, para significar señorío, la cosa objeto de expresaría de manera idéntica, también a efectos de la satisfacción de
controversia, la cual por lo tanto debía estar presente en el lugar del exigencias distintas a las que le corresponden típicamente al propietario
proceso. Solamente con posterioridad, se permitiría llevar al tribunal un (pasar por el fundo del vecino o conducir agua a través de él). Así que dos
símbolo de la res que se reclamaba (por ejemplo un terrón para representar personas podían proclamar contemporáneamente, sin contradecirse, el
la totalidad del fundo). respectivo poder sobre la misma porción del suelo, destinada a servirle de
La pertenencia al pater de la casa (domus) y del fundo hereditario forma distinta a cada uno de los dos (“digo que este fundo/porción de
(significativamente denominado heredium, es decir adquirido por herencia, fundo es mía por el derecho de los Quirites”).
y, por lo tanto, transmitido por causa de muerte por el pater anterior) estaría
supeditada a la exigencia de supervivencia de la familia de manera tan Desde el siglo III a. C.5 se empezó a superar la supuesta indiferenciación

4 Pater et filius eadem persona (padre e hijo son la misma persona): C.6,26,11,1 de Justiniano; 5De aquí en adelante el texto es una traducción de B. Santalucia, I modelli dell’appartenenza,
hijos quodammodo domini (“de alguna manera dueños”): Gayo, 2,157; Paulo en los comentarios cap. 4 de Diritto romano privato. Un profilo storico, al cuidado de A.Schiavone, Torino, Einaudi,
a Sabino, D.28,2,11. 2003, pp. 283 ss.
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que caracterizaba la época de los orígenes, y empezaron a surgir situaciones obras (edificio, hoyos, pozos) a cierta distancia de los linderos; se permite
de poder distintas, según el objeto fuera una persona libre o una cosa (se cortar las ramas del árbol ajeno que invaden el fundo, cuando tengan una
consideraban como cosas también los esclavos). La misma fórmula altura inferior a los 15 pies (correspondiente más o menos a 4,5 m); se
solemne que expresaba la pertenencia (el meum ese aio) terminó siendo permite entrar al fundo del vecino para recolectar los frutos caídos de la
utilizada también con respecto a los bienes raíces; de ello se puede deducir planta propia. Por otra parte se prevén específicas acciones procesales para
que los fundos se habían hecho susceptibles de reivindicación los casos en que el vecino modifique, realizando obras nuevas, el desagüe
(precisamente mediante la legis actio sacramento in rem) y también natural del agua lluvia, o toda vez que el árbol del vecino se incline
transmisibles libremente entre vivos. peligrosamente sobre el fundo propio, o cuando el vecino edifique una
Profundos cambios en la vida económica, determinados por la expansión nueva construcción (circunstancias para las cuales, desde los últimos siglos
en el Mediterráneo, pusieron en crisis la idea originaria del señorío de la República, se dispondrá, respectivamente, de la actio aguae pluviae
indiferenciado del pater familias: en particular el mancipium, al cual estaban arcendae-acción por el desagüe de aguas lluvias-, de la cautio damni infecti-
sometidas personas y cosas (mancipi) de la familia, ya no fue suficiente para caución de daño temido-, de la operis novi nuntiatio-denuncia de obra nueva).
expresar el ámbito del poder potencial del pater, el cual tiene ahora ante sí Una regla anterior establecía que cada quien debía abstenerse de cultivar o
toda una serie de res nuevas (las res nec mancipi) que no caben dentro del de utilizar de cualquier manera la franja de terreno cercana al lindero,
mancipium y sin embargo pueden tener un notable valor económico. Hacia dentro del límite mínimo de dos pies y medio (poco menos de 1 m), de
finales de la República emerge el concepto del dominium, como manera tal que se creó, entre dos fundos, un área libre (en primer lugar
propiedad de las cosas, de todas las cosas (mancipi y nec mancipi). para permitir el tránsito) de poco menos de 2 m (cinco pies en total); de
esta franja, habitualmente denominada iter limitare, las Doce tablas
Para esta época la jurisprudencia crea un nuevo derecho, el usufructo, que establecen la inusucapibilidad. Una disposición análoga existía para los
en principio se ubica más allá del concepto materialista que caracterizaba edificios urbanos, entre los cuales debía existir un espacio de cinco pies
el fundamento del mancipium y del dominium: a diferencia de las antiguas denominado ambitus. En todo caso, del mantenimiento de las vías
servidumbres, que eran res mancipi corporales, puesto que se identificaban alrededor de los fundos privados debían hacerse cargo, según las Doce
con una porción del fundo, el usufructo implica una facultad de pleno goce tablas, los mismos propietarios de los fundos, a menos que quisieran
de la res que prescinde de la propiedad de esta, señalando así el surgir de permitir el tránsito sobre el predio.
una nueva forma de sacar provecho de las cosas (usar de la cosa y hacer
propios sus frutos), con respecto a la cual el aspecto de la propiedad Entre el III y el II siglo a. C., con la expansión de Roma que siguió a las
termina siendo irrelevante. guerras púnicas, maduran las condiciones para el desarrollo ulterior del
fenómeno de la apropiación de las cosas. Se desarrolla, como sabemos, un
El poder del pater sobre las cosas se especifica a través de la formulación nuevo tipo de proceso civil, que supera el formalismo rígido de la época
de una serie de reglas que hoy consideramos como características del arcaica. La nueva fórmula de la reivindicación se expresa (de la misma
derecho llamado propiedad; por otra parte, reglas distintas conforman el manera que el anterior formulario de legis actio sacramenti in rem) en la
poder del pater sobre las personas, así que el meum esse aio llega a tener tiene afirmación de la pertenencia de la cosa a quien reivindica, aunque la cosa
un valor distinto según el objeto material al cual es referido. Ya las Doce se encuentre, en el momento, en la disponibilidad (posesión) de otro (lo
tablas nos muestran un concepto del meum esse bastante evolucionado, cual justifica la iniciativa procesal contra él):
prueba del esfuerzo, por obra probablemente de los pontífices, dirigido a
identificar una línea que discrimine lo mío de lo tuyo, la cual corresponde “si resulta que la tal cosa, de la cual hay controversia, es de AA según el derecho de los
a una evolución en sentido más esencialmente individualista del concepto Quirites, y la cosa no ha sido restituida por NN a petición del juez…”).
romano de pertenencia. Así, por ejemplo, se impone tener las plantas y las

