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, "La perspectiva no directiva de un terapeut a de parej,a Y

. fa_milia" t
Autor: • '
Charles O'Leary(Journal -Vol 11- lssue 3 - Septiembre 2012)Para citar este artículo:
Charles J. O'Leary (2012) A couple and family therapist's view ofnondirectivity, Person-
Centered & Experiential Psychotherapies, 11:3, 215-224, D01:
10.1080/14779757.2012.696528
Resumen
t i autou eflexiona sobr:e l'tJ;__aay.Jru.m.¡:,ortan~ ia de la ñ'lftlirfgividi.dJ La terapia de
pareja Y familia es diferente de la \ erapia individual y requiere directividad que puede
estar al servicio de la directividad del cliente. lJ6lfilp]Qfi~de pareja~ famil!!,puecleJ
~ sto como un traductgr, fñc:,deradO(,~ triO~ ue se cent ~ más:en J(¾ ol:ij etivos)
E 1álog~ cam6Toael cliellt.e que en lo.s i:fe explor:ación.tndtvid j j. El autor reflexiona
4

sobre las posibles diferencias de estilo entre su trabajo con parejas y familias y el
enfoque de Carl Rogers a individuos y grupos. El escrito termina con un breve ejemplo.
Introducción
~ recí en~mi terapia con una terapeuta definitivamente..no directiva (mayormente
t Jñ fluenciada por. Carl.Rogers y Carl~ ) quien me ofrecía una intensa atención
silenciosa más que cualquier otra cosa. Experimenté su presencia como si fuera una
central de energía eléctrica mientras sentía la mayor libertad en mi vida ya sea para
hablar o para quedarme en silencio; para ser sabio o tonto - y para crecer en cualquier
dirección, sabiendo que ella no tenía nada acordado para mi .crecimiento fuera de lo
que yo eligiera.
~ iñ embar:go,..esa cla-s-e~deJ@J lirectiviaad™ ría útil o aún"'lflár,posible, en terapi: J
cfé pareja o ele faiiima3:(ed ame'nte el investlg_ruiordmlaciones huma,ras Jo~
C:Gottmar1) (1999) ha dicho que no hay literatura desarrollada sobre terapia de pareja y
familia con un terapeuta inactivo. "Que es un hallazgo generalizado en nuestro campo
que los abordajes no directivos hacen q_ue l~~~te deje la te~~pia" (_~.6)., La ~ iaJ
treJcrcional--esrá o--rielitacJa a lr c11m1>-nris10n mchv1doal y tamEilen al chalog9 (O'Leary,
2012, p. 18). Los lectores podrían imaginar a su padre o pareja invitados a la terapia
con un terapeuta silencioso o que simplemente diga "este espacio está abierto para
cualquier~ que quiera hablar", mirando desesperadamente la puerta de salida o el
reloj más que sintiéndose invitados a un encuentro útil y seguro.
, Yrta pr_áctica..or.ientada a facilitar: la directblidad del cJient~ más gue la no airectivict~ '"J
\del terapeuta ser:ía más-descr:iptiv.a de mi trabaj~. Los clientes que buscan segurida9
para hablar con su familia o pareja, liberándos~ de los condicionamientos que puedan
tornar la charla frustrante o imposible, presos de roles como el de "hablador" o el "que
se espera que no hable", podrían sentirse invisibles o no contenidos sin un terapeuta
a~ encionaCJoen otra ~Qortunidad Que, mientras el abordaje"te-ntrado eir-:9
\éJiente no grivilegia lo verbal o domjna~ bre loss iienyy; (O'Leary & John~, 2007;

