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Objetivos

 Analizar cada una de las etapas históricas del derecho romano.


 Conceptualizar las civitates, su origen, composición y papel en el desarrollo del
imperio y el derecho romano.
 Identificar dentro de la historia de Roma, los aspectos relevantes para el estudio y la
comprensión del derecho romano.

Introducción
Derecho romano es el nombre que se le otorga al conjunto de normas que rigieron la vida
de la Antigua Roma durante los catorce siglos que el imperio se mantuvo en pie, desde su
fundación en el año 753 a.C hasta su caída en el siglo V d.C, siendo un cuerpo legal vivo
que se adaptó para cubrir las necesidades sociales de cada momento histórico.
La historia del derecho romano debe ser estudiada y comprendida dentro del conjunto de la
historia de Roma, ya que no es posible separar el aspecto jurídico de las demás
manifestaciones culturales, artísticas, políticas y sociales. Por esta razón, su historia puede
ser dividida en tres períodos; monárquico, republicano e imperial, con la advertencia de que
durante el imperio tuvieron lugar grandes cambios en las instituciones. Especialmente
desde el punto de vista político, esta época puede subdividirse en dos, de modo que la
historia del derecho romano quedaría comprendida entre las siguientes etapas:
 Época monárquica.
 Época republicana.
 Época del principado o Diarquía.
 Época del imperio absoluto o dominato.
El estudio del derecho romano tiene como objetivo principal comprender la evolución,
como su nombre lo indica, de los mecanismos jurídicos de la antigua Roma, asi como
algunas de sus instituciones, de manera que nos permite conocer a través de estas el propio
sistema jurídico nacional. Es decir, se debe tener conocimiento de la historia, fuentes e
instituciones del derecho romano para determinar su relevancia e influencia en los
ordenamientos jurídicos actuales de manera crítiva, propositiva y tolerable.
Desarrollo
Etapas históricas del derecho romano.
Monarquía (753 a.C al 510 a.C)
Las circunstancias de la fundación de esta ciudad, que con el tiempo llega llegara a ser el
centro del mundo, nos son casi desconocidas. Sólo a través de leyendas das sabemos de la
existencia de los primeros habitantes de la Península Itálica. Es un hecho que en ella
convivieron distintos pueblos: los latinos en el centro, los etruscos al norte y los sabinos al
sur. La conjunción de estas tribus tiene como consecuencia, muy probablemente, el
surgimiento de esta ciudad-estado que fue Roma.
Durante el período monárquico, aproximadamente de 250 años de duración, Roma vivió
bajo el gobierno de siete reyes, el primero de los cuales, Rómulo, crea el senado que en un
principio estuvo compuesto por cien senadores y tenían la función de cuerpo consultivo. A
su muerte le sucede Numa Pompilio, monarca muy piadoso de quien se afirma, introdujo la
práctica religiosa en Roma; a este se atribuye la creación de los pontífices, así como la
atribución de sus facultades y la creación de los colegios sacerdotales.
Los siguientes monarcas, Tulio Hostilio y Anco Marcio, son reyes guerreros que consolidan
el poder militar. Tarquino el Antiguo por su parte, concede más facultades al senado y
aumenta a trescientos el número de sus miembros. Su sucesor, Servio Tulio, realiza una
reforma político-administrativa que toma como base el censo económico de la población y
es conocida como Reforma Serviana, a este se atribuye el haber introducido en Roma la
nueva constitución de clases y centurias; la nueva división del pueblo se basaba en su
fortuna y no en su origen. El censo consistió en la obligación de declarar bajo juramento la
fortuna que el declarante tenía, el nombre y edad de su mujer e hijos; quien no se censaba
se castigaba con la esclavitud.
Finalmente, Tarquino el Soberbio, último de los monarcas, era un déspota que pretende
gobernar dictatorialmente y termina siendo destituido y desterrado. Legó al poder con
ayuda de las clases inferiores, se hizo enemigo de las antiguas familias nobles por lo que
creó nuevos patricios. De poco carácter religioso, alteró la constitución religiosa de la
comunidad. Con su destitución concluye la época monárquica.
República (510 a.C al 27 a.C)
Al principio de este período, persiste una gran pugna entre patricios y plebeyos, situación
que provoca que estos últimos decidan abandonar la ciudad para fundar una nueva, lo cual,
según la leyenda, no se lleva a cabo merced al famoso discurso de Menenio Agripa, que les
hace desistir.
Los patricios, con el fin de seguir consolidándose como clase dominante, deciden hacer
concesiones con los plebeyos. Así el Cónsul Valerio propuso en el año 509 a.C. la Lex
Valeria Horatia de Provocatione, por la cual todo ciudadano tenía el derecho de apelar ante
el pueblo reunido en comicios centuriados de las sentencias de muerte pronunciadas por los
cónsules, los plebeyos de a poco empiezan a recibir concesiones, los plebeyos ricos
formaron una plutocracia que fue admitida en el senado.