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Por otra parte, es necesario poner de presente que la pertenencia así propiedad); este ritual, acorde con la realidad de la sociedad agrícola y
formulada, es decir, sujeta a ser verificada mediante el juicio, se convierte pastoral de los orígenes de Roma, se volvió obsoleto en la sociedad
en una prerrogativa exclusiva de aquel que empieza a ser definido sin más mercantil de los últimos siglos de la República, cuando todos los viejos
cómo dominus (dueño) de la cosa. De allí que ya no se puede concebir que rituales del ius civile ya se advertían como inútiles.
a este tipo de pertenencia se sigan asemejando, al menos en el contexto del
proceso civil, situaciones de rango inferior, como las que implican el paso Así por ejemplo podía suceder, y sucedía a menudo, que una res mancipi,
(peatonal, con animales, con vehículos) por el fundo del vecino, o la por ejemplo un esclavo, fuera simplemente entregada al adquirente por el
conducción del agua a través de este fundo (servidumbre arcaica de dominus ex iure Quiritium, es decir su propietario civil, mediante traditio,
acueducto); para la protección de estas situaciones el pretor acuñó incumpliendo con las formas impuestas por el ius civile para el traspaso del
fórmulas específicas (así fueran moldeadas a partir de la fórmula que tutela dominio (la mancipatio o, alternativamente, la in iure cessio, simulacro de
al dominus), donde el poder de interferir en la cosa ajena (a efectos del paso, proceso civil sobre propiedad que se realizaba ante el pretor o el
de la conducción de agua etc.), u otras prerrogativas como las del magistrado provincial, donde el adquirente reclamaba la cosa, como si
usufructuario (usar y disfrutar la cosa ajena) se expresan de forma distinta fuera un rei vindicans, el adversario-el vendedor, o el que por cualquier causa
respecto al derecho del dominus (“tengo el derecho de”, ius mihi est, transfería la cosa- no se oponía y el magistrado terminaba pronunciando la
diferenciado a “es mío”, meum esse). addictio, permitiendo que el adquirente se llevara la cosa). Ahora bien,
siguiendo con el mismo ejemplo, aquel al que había sido entregado el
Paralelamente, hacia finales de la República, el pretor creó fórmulas esclavo mediante simple traditio, así no hubiera adquirido el dominio civil,
opuestas a las que acabamos de mencionar (denominadas acciones se encontraba seguramente en una situación que merecía protección
confesorias), denominadas negatorias, mediante las cuales el propietario, procesal, sobre todo cuando había pagado un precio (en el caso en el cual
frente a actividades realizadas por el demandado, correspondientes al la tradición hubiese sido realizada por causa de venta, es decir en el
ejercicio de una servidumbre, o de un usufructo, solicitaba se averiguara en contexto de una compraventa consensual). La protección se volvía
un juicio la inexistencia en cabeza del adversario del correspondiente indispensable toda vez que otra persona se hubiese apoderado de aquel
derecho real limitado (ius in re); ello implicaba que aquella actividad, en esclavo y el que lo había recibido mediante tradición no lograse
principio correspondiente al ejercicio de un supuesto derecho sobre cosa recuperarlo. Esta exigencia de tutela fue satisfecha mediante la creación de
ajena, terminara siendo evaluada en los términos de una perturbación una nueva fórmula, la de la actio Publiciana, que se debería utilizar en el
arbitraria (“si resulta que no tiene el derecho de -paso/acueducto/usar y disfrutar de nuevo tipo de procedimiento controlado por el pretor, el procedimiento
la cosa-…tú juez condena”). formulario; de esta manera se garantizaba también la posición de aquel que
hubiese recibido una res mancipi sin el ritual de la mancipatio, mediante la
1.b La así llamada propiedad “bonitaria” o “pretoria” simple entrega manual del bien.

Por su parte, la antigua forma de expresar la pertenencia (“afirmo que esta Esta protección se completaba, volviéndose absoluta, mediante otro
cosa es mía por derecho de los Quirites”), cuando aplicada por fuera de un instrumento procesal, que se utilizaba en caso de que el dominus ex iure
proceso civil, en particular a efectos de la transferencia a otro (por medio Quiritium tratara de retomar posesión de la res mancipi, que él mismo ya
de la mancipatio) del bien (la res mancipi), debía ser acompañada había entregado mediante traditio, y para este efecto ejerciera la rei vindicatio,
inderogablemente por un ritual complejo, que requería la presencia de acción civil de la cual seguía siendo exclusivo titular (puesto que la traditio
cinco testigos varones, libres, ciudadanos y púberes, de un libripens con la no había surtido el efecto de transferir el dominium). Es más, se debe
balanza, y de la cosa, o al menos de un símbolo de ella, que el adquirente imaginar que el pretor consideró con prioridad este tipo de controversias,
debía tocar con una vara (afirmando así, también físicamente, su puesto que al menos en los comienzos, la persona a la cual hubiese sido