1
O'Leary, 2012), ~ a mayoría de los clientes, cons10er anao~Ldgsgru!.e-diálogb..ciiiiJ
ts'Jn!lm.os, un'terai:1euta silencioso, inactivo o inicialmente no directivo puede no7
~ frecienCfo al menos la P,rimera 'i sexta condlciQ!l-d~ ue centrado en !!J
C~ (Rogers, 1957). Es decir, un terapeuta que no estaría en contacto psicol ógico
con los clientes y los clientes no podrían percibir o experienciar la aceptación o la
empatía del terapeuta.
Descartar la no directividad, sin embargo, puede abrir la puerta a que el terapeuta se
sobre - responsabilice, tome el control y adopte el rol de experto, dejando al cliente
con poco o nada de dominio de su proceso en sesiones que son sobre relaciones que
vienen de la fgo tiempo, independientemente de la comprensión Y experiencia del'
terapeuta. Peter Rober enfatizó la importancia de reconocer el diálogo que ha
precedido a la hora de terapia y qué continuará después de ésta. (Rober, 2005). El
experimentado terapeuta centrado en la p e,rsona, Goff Ba rrett-Lennard (2005) les
recuerda a los t i rapeutas tener conciencia de cómo los clientes viven su vida entré
sesiones (iiiSin el terapeuta!!)
Elke Lambers escribió en 1993:
"La no-directividad definida por Rogers, es sin embargo, mucho más que una técnica:
es' la actitud central en el counseling centrado en la persona. Esta actitud está basada
en el principio de confianza en la capa~idad 'ael cliente para determinar su propia ,
dirección constructiva en el proceso terapéutico y en su vida. El terapeuta no tiene
intenciones directivas en relación al cliente."

Comentando sobre un estudio anterior realizado por Porter en 1941, en el que medía
la directividad vs. la no-directividad en los counselors, Rogers (1989) escribió y pudo
muy bien haber escrito hoy en día que : fiñ itiva en los counsifíoi}J
.:..~==-=~~;;;.;::z_
a:::o.,v=
_os y no coerc, poco r1bió:7
nselors que han reci bido ca lificaciones de gran directividad
--~-~~---- >e_ _ _ _ _..,

creen que ellos hayan tomado la dirección de la entrevista seleccionaifo el objetivo,


sugerido lo que el cliente debería hacer y persuadirlo para que lo haga". En mi caso,
podría dect "Yo dirijo el proceso y mis clientes se auto-dirigen", y todavía me f
encuentro enredado en el lado de una persona o un abordaje que interfiere con la
auto-dirección del cliente. Por ejemplo, con un cliente actual, de repente me dí cuenta
que había pasado de ser un atento traductor de su posición a ser un defe11sor de esa
posición antes de tomar conciencia que él estaba en proceso de cambiar de idea
, {gneste artículo,~ a reflexionar sobre eh;ignificadoy1 los va lorescle la no-airectiviclacl:-J
~ la~ ón con el centramiento en el clieote y la terapia beneficiosa Luego trataré
las condiciones únicas de la terapia de pareja y familia y las razones de por qué el
terapeuta directivo, puede ser paradójicamente facilitador de la auto-determinación y
la auto - actualización del cliente. En la siguiente sección ofreceré teoría y ejemplos de
cómo un terapeuta de pareja y familia, aunque pocas veces no directivo, puede