Las disputas entre ambos grupos eran tanto políticas como económicas, por un lado la
negativa a que los plebeyos participasen de las instituciones radicaba en que no
participaban del sacrificio ni del sacerdocio y por eso no podían ser jurídicamente iguales a
los patricios. Con el surgimiento de los plebiscitos, poco a poco se fue logrando una
equidad entre ambos grupos (al menos jurídicamente).
Es durante esta etapa histórica cuando Roma se convierte en una de las potencias más
poderosas del mundo antiguo. Su triunfo definitivo sobre Cartago prácticamente transforma
a los romanos en dueños del mar mediterráneo, a la vez que se consolida su dominio sobre
la península itálica y va estableciendo colonias en todos los territorios que conquista.
Durante este período el senado adquiere una importancia considerable, su opinión es
considerada en todas las cuestiones importantes y está capacitado para decidir en los
asuntos relacionados con la paz y la guerra; los plebeyos, que hasta este momento habían
estado excluidos, finalmente fueron aceptados.
Además, la figura del rey es sustituida por dos magistrados llamados cónsules, altos
funcionarios públicos que eran jefes civiles y militares del estado, elegidos por los comicios
y cuyo cargo duraba un año. Por su parte, la autoridad religiosa se separa de los poderes
civiles y es confiada al gran pontífice. En los últimos años de la republica se produjeron
luchas que fueron llevando de a poco al gobierno absoluto.
Principado (21 a.C a 284)
Esta etapa se inicia con el advenimiento de Julio César al poder, este se rodea de los
eruditos de la época para emprender una reforma de carácter legislativo, funda colonias,
emprende obras públicas para darle trabajo a los que no lo tenían, se reforma el calendario.
Se le atribuye haber comenzado a consolidar el imperio con sus obras, labor que fue
interrumpida con su asesinato, pero continuada por Augusto.
Quienes cometieron el asesinato después no supieron manejarse en el ejercicio del poder de
modo que la situación fue aprovechada por quien habría sido la persona de confianza de
Julio César: Marco Antonio. Este, en conjunto con Octavio y Lépido crearon el II
Triunvirato, donde se repartieron las provincias sin dejar de lado la persecución en contra
de los asesinos del César. Surge una rivalidad entre marco Antonio y Octavio, siendo este
último el vencedor durante una batalla naval. De esta manera obtiene el título de imperatus
perpetuus, luego el de príncipe del senado y posteriormente el de Augustus, con el que
pasaría a la historia.
Podríamos afirmar que con Augusto el Imperio alcanza su máximo esplendor en todos los
aspectos, pero al mismo tiempo inicia su decadencia. En un principio ésta no es notoria y
mucho menos aceptada, sin embargo, se ve reflejada en la forma de vida del pueblo, así
como en las medidas jurídicas que los gobernantes toman para controlarla. Jurídicamente,
esta sería la etapa clásica del derecho.
A fines del siglo III el poder se consolida en el emperador, como consecuencia de la
anulación de la diarquía. La estructura del imperio sufre un lento proceso que lleva a dividir
el imperio en oriente y occidente, Diocleciano gobernó oriente y Maximiano el occidente.
A esto se sumaba que la unidad romana se debilitaba y eran constantes los ataques de los
bárbaros.
Dominado (284 a 565)
También llamado imperio absoluto, en este periodo todos los poderes se concentran en
manos del emperador, es una época de franca decadencia. Durante este lapso se dieron
incontables levantamientos y guerras civiles, así como invasiones de los pueblos bárbaros
que cada vez era más difícil contener. En el año 330 el emperador Constantino traslada la
capital del imperio a la pequeña ciudad de Bizancio, dándole el nombre de Constantinopla.
En el año 305 Teodosio I divide el imperio entre sus dos hijos, adjudica a Honorio el
imperio de occidente y deja al imperio de oriente en manos de Arcadio. De forma muy
breve, en el año 410, el imperio de occidente es saqueada por un rey bárbaro y pocos años
después, el ultimo emperador de occidente se rinde ante el avance incontenible de las
invasiones germánicas y es destronado. A la caída del reino de occidente se forjó lo que
sería el imperio bizantino, además de la creación de nuevos reinos tales como el de los
ostrogodos, los visigodos y el de los borgoñones.
El periodo de imperio absoluto corresponde, en cuanto a historia del derecho se refiere, a la
fase del derecho postclásico. No es precisamente una fase creativa, los juristas de la época
se limitaron a ordenar y compilar la producción jurídica de las fases anteriores.
Nos encontramos en posibilidad de estudiar el derecho romano gracias a la labor Justiniano,
gobernante destacable tanto en el ámbito político militar como en el religioso y el político.
Esta labor debe ser observada desde doble ángulo: como una tarea de codificación, o sea,
de reunión y clasificación de todo el material jurídico que había integrado en el derecho de
los romanos hasta su época y, a la vez, como una labor creativa nos solo en el sentido de
que adaptó las normas jurídicas anteriores a las necesidades de su época, sino también a la
serie de disposiciones dictada de nueva cuenta durante su reinado.