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entregada por traditio la res mancipi debió encontrarse en la condición de provincias (la primera de las cuales fue Sicilia, desde el 227 a.C.) la tierra
tener que defenderse en primer lugar contra la malicia del dominus. Sin pertenecía al populus Romanus (en la época imperial, al pueblo o al César,
embargo, este ejercicio deshonesto de la reivindicación fue según se tratara de provincia senatorial, sujeta a stipendium, o imperial, sujeta
inmediatamente desalentado por el pretor, concediendo al adquirente una a tributum), y era concedida en régimen de explotación a los residentes, los
exceptio rei venditae et traditae (excepción de la cosa vendida y entregada), cuales debían pagar un tributo. A este respecto los modernos hablan de
la cual, incluida en la fórmula de la rei vindicatio, permitiría rechazar “propiedad provincial”; por el contrario, Gayo subrayaba la inexistencia
definitivamente las pretensiones del dominus. de una propiedad sobre los fundos provinciales, utilizando más bien el
binomio “posesión y usufructo” (habere possidere frui licere: “es lícito tener
Nació así, en el sistema del ius praetorium, otro tipo de señorío sobre las poseer y gozar” un fundo provincial). En cuestión de hecho, la así llamada
cosas, que los Romanos denominaron in bonis habere o in bonis esse “propiedad provincial” no difería mucho del dominium o del in bonis habere,
(“tener en el patrimonio”, “estar en el patrimonio”), y los modernos llaman excepto por estar sujeta a impuesto. En la época de Diocleciano, cuando
“propiedad pretoria”; efectivamente, este señorío es, desde el punto de también los fundos itálicos empezaron a ser gravados con impuestos, cayó
vista de los poderes del titular (disposición, uso y disfrute, poder de definitivamente la razón de la distinción entre tierras provinciales y suelo
transmitir la cosa por acto gratuito u oneroso, entre vivos y mortis causa, itálico, y con ella la necesidad de distinguir una “propiedad provincial”.
carácter exclusivo e independiente), sustancialmente idéntico al dominium
del ius civile. Esta propiedad pretoria estaba destinada a durar un tiempo Asimismo, la desaparición de la jurisdicción pretoria a finales del
limitado: según se tratara de cosa mueble o inmueble, uno o dos años, es principado había llevado a unificar los tipos de propiedad reservados a los
decir, el tiempo necesario para la usucapión, por efecto de la cual el ciudadanos romanos. Aparece así un tipo único de propiedad, sujeto a un
poseedor adquiriría el dominium civil en su plenitud. Partiendo del caso régimen uniforme, derivado de la inclusión, en el modelo del dominium civil,
inicial de la res mancipi entregada mediante traditio, el pretor reconoció y de reglas propias de los otros tipos de “propiedad” (del in bonis habere se
tuteló de la misma manera en muchas otras situaciones el in bonis habere o tomó la posibilidad de transferencia mediante traditio, sin el recurso a las
in bonis esse (por ejemplo, en el campo de las sucesiones hereditarias, formas solemnes; del régimen de los predios provinciales, la generalización
mediante la bonorum possessio). de la imposición fiscal).
La existencia de dos planos normativos superpuestos, el del ius civile y el del
ius praetorium -característica propia del orden jurídico romano- explica esta
duplicidad, tan arraigada que Gayo habla de un duplex dominium, una doble 1.d Limitaciones de la propiedad
propiedad, una civil (ex iure Quiritium), la otra correspondiente al in bonis
habere. Ha sido observado que sería preferible abstenerse de definir la propiedad,
debido al carácter indeterminado de las prerrogativas del dominus, que
hacen que se pueda decir que la cosa realmente le pertenezca. Sin embargo,
1.c La “propiedad” provincial (habere possidere frui licere) sobre la propiedad pueden gravar limitaciones de distinta naturaleza, por
lo cual el poder concreto del dominus termina siendo en todo caso más o
Tanto la propiedad civil como la pretoria quedaban reservadas a los menos limitado (incluso cuando no existan sobre la cosa eventuales iura in
ciudadanos romanos; ambas, cuando se trataba de inmuebles, concernían re aliena).
exclusivamente fundos ubicados en suelo itálico. Lo cual explica por qué Algunos de estos límites derivan de exigencias imprescindibles, como es el
estos módulos no se extendieron a los territorios fuera de Italia caso de los límites impuestos por las Doce tablas, los cuales representan
progresivamente conquistados por Roma, organizados como provincias, de por sí una consecuencia natural de la vecindad entre fundos. Por otra
distritos administrativos gobernados por magistrados romanos. En las parte, dentro de estos límites cabe también la prohibición de inmisiones