facilitar la directividad de! { liente. Continuaré con la discusión de un caso breve y las

2
conclusiones sobre la importancia constante del énfasis de Rogers acerca de la auto-
dirección del cliente así como su diferente expresión en el trabajo con parejas Y
familias.
\fundamentos de la no-dlre"ctiyiaaclJ
"Me empezó a suceder que a menos que tuviera la necesidad de demostrar mi
inteligencia Y mis conocimientos, haría mejor en confiar en la dirección que tome el
cliente en su proceso" escribió Carl Rogers (1961, p. 11). La nueva e innovadora
terapia que Rogers describió e investigó en los años 40 y SO, hacía hincapié en
escuchar el proceso del cliente tal como se iba desplegando, comprendiendo el mundo
del cliente tal como lo iba experienciando y acompañando al cliente en el camino que
él elija para el cambio y como él lo defina. "Mis asociados y yo llegamos a darnos
cuenta," dijo Rogers a los 80 años en una entrevista por televisión con Keith Berwick,
f qÜecüalquiera sea el consejo~que le ofrezcamos a nuestros consult ant es, ningunQ,,,j ba __J
{ sertan átil como-aquello a 1~ 1-Clieme llegue por sí mismo":-:::) __
\ Ser no-directivo si~nifica, entre otras cosas, estar'cu1Cfaclosamente atento y refleja:Q
ffi2m-entoa momento la-s- ~ iones dela 'exP.enenc1a clel cliente.-Ca[[Rpgers (19~
consideraba que ese recurso era importante y que no todos los counselors eran
parecidos. Citando un estudio en el que se comparaba counselors según su
directividad (Porter, 1941), § gers iaeñtificó lasacflviClaaesmás comunes cJe~losJ
S unselor'sifüairectivpE(los counselors no directivos ejercían estás tareas no
intrusivas menos que los counselors directivos)
l ~ econoce~de-algana--marrera1os,Je:ritirijieiitgsya'Ctitucfes gue eícliente t:r!]
(expr:esaao"J
t 2. \ lfiter¡rreta o reconoce sentimientos o~actit~des expresadas-en el comportamiento]
ig~meral, e·sp·e-cífi~ r alguna aecliíi'ación¡ ("Interpreto" poco o nada, a pesar de mi
alta actividad)
g,tEnfaf1za asP.ectos'oe la conver~a~ion~ ero CfeJ.il!:!11.e sarrolloal clieñtfl
• ~ Reconoce-fa esencia de lo-que-el--clienfe a icho".
(Rogers, 1989, p. 83} Rogers también señaló lo que y n co:qnselor n9~diretti110 no de~
'tieo hacer en mucha menor medida que un counselor directivo. ffiacer pregunfa:J
· ,nuy-e·specíficas, limitar respaestara--si;ñOO'inforñiacíón específica" .Yo casi nunca lo
hago) qíExplicar¡-; iscutir o-daFinfor_rnacion resP.ecto del pro61ema o tratam1enyi"
(Rogers 1989, p. 83). (Esto lo hago con frecuencia pero más como un ofrecimiento que
como una imposición de información relevante). Por ejemplo, yo considero que es
importante que los nuevos padres sepan que el 66% de las parejas sufren un deterioro
de la relación luego de la llegada del bebé - que no están solos en esta frustración
(Gottman & Gottman, 2007).)
Cometltando el mismo estudio (Porter, 1941), comparando los counselors no
directivos y los directivos,j ogers cfeterminó que los counselor,s ~ ctivos •~
flgiiiedio seis lleces más pal~br.as que los no directi1Lo.iJ..") (p. 82).' La frase más
aleccionadora que he leido.