Las civitas.
¿Qué eran las civitas?
En latín se distinguen civitas (civitates en plural) de urbs. Las urbs es lo que en la
actualidad llamamos ciudades y a su espacio físico: calles, plazas y edificios que la
forman. Civitas se refiere al conjunto de ciudadanos que forman la ciudad, lo que
denominamos ciudadanía, no el espacio físico que ocupaban, por eso, no siempre las
civitates se correspondían con un núcleo urbano, sino que podían englobar a villas o
poblados cercanos.
La tradición nos señala a Rómulo como primer monarca que funda la ciudad de Roma en
753 a.C., pero aparte decimos que, a orillas del Tíber, a 40 Km. del mar, se forma Roma
por la integración de los pueblos y los territorios de las siete colinas del Lazio, compuestos
por sabinos, etruscos y latinos. Como tantas otras ciudades de la antigüedad Roma toma el
sistema de Ciudad-Estado entendido como un ente soberano con poder autónomo e
independiente de cualquier otro superior, y también territorialmente independiente.
Sólo los patricios tuvieron originariamente plenos derechos políticos y civiles, hasta el siglo
III a.C. que se equiparan los patricios y los plebeyos. Los patricios se entienden que son los
fundadores de la Ciudad-Estado mientras que los plebeyos serían un grupo heterogéneo que
vendría de fuera.
Civitas patricio – plebeya y la república.
El primer período de formación de la constitución republicana se caracteriza por las luchas
entre patricios y plebeyos. El exclusivo goce de los derechos políticos y los continuos
abusos de la clase dominante, los patricios, ocasiona la resistencia pasiva de los plebeyos.
El primer conflicto social tuvo por causa las continuas levas militares y la prisión por
deudas de los plebeyos insolventes.
La definitiva aceptación constitucional de las reivindicaciones plebeyas se produce en el
367 a.C., con las Leges Liciniae Sextiae que aceptaron que uno de los dos cónsules fuese
plebeyo y las Leges Publiliae Philonis y Hortensia que equipararon los plebiscitos
adoptados en las asambleas de la plebe a las leges votadas en los comicios. Con el final de
las luchas de clases se consolida la constitución de las civitas patricio- plebeyas que
alcanzan su apogeo en los siglos III y II a.C.
Órganos de gobierno de las civitas.
Magistraturas: los magistrados eran elegidos por los comicios por el plazo de un año, en
número de dos, con igualdad de poderes y derecho al veto. Los cargos eran gratuitos e
incluso gravosos para los elegidos y una vez acabado el periodo de mando debían jurar que
había obrado con respecto a las leyes.
Senado: Supremo órgano de decisión y consulta en la constitución republicana estaba
formado por los senadores patricios y los agregados o senadores plebeyos. Sus más
importantes funciones eran declarar la guerra y la paz, vigilar las ceremonias religiosas,
administrar las finanzas públicas y el nombramiento de los mandos militares. Por ser el
órgano de gobierno estable y permanente ejercía la autoridad legislativa.
Asambleas populares: Al antiguo comicio centuriado se le agregaron los concilios
plebeyos. Les correspondía el nombramiento de los magistrados mayores, pudiendo sólo
elegir a los magistrados propuestos por quienes se encontraban desempeñando los cargos.
El derecho de convocatoria de los comicios (ius agendi cum populo) correspondía a los
magistrados superiores y el de los concilios plebeyos a los tribunos.
Conclusiones
El derecho romano ha cobrado real importancia en las últimas décadas de las Universidades
de América Latina, porque en su estudio se ve involucrada una función pedagógica que
impacta en el pensamiento jurídico, puesto que no es suficiente conocer las leyes
nacionales, sino que es imprescindible, para nosotros como estudiantes, introducirnos en el
razonamiento jurídico para alcanzar horizontes significativos que permitan estudiar,
interpretar, crear, aplicar y enseñar el derecho.
Representa el génesis de la mayoría de los derechos, deberes, terminologías y
procedimientos que se utilizan hoy en día. Es el fundamento del cumplimiento de leyes en
sociedad para lograr un desarrollo económico, social y político orientado plenamente a la
evolución de nuestra sociedad.
Es el derecho romano el que desarrollo la división entre el derecho publico y el privado, el
que desarrolló las bases para un gobierno democrático, además de contribuir al desarrollo
del derecho internacional y al litigio tal como lo conocemos hoy en día, sin mencionar la
cantidad de términos legales y terminología que siguen vigentes hasta nuestros días.
En conclusión, es de vital importancia el estudio profundo del derecho romano, ya que
tanto su aplicación teórica como la practica son relevantes para ejercer el derecho como
materia, debido a su lógica, delicadeza de análisis y de deducción. La ciencia jurídica se
sustenta en gran medida en el conocimiento de la misma y, para su mejor entendimiento, es
vital conocer el mismo.
Bibliografía
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