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molestas: paradigmáticamente, el jurista Aristón ( I-II siglo d. C.) establece una conformación precisa de la propiedad de edificios, y que suponen la
el principio según el cual “a cada quien le es permitido hacer en lo suyo convicción según la cual las normas de vecindad tienen una dimensión
todo lo que le plazca mientras no introduzca nada en lo ajeno”6. De ello se pública y social.
sigue que no es tolerada la inmisión de humos molestos en los edificios También por interés general se limitó el poder del propietario sobre el
superiores, de agua u otra sustancias en los lugares inferiores, o de esquirlas subsuelo, permitiendo que cualquiera pudiera realizar búsqueda y
derivadas de corte o talla de piedras en el fundo vecino. explotación de yacimientos de minerales, a condición de pagarle al dominus
La introducción de otros tipos de límites depende directamente de una cuota del valor del producto extraído.
orientaciones sociales, que pueden sugerir sacrificar, con mayor o menor Razones de publica utilitas o necessitas justifican también la expropiación de
intensidad, el interés del propietario con miras a la satisfacción de intereses fundos, que en efecto se practicaba en la antigüedad tardía, y, con respecto
de otros sujetos o bien, más frecuentemente, de la colectividad en general. a los bienes muebles, los frecuentes embargos de alimentos y medios de
Bajo este respecto es también posible identificar en el derecho romano una transporte privados para las necesidades de la res publica. Razones más
evolución, cuya tendencia es hacia la multiplicación de los límites, en mayor estrictamente humanitarias hicieron que se limitara también el poder de los
medida con respecto a la propiedad provincial, que contribuirían a amos sobre los esclavos (Ulpiano, en D.1,6,2, recuerda un rescrito de
caracterizar la propiedad en el modelo unitario codificado en el derecho Antonino Pío que impone la venta forzosa del esclavo maltratado por el
justinianeo. amo).
Particularmente significativas son algunas prescripciones, concernientes la
propiedad de bienes raíces, que se empezaron a introducir desde 1.e Copropiedad (communio)
comienzos de la época imperial para protección de intereses públicos. Se
atribuye a Augusto la introducción de un límite máximo de altura de los Una cosa puede pertenecer a una sola persona o también a dos o más
edificios, fijado en 70 pies, posteriormente rebajado a 60 por Tiberio, en personas: en este segundo caso los romanos hablaban de communio. Se trata
aras de prevenir peligros en caso de incendio. Senadoconsultos de la época de una situación que existió desde los orígenes de Roma, ya que se
imperial (desde el Osidiano del 44 al Aciliano del 122 d.C.) prohibieron la presentaba toda vez que al paterfamilias le sucedieran sus hijos (a este
desinstalación de partes de edificios (en las fuentes de época tardía se respecto se habla de una copropiedad incidental). Sin embargo, una
mencionan específicamente los mármoles y las columnas) hecha con el copropiedad podía derivar de otros hechos (por ejemplo, en caso de unión
propósito de vender los materiales, y asimismo el comercio de edificios o mezcla entre cosas de distintos propietarios); con el paso del tiempo se
con el mismo propósito, para impedir que se deformara la estructura admitió que se pudiera constituir una communio como consecuencia de un
arquitectónica (publicum decus) de las ciudades. Estas disposiciones tienen acuerdo, cuando dos o más sujetos hubiesen celebrado un contrato de
antecedentes en las leyes municipales, como la del municipio de Tarentum sociedad, que prevé la obligación de poner en común una o más cosas o
(90 a. C.), dónde se prohibía expresamente deteriorar o destruir cualquier incluso todas las cosas de propiedad de los socios, incluyendo las que se
edificio urbano. adquirirían en el futuro (societas omnium bonorum, sociedad de todos los
En la antigüedad tardía, la tendencia a la tutela urbanística de las ciudades bienes).
se acentúa; se puede recordar aquí una constitución del emperador Zenón, De la antigua communio familiar se deriva la estructura fundamental de la
la cual prescribe una distancia mínima entre edificios vecinos (12 pies) y copropiedad romana de las épocas posteriores. En principio, la
prohíbe construir de manera tal que se quite al vecino la vista directa u copropiedad que se establecía entre los hijos a la muerte del pater era más
oblicua hacia el mar; de esta prohibición deriva la norma que ordena bien un consorcio familiar (consortium llamado ercto non cito, es decir “de
explícitamente construir a una distancia no inferior a 100 pies. Se trata, dominio indiviso”), en el cual prevalecía sobre todo el interés del grupo. Este
como se puede ver, de disciplinas bastante restrictivas, que apuntan hacia espíritu solidario que se exigía en la actividad de los miembros,

6 Ulpiano, D.8,5,8,5.
6
determinaba entre ellos una confianza mutua, al punto que cada quien común: esta (en su totalidad o en una porción material) se podía enajenar
podía realizar por sí solo todos los actos de gestión, e incluso disponer de o gravar con servidumbre solamente con el consenso unánime de los
la res communis, por ejemplo enajenándola, salvo el veto preventivo (ius participantes. Coherentemente, ningún veto podría impedir a cada
prohibendi) de los otros. copropietario decidir lo que considerara oportuno con respecto a su propia
La cosa común era considerada como perteneciente a cada consorte en su cuota, de manera tal que él podía libremente enajenarla, darla en usufructo,
totalidad (concepto de la propiedad plural integral); la idea de la cuota, es constituirla como prenda, arrendarla etc.
decir de la porción del todo o que idealmente le correspondía a cada
partícipe (pars quae iuris intellectum habet, “parte ideal que se comprende De lo dicho resulta un modelo de copropiedad imperfecto, donde el
jurídicamente”), debió ser bastante débil, sin embargo estaba destinada a principio de unanimidad hacía más difícil la gestión de la cosa común, y la
evidenciarse en el momento de la división del patrimonio hereditario, irrelevancia de la voluntad de la mayoría, para privilegiar el derecho de un
división que era siempre posible, mediante una acción divisoria prevista participante individual, podía crear conflictos. De esto los romanos fueron
para este propósito (actio familiae erciscundae, acción para la división del muy conscientes, puesto que consideraron irrenunciable el derecho de
patrimonio familiar). pedir la división, y que admitieron la validez de un pacto para quedarse en
Este modelo consorcial debió estar presente también en la mentalidad de copropiedad solamente a condición de que se estableciera un plazo final, y
la jurisprudencia más reciente. Así por ejemplo Ulpiano explica que en la siempre que la permanencia del estado de indivisión fuese oportuna para
copropiedad cada copropietario no es dueño de una parte de la cosa, sino el mejoramiento de la cosa.
de toda la cosa indivisa (aunque en proporción a la cuota que le
corresponde). Y Papiniano, citando la opinión de Sabino, confirma que
solamente el veto manifestado preventivamente por el copropietario era 2. Posesión
apto para impedir válidamente el acto de gestión decidido unilateralmente
por otro copropietario, así que a falta de prohibición tempestiva, el acto Además de la propiedad, reconocida por el derecho civil, los romanos
realizado por el copropietario sobre la res communis desplegaría sus efectos. tutelaban una distinta forma de señorío sobre las res: la posesión (possessio).
Además la idea según la cual el derecho del copropietario abarque no una Históricamente, las primeras possesiones tuvieron como objeto los terrenos
porción sino la cosa en su totalidad, queda en todo caso como fundamento conquistados en la guerra, convertidos en propiedad del pueblo romano,
del así llamado ius adcrescendi (derecho de acrecentar): si uno de los pero sujetos a libre ocupación (ager publicus occupatorius), por parte de
copropietarios abandona la res, renunciando a la propiedad, los otros se aquellos ciudadanos que tuviesen los recursos para ello (esclavos, animales,
dividirían la cuota derelicta en proporción a la propia. utensilios para la agricultura); en este contexto no faltarían la competencia
En la época posterior, la cuota sería relevante particularmente en la división y los conflictos entre los ocupantes, para resolver los cuales se requerían
de los frutos producidos por la cosa común, y de los gastos, además que rapidez y falta de formalismo, elementos que desde un comienzo
en la fase de división de la copropiedad (en caso de comunión de carácter caracterizaron los procedimientos llamados interdictales, los cuales
no hereditario, cada uno de los miembros podía solicitarla mediante la actio debieron originarse precisamente en este campo (siendo los interdictos
communi dividundo); por el contrario, la cuota no tenía ningún peso a la hora órdenes pretorias basadas en el imperium, y no en el conocimiento procesal
de decidir un programa de administración o distintos actos de gestión; para de la causa).
tal efecto, al menos en caso de desacuerdo manifestado preventivamente, La dura oposición contra las reformas agrarias de los Gracos, por parte de
se requeriría la unanimidad, puesto que no se admitía una decisión los possessores del ager occupatorius, es prueba de que, al menos en la
adoptada por mayoría. convicción de los ocupantes, las posesiones constituían verdaderos
La idea opuesta de la propiedad por cuotas se afirmaría, en la communio de dominios. La estructura de la posesión, regulada por el derecho privado
época más reciente, con respecto a los actos de disposición de la cosa