3
R fl · , de pareja y familia,
e exionando sobre los terapeutas contemporaneos , . ,, a
. " d s" o "dialogIcas , veo un
especialmente los que se identifican como postmo erno
. i . la terapia sino en ser un
consistente intención en los terapeutas en no dir gir . . eutas
97) L ·os de ser directivos, terap I
compañero en la "conversación" (Anderson, tl- 9 ·, eJ b ,, (Goolishian &
familiares como Harlene Andersqn viven con "una posición de no sa er
. ,. 1 r tes como sus maestros Y
Anderson, 1992),.una posición de apertura a os cien
.. , b d experiencia como terapeutas.
colaboradores más que en una posIcIon asa a en su
• • • 1 perimentada terapeuta Lynn
En su libro Terapia Familiar: Una Historia Intima, a ex ,
- ,, d "b" ndo su atención en nada mas
Hoffman escribió "la quietud de Carl Rogers , escn ie . , ,,
que en el cliente y la pe'rcepción del cliente de "una enorme calidez Y compasion
(2002, p. 181). En un capítulo que refleja un encuentro colaborativo persona ª persona
· !"dad de Rogers· "el hablaba para
entre terapeuta y clientes, Hoffman destaca esta cua 1 ·.

'
escuchar" como oposición a "escuchar para hablar" (Lyotard, 1996, citado por ,
Hoffman, 2002, p.181).
Tal vez la práctica de la "quietud" pueda ser el puente e~tre la no-directivid~~ Y laf
1acciones del terapeuta para facilitar la directividad del cliente. Con una familia, los
' terapeutas no solo deben tener la quietud para si mismos sino que deben encontrar
una manera no intrusiva para requerir esa quietud de los otros que participan de la
s¡ sión cuando cada uno habla. r .,
Más adelante, propondré cierta directividad necesaria en ,jos terapeutas de pareJq Y
familia, aún dándose cuenta de que se perderá mucho si el terapel)ta privilegia sus
prop¡as contribuciones por encima de las palabras e intenciones de los clientes. ,
La necesidad de directividad en la terapia de pareja y familia.
\ll!!Qlayum.-verdad:-no puei:loa,...
e-.
ci,_
r _g-ue- so_'i_ n
_o__-.d;;'"
io-e""'
ct~oo
- o- en~.-m-:L-:-
t ca-.b-.a-:-jo- co
_n_ p~
- -e-,j~
i fil.J
~
s .,..,........
familia, Entonces ... l!¡uéestofliacíeñcfo en et'al:>orcfa]e centradg_en la persona? Aqu (:::J
'1!i'l otra.verdad: Estoy intel'esaclo en gue los cli-e-rrtes tengan la misma lioeitacl ae ser )
affllgruentes_en la relacioñ terapéutica·que la--que-tien-en~en la-terapia~individual.t)
, Deseo qu.e~(luedan Cfecir lo gye les gusta en una atm.ó.sfera li~ j!i_g_os de val~
f qyg_puedan..to..mac contacto con lo que verdaderamente quisieran gue sus íntiñws
compr:eni:Uerap~E!acaclój icamente, con mi activiCfacl, estoy. intentanao fadlita1 el::t
p:co.ceso·de aqto-oic.ección gue los clientes d~ cubr:en' w anda están en presencia ele un
Cte~peuw.no)iirectiv~ ,
<~os c~ient es vienen a la,.tera,:,ia familia o de par.eja i:iara~aprender a como cambias SUS:J
~ la.c10nes para mejor o para solucionar algún J)roblema que usualmente...se.siente
~ te;p.r.o.fu.nrul Por ejemplo: un interminable estado de batalla que no se va o
problemas con un niño que amenazan la existencia misma de un presente o futuro
feliz Tales dilemas deben ser explícitamente aceptados/reconocidos en la medida que
el terapeuta facilita la iniciativa de la persona que tiene que vivir con ellos. Jtl::misfn.QJ
\ ~.i.IDrr~~ el1:e~r:@tlajaiñi1iar ltebe e·star atent1 Ja--rro ~ n coa-tro actitucfes ·que haceñ
C1mpos1ble la te~ ia· flntí..i...:F ;.i "iii=aiii:t'l ·
- · ~ s ue ~ cIa, ~ ad, sobre=resp-onsafül@~

4
¡> ncan, Hubble & Miller, 1997) quUueaerrll~ al1!a ai a clase efe]
{!! !:frustra el prendizaje o camb.!.!E)
lie-ntes est ::ae.una lücija ae,p~ (Collins, 2010,
comunicaéión personal) 1 , erap ra-no-enctivo, euede dom iñarlasesT63
La facilitación del encuentro de un cliente con el otro requiere un contexto en el'cual
sentimientos e ideas nuevas puedan ser dichos y escuchados. Las familias angustiadas,
.
necesitan un terapeuta que facilite el camino a través de una selva de supuestos,•
refutaciones automáticas, argumentos irracionales y sentimientos dolorosos
provenientes de la incomprensión . Eventualmente pueden surgir palabras nuevas Y el
terapeuta puede hacerse a uri lado.
•¿Confío en los clientes tanto como los terapeutas menos directivos lo hacen? Éstf será
se~uramente un aspectofa seguir desarrollando en mi vida. Algunas veces, sin
embargo, y{ (onfío en los clientes pero tengo lo que considero una conciencia I
í_atucla6leael pocfer de un g_atró.n.de movimientos rígidamente esta 6lecidos a favor
J n-contra que distraen o bloquean la conciencia def'cliente o la capacidad de)
"ÉPntactarse coñelotrg. (.(Yo confío en.los esquiador:es per:o har:ía cualquier, Gasa p~raJ
,=u1>erarlos ae una avalancl:iaP. Por ejemplo, no considero que la "lucha" entre dos~ más
personas sea la expresión de sentimientos, sino que un estado de mucha excitl ción,
muchas veces, oculta todos los sentimientos excepto el enojo y el miedo. Me quedo en
' ,
presencia de una pelea solo por poco tiempo antes de invitar a los participantes a una
exploración en l~s profundos sentimientos y pensamientos que encierra esa pelea.
(O'Leary, 2012).>
~CFeo que sin lacllreccion del terap_euta el dominador Quede continuar dominando al
si encioso o más introvertido en laiñecf@a en que 1.§s}lientes se deslizan hacia los :J
ñils.mos r_o eScque los frustran en.el he r. Las condiciones de congruencia, empatía y
consideración positiva incondicional del terapeuta como así también los intentos del
cliente de una manera distinta de conversación, pueden pasar desapercibidos.

Sprenkle, Davis y LeBow {2009) i~ caron "factore-s C-o lTffii'ies" en toaa ~ er!Ea d.:]
RareJu ae'.fírñilia quelue e@ @ . Uno de esos factores, tlentificar._el procesoJ ilustra
una manera en la que la directividad del puede motivar la directividad y la iniciativa
del cliente. Lentifico el proceso del cliente de tres maneras:
'(ta~ rinrercrere-s-cachade-q-ue se-dic;e-y tom alfflfiFfiemJ:)o para ,reflejar nc1da
=-.coc==~ --- o ~u estoy comprendiendo acuerda con lo que-el)
fclient rsiste ñteae una escuct,a reflexiva po,r parte~
<ruiQ= ~ ~ ~=~ sím isma c:afublai]a CJirección l!_e la sesió'3 (La
terapeuta familiar Harlene Anderson, enfatizó (1997) que solo este proceso de
escuchar a una persona en presencia de su familia o allegados íntimos, puede abrir una
puerta de comunicación entre ellos).

5
~ te que sign fica- par~epU,os
c e-a segundaes-preguntarles irlas otras persona:. P• ..~....• • s,c11 res.puest
a
~ a otY;,persomr haya hablad o como lo-hizo Yque quisier -
1
.< \antes-de seguir con qtro t em~.
_,:::::::1 - . • inar sol:>re laJ
.;:;::::::::::=:== ...5--- y dar su~ 50s
\de_vista so~ lo..slmercami>I --~ mi~
i:a- no=-directivida - r ue e-ser vista má
C próvecfigsarn,ent gro gy e como un,pJmt o ae partip'a. Cuando los clientes
se sienten lo suficient~ ente seguros para hablar directamente Y escuchar al otro con
interés, el terapeuta se convierte en un testigo no directivo.
oaeraelor y anfrt -.. fcic11italacllrect1vla
mI ctcrt_!J (O'Leary, 2008), re)
Estas actividades encarnan una actitud de <1 uerer aprender
...,,.=-:.:= ~-=:.;.;:.=.:::.:.::.a
lá dirección de cada cliente y un deseo de ser la voz para cada permiso Y
1
descubrimiento del cliente-a menudo frente a un modelo que evita que esto su~eda .
ueae ser la v1a-irararecurrciliar la no-flir eles
¡peuta:-tos'Traductores no tienetfsentido s1 no son 1e es
nes de cada uno et e habla. fambién Cien tracio~
r 1cho para que pueda ser ~ mprendido con_el sig se.,Qijo, no comoJ
ti:>S"escu chantes-espel"an que ~"ka.
Un buen traductor es no-directivo, es decir: reproducir exactamente el significado del
hablante; y también debe ser habilidoso, es decir: capaz de traducir el significado en
\ un lenguaje comprensible para el que escucha. El terapeuta como traductor /

\
inevitablemente afecta la experiencia del cliente en el espacio entre ambos - el 1
"interespacio" (Gaylin, 2008) - esto afecta l ada palabra dicha o escuchada. Por
.
ejemplo, una mujer pregunta como se siente su pareja. El le responde con lo que ella
considera un pensamiento. Ella responde con frustración en un tono irritado
refiriéndose a su experiencia de él como no escuchándola y que está emocionalmente
cerrado. Su pareja se vuelve al terape uta y le dice: "Ve lo que le digo?" refiriéndose a
su i periencia de ella cotno siempre crítica y bus;tando lo malo en él. El terapeuta,
percibiendo el sentir del hombre atrás de esos pensamientos, le pide permiso para
compartir lo que él escuchó con su esposa, "Siento que no tiene mucho sentido que te
¡,diga lo que siento - creo que ya estás enojada conmigo" . La ~ u jer se suaviza, I
• aceptando el mensaje de su marido verbalizado por el te rapeuta quien, no siendo
par e del problema, lo comprende y le puede hablar a ella de una manera respetu osa.
~I ~erap,,ta, con el permiso de ella, ofrece su experiencia de las palabras de ella a ~I:
Siempre te defiendes. Nunca quieres escuchar lo que yo siento." Lentificando la
interacción de manera tal que lo que dice cada cliente pueda ser escuchado y
tentativamente reflei·ad o -· s1mp
· 1emen t e sien· d o un terapeuta centrado en la persona
con escucha activa , el te rapeu t a ·in t erv1ene
· en un campo en el que a menudo los
sentimientos son ignorados o activamente negados, se cambian los temas de