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romano, fue determinada precisamente teniendo en cuenta las poseedor de la res no sea su dominus, o que el dominus no sea al mismo
características de este tipo de posesiones. tiempo poseedor.
El dominium supone la existencia de un vínculo jurídico sobre la res,
El erudito Festo (II siglo d.C.) relata que el jurista Elio Galo (I siglo a.C.) vínculo que no tiene nada que ver con su disponibilidad material; la
definió la possessio como “el uso de un fundo o de un edificio… en cuanto posesión no hace sino reconocer una situación de hecho. Por otra parte,
la posesión tiene por objeto cosas que se pueden tocar”, es decir las res toda vez que el dominus tenga la disponibilidad de la res propia, ciertamente
corporales. Con más amplitud, el jurista Paulo explica que la posesión se es también poseedor.
adquiere corpore et animo; la aprehensión física de la cosa (corpus) no se debe En resumidas cuentas, el que tenga la cosa y la quiera reservar para sí,
entender en el sentido de qué, si uno quiere poseer un fundo, deba recorrer independientemente de la existencia del dominio, tiene la posesión; el
cada terrón de él, siendo por el contrario suficiente el ingreso en cualquier derecho lo protege, a pesar de qué la propiedad pueda ser de otro; es hasta
parte del fundo, acompañado por la intención (animus) de poseerlo hasta posible que el poseedor sea tutelado, bajo determinados supuestos, incluso
sus linderos. Por lo tanto, conforman la posesión dos elementos distintos, contra el mismo dominus (ver infra). La posesión, es decir, la conservación
presentes en el pensamiento jurídico romano: un elemento material, que de la posesión, se protege para preservar la paz social; al que ha sufrido la
implica la toma de la cosa (corpus), el otro ideal o espiritual, qué consiste en pérdida de la posesión (por hurto o despojo) esta se le restablece, y le será
la voluntad de tener la cosa para así, con exclusión de cualquier otro permitido conservarla hasta que se demuestre en un juicio su contrariedad
miembro de la sociedad (animus possidendi o rem sibi habendi). al derecho (es decir, que otro tiene un derecho sobre la cosa); por la misma
Se admite, sin embargo, que se pueda adquirir la posesión corpore alieno razón, no se admiten actos violentos o iniciativas del propietario dirigidas
(“mediante otro cuerpo”), es decir, mediante un intermediario cualificado, a hacerse justicia por mano propia (recuperar la cosa con violencia o a
por ejemplo un hijo o un esclavo (personas bajo potestad), o bien, desde escondidas).
la época imperial, una persona no sujeta a potestad, como un procurator
(representante); se requería solamente que los intermediarios tuviesen una El jurista Pedio consideró que cada controversia posesoria versa o sobre la
madurez intelectual suficiente, es decir que fueran capaces de obrar. restitución de lo que no poseemos, o sobre su conservación. Se puede
Se podía conservar la posesión mediante un extraño, el cual, tarde o presentar en primer lugar la exigencia de recuperar la res que teníamos en
temprano, tuviese la obligación jurídica de la restitución de la res al nuestra posesión, y que nos ha sido sustraída contra nuestra voluntad, por
poseedor: por ejemplo el colono, el inquilino, el depositario, los cuales ejemplo con el uso de la fuerza, como cuando hemos sido expulsados de
disponían de la cosa nomine alieno, en nombre de otro (en la época de nuestro fundo por alguien, o cuando se nos hubiera impedido el acceso al
Justiniano, se admitía que la posesión se conservara mediante el que fundo por el que lo hubiese ocupado durante nuestra ausencia. En todos
habitara una casa por concesión gratuita del dominus, el habitator). En estos casos, el poseedor despojado puede dirigirse, dentro del plazo de un
algunos casos se admitió la conservación de la posesión incluso sin la año, al pretor, quien lo ayudará pronunciando contra el usurpador una
intermediación de otro, solo animo, “solamente con la intención”, es decir orden, el interdicto unde vi, mediante el cual ordena la restitución
simplemente conservando la voluntad de tener la cosa para sí: así por inmediata de la posesión de un fundo o de un edificio (utilizando la fórmula
ejemplo con respecto a los pastizales de invierno y de verano, debido a que “restitúyelo en la posesión de la cual tú y los tuyos lo sacaron con la
en épocas determinadas del año se debía volver a ellos, a pesar de qué no violencia durante este año”).
se los utilizara en otras temporadas. Vis significa violencia. Sin embargo los juristas romanos, justamente,
interpretaban el término con cierta amplitud, así que el despojo se
Está claro, tal como lo enseñaba Ulpiano, que la idea de posesión no tiene consideraba violento también en los casos en los cuales no se hubiera
nada en común con la idea de propiedad (dominium): puede suceder que el consumado ningún acto de fuerza, cuando el poseedor hubiese renunciado