6
conversación sin haber sido reconocidos, y donde la interrupción y la contradicción son
prácticamente una n· orm a de conversac1on
. . .1rres ·,st"ible . P"idiendo permiso para traducir
respetuosamente las emociones que subyacen en las expresiones acusatorias, al
sarcasmo, o diagnósticos no deseados de deficiencias de carácter, el terapeuta les
ofrece a los clientes una nueva oportunidad para encontrarse.
'\,n laterapic1d~areja y efe familia, el terapeuta rambiérrpuede ser visto como~
crvra:aeraa21. a15.MP.osit01:lel encuentr.o terapeutlco es el diálog~ t m .012ólogory
(Seikkula et. Al., 1995, citado en Anderson, 1997). El~ P-euta-:-,g__e-esta man:e:ra:;,
~ ucra a._cada uno en la tarea a la cual se comprometieron más que a perma_e_c_e_ r --.
~ n---el circülo Vicioso que lostra]o a la t!fj'pia (O'Leary, 2012, p. 38). Un terapeuta
interrumpe interrupciones (pp. 89-90); sigue la dirección de las conversaciones Y
averigua las intenciones del cliente cuando hay un cambio en la dirección; indaga si el
cliente puede responder al otro u otros (p. 37). (Ellos a veces no pueden -
reconociendo este estado emocional temporario pueden mostrar respeto por el otro,
por ellos mismos y por el proceso. Por ejemplo : "¿Puede ser esto cierto? ¿Puedes eSt ªr
tan herido Y enojado que realmente no puedes escuchar nada de lo que el pueda
decir?")
~ deracfo[ facilita la dkectivicfacf cfel cliente efe varias..maneras[J
([tatan-do de comprender ynflejar la intenció~ oción del cliente
@filanclo las palabras_anteriormente diéhas gor el client e, y objetivos manifestacl~
~ ectánclotps:conJa comunicacion actuao
F.taciendo nota[ la conexión en.t re.las miradas diferentes del djente ant'e"las mism_,s
- int.1m:cmnesa
Expr.esandala~ palal;ir_as del...cliente de una manera-difer-ente.aJas progiii....)
c:::intfill:! 1:etacic:men:le:.éste
'Mar-eano o la etapa e~la oonver:saciórl. Por ejemplo: "Parece que estamos justo en la
mitad del tema del dinero que tiene una gran intensidad emocional para ustedes" o
"dejenme sentarme aquí y escuchar vuestra conversación. Luego podemos reflexionar
juntos sobre lo que sucedió aquí."
-c---..---.-----""""!"---,..;---.--~ - - - - -
~ nociellif2:'t preg~ o sol:jre aparentes cambios ae humor en un clima que-se:¡
CP..QD.ilú61famente tens9.
~ pertur a a dejarse sor¡:2reg cfij. (Rogers (1990) considerado esto como un signo de la
relación "yo-tu", lo que él consideraba un aspecto esencial de su terapia. Por ejemplo
"No esperaba que dijeras eso. ¿Puedes decirle algo más sobre esto a tu madre?" o
"¿Qué significa para ti que tu hijo te haya dicho esto hoy?"
Relacionar la conversación del cliente con los objetivos que mencionó. (La
investigación respalda que la relación terapéutica mejora si el cliente siente que el
terapeuta está alineado con sus objetivos, Cooper, 2008, pp. 102-106)
Eñ~ terapiade pareja Y. ce.familia, el tera~euta tam6ién pueefe'"ser visto como tm::>
c-ArffitrióJjl - quf f iP-resenta en..gener-al las costumbres y reglas no clicl'ias clel lugar y
e,ntextO""Clel encue~ o: es decir, "Por qué estamos juntos en esta clínica u oficina"?
'
\
,. 7
Los clientes dejaron deliberadamente su casa para venir al lugar de la terapia. El
mov1m1ento
· · ·
físico refleja la intención del movimiento ps1co ' • "Quere mos salir de
· 1og1co:

nuestra casa juntos, de la manera/forma que es ahora."


El Anfitr1on fa'Cilita ladired lvlaaa ael cliente/s~de-la siguiente nfal1e-ra:
Oftgienao alguna aj:tjyiqaét cte füenvenlila.'LJ=onversaclon incl uyendo lcrs respues~
c:::;::laS'Rreguntas clel cliente sobre lo que puede e-sp ~r.
(!tla~erelesffi erzo <te conectarse con el cliente ap arent·_e_m_e_n""!'t_e_m_á_..s_c_e-a01
~·-o-m...,í,-
e-=-
eio-::-:
tr~a-=-..
ss1::1
c::::;reeonocen las pre.0..c:upaciones del que aparentemente está m'ásj Usruiü.@.
• ~S""pregunt as a6ieffiisracilitan la reflexio!!._Y. la exi:1loraoon errel clie!!@ f
Describiendo eventos no verbales positi'i(Os sin hacer ninguna interpretación (no les
negativos, esos los detecta el cliente inmediatamente!). Por ejemplo: "Una vez le dije a
un hombre:" Su esposa lo mira atentamente mientras usted habla." Ella respondió en
el medio de una desagradable discusión sobre un tema difícil: "Me gusta mirarlo. El es
buen mozo." Indirectamente, el cliente cambió positivamente. Un elemento amable
logró hacer más cálida la conversación.
Estar atento a los tiempos - dejando espacio para el caldeamiento - escuchando a
todos -y bajando las revoluciones del encuentro - haciendo una recapitulación de los
temas y chequeando los temas resueltos y no resueltos. '
Rituales breves - por ejemplo, preguntando a los clientes al _final de la sesión que .
apreciaron/valoraron uno del otro durante la sesión. Una pregunta hecha no para
imponer un clima positivo, si éste no estuvo presente, sino para dar lugar en el espacio
de la terapia a los deseos no dichos para lograr una mejor comunicación que es la!
razón para incluso hablar de lo que resulte negativo. Los clientes traen a la terapia los
problemas que tienen con otro - si no ¿para qué vienen? - (pero vienen con todas sus

alertas y algún nivel de valoración de los otros)
Un terapeuta con la intención de no dirigir a sus clientes puede aceptar roles
facilitadores que puedan crear oportunidades para los clientes para encontrar su
propia voz y dirección, y puedan escuchar las voces y direcciones de sus otros
significativos.

Céiso ejemplo
Riley y Meghan, que habían vivido juntos en la pequeña casa de Riley por más de 1
año diciendo cada uno que había encontrado el compañero de su vida, vinieron a la
terapia con una crisis bastante común. Meghan descubrió que la utilización de
pornografía por Internet por parte de Riley había ido más allá de su confianza y de lo
que podía tolerar. . Riley además, había prometido parar con esta actividad y luego
fue descubierto en la mentira por una Meghan que oscilaba entre querer terminar con
la relación y su deseo de seguir con él y continuar con su feliz relación habitual.
Riley: (Luego de expresar su vergüenza y arrepentimiento) Sé que mentí y ella tiene
razón en no confiar en mí. Realmente pienso que lo que hice no es g(an cosa. Dejé de•

' 8
hacer un mont on
· d e cosas por ella. Estoy harto de todo este asunto - to d a esta pe 1ea.
Si ella no va a confiar en mí - OKI Se acabó! Te vas de mi casa 1
Terapeuta: Ud. Se siente herido. Se disculpa, pero siente que su enojo Y desconfianza
fueron demasiado lejos. No puede soportar este estado de las cosas. Tiene
sentimientos encontrados en cuanto sentirse apenado por como ella se siente Y
enojado con ella por sentir esto.
Meghan: No se trata solo de la pornografía. Eso lo acepto. Es solo un sitio. Yo solía·
sentirme adorada y alwra cuando pienso en eso, solo siento - ¿que piensa él ~e mi?
¿Cómo puedo confiar en él? Y no me gusta estar tan enojada con él . Ojalá pudiera
decir est á todo ok tanto como él lo dice.
Terapeuta: realmente odias este estado de enojo entre ustedes. Realmente quieres
confiar en Riley Y estás triste por no poder. Realmente quieres encontrar la forma de
dejarlo en el pasado pero tienes que compartir con él como te sientes. 1
El terapeuta habilitó la escucha para cada persona - recibiendo la sensación de f
pérdida de la intimidad que había entre ellos así como el enojo. Desde el momento
que el encuentro será considerado congruente para los dos, el terapeuta no quiso
minimizar la importancia de su problema ni la sensación de la pérdida de la buena
conexión e,ttre ellos. La primera sesión finalizó con mi pedido de que escriban la
respuesta a dos preguntas: ¿Qué es lo que realmente quieres que tu pareja comprenda
acerca de ti? Y ¿Que es lo que realmente comprendes de los sentimientos y la
situación de tú pareja?
Su respuesta a ambas preguntas (leidas en voz alta mirando al otro) mostró más
empatía hacia el otro y reveló una verdad más compleja que cualquier cosa que el
terapeuta pudiera haber dicho. El pedido directivo facilitó la dirección del cliente que
fue congruente y comunicativo.
Riley y Megan tuvieron una conversación que les pertenece, per~ que hubiera sido
diferente si hubieran estado solos o con un terapeata silencioso. Si el terapeuta
hubiera impuesto una agenda, se hubieran sentido 'frustrados; si el térapeuta no
hubiera encontrado la manera de describir tanto sus palabras de conexión cómo las
palabras acusatorias seguramente se hubieran quedado en posiciones estancadas; si el
terapeuta no hubiera ofrecido una oportunidad de comunicación que sobrepasara la
pelea, se podrían haber quedado con el sentimiento de no sentirse escuchados ni