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a defender o conservar el fundo a raíz del temor causado por la naturaleza violencia, el interdicto unde vi, puesto que este no se podía conceder en los
malvada del ocupante. casos de injusta posesión alter ab altero (“el uno respecto del otro”, con
referencia a las partes del procedimiento interdictal). Como lo observa
En las controversias posesorias del segundo tipo, se buscaba más bien Gayo, yo puedo expulsar impunemente al que hubiese tomado mi posesión
conservar la plenitud de la posesión, la cual podía ser amenazada, por vi aut clam aut precario (4,154). Esta impunidad desaparece solamente cuando
ejemplo debido a inmisiones molestas de olores, humo o ruidos, o en caso la expulsión se realiza utilizando armas: el mismo Gayo nos informa que
de ocupación parcial de un predio mediante artefactos u obras. En este en este caso la atrocidad del delito cometido me impone restituir la
tipo de casos, la persona que sufría la perturbación podía solicitar, posesión (así el otro en primer lugar me hubiera quitado a mí la posesión);
igualmente en el plazo de un año, calculado desde el evento que había en este caso la víctima, a pesar de ser iniustus possessor hacia mí, podría
ocasionado la molestia, que el pretor pronunciara el interdicto uti solicitar y obtener contra mí un interdicto de vi armata, que me obligará
possidetis (“tal como lo estáis poseyendo”), mediante el cual prohibía a restituir, pues no admite excepción de posesión viciosa. Es decir que en
toda perturbación potencialmente violenta de la posesión de un inmueble, caso de violencia armada estará protegido incluso el poseedor injusto, que
un fundo o un edificio (según la fórmula: “prohíbo que se haga violencia a en su momento hubiese conseguido de su adversario la posesión con
fin de impedir que se posea aquel edificio tal como lo estáis poseyendo”); violencia, o de forma clandestina o a título precario.
aquí también se interpretaba la violencia con cierta amplitud, así que, por
ejemplo, la emisión de humo o ruido se consideraría como ocasionada vi, Con la excepción de los casos de injusta posesión alter ab altero, se puede
con violencia, por el simple hecho de que persistiera, a pesar de la concluir con el jurista Paulo que “todo poseedor, por el hecho de ser
prohibición de quién la sufría. poseedor, tiene más derecho que el que no posee”; en principio, en todo
Ahora bien, el interdicto uti possidetis no se daba, y tampoco se daba el unde conflicto sobre posesión se dará la preferencia a quien tiene la cosa. Está
vi, en caso de posesión injusta (iniusta possessio): una posesión, a saber, protegido también el poseedor injusto, frente a cualquier tercero, o sea
adquirida mediante violencia (vi), o clandestinamente (clam) o por cualquiera que no sea su víctima7. Ello significa que el derecho manifiesta
concesión a título precario (precario), es decir con el acuerdo de que el una postura precisa, en el sentido de que a nadie le debe ser permitido,
dominus habría podido exigir en cualquier momento la restitución inmediata bajo circunstancias normales, atentar contra la situación de hecho de estar
de la res, concedida al así llamado precarista. De ello se sigue que en la una cosa a disposición de un sujeto determinado; una situación actual no
fórmula de los interdictos mencionados estuviera incluida una excepción se puede modificar de forma violenta o clandestina hasta que haya sido
de posesión viciosa: “siempre y cuando no haya habido de parte del uno demostrada en un juicio su contrariedad a derecho (juicio que versará sobre
respecto al otro posesión violenta o clandestina o concesión a título el derecho de propiedad, es decir un juicio por rei vindicatio).
precario”.
En estos casos, la tutela posesoria no se negaba a un poseedor injusto hacia Con respecto a las cosas muebles, un interdicto pretorio llamado utrubi
todos, sino solamente hacia la persona, víctima de la violencia o de la protege aquel que entre los dos litigantes hubiese poseído la cosa durante
clandestinidad o que había concedido la cosa en precario. La razón por la la mayor parte del tiempo en el último año (según la fórmula: “prohíbo que
cual estas posesiones no debían favorecer en la contienda con quien había se haga violencia para impedir que se lleve al esclavo aquel de vosotros que lo haya tenido
sido víctima de la violencia o de la injusticia es clara; el dueño, al cual el durante la mayor parte de este año”). Posiblemente el utrubi fue concebido para
precarista hubiese negado la restitución de la cosa, o al cual el ocupante proteger la posesión de esclavos y animales: en efectos, si por ejemplo un
abusivo del fundo hubiese impedido el ingreso, tenía la facultad de caballo hubiese huido lejos de su amo, podía suceder que se apoderaran de
recuperar la cosa también mediante la violencia. Contra él, el poseedor él, uno tras otro, distintos sujetos, por lo tanto era razonable que el pretor
injusto no habría podido utilizar, aunque despojado a su vez con protegiera no necesariamente el último poseedor sino el que hubiese tenido