amados.
• ~ rr1t1:rcfe1ano-d
_ic.ectbtidai:Len.JJn facULta,d_olact~
ljd_B§gers~ mi modelg_g_arn. la expectativa de que-la no-directiviclad es una fuerza:,
p ositiva 1/-C[eativa eiruna reladén dinámica con los elientes~ a de-estar.:7
~ ñ ies.con la plena cooflanza sieñi:10::test)gQ,S__qe @'qlre !!!,gers_onas eligen;;;:•t'i -a..bfil.D
-6~ar~
~ Gtuar~a-.medida-que desplie~ 5 estaba co11vencido gue el""esfu~en o de ayuda r: de los7
C OOf!eUtas-no-eratan,,,Yelioso i;omo elest.ª r.._aten!Q_s.a que el cliente<eneuentre.su1
· ¡§rop.i.a .camll® El él;. activo en la.terapja peco su principal objetivo era,lltrat a;:;:,
~ emp~ cler al cliente ~ s sensi~ y_predsallleOtE!,,R_OSitilDIP) (uno) pueaa:::ci~ -:::::7

9
146
últimopÜnto..de;ist~ (Raskin, 1974, citad in RogerS, 1980, p. ), más que
agregar cualquier cosa como si fuera el experto. ·- ·1:1 d
lli1:lá
feraQia de.p_a_r_eja_y de familia,~etespJrltu...YkJV'a'1ica ae OCfüBllretf•v• ~~==>
------....------ .. ct~r-u ¡fitño ctoonl.9.!7
~ den-co=existlr con la practica de,seLUn.m~ _ . . tra,..u~ ~ ,~~=-=-= .
.,;:,,:,:::.::.:,.:.:...=::::.:.:.:..:::~i::.=:saui:=-= a¡x-a-,rla~eralJlrcle]WeJa\
'½TeiaciOtTa con lainm>tlc5nclef"Cllei'ite ae elegirlo como meu u • ::.,

e ~ familia]
nud0Je.J1e..p t a lu os a _.asJstentes::cli:Jos or
O 5

V l eclase ae@ pe uta· eleglñanpal'a--susiamilla-s'de-orlg:!J La respuesta mayoritaria


"1 ·enqueme
fue "Alguien que sea fuerte". También frecuentemente contestaron a gui
permita ser escuchado". Preguntados acerca del significado los estudiantes hablaron
acerca de sentir seguridad para que todos tengan su propia voz sin consecuencias
negativas por su compartir.
au o- irección <iel cliente uede reguerir un terapeuta gye_._~~ge.r, ac· itar _
fés:voces generalme!lte.n_o_esc\í.cbi.d_n._y.crear una atmósfe1ª,.RMª -ºtcgj1j).o"de3
rcaman-icació-rrqüelos cli~ Ruedan usar _~ su.manera?)
~ nclo lo sufitientemente fuerte ¡:>ara faCilit& ~ !ctpa-rcrtodas las-vo~ ..;!.2::::)
{Q!ic1entemente humil~ ¡:>ara pri\Jilegiarla'Voz d~ cada--persona ~aViabre la mía- es
1

'Q!l1ialance que siemP.1:e]ius.co pe,roWiu é thmea ~lta'nGé-completa nt . Algunos días


mi no-directividad aviva los viejos hábitos familiares de competencia, falta de cuidado
y de respeto; algunos días mi directividad hace que las interacciones entre los clientes
sean pobres, inauténticas y poco reveladoras. Algunos días mis clientes y yo estamos
bien y ellos sientes que han podido encontrarse bien uno con el otro
Referencias bibliográficas
1. Andersen, T. 1997. "Miserere nobis: A choir of small and big voices in despair''. In
Narrative therapies with children and adolescents, Edited by: Smith, C. and Nylund, D.
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