7 Venonio, D.41,2,53: la posesión viciosa favorece frente a extraños.


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durante la mayor parte del tiempo al animal. Por otra parte, también en el
caso del utrubi se admite la excepción de la posesión viciosa, es decir que
eventualmente se permitirá que se lleve el esclavo o el animal persona 2.b Adquisición, conservación y pérdida de la posesión
distinta al poseedor actual, solamente si ésta persona no fue quien en
primer lugar le arrebató el caballo con violencia o de forma clandestina. Siendo la posesión un señorío de hecho sobre la cosa, integrado por la
tenencia material y el animus possidendi (intención de tener la cosa para sí),
En el derecho justinianeo los interdictos utrubi y uti possidetis fueron estos elementos juegan de manera variable respecto a su adquisición,
equiparados, en el sentido de que ambos protegerían a quien era poseedor conservación y pérdida.
en el momento en que comenzaba el proceso interdictal. El enfoque
romano, de protección de la posesión en cuanto señorío de hecho sobre La posesión se adquiere toda vez que alguien tome la cosa (incluso de
una cosa, mediante medidas inmediatas, teniendo en cuenta exigencias de propiedad de otro) con la intención de tenerla para sí de forma exclusiva e
seguridad social, se ha transmitido a la disciplina de los códigos civiles, independiente; por lo tanto, el primer modo de adquirir es la ocupación,
donde la posesión, bajo determinados supuestos, está también protegida de buena fe (por ejemplo, ocupar el fundo creyéndolo abandonado) o
independientemente de la propiedad de la cosa. incluso ilegítima, de cosas muebles (hurto, robo) o inmuebles (despojo u
ocupación clandestina); por otra parte, la entrega (traditio) genera posesión,
Afirma Justiniano que es mejor poseer que reclamar (por vindicación). incluso cuando no genere propiedad; medidas pretorias (missio in
La función del procedimiento posesorio interdictal, que permite conservar possessionem, missio in bona, bonorum possessio) autorizan la posesión legítima de
o ser restituido en la posesión, reside en la necesidad de identificar el bienes ajenos.
poseedor a efectos de determinar las partes del proceso de reivindicación8,
puesto que en este juicio el poseedor se encontrará en la mucho más La mera tenencia (del arrendatario, del usufructuario, del depositario o del
cómoda posición pasiva de demandado. El que quiera recuperar la comodatario, quienes recibieron la cosa para tenerla en nombre de otro)
posesión alegando derecho de propiedad sobre la cosa, al utilizar la rei no constituye posesión, así el detentador modifique su animus y decida
vindicatio deberá demostrar su título jurídico de propiedad sobre la cosa, tener la cosa para sí: la mera intención no muda la causa de la tenencia en
como también todos los títulos jurídicos anteriores que justifican su causa de posesión9.
dominium, hasta remontarse a un acto de adquisición de la propiedad a título Estas personas serán intermediarios en la posesión y no podrán, en caso
originario; por el contrario, el poseedor actual, demandado, no tendrá de perturbación o pérdida de la posesión, solicitar los interdictos (deberá
ningún deber de demostrar la legitimidad de su posesión. Es decir que la hacerlo el poseedor/propietario).
carga de la prueba grava por entero sobre el rei vindicans que se afirma En el Digesto, sin embargo, se discute el caso del depositario quien se
propietario. Si el rei vindicans no logra la prueba de la legitimidad del niegue a devolver la cosa requerida por el que la había dejado en depósito;
derecho, así sea el verdadero dueño de la cosa, el poseedor no deberá se pregunta si al negarse a restituir el depositario se convierta en poseedor;
restituir, incluso si se trata de un poseedor ilegítimo (Justiniano, Instituta 4, se llega a la conclusión de que solamente al mover el objeto con la
15,4: «es más ventajoso poseer que reclamar ( por rei vindicatio)… La ventaja [de la intención de sustraerlo, cambiándolo de lugar, el depositario, cometiendo
posesión] consiste en que aun cuando la cosa no pertenece a aquel que la posee, si el hurto, se convierte en poseedor (ilegítimo)10; como sabemos, también este
demandante no puede probar que le pertenece a él, la posesión quedará en el que la tipo de poseedor es protegido frente a terceros (por ejemplo, en caso de
tenía…»). perder la posesión a manos de otro, distinto al depositante, depositario,

8 Ulpiano, D.41,2,35. 10 Paulo, D.41,2,3,18.


9 Paulo, D.41,2,3,19.
10
convertido en poseedor-ladrón-, podrá solicitar y obtener un interdicto • el acreedor prendario (posesión anómala: así el acreedor fuera
utrubi). originariamente un detentador de la cosa del deudor, recibida para
garantía del pago de la deuda, se le reconocieron interdictos en vía
No pueden empezar a poseer (por defecto del animus) personas útil para conservarla o recuperarla en caso de sustracción);
desprovistas de juicio (como el furiosus, o el infans)11. • el secuestre (posesión anómala; el que custodia y conserva la cosa
sobre la cual hay un juicio pendiente);
Se puede adquirir la posesión de algo solamente “con la vista y la • el precarista;
intención”, por ejemplo en caso de compra de materiales muy pesados y • el concesionario de ager stipendiarius, tributarius, vectigalis (predios
difíciles de transportar, por efecto del simple acuerdo para la entrega de la provinciales, del pueblo, del César o del patrimonio privado del
mercancía12. César, sobre los cuales no puede haber propiedad de particulares).
No se puede poseer algo cuya existencia se desconoce (por ejemplo, el Son tenedores:
tesoro enterrado en el fundo que estoy poseyendo, o “todo lo que está en • el usufructuario, el usuario;
mi casa”, “en mi nave”, “en mi armario”); no se puede poseer algo • el arrendatario;
desconocido, incierto o indeterminado13.
• el comodatario;
• el colono, el inquilino;
De la naturaleza fáctica de la posesión se deriva que dos personas distintas
no pueden poseer la misma cosa (sería como afirmar que dos puedan • el amigo o el huésped, siempre y cuando no decidan tener la cosa
sentarse en el mismo asiento, es decir como si dos cuerpos pudieran ocupar para sí.
el mismo lugar)14; de lo mismo se deriva también que la posesión, a
diferencia de la propiedad (que es un derecho), no se revive por La posesión se pierde:
postliminium: el captivus liberado, a su regreso, deberá iniciar una nueva • cuando la cosa es tomada por otro o arrebatada con violencia o de
posesión sobre los mismos bienes que solía poseer. forma clandestina (muebles);
• en caso de fuga del animal, de manera tal que, habiendo salido de
De lo mismo se deriva que la posesión de una cosa se pierde tan pronto mi custodia, ya no lo pueda alcanzar (no vale lo mismo en el caso
otro se apodere de ella, con la intención de tenerla para sí; en cambio, no de la fuga del esclavo, el cual permanece en nuestra posesión hasta
se pierde de la misma forma la propiedad. que otro se apodere de él: siendo el esclavo un ser consciente y
racional, no se admite que él mismo, al decidir fugarse, me prive de
Son poseedores: su posesión)15;
• el propietario poseedor; • cuando la cosa ha sido escondida y olvidada (muebles; a menos que
• quien posee creyendo ser propietario; la cosa pueda ser encontrada mediante una búsqueda diligente)16;
• el ladrón; • por despojo (expulsión violenta; de inmuebles);

11 Paulo, D.41,2,1,3; Celso, D.41,2,18,1. 16Pomponio, D.41,2,25; Paulo, D.41,2,3,13; en el caso del dinero que se escondiera en el
12 Paulo, D.41,2,1,21; Javoleno, D.41,2,51. fundo, propio o ajeno, cuya ubicación no se recuerde exactamente, se considera que la
13 Paulo, D.41,2,3,3; Paulo, D.41,2,30 pr. posesión se conserva hasta que otro descubra el dinero y se apodere de él (Papiniano,
14 Paulo, D.41,2,3,5. D.41,2,44 pr.).
15 Paulo, D.41,2,3,13.

11
• en caso de ocupación en ausencia, cuando se regresa al predio y se derecho de propiedad de la cosa, tanto del solicitante como de su
es derrotado en un eventual intento de resistencia, o en el mismo adversario.
caso cuando por miedo se renuncia a volver al predio (inmuebles);
• por abandono (cosa mueble o inmueble); El interdicto se concedería a favor del solicitante que se encontrara
• cuando la cosa se vuelve extra commercium (por ejemplo, el predio actualmente (interdicto para conservar la posesión) o se hubiera
donde se entierra un cuerpo); encontrado, antes de perder la cosa (interdictos para recuperar la
• cuando se deja el animus de poseer; posesión), en posesión no viciosa frente al otro, independientemente de si
• por traditio a otro; fuera titular o menos de un derecho de propiedad sobre la cosa. Por otra
• por muerte del poseedor; parte, por ejemplo en el caso del interdicto unde vi armata, incluso un
propietario legítimo podía ser obligado a restituir en la posesión al
• por captura en guerra del poseedor;
adversario poseedor injusto frente a él, precisamente en caso de que, para
• por manumisión (esclavo);
recuperar su fundo, hubiera cometido un despojo violento a mano armada.
• por accesión (cosa accesoria); Al efectivo uso de la fuerza queda equiparado el temor que se infundió en
• por especificación (materia prima utilizada por otro). la víctima del despojo (cuando por miedo esta renuncie a volver al fundo)17.
La posesión se conserva, incluso cuando el animus no sea acompañado por El edicto pretorio contiene cuatro interdictos posesorios.
la tenencia material del mismo poseedor:
• mediante un intermediario (hijo, esclavo, colono, inquilino, Para conservar la posesión:
procurator, huésped, amigo, usufructuario, arrendatario etc.); 1. UTI POSSIDETIS: «prohíbo que se haga fuerza para impedir a aquel de
• en el caso del esclavo fugitivo, solamente con la intención (solo vosotros que al presente esté en posesión no viciosa (nec vi nec clam nec
animo); precario) de la cosa disputada que la posea como ahora la posee».
• en el caso de los pastizales de invierno o de verano, solo animo
(durante la temporada en la cual no se utilizan y ningún • género: prohibitorio; duplex (la orden de abstenerse de violencia se
intermediario los cuide). dirige a ambos)
• plazo: 1 año desde el evento
• premisa: perturbación en la posesión de cosa mueble o inmueble
• requisitos: poseer nec vi nec clam nec precario respecto del adversario
2.c Interdictos y acciones dirigidas a recuperar la posesión • resultado: se mantiene la posesión actual.
Allí donde la propiedad es señorío de derecho protegido por el derecho
civil (acción civil de rei vindicatio); la posesión es un señorío de hecho 2. UTRUBI: «prohíbo que se haga fuerza para impedir que se lleve este esclavo por
protegido mediante ordenes pretorias (interdictos). el que se cuestiona aquel de vosotros en cuyo poder estuvo durante la mayor parte de
este año sin violencia ni clandestinidad ni a título precario».*
Los interdictos se concedían con base en un conocimiento sumario de las
circunstancias, en el cual no tenía cabida la averiguación sobre el eventual

17Ulpiano, D.43,16,3,5: “es suficiente el terror inducido por las armas, para que se considere que los
expulsaron con violencia”.
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• género: prohibitorio; duplex (la orden de abstenerse de violencia se con violencia). El interdicto utrubi cobija en cambio los casos de
dirige a ambos) sustracción no dolosa de la cosa mueble.
• plazo: 1 año desde el evento
• premisa: perturbación en la posesión de una cosa mueble En caso de que la cosa fuera poseída de buena fe, se podrá utilizar la actio
• requisitos: poseer nec vi nec clam nec precario respecto del adversario Publiciana:
• resultado: protege al que haya poseído durante más tiempo; puede
ser recuperatorio (si el que poseyó durante más tiempo perdió la « Se juez, Cayo Aquilio. Si resulta que Aulo Agerio compró y le fue entregado el
posesión). esclavo en cuestión, de forma que, si lo hubiese poseído durante un año se hubiese
hecho de su propiedad según el derecho de los Quirites, si por orden del juez Cayo
Aquilio no le es restituido a Aulo Agerio, tú juez Cayo Aquilio condena a
Para recuperar la posesión de fundos: Numerio Negidio a pagarle a Aulo Agerio cuanto importe el asunto, si no resulta
así, absuélvele».
3. UNDE VI: «Restituye al demandante en el fundo del que fue expulsado, en el
transcurso de este año, por ti o por los tuyos, y en todo lo que tenía allí, supuesto
que no hubiera obtenido la posesión con violencia,
clandestinidad o en precario».

• género: restitutorio
• plazo: 1 año desde el evento
• resultado: el autor del despojo es obligado a la restitución
• admite la exceptio vitiosae possessionis.

4. UNDE VI ARMATA: «Restituye al demandante en el lugar del que le


expulsaste mediante fuerza armada, y también en las cosas que tenía en tal lugar».

• género: restitutorio
• plazo: indeterminado
• resultado: el autor del despojo es obligado a la restitución
• no admite la exceptio vitiosae possessionis.

En el derecho justinianeo los interdictos quedan unificados y responden a


dos tipos: uti possidetis y unde vi.

Para recuperar cosas muebles hurtadas cabe la posibilidad de ejercer la


actio furti; para las cosas muebles robadas con violencia, el pretor podrá
conceder la actio vi bonorum raptorum (acción por las cosas arrebatadas

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